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En cuanto a los materiales podemos encontrar desde la más fina muselin, al más grueso
terciopelo, pasando por el tul, la seda, la pana y el paño.
Por la forma, como ya hemos comentado, recuerda a una cortada de melón o medio
círculo, recordando la media luna. Recta en la parte, que se coloca sobre la cabeza y de
la que nace el semicírculo, más o menos perfecto, incluso en forma de parábola, de tal
forma que e muchas comarcas del interior hacen que más que una mantilla plana
parezca una capucha. Por lo que respecta al colorido, podemos encontrar especialmente
blancas y negras. Dentro de las blancas, la mayor parte están confeccionadas en
muselina y tul, van bordadas, siempre a cadeneta, al igual que los pañuelos (Manteletas)
y delantales valencianos, cuando el material es la seda o la pana, la norma general es
que lleve una cinta de seda rodeando el borde de la mantilla. En cuanto a las negras, se
encuentran en gran número, las confeccionadas en paño, que normalmente siempre,
llevaran una cinta de terciopelo alrededor, puede ser lisa o recortada formando
diferentes dibujos. Cuando la confección es en seda, se repite el recorte, los bordados y
las guarniciones, siendo estas más exuberantes que las anteriores. FLAMEADAS
(Flamejades): Son aquellas que se han confeccionado en seda, siendo su coloración
infinita y variada, dando la sensación de manchas que se han descolorido y han dado
una forma inconcreta dando la sensación de llamas, siendo sus colores predominantes
siempre las gamas de rojo y amarillo, de ahí el nombre de flamejades. Estas mantillas de
media luna, por el uso, y el gusto barroco dela época, poco a poco se alargan sus puntas
quedando en forma rectangular, pero por la parte inferior aun conserva la curvatura, a
este tipo de mantilla se la conoce con el nombre de:
FLAMEADAS (Flamejades): Son aquellas que se han confeccionado en seda, siendo su
coloración infinita y variada, dando la sensación de manchas que se han descolorido y
han dado una forma inconcreta dando la sensación de llamas, siendo sus colores
predominantes siempre las gamas de rojo y amarillo, de ahí el nombre de flamejades.
Estas mantillas de media luna, por el uso, y el gusto barroco dela época, poco a poco se
alargan sus puntas quedando en forma rectangular, pero por la parte inferior aun
conserva la curvatura, a este tipo de mantilla se la conoce con el nombre de:
DENGUE: Siempre las encontramos en los mismos dos colores predominantes, el
blanco y el negro.