general, son equivocadas.
Todos dedi- to de vida "descarnado" que, a todas
can sus mayores esfuerzos a conjeturar
cuánto aumentarán los precios y cómo
hacer para no perder en el reparto de la
torta, de tal manera que los precios dejan
de transmitir información acerca de los
movimientos de la oferta y la demanda,
o lo hacen de manera imperfecta.
Consideremos por un momento las
variaciones de precios registradas en el
país durante el pasado mes de febrero.
Según lo manifestado por diversos fun-
cionarios, la parte sustancial de dicho
incremento se debió a la variación del
precio de la carne. Aunque se trata de un
solo bien, y los precios de los bienes
industriales se hayan mantenido relati-
vamente estacionarios, la carne tiene un
peso muy grande en la composición de
la canasta familiar. Puede discutirse si
ese peso es o no real. Al fin y al cabo, la
estructura de la canasta familiar se esti-
ma en base a encuestas realizadas hace
más de diez años y refleja los hábitos de
consumo de un "hogar promedio" de
dudosa existencia.
Sin embargo el índice de precios al
consumidor es considerado EL PARA-
METRO (con mayúscula), una suerte de
número rector de todas las actividades
económicas que nadie tiene tiempo o
posibilidades de discutir puesto que to-
dos lo emplean para calcular, pronosti-
car y negociar sus ingresos. Resulta así
que el precio de la carne -cuyas varia-
ciones a menudo dependen de cambios
climáticos caprichosos- determina una
parte sustancial del nivel de precios del
sistema en su conjunto.
Análogamente, Roberto Frenkel ha
n demostrado en un reciente trabajo, "La
dinámica de los precios industriales en
la Argentina" (Ed. Estudios Cedes), có-
I mo la incertidumbre generada en los em-
presarios por las devaluaciones-shock
los impulsa a incrementar su tasa de
ganancia o mark-up por unidad. Se tra-
ta de un proceso circular, de retroali-
mentación, por el cual un incremento de
la tasa de inflación produce un aumento
de la incertidumbre y éste un aumento
del mark-up que, a su vez, estimula la
inflación. En términos más generales:la
economía es el reino de las profecías que
se cumplen a sí mismas.
El remedio no consiste en confeccio-
nar una nueva encuesta sobre el consu-
mo familiar y probar que la carne tiene
actualmente un peso menor liberando de
esa manera al nivel general de precios de
la evolución de la oferta y demanda de
un producto tan caprichoso (aunque esto
pueda ser una propuesta atendible).
Tampoco se trata de crear, como lo hi-
ciera Martínez de Hoz, un índice de cos-
un plan ultranacionalista que debía ser
luces, resultará inverosímil. La hiperin-
flación es síntoma de una crisis generali-
zada de las relaciones entre los agentes
económicos, de una regresión a la gue-
rra de todos contra todos que afecta no
sólo a los precios monetarios sino tam-
bién a las comunicaciones sociales en su
conjunto.
La única solución -tal como se perfila
en estos días- es la concertación política
entre sindicatos, empresarios y gobier-
no. Sin embargo esta concertación se
diluye cada día que pasa debido, tal vez,
a que el radicalismo está más preocupa-
do por restaurar el aspecto legal de la
democracia que por el consenso y la
negociación. O bien, porque al gobierno
del Dr. Alfonsín le resulta difícil escapar
a las trampas del presidencialismo, que
otorga al Poder Ejecutivo un papel tan
relevante como vulnerable en las coyun-
turas críticas.
El Dr. Juan Gaillard -otro de los eco-
nomistas entrevistados, quien es, ade-
más, periodista económico y un agudo
analista de los diarios- señalaba otro
caso significativo de convergencia entre
los fenómenos económicos y comunica-
cionales: el pequeño escándalo en torno
del cierre de la economía.
Hace algunos meses la mayoría de los
economistas -por ejemplo, Dagnino
Pastare, que es insospechable de simpa-
tizar con el radicalismo- estimaba que
no debían esperarse grandes variaciones
en la cotización del dólar paralelo. Sin
embargo, el equipo actual del Ministerio
de Economía empezó a ser presionado
sistemáticamente por los medios con el
latiguillo de que carecían de un progra-
ma o plan orgánico, tanto para reactivar
la economía del país como para renego-
ciar la deuda externa.
Como una salida a esa situación el
ministro Grinspun ensaya una jugada
comunicacional: dejar filtrar informa-
ción sobre la posibilidad de que el país
pagara sus importaciones al contado y
cerrara la economía en caso de que los
organismos financieros y los bancos pri-
vados internacionales pretendan impo-
ner al país condiciones muy duras. Esta
hipótesis de trabajo -manifiestamente
absurda, según se verá más adelante-
terminó recalando en las páginas de' 'La
Nación" .
Pocos días después reapareció en las
páginas de un diario manifiestamente
opositor al gobierno, "Ambito Finan-
ciero", pero bajo otro aspecto: ya no se
trataba de una de las alternativas consi-
deradas por las autoridades económicas
para defender al país de la voracidad de
sus acreedores internacionales, sino de
parado, más cercano a una propuesta del
MAS o del PC que de un partido liberal.
Surgió así el fantasma del cierre de la
economía, que no tardaría en encontrar
su eco hasta en las viñetas cómicas de
Landrú.
Por otra parte, algunos legisladores
radicales -que al parecer entienden más
de maniobras ideológicas que de econo-
mía- encontraron en ese "proyecto"
una nueva bandera para probar que el
radicalismo es el tercer movimiento his-
tórico y se lanzaron a hablar del cierre de
la economía como de un hecho posible,
aumentando así el pánico de los empre-
sarios y círculos financieros.
I
Al final, la ola amenazó ahogarlos a
todos y el ministro y su equipo se vieron
obligados a deshacer con nuevas decla-
raciones la torpe jugada lanzada por
ellos mismos afirmando que jamás ha-
bían pensado 'C:1 cerrar la economía, que
la Argentina -si bien no va a aceptar
imposiciones que acentúen su recesión-
está dispuesta a negociar y a pagar. Pa-
ralelamente el "Clarín" -que supo con-
servar un poca de cordura- aclaraba que
ese "proyecto" no podía haber existido
porque todo el mundo sabe que los fon-
dos en divisas que el país obtiene de la
venta de la cosecha son fácilmente em-
bargables por los acreedores.
Superficialmente todo lo ocurrido
puede interpretarse como una tormenta
de palabras o una comedia de enredos.
Pero lo dramático es que, dada la inesta-
bilidad que caracteriza la percepción del
sistema económico que los agentes eco-
nómicos tienen en este país, la tormenta
de palabras tuvo efectos reales. Los im-
portadores y otros "inversores" deduje-
ron de la supuesta amenaza de cierre de
la economía que debían adquirir dóla-
res, para cubrirse o para especular, re-
sultando así en apenas dos semanas un
incremento tan elevado como inespera-
do de esa divisa; incremento que ahora
resulta imposible revertir.
La moraleja del ejemplo planteado
por Juan Gaillard es simple: en un mun-
do donde el horizonte económico está
manifiestamente acortado y deteriora-
do, las repercusiones de las declaracio-
nes de los funcionarios sobrepasan toda
previsión y los medios juegan un papel
protagónico que sería impensable en un
sistema económico más estable. Operar
eficazmente en tales condiciones exige
de las autoridades económicas y mone-
tarias especial cautela y, en especial,
una programación de las comunicacio-
nes de la cual, desgraciadamente, pare-
cen carecer los funcionarios del go-
bierno.O
El Porteño, Abril 1984 - 47
...
I~--------------------~~~~~~~~-----------------
SUPLEMENTO ESPECIAL
La Responsabilidad
de los Pueblos
n un reciente artículo de CIarfn
E (13.2.84) titulado "La responsa-
bilidad de los pueblos" , Rodolfo
"M. Terragno afirma: "Ante el inminen-
te juicio de IQaus Barbie los franceses
bao comenzado a temer que al acusar al
criminal con el índice, se acusen a sí
mismos con los cuatro dedos restantes" .
A partir de allí y analizando el caso de
Francia (con alguna cita dura, por ejem-
plo: •'Francia fue una de las más dóciles
provincias de Alemania") y en parte el
de. los. EE.UU. (responsabilidades so-
ciales por los bombardeos indiscrimina-
dos en Europa, por Hirosbima YNagasa-
ki, por Vietnam) Terragno lanza algunas
afirmaciones generales que exceden la
reflexión sobre el mito de la resistencia
fraDCesa,y que publicadas en el mayor
diario de la Argentina coblan significa-
dos precisos. Hacia aquí. Dice Terrag-
no: "No hay dictaduras ni ocupaciones
exitosas donde no hay una coínplicidad
más o menos vasta", o también: "El
coloníaüsmoes una condición necesaria
de toda opresión". A partir de esto ex-
plora ciertas líneas: 1)"'U118 tencleilda de
la _edad (cuando cesa la opresión) a
la autocompasión, a l\amnesia selectiva
y a los mitos (el mito de la resistencia
francesa ser;a un.ejemplo) y también a la
.generación de una ilusión: la de que los
~tadore$ gobernaron contra la volun-
, tad de"todos; 2) la neeesIdad de mitos
•'es cierto que cuando un pueblo emerge
" de un periodo de horror, una ficción
unifICadora puede ser mejor que una
48 • El Porteño, Abril 1984.
verdad disgregante; 3) el aprendizaje
real: "de-todos modos los pueblos -co-
mo los individuos aprenden tanto de sus
miserias como de sus glorias y no pue-
den prescindir de las unas y de las otras.
La verdad, aun tomada de las historias
oficiales, permanece en el subconscien-
te colectivo y emerge, por ejemplo, ante
la captura de Barbie ...
Una sociedad no puede fugarse de su
propio pasado. La historia -Ophuls tie-
ne.razón- es un tejido continuo" (Op-
buls es el director de la prohibida pelícu-
la francesa La tristeza y la pena, que
desmitifica la resistencia).
Esta simple y parcial síntesis del tra-
bajo de Terragno tiene el doble objetivo
de, por un lado, retomar el tema, ya que
publicado en un diario como CIarfn se-
ría esquizoide dejarlo pasar como una
simple reflexión sobre la resistencia
francesa, habiendo pasado en la Argen-
tina lo que pasó; y por otro lado, avanza
precariamente en el análisis de los con-
ceptos de la historia, del hombre, de la
responsabilidad social, no desde los
conceptos abstractos y generales, las
verdades universales, sino desde nuestra
propia experiencia concreta que no ha
sido, por cierto, ni la de Alemania ni la
de Fraricia. Y más ahora que ciertas afir-
maciones -no me refiero a Terragno-
sobre la responsabilidad de los pueblos
se mueven superficialmente. Sobre esto
intentan algunas reflexiones en este nú-
mero Osear Landi, Jorge Rivera y AnJ-
bal Ford.O
A.F.
 iento que la tesis de la responsabi-
S lidad de los pueblos, de la respon-
sabilidad global de la sociedad ar-
gentina en los hechos del proceso se
maneja, con frecuencia, de manera im-
prudente e irrespetuosa. Venga la afir-
mación de Bignone o de Sebrelli: "la
responsabilidad de la sociedad argentina
en las matanzas es indiscutible" afirma
éste en La Gaceta. Y estos juicios, a
pesar de sus diferentes orígenes, me sue-
nan autoritarios, unilaterales, elitistas:
dicotomizan y descontextualizan los he-
chos al mejor estilo fascista; desprecian
totalmente la opinión del pueblo; y jue-
gan con un concepto de responsabilidad
que, o lo diluye todo, o que bien puede
volver a terminar en un fusil o en el
suicidio.
En primer lugar, diría que transfor-
mar el concepto de responsabilidad po-
pular en una entidad total y absoluta, no
contextualizada ni humanizada, es una
concepción que pertenece más a ciertos
intelectuales que al pueblo. Por cierto
sería más lógico que el pueblo juzgara su
responsabilidad con sus propios pará-
metros y no con criterios externos. Cri-
terios, filosofías, que también subyacen
en los más crudos proyectos de repre-
sión. Una figura como Domingo Fausti-
no Sarmiento, más que negra, contra-
dictoria, entronizada en todas las escue-
litas, le escribía en 1844 al general To-
más Brizuela (y también en nombre de
alguna responsabilidad): "Es menester
el terror para triunfar en la guerra. Debe
darse muerte a todos los enemigos, y no
tener consideración con nadie. Es nece-
sario desplegar un vigor formidable. To-
dos los medios de obrar son buenos y
deberán emplearse sin vacilación algu-
na, imitando a los jacobinos de Robes-
pierre' '. Podría haber sido la frase de
algún general del Proceso, de algún eco-
nomista monetarista metido a asesor de
guerra, o de algún teórico de los bom-
bardeos de 1955.
Lo cierto es que no es fácil juzgar la
responsabilidad de los pueblos frente a
los muchos y "pesados" proyectos de
represión y muerte o achicamiento que
sufrió la Argentina a lo largo de su histo-
ria. Del Ghioldi del "se acabó la leche
de la clemencia" o el Alsogaray que
pide en los días de Viola que se proscri-
ban siete millones de argentinos, a los
economistas que denunciara Aldo Ferrer
que proyectaban una Argentina de dos
millones de kilómetros cuadrados y diez
millones de habitantes.
DEJENSEDE
JODER CON
EL PUEBLO
Por Aníbal Ford
'----------------
¿Cómo debió o debía enfrentar el pue-
blo argentino -trabajador, constructivo,
solidario, partidario de una transforma-
ción pacífica- estos descomunales
proyectos de destrucción? No con con-
traestrategias de exterminio. Al mismo
López Rega lo voltearon los propios pe-
ronistas en la plaza, sin armas.
Por eso estas cosas hay que verlas con
más cuidado, con más humanidad.
"Además de lo que sufrimos, que nos
culpen es un poco macabro. De ninguna
manera somos culpables, se ha sufrido
mucho, en silencio ... no creo que haya
que revisar la sociedad toda" dice María
Elena Walsh. Razonamiento que habría
que llevar a un plano más político, más
objetivable. Por lo menos para parar la
mano de .aquellos que juzgan el proble-
ma desde la máquina binaria y culposa
del racionalismo iluminista, de esa filo-
sofía que ya tantas cagadas produjo en la
cultura del hombre.
Porque parecieran dejarse de lado
ciertas reflexiones que es necesario, pa-
ra hablar de la responsabilidad de los
pueblos, integrar o ir integrando. Como
ser: el impacto social de un ataque terro- . autoritaria que supone que al pueblo ar-
rífico, inmovilizador, desmesurado
contra la sociedad en su totalidad: desa-
pariciones, torturas, destrucción de las
fuentes de ocupación, del ingreso, de los
proyectos de desarrollo, brutal desasis-
tencia social, escolar, sanitaria. O: la
situación de ese pueblo con un proyecto
nacional, el peronista, en crisis; desco-
locado por las vanguardias que preten-
dieron representarlo y que le cerraron el
camino de la responsabilidad civil, mal
interpretado por los políticos o mejor
dicho con un débil y perdido ejercicio de
lo político a raíz de los años de presión
imperialista, golpes militares y pros-
cripciones. O también: el efecto sobre la
organización social no sólo de la prohi-
bición de las actividades políticas y sin-
dicales sino también del corte de todo
flujo comunicacional e informacional, y
no me refiero aquí sólo a las privilegia-
das listas negras, sino a la presión sobre
microrreuniones, edición de volantes,
comunicaciones culturales, a la viola-
ción de la correspondencia privada, etc.
Es lógico que frente a tamaño ataque,
desconocido en sus dimensiones, sin
muchos antecedentes en el mundo, el
pueblo eligiera ciertas estrategias de so-
brevivencia. (Y aquí descartemos esa
tramposa valorización que hace que un
Robin Hood sea más valioso que un pa-
- dre de familia que se encierra para man-
tener no sólo a sus hijos sino también su
identidad). Tampoco eran tiempos de
levantarse contra el gobierno como su-
cedió con las insubordinaciones radica-
les de los '30, después de la trampa de
las elecciones de 1931; ni para seguir a
algún general Valle, ni de hacer un 17.
Aquí la situación era otra. Siguiendo
viejos aprendizajes provenientes del ra-
.dicalismo, del peronismo, de viejas y
nuevas líneas nacionales y populares, en
parte decidió "desensillar"; no ir al sui-
cidio porque la vida siempre vale a pesar
de lo que piensan los teóricos de la
muerte -de la derecha y la izquierda-,
guardarse en los hogares catacumbas
que describiera Castiñeira de Dios; bus-
car, inventar nuevas formas de comuni-
cación, de microsolidaridad, de política
(como sucedió en Chile, en Brasil y bajo
tantas dictaduras), de volverse imper-
meable frente a los millones de dólares
que Martínez de Hoz gastaba para cam-
biarle la identidad al argentino histórico
y que se los llevó el viento (o alguna
agencia internacional); que gastaba crei-
do en esa concepción manipuladora y
gentino, que a su fuerte impronta nacio-
nal, yrigoyenista y peronista se le puede
"lavar el cerebro" para transformarlo
en el hombre del mercado, en el ciuda-
dano "comprix". Y muchas cosas más
que el tiempo irá demostrando. Porque
seamos humildes: todavía nos falta mu-
cho para conocer todo lo que nos fue
pasando por "adentro" y entre noso-
tros, a los argentinos, durante estos
años.
Por eso cuando el pueblo pudo salir,
apoyado o no por entidades del exterior,
salió. Las movilizaciones, los derechos
humanos, la "retirada" del 16 de di-
ciembre, el "diálogo" con Galtieri, las
afiliaciones masivas y muchos hechos
más fueron dando muestras de que el
El Porteño. Abril 1984 - 49
I
r
I
pueblo ni era culpable, ni era colabora-
cionista, y que no había sido destruido.
[ y esto, y más allá de la manipulación
frustrada, a pesar de las presiones con-
, cretas sobre su vida cotidiana que a tra-
vés del miedo, la desocupación, la supe-
rexplotación económica lo habían forza-
do a adoptar -y no sin bronca-, pautas
de supervivencia negativas o regresivas.
Pero que no afectaron lo central y que se
irán revistiendo a medida que salgamos
de la asfixia económica. Porque nadie
puede afirmar que la miseria volvió crá-
¡pula al pueblo argentino.
Todo esto forma parte de historias
mayores que iremos procesando junto a
los caminos que encontremos para la
reconstrucción y la unidad nacional. Y
llevará tiempo. No hay formas de justi-
cia claras para muchos planos de este
, ataque tan tremendo al hombre, a una
L a tesis es impecable: ningún régi-
men autoritario se puede instaurar y
mantener sin contar con alguna for-
ma de apoyo en la sociedad. Además, hoy
se la puede enunciar en medio de condicio-
nes que le son favorables, que hacen vero-
símil la crítica a las concepciones que sos-
tienen, en su núcleo más íntimo, que el
pueblo es intrínseca y permanentemente
, o virtuoso. En efecto, lo que genérica e im-
precisamente podemos denominar como
pueblo, no se manfiestó en la escena políti-
ca de los últimos años a través de las for-
mas espectaculares de los grandes movi-
mientos sociales. Tampoco se presenció el
despliegue de vigorosas organizaciones
políticas ni la formación de contraculturas
o sólidas acciones colectivas que nutrieran
por la positiva a un proyecto nacional inte-
grador de las grandes mayorías (y no sólo
por oposición al gobierno militar). En cier-
to sentido, se podría afirmar que el colapso
del Proceso fue generado por sus propias
acciones; enredado en su lógica tuvo una
caída de "arriba hacia abajo" . Luego de la
guerra de las-Malvinas, la reocupación de
la vida pública y de las calles por parte del
pueblo se canalizó, preponderantemente,
en algo así como el renacimiento del acto
_ político, en los que se tejieron viejos y
nuevos nexos de sentido, de lenguaje entre
oradores y público. Ya en el régimen cons-
titucional, el ideal democrático se reduce,
en amplios sectores, al ejercicio de una
especie de sentido común de "lo posible' , ,
imaginado y marcado por años de fraca-
sos, represiones, sufrimientos y atribución
desde el estado de culpas sobre la socie-
dad; y que tiende a remover lo menos
50 - El Porteño. Abril /984
cultura, a un país. Y esto exige hablar de
responsabilidades tal vez en nuevos tér-
minos, posicionando problemáticas, re-
visando concepciones, desde un lugar
donde quizás la revalorización de lo ""0-
lítico -tan deteriorado y anquilosado en
nuestro país- sea un hecho central. Y lo
político implica entre muchas cosas un
análisis más concreto de nuestra socie-
dad desde sus propias categorías filosó-
ficas, éticas e históricas Fuera de esas
miserias comparativas, que, por ejem-
plo, mimetizan al pueblo argentino con
el proceso y a ambos con la Alemania
nazi, caso por cierto muy diferente. El
nivel (le información" de consenso que
hubo en la Alemania nazi, documentado
por Hannah Arendt en Totalitarism, ni
de lejos existió en la Argentina. Y el
Proceso no pudo constituir políticamen-
te ni una migaja. Pero la comparación
sigue gustando. Sobre todo afuera. Por-
posible al pasado inmediato. Por otra par-
te, en el mundo asistimos al eclipse de
ideologías y éticas colectivas de fuerte
acento transformador, que poseían seduc-
toras cargas de utopía.
La tesis es convincente, pero se va tor-
nando borrosa cuando se intenta avanzar
en la descripción y el análisis de esas for-
mas de aval o de complicidad anidada en
los pueblos. Faltan palabras y conceptos
para discriminar situaciones y responsabi-
lidades. Obviamente, no es lo mismo con-
vivir con el represor ayudado por una serie
de recursos inconscientes (negación, olvi-
do, racionalización) que golpear a las
puertas de los cuarteles para alimentar as-
piraciones golpistas.
Para hacer del problema un tema pensa-
ble, debatible, que nos -ayude a entender
mejor las cosas, es necesario un análisis
matizado, que no olvide en la descripción
de estados de ánimo o de "personalida-
des" autoritarias o democráticas la efica-
cia de un juego político muy cruel, en el
.que funcionan estrategias, tácticas y recur-
que los proyectos argentinos ya desde el
siglo pasado molestan a las grandes po-
tencias. Y a sus personeros. Porque es
bien sabido que en nuestro país, cuando
un hombre de pueblo, sobre todo si es
peronista, se enoja, es fascista, cosa que
también le sucedió a los yrigoyenistas.
y cuando se enoja un señor del otro lado
del pueblo es un hombre digno y respe-
table. Y esto a pesar de aquella vieja
afirmación de don José Hernández, que
creía en la nobleza de su gente: "El
partido que invoca la ilustración, la de-
cencia, el progreso, acaba con sus ene-
migos cosiéndolos a puñaladas" . Sí, co-
mo señala Terragno, siguiendo a Op-
huls, la historia es un "tejido conti-
nuo", pero no metamos todo en la mis-
ma bolsa, porque para ciertos intereses
ese tejido continuo va hacia una trama
muy diferente de la que anhela el
pueblo. O
sos de poder diferentes. Que no confunda
apoyar una dictadura con las microtácticas
de sobrevivencia de los de abajo que, por
ejemplo, nos hicieron disfrutar de los go-
les de Kempes allá por el '78 sin sentirnos
cómplices con ninguna maniobra de ins-
trumentación del deporte por parte del go-
bierno militar. Ejemplo ínfimo de un pro-
blema más general que merece que haya
gente que nos lo explique: cómo se combi-
o na en los argentinos la más fluida variación
de comportamientos sectoriales y micro-
sociales, las más diversas astucias al servi-
cio de intereses particulares y coyuntura-
les, según "venga la mano" , con la cons-
tancia por décadas de las identidades polí-
ticas del peronismo y el radicalismo en el
pueblo. Permanenecia que admite recono-
cer cambios a través del tiempo de lo que
es ser radical o ser peronista, pero que
siempre operó como límite para los en-
sayos autoritarios que intentaron dotarse
de una base de masas activa (se entiende
que no entramos en la consideración de los
esfuerzos que a tales efectos realizaron
algunos hombres y sectores de las élites
políticas del país).
Como señala agudamente Terragno, en
la vida de los pueblos se producen olvidos
selectivos que posibilitan la difusión de
ficciones unificadoras, de mitos que cohe-
sionan autocompasivamente. Pero tam-
bién cabe discriminar ciertas situaciones
nacionales.
La Argentina no presenta, en su corta
historia como país, civilizaciones anterio-
res a la conquista española que hubiesen
poseído una consistencia como la inca o la
azteca (por no referirnos a obvios ejemplos
de la historia europea). Territorio de am-
plios espacios vacíos, el Estado debió, in-
cluso, traer parte de la población para lle-
narlos. Sus espacios institucionales, por
otra parte, muestran una larga crisis políti-
ca, que señala la incapacidad de sucesivos
regímenes políticos para constituirse en la
mediación general reconocida por la so-
ciedad.
Por ello, las referencias al pasado que
encontramos en los discursos no son meros
recuerdos de acontecimientos, ingredien-
tes de los rituales y las simbologías de las
corrientes políticas. Son algo más denso.
Algo que podríamos expresar en la si-
guiente conjetura: las operaciones discur-
sivas presentes en la política argentina tie-
nen como uno de sus objetivos principales
la conquista de un conjunto mínimo de
referentes que sean vividos por la pobla-
ción como su pasado común. Cabe realizar
algunas aclaraciones al respecto. La cons-
trucción de una visión del pasado que sea
verosímil y con capacidad de generar iden-
tidades políticas, siempre es producto de
conflictos entre concepciones y posiciona-
mientos políticos diferentes. No existe,
sino como meta virtual y nunca alcanzada,
algo así como una visión totalmente com-
partida del pasado. Por otra parte, no sólo
hay diversas versiones de los hechos, sino
diferentes memorias grupales, étnicas,
subculturales, barriales, corporativas.
Cuando nos referimos al pasado común,
hablamos de la posibilidad de concebir a
las inevitables diferencias sobre el pasado
no como antagonismos "ontológicos": ci-
vilización-barbarie; patria-antipatria; in-
cluso entre diferentes "patrias". Habla-
mos de definidas y firmes tomas de partido
pero en el espacio común, continente de
las diferencias, en las que el otro, adversa-
rio y distinto, no sea situado inexorable-
mente fuera del "nosotros".
La Argentina tiene un pasado no meta-
bolizado por el presente. Los recuerdos
políticos son siempre articulados al com-
bate abierto por la memoria común que
pueda definir las identidades básicas na-
cionales. Por ello prevalecen antinomias
del pasado, y gran parte de la historiogra-
fía construye prolijas genealogías del bien
y del mal con su galería de malvados y de
intocables. Vayamos a la puntualización
de algunos síntomas del bloqueo político
cultural que esto produce:
l.La escuela formal del país transmite
un discurso histórico que se mantiene por
inercia, por lo menos, desde 1910. Y la
fecha más reciente a la que se llega en los
programas de estudio, sobre todo en la
primaria y en la secundaria, se acerca a
1920, más o menos.
2.La destrucción de documentos histó-
ricos y de archivos se acentuó en los últi-
mos años; consumándose, a veces por mo-
tivos políticos, a veces por simple desidia
y abandono.
3.Desde 1811 hasta la actualidad se han
decretado nada menos que 27 amnistías
políticas, incluida la (auto) amnistía que el
Proceso otorgó el año pasado a las Fuerzas
Armadas y de seguridad.
La palabra amnistía deriva del griego
amnesia, carencia de memoria o, más sen-
cillamente, olvido. Toda ley de amnistía
supone un absoluto "olvido voluntario":
suprime la pena y también lo punible de la
acción delictiva. La amnistía, para ser le-
gítima, supone un pacto de reconciliación
nacional, un acto de reconocimiento mu-
tuo que por cierto no ha sucedido 27 veces
en 172 años.
4.Las mutuas frustraciones políticas hi-
cieron que las referencias al pasado del
discurso político se agotaran en sucesivas
operaciones sobre la memoria del otro,
cuyo efecto principal fue la producción de
determinados olvidos. Indigesti6n de pa-
sado que explica el éxito de la afirmación
"los argentinos tenemos poca memoria",
cuando, en realidad, estamos todo el tiem-
po discutiendo en el terreno del recuerdo.
S.Todo esto gener6 actos patol6gicos,
repudiados por la ciudadanía, pero emer-
gentes de una situación general. Actos que
parecieran estar regulados por la siguiente
lógica: si un grupo social o político man-
tiene su memoria a pesar de las operacio-
nes de olvido ensayadas sobre él, se le roba
el objeto del recuerdo (el cadáver de Rosas
hace más de un siglo que no puede regresar
al país, el de Evita estuvo varios años en el
exterior, robado luego del golpe de 19S5,
los Montoneros "secuestraron" el cadá-
ver del general Aramburu).
En otros paises existen dispositivos re-
lativamente estables de defensa y manten-
ción de los' mitos y ficciones unificadoras;
aunque tarde o temprano reaparezca el da-
to olvidado, se desencadene una crisis en
la cultura nacional y la sociedad se enca-
mine hacia la elaboración de otro imagina-
rio colectivo. En la Argentina hay una
multiplicación de dispositivos diferentes y
la batalla por la memoria articula a los
debates sobre los más diversos temas (in-
flación, divorcio, ley sindical, etc.). Están
en cuestión hasta las sedes legítimas de la
memoria de los argentinos. ¿D6nde residí-s
ráen verdad: en una computadora del Esta-
do, en un silbido que sirve de seña cómpli- .
ce entre dos transeúntes ocasionales por la!
calle, en el discurso de un diputado memo-.
rioso, en el pañuelo blanco sobre la cabeza
de una anciana? Volvamos al planteo iní-,
cial. Nuestros recursos para pensar el tema:
de la "responsabilidad de los pueblos"
son demasiado precarios en relacion con
su importancia. A cuestión es fundamental'
y de su progresiva comprensión depende.
que no recobren fuerza en la palabra públi-
ca dos visiones polarmente err6neas: la 1
que distingue de forma maniquea buenos y I
malos (en este caso: el Estado es el autori-
tarismo y la sociedad y el reducto de la '.
democracia) y la expresada en la formula
"la culpa es de todos" (infaltable en el
discurso militar de la etapa ag6nica del'
Proceso).
Es más, se puede aceptar la frase y to-
marla como una conclusión y no como lo
que es.un punto de partida para el análisis,
y transformarla en algo así corno una ra- ¡
cionalización complaciente de cierta corri-
da hacia el centro o la derecha de una
sociedad que no pudo elaborar los duelos'
de una guerra interna atroz y de otra exter-
na catastrófica.' •
y ahora, luego de hacer referencia en un'
comienzo a las concepciones que sostie-·
nen en su núcleo más íntimo que el pueblo,
es intrínseca y permanentemente virtuoso.,
nos acercaremos peligrosamente a las mis-
mas tratando de recuperar cierto hilo de
análisis. Los pueblos también tienen sus
propias tácticas para posicionarse en cada,
circunstancia histórica, incluso en las que
les son desfavorables: formas de resisten-
cia no visibles en la escena política, ambi-
güedades frente al opresor (los conforman.
gente poco confiable), cierta sensibilidad,
especial para hacer de la cultura popular un,
territorio de elaboración del sentido de la'
vida que se escapa a toda represión o medi-
da administrativa del Estado. Si observa':
mos con detenimiento las cosas, lo confor-'
man los sectores sociales desde donde sue-
le volver lo olvidado, desde donde, a la,
larga, se vulneran los más sofisticados dis-j
positivos del olvido y del dominio. No por
una esencia virtuosa que los constituíría.,
sino por una posicionalidad social y cultu-,
ral que sigue vigente a pesar del declive de
las utopías que encontraron en ella el seo,
creto de la redención del género humano.
"La responsabilidad de los pueblos" ,"
una frase que, aunque no lo parezca, tiene:
una veta optimista. Si la llevamos a su'
ultima instancia, sin pasar de una concep-l
cion del pueblo como esencialmente bue-"
El Porteño. Abril 1984 • 51
no a otra que lo entiende como esencial-
mente malo, ella atenta contra el punto de
apoyo del diágnostico neoconservador que
justificó -y justificaría en el futuro- a los
golpes de Estado, porque son inevitables
dado el tipo de funcionamiento de la socie-
dad argentina. Y que postula que, en caso
de quererse evitar situaci6n tan desagrada-
ble, la única alternativa es la creación de
xiste, en algunos círculos, una ten-
E dencia bastante generalizada a sos-
tener que las masas se comportan de
manera perversa frente al poder. No sólo
son explotadas y sometidas, sino que
además cabe reprocharles su sumisión y
sus complicidades con los factores de po-
der. Las masas parecen no tener remedio,
desde el punto de vista de la/conciencia
histórica, y su conducta básica consistiría
en transigir en un punto de la cadena para
producir mitos compensatorios en el si-
guiente. Esta sería su idea de continuidad
histórica, y de ahí que se hable de "res-
ponsabilidad" e inclusive de "complici-
dad" de los pueblos con sus opresores. Si
la historia no es una ciencia exacta, algu-
nos científicos sociales tratan, por lo me-
nos, de impulsarla a comportarse como
tal, rechazando la incertidumbre y si es
necesario la propia complejidad de lo real.
Hacia comienzos de la década de 1930
los sociólogos y psicólogos de la Escuela
de Frankfurt imaginaron una hipótesis se-
ductora para explicar los avances del na-
zismo, fundada en el autoritarismo in-
troyectado en la sociedad alemana por la
estructura familiar. La demostración de
los hombres del Institut für Sozialfors-
chung tenía cierta "elegancia" científica,
e inclusive trataba de suturar la fractura
ideológica entre la Historia como el conti-
nuo de la lucha de clases, tal como la
proponía Marx (que en el fondo subesti-
maba el papel de los factores subjetivos) y
la Historia como perpetuación de caracte-
rísticas genéricas del psíquismo humano,
según sostenía Freud con una débil com-
prensión de la estructura social y de las
clases.
Pero las hipótesis de Reich, Horkhei-
mer, Adorno y Marcuse, con su linealismo
psicologista y su sobrevaloración del papel
"mediador" de la familia respecto de la
estructura de dominación de la sociedad,
parecían no incluir en la idea del continuo
histórico la ponderación de factores reales
que a la postre resultaron decisivos para el
ascenso de Hitler, entre ellos: el carácter
de las coaliciones y compromisos de la
República de Weimar entre 1924 y 1933,
el enorme poderío político y sindical de la
socialdemocracia alemana y sus trágicas
defecciones, la fuerza del Partido Comu-
52 • El Porteño, Abril 1984
un significativa fuerza política de derecha
(o púdicamente llamada de "centro"),
que ayude a conformar un régimen político
más equilibrado y evite que los militares se
vean obligados a intervenir en política de
manera directa para rescatar valores que
consideran amenazados.
El reconocimiento y la crítica de los
componentes autoritarios o conservadores
HISToRIA
EJEMPLAR
DEL
CORNUDO
APALEADO
Por Jorge B. Rivera
nista contrabalanceada por sus errores de
concepción, el significado de Versailles en
el contexto de la historia alemana, el desa-
rrollo europeo del fascismo como modelo
político, el apoyo del ejército,losjunkers
y el gran capital al nazismo, la crisis de
posguerra, con sus secuelas de desocupa-
ción y nihilismo, el crac mundial de 1929
y las derrotas y dificu ltades objetivas del
propio partido nazi hasta su final encum-
bramiento.
Más que a la realidad político-social,
con sus complejidades y contradicciones,
pareció privilegiarse una vieja receta (ya la
había propuesto Nietzsche al hablar del
resentimiento como motor histórico de
los débiles) fundada en la idea de las masas
como" disponibilidad" sometida a pulsio-
nes y apetitos manipulables demogógica-
mente. Si las masas, como sostenía el pen-
samiento de la élite, yen el fondo lo corro-
boraban (directa o indirectamente) Freud,
Adler, Reich, Pareto, los "maquiavelis-
tas" , etc., eran impulsadas por sentimien-
tos de inferioridad, conductas irraciona-
les, tendencias a la sumisión y el autorita-
rismo, entonces se las podía manipular, o
se les podían atribuir los fracasos estratégi-
cos y las derrotas provocadas por las in-
consecuencias o los fantaseos de los ideó-
logos y los dirigentes.
De modo muy parecido se comportó una
buena porción de la sociología norteameri-
presentes en las culturas políticas de las
amplias mayorías es condici6n necesaria
para una asunci6n más plena de la ciudada-
nía social y política que madura en la histo-
ria de sus luchas. Con ello, los pueblos
asumimos nuestras propias responsabili-
dades y clausuramos brechas por donde se
filtran los discursos y las proclamas de los
"salvadores de la patria". O
cana de los años' 40 y '50, sobre la base de
datos e inferencias que más tarde resulta-
ron de dudosa confiabilidad teórica y em-
pírica, al tratar de explicar ciertas" desvia-
ciones" del comportamiento de ciudada-
nos y consumidores en términos de inci-
dencia del pensamiento autoritario (Shils),
de implementación de mecanismos "no
racionales" (Parsons), e inclusive de pa-
trones "sub-racionales" (Lipset), todo lo
cual permitió legitimar (de manera erró-
neamente unidimensional) una interpreta-
ción de la historia social regida concep-
tualmente por las ideas de la manipulación
demagógica, el ilusionismo político, el
oportunismo masivo, la disponibilidad de
las masas y el desplazamiento de lo margi-
nal. Interpretación que sirvió como mode-
lo para muchas despistadas versiones loca-
les y que derivó, al cabo, en una de las
crisis más sostenidas y complejas de la
historia de las ciencias sociales.
La teoría del consentimiento es tributa-
ria, en gran medida, de las hipótesis pisco-
lógicas del super yo cultural y de las hipó-
tesis de la manipulación, como violencia
subliminal que nos hace sentir "libres"
para aceptar lo que objetivamente nos con-
vierte en "esclavos". Pero nosotros cono-
cemos, al propio tiempo, por nuestra expe-
riencia histórica y por la dinámica de las
luchas populares en la Argentina, las limi-
taciones reales de la manipulación y del
puro psicologismo, desde el punto de vista
del comportamiento de la comunicación y
de la incidencia de las interrelaciones so-
ciales.
La experiencia latinoamericana de los
últimos años demuestra que el análisis de
la Historia no puede manejarse con pará-
metros tan rígidos como los que proponen
los ideólogos de élite. A pesar de las tenta-
tivas de manipulación autoritaria y de de-
sinformación a que fueron sometidos, los
pueblos elaboraron respuestas que marcan
aperturas y posibilidades de lucha que co-
locan a la problemática de la "responsabi-
lidad" en un nivel mucho más complejo y
a la vez auspicioso (desde el punto de vista
de los procesos de liberación) que lo que
permiten suponer estas teorías basadas,
muchas veces, en una concepción de la
ética social que llevó a no pocos errores y
tergiversaciones. O
CARNAVAL JUJEÑo
LA FE, EL DoLOR y EL CANTO
T ilcara, Jujuy. Febrero de 1984. Al-
rededor de las 6 de la tarde del
martes 21, un lúgubre y ensordece-
dor ruido que bajaba de los cerros que
rodean al pueblo, apuró los miedos de la
pobIoción. De varias casas salieron presu-
rosas algunas mujeres y plantaron, en me-
dio de las calles, varias cruces envueltas en
cueros yen trapos embebidos en agua ben-
dita. La prcfunda fe religiosa no exenta de
paganismo, repetía una ceremonia de si-
glos: habffl que defenderse del demonio que
bajaba montado en las aguas y el lodo del
río Guasamayo.
Pero esta vez la naturaleza no respetó
nada. A laspocas horas, medio cemenar de
viviendas resultaban sepultadas por el alud,
y sus hoJRtantespuestos una vez más bajo
un techo que no era otro que el mismo cielo
jujeño. El mismo cielo que --a la semana
siguiente--los veta cantondo las coplas del
camavaI, tomando la chicha, moviéndose
entre los diJfraces y la harina: habfflllega-
do otra ceremonia de siglos, uniendo a los
hombres en el eterno camaval del mundo.
El camavaI del canto Y el dolor. O
El Porteño, Abril 1984 - 53
PLASTICA

e Argentino
Contemporáneo:
una historia
.que debe
escribirse
Todavia no hay un texto que abarque todo
lo concerniente a la producción plástica
originada en el país de las últimas décadas,
desde una óptica ligada a las circunstancias
locales.

Juan c. Distéfano "Figura acostada"

54 - El Porteño. Abril 1984
 PLASTICA
uando allá por el año '68 se dio

e aviso de que la pintura había deja-

do de existir o que estaba, al me-
nos, en las diez de las últimas, la noticia se
daba de narices con la realidad porque en
todo el ancho mundo seguían producién-
dose obras que demostraban lo contrario.
De todos modos, argumentos no faltaban
para sostener que el hacer manual había
pasado a la historia, desplazado por los
"hechos" en vivo, por las experiencias
basadas en el espectáculo como elemento
integrador y que no dejaban tras sí objeto
concreto alguno; desplazado, en fin, por la
transformación de la materia artística.
Algo después, ya en los primeros tra-
mos de la década siguiente, no quedaba
decididamente lugar en las filas de las van-
guardias locales y foráneas para quienes
seguían cubriendo telas con colores, para
los que seguían modelando o tallando, o
atacaban con ácido a una plancha, etc. etc.
Era entonces el pretendido reinado de las
acciones interdisciplinarias, del arte de la
e
no forma insistir con el uso de los proce-
dimientos tradicionales sólo tenía que ver
con la fabricación de objetos para consu-
mo, para consumo de quienes eran posee-
dores de mentalidades tan atrasadas como
la de aquellos que producían obras se-
mejantes.
El cambio vendía otros productos y la
cuestión esa de la percepción sensible ya
no corría, no corría, claro, según los ads-
criptos a aquellas últimas tendencias.
La actividad sostenida entonces por los
otros, por algunos de los realizadores que
continuaron manejando imágenes plásti-
cas, pudo y puede llegar a constituir un
problema para los empeñados en rotular
las cosechas artísticas como de una única
bodega, de modo tal que les permita orde-
nar la historia del arte contemporáneo en
capítulos ceñidos a tal o cual corriente
estética. Aun con sus fallas, con sus paten-
tes omisiones, la cosa funcionaba en otras
latitudes geográficas, pero importar la mo-
dalidad a un país en formación, con tre-
mendas dificuitades para erigirse en na-
ción independiente que arbitra sus propias
formas de vida y de producción, eso, es
como pretender encamisar a un cactus. Las
espinas van a perforar la prenda por todos
lados y una de esas espinas es, entre noso-
tros, el memorable Antonio Bemi. El au-
torde los xilocollages de la década del '60,
de los Monstruos, La cueva de Ramona
o de La masacre de los inocentes, no es,
de todos modos, una figura solitaria en
aquel período. Hay otras, como el Libero
Badii de los Muñecos, el Bonevardi de las
pinturas-construcciones, o el Distéfano
que en 1968 pasa resueltamente a trabajar
con las formas tridimensionales. Otros co-
mo Macció, Heredia, lommi, Del Prete,
Fomer, o sea que Bemi no es el único en
Alberto Heredia "El hombre pájaro" resistir a semejante reducción.

El Porteño, Abril 1984 - 55

PLASTICA
Pero aquel problema no quitó el sueño a
la gente joven que empuñó los pinceles y
fue asomando en el panorama plástico ar-
gentino a partir de los setenta. La pintura
no resucitó con esa gente, sencillamente,
porque no tuvo oportunidad de morir. Y
tiene además la pintura, la obvia ventaja de
permanecer en el tiempo, a menos que
haya sido hecha con el propósito contrarie."
como ocurrió con más de un trabajo infor-
malista de los cincuenta. En todo caso, de
no mediar acciones de tal carácter, es el
tiempo quien se encarga de una efectiva
selección de los valores.
Tiene aquella ventaja y, entre nosotros,
la desventaja que trae la ausencia de tra-
bajos teóricos que se ocupen de su existen-
cia desde una óptica nacional, atenta no
sólo a los sucesos y circunstancias de más
allá de las fronteras, sino a lo que viene
ocurriendo en el propio suelo y que en gran
medida condiciona a la tarea expresiva.
56 - El Porteño, Abril 1984
Juan P. Renzi "Mirando el cielorraso"
Fuera de algunos capítulos, de una serie de
ensayos sobre determinados movimientos
estéticos, la o las historias del arte argenti-
no contemporáneo están por hacerse. Hay
todavía mucho material porque al menos,
de esa clase de valores no se produjo un
vaciamiento, como ocurrió en estos últi-
mos años con otros patrimonios de la Re-
pública, fundamentalmente, con el capital
humano. Hay suficiente material en las
colecciones públicas y privadas (sobre to-
do, en los sótanos o depósitos de los mu-
seos donde ni siquiera el tiempo pudo ejer-
cer todavía su discriminación: cuadro que
no se ve, cuadro que no existe), en los
talleres de los artistas, en las galerias,pero
distinto será cuando se trate de revisar
parte de lo hecho en los años sesenta, entre
otras cosas, para dar cuenta de las expe-
riencias visuales y de los objetos llevados a
cabo por artistas como Renart, Santanto-
nin, Carreira, Suárez, Minujin, Ferrari,
Plate y otros. Forzosamente habrá que re-
currir a documentación de la época, a foto-
grafías, textos, declaraciones, porque
aquellas cosas tampoco fueron hechas para
durar o bien muchas de ellas no pudieron
ser conservadas dado sus tamaños gigan- ./
tescos. Y los documentos en cuestión no
están concentrados en un archivo, al alcan-
ce de cualquier interesado en consultarlos,
sino más bien desperdigados por ahí, en
manos de particulares especialmente. Así
que cuanto más se demore en comenzar el
pesquisaje y estudio relativos a la tarea
historiográfica, menores serán las posibili-
dades de reunirse con los elementos nece-
sarios. O
Hugo Monzón

Por Nicolás Guillén
L
afigura y la obra de Ramón López
Velarde tienen en México una vi-
gencia popular que no ha logrado
ningún otro poeta. Lejos está ello de
significar que hayan desaparecido del
amor de sus compatriotas ni de los estan-
tes de las librerías los versos de Amado
Nervo, de Díaz Mirón, de Urbina, de
Manuel José Othon, de José J. Tabla-
da... Pero es que la poesía de López
Velarde se nutrió del alma mexicana, es
su expresión lírica más universal, más
tierna y al mismo tiempo más profunda.
En definitiva, el Modernismo (bajo
cuya ala inmensa se agruparon los poe-
tas que acabamos de citar) fue un fenó-
meno de trasplante, que expresó el espí-
ritu cosmopolita de la época, disperso en
muy variadas direcciones y al cual era
ajeno el corazón mestizo de aquella
tierra.
El poema "mayor" de López Velar-
de, la "Suave Patria", es conocido en
México tanto como la Canción Nacio-
nal. Y no sólo eso, sino que logra a
veces cierta categoría de cantera lírica,
de la cual se desprende una poesía ver-
nácula, no siempre tan sobria y presti-
giosa como la piedra original. Curioso:
poeta de esa divulgación en tierra pro-
pia, es casi desconocido en el extranje-
ro, de modo tal que son raras las traduc-
ciones de sus poemas, con ser la suya
una voz auténtica, una gran voz.
Ramón López Velarde nació en 1888,
e115 de abril. Se le suele llamar "jereza-
no", porque abrió los ojos en la ciudad
de Jerez, antiguo nombre de la que es
hoy Ciudad García, en Zacatecas. El
padre de López Velarde era hombre de
leyes, el licenciado don José Guadalu-
pe. La madre, mujer de mucha virtud y
López Velarde,
"El poeta
de la suave Patria"
distinción, nombrábase María Trinidad
Berumen.
Joven como era, López Velarde no
pudo sustraerse del todo al turbión revo-
lucionario que envolvía a México, don-
de el viejo trono republicano de Porfi-
rio Díaz comenzaba a vacilar. Pero su
contacto con la revolución fue esporádi-
co, incidental. Recibió, por ejemplo, a
Madero (junto con otros estudiantes uni-
versitarios) cuando el futuro sucesor de
Dfaz visitó a San Luis, en la campaña
electoral; colaboró en su defensa cuando
Madero fue preso, y, ya libre el Restau-
rador, viósele acompañarle alguna vez
por las calles de la capital.
En cuanto a viajes, sólo en su propia
tierra ... De la provincia a la capital; de la
capital a la provincia. Hasta que joven
todavía, a los treinta y tres años de su
edad, la vida se le apagó desesperada-
mente, en un ataque de pulmonía, el9 de
julio de 1921.
Murió en la calle en que vivía, que
hoy se llama Avenida Alvaro Obregón y
que entonces era de Jalisco. Se le veló en
la Universidad y di6sele sepultura en el
Panteón Francés. Aquel poeta de vida
oscura, cuyo nombre ilumina hoy la
poesía hispanoamericana, sólo dejó im-
presos al morir dos libros: La sangre
devota, publicado en 1916, y Zozobra,
que apareció en 1919. El minutero, li-
bro en prosa, fue editado más tarde, en
1923; El son del corazón, con sus poe-
mas póstumos, en 1932.
(Cómo era L6pez Velarde, física-
mente? Esta pregunta me asaltó muchas
veces, y aun diré que concluí por res-
pondérmela a mi modo, impresionado
por el carácter de su poesía. Un hombre
breve, escurridizo, lleno de puntas iró-
nicas cuando alguien lograba fijarlo en
la platina de la curiosidad. Pues no ...
Me he puesto a esculcar con el testimo-
nio de algunos de sus contemporáneos,
y ahora se verá lo que averiglle.
Carlos Gónzalez Peña, fundador de
Vida Moderna, habla de López Velar-
de y dice que era' 'un muchacho moreno
-escríbía en 1915-, fuerte de músculos,
sonriente, de ojos ingenuos y vivos ... "
Jesús Villalpando, citado por Luis
Loyola Vázquez, escribe:
"Paso indolente y abandonado, como
si favor les hiciese a sus piernas para que
sustentaran su recia estatura de niño con
precoz desarrollo; bigote de impúber;
frente limpia y alta de joven sin malicia;
cejas como nacidas de un poderoso
arranque de alas; ojos serenos, nadando
en aguas ingenuas de muchacho bobo de
pueblo; y esto que es todo él, a donde se
asoma su alma con todas las bienaventu-
ranzas y muchos pecados capitales, lo
hace con el misterio de la comisura de
los labios, con ese gesto indescifrable de
la Joconda o de León XII, de la portada
que dibujó para su libro el psic6logo
Saturnino Herran. Le oí hablar y enton-
ces me pareció distinguir clara y distin-
ta, llena de unción, insinuante de ense-
ñanzas y hasta de enérgicas asperezas de
maestro de hermenéutica sacra en un
seminario conciliar, la voz de un cura de
provincia platicando a sus feligreses, en
la misa de un domingo de cuaresma,
acerca del milagro de los cinco
panes ... " .
A su vez, otro poeta, ya muerto, Xa-
vier Villaurrutia, que conoció a López
Velarde cuando él, Villaurrutia, era un
Continúa pág. 85
El Porte/lo. Abril 1984 - 57
lEATRO

Alberto Ure
"Si hay algo
que coloniza,
somete o libera
la vida de la
gente es la
.", "
actuacion
2
---------~~-----~~~ ~

Alberto Ure, director de teatro, ensayista, ejecutor de

innovadoras puestas en escena -Atendiendo al señor Sloane,
. Hedda Gabler, Telarañas, etc.- está preparando papa el
Cervantes El Campo y realizando diversas experiencias sobre
Florencio Sánchez, González Castillo y otras problemáticas
del teatro nacional. En este reportaje Aníbal Ford y Nora
Mazziotti cruzaron con él diversas preguntas relacionadas con
la política cultural y el teatro nacional que plantean aportes e
interrogantes en torno a la hiperjerarquización del teatro, la
crisis de las vanguardias, el entorno no teatral, Teatro
Abierto, el diálogo con las tradiciones teatrales nacionales, la
dependencia cultural, el enfrentamiento del teatro
independiente con el teatro popular y la génesis de posibles
nuevas maneras de pensar el teatro nacional.

58 - EL Porteño. Abril 1984

TEATRO
cambios más importantes de las artes
que influyen en el teatro conternporá-
neamente.
En realidad el brechtismo no ha pren-
dido en la Argentina sino que se ha
transformado en una diferenciación po-
lítica, pero no una diferenciación en lo
específico teatral. Ahora, por qué esas
dos corrientes, entre otras -porque hubo
rachas de Artaud, hubo rachas de trabajo
colectivo tipo Living-Theatre, etc.-. Se
debe a lo que también ocurre en otras
áreas del trabajo artístico: que la Argen-
tina es un país de importación directa y
que algunas veces trata, con lo que ha
importado, de elaborar algo para la ex-
portación a la medida de los centros pro-
ductores de cultura.
Pregunta: Como decia Jauretche: se
trae el catálogo de afuera y aquello de la
realidad argentina que no esté contem-
pLadopor eLcatáLogo se Lodeja ofuera,
no existe.
Respuesta: Sin duda, si Jauretche hu-
biera sido espectador de teatro hubiera
hecho comentarios más graciosos que
éstos sobre lo que significan los stanis-
lavskianos.
Lo propio frente al
agotamiento y vacío
de las técnicas
referidas al teatro
Pregunta: Vos trabajaste sobre "Los
invertidos" , una obra critica del olvida-
do y fomiidable José González Castillo,
y estás trabajando sobre Florencio Sán-
. chez, ¿cómo dialogás con esa tradición,
que en lo teatral comienza mucho antes?
¿Cómo buscás lo nacional, cómo explo-
rás hacia el presente?
Respuesta: La búsqueda de ese en-
ganche es hoy, una búsqueda personal.
No hay acá una actividad a la cual uno
pueda remitirse siquiera como vínculo.
El nuestro era un teatro que evidente-
mente mantenía con el público una rela-
ción mutuamente vivificante y el índice
lo da la producción dramática, nadie es-
cribiría esa cantidad de obras como han
escrito muchos dramaturgos sin un flui-
do diálogo con los espectadores. Me in-
clino por la posibilidad de la recupera-
ción crítica -porque yo no soy partidario
de agarrar una obra del pasado y tratar de
hacer una reconstrucción histórica- sino
por tomar ese material literalmente co-
mo un requecho que uno debe usar para
una reconstrucción. Esto yo lo siento
como personal, es una necesidad de lo
que podría llamarse como agotamiento y
vacío de las técnicas referida. al teatro.
60 . El Porteño. Abril 1984
Mi formación es con técnicas importa-
das, no tengo una formación espontá-
nea. Por eso es que las he sentido gra-
dualmente más distantes de mí, pero
también porque las había adquirido, y
porque las ejercía. Es también una nece-
sidad absolutamente personal de encon-
trar un pasado en la Argentina.
Pregunta: Con respecto a esa enorme
producción teatral que hubo en la Ar-
gentina, espectacular durante las 3 o 4
primeras décadas, ¿qué recuperás de
todo eso? ¿En quiénes pensás? ¿Cuáles
son tus modelos, no como paradigmas
sino como modelos exploratorios?
Respuesta: Bueno, te puedo contestar
muy concretamente sobre los autores. El
trabajo que estoy haciendo sobre Sán-
chez -y a mí Sánchez me resulta un
autor muy difícilmente leíble-, no me
atraen sus obras, lo que sí me entusias-
ma es lo que se dice de él. Cuando tomé
su obra fue porque creí que en la leyenda
y de manera muy clara manifestaba un
circuito.
Es decir, empieza por su ciclo cos-
tumbrista, naturalista, sigue con el cam-
pesino, el de la vida rea, y termina tra-
tando de que Zacconi lo represente en
Italia, tratando de ver cómo se transfor-
ma en un autor europeo. Eso me atraía
más que sus obras. No así con González
Castillo, cuyas obras sí son en sí mismas
motivo de imaginación.
En González Castillo me atraía mu-
cho cómo, en la apariencia de una crítica
social y de un intento de disección de los
males sociales, de lo que podría denomi-
narse un teatro conscientemente ideoló-
gico, era capaz de construir situaciones
profundamente dramáticas y teatrales,
ajenas, muchas veces, a sus intenciones
más conscientes. En sus obras sobre el
divorcio, sobre los hijos naturales, sobre
la influencia de la iglesia, sobre todo un
pensamiento laico y socialmente avan-
zado, hay también un material de una
violencia espectacular, referida al tema
del teatro: la vinculación entre padres e
hijos, los hermanos, la lucha por el po-
der. Para mí el atractivo era la brutalidad
de su planteo ideológico acompañada de
un enorme salvajismo dramático. Y to-
do con un aire positivista que se convier-
te en un ingrediente más del drama, hace
que se desarrolle mucho más.
Pero esto no se conoce, como tampo-
CO hay conciencia de todo lo que signifi-
có el teatro en otros idiomas. En Argen-
tina hubo fuertes momentos de teatro en
gallego, en distintos dialectos italianos,
en idish, que crearon una propia tradi-
ción y una propia modalidad de actua-
ción bastante atractiva. Yo he tenido la
sensación en estos últimos quince años
de que hay como una especie de pérdida
de estas tradiciones.
Pregunta: ¿Cuál sería la causa para
vos?
Respuesta: Mirá, da la impresión de
que se hubiese proyectado no mantener
esas tradiciones vivas, y de que hubiera
una desesperanza de que eso pudiera
interesarle a alguien en el futuro. Da la
impresión de que tanto el teatro de co-
lectividades, su relación con el sainete,
del que era contemporáneo, las técnicas
utilizadas, en vez de confluir en una
continuidad, hubieran literalmente de-
saparecido.
Pregunta: ¿En qué época considerás
que eso tiene lugar?
·Respuesta: En el momento en que de-
berían haberse mantenido y sintetizado,
que es alrededor del '50, es cuando no
sucede. Es cuando desaparece un fenó-
meno teatral notable en la Argentina que
son las grandes compañías con modali-
dades de trabajo y de organización co-
lectiva y empresaria muy cuidadosas, de
relaciones laborales muy particulares.
Van desapareciendo los teatros de colec-
tividad, el repertorio nacional, y se asis-
te a un fenómeno aún inexplorado como
es el teatro independiente, cuya función
todavía resulta oscura, no porque haya
sido encubridora de nada, sino porque
no ha sido pensado qué representó ese
fenómeno, qué costó y cuáles fueron sus
resultados.
El teatro
independiente es un
fenómeno
eminentemente
antipopular
Pregunta: ¿No pesa más en la trans-
formación del teatro, del espectáculo, el
auge o el crecimiento después del '30
del cine sonoro, de la radio, medios en
que la Argentina es fuerte productora e
innovadora, y también las transforma-
ciones sociales a partir de 1935, que
relacionan a los nuevos medios con la
creciente concentración urbana?
Respuesta: Sí, pero ahí el teatro inde-
pendiente cumple una función, el teatro
independiente es un fenómeno funda-
mentalmente antipopular. Eso es segu-
ro. Es un fenómeno fubista, antipopu-
lar, reivindicador de una cultura huma-
nista general, importador de técnicas,
despectivo de la tradición argentina. Tu-
vo sus espectadores, entre los que yo me
encontraba, que nos considerrábamos
-actores y espectadores- superiores a
los actores y espectadores del llamado
teatro comercial. Cuando yo iba a un
teatro independiente a ver una obra de

Brecht me senta infinitamente superior
a un espectador de Jesus Gomez que
daba "La virgencita de madera ... "
Nos sentamos parte de otra cultura
alejada de la barbarie, de esa bestialidad
llamada teatro, que solo era exacerbador
de las "bajas pasiones" del publico.
Pese a esto, dentro del teatro indepen-
diente surge una corriente de teatro ar-
gentino, que en sus cualidades dramáti-
cas es notoriamente menor a todo lo que
lo precede ...
Pregunta: ¿No considerás que tam-
bién se ha sobrevalorado al teatro inde-
pendiente, al que se lo considera una
epopeya renovadora?
Respuesta: Claro ... viene a represen-
tar obras clasicas ... Es buen teatro, los
profesionales iban encantados, la gente
aplaude con medida ...
En esa epoca, cuando deber-a haber
habido un aporte del pensamiento teatral
sobre el teatro popular -la comedia, la
revista, el sainete-, se desv.an los cur-
sos y quienes deber.an haber tomado eso
para enriquecerlo, renovarlo y hasta pa-
ra modificarlo, se dedican a representar
obras de la cultura universal, se separan
opositoramente de ese teatro degrada-
do. Cuando yo estudiaba, hablar de los
actores comerciales era una burla, hab.a
una division tajante. Curiosamente la
historia ha sido bastante cruel, porque
los pioneros del teatro independiente
han terminado trabajando en los teatros
mas oficialistas, y siendo mucho más
oficialistas que los actores que anterior-
mente criticaban. Y si no, agárrese la
historia del teatro independiente y véase
que sus mejores discípulos terminaron
de modelos publicitarios o de actores de
los teatros oficiales.
Pregunta: En este marco, ¿qué
significa para vos "Asi es la vida"?
Respuesta: Bueno, el ejemplo es bas-
tante concreto. En todas las películas
que hizo Muiño, hay un momento en
que Muiño actúa. Como buen actor de
teatro, sólo actúa en algunas escenas, no
a lo largo de toda la película. Cuando
actúa -y esa es una experiencia por la
que deberían pasar los actores, ver mu-
chas veces cuando Muiño actúa- se re-
fiere a un espectro de sentimientos que
uno podría reconocer como propios. Es
decir, una ecuación de valores, como
podrían ser, orgullo, sumisión, valentía,
fraternidad, amor, pasiones, que uno
siente como propios. Uno no se enoja de
la misma manera que un francés, ni se
reencuentra de la misma manera tampo-
co. Lo que se ha perdido es la forma en
que esos actores elaboraban y manifes-
taban eso, que seguramente es lo que
lograba la masividad de su recepción.
Cuando una persona toma los modelos
del Actor's Studio -y esto se encadena
con lo que decíamos de Stanislavsky-,
está tomando modelos americanos. Lo
que tenían esos grandes actores, o esos
grandes dramaturgos, era una enorme
percepción de lo que conformaba a sus
argentinos contemporáneos, y aquello
que los conducía a 10 que podría llamar-
se, las emociones, en el sentido más
aristotélico de la producción de emocio-
nes. Eso, se ha perdido, y es lo que uno
debería recuperar. Es decir, establecer
lo imaginario a partir de la misma red de
valores compartidos. Ahí uno puede ser
un transgresor, a partir de relaciones de
valores compartidos, sino uno es sim-
plemente un escandaloso, que no es lo
mismo. Es decir, si yo escucho a Liber-
tad Lamarque con mucha atención, y lo
he hecho, puedo llegar a imaginarme lo
que era una mujer para mi padre. Lo he
hecho meticulosamente porque la admi-
raba mucho. No es sólo cómo canta, son
las inflexiones, en su encadenamiento
están denotando una concepción de lo
femenino. Ni te cuento si uno escucha
con atención a Ada Falcón ...
Pregunta: ¿Por qué se da esa visi6n
al revés de la percepcián de la realidad,
por qué se percibe la realidad a través
de la literatura o del teatro y no se
construye el teatro a partir de la percep-
ci6n de la realidad?
Respuesta: Bueno, no, mejor sería
decir por qué se impide la construcción
del teatro a partir de la realidad. Primero
porque lo que tiene de temible el teatro
es que es una de las pocas manifestacio-
nes artísticas que provocan una identifi-
TEATRO
cación concreta en la conducta. Nadie
imitaría a un novelista. Millones de per-
sonas tratan de parecerse a una actriz o a
un actor. Si hay algo que coloniza la
vida cotidiana de la gente, es la actua-
ción ... La coloniza, la somete o Hllibe-
ra. No hay nada más que ver las paredes
de un cuarto de cualquier adolescente o
de cualquier persona. Debe haber mu-
chas menos fotos de Joyce o de Mare-
chal en' habitaciones, que de Menudo.
Aquello por lo que existe la actuación es
por la identificación. Lo que hace un
actor es provocar un modelo imaginario
de identificación, de ahí que en países
como el nuestro, sea particularmente
cuidado que no haya modelos propios.
Entre Otelo y
González Castillo
Pregunta: ¿Qué es lo que andás in-
tentando?
Respuesta: Estoy por empezar a hacer
un espectáculo sobre Florencio Sán-
chez, con actores de La Plata. No es un
trabajo sobre escenas de Sánchez, sino
sobre textos, sobre frases de Sánchez y
sobre las distintas maneras de hablar de
Sánchez: la ciudadana, la naturalista, la
rea, la gauchesca, la literaria. Y después
voy a dirigir' 'El campo" en la Comedia
Nacional. Y además, hay una vieja
preocupación por Otelo. Yo siempre me
pregunté qué pasaba con los modelos del
teatro entre comillas universal pensado
desde lo nacional. Lo cual no quiere
decir que Otelo sea un gaucho de Tres
Arroyos, no, no ... Sino qué era lo que
me pasaba a mí con aquellas fuentes por
las cuales yo me había dedicado al tea-
tro, desde este pensamiento actual. To-
davía no sé cómo hacerlo, pero supongo
que lo voy a hacer, aunque no es un plan
inmediato.
Pregunta: ¿Q'ué buscás. con eso?
Respuesta: Mirá, el interés más inme-
diato mío es ver cómo puede repensarse
lo que podrían ser esos modelos teatrales
no a partir de una sumisión a los estudios
de representación de los centros desarro-
llados del mundo. O sea, no se me ocu-
rriría hacer un Shakespeare que compi-
tiera con el National Theatre. Si no, qué
significa ese texto, que es un libro, en
mis manos para pensarlo. Y además, lo
que no he abandonado nunca es la inten-
ción de hacer González Castillo, ése es
un objetivo concreto. Lo que pasa es que
curiosamente es un proyecto que ha su-
frido un rechazo absoluto de cuanta per-
sona se lo conté ... Por motivos varia-
dos ... No creo que lo haga este año, pero
el año que viene, de alguna manera lo
voy a hacer. O
El Porteño, Abril 1984 - 61
 ....•, '. .. " ;'

.., ."-..
.: .,
. ,,
....
",' ,.' ,
,
,"
.:'
•' ". .' ,'. :' I :....: •• .
'
.,.
",

,,:l' •

. . ," , t ..
,~ ,'~ '

" .. " ,
" ,

Historia de la
..•
' .
.. ,. , , "
~
,. .. ..'
... ~.
. ,.0,

.
00
Represión Sexual
en la Argentina
" .;

. ,•• .t'

(Primera parte)
A través de normas religiosas o
estatales, las costumbres sexuales de la
población fueron custodiadas muy de
cerca hasta que, paulatinamente, el
amor y el placer dejaron de ser una
elección individual para adquirir un
. ,.. ,
,

acentuado carácter público. En esta

----1 1,', "
entrega, una reseña entre 1810 y 1930.
----- I

.... ..
Por Marce/o Benítez '

- .. ,
"
. ':'
, .
•.
.. .,
, ,

.•... :. . .. .
"

~~~. ' ', ,

.._
. .,. . 0.
..

.., ....:;.•.·.:i : ;':¡,~.;~~.,:'~ ~:~:-'::j':-::(

:. .iO:~;·~.'/ .'.

- 62 - El Porteño, Abril /IJ1i4

------
 n nuestro país, desde los viejos
E tiempos de la Inquisición hasta los
modernos asesinatos de homose-
xuales, la represión a la sexualidad ha
ido trasladándose de la Iglesia al Estado,
de la conciencia individual y social a la
Policía y el Ejército. No es posible, en
este reducido espacio, profundizar el
modo en que, en cada período de nuestra
historia, se combatió la vida amorosa de
los habitantes, a veces incluso con la
entusiasta colaboración de éstos. Tam-
bién resulta dificultoso rastrear este te-
ma en la totalidad del territorio, hecho
éste que nos obliga a circunscribir la
investigación a Buenos Aires por cuanto
la documentación es más abundante y
confiable. Puede suponerse, sin embar-
go, que el panorama no varió demasiado
en el resto del país.
1810 - DE LA
REVOLUCION AL
PREJUICIO
En 1810, aprovechando determinadas
'brcunstancias políticas que debilitaban
a' la corona borbona, algunas familias
porteñas decidieron dejar de lado a la
inocua burocracia española y gobernar
ellas mismas en nombre del rey. Con
todo, nada más impropio para este acon-
tecimiento, el que ni siquiera movilizó a
un gran número de personas, que consi-
derarlo una revolución. En la gran aldea
no cambiaron ID la mentalidad, ni las
costumbres, ni la legislación que siguió
siendo la misma hasta las últimas déca-
das del siglo pasado.
y esta mentalidad, la de la España del
Siglo XV, es la que transplantó la Iglesia
Católica al Río de la Plata, constituyén-
dose así en uno de los principales facto-
res de socialización en la Argentina. En
España, país en donde la Iglesia jamás
fue cuestionada, se desarrolló gracias a
la parálisis de los medios de producción
que propiciara junto con la nobleza evi-
tando el surgimiento de una revolución
industrial adecuada.
Precisamente lo opuesto es observado
en países como Inglaterra, Francia y
Alemania, naciones todas que iniciaron
por la misma época su proceso de mo-
dernización partiendo justamente de la
confiscación de los cuantiosos e impro-
ductivos bienes del clero, (Inglaterra
con Enrique VID, Alemania a partir de
la Reforma de Lutero y Francia después
de la Revolución de 1789), y que en
1810 comenzaban a disfrutar de una
economía saludable y en extensión.
Los tribunales de la Inquisición, crea-
dos en América a partir de 1569, nos
trajo un estilo de vida anquilosado y
obsoleto sellado por un puritanismo
quemador de brujas y herejes.
En la Buenos Aires colonial; pues: la
ciudad era santa y la sexualidad quedaba
relegada, junto a la delincuencia, a las
zonas en las que merodeaba la "chus-
ma" como gustaban llamar las familias
"decentes" a los habitantes del Matade-
ro (zona lindante a la actual parroquia de
San Telmo), en el que se desarrolla un
hampa de pulpería, contrabando y rudi-
mentarios prostíbulos. Más al sur, los
ranchos de las chinas cobijaban el "vi-
cio" y bailes de final sangriento.
Hacia 1820, este arrabal mordía el
rectángulo urbano que albergaba la pa-
tria inmaculada de las familias patricias,
extendiéndose más allá de las actuales
calles Chile, Independencia, Viamonte
y Salta; asechando las monásticas calles
en un ambiguo paisaje de ciudad y cam-
po, yen donde se extendían las casas de
las "cuarteleras" (en su mayoría par-
das, mulatas, indias, muy pocas blan-
cas) que seguían a los batallones y cuyo
oficio era, obviamente, la prostitución.
Por entonces, un cuerpo policial ine-
xistente y un ejército ocupado en la
emancipación, eran ineficaces agentes
de represión sexual. Esta función era
asumida, pues, por la Iglesia a través del
cura párroco quien castigaba el "peca-
do" apoyándose en la legislación reli-
. giosa.
Esta augusta mentalidad moral no se
modificaría por largas décadas. Las in-
numerables fracciones políticas, los in-
contables y diferentes factores de poder
que actuarían en Argentina jamás se di-
ferenciarían por su pensamiento en 'lo
sexual o religioso; hasta que un aconte-
cimiento marcaría un prometedor hito al
tiempo que pondría de manifiesto las
irreparables fisuras de estas ideologías
santurronas.
CAMILA O'GORMAN.
EL PRIMER
ESCANDALO SEXUAL
ARGENTINO
Salvo un petit escándalo protagoniza-
do por una tía-abuela de Camila, respon-
sable de intercambiar intensas y signifi-
cativas miradas con Liniers; nada empa-
ñaba la historia de los O'Gorman.
Instalados desde las viejas épocas del
Virrey Vértiz en la parroquia del Soco-
rro, eran ya en tiempos del gobernador
Rosas una distinguida familia de origen
irlandés, profundamente católica.
Por su parte el Padre Gutiérrez eró
sobrino de Celedonio Gutiérrez quien, \
hacia 1846, (época en que el joven sa- .
cerdote llegaba a Buenos Aires), ejercía ~
el cargo de gobernador de Tucumán y ,_ ¡,
era un fiel servidor del Restaurador. "" 1,
Era común, por 1840, que los cargos
.menores de la Iglesia fueran cubiertos
por personas que ni siquiera eran sacer-
dotes. Fue así que por obra de su tío, se .
escogiera el nombre de Uladislado Gu-
tiérrez para la función de cura en la pa-
rroquia del Socorro, parroquia ésta a la .
que solían asistir los O'Gorman.
Del trato y la confianza que dispensó
la familia al clérigo y de las costumbres
de éste de visitar su casa, nació esa amis-
tad entre Camila (hija mayor) y Gutié-
rrez. La amistad pronto devino en ese
amor que les costaría la vida a ambos.
Tratándose de un sacerdote, (fiel
guardián de la moral de aquellos años) y
de una muchacha educada en el "temor
de Dios", sin duda sus parientes consi-
deraron innecesaria la vigilancia. Este
hecho sumado al cansancio ante tanta
rigidez y autoritarismo, actuaron para
que los jóvenes se decidieran a huir.
La oportunidad se les presentó en di-
ciembre de 1847, ya que los festejos de
la Inmaculada Concepción, hicieron que
la curia partiera hacia Luján. En la no- --.:;
che del 11 de diciembre, la pareja se ~
fuga sin dejar rastros.
Los primeros en alarmarse fueron los
O'Gorman e hicieron la denuncia a la
parroquia. El teniente cura Manuel Ve-
larde sospecha de inmediato la verdad y
se traslada a Quilmes para constatar o no
la presencia de Gutiérrez. Hacia fines de
diciembre toda la provincia los buscaba,
como consta en el Archivo de la Direc-
ción de Cultura de San Isidro, donde se • ~
le ordena a Victorino José de Escalada, ~' ,'o
en aquellos días juez de paz, que en-
cuentre a los jóvenes. Para el escandali-
zado Buenos Aires, la satánica pareja se
había evaporizado.
Los jóvenes, luego de sufrir agobian- ¿
w' ,
tes penurias, se instalaron en la ciudad '; •
de Goya (Corrientes) con pasaporte y •
nombres falsos. En esta ciudad, el ahora
matrimonio Brandier es recibido con
respeto y estima y podrá disfrutar de
unos meses de tranquilidad, dedicando- .'
se ambos a la profesión de maestros
(fundan la primera escuela elemental de : I
Goya). '
El principio del fin sobreviene el 14 :'
dejunio de 1848 cuando, con motivo del
festejo de don Esteban Perichón, juez de
paz de Goya, el supuesto matrimonio es
invitado a una tertulia en casa de éste.
Allí se encontraba quien los delató: Mi-
guel Gannon. Este siniestro personaje,
El Porteño, Abril 1984 - 63
 SEXUALIDAD
luego de saludar efusivamente a Gutié-
rrez, denuncia a los maestros ante las
autoridades locales. Sin pérdida de
¡tiempo, los jóvenes fueron puestos bajo
!vigilancia mientras se enviaba, con un
chasquí, la noticia a la ciudad-puerto.
¡Camila y Gutiérrez fueron fusilados jun-
¡tos la mañana del 18 de agosto de 1848,
.en Santos Lugares.
; El ejemplar castigo apuntaba a res-
¡guardar el concepto de autoridad sobre
¡el que se pensaba instalar las institucio-
¡nes nacientes. Esta necesidad de prote- .
I ger la autoridad se documenta en pala-
; bras del mismo Rosas, citadas por Anto-
¡ nino Reyes, quien habría dicho: "No
¡soy niño para sorprenderme con los es-
i cándalos de los clérigos, lo que no pue-
. do permitir ni tolerar es que falten a la
: autoridad, se rían de ella, la ridiculi-
: cen ... Los he de encontrar aunque se
! oculten bajo la tierra y con ellos he de
Ihacer un ejemplar escarmiento, los he de
! fusilar donde los encuentre" (Todo es
! Historia~ N" 51, pág. 77).
! Los anos pasaron y los sucesos del' 48
! fueron olvidándose al tiempo que el país
~se preparaba para ingresar a una nueva
: era. Hacia el ochenta, sin que la Iglesia
¡perdiera su rol de guardiana de las "al-
mas perdidas", la aristocracia en el po-
!der, representaba ahora por Roca, tomó
l
, cierta distancia respecto a ella. El casa-
miento civil, sancionado en 1888, susci-
1 tó un escándalo en el clero, pese a lo cual
( la historia seguía su curso y las contra-
I dicciones de todo un estilo de vida agrie-
1 taban el pasado.
1880· DE LA
I INMIGRACION A LA
PROSrnuCION
I La Ley de Inmigración y Coloniza-
ción (Ley Avellaneda) del 6 de octubre
de 1876, abría las puertas a una multitud
hambrienta, que había creído las prome-
sas edénicas divulgadas por los agentes
del gobierno en Europa.
Provenían de muchos países, (la ley
era particularmente amplia), con idio-
mas y costumbres diferentes, pero con la
misma esperanza de huir de la miseria.
Contrariamente a estas aspiraciones, el
país no les ofreció más que desocupa-
ción y hacinamiento. La delincuencia y
la prostitución se constituyeron enton-
ces en una necesidad.
l' Al tiempo que en las clases acomoda-
"das se imponía el Decadentismo y la
64 - El Porteño, Abril 1984
moda "Proust" hacía de la homosexua-
lidad una opción posible; las clases
bajas, y en particular la inmigración po-
laca, ofrecían sus hijas al comercio del
cuerpo.
Así, el flujo inmigratorio y'el vertigi-
noso progreso económico, sumados a la
identificación de las clases gobernantes
con un modernismo europeo de corte
liberal, abrían una nueva etapa en la cual
la sexualidad se pondría de manifiesto
como una actividad accesible.
Ya en la década del '80, a pocas cua-
dras del centro, pasando el célebre
"puente de los suspiros", se desembo-
caba en Suipacha donde funcionaba el
café Cassouluet, que poseía una pruden-
tísima salida secreta para huir de las
razzias policiales y cuyo piso superior
era usado como lupanar con numerosas
mujeres. Por la misma época es famoso
Constitución, con lupanares cercanos al
Arsenal de Guerra. En Pavón, entre Rin-
cón y Paso se alzaba el concurrido café
"La Pichona" que reunía a un tiempo,
mujeres y hampa. Ya hacia 1910, en La
Boca, la sexualidad se refugiaba en las
cantinas y los "cafés de camareras" por
las calles Pinzón, Gaboto, la zona ribe-
reña y las calles cercanas. Pero el eje de
la vida noctura se hallaba en Suárez y
Necochea.
El "café de las camareras" .fue el
antecedente inmediato de los Cabaret
que el tango tanto rescatara en sus letras.
Coristas de variettés, figurantas de or-
questas de señoritas, "profesoras" de
academias de baile, eran las alternativas
del varón heterosexual, en tanto que a la
mujer le estaba vedado el goce sexual en condición de esclavitud, muchas veces
el cual sólo participaba como mercade- compraban sus víctimas a los propios
ría, denominación ésta puesta por los padres en Europa, adonde se las iba a
rufianes a las mujeres que trabajaban
para ellos.
Este comercio de' 'esclavas blancas"
a gran escala se inicia en 1890 y llega a
buscar, contando con la complicidad de
políticos y jueces argentinos; subsistie-
ron hasta 1930, fecha en que fueron in-
vestigadas y desarticuladas.
su apogeo en 1906, en ocasión de la
fundación de la Sociedad de Varsovia y
de la que se desprenderían más tarde las
llamadas Asquenasum, de rufianes ru-
Con todo, y reiterando la obvia con-
dena a una actividad que, como la pros-
titución, somete a la mujer a una de las
más hondas humillaciones, estas com-
sos y rumanos, y la Zwi Migdal, de pañeras de la noche significaron una pri-
capitales polacos. Las tres contaron con mera apertura al placer.
una organización empresaria de primera
línea, con Comisión Directiva, socios y
sucursales (vale decir prostíbulos) dis- LAS DECADAS DEL '20
tribuidos en todo el país. La sociedad
Zwi Migdalllegó a tener 5.000 socios Y DEL '30. EL
que controlaban 2.000 prostíbulos con
un total de 30.000 mujeres trabajando RADICALISMO
desde las cuatro de la tarde hasta las
cuatro de la mañana, bajo vigilancia de
una madama. La llegada del Partido Radical al po-
Estas temibles organizaciones, que der inicia, en lo político, una época de
redujeron a la mujer a la más deplorable democratización que, en alguna medi-

da, barre con los peores excesos del ré-
gimen de Roca y de la aristocracia
agroexportadora. Pero en materia eco-
nómica, Yrigoyen sólo demostró la po-
sibilidad de gobernar para la oligarquía
y la Iglesia, sin necesidad de recurrir a
los apellidos rimbombantes e ilustres de
la clase alta.
Para la historia de la sexualidad, este
período no significó nada en sí mismo.
Como se observará igualmente en tiem-
pos de Illia, el radicalismo simplemente
deja hacer; aunque, para la estructura
autoritaria que adquirirá el Estado a par-
tir de 1930, este inocente" dejar hacer"
constituye un mérito, hoy más que nun-
ca reivindicable.
A la tolerancia de la prostitución se le
sumó aunque con más discreción y
mayor exclusividad, los prostíbulos de
hombres. Consistían en lujosos departa-
mentos en los que se albergaba a nume-
rosos jovencitos que se podían espíar a
través de una mirilla. Una vez escogido
el favorito, el cliente acudía junto a su
joven compañero a un dormitorio priva-
do. Las tarifas de estos lupanares eran
elevadísimas y se constituyó en el lujo
de unos pocos.
Esta plácida tolerancia en mida hacía
peligrar los viejos valores machistas, la
opresión de la mujer o la discriminación
del homosexual, ya que no surgía de un
proyecto realmente libertario sino de la
indiferencia general.
La crisis mundial del año '30 y el
golpe de Estado terminarían una época y
una ilusión. El gobierno militar de Uri-
buru iniciaría así una época oscura, ca-
racterizada por el fraude y la coima. Más
que un triunfo conservador, significó el
primer acto prepotente de los sables,
levantándose como tutores perpetuos
del accionar político, económico y so-
cial del país. Desde entonces la historia
argentina se debatirá entre anémicos go-
biernos civiles y despóticos intervalos
militares, pero todos aunados por una
misma característica: la represión a la
sexualidad.
EL ESCANDALO DE
LOS CADETES DEL
COLEGIO MILITAR
Al tiempo que el liberalismo econó-
mico se hacía añicos en los últimos actos
del gobierno del vicepresidente Castillo,
y paralelamente a los inicios de las intri-
gas militares que culminarían con su de-
rrocamiento en 1943, un hecho escanda-
loso alarmaría considerablemente a los
responsables del poder, en la medida
que ponía de manifiesto la homosexuali-
dad en el seno de la sociedad.
En 1942, un grupo de homosexuales,
relacionados con el joven propietario de
un suntuoso departamento céntrico,
idearon un particular sistema para con-
seguir compañero sexual. Una bella mu-
chacha, a la que llamaban Sonia, de 19
años, conocida modelo de la marca Pal-
molive, hacía las veces dr, señueic enta-
blando conversación ce n los cadetes del
Colegio Militar que se acercaban a cor-
tejarla en el bar Santa' "eresita, ubicado
a pocas cuadras del citado departamen-
to. En la creencia de que i.arían el amor
'con la muchacha, los jóvene. eran lleva-
dos por ella hasta la viviend •.. Allí los
abandonaba en compañía de uro hombre
quien les revelaba la verdad y les propo-
nía tener relaciones con caballe ros.
Muchos, al comprender el engaño, se
retiraban, ¡;::-rootros aceptaban .!l impre-
visto cambio. De .:~tos últimos se obte-
nía una fotografía en la que se veía al
SEXUALIDAD
adolescente desnudo pero con algún ele-
mento que señalara su condición de ca-
dete. Este material, altamente compro-
metedor, sería usado en caso de que
alguno de estos futuros oficiales deci-
diera armar alboroto.
El arreglo funcionó sin inconvenien-
tes hasta que, a mediados de octubre de
aquel año', un cadete (que no había acep- .
tado los ofrecimientos) hizo la denuncia
ante el Colegio Militar. El coronel Silva
inició la investigación de inmediato.
Los detalles de este procedimiento no
tuvieron' acceso a la prensa desde el co-
mienzo. En el departamento se encon-
traron numerosas cajas con fotografías
comprometedoras y una interminable
lista de direcciones de las personalida-
des más diversas. Silenciosamente se
sucedieron las detenciones hasta que,
. hacia fines de octubre, el hecho tuvo una
amplia difusión periodística y la magni-
tud del escándalo fue enorme. Noticias
Gráficas del 30 de octubre de 1942, pu- !
blicaba los nombres y apellidos de 32 .
personas detenidas y b., jurisdicción
del Dr. Narciso Ocampo, por el delito de
corrupción.
La mayoría de los homosexuales
adultos huyó al Uruguay, aunque dos se
suicidaron: Adolgo Jorge Pené de
Bruyn, perteneciente a una importante
familia de banqueros, y el arquitecto
Jorge Duggan, quien esperó a cumplir la
condena impuesta y, una vez en líber-
tad, se pegó un tiro.
Los cadetes fueron expulsados en su
totalidad del Colegio Militar y el castigo
alcanzó tanto a los implicados como a
los que se habían retirado sin hacer la
correspondiente denuncia.
Aunque el principal cargo fue la aso-
ciación ilícita, lo que realmente se con- .
denaba era la homosexualidad. La inter-
pretación de la situación delictiva fue
forzada al máximo para castigar la libe-
ralidad que se había escapado al control.
Una vez más se afirmaba que el mito I
de la inviolabilidad de la clase alta -di-
fundido principalmente por la izquierda
y según el cual ésta se hallaría a salvo de
todo castigo- no cuadra en lo referente a
1"homosexualidad. No sólo fue reprimi-
da CVl todo rigor, sino que alertó al
Estado cobre los peligros de la excesiva
libertad sexual.
Precisamente en momentos en que las
a
Fuerzas Armadas daban forma sus am-
biciones totalitarias, la relación entre ca-
detes y homosexuales, los desnudaba en
sus límites y contradicciones.
Si bien este affaire los tomó por sor-
presa, de ahí en más combatirían la ••in-
moralidad" adelantándose a los hechos.q
,
El Porteño, Abril 1984 - 65
 AUTORES

David Viñas:
"Baremos de cascoteamos"

l'

66 - El Porteño, Abril 1984


Renegado desde siempre contra
toda actitud patemalista, el
escritor David Viñas gusta aclarar
antes que nada su resistencia a
distribuir culpabilidades y.
al vez aquí están las preguntas
T que todavía no se le hicieron o
muchas de las reflexiones que
David Viñas hizo simplemente conver-
sando. Habla en su estilo único e incon-
fundible de escritor involucrado e invo-
lucrador; habla del exilio, de cómo ve a
los argentinos, de esa sociedad civil a la
que apuesta siempre, de la literatura de
estos años y, fundamentalmente, de esta
vida cotidiana que hoy toca recrear des-
pués del "diluvio" ...
-¿Cuáles fueron sus primeras im-
presiones cuando llega al país?
-No llegué "al país"; apenas si lle-
gué a Buenos Aires ... que quizá sea el
ineludible (y mitificado) país al que re-
gresamos, en un primer aterrizaje, los
que optamos por irnos con el comienzo
de la dictadura militar en 1976. Y pues
bien: deterioro. Vertiginosa corrosión
es el núcleo, casi abrumador, de mis
primeras impresiones. Algo así como
los viejos barrios de Madrid que aún
conservan las marcas de la guerra civil;
o los barrios' más antiguos de Berlín
-Alexanderplatz, por ejemplo-- que to-
davía exhiben la lepra de los bombar-
deos... Regresar a Buenos Aires, tam-
bién, cargaba con una sensación piran-
delliana: Matías Pascal asomándose a su
propio entierro. Como ves: algo muy
poco estimulante. Menos mal que por
debajo de esas cicatrices (o en medio de
esas ruinas) alguna pequeña señal vibra-
ba... ganas empecinadas de despegarse
de esta tierra devastada: alguna sonrisa
tan abierta como fugaz; un qué tal Vi-
ñas, me alegro que haya vuelto; cierto
abrazo inesperado y entrañable con Fe-
derico (frente al Broadway, cuando el
restreno de "La Patagonia Rebelde");
varios amigos -la mayoría, nuevos, em-
pecinados y nada complacientes- alre-
dedor de una mesa ... Nadie triunfalista;
apenas contenido, casi sombrío, terca-
mente esperanzado ...
-David, en estos años de exilio
¿cree que la mayoría de los argenti-
nos que estuvieron en el exterior han
procesado las causas de la tragedia
vivida?
-Procesado: palabra inquietante. Pe-
ro, me sospecho, que ni la mayoría de
santificaciones, acerca de los
males y .los bienes -de la Argentina
como sociedad. Propone en
cambio una práctica immediata
del diálogo en todos los niveles.
afuera ni la mayoría de adentro pudieron
"procesar" nada porque no tenían tiem-
po; y otras prioridades había antes de
ponerse a reflexionar sistemáticamente
sobre "el diluvio" (o sobre las plagas
de Egipto) que se derrumbaron sobre el
país. Claro, ineludiblemente procesar,
evaluar, meditar -al menos para mí-
remiten a imágenes como El Pensador
de Rodin o a esa figura de Van Gogh que
parece como quebrado sobre sí mismo y
sentado en una solitaria silla de paja.
Limitaciones o deformaciones del ofi-
cio. Procesar me reenvía a reflexio-
nar; esto es, a doblarse, flexionarse,
dramática, dolorosamente sobre sí mis-
mo, en una especie, de arcada. Pocos
tolerarían una tensión así. Te repito:
tanto entre los de afuera como entre los
de adentro. Quizá durante un momento
más o menos fugaz, todos los argentinos
hayan estado así. Pero eso no se aguanta
demasiado tiempo ... Como dicen cier-
tos profesionales: capacidad, nada me-
nos, que de deprimirse. Lo más proba-
ble es que, sin tanta exasperación, quizá
sin tanto énfasis (tal cual me lo imagino)
muchos hayan tocado fondo. Hasta el
hueso ... Sin proponérselo, sin sistema-
tizarlo demasiado. Ojalá: sería un sínto-
ma saludable, lúcido y agresivo. Ojalá.
-A los argennnos; ¿cómo los ves?
¿Han cambiado mucho? Eó qué?
-¿Los argentinos? ¿De qué argenti-
nos estamos hablando? .. ¿De homoge-
neidad nacional? ¿De qué espacio ho-
mogéneo? ¿De Galtieri, de los Galtieri,
o de Hebe Bonafini? No 'podría genera-
lizar; sino que necesito particularizar
para resultar más o menos preciso ... Y
hablaría, al menos por ahora, de quienes
he visto (y de con quienes he podido
hablar). Los veo más viejos, más gasta-
dos, taciturnos; nunca les gustaron las
comedias ni los carnavales ni las mur-
gas, ni eran especialistas en relaciones
diplomáticas. Más viejos, pues, y me-
nos cortesanos. Quizá sea eso que se
llama proyección ..• Y buscan razones,
motivaciones (o se construyen "senti-
dos") que nada tienen que ver con cate-
cismos, cataplasmas, dogmas, curitas,
complicidades, enemas ni pegoteos.
Han "(hemos) aprendido a vivir, quizá,
AUTORES
trágicamente. Trágicamente; lo que no
quiere decir con "espíritu de seriedad" ,
formal, convencionalmente. Trágica-
mente: quizá, para conjurar el mito del
humor; mito, según el cual, el humor es
algo así como "superior" o "más ele-
gante"; o "más argentino y señorial".
Esos argentinos -mis amigos- como yo,
hemos perdido el humor. .. O, al menos,
ese humor. No tenemos muchas ganas
de reirnos, de reírnos como solíamos
reirnos ... y qué le vamos a hacer ... La
mano vino dura. Y fue la mano que nos
tocó, por lo menos a eso que suele lla-
marse "nuestra generación". Quizás
una tarea a hacer consista, precisamen-
te, en recuperar (para nuestros nietos,
ya) esa jocunda, jubilosa capacidad de
reírse. Algún Rabelais argentino para el
segundo centenario de la Revolución de
Mayo ...
-Actualmente hay muchos que
afirman que hay una sociedad culpa-
ble de lo vivido, una sociedad que no
quiso ver lo que estaba pasando, que
no era posible' que no se diera cuenta;
una sociedad que dejó sin interlocuto-
res a la nueva generación y que por
eso no pudo asumir su destrucción.
Podría parecer una teoría del filici-
dio •••¿La sociedad es culpable; real-
mente no quiso ver?
-Nuevamente: particularicemos ...
concretemos. Tratemos de ser más pre-
cisos: algunos argentinos quisieron ver
(y estaban perfectamente enterados);
otros prefirieron ponerse orejeras y ta-
parse los ojos. Ahora bien: ponerme a
repartir culpabilidades o santificaciones
como si fuesen hostias, es una tarea que
no me interesa ... Ni por oficio, ni por
vocación. La magistratura como la di-
plomacia (o la imbecilidad) no son mi
fuerte ... A lo sumo --eso sí- y porque
son una franja de nuestra sociedad que
goza de extraterritorialidad (la prueba es
que en este mismo momento, como si se
tratara de una "zona sagrada' ,, son juz-
gados de acuerdo a un fuero especial),
me ocuparé de los militares ... Con quie-
nes no se meten, en general, los que se
ocupan de la crítica ... De acuerdo a mis
posibilidades y mediante los recursos de
El Porteño. Abril 1984 . 67
AUTORES
mi oficio. Como ya lo hice en Hombres
de a caballo o en Indios, ejércitos y
frontera .•• Digo, como puntos de par-
tida.
-¿Qué sentido tendría para usted
la expresión "democratizar la vida
cotidiana"?
-Para no abundar: practicando el diá-
logo en todos los niveles. El reconoci-
miento recíproco. A nivel del lenguaje
-como suele decirse- y de los ademanes
cotidianos. Sin consignas previas: esos
diminutos bloques autodefensivos y es-
tereotipados. Esas consignas: cascotes
que solemos tirarnos recíprocamente.
Empezando, y va de suyo, en la pareja;
entre mujer u hombre. Dado que tengo
el convencimiento de que el machismo
es el síntoma mayor (y el más evidente
encarnado) de ese umbral ideológico
que podría llamarse protofascismo.
-Hay muchos argentinos que se
sienten con "la capucha puesta", que
han internalizado el golpe de estado y
la represión de tal manera que el au-
toritarismo impuesto en estos años
aún los hace muy cautos y, a veces,
algo indefensos porque llegan a admi-
tir que los golpes son algo inexorable,
algo imposible de erradicar definiti-
vamente.
-Sí, sí; y que se manifiesta, me pare-
ce, en cierto tono de cuchicheo que aún
se emplea en un café o en la calle ...
Ineludible que haya sido así... Com-
prensible desde todo punto de vista. Lo
que me inquieta es que se salga de ese
cuchicheo cauteloso. sin más, en direc-
ción hacia tonos retumbantes ... Diría:
pasar, acríticamente, del "argentino si-
lencioso" al "argentino aturdidor" de
Mallea a Galtieri ... No sé si me ex-
plico ...
-Viñas, ¿cómo ve las relaciones so-
ciales en la educación, en la pareja, ~
el trabajo, en la polínca de esta Ar-
gentina post-proceso?
-¿Hablando más fino? ¿Y fracamen-
te? .. Apenas si vislumbro expresiones
de deseos. Desde ya que legítimos: "ex-
presiones de deseos" actuales como
conjuro de la represión de deseos del '76
al '83 ... Para no abundar. Pero también,
una considerable dosis de inmovilis-
mo ... Por lo menos, en las franjas más
visibles ... quizá -quizá- habría que pal-
par, por sentido contrario, las franjas o
napas menos visibles (menos espectacu-
lares o menos promocionadas) de nues-
tra sociedad ... ¿Qué pasa ahí? ¿Qué está
ocurriendo? No lo sé. A lo sumo, se me
ocurre calcular que si "el cuerpo no se
mueve, es porque la imaginación ca-,
balga" .
-Recientemente ha habido expre-
siones que sostienen que los funciona-
rios y militares no pueden hacer de-
68 . Eí Porteño. Abril 1984
claraciones ¿Es o no contraproducen-
te dejarlo o impedirlo?
-No conozco ni los reglamentos ad-
ministrativos ni los castrenses. Es un
género que no me interesa. Como el
hepitalamio ... De cualquier manera, me
parece saludable que el juez de los tribu-
nales se haga oír, o que el cuartel maes-
tre del Palomar, o el tambor mayor de
granaderos nos haga escuchar su pala-
bra ... Podría resultar apasionante.
-David, hoy, para usted ¿cuál es el
camino para el ejercicio de la memoria
colectiva a la cual consagró casi toda
su obra?
-Por ahora, prefiero hablar en prime-
ra persona. En primera persona del sin-
gular ... No me considero vocero (o re-
presentante) de nadie, salvo de mí mis-
mo. Y, en ese orden de cosas, mi
, 'obra' , , como la llamás, eventualmen-
te pretende definirse por su capacidad
de desteologización ••• Quizá; otros dos
puntos de partida: Crisis de la ciudad
Hberal y Literatura argentina y reali-
dad política •.• A los que se podría agre-
gar lo que tengo en el bastidor (como
dicen los pintores): Heterodoxos de
América Latina.
-En el exiHo se han producido nu-
merosas obras. En el terreno de la
literatura ¿cómo evaluar esa produc-
ción?
-Lo más considerable de lo que he
leído (escrito en el exilio exterior) son
trabajos de Antonio Di Benedetto y de
Héctor Tizón. Un mendocino y un juje-
ño. Aclarándote que; por limitaciones
culturales (por lo menos) no pude leer
sistemáticamente lo que tendría que ha-
ber leído ... Con todo, creo que lo más
considerable fue el número de Temps
Modemes íntegramente dedicado a la
Argentina, dirigido por César Fernán-
dez Moreno, aparecido en diciembre de
1981 ... y que contenía trabajos de Por-
tantiero, Osvaldo Bayer, Juan Gelman,
Beatriz Sarlo, Osear Braun Menéndez,
León Rozitchner, Cristina Iglesias ...
-¿Cuáles caminos facilitarían la in-
tegración de esa enorme masa de ciu-
dadanos que hoy retornan?
-No creo que sea fácil, como no fue
fácil (con las lógicas diferencias) el re-
greso del exilio español después de la
muerte de Franco ... Cuarenta años allá;
diez años en nuestro país ... Como no
será simple el regreso del exilio chileno
expulsado por Pinochet, ni el exilio uru-
guayo, determinado por los generales
"orientales". Quizá, un común deno-
minador: no aferrarse a las viejas no-
menclaturas .•. Porque en esas viejas
nomenclaturas se han depositado todos
los resabios, rezagos, detritus y coagu-
lados que definen "el peso de las co-
sas". Y contra ese peso apuntan, me
parece, las únicas apuestas legítimas y
operativas.
-Nos deslizamos al terreno de la
política en la cultura. ¿Hay un defa-
saje entre la política cultural del Esta-
do y sus otras esferas, tanto económi-
cas como políticas?
-Son posiciones. Vamos aclarando
posiciones, tratando de aclararlas.
Quiero decirte: no me interesa el Esta-
do. Que viva su vida ... Yo prefiero
apostar a la sociedad civil: ésta es mi
franja, mi punto de vista, mi lugar de
trabajo ... Incluso, la zona a fortalecer;
espacio a convocar a muchos otros ar-
gentinos que sin el Estado parecen mos-
cas sin cabeza.
-En todo caso, ¿qué papel juega la
cultura en la democratización de la
vida en nuestra sociedad?
-En los años previos al '76, había
muchos "trabajadores de la cultura"
(como solían llamarlos) que empezaron
a descreer en la importancia y hasta en el
sentido de esa peculiar forma de produc-
ción Peculiar y privilegiada, si se
quiere Llegando a desdeñar la cultu-
ra. Lamentable circunstancia; penoso
desplazamiento ... Porque la cultura (en
mi caso, la literatura, el cine y el teatro)
puso de manifiesto su importancia de
manera trágica ... Quiero decir: a través
de las feroces represiones que la dicta-
dura aplicó a escritores, gente de cine y
de teatro. En el revés de la trama de esa
situación dramática, me sospecho, ha-
brá que saber el papel posible del queha-
cer cultural en la democratización de
Argentina. Sobre todo si se tiene en
cuenta que la cultura -para serlo- inelu-
diblemente debe ser democrática. Hoy,
a fines del siglo XX, resulta impensable
una cultura autoritaria; es decir, partici-
pativa, el resultado de una producción
comunitaria. Y que, por favor, no se me
argumente ni con Felipe 11, ni con Luis
XIV; ni con los faraones.
-Hoy, cuál es su trabajo y sus
proyectos?
-De uno, ya hablé, Heterodoxos •..
un libro de ensayos. En el terreno cine-
matográfico: la adaptación para Juan Jo-
sé Jusid (el director de los Gauchos
judíos) de una vieja novela mía: Los
dueños de la tierra.
-A modo de despedida ••• ¿En qué te-
mas le parece que tendremos que bu-
cear los argentinos para ser más fe-
lices?
-¿Más felices? .. Sí, sí. .. No me ani-
maría a sugerir nada en ese rubro tan
escabroso, aunque se me ocurre ahora:
en aprender, precisamente, a despe-
dirnos ... O
Marra Seoane
Ilustración: Darío Quintana
 La Guía
Los espectáculos. Cine. Teatro. Televisión. Radio. Música. Plástica
El canto de la Nueva Trova
Este parece ser el tiempo de los grandes regresos y visitas.
Al retorno de Nacha Guevara, a las presentaciones del orien-
tal Daniel Viglietti, el regreso de la Negra Sosa al Luna ~ark, a
los próximos arribos de Isabel Parra, Los Olimareños, Sole-
dad B~avo y alguno que otro músico popular brasileño (a
confirmar en su momento), tenemos ahora la grata y espera-
da visita de los dos más destacados representantes de la
Nueva Trova Cubana: Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.
Hace unos cuantos años que venimos escuchando sus te-
mas, al principio a escondidas, luego con ediciones especia-
les aparecidas en cassettes (Rabo de Nube, Días y Flores.
Mujeres. Unicornio de Silvio y Para Vivir. Aniversario.Filinde
Pablo gracias a un esfuerzo de Rafael Cedeño Editor. Por fin
hace un año y medio atrás se editan "oficialmente" mediante
un convenio de la empresa Polygram de la Argentina y Egrem
de Cuba. Claro que hubo una primera edición del primer beat
cubano en el año '70, Cuba Va, en donde además de Silvio y
Pablo, estaba otro entrañable amigo e integrante del Grupo
de experimentación Sonora: Noel Nicola.
Silvio Rodríguez nació en San Antonio de los Baños, peque-
ño pueblo de la provincia habanera, el 29 de noviembre de
1946. Comienza su labor profesional en 1967 en la Televisión
Cubana donde trabajó en el programa Mientras tanto. espa-
cio que jugó un papel muy importante en el desarrollo del
naciente movimiento de la Nueva Trova. Fueron también
importantes sus presentaciones en el marco de los Encuen-
tros de la Canción Política Organizados por la Casa de las
Américas.
En 1969 pasa a formar parte del Grupo de Experimentación
Sonora del ICAIC (Instituto Cubano de Arte e Industria Cine-
matográfico) del cual es miembro fundador junto con Pablo
Milanés y Noel Nicola. Con la empresa cubana EGREM (Em-
presa de Grabaciones y Ediciones Musicales) graba cinco
discos de larga duración conjuntamente con el Grupo de
Experimentación sonora y cuatro como solista. En 1981 es
premiado por la EGREM como el intérprete de mayor deman-
da internacional. Un año antes su canción Rabo de Nube
recibe el premio de la creatividad.
El Porteño, Abril /984 - 69
 2 LLa Guía] ~
Sih~ioRodríguez y Pablo Mil~nésen el país.
Silvio ha compuesto también música para varias produc-
ciones del Cine Cubano: El Hombre de Maisinicú. Al Sur del
Maniadero. La Nueva Escúela. Nadie tiene derecho a esperar.
Estudiante Vietnamita. Pablo. Vamos a caminar por casa y
Testimonio. Ha hecho grandes giras y presentaciones por la
República Democrática Alemana, URSS, Chile, Venezuela, Re-
pública Dominicana, México, Angola, Italia, Francia, España,
Estados Unidos, Suecia, Nicaragua y ahora la Argentina.
Pablo Milanés nace en la ciudad de Bayamo en 1943. Su
vida artística comienza en 1959 cuando ingresa en el Cuarteto
del Rey. En los primeros años de la década del sesenta tiene
una etapa como solista, actuando en clubs nocturnos, inter-
preta por entonces canciones románticas, de jazz, y sus pro-
pias canciones acompañándose con la guitarra. En el año' 65
ingresa en el cuarteto Los Bucaneros cuyo repertorio es más
variado. De esta etapa pertenecen temas como Mis veintidós
años. '.
En 1967 sus composiciones sufren un giro muy importante,
en cuanto a ritmos y contenido, al unirse a Silvio Rodrlguez y
Noel Nicola.Luego, como dijimos, fundarla con éstos el Gru-
po de Experimentación SonoraSe presenta en varios eventos
internacionales como el Festival de la Canción Polltica en la
ROA. en la Reunión de Asentamentos Humanos en Venezuela,
en las jornadas de la Cultura Cubana llevadas a cabo en
México, Polonia y Bulgaria, en el Festival Víctor Jara en Italia,
y en el espectáculo Nueva Trova en España. Estuvo también
en México, Chile, Francia y en 1980 realizó una extensa gira
por distintas ciudades de los Estados Unidos, cosechando
grandes triunfos.
Al igual que Silvio también trabajó en las bandas de sonido
de cinco largometrajes de ficción y unos veinte documentales
del cine cubano. Para la empresa EGREM graba unos diez
discos colectivos con otros integrantes de la Nueva Trova y
cuatro larga duración como solista.
La música de estos dos cantautores ha ido creciendo y
madurando con el tiempo. Tanto las crudas visiones de Pablo,
como la poétíca simbolista de Silvio, los han llevado al lugar
tan importante que hoy ocupan dentro de la canción popular
Latinoamericana. Sus temas han sido interpretados por va-
rios músicos como Mercedes Sosa, Chany Suárez, los uru-
guayos Washington Carrasco y Cristina Fernández, la chilena
Isabel Parra,los brasileños MI Nascimento y Chico Buarque
de Hollanda, Nacha Guevara y la venezolana Soledad Bravo.
Los discos editados por Polygram fueron los siguientes: De
. Silvio Rodríguez Sueño con Serpientes. una recopilación de

I
sus LO Rabo de Nube y Dias y flores que contiene estos
temas; Como esperando Abril. Playa Girón. Olas y flores, En el
claro de la luna. El dia feliz está llegando. Sueño con serpien-
tes. Yo digo que las estrellas, La venganza. Esta canción y
Vamos a andar. Mujeres con los temas En estos días. Ya no te
\ espero. ¿Dónde pongo lo hallado? Río. te doy una canción.
Cierta historia de amor, ¿Adonde van? Hoy no quiero estar

I
lejos de la casa y del árbol. Esto no es una elegia. Aceitunas. Y
nada más y el tema que da nombre al disco, Mujeres. El último
disco editado fue Unicornio que incluye Por quien merece
amor. La Gaviota. Son desangrado. Pioneros. Hoy mi deber.
La primera mentira. Canción urgente para Nicaragua. El sol
no da de beber. La Maza y Unicornio.
De Pablo Milanés se editaron dos LO. Años y Aniversario. El
primero contiene: No me pidas. Si morimos. Son de Cuba a
Puerto Rico. Años, Ya ves, Yo note pido. El manantial, Vamos
a jugar al pasado, Día de Reyes. Es rubia. el cabello suelto, y
Volveremos. El disco Aniversario contiene: Aniversario l.
Abril. Créeme (cuando te diga). Siempre te vas en las tardes. !

Amor, Que ya viví ••. que te vas. La Leyenda del caminante.

Crin hirsuta y Aniversario 11.
La visita de estos dos grandes de la I"ueva Canción sin duda
es un acontecimiento no 5010 cultural, sino también social y
politico. Su recorrida por nuestro país incluye ocho presenta-
ciones en el Estadio Obras de la Capital Federal (del 5 al8 y del
12 al 15). en la ciudad de Córdoba el1 o y el11, en La Plata el16,
en Santa Fe el 17, en Rosario el 18, en Mendoza el 19 y en
Tucumán el 21. La espera, sin duda, valió la pena.

70 - El Porteño. Abril 1984


Aquí Estoy por Nacha
Guevara (MusicHall)
Acompañando a su brillante
retorno a la Argentina, la gran
Nacha presenta. su nuevo disco,
titulado al igual que su show,
Aquí Estoy. Toda la polenta de su
voz, de su timbre agudo, nos ha-
cen vibrar a través de los temas
de este disco; con arreglos y di-
rección orquestal de Alberto Fa-
vero. La placa incluye Te quiero
de Mario Benedetti y Favero, To-
davía también de Benedetti-
Favero, Construcción de Chico
Buarque de Hollanda, Yo te nom-
bro de Gian Franco Pagliaro, No
llores por mí Argentina 'de la
Opera Evita y el hermoso tema
de Amaury Pérez, Para cuando
me vaya.
Sol de los Andes por
Los Kjarkas (Philips)
Este es el segundo disco que se
edita en nuestro país de los boli-
vianos Los Kjarkas. En Bolivia ya
llevan editados mas de seis larga
duración, de los cuales Canto a la
mujer de mi pueblo (el otro que
apareció en la Argentina) ganó el
disco de platino. Su música es
específicamente andina, esto es,
con ritmos típicos de la región. La
fuerza en el canto, la armonía y la
calidad en la ejecución caracteri-
zan a estos cinco hermanos boli-
vianos, a los cuales sería intere-
sante verlos personalmente.
Desde ya esperamos su visita.
Después de ocho años
Daniel Viglietti (RPM)
Otro que retornó del exilio por
la puerta grande presentado en
esta interesantísima recopilación
con temas extraídos de sus dis-
cos Canciones para el hombre
nuevo, Canciones chuecas y Can-
to Libre. Es un placer volver a oír
Gurisito del propio Viglietti o lIins y Bill Bruford en batería y
Duerme Negrito de Atahualpa
Yupanqui. También están Me
TIla Guía]
Discos
matan si no trabajo (Guillén-
Viglietti, Padro Rojas (Vallejo-
Vigliettil, Yo no soy de por aquí
(Benavídez-Vigliettil, Qué dirá el
santo Padre y Mazúrquica Mo-
dérnlca de Violeta Parra, Dlnh-
Hung, juglar y Cantaliso an un
bar. Sin desperdicio.
Pipas de la paz por
Paul Mc Cartney (EMI)
A esta altura del partido, o
mejor dicho de su carrera, el ex-
Beatle Paul Me Cartney hace los
discos de taquito. No le cuesta en
lo más mlnimo crear esas agra-
dables melodías que hace jugar
con su voz. Temas bailables y
modernos con las típicas baladas
aporta este disco. Pero Paul no se
rodea de cualquier músico. Hasta
en eso busca la perfección. En Pi-
pas de la Paz están además de su
mujer Linda, Andy McKay, Stan-
ley Clarke, Steve Gadd, Eric Ste-
wart, su ex-compañero y siempre
amigo Ringo Starr y la sensación
mundial discográfica, el cantante
Michael Jackson.
Libreto por Al Di Meola
(Colombia)
Un buen reencuentro con este
eximio guitarrista, que salvo sus
últimas apariciones con otros
dos "mancos" como Paco de Lu-
cía y John MacLaughlin, dejaba
mucho que desear en sus placas
solistas. El aburrimiento y el páli-
do virtuosismo lo reemplazó aquí
por las melodías mucho mas ela-
boradas y digeribles. El cambío
se debe sin duda alguna al músi-
co que lo acompaña: Jan Ham-
mero Toca los teclados y la bate-
ría electrónica, además de ser co-
compositor de casi todos los te-
mas. Pero además están ,'hil Co-
Tony Levin en bajo, como para
que la cosa salga aún mejor.
<
El hombre de Utopía
por Frank Zappa (CBS)
Después de algunos años que
no se editaba a Frank Zappa nos
llega ahora esta placa que es una
recopilación de temas grabados
en estudio y en vivo. La caracte-
rfstica en la composición de Zap-
pa se hace nuevamente presente.
, Estructuras melódicas com-
plejas, con contrapuntos y un
juego constante con la voz que
canta y dice cosas que importan y
que también hacen gracia. Zappa
no pierde los pelos ni las mañas.
Las últimas.
composiciones
por Violeta Parra (RCA)
En realidad no son las últimas,
pero no importa. La edición de
estos clásicos de la gran chilena
siempre. son bienvenidos. Así es-
cuchamos Volver a los 17, Canto-
res que reflexionan, Mazúrquica
modérnica, Arauco tiene una pe-
na, Maldigo del alto cielo, Rin del
Angelito, Run run se fue p'al nor-
te y Según el favor del viento,
entre otras.
Ritmos negros de Perú
por Nicomedes
Santa Cruz (RCA)
'Para completar un mapa del
sur de América, ahora le toca el
turno al ¡;Iaís de los Incas. Desde
allá nos llegan estos encantado-
res, a veces tristes, pero siempre
vibrantes ritmos negros. El intér-
prete es un conocedor de los mis-
mos, Nicomedes Santa Cruz,
acompañado por su grupo Cu-
manana. Escuchamos Habanera,
Festajo, Alcatraz, Lundero, Ingá,
Zaña, Landó, Pan alivio, ritmos
característicos de origen africa-
no, mixturados con los ameri·
canos.
Mi voz renacerá
por Celeste Carballo
(DG-Interdisc)
Sequnc, placa de esta cantan-
te de rack y blues, que ya no grita
tanto como antes, sino que ahora
se ha tranquilizado un poco. Yes-
to le hizo muy bien. Hay igualmen ..
te rocks y algún blues, pero no
falta la balada ni el folk. Entre los
temas que canta se destacan Mi
voz renacerá que hiciera junto
con su baterista Lucio Mazaira,
Adonde van de Horacio Fontova,
Artesana de la vida de Ana Pahn
y Celeste, y El dueño del cielo
azul de Claudia Sinesi.
90125 por Ves (ATCO)
Estos últimos años se han ca-
racterizado por la reunificación
de viejos grupos ya disueltos. El
caso de Ves no podía hacerse es-
perar. Y el retorno de estos inicia-
dores del denominado rack sin-
fónico es bastante auspicioso.
Sin dejar de lado las clásicas
construcciones musicales que
solían hacer, también está pre-
sente ahora un arreglo mas com-
pacto, más armado, bien moder-
no, con una buena marcación de
la base rítmica, este re-unido Ves
está formado por John Anderson
en voz, Chris Squire en bajo y
voz, Trevor Rabin en guitarra, te-
clados y voz, Tony Kaye en tecla-
dos y Alan White en batería, per-
cusión y voz.
El Porteño. Abril /984 - 7/

Recital ••
VI.rn.s 6:
Lila Carballo y Tony Lewis en Merlyn
Mestizo en Entreacto
Púrpura en La Esquina del Sol
Mónica Posseen Discoteque
Pandemonium (Laferr~re)
Los Twist en Discoteque Sirrosis
(Pilar.)
Clave Folk en Curriculum
Amelita Baltar en Claxon
Sexteto de Lucio Mazaira en Jazz y
Pop
Cristina Fernándezy Washington
Carrasco de Canto Popular Uruguayo
en La Peluquerla
Francisco Rivero, Andrés Boyarsky,
Horacio Larumbe, Negro Gonzálezy
Junior Césare en La Trastienda
Zas en Shams Jazz Bar
Ciclo de jazz en Planta Baja
Grupo de los Pueblos en Café del
Revato
Sábado 7:
Cristina Aguayo y Factorla en Merlyn
Mestizo en Entreacto
La Torre en L, Esquina del Sol
Los Twist en Pinar de Rocha (Ramos
Mejla)
Fat Fernándezen La Trastienda
Clave Folk en Curriculum
Rubén Juárez en Claxon
Hernán Oliva y el Cuarteto Jazz y
Pop en Jazz y Pop
Cristina Fernándezy Washington
Carrasco de Canto Popular Uruguayo
en La Peluquerla
Grupo de los Pueblos en Café del
Retrato
Domingo 11:
Iris Guiñezú y Norberto Mlnichillo en
Merlyn
Cristina Durán en Entreacto
Clave Foulk en Curriculum
El güevo en Jazz y Pop
Jam Session en La Trastienda
Lunes 9:
La Banda de Pocho Lapouble, Ziegler
y Asociados en La Trastienda
Martes 10:
Sexteto Luis Borda en La Trastienda
Ml6rcol •• 11:
Dúo Siembra en Merlyn
M9no Fontana y Lito Epumer
Trastienda
Cine
Cinemateca
Se destacan este mes de abril
la programación de (a Cinemate-
ca Argentina con el pre-estreno
de un film inédito en el país Que
la fiesta comience del brillante
realizador Bertrand Tavernier,
con las actuaciones de Phillipe
Noiret y Je'an Rochefort. Otros
films para destacar son Blade
Runner policial-negro-futurista
de Ridley Scott con Harrison
Ford, un ciclo de realizadores ale-
manes con Kastelmacher. La vi-
da Intima de LiIi Marlene y. El de-
seo de Verónica Voss todas de
Rainer Werner Fassbinder, Seña-
les de vida de Werner Herzog y El
Tambor de Volker Schlbndorff.
Se verá también Mamá cumple
100 años de Carlos Saura, Reds
de Warren Beatty, Carrie y Blow
Out ambas de Brian de Palma,
Mientras la ciudad duerme de
John Huston, La heredera de Wi-
Iliam Wy(er y el film argentino La
República Perdida de Migue(
Pérez.
72 - El Porteño, Abril 1984
TIla GuíaE
Jueves 12:
Trio Estaño en Merlyn
Héctor Abando en Entreacto
Lito Vitale, Jorge Cumbo y Lucho
Gonzálezen La Trastienda
Sax Ensamble en Jazz y Pop
Rubén Rada en Shams Jazz Bar
VI.rnes 13:
Lila Carballo y Tony Lewis en Merlyn
Púrpura en La Esquina del Sol
Cantares en Entreacto
Francisco Rivera. Andrés
Horacio Larumbe, Negro Gonzálezy
Junio Césare en La Trasttenda
Amelita Baltar en Claxon
Sexteto de Lucio Mazaira en Jazz y
Pop
Dúo Salteño en La Paiuquería
Saks en Curriculum
Zas en ShJms Jazz Bar
Ciclo de jazz en Planta Baja
Grupo de los Pueblos en Café del
Retrato
S6bado 14:
Cristina Aguayo y Factorla en Merlyn
La Torre en La Esquina del Sol
Los Abuelos de la Nada en Pinar de
Rocha (Ramos Mejla)
Javier Mart{nez en Entreacto
Fats Fernández en La Trastienda
Rubén Juárez en Claxon
Hernán Oliva y el Cuarteto Jazz y
Pop en Jazzy Pop
Dúo teñó en La Peluquerla
Cantares en Strasburgo
Claudia Puyó en Shams Jazz Bar
Sunrise en Planta Baja
Viracocha en Café del Retrato
Domingo 15:
Iris Guiñazú y Norberto
Merlyn
Chiche y Claudia en Entreacto
Jam Sesslon en La Trastienda
El guevo en Jazz y Pop
Lun •• 16:
La Banda de Pocho Lapouble, Ziegler
y Asociados en La Trastienda
Martes 17:
Sexteto Luis Borda en La Trastienda
Miércoles 18:
Dúo Siembra en Merlyn
Mono Fontana y Lito Epumer
en La
Trastienda
Leopoldo Lugones
Por su parte en la Sala Lugones
veremos films de Pier Paolo Pas-
solini (El Evangelio según San
Mateol. Bernardo Bertolucci (La
Lunal. Dino Risi (Caro Papá l. Sam
Peckinpah (La Pandilla salvajel.
un film con los Hermanos Marx
(Una noche en Casa blanca l. AI-
fred Hitchcock (Rebeca l. Martin
Scorsese (Calles peligrosasl
(ngmar Bergman (El huevo de la
serpientel.
Museo del Cine
Continuará con su ciclo Plan-
teas sociales en el cine Argenti-
no. Viernes 6 Kilómetro 111 de
Mario Soffici; miércoles 11 Pri-
sioneros de la Tierra también de
Soffici; viernes 13 ...Y mañana
serán hombres de Carlos Bóreos-
que; miércoles 18 Héroes sin fa-
ma de Mario Soffici; miércoles 25
Los Afincados de Leónidas Bar-
letta; viernes ·27 Malambo de Al-
berto de Zavalía.y el miércoles 2
de mayo Detrás de un largo muro
de Lucas Demare.
Jueves 19:
Trio Estaño en Merlyn
Héctor Abando en Entreacto
Lito Vitale, Jorge Cumbo y Lucho
González en La Trastienda
Sax Ensamble en Jazz y Pop
Rub~n Rada en 5hams Jazz Bar
Viernes 20:
Lila Carballo y Tony Lewis en Merlyn
Dúo lsa en Entreacto
Púrpura en la Esquina del Sol
Francisco Rivera, Andrés Boyarsky,
Bovarskv,
Horacio Larumbe, Negro González y
Junior Césare en La Trastienda
Amelita Baltar en Claxon
Sexteto de Lucio Mazaira en Jazz y
Pop
Quinteto Clave en La Peluqería
Zas en Shams Jazz Bar
Ciclo de jazz en Planta Baja
Dúo Salteño en Bar Latino
Grupo de los Pueblos en Café del
Retrato
Sábado 21:
Lila Carballo en Entreacto
Cristina Aguayo y Factoría en Merlyn
La Torre en La Esquina del Sol
Los Abuelos de la Nada en Tandil
Fats Fernández en La Trastienda
Cantares en Strasburgo
Rubén Juárez en Claxon
Hernán Oliva y el Cuarteto Jazz y
Pop en Jazz Ir Pop
Quinteto Clave en La Peluquerla
Silvina Garré en Shams Jazz Bar
MarIa Odevek en Planta Baja
Dúo Salteño en Bar Latino
Grupo de los Pueblos en Café del
Retrato
Domingo 22:
Iris Guiñazú y Norberto Minichillo
Merlyn
Minichillo en Pena y Donaire en Entrecto
Jam Session en La Trastienda
El guayo en Jazzy Pop
Lunes 23:
La Banda de Pocho Lapouble, Ziegler
V Asociados en la Trastienda
Martes 24:
Sexteto Luis Borda en La Trastienda
Miércoles 25:
Dúo Siembra en Merlyn
Mono Fontana y Lito Epumer
Trastienda
Jueves 26:
Trio Estaño en Merlyn
en La Héctor Abando en Entreacto
Lito Vitale, Jorge Cumbo y Lucho
Funciones especiales
En ell.R.C.A. (Instituto de Reali-
zación y Análisis Cine'matográfi-
col con debate posterior coorqi-
nado por Ariel Sandoval, habrá
fu nciones especiales todos los
sábados de abril a las 21.30. El 7:
Sé justa y no temas nada de Jutta
Bruckner; el 14 El afiche rojo de
Frank Cassenti; el 21 Año de
e hambre de Jutta Bruckner y el 28
La coleccionista de Eric Rohmer.
La Secretaría de Cultura sigue
presentando en la Asociación del
Personal Superior de SEGBA el
cicloMirthaLeqrand, los jueves a
las 20.30 y 22. El 12 Cinco Besos
de Luis Saslavsky; e) 19 Pasapor-
te a Río de Daniel Tinayre; el 26
La doctora quiere tangos de Al-
berto de Zavalía y el3 de mayo La
vendedora de fantasías de Da niel
Tinayre.
Direcciones
Cinemateca Argentina-Teatro
SHA: Sarmiento 2255.
Sala Leopoldo Lugones: Piso 100
del Teatro Municipal General San
Martín.
González en La Trastienda
Sax Ensamble en Jazz y Pop
Rubén Rada en Shams Jazz Bar
Viernes 27:
Lila Carballo y Tony Lewis en Merlyn
Púrpura en La Esquina del Sol
Javier Martínez en Entreacto
Franciso Rivero. Andrés Boyarsky,
Horacio Larumbe, Negro Gonzálezy
Junior Césare en La Trastienda
Amelita Baltar en Claxon
Sexteto de Lucio Mazaira en Jazz y
Pop
Dúo Salteño en La Peluquerla
Zas en Shams Jazz Bar
Ciclo de jazz en Planta Baja
Los Trovadores en Bar Latino
Grupo de los Pueblosen Café del
Retrato
Sábado 28:
Cristina Aguayo y Factoría en Merlyn
Javier Martfnez en Entreacto
La Torre en La Esquina del Sol
Fats Fernández en La Trastienda
Saks en Currículum
Rubén Juárez en Claxon
Hernán Oliva y el Cuarteto Jazz y
Pop en Jazzy Pop
Dúo Salteño en La Peluqerla
Süvtne Garré en Shams Jazz Bar
Gerardo León en Planta Baja
Los Trovadores en Bar Latino
Grupo de los Pueblos en Café del
Retrato
Domingo 29:
Iris Guiñazú y Norberto Minichillo en
Merlyn
Cuarteto Entreacto en Entreacto
Jam Session en La Trastienda
El Güevo en Jazz Pop
en Lunes 30:
La Banda de Pocho Lapouble, Ziegler
y Asociados en La Trastienda
DIRECCIONES:
Merlyn - Montevideo 1655
Entreacto - Vidal 2164
La Esquina del Sol . Gurruchaga y
Guatemala
La Peluquerla- Bolívar 949
La Trastienda ~ Thames y Gorriti
Claxon ~ Sánchez de Bustamente
1187
Curriculum ~ Serrano 1549
en La Jazz y Pop - Chacabuco508
Strasburgo - Cabildo al 4600
Shams Jazz Bar ~ Federico Lacroze
2121
Planta Baja - Zabala 1736
Bar Latino - Medrana 106
Café del Retrato· Defensa 1295
Museo del Cine: Sarmiento 2573.
I.R.C.A. en Sociedad Argentina
de Artistas Plásticos (S.A.A.F.)
Viamonte 458.
Asoc. P.S. de SEGBA: San José
225.
Cursos
Formación cinematográfica
(Realización, producción y exhi-
bición I análisisy crítica) a cargo
del director del Museo del Cine,
Guillermo Fernández Jurado. Lu-
nes y jueves de 20.30 a 22 en el
Museo, Sarmiento 2573.
Los siguientes cursos se dicta-
rán todos en el Cine Club Buenos
Ayres, Corrientes 1996, 10 piso,
tel. 49-7099. l'otografía: Eduardo
Gil, Video: Miguel Angel Panse-
ra; Historia ilustrada del cine: Al-
berto Farina e Introducción a la
crítica cinematográfica: Claudio
Daniel Minguettl.
También Alberto Farina inicia
un curso de análisis e historia
ilustrada del cine en La Manzana
de las Luces. Perú 252, tel. 33-
6262.

Cuando se estrenó oficial y co-
mercialmente, hace ya diez años,
el film La Hora de Los Hornos,
fueron muchas las polémicas
que levantó entre el público. Tan-
to !' favor como en contra. Hoy
con el reciente estreno de otro
largometraje, Los Hijo. de Fierro,
la situación en cierta forma se re-
pite. Nuevamente el nombre de
Fernando "Pino" Solanas pasa a
un primer plano.
y no es para menos. Este, po-
dríamos decir, es su primer largo
de ficción. en él se puede leer una
visión política de la Argentina de
los años previos a la asunción del
gobierno por Héctor Cámpora y
el retorno del exilio de Juan Do-
mingo Perón. Pero el film va más
allá de un mensaje político y doc-
trinario.
Filmado entre 1972 y recién ter-
minado el proceso de laboratorio
y edición en el '74, nunca pudo
estrenarse en el país. Recién se
exhibe por primera vez en el Fes-
tival de Cannes en 1978 y se lo
lanza comercialmente el 8 de oc-
tLibre de 1980 en París. Entre los
premios que cosechó el más im-
portante es el Gran Premio del
Festival Internacional del Cine
del Tercer Mundo, en Cartagena
'78.
Ya con la democracia Los Hijos
de Fierro puede ser visto en su
propio país de origen. Y el film es
una verdadera sorpresa. No tan-
to por su contenido, con el cual
habrá aún discusiones y disiden-
cias, sino mas en su trato formal,
Eyita
(Quien quiera oír que oiga)
Está anunciado para fines de
este mes el estreno de un film
dedicado a la vida de María Eva
Duarte de Perón. El mismo está
realizado por el debutante en lar-
gometraje Eduardo Mignona. Es-
tá producida por Mario Alvarez y
el guión le pertenece a Mignona y
Santiago Carlos Oves.
El film está estructurado me-
diante tres procedimientos: la
parte ficcional, el documental y el
reportaje. El nudo central del film
es el viaje que emprende Eva
-aún adolescente- desde Los
Toldos, su pueblo, hasta Buenos
Aires. Durante el trayecto de di-
cho viaje es donde se inserta el
material de entrevistas y de ar-
chivo documental. Entre los en-
trevistados aparecen su maestra
TIla GuíaR
Cine
Los Hijos de Fierro
en su realización específicamen-
te cinematográfica, la obra de So-
lanas es realmente notable.
Solanas trabajó su rnatertal
desde el punto de vista de un re-
lator y desde la visión autocrítica
de sus personajes, con la mayo-
ría de los diálogos en off y me-
diante un juego de realidad histó-
rica y ficción nos va mostrando
en Los Toldos, una amiga de la
infancia, los escritores Juan José
Sebrelli, Dalmiro Sáenz, José Pa-
blo Feinmann, José María Casti-
ñeiras de Dios, el historiador Jo-
sé Maria Rosa, Arnaldo Rascovs-
kv, Pérez Esquivel, Ernesto Sába-
to, Silvina Bullrich, el periodista
norteamericano Jack Anderson,
Arturo Mathov, Félix Luna, Jorge
Abelardo Ramos y otros más.
Para el papel de Evita adoles-
cente se eligió a Flavia Palmiero,
que hace aquí su debut en cine.
La fotografía es de Marcelo Ca-
morino, y la música fue com-
puesta especialmente por Litto
Neb.bia, sl.ar¡do los temas canta-
dos, interpretados por Silvina
Garré.
un camino, marchas y contra-
marchas que han marcado a
nuestra historia durante el perío-
do histórico que reseña. Y a pesar
de los años transcurridos desde
su realización, el film aún tiene
vigencia.
Así van apareciendo distintas
etapas de la resistencia popular:
Feos, Brutos y Malos
A nueve años de su realización,
se ha estrenado por fih esta sa-
gaz, inteligente y descarnada
obra de Ettore Scola. Pertene-
ciente a su etapa más brillante
Feos, Brutos y Malos (Bruttl,
Sporchl e Cattlvl en el original) es
posterior a la hermosa y nostálgi-
ca Nos hablamos amado tanto y
anterior a la excelente Una jorna-
da muy particular.
Scola nos muestra a los habi-
tantes de una villa miseria en los
suburbios de Roma y con la cú-
pula de la Capilla Sixtina aso-
mándose en el horizonte. Mas
precisamente nos presenta a los
integrantes ds una gran familia
(diecinueve miembros) coman-
dados por el capo-familia, Gia-
cinto, una especie de Padre-
Patrón encarnado brillantemente
por Nino Manfredi,
Recomendaciones
Carmen de Carlos Saura con An-
tonio Gades y Laura del Sol.
Silkwood de Mike Nichols con
Meryll Streep y Kurt Russell.
Desaparecido de Costa-Gavras
con Jack Lemmon y Sissy
Spacek.
los asesinatos en José León Suá-
rez, la muerte de Felipe Valiese,
las huelgas fabriles durante el
gobierno de IlIia, las divisiones
internas entrellos sindicalist.as
combativos y los que formarían
la posterior burocracia entreguis-
tao El asesinato de Alonso, la ma-
sacre de Trelew.
Las imágenes crudas, directas,
descarnadas, no dejan nunca el
lugar a lo obvio, el panfleto. El
lenguaje utilizado es sencilla-
mente magistral. Nos cuenta una
historia nueva, aunque es una
historia conocida, vivida. Hay
también lugar para el humor, ne-
cesario sin duda frente a tanta de-
sesperación y drama humano.
Las escenas de las elecciones in-
ternas en el slndicato y la poste-
rior conquista de la dirección del
mismo, ésta mediante un juego
de truco - en donde la ironía est<Í
puesta magistralmente- no
dejan de ser dos hallazgos increí-
bles.
Todo el rubro técnico está muy
bien puesto. Desde el vertil1inoso
montaje contando situaciones
paralelas, como la iluminación
de corte neorrealista, pasando
por la música y la voz de Alfredo
Zitarrosa, se conjugan perfecta-
mente para que el film sea un to-
do coherente, entretenido, in-
quietante y -valga la insistencia-
notable. Los Hijos de Fierro nos
vuelve a traer un cine -el polfti-
co-- que lejos del panfleto, está
insertado directamente en el ar-
te, en la cultura popular.
Las miserias humanas, la vida
marginal, la pobreza de alma y
cuerpo deambulan durante todo
el.metraje del film. Nadie en esa
v)lla -en la familia- se salva de la
~ivisección llevada a cabo por
Scola y su co-guionista Ruggero
Maccari. Hay ladrones, lúmpe-
nes, lisiados, prostitutas, malan-
dras, travestis. Todos caen bajo
la lente, que no pide permiso. Va
y se mete en cada uno de ellos.
Aunque tarde llega este estre-
no por culpa de la prohibición del
extinto Ente de Calificación, la vi-
sión de Feos Brutos y Malos se
hace no sólo recomendable -pa-
ra reecontrarnos con el mejor ci-
ne italiano-- sino imprescindible
para vernos en cierta forma re-
flejados. Las penurias y desdi-
chas de esta gente, no son parti-
culares, son universales.
Expreso de Medianoche de Alan
Parker con Brad Davis y John
Hurt.
Pink Floyd The Wall de Alan Par-
ker con Bob Geldorf.
La Patagonia Rebelde de Héctor
Olivera con Federico Luppi y Luis
Brandoni.
El Porteño, Abril 1984 - 73
 > LLaGuíaE
De todo un poco
CAZANDO CHIVOS ARTES PLASTICAS
Es un tema que espanta. Su so- "Tan sólida es su presencia que Dos pintores, un escultor y de la temporada. Expone en
la mención provoca gestos de "la actualmente y en cualquier pro- un fotógrafo, serán los expo- Capelli y Centoira (Montevi-
boca se te haga a un lado". Es, ni ductora o empresa, el chivo se sitores de abril en la galería deo 1780). desde el 21 de
más ni menos, como las brujas: cuenta entre los demás gastos
Ruth Benzacar. Felipe Pino marzo y hasta el 10 del co-
que nadie las vio, pero que las normales de un negocio: alquiler
hay, las hay. Estimados revis- tanto, sonido tanto, municipali- colgará óleos recientemente rriente, unas 70 fotos selec-
taespectadores, eon ustedes, dad tanto, fulano de tal diario, elaborados en los que se insi- cionadas entre las 500 que al-
uno de los más recomendados y radio o revista, tanto" núa un talante más figurati- canzó a realizar en la misma
solicitados personajes de la fa- agrega nuestro infidente, vo. Como es frecuente en él, galería a lo largo del ejercicio
rándula periodística: el "chivo". para sentenciar finalmente: "Eso ha partido de la observación 1983. Parte de esos trabajos
Para los legos, que difícilmente sí, no existe forma de probar na- e incluso de la documenta- son retratos hechos a los ar-
existan a esta altura de la banca- da. No hay papeles firmados, no ción fotog ráñca de ciertos tistas que expusieron duran-
rrota espirituaí, aclaremos que hay boletas, nada. Simplemente
chivo -en la jerga de los medios objetos, en este caso, de dife- te el período en esa sala del
se usa un teléfono, una gacetilla,
de comunicación-- no es otra co- un par de discos, un par de entra- rentes trastos escenográfi- barrio norte y los restantes,
sa que la célebre y cada vez me- das y un sobrecito con la corres- cos y elementos de utilería registros obtenidos en las
nos practicada "gauchada" ar- pondiente guita". pertenecientes al Teatro Co- inauguraciones que allí tu-
gentina, pero con la vulgar-aun- Otro botón amigo aporta más Ión. Su c o l e q a Marcia vieron lugar, fotos color en
que redituable- diferencia de que claridades sobre las sombras: Schvartz estará a su vez re- las que además de buena
existe una extorsiva recompensa "Los creadores que intentan eva- presentada por varios lien- parte de nuestra colonia
de por medio. En otras palabras: dir a los pulpos que manejan
la tristemente famosa "mojada zos dedicados a temas urba- plástica figura buen número
-tanto el diseño de actuaciones
de mano al periodista". O moja- como su promoción- mueren, nos-rincones, casas y perso- de espectadores corrientes.
da de estómago, y en muchos ca- casi siempre, en el anonimato. najes de la ciudad- y de un
sos otro tipo de mojada. Fijate cómo será de ganancioso tono muy particular, entre
Si bien es cierto que los mati- el fato que conozco a más de un realista y subjetivo, en tanto
ces del chivo son numerosos, su comentarista o crítico que han Terminada ya la remodela-
que el escultor Albertot-iere-
propósito es invariable: promo- montado agencias de prensa, a ción del sector destinado en
dia sumará obra anterior a
cionar -manijear, bah- un pro- los que no les importa si sos un el Museo Nacional de Bellas
ducto o un determinado prójimo. este conjunto de individua-
perro tocando, actuando o escri- Artes a la colección Hirsch,
Hay gente que suele arriesgar biendo: importa que tengás un les, es decir, piezas entre las
será por fin puesto a disposi-
acerca de su nacimiento: dicen par de lucas para poner, total ya que no incluirá ninguna iné-
ción del público todo ese ma-
que toda la parafernalia habrfa se consiguió que el argentino dita. Finalmente estará Pedro
terial compuesto por pintu-
empezado con los primeros favo- medio se acople al exitismo. Esto Roth en la salita delantera
res dentro de los suplementos está cada vez más podrido" ter- ras, esculturas y objetos tales
-que el local de Florida 1000
culturales de nuestros diarios. minó quejándose. I se dedica a producción gráfi-
como un gobelino del siglo
"Las señoras gordas, poetas Un dato final: existen excep- 17 y un armario holandés fe-
ca. Pliegues es el título que
de fin de semana, amigas de los ciones, por supuesto, que eluden chado, asimismo, en 1662. La
dueños de medlqJfueron las pro- este repugnante oficio. Pero po- pondrá a sus cosas porque
sala abrirá probablemente a
pulsoras del chivo, loco" afirma cos, muy pocos. De uno y otro precisamente de eso se trata:
mediados de este mes y en-
sin empacho un colega de anti- costado. Entre los "rnanijeados" fotografías de pliegues de
tre las 26 piezas de la dona-
gua experiencia en el tema. "Pe- hay excelentes talentos así como metal, papel, tela, cortezas
ro así como la coima, la cometa y entre los criticas, excelentes co- ción podrá verse además un
de árbol, piel humana, etc.
otras delincuencias domésticas mentaristas. El problema está en retrato hecho por Rembrandt
Todo en blanco y negro y en
fueron sacando carnet de su- que de mantenerse esta ~structu- a su hermana Lisbeth van
formatos que oscilarán des-
puesta legalidad, el chivo es ac- ra chivera, jamás se conseguirá Rija, una composición de te-
tualmente una Institución: o gar- que se multipliquen los canales de un metro por un metro
ma religioso cuyo autor es
pás o no t.e dan bola en los suple- naturales por donde se difundan hasta los 20 x 20 centímetros.
Jacob Cornelisz van Ostsa-
mentos de espectáculo, agendas las diferentes expresiones creati-
nen, dos óleos de Rubens,
musicales, cartelera de recomen- vas. Que es casi como decir, ja-
daciones, pasadas de discos y más se saldrá de los pantanos de varias tallas en madera y en
programejos de TV" asegura la muerte. Porque pagar para Otro fotógrafo, Ricardo mármol, una terracota del si-
otro conocedor de las correrías crear es morir un poco. Blau, tiene su lugar también glo 15 y un bronce venecia-
de chiversos vernáculos. Césa¡ Hermosilla Spaak en la cartelera de comienzos no: Neptuno con tridente,

VI Jornadas Argentinas de Cine Independiente

Como viene sucediendo desde ne independiente en una sala ci-
hace cinco años, para ser más
r -sciso desde la Semana Santa
. 4'JORNADAS ARGE nematográfica especial para este
fin; el UNICA show (selección de
del 79, se realizarán nuevamente
DELCINE NO PROF films premiados internaciona-
en Villa Gesell, las Jornadas Ar- les); selección de los films que
gentinas de Cine Independiente, nos representarán en UNICA '84,
organizadas por UNCIPAR a realizarse en el Estadio Carlos
-Unión de Cineístas en Paso Re- Marx de la República Democráti-
dicido- con el auspicio de la Mu- ca Alemana en setiembre del co-
nicipalidad de Villa Gesell. rriente año; proyección de los
Esta sexta edición, que abarca- films seleccionados; la Federa-
rá los días jueves 19, viernes 20 y ción Argentina de Cine Indepen-
sábado 21, tiene la particularidad diente (FAC.I.).
de ser la primera bajo un gobier-
no constitucional. El programa La participación en estas jorna-
(al momento que esto se escribe das es absolutamente gratuita.
no estaba íntegramente detalla- UNCIPAR organiza el traslado-
do) ha destinado espacio para: estadía desde la Capital para
mesas de discusión de la juven- quienes quieran utilizar ese serví-
tud sobre cine independiente; cio.Para más informes dirigirse a
mesas con personalidades de la UNCIPAR, Defensa 59~, 1° piso
Cultura y la Política sobre Cine y dé lunes a viernes de 17 a 21 hs. o
Democracia.iprovecciones de ci- llamar al 33-1609.

74 - El Porteño, Abril 1984


Pino Solanas:
Hacia un Tercer Cine
En estos días se exhibe en la cartelera cinematográfica porteña la
película "Los hijos de Fierro", de Fernando Solanas, autor de la
célebré'La Hora de los hornos'.'En este reportaje el cineasta argentino
traza algunas líneas fundamentales de su concepto de un Tercer Cine
independiente de modelos culturales europeos y norteamericanos.
ás allá de la película La hora de
M los hornos, que en el últimoFesti-
val de Cine de Huelva -España-
mereció integrar la lista de las diez pelí-
culas más importantes de la filmografía
latinoamericana, la obra de Fernando
Solanas no es excesivamente conocida
en nuestro país. Si bien sabemos que La
Hora •••fue exhibida en 42 países y me-
reció numerosos premios internaciona-
les, desconocemos parcialmente el resto
de su actividad en otros largos, cortome-
trajes y films publicitarios. Pino Sola-
nas, quien fue presidente de la Asocia-
ción de Productores Independientes, in-
tegrante de comisiones nacionales de
desarrollo de la cinamatografía y profe-
sor de realización en diversas escuelas
latinoamericanas y europeas, residió en
París a partir de 1976. Allí filmó Los
hijos de Fierro, película que se estrena
en estos días en Buenos Aires.
Pero Solanas es tambien un pensador
del cine, que inscribe al séptimo arte en
un amplio contexto político-cultural. Su
idea de un cine independiente de la colo-
nización y la dependencia cultural (en
tomo a la cual escribió, en colaboración
con Octavio Gettino, el ensayo "Hacia
un tercer cine", traducido a varios idio-
mas) fue propuesta como tema de discu-
sión en el Encuentro Internacional de
Nuevo Cine desarrollado en 1974, en
Montreal.
-Considera que "La Hora de los
Hornos" es el inicio de su estilo per-
sonal?
- Sí, aunque yo había hecho algunas
búsquedas y experiencias, varios corto-
metrajes, creo que junto con Gettino,
con quien hicimos La Hora .•• instaura-
mos un nuevo lenguaje, una temática y
hasta una forma de trabajo diferente. En
aquella época, años '66'67, había una
línea determinada. Salir del rebaño de la
norma siempre es un desafío y. esta pos-
tura crítica frente al cine del momento
nos sirvió para afianzar una personali-
dad y un grupo de trabajo. Decidimos
partir de dos premisas fundamentales.
Una, la de trabajar con la absoluta liber-
tad con que el escritor planea su libro. Y
CINE
la otra, fue la de oponemos a todo lo que
debíamos enfrentar con una postura ra-
dicalizada, que acompañara la opción
alternativa que elegíamos. "La Hora
de los Hornos" nació bajo una dictadu-
ra militar ¿por qué entonces el cine debía
correr una suerte distinta de la que su-
frían las grandes mayorías populares?
Ningún escritor se plantea si su libro
será publicado, al comenzarlo.
-Al margen del terreno político
¿qué otras dificultades tenían que en-
frentar?
- El gran conflicto de los artistas ar-
gentinos. Hemos nacido en un país neo-
colonial, dependiente, donde la coloni-
zación pedagógica es la matriz en la que
nos hemos formado y que sólo hemos
roto gracias a algunos intelectuales na-
cionales lúcidos. También, gracias a la
descomposición del cuadro internacio-
nal, que en la década del '50 era de
"blanco y negro", pudimos desmitifi-
car las ideologías puras que nos habían
vendido. Siempre estuvimos pendientes
de un modelo ideológico ajeno; los de la
derecha copiaban a Estados Unidos o al
parlamentarismo inglés; los otros, las
luchas de Francia o de Moscú. Y el cine
estaba pendiente del modelo de crítica
extranjero como, por ejemplo, el que
ejerce el Cahiers du Cinema.
-Pero la ruptura de una dependen-
cia cultural siempre se entronca con
otra más profunda ...
- Desde luego. A partir del '45, el
impulso que toma la clase obrera y la
recuperación del sindicalismo de su le-
galidad, ,son hechos históricos y políti-
cos muy importantes y que abren la bre-
El Porteño. Abril 1984 - 75
CINE
cha para una apertura cultural que se
nifiesta más' tarde.
-¿En qué consiste la alternativa
que usted propone, el "tercer cine"?
- El tercer cine es una alternativa
frente a un cine hollywoodense. Es la
búsqueda de un cine nacional, democrá-
tico y popular en todos los géneros, des-
de el documental hasta la comedia musi-
cal. El cine hollywoodense es algo per-
fecto donde nada existe, lo típico es la
peripecia. Es como subir la montaña ru-
sa y vivir una emoción irreal; para un
productor en esta línea, un filme como
"Amarcord" sería ilógico, no tiene un
personaje central, una intriga, lo mismo
que "Escenas de la vida conyugal",
donde la intriga es psicológica.
-¿Piensa que hay que utilizar otros
recursos?
- Lo importante es que el recurso no
sea el único valor. Pero, al margen de
esto, los recursos deben ser coherentes
"Ir a la búsqueda de un cine nacional democrático
76 - El Porteño. Abril 1984
con el género. La intriga está muy bien
si querés filmar una buena película de
serie negra. La cuestión es que hay que
cambiar muchos códigos. El cine aún
está sometido a la novela y, en realidad,
tiene más que ver con la poesía; la im-
portancia debería estar puesta en el tra-
bajo de la imagen. Creo que el cine
parlante ha empobrecido el arte, ha
puesto el acento sobre el diálogo. Cuan-
do uno ve "Lulú" de Pabz, una película
muda de principios del '30, entiende
todo; el trabajo de interpretación y el
tratamiento de la imagen son superiores
a muchos de la actualidad. También,
reitero, hay que cambiar los códigos cul-
turales, un tercer cine apunta a la bús-
queda de la identidad cinematográfica
de un país. Es el caso de "Quebra-
cho", de "Tres tristes tigres"
-Existe otro problema que es el de
generar un público, contrarrestar el
hábito que ha adquirido a través de
y popular"
los medios de difusión •••
- Ese es un tema muy complejo. Por
un lado te diría que sí, que uno está
acostumbrado, desde chico y a través
fundamentalmente de la televisión, a
consumir el lenguaje americano y por lo
tanto le cuesta admitir, gustar lo otro.
Pero la televisión no lo es todo, si no,
Alvaro Alsogaray sería presidente. El
argentino es un consumidor de mensajes
masivos pero es también un decodifica-
dor. Aquí hay una gran esquizofrenia, el
país real por un lado y por el otro el
oficial, fascistizado por esta banda de
locos, esta burguesía que tiene mal gus-
to, que no tiene cultura, que copia mo-
delos extranjeros y los copia mal, son
brutos porque son incultos, sólo a ellos
les podían haber vendido este proyecto
de destrucción que implementaron. Y
para colmo, existe una clase media pesi-
mista; el miedo, la autorrepresión y un
viejo nihilismo les hace perder la batalla
antes de comenzarla. Un mes antes de
las elecciones todavía dudaban. Los po-
líticos también, no comprendieron el
gran espacio político que había ni com-
prendieron las necesidades del pueblo.
-¿No cree, entonces, que esta
"banda de locos" fue lo suficiente-
mente inteligente para darse cuenta
de que debía entregar el poder, con-
trariamente a los civiles que no lo en-
tendieron?
No estoy de acuerdo con la postura ge-
neralizada de que todo fue un plan orga-
nizado. Esta gente no puede concebir ni
medio plan; esto sería mistificarlos,
considerarlos computadoras, con gran
inteligencia. Ni este Proceso ni la Gue-
rra de las Malvinas fue un plan, lo hicie-
ron de brutos. Creyeron que Norteamé-
rica nos iba a ayudar.
-Este análisis -parcial a mi enten-
der- implicarla una respuesta de par-
te de los dirigentes y del pueblo.
- El pueblo no generó una conducción
de reemplazo a la que tuvo hace 40 años.
En todos estos años siguieron gravitan-
do los 3 ó 4 de siempre. Creo que lo más
importante de la etapa actual es que sur-
girá una nueva dirección, es una situa-
ción límite que lo favorece y lo necesita.
Dentro del peronismo hay enfrenta-
mientos, no hay una conducción de re-
cambio. L extrema derecha se dedicó a
cumplir su misión que era muy clara: en
América Latina había que sabotear a la
Argentina; estaba el golpe en Chile y en
Uruguay, las bases ya tendidas en Boli-
via, y Argentina podía ser un puente
para apuntalar el proyecto brasileño; es-
taba el pacto andino, la riqueza que Ar-
gentina tiene ...
-Por eso se estableció un plan de
destrucción econémíea, ••

- Los estadounidenses se hicieron pa-
gar el déficit de la guerra en Vietnam
con los negocios que hicieron en Argen-
tina, Chile y Uruguay, en donde impul-
saron el mismo plan económico. Lo dice
Rockefeller en un balance anual.
-Volvamos al cine ¿Un tercer cine
implica generar un movimiento políti-
co y cultural que propicie la situación
para que sea consumido?
- Yo creo que la actitud de ir a verlos
está en la gente. En el '74 y hasta el '76
las películas argentinas estaban a la ca-
beza. Tiene que haber, desde luego, un
entorno que favorezca la producción.
Los productores son condicionantes ar-
tísticos e ideológicos. Tiene que haber
posibilidades económicas pero esto no
es lo más importante, yo no puedo hacer
"Superman" , pero tampoco me intere-
sa, lo fundamental es un cine más pro-
fundo, imaginativo, humano. La gran
cantidad de cine que se produce parece
estar hecho para imbéciles. Mi película
"La Hora lle los Hornos" compitió
con otras hechas con más tecnología y
ganó numerosos premios. También
"Los hijos de Fierro". Y yo no las hice
pensando en eso sino en uh millón de
espectadores, pensando en un cine na-
cional, aunque la tuve que hacer afuera y
nunca se exhibió aquí. Todavía no existe
un cine nacional, para surgir necesita
libertad y el desarrollo de lo nacional en
todo sentido.
-Si se habla de un tercer cine ¿Cuál
es el primero y cuál el segundo?
- El primero es el cine hollywooden-
se, no sólo como modelo artístico sino
como concepción del mundo, una con-
cepción oligárquica y frívola. También
aquí se puede hacer primer cine. El se-
gundo es el modelo a la europea que
coincide con el nihilismo de nuestra cla-
se media. Es muy difícil salir de estos
cánones porque en ellos nos hemos for-
mado. Hemos aprendido a leer pero con
libros oficiales, es hora de que leamos
otras cosas.
-¿Y con respecto a los problemas
de -dístribucíén? Supongamos que se
soluciona el problema de la produc-
ción ¿cómo se recupera el dinero?
Porque las distribuidoras prefieren lo
que tiene el público asegurado •.•
- El problema no son las distribuido-
ras sino los circuitos de exhibición.
Existe una mafia que habría que contro-
lar con una ley correcta y rigurosa, que
regula las salas. Actualmente se roba el
30 o 40% de la taquilla, como en el
Lejano Oeste. Y te hablo de un país
capitalista en donde existe la explota-
. ción comercial de' cine. Debería haber
un control, en otros países lo hay, los
productores exigen un control de las re-
CINE
caudaciones.
Además hay tres grandes circuitos en
los que tenés que caer forzosamente y
que ejercen una censura ideológica aun-
que se haya disuelto el Ente de Califica-
ción. El Estado debería intervenir para
evitar esta situación y controlar el aspec-
to comercial. Esto tiene que ver con el
proyecto del primer cine del que hablá-
bamos, y coincide con un Estado que
favorece la formación de monopolios
fuertes. Aries es un grupo que se ha
beneficiado y ha contado con el apoyo
oficial. Lo que se debe favorecer es la
formación de pequeños productores, el
otorgamiento de créditos y controlar le
recuperación en la sala. También con-
trolar la igualdad de posibilidades para
la exhibición, incluso se debería exigir
la comercialización de una cantidad de-
terminada de cine nacional.
-¿Cómo piensa que debería enca-
rarse esta cuestión?
- No pretendo un cambio inmediato,
supongo que hay muchas cosas que re-
vertir. No sé qué piensan implementar
las nuevas autoridades; las que se en-
cuentran en el Instituto conocen estos
problemas porque los han sufrido. Pero
lo fundamental es tener voluntad políti-
ca para producir el cambio y favorecer el
crecimiento de un cine nacional. O
Susana Villalba
El Porteño, Abril 1984 - 77
El Salvador:
Los, comicios
del miedo
"El proceso electoral es el disfraz de la
'democracia imperfecta' bajo el que se
oculta la permanencia en el poder de los
que dirigen efectivamente la guerra contra
la insurgencia: el ejército ... Con una
ventaja extra: será un gobierno 'legítimo',
capaz de solicitar 'legítimamente' la .
intervencíán directa norteamericana
cuando el ejército nacional se encuentre al
borde del colapso." En esta nota Ernesto
Tiffenberg analiza los comicios de El
Salvador en el centro de la tormenta
centroamericana.

l silbatazo cruzó el estadio y la da que se oculta tras las banderas de transcurrió en el principal estadio de San

E pelota dio dos vueltas sobre su eje

bajo el atronador griterío de la
multitud. No tan habilidosos como son-
rientes los jugadores de la camisa roja,
azul y blanca (los colores de la Alianza
Renovadora Nacionalista, ARENA) pa-
recen apabullar a sus contrincantes ver-
diblancos (emblema de los demócratas
cristianos).
Un gol, los goles y así hasta el infini-
to, convalidados por un árbitro que re-
cuerda al presidente Alvaro Magaña y
un asistente que, aunque un poco más
joven, hace pensar en Thomas Picke-
ring, embajador norteamericano en El
Salvador. Aunque una reducida hincha-
México, Venezuela y el Frente Farabun-
do Martí para la Liberación Nacional
(FMLN), alienta a los verdiblancos, la
derrota no tarda en llegar. Antes de que
termine el juego, el mayor Roberto
D'Aubuisson, de impecable azul, hace
su entrada triunfal. Sonríe hacia aquí,
las mujeres chillan; grita hacia allá, un
grupo de agradables blanquitos lanza
consignas resaltando doblemente su pre-
sencia.
Ya en el palco, D' Aubuisson llega
justo a tiempo para recibir la felicitación
de un Ronald Reagan al local, que le
presenta su reconocimiento oficial por
haber ganado el partido. Toda la escena
Salvador la tarde del domingo 18 de
marzo, durante el acto de cierre de cam-
paña de la coalición ultraderechista
ARENA.
Y no, ni el partido lo dejó vencedor,
ni Ronald Reagan tuvo que pasar el mal
trago de reconocerlo. Los cómputos ex-
traoficiales mostraban al democristiano
José Napoléon Duarte en el primer lugar
(con un 44,53 por ciento de los votos),
seguido por D' Aubuisson (29,33 por
ciento) y Francisco José Guerrero (18,8
por ciento), el candidato del Partido
Coalición Nacional (PCN). Hasta ahora
nadie alcanzó el 51 por ciento necesario
para consagrarse como presidente elec-

78· El Porteño. Abril /984


D'Aubuisson: "El centro politico es como un culo, es redondo y apesto"
to, por lo que será necesario realizar un
ballotage entre los dos primeros a prin-
cipios de mayo. Antes que se conocieran
los primeros cómputos, Ronald Reagan
dejó claro que "las elecciones fueron
una victoria de la libertad sobre la tiranía
y la represión" .
Extraña libertad para una extraña vic-
toria. Cuando el sol comenzó su trabajo
la mañana del domingo 2S de marzo, se
encontró con un país totalmente a oscu-
ras. Durante la noche, las fuerzas insur-
gentes habían volado veinticinco torres
de transmisión de energía eléctrica, lo
que produjo un apagón de catorce horas
de duración. Sea por ese motivo, sea por
la verdadera desorganización que carac-
POLmCA INTERNACIONAL
terizó los comicios desde su convocato-
ria, la apertura de las casillas se retrasó
cuatro horas sobre lo anunciado. Mien-
tras tanto, las filas de futuros votantes se
acumulaban frente a los lugares que ha-
bían sido asignados con antelación. Na-
die faltaba o casi nadie, sin que podamos
por ello abrir juicio sobre la conciencia
cívica de los salvadoreños: cada uno lle-
vaba su cédula que a partir del domingo
electoral debía ostentar el sello que cer-
tificase que había cumplido con la ley
que impuso el voto obligatorio. Todo
aquel que no lo tenga se convierte auto-
máticamente en sospechoso de subversi-
vo en un país en donde serlo es tanto o
más peligroso que en la Argentina del
Proceso.
. La apertura de las mesas no consiguió
disipar el desorden. Eran pocos los que
figuraban en el padrón de la mesa co-
rrespondiente por lo que pronto los prin-
cipales centros de votación (como el es-
tadio Flor Blanca donde se concentraron
22 mil personas) presentaban elllamati-
vo espectáculo de cientos de votantes
errantes en busca de una lista en que
figurase su nombre. El mismo presiden-
te Alvaro Magaña se sumó a la involun-
taria coreografía.
Ante el desconcierto y cansancio ge-
neralizados, muchos fiscales cortaron
por lo sano y autorizaron el voto sin
tener en cuenta los padrones. No terrni-
El Porteño, Abril 1984 . 79
POLmCA INTERNACIONAL

naron allí, sin embargo, las andanzas de

los ciudadanos. Las ultramodernas ur-
nas recién importadas de Estados Uni-
dos para el evento, eran de un coqueto
plástico transparente que obviamente re-
velaba el contenido de cada voto deposi-
tado. Yeso en el hipotético caso de que
existiera reserva de boletas a disposición
de los votantes.
Por cierta misteriosa razón que alguna
vez la Comisión Electoral se encargará
de dilucidar, los dos millones de dólares
destinados a la impresión de papeletas
fueron insuficientes para abastecer nor-
malmente los comicios.
En fin, entre colas, súplicas y em-
pujones, alrededor de un sesenta por
ciento de los inscriptos pudo depositar
su voto. Un marcado contraste con el
ochenta y ocho por ciento que concurrió
a las urnas para elegir la Asamblea
Constituyente en 1981. El aumento del
abstencionismo puede explicarse tanto
por el desorden general (pese a que fue-
ron técnicos especializados norteameri-
canos, con computadoras norteamerica-
nas los que diseñaron el programa elec-
toral), como al control que sobre ochen- En la provincia de CludatelUlngo el FMLN controla el 50% del territorio
ta y nueve municipios (sobre un total de
261) mantienen las fuerzas insurgentes escuadrón de la muerte es aquel que trata
del FMLN. Por supuesto, en ellos no se Chicha y Limonada para de sumergir El Salvador en la miseria, la
frustración y la esclavitud." Con esas
realizó ninguna elección.
El FMLN Y la coalición opositora
Reagan palabras no se refiere a la satanizada
guerrilla sino a su oponente electoral.
Frente Democrático Revolucionario "El loco de Duarte y su partido son el
(FDR), que habían llamado al boicot de No muy lejos de las sierras en donde brazo político de la subversión. Los De-
las elecciones realizadas en 1981, deci- opera la guerrilla el panorama era otro. mócratas Cristianos y los guerrilleros
dieron no repetir esta vez su fallida tácti- Duarte o D' Aubuisson. Una alternativa representan dos tácticas diferentes del
ca. Calificaron de farsa a los comicios con capacidad de conmover a las clases comunismo. El primero que llegue al
en los que no participarían, pero decla- altas y los sectores medios. En los ba- poder llamará al otro y, entre ambos,
raron que "no serían un objetivo militar rrios residenciales, detrás de los altos entregarán el país a la Unión Sovié-
directo". "Si ni siquiera nos permiten muros y los alambres de púa que separan tica. "
sostener pláticas con la Comisión Pacifi- sus mansiones de la calle, toda la oligar-
cadora Gubernamental, ¿cómo se puede D' Aubuisson habla claro: "El centro
quía cafetalera y el empresario local, político es como un culo, es redondo y
pensar en la posibilidad de participar en hacían votos (esta vez al cielo) por el
elecciones?", preguntaba Guillermo apesta. " No quiere negociar con la in-
triunfo de su candidato: el mayor D' Au- surgencia, quiere aniquilarla. No quiere
Manuel Ungo, socialdemócrata presi- buisson.
dente del FDR. "Sería como que des- continuar la reforma agraria, quiere de-
pués de atarnos las manos nos invitaran Con aire de boxeador al subir al ring, volver la tierra a sus antiguos dueños.
a jugar un partido de basquet. Como el algo de play-boy y lenguaje claro, No quiere la banca estatizada, quiere
voto es obligatorio en mi país, eso signi- D' Aubuisson carga con la acusación (¿o "desnacionalizarla porque debe estar al
fica que no hacerlo implica cárcel para elogío?) de ser el verdadero líder de los servicio del pueblo y no del gobierno".
los afortunados y la tumba para los no escuadrones de la muerte, que sólo, en No asombra entonces que los terrate-
tanto. Nosotros no le decimos a la gente 1983 asesinaron 5.134 civiles según nientes lo financien, losjóvenes "bien"
que no vote, le decimos que nada cam- apunta María Julia Hernández, directora los sigan a todos lados y las muchachas
biará con su voto." de la Oficina de Derechos Humanos del de sociedad se tiren a su cuello e impri-
Para la guerrilla el día transcurrió Arzobispado de El Salvador. Antiguo man en su cara una mancha de rouge
tranquilo. En una rápida acción el comandante (a pesar de sus jóvenes 40 antes de cada presentación pública. Qui-
FMLN tomó el pueblo de Tejutepeque años) de las fuerzas de inteligencia, tuvo zás asombre un poco la presencia cam-
donde hizo 32 prisioneros y se apoderó la precaución de llevar consigo los ar- pesina en algunos de sus actos. "Quere-
de 40 fusiles, yen la zona bajo su domi- chivos de la institución al momento de mos trabajo", dicen algunos, "quere-
nio no sólo mantuvo su tradicional con- presentar su renuncia. No resulta difícil mos tierra y él la promete", dicen otros.
trol sino que en Chalatenango selló las suponer en qué los usa (a propósito, En todo caso fue capaz de llenar un
cédulas de todos los pobladores, con los ¿dónde están los archivos del SIDE?). estadio al cerrar su campaña, y de un
implementos abandonados por más de "Yo no soy un ángel de alas rosadas segundo lugar en la votación que lo pone
un fiscal de mesa frente al sonido ame- -responde agresivo a los cargos-. Cuan- de nuevo en carrera para el ballotage ..
nazantc de la metralla cercana. do tuve que luchar, luché. El mayor José Napoléon Duarte tiene experien-

80 - El Porteño, Abril /984


La tltmocracia imperfecta da excusas a Reagan para intervinir directamente
cia en estas lides. Su fórmula junto con
el actual presidente del FDR, Guillermo
Ungo, obtuvo la mayoría de votos en las
elecciones presidenciales de 1972, pero
no consiguió otorgarle el puesto. Los
militares prefirieron detenerlo, golpear-
lo, mandarlo al exilio y después colocar
su propio candidato en el poder. Des-
pués del golpe relativamente moderado
de 1979 los dos llegaron al gobierno.
Duarte fue presidente de la Junta y Ungo
miembro de ella. Tres meses después
éste renunció denunciando que las Fuer-
zas Armadas no permitían verdaderas
reformas mientras Duarte permaneció
en su puesto hasta las elecciones consti-
tuyentes de 1981, donde fue derrotado
por una coalición de fuerzas ultradere-
chistas encabezada por D' Aubuisson,
que colocó al Alvaro Magaña en su lu-
gar. Para volver a su perdido cargo,
Duarte no duda en radicalizar su discur-
so. "La historia de nuestro pueblo -di-
ce- es una historia de injusticias, de una
sociedad dividida entre los que lo tienen
todo y los que no tienen más que su
hambre' , El programa democristiano
propone continuar con las reformas ini-
ciadas en el primer gobierno de Duarte.
Ofrece el diálogo a la guerrilla, pero una
vez que la actividad del gobierno haya
sentado las bases de una reconstrucción
pacífica del país. Para Duarte, "los re-
sultados de las elecciones en El Salvador
destruirán el mito de que Centroamérica
se mueve inexorablemente hacia la iz-
quierda"
POLmCA INTERNACIONAL
interfirieran en el normal desenvolvi-
miento de los comicios. Nuevos y
mayores ejercicios conjuntos con Hon-
duras fueron ya anunciados. La escalada
sigue imperturbable su curso.
En realidad las elecciones salvadore-
ñas llevan el sello de "Made in USA"
Con ellas el presidente Reagan pretende
legitimar al gobierno salvadoreño ante
los ojos del pueblo y el Congreso de
Estados Unidos. "La estabilidad y cier-
tamente la seguridad de nuestras propias
fronteras depende del tipo de sociedad
que prevalezca en la región: democra-
cias imperfectas que buscan mejorarse o
dictaduras comunistas en busca de ex-
pansión" . El proceso electoral es el dis-
fraz de "democracia imperfecta" bajo
el que se oculta la permanencia en el
poder de los que dirigen efectivamente
la guerra contra la insurgencia: el ejérci-
to. No importa quién sea el vencedor,
será un títere en manos del ejército, los
escuadrones de la muerte (que más allá
de las reclamaciones formales de Was-
hington, sostienen buena parte de la lu-
cha contrainsurgente) y el Departamen-
to de Estado; con una ventaja extra: será
un gobierno "legítimo" capaz de solici-
Preocupado porque la mala reputa- tar "legítimamente" la intervención di-
ción de D' Aubuisson le puede traer pro- recta norteamericana cuando el ejército
blemas en su relación con el Congreso, y nacional se encuentre al borde del colap-
por el reclamado reformismo de Duarte so. El moderado programa de negocia-
que tanto molesta a la burguesía salva- ciones propuesto semanas atrás por los
doreña, Ronald Reagan encontró a fina- dirigentes revolucionarios, parece una
les del año pasado un tercer camino. respuesta realista a esta situación.
Algunos funcionarios de la embajada Mientras el país se debatía entre las
norteamericana en El Salvador, promo- elecciones y la guerra civil, la mañana
vieron la candidatura de Francisco José del sábado vio pasar en San Salvador
Guerrero, del Partido de Reconstrucción 300 pañuelos blancos. Lentamente, con
Nacional. Aunque es una carta acepta-
todo el miedo del que se sabe acosado y
ble para Reagan, en realidad su partido no cede, avanzaron entre amenazas ha-
es el responsable de décadas de gobier-
cia la catedral. Trescientos pañuelos y
nos militares represivos y corruptos, y otros tantos reclamos. Trescientos pa-
los votantes no compartieron la sabia
ñuelos y otras tantas gargantas. Un solo
elección del presidente norteamericano. grito: "D' Aubuisson asesino". Cuatro
Sin embargo, por ahora nada parece
años después del asesinato del Arzobis-
contrariar demasiado al californiano. po Osear Arnulfo Romero, el Comité de
Madres salió a la calle para recordar a la
víctima y al verdugo. Llegaron a la cate-
El discreto encanto de las dral (como hace algún tiempo y lO mil
democracias imperfectas kilómetros al sur; las acompañaban sola-
mente un nutrido grupo de corresponsa-
les extranjeros), donde la procesión cre-
Como el despliegue electoral se repe- ció al amparo de la protección eclesiásti-
tirá en un mes más, la administración ca. y como confirmando la afirmación
Reagan tiene excusas más que suficien- de Pérez de Cuéllar, Secretario General
tes para por un lado seguir presionando de las Naciones Unidas: "Los comicios
al Congreso para que le otorque el per- no cambiarán nada en El Salvador"; re-
miso de disponer de 61 millones de dóla- tumbaba en todos los oídos el eco de las
res extras en ayuda al ejército salvadore- palabras que alcanzó a pronunciar el Ar-
ño; y por el otro, mantener el creciente zobispo en su última homilía el 23 de
despliegue de tropas norteamericanas en marzo de 1980: "No apoyo la violencia
la región, justificado a principios de pero la comprendo, y parece ser el único
marzo como una forma de intimidar al camino en El Salvador."
FMLN y a los nicaragüenses para que no Ernesto Tiffenberg
El Porteño. Abril /984 ·8/
 MILITARES

,El coronel que no quiso matar

,j

Eli Gevar, nacido en Tel Aviven superiores. Poseedor de una ~

1950 e hijo de un destacado brülante y rápida carrera müitar,
general israeli, pasó a las Gevar -que hoy se desempeña
primeras páginas de la prensa como gerente de una compañía
mundial, dos semanas después de privada- opina en este reportaje,
iniciarse la guerra del Líbano, distanciándose de la actual ;

por negarse a avanzar sobre política del Estado israeli.

Beirut pese a las órdenes de sus

sernienfrentamiento al final los refor- después confirmé que tenía razón.

D os años atrás, en las afueras de

Beirut, al comando de un batallón de
tanques, te negaste a avanzar y a dis-
parar aduciendo razones éticas. ¿Có-
mo ves esta actitud ahora?
-Te voy a responder a dos niveles:
" uno es fáctico y el otro, ético. El fáctico
nos obliga a volver un poco más atrás
aún. Tomamos los treinta puntos que
remitió el ministro de Defensa y el jefe
de Estado Mayor. Verás que, muy a
l'
pesar mío, mis predicciones fueron co-
rrectas.
-¿Podrías señalar lo más sobresa-
liente de esos puntos y cómo se cum-
plieron?
-Te vaya mostrar mi borrador origi-
nal, pero ante todo quisiera decirte que
emprender una acción militar, consis-
"
tente en un objetivo muy específico, de-
finido y limitado, y pensar que al final se
conseguirá una solución para el proble-
ma palestino es un error. Un hecho mili-
tar nunca constituye una solución final
para un gran problema. Eso es lo que
argumenté antes y sostengo ahora. No
hay un modo militar de solucionar el
problema palestino. Militarmente sólo
se lo puede callar por dos o tres años.
Nada más. También dije que se podía
eventualmente debilitar a la OLP, que es
lo que pasó; pero como consecuencia de
ello (señala con el dedo), acá está escri-
to, sólo se reforzarán las organizaciones
de rechazo sostenidas por Siria que es lo
que sucedió. También sostuve que con
respecto a los sirios nuestra conducta de
zaría.
-Todas estas críticas las elevaste
antes de la guerra. Pero tengo enten-
dido que apoyaste la invasión al Lí-
bano •.•
-Todo esto lo dije antes y durante la
guerra y consta en el protocolo del ejér-
cito. No estuve de acuerdo con la guerra
cuando estalló ni con las causas que se
esgrimieron; pero sí entendí que existía
una situación que nos arrastraba hacia
ella. También estaba de acuerdo con que
algo había que hacer con los terroristas
que actuaban en el sur del Líbano. Pero
no acepto la justificación que se empleó
sobre el atentado contra el embajador de
Inglaterra, para comenzar el ataque.
También pienso que en cualquier otro
momento se hubiera creado una situa-
ción en la que una operación militar al
Líbano se iba a concretar; pero de ningu-
na manera acepto una operación con los
objetivos que se impusieron, puesto que
es imposible lograr soluciones de esta
manera. Así, como se hizo, hubiese sido
mejor no hacerla.
-Hasta aquí hablamos del nivel fác-
tico, hablemos ahora del ético.
-Cuando una sociedad como la nues-
tra va a la guerra, necesita fijarse normas
y cumplirlas sin tener en cuenta lo que
piense su adversario. ¿Qué quiero decir
con esto? Me refiero a bombardear Bei-
rut durante 11 horas o entrar en ella, lo
mismo que con otras ciudades, gober-
narlas y decirles lo que tienen que hacer.
Esto no sólo es ofensivo para con otros,
sino que es hiriente para mí. Dos años
-Cuando te decidiste a no entrar a
Beirut, ¿no temiste sanciones por in-
subordinación?
-En parte sí, yen parte no. No, por-
que afirmé intencionadamente que no
iba a cumplir ninguna orden ilegal, que
no fuera ética. No puedo justificar nin-
guna orden que responda a una desvia-
ción moral. Asimismo era difícil que me
enjuiciaran, ya que mi objetivo era difi-
cultar desde la decisión de que se entrara
a Beirut, y tratar de evitar dicha determi-
nación para que no se profundizara la
guerra. El medio que utilicé fue hacer
público mi disentimiento, para que a
través de la presión pública les resultara
más difícil tomar la decisión de entrar a
Beirut y proseguir la guerra. Por lo tanto
no tenían razón para juzgarme.
-¿Pensaste en que tu ejemplo moral
podía ser una especie de punto de par-
tida para una labor activa de los movi-
mientos pacifistas de Israel y que tu
compromiso hacia ellos crearía gran-
des expectativas?
-No, no siento ninguna obligación
hacia ellos, simplemente porque no es-
toy de acuerdo con' ellos.
-El movimiento israelí "Paz Aho-
ra" aglutina a todos los sectores paci-
fistas en sus manifestaciones, y está
exento de tono partidario alguno. Lo
demuestra el haber congregado
400.000 personas para demostrar su
repudio a la guerra del Líbano y sus
excesos. ¿Qué opinión te merece" Paz
Ahora"?
-No estoy de acuerdo con vos, "Paz

82 - El Porteño, Abril 1984

MILITARES

paz en la región?
-Con la palabra "provocación" que
usaste cerrás el sentido de la pregunta.
Ante todo quiero ser práctico, ya que si
todos los judíos del mundo emigran a
Israel el día de mañana, lo que diga
ahora no tendrá mucho sentido, porque
seguro que nos es importante tener un
país grande, con muchos judíos (y si
todos vinieran no habría lugar para al-
bergarlos). También existe un problema
moral. Nosotros vinimos en el año '48,
conquistamos tierras (parte, las compra-
mos, y de otras, se fugaron árabes), que
nadie rechaza en cuanto a su pertenencia
al pueblo judío. Desde que los judíos
desaparecieron de allí, los árabes las
ocuparon. Acerca de aquellos que se
avergonzaron por ésta o aquella aldea
árabe, pienso que fue por injusticia, pe-
ro para el pueblo judío también la hubo.
Una vez que es creado el Estado de
Israel, debemos comprender que en un
tiempo determinado hay que dejar de
expulsar a los árabes de su tierra, cosa
que nunca podría hacer yo. Peto el he-
. cho contrario de vivir, en las fronteras
"No hay un modo militar de solucionar el problema palestino". "No es bueno que vendamos
anteriores a 1967, es imposible desde el que diferenciar bien entre las dos con- -Vayamos a la historia: no fue Israel
punto de vista de nuestra seguridad. cepciones de seguridad, aquí los árabes quien cortó relaciones con la Unión So-
Pienso que tenemos que llegar a un com- quieren nuestra tierra. Con todo esto no viética, fue al revés. Primero, Israel no
promiso territorial con ellos, pero que quiero decir que no tengamos problemas creó la situación de tener relaciones sólo
no tiene que pasar por aquellas cosas que de seguridad internos, existen. Pero con un lado. Segundo, la relación que se
necesitamos para mantener la seguridad cuando en países distintos, como la Ar- ve con EE. UU. pasa por lo económico y
del país y así entonces, asentamos. Creo gentina, con la ayuda de la palabra se- por la seguridad, es una dependencia
que nos está prohibido colonizar zonas guridad, se sirvieron los intereses eco- como la que tiene un niño pequeño con
donde se concentran las poblaciones nómicos de los EE.UU. yde los ricacho- su madre que le ayuda a andar por la
árabes. No quiero tocarle la tierra a na- nes nativos, ésta adquirió un uso cínico vida. Israel es una nación pequeña y ésa
die si no es por razones de seguridad. y falso. es la relación que tiene con EE. UU.
Estoy de acuerdo con vos en que no es -Dicha doctrina es un instrumento Pienso que si tuviéramos un gobierno
correcto lo que hacen hoy, de asentarse del imperialismo ..• más sensato (y esto se lo dije a Ari Sha-
en una zona de seguridad (que también -No creo que en Sudamérica haya un rón cuando me negué a entrar a Beirut)
incluiría, si es por eso, a Jordania) to- propósito imperialista de los intereses tendríamos que buscar reducir esa de-
mando tierras que no les corresponden. norteamericanos. Hay más bien, un so- pendencia económica y mirar más a la
Pero que quede claro que no soy de los metimiento de intereses y esto no quiere Unión Soviética. Para mí es mucho más
que sostienen de que "volvamos al decir que los intereses de los generales cómodo hacer un intercambio de prisio-
'67". Todo tiene que estar supeditado a sean los mismos que los de EE. UU. Esto neros con los rusos que con los france-
la seguridad. tampoco quiere decir que Reagan piense ses, como nos pasó la última vez con
-¿Los movimientos israelíes de ex- cómo sacarle dinero a los argentinos, Arafat. Me es importante que los nortea-
trema derecha (Gush Emunim, Kaj, pero quiere que Argentina sea pro- mericanos sepan que no sólo dependo de
Mena) no representan prácticas racis- occidental; le es importante. No diría, ellos; para comunicarme con muchos es-
tas y discriminatorias? por ejemplo, que los norteamericanos tados no lo puedo hacer por medio de
-Por supuesto. Su concepción racista explotan al proletariado argentino, para países occidentales, allí necesito a los
es la que provoca tan repudiables resul- nada, los que lo hacen son los generales rusos.
tados. y los de la clase alta que encabezaron el -Esta dependencia de los EE. UU.
-¿No creés que poner tanto el acen- régimen anterior. se ve reforzada con la venta de armas
to en el aspecto de la seguridad, puede -¿Qué opinas del imperialismo? israelíes a regímenes dictatoriales, es-
llevar a que Israel utilice la doctrina -Que es llevado a cabo por ambas pecialmente de Latinoamérica, cuan-
de la seguridad nacional que sufrimos superpotencias para mantener sus inte- do los norteamericanos no quieren en-
los pueblos latinoamericanos? reses económicos y su prestigio. El po- suciarse las manos. ¿Justificás dicha
-Contrariamente a la Argentina, der parece liarse a la naturaleza humana. venta de armas a regímenes que las
Israel tiene una amenaza que viene de -¿Por qué los intereses de Israel y utilizan para reprimir a sus propios
afuera. Tenemos quien nos quiere liqui- los de EE.UU. se confunden tanto, pueblos, en contraste con los valores
dar. En Latinoamérica quieren cambiar cuando el lugar natural de Israel en el democráticos que rigen en Israel?
los regímenes, pero no por ejemplo, to- sistema internacional podríamos ubi- -No sólo hubiera preferido, sino que
mar al pueblo argentino y mandarlo a carlo junto al de los países del Tercer hubiera tratado que Israel dé, además de
vivir a Nueva York. En Israel tenemos Mundo y los No Alineados? armas, también conocimiento industrial

84 - El Porteño. Abril 1984


armas a los regímenes militares. Pero para Israel, cada dólar es imprescindible".
y agrícola, campos en los que podamos
rendir tanto o más que en el militar. El
asunto de la venta de armas tiene dos
aspectos: uno, que no es bueno vender-
les a quienes las usan como en algunos
países de Sudamérica. Conozco países
que las pudieron obtener "coimeando",
y cosas por el estilo. Creo que es preferi-
ble no dárselas, pero también es preciso
recordar qué hay detrás de todo eso. Por
ejemplo, la situación de un país como
Israel, para el cual cada dólar que recibe
es imprescindible. Pero si me preguntás
a mí, no hubiera vendido aquellas ar-
mas, y si lo hubiese hecho, habría sido a
quienes me dieran la seguridad de un uso
no arbitrario. Pero tengo que acentuar
este segundo lado: la falta de dólares
explica por qué le vendemos armas a
todo tipo de estados, aunque esto no
significa que por dinero nos vendamos
al mismo diablo.
-¿Cómo ves la retirada israelí del
Líbano?
-Hay tres cosas que tenemos que ha-
cer en el Líbano. La primera y antes de
retirarnos, es una inmediata separación
de fuerzas con los sirios. El segundo
paso, retiramos a la zona que tenga un
interés de seguridad común con noso-
tras, y así prevenir el regreso de terroris-
tas. Allí tenemos que convencer a la
población de que nosotros tenemos la
intención de influir en la zona. El tercer
paso es salir completamente. Necesita-
mos recordar que si no se cumple así la
retirada, nos va a pasar como hace ocho
meses que los norteamericanos y france-
ses se fueron y nosotros y los sirios nos
quedamos. El primer paso hay que darlo
mañana mismo, el último dentro de me-
dio año.
-El hecho de que Israel esté tan
necesitada de dólares, además del cos-
to diario de permanencia en el Líbano
que ronda el millón de dólares, ¿no
justifica la inmediata retirada del Lí-
bano?
-No. Podemos discutir cien veces so-
bre la guerra, porque es un hecho que la
guerra ya terminó. No podemos jugar a
que si no hubiera pasado, ya que el re-
greso a las viejas fronteras en forma
unilateral, les daría a los sirios enormes
ventajas que pondrían en peligro la se-
guridad de Israel. Otro punto que temo,
es que si no nos retiramos despacio,
lloverán nuevamente "katiushas"
(proyectiles explosivos), y tanto los te-
rroristas como los drusos ocuparán tras
cartón los Montes Shouf. La población
tiene que estar segura de que si entran
terroristas, nosotros volveremos.
-¿Qué opinión te merecen los movi-
mientos que luchan por los Derechos
Humanos en América Latina?
-En los lugares donde se cometen fal-
tas, y más si éstas son graves, es un
deber enjuiciarlas. Los Derechos Huma-
nos son algo que debemos honrar, ya
que todo acto contra las libertades, con-
tra los derechos del hombre, contra la
propiedad privada son simplemente de-
litos. Por eso es importante el esclareci-
miento del tema a través del periodismo
a nivel internacional. O
Fotos: Daniel Mordzinski
Edgardo Krawiecki
Viene de pág. 57
adolescente tembloroso de curiosidad
ante el misterio de la poesla, se expresa
de esta guisa:
"Su cara, de un color moreno claro, y
sus grandes manos, de un dibujo muy
preciso y muy fino, surgian del jaquet
que cubna habitualmente su cuerpo
grande y solido, un cuerpo de gigante.
Del color del clima en que, como en uno
de sus poemas, la lujuria toca a rebato,
el jaquet tenia un cambiante brillo de
'ala de mosca'. Algo habla en su figura
que hacia pensar, indistintamente, en un
liberal de fines del siglo pasado o en un
sacerdote católico de iglesia del interior,
que gozara de unas vacaciones en la
capital. .. "
Dícese ademas que su conversación
era en extremo simple y que en ocasio-
nes daba muestras de gran timidez. El
propio Villaurrutia cuenta que cuando,
acompañado del poeta Novo, iba a verle
a la clase de literatura que el gran jereza-
no daba en la Preparatoria, Lopez Velar-
de despedía a los alumnos precipitada-
mente, turbado tal vez por la presencia
de extraños en el aula y temeroso de
continuar la disertación a la vista de los
inusitados visitantes.
Lopez Velarde era, pues, un hombre
alto, fuerte, de color moreno, de' ojos
grandes e ingenuos, que vestía general-
mente de negro y que hablaba con tono
lento y clerical.D
Viene de pág. 5
a fantasiosa, divagante o malintenciona-
da. Yo me pregunto, cómo tan simple-
mente y absurdamente se puede faltar el
respeto a decenas de Organizaciones
que luchan hace ya mucho tiempo en
temas candentes y prioritarios como el
ambiental, y desconocer a luchadores de
la talla de: Alberto Roth, Miguel Grim-
berg, Rubén Montenegro, Yolanda Or-
tiz, Jorge Capatto y muchos más.
Por ello. ruego a Ud. en nombre de
todos los que mancomunadamente lu-
chamos por una vida mejor. se nos trate
con el mismo respeto con que nosotros
tratamos a nuestros semejantes, piensen
o no como nosotros. y para reparar en
parte las ofensas volcadas en la nota,
publique estas líneas. para clarificar al
lector de que. en lo nuestro somos res-
ponsables y como tal conocedores del
tema. Respetuosamente.
Juan Schróder
Presidente
Fundación Tierralerta
El Porteño. Abril 1984 - 85
 o FAVIO:
"YO SOY UN
PENS
PERONISTA"
Vivió en el exilio.
De retomo a la Argentina
se presentó en varios
recitales y en más de una
manifestación. Dice que no
quiere fihnar para no
verse encerrado y que canta
para ganarse el amor del
pueblo; entre otras cosas.

veces habla así, con epigramas.

A Por momentos se le infiltran pala-

bras refinadas, o arcaicas, "ni-
ños" en vez de chicos, "algarabía" en
vez de despelote. Tenso, violento, cuando
trata de explicar sus ideas habla con una
dulzura de maestra. "Son maneras que
aprendí de chico, con mi abuela, que me
crió". El viejo idioma de Mendoza se
refuerza en los giros colombianos que se le
pegaron en los últimos años. Le explico el
interés central del reportaje:
-Hace unos días estuviste en el pro-
grama de Fidanza, en Splendid, y repe-
tiste varias veces tu consigna de odiar a
la oligarquía. Fuera de la canción, en el "El odio de los pueblos oprimidos es un gran acto de amor"

86 - El Porteño, Abril 1984

contexto de un reportaje político, sona-
ba fuerte. A1guna gente protestó, Uamó
a la radio.
-¿Por. .. ?
-Por lo del odio: algunos interpretan
que incitás al odio de ciase...
-No hermanito ... Yo no preconizo el
odio de clases. La oligarquía no es una
clase: es una enfermedad que hay que ex-
tirpar.
-¿Extirpar?
-Sí, quirúrgicamente extirparla. Si
dejás algo de ella se hace como con el
cáncer, la metástasis que no para hasta
apestar el cuerpo de la sociedad y aniqui-
larlo. Por eso hay que extirpar.
-Parecería fácil...
-No es fácil, pero es posible. Yo, cada
vez que veo al pueblo junto, cantando sus
consignas, sé que se acerca la hora en que
la oligarquía tendrá que irse.
-No me parece que se estuvieran
yendo••.
-¡Se van a ir ... ! Van a dejar hasta la
ropa que mandaron a limpiar en la tintore-
ría, colgada. Tendrán que irse, el pueblo
los va a echar.
-¿Con el gobierno de Alfonsín?
-No ... Tendría que ocurrirles un mila-
gro ... Pero si el gobierno interpreta los
deseos del pueblo radical, tendría que em-
pezar la lucha ... Aunque el gobierno radi-
cal no es el pueblo radical, que es igual al
pueblo peronista ... El gobierno es una ra-
ma del árbol liberal y actúa así, en función
del capital y al servicio de la oligarquía
que tiene enquistada en los más altos car-
gos ... Pero el pueblo lo votó por las pro-
mesas de justicia que eran las mismas de
Perón. ¿No ves que no hay mayores dife-
rencias entre el pueblo radical y el pueblo
peronista? Los dos quieren lo mismo, los
dos están solos, abandonados por sus cú-
pulas. Para las cúpulas, el pueblo radical y
el pueblo peronista son paquetes acciona-
rios a los que hay que acaparar, pero cuan-
do los radicales y los peronistas tomen
conciencia de eso se van a unir y se produ-
cirá lo natural: se juntarán en sus anhelos,
que son anhelos de justicia, justicialistas.
Esa unión tarde o temprano va a terminar
con la oligarquía. Ya no quedan mentiras
para engañar al pueblo. Estas de ahora son
las últimas.
-¿Estas qué?
-Estas trampas. Los ataques a las orga-
nizaciones obreras, la política económica,
la ley llamada de justicia militar. Son las
últimas trampas. El pueblo peronista lo va
entendiendo. Yo lo digo y siento que al
decirlo le pongo las palabras al sentimien-
to de la mayoría del pueblo.
-¿Como si adivinaras?
-No es necesario adivinar. Se siente.
--
Yo no soy dirigente ni adivino. Yo soy un
pensamiento peronista.
-Parece el título de una nueva can-
ción...
-Ojalá fuera también una canción, por-
que sería la síntesis de lo que quise. cantar
siempre. Yo no canto: milito.
-Sín participar en las corrientes de la
interna ...
-La militancia no es un lecho de rosas.
La militancia es un acto de amor y como
todo acto de amor es hermoso hacerlo,
pero también es doloroso. Hay espinas.
Hay que repartirse entre la gente sin aspi-
rar a nada en lo personal y aspirando a todo
en lo colectivo.
-Te cambio el tema: Guillán y mu-
chos militantes peronistas apoyan la ley
Mucci de reordena miento sindical.
¿Son peronistas igual que vos?
-Sí, son peronistas. Yo siento mucho
amor y mucho respeto por esos compañe-
ros que hoy se equivocan, y por ese respe-
to es que fui la semana pasada al Congreso
a gritar con Ubaldini contra la ley sindical,
que es un intento de los oligarcas que
rodean a Alfonsín. Aclará esto: no fui a
sumar una presencia, fui para mostrarle a
los compañeros que faltaron, que el pue-
blo no los acompaña, que el pueblo los
respeta, pero que no los acompaña en ésa.
-Como si vos fueras la representa-
ción del pueblo .••
-Sí. Yo soy un pensamiento peronista.
Eso lo ves vos mismo en la calle. Salgo,
me ven, me miran y sienten: "ahí va un
peronista". Veo las miradas de odio de los
oligarcas, veo la mirada de amor del pue-
blo y de la gente buena, y eso es lo único
que persigo: ese amor del pueblo. Trabajo
para eso. Canto para eso: para ganar ese
amor y dedicarle al pueblo todos los actos
de mi vida. Son las dos cosas más impor-
tantes de mi vida, mi felicidad: el amor del
pueblo, y el orgullo de sentirme peronista,
con todo lo que significa ser peronista.
Con todo lo hermoso y lo doloroso.
-¿Qué? ¿Los fracasos?
-Los fracasos y todo lo que el peronista
debe sufrir y entregar. Pero el fracaso
electoral no es un fracaso peronista. No
fracasó la ideología, fracasó el plan elec-
toral. El electorado que votó al peronis-
mo, votó a la doctrina peronista. Muchos
de los que votaron a Alfonsín votaron a las
promesas justicialistas que usurparon los
radicales Promesas que no quieren
cumplir Amor al pueblo, reparación,
justicia a los asesinos.
-A propósito, cuando se habla de jus-
ticia se vuelve al tema de las Madres de
Plaza de Mayo. EUas siguen con una
consigna moral, no hacen politica, no
negocian. ¿Pensás igual?
-Coincido con todos los reclamos de las
Madres. Los pasados, los actuales y los
futuros. Ellas son la imagen viva de las
ganas de justicia del pueblo, y no deben
aflojar ni negociar sus exigencias, porque
el pueblo -el pueblo argentino y todos los
pueblos del mundo- necesita un ejemplo
de lucha inclaudicable como el de ellas.
Las Madres siempre tienen razón, hasta en
la máxima de sus exigencias y en el más
fuerte de sus reclamos. (sic)
-¿Esa es tu idea de justicia? ¿Algo
fuera de la negociación política?
-Soy peronista, quiere decir justicialis-
tao Yo no les haría a los oligarcas lo que
-ellos nos hicieron a nosotros. Los oligar-
cas y los hijos de puta son nuestros verdu-
gos, no nuestros maestros.
-y el famoso "odio a la oligarquía",
¿es justicia?
-El odio de los pueblos oprimidos es un
acto de amor. Y pelear por la justicia cuan-
do los asesinos y los ladrones siguen suel-
tos riéndose del pueblo es una obligación.
-Pero Obregón Cano está preso ya.
-Hay muchos presos. Las cárceles de
América, lo digo siempre y yo sé mucho
de eso, están más llenas de nuestras culpas
que de culpables. Obregón es un gran
hombre y yo me avergüenzo del silencio
de muchos peronistas que no reclaman su
libertad. Obregón es un luchador peronis-
ta, no es un aventurero ni un criminal, hay
que sacarlo de la cárcel.
-¿Y vos, qué hacés por él?
-Yo lucho, yo trabajo por la idea pero-
nista de justicia. Lo hago cantando, fil-
mando, predicando nuesta doctrina.
-¿Qué es cultura para vos?
-Ojalá lo pudiera decir como lo dijo
León Gieco en su canción. León pudo con
. unos pocos versos lo que no han podido
decir todos los ideólogos con cataratas de
tinta. "La cultura es la sonrisa".
-¿Y el cine?
-Es un instrumento. Yo no soy cineasta
ni cantor. Yo pertenezco a esa clase a la
que se jactaba de pertenecer el General:
soy un artista. ¡Todos quieren saber si
vuelvo a filmar! Te contesto: ahora tengo
cosas más urgentes. No me parece justo
empezar con un proyecto de filmación
cuando sentimos que se aleja un proyecto
de Nación. Estoy cantando y difundiendo
el pensamiento peronista. Yo canto todas
las semanas y estoy alIado de la gente, los
veo, me ven, aquí y en toda América. Los
que me quieren ver filmando quieren otro
Favio, uno que salga de la circulación por
varios meses, se encierre en el estudio, se
pase las noches en la moviola. No es el
momento para eso O
Gil Wolf
Foto: Alfredo Garofano
El Porteño. Abril 1984 - 87

Por Horacio Ciafardini
e viene hablando desde hace mu-
S cho, se habla y se hablará .por
largo tiempo de la deuda exter-
na. y no falta motivo para ello. ¿Qué
tiene de especial la deuda externa?
Existe también un conjunto de deudas
internas y así como un préstamo indexa-
do puede sorber los recursos vitales de
una familia, así también las deudas, aun
internas, contraídas por una empresa
pueden afectarla llegando a estancarla o
destruirla como fuente de producción y
de trabajo. Pero las deudas internas pue-
den saldarse directamente con recursos
nacionales y están sujetas a la legisla-
ción y a la política monetaria nacio-
nales.
. La deuda externa pone en juego la
moneda extranjera y se enmarca en con-
tratos internacionales. Por un lado el
tamaño efectivo, real, de esta deuda de-
pende de la cotización de la moneda en
la que está expresada. La deuda externa'
argentina lo está predominantemente en
dólares, y una de las vías por las que
crece su magnitud real es el fortaleci-
miento del dólar frente a otras monedas
de reserva como el franco, la libra, etc.,
que viene ocurriendo en los últimos
años. La magnitud real de la deuda ex-
terna depende, pues, en parte de la polí-
tica monetaria de determinados países y
de las relaciones económicas entre ter-
ceros países.
Por otro lado, así como un empresa-
rio, para pagar una deuda cualquiera,
tiene que vender sus productos" convir-
tiéndolos" así en dinero, y un trabaja-
dor necesita para ello tener empleo y
obtener en él una paga suficiente, así
para que puedan pagarse las deudas con-
g8 - El Porteño. Abril 1984
¿De dónde sale
la deuda externa?
(Primera parte)
traídas en moneda extranjera es necesa-
rio obtener esa moneda, por ejemplo
mediante exportaciones que superen en
proporción suficiente a las importacio-
nes. El responsable de proveer a cada
deudor la moneda extranjera necesaria
es el Estado, de modo que éste se ve
involucrado no sólo en su propia deuda
externa sino, también, en la de los parti-
culares, y la política económica queda
condicionada al imperativo de lograr un
superávit exterior de cierta magnitud.
Si, para hacer frente a la deuda exter-
na, se hace preciso exportar mucho e
importar poco, esto no significa que el
origen de la deuda externa resida en
haber hecho lo contario anteriormente.
El resultado de las cuentas exteriores de
un país no emerge exclusivamente del
balance de las exportaciones e importa-
ciones de mercancías sino, también, del
de las entradas y salidas de capitales. El
ingreso de capitales significa la conver-
sión de divisas (monedas aceptadas in-
ternacionalmente) a pesos, para em-
prender negocios en el ámbito de nues-
tra moneda. Los ingresos de capitales
. allegan, entonces divisas al Banco Cen-
tral, como lo hacen las exportaciones,
pero sin sustraer -como lo hacen éstas-
recursos materiales a la acumulación y
al consumo internos. Las salidas de ca-
pitales, al revés, suponen que el Banco
Central venda a los particulares divisas
que salen de sus reservas, ejerciendo en
las cuentas exteriores un efecto similar
al de las importaciones, pero sin brindar
-como lo hacen éstas- una contraparti-
da de sus productos extranjeros que se
incorporen a la producción y al consu-
mo nacionales.
El comercio exterior y los movimien-
tos internacionales de capitales se rela-
cionan estrechamente entre sí, priman-
do los segundos sobre el primero y
condicionándolo. Una corriente neta
de capitales favorable y sostenida hacia
un país determinado permite a éste
mantener de manera igualmente soste-
nida un comercio exterior deficitario,
incorporando año tras año productos ex-
tranjeros a la acumulación en su territo-
rio y al consumo de su población sin una
corriente equivalente de productos na-
cionales hacia el exterior. Un déficit en
el movimiento de capitales, a la inversa,
obliga de una forma u otra a exportar
más que lo que se importa.
La Argentina de las últimas décadas
del siglo pasado y de comienzos de éste
importaba sistemáticamente más que lo
que exportaba, cubriéndose la diferen-
cia con entradas netas de capitales ex-
tranjeros a largo plazo destinados a los
promisorios negocios de los transportes
y comunicaciones e industrias de expor-
tación como frigoríficos y molinos, y
con créditos a largo plazo que financia-
ban la modernización del aparato estatal
y las inversiones de éste en servicios
públicos. Pero no se trataba del ingreso
definitivo de capitales junto con los pro-
pios capitalistas respectivos, para fun-
dirse en adelante con el capital nacional
en un desarrollo autosostenido y diver-
sificado, como ocurrió en los Estados
Unidos por ejemplo. Se trataba, en cam-
bio, del aprovechamiento de condicio-
nes de privilegio en asociación con la
oligarquía argentina, en negocios cuyo
desarrollo formaba parte de una inser-
ción unilateral dependiente de nuestro
 país en el mercado internacional. Este
esquema, como no podía por menos de
ocurrir, entró en crisis reiteradamente.
La crisis de la década de 1870 dio
impulso a una corriente de opinión limi-
tadamente industrialista, al poner de
manifiesto que el mercado mundial, que
proporcionaba vacas gordas a los expor-
tadores de una economía unilateral
-aunque los peones siguieran siendo
flacos-, también imponía vacas flacas
cuando se retraía la actividad en los paí-
ses compradores o cambiaba más o me-
nos bruscamente el tipo de productos
que éstos requerían. Esta controversia,
sin embargo, duró lo que duró la crisis.
La nueva reducción de los intercambios
durante la Primera Guerra Mundial pro-
vocó ya un proceso significativo, aun-
que incipiente, de sustitución de impor-
taciones. Se echaron así las bases sobre
las que se asentaba un avance mayor en
la industrialización emprendido como
consecuencia de la crisis de 1930 y que
se consolidaría durante la Segunda Gue-
rra Mundial. Se ve, pues, que los suce-
sivos auges industriales correspondie-
ron a los tiempos difíciles de aislamien-
to forzoso (sólo relativo, desde luego) y
no a los tiempos fáciles en los que se
profundizaba la integración dependien-
te en el mercado mundial. Se ve, tam-
bién, que el régimen oligárquico y frau-
dulento de la "década infame" de 1930
ocupa un puesto importante entre los
gobiernos que dirigieron la industriali-
zación y el desarrollo del intervencio-
nismo estatal en nuestro país.
La industrialización fue, pues, deter-
minada por la coyuntura mundial en
mayor medida que por proyectos de lar-
go plazo. Estos existían, pero sólo lle-
gaban a ponerse en ejecución parcial-
mente y al amparo de circunstancias
más que de una política sostenida. Tam-
bién, junto al verdadero nacionalismo
persistentemente industrialista, existe
en la historia argentina contemporánea
un nacionalismo de nombre, dependien-
te en su contenido, que exalta lo pastoril
oponiéndolo a la industria como si lo
primero fuese de por sí lo autóctono y la
segunda, de por sí, lo foráneo. Y es que
la industria representaba una amenaza
para la dominación de los amos tradicio-
nales otorgando, por un lado, al país
cierta autonomía relativa en las modali-
dades de su vinculación con el mercado
mundial y constituyéndose, por otro la-
do, en el ámbito de la formación de una
clase obrera concentrada que alteraría el
cuadro de las fuerzas activas en la so-
ciedad.
La industrialización fue parcial y su-
perficial. Su ámbito fue predominante-
mente el de la producción directa para el
consumo, dependiendo de equipos y
materias primas importados y de técni-
cas extranjeras pagadas a precio de oro y
obtenidas sólo a cusatagotas y con retra-
so en relación con los progresos mun-
diales, además de no responder en prin-
cipio a los requerimientos específicos
de la economía nacional. Si los técnicos
argentinos han realizado a menudo
adaptaciones y desarrollos notables, és-
tos no han llegado a configurar una acti-
vidad completa y sostenida de investí-
gación. Esto demuestra por un lado que
es posible el logro de una base de tecno-
logía propia y, por el otro, que no se ha
hecho lo necesario para realizarla.
Las condiciones en que se ha desarro-
!lado la industria argentina explican que
una parte de ella no sea lo bastante com-
petitiva para prosperar sin mayor pro-
tección y convertirse en un sector vigo-
rosamente exportador. Es, al contrario,
predominantemente una industria de
precios más bien elevados y que asbsor-
be divisas más bien que obtenerlas
para el país. A tal punto que una "rece-
ta" tradicional para capear una crisis de
pagos se centra en provocar una reduc-
ción de la actividad industrial liberando
a la vez mayores "saldos exportables"
agropecuarios. Uno de los medios em-
pleados para esto es la devaluación sís-
temática del peso, que se constituye en
uno de los motores del proceso inflacio-
nario. La devaluación contiene las im-
portaciones por el encarecimiento de los
insumos importados y por la depresión
de los niveles de ingreso y de consumo
populares, depresión que corresponde a
la vez a una reducción de costos a ex-
pensas de los trabajadores. Por otro la-
do, la devaluación estimula a la oligar-
quía y a sus socios extranjeros a expor-
tar más, sustrayendo más productos ex-
portables al mercado interno, y abulta
así los ingresos privilegiados de estos
sectores y refuerza su posición de
poder.
Si, en los viejos tiempos, la Argenti-
na era receptora neta de capitales, desde
hace décadas se ha convertido en expor-
tadora neta de ellos debido a los límites
alcanzados tanto por la especialización
agroexportadora pura del país como,
posteriormente, por la industrialización
sustitutiva de importaciones. Y si la Ar-
gentina viene obteniendo sistemática-
mente excedentes en su comercio exte-
rior ello no se explica, como podría pa-
recer, por la supuesta autonomía indus-
trial y energética en un país capaz de
exportar alimentos. El superávit comer-
cial es una exigencia planteada por la
salida neta de capitales, y una contra-
partida necesaria de ésta. El superávit
comercial no alcanza, sin embargo, pa-
ra cubrir la totalidad de los requerimien-
tos de divisas correspondientes a la sali-
da neta de capitales, y la diferencia se
financia mediante el endeudamiento de
los particulares y del Estado en moneda
extranjera y respecto de acreedores que
operan desde bancos del exterior. Este
ha sido durante una fase el carácter prin-
cipal del crecimiento de la deuda ex-
tema.
Es claro que, cuando el monto de la
deuda llega a ciertos niveles en compa-
ración con otras magnitudes de la eco-
nomía, cuando las divisas obtenidas ca-
da año ya no alcanzan siquiera para pa-
gar en termino los intereses de la deuda
acumulada, se entra en otra fase que es
de crecimiento explosivo de ésta. La
deuda pasa a alimentarse de sus propios
intereses impagos e intereses punito-
rios, y las condiciones de refinanciación
son cada vez más usurarias, En esta
situación, en la que la deuda se toma
inmanejable, ha caído por último la Ar-
gentina como varios otros países del
Tercer Mundo, a tal punto que uno de
los informes "desestabilizadores" de
consultorías extranjeras que han sido
motivo de escándalo recientemente afir-
ma sin vueltas que nuestro país "no
puede pagar" su deuda externa. Para
explicar esta situación, además de los
aspectos generales e histórico-
estructurales bosquejados más arriba,
será necesario analizar la manera en que
la crisis se vino manejando, especial-
mente en los últimos años. A esto estará
dedicada la nota del mes próximo. O
A~lÁi3ia
INSTITUCION PSICOANAlITICA
DE DOCENCIA Y ASISTENCIA
Grupos de Estudio de Psicoanálisis
Freud-Lacan
Asistencia con honorario institucionales
Se atienden Obras Sociales
Maipú 821 PB "B"
Vicente lópez
TEl 826-9800/9173 De 8a20 Hs
También consultorio en Capital
El Porteño, Abril 1984 - 89
Ayuda al indígena
Comisión Juvenil de Ayuda al Indíge-
na (CJDAI) es una entidad que nuclea a
un grupo de jóvenes independientes, en
su mayoría descendientes de los distintos
pueblos que aún habitan la Argentina.
Según lo ha expresado, es su propósito
una ayuda "directa" al aborigen, hacien-
do llegar a las distintas comunidades na-
cionales todo tipo de elementos: ropa,
alimentos, útiles o cualquier donación
ofrecida, tanto por particulares como por
empresas privadas o estatales. Dicha re-
caudación es realizada por los integrantes
del CJDAl, individualmente, como asi-
mismo a través de presentaciones del
Grupo Sebastián Tamaraku -compuesto
por miembros de la entidad-, que además
de difundir las actividades de la misma,
transmiten la música, la poesía y la filo-
sofía de vida de los pueblos indígenas.
Los interesados en comunicarse con
estos jóvenes pueden acercarse a Bartolo-
mé Mitre 2139, PB "M", Capital Fede-
ral, a partir de las 16. "Ahí encontrará
siempre una mano fraternal, una charla
afectuosa, mates, música y el deseo cons-
tante de paz y entendimiento, que sólo se
logra a través del conocimiento de mies-
tras raíces", sugiere una propuesta que
'hicieron llegar a nuestra redacción, la que
concluye con una frase de Inca Yupanky:
"Un pueblo que oprime a otro pueblo, no
puede ser libre. "
Excelente Función
Privada
Ocurrió durante todo el mes de marzo,
cada sábado a partir de las 22 por el canal
estatal, ATC. Los conductores de "Fun-
ción Privada" -Carlos Morelli y Rómulo
Berrutti- diagrarnaron un estupendo ci-
clo evocativo del más importante realiza-
dor de cine argentino: Leopoldo Torre
Nilsson. Se exhibieron cuatro de las pelí-
culas'más representativas de la vasta pro-
ducción de "Bugsy", haciendo énfasis
sobre todo en aquéllas de temática realis-
ta. Los títulos: "Un guapo del 900", .
"Fin de Fiesta", "Filomena Martura-
no" y el desconocido "Los secuestra-
dores".
Morelli y Berrutti hilvanaron la serie
con ajustados y sobrios apuntes, su-
brayando con justicia la capacidad creati-
va de un argentino largamente combati-
do, tanto por la censura como por sus
propios colegas y críticos. Desde el in-
greso al estado democrático, "Función
Privada" ha triplicado su nivel de progra-
mación y vocabulario.Tanto fue así que
una de las primeras producciones que pu-
sieron en pantalla fue un bellísimo tra-
bajode Lucas Demare-t'Detrásdellargo
muro" -, tal vez uno de los más contun-
dentes documentos testimoniales de tono
social, cuya exhibición incluyó un desnu-
do frontal de Susana Campos .sin que por
ello los hogares argentinos fuesen gana-
40s por la inmoralidad y fantasmas por el
estilo.
Completa el aplauso la inserción de
algunos capítulos de "Sucesos Argenti-
nos" -largamente archivados-, donde es
posible reencontrarse con la viva historia
argentina del último medio siglo, además
de la permanente inclusión de corto y
medio metrajes nacionales y extranjeros.
"Función privada" es una invitación
permanente al buen gusto y calidad.
De vuelta a las andadas
Eso. El "excelentísimo señor presi-
dente de la Republica del Paraguay gene-
ral de ejército don Alfredo Stroessner"
-como debe decirse en toda situación pú-
blica-, ha vuelto a la normal anormali-
dad. Si bien es cierto que semanas atrás
permitió la realización de una protesta
pública contra su tiranía -sin anteceden-
tes en sus 30 años al frente del poder, tal
10 comentamos en esta misma hoja en
nuestro número anterior-, dicha insolen-
cia ha recibido su correspondiente certifi-
cado de defunción, tras dos flamantes
medidas del dictador guaraní. La prime-
ra: prohibió la realización de un congreso
de partidos opositores al gobierno; la se-
gunda: clausuró por tiempo indetermina-
do el diario de mayor tiraje en el Para-
guay - ABC Color- y procedió a la deten-
ción e incomunicación de su director,
Aldo Zuccoli11o.Cabe referir que el ma-
tutino sancionado, en los últimos cinco
años, se había constituido en el único
medio paraguayo que intentó alguna
suerte de oposición y crítica a la institu-
cionalizada corruptela del mandamás y
sus colaboradores, 10 que le valió entre '
otras cosas, cuanto sigue: sistemática
acusación de pertenecer al comunismo y
con "fe en la plata" -irónica mutación
del slogan del diario "con fe en la Pa-
tria"-; prolija traba a su distribución en
las ciudades del interior, deteniendo coti-
dianamente las camionetas que traslada-
ban los ejemplares; reiteradas detencio-
nes de su colunmista Alcibíades Gonzá-
les del Valle, empecinado denunciante de
todo tipo de tropelías del gobierno colo-
rado.
Demás está decir que los demás órga-
nos de prensa -ante el suceso comenta-
do- prefirieron hacer mutis por el foro.
Stroessner, agradecido.
¿Prensa petardista?
Así como suena. Dirigentes de la ge-
neración intermedia pertenecientes a la
UCR, se encargaron de denunciar públi-
camente en el mediodía del lunes 26 de
marzo último a una" cierta actitud de los
medios de difusión que no proceden co-
mo debería ser en gobiernos democráti-
cos, ya que destacan actitudes negativas
con una crítica destructiva y no construc-
tiva" , agregando que "tienen más espa-
cios en la televisión algunos generales del
Proceso, y ciertos dirigentes sindicales
que los políticos". Los denunciantes en
cuestión fueron Alberto Mallerman, En-
rique García Gómez, Enrique Llanas,
Mario Grinbaum y Delfín Waldorn, quie-
nes 10 arrinconaron al mismísimo secre-
tario de Información Pública -doctor
Emilio Ariel Gibaja- para enrostrarle que
en materia de difusión -control de la in-
formación, bah- "se cae en el mismo
error del gobierno de lllia, por culpa de
ciertos funcionarios, llámense jefes de
prensa de distintos ministerios, a causa
de una falta de coordinación". Conclu-
sión del berrinche: Gibaja anunció la
adopción de medidas, reconoció la crítica
y se propuso corregir los errores, median-
te reuniones de coordinación con las dis-
tintas áreas. Enrique Llanas no tuvo em-
pacho en afirmar que en este país "la
prensa petardea al gobierno democrático
en yez de colaborar con su acción". Un
colegaperiodista comentó irónicamente
el suceso: "Estos muchachos todavía tie-
nen que encontrarle las vueltas a cosas
elementales como que es normal que la
libertad de prensa sea algo muy, muy
parecido a la libertad de queja. Si se asus-
tan de las chispas, vaya a saber uno cómo
reaccionarán ante un petardo estallado
con toda la pólvora".