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Domingo Martinez de Irala en su segundo gobierno

El segundo período del gobernador Martínez de Irala se extendió desde 1544 hasta
1556.

En la región del Río de la Plata, Domingo Martínez de Irala, organizó la fundación de


otras ciudades partiendo de Asunción. Las ciudades fundadas fueron Villarrica, Santa
Fe, Ciudad Real, Ontiveros, Concepción del Bermejo y otros; con el grupo se llevó a
cabo la segunda fundación de Buenos Aires. De allí el nombre de “Madre de ciudades”
adjudicada a Asunción.

Estableció el sistema de encomienda, una institución jurídica y económica, en virtud de


la cual,un indígena o un grupo de ellos pagaba a un español, el encomendero, el tributo
que debía al Rey, el cual podía darse en servicio personal.

Hizo construir iglesias, como la primitiva Catedral de Asunción, creó la escuela de


primeras
letras a cargo de dos maestros. Sus obras fueron de progreso en lo político, económico,
jurídico y
social, trabajo en el engrandecimiento del país hasta su muerte en 1556.

Hernando Arias de Saavedra, llamado Hernandarias de Saavedra;


Asunción, 1564-Santa Fe, 1634) Conquistador español. Su padre Martín Suárez había
acompañado a Cabeza de Vaca. Participó en varias expediciones militares y de
exploración hasta que en 1592 empezó a desempeñar el cargo de gobernador en
Asunción y luego en Buenos Aires (1602-1609), donde fue el primer criollo nombrado
por España. Creó «reducciones» (1603) para evangelizar a los indígenas y favoreció la
llegada de jesuitas para dirigirlas. Combatió el contrabando con los portugueses y
amplió el territorio bajo dominio español, organizando expediciones de exploración al
sur de Brasil, Patagonia y Uruguay.
Hernandarias fue el prototipo del guerreo español en estas latitudes, audaz, valeroso y
temerario. Fue quizás uno de los últimos modelos de la conquista. Como gobernante
llevó a cabo una obra magna, impartiendo justicia, administrando con prudencia,
manejando los caudales públicos con rectitud, limpiando de vagos y delincuentes la
provincia y persiguiendo al contrabando con dureza. Bajo su administración se
establecieron las misiones jesuíticas en el Paraguay y Misiones, se edificaron iglesias y
se repararon templos, se abrieron caminos y se pusieron en práctica leyes justas que a
todos beneficiaron. Fue ejemplo de caballero cristiano y sinónimo de nobleza hispana.
Insurrección de los comuneros
Para el levantamiento de 1520 en la Corona de Castilla, véase Guerra de las
Comunidades de Castilla.
Para el levantamiento en el actual Paraguay, véase Revolución Comunera.
La insurrección de los comuneros o revolución de los comuneros fue un
levantamiento armado gestado en el Virreinato de la Nueva Granada en 1781.
El Visitador Regente
Para garantizar los cobros se creó la figura del Visitador Regente, que en principio debía
ser un jefe administrativo del virrey, pero que en la práctica iba más allá. Los primeros
nominados eran funcionarios muy de la confianza de la Corona (especialmente de sus
ministros) pero a la vez inexpertos y muy arrogantes. La regencia de la Nueva Granada
se entregó a Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres. La actitud en búsqueda de ingresos
fiscales emprendida por este regente provocó en 1781 la rebelión de los Comuneros.
Gutiérrez resucitó el antiguo impuesto de la Armada de Barlovento o impuesto a las
ventas que afectaba severamente a las gentes de la región de Guanentá en el actual
departamento de Santander, porque el algodón crudo y los hilados de algodón figuraban
entre los productos afectados y la región fabricaba textiles con este material.
La insurrección de 1781
Aunque ya en 1752 y 1764-67 habían estallado motines contra el monopolio del
aguardiente, fueron las medidas tomadas a fines de la década de 1770, que provocaron
que el nuevo levantamiento tomara una magnitud sin precedentes.
En los últimos meses de 1780 hubo motines contra los guardas de la renta del tabaco en
Simacota, Mogotes y Charalá, pero la cabeza del movimiento fue la ciudad de Socorro,
en donde el 16 de marzo de 1781, Manuela Beltrán rompió el edicto referente a las
nuevas contribuciones, a los gritos de “viva el Rey y muera el mal gobierno. No
queremos pagar la armada de Barlovento”.
En sus comienzos los protagonistas visibles eran los pobres, tanto mujeres como
hombres. Las revueltas comenzaron luego a ser dirigidas por personas un poco mejor
ubicadas (comerciantes, carniceros, pequeños agricultores) y la rebelión tomó forma. La
presión logró que algunos hombres de prestigio se comprometieran en ella. También se
incorporaron indígenas, liderados por Ambrosio Pisco, un cacique rico. Ellos agregaron
al pliego de demandas la devolución de tierras tomadas a las comunidades amerindias.
Como general de los insurrectos fue elegido Juan Francisco Berbeo, en asocio de
Salvador Plata, Antonio Monsalve, y Francisco Rosillo, quienes constituyeron la junta
llamada “El Común” de donde les vino el nombre de “Comuneros”. Se reunieron en el
Socorro cerca de 6.000 hombres que marcharon en dirección a Santafé (hoy Bogotá).
En el camino se agregaron voluntarios de otras poblaciones hasta completar un cuerpo
de 20.000 hombres y, en el Puente Real (hoy Puente Nacional), cerca a Vélez se
encontraron con la pequeña tropa enviada desde Santafé a órdenes de José Osorio y del
capitán Joaquín de la Barrera, quienes no pudieron interrumpir el avance de los
comuneros y, mientras el regente Gutiérrez de Piñeres salía en precipitada marcha hacia
Cartagena de Indias, el gobierno acordó impedir la llegada y designó al oidor Vasco y
Vargas y al alcalde don Eustaquio Galavís. El arzobispo (y después virrey) Antonio
Caballero y Góngora ayudó con su presencia a las negociaciones.
Las capitulaciones de Zipaquirá
La comisión de negociadores parlamentó con los jefes de los sublevados en El Mortiño
(cerca a Zipaquirá, Cundinamarca), quienes presentaron un pliego de 35 demandas. La
comisión decidió acceder a todas las demandas y se firmaron unas capitulaciones que
fue aprobada por la Audiencia. En ella se rebajaban unos impuestos, se suprimían otros,
se atenuaba su recaudo y se convenía en dar preferencia a los americanos sobre los
españoles para algunos cargos en que éstos eran mal vistos. También se acordó
perdonar toda falta a los comuneros.
La negociación finalizó con un juramento ante los Evangelios y una misa solemne
presidida por el Arzobispo, quien procedió a convencer a los insurrectos de marchar a
sus hogares.
las Capitulaciones de Zipaquirá, que Berbeo y los Comuneros negociaron con la
comisión oficial, encontramos la defensa de las tradiciones jurídicas de los pueblos, el
reclamo por la supresión y rebaja de impuestos, la libertad de cultivo y el libre comercio
del tabaco, el mejoramiento de caminos y puentes, el acceso de los americanos a los
altos puestos administrativos, la devolución de los resguardos a los indígenas, la
devolución de las salinas a los indios y otros reclamos semejantes.
Incumplimiento de las capitulaciones
Levantamientos en otros lugares
En junio de 1781 fue muerto por un levantamiento en Pasto motivado por la imposición
del "Estanco", don José Ignacio Paredo, teniente gobernador de Popayán. Igualmente se
sublevaron Neiva, Guarne, Tumaco, Casanare y Mérida como reflejo del moviento en
Socorro.
La revuelta también se extendió a la región de Antioquia con los comuneros de Guarne ,
con los de Sopetrán y Sacaojal, quienes pedían también el libre cultivo del tabaco. Los
de Guarne solicitaban, igualmente, que se reconociera el derecho de mazamorreo (lavar
en las arenas de los ríos el oro), como también que en el valle de San Nicolás de
Ríonegro no gobernaran los forasteros en el ramo de justicia. Es de notar la casi
simultánea emergencia de movimientos con reivindicaciones semejantes en casi toda la
sudamerica española incluyendo el movimento de José Gabriel Condorcanqui Tupac
Amarú
Consecuencias del movimiento
Fuera del aspecto económico, que tuvo como fin la lucha contra los impuestos, la
revuelta (y no revolución ya que no buscaban cambiar a España como su gobernador)
comunera abarcó aspectos sociales y políticos, ya que una de las estipulaciones
contenidas en la capitulación hecha en Mortiño era la preferencia de los americanos
para la provisión de ciertos empleos, lo que implicaba ya una cierta alteración
importante en el régimen colonial. Por otra parte, también se aspiró a rehabilitar la raza
indígena y Galán proclamó la libertad de los esclavos en las minas de Malpaso, cerca de
Mariquita (Tolima). Este fue uno de los cargos por los cuales se condenó a muerte a los
sublevados.
Pese a sus reivindicaciones coyunturales y a su declaración en pro de la autoridad real,
el movimiento comunero ha sido visto por varios autores como un anticipo de la
Independencia, en la medida que fue una expresión de furia popular contra los
funcionarios españoles y una aspiración de tener gobiernos con participación criolla.
Aunque estas manifestaciones distan aún de lo que será el proceso de Independencia, es
visto como un paso dado hacia un sentimiento nacionalista.
Se resalta finalmente, que la insurrección comunera, con sus reivindicaciones de
igualdad social, política y económica se da antes que la Revolución francesa. Las
proclamas comuneras no estaban lejos de Declaración de los Derechos del Hombre y
del Ciudadano que luego fueron emitidas en esta.
Características de los comuneros
- Sus máximos dirigentes son Manuela Beltrán y Jose Antonio Galán
- Se afecta a la región de Guanentá, principal productora de tabaco y textiles en la
Nueva Granada
- Se separa los impuestos de la alcabala y la Armada de Barlovento
- El 16 de marzo de 1781, fue un día decisivo, pues aquí Manuela Beltrán rompe el
papel en el que se anuncia los nuevos impuestos.
- Se estima que al iniciar la rebelión habían unos 2000 rebeldes al finalizar las cifras
ascendían a unos 20000
- El virrey antonio caballero y góngora fue designado para negociar con los comuneros
- Juan Francisco Berbeo, josé antonio éstevez entre otros criollos ricos financiaron la
insurrección
- La consigna de esta insurrección fue: Viva el Rey y muera el mal gobierno.
- Despues de la negociación se bajaron los impuestos al tabaco y al aguardiente, la
mayoría volvió a la vida cotidiana, pero José Antonio Galán, junto con otros
campesinos siguieron enfrentándose a los realistas, fue tanto que regiones como
Antioquia y la Capitanía general de Venezuela lo apoyaron
- Galán fue apresado el 13 de octubre del 1881 y fue ejecutado el 1 de febrero del 1882

EL MOVIMIENTO COMUNERO
En 1516 Carlos I, hijo de Juana la Loca y Felipe el hermoso, y nieto de Isabel y
Fernando, los Reyes Católicos, fue nombrado rey de Castilla y Aragón, e
inmediatamente presentó su candidatura a emperador de Alemania. Fue elegido
emperador en 1519, y convocó cortes para pedir dinero a las ciudades castellanas con el
fin de poder pagar los gastos de su coronación imperial.
El aumento de los impuestos provocó un descontento general, por lo que se produjo la
sublevación llamada “las comunidades de Castilla”
Las causas de la rebelión son las malas cosechas y el hambre que se desencadenó a
comienzos del siglo XVI, además del descontento de algunas ciudades por la hegemonía
del comercio de la lana que tenían otras como Burgos.
Carlos I nombró a personajes flamencos, que desconocían las características del país,
como altos cargos de la administración sustituyendo a los castellanos.
Una vez elegido emperador, el rey convocó cortes en Santiago para pedir un nuevo
servicio para afrontar económicamente los gastos de su coronación imperial.
En Abril de 1520 estalló la revuelta en Toledo, cuando los regidores de la ciudad
encabezados por Juan de Padilla iban a partir hacia las cortes. La multitud se sublevó y
ocupó el alcázar echando al corregidor. La rebelión se extendió a otras ciudades
castellanas, y en mayo de 1520 en Segovia la multitud ajustició a los funcionarios y
regidores que habían votado a favor del servicio pedido por el rey.

Las peticiones de los castellanos eran:


- Reserva de los cargos públicos a los castellanos
- prohibición de que saliese dinero fuera del reino
- nombramiento de un castellano como gobernador en ausencia del rey
Reclamaban una reunión de las ciudades sublevadas que tuvo lugar en agosto de 1520
en Ávila y a la que asistió Toledo, Segovia, Salamanca y Toro.
En Segovia, bajo la direccion de Juan Bravo, tuvo lugar la primera confrontación entre
las tropas comuneras, reforzadas con milicias de Toledo y Madrid, y las tropas reales.
En Agosto de 1520 el gobierno ordenó el Incendio de Medina del Campo, y este suceso
animó a más ciudades castellanas a apoyar la rebelión.
A finales de ese agosto el ejercito comunero se dirigió a Tordesillas, donde se
encontraba Juana la Loca. Allí se reunieron representantes de 14 ciudades.
Los procuradores de reunieron con la reina Juana y la Junta de Tordesillas asumió el
Gobierno.
El 4 de diciembre el ejército real tomó Tordesillas, lo que supuso para el bando
sublevado la pérdida de la reina Juana.
Ese mes el rey Carlos I había publicado el Edicto de Works, en el que condenaba a 249
comuneros. A todo aquel que les apoyase sería declarado traidor, desleal, rebelde e
infiel.
También ese mes, Antonio de Acuña hizo una expedición por los pueblos de Madrid
hasta llegar Consuegra. En abril de 1521 se presentó en Zocodover, donde fue vitoreado
por la multitud al entrevistarse con María Pacheco, esposa de Juan de Padilla que
mandaba la rebelión en Toledo.

Paraguay Colonial
1- La conquista:

1-1 La llegada al Paraguay Alejo García y Sebastián Gaboto:

La historia del Paraguay comenzó indirectamente en 1519 cuando la expedición de Díaz


de Solís al Rió de la Plata fracasara terminando con su muerte por parte de los indios
Charrúas. Lo que quedo de la expedición llamo al estuario "Rió de Solís" que
regresando a España naufrago uno de los barcos enfrente de la isla Santa Catalina en la
actual costa brasileña.

Entre los sobrevivientes estaba Alejo García un Portugués que había estudiado náutica y
había agredido el guaraní viviendo con los indígenas. García había oído historias de un
hombre "Rey Blanco" que vivía al oeste y que poseía muchas riquezas. Finalmente
alzándose con unos cuantos hombres y suministros dejo la isla tras casi ocho años de
permanencia en busca de los dominios de "Rey Blanco".

En 1924 cruzo el Paraná a la altura del afluente del Monday, (según el historiador
Efraín Cardozo). Atravesaron el Paraguay por la ruta que mas tarde seria cruzado por
Cabeza de vaca. Fueron recibidos por indios guaraníes que lo atendieron pacíficamente.
Allí el grupo reclutó un pequeño ejército de 2.000 indios guaraníes locales como
refuerzo para invadir las tierras prometedoras y debió adentrarse en el Chaco, un
semidesierto áspero.

Allí se enfrentaron a varios obstáculos como la sequedad, diluvios y las tribus


chaqueñas indias sumamente peligrosas pero no tanto como los indios guaraníes
caníbales que acompañaban a García. El grupúsculo mixto entró en plan de pillaje
alzándose con un botín impresionante de plata pero antes de que el ejército del Inca
reinante, Huayna Cápac, llegara para presentarle combate, se retiró en orden con el
botín a cuestas pero Alejo García fue asesinado por sus aliados indios cerca de la actual
ciudad de San Pedro sobre el río Paraguay respetando la vida de su hijo, el primer
mestizo paraguayo.

La noticia de la correría en el país sedujeron a muchos españoles y atrajeron a Sebastián


Gaboto al Río Paraguay 2 años después.

Era el hijo de Juan Gaboto famoso explorador genovés quien estaba navegando al
Oriente en 1526 cuando oyó hablar de las hazañas de García y dedujó que el Río de
Solís podría proporcionar un pasaje más fácil al Pacífico y al Oriente que los laberintos
traicioneros y tormentosos del Estrecho de Magallanes que era el paso conocido en ese
entonces para poder ir hacia las riquezas de Perú. Gaboto fue el primer europeo en
decidir explorar a conciencia el estuario del Plata. Gaboto procedió por el Río Paraná,
fundo un fortín cerca de Rosario.

Continuó aguas arriba para otros 800 kilómetros más, más allá de la confluencia con el
río Paraguay siempre sobre el Paraná.

Cuando la navegación se tornó dificultosa, Gaboto retrocedió no sin obtener algunos


objetos de plata que los indios del lugar afirmaron que venían bien lejos de una tierra al
oeste. De ese modo Gaboto decidió abandonar su ruta por el Rió Paraná y entrar al Rió
Paraguay. Aproximadamente cuarenta kilómetros debajo del sitio de Asunción, Gaboto
encontró una tribu guaraní con posesión de objetos plateados, quizás algunos de los
despojos del tesoro de García. Creyendo haber encontrado la ruta hacia las riquezas del
Perú,

Gaboto nombró al río Paraguay como "Río de la Plata", aunque hoy el nombre sólo se
aplica al estuario donde a sus orillas está actualmente la ciudad de Buenos Aires.
Gaboto se volvió a España en 1530 y el emperador Carlos V (1519-56) fue informado
sobre sus descubrimientos. Carlos V le dio permiso a Don Pedro de Mendoza para
poder montar una expedición al estuario del Plata.

1-2 Los guaraníes habitantes originarios:

Los guaraníes ocupaban casi mitad de la América del Sur antes de la llegada de los
españoles, cada una de sus parcialidades se conocían por nombres distintos, sus lenguas
y cultura eran muy parecidos. Cada una de las tribus se dividía en grupos que estaban
unidos, por amistad, defensa común o parentesco. El que hacia daño o se enojaba era
dejado de lado.

En cuanto a su economía, eran agricultores. Hacían rodados en el monte y sembraban


las semillas con el yvyra hakua o palo puntiagudo. Recogían yerbas y frutas silvestres
como medio de subsistencia. Fumaban tabaco y la miel era su mejor golosina.

Sus gobernantes eran elegidos por el consejo de ancianos. El responsable electo era el
cacique. No edificaron ciudades y pueblos como otros pueblos indígenas. Hacían sus
ranchos de barro y esteras. Conocían el arte de navegar. Poseían conocimientos sobre
hierbas medicinales y alimentos de origen animal y vegetal. No tenían escritura. Usaban
sus correos por medio de mensajeros.
Viajaban mucho tenían la creencia de que debían salir de viaje periódicamente. De esta
creencia se valieron los españole para llevarlos engañados a las minas incaicas.

1-3 El emprendimiento del primer adelantado don Pedro de Mendoza

Cuando en 1530 Carlos V fue informado sobre los descubrimientos de Gaboto le dio
permiso a Don Pedro de Mendoza para poder montar una expedición al estuario del
Plata. También lo nombro gobernador del Río de la Plata. Habiendo realizado los
preparativos del viaje partió en agosto de 1535, con unos 11 barcos y 1300 hombres.
Llegando al Río de la Plata a comienzos del año siguiente. El 3 de febrero de 1536
levanto en la margen derecha del río una fortaleza que lo llamo Nuestra Señora de Santa
María del Buen Aires

No paso mucho tiempo y los hombres comenzaron a sentir hambrey los ataques de los
indígenas, quienes, tras un comienzo amistoso, se habían vuelto hostiles y se negaban a
proporcionarles ayuda y alimentos. Mendoza envió entonces a su hermano Diego hacia
la región del Delta al frente de un grupo de trescientos hombres en busca de alimentos,
pero los indígenas los atacaron. En el combate que se denomina de Corpus Çhristí por la
celebración religiosa de ese día, 15 de junio- los españoles lograron imponerse, pero a
costa de la vida de varios de sus mejores capitanes, entre ellos el propio Diego
Mendoza.

1-4 La búsqueda de El Dorado, Ayolas e Irala:

Poco después que Mendoza fundara Nuestra Señora de la Buena Esperanza en


septiembre de 1536, Mendoza se sentía muy enfermo y regreso a Buenos Aires (el había
recorrido con Ayolas las tierras que este ultimo había recorrido). Ayolas después había
partido rió arriba por el Paraguay y Paraná acompañado por Domingo Martínez de Irala,
Ayolas navegó otra vez hacia el norte hasta que llegó a una bahía pequeña en el río
Paraguay que bautizó Candelaria, el actual Fuerte Olimpo. Ayolas dejo a Domingo
Martínez de Irala como su lugarteniente, y se aventuro en el Chaco en busca de la Sierra
de Plata, Había saqueado el Perú y de regreso con fuerte botín fueron sorprendidos por
unos indígenas y cayo muerto con todos sus hombres, se cree que los que los asesinaron
fueron los Payagua indios chaqueños.

1-5 La fundación de Asunción

Al no tener información de Ayolas y soportando hambre y pestes en Buenos Aires,


Mendoza envió algunos bergantines en su auxilio al mando del Capitán Juan de Salazar
de Espinosa, que luego de navegar los ríos Paraguay y Paraná, llegaron en una laguna
denominada después "La Frontera" prosiguiendo aguas arriba hasta las altas barrancas
que dominaban la ribera del río, en tierras de los caciques "Cupiratí" y "Caracará", y allí
desembarcaron, comunicándose por medio de los intérpretes o "lenguas" con los
autóctonos.

Los intérpretes no necesitaban largas explicaciones para entenderse con los indios; la
parcialidad del cacique "Caracara", llenó de provisiones sus bergantines con batata,
maiz, mandioca, carne de venados, chanchos silvestres, poroto, maní, chicha, etc.
Salazar de agradecimiento les prometió fundar un fuerte a su que regreso, Juan de
Salazar continuo rió arriba en busca de Ayolas. Llego al puerto de Candelaria donde se
les dio noticias de Ayolas, luego volvieron al "Paraje de la Frontera" a fin de efectuar la
fundación prometida

Esta fundación tuvo lugar el 15 de agosto de 1537, y la ciudad fue denominada "Nuestra
Señora de la Asunción". Lamentablemente, el incendio de 1543 (que destruyó las tres
cuartas partes de la ciudad), quemó el edificio del Archivo, desapareciendo con el fuego
el Acta de Fundación.

2 Inicio de la colonia

2-1 Asunción madre de ciudades

Luego de esa fundación Irala debió de librar unas batallas contra los indios kario dueños
de esa tierra capitaneados por su mitológico cacique Avambae, debiendo vencerlos
duramente al pie de un cerro que domina la vista de la actual Asunción. Esa formación
geográfica fue bautizada como Lambaré, españolizando así el nombre del cacique
vencido.

Los sucesores de Martínez de Irala, al frente de la provincia y partiendo de Asunción,


hicieron numerosas expediciones y fundaron nuevas ciudades: en el oriente, Ontiveros,
Villa Rica del Espíritu Santo, Ciudad Real y Santiago de Xerez; en el occidente, Santa
Cruz de la Sierra y Nueva Asunción; a lo largo del litoral, Corrientes, Santa Fe y
Buenos Aires (segunda fundación en 1580, llevada a cabo por diez españoles y
cincuenta mestizos paraguayos). Esto le ha valido a Asunción el calificativo de madre
de ciudades.

2-2 El Mestizaje

El Paraguay nació como país en el siglo XVI, de la unión de navegantes españoles con
las mujeres indígenas. Los caciques ofrecían a sus hijas a cambio de armas. La unión
hispano-guaraní dio origen al mestizaje y a la nación paraguaya, hay q destacar que ya
había nacido el primer mestizo que era el hijo de Alejo García.

2-3 El gobierno de Domingo Martínez de Irala y la importancia de la cedula real


del 12 de septiembre de 1537.

La Corona promulgó la Real Cédula del 12 de septiembre de 1537 que facultó a los
conquistadores a designar gobernador por votación. Domingo Martínez de Irala, dejado
por Ayolas como lugarteniente, tras la muerte de éste último, fue nombrado gobernador
por la colonia y aceptado por el emperador Carlos V.

Irala abandono el Río de La Plata y concentrarse en Asunción, debido a que estaba mas
cerca que el Perú y también por los nativos amistosos de la zona, que distaba la
población indígena hostil de Buenos Aires. Asunción fue convertida en ciudad el 12 de
septiembre de 1541 asumiendo la capitalidad de la conquista. A partir de aquí se
suceden varios gobernadores, que desde Asunción continúan con el descubrimiento y
colonización del Río de la Plata
2-4 El poder y el gobierno en manos de los mancebos Hernandarias

Hernando Arias de Saavedra, fue el último representante de la conquista del Río de la


Plata. Dedico su vida a colonizar y evangelizar estas lejanas comarcas que constituyeron
uno de los confines más alejados del imperio español.

Nació en Asunción el 10 de septiembre de 1561, en aquel entonces capital de la


gobernación del Río de la Plata. Era un hombre culto y caballeresco modales con
grandes iniciativas, era sumamente versado en historia romana, educado en el convento
franciscano de su ciudad natal, tuvo por maestro a Ruy Díaz de Guzmán.

Hernandarias se enroló en la expedición a la Ciudad de los Césares organizada por el


gobernador Abreu (1578), participó en la fundación de Salta, formando en las milicias
de don Hernando de Lerma y estuvo a cargo del ganado destinado a la segunda
fundación de Buenos Aires emprendida por su futuro suegro, don Juan de Garay, a
quien acompañó como cabo segundo en su expedición a las sierras de Tandil y de la
Ventana. A los 20 años de edad, se casó con la hija del adelantado, doña Jerónima de
Contreras y se fue a vivir a Santa Fe, donde estableció su residencia.

Años después Hernandarias combatió contra las tribus niguares del Paraguay participo
en la fundación de Concepción del Bermejo, de la que fue primer alcalde ordinario e
integró la expedición que a través de las actuales selvas formoseñas, abrió un nuevo
camino a la ciudad de Asunción.

Reemplazo a Alonso de Vera "cara de perro" en el gobierno de Asunción. Se hallaba en


Concepción del Bermejo cuando se enteró de la trágica muerte de Ramírez de Velasco y
encabezando 80 efectivos, partió desde aquella ciudad para enfrentar a los indios, a los
que aniquiló tras una sangrienta batalla en la que resultó herido.
Ya en Asunción, encontró a la ciudad convulsionada, debido a las discrepancias que
existían en cuanto a si Ramírez de Velasco había depositado en él su confianza o no. En
gesto de alta nobleza declinó el mando para someterse a los designios de la mayoría y el
4 de enero de 1598 la Asamblea lo designó gobernador "…con mucho gusto y aplauso
de toda la gobernación…haciendo uso del privilegio concedido por el emperador Carlos
V". Promulgó las primeras ordenanzas de los indios, en las que establecía las
obligaciones de los encomendadores sobre tratamiento, cuidado, educación, etc.
Hernandarias pide al Rey el envío de sacerdotes para convertir y civilizar a los
guaraníes. Los primeros en llegar a Paraguay fueron los franciscanos quienes, a
diferencia de los jesuitas, no establecieron jurisdicciones separadas e independientes del
poder político y civil de la colonia.

Bajo el gobierno de Hernandarias, llegan al Paraguay los jesuitas para contribuir a la


tarea de pacificación de los indígenas, dando así origen a las célebres reducciones
Jesuíticas. Desde 1604 a 1767 los jesuitas realizan con los indios guaraníes de Paraguay
un original gobierno teocrático. Las reducciones jesuitas llegaron a constituir un estado
prácticamente independiente, ya que tenían autonomía respecto a los gobernadores de
Asunción. Las misiones llegaron a cobijar a más de un cuarto de millón de indígenas
donde se les enseñaba la religión católica, agricultura, artesanía y pequeña industria.

Durante el gobierno de Hernandarias en 1617, se produjo la división de la Provincia en


dos gobernaciones: la del Paraguay y la de Buenos Aires. De esta forma Paraguay
perdió la zona marítima del estuario del Río de La Plata, y conservó solo Asunción,
Ciudad Real y Villa Rica.

3 La Revolución Comunera

3-1 Ideología política

La revolución comunera, 1644 entre caudillos españoles portadores de la ideología del


bien común y la orden de los Jesuitas. La Revolución Comunera en el Paraguay, surge a
raíz de que los pobladores de esta región se encontraban en total desventaja en la
competencia de producción que llevaban con la Compañía de Jesús, ya que los
sacerdotes exportaban sin impuesto alguno sus productos, mientras que los colonos
debían de pagar muchos impuestos y trabas por sacar sus producciones.

3-2 Elección de Bernardino Cárdenas y enfrentamiento con los jesuitas

En febrero de 1649 muere Escobar y Osorio, y el obispo presiona a sus asociados en el


Cabildo para aplique la cedula real del 12 de septiembre de 1537, en el que se autoriza a
los conquistadores a elegir a sus gobernantes por elección popular. Así Cárdenas asumió
el mando de la provincia

Cárdenas expulsa a los Jesuitas de los colegios e iglesias de Asunción. El pueblo tuvo
su aprobación porque envidiaban a los jesuitas por tener mejores tierras que ellos, donde
el trabajo de los guaraníes producía grandes beneficios.

Los Jesuitas tenían procuradores en Charcas, residencia de la Audiencia y en Lima


hogar del virrey. Lo ocurrido llego a oídos del virrey Salvatierra que envió a Andrés de
los guaraníes, así que medio año después recluto a 700 soldados guaraníes de las
reducciones jesuíticas y marcharon hacia Asunción. El obispo se refugio de León para
que lo obligase a presentarse ante la Audiencia a Cárdenas y la audiencia nombro a
Sebastián de León criollo asunceno como gobernador.

El Gobernador Sebastián de León nada pudo hacer sin la intervención en la catedral con
sus seguidores, la ciudad se entrego pero al obispo lo detuvieron a la fuerza después de
una breve lucha con las tropas del obispo. La ciudad fue pacificada y a Cárdenas se lo
expulso por el peligro que representaba para la tranquilidad del país.

3-3 La revolución comunera de:


1717-1735 a) Antequera b) Mompox

José Antequera fue nombrado gobernador por el pueblo, se opuso al gobernador elegido
por el virrey Diego de los Reyes a instancia de los jesuitas. El cabildo concede el puesto
a Antequera y el virrey con los jesuitas mandan tropas. Hay guerras, combates por
ultimo Antequera cae preso y es enviado a lima donde muere asesinado en 1730.

Mompox que estuvo preso en Lima con Antequera, Mompox cae preso por Una nueva
revolución conmueve a Asunción del Paraguay la dirige Fernando las fuerza del virrey,
pero en el camino los guaraníes se declaran sus partidarios y lo dejan huir. A saberse
que Antequera y Mena, los jefes de la primera rebelión han sido muertos en Lima, el
pueblo se sublevó nuevamente

4- Las reducciones

4-1 Pueblos

Entre 1610 y 1768 esta orden fundó y mantuvo 32 pueblos misioneros en un vasto
territorio del actual Paraguay y las regiones fronterizas de Brasil, Argentina y Uruguay.
Se suele hablar de las reducciones jesuíticas, porque la idea principal era sacarlos de la
selva y de conducirlos a los pueblos expresamente fundados para ellos. Así era más fácil
cristianizar y civilizarlos.

Su economía y política

Ellos se dedicaban a la agricultura con pretextos cristianos esclavizaban a los indios y


los obligaban a trabajar la tierra, a esa esclavitud se le denomino encomienda. Los
jesuitas en cambio les enseñaban ciertas prácticas de agricultura y artesanía. Les
enseñaban a los indígenas la religión a leer y escribir, Ellos aportaron un gran
conocimiento al indio guaraní.

Un elemento importante en la pedagogía y las prácticas misioneras de los jesuitas fue la


música. Introdujeron sus propios instrumentos europeos de la época como chirimías,
tambores y arpas. Pero también integraban instrumentos indígenas como las maracas,
aquellas calabazas con las cuales los chamanes guaraníes marcaban el ritmo de sus
danzas sagradas y que hasta hoy se usan en la música latina. Para el escritor cubano
Alejo Carpentier este "ángel con las maracas" es el supremo símbolo de la síntesis
cultural entre el viejo y el nuevo mundo.

4-2 Los Franciscanos

Los Franciscanos vinieron en 1575 con intención evangelizadora, Con el arribo de fray
Luis Bolaños y fray Alonso de San Buenaventura, en 1575, se inicia el adoctrinamiento
sistemático de los naturales. Bolaños aprende la lengua guaraní con ayuda de los
novicios gualreños fray Gabriel de Guzmán, nieto del gobernador Irala, y fray Juan
Bernardo, primer mártir paraguayo de quien se tiene documentación escrita. Este murió
en manos de lOS indios en Jahapety (Caazapá), en 1592.

A Bolaños se le debe la creación de la grafía guaraní, la traducción del catecismo


limense a dicha lengua y la fundación de las primeras reducciones guaraníticas, a partir
de 1580. Altos, Ypané, Guarambaré, Atyrá, Tobatí, Itá, Yaguarón, Caazapá, Yuty, Itatí,
Baradero y tantos pueblos fundados por Bolaños, guardan hasta hoy el recuerdo de su
fundador "como si hubiera muerto en la víspera" (Efraim Cardozo).

Su aporte cultural podrian ser la herrería y la forja eran en el Nuevo Mundo


desconocidas, por desconocer sus habitantes la existencia del hierro. Solo en
Mesoamérica y en los Andes se había desarrollado el trabajo con algunos metales,
especialmente con el cobre y los metales preciosos, que en ambos territorios abundaban,
pero también en estos lugares se desconocía el hierro.
4-3 La conquista espiritual

Roque Gonzáles de Santacruz, nacido en Asunción paraguay, en 1576. Desde joven


demostró una gran piedad ya que a los 14 años dirigió una procesión por el bosque en
honor a la Eucaristía.. El 9 de mayo de 1609 San Roque entró en la Compañía de Jesús
y dos años mas tarde fue nombrado superior de la primera Reducción de Paraguay, San
Ignacio Guazú. En la plaza de esta ciudad existe hoy una enorme estatua en su honor.

El deseo de llevar el evangelio a todo el mundo lo animaba a seguir adelante. El 22 de


marzo de 1615 fundó una reducción en Itapúa (actual ciudad de argentina de Posadas) la
cual pronto se trasladó a la otra orilla del río, en lo que es hoy Encarnación, Paraguay.
Por eso se le reconoce como fundador y patrono de ambas ciudades. Otras dos
Reducciones fundadas por Roque González son: Concepción (1619) y Candelaria
(1627).

5 EL Paraguay sumido en el olvido

5-1 La creación del virreinato del río de la plata

En 1776, el rey español Carlos III decidió la creación provisoria del Virreinato del Río
de la Plata para asegurar un control más eficaz de sus dominios americanos. Hasta
entonces, Buenos Aires y el interior dependían del Virreinato del Perú, que tenía su
capital en Lima.

La enorme distancia que separaba al Río de la Plata de la cabecera virreinal había


despertado la codicia de ingleses y portugueses, quienes lucraban con el contrabando
hacia Buenos Aires y la zona del Litoral, perjudicando a las arcas. Se hizo definitivo en
1778 luego de cuatro años se creo el régimen de intendencias, hizo disminuir la
importancia de los cabildos y a la vez mas efectiva la supervisión estatal.

5-2 aboliciones de la real cedula del 12 de setiembre de1537

El gobernador de Buenos Aires Bruno Mauricio de Zavala marcha al Paraguay y


reunido con el ejército guaraní de las misiones - vence a los comuneros en Tavapy,
deroga la Cédula Real del 12 de Setiembre de 1537, reparte condenas y restituye los
privilegios a los jesuítas.

6 El indio Colonial

6.1 Las ordenanzas de Alfaro:

Felipe II, ante las reiteradas denuncias de algunos funcionarios y miembros del clero,
dispuso que el presidente de la Audiencia de Charcas inspeccionara las regiones de su
jurisdicción con el objeto de producir un informe respecto del trato dado a los
indígena.Con considerable retraso- año 1610- el presidente de la nombrada Audiencia
encomendó al oidor Francisco de Alfaro la misión de cumplimentar la ordenanza real.
Éste recorrió la región del Tucumán, Cuyo, Buenos Aires y Paraguay y en la ciudad de
Asunción (1612) dio forma a las Ordenanzas que llevan su nombre.

En ellas el oidor Alfaro cumplió toda la legislación referida a la situación del indio :
• se reitera la supresión del trabajo servil de los indios ;

• se establece que no podían ser trasladados a más de una legua de distancia de su


residencia habitual ;

• declara nula toda compraventa de indios, fijando que todos aquellos que hubiesen sido
trasladados de una encomienda a otra serían devueltos a su lugar de origen ;

• el indio tendría libertad de elegir patrón, pero no podía comprometerse a servir al


mismo más de un año ;

• se establece el pago de una tasa anual de cinco pesos que podían ser pagados en
productos de tierra o, en su defecto, con treinta días de trabajo, debiendo encargarse del
cobro el justicia mayor o los alcaldes ;

• se reglamenta la formación de pueblos indígenas regidos por el alcalde indio ;

• se reglamenta la mita, estableciéndose que la remuneración no podía pagarse en


especies y el mitayo debería ser atendido o enviado a su lugar de origen.

Las ordenanzas de Alfaro fueron muy resistidas. Tanto en el Río de la Plata como en el
Paraguay se levantaron voces interesadas en impedir la reivindicación del indígena, pero
las ordenanzas se aprobaron con algunas modificaciones

6-2 La esclavitud indígena la mita y la encomienda

El proceso de conquista se vería proseguido por el de una denominada «pacificación»,


que de hecho no era más que la sistemática dominación de todo intento indígena por
conservar sus formas de vida y creencias originarias.

Los españoles esclavizaban a los indígenas haciéndolos trabajar arduamente.

El pesado servicio personal, la mita, la encomienda, instituciones laborales donde el


indígena recibía escasos beneficios tras grandes esfuerzos, provocaron insatisfacciones.
En 1780 Tupac Amaru organizo una rebelión en contra de esta explotacion indígena por
parte de los españoles . Hubo una reforma indigina hecho que se constituyó en la señal
para el alzamiento de miles de indígenas del virreinato del Perú en noviembre de
17Linea de tiempo

Gobernadores del Río de la Plata

Siglo XVI

1. Hernando Arias de Saavedra (1617-1618)


2. Diego de Góngora (1618-1623)
3. Francisco de Céspedes (1623-1631)
4. Pedro Esteban Dávila (1631-1637)
5. Mendo de la Cueva y Benavides (1637-1641)
6. Andrés de Sandoval (Interino) (1641)
7. Jerónimo Luis de Cabrera (1641-1645)
8. Jacinto Lariz (1645-1653)
9. Pedro Baigorri Ruiz (1653-1660)
10. Alonso Mercado y Villacorta (1660-1663)
11. Juan Martínez de Salazar (1663-1674)
12. Andrés de Robles (1674-1678)
13. José de Garro (1678-1682)
14. José de Herrera y Sotomayor (Interino) (1682-1691)
15. Agustín de Robles (1691-1698)

Siglo XVII

16. Manuel de Prado y Maldonado (1698-1701)


17. Alonso Juan de Valdés e Inclán (1701-1707)
18. Manuel de Velasco y Tejada (1708)
19. Juan José de Mutiloa (Interino) (17..-17..)
20. Alonso de Arce y Soria (1714)
21. José Bermúdez de Castro (Interino) (1714-1715)
22. Baltasar García Ros (1715-1717)
23. Bruno de Zavala (1717-1734)
24. Miguel de Salcedo y Sierra Alta (1734-1742)
25. Domingo Ortiz de Rozas (1742-1745)
26. José de Andonaegui (1745-1756)
27. Pedro Antonio de Ceballos (1756-1766) (1ª Vez)
28. Francisco de Paula Bucarelli y Ursúa (1766-1770)
29. Juan José de Vértiz y Salcedo (1770-1776) (1ª Vez)

Creación del virreinato del Rio de la Plata Pedro Antonio de Ceballos (1776-1778)
(2ª Vez)
Juan José de Vértiz y Salcedo (1778-1784) (2ª Vez)
30. Cristóbal del Campo, Marqués de Loreto (1784-1789)
31. Nicolás Antonio de Arredondo (1789-1795)
32. Pedro Melo de Portugal y Villena (1795-1798)
33. Antonio Olaguer Feliú y Heredia (Interino) (1798-1799)
34. Gabriel de Avilés y del Fierro, Marqués de Avilés (1799-1801)
35. Joaquín del Pino y Rozas (1801-1804)
36. José Fernando Abascal y Sousa, Marqués de la Concordia (1804)
37. Rafael de Sobremonte, Marqués de Sobremonte (1804-1807)
38. Santiago Liniers y Bremond (1807-1809)
39. Baltasar Hidalgo de Cisneros (1809-181040. Francisco Javier Elío (1810-1811)
41. Gaspar Vigodet (Capitán General) (1811-1814)

El virreinato del Río de la Plata

El río de la Plata fue un territorio plural y administrativamente inconexo hasta la


creación del virreinato en 1776. Tenía tres gobernaciones que eran las del Río de la
Plata (Buenos Aires), Guayrá (Paraguay) y Tucumán (Córdoba), a las que se vinculaba
económicamente el Corregimiento de Cuyo. A todo esto vino a sumarse periódicas
anexiones de la Colonia del Sacramento y otra gobernación subordinada, la de
Montevideo (Uruguay), que fundó el gobernador bonaerense Zavala en 1726 para hacer
frente a la infiltración portuguesa. Creó la fortaleza y ciudad de Montevideo, asentando
en ella numerosas familias porteñas, 1.000 indios y 50 familias españolas.

La Gobernación se consolidó en 1749. Más tarde incluso se crearon otras dos


subordinadas a Buenos Aires, que fueron las de Las Malvinas (1766) y Misiones (1767).
La integración de todos estos territorios, más Charcas y Potosí, en el virreinato del Río
de la Plata el año 1776, fue motivada por intereses político-administrativos, pero
arrastrados por necesidades económicas. Buenos Aires era un enclave eminentemente
comercial, por el que se introducían mercancías europeas (muchas de ellas de
contrabando) hacia el Alto Perú, y esclavos para la región del interior, a cambio de
pieles, sebos y plata potosiana. La supresión del régimen de flotas aceleró su
crecimiento de población, que pasó de 8.908 habitantes en 1720 a 13.840 en 1750, y a
22.551 en 1770.

Tucumán era el lugar de paso del comercio entre Buenos Aires y el Alto Perú, además
de soporte de la producción minera, gracias a su riqueza agropecuaria. Tenía trigo,
algodón, tierras de pastoreo, ganado mayor y menor, y hasta obrajes que elaboraban
paños burdos. Su capital indiscutible era Córdoba, sede del obispado, del colegio mayor
jesuita y de la Universidad. En realidad no llega a los 7.000 habitantes a mediados de
siglo, pero era una gran ciudad frente a las circunvecinas de Salta, San Miguel, Jujuy,
La Rioja, Santiago del Estero y Catamarca.

Las dos primeras juntas no llegaban a sumar su población, pese a que Salta estaba
dominando ya el Chaco. El terminal de la ruta comercial era Charcas, perteneciente al
virreinato del Perú y gran consumidor de manufacturas europeas, utillaje y
herramientas, paños burdos, grano, carne, mulas, etc. En cuanto a Guirá y Cuyo
quedaron fuera de este circuito y unidos inexorablemente a Buenos Aires. Cuyo
dependía administrativamente de Chile y su centro era Mendoza, pero su producción de
vino y aguardiente se llevaba a Tucumán y Buenos Aires, ya que eran artículos que
abundaban en Chile. En cuanto a Guairá o Paraguay mantenía una economía de
subsistencia y exportaba por los ríos Paraguay y Paraná al Plata yerba mate, algo de
azúcar, tabaco y algodón.

Su ciudad principal era Asunción. Las subsidiarias de Villa Rica, Ciudad Real y
Santiago de Jerez tenían una vida lánguida. La yerba mate, cultivada con indios de mita
o encomendados en la capital regional y en Villa Rica, tenía que competir con la
producida por los indios guaranís de las misiones jesuitas. Excluida del circuito de la
plata y las mercancías, vivió algunos problemas internos de gran resonancia, como
fueron el movimiento comunero y la guerra guaranítica. El primero comenzó en 1717 y
duró hasta 1735. Su origen se debió al enfrentamiento de los jesuitas con la población
criolla para substraer a los indios del servicio personal, pero posteriormente fueron
mezclándose otros muchos problemas. En 1730 se amotinó el pueblo de Asunción y se
formó una Junta Gubernativa de la Provincia, representante del Común, presidida por
José Luis Barreiro a quien sucedieron luego otros (Miguel de Garay y Antonio Ruiz de
Arellano). La situación fue controlada con dificultad por las autoridades apareciendo
nuevas sublevaciones. La de febrero de 1732 produjo toda clase de desmanes.

La Corona envió un nuevo gobernador, Manuel Agustín de Ruiloba, recibido con


entusiasmo en Asunción. Cuando se comprobaron sus simpatías por los jesuitas, se
originó otro alzamiento. Ruiloba marchó contra la fuerza comunera, sucumbiendo en la
batalla de Guayaibití el 15 de septiembre de 1733.

La sublevación terminó cuando el gobernador Zavala de Buenos Aires, al frente de un


segundo ejército de 8.000 indios suministrados por los jesuitas, venció a los rebeldes en
la batalla de Tabapy el 14 de marzo de 1735. Tras esto entró en Asunción, ahorcó a los
cabecillas, restituyó a los jesuitas su colegio, derogó la cédula que permitía a su cabildo
el derecho de elegir gobernador de Asunción y pacificó la provincia.

En cuanto a la guerra guaranítica (1753-56) surgió a raíz del Tratado de Permuta,


cuando España recobró la colonia del Sacramento a cambio de entregar las misiones
jesuitas del Ibacuy. Los indios se negaron a abandonar el territorio y fueron combatidos
por tropas conjuntas españolas y portuguesas. La posterior expulsión de los jesuitas dejó
huellas muy profundas en la región rioplatense, sobre todo en Paraguay y Tucumán.

El virreinato se fundó por cédula 1 de agosto de 1776, integrando política y


administrativamente Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra,
Charcas y Cuyo. Se añadió así al complejo rioplatense gran parte del Alto Perú, un
territorio que sumaba más de un millón de habitantes (800.000 indios, 200.000 blancos,
100.000 mestizos y 7.000 negros). Potosí había decaído mucho, pero aún tenía unos
40.000 habitantes.

La producción agraria estaba representada por la coca, quinua, papa, maíz y trigo, y la
ganadera por llamas, vicuñas y ovinos. La más importante seguía siendo la minera del
Potosí, que tuvo muchas alternativas, como ya dijimos. Para fomentar su producción se
creó el Banco de San Carlos en Potosí, con objeto de subvencionar dicha actividad. Los
bancos de rescate cambiaban a los mineros dinero por sus piñas de metal, rompiendo el
ciclo de dependencia con los comerciantes.

El virreinato del Río de la Plata unió así los espacios dependientes de la producción
argentífera altoperuana con los agropecuarios que la sustentaban, y con el comercial
bonaerense, volcándose ya totalmente hacia el Atlántico. En 1778 se instalaron las
aduanas en la boca del río de la Plata (a ambas orillas). La organización administrativa
se completó en 1782 con las Intendencias (se establecieron las de Buenos Aires,
Córdoba, Salta, Paraguay, Potosí, Cochabamba, Chuquisaca y La Paz), a las que se
sumaron cuatro gobiernos militares subordinados (Montevideo. Misiones, Moxos y
Chiquitos), la Audiencia en 1783 y el Consulado en 1794.

Buenos Aires tuvo un desarrollo vertiginoso en los últimos años del siglo XVIII como
capital de un territorio de casi cinco millones de kilómetros cuadrados y tuvo además
una época dorada de la ganadería. Por su puerto salían promedios anuales de 758.117
(entre 1792 y 1796) cueros, la mitad de los cuales procedían de Montevideo (otras
partidas notables de Misiones, Santa Fe y Córdoba). Aumentaron sus estancias, sobre
todo a partir del Reglamento de Libre Comercio, y en sus alrededores se crearon
infinidad de saladeros de carne, que elaboraban tasajos, cecinas, etc., destinados a la
alimentación de los esclavos de Brasil y Cuba. Canalizaba igualmente la exportación de
yerba mate paraguaya.

La capital virreinal se transformó en un importante foco intelectual y periodístico. A


comienzos del siglo XIX los puertos del virreinato fueron asaltados por los ingleses.
Desembarcaron en 1806 en Buenos Aires y fueron expulsados por las tropas criollas de
Montevideo y de Buenos Aires dirigidas por Santiago Liniers.

Época colonial

Cabildo de Asunción (1537-1811).


Artículos principales: Gobernación del Río de la Plata y del Paraguay, Gobernación
del Paraguay y Intendencia del Paraguay
Los primeros europeos se establecieron en la zona refugiados tras el fracaso de la
primera fundación de la ciudad de Buenos Aires a principios del siglo XVI y fundando
una casa fuerte que sería Asunción del Paraguay el 15 de agosto de 1537. La ciudad
finalmente se convirtió en la cabecera de una provincia colonial española, llegando a
conocerse como "Madre de Ciudades" ya que de ella partieron las corrientes pobladoras
y repobladoras de diversas ciudades: Ontiveros, Ciudad Real del Guayrá y (la primera)
Villa Rica del Espíritu Santo en la antigua provincia del Guayrá (actual estado brasileño
de Paraná), Santiago de Jerez del Itatín (en el actual Mato Grosso del Sur), San
Francisco de Mbiaza en las costas del océano Atlántico (actual estado brasileño de
Santa Catarina), Santa Cruz de la Sierra en el Chaco Boreal, así como las importantes
ciudades argentinas de Buenos Aires, Corrientes, Santa Fe y Concepción de Buena
Esperanza, más conocida como Concepción del Bermejo.
Bajo el gobierno de Hernandarias, llegan al Paraguay los jesuitas para contribuir a la
tarea de pacificación de los indígenas, dando así origen a las célebres reducciones
Jesuíticas. Desde 1604 a 1767 los jesuitas realizan con los indígenas guaraníes de
Paraguay un original gobierno teocrático. Las reducciones jesuitas llegaron a constituir
un estado prácticamente independiente, ya que tenían autonomía respecto a los
gobernadores de Asunción. Las misiones llegaron a cobijar a más de un cuarto de
millón de indígenas donde se les enseñaba la religión católica, agricultura, artesanía y
pequeña industria.
La organización total abarcó 32 reducciones. Las misiones primero se instalaron en la
región del Guayrá (también llamado La Pinería)-actual estado brasileño de Paraná- y
luego se establecieron entre los ríos Tebicuary y el divortium aquarum de la Cuenca del
Plata con las cuencas menores afluentes directas del Océano Atlántico. La lengua
guaraní fue respetada y se fijó en forma escrita; en ella fueron vertidas importantes
obras de teología, impresos en la primera imprenta del Río de La Plata. Paralelamente el
asunceno Ruy Díaz de Guzmán escribía las primeras obras de historia atinentes a la
región del Cono Sur.
Respecto a la organización de las reducciones, cada pueblo estaba regido por el cura
Rector, máxima autoridad; el cura doctrinero, encargado de la instrucción religiosa; el
cura Despensero, encargado de la administración económica; y el cura auxiliar o
coadjuntor, que era el nexo entre el rector y la población.
En 1617, durante el gobierno de Hernandarias (y a su pesar) se produjo la división de la
Provincia en dos gobernaciones: la del Paraguay y la de Buenos Aires. De esta forma
Paraguay perdió la zona marítima del estuario del río de La Plata, y conservó solo
Asunción, Ciudad Real y Villa Rica del Guayrá. La pérdida de la "salida de la tierra"
por el puerto de Buenos Aires se hizo sentir mucho más desde que la provincia española
del Paraguay perdió el estratégico territorio llamado la Mbiazá o Yviazá (o La Vera),
que correspondía al actual estado brasileño de Santa Catarina, territorio en el cual se
hallaba el estratégico puerto (fundado en 1538) de San Francisco de Ybiaza.
En 1717 la rebelión Comunera representó el primer grito de libertad de toda América,
pero con la derrota en la batalla de Tovatí en 1721 se impusieron duras sanciones al
departamento que asfixiaron completamente su economía.
En 1750, el tratado de límites entre España y Portugal, afectó a Paraguay con las
pérdidas de Guayrá (entre el río Paraná y el Océano Atlántico), la gran provincia del
Itatín y la región de Cuyabá que fueron cedidos al Brasil portugués a cambio de la
Colonia del Sacramento, en la Banda Oriental del río de la Plata.
En el ya citado año de 1750 la corte española de acuerdo con la corona portuguesa
decidieron repartirse el territorio de las reducciones, Los jesuitas se negaron a ello,
dando lugar a que los ejércitos español y portugués emprendieran la llamada Guerra
Guaranítica y acabaran con la resistencia en 1757.
En 1767 los jesuitas fueron expulsados de España y sus dominios por orden de Carlos
III. Las reducciones pasaron a ser dirigidas por grupos seglares y religiosos, pero
entraron en un proceso de decadencia.
El Virreinato del Río de la Plata fue creado en 1776 por el rey Carlos III, integrando en
su jurisdicción los actuales territorios de Argentina, Uruguay, Río Grande del Sur y
Santa Catarina actual Brasil, Paraguay, Bolivia y el norte de Chile. La creación del
nuevo Virreinato del Río de La Plata desligó al Paraguay del Virreinato del Perú. La
capital del nuevo virreinato se hallaba en la ciudad de Buenos Aires.
La creación del virreinato obedeció a la necesidad de organizar mejor la administración
del extenso territorio acosado por el contrabando y la constante penetración de los
portugueses y lusobrasileños.

En 1777 la provincia del Paraguay fue integrada en el Virreinato del Río de La Plata
dentro del cual se mantuvo hasta 1811.
En 1782, se estableció en el virreinato el régimen de las intendencias. Asunción era, en
la Provincia o Intendencia del Paraguay, la única población con categoría de ciudad. La
zona al sur del río Tebicuary y al este de la cordillera de Caaguazú por su parte
correspondía a la Gobernación de las Misiones Guaraníes (o Provincia Subordinada de
las Misiones) constituida con los restos de las Misiones Jesuíticas que pudieron quedar
bajo control español.

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