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Siete Cuentos

Japoneses
Versiones de
Fernando Barbosa
Siete cuentos japoneses

Versiones de
Fernando Barbosa
CONTENIDO

Pag.

EL TATUAJE de TANIZAKI Junichirô 1

EL FAROL MAGICO de DAZAI Osamu 6

UN SUCESO de SHIGA Naoya 10

LA CAMELIA de SATOMI Ton 14

EN CONSTRUCCION de MORI Oogai 17

APAREAMIENTO de KAJII Motojirô 22

AMOR PLATONICO de KANAI Mieko 27


CUENTOS JAPONESES 1

EL TATUAJE Había un joven grabador de


tatuajes de talento sobresaliente. Estaba
por Tanizaki Junichirô 1 de moda y su reputación rivalizaba hasta
Trad. Fernando Barbosa con al de los grandes maestros de
antaño, Charibun de Asakusa, Yakkohei
de Matsushimachô y Konkonjirô. Sus
Estas cosas sucedieron en un trabajos eran muy apreciados en las
tiempo cuando la noble virtud de la exhibiciones de tatuajes y la mayoría de
frivolidad aún florecía, cuando la sus admiradores aspiraban a convertirse
incansable lucha diaria por la existencia en clientes suyos. Mientras el artista
era todavía desconocida. Ninguna nube Darumakin era reconocido por sus finos
oscurecía los rostros de los jóvenes dibujos y Karakusa Gonta lo era como
aristócratas y galanes en la corte. Las maestro del tatuaje bermellón, este
damas de honor y las grandes hombre, Seikichi, era famoso por la
cortesanas siempre lucían sonrisas en originalidad de sus composiciones y por
sus labios. La ocupación de cómico y las su voluptuosa calidad.
habilidades profesionales de los Previamente había adquirido una
entendidos en casas de té , se 2 cierta reputación como pintor. Había
mantenían en gran estima. La vida era pertenecido a la escuela de Toyokuni y
pacífica y llena de alegría. En las piezas Kunisada3 y se había especializado en
de teatro y en los escritos de la época, pintura. Al descender al rango de
la belleza y el poder eran tratados como grabador de tatuajes, logró preservar el
inseparables. verdadero espíritu de un artista y una
La belleza física, especialmente, gran sensibilidad. Rechazó el realizar su
era la razón principal de la vida y para trabajo en personas cuya piel o físico
conseguirla la gente iba tan lejos como general no lo atrajera, y aquellos clientes
fuera para ser tatuados. Sobres sus a quienes decidía aceptar tenían que
cuerpos, brillantes líneas y colores se aprobar implícitamente el diseño que él
confundían en una suerte de danza. seleccionara y el precio. Más aún, tenían
Cuando se visitaban los distritos del que resistir durante uno o dos meses el
placer, escogerían como cargueros para doloroso tormento de sus agujas.
sus literas a quienes tuvieran los En el corazón de este joven
cuerpos magistralmente tatuados, y las grabador de tatuajes se escondían
cortesanas de Yoshiwara y Tasumi insospechadas pasiones y placeres.
entregarían su amor a hombres cuyas Cuando el pinchazo de sus agujas hacía
figuras ostentaran hermosos tatuajes. que la carne se hinchara y que brotara la
Quienes frecuentaban los escondrijos de sangre carmesí, sus pacientes, incapaces
los tahúres —bomberos, mercaderes y de soportar la agonía, dejaban escapar
hasta samurais—, todos se valían del gemidos de dolor. Entre más gemían,
arte del grabador de tatuajes. Las mayor era el extraño placer del artista.
exhibiciones de tatuajes eran arregladas Tomó particular deleite en los diseños
con frecuencia y allí los participantes, bermellón que son reconocidos como los
señalando las marcas tatuadas en los tatuajes más dolorosos. Cuando sus
cuerpos de cada uno de los otros, se
enorgullecían del diseño original de
3 Toyokuni (1769-1823). Famoso
algunos y criticaban los defectos de los
demás. grabador, ilustrador de libros y pintor.
Desarrolló un estilo particular para
retratos de actores de Kabuki que se
1 Se conserva la costumbre japonesa de convirtió en modelo para sus seguidores.
anteponer el apellido al nombre. Kunisada (1786-1910), destacado
2 Casas de Geishas. discípulo de Toyokuni.
CUENTOS JAPONESES 2

clientes habían recibido quinientas o deslumbrante blancura, que desapareció


seiscientas punzadas con la aguja y tras las cortinas de un palanquín, le
tomaban entonces un baño de agua llamó la atención. Un pie puede
hirviente para avivar los colores, a transmitir tantas variedades de
menudo caían medio muertos a los pies expresión como una cara y este pie
de Seikichi. Mientras yacían incapaces de blanco le pareció a Seikichi como la más
moverse, les preguntaba con una sonrisa singular de las joyas. Los dedos
de satisfacción: "¿así que de verdad perfectamente torneados, las uñas
duele?" iridiscentes, el redondeado talón, la piel
Si tenía que vérselas con un tan lustrosa como si hubiera sido bañada
interesado pusilánime, de los que hacen por años en las límpidas aguas de alguna
crujir los dientes o dan alaridos de dolor, quebrada montañera. Todo se
Seikichi le diría: "realmente pensé que combinaba para hacer de ese un pie de
usted era de Kyoto donde se supone absoluta perfección, diseñado para
que la gente es corajuda. Por favor, excitar el corazón de un hombre y dejar
trate de ser paciente. Mis agujas son huella en su alma. Seikichi supo de
extraordinariamente dolorosas." Y inmediato que este era el pie de la mujer
mirando de reojo a la cara de la víctima, que había buscado durante estos largos
ahora humedecida con lágrimas, años. Alegremente corrió detrás del
continuaría su trabajo con total palanquín con la esperanza de tener un
indiferencia. Al contrario, si el paciente atisbo de la ocupante. Pero después de
aguantaba la agonía sin desfallecer, le seguirla por varias calles, lo perdió de
diría: "¡ah!, usted es más valiente de lo vista en una esquina ... Desde entonces,
que parece. Pero espere un poco. Pronto lo que había sido un vago deseo se
será incapaz de resistirlo en silencio. transformó en la más violenta de las
Trate hasta que pueda." Y reiría dejando pasiones.
ver sus blancos dientes. Una mañana, pasado un año,
Seikichi recibió una visita en su casa del
* * * distrito de Fukagawa. Era una jovencita
enviada en un viaje especial por una
amiga suya, una geisha del barrio de
Desde hace ya muchos años, la Tatsumi.
gran ambición de Seikichi ha sido la de "Discúlpeme, señor," dijo la joven
tener bajo su aguja la lustrosa piel de con timidez. "Mi dueña me ha pedido
una joven hermosa, en la cual ha soñado entregarle personalmente este abrigo y
tatuar, como si lo fuera, su propia alma. pedirle con amabilidad el favor de
Esta imaginaria mujer debía llenar hacerle un dibujo en el forro."
muchas condiciones tanto físicas como Le entregó una carta y un abrigo
de carácter. Un lindo rostro y una piel de mujer, este último envuelto en un
fina por si solas no satisfarían a Seikichi. papel que llevaba el retrato del actor
En vano había buscado entre las bien Iwai Tojaku. En su misiva la geisha le
conocidas cortesanas a una mujer que informaba a Seikichi que la joven
alcanzara su ideal. Su imagen mensajera le acababa de ser dada en
permanecía constante en su mente y custodia y que pronto haría su debut
aunque ya han pasado tres años desde como geisha en los restaurantes de la
cuando emprendió la búsqueda, su capital. Ella le pedía a él hacer lo que
deseo solamente ha crecido con el estuviera a su alcance para promover a
tiempo. la joven en su nueva carrera.
Fue en una noche de verano Seikichi observó cuidadosamente
mientras caminaba por el distrito de a la visitante quien, con sólo dieciséis o
Fukagawa cuando un pie femenino de diecisiete años, tenía en su rostro algo
CUENTOS JAPONESES 3

de una extraña madurez. En sus ojos se tienden a la vulgaridad. Pero el pintor


reflejaban los sueños de todos los había retratado las expresiones de la
hombres apuestos y de las mujeres princesa y del condenado tan hábilmente
bellas que habían vivido en esa ciudad, que hacían de este kakemono una obra
en la que convergían las virtudes y los de arte consumado.
vicios de todo el país. Entonces la Por un instante la joven
mirada de Seikichi se dirigió al delicado muchacha fijó su mirada en la extraña
pie que calzaba unas g e t a 4 con pintura. Inconscientemente sus ojos
trenzas de paja. comenzaron a brillar y sus labios
"¿Podría haber sido usted la que temblaron. Gradualmente se rostro se
saliera del restaurante Hirasei en un asemejó al de la joven princesa china.
palanquín el pasado mes de junio?" "Tu espíritu está reflejado en esa
"Sí, señor, fui yo," dijo sonriendo ante pintura," dijo Seikichi, sonriendo con
tan inusitada pregunta. "Mi padre vivía placer al contemplarla.
aún y ocasionalmente me llevaba al "¿Por qué me ha mostrado esa
restaurante Hirasei." pintura tan terrible?" preguntó la joven
"He estado esperándola a usted mientras pasaba su mano por la frente
durante cinco años," dijo Seikichi. "Esta pálida.
es la primera vez que veo su cara pero la "La mujer pintada aquí eres tú
reconozco por su pie ... Hay algo que misma. Su sangre fluye por tus venas."
quisiera ver. Por favor siga adentro y no Seikichi, entonces, desenrolló
tenga miedo." otro kakemono cuyo título era «Las
Al decirlo, tomó la renuente víctimas». En el centro de la pintura, una
mano de la joven y la condujo escaleras mujer joven recostada contra un cerezo
arriba a una habitación que tenía vista miraba un grupo de cadáveres de
sobre el gran río. Fue y trajo dos hombres que yacían a sus pies. Orgullo y
grandes kakemono 5 y desenrolló uno de satisfacción era lo que dejaba ver su
ellos ante ella. rostro lívido. Saltando entre los
Era una pintura de Mo Hsi, la cadáveres, una manada de pequeños
princesa favorita del emperador Chou, el pájaros trinaba alegremente. ¡Imposible
Cruel. Lánguidamente, permanecía decir si la pintura representaba un
inclinada sobre la balaustrada y el borde campo de batalla o un jardín de
de su vestido de rico brocado reposaba primavera!
sobre los descansos de la escalera que "Esta pintura simboliza tu
daba al jardín. Su pequeña cabeza futuro," dijo Seikichi señalando el rostro
parecía demasiado delicada para de la joven mujer que, de nuevo y
soportar el peso de su corona que extrañamente, se parecía al de la
estaba incrustada de lapislázuli y coral. visitante. "Los hombres caídos en el
En su mano derecha sostenía una copa suelo son aquellos que perderán la vida
ligeramente inclinada y con una por ti."
expresión indolente observaba a un "¡Oh! Perdóneme," gimió, "aleje
prisionero que iba a ser decapitado en el esa pintura." Y como para escapar de su
jardín inferior. Con mano firme y el pie terrífica fascinación le dio la espalda al
plantado, él estaba allí esperando su kakemono y se volteó sobre el tatami 6.
último momento. Sus ojos estaban Allí permaneció con los labios trémulos y
cerrados y su cabeza doblada hacia con todo el cuerpo temblando
abajo. Las pinturas con tales escenas horrorizado. "Maestro, le confesaré ...
Como usted lo ha imaginado, tengo en
4 Sandalias de madera.
5 Rollos con pinturas sobre papel o seda
para colgar. 6 Piso de esterilla.
CUENTOS JAPONESES 4

mí la naturaleza de esa mujer. Tenga como si el mismo espíritu del grabador


piedad de mí y oculte esa pintura." de tatuajes penetrara en el diseño, y
"¡No hables como una cobarde! cada gota de bermellón inyectada era
Al contrario, deberías estudiar con más como una gota de su propia sangre
cuidado la pintura y pronto dejarías de entrando en el cuerpo de la doncella.
ser atemorizada por ella." Estuvo totalmente inconsciente
La muchacha no fue capaz de del paso del tiempo. El mediodía vino y
levantar la cabeza que mantenía oculta se fue y el curso del calmado día de
entre la manga de su kimono. primavera fue llegando gradualmente a
Permanecía postrada en el piso diciendo su fin. Infatigable, la mano de Seikichi
una y otra vez: "Maestro, déjeme ir a continuó su trabajo sin despertar a la
casa. Me asusta estar con usted." joven de su sueño. En un momento, la
"Te quedarás por un tiempo," luna apareció en el cielo vertiendo su luz
dijo imperiosamente Seikichi. "Sólo yo ensoñadora sobre los tejados al otro
tengo el poder para hacer de ti una lado del río. El tatuaje aún no iba en la
hermosa mujer." mitad. Seikichi interrumpió su tarea para
De entre las botellas y agujas de encender la lámpara. Luego se sentó de
su escaparate, Seikichi seleccionó un nuevo y alcanzó la aguja.
frasco que contenía un fuerte narcótico. En este instante cada trazo
demandaba esfuerzos y el artista dejaba
* * * escapar un suspiro, como si su propio
corazón hubiera sentido el pinchazo.
El sol brillaba resplandeciente Poco a poco comenzó a aparecer el
sobre el río. Los rayos reflejados bosquejo de una enorme araña. Cuando
proyectaban un esbozo como de ondas la suave luz del amanecer entró en la
doradas sobre las fusuma 7 y sobre el habitación, este animal de aire diabólico
rostro de la joven dormida. Seikichi cerró extendía sus ocho patas sobre la espalda
las puertas y se sentó al lado de ella. de la muchacha.
Ahora, por primera vez, pudo deleitarse La noche privameral casi había
plenamente con su singular belleza y terminado. Ya se podía oír el chapotear
pensó que podría haber durado años de los remos cuando pasaban los botes
sentado allí contemplando esa perfecta hacia arriba y hacia abajo del río. Sobre
e inmóvil faz. las velas de los pesqueros, henchidas
Pero la urgencia de terminar el con la brisa matutina, se podía ver la
diseño se sobrepuso a su divagar. Luego niebla que subía. Y por fin, Seikichi se
de traer del escaparate sus decidió a dejar la aguja. Parado a un
instrumentos para tatuar, Seikichi lado, estudió la enorme araña hembra
desnudó el cuerpo de la joven y empezó tatuada en la espalda de la joven y,
a aplicarle sobre la espalda la punta del observándola, entendió que en este
lápiz que sostenía entre el pulgar, el trabajo había expresado la esencia de su
dedo anular y el meñique de su mano vida entera. Ahora que estaba completa,
izquierda. Con una aguja, sostenida en la el artista se encontró frente a un gran
derecha, punzaba sobre las líneas que vacío.
había dibujado. Así como una vez el "Para darte la belleza he vertido
pueblo de Menfis embelleció con toda mi alma en este tatuaje," murmuró
esfinges y pirámides la fina tierra de Seikichi. "A partir de ahora, ¡no habrá en
Egipto, así Seikichi adornaba ahora la Japón mujer que rivalice contigo! Nunca
virginal piel de esta joven muchacha. Era más sentirás miedo. Todos los hombres,
todos los hombres serán tus víctimas
...!"
7 Puertas corredizas que separan las
habitaciones de la típica casa japonesa.
CUENTOS JAPONESES 5

¿Oiría ella sus palabras? Un sobre sus hombros. Su delicada boca y


lamento emergió de sus labios, sus sus delineadas cejas no revelaban ya la
extremidades se movieron. severa prueba y, mientras miraba
Gradualmente empezó a volver en sí, y fijamente el río, apareció una fría chispa
mientras respiraba fuerte, las patas de la en sus ojos. A pesar de su juventud,
araña se agitaban sobre su espalda tenía el aire de una mujer que ha pasado
como si fueran las de un animal vivo. años en las casas de té y ha adquirido el
"Debes estar sufriendo," dijo arte de manejar el corazón de los
Seikichi. "Es porque la araña está hombres. Maravillado, Seikichi pensaba
abrazando estrechamente tu cuerpo." en el cambio de la tímida joven de ayer.
Ella entreabrió los ojos. Al Pasó a la habitación contigua y trajo los
principio tenían una mirada vacía, pero dos kakemono que le había enseñado a
luego empezaron a resplandecer con un ella.
brillo que igualaba la luz del amanecer "Te obsequio estas pinturas,"
reflejada en la cara de Seikichi. dijo él. "Y también, por supuesto, el
"Maestro, ¡déjeme ver el tatuaje tatuaje. Son tuyos y puedes llevártelos."
de mi espalda! Si usted me ha dado su
alma, sin duda debo haberme vuelto "Maestro," contestó ella. "Mi
bella." corazón ahora está libre de todo temor.
Ella habló como en un sueño y en Y usted ... ¡usted será mi primera
su voz ya había una nueva nota de víctima!"
confianza, de poder. Le lanzó una mirada punzante
"Primero debes tomar un baño como la de una espada recién afilada.
para avivar los colores," le respondió Era la mirada de la princesa china y la de
Seikichi. Y agregó con inusual solicitud: la otra mujer reclinada contra el cerezo,
"será doloroso, lo más doloroso. ¡Ten rodeada de pájaros cantores y de
valor!" cuerpos exánimes. Un sentimiento de
"Soportaré cualquier cosa para triunfo invadió a Seikichi.
volverme hermosa," dijo la joven. "Déjame ver tu tatuaje," le dijo.
"Siguió a Seikichi escaleras abajo "Muéstrame tu tatuaje."
hasta el baño y cuando se sumergió en Sin una palabra, inclinó su cabeza
el agua caliente sus ojos brillaron de y abrió su kimono. Los rayos del sol de
dolor. la mañana cayeron sobre la espalda de la
"¡Ay, ay! ¡Cómo quema!," gimió. joven y sus dorados destellos parecieron
"Maestro, déjeme sola y espéreme encender en fuego a la araña.
arriba. Lo alcanzaré cuando esté lista.
No quiero que ningún hombre me vea
sufrir." Δ
Pero cuando salió del baño, no
tuvo fuerzas ni siquiera para secarse. Cuento publicado en 1910.
Hizo a un lado la mano de Seikichi que le Título original: "Irezumi".
ofrecía ayuda y se desmayó sobre el Texto en Morris, Ivan, Ed.
piso. Quejándose, permaneció tendida "Modern Japanese Stories. An
con su largo cabello flotando sobre el Anthology." Charles E. Tuttle
suelo. El espejo que tenía detrás de ella Co., Tokio, 1962.
reflejaba las plantas de dos pies
iridiscentes como una madreperla. El Espectador, MAGAZIN
Seikichi subió las escaleras para DOMINICAL No. 816, 3 de enero de
esperarla y al final, cuando ella se le 1999.
unió, estaba vestida con esmero. Su
cabello húmedo, que había cepillado, caía
CUENTOS JAPONESES 6

EL FAROL MAGICO que me importe lo que piense la gente.


Sus opiniones me tienen sin cuidado. Sin
por Dazai Osamu 8 embargo, si ustedes pueden creer mi
Trad. Fernando Barbosa historia ... bueno, mucho mejor.
Soy la hija de un pobre fabricante
de getas 11, su única hija. Anoche,
Entre más hablo de ello, más sentada en la cocina mientras cortaba
suspicaz se pone la gente. Todo aquel una cebolla larga, oí afuera a uno de los
que me encuentro está precavido contra niños de la vecindad que gritaba entre
mí. Hasta cuando voy a verlos por el lágrimas "¡oye, hermana!. Dejé de cortar
simple placer de su compañía, me por un momento y me senté estática.
saludan con las caras más extrañas, Me di cuenta de que mi vida pudo no
como sorprendidos de porqué habré ido. haberse vuelto tan miserable si hubiera
Yo lo encuentro insoportable. tenido un hermano menor o una
Ya no quiero ir más a parte hermana que me necesitara de vez en
alguna. Hoy fui a un sentô 9cercano a cuando, alguien que me llamara como
mi casa pero había esperado hasta este chiquillo. Fluyeron más lágrimas
temprano en la noche para que nadie me tibias de mis ojos, que ya se
viera. Otra vez en la mitad de verano, mi precipitaban con el escozor producido
yukata 10 aún luce blanca, y yo me por la cebolla, y cuando traté de
pregunto qué tan conspicua debo estar. limpiarlas con el dorso de la mano, la
Desde ayer ha hecho notablemente más picazón empeoró. Las lágrimas cayeron
fresco. No será muy lejos cuando ya sin parar y me sentí indefensa.
estemos usando nuestro guardarropa de Fue al final de la primavera,
otoño y yo me esté cambiando a un cuando a los cerezos les había pasado la
kimono sin forro con un fondo negro. No floración y los lirios rosados y azulados
puedo resistir el pensamiento de tener empezaban a aparecer en las floristerías,
que consumir otro año entero con las que la murmuración comenzó a
cosas tal como van —tener de nuevo al difundirse desde la peluquería: esa niña
frente gente que me mira fijamente en consentida al fin ha empezado a cazar
mi yukata blanca durante el próximo hombres.
verano ... No, ¡eso sería impensable! El Por entonces, aún era feliz.
siguiente verano deberé haber alcanzado Mizuno-san12 venía a verme todos los
una posición social que me permita salir días al anochecer. Antes de que cayera
en público vestida así sea con ese la noche, yo me cambiaba el kimono, me
llamativo kimono que tiene el diseño de maquillaba un poco y lo esperaba,
dondiegos de día. Y quiero lucir un poco entrando y saliendo de la casa para ver
de maquillaje mientras camine por entre se había llegado. Después me contaron
las multitudes en los festivales de los que la gente del vecindario estaba bien
templos y santuarios. Mi corazón late al tanto de todo esto y que me
con emoción cuando pienso en lo señalaban secretamente y murmuraban
maravilloso que sería. entre ellos, "¡miren!, Sakiko, la de la
Sí, cometí un robo. No voy a tienda de getas está en celo," y se reían
negarlo. Ciertamente no estoy orgullosa
de lo que hice, pero bien ... déjenme 11 Sandalias de madera.
comentarles cómo empezó todo. No es 12 San significa señor, señora, etc. y
siempre se coloca después del nombre
8 Se conserva la costumbre japonesa de de las personas. Sin embargo, su uso es
anteponer el apellido al nombre. ordinario, e incluso familiar, por lo cual la
9 Baño público.
traducción literal resultaría muy
10 Kimono de algodón. acartonada.
CUENTOS JAPONESES 7

de mí. Creo que mis padres estaban también estaba deprimida por mi ojo
vagamente enterados de lo que sucedía vendado. Las tiernas hojas que podía ver
pero no se atrevieron a hablar de ello desde las ventanas de la habitación
conmigo. parecían como llamas azules
Cumplo veinticuatro años este revoloteando en el aire cargado y
año y aún estoy soltera. La razón de caluroso. Todo en el mundo exterior
porqué no me he casado todavía —otra parecía desvanecerse de la realidad y su
distinta a la de ser pobre— es, por cara tenía una belleza sobrenatural y
supuesto y en gran medida, mi madre. misteriosa. Estoy convencida de que
Cuando era aún la amante de un todo esto fue producto de la hechicería
importante hacendado del vecindario, de la venda en el ojo.
tuvo una aventura con mi padre. Ella se Mizuno-san es huérfano. No tiene
escapó con él olvidándose de todo lo parientes de sangre que cuiden de él con
que le debía a su antiguo patrón, y amor. Sus padres eran de buena posición
pronto me dio a luz. Mi madre empezó a pero su madre murió cuando él era un
estar más y más aislada y durante un bebé y tenía solamente doce año cuando
tiempo fue un paria social. Al ser la hija falleció su padre. Después de eso, el
de una mujer así, tenía naturalmente negocio de la familia, una farmacia,
pocas oportunidades de matrimonio. decayó. Sus dos hermanos y una
Pero con mi figura, mi destino habría hermana, todos mayores que él, fueron
sido el mismo aún si hubiera nacido de tomados separadamente bajo el cuidado
un aristócrata rico. de parientes distantes. En el presente,
No le guardo ningún rencor a mi como el menor de la familia, él es
padre ni tampoco a mi madre. Soy más mantenido por el empleado cabeza de la
decididamente la hija de mi padre. Creo farmacia de su padre, y va a la escuela
en ello firmemente no importa lo que se de comercio. Tuve temor de que llevara
diga. Mis padres se han ocupado bien de una vida más bien restringida y solitaria
mi y yo los cuido de igual forma. Son pues una vez me confesó que sus
gente vulnerable. Aún conmigo, su momentos más agradables eran cuando
propia hija, se comportan con cierta salía a caminar conmigo. También
moderación. Tengo el convencimiento de sospeché que tendría muy pocas
que debemos ser amables con la gente pertenencias personales. Me contó que
débil y tímida. Pensaba estar preparada había prometido ir a nadar con un amigo
para soportar por mis padres la soledad pero no pareció muy contento con el
o cualquier dolor. Hasta cuando conocí a prospecto. De hecho, pareció bastante
Mizuno-san, nunca desatendí mis deprimido. Esa noche robé un traje de
obligaciones hacia ellos. baño para hombre.
Aunque resulta embarazoso, Rápida y silenciosamente entré a
conviene explicar que él es cinco año Daimaru, la tienda más grande de mi
menos que yo y que es estudiante de la vecindario. Pretendiendo mirar uno y
escuela de comercio. Pero ustedes otro de los vestidos comunes de
deben entender que no tenía alternativa. algodón para mujer, furtivamente tomé
Lo conocí en primavera, en la sala de un vestido de baño negro del mostrador,
espera de un especialista cuando tuve lo oculté bajo mi brazo y abandoné el
un problema con mi ojo izquierdo. Soy el lugar. No había caminado más de cinco
tipo de mujer que se enamora a primera metros cuando alguien me llamó: "¡allá,
vista. El tenía una venda blanca en su usted!" Sentí tanto miedo que casi doy
ojo izquierdo, exactamente como yo. El alaridos, y corrí como una loca. Oí un
estaba ojeando un pequeño diccionario, agudo grito de "¡ladrona!, ¡ladrona!"
frunciendo el entrecejo y mirando detrás de mí, sentí un golpe en mi
incómodamente. Me dio lástima. Yo
CUENTOS JAPONESES 8

espalda y tropecé. Cuando me di vuelta, "Mizuno-san es un hombre


me golpeé la cara. bueno. Pronto adquirirá reputación por si
Fui llevada a una pequeña mismo. Estoy segura de eso. No quiero
estación de policía. Casi una multitud de que sea humillado. El le había prometido
caras familiares del vecindario se a alguien que iría a nadar y yo quería
reunieron frente a ella. Me di cuenta de enviarlo allá vestido como todo el
que mi cabello estaba desordenado y de mundo. ¿Qué hay de malo en ello? Soy
que mis rodillas se veían por debajo del una tonta. ¡Una tonta! Pero haré de él un
kimono de verano. Debía parecer hombre elegante y se lo presentaré a
terrible. usted para que lo inspeccione. El viene
Un policía me hizo sentar en una de una buena familia. El es diferente a
estrecha habitación de t a t a m i 13 en otras personas. No me importa lo que
la parte interior de la oficina donde me me pase si él puede salir al mundo y
interrogaron. Era un tipo vulgar de unos hacerlo bien. Entonces yo seré feliz.
veintisiete a veintiocho años, de buena Tengo que ayudarlo.
complexión, de cara angosta y usaba "No me encierre en la cárcel. No
unos anteojos de marco dorado. Me había hecho ninguna cosa mala hasta
preguntó mi nombre, mi dirección y ahora. Me he encargado de mis pobres
edad y los escribió, uno por uno, en una padres lo mejor que he podido. ¡No!
libreta de notas. Entonces súbitamente Usted no puede meterme en la cárcel.
empezó a sonreír socarronamente y me ¡Usted no puede! Durante veinticuatro
indagó, "¿cuántas veces ha hecho años me he esforzado lo más que he
esto?" podido, y sólo hasta ahora he cometido
Sentí escalofríos al pensar lo que un estúpido error con una mano
él tenía en mente. Simplemente no se descarriada. Usted no puede arruinar
me ocurría nada que decir. Pero si no estos veinticuatro años, toda mi vida,
contestaba, sin duda me enviaría a la sólo por eso. No es correcto. ¿Por qué
cárcel y formularía graves cargos contra puede usted pensar que soy una ladrona
mi. Me di cuenta de que de cualquier simplemente porque una sola vez en mi
manera tenía que disuadirlo de la vida mi mano derecha se deslizó treinta
situación. Con desespero busqué centímetros sin pensar? Es demasiado.
explicaciones pero me sentí como si ¡Es sencillamente demasiado! Un desliz,
estuviera perdida en una espesa niebla. una cuestión de pocos segundos.
Nunca antes había tenido una "Aún soy joven. Tengo una vida
experiencia tan aterrorizante. Cuando por delante. Puedo verla proyectarse
finalmente me las arreglé para decir frente a mí, exactamente la misma clase
algo, pareció desatinado y abrupto aún de vida que he llevado hasta ahora.
para mi misma. Pero una vez que Justamente la misma. No he cambiado
empecé, hablé con tal entusiasmo como en nada. Soy la misma Sakiko que era
si estuviera poseída: ayer. ¿Qué problema le causé a Daimaru
"Usted no debe ponerme en con este estúpido traje de baño? Hay
prisión. No soy mala. Tengo veinticuatro ladrones por ahí que le arrancan uno o
años. Me he dedicado a mis padres toda dos mil yenes a la gente —¡no!, más que
mi vida. He cuidado de ellos con todo el eso, fortunas enteras— y hasta son
amor del mundo. ¿Hay algo malo en ello? admiradas por eso, ¿o no lo son? ¿Para
Nunca he hecho nada que pueda hacer quién son las prisiones? Sólo los pobres
que la gente me señale y murmure de van a la cárcel. Siento lástima por los
mi. rateros. Los rateros son pequeñas
personas inofensivas, demasiado débiles
y honestas para salir y timar a la gente
para poder vivir confortablemente. Por
13 Piso de esterilla.
CUENTOS JAPONESES 9

eso van a los rincones, roban algo de ti, pero he fallado. Las personas
dos o tres yenes y terminan en la cárcel deben ser educadas. Fui a nadar
por cinco a diez años. ¡Dios! Es con un amigo mío el otro día, y en
grotesco. ¡Loco! Quiero decir: ¡realmente la playa conversamos largo sobre
loco! la ambición. Estábamos seguros
de que eventualmente tendríamos
Creo que he debido estar loca en éxito.
ese momento. El policía había palidecido Compórtate bien desde ahora y
y me miraba sin pronunciar palabra. De trata, así sea de una manera
pronto sentí que me gustaba de verdad, modesta, de reparar tu crimen
y mucho. A través de mis lágrimas disculpándote con la sociedad.
histéricas, hice un esfuerzo para Nosotros condenamos el pecado
sonreírle. El debió pensar que yo era una pero no al pecador.
lunática. Me escoltó hasta la estación de Mizuno Saburô
policía con sumo cuidado, como si P. S. Asegúrate de quemar esta
estuviera manipulando una bomba. Esa carta y su sobre después de que
noche fui dejada en custodia en el patio la leas.
de detenidos. A la mañana siguiente mi
padre vino a recogerme y fui dejada Ese era todo el contenido de la carta.
libre. Todo lo que me preguntó de Supongo que había olvidado que su
regreso a casa —y muy tímidamente— familia alguna vez había sido rica.
fue si había sido golpeada mientras Pasaron los días. Me sentía
estuve allí. No dijo nada más el resto del recostada sobre una cama de agujas. Ya
camino. se aproxima el otoño. Mi padre dijo que
Me ruboricé hasta las orejas estaba deprimido porque esa noche la
cuando vi el periódico de la tarde. Yo luz en nuestra habitación de seis tatami
estaba en los titulares: "ELOCUENTE 14 era débil por lo cual cambió la
DISCURSO DE JOVEN MUJER bombilla por una de cincuenta vatios.
IZQUIERDISTA DEGENERADA." Ese no fue Bajo la nueva luz comimos los tres. Mi
el fin de mi desgracia. Los vecinos madre insistía en que estaba
merodeando cerca a la casa. Al principio exageradamente iluminado. Con la mano
no entendí lo que significaba, pero que sostenía los hashi 15 le hacía sombra
pronto me di cuenta de que estaban a su frente, pero estaba muy animada.
tratando de observarme y ver qué También le serví sake 16 a mi padre.
estaba haciendo. Eso me hizo Mentalmente traté de
estremecer. Gradualmente empecé a convencerme a mí misma de que,
entender qué tan seria era mi pequeña después de todo, este era el tipo de
afrenta. De haberlo tenido, habría cosas en las que encontramos la
tomado veneno, sin ningún titubeo. O felicidad: colocar una bombilla más
me hubiera ido a ahorcar calladamente luminosa. De hecho, no me sentía
de haber habido un bosque de bambúes miserable en nada. Por el contrario,
cerca. Cerramos por varios días la pensaba que bajo la luz de esta humilde
tienda. lámpara, mi familia era como un farol
Al poco tiempo recibí una carta
de Mizuno-san. Decía lo siguiente:
14 El tamaño de cada esterilla, que viene
Yo creo en ti, Sakiko, más que
nadie en el mundo. Pero te falta montada sobre un bastidor, es una
una adecuada educación. Eres una medida tradicional de superficie en
mujer honesta, pero en algunas Japón, pero varía según la región. En el
cosas no eres muy recta. He área de Tokio equivale a 1.5 m2.
15 Palillos para comer.
tratado de corregir esa parte de
16 Vino de arroz.
CUENTOS JAPONESES 10

mágico y me dieron ganas de decir:


"bueno, mírennos, por favor. Somos una
familia bastante atractiva, mis padres y
yo." Una dulce alegría brotó de mi
corazón y quise que lo supieran, así
fueran únicamente los insectos que
canturreaban en el jardín.

Texto en Gessel, Van C. &


Tomone Matsumoto. "The Showa
Anthology. Modern Japanese
Short Stories". Kodansha
International, Tokio, 1985.
CUENTOS JAPONESES 11

UN SUCESO 17 un hombre joven vestido con el uniforme


por Shiga Naoya 18 y la gorra que, por la insignia que
Trad. Fernando Barbosa portaba, pertenecía a una compañía de
electricidad. A su lado, una pareja de
Era una sofocante tarde a finales estudiantes, arrellanados a pierna suelta,
de julio. No corría ni una brizna de aire. con las caras cubiertas con las alas de
A lo largo de los rieles que destellaban sus sombreros de paja, dormitaban en
como dos líneas gemelas de mercurio, el una pose grotesca. Sus pies descalzos
tranvía proseguía con un monótono tric- dejaban ver tétricamente la suciedad de
trac, tric-trac. Prácticamente no había la transpiración y el mugre que se
nadie. Las únicas personas a la vista desvanecía en un polvo blanquecino
eran un vendedor de helados que había sobre sus espinillas. Transmitían una
colocado su puesto frente a una alta sensación de calor opresivo y de
pared de concreto, y un solitario inmundicia. Había un hombre de unos
comprador, sentado en cuclillas, que se cincuenta años, en traje occidental, que
abanicaba. Sobre los dos, un higo parecía ser un empleado público de poco
extendía sus ramas de apariencia débil rango. Con una burda imitación de un
desde el otro lado de la pared. Sus sobrero panamá echado bien hacia atrás
hojas, que empezaban a enroscarse de la cabeza, descansando la barbilla
como si estuvieran enfermas, cubiertas sobre un bastón que sostenía entre las
con una capa delgada de polvo, estaban rodillas, su expresión era completamente
completa y misteriosamente inmóviles. vacía. Tenía los ojos abiertos pero la
Al recostarme contra el marco de la mirada perdida. Sin embargo, parecía
ventanilla del frente donde por lo menos darse cuenta de que yo lo miraba.
soplaba una leve brisa, mi mente estaba Inclinándose hacia atrás, apretó los ojos
totalmente en blanco. En mi mano y volvió a quedarse lelo. Entonces,
sudorosa tenía enrollada una revista abruptamente, con una servilleta de
medio leída cuyas páginas estaban aún algodón apretujada en la palma de su
dobladas. mano, secó su amplia frente. Bajo la
El tranvía se detuvo. Nadie se intensa luminosidad, tampoco yo podía
apeó ni se bajó. Como presa del mantener los ojos completamente
aburrimiento, el tranvía se deslizó hasta abiertos. Aún mirando de soslayo, dolía
la siguiente parada. Allí, una mujer rolliza fijarse en cualquier cosa. Empecé a
de unos cuarenta años se subió. Tenía resentirme con este desagradable calor
una pequeña sombrilla de satín en una que me presionaba como un injusto
mano, y en la otra un pañuelo empapado castigo corporal. Qué estúpido, pensé,
con el que continuamente se enjuagaba usar impermeables en tiempo húmedo y
la garganta. Su rostro, sonrojado y prendas cálidas para el tiempo frío, sólo
sudoroso. Algunos de los pasajeros la para tener que soportar todo el embate
miraron con ojos soñolientos pero la del tiempo caliente y ser postrado por
mayoría no abandonaron sus posturas él.
fatigadas y aletargadas. De pronto, entró por la ventana
Había ocho o nueve pasajeros. una mariposa blanca. Campantemente,
Frente a mí, adormilado y con una como una pequeña bola de caucho,
expresión nada risueña, estaba sentado revoloteó aquí y allí con una viveza
solitaria que la hacía parecer feliz y
locamente activa.
17 Escrito en 1913. Título original: El tranvía proseguía con el mismo
Dekigoto. monótono tric-trac. Drogados por el
18 Se conserva el uso japonés de
calor, como si hubieran olvidado a dónde
escribir primero el apellido y luego el se dirigían y con qué propósito, los
nombre.
CUENTOS JAPONESES 12

pasajeros sentados se hundían en un plataforma del conductor, se oyó un


letargo. La mariposa, sin darse cuenta nauseabundo golpe en seco. El tranvía
de que había sido transportada varias se deslizó unos dos metros más.
cuadras, aleteaba juguetonamente. Mi Respondiendo a un sentido instintivo
cerebro recalentado, envuelto en un que no pude controlar, rápidamente me
sopor, se distrajo algo con el zigzagueo escudé lejos, detrás del conductor.
aturdidor de esta pequeña bromista. Tratando de controlar mis temblores, le
Súbitamente, la mariposa chocó di la espalda a todos. Entonces se
contra el techo dos, tres veces escucharon los gemidos del niño. Sentí
seguidas. No pudiendo encontrar en alivio. (Este alivio fue más un
dónde pararse, se posó más abajo en sentimiento egoísta que otra cosa. Pero
una propaganda de teatro. Sus espesas aún después, me proporcionó placer.)
y empolvadas alas de brillo poderoso y Volviendo al frente, me hice paso
blanco puro, y los caracteres negro por entre los pasajeros y me asomé por
azabache escritos con los trazos la ventana. Ya se estaba reuniendo una
gruesos de la caligrafía Kantei19, que muchedumbre que venía de las casas
anunciaban una presentación especial de vecinas. Soltando una maldición, el joven
Kabuki, hacían un hermoso contraste. de la empresa eléctrica tomó al niño que
Como tomando un descanso después de gemía violentamente y le lanzó una
su agitado retozo, la mariposa, de mirada feroz y penetrante. Parecía
repente, se quedó completamente enfurecido. El niño, con su kimono corto
quieta. El tranvía simplemente continuó de verano subido hasta el pecho al ser
con la misma monotonía de antes. Los agarrado por el hombre, dejaba al aire
pasajeros sentados siguieron hundidos unas pequeñas y hermosas nalgas, las
en el mismo semi estupor. Mi mente, piernas dobladas, y chillaba a todo
también, quedó de nuevo vacía. pulmón. Su cara rústica y sudorosa y su
Pasaron varios lerdos momentos. cabeza grande parecían lo más cómico
Inesperadamente, con el peculiar grito de todo.
del conductor, levanté la cabeza. "Todo está bien, todo está bien",
Adelante, vi un niño que se aprestaba a dijo el conductor frotando
cruzar los rieles. Sin mirar a nuestro consoladoramente el trasero del niño.
lado, corría tan rápido como le era "Déle otra mirada", dijo el
posible. Pero parecía más bien una hombre joven, como irritado. Colocando
escabullida juguetona. Aun no había al niño de arriba para abajo, le levantó
corrido entre los rieles. Gritando, el las nalgas. El hombre grande que parecía
conductor aplicó los frenos. El tranvía un empleado público se había acercado.
había disminuido bastante la velocidad. "Debemos mirar más
Pero al mismo tiempo, éste y el niño cuidadosamente", dijo con cierta
tenían la apariencia de dirigir sus líneas preocupación. Y le echó una mirada al
de intersección en una dirección que los niño.
haría encontrarse en una colisión sin "Está perfectamente bien. Sin un
sentido e inevitable. Ya parecía muy sólo rasguño" anunció el conductor
tarde para hacer algo. Cuando el niño se después de un breve examen.
desvaneció debajo de la barra de la A unos pasos, bajando la palanca
de la trompa del tranvía, con cara
completamente inexpresiva, dijo el
19 Estilo de caligrafía creado en 1779 conductor con voz fría:
por Okazakiya Kanroku, utiliza trazos "Por fortuna la red lo atrapó."
gruesos y curvos que crean caracteres "¡Sí. Ciertamente fue una suerte!
compactos. En la actualidad todavía se exclamó el burócrata dando una vuelta
usa en los carteles del teatro Kabuki y alrededor.
en los programas de Sumo.
CUENTOS JAPONESES 13

"¡Oigan! gritó el hombre joven mentón un par de veces la cabeza. El


que sostenía al niño. "¿Dónde está su muchachito de nuevo empezó a chillar.
familia?" "Bueno, bueno. Un poco de pipí
"Acaban de irse por ellos" no es nada," dijo conciliadoramente el
respondió uno de los observadores. burócrata. De entre los mirones salió una
El niño, que hasta ese momento voz: "¡ya viene ella!, ¡ya viene ella! A su
sólo había estado dando alaridos y lado y muy excitada, corría hacia ellos
quejándose, empezó a darse vuelta y a una mujer sencilla de piel oscura.
retorcerse para escaparse del hombre Arrebatándole el niño al hombre joven,
joven que lo tenía agarrado. A medida se quedó mirándolo con ojos firmes y
que el éste se enfurecía, aquél luchaba duros. Y mientras le gritaba "¡tonto!"
con más fuerza. Y empezó a golpearle la empezó a darle manotazos duros y
cara al hombre joven. seguidos en la cabeza. El niño lloró y
"¡Maldito mocoso!" Con gimió aún más fuerte. Agarrándolo, la
expresión decidida el hombre joven lo madre dio vuelta y le propinó al hijo una
mantuvo a raya y lo miró con rabia. par de buenos puntapiés. "¡Tonto!" El
Con su viejo panamá todavía hombre joven que había estado
echado hacia atrás y manteniéndose con contemplando la escena con enojo,
dificultad, el burócrata dijo en voz baja, interrumpió el castigo.
como dirigiéndose a sí mismo: "Después de todo, señora, es su
"Fue una suerte. Realmente fue culpa." Los dos empezaron a discutir.
una suerte." Entonces, acercándose al Un poco al lado, el burócrata
niño, dijo: daba vueltas y se hablaba a sí mismo de
"Ya puedes parar de llorar." Le manera agitada. El conductor se
dio unos golpecitos en la mejilla que aprestaba a regresar a su plataforma. Y
estaba cubierta con una capa de otra vez, el burócrata lo llamó:
lágrimas, sudor y polvo. Aunque había "¡Oiga! Realmente fue una
estado luchando fuertemente, el niño no suerte." Casi sin ningún sentido golpeó
trató de golpear al amable burócrata. con su bastón la defensa de seguridad.
Agachándose, el hombre examinó las Entonces, de nuevo: "realmente fue una
nalgas y las piernas del pequeño. Ahora suerte. Esta cosa nunca debe haber
dócil, el niño se quedó tranquilo. funcionado tan bien." Sus palabras no
"¡Aquí no!" exclamó el burócrata. parecían comunicar adecuadamente su
La atención de los mirones que alegre perturbación. Parecía querer decir
empezaban a marcharse rápidamente se algo más. Pero no podía encontrar las
concentró en él. palabras para expresarlo. El conductor lo
"El muchachito está orinándose," miró con cierta frialdad.
exclamó el burócrata. Y todo el mundo La multitud ya se había
estalló en risas. dispersado. La mayoría de la gente se
Silenciosamente, con los ojos aún había quedado bajo los aleros de las
rabiosos, el hombre joven se examinó. casas y desde allí miraban.
La parte baja de su camisa estaba La madre le dio vivamente las
empapada. Todos rieron de nuevo. gracias al conductor. El niño, con la boca
Prensada entre sus muslos apretados, y las narices sumergidas en los grandes
como un hermosa calabacita, la punta y flácidos senos de ella, se mostraba
del pene del niño estaba todavía ahora completamente sumiso.
húmeda. El hombre joven y el burócrata
"Maldición. La tuve con este subieron de nuevo al tranvía. Tras
mocoso." Manteniendo abrazado al niño, recoger los zuecos del niño, la madre
el hombre joven le golpeó con su regresó a casa. El tranvía continuó su
marcha.
CUENTOS JAPONESES 14

Quitándose con prisa la chaqueta SHIGA NAOYA. 1883-1971. Este


del uniforme, el hombre joven se novelista y escritor de cuentos japonés,
despojó de su camisa orinada. pertenece a la que se conoce como la
Aparecieron su piel blanca y su físico generación de 1885. Antecedida por la
compacto. Enrollando la camisa, se de 1868 que vivió la modernización del
refregó bien el vientre. Los músculos de país impulsada por el Emperador Meiji, y
los hombros, de los brazos y del pecho, luego seguida por la de 1900 que
accionaban agradablemente. Subió los enfrentaría —positiva o
ojos por un momento y se encontró con negativamente— al marxismo y a una
los míos al otro lado del pasillo. Me manifiesta influencia occidental para
sonrió. auto educarse, la de 1885 estuvo
"Esto es demasiado." El marcada por una complacencia en lo
semblante feroz de antes, como si se le individual, en lo estético y en lo
hubiera subido la sangre, había vernáculo.
desaparecido. En su lugar había ahora
una apariencia agradable, vívida, La popularidad de Shiga en Japón, ha
bondadosa. sido notoria. Sus primeros cuentos como
La mujer rolliza y el burócrata La navaja de afeitar (1910), Para la
habían empezado a hablar. El burócrata abuela y La muerte de la madre y una
gesticulaba y conversaba animadamente. nueva madre (1912), Seibei y las
Los dos estudiantes también calabazas y Un suceso (1913), lo
empezaron a charlar. consagraron como escritor. En 1917
Estas personas, que antes publica Kinosaki kite (En Kinisaki) con la
sucumbiendo al calor habían quedado cual perfecciona el subgénero de la
casi en coma, estaban todas de regreso ficción japonesa que se conoce como
a la vida. shinkyô shôsetsu , o novela de estados
Yo también experimentaba ahora mentales, que hace parte del género de
una excitación agradable. la novela individual (shishôsetsu). Esta
Cuando pensé en mirar las última se caracteriza por depender de la
inocentes maniobras de la mariposa que narración en primera persona y por
se había posado sobre la propaganda del tener, generalmente, al autor mismo
teatro, ya había volado y se había como eje central, con lo cual su
perdido de vista. ▲ contenido, además de autobiográfico, es
decididamente confesional. Aquella, más
breve, está más cerca de un esbozo que
Texto en "The Paper Door and se construye sobre las emociones, las
Other Stories". North Point ideas y el estado espiritual del escritor.
Press, San Francisco, 1987.
Su obra más importante es la novela
An'ya Kôro (El paso de una noche
oscura), que escribe básicamente entre
1921 y 1923, aunque sólo la termina en
1936. Y a partir de entonces deja de
escribir. Lo que pudo ser un
reconocimiento a su mejor obra o la
incapacidad de mejorarla.

El Espectador, MAGAZIN
DOMINICAL No. 638, 6 de agosto de
1995.
CUENTOS JAPONESES 15

LA CAMELIA A lo lejos, un pito de vapor dio


un corto silbido. La noche estaba en
por Satomi Ton 20 realidad demasiado tranquila. Ella no
Trad. Fernando Barbosa podía recordar algo tan calmado. Pensó
en despertar a la sirvienta y hacerla
Ella pasaba los treinta y aún subir las escaleras para poder dormir las
permanecía soltera. Estaba recostada tres juntas. Pero era una incomodidad
mirando a la izquierda y leía una novela tener que levantarse. Continuó leyendo.
en una revista bajo la luz débil de una Las relaciones entre el héroe y la
lámpara que daba una sombra escarlata. heroína se aproximaban al clímax pero
La noche estaba quieta y fría. No había no sucedía lo más mínimo. Los hombres
la más leve señal de viento. Cualquiera no eran excitantes y ella no quería
pensaría que no era medianoche aunque recordar a ninguno de ellos. Su mente
los sonidos de los últimos caminantes en vagaba sin rumbo y ella leía.
la calle se habían desvanecido a medida ¡Pum!
que avanzaba la noche. La misma Fue sobre su almohada. Nada
ausencia de sonido golpeaba el oído con antes ni después. Solamente un sonido.
especial agudeza. Algo había caído sobre el piso, era
Al doblar la página, miraba a su evidente. ¿Qué sería? No se atrevía a
sobrina de veinte años. Sus futon 21 mirar. Colocó la revista suavemente
estaban separados unos quince sobre el tendido, recogió la mano
centímetros y la joven, reclinada, le daba izquierda y junto con la derecha las
la cara. El rostro dormido era cruzó sobre el pecho. El frío helado de
singularmente hermoso. Sólo se veían la aquella mano penetró la otra.
nariz y la frente, limpias, sobre el borde Su sobrina miraba fijamente con
aterciopelado de la colcha. La tía los ojos apretados.
observaba como si estuviera viendo ese "¿Qué es eso?" Precipitadamente
semblante por primera vez. se levantó la tía. "Qué es eso, Setchan?"
"No estás calmada, ¿verdad?" "¡No!" La joven saltó del futón y
Quiso importunar a la joven para reír con escondió su cabeza en las rodillas de la
ella. Pero ella estaba como una modelo tía.
posando, tan callada que ni siquiera se "Te pedí que me dijeras qué es lo
oían sus respiros. La tía sonrió que pasa. ¿Qué es eso, Setchan?"
silenciosamente. El tatami 22, que había Setchan levantó un poco la
sido cambiado por uno nuevo justo cabeza. "¡No!"
antes de que se pasaran, crujía un poco La mujer madura,
cuando ella cambiaba de posición, y una sobreponiéndose, miró resueltamente
oleada de aire tibio rozaba su nuca y su más allá, por encima del futón. En el
cara. tokonoma 23. algunos pasos más allá de
Por un momento no pensó en lo que ella se había imaginado, un gran
nada distinto al progreso de la historia. botón de una camelia había caído. Yacía
Desafortunadamente, no sentía sueño. sobre el tatami como un jarrón caído. A
ambas les había parecido terrible dejar
las camelias en su antiguo jardín y le
20
habían pedido al agente inmobiliario que
Se conserva la costumbre japonesa
cortara la rama que trajeron con ellas. El
de anteponer el apellido al nombre.
florero de porcelana celedón del
21 Futón: tipo de colchón que se tiende

sobre el piso. (Los sustantivos en


japonés no tienen número). 23 Nicho en las habitaciones que
22 Piso de esterilla típico de las casas usualmente se adorna con una pintura y
japonesas. un arreglo floral.
CUENTOS JAPONESES 16

tokonoma estaba lleno con las camelias "Es repulsiva."


que se habían cortado hacía una semana. "Imagínate que, en ese caso, la
"Compórtate, Setchan." Había tiras."
alivio en su voz. La joven también se "No podría. Tírala tu."
levantó del futón. "No hace daño. Podemos dejarla
"¿Cuál es el problema?" hasta mañana."
preguntó ella. "Está henchida de sangre."
"Soy yo quien debería preguntar "Detente, Setchan." El ceño
eso." fruncido arrugó las hermosas cejas. La
"Pero tu —" reprimenda fue en serio. "Estás hablando
"No hice nada." sin sentido. Yo me voy a dormir."
"¡Nada hiciste! ¡Me das risa!" Empujó bruscamente a la
"La manera como mirabas sobrina, dio la vuelta y subió la colcha
fijamente. Y tus ojos medio cerrados." hasta la cara.
"Ya estabas aterrorizada," dijo la "Estás mintiendo." La joven se
joven. "Detuviste la lectura y metiste las quedó en el sitio donde el empujón la
manos bajo la colcha. No lo niegues." había dejado. Envuelta en la colcha de
"Tu me viste, ¿no es cierto?" pies a cabeza, contuvo la respiración y
"Creí que teníamos ladrones." escuchó.
"No seas tonta. Pero ¿qué te Silencio.
despertó?" Permaneció quieta por un rato.
"Tu me llamaste." Encontrando difícil respirar, tímidamente
"No, no lo hice. ¿Por qué habría levantó la cabeza. La tía estaba
de llamarte?" recostada mirando a la izquierda con la
"¿No lo hiciste?" colcha, como siempre, ajustada
"No lo hice." alrededor de los hombros. "¡Qué
"Entonces debo haber estado detestable es ella!" La joven se volteó.
soñando." La pantalla de la lámpara iluminaba con
"Era una camelia. Una camelia una luz violeta los rincones más remotos
caída." de la habitación y daba un toque de
"¡No¡" De nuevo la joven se muerte al rostro familiar de la belleza del
abalanzó sobre la tía. "No. no. No digas siglo diecisiete que estaba pintada en el
esas cosas." kakemono.
"Setchan, por favor. Me "Qué tenebroso." La joven se dio
sorprendes." vuelta otra vez. La tía, frente a ella, reía
"Pero ¿por qué dices tales convulsivamente. Al contrario de ella, la
cosas?" sobrina apenas sonreía. Pero ahora reía,
"¿Qué dije para que estés tan con la brillante colcha subida
molesta? Mírate a ti misma." presurosamente hasta su nariz. El
"No, no, no." cuerpo le temblaba desde los hombros
"No seas necia, niña. Una de las hasta las caderas, sus ojos se cerraron,
camelias cayó y eso fue lo que te y ella seguía riendo. Al principio la joven
despertó." no veía. Luego vio, como en un espejo, y
"¿Ah?" Finalmente la joven retiró también empezó a reírse sin poder
la cara con violencia y miró tímidamente contenerse. Ella reía y reía. No podía
sobre los hombros de la tía en dirección decir ni una palabra, solamente se
al tokonoma. "¿No es verdad que da retorcía de la risa. La noche estaba
susto? Roja brillante." profundamente callada. Las dos tuvieron
"Roja o blanca, cae cuando le que controlar sus voces y el esfuerzo
llega su tiempo. ¿Qué pasa si es roja para hacerlo lo hizo todavía más
brillante?" gracioso. Era tan gracioso, era tan
CUENTOS JAPONESES 17

gracioso. Entre más pensaba en ello, SATOMI TON


más gracioso resultaba. Qué podía hacer
ella si era tan gracioso. Satomi Ton (1.888- 1.983) fue el
seudónimo de Yamauchi Hideo, quien
entre 1910 y 1920 hizo parte del club o
escuela Shirakaba (El abedul blanco),
denominación que tomó de la revista
mensual del mismo nombre dedicada a
temas literarios y artísticos y en la cual
los miembros del grupo fueron activos
colaboradores. Si bien la revista no
Δ generó un estilo particular, su aporte fue
el de servir de medio para la difusión e
interpretación del impresionismo y el
postimpresionismo y la defensa de
Cuento publicado en 1923. Título escritores como Romain Rolland y
original: "Tsubaki". Anatole France.
Texto en Morris, Ivan, Ed. "Modern
Japanese Stories. An Anthology." Después de abandonar este grupo,
Charles E. Tuttle Co., Tokio, 1962. marcado de elitista por el origen de sus
miembros, quienes provenían de la
Escuela de Pares, mantuvo durante su
larga vida una posición independiente
frente a escuelas y tendencias. Sus dos
novelas más conocidas son Tajô busshin
(La compasión del Buda) y Gokuraku
tombo (El despreocupado compañero).

El presente cuento, escrito poco tiempo


después del terremoto de Kanto que
destruyó a Tokio y a sus vecindades,
tiene implícito un elemento de la
estética del japonés frente a la vida,
muy de origen samurai, según el cual
aún en medio del fragor de la batalla
debe haber espacio para escribir un
poema. De igual manera, el
protagonismo de la camelia puede
entenderse mejor si se mira en el
contexto de la superstición que rodea a
aquella flor en Japón. En efecto, cuando
la camelia muere no cae pétalo por
pétalos sino toda la flor, como la cabeza
del guerrero decapitado en la lucha.
Resulta así más evidente el temor que
puede suscitar la flor a un japonés.

El Espectador, MAGAZIN
DOMINICAL No. 705, 17 de
noviembre de 1996.
CUENTOS JAPONESES 18

EN CONSTRUCCION lado izquierdo sobre la cual estaban


escritos los kanji 28 de "Entrada".
por MORI Oogai 24 Adentro encontró un pasillo ancho. Al
Trad. Fernando Barbosa lado de la puerta había una pila de
pequeños paños para limpiarse los
Había justamente acabado de zapatos y enseguida de éstos, un tapete
llover cuando el Consejero Watanabe se occidental. Los zapatos de Watanabe
apeó del tranvía frente al teatro de estaban embarrados después de la lluvia
Kabuki. Evitando los charcos, se por lo que cuidadosamente los limpió
apresuró a través del distrito de Kobiki con ambos implementos.
en dirección al Departamento de Aparentemente se suponía que en este
Comunicaciones. Con seguridad, pensó restaurante se debían observar las
mientras caminaba rodeando el canal, el costumbres occidentales y llevar los
restaurante estará por aquí en alguna zapatos puestos en el interior.
parte. Recordó haber visto el aviso en No había signos de vida en el
una de estas esquinas. pasillo pero de la distancia venía un gran
Las calles estaban casi vacías. ruido de martillos y serruchos. Watanabe
Pasó un grupo de jóvenes vestidos con pensó que el sitio se encontraba en
trajes occidentales. Caminaban reconstrucción.
ruidosamente y parecía como si Esperó un poco pero como nadie
acabaran de salir de la oficina. Entonces, salió a recibirlo, caminó hacia el fondo
una muchacha en un kimono que del pasillo. Allí se detuvo sin saber qué
sujetaba con un obi 25 de colores camino tomar. De pronto se encontró
alegres, irrumpió presurosa casi con un hombre que tenía una servilleta
estrellándose contra él. Era bajo su brazo y que estaba recostado
posiblemente —pensó— una camarera contra la pared a pocos metros. Fue
de alguna casa de té26 de la vecindad. hacia él.
Un jinrikisha 27 con su capota levantada, "Ayer llamé por teléfono para
pasó detrás de él. hacer una reservación."
Finalmente logró ver un pequeño El hombre se incorporó. "¡oh! sí,
aviso con una inscripción escrita señor. Una mesa para dos, ¿verdad?
horizontalmente al estilo occidental: Está en el segundo piso. Haga el favor
"Hotel Seiyôen". El frente de la de seguirme, señor."
edificación, que daba sobre el canal, El camarero lo condujo hasta
estaba cubierto con un andamio. La otras escaleras. El hombre debió haber
entrada lateral daba sobre una estrecha sabido de inmediato quién era él, pensó
calle. Afuera del restaurante había dos Watanabe. Los clientes deben ser pocos
escaleras con alas diagonales que y más aún con las reparaciones en
formaban una suerte de triángulo marcha. A medida que subía los
trunco. En lo alto de cada escalera había peldaños, los ruidos y el trajinar de los
una puerta de vidrio. Después de dudarlo obreros se hacían casi ensordecedores.
un instante, Watanabe entró por la del "Qué lugar tan activo," dijo
Watanabe mirando hacia atrás al
24 camarero.
Se conserva la tradición japonesa de
"¡Oh! no, señor. Los hombres
anteponer el apellido al nombre.
25 Cinturón muy ancho con que se
regresan a casa a las cinco en punto.
Usted no será molestado mientras cena,
ajusta el kimono.
señor."
26 Lo que comúnmente se conoce como

Casa de Geishas.
27 Pequeño carruaje oriental tirado por
uno o dos hombres. 28 Ideogramas.
CUENTOS JAPONESES 19

Cuando llegaron al final de las rojo del Museo Naval, imponente, le


escaleras, el camarero se apresuró, se tapaba la vista.
adelantó a Watanabe y abrió la puerta Watanabe se sentó en el sofá y
de la izquierda. Era una gran habitación examinó la habitación. Las paredes
que miraba al canal. Parecía más bien estaban adornadas con una descuidada
grande para dos personas. Rodeando selección de pinturas: ruiseñores en un
cada una de las tres mesas de la ciruelo, la ilustración de un cuento de
habitación, estaban colocadas todas las hadas, un halcón. Los kakemono 29 eran
sillas que era posible acomodar. Bajo la pequeños y angostos y sobre las
ventana había un gran sofá y junto a él paredes altas parecían extrañamente
una matera con una enredadera de casi cortos, como si las partes bajas hubieran
un metro y una planta de invernadero sido dobladas y escondidas. Sobre la
cargada con grandes racimos de uvas. puerta, colgado, había un marco con un
El camarero atravesó la texto budista. ¡Y es esto lo que se dice
habitación y abrió otra puerta. "Este es ser la tierra del arte!, pensó Watanabe.
su comedor, señor". Watanabe lo siguió. Durante un rato estuvo sentado
El sitio era pequeño. Realmente perfecto fumando su cigarro y disfrutando
para una pareja. En el medio había una simplemente de una sensación de
mesa arreglada elaboradamente con dos bienestar físico. Entonces escuchó el
manteles y una canasta de azaleas y sonido de voces en el pasillo y la puerta
rododendros. se abrió. Allí estaba ella.
Con sentimiento de satisfacción, Lucía un gran sombrero de paja,
Watanabe regresó a la habitación tipo Anne-Marie, decorado con borlas.
grande. El camarero se retiró y Debajo de su largo abrigo gris advirtió
Watanabe de nuevo se sintió solo. una blusa blanca de holán, bordada. Su
Inesperadamente, el sonido del martilleo falda también era gris. Traía una
cesó. Miró el reloj: sí, eran exactamente pequeña sombrilla con un fleco.
las cinco de la tarde. Faltaba todavía Watanabe forzó una sonrisa en su cara.
media hora para la cita. Watanabe tomó Apagando el cigarro en un cenicero, se
un cigarro de la caja abierta sobre la levantó del sofá.
mesa, le recortó la punta y lo encendió. La mujer alemana se quitó el velo
Muy extrañamente, no tenía el y dio una rápida mirada al camarero que
más remoto sentido de anticipación. la había guiado hasta la habitación y que
Parecía no importarle quién se le uniría se encontraba parado cerca a la puerta.
en esta habitación, como si no le Dirigió entonces sus ojos a Watanabe.
afectara en lo más mínimo de quién Eran los grandes ojos pardos de una
fuera la cara que pronto vería a través trigueña. Eran los ojos en los que tan a
de la canasta de flores. Estaba menudo se había ensimismado en el
sorprendido de su propia indiferencia. pasado. Sin embargo, no recordaba de
Fumando confortablemente su sus días en Berlín aquellas ojeras color
cigarro, se dirigió a la ventana y la abrió. de malva ...
Exactamente debajo había grandes pilas "Lamento haberte hecho
de madera arrumadas. Esta era la esperar," dijo ella abruptamente en
entrada principal. Al otro lado podía ver alemán.
una fila de edificaciones de madera. Pasó la sombrilla a su mano
Parecían ser casas de citas. Excepto una izquierda y extendió rígidamente los
mujer con un niño a sus espaldas, que dedos enguantados de su mano derecha.
caminaba despacio para un lado y para el
otro dentro de una de las casas, no
29 Rollos de seda o papel con una
había nadie a la vista. Al extremo
derecho, la maciza estructura de ladrillo pintura o una caligrafía que se cuelgan
en las paredes.
CUENTOS JAPONESES 20

Sin duda todo esto era para el deleite "¿Lo que quieres decir es que si
del camarero, pensó Watanabe mientras hemos pasado unos buenos ratos
cortésmente tomaba los dedos en su juntos? Pues bien, no puedo decir que
mano. eso no haya pasado nunca."
"Déjeme saber cuando esté lista "Eso difícilmente sorprende.
la cena," dijo mirando hacia la puerta. El Supongo que él está en Tokio contigo."
camarero hizo una venia y abandonó la "Sí, ambos estamos en el Hotel
habitación. Aikokusan."
"Qué alegría verte," dijo él en "Pero te dejó venir sola."
alemán. "Mi querido amigo, yo sólo le
La mujer, sin inmutarse, dejó permito que me acompañe cuando
caer la sombrilla en una silla y se sentó canto, tu sabes." Ella usó la palabra
en el sofá con una ligera exhalación de begleiten 30. Si él la acompañaba al
cansancio. Colocando los codos sobre la piano, pensó Watanabe, también la
mesa, contempló fija y silenciosamente a acompañaría de otras formas.
Watanabe. El acercó una silla a la mesa y "Yo le conté que te había visto
se sentó. en Ginza 31," continuó ella, "y él está
"Es muy tranquilo aquí, ansioso por conocerte."
¿verdad?" dijo ella después de un rato. "Permíteme negarme tal placer."
"Está en reconstrucción," dijo "No te preocupes. El no está
Watanabe. "Estaban haciendo un ruido corto de dinero ni de nada."
terrible cuando llegué." "No, pero probablemente lo
"¡Oh! Eso lo explica. El lugar da estará muy pronto si permanece aquí,"
una sensación de desasosiego. Y no es dijo Watanabe con una sonrisa. "Y ¿a
que yo sea un tipo de persona dónde piensas ir después?"
particularmente calmada." "Voy a los Estados Unidos. Todo
"¿Cuándo llegaste a Japón?" el mundo me dice que Japón no tiene
"Antier. Y ayer fue cuando de esperanzas, y por ello no tengo previsto
golpe te vi en la calle." conseguir trabajo aquí."
"Y ¿por qué viniste?" "Estás en lo cierto. Estados
"Bueno, tu sabes, he estado en Unidos es un buen lugar para ir después
Vladivostock desde finales del año de Rusia. Japón está atrasado ... Está
pasado." todavía en reconstrucción, como ves."
"Supongo que has estado "¡Por Dios! Si no eres cuidadoso
cantando en ese hotel de allá, como se voy a contar en los Estados Unidos que
llame." un caballero japonés admitió que su país
"Si." está atrasado. De hecho, diré que fue un
"Obviamente no estarías sola. funcionario público. Tu eres un empleado
¿Estabas acompañada?" del gobierno, ¿verdad?"
"No, no estaba acompañada. "Sí, estoy en el gobierno."
Pero tampoco estaba sola ... Estaba con "Y comportándote muy
un hombre. De hecho tú lo conoces." correctamente, sin duda."
Titubeó un momento. "He estado con "¡Aterradoramente sí! Me he
Kosinsky." convertido en un real Fürst 32, tu sabes.
"Oh! Ese polaco. Entonces Esta noche es la única excepción."
supongo que ahora te llamarás "¡Me siento muy honrada!"
Kosinskaya." Lentamente desabotonó sus guantes, se
"¡No seas tonto! Es simplemente
que yo canto y Kosinsky me acompaña."
30 Acompañante.
"¿Estás segura de que eso es
31 Muy famoso distrito central de Tokio.
todo?"
32 Príncipe.
CUENTOS JAPONESES 21

los quitó y le estiró su mano derecha a todas las mañanas tan pronto te
Watanabe. Era una hermosa, levantes."
deslumbrante mano blanca. El la apretó La conversación se desvió hacia
con firmeza, maravillado de su frialdad. algo más ligero. Finalmente los
Sin quitar su mano de la de Watanabe, lo camareros trajeron ensalada de frutas y
miró fijamente. Sus grandes ojos pardos sirvieron champaña.
con sus oscuras ojeras parecían haber "¿No estás celoso, ni siquiera un
crecido al doble de su tamaño. poquito?" preguntó de pronto la mujer.
"¿Te gustaría que te besara?" Todo el tiempo habían estado comiendo
dijo ella. y charlando. Ella había recordado cómo
Watanabe hizo una mueca. solían sentarse uno mirando al otro,
"Estamos en Japón," dijo. como ahora, en el pequeño restaurante
Sin ningún aviso, la puerta se que quedaba arriba de las Blühr Steps,
abrió de repente y apareció el camarero. después del teatro. Algunas veces
"La cena está servida, señor." habían peleado pero al final siempre se
"Estamos en Japón," repitió habían contentado. Ella había querido
Watanabe. Se levantó y condujo a la que sonara como un chiste. Pero a pesar
mujer al pequeño comedor. Súbitamente suyo su voz era seria y se sintió
el camarero encendió las deslumbrantes avergonzada.
luces del techo. Watanabe levantó su copa de
La mujer se sentó al lado champaña sobre las flores y dijo con voz
opuesto de Watanabe y miró de reojo clara: "¡Kosinsky soll leben 33!"
alrededor de la habitación. "Nos han La mujer silenciosamente levantó
dado una chambre séparée," dijo su copa. Había una sonrisa helada en su
riéndose. "¡Qué emocionante!" Enderezó cara. Bajo la mesa su mano temblaba
su espalda y miró directamente a incontrolablemente.
Watanabe como queriendo ver cómo
reaccionaría. * * *
"Estoy seguro de que está
tranquilo por pura casualidad, dijo él Eran sólo las ocho y media
calmadamente. cuando un solitario automóvil negro
Tres camareros estaban cruzó despaciosamente por Ginza, a
pendientes de ellos dos. Uno servía través de un océano de luces
jerez, otro tajadas de melón, y el tercero centelleantes. En la parte de atrás, una
se movía inoficiosamente de un lado a mujer sentada con el rostro cubierto por
otro. un velo.
"El lugar está agitado con tanto
camarero," dijo Watanabe.
"Sí, y parecen muy torpes," dijo Δ
ella encuadrando los codos tan pronto
empezó su melón. "Son tan malos como Cuento publicado en 1910.
los de mi hotel." Título original: "Fushinchû".
"Espero que tú y Kosinsky los Texto en Morris, Ivan, Ed.
encuentren familiares. Siempre entrando "Modern Japanese Stories. An
rudamente pero sin golpear ..." Anthology." Charles E. Tuttle
"Estás equivocado sobre todo Co., Tokio, 1962.
eso, tu sabes. Bien, de todas formas el
melón está bueno."
"En los Estados Unidos tendrás
montones de alimentos para comer
33 ¡Que viva Kosinsky!
CUENTOS JAPONESES 22

MORI OOGAI 34

Novelista, crítico, médico y científico, El Espectador, MAGAZIN


nació en 1862, en Tsuwano, de una DOMINICAL No. 669, 10 de marzo
de 1996.
familia de médicos establecida a
mediados del siglo XVII al servicio del
señor feudal de la localidad. En 1872, a
raíz de la abolición de los dominios, la
familia se trasladó a Tokyo. Allí se
graduó de médico en 1881. Junto con
sus estudios de medicina occidental y
china, tomó clases de composición de
poesía china clásica y se entusiasmó con
la literatura.

Ya graduado y estando al servicio del


ejército fue enviado a especializarse en
Alemania por cuatro años. Durante este
período tuvo contacto con las letras
europeas. De regreso a su país, se
convirtió en uno de los pioneros de la
literatura moderna japonesa —muy
particularmente en lo que se refiere a la
introducción del cuento corto—,
proceso en el cual debe destacarse su
aporte como traductor al japonés de
novelas, teatro y poesía.

El cuento publicado aquí, escrito


después de la guerra ruso japonesa en la
que venció Japón y en la que el escritor
sirvió como médico militar, refleja el
estilo confesional de lo que se conoce
como la "novela-yo" (watakushi-
shosetsu), muy difundido dentro de la
escuela naturalista de finales del siglo
XIX. El cuento, aparte de lo que
descubre de la experiencia personal del
autor, también da buena cuenta del
proceso de occidentalización que vivía el
país en esa época. Sus novelas más
conocidas son Gan (Los gansos
salvajes) y Wita sekusuarisu (Vita
sexualis).

34 Su nombre de pila fue Mori Rintarô.


Curiosamente, al igual que Sôseki, en
Japón no se le nombra por su apellido.
Siempre se habla de Oogai.
CUENTOS JAPONESES 23

APAREAMIENTO caso a la sugerencia. Insistiendo en que


no es ese tipo de tos, trata de ocultar la
por Kajii Motojirô 35 verdad. El hombre que vive arriba, no
Trad. Fernando Barbosa obstante, va por todo el barrio
contándole a todo el mundo de la
enfermedad de su vecino. En un pueblo
Mientras miraba el cielo como este, en donde sólo un inquilino
estrellado, los murciélagos volaban excepcional puede pagar la cuenta
silenciosos alrededor. Aunque no podía regularmente todos los meses, la gente
vislumbrar su forma, cuando se no puede cargar con los gastos de un
interponían al resplandor de las estrellas doctor. La tuberculosis es una guerra de
podía sentir la presencia de una clase de resistencia. Súbitamente, llega el coche
criatura espectral. fúnebre. El recuerdo del difunto está
La gente se duerme rápido. todavía fresco en la mente de todos,
Estoy parado en la deteriorada pero a él le toca trabajar como de
plataforma para secar las ropas de una costumbre. Parece que estuvo en cama
casa. Desde aquí puedo ver hasta el por unos cuantos días y luego murió. Sin
callejón trasero. Como innumerables duda, en la vida todo el mundo trae
barcos amarrados en un puerto, las desesperanza consigo mismo, todo el
casas de este vecindario están mundo atrae a su propia muerte.
construidas juntas y hay muchas otras El vendedor de pescado está
plataformas averiadas como esta. Una tosiendo. Pobre hombre. Oigo su tos y
vez vi la reproducción de la Lamentación me preocupo si la mía sonará como esa.
de Cristo en la ciudad del artista alemán Hasta hace un instante, el
Pechtein. Mostraba a Cristo rezando de callejón ha estado en movimiento con la
rodillas en las calles de atrás de una actividad de animales inofensivos. A
enorme área de fábricas. Asociando esa medida que entra la noche, aparecen no
imagen, siento que donde estoy ahora solamente en el callejón sino en las otras
se parece en algo a Getsemaní. No me calles de atrás. Gatos. He pensado
siento como Cristo, sin embargo. acerca de por qué sucede que en este
Cuando llega la profundidad de la noche, vecindario los gatos paseen como si
mi cuerpo enfermizo empieza a arder y fueran los dueños de las calles. Primero,
permanezco bien despierto. Pero es sólo es porque casi no hay perros alrededor.
para escapar de ese monstruo —la Tener perros es un lujo. En cambio los
fantasía— que salgo aquí afuera y dejo comerciantes tienen muchos gatos para
que el rocío de la envenenada noche evitar que sus mercancías sean
ataque mi cuerpo. destruidas por las ratas. Sin perros,
En todas las casas la gente se abundan los gatos, y estos merodean
duerme rápido. De vez en cuando oigo el por las calles a su antojo. De todas
sonido de una débil voz que rompe el formas, es curioso ver tantos gatos
silencio. En razón a que lo he oído en la monopolizando las calles tarde en la
tarde, se que es la tos de un vendedor noche. Pausadamente, caminan como
de pescado que vive en el callejón de damas en el bulevar. Se mueven
atrás. Su enfermedad le está haciendo indiferentes de una esquina a otra como
más difícil seguir con su negocio. El un equipo de inspectores.
hombre que tiene arrendado del él el Del rincón oscuro de la puerta
apartamento del segundo piso le dijo aledaña a la plataforma de secado, se
que viera a un doctor, pero no le hizo oye un crujido. Cuando en el vecindario
era popular tener pájaros como
mascotas, algunos llegaron a herirse
35 Se conserva la costumbre japonesa tratando de rescatar a estas aves.
de anteponer el apellido al nombre.
CUENTOS JAPONESES 24

Entonces, cuando la gente comenzó a plataforma para secar la ropa. Por


preguntarse "¿quién inició esta idea supuesto, si me arrimara bien a uno de
loca?", manadas de estos insignificantes los lados de la plataforma, difícilmente
pájaros abandonados se unieron a las se me vería. Pero los postigos están
golondrinas para buscar mendrugos de abiertos y si llega a verme y me pide que
comida. Pero no volvieron. Los únicos salga, sería lo más embarazoso. Así que
que quedan son los pocos pericos cuando el vigilante se aproxima,
tiznados de la puerta siguiente. Durante usualmente corro hacia la casa. Pero
el día nadie les pone atención. Pero esta noche, deseando ver por mí mismo
cuando llega la noche se vuelven cosas lo que pasará con los gatos, decido
vivientes y emiten este sonido. quedarme donde estoy en la plataforma.
Entonces, para mi sorpresa, dos El vigilante se aproxima lentamente. Los
gatos blancos que habían estado gatos continúan abrazados como antes
persiguiéndose en el callejón, se y parecen no hacer ningún esfuerzo por
detuvieron cerca a mí y empezaron a moverse. La vista de estos dos gatos
luchar y a dar gemidos. Pero no era una blancos entrelazados me produce la
enfrentamiento en serio. Se cogían por ilusión de estar viendo a un hombre y a
los lados. Yo he visto gatos copulando una mujer complaciéndose. Recibo un
pero no era como esto. También he inmenso goce con esta escena.
visto gaticos jugando, y tampoco era El vigilante gradualmente se ha
como esto. No se qué están haciendo acercado más. Durante el día administra
pero resulta cautivante y los miro con una funeraria y tiene sobre sí un aura de
detenimiento. De lejos se oye venir el indecible lobreguez. A medida que se
golpecito del bastón del vigilante aproxima me preocupo de cómo
nocturno. Excepto eso, no hay ningún reaccionará al ver los gatos. Ahora, sólo
sonido que provenga del vecindario. a unos pocos pasos, parece haberlos
Todo está callado. Aunque absortos en visto por primera vez y se detiene. Los
su lucha, los gatos están tranquilos. mira. Yo lo contemplo mientras observa
Se abrazan uno con el otro. Se los gatos y de alguna manera tengo la
golpean suavemente. Se empujan con sensación de que estoy allí con él
las garras delanteras. A medida que contemplando esta escena de media
miro, gradualmente quedo fascinado con noche. Pero los gatos no se han movido
sus acciones. Al mirar la maliciosa forma nada. ¿Se habrán dado cuenta de él?
como se pellizcan y viendo cómo Quizás. Pero no les importa. Están
empujan sus garras, me acuerdo de la terminando su asunto. Este es uno de
dulce manera como ponen sobre el los aspectos de estos desvergonzados
pecho de la gente sus patas y la tibia y animales. Si ellos sienten que usted no
gruesa piel de sus barrigas, tan suave al los va a maltratar, no tienen miedo y se
tacto. Ahora uno de ellos escarba su piel quedan perfectamente tranquilos
con las piernas escondidas. Nunca antes cuando se quiere ahuyentarlos. Sin
he visto gatos que parezcan tan embargo, si después de mirarlo a uno
encantadores, tan misteriosos, tan cuidadosamente se percatan de que se
subyugantes. Pasado un rato, aún tiene la intención de dañarlos, vuelan al
abrazados estrechamente, cesaron sus instante.
movimientos. Cuando miré, sentí una Viendo que aún no se han
sensación sofocante. Justo entonces el movido, el vigilante se acerca unos
sonido del bastón del vigilante nocturno pasos adelante. Entonces, sin
hizo eco en el callejón. quebrantar su abrazo, voltean las
Cada vez que viene este hombre cabezas a su alrededor. Desde mi punto
me oculto en mi casa para no ser visto de vista el vigilante es ahora el más
rondando tarde en la noche por la interesado. Repentinamente, golpea con
CUENTOS JAPONESES 25

viveza su bastón nocturno contra el a él, el de los sapos resulta, en verdad,


piso. Los gatos corren velozmente hacia mucho más accesible. Sólo con mirar una
el callejón, como dos rayos de luz. Al rana, de súbito entré a formar parte de
verlos escapar, el hombre recobra su su mundo. Esta rana se instaló sobre la
acostumbrada expresión de aburrimiento ligera corriente que corre por entre las
y, dando un golpecito con su bastón, se rocas del arroyo y, con algo de misterio
aleja. en su apariencia, miró fijamente el
torrente de agua. Su aspecto era
En alguna ocasión fui a observar exactamente como el de las figuras
unos sapos que croaban. humanas de las clásicas pinturas
Para mirarlos, primero tiene uno literarias: un poco de pescador y de
que aventurarse con determinación kappa. Mientras yo pensaba en esto, el
hasta el borde de las charcas donde pequeño arroyo se ensanchó de repente
croan. Como se esconderán sin importar y se convirtió en una ensenada. Y, en
qué tan cautelosamente nos ese instante, tuve la sensación de ser un
aproximemos, es mejor moverse rápido. solitario viajero por el universo.
Entonces uno se oculta y permanece Es todo lo que tiene que ver con
perfectamente quieto. Haga de cuenta la historia. Y sin embargo, puede decirse
que usted es una roca. Nada se mueve, que observé las ranas en condiciones
excepto sus ojos. Si no es cuidadoso más naturales. Aunque en una ocasión
resultará difícil distinguir los sapos de las anterior tuve la siguiente experiencia.
piedras en la charca y no verá cosa Fui a las charcas y cogí una rana
alguna. Luego de un momento, del agua para estudiarla cuidadosamente. La puse
y de las sombras de las rocas, en una cubeta de las del baño llena de
despaciosamente asoman sus cabezas. agua. Coloqué dentro algunas piedras del
Mientras miraba, me pareció que arroyo y con un pedazo de vidrio como
emergían de todas partes. Todos a la tapa, la llevé a mi habitación. No
vez, como si hubieran hecho un arreglo obstante, la rana no actuaba con
previo, aparecieron tímidamente. naturalidad. Cacé algunas moscas y las
Todavía permanecía yo como una coloqué en la cubeta pero la rana
roca. Después de dejar que les pasara el simplemente las ignoraba. Aburrido con
miedo, todos saltaron a donde estaban esto fui a tomar un baño. Me había
antes. Frente a mí retomaron de nuevo olvidado de la rana y fue al regresar a mi
su interrumpido canto de cortejo. habitación cuando de repente salió de la
A intervalos, me sentí superado cubeta el sonido de un chapaleo.
por extraños sentimientos mientras Diciéndome a mí mismo "¡por fin!," corrí
observaba desde la proximidad. a observar. Pero al igual que antes, la
Akutagawa Ryûnosuke36 escribió una rana permanecía oculta y no salía. En
novela sobre un hombre que fue al seguida salí a caminar. De vuelta oí de
mundo del mítico kappa 37. Pero frente nuevo el sonido de un chapoteo. Y
mirando dentro me encontré
exactamente con lo mismo de la última
36 Destacado cuentista, poeta y vez. Esa noche, dejando la cubeta a mi
ensayista. Nació en Tokio en 1892 en lado, me senté a leer algo. Me olvidé
donde se suicidó en 1927, a la edad de completamente de la rana. Pero cuado
35 años. En su honor se creó el premio me moví, saltó en medio de un
literario que lleva su nombre y que se chapoteo. Había estado observándome
entrega anualmente para destacar la en mi medio natural. Al día siguiente,
obra de nuevos talentos.
37 Animal imaginario, anfibio, que vive
en las aguas de Japón. Según la leyenda acuática. El título de la novela
sería la trasformación de una deidad mencionada es precisamente Kappa.
CUENTOS JAPONESES 26

como todo lo que había aprendido de la difusión de sonidos se deslizaba con


rana es que ella salta de miedo, destapé delicadeza, expandiéndose
la cubeta. Brincó hacia donde estaba el constantemente y envolviéndose como
sonido de los rápidos fuera de mi un fantasma frente a mí.
ventana para limpiarse del polvo de mi Los científicos afirman que los
habitación. Nunca más realicé este primeros seres vivientes que tuvieron
experimento. Con el fin de observarlas "voz" fueron las criaturas anfibias que
naturalmente, debía ir a las charcas. aparecieron durante el período
El día que fui, las ranas croaban carbonífero. Pensando ahora en sus
ruidosamente. Sus voces podían oírse voces como el primer sonido vivo para
claramente desde el camino principal del cantarle en coro a la faz de la tierra, se
pueblo. Desde este camino y a través de me comunicó un sentimiento de
la arboleda de cedros, caminé hasta las sublimidad. Era la clase de música que
charcas a donde siempre iba. En el toca el corazón de quien la escucha, lo
matorral al lado opuesto del arroyo, un hace palpitar y finalmente lo conduce a
doral gorjeaba hermosamente. El doral las lágrimas.
es un pájaro que al igual que las ranas en Frente a mi estaba un sapo.
este valle, me proporciona una sensación Obviamente a la deriva entre las ondas
agradable. Los del pueblo decían que del coro, su garganta temblaba
había sólo un pájaro de estos en todo el intermitentemente. Miró a su alrededor
valle en donde el bosque era más pensando que la compañera debía estar
espeso. Si hubiera otro doral allí, los dos cerca. A corta distancia del arroyo, bajo
pelearían y uno tendría que huir. Cuando la sombra de las rocas, otra rana estaba
quiera que oía su gorjeo, recordaba la sentada con gran cautela en el fondo.
historia de los lugareños y sentía que Pensé que sería la consorte. Cada vez
debía ser cierta, pues esta era la canción que el macho croaba, noté que la
del que se gozaba escuchando su propia hembra contestaba "¡geh! ¡geh! con un
voz. La voz del pájaro se oía lejos dejo de satisfacción. A medida que esto
haciendo eco en el valle cuando sucedía, la voz del macho se hizo más
cambiaba la luz del sol. Dedicando mi clara. Mi corazón respondió a sus
tiempo al ocio en el valle, tarareaba este honestos quejidos. Entonces,
sonsonete: bruscamente se apartó del ritmo del
coro. Los intervalos entre sus quejidos
Si vas al puente de Nishibira se hicieron más cortos y más cortos. La
oirás el doral de Nishibira; hembra continuó respondiendo. Y luego,
y si vas al salto de Seko tal vez debido a que su voz no se
oirás el doral de Seko. sostenía, ella sonaba un poco indiferente
en comparación con esa otra llamada
Uno de estos pájaros estaba cerca de las apasionada.
charcas. Justo como lo esperaba, las Pero ahora algo debía suceder.
ranas estaban lamentándose. Impaciente, esperé por el momento.
Rápidamente caminé por el borde de las Como lo preví, el macho abruptamente
charcas. Toda su música cesó. Siguiendo detuvo su ardiente croar, con suavidad
el plan que había ideado, me agazapé y se deslizó por la roca y empezó a
esperé. Poco después empezaron a atravesar el cauce. Nada me ha
cantar como antes. Sus miles de voces conmovido tanto como la ternura de ese
resonaban en el agua y reverberaban lapso. Nadando entre el agua hacia la
con un viento venido de lejos. De entre hembra, era como un crío que ha
las pequeñas ondas del arroyo cercano, encontrado a su madre, gimiendo
se hicieron más fuertes y se movieron suplicante al tiempo que corría hacia
en masa hasta alcanzar la cúspide. Esta ella. Mientras nadaba gritaba "¡gui-yo!,
CUENTOS JAPONESES 27

gui-yo!, gui-yo!" ¿Podría otro cortejo KAJII MOTOJIROO


ser tan tierno y ferviente? Observé, y
sentí una envidia desproporcionada. Escritor de cuentos cortos nacido en
El macho arribó alegremente a Osaka, tuvo una vida bastante corta,
los pies de su compañera y allí copularon pues vivió sólo 31 años, y su talento
en el lecho límpido y fresco. Sin debió esperar para ser reconocido hasta
embargo, el espectáculo de su la década de los años 50, cuando se le
desesperado apareamiento no logró rescata. Es posible que la explicación de
acercarse en nada a la ternura de este tardío éxito, resida en la sombra
cuando cruzó el cauce. Sintiendo que que pudieron proyectarle los triunfos y
había visto algo en el mundo que era el renombre de contemporáneos suyos
verdaderamente hermoso, por un rato como Akutagawa Ryûnosuke, Tanizaki
me sumergí en la cadencia de las voces Jun'ichirô y Shiga Naoya. De igual
de los sapos que vibraban en las manera debió influir el medio en que
charcas. tuvo que desenvolverse y que estuvo
marcado por el movimiento de la
literatura proletaria, por un lado, y el
avance del militarismo y la censura
oficial, por el otro.
Δ
Bajo el título de Remon (El limón),
publicó en 1931 sus primeros 18
Cuento escrito en 1931. Título cuentos que fueron seguidos un año
original: "Kôbi". después por la novela Nonki na kanja (El
Texto en Gessel, Van C. & paciente descomplicado) que apareció
Tomone Matsumoto. "The Showa por entregas, poco antes de su muerte,
Anthology. Modern Japanese en el magazín literario Chûô Kôron. Este
Short Stories". Kodansha sistema de entregar las obras al público
International, Tokio, 1985. ha sido bastante popular en Japón. De
igual manera, para dar sólo un ejemplo,
salió a la luz País de nieve de Kawabata
Yasunari.

Por enfermedad debió abandonar los


estudios de literatura inglesa que
empezó en la Universidad de Tokio. Pero
sus mayores influencias fueron las que
recibió de Tolstoi, Baudelaire y Poe.

Murió en Osaka en 1932, víctima de la


tuberculosis.
CUENTOS JAPONESES 28

AMOR PLATONICO individual. Al igual que la de casi todo el


mundo después de la guerra, la escritura
por KANAI Mieko 38 a mano no se parecía en nada al tipo de
Trad. Fernando Barbosa caligrafía hecha con pincel. Los
caracteres eran del tipo que se aprende
Si alguna vez tuviera que cuando se usa un libro impreso como
probarle a ella que yo soy "la autora", modelo y que difícilmente pueden
supongo que tendría que hacerlo tacharse de poco elegantes.
escribiendo un ensayo o un libro. Me hice Honestamente, eran exactamente como
conocida de ella ... bueno, en este caso los caracteres que yo escribo y que
no se si "conocida" sea la palabra reflejan una calidad sin disciplina y que
correcta ... de cualquier forma, nuestra descuidadamente dicen: si se entienden,
extraña relación comenzó cuando escribí no tiene usted por qué quejarse.
mi primer cuento. Recibí una carta que Quizás las cartas venían de
decía: "yo soy la persona que escribió el alguien que había tratado de escribir un
cuento publicado bajo su nombre". Se cuento similar —cualquiera podría
empezaron a acumular cartas con la imaginarse fácilmente que es sucediera.
misma frase inicial, en número igual al de O alguna joven poeta de mi misma edad,
las cosas que escribí, y mientras trataba hablando acerca de mi primer esfuerzo,
de ignorarlas, la verdad es que me pudo haber dicho "yo puedo escribir
encontré completamente incapaz de algo como eso en una sola noche", y
hacerlo. A medida que continué cogerme totalmente por sorpresa.
escribiendo estos cuentos, ella estuvo Cualquiera que haya leído una o dos
siempre conmigo. Pero no había nombre cosas que puedan pasar como cuentos
ni dirección en las cartas por lo cual no pudo hacer el mismo tipo de obra.
había forma de comunicarme con este Frente a ella parecería factible, supongo.
"autor real". La relación entre el "autor Dejando a un lado el impensable
real" y yo misma era completamente caso de un cuento con exactamente el
unilateral. Por supuesto, era solamente mismo contenido, era ciertamente
"unilateral" desde mi punto de vista; si imposible que alguien hubiera escrito
usted la mira desde el de ella, algo muy similar. ¿No son todas las
posiblemente no lo piense de esa "obras literarias" esencialmente lo
manera. Pero todavía, no se aún si fue mismo? Al leer su primera carta —
realmente una "ella" quien escribió las recuerdo el crujido, ese sonido táctil
cartas. cuando abrí el grueso papel extranjero,
Los sobres de las primeras cartas perfectamente bien doblado— tengo
se han amarilleado. Eran una variedad de que admitir el no haber podido suprimir
sobres blancos cuadrados, de diferentes un sentimiento incómodo producto de
tamaños y texturas. Y la tinta era unas alguna prolongada sensación de orgullo,
veces verde, otras sepia o púrpura. Las así sintiera que realmente no era
tintas verdes, sepias y púrpuras les importante quién hubiera sido el autor.
daban un sabor Taishô 39 que las hacía La exagerada auto estima de "yo escribí
detestables para mí. La caligrafía no eso", de hecho se volvió más
tenía prácticamente un distintivo rápidamente repulsiva que si yo la
hubiera escrito. ¿Por qué no cederle la
38 "autoría" del cuento a la persona
Se conserva la costumbre japonesa
desconocida y convertirme en el "autor"
de anteponer el apellido al nombre.
de un cuento diferente? Sí, me declaraba
a mi misma la "autora" de una obra
39 Período comprendido entre 1912 y enteramente distinta ...
1926 en el que gobernó el Emperador
de ese nombre.
CUENTOS JAPONESES 29

Cada vez que publicaba un descripción misma un medio para


cuento, invariablemente me llegaba una desdeñar su existencia?), entonces
carta y no podía hacer otra cosa que hubiera tenido la satisfacción de saber
sentirme fastidiada. Todavía, sin duda, que no tenía nada qué hacer con ellas.
ella era mi más ardiente y esencial Llegué a pensar en preguntarle a otros
lectora, así me reclamara la autoría, cuya escritores si ellos alguna vez habían
posibilidad podría hasta llegar a ser recibido cartas de alguien que se llamara
cierta. De cualquier forma, lo primero de así misma el "autor real". Habría
lo que empecé a darme cuenta fue de descubierto que yo no era la única
que un cuento en particular había sido víctima de alguien que jugaba trucos
escrito (¿por ella?, ¿por mí?) como maliciosos, complicados y hasta
resultado de una carta enviada por ella. bastante sofisticados. No había
Guardé este secreto por un buen tiempo evidencia de que esto fuera una pieza
porque no sabía cómo explicarlo. Y viciosa y persistente de injuria.
porque debido a razones desconocidas No quiero sugerir, por supuesto,
me sentí renuente a contarle a alguien que ella me molestara veinticuatro horas
acerca de ella. Sin embargo, cualquier al día. Yo tenía mi propia vida y era
cosa que yo escribiera, sin duda insistiría capaz de disfrutarla. Era una vida común
en haberla escrito ella misma. Pude y ordinaria. Ocasionalmente me aburría
preguntar: "¿cuándo podría haber leído pero no tanto como para que el
lo que escribiste?", y con una pequeña aburrimiento me carcomiera, y no tenía
sonrisa —inconscientemente me interés en las experiencias que parecen
inclinaba a imaginar que su sonrisa era hacer preciosa la realidad sólo en la
hermosa— ella me diría: ¿ni siquiera medida en que la desgracia se hace
recuerdas eso?" Naturalmente ni siquiera tangible. En resumen, había
podría tratar de contestar sus preguntas posiblemente crecido acostumbrada a
sino simplemente leer lo que escribió, pasar desapercibida sin la patética
como si fuera un privilegio al que se me confusión a la que las jóvenes y más
hubiera señalado entre muchos. Nuestra inocentes sensibilidades son tan
relación se limitaba exclusivamente a la susceptibles. Las sensaciones que
escritura de los cuentos. resultan de los encuentros con un
En algún sentido estaba hecha mundo muy preciso y lúcidamente
para sufrir por su causa, pero perfilado. Cuando me siento constreñida
gradualmente cierta curiosidad sobre ella por un mundo dominante en el que no
me hizo desear conocer qué tipo de puedo escribir, ¿no estoy ya tratando de
persona sería, qué clase de vida llevaría, escribir? Así, como debe ser el caso de
qué suerte de cosas estarían unidas a cualquier escritor, más que leer mis
ella, qué experiencias habría tenido, qué propios cuentos (pero ella no dice eso:
diablos pensaba. Traté de darle un dice los cuentos que yo escribo ),
cuerpo. Pero estaba llena de dudas, prefiero las obras de otros escritores
incluyendo, de hecho, la pregunta de si que disfruto. Y esto a pesar de los celos
sería hombre o mujer. Francamente, yo que aparecen cuando los leo.
despreciaba mi propio cuerpo y era
doloroso pensar en el cuerpo del "autor Me decidí a ir a Yugawara y me llevé las
real" como algo bello. Me cantaba a mí notas para un nuevo cuento que tenía
misma como un poeta enamorado. que empezar, junto con algunos trozos
¡Tienes un cuerpo! —¡oh, maravilla! que quería revisar para una colección.
Suspendida entre mis (tus) sueños ... También tomé algunos libros que no
Llegué a pensar si ella y no yo era quien había leído todavía y un manuscrito que
había escrito aquellas ligeras, por alguna extraña tentación me había
inadecuadas palabras (y ¿no era la hecho comprometerme conmigo misma
CUENTOS JAPONESES 30

a escribir "discutiendo mi propia obra". acerca del cuero de conejo que estaba
Por supuesto había algunas dudas sobre clavado en la puerta pardusca de madera
qué tan calificada estaba para comentar de una tienda de granos en Hanamaki
"mi propio trabajo" pero, dejando esto a (dejando a la vista la parte de la piel en
un lado, tenía suficiente dinero de mis donde la sangre derramada se había
regalías para permitirme permanecer en vuelto costra), o sobre el sueño de los
un hotel de aguas termales por un conejos que había tenido en el camarote
tiempo. Y debo admitir mi afección a la de un tren, camino a Iwate. Traté de
tradición de los escritores de ir a estos recordar el cielo de invierno asfixiando el
lugares a escribir. pueblo de Hanamaki y las filas de calles,
¿Por qué será que al final, así se el translúcido cielo blanco y sin vida de
trate de evitar la discusión sobre aquellas arterias grises y pardas y
nuestra propia obra. o la que pensamos levemente azuladas en un pueblo
escribir, terminamos contándolo todo? A ordinario, sin carácter, provinciano. Pero
pesar de gozar con el silencio, las como lo temía, no estaba
palabras emergen ... Empezamos con el completamente segura de si realmente
deseo de discutir la verdad y en la habría estado allí. Los requisitos para
práctica llegamos a términos que vivir, la falta de vida que envuelve un
encubren la verdad. ¿Qué está requerido pueblo, a veces hasta la confusión,
y anticipado en el acto que llamamos fueron removidos casi totalmente del
"discutir la propia obra"? Quizás sea una Hanamaki que creía conocer, y el pueblo
forma de confesión. Y dentro de ese desapareció en los laberintos de mi
acto que pretende ser una confesión, memoria. El pueblo en donde "el alma de
sueño una forma en la cual, ocultos, la ciudad silenciosa me hace escoger el
permanezcan los libros que camino" había perdido su forma y hasta
ingeniosamente se hayan vuelto la piel de conejo sin curtir, que estaba
ilusiones. segura de haber visto, había
Al final, no tuve nada que desaparecido completamente. ¿No eran
confesar. Lo único fue que al leer mis cosas que ya había leído antes en algún
propios cuentos sentí una curiosa cuento? No era yo quien las había visto
pasión. Sólo con suponer que el cuento o quien escribió sobre ellas. No, esa piel,
fue realmente algo que ella había escrito, con la sangre carmelita, roja y púrpura
pudo haberlo convertido en realidad que parecía una costra y la grasa
porque yo era ya su lectora y sentía muy adherida a ella, estaba clavada en un
fuertemente una pasión. Hasta cuento que yo había leído, ¿no es
entonces, no tenía más que un título verdad?
para el cuento que planeaba escribir:
"Amor platónico." ¿Y quién diablos lo Estaba tan tranquilo el atardecer
escribiría? ¿Ella o yo? en ese destartalado hospedaje,
Tal como lo esperé, "Amor administrado tan torpemente, que
platónico" no progresó una sola línea. No parecía que no hubiera otros huéspedes,
hubo ni una palabra escrita en mi y la vista de las montañas que formaban
cuaderno de notas y así consumí cinco el paisaje desde las ventanas orientales
días caminando durante el día y leyendo estaba obstruida por los edificios grises
o bebiendo sola de noche. Traté de de concreto de un gran hotel de
dirigir "Discutiendo mi propia obra" hacia turismo, por lo que las tarifas para los
algunos cuentos cortos que había huéspedes eran lo suficientemente
escrito tres años atrás, pero las palabras baratas como para permitir una estadía
se convertían todas en las de ella, todas bastante larga. Una pintura desmañada
tomadas de sus cartas. En un esfuerzo de una cigüeña con una expresión
por resistirme a ella, traté de escribir disimulada estaba pintada sobre el
CUENTOS JAPONESES 31

fusuma40 amarilleado por el sol del agua caliente la que lo presionaba y


atardecer durante el paso de los años, y cubría, envolviéndolo en una cálida
un kakemono 41 con un poema sobre el gracia, sino algo distinto a mí misma que
pathos de un penacho en la nieve, flotaba en el agua que me unía y
colgado en el tokonoma 42. Justo al fusionaba a toda la existencia. En la
frente una televisión en blanco y negro, rosada luz del sol temblando en la
una mesa bajita de madera con marcas lechosa bruma del vapor, en silencio, en
de los círculos dejados por vasos de medio de la calma, el tiempo se
cerveza, con un té servido, un espejo prolongaba y el baño se extendía como
cubierto con una seda rosada un sueño entre otro sueño, y yo no era
descolorida y un ropero con tres la que soñaba sino era ella quien lo hacía,
ganchos era toda la dotación de la y yo me convertía en sólo un personaje
habitación. Todos los días tomaba un del sueño. Y era entonces cuando esa
baño al anochecer, luego bebía pavorosa visión se diluía de nuevo en el
tristemente un trago, en silencio, y agua. Suspendida en mis (nuestros)
comía los platos preparados sueños ...
caseramente por la dueña: cerdo
agridulce, sashimi 43 y ensalada con Un día, después del almuerzo,
mayonesa de frasco. Y si tuviera que mientras caminaba por un camino que
decir cuál es la gran virtud de comer bordeaba una quebrada que bajaba de la
solo, diría simplemente que es la de no montaña y que atravesaba el parque,
ofender a nadie si uno lee un libro una mujer que no conocía se me dirigió.
mientras come. Hacerme sombra en este A pesar de sus maneras
viaje (y ¡cuántos pequeños viajes he despreocupadas, empezó hablando con
hecho sola!) fue el constante acopio que cierto recelo. Habló como si conociera
hube de traer con las notas para mi todo de mí e intuitivamente me di
historia. Debería recordar haber tratado cuenta de que precisamente esta mujer
de escuchar la voz que me llamaba a era e; "autor real". La imagen que en
empezar la historia que hasta ahora no secreto había alimentado de ella
he podido escribir, y en la mitad del reflejaba una vanidad y una esperanza
baño, donde la superficie brillaba con un inconscientes y, como lo había escrito
rosa metálico al atardecer, he debido antes, estaba asociada con la palabra
ponerme a llorar. Pensaría que el ausente "bella". Pero fue muy rudo para el "autor
"él" o "ella", quien había abandonado al real" el que pareciera tan abatido
protagonista, era realmente la propia cuando percibí que ello era realmente
historia no escrita, y grité al ver inapropiado. (No es sólo y simplemente
expuestos mis sentimientos. Mi cuerpo que mi estilo no sea el de explicar en
derretido en el amplio baño, donde el detalle de qué manera no era apropiado,
cuerpo ya no era el cuerpo, ni lo era el sino que sería descortés). Y entonces
ella me pidió que me le uniera para
40
almorzar pues no lo había hecho, e
Puerta corrediza que divide las
incapaz de rechazarla le contenté que
habitaciones.
aunque ya había tomado el almuerzo la
41 Rollo de seda o papel con una pintura
acompañaría con una taza de té o
o una caligrafía que se cuelga alguna otra cosa. Nos sentamos una
generalmente en la pared del tokonoma. enfrente a la otra en una mesa contra la
42 Nicho en la tradicional habitación
ventana, en una cafetería cerca de la
japonesa para huéspedes que entrada del parque. Ella pidió el más caro
usualmente se adorna con una sandwich de rost beef, una ensalada de
kakemono y un ikebana (arreglo floral). jaibas y café. Yo pedí únicamente una
43 Pescados crudos que se sirven
taza de café. En verdad no recuerdo la
cortados en láminas delgadas.
CUENTOS JAPONESES 32

mayoría de lo que hablamos, excepto nada habría sido destruido. Al final


que ella discutió sobre el cuento "Amor probablemente publicaré "Amor
platónico" que aún no se había escrito, platónico". Y probablemente diré que es
bajo el ruido crujiente de la lechuga y del mi obra.
apio que mordía. Sí, el "autor real"
discutió sobre el "Amor platónico",
haciendo pausas para chuparse con los
dedos algunas gotas de jugo caídas de
su sandwich de rost beef. No sólo perdí
la oportunidad para preguntarle por los
motivos que tuvo para enviarme aquellas Δ
cartas, sino que tuve que pagar la
cuenta de su sandwich, la ensalada y
tres tazas de café. Serían cerca de las Cuento escrito en 1979. Título
tres cuando regresé al hotel. original: "Platon-teki ren'ai".
Se que debía haber escrito mi Texto en Gessel, Van C. &
"Amor platónico" pero ahora no sentía ni Tomone Matsumoto. "The Showa
el gran deseo ni la gran necesidad de Anthology. Modern Japanese
hacerlo. Short Stories". Vol. 1 (1929-
1961), pp. 262-368. Kodansha
Cuando regresé a casa, había una International, Tokio, 1985.
carta del "autor real", tal como lo
esperaba, pero no contenía ningún
agradecimiento por el almuerzo. Era
sobre el manuscrito de "Amor platónico"
de lo que ella hablaba entonces.
He tratado y tratado de
convencerme a mí misma de que puedo
arreglármelas sin leerla. Sería
extremadamente simple botarla a la
basura o quemarla sin leerla. Sería fácil
alcanzar con mi mano la carta sobre mi
escritorio, con mi nombre escrito en tan
terrible letra (que parece exactamente
como escrita por mí) y deshacerme de
ella tan completamente como para que
nunca tuviera que pensar que algún día
existió. Podría tirar las cartas (todas las
cartas que me envió) al jardín,
empaparlas con queroseno y
encenderlas con un fósforo. Tendría que
llenar un balde con agua y ser cuidadosa
para controlar el fuego. En muy poco
tiempo, las llamas envolverían aquellas
cartas y las desaparecerían produciendo
un humo púrpura pálido. Y sólo quedaría
un pequeño montón de cenizas negras
que serías mojadas con agua para ser
luego enterradas en la tierra. Pero me
dejé caer en mi silla con el
desesperanzado sentimiento de que
CUENTOS JAPONESES 33

KANAI Mieko

Nació en 1947 en Takasaki, prefectura


de Gunma, Japón. Su primera colección
de obras de ficción Ai no seikatsu (Las
vidas del amor), fue publicada a sus
diecinueve años, en 1968, y ese mismo
año recibió un premio por su poesía. Sus
siguientes publicaciones fueron dos
poemarios: Madamu Juju no ei, 1971 (La
casa de Madame Juju) y Haru no e no
yakata ,1973 (La casa de las pinturas de
primavera). Con posterioridad, dio a la
luz otra colección de cuentos en 1979
en la que se incluye el publicado aquí y
el cual le da el título al libro: Puraton-teki
ren'ai (Amor platónico). En 1987 publicó
la novela Tama-ya (Mausoleo).

Según la crítica, su obra describe la


soledad del amor en el mundo
contemporáneo mediante el uso de un
lenguaje rico y poético. Una de las
características de su trabajo, de acuerdo
con sus propios comentarios, es el de
demandar una gran participación del
lector. En otras palabras, es la referencia
a la obra de arte en la cual quien la
produce solamente aporta una parte del
fenómeno estético. El resto es la
elaboración que hace el público, o el
lector en el caso de la literatura.
Justamente es ello lo que quiere revelar
la presencia del "autor real" en Amor
platónico, como un intento por resolver
los interrogantes que plantea el origen
de la creación literaria.

El Espectador, MAGAZIN
DOMINICAL No. 659, 31 de
diciembre de 1995.

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