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Del Popol Vuh a Hombres De Maíz.

Del Maravilloso Real al Real Maravilloso


Autor: Juan Ignacio Jurado Centurión. Doutorando pela UFPE em Teoria da Literatura.

RESUMEN:
Centrados en la temática de la relación entre el hombre y el medio en el que vive, tanto el
Popol Vuh, libro sagrado del pueblo Quiche como Hombres de maíz de Miguel Ángel
Asturias nos remiten a la cosmogonía y al mundo de los mitos del pueblo maya dentro del
marco de lo que se ha venido a llamar de Realismo mágico.
Este trabajo pretende, dentro del marco de la literatura comparada, confrontar los dos textos
desde la perspectiva de la aproximación de ambos al mundo pre-colombino y a las
desastrosas consecuencias de una colonización llevada a cabo a través de la destrucción de
las culturas locales.

Cuando van al bautismo, los unos van rogando, otros importunando, otros lo piden de
rodillas, otros alzando y poniendo las manos, gimiendo y encogiéndose, otros lo demandan
y reciben llorando y con suspiros.
Fray Toribio de Benavente “Motolinía” (1541)

Desde que me he hecho cristiano, he aprendido a jurar por Dios, por la Cruz y por los
Evangelios, y a blasfemar por vida de Dios. Reniego y no creo. También he aprendido a
jugar y a no decir nunca la verdad. He comprado una espada de hierro para buscar pelea. Y
para vivir como los cristianos no me hace falta nada, salvo una concubina que en breve
espero poder llevar a casa.
Girolamo Benzoni (1565) Comentario de un indio hijo de cacique a un fraile en la ciudad
de Comayagua (Honduras)

Sumario:
1) Introducción
2) La negación de la cultura y sus posteriores consecuencias.
3) El real maravilloso
4) El Popol Vuh y Hombres de maíz, una visión comparativa.
5) Conclusión
6) Los personajes en Hombres de maíz
7) Bibliografía

1) Introducción
Sin duda, uno de los principales problemas que se plantean a la hora de intentar
entender como se produjo el proceso histórico de formación de América latina y las
consecuencias actuales a de este proceso fue la continuada negación, por gran parte de los
intelectuales, de las raíces precolombinas, desde los albores de la “conquista” hasta ya bien
entrado el siglo XX. Una negación que muchas veces se tradujo en una folklorización del
indígena, atribuyéndole a este tanto cualidades positivas como negativas de acuerdo con el
momento histórico, prevaleciendo casi siempre la segunda cualidades.
Para Serge Gruzinski, la iglesia consideró como sacrílego el mundo místico precolombino,
prohibiendo, como podía, el mantenimiento de las antiguas creencias. La destrucción de
una parte considerable de los códices producidos por las grandes civilizaciones en los
colocaron delante una difícil posición a la hora de intentar entender muchos de los misterios
que hasta hoy no fueron descifrados. Esta dificultad se revela de forma sorprendente desde
las primeras hojas del libro de Asturias.
A igreja e os índios não associavam as mesmas fronteiras ao real. A igreja, sobretudo,
restringia seu território. Em geral, excluía estados aos quais culturas indígenas concediam
um significado decisivo (sonho, alucinação, embriaguez), uma vez que eles encorajavam a
produção e a exploração das imagens que suscitavam e dos contatos que permitiam
estabelecer com outras forças. Enquanto essas sociedades se mostravam ávidas por decifrar
os sonhos, a igreja combatia sua interpretação (...) A igreja limitou o âmbito da realidade
significante, fazendo daquilo que excluía manifestações do demônio, desvios do bom senso
ou mero embuste. (Gruzinski. 2003 P. 272- 273)

No son muchos los textos que han tratado el tema indígena con la seriedad y profundidad
que algo tan relevante para entender la realidad americana merecería. Una de estas
narrativas, que ha sabido conjugar de forma coherente el pasado y el presente de la América
indígena, es la registrada por el escritor guatemalteco Miguel Ángel Asturias.
En una sabia combinación entre modernidad y tradición, el autor nos evidencia a través de
su libro “Hombres de maíz”, aquella que podríamos considerar como una derivación lógica
de la degradación del orden natural concebido por los pueblos indígenas que habitaban la
tierra antes de la llegada de los invasores. A través de una narración que nos hace viajar en
el tiempo, llevándonos a una especie de tríplice agustiniana donde presente, pasado y futuro
se encuentran dentro del universo cosmogónico quiché. Nos deparamos de frente con un
mundo actual que no es sino la consecuencia directa de la falta de atención al pasado, a las
tradiciones y principalmente a la convivencia con la madre naturaleza. Esta conducta es
poco promisoria y no presagia un futuro muy poco afortunado para el hombre.
Tomando como base la mitología Quiché, recogida parcialmente en el libro, considerado
por algunos, como la Biblia de los pueblos precolombinos: el Popol Vuh, un texto que
aunque con una importante presencia cristiana resulta imprescindible para la adecuada
comprensión del mundo místico mesoamericano, Miguel Ángel Asturias indaga sobre la
transcendente relación de la cultura Quiché y la Madre Tierra.
El autor nos hace reflexionar sobre las consecuencias directas de nuestros actos a la hora de
nuestra relación con el planeta que nos alimenta física y espiritualmente. Una preocupación
que gana fuerte actualidad delante de los problemas medioambientales que nos amenazan
cada día con mayor fuerza y ya no garantizan plenamente nuestra supervivencia en la tierra.
La reflexión de Asturias nos lleva indirectamente al ya muy discutido tema sobre el
derecho, por parte de los europeos, de ocupar las tierras del “Nuevo Mundo” y en su
proceso de colonización dar fin a muchas tradiciones que promulgaban la comunión del
hombre y el medio ambiente.
El intento por parte de los ladinos de negociar con el maíz o por extensión con la naturaleza
para obtener lucro significa atentar contra el Ciclo natural de la vida y estará siempre
destinado al fracaso.
El mata-palo es malo, pero el maicero es peor. El mata-palo seca un árbol en años. El
maicero con solo pegarle fuego ala roza acaba con el palerío en pocas horas. (...) Humo,
brasa, cenizal. Y si fuera por comer. Por negocio. Y si fuera por cuenta propia, pero a
medias en la ganancia con el patrón y a veces ni siquiera a medias. El maíz empobrece la
tierra y no enriquece a ninguno. Ni al patrón ni al mediero. Sembrado para comer es
sagrado sustento del hombre que fue hecho de maíz. Sembrado por negocio es hambre para
el hombre que fue hecho de maíz. (Asturias, 1994.p.14-15)
2) La negación de la cultura americana y las posteriores consecuencias de este acto.
Considerada como una de las obras de más difícil comprensión no sólo dentro de la obra de
Miguel Ángel Asturias sino dentro del contexto de la novela latinoamericana del siglo XX,
Hombres de Maíz es sin duda una de las obras más importantes del universo sincrético
americano en que se convirtió el continente tras la llegada de los europeos. Heredero
directo de los textos mayas, más concretamente de la cultura Quiché, de textos como el
Popol Vuh o los textos de los diversos Chilam Balam. El libro recoge, a través, de sus
paginas toda la tradición mística de un pueblo que, una vez subyugado por una cultura la
cual, parafraseando las palabras de Serge Gruzinski, iba colonizando el imaginario
americano y dando entrada a nuevas formas sincréticas tanto culturales como religiosas. Y
reside precisamente en este hecho, la dificultad de comprensión de un texto que transita
entre estas dos influencias; la local y la visitante.
Solamente con una aproximación, por parte del lector, a la cosmogonía Quiché, a
sus complejos rituales religiosos y en última instancia a los problemas sociales que desde la
época de la colonización afectan el territorio mesoamericano, este conseguirá entender la
complejidad de la narración. Mas, no es fácil para el lector europeo “no armado” acceder a
los meandros de una narrativa que viaja entre el mito que muchas veces escapa de nuestra
comprensión de mundo y nos transporta a otra realidad en la cual la naturaleza, los
animales ganan vida y acompañan a los humanos como si de Ángeles de la guarda
cristianos se tratase. El tiempo gana una nueva dimensión, así como la creación gana
nuevas interpretaciones como será visto más adelante.
La negación de los conocimientos americanos, se tradujo inicialmente, en las civilizaciones
mesoamericanas principalmente, con la destrucción de casi todos los códices sagrados que
podrían habernos auxiliado en la compresión de estas complejas culturas. Pero, más allá de
la destrucción física de los documentos precolombinos, la asimilación de toda una cultura
como obra del diablo nos impidió un rico dialogo que sin duda nos hubiera ayudado a
entender el mundo y las relaciones humanas de alguna otra manera, tal vez más natural y
menos humana.
A una distancia de casi cinco siglos nos es difícil imaginar como fueron estos primeros
momentos del encuentro de los dos mundos, mas, sin duda debieron estar marcados por el
desconcierto que provocó el choque de culturas y a más de uno de los religiosos enviados
para acabar con la idolatría de los indígenas se sorprendieron ante la organización social y
lo avanzado de sus conocimientos en diversas áreas del saber. Esto queda evidenciado
cuando nos deparamos con la obra de Diego de Landa, uno de los implacables
perseguidores de la idolatría indígena en las tierras mayas y por otro lado autor de uno de
los libros más importantes para entender la cultura de este pueblo centroamericano.
El propio Diego de Landa justifica, en su libro Relación de las cosas de Yucatán, la
destrucción en plaza pública de los códices mayas. Resuelta increíble que una persona que
pasa su vida estudiando las costumbres, la cultura, el alfabeto y el calendario de esta cultura
y nos deje un documento rico en alabanzas y descripción de las virtudes, al mismo tiempo
escriba esto: Les hallamos gran numero de libros de estas sus letras y porque no tenían cosa
en que no hubiese superstición y falsedades del demonio, se los quemamos todos, lo cual
sintieron a maravilla y les dio mucha pena. (Landa, 2002, p. 148 )
Mas, tristemente la historia del “Nuevo Mundo” fue marcada por numerosas
contradicciones y por un proceso de silenciamiento que, en muchos casos, se mantiene
hasta hoy y nos impide entender
3) El real maravilloso
Al referirse al pensamiento de Alejo Carpentier sobre el real maravilloso, expuesto en el
prologo a su libro “El reino de este mundo”, Eva Lukauska destaca dos cualidades
fundamentales en la teoría del escritor cubano; primero la cualidad estética extraordinaria
de la realidad americana y en segundo lugar, la capacidad del escritor de percibir esta y de
ser capaz de convertirla en literatura. Estas dos premisas, así como la posible extensión de
la segunda de ellas al cuestionar la capacidad del escritor en convertir en literatura lo que
hay de maravilloso en el paisaje y el modo de vivir en el continente americano, nos remiten,
como siempre defendió Carpentier, a la naturaleza maravillosa de las tierras americanas.
Un aspecto que va más allá de la llegada de los españoles al que ahora pasará,
indebidamente, a llamarse de Nuevo Mundo, sino que nos hace viajar en el tiempo y
perdernos en la mitología, la cosmogonía y principalmente en el modo de pensar y de
actuar de una serie de culturas que, favorecidas por el lujurioso escenario en el que
vivieron, encontraron el terreno perfecto para la sublimación de lo maravilloso.
Según Miguel Ángel Asturias, realidad y magia son dos conceptos que, en
determinadas culturas, como la Maya o la Quiche, no son fáciles de separar. Muchas veces,
según el autor, el imaginario de estos pueblos es una mezcla de lo real con lo inventado.
¿Sería esta la base de lo que vendría a llamarse de Realismo mágico?
Mi realismo es mágico porque depende un poco del sueño tal como lo concebían los
surrealistas. Tal como lo concebían también los mayas en sus textos sagrados. Leyendo
estos últimos me he dado cuenta que existe una realidad palpable sobre la cual se enraíza
otra, creada por la imaginación, y que se envuelve con tantos detalles que se hace tan real
como la otra. Toda mi obra se desarrolla entre esas dos realidades: la una social, política,
popular, con personajes que hablan el habla del pueblo guatemalteco, la otra imaginaria,
que los encierra en una especie de ambiente y paisaje de sueño’" (Rincón 696).

Sobre esta base, sobre este realismo mágico son creados casi todos los textos escritos
durante los primordios de la colonización, marcados pelo que un día Araripe jr llamó de
omnubilazación:

Una de estas primeras teorías nos remite al autor cearense Araripe jr y a su teoría da
obnubilación brasílica, derivada de las reflexiones del pensador español José Ortega y
Gasset. Según esta teoría el viajero o, en nuestro caso, el artista que arribase en las tierras
tropicales, ya desde el momento de su llegada, o incluso ya en el propio barco que le traía,
sufre de este fenómeno da obnubilación, que perturbaba su visión, haciendo con que desde
ese momento toda su producción artística pasase a ser condicionada por este fenómeno e
como producto de eso la originalidad de su obra artística en los trópicos. (Jurado-
Centurión, 2007. p.4)

La dificultad de entender la realidad americana, unida a la necesidad de recrear el Nuevo


Mundo, desde una perspectiva europea, lleva a la creación de un peculiar estilo literario que
modificará para siempre el genero crónica que tan en boga estaba desde la Edad Media.
La revelación de un paisaje fascinante, de un modo diferente de concebir el mundo
generará una recreación del mundo americano que, sin duda, pasará por lo que Carpentier
denominará de Real imaginado y Realidad racional
O novo mundo converteu-se , desde o tempo de Colombo, em um mundo mágico, de
caráter marcadamente utópico. O sentido da cultura hispano-americana tem sido buscado
em referencia à Europa e seus diferentes estímulos, dedes a época do Descobrimento. A
Literatura começou por ser um noticiário desse mundo mágico, que parecia confirmar
arcádicos sonhos utópicos, e pelo qual se entrava no domínio de um futuro sem passado,
enviado à expectativa da Europa. (Jozef, 1986. p.190-1)

4) El Popol Vuh y Hombres de Maíz, una visión comparativa.


Si el asunto es la literatura comparada dentro del marco de los estudios culturales, que
mejor que tomar como base para el estudio dos libros que teniendo una misma base en
común sirven al mismo tiempo para dialogar con otros muchos textos y momentos
importantes que nos pueden servir para intentar entender el fenómeno de los estudios
culturales no sólo dentro del marco de América latina sino de cualquier lugar que haya o
este enfrentando la encrucijada de dos o más culturas que se encuentran para dar paso a un
nuevo modelo.
El Popol vuh, considerado por algunos críticos con el desmedido nombre de la
Biblia de los pueblos amerindios fue redactado a finales del siglo XVII por un párroco
español que por su aproximación a las comunidades indígenas tuvo acceso a los textos
originales y decidió traducirlos al castellano.
La narración recoge toda la tradición del pueblo Quiche, desde el mito de la creación visto
desde el punto de vista de este pueblo hasta la saga de los dioses que conforman el panteón
Quiche. El libro se convierte así en un maravilloso documento sincrético de dos culturas
que van a encontrarse en el Nuevo Mundo y van a mostrar, por un lado la posible relación
de las dos y por otro su evidente antagonismo.
La creación del hombre, la impiadosa determinación del Dador de la vida, que no hesita en
destruir su obra una vez tras otra hasta alcanzar el ser deseado nos sirve de telón de fondo
para mostrar como la soberbia y la ambición son pecados que merecen ser castigados sea en
la cultura precolombina o en la cristiana. Encontramos aquí un punto de interferencia del
pensamiento cristiano sobre la religión Quiche. La expulsión del paraíso de Adan y Eva
encuentran un fuerte eco en las paginas del Popol Vuh al mostrar el castigo inflingido a los
hombres por no adorar a su creador.
Que así sean, así, vuestros maniquíes, los [muñecos] construidos de madera, hablando,
charlando en la superficie de la tierra”. —”Que así sea”, se respondió a sus palabras. Al
instante fueron hechos los maniquíes, los [muñecos] construidos de madera; los hombres se
produjeron, los hombres hablaron; existió la humanidad en la superficie de la tierra.
Vivieron, engendraron, hicieron hijas, hicieron hijos, aquellos maniquíes, aquellos
[muñecos] construidos de madera. No tenían ni ingenio ni sabiduría, ningún recuerdo de
sus Constructores, de sus Formadores; andaban, caminaban sin objeto. No se acordaban de
los Espíritus del Cielo; por eso decayeron. Solamente un ensayo, solamente una tentativa de
humanidad. Al principio hablaron, pero sus rostros se desecaron; sus pies, sus manos,
[eran] sin consistencia; ni sangre, ni humores, ni humedad, ni grasa; mejillas desecadas
[eran] sus rostros; secos sus pies, sus manos; comprimida su carne. Por tanto [no había]
ninguna sabiduría en sus cabezas, ante sus Constructores, sus Formadores, sus
Procreadores, sus Animadores. Éstos fueron los primeros hombres que existieron en la
superficie de la tierra. (Popol Vuh. 2007, p. 6)
El Popol vuh nos remite, a través de sus cuatro creaciones a una cosmología de vía dupla;
por un lado el autor del texto como religioso impregnado en la fe cristiana nos hace
constantes comparaciones con las Sagradas escrituras, mas por otro lado el texto nos
introduce en toda la mística de este pueblo, a través de una serie de relatos que a pesar de
las interferencias cristianas nos dejan ver, como ya fue observado, la genealogía del ser
humano y la compleja cosmogonía del pueblo Quiche. Un pensamiento que escapa, por lo
menos en parte, del pensamiento hegemónico europeo.
A través de las cuatro creaciones, de los intentos fallidos hasta crear al hombre, el
Popol vuh nos recrea el mito de la creación, un mito que, aunque con algunas diferencias,
está presente de forma similar en el resto de las culturas amerindias.
El aspecto más interesante del libro, de acuerdo con el objetivo de este trabajo, es sin duda,
la creación de los hombres de maíz. En la cuarta tentativa, los dioses deciden crear al
hombre a partir del maíz blanco y del maíz amarillo. Este cuarto intento es considerado
valido mas con algunas restricciones.
En Hombres de maíz, escrito en 1949, el autor sin hacer referencias concretas a los textos
precolombinos como el Popol Vuh o el Chilam Balam, en los cuales se basó, nos deja
trasparecer todo el mundo mítico de los Quiches. Desde el propio titulo del libro hasta una
serie de valores que continúan hasta hoy muy presentes entre las comunidades indias
guatemaltecas.
La primera cuestión que nos viene a la mente, al pasar las primeras paginas del libro es la
sensación de estar ante una realidad poco próxima a lo que podríamos llamar de narrativa
racional. La dificultad de entender lo que se revela ante nuestros ojos europeizados nos
hacer pensar que nos encontramos delante de un texto de no fácil comprensión, que hace
que, como dirían algunos críticos, el lector precise estar armado o por lo menos preparado.
Todos los personajes, sus facetas, así como las situaciones por las que pasan nos obligan a
tener un conocimiento previo tanto de la cultura Quiche como del eterno conflicto de los
pueblos indios en Latinoamérica y más concretamente en la región conocido como
Mesoamérica. La forma diferente de ver el cultivo del maíz entre indígenas y ladinos es el
punto de partida del relato y sólo una previa indagación de estos factores nos va a permitir
adentrarnos en el complejo mundo del libro.
Los mitos de formación del pueblo Maya, la presencia de seres que escapan a nuestra
comprensión, la mutación de estos en otras formas nos sitúan en un complejo mundo que se
distancia mucho de nuestro conocimiento racional.
Enclaustrado dentro del dilentate género literario conocido como Realismo Mágico, la obra
de Asturias como la de otros autores de su generación, conocida con el nombre de Boom
latinoamericano, es una producción híbrida, que gira entre lo racional y aquello que escapa
a nuestra comprensión, mas que no puede dudarse que como en el caso de las obras del
autor central de este trabajo no puedan pertenecer al mundo racional de las comunidades
indígenas retratadas. Culturas que fueron silenciadas por el peso de la colonización europea
y ahora retornan a través de las paginas de los libros de estos autores, evidenciando lo que
un día anunció García Marqués, uno de los escritores de esta generación, al constatar la
dificultad enfrentada por el europeo para entender ciertos aspectos de la cultura americana.
En palabras de Julio Cortazar (Apud Jozef, 1986, p.211): É preciso que o homem recuse
sua lógica apreendida à força nas escolas e aceite a irracionalidade tão fácil para as
crianças.
Sin querer hacer un estudio con profundidad, debido a las limitaciones de este trabajo,
podemos por lo menos contextualizar la obra de Asturias dentro del Realismo mágico.
Según el propio autor:
Na vida Guatemalteca, a firma Astúrias, que é a que invade os meus romances, estão
misturados a realidade e o fantástico que é impossível. Por isso caberia dar como
explicação o que poderia se chamar de “Realismo mágico americano” no qual o real vai
acompanhado de uma realidade sonhada com tantos detalhes que se transforma em algo
mais que a realidade, como nos textos indígenas. (Apud Jozef, 1986. p.198)

5) Conclusión:
Quien espera encontrar en el libro de Asturias una referencia directa a los viejos textos
Mayas, se sorprenderá con el hecho de que para el autor lo importante en las influencias
precolombinas no son acontecimientos aislados o la recreación directa de determinados
aspectos concretos sino que va a hacer referencia al mundo Maya, a los textos, desde la
esencia de estas culturas; de su relación con la tierra, con el maíz que estos consideraban
como el alimento fundamental y el cual no debería ser usado para el comercio. Sus
creencias como el nahualismo, que a través del personaje nos lleva hacia esta creencia del
hombre-animal tan extendida entre los pueblos precolombinos.
Al igual que otros libros que conforman el corpus de la literatura contemporánea
latinoamericana como la genial obra de Gabriel García Marques Cien años de soledad,
también de difícil comprensión sin la ayuda extra del árbol genealógico de la familia
Buendía, sus principales protagonistas. Hombres de maíz puede ser de difícil lectura sin la
ayuda de un glosario de personajes que no sólo nos presenten su papel en la historia sino la
analogía de los mismos dentro de la mitología quiche. Personajes como Gaspar illom,
protagonista del libro.
Es por esta razón que este trabajo pretende presentar una relación con los principales
personajes de la obra, observando su función en la obra y su significación dentro de la
cosmogonía quiche.
Como decía Leopolodo Zea:
La imaginación del europeo colocó en estas tierras ciudades fantásticas, diseñadas
conforme al ideal de un solo ingeniero. Legislaciones, Estados, costumbres y religiones
ideales fueron colocados en este Continente; todo a la medida de sus no menos fantásticos
moradores. América no era otra cosa que el ideal de Europa. En ella se veía lo que el
europeo quería que fuese Europa. Fue el modelo conforme al cual había que rehacer al
mundo occidental.
América surgió así, como la suma de todas las perfecciones, como tierra de
promisión. Sin embargo, tales perfecciones le eran ajenas, no eran sino lo que el europeo
había imaginado en ella. La realidad americana era muy otra. El europeo, atraído a estas
tierras por la leyenda, pronto se estrelló contra una realidad que le era difícil comprender.
De aquí surgió la decepción, y con la decepción la inadaptación del hombre que se formó
en estas tierras. Sin embargo, para Europa esta América siguió siendo tierra de promisión,
tierra nueva. La fantasía europea siguió bordando fantasías sobre América. Ésta fue la más
perfecta creación utópica de Europa. (Zea, Leopoldo. 1972. Cap. IV)

6) Los personajes en Hombres de maíz


Tratándose de una obra de difícil comprensión, así como la propia mitología quiche de
donde procede su principal fuente de inspiración, Los futuros lectores de Hombres de maíz
podrán ganar un buen aliado a la hora de acceder a la comprensión de su texto con este
glosario con los personajes principales que hemos preparado. Personajes que, como ya
vimos, viven entre el universo creado por Miguel Ángel Asturias y el mundo mágico del
pueblo precolombino.
Para David M. Jones, la obra de Asturias representa el retorno Maya, la continuidad de los
mitos que ganan actualidad ante los problemas sociales que asolaron América latina el siglo
pasado
En Hombres de maíz, Miguel Ángel Asturias describe una cultura en caos porque los
ladinos de Guatemala hacen negocio del maíz y agotan la tierra. En el pasado, los mayas
cultivaban suficiente maíz sólo para el consumo local, pero el comercio ladino produce más
maíz que el necesario. Asturias nos muestra el peligro de la manera occidental de
relacionarse con la tierra y propone resolver esa violencia con un regreso a las antiguas
tradiciones mayas, por medio de la recuperación de las memorias arquetípicas de su cultura
para recrear su mundo en tiempo cíclico. Empezamos con dos separaciones catastróficas
para la vida maya. (Jones, 2007)

• Gaspar Illóm:
Campesino indígena que cansado del abuso de la tierra y principalmente del maíz por parte
de los ladinos organiza una revolución contra estos. Al ver como el ejercito ladino vence y
elimina a sus compañeros decide lanzarse al río antes que morir por las manos de los
soldados. Simbólicamente su personaje representa la Madre Tierra y el envenenamiento de
Gaspar nos hace pensar en el proceso de degradación del planeta ante la acción del hombre.
Gaspar Illóm no muere si no que vuelve convertido en maíz. Al final del libro el autor se
refiere al maíz como el hijo de Gaspar.
Cabe aquí comentar que el propio hijo de Miguel Ángel Asturias, Rodrigo Asturias Amado
(1939 – 2005), importante activista revolucionario durante los 36 de conflicto armado en
Guatemala, era conocido por el pueblo como el Comandante Gaspar Illóm.
• La piojosa grande
Mujer de Gaspar Illóm. Figuradamente representa la lluvia y por extensión el agua. El hijo
de ambos representa el maíz. En la mitología Quiché es representada por la divinidad
Tlazolteolt .
Este personaje nos remite a la constante asociación, en la cultura Maya, de la mujer con el
agua, así las cuatro primeras mujeres del mito de formación, ya en el propio nombre
contenían Caquixaha (Agua de Guacamaya) Chomiha (Agua Hermosa y Escogida),
Tzununiha (Agua de Gorriones y la más significativa - Caha Paluda (Agua Parada Que Cae
de lo Alto)"
• Coronel Gonzalo Godoy
Coronel del ejercito y jefe de la expedicionaria en campaña que envenena a Gaspar
Illóm. Puede ser identificado como uno de los Dzules o españoles que llegaron a las tierras
mayas en el siglo XVI y está relacionado en la actualidad con el modo europeo de
relacionarse con la tierra.
• La vaca Manuela Machojón
Mujer de Tomás Machojón, fue la encargada de dar el veneno a Gaspar.
• El Señor Tomas Machojon
Terrateniente, cacique del pueblo. Representante de los ladinos. Aquellos que quieren
explotar la tierra para obtener lucro frente al principio Quiché de cultivar tan sólo el maíz
necesario para sobrevivir.
• Machojón (hijo)
Convertido en luminaria, aparece entre las llamas montado a caballo entre los maizales que
arden.
• María Zacaton (Familia Zacatón)
Proporciona el veneno para matar a Gaspar. Como consecuencia de este acto, su familia
sufre la venganza por parte de la familia del finado.
• Goyo Vyc y Domingo Revolorio .
Estos dos personajes al igual que aquellas que intentar negociar con el maíz salen mal
parados. En el caso de estos personajes lo hacen con el aguardiente y no con el maíz, pero
al tratar la tierra que con el respeto que esta merece su negocio fracasa y son encarcelados.
Nuevamente nos encontramos con el problema del hombre intentar cambiar el ciclo natural
de la vida.
• Maria Tecún
Mujer de Goyo Vic. Abandona a su marido y se convierte en cumbre montañosa. Su marido
sale en su busca pero no la encuentra. Representa la dificultad de los hombres de
relacionarse al no saber vivir en armonía con la naturaleza.
• Nicho el Coyote.
El correo del pueblo. Algunos dicen que a veces se convierte en coyote. Esta supuesta
transformación hace referencia al nahualismo. Por el cual todo humano tiene un animal que
le protege. Mas es importante no identificarse demasiado con este para no transformarse
definitivamente en animal. En el pueblo, el presbítero Urdáñez sólo entiende esto como
obra del diablo pero para los indígenas es algo natural.
• Nana Yaca
Representa a Tlazolteollt, aquí presentada como la Vieja Tierra. Este personaje, en la obra,
tiene grillos en el estómago que le producen hipo. Sólo la muerte de los ocho hermanos
Zacatón aliviará su mal. Se trata de una referencia directa a los sacrificios humanos que
eran ofrecidos para apaciguar los dioses.
• Dona Elda
Mujer alemana que vive en el pueblo y tan sólo cree que las leyendas alemanas son las
verdaderas. Representa la mentalidad hegemónica europea.

7) Bibliografía:
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Página visitada en Diciembre 2007,
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JONES David M. El retorno maya: El Hacer un ciclo del Popol vuh en Hombres de maíz.
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JURADO-CENTURIÓN, Juan Ignacio. A formação da identidade nacional vista através da


literatura brasileira. (De Ferdinand Denis a Afrânio Coutinho). Trabalho apresentado como
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digital: http://www.ensayistas.org/filosofos/mexico/zea/bibliografia/acc/IV.htm
Aunque hay muchos intentos por romper esta regla, leer es básicamente una experiencia
lineal. Uno pasa de un párrafo a otro esperando encontrar la continuación del anterior, el
efecto de la causa expuesta, la explicación de la frase encriptada, la barba ya crecida de
quien, líneas atrás, era sólo un bebé, la acogida alborozada del chiste puesto en boca del
gracioso de la novela o la boda de los que se prometieron hace apenas dos páginas. Cierto
es nosotros somos los primeros que cultivamos en nuestro fuero interno esta expectativa de
que las cosas sucedan en un orden normal, puesto que, cuando pensamos acerca de nuestra
vida o la proyectamos hacia el futuro, intentamos seguir un orden lógico y cronológico,
tendernos un hilo con el que nuestros Teseos consigan vencer el enmarañado mundo y sus
reglas asistemáticas. Pero también es cierto que la escritura es sucesión, no simultaneidad, y
por lo tanto, se presta a reflejar esta forma de organización mental.

Romper con todo eso no es fácil. Aquellos libritos de “Elige tu propia aventura” intentaban
fragmentar una historia en diversas posibilidades, la misma Rayuela pretende contar
muchas historias en una sola, sin que ninguna sea la principal. El hipertexto, como lo
enuncia George Landow, es la culminación de esta ruptura. Sin embargo, seguimos
necesitando referencias, puntos de anclaje, puertos en que poder amarrar el barco del lector
para no tener la impresión de que vamos a la deriva.

El realismo mágico también pretendió romper con este orden racional, lógico, cronológico
y casi podríamos decir europeo de ver las cosas. Y lo intentan romper desde dentro,
demostrando que es posible narrar de otra forma, que la estructura que nos guía y nos
determina en nuestra forma de actuar y de apreciar el mundo, es prescindible o sustituible
por otra y que no es universal.

Hombres de maíz siembra una nueva forma de narrar que nada tiene que ver con las
estructuras occidentales a las que todos estaban acostumbrados, lectores y escritores. No es
que rompa con los mecanismos internos que debe tener una historia para resultar creíble, es
decir, no podemos considerar que sea un exabrupto fuera del tiesto de la literatura. No.
Miguel Ángel Asturias sabe bien lo que se hace. En vez de ir devanando la madeja de su
alborotada historia página a página, a golpe de párrafo, frase a través, Asturias se ha
ordenado para desordenarse después, ha recogido los hilos devanados y ha formado de
nuevo la maraña, el caos, el desorden múltiple de las historias que se entrecruzan en el
tiempo y en el espacio, la desorientación de poner al lector en la misma situación que el
personaje. ¡Qué fácil era ir de la mano del omnisciente narrador que nos va enseñando la
vida como si fuera un guía en un museo! Miguel Ángel Asturias no suelta en los maizales
guatemaltecos y la única ayuda que nos otorga es la que nos pueden brindar personajes
ciegos, iracundos, desorientados, enfermos o crédulos; gracias a todo ello, nos obliga a
adoptar la perspectiva de estos personajes para sobrevivir en la historia, obliga a que el
lector interiorice los modos de ver, sentir y procesar los acontecimientos que tienen estos
personajes. No hay otra manera de entrar en el mundo trazado por Asturias. O dejamos el
reloj, la seguridad y el recto camino a la entrada, o nos perdemos en la primera hoja.

Hombres de maíz cuenta la historia de un cacique, Gaspar Ilóm, que trata de evitar la
modernización de los procesos de producción del maíz y su comercialización a manos del
capitalismo salvaje. Por ello, es envenenado y, aunque sobrevive, luego se suicida al ver
cómo han diezmado sus hombres. Pero también nos narra la historia de Chalo Godoy,
involucrado en la muerte, y de Machojón, buscando a su hijo entre los maizales que arden;
también cuenta la historia de los Zacatones, muertos a manos de los Tecunes. Todas estas
muertes no son más que la venganza por la muerte de Gaspar Ilóm.

La segunda parte la forman tres búsquedas: Goyo Yic, ciego, busca a María Tecún, su
mujer, que le ha abandonado; Nicho Aquino, el cartero, también busca a su mujer e Hilario
Sacayón busca a Nicho. Es la historia de seres desgajados por completo del mundo, que
buscan, ese “tú” al que confrontarse para constatar su propia existencia. Son historias
errantes, el lector ha de tomarse el trabajo de deambular con ellos, de recalar en sus mismos
puertos, dudar todo el tiempo que los personajes quieran dudar, sentir el dolor de la ceguera
de Goyo Yic y creer en la reencarnación en el “nahual”. Es la única manera de que funcione
la historia.

Así contado, tampoco parece que exista mayor dificultad para el lector. Basta con “meterse
en la historia”, como se dice popularmente. Pero no. Con Asturias no basta con meterse en
la historia, sino que hay que introducirse en el modo de narrar la historia. Párrafos y
párrafos se descuelgan unos de otros sin que por ello transcurra un minuto en el acontecer
de lo narrado; las visiones diferentes acerca del mismo acontecimiento se superponen sin
previo aviso ni indicación de aquello que estamos contemplando; la autoconciencia se
mezcla con el paisaje, los acontecimientos se trascienden y las cosas, los paisajes, los
utensilios cobran el significado que tienen en los mitos de los indios, sin que se adjunte
diccionario para la traducción a nuestra otra forma de comprender el mundo. El libro es de
una honradez suma, pues. Miguel Ángel Asturias no puede denunciar un problema desde la
perspectiva que lo ha generado, ni es capaz de mostrar la realidad de las creencias y modos
de vida de los indios mediante el sencillo gesto de extender el brazo y escribir una
descripción lo más objetiva y completa posible. No. Hay que bajarse del inevitable
etnocentrismo que supone contemplar el mundo desde una perspectiva determinada,
olvidarse de uno mismo, de quién es, de cómo está conformado y convertirse en un indio
confuso, desorientado y desgajado durante 350 páginas.

El abismo que nos separa de la narración y el esfuerzo inmenso que hay que hacer para
llegar al otro lado ponen en evidencia una realidad sobre la que no reflexionamos muy a
menudo. Normalmente, tendemos a aceptar que somos diferentes de otros, y consideramos
que con la aceptación de esta disimilitud ya está todo el trabajo hecho. El esfuerzo por
intentar comprender qué dimensión tiene esta diferencia no lo hacemos todos los días. Es
más, el esfuerzo mayor que solemos hacer es el de lograr comprender la diferencia desde
nuestro cómodo lado del abismo, sin ser capaces de transformarnos totalmente en el otro,
asumir su perspectiva, ver nuestro lado del abismo desde el otro y aventurarnos a atisbar
todo aquello que, desde nuestro lado, no se ve. Por eso resulta tan extraña esta narración:
las comparaciones, el lenguaje, el detenimiento con que los personajes barruntan acerca de
ciertas situaciones o sentimientos nos son totalmente ajenos; no ya por el contenido mismo
de lo narrado, sino por la forma en que estas cosas son narradas.

”El Gaspar se estiró, se encogió, volvió a mover la cabeza de un lado a otro para moler la
acusación del suelo, atado de sueño y muerte por la culebra de seiscientas mil vueltas de
lodo, luna, bosques, aguaceros, montañas, lagos pájaros y retumbos que le martajaba los
huesos hasta convertirlo en una masa de frijol negro; goteaba noche de profundidades.”
Olvidados de la belleza de semejante descripción, cuesta mucho hacerse con una
representación mental de lo que está sucediendo en esta frase, incluso cuesta comprender el
periodo de tiempo que abarca. Cronos ha dejado de gobernar, rompiendo su reloj en la
cabeza de Kairos o de cualquier divinidad maya.

La comunión y la comunicación con la naturaleza son inevitables en esta narración. La


naturaleza, esquiva o amable, salvaje o domada, es otra forma de interpretar el mundo, es
un elemento más de la conciencia de estos indios desperdigados en un mundo tan ajeno a
nosotros. Los muertos narran su propia muerte a través de su proceso de regreso a la tierra;
nosotros los acostamos en ataúdes de madera que encerramos en nichos que sellamos con
cemento para no permitirles regresar ni asomar la sombra de su ausencia a nuestra carnal
realidad.

Hilario, uno de los personajes, termina por creer en las leyendas que él mismo ha
inventado. Y es que, una vez que las leyendas se erigen en patrones de interpretación del
mundo, se tornan realidad, constituyen un nuevo código con el que relacionarse con todo lo
demás, transforman a la persona, su percepción, sus nociones acerca de la vida. Y por lo
tanto, transforman su lenguaje, los recursos que utiliza para conocerse y conocer, van
labrando una identidad nueva y por lo tanto, alejándola de otros.

”Pero lo que uno efectivamente está haciendo es recodar; vos recordaste en tu borrachera
lo que la memoria de tus antepasados dejó en tu sangre, porque tomá en cuenta que formás
parte no de Hilario Sacayón, solamente, sino de todos los Sacayón que ha habido”.

En todos nosotros late la necesidad de ordenar –abrazándose a unos u otros parámetros- la


realidad, y el entorno. Inventado o recordado, la propia interpretación de los
acontecimientos no es más que un recurso, un utensilio que, si bien termina por formar
parte de nosotros, puede ser distinto en función del contexto. Hombres de maíz habla del
modo de conocernos, intenta buscar la esencia misma de lo que somos, se pregunta si las
creencias, míticas o religiosas, hincadas en la naturaleza o deducidas de largos tratados
filosóficos, son esencialmente parte de nosotros o si nosotros nos volvemos lo que somos al
estar sujetos a estos puntos de mira. Son las verdades que se esconden en una mentira. Y
también viceversa.

”Los espejos son como la conciencia. En ellos se ve uno como es y como no es, porque
igual que ante la conciencia, el que se mira a lo profundo del espejo trata de disimular sus
fealdades y de arreglárselas para verse bien.”

Nunca un acto tan cotidiano puso de relieve la magnitud del autoengaño con que nos
abalanzamos al mundo y con que nos abrigamos al paraguas de las interpretaciones ya
dadas para no tener que encarar el reducto mínimo que somos, de encontrarlo dentro de
nosotros, de decidir si nos gusta o no, de aceptarlo o destruirlo.

Dios, ayuda y un poquito de trampa me ha costado entrar en este universo del maíz
significativo, de la muerte sobreviva, de la naturaleza y su lenguaje; la total separación, la
casi inconsciencia de la existencia de este particular modo de confundirse con el universo,
me iban deslizando página a página sin comprender muy bien ante qué me hallaba, qué se
me estaba contando y cómo. Quizás parte de la intención de este libro se resume en esa
petición soterrada al lector de esforzarse, de sobreponerse a sí mismo, de aceptar lo ajeno
también como real.
BIOGRAFÍA Miguel Angel Asturias nació en la ciudad de Guatemala el día 19 de Octubre
de 1899. Sus padres fueron, Ernesto Asturias (abogado que militaba en las filas de la
oposición al dictador Estrada Cabrera) y María Rodales, de sangre maya. Por motivos
políticos (la perseguidos por Cabrera) junto a su familia se vio en la obligación de vivir su
niñez lejos de su ciudad natal. Lo hizo en Salamá, un pequeño pueblo situado en la
provincia de Baja Verapaz. Allí se empapó de cultura indígena y vida de campo. Ya en su
plena adolescencia Asturias realizó sus estudios secundarios, en la ciudad de Guatemala.
Mas precisamenete en el Instituto Nacional de Varones, donde se recibió de bachiller en el
año 1916, año en el que conoce personalmente a Rubén Darío (9 meses antes de que éste
escritor muriera). Inmediatamente después comienza a estudiar medicina en esa ciudad pero
decide abandonar esa carrera para dedicarse al derecho en el año 1918 en la Universidad
Popular de Guatemala. Mientras estudiaba derecho escribió sus primeros sonetos (entre
1918) y son publicados en los periódicos "La Opinión" y "La campaña". Durante este
período de estudio Asturias, como hombre volcado a los problemas sociales, enseño a leer a
obreros y dicta clases de gramática. En el año 1920 actúa como secretario del tribunal
especial que enjuicia a Cabrera luego de una exitosa revolución. En agosto de 1921 y, como
representante de los estudiantes universitarios, viaja a México mientras cursa el cuarto año
de Derecho, para conmemorar la Independencia nacional del país vecino. Conoce a
Valle−Inclán, que resultará una influencia decisiva para su vida literaria. En 1922 obtiene el
título de licenciado en Derecho, con una tesis sobre El problema social del indio, en la que
denuncia sus sufrimientos, las depredaciones y las injusticias que se cometen contra él. Con
esta tesís obtiene el Premio Galvez, máximo galardón. Anos mas tarde Viajó a Londres con
el doctor José Antonio Encinas, senador peruano exiliado, para estudiar economía política.
Estudia con el profesor Georges Raynaud, director de Estudios sobre las Religiones de
América Precolombina, en la Escuela de Altos Estudios de París. Y mientras tanto escribe
para diarios de México y para "El Imparcial" de Guatemala. Edita Rayito de estrella,
fantomina modernista. Viaja por Italia como miembro del Congreso della Stampa Latina.
Termina sus estudios en Francia en el año 1930 y comienza a viajar por Europa y Oriente.
En España en 1930 publica "Leyendas de Guatemala". En 1933 regresa a su país y un año
más tarde funda el diario "Éxito", que se cierra un año después para colaborar con el
periódico "El Liberal Progresista". De este diario es despedido en el año 1937. Más tarde
Con Francisco Soler y Perez trabaja en un programa de noticias radial que se llamó "Diario
del Aire". En 1939 se casa con Clementina Amado en el mismo año que muere su Padre
(Ernesto), y que nace su hijo "Rodrigo". Dos años más tarde nace su segundo hijo al que
bautiza como Miguel Angel. En 1942 fue elegido diputado en su país y, a partir de 1946
(año en que publica "El Señor presidente", libro dedicado a Cabrera) fue embajador en
México, Argentina y El Salvador, hasta que, en 1954 renunció, se exilió de Guatemala y se
fue a vivir a Buenos Aires. Allí Conoce a fidel Castro en Buenos Aires. En septiembre 1959
viaja a Cuba y Centroamérica, invitado por el mismo Fidel. Viaja con Pablo Neruda en
1965 por Hungría y se instala en Francia un año mas tarde y gana el premio "Lenin"de la
paz y es nuevamente nombrado Embajador, esta vez en Europa. El dia 19 de Octubre de
1967 (cuando cumple 68 años) se le otorga el "Premio Nobel" de Literatura. Es
galardonado también, un año más tarde por la Asociación de Periodistas Guatemaltecos con
el premio "Quetzal de Jade", también es nombrado "hijo unigénito de Tecúm Umán" en
tierras indígenas y con el premio "La Gran Cruz de San Carlos" en Colombia. En 1970 es
elegido Presidente del Jurado del festival de cine de "Canes" que por primera vez, escoge a
un latinoamericano para desempeñarse en esta función. En 1974 en cae enfermo en Madrid
y muere el día 9 de Junio en esta ciudad. Sus restos se transladan al cementerio Père
Lachaise en Paris. 1− Realismo mágico Asturias piensa que el surrealismo abre una puerta
a través de la cual puede salir un mensaje interno, inconsciente, que surge de las
profundidades mismas del ser. Descubre que la libertad de crear que ofrecen 1
métodos como el de la "escritura automática" producen una especie de dualidad entre sueño
y realidad. Según él mismo, esta misma dualidad, es el que poseen textos indígenas tales
como el Popol Vuh o los Anales de los Xahil. Por lo tanto, allí establece un puente entre el
mundo indígena y su propia escritura. Es este tipo de fenómeno el que él mismo bautiza
con el nombre de "realismo mágico." El realismo mágico posee como caracteres que lo
distinguen: * Planos de realidad y fantasía: hay hechos de la realidad cotidiana
combinándose con el mundo irreal, fantástico, del autor, con un final inesperado o ambiguo
*Escenarios americanos: en mayoría ubicados en los niveles más duros y crudos de la
sociedad o que más reflejan el primitivismo cultural. *El autor se encuadra fuera de la
realidad representada. *Literatura para lectores cultivados, no es popular. En efecto, la gran
dificultad estructural−temática de hombres de maíz está en la narración de los hechos de los
indígenas. No hay tal dificultad cuando se narra la actuación de los ladinos, pues Asturias
es uno de ellos, los conoce bien. Por ello, este registro de narración es "realista"... El
problema está en que no conoce a fondo al protagonista de su novela, al "hombre de maíz."
La resolución se la da la misma literatura: crear, por la combinación de efectos literarios,
una realidad verbal lo suficientemente fuerte como para dar la ilusión de una realidad
material. Entre los representantes más importantes de este movimiento, se encuentran Jorge
Luis Borges, Alejo Carpentier, Juan José Arreola, Lino Novás Calvo y otros. 2− Literatura
indigenista La literatura indigenista, como su nombre lo indica, toma el tema del indio
como predominante. En especial esta literatura se desarrolla en los países andinos, donde
indios y mestizos abarcan una gran parte de la población. En las obras se refleja una raza
despojada y oprimida, con una dolorosa descripción de la realidad social, que sirve de
denuncia o protesta. En este movimiento se destacan escritores como Ciro Alegría, Jorge
Icaza, Juan Rulfo, César Vallejo, José María Arguedas, Alcides Arguedas, entre otros. Es
de la forma antes indicada que Asturias logra resolver, en la estructura misma de la obra y a
través de su lenguaje, la contradicción entre los mundos ladino e indígena que están en la
base misma de la ideología del autor. 3− Contexto histórico − político y literario La vida y
obra de Miguel Angel Asturias se desenvuelve en un mundo de luchas político − sociales
con la evocación del pasado indígena, en un plano de realidad y con una visión mítica y
legendaria. Debido a las situaciones que pasó el autor, conoció muy de cerca la miseria del
indio, tuvo mucho contacto con los hombres de pueblo y oyó de ellos las costumbres y
tradiciones del pasado de su país, lo cual influiría más tarde en sus primeras letras. Cuando
estudia en la universidad, toma parte en las actividades político − estudiantiles contra la
dictadura, y plantea una tesis denominada El problema social del indio, la cual fue muy
bien acogida por el profesorado y estudiantado, por lo acertado de sus planteamientos. En
esta tesis demuestra la inquietud por la problemática social indígena de su país, e inicia y
representa esta realidad impresa en sus obras también. 2
Hombres de maíz está penetrada hondamente con las fuentes de obras de la narrativa
primitiva meso − americana, es decir, la cultura maya quiché, el Popol Vuh. Asturias
mezcla el mundo mágico y legendario con la realidad social del indio americano,
combinando dentro de la obra ese mundo mítico y el pasado trágico del indígena
guatemalteco. En cuanto a la estructura, la obra está compuesta por una serie de relatos,
alrededor de los cuales gira la trama del libro, y según los críticos, la obra está plagada de
tanta fuerza, que adquiere el carácter de una obra épica. La razón que motivó esta obra, es
decir, su inspiración, es la lucha sostenida entre el indio del campo entiende que el maíz
debe sembrarse sólo como alimento, y que el hombre criollo, que lo siembra para negociar,
quema bosques y destruye la naturaleza por su ambición, está atentando contra algo
sagrado, ya que el maíz es el grano con el que se creó el hombre. Asturias desarrolló su
obra en el doble plano de la leyenda y la realidad, del ensueño y el mundo objetivo, de lo
real y lo sobrenatural. En cuanto al lenguaje, se usa uno donde se destaca la reiteración, el
paralelismo, el lenguaje popular guatemalteco, neologismos, elipsis, juegos de metáforas,
es catalogado como un barroco americano, y demuestra gran conocimiento y domino
lingüístico. Como novela, Hombres de maíz es un indicador de la narrativa
hispanoamericana, pues mientras la mayor parte de los autores estaban aferrados al
criollismo, Asturias se va a la cultura prehispánica, al Popol Vuh, para extraer la visión
mítica y legendaria, la cual, mezclada con la realidad social de América, se convierte en
una de las obras dentro de la cumbre del realismo mágico. La preocupación central, sin
embargo, es la de cómo expresar el mundo indígena, Este elemento ya fue encontrado. El
juego de palabras le proporcionó el otro elemento que le hacía falta para armar sus textos, y
venía a encajar perfectamente también con sus inquietudes ideológico−culturales.
Paralelamente al descubrimiento de la palabra, Asturias está descubriendo que la palabra
tiene importancia primordial para los pueblos indígenas, aspectos casi mágicos. Los
pueblos de descendencia maya consideran sagrada la palabra, y piensan que la misma da
poder sobre lo que se nombra. De allí que existe unja gran prudencia, un gran respeto para
nombrar las cosas. "En la palabra, todo; fuera de la palabra, nada" como dice el propio
Asturias. Al encontrar a la palabra como el medio para poseer la realidad indígena, Asturias
emplea el lenguaje como instrumento de poder y como vehículo de transformación. El
lenguaje le sirve para nombrar de nuevo la realidad que lo rodea. 4. La obra Miguel Ángel
Asturias empezó a escribir Hombres de maíz en Guatemala en 1945 y la terminó en Buenos
Aires en el 49. La obra causó una gran conmoción y fue de las primeras en denunciar el
acoso del capitalismo y las multinacionales sobre la selva virgen Muchos dicen que es la
mejor obra (por la expresión y la lingüística innovadora) Otros dicen que carece de
narración coherente y posee un lenguaje muy difícil. Hombres de maíz representa un
intento épico que da forma artística al mundo mágico del Popol Vuh que está presente en la
subconciencia del pueblo guatemalteco. Es desafiante para los lectores porque no sigue una
trayectoria lógica y coherente. Combina el realismo con lo mágico. A Miguel Ángel
Asturias se le reconoció con la concesión del premio Nobel en 1967 su escritura magistral y
el aliento auténtico de sus historias. 3
Según Asturias la obra se desenvuelve en 2 realidades: • La realidad social, política popular
con personajes que hablan como el pueblo guatemalteco. Es decir que se refleja mediante
los personajes lo que sentían los guatemaltecos. • Y la realidad imaginaria (de ensueño):
como el autor quiere que sea la realidad. Aspectos de la obra: • En el texto se imprime una
narrativa moderna sobre la base de la cultura primitiva. • El autor conoce del mito y de la
visión real del guatemalteco. • El narrador no presenta una trama lineal, utiliza variados
niveles de leguaje, sintaxis. • El autor recibió influencia indígena y sus cuentos se basan
propiamente en esas experiencias, en los mitos y leyendas de su pueblo. • En esta obra se
narra la problemática y conflictos sociales de los indígenas, pero estos hechos son narrados
de manera ambigua, todo esta entrelazado al mito y la leyenda. • También el autor consigue
enlazar el lenguaje básico de los campesinos con elementos oníricos y metáforas
inesperadas «La tierra cae soñando de las estrellas, pero despierta en las que fueron
montañas, hoy cerros pelados de Ilóm (...)». • Logra articular una serie de personajes
autónomos, independientes, coherentes y creíbles, que le permiten establecer una relación
con la cultura maya, sus dioses y creencias, conformando de este modo una realidad mágica
o una magia real. O, llamándolo por su nombre, el 'realismo mágico'. • Hay mezcla de mito
e historia. • La realidad y lo fantástico no se pueden despegar porque son uno parte del otro,
hechos que rozan lo cotidiano pueden caer en lo fantástico e irreal. En la obra: Se ve la
acción en la lucha de Gaspar Ilóm cuando se rebela contra la tiranía de quienes pretendían
destruir los bosques y la tierra para la siembra del maíz y no lo utilizaban como alimento
sino que lo comerciaban, y para los indios guatemaltecos éste alimento era sagrado (Porque
el indio guatemalteco está hecho de maíz, como afirma el libro sagrado de los mayas, el
Popol Vuh). Al final, todos pierden en esta historia terrible, los indios y el bosque, pero
también los poderosos a quienes la destrucción no duele. Y los maiceros, pues a pesar de
todo la miseria les persigue, «visten el harapo de la hoja desgarrada por el viento de la
impiedad y sus manos son como cangrejos que de estar en las sagradas cuevas, se van
volviendo blancos». Gaspar Ilóm es un cacique y poderoso guerrero que desea salvar las
tierras del Ilóm, puede ser considerado como un héroe. Luego de su muerte se convirtió en
un símbolo mítico es justo y fuerte como un Dios. La naturaleza está presente furibunda,
violada y quemada como color de hormiga. La naturaleza necesita recuperarse de la
destrucción, y clama por la intervención de Gaspar Ilóm para que elimine a los maiceros.
Se expresa en el cuerpo de Gaspar Ilóm para hacerle sentir su dolor. 5− Argumento (el
motivo del maíz) El conocimiento de la cultura indígena parte para Asturias, en gran
medida, de su lectura cerrada del Popol Vuh y de los Anales de los Xahil en París. No se
basa en un conocimiento vivencial (aunque sus recuerdos de infancia en Baja Verapaz
juegan un papel importante sin lugar a dudas) ni tampoco en un estudio antropológico de
los pueblos indígenas contemporáneos. En el Popol Vuh se cuenta cómo los hombres
fueron hechos de maíz y se explica, en el mito sobre el origen del maíz, por qué la
agricultura tiene un carácter sagrado. Son precisamente esos elementos los que Asturias 4
toma para su obra, la defiende y la convierte en su reafirmación de la identidad. Ha logrado
encontrar, por fin, el "alma nacional". En el caso del espacio indígena, el maíz ocupa el
centro de la creencia; es el signo de la raza, lo que identifica al grupo, y lo que lo define
como unidad étnica y como universo cultural. En el caso de los ladinos, se le niega al maíz
estos valores "míticos" y se le reduce a un objeto con valor puramente comercial. Es esta
contradicción fundamental la que funciona como elemento estructural del texto. Podemos
ver cómo este nudo generador evidencia en el plano del discurso narrativo la hibridización
de dos discursos ideológicos antagónicos: el discurso del indígena defensor de la tradición,
y el discurso del ladino liberal de principios del siglo XX. Sin embargo, la situación amarra
perfectamente con los planteamientos ideológicos que hacía Asturias: "que se lleven
nuestro dinero los extranjeros, pero que no nos sustituyan el alma." El enfrentamiento entre
los mundos ladino e indígena se da debido a la circulación de un mismo objeto, el maíz,
investido de valores diferentes. Tenemos así que Gaspar Ilóm es la tierra, su mujer es la
lluvia y su hijo es el maíz. En el enfrentamiento entre los mundos indígena y ladino, el
triunfo del indígena se presenta simbólicamente: el ser humano es el maíz, el maíz es la
naturaleza, sólo el ser humano que vive en la naturaleza y es al mismo tiempo parte de la
naturaleza puede perdurar: Asturias introduce un nuevo sentido de identidad y,
simbólicamente, un nuevo orden social que altera los valores fundamentales en los cuales
se basa la sociedad guatemalteca tradicional. El maya no aparece aún como un ser
enteramente individualizado. Sin embargo, en el plano de lo simbólico, se trastoca de
manera fundamental las bases de la dominación social que han imperado en el país desde el
siglo XVI. Lo anterior es uno de los mayores logros de Asturias, y es un hecho que aún no
ha sido lo suficientemente reconocido.

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