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1991
2) No altera la naturaleza del citado contrato, la circunstancia de que las partes le hayan fijado
un plazo determinado, de manera que las renovaciones de dicho plazo, no lo transforman en
contrato de duración indefinida.
3) Efectos que produce el despido otorgado sin los requisitos exigidos por el artículo 60 de la
ley 19.070.
3) Efectos que produce el desahucio que contempla el artículo 10 de la ley 18.602, cuando no
se dan las condiciones que la misma norma establece.
Cabe señalar en primer término que la ley 18.602 fue derogada por el artículo 62 de la ley Nº
19.070, publicada en el Diario Oficial del día 1º de julio de 1991, que aprueba el Estatuto de
los Profesionales de la Educación, de manera tal que las consultas planteadas serán
absueltas a la luz de las disposiciones contenidas en esta ley.
1) En relación a la consulta signada con este número, cabe tener presente que la citada ley Nº
19.070, en su artículo 54, establece que los contratos de los profesionales de la educación
regidos por el Título IV deberán contener especialmente las estipulaciones que dicha norma
enumera, disponiendo en su letra d), lo siguiente:
" d) Duración del contrato, el que podrá ser de plazo fijo, de plazo " indefinido o de reemplazo.
" El contrato a plazo fijo tendrá una duración de un año laboral " docente, pudiendo
renovarse en conformidad a lo dispuesto en el " Código del Trabajo. El contrato de
reemplazo es aquel en virtud del " cual un docente presta servicios en un establecimiento para
suplir " transitoriamente a otro con contrato vigente que no puede desempeñar " su función,
cualquiera que sea la causa. Deberá establecerse en él, " el nombre del docente que se
reemplaza y la causa de su ausencia.
" El contrato de reemplazo durará por el período de ausencia del " profesional
reemplazado, salvo estipulación en contrario".
De la disposición legal antes transcrita se infiere que el legislador, al referirse a la duración del
contrato de trabajo de los docentes afectos al Título IV del citado cuerpo legal, esto es,
profesionales que se desempeñan en colegios particulares subvencionados, en aquellos
regidos por el decreto ley Nº 3166, de 1980, y en establecimientos particulares pagados, ha
distinguido entre contrato de plazo fijo, de plazo indefinido o de reemplazo.
De la misma norma, en relación con el artículo 3º del Estatuto, aparece que el legislador sólo
reglamentó el contrato de reemplazo y el de plazo fijo respecto de los profesionales de la
educación que laboran en colegios particulares subvencionados y en aquellos regidos por el
decreto ley Nº 3166, de 1980.
Precisado lo anterior, cabe señalar, al tenor del citado precepto, que el contrato de reemplazo
que regula la ley 19.070, tiene por objeto suplir la ausencia transitoria de un docente con
relación laboral vigente que esté impedido, por cualquier causa, de desempeñar sus
funciones, disponiendo que su duración, salvo acuerdo en contrario, será aquella que
comprende el período de ausencia del titular.
De esta suerte, resulta posible concluir que el contrato de reemplazo regido por la ley Nº
19.070 no tiene aplicación general en el orden laboral, lo cual no obsta a que en actividades
diversas de las regidas por dicha ley pueda celebrarse un contrato de trabajo cuyo objetivo
sea el reemplazo transitorio de un trabajador, el cual quedará afecto a las normas comunes
del Código del Trabajo.
Lo anterior permite sostener que el contrato de reemplazo ha sido concebido por el legislador
como un contrato diverso del contrato de plazo fijo, de suerte tal que su especial naturaleza no
puede verse alterada por el hecho de que las partes, haciendo uso de la posibilidad que les
franquea la ley, convengan un plazo para su duración.
En esta forma, preciso es convenir que son absolutamente ajenas a este tipo de contrato las
normas sobre prórroga o renovación de los contratos de plazo fijo contenidas en el Código del
Trabajo, máxime si se considera que la remisión que el artículo 54 hace a ellas está referida
exclusivamente a estos últimos contratos.
De consiguiente, resulta posible afirmar que la fijación de un plazo no altera la naturaleza del
contrato de reemplazo, de manera tal que la renovación o la prórroga de éste no determina la
transformación del mismo en indefinido.
3) Respecto de la consulta referida a los efectos que produce el desahucio que contempla
actualmente el artículo 60 de la ley Nº 19.070, cuando no se den las condiciones que la
misma norma establece, cabe manifestar lo siguiente:
" Si el empleador pusiere término al contrato de trabajo de un " profesor por cualquiera de
las causales señaladas en el artículo 3º " de la ley Nº 19.010, deberá pagarle además de la
indemnización por " años de servicios a que se refiere el artículo 5º de esa misma ley, " otra
adicional equivalente al total de las remuneraciones que habría " tenido derecho a percibir si
dicho contrato hubiere durado hasta el " término del año laboral en curso.
" Esta indemnización adicional será incompatible con el derecho " establecido en el
artículo 74 del Código del Trabajo.
" El empleador podrá poner término al contrato por la causal señalada " en el inciso primero,
sin incurrir en la obligación precedente, " siempre que la terminación de los servicios se
haga efectiva el día " anterior al primero del mes en que se inician las clases en el años "
escolar siguiente y el aviso de tal desahucio haya sido otorgado con " no menos de sesenta
días de anticipación a esta misma fecha. De no " ser así, tal desahucio no producirá efecto
alguno y el contrato " continuará vigente".
A su vez, el mismo inciso en análisis contempla un efecto especial para el caso en que el
empleador que ha pretendido liberarse de la indemnización especial no cumpla con las
condiciones previstas para ello, señalando que en tal evento el despido "no producirá efecto
alguno y el contrato continuará vigente".
Ahora bien, el efecto indicado precedentemente puede ocurrir cuando el aviso se dé con
menos de 60 días de anticipación para que el contrato termine el día anterior al primero del
mes en que se inician las clases en el siguiente año escolar, vale decir, 28 de febrero, o que,
dándose el aviso con 60 días de anticipación, el término de los servicios se haga efectivo
durante el período de los 60 días anteriores al inicio de las clases, vale decir, durante los
meses de enero y febrero.
Lo anterior permite afirmar que no existe incompatibilidad entre la subsistencia del contrato y
la indemnización adicional puesto que, como se ha visto, dicha subsistencia no se encuentra
directamente vinculada al pago de la indemnización sino que, por el contrario, a la
inobservancia de las formalidades exigidas para exonerarse del pago de dicha indemnización.
2) Que el empleador avise la terminación del contrato con 60 días de anticipación al primero
del mes en que se inician las clases en el año escolar siguiente y que esta terminación se
haga efectiva el día anterior a la fecha señalada, evento en el cual, la extinción de la relación
laboral se producirá sin derecho a indemnización adicional.