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2005, Vol.14, Nº 1, 107-120 ISSN 0717-0297

De la Célula a la Mente

From Cell to Mind

Agustín Ibáñez
Pontificia Universidad Católica de Chile

En el presente texto se realiza un análisis crítico de la postura de Francisco Varela. El argumento principal afirma que
la autopoiesis se mantiene (en un nivel epistemológico) a lo largo de su obra, generando una gran cantidad de contradic-
ciones conceptuales y superposiciones de niveles lógicos. Se destaca en este sentido la inadecuación del uso combinado
de la teoría de los sistemas complejos con el enfoque autopoiético y el paradigma de la identidad emergente. Dicha
combinación favorece el desarrollo de pseudoexplicaciones en el ámbito de la cognición. Ello conduce a una reconsideración
de la amplitud y alcance del paradigma de la identidad emergente y la enacción a la luz del análisis crítico.

Palabras Clave: autopoiesis, sistemas complejos, corporeización radical, emergencia, enacción.

In the present text, a critical analysis of the position of Francisco Varela is made, with respect to diverse texts of his
theoretical development. The main argument affirms that the autopoiesis stays (in an epistemologic level) throughout
his work, generating a great amount of conceptual contradictions and superpositions of logical levels. The unsuitability
of the combined use of the theory of complex systems with the autopoietic approach and the paradigm of emergent
identity stands out in this sense, on the basis of the pseudoexplanations that produces. It leads to a reorientation of
the amplitude and reaches of the paradigm of emergent identity and the enaction to the light of critical analysis.

Keywords: autopoiesis, complex systems, radical embodiment, emergence, enaction.

Scientist: “Complexity is what you don’t Luego se revisará la perspectiva de la enacción, con
understand.” especial énfasis en la continuidad de la noción de
Colleagues reply: “You don’t understand autopoiesis. Después de desarrollar este punto, se
complexity.” procederá a analizar la vinculación del modelo del
-John Casti embodiment con la teoría de los sistemas complejos
y el paradigma de la identidad emergente. Mediante
Las ciencias de la complejidad han inaugurado este análisis metateórico se pretende evidenciar la
una nueva etapa en múltiples disciplinas científicas. contradicción entre la noción de autopoiesis y otros
La excesiva amplitud de su campo de aplicación ha conceptos de las teorías de la complejidad.
traído, sin embargo, nuevas dificultades. La super- Si bien Varela diferencia su postura de cualquier
posición de niveles lógicos, la extrapolación de con- constructivismo radical (en su planteo enactivo) ar-
ceptos sin ningún criterio de modificación y el uso gumentaré que la continuidad del análisis crítico em-
ambiguo y contradictorio de términos conceptuales prendido por Cornejo (2001) respecto a Maturana, al
son un ejemplo de ello. menos en algunos aspectos es aplicable a Varela, en
Precisamente son estas dificultades las que, base a la persistencia del concepto de autopoiesis a
como se argumentará, están presentes en los desa- nivel epistemológico. En este sentido se evaluará la
rrollos teóricos de la embodied cognition de Fran- constitución del sujeto psicológico en la construc-
cisco Varela. Para validar esta afirmación, se desa- ción del conocimiento1, el uso incorrecto de la no-
rrollará un recuento breve de la trayectoria del pen-
samiento del autor desde la noción de autopoiesis y Pareciera que Varela se inscribe dentro de esta concep-
su alejamiento progresivo del planteo de Maturana.
1

ción, si se tienen en cuenta frases como la siguiente: “...el


conocer precede a la comprensión del conocer visto como
Agustín Mariano Ibáñez Barassi. Escuela de Psicología. La mecanismo biológico y neuronal. Que la experiencia vivi-
correspondencia relativa a este artículo deberá ser dirigida al da es la base misma de la exploración científica de la
autor al Programa de Doctorado en Psicología, Oficina 7, conciencia” (Varela 2000a, contratapa). Sin embargo, esta
Escuela de Psicología, Pontificia Universidad Católica de Chi- postura choca frontalmente con otras afirmaciones acer-
le, Vicuña Makenna 4860, Macul. Santiago, Chile. E-mail: ca del conocimiento (véase la sección Embodiment, ¿El
amibanez@puc.cl conocimiento encarnado?).
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ción de fenomenología y el empleo de afirmaciones abiertos al flujo material y energético, mediante pro-
del ámbito biológico para fundamentar sentencias cesos regenerativos.
del nivel epistemológico (confróntese: Cornejo, 2001, Para Varela (2000a, p. 30):
p. 91). …una célula se caracteriza, en primer lugar, por
En una revisión crítica de estas etapas, argu- una barrera o membrana semipermeable que es-
mentaré que la noción de autopoiesis, si bien es tablece un límite de difusión y permeabilidad que
dejada de lado a nivel objetal por su mismo autor; discrimina entre su interior químico (o sí mismo)
sigue estando presente como opción epistemoló- y los medios libremente difusivos en el ambiente
gica en los planteos de la enacción y el radical externo (no-sí mismo). Pero –y este es el punto
embodiment en su aplicación extrapolada a otros clave– la red de reacciones es capaz de regene-
ámbitos ajenos a la biología, generando contradic- rar los componentes que están siendo transfor-
ciones internas y confusiones de niveles en el pro- mados, incluyendo aquellos que constituyen la
grama de investigación vareliano. Los planteos en barrera o membrana. [Las cursivas son mías].
términos de sistemas complejos y las concepcio- Puede afirmarse que un sistema autopoiético2 es
nes de cerebro-cuerpo y mundo (Brain-Body- una red cerrada de producciones de componentes
World, BBW en lo sucesivo) funcionarían como que en sus interacciones constituyen la misma red
cinturón protector de hipótesis que presentan con- de producciones (Maturana & Varela, 1980). En una
tradicciones con el núcleo duro de la perspectiva célula los fenómenos que se generan en su operar
epistemológica. como unidades autopoiéticas dependen de su orga-
nización y no del carácter físico de sus componen-
El Nacimiento de un Concepto tes (Maturana, 1979). Un sistema autopoiético reac-
ciona ante el ambiente en orden a mantener su orga-
El concepto de autopoiesis entra en escena cien- nización. Esta propiedad fue llamada clausura
tífica con un artículo publicado por Varela, Maturana organizacional y luego clausura operacional. Por esta
y Uribe en 1974. El enfoque fue evolutivamente refi- propiedad el sistema intercambia materia y energía
nado en aproximadamente siete años (Maturana & pero no información, y por ende el sistema no acep-
Varela, 1980; Varela, 1977, 1979). ta un mecanismo de control (tal como fue concebido
El contexto histórico de la autopoiesis se origina en la cibernética de primer orden). El sistema
en la década del setenta, respecto a esta época, autopoiético es autónomo y mantiene su propia iden-
Varela (2000a, pp. 429-431) afirma lo siguiente: tidad. En este sentido los sistemas autopoiéticos
Humberto había continuado su propio camino reconocen solo aquellas influencias ambientales que
de interrogación sobre lo inadecuado de la idea permiten el mantenimiento del sistema. Esas influen-
de información y representación para entender cias son llamadas perturbaciones, para distinguirlas
el sistema biológico (…). La pregunta que se cer- de los inputs de la cibernética tradicional. Las per-
nía entonces era ésta… si dejamos de lado por el turbaciones no afectan la organización (dado que:
momento la organización del sistema nervioso… a) la organización de un sistema es independiente
y centramos la pregunta sobre la autonomía de de las propiedades de sus componentes, y b) la or-
lo vivo en su forma celular, ¿qué podemos decir? ganización se separa del entorno), sino sólo la es-
Esta reflexión (...) sería un punto focal desde tructura, convirtiendo a la invarianza organizacional
donde arrancaría el desarrollo de la noción de en una hipótesis radical.
autopoiesis. [Los corchetes son míos].
Con esta afirmación queda claramente estableci- Refinando el concepto, toda organización autopoiética
2

do el contexto en el que surge el concepto referido, debe poseer:


1. Borde semipermeable. El sistema se define por un lími-
a saber: deriva de un cuestionamiento eminentemente te o borde semipermeable constituido por componen-
biológico. tes moleculares que permite discriminar entre el inte-
rior y el exterior del sistema en relación con los com-
ponentes relevantes del sistema.
Características del Concepto 2. Red de reacciones. Los componentes de la barrera son
productos de una red de reacciones que opera al interior
Maturana y Varela (1984) definen a lo vivo como de la barrera.
autopoiesis (autos: sí mismo; poiesis: producir), pues 3. Interdependencia. La red de reacciones es regenerada
plantean que los seres vivos se constituyen y operan
por condiciones producidas por la existencia de la mis-
ma barrera, es decir, que 1 y 2 son interdependientes. Si
como sistemas cerrados de producciones moleculares, es así, el sistema es autopoiético (Varela, 2000a, p. 33).
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Como puede verse autopoiesis hace referencia a del concepto mas allá del área para la que fue
un dominio objetal, la constitución de la célula viva, pensado, es decir la caracterización de la organi-
pero rápidamente es extrapolada a otros niveles zación de los seres vivos...mi conclusión es que
objetales (organismos multicelulares e incluso fenó- una extensión a niveles superiores no es fructí-
menos sociales) y a nivel epistemológico (véase más fera y que debe ser dejada de lado.
adelante, secciones El nacimiento de un Concepto A partir del enfoque vareliano, la autopoiesis no
y Conclusiones). Es en esta doble naturaleza con- es un modelo óptimo para el estudio de otro tipo de
ceptual en donde radica la continuidad y la dificul- sistemas, ya sea, sociales, familiares, etc.
tad de la noción de autopoiesis. La extensión del Lo que Varela (2000a) rescata, es la noción de
núcleo duro de la teoría, esta presente no sólo en borde, identidad, cierre operacional y patrón-orga-
Maturana (a nivel objetal) sino también en Varela (a nización para la comprensión de sistemas mayores.
nivel epistemológico).
En la primera versión, es decir, la extrapolación Algunas Implicancias Teóricas
de autopoiesis a otras teorías objetales, como la te-
rapia familiar o la sociología, que se configura en De lo señalado anteriormente se desprende que:
forma de teorías auxiliares (Lakatos, 1970), es sor- 1. La autopoiesis es una propiedad autorreferente
prendente. Conceptos como cierre operacional, de- (ya que produce sus propios componentes). Ello
riva aleatoria, y autopoiesis son aplicados a domi- podría corresponder a un principio de autocau-
nios de conocimiento ajenos a la biología, tales como salidad, ya que el sistema autopoiético esta ce-
la neurociencia, las ciencias cognitivas, psicotera- rrado en sí mismo a nivel informacional. Si la au-
pia, y sociología (para una revisión amplia de aplica- tonomía y la autorreferencia es completa, no hay
ciones extrapoladas de estos conceptos a otros do- posibilidad de definir o modificar el sistema des-
minios de estudio, véase Chandler & Van de Vijver, de afuera, al menos a nivel de información.
2000). La repercusión a nivel metateórico en el senti- 2. Los sistemas cerrados son autónomos en sí mis-
do de Stegmüller (1976) en el dominio de teorías mos, y no experimentan cambios en su organiza-
objetales de otros ámbitos esta presente en la psico- ción, estos se observan solamente en su estruc-
logía, en particular la psicoterapia (terapia post ra- tura. En el caso de la autopoiesis la causa efi-
cionalista, terapia familiar sistémica, entre otras). La ciente es simplemente el hecho de que los pro-
noción de autopoiesis se ha extendido también ha- cesos de autoorganización han sido realizados
cia la cibernética de segundo orden (Ulrich & Probst, sin la necesidad de agentes externos (Mikulecky,
1984), sociología (Luhmann, 1984), ciencias políti- 1995).
cas (Jessop, 1990), leyes (Teubner, 1988, 1993), 3. A pesar de ello Varela afirma que toda organiza-
ecología (Zeleny, 1995, 1996) y ciencias de la organi- ción autopoiética es una estructura disipativa
zación (Kickert, 1993; Morgan, 1986; Zeleny, 1996). (Varela, 1997) y establece que los sistemas
Ahora bien, los programas de ambos autores, la autopoiéticos (cuya propiedad es la no apertura
biología del conocer en caso de Maturana y la teoría a la información) son “sistemas químicos
de la enacción en caso de Varela presentan, diferen- disipativos” (Varela 2000a, p. 575), olvidando rá-
cias destacables. El uso que Varela hace de la no- pidamente que todo sistema disipativo está abier-
ción de autopoiesis es diferente del uso que hace to a la información del medio. Por ejemplo, la re-
Maturana, ya que la perspectiva vareliana proscribe acción de Raylegh-Benárd se considera en un
hablar de autopoiesis en un nivel estrictamente sistema abierto disipativo. Si ponemos a calen-
objetal, más allá de la estructura celular. tar agua en una cacerola sobre una fuente de
Maturana enfatiza que lo que resalta de la no- calor (que induce inestabilidad por aumento de
ción de autopoiesis a nivel unicelular es su aplica- la temperatura) se observa a nivel molecular un
ción a unidades autopoiéticas de órdenes mayores, fenómeno muy interesante. El fluido se desplaza
y junto con ello, promueve en su programa de inves- entre dos polaridades térmicas en un movimien-
tigación la aplicación de la autopoiesis en la com- to coordinado (convection rolls), transportan-
prensión de evolución, reproducción, determinismo do la energía calórica en un movimiento auto-
estructural, adaptación y conservación (Maturana organizado de convección, resistiendo incluso
1979; Maturana & Mpodozis, 1990). perturbaciones externas. Este fenómeno ilustra
Por el contrario, Varela (2000a, p. 442) afirma: un proceso autoorganizativo, en el cual un siste-
…tengo un gran escepticismo sobre la extensión ma en inestabilidad produce un patrón ordena-
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do a partir de interacciones no lineales. Este pro- Continuidad de la Autopoiesis


ceso atrajo la atención de múltiples investigado-
res (hidrodinamicistas, especialistas en compu- En el presente texto se afirma que Varela mantie-
tación, físicos estadísticos, especialistas en plas- ne a nivel epistemológico las características de los
ma y por supuesto, termodinamicistas). El fenó- sistemas autopoiéticos, realizando una extrapolación
meno presentó la posibilidad de testear muchas desde el ámbito de la unidad celular mínima hasta
teorías de transiciones de fase, métodos de renor- afirmaciones acerca de la conciencia, la mente, o la
malización, turbulencia y termodinámica fuera de comunicación humana. Si el lector tiene duda de se-
equilibrio. El estudio de la reacción Raylegh- mejante afirmación, nada más esclarecedor que citar
Benárd implicó un gran esfuerzo interdisci- al mismo Varela (2000a), en una frase por demás elo-
plinario3 en la comprensión de un proceso auto- cuente: “…ligar la autopoiesis como una opción
organizativo que exhibía orden emergiendo de la epistemológica mas allá de la vida celular, al ope-
inestabilidad en un sistema no aislado de su rar del sistema nervioso y los fundamentos de la
medio próximo. En la reacción de Raylegh-Benárd comunicación humana, es claramente fructífero” (p.
la organización del flujo es similar a la organiza- 442). [Las cursivas son mías].
ción descrita en la autopoiesis, pero su existen- ¿Cómo puede establecerse el nexo entre la cerra-
cia no es rígida, en la membrana compuesta la dura operacional, el manejo de información interna,
estructura presenta características heterogéneas y el carácter estático de la identidad autopoiética
y cambiantes, por ello son estructuras disipativas con procesos intrínsecamente abiertos a la informa-
(Prigogine & Stengers, 1984) (véase también ción, la intersubjetividad psicogenética o la pragmá-
Miculecky, 1995). La existencia autopoiética per- tica comunicativa, por citar sólo algunos ejemplos?
manece invariable, la autorreferencia mantiene la Más aún, la noción de autopoiesis es enlazada
organización misma, a través del constante flujo directamente con la noción de emergencia y con el
físico-químico. ¿Acaso es compatible la dimen- paradigma de la identidad emergente (PIE) sin una
sión parminéica descrita arriba con la evolución explicitación del proceso de integración conceptual.
temporal y la irreversibilidad transformadora de El PIE, tal como lo sugiere Varela implica holismo
los sistemas disipativos? Se podría argumentar relacional, es decir se trata de sistemas que exhiben
que existen dinámicas relativamente estables en relaciones que no son reductibles a las característi-
sistemas disipativos. Esto es realmente así. Pero cas intrínsecas de sus componentes. Según Varela,
la noción de autopoiesis (a diferencia de la de el holismo relacional implicaría que las nociones de
estructura disipativa) supone que no puede ha- emergencia involucrarían una violación no sólo de
ber intercambio de información con el medio y la doctrina de la reducción microfísica, sino también
que la organización de un sistema autopoiético de la doctrina ontológica de que el todo superviene
es invariable frente a los cambios del medio. en las propiedades de las partes (Varela &
Ambos supuestos no son necesarios en el caso Thompsom, 2001). Si el PIE implica entonces holismo
de las estructuras disipativas. relacional, no se explica como la autonomía de la
Estos tres puntos son de suma importancia a fin unidad autopoiética depende exclusivamente de la
de comprender sus implicancias en las reformu- organización del sistema autopoiético y a su vez (¡pa-
laciones teóricas de la enacción, y el paradigma de la radójicamente!) exhibe holismo relacional. Es claro
identidad emergente. Es en este nivel en donde co- que exhibe holismo relacional al nivel de un sistema
mienzan a emerger las contradicciones conceptua- autoorganizado en sí mismo. Pero de acuerdo al PIE
les que se cristalizan en las últimas aportaciones de el holismo relacional debe constreñir a las unidades
Varela. Estos puntos no son inocuos, y se irán pro- menores, en tal caso su autonomía no dependería
fundizando a lo largo del texto. exclusivamente de su organización sino además del
ambiente, contradiciendo la definición misma de
3
A partir de 1973, se realizaron múltiples conferencias y autopoiesis. Es sintomático que Varela ejemplifique
simposios referidos a la reacción Raylegh-Benárd: propiedades del holismo relacional con los compor-
“Conference on instability and dissipative structure at tamientos colectivos de los parámetros de orden o
las variables colectivas de Haken (Varela &
Brussels” (Prigogine & Rice 1975); “Fluctuations,
Instabilities, and Phase Transitions” (Riste, 1975);
“Turbulence and the Navier-Stokes Equations” (Tenam, Thompsom, 2001, p. 421). Por definición los
1976); “Physical Hydrodynamics and Instabilities” parámetros de orden y las variables colectivas son
(Martinet, 1976) y “Dynamical Systems in Mathematical propiedades de sistemas abiertos a la información
Physics” (Keane, 1975).
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del ambiente (Haken, 1999). Se volverá a este aspec- nes externas del organismo en forma de una caja de
to en el apartado llamado ‘Embodiment, ¿El conoci- pandora que posee en potencia todas las posibilida-
miento encarnado?’. des de la conducta. Esta autonomía del SN es espe-
cificada más tarde:
La Enacción La caracterización de la clase de organización
pertinente es lo que comencé a llamar el princi-
Como se vió antes, la autopoiesis sigue estando pio de cierre operacional. La palabra cierre la uso
presente en el pensamiento de Varela, al afirmar que aquí en su sentido de operación al interior de un
la autopoiesis aparece jugando un rol metafórico, o espacio de transformaciones, como es habitual
más precisamente metonímico (Varela, 2000a, p. 441), en matemáticas, y no, por cierto, como sinónimo
pero insertada dentro del modelo de la enacción. de cerrazón o ausencia de interacción, lo que
Este enfoque, introducido por Varela et al. (1993), sería absurdo. Lo que interesa es caracterizar una
propone un modelo integrado al problema mente/ nueva forma de interacción mediada por la auto-
cuerpo, basado en una vía intermedia entre los ex- nomía del sistema”. (Varela, 2000a, p. 444)
tremos del objetivismo y el subjetivismo. Subyace a Se destaca la cualidad autorreferencial de las re-
este enfoque una crítica al representacionalismo des de interneuronas y de las superficies percepto-
cognitivo y en sí misma la enacción implica un con- motoras correlacionadas. En otras palabras, los sis-
junto de conceptos (cierre operacional del sistema temas vivientes son sistemas tales que todo lo que
nervioso, acoplamiento estructural) que se desarro- pasa en ellos surge determinado en su dinámica es-
llan más abajo. A continuación se describen sus ca- tructural, de modo que lo externo sólo produce cam-
racterísticas más importantes. bios estructurales previamente determinados en él.
Según el autor, el conocimiento acumulado por la
¿Parecidos de Familia? neurociencia cognitiva, al igual que la célula bio-
lógica para el caso de la organización de la vida,
Desde la perspectiva del año 1994, la autopoiesis da suficientes elementos para apoyar la concepción
no encarna sola una nueva visión del conocimiento, de un ser cognitivo en términos de cierre operacio-
sino que aparecen otros conceptos como el cierre nal del sistema nervioso (Maturana & Varela, 1980;
operacional, la deriva aleatoria, la metodología Varela, 1979; Varela, 2000b).
fenomenológica y la enacción (Varela, 2000a). Se- Para configurar un mundo significativo es sufi-
gún Varela se trata de un edificio de nuevas concep- ciente que se cumplan dos condiciones: que el sis-
ciones epistemológicas y de resultados empíricos. tema opere como un sistema autoorganizado y que
Para comprender este tópico, se recordarán los tenga una historia de acoplamiento estructural con
estudios de Maturana y Varela (1984) acerca de la su medio (Varela et al., 1993). De esta manera se pre-
percepción del color que opera en el sistema nervio- tende explicar como la clausura operacional permite
so como una red cerrada: la enacción de un mundo significativo.
El que experimentemos un determinado color de- A partir de este basamento, la noción de enacción
pende de una configuración específica de esta- se va diversificando y refinando, hasta convertirse
dos de actividad en nuestro sistema nervioso, la (según Varela) en un planteo radical y revoluciona-
que está determinada por la estructura de nuestro rio en ciencias cognitivas. Este pretende conciliar
sistema nervioso... el sistema nervioso opera como interpretaciones de Buddha, Husserl y Merleau
una red cerrada de relaciones y que, por lo tanto, Ponty con las neurociencias a fin de atrapar las rela-
opera en correlaciones internas y no captando ciones de la enacción; que permitirán entender las
dimensiones del mundo físico externo. (p. 8) distinciones entre lo interno y lo externo, el punto
Para Varela, el sistema nervioso (SN) emerge de vista de la primera persona y el punto de vista de
filogenéticamente como un tejido de células especí- la objetividad científica, coexistiendo juntos.
ficas, propias de un organismo que acopla las su- Es importante recalcar algunas propiedades de
perficies sensoriales con las superficies motoras. Así, la enacción:
a través de este acoplamiento con una red de 1. El sistema nervioso, en un sentido más sustan-
neuronas, las posibles correlaciones sensomotoras cial, es un circuito cerrado (Varela, 2000a, p. 381).
del organismo se amplían y a su vez, el dominio de la Toda percepción de sí mismo y del mundo es
conducta se diversifica (Varela, 2000a). inseparable de las características estructurales
Hasta este punto el SN representa las regulacio- de la red sensoriomotora en la cual surgen.
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2. El cierre operacional determina que cada cambio Freeman y muchos otros? Pero si debemos guiarnos
del sistema solo pueda conducir solamente a otro exclusivamente por los criterios de la enacción tal
cambio del sistema, aunque las perturbaciones como son desarrollados por Varela, los autores del
sean ambientales (Varela, 1984, 2000a). último anillo, se reducirían drásticamente5.
3. Historia y acoplamiento. Las capacidades cogni- Por el contrario, si se acepta que la enacción está
tivas están intrínsecamente unidas a una histo- representada por los autores ubicados en el círculo,
ria que es vivida, una historia de acoplamiento podríamos pensar que cualquiera de nosotros podría
estructural que escenifica (genera) un mundo (Va- ser un enactivista, dada la multiplicidad de perspecti-
rela, 2000a, p. 210). vas. Además Varela afirma que existe una secuencia
4. El cierre operacional del sistema nervioso pro- sucesiva, lo cual es sumamente dudoso. Resulta lla-
duce un modo específico de coherencia, la iden- mativo, ciertas ausencias, como Turing, Minsky, Von
tidad cognitiva (Varela, 2000a, p. 66). [Las cursi- Neumann, Winier, Jackendoff, Gibson, etc. (la lista
vas son mías]. podría ser enorme dado el modelo de categorización),
Como puede verse, el cierre operacional es un que sugieren que el cuadro no es demasiado preciso.
elemento clave para entender la enacción. Este ge- Finalmente debe hacerse una distinción: enacción
nera, mediante el acoplamiento estructural, un mun- no es idéntica a embodied mind, o embodiment, pero
do, y produce una identidad cognitiva. Esta fasci- es común observar su superpoción conceptual. La
nación por la clausura, lleva a Varela a hablar de la embodied cognition (Anderson, 2003; Clark, 1997;
“galaxia del cierre4”, que incluye a autores tan disí- Coates, 2002; Dourish, 2001; Haugeland, 1995; Prem,
miles como Prigogine (Prigogine & Stengers, 1984), 1996; Thelen et al., 2000; Wilson, 1994; entre otros)
en alusión a las estructuras disipativas, los autóma- afirma que las propiedades de la mente (pensamientos,
tas celulares de Langton (1990) y la Inteligencia co- deseos, imaginación, etc.) están encarnadas en la mis-
lectiva de Ferber (1999); estableciendo macroniveles ma corporalidad, que a su vez se encuentra insertada
de “identidad” (precelular, celular, multicelular, neuro- en un contexto ecológico particular. Esta perspectiva
cognitiva y superorganismos) (Varela, 2000a). En este asume una redefinición de las relaciones epistemológi-
texto el autor no repara en amplitud de perspectivas. cas entre sujeto y objeto de conocimiento. Dentro de la
embodied cognition se sitúa también la lingüística
¿Una Nueva Revolución Cognitiva? cognitiva (Johnson, 1987; Lakoff & Johnson, 1980,
1999). Estas perspectivas no guardan una relación de
Varela organiza el paradigma cognitivista en cua- identidad con la enacción, dado que si bien existen
tro etapas, la primera que denomina, “los años puntos en común, también se observan diferencias.
fundacionales” el cual hace referencia al movimien- Un claro ejemplo de ello son los supuestos de cierre
to cibernético, luego el paradigma cognitivista (sim- operacional y de deriva aleatoria, que son propios de la
bólico), la emergencia (como conexionismo) y final- enacción, pero difícilmente aplicables a la embodied
mente la enacción como alternativa a las representa- cognition y la lingüística cognitiva. De hecho, salvo
ciones (Varela, Thompsom & Rosch, 1991). las interpretaciones varelianas del radical embodiment,
Estas son “tres olas sucesivas” (Varela, 2000a, el programa de investigación de la cognición corpori-
p. 116) aunque la inclusión de muchos de los auto- ficada no hace uso conceptual de el cierre operacional
res ubicados en los círculos no tengan un continui- y la deriva aleatoria (véase Anderson, 2003, para una
dad sucesiva. revisión pertinente).
La teoría enactiva representada por el último ani-
llo pareciera implicar que va más allá del círculo de los La Emergencia Como Conexionismo
conexionistas, lo cual es ya complicado por dos moti-
vos: en primer lugar no está claro si emergencia es En esta etapa el autor define emergencia en for-
conexionismo o algo más, como lo sugiere la hetero- ma de conexionismo, en el cual las normas locales
génea suma de autores. Por otra parte, ¿qué sustrato dan lugar a una conducta emergente, lo que según
teórico semejante podría dar cuenta de una amalgama
tan variada de autores como Piaget, Bruner, Goodman, 5
Muchos de los autores citados por Varela no han asumido
los supuestos de la enacción. Por ej., la consideración de la
4
Por Galaxia de cierre Varela (2000a) entiende una taxo- estructura de la mente en términos lógico-formales en Piaget
nomía de autores que comparten los principios de cierre poco tiene que ver con la propuesta enactiva. De la misma
operacional. Sin embargo, el autor incluye diversos auto- manera, Piaget nunca define al sistema nervioso como un
res que jamás hacen referencia al cierre operacional. circuito cerrado sujeto a perturbaciones externas.
DE LA CÉLULA A LA MENTE 113

Varela se corresponde con el concepto de autoorga- lizables, es decir, no son capaces de ser expresados
nización, y hoy en día de sinergia, o de teoría de los en una clase de algoritmo para ser programados en
sistemas dinámicos (Varela, 1991). una computadora (Henry, 1981; Rosen, 1978, 1985,
Para Varela, el conexionismo proporciona con “im- 1991). La impredictibilidad es un propiedad relaciona-
presionante gracia” un modelo operativo con múlti- da con la autorreferencia (Miculecky, 1995). Esto im-
ples capacidades cognitivas, y además afirma que son posibilita la computación de algunas características
sistemas bastante cercanos a los sistemas biológicos6. del sistema completo y concreto. Si bien ciertos siste-
¿Son las redes neurales en su funcionamiento aná- mas formales pueden ser interpretados como
logas al cerebro? ¿Son complejos como el cerebro? Si autorreferentes, un sistema formal por sí mismo jamás
bien el conexionismo captura un aspecto computable establece el grado de adecuación entre sí mismo y la
de los sistemas complejos, la autoorganización del realidad que modela. La simulación no es investiga-
cerebro no se corresponde con la recursividad del ción empírica, sino una derivación matemática de un
cómputo. Para Rosen (1991) los sistemas simulados sistema formal, en la cual este sistema formal no esta-
son simples. La esencia de los organismos vivos es blece de ninguna manera cuánto se ajusta al proceso
su complejidad y su estructura causal en relación con real que se pretende homologar. Esta es una nueva
el ambiente, requiriendo necesariamente aspectos no prueba neoconductista a la Turing (1950), en la que
computables. Rosen (1985, 1998) define complejidad se supone que si los ouputs de un sistema son inter-
no a partir de un conjunto de propiedades de un sis- pretados por un sujeto como siendo similares a los de
tema sino más bien desde una perspectiva epistemo- la cognición humana, los procesos cognitivos son
lógica. “A system is simple if all its models are simula- esencialmente los mismos. Si se posee un modelo for-
ble. A system that is not simple, and that accordingly mal (por ejemplo, un conjunto de parámetros que si-
must have a nonsimulable model, is complex.” (Rosen, mulan ciertos procesos neurales, tales como las on-
1998, p. 292). La complejidad roseana es una propie- das beta, gamma, la sincronía y transiciones de fase
dad relacional, no una propiedad intrínseca de un sis- de los ensambles neurales, las convulsiones epilépti-
tema. Cuando un sistema no posee una relación de cas y otros fenómenos de esta índole) se corre el
identidad con el modelo utilizado para describirlo, ex- riesgo de aislar la formalizacion fuera de su papel den-
hibe complejidad roseana. Según Rosen, (1985) los tro de la relación pragmática en la que está sostenida.
sistemas biológicos caen en esta categoría, y por el Es decir se concluiría que la naturaleza formal (en el
contrario todo sistema simulable no exhibe compleji- caso del ejemplo, el conjunto de parámetros) es el
dad. En este sentido, el fenómeno de Benard (véase fenómeno descripto. Este es un claro ejemplo de otro
más arriba), no es un evento computable en el sentido error categorial, a menudo observado en el com-
de una simulación computacional turingniana7, ni de putacionalismo. El modelo formal es considerado un
un modo conexionista. Esto es debido a que el miembro de la clase de fenómenos cognitivos reales,
hardware y el software no son distinguibles y cons- colocándolo en la categoría a la cual pertenecen di-
tantes en el fenómeno natural. La computadora podrá chos fenómenos. Igualmente, la simulación formal es
simular algunos de esos aspectos, pero no modificará siempre una simulación de una teoría desde una pers-
su hardware. Esta es la principal diferencia entre la pectiva particular8.
complejidad y la computación (Miculecky, 1995;
Prideaux, 1993; Rosen, 1985; Thellier et al., 1994). 8
No existe un formalismo apto para captar todas las propie-
Los sistemas complejos no son totalmente forma- dades de un agente cognitivo real. ¿Es acaso pensable simular
un bullterrier en base a sus quarks constituyentes? Incluso,
imaginando la posibilidad de que tal sistema formal pudiera
6
Varela no tiene en cuenta las claras limitaciones de los mode- existir, dicho modelo no podría especificar cómo cada uno
los conexionistas específicamente desarrolladas por Fodor y de sus procesos formales calza con cada uno de los procesos
Pylyshyn, y las limitaciones de un modelo conexionista que del fenómeno modelado. Esto requiere que se encuentren
no trabaja con un anfitrión turigniano (serial) en múltiples diferentes formas de interacción con el fenómeno que se
capas. Incluso el conexionismo como modelo de simulación intenta explicar, las cuales no son derivables unas con otras
presenta serias controversias (Green, 2001). (Miculeky, 1995) y serán siempre no-identificables con el
7
La máquina de Turing es un modelo computacional crea- fenómeno descripto: tanto en virtud de su naturaleza formal,
do por Alan Turing con el cual él afirmaba que se podía como por su incompletitud intrínseca, como así también por
realizar cualquier cómputo. La máquina de Turing, es un la dependencia contextual de todo modelo formal. La alter-
modelo matemático, implementable con un cabezal lec- nativa apropiada consiste en simular los procesos en el nivel
tor/escritor y una cinta infinita en la que el cabezal lee el adecuado de descripción para comprender el fenómeno de
contenido, borra el contenido anterior y escribe un nuevo interés (Goladenfeld & Kadanoff, 1999), siempre y cuando
valor. Cualquier computadora moderna puede considerar- no se separe arbitrariamente el modelo explicativo de su
se una máquina de Turing. relación dentro de una teoría y un fenómeno particular.
114 IBÁÑEZ

Ahora bien, ¿qué tan análogas son estas propieda- teoría de los sistemas complejos no lineales, en un
des emergentes absolutamente formales y virtuales, modelo explicativo que no esté basado en la repre-
con las propiedades emergentes de la morfogénesis sentación/cómputo de módulos cerebrales, sino en
biológica? Que un ordenador pueda replicar en base a una perspectiva denominada Cerebro-cuerpo-mun-
una iteratividad fractal autosemejante la estructura de do (BBW) de la comprensión de la mente. Sobre es-
una planta de helecho, nada dice acerca de cómo la tos tópicos se intenta inscribir la postura del radical
planta verdadera elaboró su forma. El desarrollo de las embodiment a la luz de este último refinamiento.
estrategias en paralelo de estos modelos conexionistas
que permite la simulación del helecho tiene absoluta- Embodiment y Enacción
mente nada que ver con algo parecido al mecanismo
generador biológico. En cierto sentido ambas son pro- Varela (1997) define identidad como una cuali-
piedades autoorganizativas, pero tanto la autoorga- dad unitaria establecida a través de un proceso de
nización como los modelos de los cuales esta deriva cierre operacional. Ahora bien, según Varela, es el
son muy diferentes. cierre operacional (y no el BBW) lo que da lugar a la
Por otra parte, la palabra emergente esconde múlti- coherencia emergente o global, y aclara que emer-
ples significados: a veces referido a niveles de organi- gente es lo que se ha aprendido recientemente en
zación (Lewes, 1874), autoorganización y efectos glo- varios sistemas complejos (desde esta perspectiva
bal a local (downward causation) (Varela, Thompson ya no se identifica emergencia con conexionismo
& Rosch, 1991; Varela & Thompson, 2001), cambios exclusivamente).
en la entropía (Kauffman, 1990), no linearidad (Langton, El paradigma de la identidad emergente puede
1990), desviación de la conducta predecida (Cariani, dar cuenta de fenómenos tan diversos como la
1992; Rosen, 1985), o como concepto de complejidad autopoiesis, las asambleas neurales sincrónicas y
(Bonabeau et al., 1995; Cariani, 1992; Kampis, 1991). las redes inmunológicas. El sistema emergente es
Igualmente, las propiedades emergentes no son, bajo morfodinámico ya que determina la identidad del sis-
ningún aspecto, una característica distintiva de la vida tema. Varela (2001) a su vez plantea la posibilidad de
o de procesos mentales ya que abarcan otros fenóme- que el PIE este intrínsecamente ligado al holismo
nos naturales e incluso no biológicos (si debe recono- relacional, que de acuerdo al autor implica: la no
cerse, que conllevan necesariamente una recon- reducción a las relaciones entre las partes, violación
ceptualización de lo que entendemos por materia, y de la reducción microfísica y la propiedad en la que
permiten nuevas conceptualizaciones en diversos ám- el todo “superviene” a las propiedades de las partes
bitos, incluso en el de la cognición o en el de la episte- (véase la sección El Nacimiento de un Concepto).
mología).
Existen múltiples dimensiones de lo emergente, en Un Caso Aplicado: El Estudio de la Conciencia
el campo de la emergencia relativa a un modelo9, no
debe confundirse la desviación del comportamiento Varela asume como CCN (Correlato Neural de la
del sistema observado con respecto al modelo del ob- Consciencia) el fenómeno de sincronía a nivel de
servador, con la emergencia termodinámica biológica o múltiples frecuencias y a larga escala. El fenómeno
incluso sintáctico-computacional que pueda observar- de la sincronía, al ser una propiedad global de la
se. Varela no establece ninguna distinción entre los dinámica cerebral sería un candidato adecuado de
tipos de emergencia, por el contrario utiliza distintos correlato de la conciencia que exhibe downward
significados (de emergencia) en diversos contextos. causation 10. Este término es conceptualizado como
A continuación, para desarrollar el último esca- emergencia, a la que redefine como:
lón evolutivo en el pensamiento de Varela se anali- 1. Procesos que producen o actualizan las propie-
zará la relación entre enacción y la tesis del radical dades emergentes y producen la dinámica no li-
embodiment.
Esta noción de downward causation no es original de
Embodiment, ¿El Conocimiento Encarnado?
10

Varela. La hipótesis top down de Lewin y la noción de


Vida artificial de Langton, ya suponen que la estructura
Varela (2001), citando a Clark (1997) afirma que la global emergente puede realizar constricciones del tipo
ciencia cognitiva enactiva debe estar basada en la top down en el mismo sentido que luego utiliza Varela
(2001). Incluso en la antigüedad ya se consideraba esta
característica de la emergencia, en el caso del emergentismo
9
Para una distinción de niveles de emergencia, véase Cariani,
fuerte.
1992.
DE LA CÉLULA A LA MENTE 115

neal de la interacción local de la red. integrada en el PIE, ya que este enfoque no da cuen-
2. Los procesos emergentes y las propiedades ta del nivel específicamente humano, y se aplica in-
emergentes poseen donward causation (lo glo- cluso al nivel celular (véase la sección de Conclu-
bal constriñe lo local) en la dinámica no lineal de siones).
la red, y posiblemente:
3. Los procesos y propiedades emergentes no es- Discusión
tán determinados exhaustivamente por los com-
ponentes (holismo relacional). ¿Qué es Complejidad?
Afirma que en el futuro debe buscarse evidencia
causal, más que correlativa. También promueve el es- Ya Ashby, en 1956 introduce el concepto de com-
tudio de los cambios en sincronía para saber si estos plejidad, como una característica esencial de los sis-
producen cambios en la conducta o consciencia. temas biológicos, altamente ignorada, radicalmente
Ahora bien la explicación de los dos caminos diferente de los modelos analizables en componen-
(downward y upward causation) no es un desarro- tes simples. La teoría de los sistemas complejos no-
llo teórico acerca de la interacción de múltiples nive- lineales persigue la misma ambición que desvelara a
les, es un modelo de causalidad recíproca. Tampoco Bertalanffy (1979): la existencia de una ciencia uni-
existe un explicación o teorización acerca de por qué versal de la organización. En este sentido, la teoría
y cómo las reglas globales constriñen a las locales. de los sistemas abiertos es un subconjunto de la
En este sentido es difícil imaginar una postura de teoría general de los sistemas, mayormente inspira-
BBW que no funcione como sistema abierto y que da en la segunda ley de la termodinámica12. Es esta
se estructure dentro del paradigma de la identidad ambición de universalidad la que juega en contra de
emergente. la teoría, ya que ello implica un conocimiento transje-
Se podría argumentar que las dimensiones del rárquico y unitario.
embodiment representan a los distintos niveles de La palabra complejidad, hace referencia al me-
implicación en un sujeto. Veámoslo, las dimensio- nos a 31 definiciones diferentes entre sí (Horgan,
nes están representadas por los ciclos de operación: 1995). Es por ello que Horgan (1995) critica la posibi-
1. Participación del cerebro en regulación organís- lidad de una teoría unificada de los sistemas com-
mica del cuerpo. plejos. Sin embargo, otros autores como Chaitin
2. Ciclos de acoplamiento sensoriomotor entre or- (1994), Edmons (1996) y Casti (1994) consideran la
ganismo y ambiente (red cerrada). posibilidad, pero todos coinciden en la necesidad
3. Interacción intersubjetiva socio-emocional (de de considerar distinciones de niveles y establecer
las zonas cerebrales correspondientes a esas fun- criterios de extrapolación.
ciones). Los sistemas complejos no son una excepción
¿Acaso debe considerarse esta perspectiva una en la naturaleza. Podemos encontrar fractales en los
teoría psicogenética de la intersubjetividad y la cons- brócolis, las costas, el ruido, los ríos, las nubes, las
trucción del conocimiento? Esto es paradójico, ya montañas, los cristales, las venas y las arterias, los
que el autor habla de intersubjetividad, organismo y campos magnéticos e incluso el cerebro.
ambiente. El problema radica en que el punto 1 y 2 es Los sistemas complejos trascienden el concepto
explicado a nivel del cerebro, y el punto 3, si bien el de complicación, presentan dinamismos propios es-
autor hace referencia a la empatía, su explicación pecíficos con una marcada sensibilidad a las condi-
gira en torno a las mirror neurons11 que participan ciones iniciales, una interacción fluctuante determi-
tanto en la propia conducta como en la observación nada en su propia dinámica; poseen propiedades
de la conducta ajena. Incluso aunque Varela brinda- disipativas, implican autoorganización y auto seme-
ra un explicación psicogenética, esta no podría ser janza y son impredecibles. Es imposible un análisis
fraccional y una determinación del pasado o del fu-
11
Las mirror neurons son una clase de neuronas descubiertas
en el área F5 de la corteza cerebral de los macacos. Dichas 12
La segunda ley de la termodinámica, ya fue anunciada por
neuronas descargan cuando el animal realiza ciertos mo- Clausius (1822/1888): No es posible para una máquina u
vimientos de manos y boca, pero también cuando observa organismo llevar continuamente calor de un cuerpo a otro
las mismas acciones en otros monos. Se ha asumido que que esté a temperatura más alta, sin que al mismo tiempo
las mirror neurons participan en el desarrollo de la se produzca otro efecto (de compensación). Es imposible
intersubjetividad en humanos (Gallese et al., 1996; realizar una transformación cuyo único resultado final sea
Rizzolatti & Arbib, 1998; Rizzollatti, Fogassi & Gallese, el de cambiar en trabajo el calor extraído de una fuente que
2001) se encuentre a la misma temperatura.
116 IBÁÑEZ

turo en función de los objetos y las interacciones. fenómenos sinergéticos y las estructuras que exhi-
Las propiedades resultantes de la progresión ortoge- ben orden a partir del caos no conservan su autono-
nética13 no son explicables por reductibilidad a sus mía en función de un determinismo de la organiza-
configuraciones previas. Si bien todas estas afirma- ción del sistema, sino a partir de su interacción con
ciones son comunes a los sistemas complejos, con- su ambiente. El sistema no es perturbado por el am-
notan muchas diferencias dependiendo de que tipo biente, sino que forma parte del mismo. La entropía
de sistemas se haga referencia. Resulta complicado, por otro lado, sirve como medida de información en
y en ciertas condiciones contraproducente realizar las teorías de la complejidad, y sólo en sistemas ais-
extrapolaciones de un nivel a otro. lados puede considerarse que no existe intercambio
Otro problema dificulta aún más la aplicación de de flujo entrópico con el medio.
este paradigma a niveles de explicación de la mente: Los sistemas autopoiéticos o el PIE por el con-
¿Puede un sistema complejo explicar por sus pro- trario, son sistemas cerrados a la información, son
pias características la emergencia de propiedades en sí mismos deterministas, sus cambios se explican
específicas de un nivel superior de complejidad, en términos de determinismo estructural, e incluso,
como el caso de la conciencia o la mente? Hasta el el cierre operacional implica la construcción proacti-
momento no se ha logrado semejante explicación. va del dominio de recurrencias significativas (Matu-
Mas allá de las dificultades inherentes del para- rana & Varela, 1972).
digma de la complejidad aplicado al nivel psicológi- La autoorganización en biología es el resultado
co, pueden establecerse algunas características ge- de un sistema termodinámicamente abierto (Micu-
nerales que evidencian las diferencias con el plan- lecky, 1995). Recuérdese que la organización auto-
teo Vareliano. poiética solo puede ser entendida desde el interior,
incluso la unidad autopoiética crea una perspectiva
Sistemas Complejos, Autopoiesis y Enacción desde la cual tiene un exterior que le es propio (Varela,
1997, 2000). La autopoiesis con su invarianza organi-
Existen claras diferencias entre enacción y siste- zacional y la autonomía que selecciona el ambiente
mas complejos, las cuales son obviadas en los tex- (y no viceversa) choca radicalmente con los fenó-
tos de Varela, a saber: menos de control y la estructura abierta a la informa-
A diferencia de la autopoiesis, las teorías de la ción de los sistemas complejos (Biggiero, 1998).
complejidad sostienen la apertura informacional Es sintomático el hecho que Varela describa múl-
como una propiedad explícita (Allen, 1997; Biggeiro, tiples propiedades de los sistemas complejos (por
1998; Cilliers, 1999; Chen & Madan, 1999; Haken, ej., flujicidad, emergencia, autoorganización, etc.)
1999; Huertas, Chen & Madan, 1999; Kelso, 1995; pero guarda un absoluto silencio acerca de la carac-
Mella, 2002; Prigogine & Stengers, 1984; Schweitzer terística esencial de los open systems, la apertura a la
& Zimmerman, 2001; Tschacher, Dauwalder & Haken, información. Igualmente, cita múltiples autores que
2003) o implícita. La noción de autoorganización, a hacen referencia explícita a la apertura de la informa-
diferencia de la autopoiesis implica sistemas heterár- ción, pero no menciona (en sus citas) esta caracte-
quicos separados, y el flujo de materia y energía rística14.
forma parte esencial de los procesos de autoorga- La excesiva extrapolación sin una revisión filo-
nización. En este sentido, la emergencia de una or- sófica-metateórica (que lleva a explicar sin compren-
ganización no se diferencia de su estructura mate- der de qué se esta hablando), sumado a la amalgama
rial. La funcionalidad que exhiben las propiedades
globales emerge de la actividad material, y no puede Por ejemplo, Kelso (1995), un autor ampliamente citado
14

diferenciarse de ella. Los sistemas estructuralmente


por Varela, en la consideración del cerebro como un siste-
ma complejo selecciona como objeto de estudio a los
estables de la teoría de los sistemas dinámicos, los sistemas abiertos (en tanto intercambian energía, materia
e información con el medio), alejados del equilibrio, dan-
13
Este concepto implica ciclos de desorganización-reorga- do múltiples posibilidades de manifestación del sistema.
nización en un sistema, los cuales implican el paso de un Nada mejor que una cita textual: “La característica cen-
estado de relativa globalidad y falta de diferenciación a tral de los sistemas complejos es su autoorganización, es
otro caracterizado por una mayor diferenciación e inte- decir la formación espontánea de patrones y cambios de
gración jerárquica. Algunos autores definen la ortogénesis patrones en sistemas abiertos alejados del equilibrio”
de un sistema como una medida de complejidad: la com- (Kelso, 1995, p. 53). Otro autor ampliamente citado por
plejidad de un sistema depende de dos subcomponentes: Varela es Haken, creador de la sinergética, que implica el
diferenciación e integración (Tononi & Edelman, 1998; estudio de sistemas abiertos a la materia, energía e infor-
Okeefe & Sypher, 1981). mación. Véase por ejemplo: Varela & Thompsom, 2001,
p. 421.
DE LA CÉLULA A LA MENTE 117

entre dos modelos diferentes (autopoiesis y com- propiedades de cualquier organismo vivo. Vuelven
plejidad) necesariamente lleva a la confusión con- a aparecer entonces las superposiciones de niveles
ceptual. La contradicción entre el núcleo duro de la con su consecuente tendencia pseudoexplicativa.
autopoiesis y el cinturón protector de los sistemas En este punto Varela (1997) es contundente: los sis-
complejos va a generar una clara confusión de nive- temas vivos dan lugar a significados, ya que los
les lógicos, con extrapolaciones inadecuadas y organismos son autónomos, no dirigidos desde afue-
pseudoexplicaciones. Veamos algunos ejemplos. ra. La diferencia entre medio ambiente y mundo es el
excedente de significación (del organismo) que aco-
Dificultades Conceptuales sa al entendimiento de la vida y del conocimiento, y
es la base de la individualidad de un sí mismo (Varela,
Varela refiere en múltiples ocasiones a sistemas 1997, 2000a). Incluso llega a afirmar que la produc-
no lineales, autoorganización, atractores, fractales, ción de significado puede ser descrita como una
disipación, emergencia, a veces con ejemplos pura- permanente falta en lo vivo, “una producción de
mente físicos. A partir de ello, realiza una clara extra- significación que esta perdida, nunca pre-dada o
polación a otros niveles, como cuando afirma: “cada preexistente” (Varela, 2000a, p. 61).
vez que intentamos rastrear los orígenes de una per- Con respecto a la intencionalidad, no es menos
cepción o idea, chocamos contra un fractal que re- arriesgado al afirmar que un dominio cognitivo vin-
trocede permanentemente ante nosotros” (Varela, cula los organismos y sus mundos de manera que
2000a, p. 383). constituye la “...esencia misma de la intencio-
La continuidad de la autopoiesis se refleja en nalidad...como fuera introducida originalmente en
afirmaciones que revisten metafóricamente (y en al- la fenomenología” (Varela, 2000a, p. 62-63) [las cur-
gunos casos, literalmente) alguna de las propieda- sivas son mías] y llega a afirmar que su posición
des de su paradigma de la unidad celular. Por ejem- explícita el proceso a través del cual surge la intencio-
plo, cuando se refiere acerca de la vida artificial nalidad, transformando una noción filosófica en un
(ALIFE) en términos de “la construcción de seres/ principio para las ciencias naturales.
objetos vivos” (Varela, 1997, 2000a) como medio de
prueba para distintas posturas teóricas en litigio. El Conclusiones
programa de la vida artificial o ALIFE define la vida
como una propiedad organizacional de la informa- La continuidad del núcleo (autopoiesis como
ción, no de la materia, y supone una definición vir- opción epistemológica) se convierte en un obstácu-
tual de la vida (Emeche, 1994; Langton, 1990; Wolfram, lo insalvable para la evolución heurística del progra-
2002). Hablar de construcción de seres vivos en vida ma vareliano, a pesar de la renovación conceptual
artificial implica ligar la vida a la pura forma virtual de del pensamiento del autor.
un autómata celular. Esta forma alude directamente a A través del análisis de su obra es posible ras-
la organización del sistema que es independiente de trear las reliquias subyacentes de la autopoiesis. Esta
las partes físicas (una clara característica de la auto- se convierte en un modelo hegemónico totalizante,
poiesis). Pues bien, en semejante afirmación, ¿qué manteniendo la ambición original (representada por
lugar queda para la naturaleza encarnada y concre- la postura de Maturana) de un modelo explicativo
ta, material, del enfoque enactivo? multidimesional y transdisciplinario.
Si es el cierre operacional el que genera un mun- El paradigma de la Identidad Emergente es el
do, y produce una identidad emergente (véase la heredero directo de esta tradición, que se sostiene
sección de La Enacción), ¿cómo puede entenderse enmascarado a través del cinturón protector repre-
la aplicación de sistemas complejos, que necesaria- sentado por el uso pragmatista de la teoría de los
mente emergen a través de las resonancias de siste- sistemas complejos al servicio del núcleo duro de la
mas heterogéneos, que interactúan sincrónicamen- autopoiesis. Sin embargo, este cinturón protector
te? La autonomía del cierre operacional se contradi- presenta contradicciones inherentes con el núcleo
ce con la emergencia de propiedades a partir de pro- que no pueden ser solventadas sin una reelaboración
cesos separados. metateórica. La pregunta acerca de por qué Varela
Las nociones de intencionalidad y significado, combina dos modelos de sistemas que presentan
propias del nivel ontológico del sujeto, y ligadas contradicciones entre sí debe responderse a un ni-
directamente con la perspectiva fenomenológica, son vel más profundo, metateórico.
reducidas por la fuerza del núcleo enmascarado a El planteo de Varela no debe confundirse con un
118 IBÁÑEZ

pluralismo explicativo, ya que no reconoce la distin- Anderson, M. (2003). Embodied cognition: A field guide.
ción de niveles de complejidad, ni determina el nivel Maryland: Institute for Computer Advanced Studies.
Bertalanffy, L. (1979). Perspectivas en la teoría general de
psicológico de una manera específica. Por el contra- sistemas. Madrid: Alianza.
rio, se observa la invasión de otros niveles objetales Biggiero, L. (1998). Managerial action and observation: A
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La inclusión de la perspectiva de la primera perso- Casti, J. (1994). Complexification. New York: Harper Collins
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na, o de la fenomenología de la experiencia, no guarda Chaitin, G. J. (1994). Randomness and complexity in pure
relación con el componente básico (la opción episte- mathematics. International Journal of Bifurcation and
mológica de la autopoiesis), y es por eso que no se Chaos, 4, 3-15.
observa un modelo teórico que dé cuenta de los Chandler, J. & Van de Vijver, G. (2000). Closure: Emergent
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planteos del Brain-Body-World, la intencionalidad en the New York Academy of Sciences.
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por la presencia enmascarada de la autopoiesis. Understanding complex systems. London: Routledge.
Es en este sentido que continúa la crítica al cons- Clark, A. (1997). Being there: Putting brain, body, and
tructivismo radical realizada por Cornejo (2001, p. world together again. Cambridge: MIT Press.
90-91), aunque con algunas especificaciones: si bien Coates, F. (2002). Exploiting minimally embodied cognition.
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no puede hablarse de constructivismo radical es- Cornejo, C. (2001). Piaget, Vigotski y Maturana: Tres vo-
trictamente en el caso de Varela, igualmente se apli- ces, dos constructivismos. Psykhe, 10, 87-96.
can las siguientes consideraciones críticas: Dourish, P. (2001). Where the action is: The foundations of
Varela habla de construcción de estructuras de embodied interaction. Cambridge: MIT Press.
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conocimiento, pero esta identidad cognitiva puede Science, 4(1), 57-82.
presentarse a nivel celular, neural o inmunológico. Emeche, C. (1994). The garden in machine. The emerging
El constructor en este caso no es el sujeto psicoló- science of artificial life. Princeton: University Press.
gico, sino cualquier entidad que cumpla con las carac- Ferber, J. (1999). Multi-agent system: An introduction to
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terísticas desarrolladas por el paradigma de la identi- Wesley Longman.
dad emergente. Las afirmaciones acerca de un sujeto Gallese, V., Fadiga, L., Fogassi, L. & Rizzolatti, G. (1996).
consciente, con una experiencia vivida, son afirmacio- Action recognition in the premotor cortex. Brain, 119,
nes que no están justificadas por el enfoque vareliano, 593-609.
Gondelfeld, N. & Kadanoff, L. (1999). Simple lessons from
y aparecen como entidades metateóricas aplicables a complexity. Science, 284, 87-89.
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Fecha de recepción: Abril de 2004.


Fecha de aceptación: Noviembre de 2004.

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