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HECHOS
El día doce de enero del año dos mil once, cuando eran aproximadamente las
nueve horas de la mañana, me conducía en mi vehículo particular placas P cero
treinta y dos BTM, color beige metálico, modelo dos mil cinco, marca
CHEVROLET. Me dirigía a mi residencia ubicada en el Residencial Marinos,
ubicado en el kilómetro cinco carretera a El Salvador, justo cuando iba a pocos
metros de la garita de seguridad, un vehículo de reciente modelo me interceptó
el paso, descendiendo de él, varios hombres armados; en el instante logré
identificar únicamente a los señores Oscar Rolando Solares Santana y Erik Adolfo
Morales Ajquill, quienes laboraron como albañiles en la empresa CONSTRUFER,
de la cual soy Administradora General. Ellos trabajaron durante los últimos dos
años en dicha empresa. Con el uso de la fuerza y amenizándome de muerte me
obligaron a quitar las cerraduras del vehículo, logrando introducirse al mismo, tres
hombres, de los cuales Oscar Rolando Solares Santana se sentó en el asiento de
copiloto, Erik Adolfo Morales Ajquill y el otro sujeto, se sentaron en los asientos
de atrás, indicándome que continuara la marcha hacia donde ellos me indicarían,
que en consecuencia, procurara obedecer y no informar a las autoridades lo que
estaba ocurriendo; de lo contrario dijeron que matarían a mi familia. Después de
minutos de recorrido, uno de ellos me indicó que me dirigiera hacia un cajero
automático para poder efectuar retiros de dinero. Nos dirigimos hacia el Centro
Comercial Montufar; lugar en el cual utilicé un cajero automático 5B, para retirar la
cantidad de dos mil quetzales exactos. Al momento de efectuar la transacción, me
indicaron que les entregara el dinero, y se los entregué, además de pedirme que
me pasara al asiento trasero del vehículo, conduciendo a partir de ese momento
mi vehículo, el señor Oscar Rolando Solares Santana, quien condujo hacia la
Calzada La Paz. A inmediaciones del Cementerio Los Cipreses, el señor Erick
Adolfo Morales Ajquill, me propinó un golpe en la frente con la empuñadura de la
pistola, causándome pérdida del conocimiento. Al reaccionar, se encontraba a mi
lado mi hermano Hernán Eduardo Marroquín Flores quien me informó que nos
encontrábamos en el Hospital General San Juan de Dios, indicándome que me
habían localizado en la veintisiete calle final, cuarenta avenida de la zona cinco, el
día doce de enero de dos mil once en la hora del medio día, hecho que consta en
el informe de los Bomberos Municipales de la estación tres de la zona cinco,
elaborado por el Oficial Bomberil Gustavo Anzueto.
La víctima ofreció los siguientes elementos:
ELEMENTOS DE PRUEBA
TESTIMONIALES:
Hernan Eduardo Marroquin Flores, quien puede ser citado en la novena calle y
quinta avenida de la zona siete colonia Quinta Samayoa·
DOCUMENTALES:
a) Fotocopia legalizada del Título de Propiedad del vehículo particular placas
P cero treinta y dos BTM, color beige metálico, modelo dos mil cinco,
marca CHEVROLET, con el cual acredito la propiedad de dicho vehículo.
d) Certificado médico extendido con fecha trece de enero de dos mil once, por
el Doctor Ariel Rodríguez Amaya, en el cual se demuestra el examen
médico realizado a la señora Ligia Carolina Marroquín Flores, la cual se
adjunta a la querella.
f._________________________
Compareciente
En su auxilio