CAPÍTULO II 1 la manera de captar las c~sas en la vida presente, comienza su conoci- De qué manera es posible manifestar miento a partir de las cosas sensi- la verdad divina bles. Y así, nuestro intelecto no pue- de captar 10 que no cae dentro del Sin embargo, no toda verdad pue- campo de los sentidos, a no ser en de manifestarse de la misma mane- cuanto de lo sensible puede dedu- ra. y así, es propio de un hombre cirse algún conocimiento. Y las cosas disciplinado sólo tratar de captar la sensibles no pueden llevar nuestro verdad en cuanto lo permite la na- intelecto a ver lo que es la sustan- turaleza del objeto, como dice el Fi- cia divina; porque son efectos in- lósofo en la Ética, libro 1, cap. 1, Y ( adecuados a la virtud de la causa. Boecio en el libro De la Trinidad, Sin embargo por lo sensible nuestro cap. 2. Por 8110 es necesario buscar intelecto puede llegar a cierto cono- primero el modo como es posible cimiento de. Dios, por ejemplo res- llegar a una verdad que nos hemos pecto a su existencia y otras conclu- propuesto. . siones semejantes que se le pueden Respecto a la verdad de lo que atribuir como a primer principio. confesamos acerca de Dios, este Hay pues, ciertos aspectos de la ver- modo es doble: hay ciertas verda- dad divina que pueden ser captados des divinas que totalmente exceden por la razón humana, y otros que toda capacidad de la razón huma- están totalmente fuera del alcance na, como el hecho de que Dios es de sus fuerzas naturales. uno y trino. Otras hay que también 2. Además podemos deducir lo puede captar la razón natural, corno mismo, considerando los diversos la existencia de Dios, y ciertos atri- grados de inteligencia. Pues entre butos. como su unidad, y que los dos personas de las cuales una capta filósofos han probado usando de la mucho mejor lo más sutil, aquella luz de la razón natural. cuya inteligencia es más elevada, Es evidente que algunos aspectos puede captar muchas cosas que la de la verdad divina exceden total- otra no puede; por ejemplo, un cam- mente la capacidad dc la razón hu- pesino es incapaz de comprender mana: . muchas consideraciones sutiles que 1. El principio del que parte toda entiende el filósofo: y la inteligen- ciencia que pueda la razón percibir cia de los ángeles supera la humana acerca de un objeto, es la captación en mucha mayor proporción que el de la sustancia del mismo; porque. intelecto humano de un filósofo su- como dice el Filósofo (A nal. Post. pera el de un campesino por rudo TI, 3), el principio de toda demos- que sea; porque esta última diferen- tración es la esencia de una cosa. Y cia se da dentro de los límites de la así, según el modo como se conoce especie humana, que excede por la sustancia de un objeto. así es completo el intelecto angélico. Y así como se puede conocer dicho obje- el ángel puede conocer a Dios de to. Por ello, si la inteligencia hurna- manera mucho más perfecta que el na puede comprender la sustancia hombre, ya que su naturaleza, por de alguna cosa, como de una piedra la cual puede captar naturalmente o de un triángulo, nada excede la el conocimiento divino, es más dig- inteligibilidad de esa cosa a la fa- na que las cosas sensibles y aun que cultad de la razón humana. Pero no el alma del hombre, por la cual el es este el caso con respecto a Dios. intelecto humano asciende al cono- Porque la captación de su sustancia cimiento de Dios. Y el intelecto di- no es propia de nuestro intelecto hu- vino es muy superior al angélico, en mano con sus capacidades natura- mucha mayor proporción que el an- 4 TOMÁS DE AQUINO
gélico lo es al humano. Y así, el in- cho de que no pueda investigarlo la
telecto divino está adecuado a la ca- razón humana, como lo hicieron los pacidad de' su sustancia, y por ello maniqueos y muchos otros incré- puede entender perfectamente lo que dulos. él mismo es, y conoce cuanto en sí mismo es inteligible. Pero aun el mismo intelecto angélico no llega a CAPÍTULO IV conocer perfectamente lo que Dios es, porque la sustancia del ángel, Fue conveniente que se propusiera por la cual puede llegar al conoci- a los hombres, para ser creída, la miento de Dios, es un efecto que verdad divina que puede conocer no puede igualar la capacidad de su la razón natural causa. Por eso el ángel no puede en- tender todo aquello que Dios entien- Existen, pues, dos tipos dé verda- de; ni tampoco el hombre puede des divinas: unas accesibles a la captar suficientemente lo que el án- razón natural, otras que superan to- gel es capaz de entender por la luz das sus capacidades. Y ambas le natural de su inteligencia. Y así han sido propuestas conveniente- como sería gran locura en un tonto mente al hombre para ser creídas. que afirmara ser falso lo que enseña Primeramente hablaremos de la un filósofo porque él no puede cap- verdad divina que puede ser descu- tarlo, así, y mucho más, sería locura bierta por la razón natural; porque que un hombre negara lo que los pudiera parecer a alguno que, pues- ángeles pueden captar de Dios, por to que puede ser conocida por la el hecho de que él no puede inves- sola razón, es inútil que se le haya tigarlo con su razón. revelado para ser creída con inspira- 3. Finalmente será claro lo que ción sobrenatural. hemos afirmado si consideramos las Tres inconvenientes se seguirían fallas que cotidianamente experi- si tal tipo de verdad se hubiese de- mentamos en aquello mismo que co- jado a sólo la investigación de la nocemos. Pues ignoramos muchísi- razón humana: mas propiedades de las mismas co- Primero, que pocos hombres la sas sensibles; y ni siquiera llegamos conocerían. Y es que la mayor par- con pleno conocimiento a las pro- te de los seres humanos se ven im- piedades de las cosas que captamos posibilitados de gozar del fruto del con los sentidos. Mucho menos será estudio, que es la adquisición de la suficiente nuestra inteligencia huma- verdad, por un triple impedimento: na para investigar todo lo referente . Unos no pueden hacerlo porque a aquella sustancia excelentísima de su misma disposición física no se lo Dios. A este. propósito viene muy permite, y así están naturalmente bien lo que afirma el Filósofo: que impedidos. Por lo cual no podrían nuestro intelecto, respecto a los pri- con esfuerzo alguno llegar al sumo meros principios del ser, que son cla- grado de conocimiento, que consiste rísimos en nuestra naturaleza, es en conocer a Dios. como el ojo de la lechuza, que no Otros se ven impedidos por las ne- puede mirar al sol (Metafísica, 2, "1). cesidades de la vida familiar. Pues La misma Sagrada Escritura nos muchos hombres necesariamente han da testimonio .de lo dicho: "¿Acaso de dedicarse a la administración de comprenderás los vestigios de Dios, las cosas temporales, y así no tienen y conocerás perfectamente al omni- oportunidad de dedicar al ocio de la potente?" (Job, 11, 7). Y "conoce- contemplación el tiempo necesaria mos sólo en parte" (l Coro 13, 9). para llegar al sumo grado de la in- Por tanto no hemos de juzgar falso vestigación humana, como es el C'J- cuanto se afirma de Dios por el he- nocimiento divino. SUMA CONTRA LOS GENTILES ....!-UBRO 1 5
A otros, finalmente, les impide la mostrarse plenamente, tanto' porque
pereza. Pues es necesario conocer ignorarían la fuerza de la demostra- perfectamente muchas cosas que la ción, como porque verían que los. razón puede investigar acerca de diversos hombres que se dicen sa- Dios, ya que Ia mayor parte del co- bios enseñarían cosas diversas. Pues nocimiento filosófico se refiere a él. entre las muchas verdades que se de- Por ello la metafísica, que principal- muestran, no rara vez se cuela al- mente se centra en Dios, es la más guna falsedad no demostrada, sino alta de las partes de la filosofía que afirmada por algún argumento apa- puede captarse. Y así, sólo con gran rente o sofístico, que puede tomarse esfuerzo puede llegarse al conoci- como verdadera demostración. Por miento de dicha verdad. Y pocos ello 'era conveniente que la fe nos son los que están dispuestos a sufrir mostrara con una completa certeza tal trabajo por amor a la ciencia, a la verdad pura acerca de las cosas pesar de que Dios concedió tal ape- divinas. tito natural a la mente del hombre. Por lo tanto fue verdaderamente El segundo inconveniente es que, providencial que la clemencia divi- aun los mismos que llegaran al co- na nos mandara aceptar por fe aun nocimiento de dicha verdad, no po- aquellas verdades que la razón hu- drían hacerla' sino después de mu- mana puede investigar, para que así cho tiempo, y esto por varias causas: todos pudiesen participar del cono- una, por la profundidad de dicha cimiento divino sin ninguna duda verdad, que exige, para ser captada; ni error. . un largo ejercicio del intelecto hu- Por eso se ha dicho: "No cami- mano para hacerse idóneo; otra, néis como lOS gentiles en la falsedad que, como ya se ha dicho, para lle- de sus sentidos, con una inteligen- gar a tal verdad se requieren mu- cia oscurecida por las tinieblas" (Ef.· chos conocimientos previos; y final- . 4, 17-18). Y 'también: "El Señor mente, que durante el tiempo de la hará doctos a todos tus hijos" (ls.· juventud la mente no está dispuesta 54, 13). '" para captar tan elevada verdad, por- que anda fluctuando entre el movi- miento de las diversas pasiones, y el CAPÍTULO V hombre sabio y prudente se forma en la quietud, como dice el libro VII Convenientemente la fe propone al .de la Física. Por tanto, si únicamen- hombre para que las crea, aquellas te se dejase a la capacidad de la ra- verdades que éste no puede investi- zón humana el camino para llegar gar por su razón al conocimiento de Dios, el género humano quedaría en su mayor parte Algunos juzgan que quizá no de- en las tinieblas de la ignorancia; berían proponerse al hombre para porque el conocimiento de Dios, que que las crea aquellas verdades que hace a los hombres buenos y perfec- no puede suficientemente investigar tos, no llegaría sino a unos pocos su razón; porque la sabiduría divina hombres, y esto después de largo ha provisto a cada uno según su na- tiempo. . turaleza. Y así, debemos demostrar El tercer inconveniente .es que la que es necesario al hombre que se falsedad con frecuencia se mezcla le propongan para ser creídas aque- con la verdad en la 'búsqueda de la llas verdades que exceden la capa- razón humana, dada la debilidad de cidad de su razón. nuestro intelecto al juzgar, y la con- En efecto, nadie tiende a un ob- fusión de imágenes. Y por ello.rnu- jeto por su' deseo o inclinación, a chos quedarían en la duda acerca menos que previamente lo conozca. de aquellas verdades que pueden de- Mas el hombre ha sido ordenado por