Professional Documents
Culture Documents
Por tanto, dentro del nuevo modelo constitucional ecuatoriano, es importante que exista
la inclusión de verdaderos principios para la protección constitucional de los derechos y
libertades individuales y de la colectividad (principios generales, derechos civiles,
derechos políticos, derechos económicos, sociales y culturales; derechos colectivos).
Es oportuno, en este punto, citar el pensamiento de Carlos Sánchez Viamonte, que dice:
“Es necesario comprender las virtudes del constitucionalismo para respetarlo y
amarlo, para luchar por su implantación y para defender su estabilidad (…). El
Estado de Derecho es, también, un estado de conciencia colectiva. Y una Constitución
debe ser algo así como una puerta que se cierra sobre la injusticia del pasado (…)”.
Pero, ¿qué supone abrir una puerta al presente y dejar lo malo del pasado?, creo que la
respuesta está en la construcción decisiva de un modelo constitucional democrático en
el Ecuador; aquel que busque implantar mecanismos de justicia, dignidad y libertad y
que comprometa al Estado en la lucha por el bienestar común, dejando a un lado utopías
y demagogias y la lucha constante entre ideologías que conllevan a la inestabilidad
política y por ende a la crisis social; no nos olvidemos que el sistema político es un
medio del hombre y del sistema social.
Finalmente, esta nueva corriente debe propender al desarrollo de políticas públicas que
impulsen el bienestar común y tengan una aplicabilidad jurídica precisa que elabore
principios de solidaridad, justicia social, libertad de emprendimiento y productividad,
legalidad, seguridad jurídica y participación social y activa en procesos de optimización
y distribución de recursos.