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La invisibilidad dentro del contexto de la magia ritual en occidente.

Por Axel Velázquez © 2009

La posibilidad de la invisibilidad como un fenómeno objetivo es un tema


recurrente en la literatura mágica y ocultista producida en diversos momentos
históricos. Se trata de una práctica mágica ampliamente difundida y establecida
en el ámbito de las creencias populares, y desde diversas fuentes es posible
acceder a formulas relacionadas que por su extrañeza y capacidad para
sobrevivir el paso de los siglos son verdaderas rarezas históricas.

La invisibilidad, como un efecto alcanzable por métodos mágicos, es


mencionada en textos muy antiguos. En un papiro griego del siglo IV d. C. se
puede leer que: “…para hacerse invisible, debe tomar el ojo de un mono o el de alguien
que haya muerto de forma violenta, y una planta de peonía (rosa). Mezclarlo todo con
aceite de lilas. Amasar todo esto de derecha a izquierda, pronunciando lo siguiente, […].
Ungir tu frente con esta mixtura y te volverás invisible el tiempo que quieras”. En la
antigüedad había ciertas deidades cuyas atribuciones divinas estaban asociadas
con la invisibilidad. Murry Hope (una autoridad en el tema de las creencias
mágicas de civilizaciones antiguas), nos dice en su libro sobre magia egipcia
que la invisibilidad debería asociarse con la diosa Neftis, ya que ella, además de
ser la madre del fúnebre Anubis, es también la “…guardiana de todas las cosas
escondidas y ocultas, lo que incluye cualquier forma de invisibilidad y oscuridad”.
Hope también nos informa, en su libro sobre magia griega, que quien consiga
congraciarse con las aspectos espirituales representados por el dios del
inframundo Hades podrá hacer uso del mítico casco simbólico de dicho dios, el
cual permite a quien lo use hacerse invisible como un método de protección.

Sabemos que muchas creencias antiguas, filtradas por el tiempo, fueron


integrándose el folklore, y de esto hay algunos ejemplos típicos que hablan de
las propiedades de ciertas hierbas y gemas que, activadas a través de diversos
usos, confieren la invisibilidad. Según la tradición popular, la gema por
excelencia para provocar la invisibilidad es el ópalo, en su variedad clara y de
una iridiscencia multicolor. Se debe tomar un ópalo y envolverlo
cuidadosamente en una hoja fresca de laurel, y esto debe portarse a modo de
amuleto para el efecto deseado. Hay diversas plantas a las que la tradición
asigna el poder de provocar la invisibilidad, y la regla general para ello es
recolectar y usar plantas frescas y vigorosas. Una de ellas, el amaranto, debe ser
trenzada en una corona o guirnalda, y así debe usarse para hacerse invisible.
De manera similar, el muérdago debe usarse alrededor del cuello para
desaparecer ante la vista de los otros. Otra formula recomienda hacer un brebaje
mágico dejando macerar semillas de amapola en vino por 15 días. Pasado ese
tiempo se debe beber ese vino durante 5 días consecutivos en ayuno; esto
conferirá la capacidad de hacerse invisible según se requiera. El acónito (1), una
planta tradicionalmente asociada con la brujería, confiere el don de hacerse
invisible al envolver su semilla en la piel de un lagarto, haciendo así un amuleto
que le permitirá a su dueño lograr el efecto deseado a voluntad.
En la literatura mágica del Medioevo hay varias menciones de invisibilidad que
se puede conseguir por medio de sortilegios, hechizos y por la evocación de
demonios y espíritus. En el “Grimorium Verum” (2) se encuentra la siguiente
fórmula, que es una típica monstruosidad grotesca similar a otras que aparecen
en los escritos mágicos de esa época: “Para hacerse invisible, tomar siete habichuelas
negras y la cabeza de un hombre muerto. Comenzar el rito un miércoles, antes de la
salida del sol. Colocar una habichuela en cada uno de los orificios de la cabeza, esto es,
una en cada ojo, en cada oído, en las aberturas de la nariz y en la boca. Trazar entonces
sobre la cabeza el siguiente signo […]. Entierra la cabeza, con la cara orientada hacia el
cielo, y durante 9 días, antes del amanecer, debes humedecer la cabeza con aguardiente
de buena calidad. (3) Al octavo día, aparecerá un espíritu, que te preguntará -“¿Qué
deseas?”, a lo que debes responder -“Estoy regando mi planta”. El espíritu dirá entonces
“Dame tu botella, quiero regarla yo”, a lo que debes negarte. El espíritu insistirá,
repitiendo su pregunta. Finalmente el espíritu extenderá una mano para mostrártela,
enseñando el mismo signo que trazaste sobre la cabeza. Solo entonces puedes entregarle
la botella, y el espíritu humedecerá la cabeza y se irá. Al día siguiente, que es el noveno
día, cuando regreses al sitio donde enterraste la cabeza, notarás que las habichuelas han
germinado. Tómalas y pon cada una en tu boca, mientras te miras en un espejo. Si no
ves nada todo marcha bien, pero las habichuelas que no puedan conferir invisibilidad
deben ser sepultadas de nuevo con la cabeza”.

En el clásico de la literatura mágica medieval, la “Clavicula Salomonis”, hay un


hechizo para hacerse invisible que requiere “…hacer una pequeña figura de un
hombre con cera amarilla, en el mes de enero y en el día y la hora de Saturno. Trazar con
una aguja sobre la cabeza de la figura el siguiente signo […] y entonces, usando algunos
de tus propios cabellos, colgar la figura de la bóveda de alguna cueva a la medianoche.
Perfumar la figura con el incienso apropiado, diciendo […] y entonces colocar la figura
dentro de una caja y enterrarla en ese mismo lugar. Cada vez que necesites pasar
inadvertido, debes llevar la figura en tu bolsillo izquierdo […], y debes volver a enterrar
la figura en el mismo sitio cuando no esté en uso”. La “Clavicula Salomonis”
también contiene un pentáculo (4) dedicado al Sol, que, grabado sobre oro puro
y debidamente consagrado, confiere la invisibilidad a su portador de manera
infalible. El diseño de dicho pentáculo incluye, entre otras inscripciones y
signos, una frase escrita en hebreo que, traducida, dice de manera sugerente:
“Tienen ojos y no ven”. (5)

Diagrama del pentáculo del Sol, como aparece en la versión manuscrita del “Clavicula Salomonis”.
Otro grimorio muy popular, el “Lemegeton”, contiene los nombres,
descripciones y capacidades de diversos espíritus que pueden ser evocados
para que cumplan diversos mandatos. Al arte mágico expuesto en esta obra,
llamado Goecia, implica el involucramiento del practicante con jerarquías de
demonios, que pueden ser convocados y dominados gracias al uso de diversos
y curiosos sellos, que en cierto modo son las signaturas de cada espíritu descrito
en el “Lemegeton”. Cuatro de esos espíritus pueden conferir el don de la
invisibilidad. Uno de ellos, llamado Baal o Bael, aparece, según el libro “…como
un gato, un sapo, o un hombre y también como una mezcla de todos estos seres juntos”.
Otro espíritu, llamado Glasyalabolas, se muestra como “…un perro con alas de
grifo”, y además de conferir la invisibilidad, también es capaz de incitar
homicidios, y enseñar cosas pasadas o futuras en un instante. Foras, un espíritu
que “…enseña el arte de la lógica, descubre tesoros y recupera cosas perdidas”,
también puede dar la capacidad de hacerse invisible, y lo mismo hace Balam,
un espíritu que ante la visión del evocador aparece como un ser “…con tres
cabezas, una de toro, otra de hombre y otra de carnero, y tiene cola de serpiente y ojos
llameantes. Monta sobre un oso furioso y lleva un azor en la muñeca”.

Baal o Bael, según la ilustración que aparece en el célebre Dictionnaire Infernal, de Collin de Plancy ,
publicado en 1818.

Sin embargo, en el mejor y el más sobrio de los grimorios medievales, “El libro
de la magia sagrada de Abra-Melin el mago”, la consecución de la invisibilidad
no requiere de extraños experimentos y visiones terroríficas. Según el autor del
libro de Abra-Melin, la invisibilidad es algo “…muy fácil, pero no completamente
permisible, ya que por ese medio podemos molestar a nuestro prójimo en su vida
(diaria)”. En el capitulo XIV del libro III, se encuentran una serie de cuadrados
mágicos, con letras dispuestas en diversos arreglos de cuadriculas, y que deben
usarse “…colocándolos sobre la cabeza, bajo un sombrero o bonete”, para hacerse
invisible. Uno de esos cuadrados contiene la palabra Talac, que según las notas
del editor del libro, es una palabra que significa “Tu niebla”, mientras que otro
cuadrado muestra las palabras Alampis (griego para “Sin la luz del sol”) e Isil
(hebreo para “Él disolverá”). Se notará que, en ambos casos, los significados de
las palabras refieren, en algún modo, al tema de la invisibilidad.
Emblema externo de la Golden Dawn impreso en sus manuscritos originales / 1888-1910.

En relación a la magia, la mención de la invisibilidad más sofisticada y


susceptible al ensayo que se puede encontrar hasta ahora es el Ritual de
Invisibilidad que forma parte de las enseñanzas del grupo ocultista más
influyente en la historia reciente: la Hermetic Order of the Golden Dawn. (6) En los
manuscritos que contienen las enseñanzas internas (y alguna vez secretas) de la
Orden, es posible consultar las instrucciones de un ritual complejo y detallado
con indicaciones precisas y dispuestas en apartados. Por ejemplo, el apartado A
indica que el fundamento principal de la ceremonia es “La vestidura de
ocultación”. El apartado G nos dice que se debe proceder a “Formular claramente
la idea de hacerse invisible, y la formulación de la distancia exacta desde la cual la
vestidura deberá rodear el cuerpo físico. La consagración con agua y con fuego, para que
su vapor pueda servir de base para formar la vestidura”. El ritual, como el resto del
sistema mágico de la Golden Dawn, es tan minucioso que incluso da
advertencias sobre lo que se podría denominar “higiene mágica”, pues el
apartado W del ritual dice que una vez logrado y utilizado el efecto de
invisibilidad, la vestidura debe deshacerse al “Invocar las fuerzas de la Luz para
que actúen contra esa vestidura de oscuridad y misterio […], bajo ningún concepto la
vestidura debe dejarse sin desintegrar, ya que atraería a una entidad ocupante que
actuaria como un terrible vampiro, que acosaría a aquel que la ha llamado a ser”.
Finalmente el ritual también indica que “…tras frecuentes ensayos de esta
operación, el efecto llega a ser conseguido per Motem”.

Páginas de un manuscrito ritual de la Golden Dawn. Copia de George Pollexfen/periodo de 1890-1900.


A pesar de que las operaciones para la invisibilidad son diversas, los
testimonios de personas hayan realizado dichos experimentos son escasos. Sin
embargo, Aleister Crowley, el famoso ocultista británico que recibió su
educación mágica en la Golden Dawn, dejó notas sobre sus experimentos
mágicos enfocados en conseguir la invisibilidad. Según consta en sus escritos,
Crowley viajó a México en 1900, justo después de la gran crisis que provocó el
cisma de la Golden Dawn. Se instaló en la ciudad de México en una casa justo
frente a La Alameda (7), y se dedicó a experimentar con fórmulas en las que
invocaba a Harpócrates, una deidad egipcia de el silencio y el secreto. Crowley
dejó constancia de que, tras semanas de experimentos, finalmente logró que:
“…su reflejo en el espejo se hiciera borroso y fluctuante”, y eventualmente pudo
“…presentarse en la ciudad de México, con una corona de oro y joyas en la cabeza, y
una capa escarlata echada sobre los hombros sin llamar, en absoluto, la atención”.

Aleister Crowley, con sus atavíos rituales y sus “armas” mágicas/periodo de 1900 – 1910.

Se advertirá que, desde los ejemplos mencionados más antiguos hasta las
prácticas medievales relacionadas con la invisibilidad, la eficacia de las mismas
se plantea fuera de toda duda, y en consecuencia no parece haber necesidad de
explicar que se quiere decir cuando se implica que alguien puede hacerse
invisible por tales métodos. En los ejemplos más recientes, y particularmente en
las nociones sobre la invisibilidad derivadas de la Golden Dawn, el asunto se
ilustra como la formulación de una vestidura sutil que rodea al un individuo, y
de algún modo, lo aíslan de la percepción ordinaria circundante. Esto es
importante porque nos permite abordar el tema de la invisibilidad como un
fenómeno místico, y no solo como una obnubilación o una tergiversación de un
fenómeno físico (es decir, óptico) donde el hecho se concibe solo como un efecto
de trasparencia de la materia y no como un acontecimiento suscitado por la
intervención de agentes místicos o espirituales, que pueden ser divinos o
demoníacos. Este punto de vista es tratado con cierta extensión (aunque de
manera un tanto superficial) en el libro “Magia Experimental” del ocultista J. H.
Brennan. En dicha obra, Brennan habla de la invisibilidad como un fenómeno
psicológico, una especie de afectación de los sentidos y de anulación de los
aspectos de la personalidad que llaman la atención de los otros. Dicho
planteamiento no es nuevo, ni se trata tampoco de un síntoma del los intentos
recientes por homologar la magia con la psicología. En la “Clavicula
Salomonis”, el experimento indicado para la invisibilidad está acompañado de
invocaciones que, tras solicitar la ayuda divina, exclaman que la intención es
hacerse invisible afectando a los demás de tal forma que “…sus sentidos pueden
ser engañados y puedan observar algo que no es verdad”.

Es claro que, dentro del contexto de las prácticas mágicas, la invisibilidad tiene
el mismo carácter y grado de importancia que fenómenos como las visiones, la
bilocación, la sutileza y la inedia (8) tienen dentro de la mística cristiana. Se trata
de efectos al margen que se consiguen por los méritos del desarrollo voluntario
y diligente en los ámbitos de la mente y el espíritu. Sin embargo, Israel
Regardie, (9) en sus comentarios sobre los rituales de la Golden Dawn, no duda
en expresar que las operaciones mágicas como la dedicada a conseguir la
invisibilidad enseñadas en la Orden son “…desde el punto de vista espiritual, poco
relevantes […], lo que es verdaderamente importante es que ese tipo de operaciones
implican una disciplina y un tipo de adiestramiento que son indispensables para toda
labor seria de desarrollo espiritual”. Desde esa perspectiva, la facultad de lograr un
efecto de este tipo no se trata en ningún modo del propósito final de la magia,
sino que es solo una señal de que la labor realizada por el adepto o practicante
ha estado bien encaminada y rinde frutos. Atendiendo los planteamientos de
los autores citados, se deduce que la invisibilidad se trata de una distracción,
de una facultad que raya en lo frívolo que, si se le da demasiada importancia,
desviará la atención y los esfuerzos hacia una concepción errónea de la magia,
alejada de su verdadera utilidad como una herramienta para investigar la vida
equiparable a la mística o la religión.

Como se puede ver, en la magia la invisibilidad tiene una tradición extensa y


arcaica, que complementa su persistente vigencia en otros ámbitos, como la
ficción literaria o cinematográfica, y la ciencia, la cual, desde su propia
metodología, también investiga las posibilidades de lograr la invisibilidad. Se
trata de una idea con gran contundencia en el campo de los mitos colectivos que
ha inspirado todo tipo de iniciativas para lograrla y que, al margen de la
discusión sobre su efectividad, son manifestaciones de los alcances del potencial
creativo de la mente.

*Las partes del texto mostradas en cursivas son datos extraídos de los libros
listados en la bibliografía que acompaña este texto.
Notas:

1-No se recomienda el uso de esta planta, ya que es bastante tóxica. La información


impartida en este artículo solo se otorga por su interés histórico y no se imparte para
fomentar su práctica, es por ello que se han omitido los símbolos o parte de las
instrucciones rituales.
2-Grimorio es el término para referirse a toda una serie de manuscritos cuyo contenido tiene
que ver con magia y temas relacionados, que fueron producidos durante la edad media y el
renacimiento, he incluso hasta el siglo XVIII. Se trata, por lo general, de mezclas de vestigios
de prácticas religiosas o mágicas de la antigüedad, con supercherías y liturgias de diversos
tipos. Es posible acceder, sin mucha dificultad, a ediciones contemporáneas de esos libros.
El “Grimorium Verum” tiene la reputación de ser el libro de magia negra por excelencia.
3-En algunas versiones dice “brandy” y en otras solo se expresa que debe ser “licor de
buena calidad”. Humedecer se refiere, evidentemente, a regar, del modo en que se riega
una planta.
4-Un pentáculo es una especie de diseño para elaborar un talismán, que generalmente eran
grabados sobre metales preciosos, y que se pretende que sean la síntesis simbólica de la
esencia mística o potencia planetaria con la que se esta operando mágicamente.
5-Salmo 135:16, de la Biblia, Antiguo Testamento.
6-La Orden Hermética del Amanecer Dorado fue fundada en Londres, Inglaterra, en 1888.
La Orden, que en su momento fue una sociedad secreta, impartía una sofisticada síntesis de
creencias mágicas y conocimientos esotéricos desde la antigüedad hasta finales del siglo
XIX. El enfoque y el estudio de la Orden sobre dichos temas era extremadamente
académico y exigente, y a pesar de la polémica en torno a su origen, la Orden se ha
instaurado como la autoridad principal y fuente definitiva de teoría y prácticas relacionadas
con la magia y el misticismo occidental.
7-La Alameda es una gran plaza arbolada, a modo de parque, en el centro histórico de la
Ciudad de México. Además de experimentar con magia, Crowley también se dedicó a
escalar montañas en México. Llegó a dicho país por recomendación de otros miembros de la
Golden Dawn que habían visitado esa región, con quienes se encontró mientras visitaba a S.
L. MacGregor Mathers (fundador de la Golden Dawn) en Paris.
8-Estos fenómenos, que los teólogos católicos analizan como evidencias de la beatitud de los
santos, son generalmente considerados aspectos tangenciales del verdadero estado de gracia
de los mismos. Sutileza se refiere al fenómeno en que un cuerpo pasa a través de otro, lo que
implica, de manera momentánea, la coexistencia de dos cuerpos en un mismo sitio. Aunque
es un evento registrado en la vida de varios santos, el antecedente más referido por lo
teólogos es bíblico, cuando tras la resurrección Jesús entró en una casa donde las puertas
estaban cerradas sin que estas fueran abiertas. En algunos casos, los teólogos aceptan que
este tipo de fenómenos pueden ser causados por Dios o por el Diablo, por lo que el
escrutinio cuidadoso de los mismos se ha convertido en una regla general.
9-Israel Regardie (1907-1985) estudió magia con Aleister Crowley y también formó parte de
la Golden Dawn en una etapa tardía de la misma. En un intento por salvar el sistema
mágico de la dicha orden del olvido, decidió publicar sus enseñanzas y los rituales secretos
en su libro “The Golden Dawn”, en 1937.

Bibliografía:

-“Textos de magia en papiros griegos”, Biblioteca Clásica Gredós, no. 105. 1987, Madrid,
España.
-“Encyclopedia of magical herbs”, Scott Cunningham, 1985-2001. Llewellyn Publications, USA.
-“Encyclopedia of crystal, gem and metal magic”, Scott Cunningham, 1988-2002. Llewellyn
Publications, USA.
-“Clavicula Salomonis: la clave mayor del Rey Salomón”, versión de S. L. MacGregor Mathers,
a partir de diversos manuscritos del Museo Británico. Edición original: 1888, Londres,
Inglaterra. Traducción al español editada por Editorial Yug, 1986, Ciudad de México.
-“El libro de la Magia sagrada de Abra-Melin el mago”, traducción y edición de S. L. MacGregor
Mathers a partir de un manuscrito en la Biblioteca del Arsenal (Paris, Francia). Edición original
1898, Londres, Inglaterra. Traducción al español editada por Editorial Kier, 1987, Buenos Aires,
Argentina.
-“Goecia: la clave menor del Rey Salomón”, versión de Aleister Crowley. Traducción al español
editada por Editorial Yug, 1985, Ciudad de México.
-“El libro de la magia negra y los pactos demoniacos”, A. E. Waite, Editorial Humanitas. 1990,
Barcelona, España.
-“La ciencia secreta de la magia”, Idries Shah. Ediciones Hiperión, 1982-1989, Madrid, España.
-“The Golden Dawn”, Israel Regardie, 1989, Llewellyn Publications, USA. Traducción al
español: “La Aurora Dorada”, Luis Cárcamo, editor. Madrid, España.
-“La gran bestia: vida de Aleister Crowley”, John Symonds. Editorial Siruela, reedición 2008,
España.
-“Magia egipcia práctica”, Murry Hope. Edaf, colección La tabla de esmeralda. 1984, Madrid,
España.
-“Magia griega práctica”, Murry Hope. Edaf, colección La tabla de esmeralda. 1988, Madrid,
España.
-“Magia experimental”, J.H. Brennan. Edaf, colección La tabla de esmeralda. 1982, Madrid,
España.

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