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Ancdotas de Juan Prez PARTE II Luego me retir en busca del aparcamiento de taxis que se dicen seguros en la ciudad de Mxico

o e hice cola para tomar uno. Al llegar mi turno me preguntaron mi destino y no supe contestar. Era necesario elegir un destino ya que se requera del pago previo del servicio en la caseta de cobros. Al no tener destino predeterminado no sabran calcular la tarifa. Me hice a un lado de la fila para pensar en lo que hara. Claramente necesitaba un mapa de la ciudad. Al levantar la vista me percat que me observaba el joven que minutos antes me haba extendido mi equipaje esbozando la misma sonrisa caritativa. Se me acerc: No tienes idea hacia dnde te diriges, no es cierto? La verdad es que no respond. Vente conmigo, yo te puedo ayudar. Te puedo llevar a una zona segura y alegre donde conozco un hostal que cobra barato y es atendido por gente buena. Adems, podramos compartir el precio del taxi, te parece? l pag la totalidad de la tarifa. Me rehus porque habamos pactado pagar la mitad cada uno pero l insisti aludiendo que ese tipo de gastos eran retribuidos por la empresa a la que trabajaba presentando el recibo que exigi en la caseta. Nos subimos al taxi en direccin al centro histrico. Al llegar al zcalo el joven lo detuvo y nos bajamos. Caminamos hacia la Calle Guatemala, a un costado de la Catedral. Qu extrao, pens, es justo el nombre de mi pas, desde el que haca algunas horas haba llegado. Al encontrar el hostal justamente en esa calle, mi nuevo amigo se qued en la puerta y me dijo:

Este es el lugar. Aqu te tratarn bien. Cmo puedo pagarte lo que has hecho por m?, en verdad quisiera pagrtelo de algn modo pero no s cmo. No te preocupes por eso.

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