You are on page 1of 29

ANÁLISIS:

“EL CRISTO DE ESPALDAS”

ÁREA HUMANIDADES: CASTELLANO

TABLA DE CONTENIDO

Pág.
Introducción 4
1. análisis literario 5
1.1. Contexto 5
aspecto geográfico 5
1.1.2. aspecto biográfico 5
1.1.3 aspecto histórico 5
1.1.aspecto literario 5
1.2 narrador 6
1.3 espacio 7
1.4 tensión 8
1.5 acción 9
1.5.1 situaciones múltiples 9
1.5.2 conflictos 9
1.6 personajes 11
1.6.1 personajes principales 11
1.6.2 personajes secundarios 11
1.6.3 clasificación 12
1.7 tiempo 14
1.8 diseño 15
1.9 tema 16
1.10 imágenes y símbolos 17
1.11 argumento 18
1.12 comentario 20
1.13 recursos expresivos 22
1.14 vocabulario 23
1.15 conclusiones 38
1.16 bibliografía 39
INTRODUCCIÓN

Este análisis literario es la forma en que todos los estudiantes que


presentamos Este trabajo, confirmamos que la novela “El Cristo de espaldas”
fue leída y entendida plenamente.

En esta exploración de la novela podemos diferenciar elementos que


conforman y dan encanto a la misma, tales como, el tiempo, el narrador, el
sitio en el que se desarrollan los hechos y los recursos literarios que son los
que embellecen y que le dan el toque elegante al texto.

En este análisis tenemos como objetivo la investigación y conocimiento


profundo de esta novela, dado que las personas aprendemos leyendo, pero
se debe comprender correctamente el texto para llegar a culturizarnos por
medio de la literatura.

1. ANÁLISIS LITERARIO

1.1. CONTEXTO

El cristo de espaldas. Eduardo Caballero Calderón

1.1.1. ASPECTO GEOGRÁFICO.

De nacionalidad colombiana Nació en Bogotá, Cundinamarca

La obra se desarrolla posiblemente en la región de Boyacá y Santander,


donde la violencia de los años 50 entre liberales y conservadores se hace
sentir más en este territorio.

1.1.2. ASPECTO BIOGRÁFICO.

Fue novelista, ensayista y periodista

1.1.3. ASPECTO HISTÓRICO.

Nació en Bogotá en 1910. Inició su labor periodística en 1926. El tema de la


violencia colombiana, la condición infrahumana de los desposeídos, las
2
pasiones primitivas, el amor a la tierra y la vida campesina están presentes
en sus mejores novelas. En 1965, ganó el Premio internacional de novela
Eugenio Nadal con El Buen Salvaje.

1.1.4. ASPECTO LITERARIO.

Su estilo favorito fue el ensayo.

Algunas de sus publicaciones son los ensayos Suramérica, tierra del hombre
(1944), Latinoamérica un mundo por hacer (1944), Breviario de don Quijote
(1947), Ancha es Castilla (1950), Americanos y europeos (1956), Historia
privada de los colombianos (1960)

Sus mejores novelas fueron: El Cristo de espaldas (1952), Siervo sin tierra
(1954), La penúltima hora (1955), Manuel Pacho (1962), Caín (1969), El
buen Salvaje (1963) e Historia de dos Hermanos (1977).

Caballero Calderón perteneció al realismo, igual que Tomas Carrasquilla,


toma las costumbres, paisajes y la gente del pueblo para resaltar un
problema de la comunidad.

1.2. NARRADOR.

El narrador es un narrador testigo, porque solamente observa los hechos


desde un punto alejado, de manera que no participa en ellos.

• “Cuando el buen cura llego al despacho del alcalde, estaba todavía


pálido y trémulo por lo que había visto en la casa de don Roque, en la
plaza de abajo; pero en la alcaldía, en cuyo patio grande y
destartalado atado a un botalón el Anacleto, lo que vio le encendió el
rostro de vergüenza.” (Pág. 48)
• “El sacristán, estirado la cabeza a través de la puerta, los miró entre
sorprendido y malicioso. “ (Pág. 22)
• “La niña mayor, ojerosa e indiferente, miraba al cura desde la puerta
que da al corredor; y a veces, recordando quién sabe qué cosas, se
estremecían de pies a cabezas como si tuviera fiebre…” (Pág. 68)
• “y desprendiéndose de los brazos de Anacarsis, que se esforzaba por
contenerlo, el alcalde se dirigió tambaleante, con los ojos turbios, en
dirección al cura.” (Pág. 84)
• “el cura y el notario lograron dominar al muchacho y apaciguarlo,
apartándolo de su hermano que, caído e indefenso, no se atrevía a
rechistar palabra,”(pág. 56)

3
• “el cura solo prestaba atención a sus dudas, preocupaciones y
presentimiento. La vida le parecía mas absurda y disparatada que
nunca, los hombres mas ciegos a la verdadera luz, sumergidos hasta
el cuello en sus miserables pasiones.” (Pág. 102)

1.3. ESPACIO.

El espacio en la obra es un espacio Amplio, porque los hechos se dan en un


pueblo y sus alrededores.

• “La plaza se habría enorme, difusa, silenciosa, limitada por paredones


que clareaban entre las sombras. La mole de la iglesia irrumpió de
pronto ante los ojos del cura, en un momento en que la luna de
invierno logro asomar el rostro entre dos pesados nubarrones, para
esconderse en el acto.”(Pág. 9)
• “Desde la boca del monte sobre un barranco negro talado por las
lluvias, bruñido por el viento cortante que soplaba con fuerza, se veía
allá abajo el estrecho valle iluminado por un rayo de sol…” (Pág., 7)
• “el cura acaricio la cabeza del niño que cargaba la pobre mujer en
brazos, y se dirigió con paso lapido a la cárcel municipal antes de
pasar al convento. De la cárcel fue a la alcaldía, que estaba a dos
pasos, a comunicarse telefónicamente con el gobernador, a quien
había citado aquella mañana”. (Pág. 94)

4
1.4. TENSIÓN.

La tensión es total, porque el desenlace es muy distinto a lo que uno se


puede imaginar, además, donde se solucionan los conflictos, no es en el
transcurso de la novela, sino en la conclusión de la misma.

• “abriendo desmesuradamente los ojos, por los que ya pasaban como


las nieblas sobre el páramo las sombras de la muerte, balbuceo: ¡Yo
lo mate señor cura! Yo lo mate ¡yo maté al viejo don Roque! Fue la
noche de su llegada… después de que lo deje a sumercé en la casa
cural…”(Pág. 107)
• “Pues es de don Roque… ¡de don Roque Piragua!... de ese viejo
miserable, de ese monstruo, de ese desvergonzado, de ese… ¡Uy!…
Dios y su reverencia me perdonen. Yo creo que el viejo fue un buen
muerto, y don Pío Quinto Flechas tuvo como una intuición de lo que
iba a pasarle, cuando hace veinte años hizo pintar al viejo como
protagonista de “La muerte del pecador” achicharrándose en los
quintos infiernos”. (Pág. 114)

1.5. ACCIÓN.

1.5.1. SITUACIONES MÚLTIPLES.

• El padre joven llega al pueblo.


• El padre joven oficia su primera misa en el pueblo.
• Se descubre el cadáver de don Roque Piragua.
• Se celebra el velorio de don Roque.
• Los habitantes del pueblo de arriba se dirigen al pueblo de abajo para
juzgar a Anacleto
• El alcalde intenta matar al cura, pero Anacarsis lo detiene a tiempo
• El cura va al bazar que ha preparado Cornelia
• El padre joven y una concurrencia mas, se dirigen hacia Llano
Redondo, donde estaba Pío Quinto
• El sacristán confiesa con el padre que él mato a don Roque, después
de haber recibido un machetazo, y muere.
• El padre joven recibe la carla del obispo y se marcha del pueblo.

5
1.5.2. CONFLICTOS.

• La violencia: Que es un problema comunitario, que afecta a todo el


pueblo, esta violencia es fruto de el fanatismo partidista que se sucede
en la obra, esta hace olvidar al padre joven todos los lujos de la
existencia religiosa y espiritual, para hacer frente a los problemas
reales de una sociedad, en esta novela no se llega a superar la
dimensión política, sino que el padre trata de impedir la violencia
partidista.
• El odio: en esta sociedad llena de violencia, de la que se desprende
el odio, que va destruyendo poco a poco la comunidad, y el poco amor
que existe entre ellos, así el cura comprende que su verdadera misión
pastoral es volver a la fraternidad como fuente de cristianismo, para
vivir en comunidad,
• El partidismo político: es el que mas se observa en esta obra, y de
ahí se desprenden los conflictos anteriores, es como la opresión a
cierto sector de la comunidad, en este caso los liberales, por parte de
las autoridades civiles y militares: “no reconozco enemigos... ni tolero
que las ovejas blancas nieguen a las negras su derecho a oír mi voz”.
Esta apertura, por supuesto, va contra la tradición sacerdotisa de
alinearse sin titubeos tras el partido conservador, que en la novela se
expresa a través de la razón rústica y directa del antiguo cura del lugar
“Creía honradamente el buen hombre que los liberales son ateos, los
ateos masones, los masones tienen el deseo de asesinar al Papa, el
cual, finalmente, es el padre de todos los conservadores”. Así el padre
joven lucha contra cualquier intento de venganza hacia los
campesinos liberales, se aferra a la idea de ir en contra de la tortura y
el martirio para fines políticos. Esta incursión a nuevos rumbos no se
hace con tiranía. El pueblo entero se enfurece por el atrevimiento del
sacerdote: “lástima del cura viejo —se lamenta alguien—, era persona
de experiencia que no se dejaba engatusar fácilmente”.

6
1.6. PERSONAJES

1.6.1. PERSONAJES PRINCIPALES:

• Padre joven
• El sacristán
• Anacleto
• Anacarsis

1.6.2. PERSONAJES SECUNDARIOS:

• El alcalde
• Don Roque Piragua
• El notario
• El padre viejo
• Ursula
• Maria Encarna

1.6.3 CLASIFICACIÓN.

Nivel
Personaje Nivel social Nivel ideológico
psicológico
En el seminario
gozaba de
muchas
comodidades, Era inclinado
siendo de clase hacia lo religioso,
Era una persona alta, pero al tomaba mucho
humilde, solidaria llegar al pueblo, en cuenta el
Padre joven
fraternal y se convirtió en un aspecto teológico
respetuosa individuo de al realizar sus
clase baja, por la actos.
pobreza de la
iglesia y del
pueblo en
general
El sacristán Al matar a don Era de clase baja Por ser sacristán,
Roque, por lo cual hacia tenia una
demuestra que lo que le pedían inclinación hacia
es ambicioso, se por dinero. la religión, pero
7
no tenia ideas,
deja influenciar porque se
por la sociedad. influenciaba del
común
Era del partido
Era una persona
liberal, tenía un
que tenia sus .Era de clase
poco de
propias ideas, social media, el
movimiento hacia
era honesto y a solo quería
Anacleto la religión, al
diferencia de su reclamar su
haber acudido
hermanastro y de herencia y vivir
primero al padre
su padre, era una vida serena.
por la muerte de
justo.
don Roque.
Era de carácter
Era de clase Era partidario a
avaro, quería ser
social alta, ideas políticas
el dueño de todo
Anacarsis gozaba del conservadoras,
el pueblo,
patrimonio de casi llegando al
envidioso e
Anacleto fanatismo político
injusto
Era de clase alta, Era del partido
Ambicioso, su cargo lo había conservador, se
injusto, se dejaba ayudado a aferraba
El alcalde influenciar por conseguir don totalmente a la
don Roque Roque. Por lo idea de acabar
Piragua cual él era su totalmente con
servidor los liberales
Era del partido
Era un hombre
Era de clase alta, conservador, no
avaro, codicioso,
Don Roque por ser el que era muy religioso
que tenia poder
Piragua mandaba en el aunque iba todos
sobre la demás
pueblo de arriba los primeros
gente
viernes a misa
Era un hombre Era muy cercano
Era un hombre
de clase media a la política, era
El notario codicioso,
que vivía del partido
egoísta y utilitario
cómodamente, conservador
Era una persona, Era de clase Era un hombre
que tenia media, cuando él religioso, pero
influencia, fue estaba la iglesia utilizaba sus
El padre viejo
interesado, del pueblo de misas para
usurero e arriba era mas promover ideas
hipócrita completa. políticas.

8
Era una mujer
Era una mujer
muy religiosa, no
honrada, cordial, Era de clase
estaba de
que tenía ideas media, vivía con
Ursula acuerdo con los
propias distintas su esposo el
seguidores de
al gobierno del notario.
don Roque, por
pueblo.
lo de Belencita.
Era una mujer Era del partido
humilde, Era de clase liberal, fue una
Maria Encarna
desinteresada, baja, perdió todo. mujer muy
amable y cordial. religiosa,

1.7. TIEMPO

El tiempo que apreciamos en la novela es el tiempo cronológico, porque la


historia se cuenta en capítulos de fracciones de días (la noche del jueves, la
mañana del viernes, el domingo por la tarde, etc.).

1.8. DISEÑO

El libro consta de lo siguiente:

En la carátula, parte anterior, parte superior, aparece el titulo de la obra, y la


parte central e inferior la ocupa una ilustración.

Parte posterior, se puede observar la biografía del autor.

En el lomo del libro se encuentra a la izquierda el nombre de la novela y a su


derecha el autor.

Parte interna, la primera hoja se encuentra en blanco, en la segunda hoja


aparece el nombre de la obra, en la parte superior, y en la inferior, el escritor.

Después de esto en la tercera hoja hay una cita bíblica (MATEO, X, 16-22) y
en la siguiente, se ubica la tabla de contenido.

9
El libro se constituye de 123 páginas, 8 capítulos y esta escrito en prosa.

Es algo difícil de entender por el vocabulario, que no es perteneciente a


nuestra región.

1.9. TEMA.

La novela se basa en lo acontecido a un sacerdote, recién salido del


seminario, que llega a un pueblo acosado por el fanatismo entre liberales y
conservadores, la angustia y pasión del joven sacerdote, al verse involucrado
en esta situación de extrema gravedad.

Es sin duda la intensidad de la violencia partidista y el trato inhumano que


padecen ciertos sectores de la población (los liberales en este caso) a manos
de las autoridades civiles y militares, que lo llevan a cuestionar las bases
dogmáticas que sostenían su vocación de sacerdote, y a retocar la labor del
verdadero pastor de ovejas.

1.10. IMÁGENES Y SÍMBOLOS.

• El padre joven: significa el fin de la ignorancia hacia el pueblo, era


como un vínculo hacia Dios, o sea a la luz, que les daría conciencia
para decidir por ellos mismos, las decisiones para el bien de todo el
pueblo.
• El padre viejo: significa hipocresía, materialismo, interés, ya que él en
sus sermones no trataba temas teológicos, sino que trataba de hacer
que sus feligreses se afiliaran a su doctrina política, en este caso el
conservatismo.
• El pueblo de arriba y el pueblo de abajo: simbolizan ignorancia,
pobreza, negligencia y una carencia de ideas, porque se dejaban
llevar de lo que decía la gente que participaba en el gobierno de estos
dos terrenos para dar su opinión.
• Llano redondo: es una forma de expresar la falta de atención por
parte del gobierno a algunos sectores de nuestro país, así este
simboliza el estancamiento del pensamiento por la falta de
oportunidades.
• El alcalde, el notario y el juez: son la forma como el autor expresa
su inconformismo a la organización de nuestro gobierno, la mafia

10
interna que ocurre el él, en la que existe la preferencia hacia una
persona, y si esa persona no queda en el cargo más alto, va a quedar
en el segundo mas alto y si no queda en este, va a salir en el que le
sigue y así sucesivamente.
• La iglesia: alude a la miseria en la que puede quedar sumergida una
población después de un mal gobierno o una farsa. Así el padre viejo,
que tenia contactos con las autoridades políticas del pueblo, después
de predicar sus sermones anti-liberales, partió hacia el pueblo de
abajo llevándose muchas de los recursos de su anterior iglesia.

1.11. ARGUMENTO.

El padre joven llega al pueblo, el sacristán “caricortao”, lo llevo hasta su


próximo hogar, entraron ambos en la sacristía y el sacerdote se dio cuenta
de la pobreza del lugar.

A las cinco del siguiente día, que era primer viernes del mes, el padre ofreció
su primera misa, en la que predico su evangelio favorito, Yo soy el buen
pastor, Yo conozco a mis ovejas y mis ovejas me conocen a mi, por primera
vez miraba a su rebaño, en los que distinguió a la gente que sobresalía en
esa sociedad, ese viernes don Roque Piragua, que siempre asistía a misa
los primeros viernes del mes, no asistió, los feligreses estaban con esa
inquietud.

Pocas horas mas tarde, llego a la casa cural Anacleto, hijo de don Roque
piragua, desesperado diciendo que él no había matado a su padre, que no
había asistido a la misa porque estaba muerto. El cura le creyó, pero la
sociedad no, y como él era el hijo rebelde de don Roque, que era liberal y
que había regresado al pueblo únicamente porque quería su herencia.

En la casa cural, la Maria Encarna buscaba al padre, al que cuando encontró


predio refugio y le contó su historia, era una mujer humilde que lo había
perdido todo, era liberal y por eso también la perseguían, así que el padre
joven, conmovido por el relato de la viuda, la dejo pasar la noche en la cocina
de la casa cural.

Después del funeral de don Roque, el notario hablo con el sacerdote para
llegar a un acuerdo acerca del asesinato de don Roque, en el que el principal
sospechoso era Anacleto, así que después de llegar a un acuerdo, el sábado

11
por la noche, partieron todos, el alcalde, el Anarcasis, hijo de don Roque y
medio hermano de Anacleto, el notario, el sacristán la Maria Encarna con sus
hijos y el padre joven al pueblo de abajo.

Así cuando llegaron a la plaza, una multitud de borrachos y conservadores,


liderados por Anacarsis y el alcalde, gritaban: ¡abajo los rojos! ¡`Que viva don
Roque!, y en la plaza la misma multitud quería descuartizar a Anacleto, ya
que los otros tres liberales se les habían escapado, pero en realidad se
habían escondido con la Maria Encarna en la casa cural. El alcalde borracho
alzo su revolver hacia la cabeza del Anacleto, pero el padre alcanzo a
interponerse para defenderlo, el alcalde inconsciente casi fue capaz de matar
al cura, pero Anacarsis lo detuvo a tiempo.

Belencita, hija de el notario y de doña Ursula, que había estado en un colegio


de monjas, regresaba al pueblo, así que ella también se sumo al viaje que se
disponían a hacer el padre y el sacristán, junto con dos guardias del pueblo
de arriba que habían salido mas temprano.

Adelante en el camino se hallaron con un sargento, el sargento Lardinez,


con el cual Belencita revelo la razón por la cual la querían devolver
rápidamente de aquel colegio de monjas, esa coquetería tan impropia de una
hija de buena familia.

Acercándose al páramo a donde se dirigían, el “caricortao” y el sargento


continuaron a pie, un rato mas tarde Belencita y el padre, continuaron hasta
la boca del páramo, donde descansaron un momento, pero entonces se
acerco el Sargento con otros policías trayendo al sacristán que estaba mal
herido, el padre pidió a los presentes se retirasen para confesar al sacristán,
el cual le dijo que él estaba viviendo con la boba fuera del matrimonio, y que
el había sido el culpable del asesinato de don Roque, porque le habían
pagado por eso, dicho esto, expiró.

Así todo se aclaro, estando en el pueblo, doña Ursula le dijo al cura que el
hijo de Belencita era de don Roque, y que al parecer don Pío Quinto Flechas
tenia un leve presentimiento de lo que sucedería, así fue que mando a pintar
“La muerte del pecador”.

Después de despedir a doña Ursula, la carta que le había entregado el peón


de estribo que mando el cura viejo para conducir su equipaje, se alegro, era
del obispo, lo regresaría al seminario a enseñar a niños, le explicaba, que en
su propio orgullo y sus ganas de ser perfecto, lo estaban consumiendo, así
los niños le devolverían la humildad, así el padre regreso al seminario, y se

12
despidió del pueblo con las siguientes palabras: “¡Señor, perdónalos porque
no saben lo que hacen!.”

1.12. COMENTARIO.

Esta obra descubre al lector una realidad, que muy pocas veces podemos
observar y comprender totalmente, tanto el pueblo de arriba como el de
abajo, se da esta situación, ya que tras de estos gobiernos, hay una farsa
entretejida, que va destruyendo poco a poco los valores que poseía esta
comunidad, siendo los gobernantes los únicos beneficiados. Esto se refleja
hoy en día en muchas de las comunidades, que son guiadas por personas
inescrupulosas, que no se dan cuenta del daño que están haciendo.

Nos muestra la humillación del pueblo, su miseria e ignorancia, la carencia


de valores y pensamientos propios, que, interrumpen el progreso del pueblo,
así, este al estar en una misma situación de desventura, puede llegar a
acabar con la vida de alguien o a hacer cualquier cosa por salir de estas
circunstancias.

El Cristo de espaldas, presenta dos factores que, al combinarse, ayudan a


idear el fracaso del cura. Primero, la unión histórica. En los 50, que es la
época en que ocurre la acción, la problemática social en Colombia se trazaba
en términos de acogimiento político, liberales contra conservadores, hecho
que permitió ocultar las gravísimas tensiones socioeconómicas que existían
bajo la violencia fanática.

La gente que llevaba el mando aprovechó la confusión del pueblo para


manipularlo y empujarlo a una lucha criminal. En la novela, la expulsión de
los liberales del pueblo, en su mayoría simples campesinos, se llevó a cabo
con respaldo prácticamente unánime; y la gente al dejarse llevar por el
torbellino desatado por las autoridades, fue incapaz de comprender la labor
benévola o pacificadora del sacerdote.

El segundo factor que contribuye a aislar al cura es de temperamento


personal: no puede superar las diferencias de clase, hecho que se manifiesta
en el desprecio que siente por la realidad cotidiana de los habitantes. Las
relaciones entre el religioso y los demás (víctimas y bárbaros) se
caracterizan por una postura esencialmente fraternalita: es ante todo fastidio
ante la violencia incivilizada, y no un sincero compromiso con los afectados.
El sacerdote piensa que únicamente la bondad divina es lo suficientemente

13
fuerte como para tolerar las fallas humanas: “para amarlos es necesario
verlos desde la cruz, porque de lo contrario sería casi imposible perdonarlos”.
Esta barrera le impide integrarse armónicamente al pueblo, para poder
operar el cambio desde dentro. Al no tratar de dialogar con aquellos que
podrían ser sus aliados (otros campesinos intimidados por el abuso de las
autoridades), la situación degenera hasta que el joven sacerdote, a pesar de
las buenas intenciones que lo guiaban, queda completamente aislado. La
desesperación producida por esta amarga experiencia deja al descubierto
una profunda falta de fe en los hombres, al fin y al cabo fueron ellos quienes
“le volvieron las espaldas al Cristo”.

1.13. RECURSOS EXPRESIVOS.

Descripción.

Se presenta en muchas ocasiones y es tan perfecta que se nos hacen mirar


la escena como si estuviéramos en el lugar de la en que se desarrolla la
misma.

“Fue un instante nada mas, porque de pronto cayo la noche y un vapor frío y
pegajoso disolvió los contornos y los perfiles de las cosas. Torno a ventear y
la llovizna que había dejado de caer un momento, repico en los flancos
humeantes de las mulas y en el cuero tieso de los zamarros. En el fondo del
valle, ahora negro como un abismo, comenzaron a parpadear unas luces.”

Prosopografía.

Es la descripción de una persona o animal.

“Un bulto negro se deslizo pegado a las paredes tanteándolas con las
antenas de los brazos y a poco llego ante la ventana del alcalde el propio
señor notario. Era bajo de cuerpo, viejo, achaparrado, y usaba unas gruesas
gafas de aro de lata, porque era muy cegato”

Símil.

Es una figura que utiliza palabras comparativas

“una mata de frailejón peludo y gris como la oreja de un burro brotaba entre
las grietas del barranco”

14
“El fondo del valle ahora negro como un abismo”

Animismo.

Da a los seres inanimados atributos propios de los animados

“desde la boca del boca del monte sobre un barranco negro tallado por la
lluvia”

“pesados jirones de niebla pasaban raudos por el páramo”.


1.14. VOCABULARIO.

Libidinoso, sa. (Del lat. libidinōsus). adj. lujurioso.

Gamonal. m. Tierra en que se crían muchos gamones. || 2. Am. Cen. Y Am.


Mer. Cacique (ǁ de pueblo).

Preeminencia. (Del lat. praeeminentĭa). f. Privilegio, exención, ventaja o


preferencia que goza alguien respecto de otra persona por razón o mérito
especial.

Hegemonía. (Del gr. ἡγεμονία, dirección, jefatura). f. Supremacía que un


Estado ejerce sobre otros. || 2. Supremacía de cualquier tipo.

Rezongar. (De la onómato. zong, zung, zumbar). intr. Gruñir, refunfuñar a lo


que se manda, ejecutándolo de mala gana.

Prorrogar. (Del lat. prorogāre). Tr. Continuar, dilatar, extender algo por un
tiempo determinado. || 2. Suspender, aplazar. || 3. Ant. Echar de un territorio,
desterrar.

Filípica. (De Filipo II, por alus. a los discursos de Demóstenes contra este
rey de Macedonia, c382-336 a. de C.). f. Invectiva, censura acre.

Jirón. (Del fr. giron, regazo). m. Faja que se echaba en el ruedo del sayo o
de la saya. || 2. Pedazo desgarrado del vestido o de otra ropa. || 3. Pendón o
guión que remata en punta. || 4. Parte o porción pequeña de un todo. || 5.
Heráld. Figura triangular que, apoyándose en el borde del escudo, llega
hasta el centro o corazón de este. || 6. Perú. Vía urbana compuesta de varias
calles o tramos entre esquinas.

15
Raudo, da. (Del lat. rapidez). adj. Rápido, violento, precipitado. || 2. f. ant.
Raudal (ǁ caudal de agua).

Mogolla. F. Col. Pan moreno hecho de salvado. || 2. P. Rico. Mezcla confusa


de ideas, elementos, etc.

Bayetón. (De bayeta). m. Tela de lana con mucho pelo, que se usa para
abrigo.

Estola. (Del lat. stola, y este del gr. στολή, vestido). f. Ornamento sagrado
que consiste en una banda de tela de dos metros aproximadamente de largo
y unos siete centímetros de ancho, con tres cruces, una en el medio y otra en
cada extremo, los cuales se ensanchan gradualmente hasta medir en los
bordes doce centímetros. || 2. Banda larga de piel que usan las mujeres para
abrigarse el cuello. || 3. Vestidura amplia y larga que los griegos y romanos
llevaban sobre la camisa y se diferenciaba de la túnica por ir adornada con
una franja que ceñía la cintura y caía por detrás hasta el suelo. □ V. derecho
de ~.

Claudicación. (Del lat. claudicatĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de claudicar. || ~


intermitente. f. Med. Síntoma caracterizado por la cojera dolorosa,
producida por el acto de andar, que aparece principalmente en la
tromboangitis obliterante.

Embrollo. m. Enredo, confusión, maraña. || 2. Embuste (ǁ mentira). || 3.


Situación embarazosa, conflicto del cual no se sabe cómo salir.

Espuela. (Del ant. espuera, y este del gót. *spaúra; cf. nórd. Spori y a. al.
Ant. Sporo). f. Espiga de metal terminada comúnmente en una rodaja o en
una estrella con puntas y unida por el otro extremo a unas ramas en
semicírculo que se ajustan al talón del calzado, y se sujetan al pie con
correas, para picar a la cabalgadura. || 2. Estímulo, acicate. || 3. Última copa
que toma un bebedor antes de separarse de sus compañeros. || 4. Can. Y
Am. espolón (ǁ de las aves). || 5. Chile, Honda. Y RU. espoleta2. || ~ de
caballero. f. Planta herbácea de la familia de las Ranunculáceas, con tallo
erguido, ramoso, de cuatro a seis decímetros de altura, hojas largas,
estrechas y hendidas al través, flores en espiga, de corolas azules, róseas o
blancas, y cáliz prolongado en una punta cual si fuera una espuela. || 2. Flor
de esta planta. || calzar ~. fr. Ser caballero. || calzar la ~. fr. Ser armado
caballero. || 2. Armar caballero. || calzar las ~s a alguien. fr. Armarlo
caballero. || calzarse la ~. fr. calzar la espuela (ǁ ser armado caballero). ||
correr la ~. fr. Dicho del jinete: Rodarla desde la cincha a los ijares. || 2.

16
Mortificar, reprender duramente. || dar de ~, o de ~s, o de la ~, o de las ~s,
a una caballería. Frs. Picarla para que camine. || estar con las ~s calzadas.
fr. Estar para emprender un viaje. || 2. Estar pronto para emprender un
negocio. || picar ~s. fr. dar de espuela. || 2. Apretar a correr, imprimir mayor
velocidad a algo. || poner ~s a alguien. fr. Estimularle, incitarle para que
emprenda o prosiga con más calor un negocio. || sentir la ~. fr. Sentir el
aviso, la reprensión, el trabajo o apremio. || tener las ~s calzadas. fr. estar
con las espuelas calzadas. □ V. caballero de ~ dorada, mozo de ~, sapo
de ~s.
arcada. (De arco). f. Conjunto o serie de arcos en las fábricas, y
especialmente en los puentes. || 2. Ojo (ǁ de un arco de puente).

Lodazal. m. Sitio lleno de lodo.


Cenagoso, sa. (Del lat. *coenicōsus, de coenum, cieno). adj. Lleno de cieno.

galápago. (De or. prerromano). m. Reptil del orden de los Quelonios,


parecido a la tortuga, con membranas interdigitales. || 2. Palo donde encaja
la reja del arado. || 3. Polea chata por un lado para poder fijarla
cómodamente en un madero. || 4. Aparato que sirve para sujetar fuertemente
una pieza que se trabaja, como el barrón acodillado con que se fijan en los
bancos las piezas, o la prensa en que los arcabuceros metían el cañón para
asegurarlo y poderlo barrenar. || 5. Molde en que se hace la teja. || 6. Lingote
corto de plomo, estaño o cobre. || 7. Arq. Cimbra pequeña. || 8. Arq. Reparo y
revestido que se hace en los subterráneos de terreno poco macizo para
contener el empuje de las tierras. || 9. Arq. Tortada de yeso que se echa en
los ángulos salientes de un tejado. || 10. Equit. Silla de montar, ligera y sin
ningún resalto, a la inglesa. || 11. Mar. Pieza de madera o metal, de varias
hechuras, que, colocada firme en el costado, en cubierta u otro punto del
buque, facilita el laboreo de cabos o cables mediante roldanas que en ella
juegan. || 12. Med. Tira de lienzo, cuadrilonga, hendida por los dos extremos,
sin llegar al medio, y que forma por lo común cuatro ramales. || 13. Mil.
Defensa que formaban los soldados juntando sus escudos. || 14. Mil.
Máquina antigua de guerra, consistente en un barracón de madera
transportable y cubierto por el techo con pieles, usado para guarecerse la
tropa mientras se aproximaba a los muros enemigos. || 15. Veter.
Enfermedad propia de las caballerías, que se desarrolla en el rodete del
casco y parte de la corona, caracterizada por una secreción anormal de la
materia córnea de la tapa. || 16. Sal. Trozo de vaqueta que se cose a las
botas usadas por los ganaderos, para evitar que entre el agua. || 17. Ecuad.
Especie de galápago terrícola de gran tamaño, sin membranas interdigitales.
|| 18. El Salv., Hond. y Ven. Silla de montar para señora.

17
mortificar. (Del lat. cristiano mortificāre). tr. Afligir, desazonar o causar
pesadumbre o molestia. U. t. c. prnl. || 2. Domar las pasiones castigando el
cuerpo y refrenando la voluntad. U. t. c. prnl. || 3. Med. Dañar gravemente
alguna parte del cuerpo. U. t. c. prnl.

enjalma. (Del mozár. y ár. hisp. *iššálma, estos del b. lat. salma, este del lat.
sagma, y este del gr. σάγμα). f. Especie de aparejo de bestia de carga, como
una albardilla ligera
nogal. (Del lat. nucālis, semejante o relativo a la nuez). m. Árbol de la familia
de las Yuglandáceas, de unos quince metros de altura, con tronco corto y
robusto, del cual salen gruesas y vigorosas ramas para formar una copa
grande y redondeada, hojas compuestas de hojuelas ovales, puntiagudas,
dentadas, gruesas y de olor aromático, flores blanquecinas de sexos
separados, y por fruto la nuez. Su madera es dura, homogénea, de color
pardo rojizo, veteada, capaz de hermoso pulimento y muy apreciada en
ebanistería, y el cocimiento de las hojas se usa en medicina como
astringente y contra las escrófulas. || 2. Madera de este árbol. || 3. adj. Del
color de la madera de este árbol.

bruces. (Var. de buces). de ~. loc. adv. boca abajo. Beber de bruces.


Echarse de bruces. || caer, o dar, de ~. frs. coloqs. Dar con la cara, o caer
dando con ella, en una parte.

batiente. (Del ant. part. act. de batir). adj. Que bate. || 2. m. Parte del cerco
de las hojas de puertas, ventanas y otras cosas semejantes, en que se
detienen y baten cuando se cierran. || 3. Cada una de las hojas de una
puerta o ventana. || 4. Mamperlán de escalones o puertas. || 5. Lugar donde
la mar bate el pie de una costa o de un dique. || 6. En los claves y pianos,
listón de madera forrado de paño por la parte inferior, en el cual baten los
martinetes o los macillos cuando se pulsan las teclas. || 7. Mar. Cada uno de
los dos cantos verticales de las portas de las baterías. || 8. Mil. Madero de
unos dos metros de largo y unos 20 cm de grueso, que se coloca al pie de la
cañonera para impedir que las ruedas de la cureña deterioren el parapeto.

jipijapa. (De Jipijapa, pueblo ecuatoriano). f. Tira fina, flexible y muy tenaz,
que se saca de las hojas del bombonaje, y se emplea para tejer sombreros,
petacas y diversos objetos muy apreciados. || 2. m. sombrero de jipijapa.

cilicio. (Del lat. cilicĭum). m. Faja de cerdas o de cadenillas de hierro con


puntas, ceñida al cuerpo junto a la carne, que para mortificación usan
algunas personas. || 2. Saco o vestidura áspera que se usaba antiguamente

18
para la penitencia. || 3. Mil. centón (ǁ manta con que se cubrían las
máquinas militares).

tiento. (De tentar). m. Ejercicio del sentido del tacto. || 2. Palo que usan los
ciegos para que les sirva de guía. || 3. Cuerda o palo delgado que va desde
el peón de la noria a la cabeza de la bestia y la obliga a seguir la pista. || 4.
Balancín de los equilibristas. || 5. pulso (ǁ seguridad o firmeza en la mano).
6. tacto (ǁ prudencia para proceder en un asunto delicado). || 7. coloq. Golpe
dado a alguien. Le dieron dos tientos. || 8. Arq. Pellada de yeso con que se
afirman las miras y los reglones. || 9. Cineg. Palo delgado, como de un metro
de alto, con una punta de hierro muy aguda que se hincaba en la tierra para
afianzar y fijar las redes. || 10. Mús. Floreo o ensayo que hace el músico
antes de dar principio a lo que se propone tañer, recorriendo las cuerdas por
todas las consonancias, para ver si está bien templado el instrumento. || 11.
Mús. Composición instrumental con series de exposiciones sobre diversos
temas, cultivada entre los siglos XVI y XVIII. || 12. Pint. Varita o bastoncillo
que el pintor toma en la mano izquierda, y que descansando en el lienzo por
uno de sus extremos, el cual remata en un botón de borra o una perilla
redonda, le sirve para apoyar en él la mano derecha. || 13. Zool. Tentáculo
de algunos animales que actúa como órgano táctil o de prensión. || 14. Arg.,
Chile, Par. y Ur. Tira delgada de cuero sin curtir que sirve para hacer lazos,
trenzas, pasadores, etc. || 15. Cante andaluz con letra de tres versos
octosílabos. || 16. Baile que se ejecuta al compás de este cante. || a ~. loc.
adv. a tientas. || cógelas a ~ y mátalas callando. expr. coloq. mátalas
callando. U. t. c. loc. sust. com. || dar alguien un ~ a algo. fr. Reconocerlo o
examinarlo con prevención y advertencia, física o moralmente. Dar un tiento
a la espada. Dar un tiento al ingenio. || 2. coloq. Echar un trago del líquido
que contiene un recipiente. Dar un tiento al jarro, a la bota. || de ~ en ~. loc.
adv. De una en otra tentativa; intentando ya algo, ya otra cosa. || perder el ~
a algo. fr. coloq. Carecer o dejar de tener la destreza necesaria para atinar
con ello. || por el ~. loc. adv. a tientas. || sacar de ~ a alguien. fr. coloq.
Atolondrarle con algún golpe o porrazo. || tomar el ~ a algo. fr. coloq.
Pulsarlo, examinarlo

cuja1. (Del lat. coxa, cadera). f. Bolsa de cuero asida a la silla del caballo,
para meter el cuento de la lanza o bandera. || 2. Anillo de hierro sujeto al
estribo derecho, en el que los soldados lanceros colocan el cuento de su
arma. || 3. ant. muslo.

gemir. (Del lat. gemĕre). intr. Expresar naturalmente, con sonido y voz
lastimera, la pena y el dolor. || 2. Dicho de un animal o de una cosa: Aullar o
sonar, con semejanza al gemido del hombre. ¶ MORF. conjug. c. pedir.

19
hirsuto, ta. (Del lat. hirsūtus). adj. Dicho del pelo: Disperso y duro. || 2.
Cubierto de pelo de esta clase o de púas o espinas. || 3. De carácter áspero.
columbrón. (De columbrar). m. germ. Aquello que alcanza una mirada.

corroborar. (Del lat. corroborāre). tr. Dar mayor fuerza a la razón, al


argumento o a la opinión aducida, con nuevos raciocinios o datos. U. t. c.
prnl. || 2. desus. Vivificar y dar mayores fuerzas al débil, desmayado o
enflaquecido. Era u. t. c. prnl.

torno. (Del lat. tornus, y este del gr. τόρνος, giro, vuelta). m. Máquina simple
que consiste en un cilindro dispuesto para girar alrededor de su eje por la
acción de palancas, cigüeñas o ruedas, y que ordinariamente actúa sobre la
resistencia por medio de una cuerda que se va arrollando al cilindro. || 2.
Armazón giratoria compuesta de varios tableros verticales que concurren en
un eje, y de un suelo y un techo circulares, la cual se ajusta al hueco de una
pared y sirve para pasar objetos de una parte a otra, sin que se vean las
personas que los dan o reciben, como en las clausuras, en las casas de
expósitos y en los comedores. || 3. Máquina que, por medio de una rueda,
cigüeña, etc., hace que algo dé vueltas sobre sí mismo, como las que sirven
para hilar, torcer seda, devanar, hacer obras de alfarería, etc. || 4. Máquina
para labrar en redondo piezas de madera, metal, hueso, etc. || 5. Instrumento
eléctrico formado por una barra con una pieza giratoria en su extremo, usada
por los dentistas para limpiar y limar la dentadura. || 6. torniquete (ǁ
dispositivo para que las personas pasen de una en una). || 7. Freno de
algunos carruajes, que se maneja con un manubrio. || 8. Vuelta alrededor,
movimiento circular o rodeo. || 9. Recodo que forma el cauce de un río y en el
cual adquiere por lo común mucha fuerza la corriente. || 10. Der. Acción de
pasar la adjudicación del remate, en los arrendamientos de rentas, al postor
que ofrece mayores ventajas inmediatamente después de otro que lo tuvo
primero y no dio dentro del término las fianzas estipuladas. || ~ paralelo. m.
Aquel cuyo portaherramientas se mueve en sentido paralelo al eje de la
pieza que se tornea, y que sirve para roscar. || ~ revólver. m. Mec. torno
automático o semiautomático que dispone de un revólver para el cambio de
herramientas. || a ~. loc. adv. alrededor de (ǁ aproximadamente). || 2. loc.
adj. torneado (ǁ hecho con un torno). || en ~ a. loc. prepos. alrededor de. ||
2. acerca de. || en ~ de. loc. prepos. alrededor de.

cantimplora. (Del cat. cantimplora). f. Frasco de metal aplanado y revestido


de material aislante para llevar la bebida. || 2. Sal. Olla grande. || 3. Sal.
Vasija o bota de vino de gran tamaño. || 4. Col. Frasco de la pólvora. || 5.

20
desus. sifón (ǁ tubo encorvado para sacar líquidos). || 6. desus. Recipiente
de metal que sirve para enfriar el agua, y es semejante a la garrafa.

desmesuradamente. adv. m. descomedidamente (ǁ con exceso).


incorporar. (Del lat. incorporāre). tr. Agregar, unir algo a otra cosa para que
haga un todo con ella. || 2. Sentar o reclinar el cuerpo que estaba echado y
tendido. U. t. c. prnl. || 3. prnl. Agregarse a otras personas para formar un
cuerpo. || 4. Presentarse en el lugar en que se debe empezar a trabajar o
prestar servicio.

abatir. (De batir). tr. Derribar, derrocar, echar por tierra. U. t. c. prnl. || 2.
Hacer que algo caiga o descienda. Abatir las velas de una embarcación. U. t.
en sent. fig. Roma abatió el poder de Cartago. || 3. Inclinar, tumbar, poner
tendido lo que estaba vertical. Abatir los palos de un buque, la chimenea de
un vapor. || 4. humillar. U. t. c. prnl. || 5. Hacer perder el ánimo, las fuerzas,
el vigor. U. m. c. prnl. || 6. Desarmar o descomponer algo, especialmente una
tienda de campaña y, en la Marina, la pipería y los camarotes. || 7. Dicho de
un jugador: En determinados juegos de naipes, conseguir la jugada máxima
y descubrir sus cartas, generalmente en forma de abanico sobre la mesa. ||
8. Geom. Hacer girar alrededor de su traza un plano secante a otro, hasta
superponerlo a este. U. t. c. prnl. || 9. intr. Mar. Dicho de un buque: Desviarse
de su rumbo a impulso del viento o de una corriente. || 10. prnl. Dicho de un
ave, de un avión, etc.: Descender, precipitarse a tierra o sobre una presa. El
cuervo se abatió sobre una peña. Los bombarderos se abatían sobre la
población. U. t. en sent. fig. La desgracia se abatió sobre mí.

tronchar. (De troncho). tr. Partir o romper sin herramienta un vegetal por su
tronco, tallo o ramas principales. El viento tronchó el árbol. U. t. c. prnl. || 2.
Partir o romper con violencia cualquier cosa de forma parecida a la de un
tronco o tallo. Tronchar un palo, un bastón, una barra. U. m. c. prnl. || 3.
Truncar, impedir que se realice algo. U. t. c. prnl. || 4. prnl. coloq. troncharse
de risa.

erguir. (Del lat. erigĕre). tr. Levantar y poner derecho algo, especialmente el
cuello o la cabeza. || 2. prnl. Levantarse o ponerse derecho. || 3. Engreírse,
ensoberbecerse. ¶ MORF. Conjug. modelo.

boticario, ria. (De botica). m. y f. Persona que profesa la ciencia


farmacéutica y que prepara y expende las medicinas. || 2. f. coloq. p. us.
Mujer del boticario. □ V. ojo de boticario.

21
imparcial. (De in-2 y parcial). adj. Que juzga o procede con imparcialidad.
Juez imparcial. U. t. c. s. || 2. Que incluye o denota imparcialidad. Historia
imparcial. || 3. Que no se adhiere a ningún partido o no entra en ninguna
parcialidad. U. t. c. s.

pertrechos. (De or. inc.). m. pl. Municiones, armas y demás instrumentos,


máquinas, etc., necesarios para el uso de los soldados y defensa de las
fortificaciones o de los buques de guerra. U. t. en sing. || 2. Instrumentos
necesarios para cualquier operación.

mariposear. (De mariposa, por alusión a la veleidad de este insecto). intr.


Dicho especialmente de un hombre: En materia de amores, variar con
frecuencia de aficiones y caprichos. || 2. Andar o vagar insistentemente
alrededor de alguien, procurando el trato o la conversación con él.

solemne. (Del lat. solemnis). adj. Celebrado o hecho públicamente con


pompa o ceremonias extraordinarias. Exequias, procesión, junta, audiencia
solemne. || 2. Formal, grave, firme, válido, acompañado de circunstancias
importantes o de todos los requisitos necesarios. Compromiso, declaración,
promesa, prueba, juramento solemne. || 3. Crítico, interesante, de mucha
entidad. Ocasión, plática solemne. || 4. Grave, majestuoso, imponente. || 5.
peyor. U. para encarecer la significación de algunos nombres. Solemne
disparate. || 6. desus. Que se hace de año a año. □ V. misa ~, voto ~.
deliberar1. (Del lat. deliberāre). intr. Considerar atenta y detenidamente el
pro y el contra de los motivos de una decisión, antes de adoptarla, y la razón
o sinrazón de los votos antes de emitirlos. || 2. tr. Resolver algo con
premeditación. □ V. beneficio de ~, derecho de ~.

perjudicar. (Del lat. praeiudicāre). tr. Ocasionar daño o menoscabo material


o moral. U. t. c. prnl.

sangriento, ta. (Del lat. sanguilĕntus). adj. Que echa sangre. || 2. Teñido en
sangre o mezclado con sangre. || 3. Que se goza en derramar sangre. El
sangriento Nerón. León sangriento. || 4. Que causa efusión de sangre.
Batalla sangrienta. || 5. Que ofende gravemente. Injuria sangrienta. || 6. poét.
De color de sangre.

prorrumpir. (Del lat. prorumpĕre). intr. Salir algo con ímpetu. || 2. Proferir
repentinamente y con fuerza o violencia una voz, suspiro u otra demostración
de dolor o pasión vehemente. Prorrumpió EN sollozos.

pertrechos. (De or. inc.). m. pl. Municiones, armas y demás instrumentos,


máquinas, etc., necesarios para el uso de los soldados y defensa de las
22
fortificaciones o de los buques de guerra. U. t. en sing. || 2. Instrumentos
necesarios para cualquier operación.

punitivo, va. (Del lat. punītum, supino de punīre, castigar). adj. Perteneciente
o relativo al castigo. Justicia punitiva.
sosegar. (Del ant. sessegar, y este del lat. vulg. *sessicāre, der. del lat.
sessus, part. pas. de sedēre, estar sentado). tr. Aplacar, pacificar, aquietar.
U. t. c. prnl. || 2. Aquietar las alteraciones del ánimo, mitigar las turbaciones y
movimientos o el ímpetu de la cólera e ira. U. t. c. prnl. || 3. ant. Pactar o
asegurar algo. || 4. intr. Descansar, reposar, aquietarse o cesar la turbación o
el movimiento. U. t. c. prnl. || 5. Dormir o reposar. ¶ MORF. conjug. actual c.
acertar.

trazar. (Del lat. *tractiāre, de tractus). tr. Hacer trazos. || 2. Delinear o diseñar
la traza que se ha de seguir en un edificio u otra obra. || 3. Discurrir y
disponer los medios oportunos para el logro de algo. || 4. Describir, dibujar,
exponer por medio del lenguaje los rasgos característicos de una persona o
de un asunto.

mecida. f. coloq. Hond. paliza (ǁ serie de golpes). || 2. coloq. Hond. paliza (ǁ


amplia derrota).

alternativamente. adv. m. Con alternación.

alternación. (Del lat. alternatĭo, -ōnis). f. Acción de alternar. campanudo, da.


adj. Dicho de algunas cosas, como de ciertos trajes de las mujeres: Que
tienen alguna semejanza con la forma de la campana. || 2. Dicho de un
vocablo: De sonido muy fuerte y lleno. || 3. Dicho del lenguaje o del estilo:
Hinchado y retumbante. || 4. Dicho de una persona: Que se expresa en estilo
campanudo

previo, via. (Del lat. praevĭus). adj. Anticipado, que va delante o que sucede
primero. □ V. artículo de ~ pronunciamiento, conciliación ~, cuestión ~,
placenta ~, ~ censura.

abusivo, va. adj. Que se introduce o practica por abuso. || 2. Que abusa,
abusón. U. t. c. s.

sendos, das. (Del lat. singŭlos, acus. de -li). adj. pl. Uno o una para cada
cual de dos o más personas o cosas.

23
estambre. (Del lat. stamen, -ĭnis). amb. Parte del vellón de lana que se
compone de hebras largas. U. m. en m. || 2. Hilo formado de estas hebras. ||
3. Pie de hilos después de urdirlos. || 4. Bot. Órgano masculino en la flor de
las fanerógamas, que es una hoja transformada. Consta de la antera y,
generalmente, de un filamento que la sostiene. || ~ de la vida. amb. Curso
del vivir. || 2. vida (ǁ desde el nacimiento hasta la muerte). || 3. Ser vital del
hombre.

frailejón. m. Col., Ecuad. y Ven. Planta de la familia de las Compuestas, que


alcanza hasta dos metros de altura, crece en los páramos, tiene hojas
anchas, gruesas y aterciopeladas, y flor de un color amarillo de oro. Produce
una resina muy apreciada.

guando. (Del quechua wantu). m. Col. y Ecuad. Especie de andas o de


parihuela.

parihuela. f. Artefacto compuesto de dos varas gruesas con unas tablas


atravesadas en medio donde se coloca la carga para llevarla entre dos. || 2.
camilla (ǁ cama portátil). U. t. en pl. con el mismo significado que en sing.

memorable. (Del lat. memorabĭlis). adj. Digno de memoria. indignación.


(Del lat. indignatĭo, -ōnis). f. Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona
o contra sus actos.

taimería. (De taima). f. Picardía, malicia, astucia.

prepotencia. (Del lat. praepotentĭa). f. Cualidad de prepotente. prepotente.


(Del lat. praepŏtens, -entis). adj. Más poderoso que otros, o muy poderoso.
U. t. c. s. || 2. Que abusa de su poder o hace alarde de él. U. t. c. s.

taimado, da. (Del port. taimado, der. de teima, tema, obstinación). adj.
Bellaco, astuto, disimulado y pronto en advertirlo todo. U. t. c. s.

badulaque. (Del mozár. berdolaca, y este del lat. portulāca). m. Afeite


compuesto de varios ingredientes, que se usaba en otro tiempo. || 2. ant.

chanfaina (ǁ guisado de bofes o livianos). || 3. com. coloq. Persona necia,


inconsistente. U. t. c. adj. || 4. Ecuad. Persona impuntual en el cumplimiento
de sus compromisos.

godo, da. (Del lat. Gothus). adj. Se dice del individuo de un antiguo pueblo
germánico, fundador de reinos en España e Italia. U. t. c. s. || 2. Se dice del

24
rico y poderoso, originario de familias ibéricas, que, confundido con los
godos invasores, formó parte de la nobleza al constituirse la nación
española. U. t. c. s. || 3. despect. Can. Español peninsular. U. t. c. s. || 4.
despect. Bol. y Chile. español (ǁ natural de España). U. t. c. s. Era u. t. en
otros lugares de América. || 5. Ven. Que pertenecía al partido conservador
del siglo XIX, y, por ext., de ideas conservadoras. Apl. a pers., u. t. c. s. || 6.
germ. gótico (ǁ noble, ilustre). || hacerse de los ~s. fr. Blasonar de noble. ||
ser ~. fr. Ser de nobleza antigua.

cabuya. (De or. caribe). f. pita (ǁ planta amarilidácea). || 2. Fibra de la pita,


con que se fabrican cuerdas y tejidos. || 3. Mar. cabuyería. || 4. Am. Cuerda,
y especialmente la de pita. || 5. P. Rico. zumbel (ǁ cuerda que se arrolla al
peón). || dar ~. fr. Am. Mer. y P. Rico. amarrar (ǁ atar). || 2. Cuba, P. Rico y
Ven. Dar largas. || ponerse en la ~. fr. Am. Mer. Coger el hilo, ponerse al
cabo de algún asunto.

soplar. (Del lat. sufflāre). tr. Apartar con el soplo algo. || 2. Inflamar algo con
aire. U. t. c. prnl. || 3. Insuflar aire en la pasta de vidrio a fin de obtener las
formas previstas. || 4. Hurtar o quitar algo a escondidas. || 5. Inspirar o
sugerir ideas. Sopla la musa. || 6. En el juego de damas y otros, quitar al
contrario la pieza con que debió comer y no comió. || 7. Sugerir a alguien
algo que debe decir y no acierta o ignora. || 8. Acusar o delatar. || 9. coloq.
Dar bofetadas, cachetes u otros golpes semejantes. || 10. C. Rica. En el
teatro, apuntar. || 11. Pan., Perú y P. Rico. Sonarse la nariz. || 12. intr.
Despedir aire con violencia por la boca, alargando los labios un poco abiertos
por su parte media. U. t. c. tr. || 13. Hacer que los fuelles u otros artificios
adecuados arrojen el aire que han recibido. || 14. Dicho del viento: Correr,
haciéndose sentir. || 15. prnl. coloq. Beber o comer mucho. || 16. coloq.
Hincharse, engreírse, entonarse. || 17. C. Rica. Apresurarse, correr. || sopla.
interj. coloq. U. para denotar admiración o ponderación. || sopla, vivo te lo
doy. loc. sust. desus. Juego entre varias personas que, tomando en la mano
un palito o cosa semejante, encendido por la punta y soplándolo, dicen:
sopla, vivo te lo doy, y si muerto me lo das, prenda pagarás; y lo van
pasando de unas a otras, y pierde aquella en cuyo poder se apaga.

rancho. (De rancharse). m. Comida que se hace para muchos en común, y


que generalmente se reduce a un solo guisado; p. ej., la que se da a los
soldados y a los presos. || 2. Conjunto de personas que toman a un tiempo
esta comida. || 3. Lugar fuera de poblado, donde se albergan diversas
familias o personas. Rancho de gitanos, de pastores. || 4. Choza o casa
pobre con techumbre de ramas o paja, fuera de poblado. || 5. coloq. Unión
familiar de algunas personas separadas de otras, que se juntan a hablar o

25
tratar alguna materia o negocio particular. || 6. Mar. Lugar determinado en las
embarcaciones, donde se aloja a los individuos de la dotación. Rancho del
armero. || 7. Mar. Cada una de las divisiones que se hacen de la marinería
para el buen orden y disciplina en los buques de guerra, para alternarse en
las faenas y servicios por ranchos. || 8. Mar. Provisión de comida que
embarca el comandante o los individuos que forman rancho o están
arranchados. || 9. And. Finca de labor de menos extensión que el cortijo y por
lo común con vivienda. || 10. Am. Granja donde se crían caballos y otros
cuadrúpedos. || ~ de Santa Bárbara. m. División debajo de la cámara
principal de la nave, donde estaba la caña del timón. || alborotar el ~. fr.
coloq. alborotar el cortijo. || asentar el ~. fr. coloq. Pararse en un lugar para
comer o descansar. || 2. coloq. Quedarse de asiento en una parte. || hacer ~.
fr. coloq. hacer sitio. || hacer ~ aparte alguien. fr. coloq. Alejarse o
separarse de las demás personas en actos o en cosas que pudieron ser
comunes a todos. □ V. cabo de ~.

cacique, ca. (De or. caribe). m. y f. Señor de vasallos en alguna provincia o


pueblo de indios. || 2. Persona que en una colectividad o grupo ejerce un
poder abusivo. || 3. coloq. Persona que en un pueblo o comarca ejerce
excesiva influencia en asuntos políticos. || 4. f. coloq. p. us. Mujer del
cacique.

aflojar. (De flojo). tr. Disminuir la presión o la tirantez de algo. U. t. c. prnl. ||


2. coloq. Dicho de una persona: Entregar dinero u otra cosa, frecuentemente
contra su voluntad. || 3. coloq. Cuba, R. Dom. y Ven. Propinar un golpe. || 4.
R. Dom. y Ven. Lanzar o disparar un proyectil. || 5. intr. Dicho de una cosa:
Perder fuerza. Aflojó la calentura. || 6. Dicho de una persona: Dejar de
emplear el mismo vigor, fervor o aplicación que antes en algo. Aflojó en sus
devociones, en el estudio. || 7. prnl. Cuba, Hond. y R. Dom. acobardarse. □
V. juego de tira y afloja.

flanco. (Del fr. flanc, y este del a. al. ant. hlanca, cadera). m. Cada una de
las dos partes laterales de un cuerpo considerado de frente. El flanco
derecho. Por el flanco izquierdo. || 2. Lado o costado de un buque. || 3. Lado
de una fuerza militar, o zona lateral e inmediata a ella. || 4. Mil. Parte del
baluarte que hace ángulo entrante con la cortina y saliente con el frente. || 5.
Mil. Cada uno de los dos muros que unen al recinto fortificado las caras de
un baluarte. || ~ del escudo. m. Heráld. Cada uno de sus costados en el
sentido de su longitud, y de un tercio de su anchura. || ~ retirado. m. Mil. El
del baluarte cuando está cubierto con el orejón.

26
zamarro. (De zamarra). m. zamarra (ǁ prenda de vestir). || 2. Piel de
cordero. || 3. coloq. Hombre tosco, lerdo, rústico, pesado. || 4. coloq. Hombre
astuto, pillo. || 5. Col., Ecuad. y Ven. Especie de zahones que se usan para
montar a caballo. □ V. barbas de ~.

achaparrado, da. (Del part. de achaparrarse). adj. Dicho de una cosa: Baja y
extendida. || 2. Dicho de una persona: Gruesa y de poca estatura.

cegato, ta. (De ciego). adj. coloq. Corto de vista, o de vista escasa. U. t. c. s.

convenir. (Del lat. convenīre). intr. Ser de un mismo parecer y dictamen. || 2.


Dicho de varias personas: Acudir o juntarse en un mismo lugar. || 3.
Corresponder, pertenecer. || 4. Importar, ser a propósito, ser conveniente. ||
5. ant. Cohabitar, tener comercio carnal con una mujer. || 6. prnl. Ajustarse,
componerse, concordarse. || 7. Der. Dicho de dos o más voluntades:
Coincidir causando obligación. ¶ MORF. conjug. actual c. venir. || conviene a
saber. expr. es a saber.

temple. (De templar). m. temperie. || 2. temperatura (ǁ grado de calor). || 3.


Punto de dureza o elasticidad que se da a un metal, al cristal, etc.,
templados. || 4. Acción y efecto de templar el metal, el cristal u otras
materias. || 5. Disposición apacible o alterada del cuerpo o del humor de una
persona. || 6. Fortaleza enérgica y valentía serena para afrontar las
dificultades y los riesgos. || 7. Medio término o partido que se toma entre dos
cosas diferentes. || 8. Mar. Igualdad en la tensión de varios cables, o con el
grado de tensión de uno de ellos. || 9. Mús. Acción y efecto de templar
instrumentos. || 10. Pint. Procedimiento pictórico en que los colores se
diluyen en líquidos glutinosos o calientes. || 11. Pint. Colores preparados de
este modo. || 12. Taurom. Acción y efecto de templar. □ V. pintura al ~.

desportillar. tr. Deteriorar o maltratar algo, quitándole parte del canto o boca
y haciendo portillo o abertura. U. t. c. prnl.

flavo, va. (Del lat. flavus). adj. De color entre amarillo y rojo, como el de la
miel o el del oro.

trance. (Del fr. transe, de transir, y este del lat. transīre). m. Momento crítico
y decisivo por el que pasa alguien. || 2. Último estado o tiempo de la vida,
próximo a la muerte. Último trance. Trance postrero, mortal. || 3. Estado en
que un médium manifiesta fenómenos paranormales. || 4. Estado en que el
alma se siente en unión mística con Dios. || ~ de armas. m. Combate, duelo,
batalla. || a todo ~. loc. adv. Resueltamente, sin reparar en riesgos.

27
difuso, sa. (Del lat. diffūssus). adj. Ancho, dilatado. || 2. Excesivamente
dilatado, superabundante en palabras. Lenguaje, estilo, escritor, orador
difuso. || 3. Vago, impreciso. □ V. lógica ~.

paredón. m. Pared que queda en pie, como ruina de un edificio antiguo. || 2.


Sitio, generalmente delante de un muro, donde se da muerte por
fusilamiento. || al ~. loc. adv. U. para expresar el deseo de que alguien a
quien se atribuyen ciertas culpas sea ejecutado.

clarear. (De claro). tr. Dar claridad. U. t. c. intr. || 2. Cuba. Limpiar un monte
de arbustos y malezas. || 3. intr. impers. Empezar a amanecer. || 4. Irse
abriendo y disipando el nublado. || 5. prnl. transparentarse. || 6. coloq. Dicho
de una persona: Descubrirse, hablar o manifestar algo con claridad.

nubarrón. m. Nube grande, oscura y densa, separada de las otras.

calicanto. (De cal y canto2). m. Obra de mampostería.

mampostería. (De mampostero). f. Obra hecha con mampuestos colocados


y ajustados unos con otros sin sujeción a determinado orden de hiladas o
tamaños. || 2. Oficio de mampostero. || ~ concertada. f. Aquella en cuyos
paramentos se colocan los mampuestos rudamente labrados sin sujeción a
escuadra, para que ajusten mejor unos con otros. || ~ en seco. f. La que se
hace colocando los mampuestos sin argamasa. || ~ ordinaria. f. La que se
hace con mezcla o argamasa.

lúgubre. (Del lat. lugŭbris). adj. fúnebre (ǁ muy triste). || 2. Sombrío,


profundamente triste.

desmontar2. (De des- y montar). tr. desarmar (ǁ desunir, separar las piezas
de que se compone algo). || 2. Separar los elementos de una estructura o
sistema intelectual sometiéndolos a análisis. || 3. Deshacer un edificio o parte
de él. || 4. Quitar, o no dar, la cabalgadura a quien le corresponde tenerla. ||
5. En algunas armas de fuego, poner el mecanismo de disparar en posición
de que no funcione. || 6. Bajar a alguien de una caballería o de otra cosa. U.
t. c. intr. y c. prnl. || 7. Inutilizar al enemigo los montajes de las piezas de
artillería.

mortecino, na. (Del lat. morticīnus). adj. Bajo, apagado y sin vigor. || 2. Que
está casi muriendo o apagándose. || 3. p. us. Se dice del animal muerto
naturalmente, y de su carne. U. t. c. s. || hacer la ~. fr. coloq. p. us. Fingirse
muerto.

28
Hornacina. (De horno). f. Hueco en forma de arco, que se suele dejar en el
grueso de la pared maestra de las fábricas, para colocar en él una estatua o
un jarrón, y a veces en los muros de los templos, para poner un altar

1.15. CONCLUSIONES.

• muchas personas fingen ser lo que no son, tales como Anacarsis o el


alcalde o don Roque, que aparentaban ser personas muy correctas,
siendo todo lo contrario.
• Hay personas no solo en la obra sino también en la realidad, que
como el sacristán, hacen lo que le pidan por dinero, sin examinar las
consecuencias que acarrearía cierto acto.
• En “el cristo de espaldas”, nos damos cuenta que el autor siente una
especial inconformidad hacia el gobierno, ya que hace un ataque
hacia el fanatismo político, resaltando los anti valores de las personas
gobernantes, que se aprovechan de las personas débiles, con su
influencia en la sociedad.
• Podemos resaltar, en el caso del padre joven, que quería ser
perfecto, así como Cristo, y empezó a tratar de alcanzar esta meta,
pero se hundió en su ansia y olvido el verdadero significado de la
perfección de Cristo, que es amar al projimo.

1.16. BIBLIOGRAFÍA.

CABALLERO CALDERÓN, Eduardo. El Cristo de espaldas.

Microsoft® Encarta® 2006. © 1993-2005 Microsoft


Corporation. Reservados todos los derechos.

29

You might also like