LEYENDO UN CLARO DÍA… NUNCA PERSEGUÍ LA GLORIA… DE MI CARTERA
Leyendo un claro día Nunca perseguí la gloria I
mis bien amados versos, ni dejar en la memoria he visto en el profundo de los hombres mi canción; Ni mármol duro y eterno, espejo de mis sueños yo amo los mundos sutiles, ni música ni pintura, ingrávidos y gentiles sino palabra en el tiempo. que una verdad divina como pompas de jabón. temblando está de miedo, Me gusta verlos pintarse II y es una flor que quiere de sol y grana, volar echar su aroma al viento. bajo el cielo azul, temblar Canto y cuento es la poesía. súbitamente y quebrarse. Se canta una viva historia, El alma del poeta contando su melodía. se orienta hacia el misterio. Campos de Castilla, 1912. Serie Sólo el poeta puede «Proverbios y cantares», 1. III mirar lo que está lejos dentro del alma, en turbio Crea el alma sus riberas; y mago sol envuelto. montes de ceniza y plomo, sotillos de primavera. En esas galerías, sin fondo, del recuerdo, IV donde las pobres gentes colgaron cual trofeo Toda la imaginería que no ha brotado del río, el traje de una fiesta barata bisutería. apolillado y viejo, allí el poeta sabe V el laborar eterno mirar de las doradas Prefiere la rima pobre, abejas de los sueños. la asonancia indefinida. Cuando nada cuenta el canto, Poetas, con el alma acaso huelga la rima. atenta al hondo cielo, en la cruel batalla VI o en el tranquilo huerto, Verso libre, verso libre… la nueva miel labramos Líbrate, mejor, del verso con los dolores viejos, cuando te esclavice. la veste blanca y pura pacientemente hacemos, VII y bajo el sol bruñimos el fuerte arnés de hierro. La rima verbal y pobre, y temporal, es la rica. El alma que no sueña, El adjetivo y el nombre, el enemigo espejo, remansos del agua limpia, proyecta nuestra imagen son accidentes del verbo con un perfil grotesco. en la gramática lírica, del Hoy que será Mañana, Sentimos una ola del Ayer que es Todavía. de sangre, en nuestro pecho, que pasa… y sonreímos, Nuevas canciones, 1924. y a laborar volvemos.