(Upflow Anaerobic Sludge Bed). Ma. Guadalupe Nieto L., Dulce T. González C. y Ricardo Bello. El Colegio de la Frontera Sur. A. P. 36, Tapachula, Chis., CP 30700 México. Correo electrónico: gnieto@tap-ecosur.edu.mx
RESUMEN
Introducción: El funcionamiento de los reactores UASB se basa en la formación de un lecho de
lodo granular con buena capacidad de sedimentación y alta actividad biológica (1). Los gránulos y flóculos, constituyen un microambiente en donde bacterias anaerobias especializadas convierten los contaminantes complejos hasta metano (2). El gránulo anaerobio puede describirse como una biopelícula casi esférica, que consiste de tres capas concéntricas: en la capa interna están las bacterias metanogénicas, en la intermedia las acetogénicas, y en la superficial las acidogénicas e hidrolíticas (2,3). Entre los espacios intersticiales de los gránulos se encuentran las sustancias poliméricas extracelulares (SPE), de origen biológico, que son un componente básico para la formación e integridad de los gránulos (3). El objetivo de este estudio fue obtener información de la estructura, composición y abundancia relativa de los morfotipos bacterianos presentes en los biogránulos anaerobios. Metodología: Se estudiaron dos tipos de lodos granulares: a) gránulos de un reactor UASB de Querétaro conservados en refrigeración a 3 °C por 6 meses. b) gránulos de un reactor UASB de la UNAM, conservados en refrigeración a 3°C por 2 meses. Ambas muestras fueron clasificadas en dos tamaños (micras): gránulos chicos (580-920) y grandes (1330-1920) de Querétaro, gránulos chicos (950-1200) y grandes (1500-2300) de la UNAM. Los gránulos se lavaron tres veces con solución buffer de fosfatos (SBF) 0.1 M, pH 7.2 y se eliminó todo agregado de bajo grado de compactación. Los gránulos lavados se fijaron con glutaraldehido al 2.5 % en SBF, se deshidrataron en soluciones seriadas de etanol del 30, 50, 70, 90, 100 % por 15-30 minutos y se secaron al punto crítico del CO2. Los gránulos secos se fracturaron en dos mitades, se cubrieron con una capa de oro-paladio y se exploró la superficie de fractura para observar la distribución espacial de los microorganismos al interior. Se delimitaron tres profundidades de capas a partir de la superficie: a 15 micras, de 15 a 50 micras y de 50 a 100 micras. Para cuantificar la abundancia relativa de los morfotipos bacterianos se tomó un gránulo lavado, se colocó en un tubo Eppendorf MR y se destruyó por agitación y ultrasonido. La suspensión se ajustó a 2 ml, se tomó una alícuota de 0.2 ml con una jeringa y se pasó por un microfiltro con una membrana de policarbonato spi MR de 0.2 µm de poro. La membrana se fijó y deshidrató de la misma manera que los gránulos enteros, se montó, se cubrió con oro-paladio y se tomaron fotografías de tal manera que aparecieran aprox. 100 bacterias por imagen. Clasificación: Se analizaron y clasificaron los diferentes morfotipos bacterianos en base a características morfológicas externas y tamaño. Las observaciones se hicieron con un MEB Topcon SM510. Resultados: Se encontraron los siguientes morfotipos bacterianos (medidas en micras): Coco (0.4 dia), oval chico (0.9x0.5), oval grande (1.4x0.6), bastón irregular (1.6x0.4), b. curvo (1.9 x 0.5), b. forma de “U” (2.2x0.3), b. forma de bambú (1.3x0.5), b. c/extremo ensanchado (3.4x0.5), b. corto (0.6x0.32), b. mediano (0.9x0.3), b. largo (1.6x0.3), b. grueso (1.3x0.5), filamento delgado (0.23), filamento grueso (0.34). En los gránulos chicos QRO, la capa externa presentó abundante SPE pero disminuyó hacia el interior de los gránulos. Los bastones medianos y en forma de bambú fueron los morfotipos más frecuentes en la capa externa e intermedia; los medianos en grupos mixtos y los de forma de bambú se encontraron en grupos o colonias homogéneas chicas a medianas. Los cocos se encontraron también en casi todas las fotografías examinadas, libres o en pequeños grupos homogéneos. En la capa interna los bastones de forma de bambú fueron las bacterias dominantes formando una colonia grande (Fig. 1). En los gránulos grandes QRO, el alto contenido de SPE (relacionado con su consistencia dura, con aspecto de piedra obsidiana quebradiza) impidió la observación de las bacterias y su análisis. En los gránulos chicos UNAM, todas las capas presentaron abundante SPE, se encontraron estructuras parecidas huecos y canales, con menor presencia al interior del gránulo. La capa externa presentó bastones medianos, b. irregulares y b. gruesos como morfotipos representativos; todos ellos se presentaron en grupos mixtos y colonias chicas. En la capa intermedia se encontró además, colonias chicas y medianas de bastones forma de bambú. La capa interna se caracterizó por la presencia de colonias grandes de bastones de forma de bambú (Fig. 2). En los gránulos grandes UNAM, las tres capas presentaron SPE diferenciándose principalmente en su consistencia y forma, también presentaron huecos y huellas de bacterias. Las capas externa e intermedia presentaron bastones irregulares, b. gruesos y b. medianos; éstos se encontraron principalmente en grupos mixtos y libres. En la capa interna, los bastones forma de bambú se encontraron como grupos y colonias grandes, siempre homogéneos (Fig. 3). En todos los gránulos se presentaron otros morfotipos no mencionados por estar presentes en menor cantidad. Todos los gránulos presentaron igual diversidad de morfotipos, aunque hubo diferencias en su composición dependiendo de su origen y tamaño: Los gr QRO se distinguen por la alta proporción de b. forma de bambú (50%) y b. medianos (25%) mientras los ch QRO presentan proporciones similares de b. forma de bambú, b. mediano y b. con extremo ensanchado (30, 25, 15). Las diferencias de composición por tamaño, son de esperarse que a medida que el grano crece, la parte central es más favorable para los microorganismos metanogénicos como Methanotrix, bastón forma de bambú encontrada como casi única forma en el centro del gránulo. Los gránulos UNAM presentaron mejor distribución de los diferentes morfotipos, aunque con diferencias en los tipos de bacterias y abundancias relativas dependiendo del tamaño (ch y gr): en b. medianos (25%, ambos); b. chicos (10% ambos), b. largo (7 y 10%), b. forma de bambú (10 y 25%), b. irregulares (20 y 10%), b. grueso (15 y 5%). Al igual que los de QRO, los b. forma de bambú son más abundantes en los gránulos grandes. Los resultados de estos conteos son acordes a las observaciones de la composición estructural de los gránulos.La metodología empleada, ha sido útil para la dilucidación de la composición y estructura microbiana de los biogránulos. Estos resultados, al igual que otras características, físicas y bioquímicas de los biogránulos, proporcionan información invaluable para el conocimiento de las transformaciones llevadas en los reactores UASB. Referencias: [1] González-M S, R G Guerra, A P Trupiano, M L Castañeda, M E Figueroa, L Seghezzo y C M Cuevas. 2000. Tratamiento de líquidos cloacales pre-sedimentados en un reactor UASB en regiones subtropicales. AVERMA 4: 1-6. [2] Fang H H P. 2000. Microbial distribution in UASB granules and its resulting effects. Water Sc. and Tech. 42 : 201-208. [3] Macleod F A, S R Guiot y J W Costerton. 1995. Electron microscopic examination of the extracellular polymeric substances in anaerobic granular biofilms. World Journal of Microbiology & Biotechnology 11: 481-485. Fig. 1. a) Superficie del gránulo chico de QRO, se indican las tres capas analizadas. b) Acercamiento de grupos de varios morfotipos ubicados en la capa intermedia c). Bastones en forma de bambú en la capa interna. Fig. 2. a) Huecos y canales en los gránulos chicos de UNAM. b) Varios morfotipos localizados en la capa intermedia. c) Colonia de bastones medianos y gruesos de la capa externa. Fig. 3. a) Huellas de bacterias en los gránulos grandes de UNAM. c) Bastones varios tamaños de la capa externa. b) Bastones irregulares, medianos y gruesos de las capas externa e intermedia.