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Intervención de Skidmore, Owings & Merrill en Guatemala

por J. Lisandro Sánchez

La antigua sede regional del desaparecido Banco de Occidente en la Ciudad de


Guatemala, merece atención por dos razones:
Primero, por su ubicación dentro del casco antiguo de la ciudad, siendo un
diseño contemporáneo realizado por la firma Skidmore, Owings & Merrill (SOM).
Segundo, por ser un diseño premiado por el Instituto Americano de Arquitectos
(AIA) en 1981.

El Banco de Occidente fue el de mayor duración en Centroamérica desde su


fundación en 1881, hasta su absorción por el Banco Industrial en 2006. Sin
embargo el diseño original respondió a las necesidades del Banco de Occidente,
que trasladó una sede regional a este edificio en 1978. El edificio se encuentra
en la esquina de la 11ª Calle y la 7ª Avenida en la zona 1 de Guatemala,
rodeado por edificios representativos de diferentes etapas de la ciudad; desde
edificaciones neoclásicas, pasando por el Art Deco, hasta el estilo Internacional.
[Ver imagen 1]

Imagen 1: Vista de edificio en esquina 7a Avenida y 11a Calle, zona 1, Ciudad Guatemala. Se
observa la fachada norte del lado izquierdo y la poniente del lado derecho.
Fuente: Propia.

El Anuario 1981 de AIA hace referencia a los recursos de inspiración para el


diseño, los materiales y elementos usados, y la intención de la distribución
interior. SOM incorporó elementos arquitectónicos observados en la arquitectura
de Guatemala, muy al estilo del arquitecto mexicano Barragán con el uso de
colores vivos y variadas texturas. Nora Greer alude como fuente de inspiración a
la riqueza de recursos visuales existente en los diseños gráficos y textiles
indígenas, y el rico medio ambiente natural de Guatemala.

El uso del patio interior con un espejo de agua al centro y el piso de piedra
pulida, es una reinterpretación de los patios centrales en las edificaciones
coloniales de Guatemala. En ningún momento el minimalismo del interior del
banco peca de literal usando detalles tradicionales guatemaltecos, simplemente
con la sutil inclusión de elementos y la distribución espacial, SOM traduce su
lenguaje internacional en uno local. [Ver imagen 2]

Los arquitectos ubicaron en la primera planta todos los servicios para el cliente.
En el segundo están servicios secundarios, semiprivados, y áreas para uso
exclusivo de los empleados del banco. El último nivel estaba especificado para
futura ampliación de funciones. Umberto Eco (1999) asegura que la arquitectura
puede “denotar la función o connotar determinada ideología de la función.” (p.
294) Es decir que con la distribución de las áreas en los diferentes niveles, SOM
connota la evolución del espacio público a privado. Este código es previamente
experimentado en las casas de habitación, como reconoce Eco (1999), por lo
que los usuarios dentro de este edificio no son ajenos a descifrar intuitivamente
este sistema de signos. Lotman (1996 b) comenta que esta gradualidad es
propia de la vivienda, y ésta connota la función de seguridad, (p. 111 – 112);
connotación muy acertada para un banco. [Ver imagen 3]

Imagen 2. Vista Interior Original.


Fuente: The Annual of American Architecture 1981.

Imagen 3. Proyección Isométrica de las Plantas


Fuente: The Annual of American Architecture 1981.

Así mismo, en el exterior también se encuentran otros sistemas de signos.

“ La sede regional del banco de 57,000 pies cuadrados – 5,300 metros cuadrados – está
localizada en el centro de la sección antigua de la ciudad y respeta las alturas de los
edificios vecinos (…). Las paredes exteriores son predominantemente estucadas y con
una base de piedra nativa al nivel de la calle para minimizar el vandalismo y proveer una
superficie más durable para el pesado tráfico peatonal. Terrazas abiertas al norte y
aperturas hundidas en la fachada poniente controlan la iluminación. Celosías
maniobrables de madera modulan la ventilación”. (Greer, 1981, p. 92)
El edificio encara su fachada principal – poniente – a la 7ª Avenida, una de los
principales ejes de la Ciudad de Guatemala. Las ventanas en esta fachada están
estratégicamente posicionadas diagonalmente en aberturas que recuerdan
nichos en fachadas de iglesias. Estas recesiones protegen de la entrada directa
de los rayos del sol durante la tarde, articulando la fachada con sombras y
contribuyendo con el control climático del edificio. También le dan un carácter
bipolar al edificio, ya que si se ve de norte a sur, el edificio es monocromático y
se ve sólido. Pero si se ve de sur hacia norte, el color de la madera en la
ventanería, resalta los nichos y se puede ver el edificio más transparente a
través de la ventanería. [Ver imágenes 4 y 5]

Imagen 4. Fachada Poniente, vista hacia el sur. Imagen 5. Fachada Poniente, vista hacia norte.
Fuente: Propia. Fuente: The Annual of American Architecture 1981.

La fachada lateral, da hacia el norte y se secciona visualmente en tres franjas


verticales como la bandera de Guatemala. Los dos extremos son sólidos y la
sección central es perforada por ventanas. En esta fachada las ventanas están
fuera del alcance del peatón. Están protegidas de la radiación solar por medio de
voladizos y jardineras integradas. Estas ventanas son más amplias que las del
poniente, ya que la iluminación ideal para trabajar en Guatemala debe entrar por
el norte. La fachada norte da una impresión de fortaleza porque el área forrada
con piedra es mayor a la de la fachada poniente y sus aberturas son
inaccesibles por su ubicación. La rugosidad del forro de piedra recuerda
fachadas antiguas del centro histórico y de Antigua Guatemala; incluso se puede
inferir un aire prehispano también.

El color neutro no contrasta con los alrededores, siendo interrumpido


únicamente por las sombras proyectadas en sus nichos, por los marcos de
madera, y la vegetación que cuelga en algunas aberturas. Esta variación es tan
sutil, que sumado a la horizontalidad del edificio y a que su altura no sobrepasa
los edificios circundantes, pasa casi desapercibido. La simpleza de sus líneas y
superficies se mezclan perfectamente con el entorno. Lotman (1996 a) afirma
que que los símbolos más simples logran “contener un mayor volumen de
sentido cultural que los complejos.” (p.146) Es decir, por la simpleza del edificio
puede dársele sentido de pertenencia volumétrica, visual e histórica con el
entorno del centro histórico.

Este edificio transmite una memoria cultural gracias a su naturaleza doble:


Por sus elementos formales, es un mensajero del texto moderno. Aparentemente
no guarda relación con su entorno histórico, ya que no usa detalles neoclásicos,
art deco, modernistas, o cualquier otro presente en la zona. También se
correlaciona con el contexto cultural del área, ya que sus formas limpias,
colores, texturas y distribuciones son una reinterpretación de la influencia del
mismo entorno físico. El edificio es influenciado y a la vez influencia su contexto,
logrando también un ensamble histórico. (Lotman, 1996 a, p. 145 – 146)

Se consigue que el observador interiorice el pasado y el presente en el mismo


sistema de símbolos. Se sintetizan varias épocas históricas en un mismo texto.
Este edificio es un diálogo entre estructuras e ideas de diferentes épocas. El
conjunto de edificios alrededor forma una unidad a pesar de haber sido erigidos
en diferentes épocas. Se convierten en un todo conformado por unidades
“diversas y autosuficientes” que “sin dejar de ser diversas, se hacen
similares.” (1996 b, p. 104, 110 - 111) [Ver imágenes 6 y 7]

Imagen 6. Vista entorno 11 Calle, Imagen 7. Vista entorno 11 Calle,


llegando desde 8ª Avenida llegando desde 6ª Avenida
Fuente: Propia. Fuente: Propia.

Según las fuentes citadas anteriormente se puede interpretar el edificio como un


texto. Moyer y Maldonado (2004) sostienen que las obras producidas por el
modernismo y el postmodernismo son carentes de significado en sí mismos.
Comparables con rótulos publicitarios, dependen del intérprete y de las
circunstancias para ganar un significado. Pero, ¿es la simpleza de este edificio
un símbolo de pobreza de significado? De alguna manera por la sencillez y
limpieza de sus fachadas, el edificio logra reflejar el entorno de una manera sutil.
No lo hace literalmente por medio de reflejos en grandes superficies de vidrio
como otros ejemplos locales descontextualizados de nuestro clima tropical. SOM
alcanzó una fusión entre lo moderno y tradicional. Consiguió absorber
perfectamente el carácter del centro histórico de la ciudad, diseñando un edificio
que no pelea ni resalta entre su contexto. Sin necesidad de emitir un juicio de
valor sobre el edificio, se puede concluir que SOM da una lección a los
arquitectos locales de cómo el diseño debe responder a su entorno. A pesar de
ser una firma renombrada internacionalmente, con diseños como la Torre Sears
(ahora Torre Willis) en Chicago, supo contextualizarse al medio construido y
climático de Guatemala. Al contrario de arquitectos superestrellas y sin
necesidad de protagonismo de marca, supo dar un diseño silencioso pero
acertado.

Fuentes consultadas:

DeGUATE.com : Economía y Finanzas: Noticias. Banco Industrial y Banco de


Occidente entregan solicitud de autorización para fusión por absorción al
presidente de la Junta Monetaria y Superintendente de bancos. (20 de
Febrero de 2006) Recuperado el 26 de mayo de 2009. Disponible en:
http://www.deguate.com/ecofin/article_2971.shtml

Eco, Umberto (1999) La Estructura Ausente. Barcelona, Editorial Lumen.

Greer, Nora Richter, et. al. (1981) The Annual of American Architecture 1981.
Washington DC, AIA Journal, The American Institute of Architects.

Lotman, I. (1996 a) La Semiósfera 2. Madrid, Cátedra Universitat de Valencia.

Lotman, I. (1996 b) La Semiósfera 3. Semiótica de las artes y de la cultura.


Madrid, Cátedra Universitat de Valencia.

Maldonado, Tomás. (2004) ¿Es la arquitectura un texto? Y otros escritos.


Buenos Aires, Ediciones Infinito.

Mays, Vernon (2009) Skidmore, Owings & Merrill. ARCHITECT Magazine. En:
ARCHITECT Online. 1 Mayo de 2009 [Versión electrónica de
ARCHITECT Magazine] Recuperado: 26 de mayo 2009. Disponible en:
http://www.architectmagazine.com/industry-news.asp?sectionID=1012&articleID=965714

Moyer, Rebeca L. I. M. Pei’s la pyramide du Louvre : a diamond in the rouge or


merely junkspace? New York University. Recuperado el 4 de mayo 2009.
Disponible en: http://www.nyu.edu/pubs/counterblast/louvre.pdf

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