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El hijo único

• ¿Representa una desventaja ser el hijo único en la familia?

El ser hijo único no es ni una ventaja ni una desventaja en sí misma,


todo depende de la educación, los valores y las actitudes que los padres
fomenten en ellos. Antes sólo se hacía énfasis a las desventajas; pero,
los últimos estudios nos muestran también las ventajas que tendría esta
condición. Existen expertos que señalan que los hijos únicos poseen
mayor capacidad triunfar en la vida, ello debido a que tienen menos
preocupaciones, ya que no tiene que disputar ni el espacio, ni la
atención de los padres. Pero, por otro lado, aparece como una
desventaja el problema de crecer sin hermanos. Sin embargo, nada es
definitivo ya que tanto los hijos único, como los que tienen hermanos
pasan por las mismas situaciones y su desarrollo depende más bien de
cómo los eduquen los padres.

• ¿Tiene asidero la idea de que estos niños tienden a ser egoístas,


rebeldes, sobreprotegidos? ¿Qué dicen los estudios actuales al
respecto?

Siempre se ha tenido la idea de que los hijos únicos tienden a ser


egoístas, rebeldes y sobreprotegidos. Sin embargo, hoy en día, esta
percepción está cambiando. Se considera que la condición de único no lo
hace distinto del resto. Su desarrollo como el de cualquier otro, depende
básicamente de la educación que le den sus padres. El que los niños
sean egoístas, rebeldes o sobreprotegidos, no son sólo características de
los hijos únicos, sino mas bien, están en relación a la manera como los
padres educan a sus hijos, sean único o no.

Los estudios publicados no hacen más que poner en duda que los hijos
únicos tengan mayores problemas que los hijos de familias numerosas
para integrarse en la sociedad y desarrollar su vida con normalidad.

En adultos, que crecieron siendo hijos únicos, se han realizado varios


estudios. Los resultados revelaron que son pocas las diferencias entre
los adultos con o sin en hermanos, de hecho, las pocas que se
encontraron tienden a lo contrario, los hijos únicos adultos parecen
ligeramente más exitosos socialmente, tienen puestos de trabajo más
prestigiosos y se casan con personas más educadas. Además, parecen
encontrar más placer a la vida.

En cuanto a los adolescentes, los resultados concluyeron que los hijos


únicos no se diferencian de los que tienen hermanos en lo se refiere a
felicidad ni satisfacción en la vida. Su autoestima tampoco es inferior, no
dan tanta importancia a su imagen y aptitudes deportivas.
En investigaciones sobre las familias con hijos únicos, la conclusión
general es que no hay mayor diferencia entre los hijos únicos y los que
tienen hermanos, No se encontraron efectos negativos sobre el hecho de
ser un hijo único. De hecho según algunos estudios, los hijos únicos son
en promedio, un poco mejor que los otros de su edad en términos de
inteligencia, de logros y de relaciones con adultos. Ellos en promedio, no
son más inadaptados o centrados sobre ellos mismos comparándolos
con los que tienen hermanos.

• ¿Es verdad que la ausencia de hermanos y el estar en un


ambiente de adultos influye en su desarrollo social?

El hecho de no tener hermanos no determina ni el futuro ni el carácter


de los hijos únicos, y su evolución y personalidad vienen marcadas por la
educación y los valores que reciba de sus padres, igual que ocurre con
cualquier otro niño. Los especialistas coinciden en señalar que ser hijo
único no genera en sí mismo ventajas ni inconvenientes, y si bien son
numerosos los estudios que demuestran que los hermanos influyen en la
sociabilidad del niño, también abundan las investigaciones que han
demostrado que los hijos únicos son tan sociables como el que más,
siempre y cuando que se favorezcan las conductas sociales desde la
primera infancia.

Sin embargo, el problema de crecer sin hermanos es que todas las


expectativas y las exigencias familiares estarán puestas sobre el único
hijo. Además, de que es posible que se aburran un poco más que lo
normal, existiendo sentimientos de soledad. Pero, a la vez estas
circunstancias tampoco son definitivas. Tanto los hijos únicos como los
que tienen hermanos pasan por las mismas situaciones. Ello debido a
que no es imprescindible tener hermanos para aprender a relacionarse.
A falta de hermanos, están sus pares. Los padres deben evitar que su
hogar sea una con el mundo externo y que el niño siempre esté rodeado
de adultos. La relación con otros niños es primordial para el hijo único.
Hay que procurar que cuanto antes se relacione y comparta con primos
y amigos las cosas propias de su edad: distintas experiencias en
diversos ambientes. Hay que aprovechar, por tanto, todas las
oportunidades posibles para que se relacione con otros niños. Buscar
actividades deportivas, lúdicas y sociales para que pueda compartir y
competir, y hablarle constantemente sobre los otros niños y los grupos
que le rodean.

• ¿Qué aspectos positivos se podrían rescatar del hecho de ser


único niño en la familia?
Los aspectos positivos que podrían existir del hecho de ser el único niño
en la familia serían:

 A los hijos únicos se los padres les suelen dedicar más tiempo y
recursos. El hijo único disfruta en exclusividad del afecto
incondicional de sus padres, lo que hace que se sienta valorado y
querido, muy seguro de sí mismo y con una autoestima muy alta.
 Si los padres le dan la autonomía suficiente sin protegerlo en
exceso, se convertirá en un adulto independiente y dotado de
iniciativas.
 Generalmente los hijos únicos tienden a madurar más rápido por
la relación constante que mantienen con los adultos.
 Es habitual que sean los líderes del grupo, ello debido a que están
acostumbrados a ser el centro de atención
 Se acostumbran a inventarse sus propios juegos y a entretenerse
solos, lo que permite un despliegue de su creatividad.

• ¿Cómo deben guiar los padres de hijos únicos la educación de


estos niños, teniendo en cuenta que se desenvuelven en un
entorno de adultos?

Teniendo en cuenta una serie de recomendaciones que ayudan a que su


integración en la sociedad sea lo más natural posible y que la
sobreprotección no suponga un problema, sino una ayuda que les
reporte seguridad. Por ello es indispensable que los padres:

 Fomenten la relación con otros. Debido a que crecen sin hermanos


y conviven la mayoría del tiempo con adultos, les puede resultar
más difícil compartir, relacionarse e integrarse con sus iguales.
Los padres deben procurar que comparta tiempo y juegos con
primos y amigos para que se divierta, compita, se pelee y discuta
con ellos.
 Lo animen a participar en actividades deportivas y lúdicas para
que desarrolle sus habilidades fuera de la sobreprotección de sus
padres, y fortalezca su autoestima.
 No lo protejan en exceso, ni controlarlo durante todo el día porque
lo convertirá en una persona miedosa, cobarde y frágil.
 Establezcan normas y obligaciones acordes a su edad, para que
adquiera responsabilidades y sepa dónde están los límites.
 Estimulen al niño para que se esfuerce en conseguir lo que desea,
así aprenderá a apreciar las cosas. Valore sus logros, pero no le
elogie en exceso.
 Compartan sus juegos para que no se sienta solo y aprenda reglas
sociales (esperar turno, saber ganar y perder...).
 Faciliten su relación con otros familiares para que sea más
independiente.
 No intentando compensarle por no tener hermanos concediéndole
todos sus caprichos.

• ¿Cuáles son los riesgos de sobreproteger a los niños y cómo


superarlo?

El principal riesgo de la sobreprotección es que los padres creen para


los niños un mundo artificial lleno de comodidades que les impiden
crecer como seres independientes y capaces de enfrentar el mundo real.
Este celo exagerado también puede llegar a agobiar hasta tal punto el
niño que sólo actúe para contentar a sus padres, o se convierta en una
persona temerosa, insegura y dependiente. Además, un niño
sobreprotegido podría no desarrollar las habilidades necesarias para su
desarrollo, como la autonomía, lo que le impedirá medir sus propios
límites o tomar decisiones sin la aprobación continua de sus padres.

La manera de superar la sobreprotección consiste en:

 Evitar hacer lo que los hijos ya están preparados para hacer por sí
solos. Se debe pensar en los hijos como personas con criterio y
opiniones, las que deberán tenerse en cuenta, aunque los padres
tengan mayor poder de decisión y aconsejen lo que para ellos es
correcto. Para esto es necesario:
 Evitar ser absorbente con los niños.
 Animarlo a seguir sus propias inclinaciones.
 Respetar y aceptar los defectos y fallas que tenga
 Llamarle la tención o castigarlo cuando sea necesario.
 No siendo posesivo, dejando que el niño comparta con otros.
 Motivarlo para tomes sus propias decisiones y solucione sus
problemas.

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