You are on page 1of 20

En el Siglo XIX se comienza a dar en el mundo un fenómeno de Independencia por parte de los

territorios colonizados, y México no fue la excepción, en el año de 1810 surge la llamada Conspiración
de Querétaro. Los conjurados de esta ciudad contaban con el apoyo del corregidor Miguel Domínguez y
su esposa María Josefa Ortíz de Domínguez; se reunían para tratar temas relacionados con su deseo de
independencia. A estas reuniones acudían Aldama y Allende, este último informaba al cura Hidalgo de lo
acontecido.

Del año de 1810 a 1821 se da la Guerra de Independencia. El cura Miguel Hidalgo y Costilla dio el grito
de independencia en la Ciudad de Dolores, tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe y fue seguido
por un ejército popular.

Durante el proceso de la Guerra de Independencia se presentaron varias circunstancias de tendencia


coyuntural. Primero, la muerte de los llamados caudillos de la Independencia, Hidalgo, Allende y Aldama.
Después la promulgación de un nuevo tipo de leyes, apoyadas en reglamentos de procedencia española,
y al mismo tiempo, con un intento de mimetización al tipo de vida de la colonia, llamada Nueva España,
hoy México. Como ejemplo de dicha ley aparece la Constitución de Apatzingán, sin embargo, por sus
bases, jamás entró en vigor. Más adelante, Agustín de Iturbide, el nuevo emperador de México firma el
Plan de Iguala, por el cual se establecía una única religión, la unión de todos los grupos sociales y la
Independencia de México con monarquía constitucional. A partir de este hecho se consuma la
Independencia, en el año de 1821, con la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México.

Ahora como una Nación Independiente, México tenía como principal gobernante a Agustín de Iturbide,
quien abdicó en el año de 1823, ya que comenzó una nueva insurrección con el general Antonio López
de Santa Anna al frente, el cual, eventualmente llegó a ser presidente de México.

En el año de 1847, durante su mandato, se dio una guerra con los Estados Unidos, por la cual se
pugnaban los territorios de Texas, Nuevo México y California, ya que el gobierno en México se había
convertido en uno de índole centralista, dichos territorios se habían abandonado de cierta manera, por
lo que el estado de Texas se independiza, y los Estados Unidos lo apoyan en sus deseos expansionistas,
ya que comenzaba a conformarse como un Imperio.

La Guerra con Estados Unidos termina con la firma del Tratado de Guadalupe, y con la pérdida de más
de la mitad de territorio mexicano.

A mediados del Siglo XIX llega a la presidencia de México, Benito Juárez, y durante su mandato se da la
Guerra de Reforma o Guerra de los Tres Años, en la cual luchan los liberales y los conservadores; al final
de dicha Guerra surgen las Leyes de Reforma, por las cuales se da la nacionalización de los bienes de la
iglesia; se da al matrimonio la naturaleza de contrato civil; establecimiento del registro civil;
secularización de los cementerios y la libertad de cultos.

En 1862 hay una Guerra con franceses que entran al territorio mexicano y se establecen en él, se le
conoce como la Guerra de los Pasteles, y fueron derrotados en Puebla, en la Batalla del 5 de mayo, por
el Ejército Nacional.

|Mexico en el siglo 19 |
|Publicada en : 2006-10-28 en la categoria: Mexico |
| |
| |
|Durante casi todo el siglo XIX el joven país afrontó guerras intestinas por el poder. Tras la consumación
de la |
|independencia nacional, se discutía la forma de gobierno de la nueva nación.
|
|El Plan de Iguala señalaba que a su independencia, México debía convertirse en una monarquía
encabezada por un miembro |
|del linaje de Fernando VII. Mientras se encontraba un candidato a la corona de México, se había
instalado una Junta de |
|Gobierno Provisional, ocupada por tres personas. Meses más adelante, en 1822, Agustín de Iturbide fue
proclamado |
|Emperador de México. En aquel tiempo, formaban parte del territorio mexicano el antiguo virreinato de
Nueva España y el|
|de la Capitanía General de Guatemala. |
|El Primer Imperio Mexicano duró apenas unos cuantos meses. Rápidamente se vio envuelto en una
crisis financiera |
|derivada de la necesidad de pagar los daños provocados por los once años de revolución
independentista. Además, los |
|grupos republicanos cobraban cada vez más fuerza. En el año de 1823, Antonio López de Santa Anna,
Anastasio Bustamante.|
|Vicente Guerrero y otros personajes importantes de la última etapa de la guerra de independencia
proclamaron el Plan de|
|Casamata, por el que desconocieron el gobierno de Iturbide y anunciaban la instauración de una
república. El emperador |
|intentó defenderse por medio de las armas, pero su ejército fue derrotado y él exiliado en ese mismo
año. Con la |
|derrota del Imperio, las provincias centroamericanas vieron la oportunidad de separarse de México, lo
cual hicieron |
|todas, salvo Chiapas, para formar las Provincias Unidas de Centroamérica.
|
|Tras un breve interludio, presidido por una Junta Provisional, encabezada por Pedro Celestino Negrete,
en 1824 el |
|Congreso Constituyente promulgó la Constitución Mexicana que habría de regir a la República. Este
documento asentaba |
|que la nación adoptaba como forma de gobierno la república federal, con división de poderes. Éstos
residirían en la |
|Ciudad de México, y estaría integrada por estados federados y territorios federales. El Congreso
convocó a elecciones |
|en las que salió electo Guadalupe Victoria para el período de 1824-1828. |
|A partir de la conclusión del período de Victoria, la vida política mexicana se tornó inestable, debido a
las pugnas |
|entre la antigua aristocracia y el pequeño grupo de burgueses liberales del país. El personaje central a
lo largo de la|
|primera mitad del siglo XIX fue Antonio López de Santa Anna, quien repelió la intentona hispana por
reconquistar México|
|y ascendió al poder once veces: cinco de ellas como abanderado de los liberales y las otras seis como
conservador. |
|En 1833 tuvo lugar el primer intento de reforma liberal profunda del Estado, encabezada por Valentín
Gómez Farías (a la|
|sazón presidente interino, pues Santa Anna se había retirado a descansar a su hacienda) y José María
Luis Mora. La |
|reforma fracasó por el regreso de Santa Anna a la presidencia, con el apoyo de los conservadores. En
1835 fueron |
|promulgadas las Siete Leyes, una constitución de corte centralista, que ocasionó la declaratoria de
independencia de |
|Zacatecas (rebelión reprimida brutalmente por el general Cos) y Texas. Este último territorio,
perteneciente al estado |
|de Coahuila y Texas, se separó de México en 1836. Cinco años más tarde la República de Yucatán
declaró su |
|independencia, y no se reincorporaría a México hasta 1848. |
|El 6 de enero de 1843, fue proclamada la segunda república centralista de México, encabezada por
Santa Anna. La vida de|
|la república sería muy corta, pues tres años más tarde fue incapaz de enfrentar la invasión
estadounidense, hecho que |
|los liberales aprovecharon y terminaron por rehabilitar la constitución de 1824 el 22 de agosto de 1846.
|
|Por esa época, México enfrentaba una guerra con Estados Unidos. Este país había anexado el Territorio
de Texas en 1841,|
|y en 1846 reclamó a México la posesión de la franja de tierra comprendida entre los ríos Bravo y
Nueces. El límite de |
|la provincia texana históricamente había sido el río Nueces, unos 300 km más al norte del Bravo,
por lo que las |
|reclamaciones eran infundadas. El gobierno estadounidense acometió contra México, y ocupó el
país desde 1847 hasta |
|1848. |
|Durante la invasión a la Ciudad de México los ejércitos de Estados Unidos al mando de Winfield
Scott torturaron y |
|mataron a muchos soldados del Batallón de San Patricio, que colaboraron con la resistencia
mexicana. Finalmente, el 14 |
|de septiembre de 1847, los estadounidenses izaron su bandera en el Palacio Nacional. La guerra
concluyó con la firma |
|del Tratado de Guadalupe-Hidalgo, en el que México reconocía la frontera texana en el río Bravo y
"cedía" los |
|territorios de California y Nuevo México (cerca de 2.000.000 de km² que hoy conforman los
territorios de California, |
|Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, la mayor parte de Colorado y la región suroeste del
Wyoming). |
|Tras la guerra con Estados Unidos, fue electo para la presidencia José Joaquín de Herrera. El
gobierno de Herrera fue |
|más o menos tranquilo, aunque las elecciones para relevarlo fueron presa de la división entre
liberales y |
|conservadores. Este nuevo conflicto se resolvió con la llegada de Santa Anna al poder, que
gobernó por última ocasión |
|la república entre 1853 y 1855. Santa Anna se autonombró dictador de México y gobernó con el
título de Su Alteza |
|Serenísima (el tratamiento fue elevado al rango de ley constitucional). Mientras tanto, la mayor
parte del país seguía |
|en la miseria. El colmo fue el aumento en el monto de los impuestos y la creciente corrupción del
gobierno |
|santaannista. |
|Por ello, en 1854 los liberales se fueron a la guerra, amparados en el Plan de Ayutla y encabezados
por Juan Álvarez e |
|Ignacio Comonfort. El movimiento, conocido como Revolución de Ayutla, concluyó con la renuncia
y destierro de Santa |
|Anna y la instalación de Álvarez como interino. Durante las presidencias de Álvarez y Comonfort,
fueron promulgadas |
|varias leyes de corte liberal, conocidas como Leyes de Reforma, que, entre otras cosas,
establecieron la separación |
|entre el Estado mexicano y la Iglesia Católica y anularon los privilegios de las corporaciones
(incluidas las |
|comunidades indígenas). La puesta en marcha de estas leyes dio lugar a un nuevo conflicto entre
liberales y |
|conservadores, conocido como Guerra de los Tres Años o Reforma.
|
|Benito Juárez ocupó la presidencia interina de la república tras la renuncia de Comonfort, y fue
convocado un nuevo |
|congreso constituyente que promulgó el 5 de febrero de 1857 la nueva constitución mexicana, de
orientación liberal |
|moderada. Sin embargo, las reformas contempladas por la nueva constitución fueron motivo de
una nueva rebelión |
|conservadora en Tacubaya y, desconociendo el gobierno de Juárez, nombraron un presidente
provisional. Las huestes de |
|ambos bandos se enfrascaron en una guerra que concluyó con la victoria de los liberales en enero
de 1861. |
|En ese mismo año, el gobierno de la república decretó la suspensión de pagos de la deuda externa,
pues carecía de |
|medios para pagarla. Francia, uno de los principales acreedores, instó a España e Inglaterra a
presionar por la vía |
|militar al gobierno mexicano. La marina de los aliados llegó a Veracruz en febrero de 1862. El
gobierno mexicano se |
|aprestó a negociar por la vía diplomática, y logró el retiro de los ingleses y españoles.
|
|Los franceses bajo el mando de Napoleón III, por su parte, dieron comienzo a las hostilidades
militares. Salvo la |
|batalla de Puebla, ganada por el ejército de Ignacio Zaragoza y las milicias populares del estado, el
resto de la |
|campaña fueron victorias para los franceses, que tomaron la capital en junio de 1863. El gobierno
republicano, con |
|Juárez a la cabeza, se había trasladado a San Luis Potosí el 31 de mayo. Fue perseguido por los
franceses, y finalmente|
|se estableció en Paso del Norte. Mientras tanto, en la capital, el 10 de julio la Asamblea de
Notables había nombrado |
|como emperador de México a Maximiliano de Habsburgo. El Segundo Imperio Mexicano duraría
hasta 1867, con la rendición |
|de los conservadores y el fusilamiento del emperador en Santiago de Querétaro.
|
|Juárez siguió en el poder hasta su muerte el 18 de julio de 1872. Los últimos años de su gobierno
fueron duramente |
|criticados por las diversas facciones en que se habían dividido los liberales. Para las elecciones de
1871, se |
|presentaron como candidatos Sebastián Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz y el mismo Juárez, quien
ganó. A su muerte ocupó |
|la presidencia Lerdo de Tejada, que elevó a rango de ley constitucional las leyes radicales de
reforma promulgadas |
|durante el periodo de 1855-1856. Cuando Lerdo intentó reelegirse, los porfiristas se levantaron en
armas y lo |
|derrocaron. Aunque por ley la presidencia debía ser ocupada por José María Iglesias, los porfiristas
desconocieron su |
|gobierno y finalmente Díaz ocupó la presidencia en 1876. Así comenzó el período que en la historia
de México es |
|conocido como Porfiriato. |
|La dictadura de Díaz sólo fue interrumpida por los cuatro años de gobierno de Manuel González,
compadre del dictador, y|
|evidentemente sometido a su poder. En este período las Leyes de Reforma (en especial la Ley
Lerdo) sirvieron de marco |
|para favorecer la concentración de tierras en manos de unos pocos terratenientes. Los campesinos
eran enganchados para |
|trabajar en las haciendas, y algunos grupos indígenas que se mostraban particularmente rebeldes,
como los yaquis y los |
|mayas fueron desterrados de sus lugares origen y obligados a trabajar hasta la muerte en lugares
como Valle Nacional, |
|el valle del río Yaqui o Yucatán. |
|El gobierno de Díaz favoreció la inversión extranjera. La cabeza de este plan de desarrollo
económico fue José Yves |
|Limantour, de ascendencia francesa y miembro del grupo de los Científicos. La mayor parte del
capital invertido en |
|México era francés, y en importancia seguían las inversiones inglesas, estadounidenses, alemanas
y españolas. Minas, |
|petróleo, ferrocarril, textiles, plantaciones de azúcar: todo ello estaba en manos de extranjeros.
|
|Aparentemente el país prosperaba, pero esto sólo ocurría a costa de la miseria de la mayor parte
de la población. Por |
|ello, cuando en la famosa entrevista Díaz-Creelman, el dictador señaló que México estaba listo
para la democracia, |
|algunos personajes le tomaron la palabra y se presentaron a las elecciones de 1910, que ganó
Francisco I. Madero. Díaz |
|desconoció el resultado de los comicios y así inició la Revolución Mexicana.
|

Arquitectura del Siglo XIX en México

Enviado por esstigma

[pic][pic]Indice
1. Antecedentes.
2. Palacio de Bellas Artes.
3. Casa boker.

1. Antecedentes.

Aspectos políticos, sociales y económicos.


Lo complejo del periodo porfiriano (1876-1911) se ve reflejado en la arquitectura de su tiempo que
abarca, desde finales del "romanticismo" hasta el "modernismo". La Ciudad de México al ser la
capital de la Republica va a manifestar más claramente el proceso, las tendencias y condiciones
dentro de las cuales se desarrolló la arquitectura de esta singular época y que refleja las
contradicciones de la sociedad porfiriana. El Eclecticismo, la permanencia de esquemas y gustos
académicos provenientes de las Escuelas de Bellas Artes europeas, que influyeron tanto durante el
Neoclásico, la necesidad y el deseo de una buena parte de la sociedad por el "revival", y al mismo
tiempo su interés por integrarse a la modernidad del "nouveau", junto con el deseo "nacionalista",
basado en la interpretación y el "renacimiento" de lo prehispánico, retratan claramente, el
desarrollo y evolución de una sociedad que con gusto, a cambio del "progreso" se sometía a una
dictadura.

La capital manifestó su crecimiento desde 1890 extendiéndose hacia el barrio de Santa Maria la
Ribera, al poniente y hacia Arcos de Belén al sur. De 1895 a 1905 la actividad constructiva se
acrecentó haciendo evidentes los profundos y favorables cambios que se producían en el habitad
de la burguesía capitalina y los edificios institucionales y privados, en contraste con el
empeoramiento de las viviendas de las clases bajas. Si bien el régimen porfirista intentó dar gran
esplendor a la ciudad de México pretendiendo dotarla de la infraestructura necesaria para la gran
urbe, en los barrios bajos, zonas viejas del centro de la ciudad y las zonas pobres de algunos
barrios, el hacinamiento, la miseria y la insalubridad de las viviendas proliferaban velozmente.

"Las mansiones señoriales y nobiliarias de la época virreynal, habían perdido para muchas gentes
el valor y la nobleza que habían dado fama a la capital un siglo antes, siendo calificadas de
"severas y tristes". Así, las familias que las habitaban, se desplazaron hacia las nuevas colonias que
ofrecían la posibilidad de una vida más "moderna". Por tales razones, muchas de estas mansiones
pasaron a ser casas multifamiliares a las que por su nuevo carácter colectivo se les añadieron
muros, pisos y otros espacios, para que en ellos pudieran habitar el mayor numero de personas,
fomentándose con esto el hacinamiento, la promiscuidad y la falta de higiene de sus habitantes, y
al mismo tiempo la mutilación y destrucción, en muchos casos, de los edificios virreinales. Esto
trajo como consecuencia inmediata, el completo abandono de estos barrios que, en poco tiempo, se
propago también a sus edificios y a sus habitantes.

Paralelamente, tanto la aristocracia como el gobierno, emprendían la erección de grandes y


monumentales construcciones: refinadas residencias, villas y chalets; ricas y elegantes tiendas;
lujosos cafés, restaurantes y teatros; imponentes almacenes y bancos, etc. El inminente ingreso de
extranjeros al país y específicamente a la capital, debido a las concesiones otorgadas por el
gobierno a empresas extranjeras, trajo como consecuencia inmediata, entre otras, la construcción
de un gran numero de viviendas para albergarlos. Por esto, se fundaron nuevos barrios en los
cuales la alta burguesía nacional compartió el espacio urbano con ingleses, franceses, italianos y
norteamericanos, por lo que estos barrios se les llamo "colonias". Surgieron entonces la colonia
Santa María la Ribera (que aunque fundada en 1861, fue durante los primeros años del porfirismo
cuando comenzó su verdadero auge), la Guerreo (1874), San Rafael (1882), Cuauhtémoc (1890),
Juárez (1898), y la Roma y Condesa (1902.) Muchas de estas colonias poseían amplias avenidas y
banquetas arboladas, que permitían pasear a la sombra y admirar, al mismo tiempo, hermosos
jardines y residencias de diversos "estilos" que comenzaban a dar a la ciudad un carácter de
"modernidad" que la colocaba a la altura de algunas ciudades europeas.

Varias fueron las razones que determinaron la creación arquitectónica de este periodo: la influencia
de los nuevos estilos que imperaban en Europa a principios del siglo, al igual que algunos factores
culturales diversos entre los que destacan el europeismo principalmente que fueron interpretados
como símbolo de "status", de distinción y "modernidad"; el cambio en la economía del país, junto
con la aparente estabilidad política y social; La introducción de nuevas y revolucionarias técnicas de
construcción, fueron algunas de las más importantes.

El eclecticismo.
Por lo prolongado del período porfiriano, encontramos que no existe, en realidad, una doctrina
arquitectónica única y definida en cuanto a repertorios formales y organización de los espacios; sin
embargo podemos establecer un común denominador en ella: la importación de todo
extranjerismo. Hay que considerar que los arquitectos que se establecieron en nuestro país:
franceses, belgas, italianos, ingleses y norteamericanos, contribuyeron a la diversificación de los
esquemas arquitectónicos, ya que pertenecían a diferentes tendencias: eclécticos, historicistas, y
seguidores del nouveau, fundamentalmente. Por otra parte, hay que tomar en cuenta que muchos
arquitectos mexicanos de aquella época, habían recibido su formación profesional en Europa o en
los Estados Unidos de Norteamérica, o bien provenían de la Escuela de Arquitectura dependiente de
la Academia Nacional de San Carlos en la cual, lógicamente, recibieron una formación también
europea. Desde tiempos de Santa Anna fue común enviar a jóvenes mexicanos a hacer sus estudios
a Europa; por ejemplo Juan y Ramón Agea fueron enviados por el propio Santa Anna a estudiar a
Roma, regresando en 1846 e introduciendo por primera vez los Tratados de Reynaud y Viollet-Le
Duc. Antonio Rivas Mercado, estudió asimismo en Inglaterra y posteriormente en la Escuela de
Bellas Artes de Paris, regreso a México en 1879 y fungió como director de la Escuela Nacional de
Bellas Artes a partir de 1903.
Entre los arquitectos extranjeros que vinieron a nuestro país durante el porfiriato tenemos por
ejemplo:

• Adamo Boari.
• Emilie Benard.
• Máxime Roisin.
• Silvio Contri.
• Ernest Brunel.
• Luis Long.

Siendo italiano el primero y franceses los últimos; los tres vinieron a México en 1897, con el motivo
del concurso internacional para el proyecto del Palacio Legislativo y todos ellos fueron formadores
de posteriores generaciones de arquitectos: los dos primeros como profesores en la Academia, y el
último como creador de un taller propio que funciono hasta 1914. Así, dentro de los discípulos de
Boari tenemos a:

• Manuel Ortiz Monasterio.


• Bernardo Calderón.
• Ignacio Marquina.
• Federico Mariscal.

Muchos otros arquitectos extranjeros, se dedicaron a construir solamente: Lemos y Cordes,


arquitectos norteamericanos, por ejemplo, construyeron los edificios de la Casa Boker (1898) y la
Mutua (1900); Silvio Contri, italiano proyectó el edificio para la Secretaria de Comunicaciones
(1906); Ernest Brunel, frances, el mercado de Guanajuato (1904-1910); Luis Long, suizo, el Palacio
de Gobierno de Guanajuato, etc. Consecuentemente la variedad de "estilos" arquitectónicos es una
característica más connotada de este período estos, sin embargo casi nunca fueron trabajados a la
manera del historicismo arquitectónico, sino siguiendo al movimiento ecléctico.
Es común entonces encontrar reunidos en un solo edificio, elementos arquitectónicos y
ornamentales neoclásicos, neogóticos, neorrománicos, neomudejares, neoplaterescos, del nouveau,
e inclusive indicios de lo que fue llamado "renacimiento mexicano", movimiento prenacionalista que
pretendió dar vida a una arquitectura basada en lo prehispánico y que surgió a raíz de los hallazgos
arqueológicos de Leopoldo Batres. Respecto a este movimiento, Adamo Boari manifestó que las
formas arquitectónicas propias de un pueblo debían utilizarse en la arquitectura pero "renovadas y
modernizadas". En congruencia con este pensamiento utilizo elementos indígenas, tanto en su
proyecto a un monumento a Porfirio Díaz (1900, no realizado) como en el Teatro Nacional (1904-
hoy palacio de Bellas Artes), en donde "Boari trató de hacer un Art-Nouveau ‘mexicaniza’, por lo
cual asoman en muchas partes cabezas de tigre y coyotes y unas poderosas serpientes que
ondulan en los arcos de las ventanas del primer piso.

El eclecticismo se dio, tanto en los monumentales edificios institucionales y empresariales, como en


residencias, villas y chalets de la aristocracia y que por moda alcanzo a la arquitectura habitacional
más modesta. Algunas colonias de la época, como la Juárez y la Santa Maria la Ribera, por ejemplo,
se convirtieron en un complejo catalogo de tipos arquitectónicos que se sucedían y entremezclaban
un tanto desordenadamente y que aun resultan asombrosos, desconcertantes y extravagantes si
no se analizan desde una perspectiva histórica y no la meramente formal.

Ejemplos más representativos de edificios eclécticos en la CD de México.


Edificio de Bellas Artes.
Terminadas las turbulencias de la época formativa, inmediatamente posterior a la independencia,
el destino de la republica Mexicana es regido por la personalidad del Presidente Porfirio Díaz. Su
régimen de aquietamiento y estabilización, marca la estructuración administrativa del estado y el
desarrollo de la economía del país, aun a costa del olvido de los problemas sociales importantes.

Todas las actividades se saturan de "europeismo" y la arquitectura sigue paralelamente la moda y


estilos que con tanta inestabilidad se manifiestan en la misma Europa.

El eclecticismo estilístico, pueblan los edificios oficiales de las formas del gótico, de copias del
templo griego o de inspiraciones de la arquitectura prehispánica. El único estilo o pseudo estilo
genuino de la época el Art. Nouveau se "adopta en una construcción tan importante como el "
Palacio de Bellas Artes", enorme masa de mármol blanco seguramente el edificio más acabado en
su estilo en todo el mundo.

El proyecto fue realizado por el arquitecto italiano Adamo Boari, quien diseñó un edificio que
incorporaba los avances tecnológicos de los mejores teatros de la época. El edificio se
caracterizaba por organizar las salas en torno a un gran hall, rematado por una triple cúpula
situada entre el vestíbulo y la sala de espectáculos. Esta sala tendría forma de embudo, para lograr
así los mejores efectos acústicos y visuales. Su cupo sería de 1791 personas distribuidas entre
palcos aislados, generales, lunetas y galerías. También contaría con un palco presidencial, situado
exactamente a media sala, con dos elevadores privados y un gabinete de aseo.

Originalmente la construcción del edificio duraría cuatro años, pero se fue alargando a causa de los
hundimientos del terreno y del movimiento armado de 1910. Hacia 1915 era poco lo que se hacía;
Boari deja el país en 1916 y a lo largo de los siguientes tres lustros se hicieron algunos trabajos de
poca envergadura, hasta que se reinician las obras en 1932, bajo la dirección del arquitecto
mexicano Federico Mariscal, quien las concluyó totalmente en marzo de 1934.
No se puede dejar de mencionar la famosa cortina de mosaicos de cristal sobre lámina de acero,
realizada por Tiffany Studios de Nueva York. Esta impresionante obra, que representa una vista del
valle de México, está hecha con más de un millón de piezas de cristal opalescente, cuya
elaboración tardó casi dos años y es única en el mundo por su mérito artístico.

En el interior del hall y de la sala, Federico Mariscal aplicó un revestimiento de diversos mármoles
nacionales y una espectacular decoración art dèco realizada en París por la casa Edgar Brandt, que
incorpora motivos mexicanos, como mascarones mayas en acero y cactáceas en bronce.

2. Palacio de Bellas Artes.

En el se mezclan esquemas Bizantinos, Renacentistas, Románico, Neobarroco, Neoindigenista y del


Nouveau, en detalles del exterior además de contener Art Deco en interiores es obra del noble
Arquitecto Adamo Boari. (1904-1934). Ubicado en el Eje Central y Avenida Juárez. *

Comercio y Abasto.
La expansión de la habitalidad comercial encontró en la ideología liberal porfirista la forma más
directa de enlazarse al sistema económico nacional a través de su limitado mercado interno, de la
emergente red ferroviaria que para entonces contaba con algunos troncales a su paso y con la
consolidación y reacomodo del capital extranjero, el comercio, entonces, continuo desarrollándose
y creciendo en manos de extranjeros.

El largo período de paz porfiriana y la política favorable a la inversión extranjera acrecentaron esas
condiciones para que los capitales norteamericanos y europeos incursionaran y controlaran
monopolicamente los principales campos comerciales, hasta dominarlos a través de las principales
empresas dedicadas a diversas actividades de sus diferentes ramas.

Las edificaciones que para el caso requirió este genero se vieron suplidas en el tiempo, bien por
que sus propietarios deseaban tener más impacto en la población o bien por que habían tenido
tanto éxito que el espacio actual ya no satisfacía sus expectativas de tal forma que los espacios
aun construidos ex profeso también sé refuncionalizaron rápidamente, pero en el sentido de la
restitución.

En esa dirección, los estilos arquitectónicos se verán casi como simples accidentes temporales que
acompañan a la obra en el tiempo, pues cambiarían también al modificarse el espacio edificado.
Las modas estilísticas serán entonces como modas de la alta confección; cambiarían según la
temporada, la moda y el modisto. Así la especialidad del comercio, principalmente de artículos
extranjeros manifestara por circunstancias diversas las que en Europa especialmente Francia, esté
dominando el campo de la Arquitectura, de la Ingeniería y los estilos expresados en ellas iran
ligados irremediablemente al bogaje cultural de quienes la proyectan y, sobre todo, a la idea de
país a la que se aspira.

Las ideas estéticas en la arquitectura, así como en muchas otras en las demás esferas del
conocimiento, estarán entonces subsumidas al eclecticismo. Pero un eclecticismo que, en un
principio, exige un amplio conocimiento de una gran cantidad de estilos con sus respectivos
cánones compositivos, mismos que conforman toda una gama de donde los compositores
seleccionan lo mejor según el cometido del edificio, incluyendo desde luego los sistemas
constructivos y materiales más modernos para su concreción.
El importante comercio de la Ciudad de México generaría una nueva concepción arquitectónico-
urbanística que, sin duda encontraría su correlato en la aparición de las tiendas departamentales
tal como se construían en Europa, especialmente las ubicadas en las principales arterias o en las
avenidas monumentales. En este sentido, el comercio especializado de ropa de la Ciudad de México
fue el que tuvo mayor auge, sobre todo el proveniente de Francia, contándose con el rededor de 27
almacenes grandes y medianos para esas fechas.

En la especialidad en la venta de artículos de ferretería la Casa Boker fue sin duda, la más famosa
de su tiempo y su genero.

3. Casa boker.

En el siglo XIX, en la esquina noroeste de las calles de Coliseo Viejo y del Espíritu Santo
(actualmente 16 de Septiembre e Isabel La Católica) se encontraba el famoso hotel y café de "La
Gran Sociedad", así como el "Portal del Águila de Oro" donde se alojaban los libreros de viejo de la
antigua ciudad de México. Este terreno hoy lo ocupa la Casa Boker, y tiene sus orígenes en el siglo
XVI, ya que formó parte del hospital del Espíritu Santo.

En mayo de 1865 llegó a México un joven alemán llamado Roberto Boker (1843-1912), quien fundó
en ese sitio, con gran éxito, una ferretería. Dentro del inventario que manejaba se encontraban
desde fuetes para cocheros, carros de caballos de diferentes tipos, autos de vapor marca White,
hasta carros de bomberos.

Al terminar el siglo XIX, debido al crecimiento del negocio, el Sr. Boker compró el inmueble y los
aledaños para construir su propio edificio; el cual hasta la fecha sigue perteneciendo a la familia ya
durante cuatro generaciones, caso raro en un giro comercial en la ciudad de México.

El proyecto de la Casa Boker fue de los arquitectos neoyorquinos De Lemos y Cordes; los
contratistas fueron A.R. Whitney Co., de Nueva York, y la obra la llevó a cabo el ingeniero mexicano
Gonzalo Garita en dieciséis meses. Un detalle interesante en la construcción fue que el fotógrafo
judío-húngaro Guillermo Kahlo realizó su primer trabajo como fotógrafo profesional con el
seguimiento de la construcción de este edificio.

Al excavar el terreno para colocar la cimentación se encontraron dos piedras, una de origen
prehispánico que representa un águila, y la otra virreinal, la que se supone que es el escudo del
primer propietario del predio. La primera fue donada por la familia Boker al Museo de Antropología
y la otra se extravió durante la Segunda Guerra Mundial, periodo en que el negocio fue intervenido.

Fue la primera construcción que se hace en México totalmente de viguetas de acero en columnas y
trabes. La fachada, enmarcada por dos columnas de granito de Nogales, Sonora, cuenta con
amplios escaparates, está cubierta de cantera de Pachuca, Hidalgo; se deben notar como
elementos decorativos los soportes con cerramiento de arco que abarcan doble altura, el original
torreón que corona la esquina y los vistosos relieves ornamentales de bronce.

Es de admirar la crestería de lámina de latón que remata la fachada y el torreón, también los
balaustres, guirnaldas, cornisas y relieves decorativos, entre otros. Todo lo anterior hace que esta
obra sea un magnífico ejemplo de solidez de la arquitectura porfiriana construida para durar varios
siglos.
[pic]

Casa Boker.
Obra de los arquitectos neoyorquinos Lemos y Cordes de (1892). Ubicada en la Avenida 16 de
Septiembre e Isabel la Católica.

Edificios Administrativos, de Justicia y servicios.


La burguesía mexicana, al igual que en muchas de los países latinoamericanos habían ya volteado
la vista hacia la vieja
Europa, especialmente a Francia para buscar así su vinculo de modernidad. El eclecticismo en este
sentido, fue llave que los arquitectos abrieron para satisfacer los requerimientos estéticos del
porfirismo y también por que "se vieron compelidos a adoptarlos ante una carencia de un nuevo
estilo y, más que eso, ante la ausencia de nuevos programas arquitectónicos cabalmente
representativos de las clases sociales y la todavía no-convalidación de nuevos materiales de
construcción. En suma ante la relativa invariabilidad social".

Secretaria de Comunicaciones y Obras (MUNAL).


En tiempos del Presidente Porfirio Díaz hubo un concurso para ver que arquitecto construiría el
Palacio de Comunicaciones y Obras Publicas. El presidente deseaba que este fuera un edificio
moderno y muy elegante. Como a él le gustaban las artes y la cultura francesa, decidió organizar
un concurso que se extendiera hasta Europa, así el ganador fue el arquitecto italiano Silvio Contri,
que vino a vivir a México para poder construirlo.

Su estilo ecléctico, es grandioso, ya que suscita la vista de este espléndido Palacio no solo por su
notable dimensión, si no también y principalmente por la sensación de belleza arquitectónica que
produce la relación de sus elementos constructivos y ornamentales.

Es obra del arquitecto Silvio Contri, el edificio muestra recursos renacentista y neoclásicos, para
expresar su eclecticismo. Se encuentra frente a la plaza Manuel Tolsá, en la calle de Tacuba #8
entre las calles de Xicotencatl y Marconi al poniente, la fachada posterior mira hacia la Calle de
Donceles. El edificio ocupa totalmente la superficie del predio 5 026 m2 con 87 metros de frente
por 58 de profundidad, tiene una altura de 26 metros.

Su estructura es semejante a la del palacio postal, la estructura es metálica, de acero, compuesta


por viguetas de alma llena y otras de celosía unidas por remaches, sobre un gran emparrillado de
perfiles de acero ahogado luego en cemento é igual que la casa de correos, sus entrepisos son de
vigueta y bovedilla. El revestimiento exterior de las cuatro fachadas del Palacio y de sus exteriores
así como los elementos decorativos, se hizo con cantera de color gris de los bancos de San Martín
Xaltocan Estado de Tlaxcala, la herrería en bronce ornamental fue fabricado por la fonderia de
Pignone en Florencia Italia.

Secretaría de Comunicaciones y Obras Publicas.


La construcción duro de 1902 a 1911 lo cual impidió que el Presidente Porfirio Díaz lo ignaurara, en
su diseño se utilizan
recursos Renacentistas y Neoclásicos.*

Edificio de Correos.
El 17 de febrero de 1907 la Ciudad de México esperaba con gran interés un magno acontecimiento:
la inauguración del edificio más soberbio que hasta entonces había levantado el régimen porfirista.
En la antigua Calle de Santa Isabel, esquina con San Andrés abría sus puertas el Correo Central o
Palacio Postal ante el cuerpo diplomático y el gabinete, el presidente Díaz se dirigió a uno de los
buzones del interior y deposito en ellos unas tarjetas ejecutadas por el artista Leonardo Izaguirre,
con ello la nueva instalación comenzó a funcionar, continuando así la tradición de un servicio que
existía en México desde la época prehispánica.

En este lugar existía un edificio se la época virreinal conocido como el hospital de terceros, que
para esas fechas se había convertido en el Hotel de Ferrocarrileros, ahí se empezó a proyectar en
1898 la construcción de la sede central de correos. Él entonces ministro de obras publicas, por
instrucciones expresas del General Porfirio Díaz, no escatimar esfuerzos y gastos, el arquitecto
encargado del proyecto fue el italiano Adamo Boari, mientras que los cálculos y la concepción
fueron obras del mexicano Gonzáles Garita.

El edificio está desplantado sobre una cimentación tipo Chicago tan en boga en esos momentos fue
ejecutada en México por Milliken BROS, de Nueva York.

Adamo Boari concibió el proyecto del Palacio Postal dentro de las líneas de un Palacio europeo que
bien pudo haber estado en cualquiera de las grandes capitales de la época. A pesar de sus
dimensiones y el predominio del macizo sobre el vano, el edificio no da ninguna sensación de
pesantez.

El remate general de todo el volumen a base de cresteria ligerísima compone magistralmente el


conjunto. Si estilísticamente hablamos la solución es totalmente Sui generis, la definición final de su
estilo es ecléctico, tiene formas isabelinas con remates e impostas del gótico y plateresco español,
con logias venecianas, con trazos ondulantes del Art Nouveau como las del Palacio de Monterrey en
Salamanca, con gráciles ventanas gemidas y arquillos conopiales.

Edificio de Correos.
Contiene elementos del Gótico Isabelino, Plateresco español y Neogótico en algunos detalles.*

Iglesia de San Felipe de Jesús.


Este sitio lo ocupaba originalmente la capilla de Nuestra Señora de Aranzazu, del convento de San
Francisco. Este templo se inauguró en 1897 y se construyó por iniciativa del sacerdote Antonio
Plancarte y Labastida en desagravio a Dios, por las faltas cometidas contra templos y conventos al
aplicar las Leyes de Reforma.

La obra la dirigió el Arquitecto Emilio Dondé. Su fachada es estilo neorrománico, de piedra de


chiluca y consta de tres accesos frontales y dos laterales. El altar mayor en mármol rojo y blanco,
alojado un nicho de mosaico azul, en la parte superior se encuentra una pintura de grandes
dimensiones del santo mexicano Felipe de Jesús. Sus vitrales emplomados con los símbolos que
identifican a los evangelistas: el águila a San Juan; el león a San Marcos; el ángel a San Mateo y el
toro a San Lucas. En uno de los altares laterales se puede observar la escultura del promotor de la
construcción del templo, Don Antonio Plancarte y Labastida, obra del escultor Ponzaneli.

Se encuentra ubicada en la Avenida Francisco I. Madero No 11 y fue inaugurada el 3 de febrero de


1897.

La iglesia tiene planta de tres naves, la central para la estadía de los fieles y las dos laterales como
deambulatorios, su carácter ecléctico se da al estudiar su fachada que es de tipo Neorrománico con
algunos elementos góticos.

[pic]

Iglesia de San Felipe de Jesús.


Obra del Arq. Emilio Dondé ubicada en la Avenida Francisco I Madero No 11, fachada de estilo
Neorrománico con detalles Neogóticos.*

Cámara de Diputados.
Obra del arquitecto Mauricio Campos, se encuentra Ubicado en la Calle de Donceles, se proyecto al
existir una necesidad de tener un edificio digno de sus representantes, que anteriormente habían
tenido albergue en un local adoptado en el Palacio Nacional y en el Teatro Iturbide, que destruyo un
incendio.

[pic]

Cámara de Diputados.
En este edificio se mezclan elementos Neoclásicos, Clásicos y del Barroco frances.

Templo del Buen Tono.

[pic]

Iglesia del Buen Tono.


Obra del ingeniero Miguel Ángel de Quevedo, ubicada en la calle de Buen tono y Ayuntamiento, en
esta obra se reflejan elementos del Neobarroco y del Neorrománico.*

Autor:

Julio César Pérez Guzmán

[pic]
|Presentación |Índice general |

LA CRISIS DE MÉXICO EN EL SIGLO XIX

JAIME RODRÍGUEZ
[pic]

México colonial era un vasto territorio caracterizado por un gobierno estable e idóneo, una
economía rica y bien distribuida y una sociedad multirracial que disfrutaba de considerable
movilidad social. Empero, a mediados del siglo XIX, la República Mexicana no sólo había perdido
más de la mitad de su territorio, sino que sufría también de extrema inestabilidad política, de
severa depresión económica y de conflictos tanto raciales como sociales.
Este trabajo examinará la decadencia de México teniendo como punto de partida el bienestar
colonial, para terminar con el desastre republicano. Puesto que muchos historiadores erradamente
consideran aún la época colonial como un periodo atrasado, feudal y explotador, comenzaré mi
presentación comparando la Nueva España de 1800 con el México de alrededor de 1850.

El virreinato de Nueva España representaba la estructura política más imponente del hemisferio
occidental a fines del siglo XVIII. Su territorio incluía el México actual, América Central, las Filipinas,
Cuba, Puerto Rico, Florida, las regiones costeras de Alabama y Mississippi, todas las tierras al oeste
de este río, así como también pretensiones en Canadá occidental y Alaska. El corazón del
virreinato, sin embargo, lo constituía una región aproximadamente del tamaño del México actual.
Esta área, que será el tema de este trabajo, era la parte más poblada y rica del virreinato.

Las instituciones de Nueva España satisfacían las necesidades locales en forma adecuada. En
efecto, una de las características más notables del gobierno colonial era su legitimidad, derivada de
la confianza que generaba en todas las clases y razas. Los mexicanos de la época colonial se valían
generalmente de los procedimientos legales y administrativos para obtener beneficios del gobierno.
Aun los indios confiaban lo suficiente en el sistema legal como para buscar justicia en las Cortes,
donde frecuentemente ganaban sus casos ya que los tribunales generalmente reconocían la validez
de las costumbres y las leyes nativas. De esta manera, había un acuerdo general en Nueva. España
que hacía que el gobierno real, al nivel local como el imperial, sirviera al interés público. Este
consenso no significaba que todas las disputas eran resueltas en forma pacífica, ya que la violencia
irrumpía ocasionalmente. Pero tales erupciones eran poco frecuentes y buscaban sólo remediar
ciertas injusticias específicas que en ningún caso pretendían desafiar el orden político, social y
económico de la colonia. Este éxito se debía, en gran medida, al hecho de que el gobierno de
Nueva España era aconsejado por su elite local, lo que hacía que los mexicanos de la colonia
solucionaran generalmente los problemas de su país en forma moderada, racional y práctica.

La gran riqueza de la colonia contribuyó a la estabilidad gubernamental y al dinamismo de la


sociedad mexicana. Nueva España, proveía dos tercios de los ingresos del imperio español. En 1799
éstos alcanzaban 20 millones de pesos, de los cuales 10 millones se gastaban en la administración
y la defensa local, cuatro millones subvencionaban otras áreas del virreinato en América Central y
del Norte, el Caribe y las Filipinas, y seis millones se remitían a la Real Hacienda en Madrid. Los
ingresos aumentaron en la década siguiente promediando 24 millones de pesos al año. En 1806,
cuando demanda insólitas fueron impuestas a las colonias de España, México procuró 39 millones
de pesos, enviando 19 millones a España para ayudar a financiar las guerras en Europa.[ 1 ]

La economía de Nueva España era fuerte, se encontraba bien distribuida, y en su mayor parte
funcionaba en forma independiente de la madre patria. Aunque los metales preciosos
representaban el 84% de todas las exportaciones, la colonia no llegó a ser una simple
monoproductora, como algunos defensores de la teoría de la dependencia han sugerido. A pesar de
su carácter predominante y dinámico, la minería sólo constituía un segmento menor de la economía
colonial En 1800, la minería contribuyó con 27.95 millones de pesos, o el 13% de la producción
anual de México, mientras que la industria manufacturera computó 55 millones, o el 25%; la
agricultura 138.63 millones, o el 62%. El extenso y variado mercado interno de México consumía el
86% de toda la producción nacional como lo demuestra la tabla I.

Tabla I
Tasas del producto nacional bruto de Nueva España hacia 1800
|Consumo doméstico |Exportaciones |Total
|
|Sector |Cantidad |% |Cantidad |% |Cantidad |
62.0% |
|Agricultura |133 782 625 |70.5 |4 844 685 |15.1 |138 627 310
|25.0 |
|Industria |54 744 047 |29.0 |257 264 |0.8 |55 001 311 |
13.0 |
|Minería |924 259 |0.5 |27 026 741 |84.1 |27 951 000 |
13.0 |
|Total |189 450 931 |100.0 |32 128 690 |100.0 |221 579 621
|100.0 |
|% de la economía |86% | |14% | |100% |
|

FUENTE: Cálculos a partir de las cifras de José María Quirós, Memoria de Estatuto, Veracruz, 1817.
Los errores en las cifras publicadas originalmente por Quirós han sido corregidas por Doris M. Ladd,
en The Mexican nobility at Independence, Austin, 1976, p. 26.
Las minas de plata, sin embargo, servían como motores del crecimiento económico, fomentando la
expansión de la agricultura, el comercio y la industria. México fue el abastecedor de plata más
importante del mundo a través de todo el periodo colonial. Durante los años 1780-1810, Nueva
España produjo un promedio de veinticuatro millones de pesos de plata al año.[ 2 ]

Aunque no hay cifras precisas disponibles, se puede calcular la producción de la plata a través de
la acuñación, la cual representaba más del 95% de la explotación de este metal en México.

Tabla II
Acuñación de la plata en México: 1776-1825
|Año |Millones |Año |Millones |
| |de pesos | |de pesos |
|1796 |a |24.4 |1811 |c, e |10.1 |
|1797 |a |24.1 |1812 |c, e |7.7 |
|1798 |a |23.0 |1813 |c, e |9.8 |
|1799 |a |21.1 |1814 |d, e |10.1 |
|1800 |a |17.9 |1815 |d, e |8.3 |
|1801 |a |16.0 |1816 |c, e |9.6 |
|1802 |a |18.0 |1817 |c, e |9.1 |
|1803 |a |22.5 |1818 |d, e |12.6 |
|1804 |a |26.1 |1819 |c |12.8 |
|1805 |a |25.8 |1820 |c |10.8 |
|1806 |a |23.4 |1821 |d, e |7.6 |
|1807 |a |20.7 |1822 |d |10.4 |
|1808 |a |20.5 |1823 |d |10.8 |
|1809 |a |24.7 |1824 |d |9.0 |
|1810 |b |18.0 |1825 |d |8.3 |

|a Casa de moneda de México. b Casas de moneda de México y Zacatecas. c Casas |


|de moneda de México, Zacatecas y Durango. d Casas de moneda de México, |
|Zacatecas, Durango y Guadalajara. e Durante los años de la guerra, las casas |
|de moneda de Guadalajara y Durango no hicieron sus informes anuales. |
|Enviaban, en cambio, cuentas periódicas que fluctuaban entre 6 y 45 meses al |
|gobierno. Puesto que es imposible desagregar esos números, calculé promedios |
|anuales, los que multiplicados por 12, dan como resultado las cifras anuales.|
|Aunque esta aproximación presenta un margen de error, las cifras en la tabla |
|son estimaciones válidas de acuñación de la plata durante ese periodo. |
| |
|FUENTE: Calculado a partir de los informes anuales de las casas de moneda de |
|la ciudad de México, Guadalajara, Durango y Zacatecas, que son reproducidas |
|por Henry G. Ward, Mexico in 1827, 2a. ed., 2 v., Londres, 1829, v. I, p. |
|386-391. |

La minería requería inversiones en gran escala. El costo de la mano de obra, maquinaria y


abastecimientos necesarios para las operaciones más grandes era enorme. En la década de 1780,
por ejemplo, Antonio de Obregón pidió un préstamo a comerciantes locales para volver a trabajar
los viejos depósitos mineros del siglo XVI en Guanajuato. Después de gastar más de dos millones de
pesos para excavar algunos de los pozos mineros más hondos en el mundo, sus minas produjeron
plata valorada en 30.9 millones de pesos desde 1788 hasta 1809. Sólo en el año 1791 sus minas
produjeron tanta plata como la que producía todo el virreinato del Perú.[ 3 ] Cuando se considera la
magnitud de sumas invertidas en esta empresa, debemos recordar que en 1800 el ingreso per
cápita de Inglaterra, la nación más desarrollada del mundo, equivalía a 196 pesos al año.[ 4 ] El
impresionante logro de Obregón dependía enteramente de recursos locales. Al estudiar éste y otros
empresarios mexicanos del siglo XVIII, uno queda sorprendido por el alto nivel de formación de
capital, la innovación tecnológica, el espíritu empresarial y las habilidades administrativas que
poseían los mexicanos.

Una breve comparación con los Estados Unidos destaca la naturaleza de la economía de México
en 1800. El ingreso per cápita de Nueva España era aproximadamente de 116 pesos al año,
comparado con 165 pesos[ 5 ] de los Estados Unidos. El valor de las exportaciones de México y los
Estados Unidos era el mismo: alrededor de 20 millones de pesos. Ambos países eran
predominantemente agricultores pero México poseía un sector industrial mucho más grande
basado principalmente en la minería y la industria textil.

Otros aspectos de la vida en regiones vecinas proveen un contraste interesante. En 1800, Estados
Unidos poseía una población de 6 millones de personas, mientras que los habitantes de México
llegaban a los cuatro millones. Estados Unidos era esencialmente rural, mientras que México,
aunque también rural, poseía varias de las ciudades más grandes del continente. Los principales
centros urbanos de los Estados Unidos eran: Nueva York con 60 000 habitantes; Filadelfia con 41
000 habitantes, y Boston con 25 000, que no se comparaban con las principales ciudades de la
Nueva España : ciudad de México con 150 000 habitantes, Guanajuato con 60 000, Querétaro con
50 000, Puebla con 40 000 y Zacatecas con 30 000. El México colonial también se diferenciaba de
los Estados Unidos en su composición racial y en el alto grado de movilidad social que disfrutaban
sus habitantes. La mayor parte de la población de los Estados Unidos estaba constituida por
europeos, seguidos por negros e indios, los que formaban minorías significativas. Los blancos, sin
embargo, dominaban la estructura política y económica del país, limitando la movilidad social sólo
a los miembros de su raza. En cambio, el censo de México de 1793 indicaba que había
aproximadamente 8 000 europeos, es decir, personas nacidas en el Viejo Mundo; alrededor de 700
000 criollos, un grupo considerado blanco, pero que en realidad incluía una mayoría de personas de
ancestros mezclados que reclamaban el estado de blancos en virtud de su educación y riqueza;
cerca de 420 000 mestizos -individuos originados por la mezcla entre el indio y el español-, pero
que también incluían indígenas que habían adoptado la cultura europea y que pasaban por
mestizos; 360 000 mulatos; 6 000 negros y 2 300 000 indios.[ 6 ] El número de indígenas incluye
más de un millón que habían adoptado la cultura y los cuales podían en esencia, ser considerados
mestizos. Desafortunadamente para el historiador, el censo no enumeraba los asiáticos, lo que
hace imposible saber su número exacto. Tal vez 100 000 asiáticos emigraron a México durante el
periodo colonial. En 1800 tanto ellos como los numerosos africanos traídos a la colonia pasaron a
ser parte de la población racialmente mezclada. De esta manera México, a diferencia de su vecino
del norte, tenía una sociedad multirracial integrada a través del mestizaje.

Factores económicos más que raciales constituían las principales determinantes del status social
de México. Mientras que los mexicanos de la colonia consideraban el hecho de ser blancos como
una característica positiva, los archivos de Nueva España proveen numerosos ejemplos de gente de
color que ascendía en la escala social adquiriendo el status de elite a través del dinero y asumiendo
el papel de blancos. Más aún, en el siglo XVIII eran tantos los que postulaban al status de blanco,
que, en recompensa por una suma de dinero, su majestad concedió a sus súbditos americanos un
certificado de blancura (la Cédula de Gracias al Sacar). Pero en Nueva España era mejor ser rico
que blanco; los mestizos y mulatos ricos a menudo empleaban inmigrantes blancos pobres venidos
de España como sirvientes.[ 7 ]

El siglo XVIII en México puede describirse como una sociedad rica y capitalista, cuya economía se
caracterizaba por la propiedad privada de los medios de producción, por empresarios interesados
en las utilidades, una fuerza de trabajo libre y asalariada y por el intercambio de capital, mano de
obra, bienes y servicios en un mercado libre. Aunque existían algunas limitaciones en la movilidad
de esos factores económicos, mis investigaciones recientes indican que estas restricciones no
constituían mayores obstáculos que aquéllos existentes en el siglo XVIII en Inglaterra o los Estados
Unidos.

El contraste entre la Nueva España y el México republicano fue enorme. Las guerras de la
Independencia y el caos que siguió, arruinaron la economía de la nación y destruyeron la
legitimidad de sus instituciones. Entre 1821 y 1850, sólo un presidente, Guadalupe Victoria (1824-
1828), completó su periodo de gobierno. Su éxito se atribuye más que nada a dos grandes
préstamos extranjeros negociados en 1824 y 1825, los que dieron respaldo financiero a su
administración. Durante los siguientes veinte años, la República se rigió bajo tres constituciones,
veinte gobiernos y más de cien gabinetes. Como las administraciones siguientes dieron prueba de
su incapacidad para mantener el orden y proteger las vidas y la propiedad, el país se sumió en la
anarquía. El miedo y la incertidumbre se hicieron frecuentes. Ex soldados se volvieron bandidos
plagando los caminos, obstruyendo el comercio y atemorizando a los pueblos pequeños. Éstas y
otras manifestaciones de disolución social contribuyeron a la inestabilidad de México. La situación
empeoró cuando el conflicto político degeneró en una guerra civil en 1834. Grandes secciones del
país fueron destrozadas cuando federalistas y centralistas, liberales y conservadores lucharon por
el control político. Durante 1835-1845, los seccionistas establecieron las repúblicas de Yucatán,
Texas y Río Grande, pero sólo Texas logró consolidar su independencia. Las otras regiones, sin
embargo, mantuvieron su autonomía por la fuerza de las armas, aunque no la independencia del
gobierno nacional.[ 8 ]

La inestabilidad política del país hizo de México presa fácil para la agresión extranjera. La
república enfrentó las invasiones de España, en 1829; Francia, en 1838; Estados Unidos, en 1847, e
Inglaterra, España y Francia, en 1861. La desintegración de la nación impulsó a partidarios
extranjeros que defendían la superioridad racial -entre ellos Karl Marx- a pensar que "los enérgicos
yankees" podrían abatir y reemplazar a los "flojos" y "degenerados" mexicanos quienes eran
incapaces de progresar.[ 9 ] Alrededor de 1850, muchos mexicanos temían que su nación dejara de
existir; el país había perdido más de la mitad de su territorio y la regeneración nacional parecía
imposible de obtenerse.

Durante estos años, las rentas públicas disminuyeron de 39 millones de pesos en 1806, una de las
cifras más altas, a 5.4 millones en 1823. En las últimas dos décadas del periodo colonial las
entradas del gobierno habían tenido un promedio anual de 24 millones de pesos comparadas a los
12.2 millones de la primera década de la república. El promedio de las rentas públicas aumentaron
entre 1834- 1844 a 23 millones de pesos al año, pero no fue sino hasta la década de 1880 que las
recaudaciones sobrepasaron los últimos promedios coloniales.

Tabla III
Rentas públicas del gobierno, 1823-1850
|Año [1] |Ingreso [2] |
|1823 |5 409 722 |
|1824 |8 452 828 |
|1825 [a] |9 720 771 |
|1826 [b] |13 848 257 |
|1827 |14 192 132 |
|1828 |11 640 737 |
|1829 |12 815 009 |
|1830 |12 200 020 |
|1831 |17 256 882 |
|1832 |16 375 960 |
|1834 |19 798 464 |
|1836 |26 478 509 |
|1837 |18 477 979 |
|1838 |15 037 038 |
|1839 |27 518 577 |
|1840 |19 858 472 |
|1841 |21 273 477 |
|1842 |26 683 696 |
|1843 |29 323 423 |
|1844 |25 905 348 |
|1849 [c] |23 460 820 |
|1850 |16 765 762 |

|1 El año va de julio a junio, a menos que sea señalado. Por ejemplo, 1827 incluye ingresos para el
|
|periodo de julio de 1826 a junio de 1827. 2 Ingreso neto en pesos. a Enero-agosto de 1825. b
Septiembre |
|de 1825-junio de 1826. c Enero de 1848-junio de 1849. |
| |
|FUENTE: Estas cifras fueron calculadas a partir de la información provista en los informes del
Ministerio|
|de Hacienda del periodo 1823-1850. Memoria, México, Secretaría de Hacienda, 1823-1850.
|
La disminución en los ingresos del gobierno reflejaba la depresión económica del periodo posterior
a la independencia de México. La minería provee un ejemplo gráfico de esta crisis. La producción
minera bajó de un promedio anual de 25 millones de pesos a fines del periodo colonial, a la cifra
más baja de 6.5 millones de 1819, con un promedio de 11 millones al año en las cuatro décadas
siguientes. Esta dramática caída se debió a la disminución de la producción, no a la baja en el
precio de la plata. Entre 1801 y 1810, Nueva España extrajo 5.5 millones de kilogramos, mientras
que en el periodo 1821-1830 la producción de la plata de México había bajado a 2.6 millones de
kilogramos.[ 10 ]
Tabla IV
Producción de plata en México
|Años |Promedio quinquenal |
| |en millones de pesos |
|1825-1829 |9.2 |
|1830-1834 |11.3 |
|1835-1839 |11.5 |
|1840-1844 |12.4 |
|1845-1849 |15.6 |

|FUENTE: Calculado a partir de las cifras provistas por A. Soetbeer, |


|Edelmetallproduktion un werthverh ä lniss zwischen Gold und Silver, Gotha, |
|1874, p. 55; Miguel Lerdo de Tejada, Comercio exterior de México desde la |
|Conquista hasta hoy, 2a. ed., México, 1967. |

La producción de plata no igualó los promedios de producción de fines de la Colonia sino hasta la
década de 1880. Otros sectores experimentaron dislocamientos similares. Las exportaciones
bajaron de 20 millones de pesos en 1800 a 5 millones en 1825, y promediaren 9.5 millones durante
las tres décadas siguientes.[ 11 ]

Mientras México declinaba y se estancaba, los Estados Unidos y Europa Occidental


experimentaban un rápido aumento de la población y crecimiento económico. En 1800 Nueva
España, al igual que los Estados Unidos, poseía una economía dinámica en expansión, pero durante
los cincuenta años siguientes, México quedó dramáticamente atrás. Mientras que la República
Mexicana alcanzó sólo 8 millones de habitantes, la de Estados Unidos se expandió a 23 millones. El
ingreso per cápita de México descendió de 116 pesos a fines del periodo colonial, a 56 pesos el año
1845, mientras que el ingreso per cápita de los Estados Unidos se había más que duplicado. De
esta manera los mexicanos que habían ganado el 70% del ingreso per cápita de los Estados Unidos
en 1800, vieron reducido el suyo en 14% en 1845. Más significativo aún, la producción total de
México que había igualado el 51% del producto nacional bruto de los Estados Unidos en 1800,
declinó a sólo 8% en 1845.[ 12 ] En contraste con la economía capitalista, de mercado y libre
salario del siglo XVIII, el México de mediados del siglo XIX se caracterizó por poseer una economía
dual: un sector con economía de mercado siguió existiendo, pero sólo comprendía algunas áreas
como la ciudad de México y las pocas grandes ciudades provincianas que prevalecieron; la mayoría
del país, sin embargo, se dedicaba a una economía, de autosubsistencia.[ 13 ] Irónicamente México
poseía en 1850, el tipo de economía y sociedad que muchos creen hoy, erróneamente, era la
característica del México colonial.

El asombroso contraste que existe entre la prosperidad y el orden colonial, con la pobreza y el
desorden de la época de la república, no ofrece una explicación fácil. Esto es una paradoja que
puede entenderse si se toma en cuenta que Nueva España desarrolló una infraestructura costosa y
compleja, pero extremadamente frágil, en una tierra que es pobre y dura. México, un país con
recursos naturales limitados, cuenta con obstáculos naturales considerables para el desarrollo y la
integración nacional. Las variaciones climáticas que van de los extremos de calor sofocante en la
costa, al frío congelante de las montañas, constituyen una severa amenaza para la gente y los
cultivos. La tercera parte del norte de la nación es un desierto, mientras que selvas lluviosas cubren
grandes áreas del sur. El 50% de México padece de una perpetua escasez de agua y, solamente, el
13% del país disfruta de suficientes lluvias como para mantener los cultivos sin tener que recurrir a
sistemas de irrigación. Los suelos más ricos a menudo carecen de agua. La mayor parte del campo
debe soportar sequías intermitentes seguidas de lluvias torrenciales que más bien destruyen, en
vez de nutrir la tierra. Menos del 100% de la tierra de México es cultivable sin el uso extenso de
mejoramientos hechos por el hombre. Pero aun con tales mejoras el suelo cultivable sólo llega a un
15% del territorio de la nación, una área igual a la tierra cultivable en el estado de Kansas, Estados
Unidos.[ 14 ] Por lo tanto, México es pobre en el recurso más importante conocido por el hombre: la
tierra agrícola.

La topografía es el mayor obstáculo para el uso de los limitados recursos naturales de la nación.
Grandes cadenas de montañas dominan el paisaje. Profundos desfiladeros e inmensos cañones
hieren México, aislando algunas de sus tierras más productivas en los altos valles montañosos.
Puesto que el país no tiene ríos navegables, las comunicaciones y el transporte están limitados a
rutas terrestres, las cuales son caras comparadas con el transporte marítimo. En Méx

You might also like