You are on page 1of 4

Arnoldo Coy V.

Sección D-03
Noticia Inédita

La Ciudad de Dios
Un sueño hecho realidad

El sector marabino Jorge Hernández siempre fue, ante los ojos del padre
Gustavo Ocando Yamarte, la Ciudad de Dios. Un sueño que para hacerse realidad se
tomó muchos años de labor social por parte de este sacerdote.
El padre Ocando, conocido por su labor en el instituto Niños Cantores del Zulia
y la universidad Cecilio Acosta, durante mucho tiempo afirmaba que este barrio sería el
lugar perfecto para la realización de su gran proyecto social. Para llevar a cabo este
deseo realizó la construcción de muchas obras, entre las cuales se destacan: un hospital
(única aún no concluida), una iglesia, una escuela y lugares de recreación; con el único
propósito de beneficiar a esta comunidad y sus adyacencias.
Desde un terreno en completo abandono el padre Ocando colocaba una mesa con
un mantel de color blanco y una cruz detrás de él para dar la misa dominical a todas las
personas de este sector, culminando la celebración decía: “en este terreno se va a
construir una iglesia”. Así comenzó este proyecto, y luego de algunos años, en 1992 se
inauguró el templo San Tarcisio.

Una iglesia fuera de lo común

Desde el momento de su apertura, el templo San Tarcisio llamó la atención de


todos sus visitantes. Su extraña figura en forma de cono, sus coloridos y sus grandes
pinturas vitrales, entre otras cosas; hacían pensar a todos sus visitantes que era: “una
iglesia para ricos”, y algunos al ver el templo decían: “sólo se que es una iglesia por la
cruz que tiene arriba”.
De inmediato el padre Ocando fue reconocido por parte de la comunidad que no
terminaba de agradecerle a este sacerdote, y con mucho orgullo invitaban a toda la
región a visitar el templo.
Esto no era suficiente para el servicial y preocupado sacerdote, y de inmediato
comenzó la construcción del museo Ciudad de Dios, conjuntamente con la de la plaza
que lleva el mismo nombre. Estos estaban ubicados del lado izquierdo de la iglesia. La
construcción de ambas obras se tomó un tiempo de dos años. De esta manera en abril de
1994, el museo Ciudad de Dios es abierto al público en general. Este, al igual que la
iglesia, no pasaba desapercibido llamando la atención de todas las personas. El tipo de
diseño o estructura que poseía eran muy extraños para todas las personas que lo veían,
tanto así que algunas personas entre risas decían: “parece una nave espacial”. Sus
exhibiciones también causaron comentarios de todo tipo, por ser de tipo religiosas, pero
para muchos, no se han visto ni siquiera en la Biblia.
La plaza Ciudad de Dios, ubicada entre el templo San Tarcisio y el museo, se
convirtió de inmediato en un centro de recreación frecuentemente visitado, en su
mayoría por niños, con el propósito de pasar un rato agradable.

La Ciudad de Dios brilló con luz propia

En 1995 el padre Ocando llevó a cabo una importante donación a esta


comunidad. Este donativo consistió en entregar, casa por casa, luces y accesorios
navideños que servirían para adornar las calles del sector. Y además de eso realizó la
exhibición de uno de los pesebres más grandes y reales del mundo. Con todo esto este
sector se convirtió en un lugar muy visitado en la época decembrina durante cuatro años
consecutivos. Pero estas exhibiciones se vieron interrumpidas por problemas del
sacerdote con la iglesia y falta de cuidado por parte de la comunidad.

De parque a hospital

Paralelamente a estos hechos, en 1993, con el cierre de un parque o ciudad


mecánica, se inicia la construcción del hospital Madre María Rafols, en la
circunvalación número dos, específicamente en el sector San Miguel, con el propósito
de beneficiar a más de 30mil personas de las comunidades aledañas. Este sería el cierre
del gran proyecto social desarrollado por el sacerdote.
La construcción de la obra se inició con un presupuesto inicial cerca de 1200
millones de bolívares, que, para ese entonces sería el treinta por ciento del presupuesto
total. De inmediato el desarrollo de la obra se convirtió en fuente de empleos para los
habitantes del sector Jorge Hernández.
Pero la construcción del centro hospitalario fue lenta debido a la falta de
presupuesto. Además de esto Ocando Yamarte fue expulsado del desarrollo de la misma
y como consecuencia de esto se paralizó la obra en más de una oportunidad.

Para el momento de su apertura este será uno de los centros de atención médica
más modernos de toda Latinoamérica, contando con los equipos más sofisticados y un
personal de alta capacidad y sería el cierre con broche de oro para Ocando Yamarte.
Pero con todo y esto se prevé que para finales de este año finalmente abra sus puertas,
ofreciendo más de veinticinco especialidades, y contando con un régimen semi-privado
como lo han definido sus autoridades.

Otras obras

En el proyecto del sacerdote, también figuran otras obras, como la Unidad


Educativa Niños Cantores del Zulia “Ciudad de Dios”, ubicada en el sector jorge
Hernández al lado del museo que lleva el mismo nombre. Esta escuela abrió sus puertas
en el año 2000 luego de varios años de espera, atendiendo cerca de doscientos alumnos
para el momento de su apertura. Esta cifra ha ido ascendiendo con el pasar de los años,
debido a la modificación y ampliación que se le ha realizado a su estructura.
Actualmente brinda estudios de Pre-escolar junto con las tres etapas de la educación
básica y media diversificada, contando así con una matrícula estudiantil de 423
alumnos.

Debido al lento proceso de construcción del hospital Madre Rafols, para


solventar un poco el problema, Ocando Yamartde, decide abrir un policlínico que
sirviera de apoyo y solución provisional a larga del problema. Este policlínico funciona
en el sótano del museo y tambien lleva por nombre Ciudad de Dios.

No todo es color de rosa

A pesar del trabajo desempeñado por un gran número de personas a lo largo de


la construcción de estas obras, no todo salió como se esperaba. A raíz de problemas de
infraestructura y previsiones que no se tomaron como era debido, el museo Ciudad de
Dios cerró sus puertas.
La medida fue tomada por autoridades municipales y bomberiles, que a través de
un comunicado ordenaron el cierre del mismo, luego de detectar un deslizamiento de
tierras y hundimiento del terreno en el que se construyó la obra, causas que atribuyeron
al exceso de peso y mal relleno del terreno antes de su construcción. Así mismo
indicaron que la plaza se encontraba en las mismas condiciones, también por
hundimiento de tierras a causa de las lluvias.

You might also like