Fundamentación Matemáticas – 2° Ciclo -

La enseñanza de las matemáticas está planteada a partir de la concepción de que: “hacer

matemáticas, es un trabajo del pensamiento, que construye los conceptos para resolver
problemas, que plantea nuevos problemas a partir de conceptos así construidos, que
rectifica los conceptos para resolver problemas nuevos, que generaliza y unifica poco a
poco los conceptos en los universos matemáticos que entre ellos se articulan, se estructuran,
se desestructuran y reestructuran sin cesar”. Entonces decimos que, las matemáticas son
para todos y no para algunos, ya que es una cuestión de trabajo, estudio y perseverancia.
El punto de partida de la actividad matemática no es la definición, sino el problema. Hablar
de problemas significa que la solución no debe estar presente de entrada, es una situación
en la que no se sabe como llegar al resultado en un principio, que le va a conducir al
alumno a la búsqueda de posibles resoluciones. Por eso debe tener una complejidad para
que conduzca a la acción, de no ser así, no sería un problema. Es por esto que las
matemáticas son un trabajo del pensamiento en donde se hace necesario el uso de distintas
técnicas que los alumnos necesitan poner en juego para su resolución. El alumno debe ser
capaz de utilizar conceptos ya aprendidos, articulando unos con otros, como una
herramienta para resolver nuevos problemas. No obstante, los alumnos deben saber que,
ser capaz de explicar y justificar lo que han pensado es importante (validación) y que el
modo en que se ha resuelto un problema, es tan importante como el resultado.
Sin embargo, no sólo es importante el rol de los alumnos, sino que el docente debe
intervenir de diferentes maneras, de acuerdo a la situación que plantee, para ayudar los
alumnos a la búsqueda de soluciones (eso no significa dar respuestas) como por ejemplo:
plantear nuevas preguntas. Las preguntas también son importantes para ayudar al alumno a
validar la solución de algún problema, como por ejemplo: ¿por qué?, ¿qué pasa si…?
¿Podes dar un ejemplo de…? es siempre así?, etc.
El maestro debe favorecer:

 al inicio de prácticas de argumentación y la reflexión de los alumnos en torno al

carácter de sus afirmaciones,
 a que los alumnos sientan la necesidad de afinar los medios para comunicar sus
procedimientos y resultados experimentando la potencia del lenguaje simbólico
  que los alumnos valoren el intercambio de ideas: que el trabajar en grupo sea algo
provechoso para cada alumno, que les permita desarrollar medios personales de
trabajo individual.

La evaluación que realiza en docente, debe consistir en calcular los progresos de cada
alumno en relación con los conocimientos que él mismo tenía y en relación con lo que ha
sido enseñado en el aula, tanto de manera individual como grupal (diversificación en los
modos de evaluar). Aquello que un alumno no ha logrado todavía puede lograrlo en otro
momento: esto significa que el docente debe ser el primero que elimine la concepción de
que la matemática es para aquellos que tienen un don, suficiente poder de abstracción.

En el segundo ciclo, se incorpora el aprendizaje de los números racionales (escritos en su

forma fraccionaria o decimal), se amplía el sistema de numeración. Esto supone una ruptura
de lo que el alumno sabe hasta el momento: los números ya no tienen siguiente y en
muchos casos, el producto de dos números, es menor que cada uno de los factores. Deben
comprender que un número puede representarse de diferentes modos: fracciones, razones,
decimales, porcentajes, de acuerdo con el tipo de problema que se esté trabajando. Por esta
razón es importante el uso apropiado de un problema.

En cuanto a las operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división), en el segundo

ciclo se debe proponer a los alumnos múltiples situaciones, que les permitan construir
nuevos sentidos: no sólo a la amplitud y la diversidad del campo de problemas, sino al
abordaje de las operaciones en otros campos numéricos, la exploración y la formulación de
las propiedades, la posibilidad de expresar escritura matemática para expresar relaciones,
organizar el propio pensamientos y precisar el curso de acción que se lleva ante situaciones
más complejas. Resulta necesario aumentar la complejidad de problemas: presentando
situaciones cuyos enunciados respondan a diversas formas de organización de la
información y mayor cantidad de cálculos.
En el caso de la multiplicación y división, la sistematización y profundización de la
diversidad de problemas, el reconocimiento y la formulación de sus propiedades es un
trabajo específico del segundo ciclo (problemas de proporcionalidad, producto de medidas,
de reparto y de iteración, uso y explicitación de las propiedades de las operaciones, uso de
la calculadora).
En cuanto a la Geometría, los niños están en constante contacto con los conocimientos
aritméticos, por lo tanto, tienen una fuerte presencia y una reconocida utilidad en la
sociedad. Esto hace, que las expectativas sobre lo que la escuela debe enseñar, se centren
más en la aritmética. Pero la escuela no puede dejar de lado los saberes geométricos
(estudio de las figuras y los cuerpos), que pone en juego distintas estrategias para que los
alumnos piensen y razonen de diferentes maneras. Resulta imprescindible encontrar puntos
de contacto entre la aritmética y la geometría. Para que los alumnos puedan elaborar
conocimientos geométricos, será necesario la resolución de diversos problemas, deberán
aprender que son estos conocimientos, son un medio para poder establecer afirmaciones
sobre los objetos con los que tratan (ej.: puedo estar seguro, sin medir, que éste ángulo
mide 30°, porque entre los otros dos ángulos de este triangulo suman 150°).