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Antologia de poemas y

canciones

Cristiano ronaldo

Alexis daniel perez huerta


indice

calaveras………………………………………………….3

coplas………………………………………………………5

poemas…………………………………………………….9

canciones…………………………………………………13
La calaca en la escuela

En un día como cualquiera


La calaca decidió ir a la escuela
Se sentía procupada y nerviosa
Pero de aprender estaba ansiosa…
Se preparó con anticipación
Para así aprender su lección
Todo iba bien ese día
Pero la suma no le salía
La maestra la dejó castigada
Y ella terminó agotada
Desde ese día la flaca ya no quiso regresar
A ninguna escuela a estudiar…
No será una alumna brillante
Pues necesita ser más constante..

calavera a Zapata de la Revolución mexicana

Eran los tiempos aquellos


los días de la revolución
cuando la muerte se apareció
indecisa estaba pues no sabía
si llevarse a uno de la bola o ya de perdis
un pelón.
La calaca sentada se reía
porque de uno y otro bando a cada minuto
alguien caía.
La muerte alzó la vista porque por el camino
alguien venía
Era mi general Zapata.
Ey guapo le dijo, acá está tu Adelita
Y mi general al verla se dio cuenta que era la huesuda
Ya murió Zapata, ya lo llevan a enterrar
no lo mató una bala, no lo mató un cañón
fue la calavera que le gustó ese bigotón.

La calaca en la escuela
En un día como cualquiera
La calaca decidió ir a la escuela
Se sentía procupada y nerviosa
Pero de aprender estaba ansiosa…
Se preparó con anticipación
Para así aprender su lección
Todo iba bien ese día
Pero la suma no le salía
La maestra la dejó castigada
Y ella terminó agotada
Desde ese día la flaca ya no quiso regresar
A ninguna escuela a estudiar…
No será una alumna brillante
Pues necesita ser más constante..

Al torero

Aquí yace un buen torero,


que murió de la aflicción
de ser mal banderillero,
silvado en cada función.

Ha muerto de un revolcón que recibió en la trasera,


y era tanta su tontera
que en el sepulcro ya estaba
y a los muertos los toreaba convertido en calavera.

Temas variados Requiebros de Amor


Todos los días me paso El amor es como el dulce,
como garza en la laguna, cucharita de nogal,
con el pescuezo estirado revolveme noche y día
sin esperanza ninguna. que no me quiero quemar.

A la orilla de la mar El amor ha de ser uno,


estaba un sapo desnudo, eso bien lo sabés vos;
poniéndose las espuelas no tiene amor por ninguno
para montar un peludo. aquella que quiere a dos.

Alojita de algarroba El día que tú naciste


molidita en el mortero, ¡Qué triste se puso el sol!
que se sube a la cabeza al ver que otro sol nacía
como si fuera sombrero. con mucho más resplandor.

Amores y dinero Que te quise cierto fue,


quitan el sueño; que te olvidé, no es mentira;
yo, como no los tengo, que las hojas en las ramas
muy bien que duermo. no duran toda la vida.

A orillas de una laguna Mujer vieja es un fantasma


estaba un sapo con otro: que nos espanta al mirar,
uno estaba de levita y si es joven es un potro
y el otro de bota i potro. que no se puede domar.

A orillas de una laguna Ni contigo ni sin ti


estaba un sapo en cuclillas, tienen mis males remedio;
con la navaja en la mano contigo, porque me matas
haciéndose la patilla. y sin ti, porque me muero.

Cazador salió a cazar me quisiste, yo te quise,


patitos a la laguna. me adoraste, te adoré;
Salió el patito y le dijo: me colgaste la galleta,
cazarás, pero las plumas. yo también te la colgué.

Corrió el sapo una carrera Quisiera ser el solcito,


con una tortuga vieja: que nace en el cielo azul;
castigaron cuadra y media, para besarte en la frente
ganó el sapo por la oreja. con un rayito de luz.

La volvieron a correr, Una vez me enamoré


redoblando la parada; y me quedó esta experiencia:
llegando a la cuadra y media, el amor es una cosa
pegó el sapo una rodada. difícil como la ciencia.

Cuando pasé por tu casa, En las mozas de estos pagos


estaba un cuero colgado, quiero mi suerte probar;
yo le dije: ¡buenas tardes! porque tienen amor firme
Y el cuero quedó callado. y no saben engañar.
Cuando salí de mi tierra Es mejor querer a muchas,
de nadie me despedí, cuantas más sean, mejor;
sólo de una pobre vieja si una te hace una herida,
que estaba moliendo ají. otras calman el dolor.

Cuatro camisas tengo, Me aconsejan que en amor


las cuatro vendo, no me tire a lo más hondo;
para comprarme un coche, que el amor es un limón
que no lo tengo. que tiene amargo en el fondo.

Que no lo tengo, sí, Como el que se arrima al


¡Ay! Me da risa fuego,
verme dentro de coche quiero arrimarme a tu amor;
y sin camisa. del frío de verme solo,
me tirita el corazón.
En la falda de aquel cerro
llora triste un gavilán Compadécete de mí,
no llora porque tiene hambre, dolete de mi dolor;
sino porque es animal. curame que vengo herido,
herido de mal de amor.
En la orilla de un río
cantaba un sapo, No seas así mi negrita,
y en su canto decía: entregame el corazón,
¿con qué me tapo? amor pobre y leña verde
arden cuando hay ocasión.
En la puerta del cielo
cantaba un riojano. Yo no me quiero casar
Sale San Pedro y dice: por no mantener familia;
¡Entre, paisano! me gusta solito andar
como gallo sin gallina.
Lo primero que ofrecen
los de la sierra, ¡Cómo querés que te quiera
unos quesillos duros y que te tenga cariño;
como las piedras. si cuando voy a tu casa
tu mamá riñe conmigo!
Como las piedras, sí,
fuego violento, Cuídese del matrimonio
con el piquito en l`agua y nunca se case usted.
vivo sediento. ¡Mire si sabré estas cosas
que yo me casé con tres!
Me ha mandado mi mamita,
que le dé las buenas noches; Comiendo se mata el hambre,
y si no ha visto pasar bebiendo se va la sed;
una lagartija en coche. y enseñando la moneda
se conquista a la mujer.
Me mandaron no sé dónde,
a buscar no sé qué rosa; Los hombres son los ratones
y me volví no sé cuándo, y las mujeres el queso;
trayendo no sé qué cosa. el matrimonio es la trampa,
yo no me caso por eso.
¡Ojalá Dios se enojara
y me mandara en castigo Todos me dicen que adoro
una creciente de arrope una flor de mal color;
y una soga de quesillos! diga el mundo lo que quiera,
que a mí me parece un sol.
Pensando en que me dejaste,
lloro tanto y tan de veras, Es verdad y esto es muy fuerte,
que la gente de mi casa es muy cierto y es verdad;
se imagina que hay goteras. amor que principió fuerte
¡acaba en debilidad!
Por las orillas de un hombre
estaba sentado un río, Yo te quisiera querer
afilando su caballo pero me estoy recelando;
y dando agua a su cuchillo. porque puedes tener dueño
que me saque pisoteando.
¿Qué le pasa a este mocito?
¿Por qué se ha callado tanto? Por la luna doy un beso,
Parecen que le han cosido por el sol doy un montón;
la boca con hilo blanco. por el mirar de esa chola
¡alma, vida y corazón!
-¿Qué querís que te traiga
de la otra banda? Las horas que tiene el día
-Una paloma negra las he repartido así:
con las alas blancas. nueve soñando contigo
y quince pensando en ti.
Si quieres que yo te quiera
lo será con condición Dame tu mano, paloma,
que lo tuyo sea mío quiero subir a tu nido,
y lo mío tuyo no. he sabido que estás sola
y a acompañarte he venido.
Todas las mañanitas
del mes de enero, Yo tengo un poncho guardado
me amanecen las uñas pintado en cuatro colores;
sobre los dedos. la ilusión y la esperanza;
los celos y los amores.
Una vez canté en mi casa,
y mi voz llegaba al mar; A la señora de enfrente
se aficionó una sirena, se le ha muerto el marido,
y me tuve que callar. y por temor al difunto,
se viene a dormir conmigo.
Un diablo se cayó al fuego
y otro diablo lo sacó, Yo tuve una palomita
y otro diablo le pregunta que era todo mi placer;
¿cómo diablos se cayó? un día quedó solita,
Ya no hay coplas pa cantar, jamás yo la volví a ver.
mandaremos a traer;
en mi casa tengo un árbol Hay mujeres como el gato,
que de coplas se ha i caer. de la misma condición;
aunque tengan plato lleno
¡Arribita, arribita! siempre buscan su ratón.
Dijo un zorrino,
espolines de plata, Noche y día corre el agua,
poncho i merino. noche y día gime el viento;
noche y día pienso en ti,
Ya ha nacido el Carnaval, prenda de mi pensamiento.
la caja es su corazón;
zumo de aloja su sangre, En ningún hombre casado
olor a albahaca su flor. pongas, niña, tu querer,
porque al fin de la partida
Mi mamá se llama pascua, se lo lleva su mujer.
mi tatita Navidad,
yo me llamo Todo Santo, No creas, negrita mía,
mi apellido es Carnaval. que mi amor es lisonjero;
con todas hablo y me río,
¡Ahijuay pucha Carnaval! a vos solita yo quiero.
Te'hicantar y te'hi bailar,
y el miércoles de ceniza El amor de la viudita
también te he de es como la lechuguita;
cacharpayar. si uno la riega un poquito
ligerito resucita.
Ya se armó la cacharpaya
despidiendo el Carnaval; Hombre manso es el varón
inverne su caballito cuando el amor lo palmea;
que vuelve al año cabal. se amansa a lo mancarrón
por más bellaco que sea.
Somos changuitos puneños
de un árido pedregal; Dicen que las penas matan,
venimos en este día yo digo: -No matan, no;
anunciando el Carnaval. que si las penas mataran
ya estuviera muerto yo.
Con cajitas, con banderas,
ha llegado el Carnaval, El amor y la naranja
viejas, casadas, solteras, se parecen un poquito,
prepárense pa'bailar. por más dulce que ésta sea
siempre tiene su agriecito.
Alegre Carnavalito,
visitante forastero; Cinco sentidos tenemos,
después de los cinco días todos los necesitamos;
se manda a mudar ligero. y a los cinco los perdemos
cuando nos enamoramos.
Soy lo mismo que el coyuyo,
cada año salgo a cantar; Dichoso del picaflor
domingo, lunes y martes, que pica distintas flores,
tres días de Carnaval. yo me conformo con una,
con la flor de mis amores.
Tres días de Carnaval
pa'mí son una zoncera, Anoche me mordió un perro,
yo quisiera estar bailando mi caballo me pateó,
toda una semana entera. mi negra se fue con otro,
mi suegra me garroteó.
¿Te acuerdas vidita mía
del martes de Carnaval, Si un día piensas matarme
cuando yo andaba a caballo no necesitas puñal,
y vos me querías besar? con sólo dejar de amarme
el golpe será mortal.

huerto que heredé de mis mayores


no tiene bellas flores
de efímero vivir ni tenues frondas;
tiene hiedra sagrada
de hojas perennes y raíces hondas;
fresca niñez y ancianidad honrada.

Una bíblica higuera


lo llena todo con su copa oscura,
y una fuente con rica regadera,
que música me da, le da frescura.

Lo poco que en el mundo me ha quedado


lo tengo en este huerto,
siempre al estruendo mundanal cerrado,
siempre a la voz de mi sentir abierto.
En medio está enclavado
del árido desierto,
triste vivienda de la grey humana
que duda de la tierra prometida,
cada vez más lejana,
cada vez hacia Oriente más hundida…

Yo, cuando el sol del arenal me ciega


y en fuerza de mirar siento borrosa
la visión luminosa
donde parece que jamás se llega…
Cuando el sudor anega
mis doloridos empañados ojos,
cuando me hieren los aceros fríos
de punzantes abrojos,
cuando me azotan los hermanos míos
que me encuentro de frente en el desierto,
vertiendo sangre a ríos
y lágrimas a mares, torno al huerto.

Mi padre se sentaba en esta piedra,


que coronó de hiedra
la mano santa de mi santa madre…
Fue un altar al amor en roca dura
con dosel de verdura,
trono de patriarca con mi padre
y urna de santa con mi madre pura.

Ya está solo el edén. Todo es desierto.


Detrás de mis santísimos ancianos
saliendo han ido del sagrado huerto
mis amantes dulcísimos hermanos…
¡Los he visto morir, y yo no he muerto!

¡Jamás he comprendido
por qué Dios ha querido
que el vástago más ruin y débil sea
el último habitante de este nido.
Querrá Dios encerrarme
tal vez para ganarme,
porque en estas sagradas espesuras,
donde pasos al cielo son los días,
yo no puedo sentir cosas impuras,
yo no puedo soñar cosas impías.

He nacido en amenas,
castizas y santísimas comarcas
y corre por mis venas
sangre de venerables patriarcas
que me legaron enseñanzas buenas,
huerto, escudo, solar y oro en sus arcas.
Mas, en mi estéril soledad hundido,
Amor me ha visitado. Amor me ha herido,
y hervor de sangre que mi cuerpo inunda
dice que no he nacido
para morir estéril junto al nido
de una raza fecunda.

Dondequiera que estés, mujer hermosa,


predestinada esposa,
que merezcas posar aquí tu planta,
que merezcas sentarte en esta piedra
que coronó de hiedra
la mano de una santa,
ven al huerto querido,
y a la sombra de Dios, Padre del mundo,
pondremos cama nueva al viejo nido
que mi sangre y mi Dios quieren fecundo.

El cielo todavía
no ha otorgado a mis ojos el consuelo
de deber tu hermosura, ¡oh virgen mía!;
pero te adoro en el azul del cielo,
y en el tranquilo resbalar del día,
y en el silencio de la noche oscura,
y en la quietud del huerto sosegado,
y en el recuerdo de la gente pura
que me lo hizo sagrado.

Te adoro en la memoria
de aquella santa de sencilla historia
que la tierra del huerto que he heredado
santificó con su adorable planta
y el dulce ambiente nos dejó inundado
de perfumes de santa.

Ven, casta virgen, al reclamo amigo


de un alma de hombre que te espera ansiosa
porque presiente que vendrán contigo
el pudor de la virgen candorosa,
la gravedad de la mujer cristiana,
el casto amor de la leal esposa
y el pecho maternal que juntos mana
leche y amor para la prole sana
que a Dios le place alegre y numerosa.

¡Dios que lo escuchas!, acelera el día,


porque es tu sol incubador y hermoso,
y la noche es estéril y sombría,
la vida breve, el corazón fogoso,
sensible el alma mía,
soberano el Amor fructuoso
y Tú eres Padre del inmenso mundo
e hijo yo soy del mundo vigoroso
que te plugo crear grande y fecundo.

Alegra mi desierto
con ruido de vivir cuyo concierto
pueda sonarte a coro de angelillos…
Ya ves que entre las hiedras encubierto
hay un nido minúsculo en mi huerto
con siete pajarillos…

LEVÁNTATE MORENITA

Levántate morenita,
levántate resalada,
levántate morenita
que ya viene la mañana,
Levántate.
que ya es de día,
que ya se ve,
que ya es la hora
que venirte a ver.

         La mañana ya ha venido
 el día ya lo tenemos
 las buenas mozas buscamos
 las malas no las queremos.

         A tu puerta estamos cuatro


 cuatrocientos en cuadrilla,
 si quieres que nos sentemos
 saca cuatrocientas sillas.

          La despedida te doy,


 la que dan los labradores
 con las coyundas al hombro
 adios, ramito de flores.

SINDO EL TAMBORILERO

                 Sindo le dice a su padre


 padre cómpreme una yegua
  para llevar a Claudina
 a la fiesta de Cabrera.

         Y tiene que parir,


 y tiene que parir
 una niña bonita
 tocando el tamboril.

                  Y ella le dice a su madre


 y a su hermana en el copero
 que ella se quería casar
 con Sindo el tamborilero.

         Sindo coge el tamboril


 y se va a tocar a Coca
 a la puerta el tío Simón
 para que bailen las mozas.

         Sindo a las mozas que quiere


 las emboba con la gaita
 porque la toca mejor
 que el hijo del tío Levanta.

         Con la cadena y la gaita


 y la banda de charol
 erngañaste a la Luisa
 pero a la Gonzala no.

         Sindo le dice a su madre


 madre me quiero casar
 de cuatro novias que tengo
 tres están “embarazás”.

         A Sindo el tamborilero
 lo van a dejar “pa” casta
 porque los toros moruchos
son muy buenos “pa” las vacas.

Las mañanitas

QUE LINDA ESTÁ LA MAÑANA


EN QUE VENGO A SALUDARTE
VENIMOS TODOS CON GUSTO
Y PLACER A FELICITARTE.

EL DÍA EN QUE TU NACISTE


NACIERON TODAS LAS FLORES
Y EN LA PILA DEL BAUTISMO
CANTARON LOS RUISEÑORES.

YA VIENE AMANECIENDO
YA LA LUZ DEL DÍA NOS DIO
LEVÁNTATE DE MAÑANA
MIRA QUE YA AMANECIÓ.

ESTAS SON LAS MAÑANITAS


QUE CANTABA EL REY DAVID
A LAS MUCHACHAS BONITAS
TE LAS CANTAMOS A ASÍ.

DESPIERTA MI BIEN DESPIERTA


MIRA QUE YA AMANECIÓ,
YA LOS PAJARITOS CANTAN
LA LUNA YA SE OCULTÓ.

QUE LINDA ESTÁ LA MAÑANA


EN QUE VENGO A SALUDARTE
VENIMOS TODOS CON GUSTO
Y PLACER A FELICITARTE.

EL DÍA EN QUE TU NACISTE


NACIERON TODAS LAS FLORES
Y EN LA PILA DEL BAUTISMO
CANTARON LOS RUISEÑORES.

YA VIENE AMANECIENDO
YA LA LUZ DEL DÍA NOS DIO
LEVÁNTATE DE MAÑANA
MIRA QUE YA AMANECIÓ.

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