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Estudios del INJUV

Prácticas y Estilos de Vida


de los y las Jóvenes del Siglo XXI

Volumen 3
ESTUDIOS DEL INJUV, VOLUMEN Nº3:
PRÁCTICAS Y ESTILOS DE VIDA DE LOS Y LAS JÓVENES DEL SIGLO XXI.

REGISTRO DE PROPIEDAD INTELECTUAL Nº 151.922.

© Instituto Nacional de la Juventud.


Agustinas 1564, Santiago, Fonos (56) (2) 620 47 00, Fax (56) (2) 620 47 02.
E-Mail: estudios@injuv.gob.cl

Editor Responsable: Rodrigo Asún Inostroza, Departamento de Estudios y


Evaluación, INJUV.
Gestión Editorial: Álvaro Díaz Barros.

Impresión: Editora e imprenta Maval Ltda.,


San José 5862, San Miguel, Santiago, Chile, Fono: (56) (2) 944 35 50.

Primera Edición de 750 ejemplares, diciembre de 2005.


Se permite cualquier reproducción parcial o total, indicando la fuente.

HECHO EN CHILE / PRINTED IN CHILE.


INDICE

Presentación
Prácticas y Estilos de Vida
de los y las Jóvenes del Siglo XXI.............................................................. 7

Cultura de la imagen y hábitos alimenticios


de los y las jóvenes .................................................................................... 11

La cultura democrática
de los y las jóvenes .................................................................................... 63

La subjetividad y cultura de los y las jóvenes


en el Chile actual........................................................................................ 93

Análisis de la sexualidad y
maternidad adolescente en Chile ............................................................ 129

Los y las jóvenes y la utilización


de espacios públicos ................................................................................. 149

Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet ............................ 183

Caracterización de la transición infanto-juvenil del


periodo de los 11 - 14 años ...................................................................... 229
Estudios del INJUV

PRESENTACIÓN
PRÁCTICAS Y ESTILOS DE VIDA DE LOS Y LAS
JÓVENES DEL SIGLO XXI

La principal tarea que la ley le asigna al Instituto Nacional de la Juventud


(INJUV), es la de colaborar con el poder ejecutivo en el diseño, planificación
y coordinación de las políticas públicas de juventud.

Ahora bien, para desarrollar con propiedad dicha función, el Estado debe tener
un claro diagnóstico, tanto de las condiciones materiales de vida e inserción
social de los y las jóvenes, como de su toma de posición ante dicha situación
y ante el resto de la sociedad chilena.

Por ello, una de las principales actividades del Instituto Nacional de la Juventud
ha estado centrada en la realización de investigaciones que permitan levantar
una línea base de la situación de la juventud en nuestros días.

Sin embargo, nuestra experiencia nos ha enseñado que no basta con realizar
dichas investigaciones para tener un verdadero impacto en las representaciones
que los funcionarios públicos y la comunidad construyen respecto de la
juventud. A pesar que nuestros datos, y los de otras instituciones, desmienten
frecuentemente los principales mitos que se sostienen respecto de la juventud
actual, dichos mitos continúan apareciendo e influyendo indirectamente en la

7
Presentación

formulación de políticas públicas que afectan a los y las jóvenes.

Por ello, desde el año 2003 el Instituto Nacional de la Juventud ha decidido


pasar a un nivel superior de análisis, constituyendo un “Observatorio de
Juventud”, cuya principal meta consiste en producir una mirada integrada
respecto del fenómeno juvenil, capaz de incidir en las representaciones que
los distintos actores tienen respecto de los y las jóvenes de nuestro país.

En otras palabras, dado que en nuestro país numerosas instituciones públicas y


privadas realizan investigaciones respecto de la juventud, creemos que nuestra
tarea principal no es sólo producir información respecto de la juventud, sino
ser capaz de procesar e integrar dicha información, de manera de transformarla
en conocimiento útil para formular intervenciones que mejoren la calidad de
vida de los y las jóvenes chilenos.

Para lograr ese objetivo, hemos diseñado un “Observatorio de Juventud”


centrado, principalmente, en tres tareas:

• La realización de investigaciones diagnósticas sobre la realidad


juvenil.
• La construcción de una mirada integrada respecto de la juventud.
• La difusión del conocimiento producido por nuestra institución en los
profesionales que trabajan con jóvenes y la opinión pública.

La primera tarea la desarrollamos principalmente a través de dos instrumentos:


la realización de investigaciones focalizadas sobre temas emergentes,
y la realización regular de la Encuesta Nacional de Juventud, la que se ha
transformado, hoy por hoy, en el principal instrumento de diagnóstico de la
realidad juvenil en Chile.

El segundo objetivo encontrará su principal materialización en el “Segundo


Informe Nacional de Juventud”, que esperamos se constituya en la línea base
de diagnóstico respecto de la condición y situación de la juventud chilena, a
finales del tercer gobierno de la Concertación de Partidos por la Democracia.

Finalmente, el tercer objetivo nace de constatar que no basta con producir


información respecto de la realidad de la juventud: también es indispensable
que dicha información se difunda, tanto en los profesionales que trabajan en
el tema juvenil, como en la opinión pública.

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Estudios del INJUV

Por ello, hemos diseñado una serie de instrumentos de difusión de la información


sobre juventud que hemos producido. Dentro de estos instrumentos, los más
importantes son la “Revista del Observatorio de Juventud”, el “Sistema
Integrado de Información Georeferenciada en Juventud: INJUMAP II”, la
constitución de un Centro de Documentación (CEDOC) y la presente serie de
“Volúmenes de Estudios”.

Los Volúmenes de Estudios están pensados para difundir, en forma de artículo


de síntesis, los principales resultados obtenidos por las diversas investigaciones
que el Instituto Nacional de la Juventud ha realizado en los últimos años.
Evidentemente, las investigaciones en extenso son posibles de obtener en
nuestro Centro de Documentación y en nuestra página web: www.injuv.cl.

El presente Volumen de Estudios titulado “Prácticas y Estilos de Vida de los


y las Jóvenes del Siglo XXI” agrupa investigaciones realizadas por nuestra
Institución, en alianza con consultores externos, entre los años 2002 al 2005.

El tema central y recurrente de los estudios que hemos incluido en este


Volumen es la indagación sobre las prácticas y estilos de vida de la juventud
de comienzos de siglo. Por ello investigamos sus hábitos alimenticios, su
percepción de la democracia, su subjetividad, la forma en que ellos y ellas
ocupan los espacios públicos, la forma y el sentido que tienen para ellos y
ellas las nuevas tecnologías de la comunicación, como viven su sexualidad y
maternidad y las formas que actualmente adquieren los procesos de transición
entre la niñez y la juventud.

Todas estas investigaciones nos hablan de la existencia de una juventud diferente


a las de generaciones anteriores, con nuevos patrones conductuales, nuevos
conjuntos de valores y creencias, nuevas prioridades vitales y, muy importante
para una institución como la nuestra, nuevos problemas y demandas.

Creemos firmemente que investigar respecto de la cultura de los y las jóvenes


actuales, la forma en que ellos perciben el mundo y su realidad, la manera en
que estructuran sus prácticas cotidianas, entre otros temas, resulta esencial
para diseñar políticas públicas que les sean pertinentes y respondan a las
necesidades de los y las jóvenes de nuestro país.

Agradecemos fuertemente a todos los investigadores e instituciones que


colaboraron con nosotros en la realización de estos interesantes estudios, que

9
Presentación

esperamos sean de utilidad a nuestros lectores para constituir una imagen más
clara respecto de nuestra juventud.

Sinceramente, nos asiste la creencia que al difundir estas investigaciones, no


sólo estamos acercando al realidad juvenil al mundo adulto, sino que también
estamos contribuyendo indirectamente a mejorar la calidad de vida de nuestra
juventud.

Paulina Fernández Fawaz


Directora Nacional
Instituto Nacional de la Juventud

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Estudios del INJUV

CULTURA DE LA IMAGEN
Y HÁBITOS ALIMENTICIOS
DE LOS Y LAS JÓVENES*

1.- INTRODUCCIÓN

La presente investigación, cuyo objetivo consistió en determinar


cómo influyen los patrones culturales estéticos -propiciados por la sociedad
de consumo y masificados a través de los medios de comunicación- sobre los
hábitos alimenticios de los/as jóvenes, consideró el desarrollo de una serie
de etapas sucesivas, destinadas a obtener información primaria y secundaria
sobre el tema de estudio.
Los objetivos específicos de este estudio fueron:

a) Caracterizar los hábitos alimentarios de las y los jóvenes de 12 a 18


años de edad

*
Este documento es un resumen elaborado el año 2003 de una investigación original
realizada por el Consultor Fernando Soto Valenzuela y el Departamento de Estudios
y Evaluación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). El equipo completo lo
conformaron Fernando Soto Valenzuela, Carlos Espejo Silva e Isabel Matute Willemsen.
El documento completo se encuentra disponible en el Centro de Documentación de la
Dirección Nacional del INJUV o en la página web: www.injuv.gob.cl

11
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

b) Identificar los patrones culturales estéticos más relevantes para las y


los jóvenes de 12 a 18 años de edad.

c) Dar cuenta –considerando las diferencias de género- de la valoración


que las y los jóvenes de 12 a 18 años de edad, hacen de los patrones
culturales estéticos propiciados por la cultura del consumo y de la
imagen, y de los efectos que éstos tienen en la autoimagen de dicho
grupo etáreo.

d) Establecer factores de riesgo y protectores, en relación a trastornos


asociados a desórdenes alimentarios en jóvenes de 12 a 18 años,
caracterizando las diferencias que puedan existir según nivel
socioeconómico, subtramo etáreo y género.

La aproximación a la temática señalada no pretende determinar


relaciones causales ni proveer de marcos explicativos sobre un fenómeno que se
ha incorporado recientemente a la discusión en el área de las ciencias sociales.
La intencionalidad básica, apunta a rescatar la perspectiva de los sujetos,
articulando el proceso de recolección e interpretación de la información en
base a tres preguntas:

• ¿Cuáles son las conductas alimentarias actuales de los/as jóvenes?


• ¿De dónde provienen y cómo se validan sus modelos estéticos?
• ¿Cómo se asume –desde la cotidianeidad de los sujetos- el estar inserto
en un modelo de sociedad donde el concepto de la imagen resulta
protagónico?

La investigación asume el supuesto de que el sistema cultural contribuye


a definir las prácticas cotidianas de los sujetos que forman parte de él. Es decir,
la orientación del estudio intenta comprender el fenómeno desde una óptica
sociológica, que prioriza la influencia de los factores sociales y contextuales
en los intentos explicativos que se esbozan.

La pretensión que guía el desarrollo de este estudio, radica justamente


en poder efectuar una lectura cultural de las prácticas sociales que los/as
jóvenes realizan en su cotidianeidad.

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Estudios del INJUV

2.- PROBLEMAS Y TRASTORNOS LIGADOS A LA ALIMENTACIÓN.

2.1 Una mirada general

Una primera conceptualización, realizada por Lísisic y Rumie (1997,


p 4), define los hábitos alimentarios como “la forma en que los individuos
o grupos seleccionan, preparan, consumen, distribuyen y almacenan sus
alimentos. En otras palabras, son el conjunto de costumbres que determinan el
comportamiento del hombre en relación con los alimentos”.
Es posible afirmar que “el hecho de comer, pues, está indisolublemente
ligado tanto a la biología de la especie humana como a los procesos adaptativos
empleados por los humanos en función de sus particulares condiciones de
existencia, variables, por otra parte, en el espacio y en el tiempo” (Contreras,
1995, p 14). Son precisamente los procesos adaptativos los cuales se pueden
leer desde una perspectiva sociocultural, por lo tanto, es en ellos donde está
puesto el énfasis de este apartado.
Desde el punto de vista de la salud, a lo largo del tiempo y en las
diferentes épocas históricas, se han desarrollado diversos problemas y
enfermedades que presentan relación con la alimentación de las personas.
Durante mucho tiempo, la preocupación estuvo centrada en el tema de
la desnutrición y -sobre todo- de la desnutrición infantil. No obstante, en la
mayoría de las sociedades occidentales éste parece ser un problema superado
o al menos secundario. Las denominadas sociedades desarrolladas (o en
vías de alcanzar un nivel de desarrollo e industrialización considerable), han
generado un nuevo escenario donde el incremento del sobrepeso y la obesidad
constituye un problema alarmante.
Al mismo tiempo, “en la sociedad occidental, a pesar de producirse,
paradójicamente, un aumento de peso, hay una marcada preferencia por la
esbeltez” (Bañuelos, 1994, p 122). Si se analiza esta situación, no resulta
extraña la aparición de otro tipo de problemas vinculados a los desórdenes de
la alimentación, los trastornos de la conducta alimentaria1.

2.2 Problemas y trastornos a considerar.

Los cambios que se han producido en cuanto al tipo de alimentos que


1
Si bien el término aparición puede no resultar apropiado, ya que los trastornos de la
conducta alimentaria se han manifestado en épocas anteriores con otras motivaciones
(principalmente religiosas), los niveles alcanzados en la actualidad constituyen un hecho
sin precedentes.

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

se consume, al menor gasto de energía que implica la vida cotidiana, y su


repercusión en el aumento del peso corporal y en la acumulación de tejido
adiposo en los sujetos, constituye un primer tema a revisar.
Desde el punto de vista de la medicina, los trastornos alimenticios se
entienden como “problemas psiquiátricos, que se definen como una alteración
persistente del comer o de las conductas relacionadas con el comer, que se
traducen en una alteración en el consumo o absorción de los alimentos y que
alteran en forma significativa la salud física o el funcionamiento psicosocial
y no son secundarios a ningún trastorno médico general u otro síndrome
psiquiátrico” (De La Maza y Albala, 2000, p 194).
A partir de esta definición, queda de manifiesto la complejidad del
fenómeno, el que debe ser abordado en su globalidad, considerando los
aspectos siquiátricos, físicos, sicológicos y sociales que presenta asociados.
Cabe señalar, además, que existen diversos tipos de trastornos
alimentarios. Para los efectos de este estudio, se profundizará en la anorexia
y la bulimia, los que constituyen los trastornos alimenticios más frecuentes,
cuyo incremento –además- han sido notorio.

2.2.1 Anorexia y Bulimia

El eje de interés para esta investigación, está dado por los trastornos de
la conducta alimentaria y específicamente -como ya se ha mencionado en las
páginas anteriores por la anorexia y la bulimia, problemas que se han vuelto
preocupantes en la actualidad por su progresivo incremento y cronificación,
ya que una de las conductas de riesgo más populares en los/as jóvenes es la
de hacer dietas para adelgazar, comportamiento que -como plantea Gonzalo
Morandé (1999)- se puede relacionar con la génesis de los trastornos de la
alimentación.
De esta manera, la presencia de conductas de constante preocupación
por adelgazar y de un intenso control ante la disponibilidad de alimentos,
puede derivar en el desarrollo de la anorexia y la bulimia, que clínicamente se
traducen en una severa restricción de la ingesta.

2.2.2 Anorexia Nerviosa.

La anorexia nerviosa es un síndrome caracterizado por el rechazo a


mantener el peso corporal dentro de los valores normales, lo que genera una
extrema delgadez que es lograda mediante una permanente restricción de la
ingesta calórica, a través de una férrea oposición a alimentarse, la cual puede

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Estudios del INJUV

ser acompañada o no por conductas purgativas (autoinducción del vómito, uso


de laxantes, uso de diuréticos, etc.).
En cuanto a las características de la anorexia nerviosa, Morandé (1999)
señala como aspectos esenciales del trastorno, los siguientes:

• La mayoría de las pacientes son mujeres.


• La mayoría son jóvenes.
• El síntoma principal es el rechazo a la alimentación.
• El adelgazamiento puede ser extremo y amenazar la vida.
• Hay una gran tendencia a recuperarse.
• Los pacientes tienden a negar la enfermedad.
• Las razones que dan los pacientes para adelgazar no son constantes.

Para Andrea Marín2, existen otras características igualmente relevantes


en los pacientes anoréxicos:

• La anorexia se presenta mezclada con un cuadro ansioso, donde se dan


conductas compulsivas: ejercicio excesivo, contar calorías, pesarse, etc.
• Existe irritabilidad y desórdenes en el sueño.
• No siempre hay depresión, debido a la reafirmación social.
• Se produce una distorsión de la imagen y una negación de la baja de
peso “cuando a pesar de que bajas de peso, tienes la idea de que estás
igual”.
• Esta distorsión, se vincula a la configuración de identidad, “no tienen
la identidad formada”, “están en el límite de lo real”, lo que hace
necesario trabajar en torno al autoconocimiento y la autoaceptación.
• Se aprecian problemas en materia de habilidades sociales y
aislamiento.
• Generalmente se detectan historias familiares fuertes e hitos específicos
que gatillan el inicio del trastorno.

2.2.3 Bulimia Nerviosa.

Bulimia significa hambre de buey. Este trastorno se caracteriza por


episodios de alta ingesta de alimentos –habitualmente en secreto- en períodos
cortos de tiempo. Estos atracones generan sentimientos de culpa, que derivan

2
Entrevista realizada a Andrea Marín, sicóloga de la Unidad del Adolescente del
Consultorio La Faena de Peñalolén. Agosto de 2002.

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

en conductas compensatorias que pueden ser purgativas (autoinducción del


vómito, uso de laxantes y/o diuréticos) o no purgativas (la compensación se
realiza a través de ejercicio excesivo o de consumo de supresores del apetito).
Actualmente, la bulimia es entendida como un trastorno que –con
frecuencia- se superpone a la anorexia o forma parte del mismo cuadro. No
obstante, se puede señalar como principal diferencia la dificultad que las
personas bulímicas suelen experimentar para controlar sus impulsos, cosa que
en la anorexia no ocurre, ya que quienes la padecen generalmente ejercen un
hipercontrol.
Cabe señalar además, que la bulimia –si bien presenta muchas de las
características de la anorexia- no necesariamente implica un descenso del peso
corporal, debido a que los episodios de voracidad no siempre van acompañados
de acciones purgativas efectivas. Esta situación, hace que su detección sea más
compleja.

2.3 Factores predisponentes y precipitantes.

Tanto en el caso de la anorexia como en el de la bulimia, las


aproximaciones explicativas apuntan a la idea de multicausalidad.
Particularmente interesante resulta la clasificación propuesta por Morandé
(1999), quien señala que se trata de trastornos multicausales donde participan
factores predisponentes, precipitantes y de mantención.

A.- Factores predisponentes.

DESCRIPCIÓN FACTORES
• Sexo femenino.
• Predisposición genética.
Factores ligados a la organización • Personalidad preanoréxica.
genética y biológica, a la • Sobrepeso peripuberal.
estructuración de la personalidad, a • Diabetes o enfermedad crónica infantil.
la crianza y organización familiar, • Historia de depresión o trastorno obsesivo
a la red social, al conjunto de infantil.
creencias y a la presión social para • Familia muy sensible a las apariencias.
adelgazar. • Obesidad familiar.
• Depresión o abuso del alcohol en la familia.
• Agresiones sexuales en la familia.

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B.- Factores precipitantes.

DESCRIPCIÓN FACTORES
• Subida significativa de peso.
• Malestar o insatisfacción emocional.
• Pérdida amorosa.
• Ruptura con amigos.
• Cambio de ciclo escolar o colegio.
• Agresión física o sexual.
Acontecimientos vitales que • Separación de la familia.
afectan al sujeto y precipitan la • Conflicto de los padres.
aparición de los trastornos. • Enfermedad o muerte de un familiar
• Ayuno o dieta adelgazante.
• Vómitos autoinducidos.
• Uso de laxantes u otras sustancias para perder
peso.
• Ejercicio excesivo.
• Enfermedad física con baja de peso..

C.- Factores de mantención.

DESCRIPCIÓN FACTORES
• Ayuno – desnutrición.
• Vómito como purgación y/o uso masivo de
laxantes.
• Ejercicio compulsivo.
• Atracones imparables (principalmente en la
bulimia).
• Pérdida sostenida de peso.
• Digestiones lentas.
• Desaparición del hambre.
• Ausencia o negación de fatiga.
Factores de naturaleza personal
• Estudio o trabajo compulsivo.
(biológicos y sicológicos) y
• Terror a subir de peso y obsesión por adelgazar.
ambiental, que permiten la
• Disociación mental.
mantención de los trastornos.
• Distorsión de la imagen corporal.
• Negación de la enfermedad.
• Interacción familiar ante la enfermedad.
• Cómplices en la casa.
• Aislamiento social.
• Perversión de las relaciones sociales.
• Consumo de alcohol y drogas.
• Comorbilidad médica y psiquiátrica.
• Refuerzo social por bajar de peso.
• Ambivalencia ante la enfermedad.

17
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

De esta manera “la anorexia y la bulimia no constituyen desviaciones


irracionales o estigmatizables, sino que presentan una continuidad subyacente
a los elementos normales de la cultura, manifestando de una forma extrema los
conflictos esenciales y las tensiones que, asociadas sobre todo a las mujeres,
están generalizadas en nuestro orden cultural contemporáneo” (Arnaiz , 2002,
p 361).
En este contexto, no es posible hablar de un factor determinado ni
establecer unívocamente el origen de tal o cual trastorno. Tal como lo plantea
Díaz-Atienza (2000, p 13), “hablar hoy de factores de riesgo, significa
comprender la etiopatogenia de los trastornos alimentarios desde los modelos
acumulativos de riesgo”. Estos modelos integran factores biológicos,
somatopsíquicos, socioculturales y de personalidad.
Desde esta perspectiva, y buscando integrar todos los elementos que
pueden estar participando en la generación de estos problemas, es posible
establecer un esquema que considera la existencia de factores genéticos,
biológicos y sicológicos que resultan favorables para su aparición; los cuales
son potenciados por factores ambientales adversos, que provienen del contexto
familiar y sociocultural en el que se desenvuelven las personas.

CONTEXTO
CONTEXTO SOCIOCULTURAL:
PREDISPOSICIÓN: FAMILIAR: Oferta alimenticia.
Factores genéticos. Vínculo afectivo. Sedentarismo.
Sexo. Hábitos familiares. Ideal estético.
Edad. Ingreso familiar. Medios de
Personalidad. Situaciones comunicación.
problemáticas Reafirmación de los
pares.

2.4 El cuerpo y la corporalidad.

Indudablemente, la cultura de la imagen juega un rol fundamental


dentro de esta determinación cultural, sobre todo en las sociedades modernas,
donde los patrones estéticos establecen modelos de belleza claros sobre el
cuerpo, promoviendo un ideal de delgadez –sobre todo femenina- que ha sido
masificado con la ayuda de los medios de comunicación de masas y la industria
de la moda.

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Estudios del INJUV

La centralidad de esta temática, se refiere –además- al desarrollo de


los trastornos alimentarios, ya que los sujetos definen la relación con su propio
cuerpo a partir de los mensajes que reciben desde la sociedad, intentando
responder a los estereotipos considerados como deseables y ejerciendo –en
algunos casos- un control excesivo sobre sus cuerpos, que repercute en la
cantidad y en la calidad de su ingesta de alimentos.

2.4.1 El cuerpo como objeto de análisis.

a) El cuerpo como objeto de consumo.

Baudrillard, Boltanski y Bourdieu, dirigen sus ideas a enfatizar el


hecho de que la estructura de producción y de consumo, genera una doble
representación del cuerpo: como capital y como fetiche; como inversión y
como signo social.

b) El cuerpo como lenguaje.

En este tipo de planteamientos, donde se enmarcan las ideas de


intelectuales como Birdwhistell, Ortega y Gasset, y Goffman, se releva la
función expresiva del cuerpo, el que se constituye en un elemento comunicador
que envía señales a los otros.
En este sentido, la forma en que un individuo se presenta ante otro, es
decir, su apariencia, entrega información sobre su estatus social, así como sus
modales dan cuenta del rol que espera desempeñar en una situación (Buñuel,
1994).

c) El cuerpo como control.

Finalmente, un tercer aporte está dado por quienes trabajan el tema


del cuerpo como un objeto de control social, que permite a las instituciones
ejercer dominación y establecer situaciones de represión y explotación.

2.4.2 La corporalidad.

Si bien el cuerpo se define como algo concreto y objetivo, también


existe el esquema corporal o corporalidad, cuyo establecimiento implica
subjetividad, dependiendo –en gran parte- de la interacción con los otros.
De esta forma, la interacción con los demás se vincula a la idea de

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

reafirmación social, que resulta fundamental en la valoración del cuerpo, tal


como lo plantean Díaz-Atienza y Blanquez (2001, p 16), “la corporalidad es
un término que hace referencia a las vivencias que cada sujeto tiene de su
cuerpo. Esta vivencia, no solo traduce una valoración subjetiva sino también
intersubjetiva, es decir, la creencia que el individuo tiene acerca de cómo el
otro valora su imagen corporal”.
Por otra parte, debe considerarse que esta relación con los otros se
produce en un marco social y cultural específico (en el cual –como se ha
mencionado– cobra especial relevancia el tema de la constitución del género),
determinado hoy en día por la sociedad de consumo, donde el cuerpo es un
objeto intercambiable, que adquiere carácter de mercancía.
En esta perspectiva, el cuerpo se constituye en un signo que da cuenta
del estatus de las personas y que –además de reflejar su personalidad- sirve
para tomar contacto con el exterior, y establecer comparaciones con otros
cuerpos y objetos.
Finalmente, la importancia del cuerpo como signo, define una
preocupación creciente por la apariencia física, que genera inversión y repercute
en el autocontrol “convirtiendo el cuerpo, no ya en una fuente de placer, sino
de poder: el cuerpo debe ser modelado, controlado por uno mismo” (Arnaiz,
2002, p 369).
Esto permite suponer que la corporalidad o el concepto que cada persona
tiene de su propio cuerpo, depende de una serie de factores ambientales entre
los cuales pueden destacarse los aspectos sociales, culturales, ideológicos,
afectivos y aquellos vinculados a las opiniones de los otros sujetos.

2.5 Sicopatías de la corporalidad y trastornos alimentarios.

Siguiendo principalmente las ideas de la teoría conductual-congnitiva,


puede establecerse una asociación entre el esquema corporal y los trastornos
de la conducta alimentaria.
En este paradigma se trabaja a partir de la idea de que hay situaciones
que activan emociones sobre el cuerpo, las que pueden ser positivas o negativas,
reales o distorsionadas. Cuando los acontecimientos gatillan un diálogo interior
del cual se desprenden emociones negativas, puede producirse una alteración
de la corporalidad, donde “existiría una distorsión cognitiva que exagera los
posibles defectos” (Díaz-Atienza y Blanquez, 2001, p 16).
De este modo, “la vivencia irracional por parte del sujeto de no ser
normal y el miedo a la reacción que los demás puedan experimentar ante
la anormalidad corporal autopercibida” (Díaz-Atienza y Blanquez, 2001,

20
Estudios del INJUV

p 16), puede traducirse en conductas donde son comunes los trastornos


alimenticios.
De acuerdo al modelo planteado por Raich (2000), pueden identificarse
una serie de procesos cognitivos que presentan los sujetos con alteraciones de
la imagen corporal:

• La bella y la bestia (el sujeto valora su corporalidad como blanco o


negro, muy feo o muy bello).
• El ideal irreal (el sujeto se compara con un ideal imaginario).
• La comparación injusta (el sujeto se compara sólo con las personas
atractivas que le rodean).
• La lupa (atención selectiva sobre partes del cuerpo que no le gustan).
• La mente ciega (se ignoran o no valoran los aspectos favorables de la
apariencia física).
• La fealdad radiante (se generaliza a todo el cuerpo la insatisfacción
por un aspecto concreto).
• El juego de la culpa (atribución de acontecimientos negativos de la
vida a los
• aspectos negativos de la apariencia).
• La mala interpretación de la mente (la creencia de que si uno no se ve
atractivo los demás tampoco lo hacen).
• Prediciendo desgracias (se cree que los aspectos negativos de la
apariencia tendrán consecuencias negativas a futuro).
• La belleza limitadora (limitación del comportamiento por las
preocupaciones por la apariencia).
• Sentirse feo (creer que si uno se siente feo es porque lo es).
• Reflejo del malhumor (el malhumor, aunque no tenga que ver con la
imagen corporal, también se aplica a ella).

2.6 Patrones estéticos.

Sin duda alguna, uno de los factores que incide en la configuración


del esquema corporal o corporalidad, está dado por los patrones estéticos
que predominan en una sociedad determinada, frente a los cuales el sujeto
desarrolla comparaciones y establece una relación con su propio cuerpo.

2.7 La Sociedad de consumo.

La etiqueta de sociedad de consumo obedece a una categorización del

21
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

capitalismo tardío, en la cual el consumo es más importante que la producción


(Ritzer, 2001, p 537).
En este sentido, y siguiendo a Moulian (1998, p 20), el consumo
reelabora su función básica y tangible (la adquisición de bienes) en una nueva
atribución de sentido que lo indica como creador de identidad. La identidad
desarrolla una ligazón muy fuerte con la posesión de ciertos objetos, en donde
el acto de poseer reelabora la lectura que hace el sujeto de sí mismo y también
la que hacen los otros de él3.

2.8 El ideal de belleza en la sociedad contemporánea.

Según Fischler (1995, p 378), “un análisis antropo-socio-histórico


de los modelos corporales mostraría sin duda que siempre ha existido una
profunda ambivalencia en las representaciones del cuerpo grueso y que, en
este sentido, la reprobación de la obesidad no es tan reciente como a primera
vista pudiera parecer. Ciertamente, en una época tan cercana como el siglo
XIX, las referencias a la corpulencia son positivas; significa salud, prosperidad,
honorabilidad. Pero también existe, incluso en las sociedades arcaicas, una
imagen maligna del grueso; el obeso, es también el que come más de lo que
equitativamente le corresponde (...) Simétricamente, la delgadez o la flaqueza,
fue en otros tiempos signo de miseria o debilitamiento, pero también de pureza
ascética, e incluso de santidad”.
A pesar de la ambivalencia a la que se hace referencia, si se revisan
los patrones estéticos que predominan en las sociedades occidentales actuales,
no puede dejar de reconocerse –sobre todo en el caso de las mujeres- una
valoración creciente de la delgadez, que se contrapone -tal como señala Arnaiz
(2002), al comentar algunos datos de carácter etnográfico e histórico- con un
ideal que promovía la gordura femenina.
La autora plantea la idea de que la lipofobia se relaciona con “el
cambio habido en las normas de peso desde una perspectiva médica, como
con el cambio paralelo habido en las representaciones del cuerpo” (Arnaiz,
2002, p 365).
De esta manera, en primer término, se alude a las nuevas concepciones de
salud, las que hacen que la obesidad empiece a verse como algo patológico.

3
Un ejemplo que puede ayudar a clarificar este fenómeno y que se vincula –además- con
los jóvenes, dice relación con la estética de los sujetos, en donde es fácil diferenciar a la
“tribu” a la cual pertenecen, por su vestimenta, la que se adquiere en las multitiendas, es
decir, productos en serie.

22
Estudios del INJUV

Además de los cambios referidos a aspectos objetivos del cuerpo (altura,


peso, volumen), Le Breton (1995, p 160) comenta que “el cuerpo se convierte
en una propiedad de primer orden, objeto (o más bien sujeto) de todas las
atenciones, de todos los cuidados, de todas las inversiones (en efecto, también
en esto hay que prepararse para el futuro). Hay que mantener el “capital” salud,
hacer prosperar al “capital” corporal bajo la forma simbólica de la seducción.
Hay que merecer la juventud, el buen estado, el look”. Es decir, el imaginario
contemporáneo trabaja sobre la idea de poseer un cuerpo (no “ser” un cuerpo),
lo que permite que este sea moldeable y modificable a voluntad.

2.9 Los patrones estéticos y los trastornos alimentarios.

Si se considera, como lo comenta Squicciarino (1990, p 124), que


“siempre se ha intentado adaptar el cuerpo al ideal de belleza manifestado
por los modelos estéticos de cada sociedad”, no resulta sorprendente que la
estandarización del cuerpo delgado como ideal estético, genere descontento
entre quienes no lo son, llegando a crear problemas de identidad y de aceptación
de la propia imagen.
Del mismo modo, este descontento puede incidir en la aparición de
desórdenes alimentarios, debido a la creciente importancia que se asigna a
la apariencia externa y al control del peso, los que pasan a constituirse en
expresiones de éxito social, “estas presiones se centran en el cuerpo ideal
delgado, en la prevaleciente focalización en la apariencia externa y la
trascendencia de esta figura en el éxito social” (Behar y Otros, 2001, p 1004).
Como se plantea, el ideal de delgadez va acompañado de una serie
de presiones sociales, que se sustentan en la idea de que es posible ejercer
un control sobre el cuerpo y que va acompañada de una amplia oferta “de
productos dietéticos, gimnasios de fisicoculturismo e innumerables métodos
para adelgazar, que se ofrecen persistentemente en el mercado. El paso, por
consiguiente, de la disposición a mantener la línea a un trastorno del hábito del
comer, es muy sutil y difuso” (Behar, 1998, p 1090). Siguiendo en esta línea,
“el cuerpo, en una total inversión de los términos, se convierte en ese objeto
amenazador que hay que despertar, llevar a sus medidas justas y mortificar con
fines estéticos, con los ojos fijos en las modelos esqueléticas y demacradas de
cualquier revista de moda, en las que se puede descifrar toda la contradictoria
agresividad de una sociedad de la abundancia contra el triunfalismo del propio
cuerpo” (Bañuelos; 1994, p 123).
Por otro lado, la misma autora afirma que las adolescentes se
encuentran aún más expuestas a toda la sobrecarga masiva de la promoción y

23
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

-por consiguiente- a desarrollar algún tipo de trastorno alimentario.


A pesar de la predominancia de lo delgado como ideal de belleza,
la presencia cada vez mayor de personas con trastornos como la anorexia y
la bulimia, ha generado un rechazo de la delgadez extrema, la que -como
indica Arnaiz (2002)- también se encuentra fuera de los límites aceptados y ha
comenzado a ser estigmatizada.

2.10 Medios de comunicación y cultura de la imagen.

La importancia creciente de los patrones estéticos y del ideal de


delgadez promovido por la sociedad, no puede ser analizada sin considerar la
influencia de los medios de comunicación.

2.10.1 Los medios de comunicación y la masificación de los patrones


sociales.

En las sociedades actuales, los medios de comunicación de masas


y la publicidad juegan un rol indiscutido en la transmisión de información.
Sin embargo, no solo es información lo que transmiten, ya que los mensajes
también reflejan ideas, valores, normas y pautas de comportamiento. Tal
como señala Rodríguez (2002), ya en 1989 José Joaquín Brunner afirmó que
la modernización, es paralela al hecho de que la industria cultural y el sistema
de comunicación social, se constituyen en el eje articulador de la vida y de la
cultura cotidiana.
De esta manera, la comunicación mediática debe ser considerada como
un nuevo agente de socialización, que incide en los procesos de aprendizaje y de
significación de la realidad que establecen los sujetos con el entorno, “el cine, la
televisión, el video, los carteles, las revistas gráficas, las historietas, las postales,
los cromos son sistemas de transmisión de conocimientos y de contacto con la
realidad nuevos, ajenos a la escuela, la familia o el grupo de iguales, tradicionales
ámbitos de socialización y aprendizaje” (Moreno, 1990, p 14).
A través de los medios de comunicación se produce una generalización
de los patrones sociales y –entre ellos- se masifican los ideales de belleza, “la
impostura consiste en la generalización a que se nos induce (Moulian 1998,
p 24).
La generalización aludida, se ha traducido –además- en una
disminución de las brechas sociales, no en términos de equidad en materia
de oportunidades, sino en cuanto a la masificación de lo que se considera
deseable. Así, la relevancia de la apariencia y el ideal de delgadez –que antes

24
Estudios del INJUV

se consideraban privativos de las clases altas- han pasado a ocupar un lugar


fundamental en todos los niveles socioeconómicos.

3.- MARCO METODOLÓGICO.

El diseño metodológico mediante el cual se llevó a cabo la investigación,


fue ejecutado en cuatro etapas sucesivas, cada una de las cuales constituyó un
insumo básico para la siguiente.
Si bien el tema cuenta con estudios a su haber, no existen investigaciones
que aborden la perspectiva social que se busca privilegiar, por lo que este
estudio se plantea desde una orientación Exploratoria-Descriptiva, en donde se
utilizó un diseño flexible y emergente, capaz de adaptarse a las circunstancias
de la investigación y posibilitar la optimización de decisiones.
Se privilegió el uso de técnicas de tipo cualitativo, que buscaron
abordar el tema de estudio a partir de las opiniones y significados presentes
en el discurso de los propios jóvenes. No obstante, estas técnicas fueron
complementadas mediante procedimientos cuantitativos, que contribuyeron
a precisar características ligadas a los hábitos alimenticios y a los patrones
estéticos.
El proceso investigativo integró información extraída a partir de
fuentes primarias y secundarias, con el fin de describir los análisis existentes
en torno a los trastornos alimentarios, caracterizar los hábitos de los/as jóvenes
y conocer la valoración que éstos hacen de los patrones estéticos4.
Si bien se incluyó una mirada biosicosocial para analizar el problema,
la investigación privilegió una aproximación desde lo social y lo cultural.
Esto requirió de la conformación de un equipo multidisciplinario, y de
la convergencia de saberes y técnicas propias de diferentes disciplinas ligadas
a las ciencias sociales y la nutrición.
Se consideró como principal unidad de análisis a jóvenes de ambos
sexos, entre 12 y 18 años, de distintos niveles socioeconómicos e insertos en
el sistema educacional. Al respecto, se definió la aplicación de 250 encuestas.
Para distribuir y extraer los casos a encuestar, se empleó un proceso no
probabilístico, proporcional y polietápico
El estudio se llevó a cabo en algunas comunas urbanas de la Región

4
En este item, se llevaron a cabo ocho entrevistas semiestructuradas a personas ligadas
a los temas estudiados. Específicamente, se contactaron –tanto a nivel público como
privado- informantes vinculados a áreas como la medicina, la nutrición, la sicología, la
publicidad y los medios de comunicación.

25
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

Metropolitana, para cuya selección se consideró el índice de prioridad social


(IPS), elaborado por la SERPLAC respectiva.
En la búsqueda y análisis de los datos, se asumió como supuesto la
existencia de diferencias de género, en cuanto a la forma e intensidad con que
los/as jóvenes consideran e insertan el tema en su propia cotidianeidad.
La tercera parte de la investigación correspondió a una aproximación
a las construcciones de sentido que manejan los/as jóvenes, referidas a sus
hábitos alimenticios y a los patrones culturales estéticos predominantes,
para lo cual las técnicas de recolección de información utilizadas fueron de
carácter cualitativo, específicamente grupos de conversación y de entrevistas
individuales semiestructuradas5.

4.-RESULTADOS
4.1.- La juventud y el cuerpo

El primer ámbito a tener en cuenta, se refiere a cómo los/as jóvenes viven


y perciben su cuerpo. En este sentido, asumir el cuerpo como una experiencia,
implica tener una imagen de sí mismo, la cual se vive no sólo a través del
espejo, sino también en el contexto social en el cual toca desarrollarse, donde
las opiniones del grupo de pares y los patrones estéticos son muy importantes.
Dentro de este razonamiento, la encuesta realizada indagó en algunos
elementos para conocer la autoimagen de los sujetos de estudio.
En cuanto a cómo los/as jóvenes se perciben a sí mismos, la mayoría
se encuentra normal (58.8%), en tanto, porcentajes similares se autocalifican
de flacos o gruesos (15.2% y 18.8%, respectivamente).
Más allá del hecho de autocatalogarse como normales, era interesante
indagar en el grado de conformidad que estos declaran sentir con su cuerpo. Un
70.1% de los consultados responde estar conforme, en tanto, el 29.9% restante
indica no estarlo. La respuesta anterior es mucho más crítica en el caso de las
mujeres, donde solo el 65.3% está conforme con su cuerpo, porcentaje que se
eleva al 81.1% en los hombres.
A pesar de los altos niveles de aceptación del propio cuerpo, existe
un 45.5% de los sujetos encuestados que cambiaría algo de su apariencia.
La desagregación por género inclina la balanza del deseo de cambio hacía el
público femenino con 51.4% de mujeres que declara que variaría su aspecto
versus al 31.5% de los hombres

5
Se llevaron a cabo 6 grupos de discusión y 10 entrevistas semiestructuradas.

26
Estudios del INJUV

Para averiguar sobre el tipo de cambios que se desearía realizar se


utilizó una pregunta abierta, la cual -una vez codificada- entregó una lista de
once posibles modificaciones; entre las que ocupan los primeros lugares se
puede mencionar reducir la guata (28.8%), adelgazar (15.3%) y ser más alto
(12.8%). Resulta clara entonces, la existencia de un modelo estético que busca
la delgadez y la altura. Es decir, se puede presumir la existencia de estas dos
características como básicas de un ideal de belleza para la juventud actual.

4.2.- Patrones estéticos.

La utilización del término patrones estéticos, obedece a la construcción


de una categoría de consenso, que –en este caso- atañe a los atributos de
belleza física que son valorados socialmente en la actualidad. En este sentido,
es necesario enfatizar la importancia que adquieren temas como el cuerpo
y la apariencia para los/as jóvenes, cuya autopercepción debe ser analizada
considerando lo que ellos califican como bello o atractivo, es decir, los patrones
estéticos que predominan en sus discursos.
Es preciso indicar que se trabajaron los modelos y conceptos de
belleza separados por género, pues se infieren diferencias importantes que es
interesante destacar.
A través de una pregunta abierta se intentó buscar los elementos
físicos esenciales que constituyen la belleza femenina. Considerando el total
de respuestas, los atributos que contemplan más menciones son la delgadez
(36.8%), el tener buen físico (31.0%) y la cara (29.7%).
El elemento social, es decir, la importancia de la opinión de los otros
se transforma en un tema especialmente sensible al abordar cómo piensan
las mujeres que las ven los hombres, ya que en esta situación el ser vista se
confunde con el ser deseada (subyace la idea de que los hombres solo mirarán
a aquellas mujeres que encuentren bonitas, ergo, deseables). En este contexto,
las características apuntan a ser delgadas o –al menos- no gordas; con buen
cuerpo, lo que implica atención a senos, cintura y caderas; y en tercer lugar, se
comenta que se buscan las mujeres promocionadas por las revistas eróticas, es
decir, sólo cuerpos.

O sea, igual afecta porque, como decían ellas, uno necesita, o sea,
cuando a uno le gusta alguien, necesita estar bonita.
Pero si tú le preguntas a cualquier hombre, él va a preferir mil veces
tener una mina que tenga el medio forro y sea fea de cara a si es una
gordita bonita.

27
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

El concepto de belleza que los hombres elaboran sobre las mujeres


coincide con la opinión de ellas en relevar la sexualidad femenina. Pero se
hace la salvedad de que ésta es una exigencia mutua, o sea, el hombre también
tiene que cuidarse y preocuparse de lucir atractivo.
Atendiendo los aspectos revisados, se debe hacer hincapié en la visión
de la belleza femenina como un asunto referido sólo a la apariencia física (es
importante tener presente esta situación, ya que no sucede igual en el caso de
los hombres).
Estas reflexiones no excluyen las características identificadas por
la encuesta, ya que en ambos casos se ha comentado como característica
primordial el hecho de ser delgada.
Respecto de los otros elementos constatados, es posible mencionar
dos observaciones que definen el discurso de los hablantes. Primero, el hecho
de una belleza visual que los otros ven, por ende, que los otros enjuician.
Segundo, la sexualización que se asume del cuerpo de la mujer, ya que se le
aborda como un objeto de deseo.
De manera similar a como se realizó en el caso de las mujeres, se
buscó saber cuáles son las características físicas que hacen atractivo a un
hombre. Al trabajar sobre el total de menciones, se puede apreciar que existen
tres características básicas, ellas son el ser alto (47.7%), tener una contextura
atlética (41.3%) y ser delgado (21.3%).
No obstante, debe destacarse que el tema de la belleza masculina, a
diferencia de las mujeres, excede el ámbito de las características físicas de
los sujetos. Es decir, -en este caso- los hablantes realizan una construcción
multidimensional, que tiende a rescatar el concepto de persona por sobre el de
la sola apariencia. Las adolescentes convocadas en las reuniones, abordan la
belleza masculina como una conjugación de aspectos físicos y de personalidad;
en donde ésta última siempre es la definitiva.
Los jóvenes que participan de las conversaciones traducen la
“permisividad” de las mujeres, al afirmar una preocupación no obsesiva por
su apariencia. Actúan y opinan asumiendo que la belleza masculina no es sólo
una sumatoria de características físicas, las cuales son importantes, pero no
definitivas.

Es que las mujeres dicen “ah, ese tiene cara bonita”, pero no saben
cómo es por dentro y el otro que es gordito puede ser mejor que el
flaquito.

Tras haber identificado las principales características asociadas a

28
Estudios del INJUV

la belleza femenina y masculina, pueden comentarse algunos arquetipos


evidenciados por los sujetos. De acuerdo a la codificación de las respuestas
obtenidas por la encuesta, los cantantes y las personas famosas son los
principales modelos a los cuales quieren asemejarse físicamente los/as jóvenes
(39.4%). Al desagregar la información por sexo, se puede precisar que mientras
las adolescentes buscan parecerse a las cantantes (44.8%), los jóvenes intentan
asemejarse a los deportistas (41.7%).

Persona Famosa a la que gustaría asemejarse

8,3
8,3
8,3 39,4

10,6

12,1 12,9

Cantante Actriz Deportista

Modelo o supermodelo Bailarina de televisión

Conductora de televisión Actor

En ambos casos tienden a cumplirse los atributos que caracterizan el


atractivo físico o belleza en cada uno de los sexos. En el caso de las mujeres, la
delgadez y el buen físico, y en el caso de los hombres, el ser alto y atlético.
El atributo más importante de acuerdo a los resultados de la investigación
y que atraviesa la medición cuantitativa y cualitativa, siendo a la vez un tema
en el que coinciden los hombres con las mujeres, independiente de su edad y
nivel socioeconómico, es la valoración de la delgadez como una característica
básica para hablar de belleza física.
Una primera versión del estar delgado se relaciona con ser saludable,
es decir, es producto de hábitos de vida sana, y genera resultados positivos
físicos y mentales. Las conversaciones asumen el concepto de salud no sólo
en el sentido de una enfermedad asociada a un padecimiento físico, sino que
integran el concepto de salud mental, en donde el estar bien se asocia a sentirse

29
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

bien, a quererse más; y en este escenario, la delgadez apoya el proceso de


sentirse bien con el propio cuerpo
Una segunda lectura de la delgadez, la vincula con el concepto de
atracción que puede ejercerse en los demás, lo que remite a los patrones
estéticos hoy en boga, que promueven la delgadez como sinónimo de belleza.
El concepto de imagen, ser lo que se ve y ser valorado por lo que se ve,
resulta implícito en las afirmaciones de los adolescentes, que además abordan
el tema desde una mirada predefinida, la que opera de acuerdo a ciertas
convenciones, es decir, aprueba o desaprueba de acuerdo al cumplimiento
de ciertas expectativas donde un requisito de aceptación positiva o inclusión
lo constituye la delgadez. Tema aún más fuerte en el caso de las mujeres,
donde la sexualización atribuida a ciertas características corporales constituye
prácticamente una regla tácita de evaluación.
En tercera instancia, la delgadez se encuentra ligada a la idea de
éxito.
Más allá de la delgadez, las reflexiones que se han explicitado hacen
referencia a una nueva forma de entender el cuerpo, donde éste se transforma
en una posesión, es decir, mi cuerpo no soy yo, yo soy otra cosa, que en el
mejor de los casos mi cuerpo podrá representar de manera acertada, pero no
siempre lo logra.
Por otra parte, la aceptación y promoción de la delgadez implica la
estigmatización de su contrario. En este caso, la referencia alude al sobrepeso
y los significados que se asocian a él. El “ser gordito” tiene una connotación
problemática, pero que se relaciona más con la apariencia que con la salud de
las personas.
En ese marco, dentro de las conversaciones, aparece con especial
fuerza la discriminación que sufren los sujetos con sobrepeso. También se
hacen alusiones a las etiquetas sociales que cargan quienes son identificados
como gordos.
La clara relevancia que se atribuye a la apariencia, la preferencia
consensuada por la delgadez y la estigmatización social de la gordura, generan
en los/as jóvenes una presión por mantenerse delgados.
Al indagar en la sensibilidad de los encuestados ante las fluctuaciones de
su peso, se aprecia una sensibilidad mayor hacia la posibilidad de aumentar de
peso, ya que a un 59.6% le preocupa engordar. Al examinar más detenidamente
este dato, existen diferencias significativas por sexo, siendo éste un temor
mucho más fuerte en el caso de las encuestadas mujeres (66.7%).

30
Estudios del INJUV

4.3.- La comida y el comer.

La preocupación por engordar, se traduce –como se verá más adelante-


en una serie de conductas tendientes a modificar los hábitos alimenticios.
Por esta razón, resulta fundamental conocer las prácticas alimentarias de
las personas, para luego detenerse en aquellas conductas que parecen ser
riesgosas.
Sin duda, el pan constituye el alimento de consumo más frecuente
para los/as jóvenes, ya que un 87.6% indica comerlo todos los días. Cuando
se revisan los discursos de los sujetos, el pan también surge como un referente
indiscutido de la alimentación juvenil.
De acuerdo a la encuesta, el consumo diario de frutas y verduras
(59.2%), y de productos lácteos (57.8%), también se presentan como datos de
importancia. Cabe señalar, que la alta ingesta de frutas y verduras sorprende a
los expertos consultados al respecto. De igual forma, a través de las técnicas
cualitativas se percibe un menor nivel de consumo. Parece existir una
asociación entre las frutas y verduras, y la preocupación por el cuerpo. Este
tipo de alimentos se vuelve fundamental para quienes realizan dietas o buscan
adelgazar.
El alcohol fue incluido en la encuesta para indagar en la conducta de
los/as jóvenes respecto a su consumo, apreciándose un bajísimo porcentaje que
afirma beber diariamente (1.6%), mientras que la mayoría señala no hacerlo
nunca (64.8%).
La encuesta entrega luces sobre el papel que juegan la comida chatarra
y las golosinas en la alimentación de los/as jóvenes. Un 55.8% dice consumir
diariamente este tipo de alimentos y sólo un 4% no lo hace nunca. Los datos
cualitativos pueden resultar aún más ilustrativos, ya que en ellos se observa
claramente que la denominada comida chatarra constituye el tipo de alimento
preferido por los/as jóvenes.
Sin embargo, se percibe también en los sujetos una revalorización de
la comida casera y de los platos preparados.
En cuanto a las comidas efectuadas cotidianamente, el almuerzo
emerge como la comida más relevante para los sujetos, ya que un 84.4%
afirma almorzar todos los días. En tanto, la cena es la comida menos señalada,
donde casi la mitad de los encuestados dice no cenar (47.3%). Estrechamente
relacionado a este dato, debe revisarse el alto porcentaje alcanzado por la once,
ya que un 71.8% indica tomar once a diario. Sin embargo, no estamos aquí
frente al concepto de once tradicional, sino más bien ante una once-comida que
combina el té o café, el pan, las ensaladas o algún plato más elaborado. Por otra

31
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

parte, las respuestas generadas en torno al desayuno permiten suponer que gran
parte de los/as jóvenes acostumbra desayunar (62.8% lo hace diariamente).
Pasando al tema de las construcciones de sentido que los/as jóvenes
elaboran en torno a la comida, sorprende la claridad con que algunos aluden
a las propiedades de los alimentos. No obstante, también se constata un
importante nivel de desinformación, que se manifiesta en teorizaciones
claramente erradas y en demandas por conocimiento.
Las principales reflexiones registradas sobre la alimentación, se
establecen en torno a la distinción que los/as jóvenes plantean entre la comida
chatarra y la comida sana.
Las opiniones que se pueden extraer a partir de las técnicas cualitativas,
manifiestan una contradicción entre el “deber y el hacer”, ya que los/as jóvenes
describen las características de lo que consideran como una comida sana, pero
sus preferencias y costumbres apuntan a lo que ellos mismos etiquetan como
comida poco saludable.
La comida sana emerge como algo que le es necesario al cuerpo y
que –por lo tanto- hace bien. Por su parte, la idea que subyace al concepto
de alimentos no saludables, es que éstos perjudican la salud de quienes los
consumen. En general, la comida poco sana es asociada directamente a lo
chatarra y se identifica con todo lo frito, los completos y los dulces.
La comida cumple un rol importantísimo en la vida de los/as jóvenes,
quienes no solo desarrollan reflexiones en torno a su relevancia para la vida,
sino que también asignan significados al hecho de comer.
Estos significados, planteados -implícita o explícitamente- por los
sujetos, no se encuentran exentos de contradicciones, observándose en ellos
una clara combinación de representaciones positivas y negativas, que se
expresan con diferentes énfasis y matices en la información recogida mediante
las diversas técnicas.
Los resultados de la encuesta mantienen un carácter positivo en lo
que se refiere al hecho de comer, situación que se vuelve mucho más crítica
en las conversaciones sostenidas con los/as jóvenes, donde se aprecia con
mayor énfasis a la comida como una experiencia que es vivida de manera
contradictoria, al generar –muchas veces en un mismo instante- sensaciones
que van del placer a la culpa.
Si se analizan los conceptos positivos, puede notarse su estrecha
relación con el ámbito de las motivaciones, es decir, por qué las personas
comen. Las razones expuestas por los/as jóvenes apuntan a una dualidad. Por
un lado, apunta a la necesidad de alimentarse para vivir y para “funcionar”, y
por otro a la idea de que alimentarse es un acto placentero en el cual uno puede

32
Estudios del INJUV

degustar sabores y olores que provocan la sensación de placer.


A pesar de esta dualidad, no se puede desconocer la centralidad que
adquiere en el discurso de los/as jóvenes el mensaje hedonista, ya que el
placer constituye la principal motivación para comer y –a la vez- su efecto
más valorado.
No obstante, los significados negativos nos indican que, si bien comer
provoca placer, también puede generar culpabilidad. Esta culpa nos remite a la
relación que se establece entre comer y engordar.
Los datos muestran que una de cada cuatro personas (24.6%) expresa
su acuerdo con la idea de sentirse culpable después de ingerir alimentos. Se
debe precisar que al desagregar esta información por sexo, se encuentran
relaciones significativas, siendo la culpabilidad mucho más frecuente en el
caso de las mujeres (31.0%) que en el de los hombres (9.6%).
Para concluir, deben mencionarse algunas representaciones etiquetadas
como neutras, que dan cuenta de situaciones en las cuales se acostumbra
ingerir alimentos o “comer por comer”, aludiendo a la ansiedad, la rutina o el
aburrimiento.

4.4.- Dietas y trastornos de la conducta alimentaria.

Muchas veces los/as jóvenes experimentan sensaciones encontradas


en cuanto a la comida, lo que –en algunos casos- puede ser etiquetado como
un placer culposo. Sin duda, esta situación puede traducirse en una relación
poco sana con los alimentos, a partir de la cual surgen hábitos riesgosos que
atentan contra la salud física y mental de los sujetos, y que pueden llegar a
generar trastornos de la conducta alimentaria.
En esta sección nos encontramos ante una nueva área de análisis, que
ya no se vincula a la descripción de lo que comen los/as jóvenes, sino por el
contrario, a lo que dejan de comer. En este contexto las dietas, las conductas
de riesgo y los trastornos alimentarios, constituyen la temática central.
En primer lugar, debe enfatizarse el temor a engordar que parecen sentir
los sujetos. Cuando se toca el tema de la gordura y el comer, de inmediato surge
en el discurso el concepto de dieta, que remite a la modificación consciente de
las conductas alimentarias habituales.
De esta manera, en todos los grupos incluidos en la investigación puede
detectarse el desarrollo de conductas destinadas a bajar de peso, las que varían
desde una dieta saludable y algunas veces asistida, hasta la adopción de fuertes
medidas: restrictivas (dejar de comer), purgativas (vomitar) o compensatorias
(ejercicio físico).

33
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

No obstante lo expuesto, se debe consignar que la encuesta nos indica


que sólo un 20.9% de los sujetos reconoce haber realizado una dieta durante
el último año. La proporción es muy disímil al desagregar este dato por sexo.
Simplificando los porcentajes, se puede afirmar que mientras uno de cada
veinte hombres ha hecho algún tipo de dieta, en el caso de las mujeres la
proporción se quintuplica, es decir, cinco mujeres de cada veinte encuestadas
dicen haberlo hecho.
Al indagar en los significados atribuidos a las dietas, los comentarios
apuntan a las razones que los llevan a hacerlas, donde emergen tres motivos
principales: la salud física, la salud mental y la estética.
Si bien, los/as jóvenes acostumbran a realizar dietas, no siempre
creen en su eficacia. De hecho, llama la atención la poca credibilidad con
que hablan de las dietas, situación que contradice su frecuente utilización. Un
dato diferente se observa en la encuesta, ya que un 58.1% de las personas que
han realizado una dieta durante el último año, piensa que obtuvo un resultado
positivo de ésta.
Ahora bien, para responder a la pregunta sobre qué es una dieta, es
posible describir aquellos métodos y conductas que resultan más frecuentes
en las dietas realizadas por los/as jóvenes, de acuerdo a los datos de la
encuesta. Al respecto, entre las medidas más utilizadas se encuentra el comer
alternadamente, es decir, algunos días mucho y otros poco, ya que un 44%
dice hacerlo siempre. Otro recurso empleado es la actividad física o ejercicio
para quemar calorías (42.9% lo hace siempre). El uso de productos dietéticos
aparece en tercer lugar, con un 36.7% de respuestas siempre. En tanto, las
formas menos practicadas son tomar pastillas (85.7% dice que nunca lo hace)
e ir a un especialista (71.4% de respuestas nunca).
Por su parte, la información cualitativa permite identificar diversos
tipos de dieta: autocuidado, donde es el propio joven quien decide restringir sus
hábitos alimenticios, en búsqueda de la baja de peso o de “mantenerse”; con
supervisión médica, cuando se acude a especialistas en busca de asesoría; con
orientación familiar, siendo la dieta dirigida de acuerdo a los conocimientos
que se poseen a nivel de hogar, los cuales no siempre resultan ser los más
adecuados; dietas turbo, basadas en seguir consejos reproducidos en medios
de circulación masivos o que se transmiten a nivel informal; y de ejercicio o
actividad física, donde la actividad física se transforma en un medio para bajar
de peso, quemar la grasa acumulada, “apretarse”, etc.
Un número muy reducido de jóvenes alude al uso de métodos que
pueden llegar a considerarse como conductas de riesgo. No obstante, algunas
de las prácticas referidas se asemejan a las situaciones observadas en aquellos

34
Estudios del INJUV

jóvenes que presentan algún trastorno de la conducta alimentaria, como es el


caso de vomitar o dejar de comer.

A veces igual me hacen comer, pero yo no quiero comer. Una vez


estuve una semana sin comer. Estaba pesando ochenta y tres, ahora
peso setenta y seis.

Las diferencias que se aprecian entre las dietas realizadas se encuentran


fuertemente cruzadas por el manejo de información pertinente. En este sentido,
llama la atención la abundante gama de recetas que provienen del sentido
común, muchas de las cuales no parecen ser las más adecuadas en términos
de salud.
Como punto central, emerge la figura de quien asesora y su nivel de
conocimientos, apreciándose distintas situaciones dependiendo de si se cuenta
o no con orientación especializada.
Los/as jóvenes resienten la falta de un traspaso apropiado de
información, señalando su continua exposición a mensajes contradictorios,
que los llevan a adoptar diversas medidas y que inciden en los efectos que se
puedan generar a partir de las dietas.

Primero un doctor dice que la masa no engorda... pero sí engorda la


manzana, que la manzana es lo saludable. Entonces como que ellos
mismos a veces se ponen en contra y tú, comas lo que comas, e igual
tratas de que sea dieta pero como que muy pocas veces resultan.

Otro ámbito relevante, se refiere al análisis de los y las jóvenes que


no sufren estos trastornos respecto de la imagen que tienen de ellos mismos,
ya que la existencia de enfermedades como la anorexia o la bulimia es una
situación que ha sido incorporada por los sujetos como una realidad próxima.
Este dato, puede estar vinculado al conocimiento de personas que padecen
algún trastorno de la conducta alimentaria, así como también a su amplia
cobertura durante el último tiempo en los medios de comunicación.
El concepto de enfermedad no es el utilizado preferentemente por los
sujetos para etiquetar a la anorexia y a la bulimia, se refieren a ellas como
“algo mental”, en donde existe un afán desmedido por bajar de peso, el cual
les hace perder la objetividad.
En cuanto a cómo se llega a ese estado o qué elementos son los que
gatillan que una persona quiera bajar de peso sin medir las consecuencias, el
medio es aludido como responsable al imponer modelos casi irreales.

35
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

Por la estética, porque todo el mundo... si uno ve una modelo, es flaca,


flaca y varia gente quiere ser como ellas, ya sea porque es famosa o
porque ella tiene estilo

Una distinción que se debe consignar, se refiere a separar el tema de


la anorexia y la bulimia de los problemas del sobrepeso y la obesidad, ya que
estos últimos –de acuerdo a los adolescentes- no son de la gravedad de los
primeros.

Una persona rellenita, no es tan peligroso como una persona que está
cayendo en algo que es de verdad grave, o sea como mucho menos la
preocupación, porque igual una persona rellenita, es rellenita pero
tampoco está enferma

4.5.- Factores protectores y de riesgo

A continuación, se presenta un resumen de algunos aspectos del entorno


próximo de los/as jóvenes, que pueden representar factores protectores o de
riesgo para la generación de problemas como el sobrepeso y la obesidad, así
como también de trastornos como la anorexia y la bulimia. Cabe destacar
el carácter dual de estos elementos, los que -como se ha señalado- pueden
determinar situaciones protectoras y –a la vez transformarse en situaciones de
riesgo.

Carácter dual de los factores

PROTECCIÓN RIESGO

• El hogar CONDUCTAS • El hogar


• El colegio ALIMENTARIAS • El colegio
• Los amigos DE LOS • Los amigos
• El sexo opuesto JÓVENES • El sexo opuesto

ESTILO DE VIDA:
CONSUMO ENERGÉTICO (COMIDA CHATARRA)
GASTO ENERGÉTICO (SEDENTARISMO)

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Estudios del INJUV

EL HOGAR:

PROTECCION RIESGO
• Selección y preparación de alimentos.
• Preocupación por la alimentación de • Desinformación.
los hijos. • Ausencia de los padres en el hogar.
• Selección y preparación de alimentos. • Importancia de la apariencia.
• Orientación y apoyo. • Predisposición genética.
• Preocupación por la salud de los hijos. • Enfermedades familiares.
• Rol de la madre. • Problemas económicos.
• Problemas familiares.

El hogar como factor protector. Los padres –y en especial las


madres- juegan una función activa en la selección y en la preparación de los
alimentos que consumen sus hijos. Esta función refleja una preocupación que
apunta a que los/as jóvenes tengan una dieta balanceada, que complemente
diversos tipos de comida y que evite los excesos. Además, cuando se trata
de conductas que pueden resultar riesgosas, la familia también puede ejercer
un papel relevante, tanto en la prevención de estas situaciones como en su
detección y tratamiento.
El hogar como factor de riesgo. Entender el contexto familiar como
un contexto de riesgo, nos remite una vez más a la selección y preparación de
la comida, que no siempre resulta ser la más adecuada a las necesidades de
los/as jóvenes. Por otra parte, la ausencia de los padres también es un factor
a tomar en cuenta. Otro ámbito que emerge como de riesgo, está dado por el
cuidado intensivo que realizan algunos padres sobre la alimentación de sus
hijos, estas prácticas se dirigen generalmente a que los hijos no aumenten de
peso, demostrando una preocupación desmedida por la apariencia, donde la
gordura es algo indeseado. Desde otra perspectiva, es necesario recordar que
los problemas estudiados pueden tener antecedentes importantes en la familia,
tanto genéticos como conductuales.

EL COLEGIO

PROTECCION RIESGO
• Canal de educación e información. • Irregularidad de horarios
• Detección y vigilancia. • Oferta de alimentos.
• Los profesores. • Poder adquisitivo.

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

El colegio como factor protector. El colegio puede entregar


información y responder a las dudas que los/as jóvenes manifiestan
explícitamente en sus discursos. De esta forma, el colegio presenta un gran
potencial que ya está siendo utilizado por algunas campañas. Los profesores
también emergen como personas que se preocupan de los problemas ligados
a comer o dejar de comer, situación que resulta más recurrente cuando se
trata de los sujetos diagnosticados con anorexia o bulimia, quienes no siempre
acogen bien este interés.

El colegio como factor de riesgo. El colegio cumple un importante


rol en la determinación de los hábitos alimenticios de los/as jóvenes. Esta
importancia se refleja por una parte en la irregularidad observada en los
horarios de comida, ya que mediante la Jornada Escolar Completa o a través
de otras medidas, el tiempo que los adolescentes pasan en el lugar donde
estudian se ha visto extendido, de esta forma, gran parte de las comidas que
realizan dependen de las horas de clase. Por otro lado, se debe considerar el
reciente poder adquisitivo de los/as jóvenes, a quienes se les acostumbra a dar
dinero en reemplazo de la tradicional colación. Ante este dato, debe revisarse
la calidad de la oferta alimenticia a la que se accede en los colegios. Si bien
en la mayoría de los establecimientos se pueden encontrar comidas y platos
preparados, éstos no siempre son los elegidos por los sujetos, ya que –como se
ha visto- las preferencias parecen apuntar a la denominada comida chatarra.

LOS AMIGOS

PROTECCION RIESGO

• Conocimiento sobre el tema • Burla


• Apoyo • Búsqueda de aceptación
• Vigilancia • Atraer al sexo opuesto

Los amigos como factor protector. Es importante recordar que temas


como la obesidad, la bulimia o la anorexia, ya no resultan ajenos a la juventud,
lo que ha generado una preocupación creciente al respecto, que se manifiesta
desde la entrega de consejos hasta acompañar al baño a los compañeros que
presentan problemas, para evitar que recurran al vómito.
Los amigos como factor de riesgo. Diversas experiencias indican
como un hecho común el que a edades tempranas los niños molesten a quienes
presentan problemas de gordura, lo que puede traducirse en un factor que

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Estudios del INJUV

fomente el deseo desmedido por adelgazar, donde la búsqueda de aceptación


ocupa un lugar central. Por otra parte, y sobre todo entre las mujeres, el tema
de la gordura y las dietas es recurrente, y –generalmente- no se presenta
acompañado de una asesoría adecuada. En estrecha relación con el tema de
los pares, surge el interés por atraer al sexo opuesto, donde la apariencia física
es fundamental y el estar gordo es visto como una desventaja, ante la cual hay
que actuar.

4.6.- Estilos de vida

El tema de los estilos de vida no busca ser abordado de manera dual,


lo que se intenta enfatizar es la problemática que surge a partir de la excesiva
ingesta calórica que potencia la oferta alimenticia y la disminución del gasto
energético que se observa en las prácticas cotidianas de los sujetos.
Este dato emerge como una situación de riesgo, al permitir el desarrollo
de cuadros de sobrepeso y obesidad, y –a su vez- de conductas restrictivas y
compensatorias que se dirigen a contrarrestar el aumento de peso.
La ingesta calórica. La ingesta excesiva de calorías parece ser común
en la sociedad actual, situación de la que no escapa un alto porcentaje de jóvenes,
que opta por consumir productos ricos en azúcar y grasa. Ahora bien, qué lleva
a los/as jóvenes a comer este tipo de alimentos; las respuestas aluden a tres
motivos: bombardeo de productos “ricos” del cual son objeto, el cual puede ser
analizado considerando la importancia del mensaje hedonista transmitido por
la sociedad y que se vincula claramente al fomento del consumo; el elevado
precio de los productos saludables y a la capacidad de satisfacción que éstos
poseen; finalmente, la rapidez también es un tema relevante, sobre todo si se
consideran los requerimientos escolares que ya han sido comentados. De esta
forma, las cadenas de comida rápida emergen como una alternativa bastante
atractiva.
Gasto calórico. Si se analiza el problema desde el gasto de energía, las
muestras de sedentarismo dadas por los sujetos consultados pueden resultar
altamente riesgosas.
Por un lado, la encuesta nos indica que –fuera de las clases de educación
física- solo un 55.1% de los/as jóvenes afirma realizar algún deporte o actividad
física de manera regular.
Si bien, este dato puede no parecer tan drástico, ello cambia al
desagregar la variable por sexo, donde la mayoría de las mujeres no desarrolla
ningún deporte o actividad física (57.1%), sucediendo lo contrario en el caso
de los hombres (83.6% realiza algún tipo de actividad física).

39
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

4.7.- El factor mediático.

En la mayoría de los apartados que se han revisado, se torna reiterativa


la alusión a los medios de comunicación como factores de influencia del
imaginario de las personas; la sociedad parece encarnar -a través de ellos- las
distinciones normativas que permiten construir un mundo en orden, donde lo
deseado y lo repudiado se encuentran previamente organizados.
Obviamente, es ilusorio distinguir los medios y sus mensajes de un
contexto sociocultural más amplio. Los medios responden a él constituyéndolo,
pero a la vez reconociendo la influencia de otras dimensiones de la existencia
social; tema que es particularmente difícil de separar en el modelo de sociedad
de consumo vigente hoy ya que es precisamente la inclusión mediática la que
torna relevante los mensajes e inquietudes sociales.
Es por esto, que al hablar de riesgos otro elemento que debe ser tomado
en cuenta, es el factor mediático.
Los medios difunden la norma, concepto que es compartido por los/as
jóvenes que manifiestan coincidentemente la idea de su importancia al momento
de referirse a lo deseable, a lo bello, a lo que gusta, a lo que está de moda.

Yo pienso que va más en la sociedad. En todo lo que influye, porque a


nosotros nos están bombardeando de imágenes, de mensajes, de todo
lo que son los medios de comunicación...

El discurso es clarísimo en su contenido, en cuanto apunta a la


existencia de mensajes sociales que definen lo deseable y que son difundidos
a través de los medios de comunicación.
La televisión es el medio por excelencia y su influencia puede ser
resumida en la siguiente idea: la televisión da un toque de glamour a quien
aparece en ella, pero –a la vez- ejerce una especie de selección entre aquellos
que muestra, situación que es vista de manera nociva, ya que la imagen de
realidad -que buscan mostrar los medios- se distorsiona al excluir o ridiculizar
ciertos tipos sociales.
El tema del sobrepeso reaparece ahora con toda la fuerza del estigma,
como una situación que se aparta de la norma, casi una anomalía. Con esto, se
vuelve a la delgadez como lo deseable, saludable, atractivo y exitoso.
Profundizando en el tipo de influencia que ejerce la televisión, los/as
jóvenes explicitan que la identidad delgadez = belleza se valida en este medio.
Y el concepto de belleza atañe a hombres y mujeres, ya que moldea las propias
aspiraciones y también lo que uno puede esperar del otro.

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Estudios del INJUV

De esta manera, los medios -y la televisión en particular- fortalecen


un discurso en donde la apariencia es lo más importante. Así, se construyen
modelos de belleza, los cuales ya sea por omisión o por mención explícita,
también elaboran las categorías de lo feo. No solo existe una divulgación de estos
modelos, sino que también determinados productos tienden a imponerlos.
Es importante mencionar –además- el papel de la moda, ya que la
producción en serie y distribuida a nivel masivo, parece verse afectada por
determinantes que no se relacionan directamente con la realidad de los
consumidores. A propósito de esto, es relevante anotar que las personas
incluidas en las conversaciones grupales, en especial las mujeres, hacen
alusión no solo a la mayor distribución de tallas pequeñas, sino también a la
reducción del tamaño de las tallas habituales.
En este contexto, el factor mediático también se transforma en un
elemento de riesgo, que lleva a los/as jóvenes a buscar responder a los ideales
de belleza predominantes, intentando –para ello- moldear su cuerpo de acuerdo
a lo que el consenso acepta como bello. Sin duda, aquí la delgadez emerge
como una condición esencial.

5.- CONCLUSIONES

5.1.- Alcances del estudio.

Existen tres temas que contribuyen a validar el estudio, los que se


detallan a continuación.

5.1.1 Abordaje del problema como una cuestión cultural.

Tradicionalmente, el tema de las prácticas alimenticias y las conductas


asociadas a ellas, constituyen un área en la que la medicina y la sicología
han realizado importantes aportes, los que han validado un modelo biomédico
para comprender esta situación, lo cual implica que el reconocimiento que se
hace de ésta, reside en un enfoque de salud-enfermedad.
En cambio, la preocupación desde las ciencias sociales, como la
antropología y la sociología, ha puesto el acento en la lectura cultural del
fenómeno, es decir, en asumir ciertas situaciones como producto de un
contexto más general, en el cual las personas realizan conductas de adaptación
a sus circunstancias. Luego, el entendimiento que se intenta –y que esta
investigación hace suyo- es el de indagar en los factores que se encuentran
detrás de las acciones y las creencias socialmente compartidas y aceptadas.

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

Atendiendo esta orientación, el estudio buscaba responder a cuáles


son los patrones estéticos dominantes y cómo las personas buscan acercarse a
ellos. En ese sentido, la importancia de las prácticas alimenticias de los sujetos
y cómo éstos las interpretan resulta vital.

5.1.2 Consideración de la población sana como referente.

Como parte de la orientación sociológica de la investigación, el


conocimiento de las conductas y opiniones asociadas a los hábitos alimenticios
y a los referentes de belleza, se transforma en un tema crucial de abordar con
el común de la población joven.
Considerando en esta decisión que las construcciones de sentido que
las personas hacen y declaran, representan la exposición de un conjunto de
significados en los cuales subyacen los elementos y factores constitutivos de
un sistema cultural determinado.
En este contexto, a través de temas que pueden parecer muy acotados,
es posible acercarse a los imaginarios que determinan los ideales de los
sujetos. Luego, el conocimiento de esos ideales y su configuración resulta de
mayor interés si traduce las inquietudes de la población “normal”, es decir, si
es factible acercarse a las prácticas que son consideradas y validadas como
“normales”6.

5.1.3 Constatación del tema como parte del imaginario y preocupación


juvenil.

No es errado suponer que las personas realizan construcciones de


sentido sobre aquellos temas que les interesan, en cambio, sobre las cuestiones
que sienten ajenas o que no les preocupan, los datos que manejan son menores
al igual que su capacidad de reflexión. En este sentido, el estudio comprueba el
alto grado de interés que provocan en los y las jóvenes las temáticas abordadas;
el cual se traduce en discursos articulados, en opiniones que demuestran un
alto nivel de información y en una preocupación explícita sobre temas como
los trastornos de la conducta alimentaria, la imposición de patrones estéticos,
y la disparidad de mensajes sociales –sobre la comida, el cuerpo y la belleza-
que existen actualmente.

6
Normales en el sentido de ser habituales y no identificadas con acciones asociadas a
trastornos de la conducta alimentaria o a personas que los padecen

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Estudios del INJUV

5.2.- Limitaciones del estudio.

En general, las debilidades de la investigación están asociadas a que sus


resultados no pueden ser avalados como representativos de toda la población
joven, lo cual se relaciona con el carácter exploratorio del estudio realizado.
En este marco, las falencias a considerar en la lectura de la información que se
entrega, son –al menos- las dos que se comentan a continuación.

5.2.1 Ausencia de una profundización de los disensos.

La investigación sólo esboza los disensos existentes, no observándose


una construcción de los discursos diferenciada de acuerdo a ciertas variables
que parecen tener un alto potencial explicativo. A este respecto, es posible
mencionar el género y el estrato socioeconómico de las personas, ya que
si bien en la medición cuantitativa (encuesta) las variables clásicamente
estructurantes (edad y nivel socioeconómico, la sola excepción es el sexo de los
sujetos) no aparecen como significativas, a nivel de la información cualitativa
se manifiestan distinciones que pueden ser profundizadas, tema del cual el
estudio se hace cargo, pero sin la profundidad que se requiere para proponer
diversas explicaciones.

5.2.2 Necesidad de una construcción interdisciplinaria del conocimiento.

Si bien la orientación de la investigación reconoce una impronta


sociológica, los datos acopiados precisan de una colaboración interdisciplinaria,
tanto desde las mismas ciencias sociales (por ejemplo, a nivel de un estudio
etnográfico sobre costumbres alimenticias) como desde la nutrición y la
medicina (saberes que pueden aportar en la definición de conductas saludables,
conductas no saludables y enfermedad).

5.3.- Las inquietudes iniciales.

5.3.1 Hábitos alimenticios

La comida juega un rol importante en la vida de los/as jóvenes, quienes


establecen –en torno al hecho de comer- una serie de prácticas individuales y
sociales, así como también configuraciones de sentido que dan cuenta de sus
conocimientos y opiniones al respecto.
Llama la atención la ausencia de reflexiones que aborden la

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

problemática del hambre como un factor fundamental. Si bien muchas


alusiones hacen referencia a la idea de que comer es una necesidad que permite
el funcionamiento del organismo, el discurso de los sujetos alude claramente a
que el hombre es un ser vivo que no se alimenta solo por motivos fisiológicos.
En este sentido, no cabe duda de que los hábitos alimenticios de los/as jóvenes
se articulan a partir de una orientación hedonista, donde comer es sinónimo de
placer antes que de salud.
La realización de este placer da paso al consumo, ya que los niños y
adolescentes de hoy cuentan con el poder adquisitivo necesario para acceder a los
productos que les gustan, situación a la que no escapa la comida, constituyendo
las golosinas y lo chatarra los principales polos de atracción. De esta manera
-y a pesar de que se refiere una ingesta variada que incorpora frutas, verduras,
lácteos y carnes entre otras cosas no cabe duda de que la alimentación de los/as
jóvenes incluye también altas dosis de grasas, azúcares y pan.
No obstante, como ya se ha comentado en los resultados de la
investigación, la preferencia por la comida chatarra no se encuentra exenta de
críticas, constatándose opiniones que apuntan a lo poco saludable que puede
ser esta elección, emergiendo –así- una contradicción entre lo que se considera
correcto y lo que se ingiere, donde generalmente se termina privilegiando el
concepto de placer, el que –como se ha visto se vincula sobre todo a alimentos
poco sanos.
Por otra parte, la idea de placer también alude a la comida casera,
observándose una revalorización de los platos preparados y calientes, los que
–sin embargo- no representan el principal consumo de los/as jóvenes. En este
contexto, es válida la pregunta por otros elementos que pueden estar incidiendo
en las conductas alimentarias, ya que si bien las preferencias ocupan un lugar
central, parecen no ser el único factor a tener en cuenta.
Esta situación, nos lleva retomar la idea de que los hábitos alimenticios
manifiestan procesos adaptativos a las condiciones de vida de las personas,
por lo que varían en el espacio y en el tiempo. De esta forma, el estilo de
vida de los adolescentes y los requerimientos ante los cuales deben responder,
determinan –en gran medida- sus conductas y las decisiones relativas a qué,
cómo y cuándo comen.
Los resultados desarrollados en los apartados anteriores, permiten
deducir que la sociedad actual presenta importantes cambios referidos a la
oferta de alimentos, al tiempo destinado para las comidas y a las condiciones
en que éstas se llevan a cabo.
En este marco, los/as jóvenes no solo actúan motivados por una
orientación hedonista, sino que también buscan rapidez y accesibilidad,

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Estudios del INJUV

convirtiéndose en clientes que consumen lo que les agrada, siempre y cuando


se trate de productos rápidos y baratos.
Una vez más, las golosinas y la comida chatarra parecen ser las que
mejor cumplen con estos requisitos, hecho que se ve reforzado –por una parte-
por el bombardeo publicitario que apoya la oferta de estos alimentos, cuyo
consumo se presenta como “al alcance de la mano” y altamente satisfactorio.
Por otra parte, el grupo de pares también ejerce un papel al respecto, debido a la
“normalidad” que se asocia al tipo de productos consumidos por la mayoría.
De esta forma, nos encontramos ante un concepto de satisfacción
distinto en materia de alimentación, que además de los gustos tiene que ver
con el consumo como forma de inclusión social. Esta idea nos remite a las
relaciones interpersonales que subyacen al acto de comer, las que –hoy en día-
se vinculan fuertemente al grupo de pares, dejando en muchas ocasiones de
lado aquellas costumbres familiares donde la preparación de los alimentos y
la sobremesa resultaban tan importantes como el hecho de comer, por lo que
la idea de placer se vuelve mucho más efímera y contingente.

5.4.- Patrones estéticos

Los/as jóvenes pueden situarse en un proceso contradictorio, en donde


se opone y, a la vez, complementa la búsqueda de diferenciación y la necesidad
de aceptación. De esta forma, los patrones estéticos responden, por una parte, a
la creación de estilos personales y, por otra, al establecimiento de un consenso
sobre lo que es bello.
Los estilos, que generalmente son compartidos por el grupo de amigos
cercanos, aluden a la diversidad que se constata en el mundo juvenil. En este
sentido, no puede hablarse de los/as jóvenes de un modo universal, ya que nos
encontramos ante un concepto mucho más amplio, que debe ser abordado a
partir de los distintos grupos que existen y donde el único factor unificador
está dado –muchas veces- por la delimitación de un rango de edad.
El contexto descrito hace de la imagen un elemento fundamental,
donde la estética se entrecruza con la moda -ya sea mediante su aceptación o a
través de su rechazo- para dar cuenta de quien soy. Por esta razón, la diversidad
juvenil no impide hablar de ciertas similitudes entre los/as jóvenes, una de las
cuales alude a la importancia de la apariencia, ya que el cuerpo pasa a ser un
lugar donde afirmar soberanía, un objeto que los representa y que es necesario
moldear, circunstancias en las cuales emerge el consumo, como medio para
adquirir aquello que les gusta y que tiene que ver con lo que quieren proyectar
a los demás.

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

A pesar de la relevancia que los sujetos asignan a la creación de un


estilo propio, no se puede desconocer la manifestación de ciertos patrones
estéticos que son promovidos por la sociedad y que se transforman –explícita
o implícitamente- en estereotipos y modelos a seguir, los que -más que con
personajes determinados- se vinculan con características de la cara y del
cuerpo.
En este ámbito, los gustos y opiniones sobre la belleza femenina y la
masculina, también presentan diversos matices y énfasis, que dan cuenta de
diferentes preferencias en cuanto a los ojos, el pelo, la boca, la altura, etc. El
único aspecto que parece representar el consenso general, está dado por la
asociación que se realiza entre delgadez y belleza.
Esta situación no solo se traduce en una valoración de la delgadez -que
es significada además como felicidad y éxito social-, sino que también refiere
a una estigmatización de la gordura como algo no deseable, una característica
que hay que evitar, en síntesis, remite a la construcción de lo feo.
La delgadez pasa a transformarse –así- en algo que se debe buscar
y promover, sobre todo en el caso de la mujer, donde el concepto de belleza
se presenta mucho más asociado a características concretas que en el caso
del hombre, para quienes lo físico representa un complemento de otras
características que relevan la importancia de la personalidad por sobre la
apariencia.
Para las mujeres, en cambio, la belleza pasa –casi exclusivamente-
por la apariencia física; y la delgadez debe ser entendida no solo como estar
flaco o pesar poco, sino como una estructura corporal que se asemeja a los
patrones establecidos a nivel mediático, donde también se asigna importancia
a las formas; los senos, la cintura, las caderas y las piernas.
Finalmente, debe comentarse la centralidad que adquiere el cuerpo
en relación a la cara. Una vez más, la belleza masculina parece ligarse de
manera más explícita a las facciones, mientras que en las mujeres se privilegia
claramente el cuerpo.

5.5.- Valoración de los patrones estéticos

La existencia de patrones estéticos es un dato manejado por la mayoría


de los/as jóvenes, quienes se muestran concientes del consenso social que
se establece sobre los modelos de belleza, atribuyendo responsabilidad a los
medios de comunicación en cuanto a la masificación de dichos estereotipos.
En relación a esta situación emergen dos críticas de los sujetos. Una de
ellas alude a la importancia excesiva que se le asigna a la apariencia física, la

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Estudios del INJUV

que se constituye en un determinante de las relaciones sociales y en un signo


que describe a las personas (actúa como filtro). Esta importancia es acusada
como una de las características de la sociedad actual, donde el envoltorio
reemplaza al contenido y donde –además- el cuerpo se transforma en un objeto
moldeable y transable en el mercado (un producto más).
La segunda crítica apunta a la importación de modelos foráneos, que
no corresponden a la contextura de la población nacional. Al respecto, se debe
mencionar la claridad con que los/as jóvenes expresan su incomodidad ante
estos ideales de belleza, los que resultan inalcanzables para la mayor parte de
ellos.
No obstante, y a pesar del grado de conciencia que los/as jóvenes
exponen al hablar de estas temáticas, no son capaces de escapar a los
requerimientos que establece la cultura de la imagen, constatándose también
en sus discursos la relevancia de la apariencia y la búsqueda de la belleza
corporal.
Esta belleza, como ya se ha comentado, pasa por la delgadez,
condición sobre la cual existe consenso y que es valorada como característica
fundamental de una persona bella, mientras que su opuesto –la gordura- es
rechazado y estigmatizado.
Esta situación genera diversos efectos en los/as jóvenes, vinculados a
la autopercepción y al desarrollo de la autoestima. Ser delgado –de acuerdo
al discurso explicitado contribuye a la autoestima de los sujetos, a estar
conformes consigo mismos y a sentirse seguros frente a los demás, lo que puede
relacionarse con las asociaciones ya comentadas, es decir, belleza, felicidad
y éxito social. Emerge nuevamente la importancia del grupo de pares, ya que
se trata de ser aceptado por el grupo de iguales y de resultar atractivo al sexo
opuesto.
En este contexto, los/as jóvenes intentan responder a los patrones de
belleza física y –específicamente- a la condición de delgadez, que se manifiesta
como un ideal posible de alcanzar, a diferencia –por ejemplo- de la altura o
el color de ojos promovidos como deseables. De esta manera, se observan
diferentes conductas tendientes a moldear el cuerpo, las que –generalmente-
derivan en relaciones poco saludables con la alimentación, en las que el placer
con que se significa el hecho de comer, da paso a la culpa y al “cargo de
conciencia”.
Debe destacarse la oposición de dos mensajes que parecen ser
difundidos con la misma fuerza por la sociedad de consumo y de la imagen;
la importancia del hedonismo, que ya ha sido mencionado al asociar comida
y placer, donde lo más relevante es satisfacer los deseos de cada uno; y la

47
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

centralidad de la estética, donde comer representa un placer culpable.


Indudablemente, esta contradicción contribuye a la aparición de
conductas de riesgo, destinadas a modificar los hábitos alimenticios y que –en
algunos casos- incluyen acciones purgativas o restrictivas de tal magnitud, que
terminan por dar paso a trastornos de la conducta alimentaria.

5.6.- Factores de riesgo y protectores

Como se ha señalado en el capítulo de resultados, existen múltiples


aspectos que pueden estar incidiendo en los hábitos alimenticios de los/as
jóvenes, así como en la generación de conductas de riesgo. De esta manera, la
aparición de enfermedades como la obesidad o de trastornos como la anorexia
y la bulimia, debe ser abordada desde una perspectiva multicausal, donde –
además- no es factible aislar los diversos factores involucrados del contexto
en que se encuentran insertos, el cual determina el grado del efecto que éstos
puedan tener.
En este sentido, como primer antecedente se debe poner énfasis en la
juventud, entendiéndola como una etapa de vida marcada por una búsqueda
de identidad, que muchas veces representa un riesgo en sí misma, debido a la
vulnerabilidad que subyace a la necesidad de aceptación e inclusión social.
Por otra parte, si bien no se desconoce la importancia que los aspectos
genéticos pueden tener, dada la perspectiva sociocultural privilegiada por el
estudio y de acuerdo a los resultados obtenidos, es posible identificar dos
ámbitos relevantes para las conductas alimentarias de los adolescentes: el
entorno próximo y el entorno mediático, ámbitos que interactúan a través de la
reproducción de mensajes que pueden resultar contradictorios, ya que –como
se ha visto- por una parte promueven el hedonismo de las personas a través de
la asociación comida y placer, mientras que por otro lado enfatizan un ideal
estético que se aleja de una alta ingesta calórica y que relaciona claramente a
la belleza con la delgadez.

5.6.1 Entorno próximo y factor mediático.

En el contexto descrito, el entorno próximo puede ser identificado


con dos espacios que participan en la formación y en la socialización de los
sujetos: el hogar y el colegio.
Estos lugares resultan fundamentales para la determinación de hábitos,
no sólo en lo que respecta a la alimentación, sino también en lo referente al
cuerpo y la autopercepción.

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Estudios del INJUV

Indudablemente, a partir de la convivencia que se desarrolla a


nivel familiar y escolar, se incorporan una serie de costumbres ligadas a
la alimentación, que se vinculan a las preferencias y a la realización de las
comidas, y en las que inciden las posibilidades adquisitivas, la constitución
de la familia, los requerimientos educacionales y las prácticas colectivas
aceptadas por el grupo de pares.
Por otra parte, estos espacios también son relevantes para la generación
de patrones de belleza, que afectan la configuración de la identidad y de la
corporalidad de las personas.
Sin embargo, la influencia de la familia y del lugar de estudio no puede
ser analizada separada del factor mediático, que –de alguna manera- determina
los valores y las normas que se encuentran instaladas y son asumidas por
el entorno próximo (inserción y estructuración de la cotidianeidad). De este
modo, los/as jóvenes parecen estar sometidos a una serie de estímulos que a
veces poco tienen que ver con su realidad, pero que son incorporados como
parte de ella, sobre todo en lo que se refiere a modelos a seguir, tanto en
materia de consumo como en los cánones de belleza.

5.6.2 Riesgo y protección.

Ahora bien, es necesario recordar el carácter dual de estos factores, los


que pueden derivar en situaciones de riesgo, pero –a la vez- presentan un gran
potencial para la protección de los sujetos.
En primer lugar, si se considera el riesgo que los entornos identificados
conllevan para los sujetos, se debe destacar su incidencia tanto en problemas
de sobrepeso como de anorexia o bulimia.
El tema del sobrepeso y la obesidad se ve afectado, sobre todo, por
el ya comentado mensaje hedonista, donde la satisfacción ocupa un lugar
central y la comida es significada como satisfacción, no ya de necesidades
fisiológicas, sino de un concepto amplio de placer. Acompañando a este
mensaje, se encuentra una variada oferta de alimentos que contribuyen al
aumento del peso corporal, mientras de manera paralela el placer, se entiende
también cómo hacer lo que nos gusta y dejar de hacer lo que no nos agrada, lo
que implica, muchas veces, una disminución del gasto de energía.
Además, los trastornos de la conducta alimentaria se ven potenciados a
partir del otro mensaje enunciado, que apunta al cumplimiento de determinados
modelos estéticos, los que –la mayoría de las veces- resultan inalcanzables.
A pesar de la conciencia que puede existir en torno a esta situación, los/as
jóvenes acostumbran a desarrollar, como ya se ha comentado, una relación

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Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

poco sana con la alimentación y con el cuerpo, siendo el placer opacado por la
culpa y dando paso a la realización de dietas que pueden llegar a transformarse
en trastornos de la conducta alimentaria.
En cuanto a la potencialidad protectora que se detecta, se debe enfatizar
el papel que juegan estos espacios en materia de transmisión de información.
La familia, el colegio y los medios de comunicación, pueden constituirse en
canales para el desarrollo de conocimientos pertinentes sobre alimentación y
salud, y pueden asumir un rol activo en la reproducción de valores ligados a la
autoestima y a la relevancia de la apariencia.
Es necesario destacar la responsabilidad que compete al Estado a este
respecto, no solo en lo que se refiere a la generación de instancias informativas,
mediante las cuales los/as jóvenes pueden ser enseñados, ya sea a nivel de
colegios o de centros de salud, sino también en la injerencia de la política
pública en la regulación de los estereotipos que se promueven y el consumo
que se deriva de los mismos.

5.6.3 ¿Diferencias?

Para hablar de las diferencias que pueden identificarse entre los distintos
sujetos, debe mencionarse –en primer término- la homogeneidad apreciada en
torno a lo que se ha descrito como factores de riesgo y de protección. En este
sentido es posible comentar, que la mayoría de los elementos detectados se
encuentran presentes en los discursos de todos los/as jóvenes involucrados en
la investigación, sin importar su nivel socioeconómico, su edad o su sexo.
No obstante, y sin el afán de establecer explicaciones generales, existen
algunas particularidades factibles de ser abordadas. Una de ellas se refiere a los
distintos grados de conocimiento e información que se constatan, los cuales
parecen vincularse al nivel socioeconómico de los/as jóvenes. De este modo,
si bien temas como la anorexia y la bulimia se manifiestan como problemáticas
familiares a los sujetos, las explicaciones que emergen de quienes estudian en
colegios particulares resultan mucho más elaboradas y asertivas que en el caso
de quienes asisten a establecimientos municipalizados.
Otro ámbito interesante, está dado por los énfasis que ponen los/as
jóvenes en sus opiniones, donde los menores se encuentran recién iniciando
una etapa de reconocimiento del sexo opuesto, intentado responder a sus
exigencias. Los mayores, por su parte, refieren un planteamiento más crítico
sobre el tema, apareciendo con más fuerza la idea de identidad personal, que
la reafirmación por los otros, la que si bien es relevante, es asumida de manera
conciente y -por lo tanto- reflexiva.

50
Estudios del INJUV

Finalmente, las diferencias de acuerdo al género resultan mucho más


explícitas, debiendo recordarse la decisión teórica y metodológica establecida
por la investigación, que llevó a privilegiar al sexo femenino, ante el dato
de que la aparición de trastornos como la anorexia y la bulimia son más
frecuentes en las mujeres. En este marco, la preocupación por la apariencia –a
pesar de ser compartida por los hombres- es mucho más fuerte en las jóvenes,
quienes señalan una mayor exigencia al momento de cumplir con los cánones
de belleza que promueve la cultura de la imagen.

5.7.- Elementos para una discusión.

Si bien es posible argumentar que las prácticas alimentarias de los/as


jóvenes se ven influidas por los patrones estéticos propiciados por la cultura
de la imagen. La relación entre estos factores no es lineal y tampoco –como se
ha señalado- ajena a la conciencia de los sujetos.
No es lineal, ya que operan distintos filtros que hacen de los mensajes
sociales elementos próximos a las personas (acercan, traspasan y reformulan
las pautas culturales), en este marco debe considerarse la discriminación de
la gordura, la promoción de modelos de belleza delgados, la adjetivación
negativa de la comida chatarra, etc.
Por otra parte, no es ajena a la conciencia de los/as jóvenes, ya que
éstos explicitan los mensajes que reciben, situación que es particularmente
visible en la construcción de la juventud como una categoría social, diferente
a la niñez y a la adultez, con características propias validadas por el entorno.
Además, al retomar los resultados sobre las categorías que estructuran
lo atractivo, es fácil relacionar una parte importante de las respuestas con
un correlato alimenticio (ser delgado, acinturada y otras características se
conectan con la ingesta de comida), situación que también aparece al comentar
los cambios que los y las jóvenes harían a su apariencia (las dos primeras
menciones se relacionan con bajar de peso).
En este escenario, cobra especial relevancia el argumento de Arnaiz
(2002) que identifica tres mensajes sociales dominantes respecto de la comida
(el discurso médico, que apela al equilibrio dietético; el discurso estético, que
identifica belleza con delgadez; y el discurso hedonista, que aborda la comida
como un placer). Luego, nos encontramos con un sujeto ideal sano, delgado y
que –al mismo tiempo- encuentra en la comida una fuente de placer.
Este ideal ha sido difundido por los medios de comunicación, los que
se han configurado como ejes articuladores de la vida cotidiana (Rodríguez,
2002), es decir, el imaginario social se relaciona directamente con aquellos

51
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

patrones que los medios promueven, tema en el cual la publicidad es importante,


no solo por su afán de ofertar nuevos productos, sino también por asociar a
éstos con determinados modelos de vida7.
Luego, la pregunta puede reformularse hacia el cuestionamiento básico,
es decir, ¿por qué la delgadez y no otra característica?, esa es la pregunta de fondo,
la cual solo es factible de abordar desde una mirada cultural, que asume que -en
diferentes momentos las sociedades establecen distintos modelos de lo deseable
y actualmente la delgadez es el atributo decisivo del discurso dominante.

5.8.- El fenómeno como tema de la política pública

De la malnutrición por déficit a la malnutrición por exceso solo han


pasado tres décadas. Hace diez años los trastornos de la conducta alimenticia
eran un problema casi desconocido, solo comentado en los estratos
socioeconómicos altos; hoy, la anorexia y la bulimia parecen no hacer distingos
de nivel social, siendo mayor la incidencia –de acuerdo a los datos existentes-
en personas de sexo femenino y menores de treinta años.
A pesar de ello, a nivel de país aún no se generan estadísticas
alimentarias y nutricionales que permitan conocer el estado de la población,
esta información solo existe en el caso de las embarazadas y en niños menores
de seis años, apuntando a la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad, sin tomar
en mayor cuenta los trastornos de la conducta alimenticia.
Paralelo a la situación anterior, la comida rápida ya se ha integrado a
la dieta de las personas, la mujer ha consolidado su entrada al mundo laboral
y el gasto de energía ha disminuido.
En la actualidad, los datos permiten suponer un nivel de sobrepeso
que alcanza a alrededor de un 20% de la población prepúber y adolescente
(Canales, 1999), lo que acarrea una serie de complicaciones a la salud física,
además de implicancias no menores en la salud mental de las personas.
En el contexto descrito, el tema de las prácticas alimentarias no solo
reviste una importancia estratégica, en cuanto a las proyecciones futuras que
se pueden hacer de la situación actual. También se necesita la generación de
políticas y programas destinados a promover hábitos de vida saludables, que
den a conocer los problemas que acarrea una alimentación inadecuada.

7
La publicidad actual no solo difunde las propiedades de un producto, sino también asocia
a él ciertos atributos, los cuales responden a los deseos y fantasías de los consumidores
(Frascara, 1999). Ejemplo de ello es homologar la posesión de un automóvil al logro de
un poder de seducción irresistible.

52
Estudios del INJUV

Sin embargo, asumiendo la relevancia del tema de la salud, resulta


importante no solo promover la prevención de enfermedades, sino también
generar las condiciones para que estos cambios sean posibles. En la práctica
esto implica que –para el caso de los/as jóvenes- exista una adecuada oferta
alimenticia al interior de los colegios (más aún con la reforma educacional), se
les informe con metodologías atractivas y ejemplos prácticos de los peligros de
la malnutrición, y se potencien conductas saludables vinculadas a la práctica
de deportes y actividad física.
No está demás recordar, que de acuerdo a la Tercera Encuesta Nacional
de Juventud (INJUV, 2002), un 63% de los/as jóvenes ve más de una hora de
televisión al día, lo cual implica –en general- conductas sedentarias que tienden
a asociarse a la ingesta de alimentos como golosinas, dulces o comida rápida.
Otro dato que aporta la encuesta citada, es la identificación que los/as
jóvenes hacen de los factores más importantes para ser felices en la vida, en
donde aparecen desarrollarse como persona (30.9%) y tener un buen trabajo
o profesión (27.5%). Temas en los cuales la imagen no es menor, ya que el
desarrollo personal se asocia -en primer lugar- a la aceptación de sí mismo
(reaparece la estigmatización de la gordura) y la oferta laboral considera no
solo la acreditación profesional sino también la apariencia física.

5.9.- Nuevas preguntas, nuevas áreas de investigación.

Dentro de las posibilidades de investigación que surgen a partir de


los resultados del estudio, existen tres áreas que revisten un alto interés, en
cuanto se relacionan a temas que -estando presentes en la coyuntura- tienen
un alto potencial estratégico, es decir, su importancia constituye una apuesta
al futuro.

5.9.1 La Temática del cuerpo.

Un fenómeno que subyace a la investigación es el abordaje del cuerpo,


no solo en función de su apariencia, sino también como parte estructural
del sujeto. En ese sentido, resulta especialmente interesante indagar en las
concepciones que se manejan actualmente de él.
Hoy en día, Chile vive una situación que resulta interesante, la moda
se ha liberalizado, son habituales las transparencias, se valoran las formas,
la sexualidad inherente a los sujetos es un tema que se debate, pero también
el cuerpo ha perdido su integralidad, ya que paralelamente a su valoración
completa, se valoran sus partes por separado.

53
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

5.9.2 Nuevas formas de discriminación.

El requisito de buena presencia es una práctica habitual en los avisos


que solicitan personal, y la mayoría de las personas maneja sus propios criterios
de lo atractivo (que el estudio ha precisado para el caso de los/as jóvenes). Sin
embargo, es necesario identificar y construir la diferencia, ella no solo puede
ser referida desde la omisión (si la delgadez es belleza, implica que lo no
delgado es fealdad).
La pregunta básica apunta a identificar los cánones de lo feo, a indagar
en las razones de su construcción y a examinar las conductas que los sujetos
ejercen en su cotidianeidad al respecto.

5.9.3 Mensajes sociales y publicidad.

Ya se ha aludido a que una de las características de la publicidad


contemporánea es la determinación de formas de vida asociadas al consumo
de productos. No obstante, la publicidad se define –básicamente- como hacer
público lo que de lo contrario sería difuso e inexistente (Caro, 1994). En el
esquema básico de sociedad de consumo en el cual se desarrolla la vida actual,
cada día la publicidad invade más territorios, lo que implica que independiente
del tipo de productos (ya sea un banco o una campaña de vacunación) los
códigos que operan son similares. Sin embargo, el potenciar el consumo de
determinados bienes (tangibles y simbólicos), no necesariamente guarda
relación con el bienestar de las personas.

Luego, la pregunta es cómo diferenciar la publicidad que informa de


la publicidad que incita a consumir, o sea, cuáles son los mecanismos que
las personas ponen en marcha para valorar los mensajes que emanan de los
medios de comunicación.

54
Estudios del INJUV

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61
Cultura de la imagen y hábitos alimenticios

62
Estudios del INJUV

LA CULTURA DEMOCRÁTICA
DE LOS Y LAS JÓVENES*

1.- INTRODUCCIÓN

El presente informe presenta los principales resultados del estudio


cualitativo “La cultura democrática de los y las jóvenes”, realizado por el
Instituto Nacional de la Juventud (INJUV) y A&D Consultores.
En términos generales, la investigación se centró en la búsqueda de una
comprensión fundada cualitativamente de los resultados de diversos estudios
de opinión pública que arrojaron que menos de la mitad de los y las jóvenes
consideraba a la democracia como el mejor sistema de gobierno, configurándose
una mayoría de respuestas que relativizaban instrumentalmente el valor de la
democracia o afirmaban directamente la existencia de situaciones frente a las
cuales eran más idóneos los gobiernos no democráticos.
La estrategia escogida para lograr el objetivo buscado consistió en
ensayar una profundización en la cultura política de los y las jóvenes, intentando

*
Este es un documento de trabajo elaborado el año 2003 por A&D Consultores y el
Departamento de Estudios y Evaluación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV).
El autor de este trabajo es el señor José Martínez. El documento se encuentra disponible
en el Centro de Documentación de la Dirección Nacional del INJUV o en la página web:
www.injuv.gob.cl

63
La cultura democrática de los y las jóvenes

situar las significaciones que los ideales y las instituciones democráticas


ocupaban en el contexto de esta(s) cultura(s) política(s). Para dar cuenta de
la pluralidad de los y las jóvenes urbanos, se escogió realizar la investigación
en dos segmentos de jóvenes habitantes de Santiago, intentando polarizar
los resultados para hacerlos más inclusivos. De esta manera, la investigación
se enfocó sobre un segmento de jóvenes de sectores medios definidos como
“emergentes”, expresivos de los logros de los procesos de modernización
socio-económica desarrollados en Chile a partir de la década de los ‘80, y un
segmento de jóvenes pobres definidos como “rezagados” con respecto a los
mismos procesos de modernización.

2.- EL LUGAR DE LOS Y LAS JÓVENES

La aparición de la juventud representa la emergencia en nuestras


sociedades de una diferencia socio-cultural persistente asociada a la variable
atarea y proyectada en el tiempo en términos de identidades generacionales.
El escenario de este proceso de diferenciación refiere a una encrucijada
biográfica por donde pasan transversalmente la gran mayoría de los miembros
de las sociedades contemporáneas, un periodo de ambigüedad en la identidad
social que se relaciona con la acelerada transformación de las competencias
sociales que caracteriza a las sociedades modernas. En este sentido, los y las
jóvenes representan una categoría social que resulta incomprensible si no
somos conscientes de las dinámicas de trasformación social y cultural que
configuran a las sociedades modernas.
En el caso de Chile, el dilatado proceso de transición democrática
ha servido de contexto a otra transición, desde una generación de los ‘80
preñada de acción colectiva y gesto progresista (pródigos hijos de las mejores
promesas y las mejores luchas de la modernidad) a otra realidad muy
diferente protagonizada por jóvenes crecidos bajo el signo del fin de las épicas
modernistas y el apogeo de los procesos de globalización. El resultado: la
crisis de la dimensión política de las identidades juveniles y la desaparición
casi total de la acción colectiva juvenil.
Las prácticas cotidianas de los y las jóvenes chilenos se han complejizado
y dispersado siguiendo el camino de complejización y dispersión experimentado
por la sociedad chilena en su conjunto. Es posible ensayar una imagen de este
proceso postulando, a modo de hipótesis, que en un contexto culturalmente
globalizado conviven dos tendencias contrapuestas. Por un lado la tendencia
homogenizadora que supone la expansión global de ciertas formas simbólicas.
Por otro lado, la tendencia a la fragmentación surgida con la especialización

64
Estudios del INJUV

de los contenidos específicos que asumen estas formas simbólicas, donde la


oferta simbólica se disgrega en miles de expresiones particulares, asumidas
por pequeños grupos de iniciados. Homogenización formal y diferenciación
de contenidos, la dialéctica que anima el proceso socio-cultural en un contexto
globalizado.
La estrecha relación entre la forma en que los y las jóvenes viven su
experiencia juvenil y el proceso de complejización de nuestra sociedad se
aprecia claramente en el hecho, aparentemente tautológico, que la juventud
es, por mucho, el segmento más escolarizado de la sociedad chilena. Esta
alta escolarización relativa nos habla de sus capacidades para la adquisición
y uso de formas simbólicas globalizadas, lo que incide fuertemente sobre
sus posibilidades de inserción y, lo que es tal vez más importante, sobre sus
expectativas respecto de la sociedad en que viven y su lugar dentro de ella.
En este sentido, el tipo de socialización política que encontramos entre los
y las jóvenes se relaciona estrechamente con la exposición a la escuela y el
liceo, comprendidos como instituciones transmisoras de códigos culturales y
de contenidos políticos específicos.
Junto con altos niveles de escolarización, los y las jóvenes presentan
también altos niveles de consumo de radio y televisión. De la misma manera
en que las cifras referidas a la escolaridad nos hablan de una alta exposición a
la escuela, las altas cifras de consumo de radio y televisión (también instancias
dé transmisión de códigos culturales y contenidos políticos específicos), nos
hablan de una alta exposición los medios de comunicación “en tiempo real”, a
la vez que un distanciamiento progresivo de los medios escritos, estrechamente
asociados a las formas discursivas clásicas de la intermediación política.
La profunda exposición del segmento juvenil a las transformaciones
modernistas podría sonar como una proposición obvia: su biografía individual
coincide con los procesos de cambio experimentados durante los últimos 30
años. Sin embargo, es posible proyectar este tópico a una interpretación más
radical, que juzgamos útil para exponer algunos de los principales problemas
que enfrentan las y los jóvenes chilenos en la actualidad: nos muestran los
resultados sociales de los intensos procesos de transformación sufridos por la
sociedad chilena en las últimas décadas del siglo XX. Entre estos resultados
podemos observar la reducción de la pobreza y el incremento de la escolaridad
promedio, pero también el deterioro de la vida urbana y la consolidación de
cifras de desempleo juvenil muy por encima de los promedios nacionales.
La gran mayoría de los estudios empíricos dedicados al análisis de la
participación política de los y las jóvenes, nos permiten percibir la persistencia
de contenidos culturales tradicionales, pero estos contenidos culturales

65
La cultura democrática de los y las jóvenes

tradicionales se desplazan sobre el piso de una estructura de inserción social


diferente, siendo reinterpretados de maneras nuevas de las que aún no somos
capaces de dar cuenta del todo. En este contexto, la integración de las personas
en la sociedad deja de ser un fenómeno resuelto por la estructura social y se
convierte en el principal problema a resolver por las personas. Para nadie es un
misterio que las y los jóvenes chilenos deben enfrentar escenarios de inserción
fuertemente inestables. Esta nueva definición de las condiciones sociales
responde básicamente a tres procesos en gran medida ya cristalizados:

• La consolidación en Chile de un modelo de desarrollo orientado a


la apertura de mercados y al incremento de la competitividad, lo que
supone una profunda redefinición de las pautas de movilidad social.
Como consecuencia de esta transformación los y las jóvenes deben
insertarse socialmente en un contexto de movilidad estrictamente
individual.
• El cambio cultural detonado por el incremento explosivo del
conocimiento socialmente disponible en el mundo entero, lo que se
traduce, por vía de la tecnología, en un inédito nivel de reflexivización
de la experiencia social, transformando en gran medida las bases de la
vida cotidiana.
• La reconfiguración de las instituciones sociales de cara a las nuevas
pautas económicas y culturales. Sobresalen aquí las transformaciones
sufridas por dos instituciones clave ubicadas en los extremos del
continuo que va de lo macrosocial a lo microsocial: el Estado y la
familia.

Los y las jóvenes actuales nunca conocieron el Chile de la


industrialización sustitutiva y el Estado de Compromiso. Esta identificación
biográfica con los cambios les concede evidentes ventajas adaptativas, a pesar
de que deben insertarse socialmente en un marco de certidumbres sociales
bastante menguadas. Es en este contexto dónde se desarrolla el entramado de
orientaciones culturales juveniles característico del nuevo siglo, tan diferente
al modelo clásico de juventud de los años `60 (o su versión remozada de los
años ´80), pero en ningún caso menos orientados al logro de la integración
social.
Visto desde la perspectiva de los y las jóvenes, el proceso de integrarse
en calidad de miembro autónomo a la sociedad como un miembro pleno
adquiere el carácter de problema central, no en vano la misma juventud es
definida como un periodo de preparación para este paso. De las oportunidades

66
Estudios del INJUV

disponibles en el período juvenil dependerán en gran medida las condiciones


de vida durante la madurez, eso es una realidad que todos los y las jóvenes
chilenos conocen, especialmente los más pobres. En efecto, la centralidad
de los problemas de integración social en el período juvenil es fácilmente
identificable en las respuestas juveniles a los estudios de opinión pública.
Los y las jóvenes muestran una alta disposición a la integración social. Son
jóvenes que comprenden su condición juvenil como un momento de decisiones
transcendentes y de acumulación de capital social para asegurar las mejores
condiciones posibles de integración social en un mundo competitivo. Lejos de
aparecer desalentados, el comportamiento de éstos revela que actúan a partir
de la valoración de los mecanismos formales (familia, educación y trabajo)
por medio de los que se alcanza la integración.
En este contexto de transformaciones sociales y de cambios en nuestra
comprensión de los y las jóvenes, la lejanía mostrada por éstos respecto de la
participación política abre una interrogante crítica respecto de las modalidades
de ciudadanía que constituyen la base microsocial de nuestra convivencia
democrática. Se trata de un desafío mayor para el análisis social y para las
políticas públicas. En buena medida, en torno a este problema se juega la
forma futura de nuestra democracia.

3.- PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA

Las sociedades, para dotarse de cierta continuidad, necesitan construir


imágenes operativas en las que puedan reconocerse a sí mismas. En alguna
medida, la sociedad misma es una modalidad de reconocimiento social. Este
proceso de reconocimiento supone la existencia de una ‘conversación’ en la
cual las imágenes de la sociedad se tensionan y se redefinen cotidianamente
de cara a las condiciones de la experiencia colectiva. Esto equivale a decir que
las imágenes en las que una sociedad proyecta y hace operativa su existencia
para los individuos se encuentran sujetas a revisión sobre el telón de fondo
de la vida cotidiana. En efecto, la imagen que una sociedad tiene de sí misma
puede verse tensionada desde diversas instancias, pero el procesamiento de
las transformaciones se realiza en la vida cotidiana, lo que genera que las
tensiones y/o innovaciones en las imágenes sociales no sean todas igual de
consistentes.
Las nociones de ciudadanía, autogobiemo y derechos humanos,
fundamentos de la idea democrática de sociedad, son componentes esenciales
en la imagen que de sí mismas tienen las sociedades occidentales modernas.
En gran medida, la democracia es la imagen de sociedad más consistente que

67
La cultura democrática de los y las jóvenes

ha producido la modernidad y bien puede ser identificada con ella.


En Chile, el movimiento democratizador que puso fin al régimen
militar fue particularmente sensible a la impronta modernista de la idea
democrática. Más aún, en el contexto mediático en el que se convocó a los
chilenos a decidir sobre la continuidad del gobierno militar (La franja televisiva
del SI y el NO), los actores democráticos fueron muy exitosos en desmontar
la imagen de país sobre la que se sustentaba la dictadura (v. gr. La franja del
Sí), En efecto, la transición a la democracia aparecía como un paso lógico,
tanto por la ilegitimidad ética de la dictadura (debida a su política de violación
sistemática de los derechos humanos), como por la inconsistencia política de
un régimen que propugnaba la modernización sin dar paso a la modalidad
propiamente moderna de reconocimiento social: la democracia. La democracia
apareció así como éticamente superior a la dictadura y además como un gesto
de modernidad (v. gr. La franja del NO). Esta es la imagen sobre la que aún
se funda la conciencia de sí que tienen los actores y las instituciones políticas
chilenas.
Ahora bien, el escenario en que finalizó el régimen autoritario, y que
se estiró en el tránsito a un sistema democrático en que pudieran reconocerse
los distintos actores políticos y los ciudadanos en general, coincidió con un
acelerado proceso de transformación de las estructuras económicas y sociales
de la sociedad chilena, acompañado de no menos intensas transformaciones
culturales, que puso en evidencia que el marco social sobre el que se construía
la democracia tenía muy poco que ver con aquel en el cual se había producido
el golpe militar y la implantación de la dictadura. En este contexto, luego de
una década de gobiernos democráticos emergió una paradoja que ha devenido
un problema fundamental para el sistema político: el crecimiento económico y
el mejoramiento sostenido de los indicadores sociales no ha redundado en una
mayor legitimación de las instituciones políticas y de la actividad política.

3.1 Filiación democrática: la pregunta por los y las jóvenes.

Históricamente la imagen que de los y las jóvenes se hace la


sociedad chilena ha estado fuertemente ligada a la dimensión política de las
manifestaciones juveniles. De una manera un tanto ambigua, constatamos en
la actualidad el mismo fenómeno, aunque invertido: lo propiamente juvenil
pareciera ser la ausencia de una dimensión política.
En base a lo anterior, resulta común pensar que la paradoja de la
desafección ciudadana frente a las instituciones políticas (paradójica pues
se trata de instituciones relativamente exitosas) presenta en los y las jóvenes

68
Estudios del INJUV

una versión extrema, lo que se expresa en los bajos niveles de participación


electoral de éstos.
En este sentido, fueron leídos los resultados de la 3a Encuesta Nacional
de Juventud (2000), en la cual se preguntó por la adhesión con el régimen
democrático, resultando que una cantidad ligeramente mayoritaria de los y
las jóvenes (51,2%) no consideraba a la democracia como “el mejor sistema
de gobierno”, manifestando preferencia por la carátula “la democracia es un
sistema de gobierno como cualquier otro”. Sin embargo, esta lectura, que
origina el interés por estudiar el lugar del compromiso democrático en la
cultura política de los y las jóvenes, resulta muy luego relativizada por dos
vías de contextualización.
En primer lugar, la impresión de que los y las jóvenes ‘desordenan’
los altos niveles de civilidad de un país que tiene una imagen de si mismo
orgullosamente democrática, parece ser, una vez más, la condensación en la
imagen de los y las jóvenes como los fantasmas presentes en el conjunto de la
sociedad. En efecto, el Informe del Desarrollo Humano Chile 2002 (PNUD)
consigna, en base a los resultados de una encuesta nacional realizada en 2001,
que sólo un 45% de los chilenos considera que la democracia es preferible a
cualquier otro sistema de gobierno, mientras que un 32% considera que “a la
gente le da lo mismo el tipo de gobierno”. Según la misma fuente, un 18%
de los chilenos piensa que “en algunas circunstancias es mejor un gobierno
autoritario”.
En segundo término, una vía de contextualización muy potente resulta
de la verificación que los resultados de la 3a Encuesta Nacional de Juventud
(2000) no son socialmente homogéneos, sino que muestran una sorprendente
asociación entre la posición social (nivel de ingresos) y el carácter explícito de
la adhesión democrática, dejando abierta la interrogante sobre las implicancias
de la posición social de los y las jóvenes respecto del lugar de la democracia
en su cultura política.
De esta manera, lo que hasta poco tiempo se pensaba como
(des)orientaciones especialmente juveniles, parecen corresponder más bien a
tendencia generales, donde las especificidad es generacionales aún precisan
alcanzar un nivel más fino de comprensión.
En síntesis, las encuestas nos muestran la instalación en la sociedad
chilena de un discurso público en el que la radicalidad critica frente a la
inconsistencia de los actores políticos tiende a proyectarse en una crítica
radical de las instituciones y, más aún, en una preferencia difusa por el sistema
democrático. En este contexto, ¿cuáles son los discursos sobre la democracia
que interactúan en la conversación juvenil?, ¿qué idea(s) de democracia y

69
La cultura democrática de los y las jóvenes

ciudadanía pone(n) en movimiento la cultura política de los y las jóvenes?.


Estas son las búsquedas centrales del estudio propuesto, y por medio
de él se pretende rastrear y tensionar las imágenes de sociedad a partir de
las cuales los y las jóvenes evalúan las instituciones política y se posicionan
respecto del sistema democrático de reconocimiento social.

3.2 ¿Qué tan consistente es la indeferencia democrática?

La vida cotidiana transcurre básicamente y por definición en


escenarios de interacción previamente delimitados y definidos. Asimismo,
estos escenarios cotidianos se despliegan sobre espacios (físicos y sociales)
delimitados y significados que constituyen el verdadero soporte territorial
de la vida social. De aquí que, como es bien conocido por todo el mundo,
la vida de todo los días se articula como un desplazamiento que circula por
entre “lugares comunes”. Al interior de estos escenarios de convivencia
se produce el proceso de socialización y la consolidación de la identidad
personal y social. Esta delimitación introduce una primera estructura de las
actividades cotidianas que habita en lo más básico del sentido común y que
a su vez constituye el telón sobre el cual el sentido común es sedimentado
y/o criticado. En cierta medida la estabilidad de la comprensión del mundo
depende de la estabilidad de la estructura cotidiana. Así las cosas, es
importante notar la existencia en la sociedad chilena actual de un conjunto de
tendencias y/o procesos que impactan en el desenvolvimiento diarios de los
y las jóvenes chilenos, apuntando en algunos casos incluso a una verdadera
reestructuración de la vida cotidiana.
En este sentido, el piso estructural sobre el que descansa el
procesamiento de las imágenes de sociedad presentes en el mercado
simbólico no aparece hoy particularmente estable. Salvo para los y las jóvenes
de mayores ingresos, que muestran niveles de identidad social y política
mucho más claros que el resto, la definición de las posiciones sociales y de
la propia situación e identidad social ha pasado a convertirse en un ejercicio
problemático e inestable, lo que se ha visto agudizado por los efectos de
la crisis económica que caracterizó la implantación del actual modelo de
desarrollo. Sin embargo, ¿se extiende esta inestabilidad hasta poner en duda
un mínimo compromiso democrático?.
Por otra parte, desde una perspectiva macrosocial, es un hecho
comúnmente aceptado que el proceso democratizador se ha realizado en el
contexto de una redefinición de las relaciones entre los distintos subsistemas
funcionales que dan forma al proceso social. El caso más patente de esta

70
Estudios del INJUV

transformación es, evidentemente, la nueva estructura de relación entre mercado


y sistema político, y en general el equilibrio progresivo entre cada vez más
consolidadas instancias sistemáticas de integración frente a la crisis relativa de
las instancias de integración simbólica. De este diagnóstico emerge el tópico
de la pérdida de relevancia de la política por su capacidad decreciente para
influir en las decisiones cotidianas y la progresiva reducción y especialización
de su ámbito de acción.
Como sucede a veces en el análisis social, las perspectivas macro y
micro convergen en tomo a un diagnóstico común: las instituciones políticas
tienen escasa relevancia en los ámbitos de reconocimiento cotidiano de los
individuos, los que a su vez tienden a privilegiar otras estrategias de integración
social (p. ej. el paso del ciudadano al consumidor). Este es el piso sobre el que
se asienta (solidamente) el discurso antipolítico. ¿Constituye este desencuentro
también el fundamento de una erosión de la adhesión democrática?. Llegamos
aquí al núcleo de la cuestión abordada. Numerosas encuestas constatan la
instalación de un discurso público de lejanía respecto de las instituciones
políticas. Sin embargo, ¿es lo mismo la crítica de las instituciones políticas
que una desidentificación con la democracia? ¿qué significa la extensión
del discurso antipolítico al plano de la adhesión democrática?. Se trata de
evaluar la consistencia de las respuestas difusas frente a la democracia para
indagar por el sentido del discurso, buscando responder a las preguntas: ¿Qué
quiere decir el joven que responde negativamente frente a la pregunta por una
adhesión democrática clara?, ¿Qué quiere hacer con esta forma de expresar su
percepción de las cosas?.
Se configura aquí un problema metodológico de la mayor importancia.
Para comprender el significado de la indiferencia democrática es preciso
pasar de los contenidos de las respuestas a las relaciones de estas con otros
componentes de la cultura política y de la cultura juvenil.
A partir de la problematización anterior del fenómeno estudiado se
construyeron 3 preguntas que guiaron al estudio y dan forma sus conclu-
siones:

a) ¿En qué consiste la apatía democrática juvenil?

Se trata de evaluar la consistencia de la respuesta difusa frente a la


democracia para indagar por el sentido del discurso, sometiéndolo a tensión
y buscando responder a las preguntas ¿Qué quiere decir joven que responde
negativamente frente a la pregunta por una adhesión democrática clara? ¿Qué
quiere hacer con esta forma de expresar su percepción de las cosas?.

71
La cultura democrática de los y las jóvenes

b) ¿Cuál es el lugar de la democracia en la cultura política de los y las


jóvenes?

Para comprender el significado de la indiferencia democrática es


preciso pasar de los contenidos de las respuestas a las relaciones de estas con
otros componentes de la cultura política y de la cultura juvenil. En síntesis,
se busca proyectar el estudio desde la pregunta por ¿cuáles son los discursos
respecto de la democracia que interactúan en la conversación juvenil? hacia la
pregunta por ¿cuál es el espacio de los principios democráticos en la cultura
política de los y las jóvenes?

c) ¿Qué tipo de interlocución política es posible con los y las jóvenes?

Pensando en la implementación de políticas públicas dirigidas a los y


las jóvenes, como es posible y en qué sentido estos responden a interpelaciones
desde los actores políticos y el Estado. De igual manera, cuál es la variabilidad
social del tipo de interpelaciones que resulta pertinente para los distintos
segmentos juveniles.

4.- ANTECEDENTES METODOLÓGICOS.

Los grupos focales estudiados fueron construidos (seleccionados)


teniendo en cuenta tres variables fundamentales de muestreo (que operan
como límites): por edad, por sexos y una pertenencia socio-espacial urbana
definida.
La condición de edad distinguió entre jóvenes menores y mayores
de 19 años. Se apuntó a establecer una distinción paralela a la que divide
legalmente a los y las jóvenes entre menores y mayores de edad (con o sin
derecho a votar), a la vez de dar cuenta entre los y las jóvenes en edad escolar
y los que se integran a la Educación Superior y al mercado laboral. Los grupos
se conformaron con jóvenes entre 15 y 25 años (6 grupos con jóvenes entre 15
y 18 años y 6 grupos con jóvenes entre 19 y 25 años).
La condición socio-espacial urbana apuntó a polarizar socialmente la
forma y el contenido de los grupos. La idea se basó en la percepción de que
el proceso de modernización implementado en Chile durante las ultimas 2
décadas ha impactado en formas diferentes a la población urbana, originando
segmentos de la población crecientemente incorporados y beneficiados
(‘sectores emergentes’) y sectores cuya inserción es muy problemática y
ambigua (‘sectores rezagados’).

72
Estudios del INJUV

El resultado concreto de este ejercicio de muestreo consistió en realizar


6 grupos focales con jóvenes de sectores medios habitantes de La Florida y
Puente Alto (sectores medios “emergentes”) y 6 grupos focales con jóvenes
populares habitantes de Pudahuel, Cerro Navia y Lo Prado (sectores populares
urbanos “rezagados”).
Los grupos seleccionados estuvieron compuestos indistintamente por
hombres y mujeres en una primera fase exploratoria (4 grupos de discusión
realizados en Agosto y Septiembre del 2002) y luego, en una segunda fase,
fueron constituidos 4 grupos de mujeres y 4 de hombres. Los 8 grupos focales
de la segunda parte se realizaron durante Noviembre y Diciembre del 2002.

Grupos de Discusión realizados


La Florida - Puente Alto Pudahuel- Cerro Navia - Lo Prado
Edad
mujeres hombres mixtos mujeres hombres mixtos
15 a 19 1 1 1 1 1 1
20 a 25 1 1 1 1 1 1

5.- RESULTADOS DEL ANÁLISIS DE GRUPOS.

5.1.- El comportamiento del muestreo y las características fundamentales


de la conversación.

De las tres variables tomadas en consideración en la selección de la


muestra, la condición de pertenencia socio-espacial se manifestó claramente
como la más discriminante al momento de clasificar las conversaciones
recogidas. Las variables edad y género mostraron algunos matices interesantes,
pero enmarcados dentro de un contexto de referencia socio-espacial (es decir,
a modo de ejemplo, la conversación de las adolescentes de La Florida y Puente
Alto se parece más a la de los otros grupos de La Florida y Puente Alto que a
la conversación de las adolescentes de Pudahuel, Cerro Navia y Lo Prado).
Sorpresivamente para los investigadores, la conversación respecto de
la democracia presentó amplias diferencias entre los dos segmentos socio-
espacial seleccionados, y muchas de las convergencias fueron de carácter más
formal que substantivo.
La conversaciones registradas en general son simples y los problemas
tratados, pocos. No se observa aquí una gran variedad argumentativa o una
rica pluralidad de posiciones. No se muestra tampoco un gran manejo de

73
La cultura democrática de los y las jóvenes

información. Los tópicos fundamentales de la conversación son pocos pero


fuertes y están claramente sedimentados.
La conversación de los y las jóvenes de sectores medios estudiados
responde fácilmente a los estímulos introducidos por el moderador. En este
sentido, podemos .decir que se trata de una conversación no clausurada que
se involucra rápidamente en diálogos con otras posiciones sociales. Es una
conversación y un segmento de jóvenes al cual se puede interpelar desde
afuera y que reprocesa sus distinciones para responder a la interpelación.
La conversación de los y las jóvenes de sectores populares estudiados
es muy estable y densa en significaciones sedimentadas. En gran medida es
una conversación cultural, fundada sobre ejes simbólicos muy sedimentados,
con una fuerte tendencia a la clausura y a la circularidad. Por lo mismo, los
contenidos discursivos propiamente políticos son de menor importancia frente
a la cristalización de la experiencia social de los participantes y a la potencia de
las bases prediscursivas de la conversación (míticas, rituales, religiosas, etc.).
Interpelar a estos grupos desde la conversación pública es más difícil, pues
en gran medida los contenidos en juego en la discusión política no penetran
las áreas relevantes de la experiencia social de los sujetos. Por lo mismo,
existe la posibilidad de que interpelaciones que se sitúan en los márgenes de
la política (populistas, religiosas, identitarias, autoritarias) encuentren canales
posiblemente más expeditos para conectarse con los ejes de sentido que se
ponen en juego en la conversación de los y las jóvenes pobres estudiados.

5.2.- Los tópicos fundamentales de la conversación.

5.2.1 La democracia y libertades personales: la emergencia del


individualismo.

La clásica idea liberal de que la democracia representa un proceso


de expansión de las libertades de las personas, a la vez que un límite a las
posibilidades de coacción sobre ellas, aparece como un tópico relevante en
la conversación de los y las jóvenes de sectores medios, siendo mencionada
también, aunque con un énfasis menor, en la conversación de los y las jóvenes
populares.
En los sectores medios estudiados la asociación entre el tema de la
democracia y las libertades personales aparece ligada con mucha fuerza a la
emergencia del individuo en cuanto sujeto de la acción política. Este es un
rasgo fundamental de la cultura política de estos jóvenes. De esta manera, no
sólo los proyectos personales y las trayectorias de inserción social son leídos

74
Estudios del INJUV

básicamente en clave individualista, sino que también los problemas y las


identidades sociales. Cuesta encontrar referentes simbólicos estables donde
afirmar identidades colectivas viables y proyectables políticamente.
En base al mismo énfasis individualista, que parece ocupar un lugar
importante dentro de la conversación política de los y las jóvenes de sectores
medios “emergentes”, la posibilidad de una supresión de las libertades
personales, aunque sea por buenas causas (o una restricción en el presente
para asegurar una mayor libertad en el futuro), genera mucho ruido y proyecta
rápidamente la conversación hacia una valorización de la democracia. En este
sentido, la conversación de los sectores medios estudiados tiende a desechar
rápidamente una proyección desde la crítica a la clase política hacia la búsqueda
de alternativas autoritarias a la democracia.
En los y las jóvenes populares estudiados se presenta también
la alusión a las libertades personales, en especial la libertad de expresión,
como elementos definitorios de la democracia. Sin embargo, la conversación
tiende rápidamente a abandonar este tópico para pasar hacia otros temas más
estables. De esta manera, la emergencia de una lógica individualista que
articule la cultura política es un problema más complejo. Tampoco parece fácil
afirmar sin más la existencia de parámetros comunitarios de conformación
de una voluntad política. El problema referido al nivel de constitución de la
ciudadanía permanece sin definiciones claras durante toda la conversación.
Por una parte, es claro que existe una valoración a nivel discursivo de las
libertades individuales o que puestos frente al problema de la movilidad social
todos leen sus posibilidades en clave individual.
No estamos frente a una pura y simple continuidad del modelo
nacional popular de movilidad colectiva. Sin embargo, como condición previa
al tema de la movilidad social emerge el problema de la exclusión y el umbral
de discriminación que los separa de los procesos de movilidad social y, en
ese contexto, los y las jóvenes pobres estudiados identifican su condición
a la condición del grupo, a la vez que avizoran con gran desesperanza sus
posibilidades futuras mientras no sea superado el estigma que pesa sobre los
pobres. En este sentido, no se observa entre los y las jóvenes pobres un tránsito
directo desde el tema de las libertades personales hacia el individualismo, lo
que no implica la inexistencia e alegatos individualistas, pero su consistencia es
escasa, muchas veces se repite simplemente eslogans escuchados, que resisten
muy mal los contrargumentos o la dinámica de preguntas y respuestas. Es un
tema que muy luego se subsume bajo la temática de la discriminación y el
estigma contra los pobres.

75
La cultura democrática de los y las jóvenes

5.2.2 Democracia y desigualdades sociales.

Las consecuencias del sistema democrático sobre la superación de las


desigualdades sociales representa para los y las jóvenes un principio potente
para la definición de la democracia y en la evaluación del funcionamiento de
las instituciones democráticas chilenas. La conversación juvenil se tensiona
rápidamente frente al problema de la rigidez del sistema de posiciones sociales
y la persistencia de las grandes desigualdades sociales en nuestra sociedad. De
esta manera, tanto en los grupos medios como en los grupos populares surge la
denuncia frente al carácter cerrado de la estructura social y las consecuencias
que esto plantea sobre el sistema político y las instituciones democráticas.
En los y las jóvenes de sectores medios “emergentes” la denuncia de
las desigualdades sociales se transforma rápidamente en una demanda por
más democracia, por la vía “social demócrata” clásica de la de igualdad de
oportunidades. En términos políticos, los bloqueos y trabas a la movilidad
social representan un problema mayor para los y las jóvenes de sectores medios
estudiados, ubicados en una comente de movilidad ascendente, que para los
pobres, siempre amenazados por el deterioro de sus condiciones de inserción.
Sin embargo, resulta claro que en la juventud de sectores medios
prima como definición estratégica frente a las desigualdades sociales el
carácter individual de la experiencia de la movilidad social y la existencia
de determinadas estrategias individuales para optimizar la posición social de
cada quién.
En los y las jóvenes de sectores populares el debate respecto de las
desigualdades sociales se transforma rápidamente en una denuncia de la doble
exclusión que sufren como jóvenes y pobres, desviándose la conversación
desde el problema de las oportunidades y los caminos para la movilidad social
hacia a las diferentes modalidades de la discriminación, donde se estabiliza.
El resultado de esta deriva a la petición a la autoridad por la apertura de
oportunidades “desde arriba” hacia los pobres como grupo.

5.2.3 La critica de la clase política.

Este es un tópico generalizado y compartido que cruza transversalmente


todos los segmentos estudiados. Refiere básicamente a la distancia creciente en
que se sitúan los y las jóvenes en relación a la actividad política y sus actores.
Sin embargo, si bien la forma radical de la critica permanece constante, los
argumentos de fondo presentan algunas diferencias entre de sectores medios
y los pobres.

76
Estudios del INJUV

En términos generales, el tópico de la crítica a la clase política se


apoya sobre una base discursiva muy potente: los políticos no penetran jamás
la esfera de identificación de los y las jóvenes. En efecto, la conversación se
construye siempre en base a la distinción radical entre ellos y nosotros. La
profundidad y omnipresencia de esta distinción provee la forma discursiva de
la seria crisis de representación que constituye uno de los fenómenos centrales
al momento de caracterizar el posicionamiento político de los y las jóvenes
en la actualidad. No existe percepción de algún tipo de lazo representativo
o de liderazgo que vincule a los actores políticos (“ellos”) con la juventud
(“nosotros”).
En los y las jóvenes de sectores medios, la crítica de la clase política
apunta básicamente a la mala calidad de la política y la ineficiencia de la clase
política, incapaz de configurar una alternativa a los sectores económicamente
dominantes (los empresarios, los ricos) y obsesionada por el cuidado de su
imagen en los medios de comunicación. No obstante lo anterior, la figura del
Presidente de la República (Aylwin, Lagos y en menor medida Frei) parece
situarse al margen de esta crítica, distinguiéndose del resto de la clase política.
En los y las jóvenes populares, la distinción entre ellos y nosotros
se radicaliza hacia una identificación genérica de la clase política con la
clase dominante (“los ricos”). Dentro de una lógica estamental, la actividad
política en su conjunto parece ser un campo ajeno a la realidad de los sectores
populares, un ejercicio de la capacidad hegemónica de los grupos dominantes,
dominada por motivos utilitarios.
A diferencia de los y las jóvenes de sectores medios, no hay entre los
pobres una evaluación consistente sobre la calidad de la clase política ni sobre los
fines sociales de la actividad política. En este contexto se inserta la percepción
(más común entre los de menor edad y las jóvenes) de que la actividad política
en sí misma puede constituir una estrategia de enriquecimiento impropio.

5.2.4 La discriminación y la exclusión.

Este es el tema por excelencia de los y las jóvenes pobres estudiados,


en ellos la denuncia de las desigualdades sociales se transforma rápidamente
en una denuncia de la exclusión social y de la carga de discriminación que
sufren en relación al resto de la sociedad.
Las estrategias individuales frente a la discriminación aparecen
difusas y se enfrentan con el problema límite de la delincuencia. De esta
manera, la denuncia de la discriminación sirve también para diferenciarse de
los delincuentes, el limite inferior de la sociedad, un más allá amenazante

77
La cultura democrática de los y las jóvenes

y cercano. De acuerdo a la misma lógica, la denuncia de la discriminación


se asocia estrechamente a una demanda de justicia, de poder judicial y de
seguridad pública.
La centralidad y el protagonismo de la denuncia de la discriminación
posterga la discusión de los problemas democráticos frente a la primacía
de la búsqueda de un reconocimiento social mínimo (por parte de los que
mandan, la autoridad, el resto de la sociedad, etc.), que los libere del estigma
de ser jóvenes pobres. Se trata de un gesto de resolución exógena (depende
de los discriminadores, no de los discriminados). No nos encontramos ante
una apelación propiamente política o ciudadana tras esta denuncia de la
discriminación, el tema es más básico (cultural, podríamos decir), y se asocia
estrechamente con el reconocimiento y la construcción de una identidad
personal legítima.
En los y las jóvenes de sectores medios estudiados es también percibido
que la rigidez del sistema de posiciones sociales genera como consecuencias
la exclusión de una parte importante de los habitantes de la ciudad. Esta
situación es denunciada vivamente, pero como una situación que afecta a un
“otro” difuso, ambiguo, limítrofe también con grupos sociales peligrosos (el
lúmpen).
En este sentido los diálogos presentes en los y las jóvenes de sectores
medios respecto de los pobres son muy ambivalentes y ambiguos. Por un
lado, se expresa una cierta solidaridad fuertemente influenciada por el tópico
cristiano de la justicia social. Por otro lado la asociación de los pobres con
la delincuencia aparece persistentemente como una herramienta de juicio
(prejuicio) que configura una sensación de peligro frente a los excluidos,
reforzando la discriminación.

5.3.- Observaciones desde una perspectiva de género.

En el transcurso de las últimas décadas se ha producido un importante


cambio en relación a los roles de género y a las relaciones entre hombres y
mujeres. Este cambio ha estado motivado principalmente por la incorporación
de la mujer al mercado laboral, con la consiguiente mayor participación del
mundo público, en conjunto con la transición demográfica experimentada
por las familias chilenas: aumento del número de hogares con jefatura de
hogar femenina, reducción de las tasas de fertilidad, aumento del número de
divorcios, lo cual ha traído como consecuencia una mayor diversificación de
los tipos de familia y distintas expectativas sociales respecto a las conductas
de mujeres y hombres.

78
Estudios del INJUV

Para las mujeres este cambio ha significado un distanciamiento del rol


de género exclusivamente vinculado a la maternidad, la crianza y el espacio
doméstico, para ampliarse hacia el mundo público del trabajo remunerado.
Para los hombres estos cambios han removido las bases de la identidad de
género masculina, siendo las relaciones familiares el ámbito en el cual las
tensiones originadas por esta transición en los roles de género se manifiesta
más claramente.
Cabe señalar de todos modos que esta mayor flexibilización en los roles
de género no se ha producido, ni se está produciendo, de la misma manera en
las diferentes clases sociales, ni en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana
(familiar / laboral) de hombres y mujeres.

5.3.1 Observaciones desde la perspectiva de género a los grupos de jóvenes


de sectores populares “rezagados”.

En los grupos de jóvenes pobres estudiados, hombres y mujeres


presentan aspectos muy similares respecto a sus ideas de la democracia, de la
política, de las instituciones democráticas, los actores del proceso democrático,
así como de su propio ejercicio ciudadano. Este fenómeno es especialmente
identificable en los grupos mixtos, donde las temáticas abordadas por los y las
jóvenes participantes no difieren significativamente por género. Sin embargo,
en los grupos focales de un mismo sexo, aparecen algunas diferencias en las
temáticas abordadas por mujeres y hombres. Algunas de estas se relacionan
estrechamente con los roles de género asumidos por estos/as jóvenes y
que están a la base de la construcción de sus identidades como mujeres y
hombres. Es así como en este grupo de jóvenes es claramente observable la
presencia de una división de roles, particularmente clara en lo que dice a las
relaciones familiares y la participación en el mercado laboral. En efecto, para
los hombres, el trabajo remunerado y la amenaza del desempleo aparecen
como un aspecto central en la definición de la identidad y la elaboración de
juicios y percepciones. Esto se vincula estrechamente con la formación de
una familia, y el consecuente rol de proveedor que ellos adquieren en este
proceso. Más aún, el ámbito familiar parece ser el espacio privilegiado de los
proyectos y ambiciones futuras. Son jóvenes, por decirlo de alguna manera,
que se proyectan al futuro principalmente a través de la obtención de algunos
bienes materiales domésticos (casa propia, automóvil, etc.).
Para las jóvenes pobres, la definición de su identidad está marcada por
el arraigo de los roles de dueñas de casa y madres, ejercitando en la práctica
en forma paralela a un discurso que valora la integración al mercado laboral.

79
La cultura democrática de los y las jóvenes

Especial importancia tiene para ellas la adquisición de roles a través de la


identidad que les otorga el tener pareja, cumpliendo de esa manera con las
expectativas internas y externas respecto de los roles que las mujeres debieran
asumir. Los intereses de estas jóvenes y sus proyectos para el futuro se centran
también en el ámbito familiar, declarando explícitamente que sus intereses se
remiten a formar una pareja estable y tener hijos, identificando a este espacio
como el ámbito donde se fundan sus expectativas, radican sus intereses,
encuentran una identidad sólida y se sienten legitimadas.

5.3.2 Observaciones desde la perspectiva de género a los grupos de jóvenes


de sectores medios “emergentes”.

Al igual que en el caso de los grupos focales realizados con jóvenes


pobres, es posible observar algunas diferencias interesantes en los grupos
diferenciados por sexo realizados entre jóvenes de sectores medios. Estas
diferencias aluden fundamentalmente a la percepción de la política y la
configuración del proceso democrático. Sin embargo, estas diferencias no
afloran en los grupos focales mixtos, en los cuales se imponen temáticas
comunes y una conversación convergente.
Es así que, encontramos a los jóvenes hombres, particularmente de 15
a 18 años, la presencia de los roles masculinos tradicionales. Este fenómeno se
presenta de manera distinta en el grupo de 19 a 24 años, en el cual el ámbito
de participación política-pública está casi ausente.
En las jóvenes, resulta interesante observar en ambos grupos etáreos
un cuestionamiento desde el discurso de los roles históricamente asumidos
por las mujeres y que se relacionan con su presencia en el espacio privado de
reproducción y crianza, y de dependencia económica de su pareja. No dejan
de estar presentes, sin embargo, las contradicciones con que se experimentan
estos cuestionamientos, principalmente derivadas del contexto socio-cultural
en el cual estos cambios están ocurriendo. Las nuevas posiciones femeninas,
asumidas en un marco de expansión del individualismo, no dejan de estar
constantemente tensionadas por el fantasma del riesgo social. En efecto, el
gran número de factores definidos como riesgosos, que conforman en algunos
casos una lista francamente desoladora, grafica el alto nivel de inseguridad con
que es vivida la emergencia de las nuevas posiciones sociales de las jóvenes
de sectores medios.
En el grupo de jóvenes hombres adolescentes (15 a 18 años) se observa
un fuerte interés en los problemas sociales, sintiéndose parte del sistema, y
buscando alternativas de participación. Declaran tener los recursos y las ideas

80
Estudios del INJUV

como para mejorar el escenario político actual, con un discurso caracterizado


por la proactividad. Además, se ven como los políticos del futuro, afirmando
que para cambiar el sistema hay que estar dentro de él. Incluso declaran que
el progreso de Chile depende de ellos. Se proyectan tomando decisiones para
el país. Desde una perspectiva de género, estas imágenes identitarias de estos
jóvenes concuerda más cercanamente a los roles masculinos tradicionales, en
los cuales el hombre se sitúa y desenvuelve en los espacios públicos, tales
como la política y el trabajo remunerado.
Un situación distinta se aprecia en los jóvenes de 19 a 25 años. En
este grupo se observa que las aspiraciones de estos jóvenes se caracterizan
por integrar los roles masculinos tradicionales de trabajadores y proveedores,
postura que resulta opuesta a los jóvenes hombres entre 15 a 19 años.
En el caso de las jóvenes de sectores medios, se observa un nivel
importante de interés por los temas públicos. Esto contrasta notoriamente con
la realidad de las jóvenes pobres, quienes prácticamente carecían de opinión
sobre los temas de actualidad, y no se mostraban interesadas. Se trata de mujeres
que se ven a sí mismas simultáneamente insertas en el mercado laboral y en
una vida familiar sobrellevada en base a responsabilidades compartidas, siendo
un actor muy dinámico, lo que enmarca en forma determinante su cultura
política y las posiciones que desarrollan respecto a los problemas políticos y
los procesos democráticos.

6.- LA DEMOCRACIA Y LA CULTURA POLITICA DE LOS Y LAS JÓVENES.

La interrogante inicial del estudio, referida a la falta de un compromiso


democrático explícito por parte de los y las jóvenes, encuentra en los grupos
de conversación analizados una respuesta ambivalente. No hay una des-
identificación consistente con el sistema democrático y mucho menos un
principio de acción colectiva conformado a partir de esta hipotética des-
identificación. Sin embargo, también nos encontramos con una inconsistente
afirmación de la ciudadanía por parte de la juventud, caracterizada más bien
por una ubicación en la periferia del debate político que por una identificación
clara respecto de los problemas públicos.
En este contexto y en términos generales, podemos postular que la
respuesta que relativiza la adhesión democrática refiere más a la búsqueda
de una problemática identidad social que a una conducta política reflexiva de
orientación antisistémica, la que supondría la expresión de una identidad social
y, sobre todo, de una identificación política previamente decantada. Por lo
mismo, la estabilidad de este tipo de respuestas es baja, pudiendo evolucionar

81
La cultura democrática de los y las jóvenes

rápidamente en cualquier sentido.


No obstante lo anterior, es importante consignar la claridad con puede
percibirse que el acercamiento de los y las jóvenes al sistema político aparece
bloqueado por una grave crisis de representación, un límite generado al
interior del sistema político que éstos señalan explícitamente como la principal
distancia que los separa de las instituciones y los procesos democráticos.
De esta manera, sintéticamente, del análisis de la información producida
por el presente estudio surgen 2 escenarios críticos para la comprensión de la
relación de los y las jóvenes con el sistema político: la crisis de representación
que da forma a la imagen que la juventud tiene del sistema político y la
problemática relación que se da en ellos entre identidad social e identificación
política. El sistema político no contempla en la actualidad, a diferencia del
pasado reciente, instancias de representación que involucren a los y las jóvenes
y los procesos de constitución de identidades juveniles no presentan en la
actualidad, a diferencia del pasado reciente, una dimensión política clara.

6.1.- La democracia vista por los y las jóvenes.

A pesar de enarbolar una fuerte crítica frente a la clase política, no se


percibe entre nuestros investigados la emergencia de alternativas consistentes
a la democracia como forma de organización de la sociedad y el sistema de
gobierno. Es cierto que los y las jóvenes se sitúan en la exterioridad de los
problemas políticos y tienden hacia comportamientos ausentistas, lo que habla
de lo débil que es su identidad como ciudadanos, pero la alusión directa a
soluciones autoritarias encuentra mucha resistencia en la conversación juvenil
y es rápidamente superada como marco del debate. Sin embargo, como
resulta esperable, el tipo de respuesta respecto de la definición democrática
que encontramos en los más pobres y en los de sectores medios no es
homogénea.
Sintéticamente, podemos afirmar que para los y las jóvenes de sectores
medios estudiados la democracia se define fundamentalmente en términos de
la convergencia entre libertades personales (libertad de expresión en primer
lugar) y equidad social. Estos dos principios fundamentales de la democracia
constituyen igualmente el marco de fondo sobre el cual se produce la
evaluación de la situación actual y se genera un diagnóstico crítico radical
respecto de la funcionalidad de las instituciones políticas y de la calidad de la
clase política chilena. Sin embargo, de una manera relativamente directa, este
diagnóstico crítico se proyecta hacia una discusión que podríamos llamar “la
constitución del problema democrático” (derechos de ciudadanía, necesidad

82
Estudios del INJUV

de legitimación de la autoridad, límites del poder, etc.). Un aspecto central


en la cultura política de los y las jóvenes de sectores medios, que enmarca
en buena medida el lugar de la democracia dentro de ella, está dado por la
ubicación del individuo como sujeto de la actividad pública y el compromiso
político. La democracia representa un escenario ideal de convergencia entre
proyectos y trayectorias individuales potencialmente muy diferentes, pero que
encuentran en las instituciones democráticas un umbral de convivencia y de
cooperación mínimos. Por lo mismo, la falta de equidad social y la persistencia
de un rígido sistema de posiciones sociales (explícitamente caracterizado
como “aristocrático”), supone el fracaso de las instituciones democráticas y
su descrédito, a pesar de la existencia reconocida de un importante nivel de
libertades personales.
De manera muy general entonces, podemos decir que la conversación
política en los sectores medios estudiados no presenta una gran distancia
de los parámetros “clásicos” de la discusión democrática. Así mismo, es
importante resaltar la relevancia de los principios de equidad social e igualdad
de oportunidades en la evaluación del funcionamiento de las instituciones
democráticas. Por decirlo de alguna manera, siendo definida en términos
básicamente liberales, la democracia es evaluada en base a parámetros “social
demócratas”.
En los grupos de jóvenes populares estudiados la definición de la
idea de democracia es mucho más confusa y muchas veces aparece como
una repetición de formulas escuchadas desde la autoridad (la familia, la
escuela, la televisión, etc.) pero no bien comprendidas o asumidas. Aparecen
explícitamente mencionados los temas de las libertades personales y la
equidad social, pero no son los temas centrales de la conversación. El tema
central es claramente el carácter excluyente de la estratificación social y los
altos niveles de discriminación que se le asocian. Más aún, la conversación
permanece estabilizada en tomo a la denuncia de las consecuencias de la
pobreza y la subordinación (delincuencia, inseguridad, imposibilidad de
construir proyectos personales, consecuencias negativas de los cambios, la
amenaza de los extranjeros, etc.). Por lo mismo, el sujeto de enunciación no
se constituye claramente desde el individuo ni la comunidad y no es menor el
lugar de las mitologías en la constitución de “los otros” (“ellos”, los ricos, los
que mandan) y la autoridad en general. De esta manera, los temas democráticos
siempre permanecen en la periferia de la conversación y su lugar no es bien
comprendido por una proporción significativa de los participantes.
De manera muy general, entonces, podemos decir que la conversación
política en los sectores populares gira en tomo a parámetros parecidos a

83
La cultura democrática de los y las jóvenes

las identidades ‘nacional-populares’ o ‘populistas’, donde el núcleo central


de sentido está dado por la denuncia del carácter de grupo fuertemente
excluido y discriminado que asumen los participantes. En este contexto, la
conversación se proyecta rápidamente hacia la demanda de un reconocimiento
social mínimo (la apertura de oportunidades por parte de la autoridad),
no necesariamente convergente con los tópicos “socia-demócratas” de la
equidad y la ciudadanía social. Por lo mismo, los temas democráticos de
filiación “liberal” (individualistas) son prácticamente inexistentes. Los y las
jóvenes pobres viven en una tensión no resuelta respecto de los términos de
su integración en la sociedad, a medio camino entre la subordinación y la
ciudadanía.
La relativización explícita de la adhesión democrática no es un
contenido sencillo de consensuar y frecuentemente recurre a afirmaciones de
autoridad o a motivos identitarios para hacer valer su lugar en la conversación.
Por el contrario, en jóvenes de ambos segmentos aparece en forma nítida el
motivo de la pasividad y falta de voluntad de los chilenos como un obstáculo en
la profundización de la democracia. La indolencia o la indiferencia frente a los
problemas públicos, graficada en el tipo de respuestas que señalan que da los
mismo la existencia de democracia u otros sistemas de gobierno, se encuentra
siempre en la conversación de los y las jóvenes con un cuestionamiento que se
proyecta hacia una afirmación de una mayor y mejor ciudadanía.
¿De dónde surgen entonces las respuestas que se marginan de una
identidad democrática? En gran medida este tipo de respuestas emergen de la
proyección de la crítica radical a la clase política en una marca de identificación
juvenil. En cierto sentido, se trata de la recuperación de la crítica anti-políticos
para catalizar una identidad juvenil fuertemente cuestionada desde el exterior
(“ellos”). En cierto sentido, se trata de una las instituciones democráticas que
se tiene por representativa de lo juvenil y donde lo juvenil aparece fuertemente
interpelado desde la autoridad (“los adultos”). Por su propia naturaleza, este
tipo de comentarios identitarios es más común entre las jóvenes pobres y los
adolescentes en general.
El tópico “obviamente no deberíamos estar ni ahí” muestra en toda
su extensión el lugar de la autoridad y la búsqueda de una identidad que
enmarcan las respuestas que relativizan la adhesión democrática. Cuestionando
y tensionando esta afirmación, el discurso entero se desmorona y abandona
rápidamente la discusión política para refugiarse en temas culturales (religión,
identidad nacional, identidad local, etc.) o se produce un giro que da cuenta de
lo no tan obvio del “no estar ni ahí”, recuperándose los problemas públicos en
un sentido democrático. Este tránsito es más rápido en los segmentos mayores

84
Estudios del INJUV

de 20 años, quienes rápidamente reinterpretan el “obviamente no deberíamos


estar ni ahí” como un argumento contrario a su anhelo de integración social.
Una vez superado el impasse que significa la utilización de la critica
radical de la clase política como marca identitaria por algunos segmentos de
jóvenes, subsisten los problemas centrales que obstaculizan la relación de la
juventud con las instituciones democráticas. En efecto, así como los y las jóvenes
de los sectores medios buscan sentirse representados democráticamente,
los y las jóvenes pobres buscan sentirse reconocidos legítimamente por la
sociedad. Una búsqueda de representación y una búsqueda de reconocimiento
que aparecen hoy en día sin respuestas claras, lo que se expresa en la débil
adhesión que generan las instituciones democráticas.

6.2.- La crisis de la representación política de los y las jóvenes.

Un dato fundamental en la conversación de los grupos focales estudiados


es la centralidad inusitada de la distinción entre “ellos” y “nosotros”, que
ordena la referencia a la clase política y, en cierta medida, también a la clase
dominante, generando como consecuencia la identificación de las instituciones
políticas (los partidos, el Congreso, el gobierno, etc.) con un espacio social
ajeno y extraño respecto de la juventud, un mundo respecto del cual éstos se
posicionan en la periferia: el mundo de “ellos”.
Entre “ellos” y “nosotros” no aparecen mediaciones o instancias de
pertenencia común. Se trata de dos mundos separados que se miran a través de
la televisión, pero que no establecen ni vínculos comunicativos ni compromisos
en la experiencia social cotidiana.
Como resulta claro, este problema apunta al corazón del régimen
político democrático vigente: la representación.
En los y las jóvenes de sectores medios el planteamiento del problema de
la representación es extremadamente claro y directo: no somos representados,
los representantes no nos representan, no tenemos voz ni se nos escucha;
luego, no participamos, aunque sea importante.
Los y las jóvenes de sectores medios son igualmente claros para
diagnosticar las causas de esta crisis de representación: la autorreferencia de
la clase política que fijó una representación de la juventud y se hizo incapaz
de dar cuenta de las especificidades de los y las jóvenes actuales. La clase
política, en la percepción de la juventud de sectores medios “emergentes”,
aparece en buena medida como desactualizada frente a las características de la
vida contemporánea, habitando otros tiempos y con otros parámetros de juicio
frente a la experiencia social.

85
La cultura democrática de los y las jóvenes

En este sentido, la crisis de representación aparece también como una


consecuencia de la radicalización de la crítica de la calidad de la clase política.
El núcleo de este discurso alude a un fenómeno muy relevante: la incapacidad
de los políticos para dar cuenta de la plena modernidad del contexto en cual
se desenvuelven los y las jóvenes. Frente al desinterés de los políticos por los
problemas «reales» de la juventud se ubica la percepción de que éstos viven un
contexto decididamente más moderno que aquél que administran los políticos,
lo que redundaría en un desapego frente a las instituciones políticas por su
incapacidad por ir al ritmo de los tiempos.
En el caso de los y las jóvenes pobres, el problema de la representación
pone en evidencia la desaparición de las instancias de intermediación que
vinculaban en el pasado a los sectores populares con las instituciones políticas.
Posiblemente, el carácter más “cultural” que político de las conversaciones
“políticas” de los pobres no sea un fenómeno nuevo, pero las instancias de
intermediación que antiguamente dotaban la experiencia de los pobres de un
sentido político han desaparecido, arrastrando con ellas buena parte del sentido
de pertenencia comunitaria de los y las jóvenes pobres. En este contexto,
cuando consignamos la falta de sustento individualista o comunitario de la
identidad política de la juventud, aludimos a la gran dificultad para articular
políticamente la experiencia de la exclusión, densamente significada en
términos simbólicos. Existe claramente una denuncia de la discriminación,
en la experiencia vivida del no reconocimiento de la ciudadanía de los y las
jóvenes, pero esta denuncia casi nunca abandona el plano “cultural” (simbólico)
para proyectarse en un discurso de superación de la exclusión.
No hay en las conversaciones analizadas ninguna alusión a los
partidos políticos que históricamente articularon las demandas populares, ni
a la Iglesia Católica, que reforzó institucional e ideológicamente los lazos de
pertenencia comunitaria y los asoció a un discurso ético muy potente centrado
en tomo al principio de dignidad de los pobres. Nada de esto aparece hoy en
la conversación de los y las jóvenes pobres. Se trata de una conversación que
refleja una gran soledad.

6.3.- Identificación política e identidad social en los y las jóvenes.

La juventud es comprendida generalmente como un periodo de


búsqueda y definición de una identidad personal autónoma. Para los y las
jóvenes de los años ‘60 u ‘80, involucró un proceso intenso de identificación
política. En gran medida, esta imagen clásica de la juventud se configuro en
la expresión de una cierta especificidad cultural (los “hippies”, la “Voz de

86
Estudios del INJUV

los ‘80”), así como en la expresión de un compromiso y un “estilo” político


característicos (un buen ejemplo es la Reforma Universitaria en los ‘60 y
las protestas en los ‘80). De esta manera, la identificación política aparecía
como una dimensión muy importante del proceso genérico de definiciones
identitarias que constituye lo juvenil. La búsqueda de una identidad social
específica incluyó la búsqueda de un correlato político de esta identidad social,
o, mejor aún, por medio de la identificación política se expresó la búsqueda
de una identidad social autónoma. Desde esta perspectiva, un fenómeno que
sorprende al analizar las actuales conversaciones juveniles es la casi completa
ausencia de identidades políticas o de procesos de identificación.
El problema de la identificación política puede ser visto autónomamente
o ligado a la consistencia de las posiciones sociales en que se sitúan los y las
jóvenes, el piso estructural de las imágenes e identidades desplegadas en la
conversación pública. Siguiendo esta pista nos encontramos con un problema
de reconocimiento de la juventud respecto de las transformaciones en el
sistema de posiciones sociales, lo que se refleja en una gran incertidumbre
relativa a la consistencia de los diseños de las trayectorias personales. En
efecto, pareciera que la ubicación en determinadas posiciones de la estructura
social ya no aseguraran nada respecto de posibilidades concretas de ubicarse
en determinadas posiciones sociales en el futuro. La capitalización de
determinadas estrategias de inserción, especialmente la educación, ya no
está asegurada y la posibilidad de trayectorias descendentes o ascendentes
depende de la habilidad personal para optimizar continuamente las posiciones
personales. En este contexto de incertidumbre, ¿qué tipo de identidades
sociales emergen? y ¿qué procesos de identificación política son capaces de
estabilizarse en el tiempo?. Las respuestas no están claras.
Como resulta esperable, la relación entre una difícil búsqueda de una
identidad social viable y los problemas para identificarse políticamente son
más visibles entre los y las jóvenes pobres. Más aún, en el caso de los pobres
el bloqueo de la identificación política es explícitamente señalado como una
consecuencia de las dificultades de integración social.
La política aparece como una competencia característica de los
ciudadanos integrados, que poseen los “conocimientos“ que les permiten
descifrar las claves y orientarse entre las distintas alternativas.
La construcción de una identidad política, desde este punto de vista,
sería un proceso paralelo al proceso de integración social. Es preciso construirse
una identidad social para estabilizar una identidad política, o al menos saber
utilizar la identificación política como herramienta en la construcción de una
identidad social integrada.

87
La cultura democrática de los y las jóvenes

En el caso de jóvenes pobres contemporáneos, fuertemente bloqueados


por procesos de exclusión social y que han desarrollado un discurso muy
potente de la discriminación, esta asociación no se produce. Las competencias
políticas son mínimas, lo que es también una barrera a la integración en la
medida en que dificulta el ejercicio de la ciudadanía, y cristaliza un discurso
de la exterioridad frente a los problemas públicos.
Las dificultades para generar una identidad social sostenible a partir de
la posición que se ocupa dentro de la estructura social permanecen como un
problema no resuelto para nuestros entrevistados pobres. En este sentido, no
puede hablarse de una base comunitaria para la identificación política.

7.- CONCLUSIONES

7.1 ¿En qué consiste la apatía democrática juvenil?

Los resultados del presente estudio no permiten hablar de un proceso


de desidentificación consistente respecto de la democracia como sistema de
convivencia y de organización política de la sociedad. No hay en la cultura
política ni en la conversación pública de los y las jóvenes un abandono masivo
de las pautas democráticas y su reemplazo por alternativas autoritarias u de
otro tipo. Más aún, el tipo de argumentos asociados a una adhesión democrática
difusa o meramente instrumental son rebatidos al interior de los grupos de
conversación de jóvenes y son rápidamente superados. No hay formulaciones
alternativas a las pautas democráticas de convivencia que logren persistir en
la conversación pública de los y las jóvenes articulando algún tipo de opción
política viable.
La apatía política de la juventud se asocia estrechamente a una crítica
radical respecto de la clase política. Esta crítica cruza transversalmente el
espectro de jóvenes estudiados, pero se hace particularmente reflexiva entre
los sectores medios “emergentes“, quienes elaboran el argumento en términos
propiamente políticos. En los y las jóvenes pobres la crítica permanece constante
en un plano simbólico expresivo, pre político. Además observamos una gran
dificultad para llegar a formular consistentemente los problemas democráticos
por parte de los sectores populares, quienes se expresan mejor por medio de
demandas e identidades parecidas a los modelos nacional-populares clásicos,
aunque inconsistentemente articuladas con un modelo individualista de la
movilidad social.
La crítica que hacen los y las jóvenes respecto de la clase política
se enmarca dentro de una muy profunda crisis de representación del

88
Estudios del INJUV

sistema político respecto de éstos, quienes no reconocen actores capaces de


representar su especificidad en términos políticos y se ubican a sí mismos en
la periferia del sistema político. Esta crisis afecta por igual a sectores medios
y populares, aunque nuevamente son los sectores medios quienes la explicitan
en términos políticos y la reintroducen dentro de la crítica de la clase política.
Las consecuencias de esta crisis de representación se expresan en los altos
grados de ausentismo entre jóvenes de sectores medios y populares, a la vez
que los coloca a merced de los más dispares liderazgos fundados sobre una
relación directa, no mediada políticamente y realizada fundamentalmente por
intermedio de la televisión.
La capacidad de los y las jóvenes para reconocerse en identidades
colectivas es muy baja, especialmente en lo que refiere a identidades
políticamente constituidas. En general, tienen grandes dificultades para ubicarse
en el espectro político o para identificar sus preferencias. Esta dificultad para
reconocerse se relaciona estrechamente con los altos niveles de incertidumbre
e inestabilidad en las trayectorias sociales y la problemática búsqueda de
una identidad social viable en la que reconocerse. Los pobres presentan los
mayores problemas para definir una identidad social viable donde sustentar
algún tipo de identificación política consistente. En este contexto, más que la
expresión consistente de preferencias no democráticas, la apatía democrática
responde a una ausencia de identidad política y a la conflictiva búsqueda de
referentes identitarios en los que reconocerse.

7.2 ¿Cuál es el lugar de la democracia en la cultura política de los y las


jóvenes?

La cultura política de los y las jóvenes aparece cruzada por la


inestabilidad de sus posiciones sociales y la necesidad individual de definir
los contornos de la propia identidad social. En este sentido, una buena parte
de las posiciones defendidas en la conversación pública responden más a la
búsqueda de una identidad legitima en la que reconocerse que a la expresión
de preferencias o posiciones estabilizadas y preexistentes. La cultura política
de la juventud se enmarca en una tensión no totalmente resuelta en ninguno de
los segmentos jóvenes estudiados: la búsqueda de un “nosotros“.
En los sectores medios los problemas democráticos (ciudadanía,
libertades civiles, DDHH e igualdad de oportunidades) aparecen claramente
definidos y el discurso se construye desde un sujeto definido en términos
individualistas. En consecuencia, la distancia respecto de la política es
definida explícitamente en términos de crisis de representación y no desde

89
La cultura democrática de los y las jóvenes

una inexistente lejanía frente al ideal democrático.


En los sectores populares la democracia es asimilada a un umbral de
reconocimiento social mínimo. El problema central de la conversación es
claramente el carácter rígido de la estratificación social y los altos niveles
de discriminación que se le asocian. En este contexto, el lugar de los temas
democráticos es difuso y prima la demanda por reconocimiento y oportunidades
de inserción. El sujeto de enunciación no se constituye claramente desde el
individuo ni la comunidad y los rasgos identitarios tienden a ser planteados en
términos negativos, por contraste a un “ellos“ donde se confunden los ricos,
los sectores dominantes (“los que mandan“) y la autoridad en general.
Los y las jóvenes de sectores medios buscan sentirse representados en
su especificidad juvenil dentro del sistema político, mientras los más pobres
buscan sentirse reconocidos como miembros legítimos de la sociedad nacional.
En ambas búsquedas se definen los parámetros de ciudadanía de la juventud
y las herramientas de evaluación de las instituciones democráticas. Ninguna
de estas búsquedas encuentra hoy una respuesta clara y satisfactoria para los
y las jóvenes, lo que deriva en la lejanía de éstos respecto de las instituciones
democráticas y una apatía política generalizada.

7.3 ¿Qué tipo de interlocución política es posible con los y las jóvenes?

La conversación pública de nuestros investigados en general es


simple. No se observa, como en generaciones anteriores, una gran variedad
argumentativa o una rica pluralidad de posiciones. No se muestra tampoco
un gran manejo de información. Los tópicos fundamentales son pocos pero
fuertes y están claramente sedimentados. Por lo general, el conflicto y el cruce
de posiciones es rápidamente sobrepasado por una voluntad de convergencia
y homogeneización.
La conversación de los y las jóvenes de sectores medios estudiados
responde de manera fácil a los estímulos introducidos desde fuera del grupo
de pares. Es una conversación no clausurada y se involucra rápidamente
en diálogos con otras posiciones sociales. En consecuencia, se trata de
una conversación juvenil y un grupo de jóvenes al cual se puede interpelar
desde afuera y que reprocesa sus distinciones para establecer un diálogo con
posiciones externas.
La conversación de los y las jóvenes de sectores populares es muy
estable y densa en símbolos y significaciones sedimentadas. En gran medida es
una conversación “cultural“, articulada más en términos expresivos discursivos
que políticos, con una tendencia importante a la clausura y a la circularidad. De

90
Estudios del INJUV

esta manera, los contenidos discursivos propiamente políticos son de menor


importancia frente a las figuras simbólicas que cristalizan la experiencia social
de los participantes y a la potencia de los contenidos culturales (míticos,
rituales, religiosos, etc.) que conforman el marco articulador de la conversación.
Interpelar a estos grupos desde la conversación pública resulta menos fácil
que en el caso de los sectores medios, pues en gran medida los contenidos en
juego en la discusión política no penetran las áreas relevantes de la experiencia
social de los sujetos. Por lo mismo, existe la posibilidad de que interpelaciones
que se sitúan en los márgenes de la política (populistas, religiosas, identitarias,
autoritarias) encuentren canales posiblemente más expeditos para conectarse
con los ejes de sentido que se ponen en juego en la conversación de los y las
jóvenes pobres.
En términos generales, puede afirmarse que los y las jóvenes estudiados
muestran una mejor disponibilidad a ponerse en comunicación con posiciones
externas que apuntan hacia los dos puntos críticos de su experiencia política:
sus dificultades para definirse identitariamente y la crisis de representación
del sistema político. Un mensaje que los convoque debe necesariamente
facilitar el reconocimiento de la juventud en un “nosotros“ viable y penetrar
las áreas relevantes de su experiencia cotidiana. De igual manera, debe ser
una preocupación de los actores políticos el explicitar los puentes que van del
“nosotros“ al “ellos”, en el sentido democrático por el cual los asuntos públicos
son cada vez más un tema del “nosotros” y la conversación pública acorta
progresivamente la distancia que nos separa de “ellos”. La construcción de
ciudadanía juvenil continúa siendo el tema de convergencia más directo en el
cual se puede intencionar en términos políticos democráticos una conversación
entre la juventud, el Estado y los actores políticos.

91
La cultura democrática de los y las jóvenes

92
Estudios del INJUV

LA SUBJETIVIDAD Y CULTURA
DE LOS Y LAS JÓVENES
EN EL CHILE ACTUAL*

1- LA SUBJETIVIDAD JUVENIL EN EL CONTEXTO DEL CHILE ACTUAL

No es posible entender la forma en que los y las jóvenes piensan,


se representan y valoran la realidad en que viven sin hacer referencia a las
condiciones materiales e inmateriales del contexto social, es decir, de la
evolución política, cultural, económica y social de Chile.
Por ello, resulta relevante comenzar esta panorámica de la subjetividad
juvenil actual con un recuento de los principales cambios ocurridos en nuestro
país en los últimos años y su posible impacto en la subjetividad juvenil:

a) A pesar de la crisis económica que enfrentó Chile en los primeros


años del siglo XXI, nuestro país ofrece hoy en día, en promedio,
condiciones mucho mejores que las que predominaban en la década de
los ochenta.

*
Este es un documento de trabajo elaborado el año 2005 por el Departamento de Estudios y
Evaluación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). El autor de este trabajo es el señor
Rodrigo Asún Inostroza. El documento se encuentra disponible en el Centro de Documentación
de la Dirección Nacional del INJUV o en la página web: www.injuv.gob.cl.

93
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

La disminución de la pobreza, el aumento de la cobertura educativa,


el mejoramiento de los sueldos reales, son una realidad para una
importante mayoría de los adultos, jóvenes y niños de nuestro país.
No obstante lo anterior, las tasas aún altas de indigencia y pobreza
que reflejan las estadísticas, conjuntamente con la estabilización de las
altos niveles de cesantía, conforman un cuadro en el cual el crecimiento
económico no ha significado una real mejoría en las condiciones de
vida para toda la población, sino que sólo para una porción de ésta,
quedándose estancado un grupo de jóvenes que, si bien es minoritario,
no deja de ser estadísticamente importante.
De esta manera, se entiende que, al tiempo que Chile experimenta una
alta tasa de crecimiento económico, aumenta también la desigualdad
en la distribución de los ingresos de las familias chilenas.

b) Es importante señalar también que este crecimiento económico se ha dado


en el marco de un modelo de desarrollo que enfatiza la especialización
productiva exportadora, la flexibilización progresiva de los mercados
de trabajo, el aumento de las actividades terciarias en la economía, la
reducción del aparato Estatal y su influencia en la estructura productiva
nacional, con lo cual las personas han tenido que adaptarse a condiciones
de vida mucho más móviles que lo tradicional en Chile. Por ejemplo,
para muchas personas, la experiencia de tener un sólo trabajo en su vida
productiva ha dejado de ser una opción realista de futuro.

c) Complementario con lo anterior, el desarrollo económico de Chile


ha ido acompañado con la progresiva entrada de la mujer al mundo
laboral, lo que sin duda no sólo ha afectado al mercado del trabajo,
sino también al funcionamiento de la familia, la cual ha tenido que
adaptarse a la relativa menor presencia de los padres.

d) El creciente desarrollo del sistema financiero, complementado con


la mayor disponibilidad de recursos en las familias chilenas, ha
aumentado la capacidad de consumo de los chilenos. Esto no sólo ha
impactado en el nivel de vida de las personas, sino también en los
estilos de utilización del tiempo libre.
Hoy en día, por ejemplo, muchas personas disponen de recursos para
el ocio que antes no tenían, además de afianzarse nuevas formas de
recreación relacionadas con esta mayor capacidad de consumo (como
el paseo familiar a los centros comerciales).

94
Estudios del INJUV

e) Desde el punto de vista cultural, han aparecido en la sociedad chilena


una serie de expresiones de una progresiva y lenta mayor liberalidad en
las costumbres. La aprobación de una ley de matrimonio que regulariza
la separación de los cónyuges con la amplia aprobación de la población
(aunque con el rechazo de algunos sectores de la Iglesia Católica), es
uno de los ejemplos de este proceso.

f) Desde el punto de vista político, nuestro país ha logrado consolidar una


democracia cada vez más naturalizada. Los lentos pero progresivos
avances en la disolución de los enclaves autoritarios, el progreso
en el cerrar las heridas producidas por el atropello a los derechos
humanos durante el gobierno militar y la estabilización de dos grandes
coaliciones políticas, han tendido a producir un sistema de gobierno
quizá desprovisto de épica y grandes debates de principio, pero efectivo
como garante de gobernabilidad.

g) Contrasta con esta relativa estabilidad el contexto Latinoamericano en


el cual está inmerso nuestro país. En los países vecinos los sistemas
políticos democráticos no terminan de afianzarse, siendo aún extraño
que un gobernante termine su período en forma regular.
Lamentablemente, esta inestabilidad política también se reproduce en
la situación social de estos países, generando inseguridad, desempleo
y niveles de pobreza muy superiores a los que tiene Chile.
Esta situación tiene, al menos, dos grandes efectos sobre nuestra
situación: por un lado nos brinda un punto de comparación que resalta
aún más nuestra situación de relativa estabilidad, explicando el alto
nivel de optimismo sobre el futuro que tiene actualmente la población
chilena, mientras que por otro lado, explica la creciente llegada de
inmigrantes a un país que como el nuestro, no estaba habituado a este
tipo de fenómenos sociales.

¿Cómo se puede interpretar en forma conjunta todos estos cambios?.


Según muchos autores, la sociedad chilena se está aproximando progresivamente
a lo que se denomina “sociedad del riesgo”, en la cual las personas viven en
condiciones esencialmente móviles, teniendo que adaptarse continuamente a
condiciones cambiantes.
Esta esencial movilidad (laboral, espacial, de estado civil, educacional,
etc.), si bien resulta una oportunidad para muchas personas, constituye una
amenaza para otras.

95
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Las personas con menor nivel educativo, con menor capital social, de
más edad (y por tanto menos adaptadas a las nuevas condiciones), tienden a
percibir más negativamente los cambios y a procesarlos como “inseguridad”,
lo que se traduce en un aumento de la percepción de inseguridad ciudadana y
una disminución de la confianza interpersonal.
Por el contrario, las personas más jóvenes, con mayor capital monetario
o cultural, perciben los cambios como facilitadores de una mayor libertad a
la hora de construir sus proyectos vitales. Esto tiene como consecuencia el
crecimiento de los fenómenos de “individuación” por los cuales se sienten
llamados a construir sus biografías con una mayor independencia de las
determinaciones sociales tradicionales.
Este cambio hacia la “sociedad del riesgo” ya se ha iniciado con
anterioridad en otras sociedades, por lo cual es posible conocer algunas
tendencias que experimenta la subjetividad de los y las jóvenes en este tipo de
estructuras sociales.
Según diversos autores, es posible distinguir 7 tendencias de cambio
en la juventud:

1. Revalorización de los espacios íntimos (familia, amigos). En un mundo


más riesgoso y complejo, las personas se refugian en sus espacios de
seguridad.

2. Aumento de la desconfianza y distancia con las estructuras políticas


formales. Los y las jóvenes se sienten más cercanos a otras formas de
acción colectiva no tradicionales.

3. Disminución de la religiosidad estructurada y aumento del sincretismo


religioso.

4. Aumento de la tolerancia, pero ésta asume un carácter selectivo (hay


intolerancia con algunos grupos o conductas).

5. Liberalización de las conductas e incertidumbre ética. Aparece una


menor demarcación de los límites entre lo que tradicionalmente divide
lo bueno y lo malo.

6. Construcción cada vez más independiente de la propia biografía.


Búsqueda del desarrollo de las propias potencialidades, por sobre el
respeto de las normas colectivas o las conductas tradicionalmente
valoradas.

96
Estudios del INJUV

7. Aumento de las identificaciones con los espacios locales (ciudad o


región) por sobre las identificaciones nacionales.

La pregunta que guiará este documento será determinar si estas


tendencias ya documentadas en otras culturas están o no presentes, y en qué
medida, en la subjetividad de los y las jóvenes de hoy.
No obstante, antes de intentar responder a esta interrogante,
debemos enfatizar que dada la heterogeneidad de la sociedad chilena, no
esperamos que estas tendencias se encuentren presentes en toda la juventud,
sino principalmente en los sectores de ésta que se encuentran en mejores
condiciones para aprovechar las oportunidades que ofrece la nueva estructura
social y productiva chilena. En otras palabras, dada la heterogeneidad de edad,
sexo, nivel social y lugar de habitación de la sociedad chilena, esperamos
encontrar una juventud subjetivamente heterogénea en la mayor parte de las
características que describiremos.
Por ello es que comenzaremos el análisis determinando si los propios
jóvenes son conscientes de su propia diversidad como generación.

2- UNA GENERACIÓN DIFERENCIADA PERO HETEROGÉNEA

Como se puede observar en el gráfico 1, el porcentaje de jóvenes que


está de acuerdo con que los mismos jóvenes tienen importantes diferencias
con los adultos es alto. Por ello, podemos afirmar que existe en la mayor parte
de los y las jóvenes la percepción de que ellos constituyen una generación
diferenciada.

97
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Gráfico 1: Porcentaje de acuerdo con la frase "los jóvenes


piensan y actúan parecido a los adultos"

74,3
80
70
60
50
40 25,7

30
20
10
0
Acuerdo Desacuerdo

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

No obstante, esta impresión de unidad generacional debe ser moderada


en función de la información que muestra el gráfico 2. En él se puede observar
que, a pesar de que los y las jóvenes se perciben diferentes a los adultos,
también son claramente conscientes de sus diferencias internas.

98
Estudios del INJUV

Gráfico 2: Porcentaje de jóvenes que está de acuerdo


con que los jóvenes piensan y actuan parecido

60 51,7

50

40

30
17,5
20
9,5
10

0
Las mujeres Los de clase Los de la ciudad
y los hombres baja y alta y el campo

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Es relevante notar que estas diferencias percibidas son muy altas en


el caso de las distinciones urbano-rural y de nivel social, mientras que son
mucho más bajas en el caso del género.
Esta percepción de los y las jóvenes se ve confirmada con los análisis
estadísticos que se han realizado con la IV Encuesta Nacional de Juventud
(ENJ), ya que en ellos las principales diferencias en las respuestas de nuestros
encuestados se encuentran cuando se cruzan las respuestas por el nivel social,
la edad y la zona (urbana o rural), pero se detectan muchas menos diferencias
al utilizar como variable de separación el sexo de los encuestados.
Posiblemente en el caso del género se está produciendo una
homogeneización de las formas de pensar y actuar que es detectada por la
ENJ y percibida por la juventud.
En definitiva, si bien los y las jóvenes se perciben a sí mismos como
diferentes de los adultos, tienen también altamente presente sus diferencias
internas, derivadas de sus disímiles condiciones de vida (espaciales y
sociales).

99
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

3- OPTIMISMO ANTE LA “SOCIEDAD DEL RIESGO”.

Dado el relativo debilitamiento de los sistemas normativos, laborales,


educativos, etc. que conlleva el paso a la sociedad del riesgo, se espera
que las personas reaccionen de una manera doble: aumentando el nivel de
optimismo frente al futuro para aquellos que, dado su nivel de capital cultural y
económico, puedan aprovechar este debilitamiento de las restricciones sociales
para construir más autónomamente su propia biografía y con un aumento del
pesimismo entre aquellos que, por su bajo nivel de capital cultural y económico,
han perdido seguridades sin por ello necesariamente ganar libertad de acción.
Como se puede observar en el gráfico 3, contrariamente a nuestras
expectativas, la gran mayoría de los y las jóvenes se declara optimista frente a
su futuro personal.

Gráfico 3: ¿Cómo cree que vas a estar tú


en los próximos 5 años?

84,6
90
80
70
60
50
40
30
12,4
20
2,9
10
0
Mejor que ahora Igual que ahora Peor que ahora

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Como se puede apreciar en el gráfico 4, este nivel de optimismo no sólo


se refleja en su vida personal, sino que también alcanza, aunque de manera un
poco más moderada, a nuestro país.

100
Estudios del INJUV

Gráfico 4: ¿como crees que va estar Chile en 5 años?

60 51,1

50

40 30,8

30
18,1
20

10

0
Mejor que ahora Igual que ahora Peor que ahora

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Existe un alto nivel de asociación entre el optimismo a nivel personal


y de país (correlación de Spearman 0,31; p < 0,000), lo que indica que la gran
mayoría de quienes son optimistas en su vida personal, también lo son a nivel
social.

Cuadro 1: Relación entre la percepción del futuro personal y de Chile


Como cree que va a estar el
entrevistado en 5 años
Mejor que Igual que Peor que
Total
ahora ahora ahora
Como cree que Mejor que ahora 56,9% 21,8% 4,6% 51,1%
va a estar Chile Igual que ahora 29,0% 45,5% 22,8% 30,9%
en 5 años Peor que ahora 14,1% 32,7% 72,6% 18,1%
Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Esta asociación también implica que quienes evalúan peor su futuro


personal, son los que perciben pocas expectativas para el país. Por ejemplo, como
se observa en el cuadro 1, el 95% de los que consideran que en el futuro van a estar
peor que hoy, también creen que en el futuro Chile va a estar igual o peor.

101
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Ahora bien, en este cuadro de optimismo general, ¿Quiénes son los


pesimistas?, ¿corresponden, como predice la teoría, a aquellos que disponen
de menos capital social, educativo o económico?.
Efectivamente, la asociación entre una serie de variables relacionadas
con el capital disponible por el joven y su nivel de optimismo, fue bastante alta.

Cuadro 2: Relación entre percepción del futuro y Nivel Socio Económico

Nivel Socioeconómico
Alto Medio Bajo Total
Como cree que va a Mejor que ahora 91,3% 84,2% 77,8% 84,7%
estar el entrevistado Igual que ahora 8,0% 12,6% 17,6% 12,4%
en 5 años Peor que ahora 0,7% 3,2% 4,6% 2,9%
Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Como se observa en el cuadro 2, se encontró relación entre el nivel


socio económico y el nivel de optimismo (V de Cramer 0,085; p < 0,000). Es
así como la creencia que en el futuro el joven va a estar peor está 6,5 veces más
presente en el nivel social bajo que en el nivel social alto.
También podemos ver en el cuadro 3, que el hecho de estar actualmente
estudiando (como indicador de capital educativo), también incide en el nivel
de optimismo del entrevistado (V de Cramer 0,131; p < 0,000).

Cuadro 3: Relación entre percepción de futuro y estar estudiando actualmente


Esta estudiando
actualmente
Si No Total
Como cree que va a Mejor que ahora 89,7% 81,3% 84,7%
estar el entrevistado Igual que ahora 9,5% 14,4% 12,4%
en 5 años Peor que ahora 0,8% 4,3% 2,9%
Total 100,0% 100,0% 100,0%

Profundizando en la relación entre el capital educativo y el nivel de


optimismo personal, podemos observar en los cuadros 4 y 5 que aquellos/
as que señalan tener buenos conocimientos de algún idioma extranjero o de
computación son apreciablemente más optimistas frente al futuro respecto de
quienes no tienen dichos conocimientos (V de Cramer 0,121; p < 0,000 para
el caso del idioma extranjero y V de Cramer 0,184; p < 0,000 para el caso de
los conocimientos de computación).

102
Estudios del INJUV

Cuadro 4: Relación entre conocimiento de idioma extranjero y percepción del futuro


Nivel de conocimiento de
algún idioma extranjero
No se nada Se a nivel Se a nivel Se a nivel Total
o casi nada básico medio avanzado
Como cree que va a Mejor que ahora 81,1% 88,6% 88,7% 95,9% 84,7%
estar el entrevistado Igual que ahora 15,1% 9,8% 9,4% 2,5% 12,4%
en 5 años Peor que ahora 3,8% 1,6% 1,9% 1,7% 2,9%
Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Cuadro 5: Relación entre conocimiento de computación y percepción del futuro

Nivel de conocimiento de computación


No se nada Se a nivel Se a nivel Se a nivel Total
o casi nada básico medio avanzado
Como cree que va a Mejor que ahora 76,0% 87,2% 90,4% 91,0% 84,7%
estar el entrevistado Igual que ahora 18,0% 11,1% 8,6% 7,6% 12,4%
en 5 años Peor que ahora 6,0% 1,7% 1,0% 1,4% 2,9%
Total 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Con respecto al trabajo y su relación con el nivel de optimismo de la


juventud, sorprendentemente no encontramos ninguna relación entre el tener
o no actualmente trabajo y el nivel de optimismo, pero sí existe vínculo entre
buscar trabajo por primera vez y esta variable. Al parecer, la primera búsqueda
de trabajo es la que produce mayores niveles de inseguridad, lo que podría
indicar que los y las jóvenes que ya han tenido experiencias con el mundo
laboral aprenden a aceptar mejor los períodos de cesantía que quienes aún se
enfrentan a un mundo desconocido. Esto podría hablar de cierta facilidad de
la juventud para adaptarse a un mundo laboral más incierto.
Finalmente, respecto a la asociación entre el nivel de optimismo de los
y las jóvenes y su capital social, podemos ver en el cuadro 6 que aquellos/as
que declaran tener un grupo de amigos con quienes se juntan cotidianamente
tienden a ser más optimistas que los que no disponen de ese grupo (V de
Cramer 0,100; p < 0,000).

103
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Cuadro 6: relación entre el disponer de grupo de amigos


y el nivel de optimismo personal
Tiene grupo de amigos quienes
se junta frecuentemente
Si No Total
Como cree que va a Mejor que ahora 86,8% 78,3% 84,7%
estar el entrevistado Igual que ahora 10,8% 17,3% 12,4%
en 5 años Peor que ahora 2,4% 4,4% 2,9%
Total 100,0% 100,0% 100,0%

Contrariamente a lo esperado, la zona de residencia (urbana o rural)


tiene poca influencia en el nivel de optimismo, así como el nivel de participación
de los y las jóvenes en organizaciones. Por otro lado, tampoco tienen relación
con el optimismo la edad y el sexo de nuestros entrevistados, confirmando
en este último caso la creciente igualación en la subjetividad de hombres y
mujeres jóvenes.
En síntesis, en un contexto de alto optimismo frente al futuro, podemos
distinguir a un grupo de jóvenes que no se encuentran muy esperanzados. Este
grupo coincide especialmente con aquellos/as que disponen de menor nivel de
capital cultural, económico y social.

4- PERCEPCIÓN SOCIAL POSITIVA, PERO CRÍTICA

Coincidente con el nivel de optimismo que poseen respecto de Chile,


los y las jóvenes mostraron una visión positiva pero crítica de la sociedad
chilena. Es así como de las cinco palabras que, según nuestros entrevistados,
mejor representan a Chile, sólo dos de ellas son positivas: “Solidario” y
“Democrático”, en tanto tres de ellas hacen referencia a las desigualdades
sociales y al peso que tiene el consumo en la sociedad.
En concordancia con lo que se describió en el punto anterior, y tal
como se puede notar en el gráfico 6, las palabras que utilizan los y las jóvenes
para referirse a Chile no son independientes de su nivel de optimismo.

104
Estudios del INJUV

Gráfico 5: Principales palabras que


describen a la Sociedad Chilena

38,4
40,0 35,7 34,5
32,3
35,0

30,0 26,3

25,0

20,0

15,0

10,0

5,0

0,0
Consumista Solidario Sin igualdad de Discriminador Democrático
Oportunidades

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Gráfico 6: Imágenes de Chile y Nivel de Optimismo


Personal. Análisis de Correspondencias Múltiples

1,2
1,0 Individualista
Consumista
0,8
Dimensión 2 (10% de la Inercia)

0,6 Clasista
Solidario
0,4
0,2 Mejor Sin Igualdad OPPP

0,0
Democrático Discriminador
-0,2
-0,4 Moderno
Libre Inseguro
-0,6 Peor
Igual
-0,8
Injusto
-1,0
-1,2
-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0
Dimensión 1 (13% de la Inercia)

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

105
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

En el gráfico 6 se muestran las distancias y el grado de asociación


que existe entre las palabras señaladas para caracterizar Chile y los niveles de
optimismo con el futuro.
Podemos observar claramente cómo el hecho de considerar que estar peor
o igual se encuentra cerca (o está asociado) con las mismas percepciones sobre
Chile: considerar que es un país discriminador, injusto e inseguro. Por otro lado,
señalar que en el futuro se va a estar mejor que hoy se encuentra ubicado más
hacia el ángulo superior izquierdo del gráfico, es decir, más cerca del polo donde
están las palabras positivas (“Democrático”, “Moderno”, “Libre” y “Solidario”)
y la crítica societal menos dura (“Individualista” y “Consumista”).
En síntesis, las imágenes que los y las jóvenes tienen respecto de
nuestro país influyen o son influidas fuertemente por la percepción de sus
propias posibilidades en el futuro. No obstante lo anterior, en conjunto aparece
una visión crítica de la sociedad chilena, la cual si bien resalta alguno de sus
logros actuales, pone el acento en sus debilidades.
Como una forma de enfatizar un poco más en los elementos críticos del
discurso de la juventud sobre la sociedad, presentamos el gráfico 7, en donde
se puede notar que los principales problemas que afectan a los y las jóvenes
según ellos mismos están relacionados con la sociabilidad (delincuencia y el
consumo de drogas) y con la integración social (falta de oportunidades de
trabajo y dificultad de acceso a la educación superior).

Gráfico 7: Principales problemas de los jóvenes hoy

60
50,2

50

35,6
40

30

16,8
20 13,2

10

0
Consumo Falta de La delincuencia Dificultades de
excesivo oportunidades acceso a la
de alcohol de trabajo educación superior
y drogas

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

106
Estudios del INJUV

5- CLARA Y POSITIVA VALORACIÓN DE LOS ESPACIOS ÍNTIMOS:

En un notorio respaldo a las hipótesis sobre las tendencias predominantes


en una sociedad post industrial, los y las jóvenes chilenos declaran sentirse
identificados principalmente con su medio cercano: familia, pareja y ellos
mismos (ver gráfico 8). Del lugar obtenido por la mención “Dios” se hablará
más adelante.

Gráfico 8: ¿Con qué te sientes comprometido?

75,7
80

70

60

50

40 30,4 29,7
27,5
30

20

10

0
Mi Familia Dios Mi pareja Conmigo mismo

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Como puede ser observado, la familia es la institución más valorada


por la juventud, la que genera más confianza y la que menos críticas despierta.
Por ejemplo, sólo un 5% de nuestros entrevistados señala que la familia es
“una institución que hay que cambiar”, mientras que más de un 90% declara
que la familia “ocupa un lugar fundamental en la sociedad”. Además, un 95%
de los y las jóvenes declara que le gusta la familia que tiene, un 73,3% señala
que tiene acuerdos importantes con su familia en un plano muy relevante para
ellos: sus planes y proyectos para el futuro (ver gráfico 9).
En este gráfico puede observarse que el desacuerdo con la familia sólo
es mayoritario en temas más alejados de las prioridades juveniles, como los
temas políticos.

107
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Gráfico 9: Nivel de acuerdo con la familia según temas

80 73,3

70
58,8
60 53,2
48,6

50

40

30

20

10

0
Planes y Sexualidad y Permisos y Temas
proyectos relaciones de salidas políticos
para el futuro pareja

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Por otro lado, la evaluación que los y las jóvenes hacen de sus familias
es altamente positiva, siendo la nota 7 la moda de las evaluaciones asignadas
en todos los temas a ambos padres (comunicación, demostración de afecto,
comprensión y apoyo en los problemas, respeto por la vida privada y tiempo
compartido).
A esto se suma, en el plano de las relaciones íntimas en general, que
más del 76% de los y las jóvenes declararon tener un grupo de amigos con el
que se juntan normalmente y que el 78,4% le cuenta sus problemas íntimos a
otras personas, dentro de las cuales destacan principalmente sus amigos y su
madre (ver gráfico 10).

108
Estudios del INJUV

Gráfico 10: ¿A quién le cuentas tus problemas?

50 45,6
44,3
45

40

35 32,6

30

25
19
20

15 9,4 9,1
10

0
Un amigo Tu madre Tu pareja Algún Otro Otro
hermano adulto jóven

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Respecto a las relaciones de pareja, un 55% de nuestros encuestados


declararon tener algún tipo de compañía (desde el menos vinculante, “andar
con alguien”, a las relaciones más estructuradas de “pololeo”, “noviazgo” o
“convivencia” -con o sin matrimonio-). Lo relevante es que casi unánimemente
ellos evalúan positiva o muy positivamente estas relaciones afectivas.
En definitiva, la imagen que tienen los y las jóvenes de sus espacios
afectivos cercanos, especialmente de la familia, es realmente positiva,
constituyéndose en un elemento de primera necesidad para la gran mayoría
de ellos.
Se construyó un índice de calidad de las relaciones familiares, el
cual consideró estar o no conforme con su familia, el número de problemas
familiares reportados, la evaluación de la calidad de las relaciones familiares
y el nivel de acuerdo que el joven tiene con su familia en una serie de temas.
Este índice no mostró relación con el nivel de optimismo personal, de manera
tal que el hecho de tener malas relaciones familiares en un contexto en que
predominan las buenas relaciones no incide sobre las expectativas de futuro
que el joven se plantea.
Por otro lado, se construyó un índice de capital social que consideró
tener amigos con quienes juntarse frecuentemente, el tener a quien contarle

109
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

y pedir ayuda con sus problemas personales y conversar regularmente sobre


temas íntimos. Sorprendentemente este índice tampoco tuvo una asociación
fuerte con el nivel de optimismo de los y las jóvenes.
En suma, los y las jóvenes valoran de sobremanera su espacio privado,
especialmente su familia. Por otro lado, y contrariamente a lo esperado, el
nivel de calidad de estas relaciones no es un factor altamente determinante de
las expectativas de futuro que tenga el joven.

6- DESCONFIANZA DE LA POLÍTICA, PERO NO DE LA DEMOCRACIA NI DE


LA PARTICIPACIÓN SOCIAL

Los y las jóvenes entrevistados manifestaron consistentemente una


fuerte lejanía y desconfianza de la actividad política formal.
Por ejemplo, como se puede apreciar en el gráfico 11, una muy
pequeña minoría de la juventud participa en partidos políticos, mientras que
un grupo también minoritario, aunque un poco mayor, se siente representado
por los partidos o las coaliciones existentes hoy en día. Combinando todas
esas variables, sólo el 29% de éstos participa en un partido político o se siente
representado por alguna opción política.

Gráfico 11: Porcentaje de jóvenes que participan


o se identifican con alguna opción pólitica

80

70

60

50

40
26,3
30
15
20
0,7
10

0
Participa en PP Identifica con un PP Identifica con una
coalición política

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

110
Estudios del INJUV

Además, los y las jóvenes experimentan una fuerte desconfianza de


las instituciones de carácter político. Como se observa en el gráfico 12, todas
estas organizaciones ocupan los últimos lugares de confianza juvenil.
Lo mismo se puede encontrar al estudiar el nivel de confianza de los y
las jóvenes en las personas. En el gráfico 13 se puede ver que, a excepción del
Presidente, que genera una mucho mayor confianza que el resto de los actores
relacionados con la política, nuevamente son este tipo de sujetos quienes
ocupan los últimos lugares del ordenamiento.

Gráfico 12: Confianza en las instituciones, ENJ-INJUV

Los partidos políticos 8,6


El congreso 18,9
El sistema judicial 22,8
34,1
El gobierno
La municipalidad 41,1
Los medios de comunicación 54,8
La iglesia católica 55,6
Carabineros de Chile 59
Los hospitales, postas y consultorios 61,6
Universidades 80,9
Las escuelas / liceos 81,1
La familia 96,2

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

111
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Gráfico 13: Confianza en las personas, ENJ- INJUV

Los Políticos 7,3


Los Senadores y Diputados 13,4
Los Alcaldes 28,2
Los Jueces 30,4
Los Periodistas radios/revistas 33
El Presidente 46,6
Personas prog. informativos TV 49,7
los Sacerdotes, Pastores, Monjas 51,4
Los locutores de radio 53,1
Los Carabineros 58,6
Los Médicos, Matronas, Enfermeras 79,1
Los Profesores 82,5

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

No obstante, esta falta de confianza en las instituciones y personas que


operan en la política democrática formal no implica que los y las jóvenes no
valoren positivamente a la democracia, por el contrario, ellos parecen tener
una buena opinión de la democracia como sistema de gobierno, pero sienten
que ésta debe ser perfeccionada.
Es así como vemos en el gráfico 14 que los y las jóvenes consideran
que la democracia les sirve y en el gráfico 15 que si bien es un buen sistema
de gobierno, éste debe ser perfeccionado.

112
Estudios del INJUV

Gráfico 14: Opinión respecto de la


democracia y los jóvenes

La democracia
no le sirve
a los jóvenes
25%

La democracia
le sirve a
los jóvenes
75%

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Gráfico 15: Acuerdo con la frase

En algunas circunstancias es 7,5


mejor gobierno autoritario

Da lo mismo un gobierno 9,3


democratico que un gobierno

No estoy de acuerdo con 13


ninguna de estas frases

La democracia es preferible a
70,2
otro sisstema de gobierno,
pero se debe perfeccionar

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

En resumen, los y las jóvenes se sienten bastante lejanos de la política


formal y mantienen una actitud crítica hacia la democracia, pero eso no
significa que no valoren este sistema de gobierno en sí mismo.
La participación social alcanza niveles mucho más altos que en el
mundo adulto, como se puede ver en el gráfico 16, casi la mitad de los y

113
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

las jóvenes participa en alguna organización actualmente y más del 75% ha


participado en una en algún momento.

Gráfico 16: Participación en Organizaciones

4 7 ,2

2 9 ,5
2 3 ,3

Participa Participó Nunca ha


Participado

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Si bien la mayor parte de esta participación se vincula a grupos


tradicionales (como son las asociaciones deportivas o religiosas) o de carácter
nuevo, pero esencialmente lúdico (grupos de hobby o virtuales), no se puede
desconocer a más de un 15% de jóvenes que participan en asociaciones de
voluntariado o culturales.
Esta participación podría estar representando nuevas formas de
compromiso social juvenil, no vinculadas al mundo político como era
tradicional en las generaciones jóvenes anteriores (ver gráfico 17).

114
Estudios del INJUV

Gráfico 17: Seis principales grupos en que


participan los jóvenes

Deportivos 21,7

Religiosos 12

Virtuales 11,8

Juegos-Hobbies 11,2

Culturales
9,8

Voluntariado 4,8

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Es importante notar que no se encontró una asociación significativa


entre la participación social y la participación política, por lo que se puede
afirmar que muchos de los y las jóvenes que participan en asociaciones de
voluntariado y culturales son algunos de quienes no se sienten representados
por la política formal.

7- DESINSTITUCIONALIZACIÓN RELIGIOSA, PERO LA RELIGIOSIDAD


GOZA DE BUENA SALUD

Contrariamente a las tendencias mundiales en sociedades post-


industriales, en Chile las creencias de carácter religioso no han perdido
fuerza.
Por ejemplo, ya hemos visto (gráfico 8) que nuestros encuestados
mencionan a “Dios” en segundo lugar de sus compromisos vitales (sólo
sobrepasado por su familia).
Eso no significa que no exista un proceso de cambio desde las tendencias
religiosas tradicionales. Como se puede apreciar en el gráfico 18, la creencia
católica sólo llega al 53,9% de los y las jóvenes, mientras que alcanzan altos
niveles la creencia evangélica y el no sentirse cercano a ninguna religión.
Además, de los y las jóvenes que se sienten cercanos a alguna creencia,
el 46,4% de ellos señala ir sólo ocasionalmente a su iglesia o templo respectivo,
mientras que un 22,8% afirma no ir nunca, por ello podemos afirmar que cerca

115
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

del 70% de los y las jóvenes que se identifican con alguna religión no realizan
prácticas habituales relacionadas con dicha creencia.

Gráfico 18: Religión con la cual se siente identificado

60 53,9

50

40

30 23

17,1
20

10 3
2,7

0
Católica Evangélica Otra religión Otra religión Ninguna
cristiana

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

A pesar de este alejamiento de la institucionalidad, la cercanía de los y


las jóvenes a las creencias religiosas no ha perdido fuerza. Como se observa en
el gráfico 19, un 95% de ellos declara creer en “Dios” y la gran mayoría creen
en una serie de personajes asociados con la religiosidad formal o popular.
Se aprecian también altos niveles de creencia en personajes o ideas
no cristianas (por ejemplo, en la reencarnación), lo que podría explicar
el alejamiento de los y las jóvenes del catolicismo tradicional no sólo por
un rechazo a la institucionalización de las creencias, sino también por una
búsqueda religiosa personal que tiene mucho de ejercicio de sincretismo.

116
Estudios del INJUV

Gráfico 19: Creencias juveniles

Dios 95
J esucristo 89,5
A ngeles 74,5

S antos 54,8
Diablo 48,1
E xtraterrestres 47,2
A strología 43,7
R eencarnación 40,6
M agia 32,1
T arot - I C hing 25,8
Otra Divinidad 8,1

0 20 40 60 80 100

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

8.- TOLERANCIA, PERO SELECTIVA.

Tal como se predice en el enfoque que estamos siguiendo, los y las


jóvenes ejercitan una tolerancia de carácter selectivo.
Es así como si bien el 93,3% de ellos se manifiesta de acuerdo con que
la existencia de discriminación afecta negativamente el desarrollo de nuestro
país, frente a algunos tipos de personas, los y las jóvenes responden con altos
niveles de intolerancia.
Como se puede observar en el gráfico 20, nuestros encuestados se
manifestaron relativamente tolerantes con los pobres, mapuches, adultos
mayores, musulmanes e inmigrantes peruanos y bolivianos, pero presentaron
también niveles de intolerancia bastante altos con los homosexuales
(rechazados por uno de cada cuatro jóvenes) y, especialmente con los adictos
a las drogas.
Muy posiblemente esto último se explica por la experiencia que tienen
muchos jóvenes con los efectos desestructuradores sobre la vida social que
tiene la presencia de muchos consumidores de drogas en un determinado
barrio (presencia de traficantes, delincuentes, violencia cotidiana, etc.).

117
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Gráfico 20: ¿A qué tipo de personas no


te gustaría tener como vecinos?

D ro ga dic to s o a lc o hó lic o s 62,8

H o mo s e xua le s 25,4

P e rua no s , Boliviano s 9,9

A s iá tic o s o musulma ne s 7,8

A dulto s ma yo re s 4

P o bre s 2

M a puc he s 1,8

0 10 20 30 40 50 60 70

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

9.- EL DUALISMO: LA LIBERALIZACIÓN Y EL CONSERVADURISMO


VALÓRICO

Con relación a la definición de los valores y los límites de la conducta


éticamente admisible, los y las jóvenes se manifiestan contradictorios, como
si la predicha liberalización hubiera llegado a algunas áreas, pero se hubiera
detenido en otras.
Dentro de las áreas en que se puede detectar una efectiva liberalización
es en el terreno de la sexualidad. Según los datos de IV Encuesta Nacional de
Juventud, el 73,4% de los y las jóvenes ha tenido relaciones sexuales alguna
vez en su vida y la edad de inicio de las relaciones sexuales se sitúa cerca
de los 17 años en promedio, lo que indica que las relaciones sexuales pre-
matrimoniales son una conducta validada en los hechos por la juventud.
Confirma esta impresión, los datos que se observan en el gráfico 21,
en donde la legitimidad de las relaciones sexuales está dada por el amor y el
deseo compartido y no por el matrimonio.

118
Estudios del INJUV

Gráfico 21: Razón para tener relaciones sexuales

Sólo cuando estén 8,2


casados

Sólo si hay 4,3


compromiso para
casarse

Sólo si hay amor 36,8

Si ambos lo desean 50,7

0 10 20 30 40 50 60

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

No obstante, esta liberalización no es tan extrema, es así como los y las


jóvenes reportan tener relaciones sexuales mayoritariamente con sus parejas
(71,8%) o ex parejas (14,1%), quedando sólo menos de un 15% que afirma
haber tenido su última relación sexual con amigos, amantes, una prostituta o
en un encuentro ocasional.
Otra área de las creencias valóricas en que los y las jóvenes manifiestan
un grado importante de liberalización es el tema de la división de los roles por
género al interior de la familia.
En el gráfico 22 vemos como la mayor parte de los y las jóvenes está
en desacuerdo con que “mantener a la familia es tarea principalmente del
hombre” y que “cuidar a los hijos es tarea principalmente de la mujer”.

119
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Gráfico 22: Porcentaje de jóvenes que está


de acuerdo con cada frase

Mantener la familia 26,1


es tarea del
hombre

Cuidar a los hijos 21,1


es tarea de la
mujer

0 20 40 60 80

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

A pesar de esta liberalización, en el gráfico 23, podemos ver que


fuera del apoyo tácito a una nueva ley de matrimonio que contemple la
posibilidad de la separación y a permitir el aborto en condiciones justificadas
médicamente, en el resto de las preguntas, los y las jóvenes manifiestan un
nivel de conservadurismo importante.

120
Estudios del INJUV

Gráfico 23: Porcentaje de jóvenes que está


de acuerdo con las frases

E n Chile debería estar


14,3
permitido el aborto a toda
mujer que lo desee

El matrimonio es un
21,1
compromiso para toda la
vida

La existencia de diferentes
opiniones políticas es un 26,1
obstáculo para el avance
del país

E n Chile debería estar


permitido el aborto si la vida
72,3
de la madre corre peligro

E n Chile es difícil 85,2


divorciarse

0 20 40 60 80 100

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Es así como los y las jóvenes rechazan la existencia de diversidad en


las opiniones políticas, afirman que el matrimonio es un compromiso para
toda la vida y rechazan la posibilidad de realizar abortos sin justificación
médica.
En síntesis, no percibimos una juventud liberal ni confusa respecto
de los límites de la ética, sino una juventud que ha cambiado sus criterios
morales en algunas materias como la sexualidad y las relaciones de género,
pero permanece apegada a una moral tradicional en otras esferas de la vida.

10.- LA JUVENTUD COMO CAPITAL VITAL PARA INVERSIÓN EN EL


FUTURO

A diferencia de lo establecido en el enfoque teórico que estamos


siguiendo, los y las jóvenes chilenos no parecen orientados especialmente
hacia el placer. Por el contrario, tanto su auto caracterización como el sentido
que dan a su juventud habla de una generación orientada fuertemente hacia la
acumulación de experiencia y capital educativo para poder lograr sus metas al
llegar a adultos.
Esto implica que los y las jóvenes, si bien están en la tarea de construir

121
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

sus propias biografías en base a sus logros y a las metas que ellos se fijan, estas
metas y logros no parecen demasiado alejadas de las tradicionales y quizá
pueden sintetizarse adecuadamente señalando que se trata simplemente de
insertarse de la mejor manera posible en el mundo adulto.
Como ejemplos de esta tendencia podemos ver el gráfico 24, el que
muestra que los y las jóvenes cuando se autocalifican, ponen en primer lugar
atributos como “trabajador(a)”, “realista” y “tranquilo(a)”, los cuales sin duda
hacen más referencia a deseos de integración que de independencia valórica.

Gráfico 24: Autorepresentaciones de los jóvenes

Optimista 23.1

Soñador 25.7

Tranquilo 26.5

Realista 27.2

Sociable 31.4

Solidario 33.4

Trabajador 40.5

0 10 20 30 40 50

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

De la misma manera, en el gráfico 25 podemos ver que la expectativa de


felicidad para los y las jóvenes está ligado a valorar la intimidad o la integración
vía el trabajo que en búsquedas identitarias alternativas o expectativas de
transformación social.
Estos últimos dos sentidos sólo son relevantes para un tercio de los y
las jóvenes, especialmente en lo relacionado con el desarrollo personal.

122
Estudios del INJUV

Gráfico 25: ¿Qué es lo más importante


para ser feliz en la vida?

Tener un buenos amigos 1,4


6,9
Vivir en un país más justo
28,8
Desarrollarme como persona
30,3
Tener un buen trabajo
32,6
Tener una buena familia o pareja

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

Complementario con lo anterior, podemos observar en el gráfico 26,


cómo la juventud tiene un sentido de inversión para el futuro, quedando en
lugares secundarios la búsqueda de sociabilidad, el placer hedonista y la
búsqueda de cambios sociales.

Gráfico 26: ¿Qué es la juventud para ti?

Tomar decisiones sobre 46,2


que hacer en la vida

Aprender cosas que 29,8


sirvan para el futuro

Pasarlo bien 12

Jugársela por ideales 6,3

Encontrar pareja
3,2

Hacer amigos 2,5

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

123
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

En síntesis, nos encontramos claramente con una juventud orientada


hacia la integración en el sistema social y cultural producido por las generaciones
anteriores, poco hay de búsqueda del placer o de construcciones alternativas
de sentido, salvo para poco menos de un tercio de los y las jóvenes.
Ahora bien, si esas son las metas de la juventud, ¿cuáles son los medios
por los cuales ellos creen posible conseguir la integración social?.
En el gráfico 27 podemos observar que los medios que los y las jóvenes
consideran adecuados para el logro de sus fines son esencialmente el trabajo
y la educación.
En otras palabras, los y las jóvenes valoran y validan no sólo las metas
socialmente aceptadas, sino también los medios prescritos para lograrlas.
Nuevamente la referencia a la innovación sólo alcanza a uno de cada
cuatro jóvenes.

Gráfico 27: ¿Qué hay que hacer


para que te vaya bien en la vida?

Tener iniciativa para 24,2


hacer cosas nuevas

Tener metas claras 26,7

Tener fe en Dios 28,6

Buena educación 29,4

C onstante y trabajar 62,8


responsablemente

0 10 20 30 40 50 60 70

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

11.- IDENTIDADES ESPACIALES POCO CENTRALES, PERO PREDOMINIO


DEL ESTADO - NACIÓN

Lamentablemente la IV Encuesta Nacional de Juventud no explora


demasiado el tema de las identidades espaciales de los y las jóvenes, pero

124
Estudios del INJUV

dentro de lo que es posible indagar, queda relativamente claro el predominio


de las identidades nacionales sobre las locales o supranacionales.
Por ejemplo, en el gráfico 28 podemos observar que a pasar que la
mayor parte de los y las jóvenes no señala en los primeros lugares de sus
compromisos a estructuras político-territoriales (los primeros lugares están
monopolizados por entidades afectivo - íntimas, como vimos algunas páginas
atrás), de todas maneras, la identidad con que más se comprometen es su país.
Resulta digno de resaltar que las identidades “supranacionales” en
nuestros entrevistados están incluso más abajo que las identidades territoriales
locales, contrariamente a lo que ocurre en países Europeos, donde predominan
las identidades locales y supranacionales.

Gráfico 28: Compromisos territoriales de los jóvenes

Planeta 0.6

1.8
Humanidad

3.9
Barrio o población

7.5
Con mi país

0 2 4 6 8 10

IV Encuesta Nacional de Juventud, INJUV

12.- SÍNTESIS Y CONCLUSIONES:

Nuestro supuesto central al comenzar a escribir este documento ha


sido que no es posible entender la forma en que los y las jóvenes piensan,
representan y valoran la realidad en que viven sin hacer referencia a las
condiciones materiales e inmateriales del contexto en que viven, es decir de la
evolución política, cultural, económica y social de Chile.

125
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

Por ello, comenzamos presentando las tendencias de cambio que ha


experimentado Chile en los últimos años y un conjunto de transformaciones
que se espera sufra la subjetividad juvenil en contextos de sociedades del
riesgo o post industriales.
No obstante, luego de poner a prueba la existencia de estas
transformaciones de la subjetividad y cultura juvenil en los y las jóvenes
chilenos, debemos reconocer la existencia de similitudes y diferencias respecto
de lo previsto.
Las mayores semejanzas se encuentran en: a) la desconfianza y distancia
con las estructuras políticas formales y la relativa mayor valoración de formas
de acción colectiva no tradicionales, b) la presencia de una mayor dosis de
tolerancia, pero sólo de carácter selectivo, c) un cierto grado de liberalización
moral, aunque en algunos ámbitos delimitados, d) un aumento del sincretismo
religioso y un alejamiento de la institución católica y sus ritos tradicionales,
e) una fuerte y masiva valoración de los espacios de intimidad, por sobre otros
lugares de interacción social.
No obstante, también observamos una serie de diferencias entre los
procesos de cambio de la subjetividad en otros países y los experimentados
por la juventud chilena: a) el alejamiento de la religión católica no implica
una disminución del sentimiento religioso, el que está muy extendido en la
juventud chilena, b) la liberalización moral no llega a incorporar todo tipo de
conductas, en algunos temas predominan los límites éticos tradicionales, c)
la identificación de los y las jóvenes en términos territoriales sigue estando
ligada principalmente a Chile como conjunto y no a entidades menores o
supranacionales, d) la construcción de la propia biografía, si bien parece una
tarea crucial a la que los y las jóvenes están abocados, no muestra mayoritarias
búsquedas alternativas a los modelos de adulto tradicionales. En este sentido, el
vivir procesos de individuación parece ser tarea principalmente de un 25% de
éstos, mientras la gran mayoría parece preocupado mayormente por integrarse
de buena forma a la sociedad adulta, e) no se observa un estado predominante
de inseguridad frente a la evolución de la sociedad, sino por el contrario, los y
las jóvenes son altamente optimistas.
En definitiva, a pesar que en lo que dice relación con la falta de apego
formal a las instituciones y normas tradicionales (religiosas y morales) y en
el terreno de la sociabilidad, en donde podemos observar a los y las jóvenes
transformándose en las direcciones esperadas, en lo relacionado con las
creencias, confianzas y lealtades éticas, místicas, territoriales y sociales, ellos
y ellas se manifiestan más bien conservadores.
En otras palabras y a modo de ejemplo, es posible que los y las jóvenes

126
Estudios del INJUV

ya no sientan un apego mayoritario a la Iglesia o a las instituciones políticas,


pero siguen confiando en sus creencias religiosas y en la posibilidad de
integración a la sociedad actual a través de los mecanismos de ascenso social
tradicionales.

¿Cómo explicarnos este alto nivel de confianza?.

Creemos que para explicarse esta particularidad de los y las jóvenes


chilenos podemos acudir a tres hipótesis que se sostienen en las particularidades
del proceso de modernización de la sociedad chilena:

a) Chile ha experimentado estos cambios de manera pionera en su espacio


geográfico, adelantándose a un espacio Latinoamericano que no resulta
totalmente deseable como lugar de referencia para los y las jóvenes.
Es así como su situación de inestabilidad y precariedad sólo sirve para
acentuar las ventajas y confianzas que ellos depositan en la sociedad
chilena, la que si bien no es perfecta (ellos son plenamente conscientes
de sus defectos), puede resultar preferible a otras alternativas.

b) La transformación económica de Chile y su liberalización no deja atrás


un sistema de seguridad social extendido masivamente como fue el
caso Europeo. Por el contrario, el Estado de Bienestar chileno siempre
fue sólo propiedad de un pequeño segmento de la población, mientras
que un grupo mayoritario no tenía acceso a él. Por ello, para muchas
familias no hubo tanta pérdida al disminuir el rol y tamaño del Estado
en la sociedad. Además, la legitimidad ganada por el Estado chileno al
disminuir en los años 90 los niveles de pobreza de la población, quizá
aún sirve de referencia para la confianza que tienen éstos en los medios
y fines que la sociedad adulta les propone.

c) Desde el punto de vista político y valórico, la transición a la democracia


chilena no implicó una ruptura radical con lo anterior, sino más
bien un proceso de transformación progresivo, creciente, pero de
lenta velocidad, que ha impedido que los valores tradicionales sean
sobrepasados por nuevas creencias. Por ello, si bien ha habido cambios
valóricos, ellos en general se han restringido a aquellos espacios en
que toda la sociedad ha cambiado, no siendo los y las jóvenes sólo
portadores de cambios sino también continuadores de una tendencia
colectiva.

127
La subjetividad y cultura de los y las jóvenes en el Chile actual

En definitiva, reiteramos que no es posible comprender la subjetividad


y cultura juvenil de nuestros días sin hacer referencias a las condiciones de
partida, de contexto y de dirección de los cambios experimentados por el
conjunto de la sociedad chilena.

128
Estudios del INJUV

ANÁLISIS DE LA SEXUALIDAD Y
MATERNIDAD ADOLESCENTE EN CHILE*

1. INTRODUCCIÓN

El presente artículo tiene por objetivo presentar un breve análisis de


la sexualidad adolescente y una caracterización de las madres adolescentes a
partir de la información aportada por la Cuarta Encuesta Nacional de Juventud
2003 (4º ENJ) y el CENSO 2002.
Nos ha parecido relevante enfocar este artículo de demografía y vida
privada en la sexualidad y el fenómeno de la maternidad en este segmento
específico de jóvenes - adolescentes entre 15 y 19 años – por tres motivos. En
primer lugar, la constatación del aumento de la tasa de fecundidad adolescente
(número de nacimientos cada 1000 mujeres)1. Si bien, Chile presenta las menores
tasas de fecundidad adolescente del contexto Latinoamericano, de acuerdo a

*
Este es un documento de trabajo elaborado el año 2005 por el Departamento de Estudios
y Evaluación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). El autor de este trabajo es
el Sociólogo Eduardo Candia Agusti. El documento se encuentra disponible en el Centro
de Documentación de la Dirección Nacional del INJUV o en la página web: www.injuv.
gob.cl
1
Según las estadísticas vitales del INE, las tasas específicas de fecundidad adolescentes en
mujeres de 15, 16 y 17 años suben desde 13, 33 y 59 a 23, 50 y 71 nacidos vivos por cada
1000 mujeres respectivamente entre los años 1980 y 1998.

129
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

las estadísticas vitales del INE, durante la década de los 90, se ha producido un
progresivo aumento en estas cifras en mujeres entre 15 y 17 años.
En segundo lugar, aparece con fuerza en la sociedad chilena
contemporánea la idea de que el embarazo adolescente - aquel que se produce
antes de que la joven cumpla los 20 años –, en general es un problema social.
En consecuencia, las políticas públicas, en el marco de la promoción de los
derechos sexuales y reproductivos, se han planteado como objetivo reducir
los embarazos no deseados que se producen en esta etapa así como minimizar
las consecuencias negativas que el embarazo puede tener en esta etapa. Es
por esto, que al ser una área prioritaria en el desarrollo del país, la reflexión y
desglose al respecto nos parecen extremadamente pertinentes.
Por último, es prioridad del INJUV profundizar en el fenómeno de la
maternidad adolescente por considerar – en sintonía con lo postulado por la
OMS – que este grupo tiene necesidades de salud sexual y reproductiva que
difieren de los adultos, que no son comprendidas ni tratadas adecuadamente.
Esto, pues las conductas sexuales y reproductivas en esta etapa tienen
implicancias de largo plazo en el desarrollo de las personas hacia la adultez.
Es importante tener en cuenta que la utilización de la tasa de fecundidad
declarada de las mujeres entre 15 -19 años (número de nacidos vivos de las
mujeres en estas edades), medida en el CENSO 20022 como indicador del
fenómeno permite estudiar sólo de forma indirecta el embarazo adolescente,
ya que subestima los embarazos que no terminan en un nacimiento (abortos), y
no toma en cuenta los embarazos que comienzan a los 19 años y finalizan a los
20 años. Ante la falta de indicadores adecuados que cuantifiquen la realidad
del problema, la reflexión se hace imperiosamente necesaria.
Teniendo en cuenta que Chile se caracteriza por una profunda
desigualdad en la distribución del ingreso que no solo implica diferencias en el
capital financiero disponible para cada individuo, sino que está profundamente
asociada con la distribución del capital educacional, social o cultural, hemos
considerado apropiado introducir una estratificación socioeconómica a
los datos censales para su análisis. Para hacer esto, se aplicó una matriz de
clasificación socioeconómica del hogar desarrollado por la empresa de estudios
de mercado Adimark que toma en cuenta el nivel de estudio del jefe de hogar y
la presencia de algunos bienes del hogar, obteniendo la siguiente escala ordinal
de distribución de hogares por nivel socioeconómico (ver tabla 1).

2
En el procesamiento de datos Censales se tomo como universo los casos en que existe
información disponible en la pregunta número de hijos del Censo 2002 INE.

130
Estudios del INJUV

Tabla 1: Hogares según nivel socioeconómico


Años de
Acumulado
Categorías Casos % Ingreso hogar3 educación
%
jefe de hogar4
1. E 869.914 22% 22% $0 - $160.000 3.7
2. D 1,506.769 37% 59% $200.000 - $300.000 7.7
3. C3 816.361 20% 79% $400.000 $500.000 11.6
4. C2 555.905 14% 93% $ 600.000 - $ 1.200.000 14
5. ABC1 275.834 7% 100% $1.700.000 - $3.500.000 16.2
Total 4.024.783 100% 100%

Esta desagregación proporcionará elementos necesarios para un mejor acercamiento


a la realidad a fin de lograr mejores inferencias que permita el rediseño de políticas públicas
más eficaces en el tratamiento del embarazo adolescente.
El siguiente documento presenta por lo tanto, el análisis de las cifras arrojadas por
el último Censo (2002) y la 4º Encuesta Nacional de Juventud. Por ultimo, se entregan las
orientaciones para una política pública de prevención del embarazo adolescente a partir de la
experiencia internacional y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

2. RELACIONES SEXUALES EN LA ADOLESCENCIA


Según la 4º Encuesta Nacional de Juventud, 40% de los y las adolescentes declaraba
el 2003 haber tenido relaciones sexuales. Esta cifra ha tendido a mantenerse estable en los
últimos años (35% en 1997, 42% en el 2000). Los datos muestran que la mediana de la
iniciación sexual para jóvenes de 15 - 29 años son los 17 años para las mujeres y 16 para
los hombres. Sin embargo, hay diferencias observadas según nivel socioeconómico, siendo
más baja la edad de iniciación en mujeres de estratos populares (ver tabla 2). En términos
de frecuencia, según la 4º encuesta INJUV, más de la mitad de los adolescentes sexualmente
activos tiene sexo al menos una vez al mes (ver tabla 3).

Tabla 2: Mediana en años de la primera


relación sexual – INJUV
Alto Medio Bajo Total
Hombre 17 16 16 16
Mujer 18 18 17 17
Total 17 17 16 17

3
Adimark 2003
4
Ibid.

131
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

Tabla 3: Frecuencia del sexo adolescente INJUV 2003


% % Acumulado
Varias veces en la semana 19% 19%
Una vez en la semana 22% 41%
Una vez al mes 13% 55%
Menos de una vez al mes 12% 67%
No he tenido relaciones
31% 97%
sexuales en los últimos seis meses
No contesta 3% 100%
Total 100%

Gráfico 1: Sexo con la pareja habitual,


jóvenes 15-19 años - INJUV

74%
67%
61%

1997 2000 2003

La encuesta mencionada anteriormente evidenciaba que en el año 2003


la mayor parte de la población juvenil sexualmente activa había mantenido
relaciones con su pareja habitual (ver tabla 4). Sin embargo, los datos sugieren
que para este grupo de edad las relaciones sexuales con la pareja habitual
tienden a hacerse menos frecuentes en comparación con datos obtenidos de
mediciones anteriores (ver gráfico 1). Al respecto, la Organización Mundial
de la Salud (OMS) en su estudio “Progreso de la Salud Reproductiva” 5 afirma
5
OMS. (2000). Progress in Reproductive Health Research Nº53. Recuperado en
Noviembre de 2003, de http://www.who.int/reproductive-healt/hrp/progres/

132
Estudios del INJUV

que muchos adolescentes sexualmente activos reportan haber tenido relaciones


con más de una pareja sexual, especialmente para el caso de los hombres. A su
vez, se sugiere la existencia de una asociación entre el consumo de alcohol y
conducta sexual de riesgo como el sexo casual lo cual complejiza aun más el
fenómeno en cuestión.

Tabla 4: Con quien tuvo su última relación sexual


15 -19 años INJUV 2003
Con tu pareja 61%
Con una ex pareja 22%
Con un amigo 8%
En un encuentro ocasional 7%
Con otra persona 2%
Con tu amante 1%
100%

Tabla 5: Uso de método anticonceptivo en iniciación


sexual por NSE INJUV 2003
Alto Medio Bajo Total
Si 48% 38% 35% 39%
No 52% 62% 65% 61%
100% 100% 100% 100%

En términos de tecnología preventiva, según la 4º ENJ sólo un 39% de


los adolescentes usó método anticonceptivo en su iniciación sexual. La falta de
uso de estos métodos resulta mayor en el nivel socioeconómico bajo (ver tabla
5). Estos datos confirman los resultados del estudio de CONASIDA6 (2000)
que indica que aquellas generaciones nacidas en décadas recientes tienen una
mayor conducta preventiva en su iniciación sexual.
No obstante, los datos son alentadores respecto al aumento en la
prevención en las iniciaciones sexuales de los y las adolescentes, los datos del
INJUV muestran que la población adolescente podría estar usando en menor
medida los métodos de protección en sus relaciones habituales (ver gráfico 2),
aumentando de 24% del total de jóvenes encuestados que declaran no haber
usado prevención durante su último encuentro sexual el año 1997 a 42% el año

6
Estudio Nacional de Comportamiento Sexual (CONASIDA, 2000)

133
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

2003. Esta cifra sube a más de la mitad cuando el último encuentro sexual se
dio con un amigo, pareja casual, u otra persona, lo que sugiere que el sexo no
planificado es especialmente riesgoso.

Gráfico 2: No usó anticonceptivo en la última


relación sexual por año
jóvenes 15-19 años INJUV

42%

31%

24%

1997 2000 2003

134
Estudios del INJUV

Gráfico 3: No usó anticonceptivo en la última


relación por GSE
sexual 15-19 años INJUV 2003

53%

46%
42%

18%

Alto Medio Bajo Total

El uso de método anticonceptivo presenta significativas diferencias


por nivel socioeconómico. Mientras más baja sea en la escala social menor es
su uso (ver gráfico 3).
Entre las razones expuestas por los y las adolescentes para el no uso
de anticonceptivo en sus relaciones sexuales, las más comunes fueron “no me
gusta usar métodos anticonceptivos” (25%), no atreverse a sugerirlo (15%) y
rechazo de la pareja al uso de algún método anticonceptivo (7%)7.
Según la OMS, en general la información en sexualidad, concepción,
embarazo, anticoncepción y enfermedades es raramente impartida por
profesores, encargados de salud o los padres y las fuentes de información se
caracterizan por su informalidad8. En esta dirección, la 4º Encuesta Nacional
de Juventud confirma que las y los adolescentes hablan de sexualidad sobre
todo con amigos o personas de su edad y en segundo lugar, con la familia (ver
gráfico 4).

7
4º ENJ. Esta encuesta no permitió conocer en detalle las motivaciones y percepciones
asociadas al uso de tecnología preventiva, por lo tanto, aun se requiere investigar en
profundidad esta materia.
8
OMS. (2000) Ob. Cit.

135
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

Gráfico 4: Con quién conversa de sexualidad


15-19 años - INJUV 2003

Con nadie 6%

Con otro adulto 11%

Con algún hermano 16%

Con tu padre 23%

Con tu pareja 25%

Con tu madre 48%

Con un amigo/otro
78%
joven

Gráfico 5: Condiciones para una relación


sexual entre los jóvenes
15-19 años - INJUV 2003

Solo si hay
compromiso para 7%
casarse/vivir juntos

Solo cuando estén


casados 12%

Solo si hay amor 39%

Ambos lo desean 42%

136
Estudios del INJUV

En las encuestas del INJUV, la población adolescente demuestra


poseer pocas restricciones conservadoras respecto de las relaciones sexuales.
Consultados acerca de las condiciones para consolidar una relación sexual entre
jóvenes, la mayoría considera que pueden darse si ambos lo desean o si hay
amor. El compromiso para casarse o vivir juntos, o solo dentro del matrimonio
como razones para encontrarse sexualmente resulta marginal entre las razones
esgrimidas por éstos (ver gráfico 5). Estas percepciones resultan consistentes
con la dirección de las políticas publicas en relación a los derechos sexuales
y reproductivos que reconoce el Estado, en términos de que resaltan el mutuo
consentimiento.
Sin embargo, la sexualidad adolescente está acompañada de una serie
de miedos y aprensiones. Estudios de la OMS sugieren que en la iniciación
sexual los y las adolescentes experimentan miedo al embarazo, ansiedad, miedo
al VIH-SIDA, y temor a ser descubierto. Por otro lado, podría decirse que en
general estos jóvenes están bien informados, pero el conocimiento profundo no
es el adecuado y algunas creencias equivocadas están ampliamente extendidas.
Estudios de caso llevados a cabo por la OMS muestran que en adolescentes
se dan una serie de creencias que los llevan a subestimar riesgos tales como:
la primera relación sexual no implica riesgo de embarazo, que una persona
con una ITS9 revela evidencia externa de su condición, que la mujer es la
responsable de transmitir las ITS, que el VIH-SIDA puede ser prevenido con
una buena higiene personal, o que estas infecciones se transmiten al compartir
utensilios o el baño con personas infectadas.

3. MAGNITUD DE LA MATERNIDAD ADOLESCENTE

El Censo 2002 preguntó a las mujeres de 15 años y más – 5.760.651


mujeres – por el total de hijos nacidos vivos. El análisis presentado a
continuación toma como universo a las 5.415.588 mujeres que respondieron
a esta pregunta, es decir, las cifras de maternidad presentadas corresponden a
la fecundidad declarada.
Dentro de este universo de madres contabilizadas en el Censo 2002,
77.291 corresponde a mujeres entre 15 y 19 años, lo que equivale al 12%
del total de mujeres de ese grupo de edad y a un 15% de las mujeres que
contestaron la pregunta10 (ver tabla 6). Una cifra nada despreciable.

9
Infección de Transmisión Sexual
10
La diferencia se debe a que debido a convenciones internacionales la respuesta a esta
pregunta no es impugnada por el encuestador.

137
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

Tabla 6: Mujeres que han sido madres según Censo 2002


Total Mujeres 15 años y más Mujeres 15 -19 años
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje
válido válido
Si 4.187.019 73% 77% 77.291 12% 15%
No 1.228.569 21% 23% 426.580 68% 85%
NS/NR 345.063 6% 124.505 20%
Total 5.760.651 100% 100% 628.376 100%

Específicamente, dentro del segmento adolescente, al analizar la


maternidad por años cumplidos, se puede observar que la maternidad se
concentra en la adolescencia tardía. No obstante, las madres adolescentes
de menos de 17 años representan el 20% del total, lo cual no deja de ser
significativo (ver tabla 7).

Tabla 7: Mujeres de 15 -19 años por años cumplidos CENSO 2002


15 años 16 años 17 años 18 años 19 años
Madre 8.902 8% 6.327 7% 12.204 13% 20.198 20% 29.660 28%
No madre 96.980 92% 90.422 93% 84.045 87% 80.197 80% 74.936 72%
Total 105.882 100% 96.749 100% 96.249 100% 100.395 100% 104.596 100%

4. ACCESO A LA EDUCACIÓN DE LAS MADRES ADOLESCENTES


En forma consistente con su edad, la mayor parte de las madres
adolescentes ha completado niveles de la enseñanza secundaria (43,997 casos)
y solamente básica (30,778 casos) (ver tabla 8).

Tabla 8: Mujeres 15 –19 años según último nivel educacional alcanzado


Básica Media Técnica Universitaria Total
Madre 30.778 43.997 845 1.671 77.291
No madre 54.617 334.629 7.865 29.469 426.580
Total 85.395 378.626 8.710 31.140 503.871

138
Estudios del INJUV

Gráfico 6: Está estudiando,


mujeres 15-19 años

78%
72%

25%

Si No
Tiene usted hijos Total

Diversos estudios dan cuenta de que el fenómeno de la maternidad


entre los 15 y 19 años presenta un fuerte impacto negativo que coarta el acceso
a la educación. Los datos de la encuesta muestran que sólo la cuarta parte de
las madres se encuentra estudiando en contraste con el 78% de las no madres
(ver gráfico 6)
De hecho, el análisis de los motivos de la exclusión al sistema
educacional, arroja que del total de mujeres entre 15 y 19 años encuestadas,
junto con los problemas económicos, el cuidado de los hijos es el motivo más
importante para abandonar los estudios (23%). Específicamente en el caso de
las adolescentes madres la frecuencia de este argumento como motivo para
no estudiar sube a un 73%. En este sentido, cabe destacar que prácticamente
todas las madres adolescentes declararon en la 4º ENJ que les gustaría volver
a estudiar.
De acuerdo al Censo 2002, existe un fuerte contraste en las actividades
que realiza una adolescente una vez que ésta entra a la maternidad. Lo más
común es que la madre adolescente se encuentre realizando quehaceres del
hogar (54%), mientras que el estudio es la actividad más frecuente entre
aquellas que aun no lo son (ver gráfico 7 y tabla 9).

139
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

Gráfico 7: Actividad mujeres jóvenes 15-19 años

78%

54%
Estudiando

En quehaceres de su
hogar

20%

7%

Es madre No es madre

Tabla 9: Actividad madres adolescentes


1. Trabajando 9.410 12%
2. Buscando trabajo 4.577 6%
6. En quehaceres de su hogar 41.886 54%
7. Estudiando 15.632 20%
8. Otra situación 5.786 7%
Total 77.291 100%

5. MADRES ADOLESCENTES Y EL TRABAJO


De acuerdo a los datos de la 4º ENJ el tener un hijo en esta etapa
de la vida no sólo trae consecuencias inmediatas en términos de acceso a la
educación, sino que también en la participación en el mercado de trabajo.

Un 34% de las adolescentes madres están activas económicamente


(trabajando o buscando trabajo) y 15% declara encontrarse trabajando. En
contraste con el 23% de las que no son madres las cuáles están activas y un
8% trabaja (Ver tabla 10).

140
Estudios del INJUV

Tabla 10: Acceso al trabajo en mujeres adolescentes 15 -19 años


Tiene usted hijos
Situación Total
Si No
Trabajando 16% 8% 9%
Buscando trabajo 18% 15% 15%
Total 34% 23% 24%

Por otro lado, si bien las madres adolescentes tienen dos veces más
probabilidades de encontrarse trabajando que las no madres, el cuidado del
niño, se convierte en el impedimento más fuerte para acceder al trabajo. De
acuerdo a los datos de la 4º ENJ el motivo para no trabajar más importante
en las madres adolescentes es no tener con quien dejar a los hijos (51%). En
contraste, en las no madres es la imposibilidad de compatibilizar estudio y
trabajo (54%) (ver gráfico 8).

Gráfico 8: Motivos para no buscar trabajo


en madres adolecentes 15-29 años

Mis papás no me dejan 4%

Cansado, busca y no encuentra 4%

No tengo necesidad de trabajar 6%

No tengo interés en trabajar por ahora 7%

Quehaceres del hogar 9%

No puedo compatibilizar estudio y


19%
trabajo

No tengo con quien dejar hijos 51%

141
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

6. ACCESO DE LAS MADRES ADOLESCENTES A LA SALUD

Según la 4º ENJ, si bien, la mayoría de las madres adolescentes posee


algún sistema de salud previsional (78%), presentan un déficit en el acceso
respecto de las adolescentes que no son madres (84%). La mayoría de estas
mujeres se concentra en FONASA (66%) y sólo un 6% en alguna Isapre. El
porcentaje de madres que no está protegida por alguno de los sistemas de
salud previsional asciende al 22% del total de las madres adolescentes. (ver
gráfico 9).

Gráfico 9: Sistema previsional de salud


mujeres 15-19 años
66%

57%

Madre
No madre

22%
17%
11%
6% 7%
5% 5%
3%
1% 0%

FONASA Isapre Ninguno FF.AA. No sé Otro

En forma consistente con su acceso a estos sistemas, más de la mitad


de las madres adolescentes (54%) considera que no tiene las posibilidades
económicas de acceder a la salud que requiere. Esta percepción baja a un 38%
en el caso de aquellas adolescentes que no son madres (ver gráfico 10).

142
Estudios del INJUV

Gráfico 10: Tiene posibilidades económicas de


acceder a la atención de salud que requiere
mujeres 15-19 años

62%
60%
56%

45%
40%
38%
Si
No

Madre No madre Total

7. ESTADO CIVIL MADRES ADOLESCENTES

La gran mayoría de las mujeres adolescentes (91%) declara encontrarse


soltera. Específicamente, dentro del segmento de madres adolescentes un 54%
continúa siendo soltera mientras que el 17% habría contraído matrimonio y el
26% se encontraría conviviendo con sus parejas. Esto nos lleva a concluir que,
el fenómeno de la maternidad adolescente presenta una consistente asociación
con el emparejamiento temprano de la joven (ver gráfico 11 y tabla 11).

143
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

Gráfico 11: Estado civil madres 15-19 años

Separada
1%

Viuda
Anulada 2%
0%

Casada
17%

Soltera
54%

Conviviente
26%

Tabla 11: jóvenes de 15 -19 años según estado civil CENSO 2002
Casada Conviviente Soltera Anulada Separada Viuda Total
13.035 19.746 41.968 50 1.047 1.445 77.291
Madre 17% 26% 54% 0% 1% 2% 100%
72% 75% 9% 77% 77% 95% 15%
4.973 6.505 414.709 15 308 70 426.580
No
1% 2% 97% 0% 0% 0% 100%
madre
28% 25% 91% 23% 23% 5% 85%
18.008 26.251 456.677 65 1.355 1.515 503.871
Total 4% 5% 91% 0% 0% 0% 100%
100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%

144
Estudios del INJUV

8. MATERNIDAD ADOLESCENTE SEGÚN NIVEL SOCIOECONÓMICO


El análisis del fenómeno de la maternidad adolescente permite
apreciar la profunda heterogeneidad de la sociedad chilena que se distribuye
en diferentes estratos socioeconómicos (ver tabla 12).
En primer lugar, se advierte una correlación entre maternidad
adolescente y nivel socioeconómico. Al observar el peso relativo de la
maternidad adolescente (porcentajes de columna) se aprecia claramente que a
menor nivel socioeconómico, mayor es el porcentaje de adolescentes que son
madres. De esta forma, el peso relativo de las madres en el estrato más pobre
es casi 8 veces más grande que en las jóvenes del nivel socioeconómico más
alto.
En segundo lugar, si analizamos la composición socioeconómica dentro
del universo de adolescentes que son madres (porcentaje de fila), se aprecia que
casi la mitad de las madres - un 48% - provienen de hogares clasificados en el
estrato socioeconómico D, y un tercio – 29% - del estrato E, es decir, un 77%
de las madres adolescentes provienen de los hogares de nivel socioeconómico
medio o medio bajo. Esto quiere decir que las madres adolescentes provienen
especialmente de hogares que tienen como jefe a una persona con pocos años
de educación y bajos ingresos.

Tabla 12: jóvenes de 15 -19 años según nivel socioeconómico –Elaboración


propia a partir del CENSO 2002
E D C3 C2 ABC1 Total
21.930 36.471 11.608 4.304 1.185 75.498
Madre 29% 48% 15% 6% 2% 100%
23% 19% 12% 7% 3% 15%
73.899 155.504 88.352 59.129 39.283 416.167
No madre 18% 37% 21% 14% 9% 100%
77% 81% 88% 93% 97% 85%
95.829 191.975 99.960 63.433 40.468 491.665
Total 19% 39% 20% 13% 8% 100%
100% 100% 100% 100% 100% 100%

145
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

9.DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA DE LAS MADRES ADOLESCENTES

El análisis de la distribución de las jóvenes adolescentes de 15 – 19


años según zona de residencia nos da la posibilidad de apreciar que el peso
relativo de las madres adolescentes es levemente superior en las zonas rurales
que en las zonas urbanas (ver tabla 13).

Tabla 13: jóvenes de 15 - 19 años según zona


1. Urbana 2. Rural Total
66.272 11.019 77.291
1. Si 86% 14% 100%
15% 19% 15%
379.837 46.743 426.580
2. No 89% 11% 100%
85% 81% 85%
446.109 57.762 503.871
Total 89% 11% 100%
100% 100% 100%

En la tabla 14 se puede observar la distribución regional de madres


adolescentes. En estos datos se advierte un contraste importante en el peso
relativo de las madres adolescentes entre las distintas regiones. En las regiones
III, XI, II y X el porcentaje de mujeres de 15 – 18 años supera el 18% siendo
la región de atacama la que presenta los más altos niveles de maternidad
adolescente alcanzando el 20,2% del total. Por su parte, en las regiones VIII y
XII esta cifra baja a menos del 14%.

146
Estudios del INJUV

Tabla 14: Distribución regional de mujeres 15 - 19 años que son madres


REGIÓN N° % (fila)
Región de Atacama III 1.751 20.2 %
Región Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo XI 567 18.8 %
Región de Antofagasta II 2.940 18.6 %
Región de Los Lagos X 6.268 18.4 %
Región de Coquimbo IV 3.544 17.6 %
Región de La Araucanía IX 4.838 16.6 %
Región de Tarapacá I 2.392 16.5 %
Región del Maule VII 4.642 15.3 %
Región de Valparaíso V 7.814 15.1 %
Región del General Bernardo O’Higgins VI 3.784 14.8 %
Región Metropolitana de Santiago RM 29.471 14.7 %
Región del Bío Bío VIII 8.673 13.3 %
Región de Magallanes y de La Antártica Chilena XII 607 13.2 %
TOTAL 77.291 15.3 %

10. CONCLUSIÓN
Teniendo en cuenta el escenario que nos ha permitido configurar los
datos de la 4º Encuesta Nacional de Juventud y del CENSO 2002, creemos que
deben intensificarse los esfuerzos para evitar el emparejamiento temprano, el
embarazo y la maternidad en mujeres jóvenes adolescentes. A nuestro juicio,
para lograr esto los esfuerzos deberían apuntar a:

• Aumentar la conciencia de las consecuencias negativas del embarazo


temprano tanto para la madre como para el niño.
• Profundizar el conocimiento respecto del desarrollo de la vida sexual
durante la adolescencia.
• Dar prioridad a estrategias que prevengan la expansión de infecciones
de transmisión sexual (ITS) entre jóvenes.
• Incrementar la habilidad de la población joven para tomar decisiones
informadas respecto de su vida sexual y reproductiva.
• Sensibilizar a la población adulta para proveer un ambiente más acogedor
para discutir asuntos sexuales y reproductivos más abiertamente con
los y las jóvenes.
• Dar acceso a servicios de salud adecuados para la población juvenil, en

147
Análisis de la sexualidad y maternidad adolescente en Chile

espacios y tiempos especialmente diseñados para ellos, con personal


sin prejuicios que sea respetuoso de la confidencialidad.
• Aumentar el conocimiento de: conductas y actitudes asociadas a la
actividad sexual adolescente; niveles, patrones y contexto del embarazo
no deseado y aborto entre las mujeres jóvenes; coerción sexual y
violación en adolescentes; acceso de los y las adolescentes a atención
en salud y la calidad de esa atención etc.
• Incluir a los adolescentes en el trabajo de diseño de políticas de salud
asociadas a la salud sexual y reproductiva.
• Y por último, promover los Derechos Sexuales y productivos derivados
de la declaración de Derechos Humanos a través de dialogo abierto.

148
Estudios del INJUV

LOS Y LAS JÓVENES Y LA UTILIZACIÓN


DE ESPACIOS PÚBLICOS*
1.- DESCRIPCIÓN TÉCNICO – METODOLÓGICA DEL ESTUDIO.

Dada la escasez, tanto de definiciones operacionales del concepto de


espacio público encontradas en la literatura, como de reflexiones en torno a la
vinculación entre ellos y los/las jóvenes, se consideró pertinente la realización
de entrevistas a expertos en la materia.
De igual forma, para abordar la vinculación entre jóvenes y espacios
públicos, el estudio contempló una entrevista grupal con interventores en
terreno con jóvenes.
En tercer lugar, en la perspectiva de alcanzar una comprensión adecuada
de la utilización de espacios públicos por parte de los y las jóvenes de Santiago,
también se consideró efectuar un acercamiento a la representación social que
tienen de dicha ciudad los y las jóvenes. Para ello se realizaron cuatro grupos
de discusión a partir de la consideración de dos de las variables definitorias

* Este documento es un resumen de una investigación original realizada el año 2002


por Alcalá Consultores Ltda y el Departamento de Estudios y Evaluación del Instituto
Nacional de la Juventud (INJUV). El equipo fue dirigido por el sociólogo Jorge Larenas
S., participando en él, de manera permanente, los sociólogos Mauricio Rodríguez V.,
Luis Campos M. y Gonzalo Aboitiz. El documento completo se encuentra disponible en
el Centro de Documentación de la Dirección Nacional del INJUV o en la página web:
www.injuv.gob.cl

149
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

del estudio: estrato socio económico y género. De esta forma, los grupos de
jóvenes se distribuyeron en:

• Grupo 1: Mujeres, estrato popular.


• Grupo 2: Hombres, estrato popular.
• Grupo 3: Mujeres, estrato medio.
• Grupo 4: Hombres, estrato medio.

En cuarto lugar, se generó información relativa a la representación social


de la ciudad de Santiago de los y las jóvenes, a partir de la experiencia individual
y social de éstos. La situación a abordar fue la caracterización de la forma de
ocupación que hacen de los espacios públicos, específicamente en sus:

- Prácticas realizadas (tiempos, razones, motivaciones).


- Tipos de lugares utilizados.
- Lugares específicos (“con nombre”) donde se efectuaban tales
prácticas
- Interacción con otros actores en esa ocupación.

Para ello se decidió la realización de dos talleres de jóvenes:

• Taller 1: Mujeres y hombres estrato popular.


• Taller 2: Mujeres y hombres estrato medio.

De manera complementaria y paralela a esta aproximación “desde


arriba”, se desarrolló una aproximación “desde abajo” a través de un proceso
de “barrido” que consideró las tres comunas seleccionadas para la realización
de la investigación (Cerro Navia, Santiago y San Miguel) en la totalidad de su
superficie y estuvo dirigido a la detección, directa y en terreno, de los espacios
donde estaban los/las jóvenes en la particularidad de cada una de ellas.
Mediante esta aproximación fue posible identificar y realizar una
primera caracterización de los diversos espacios de “emergencia de los/las
jóvenes en lo público” en las comunas.
Una síntesis de toda esta instalación metodológica se presenta en el
siguiente cuadro:

150
Estudios del INJUV

Propósito Técnica Empleada Implementación Práctica

Adentrarse en las definiciones


operacionales del concepto de Nueve Entrevistas a expertos en
espacio público y en la refle- Entrevista a Expertos los temas de espacios públicos,
xión en torno a la vinculación jóvenes y/o ambas
entre ellos y los/las jóvenes

Abordar la vinculación entre Entrevista a interventores Una Entrevista Grupal


jóvenes y espacios públicos en terreno

Cuatro grupos de discusión:

Descripción de la Represen- Grupo de Discusión - G1: Mujeres, estrato popular


tación Social de la ciudad - G2: Hombres, estrato popular
- G3: Mujeres, estrato medio
- G4: Hombres, estrato medio

Identificación y caracterización Talleres Grupales, incluyendo: Dos talleres grupales:


de espacios “emergencia de - Dinámica en subgrupo - Taller 1: Mujeres y hombres
los/las jóvenes en lo publico” en - Ejercicio de visualización estrato popular
la ciudad (prácticas, tipos de - Entrevista grupal - Taller 2: Mujeres y hombres
lugares y lugares específicos) estrato medio

Identificación y caracterización Equipo de 12 antropólogos/as,


de espacios “emergencia de subdividido en tres grupos de 4
los/las jóvenes en lo publico” Observación Etnográfica integrantes realizando observa-
en las comunas (usos, ción etnográfica en Cerro
usuarios, tiempos, etc) Navia, Santiago y San Miguel

2.- ANTECEDENTES CONCEPTUALES DEL TEMA.


2.1 El concepto de espacio público

La noción moderna de espacio público se remite a la separación formal


(legal) entre la propiedad privada y la propiedad pública. Supone mantener el
suelo libre de construcciones (excepto equipamientos colectivos y servicios
públicos), y destinarlo a usos sociales (esparcimiento, actos colectivos,
transporte, actividades culturales y a veces comerciales, etc.).
Por otra parte, haciendo referencia al espacio urbano de uso público,
el autor Sergio León, intenta una definición del mismo a partir de las que
considera son sus funciones. A su juicio, “el espacio urbano de uso público

151
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

puede ser definido como aquel espacio de propiedad pública o privada, que
es de libre, aunque no necesariamente de acceso gratuito, de la población de
una ciudad, comuna o vecindario, para que ésta pueda desarrollar actividades
sociales, culturales, educacionales, de contemplación y recreación”.
Por su parte, J. Osorio plantea que “la noción de espacio público es de
carácter integral y está centrada en el uso más que en la propiedad”. En este
sentido, podría decirse que el espacio público se constituye en la convergencia
entre una determinada materialidad y/o distribución físico-espacial de
elementos establecida a partir de un diseño, y un determinado uso (o formas de
uso) que remite a las relaciones sociales que se establecen entre los individuos
que acoge.
Al decir que los espacios públicos son lugares donde los individuos
interactúan entre sí, es posible concebirlos como escenarios para la acción. Y
en ese sentido, incluirían las dimensiones física, social y política: “si el espacio
público en su dimensión física abarca las calles, pasajes, paseos peatonales,
plazas, parques, entre otros; en su dimensión social abriga la capacidad de los
grupos para organizarse, soñar juntos e implementar acciones de bien común;
y en su dimensión política, representa un lugar de encuentro de ideas y de
transparencia”.
Se podría plantear que el ejercicio regular de la interacción (entre grupos
y/o individuos) en un determinado espacio lleva a que éste sea significado
como público. De igual forma, la costumbre de reunirse en un determinado
espacio trae consigo el mismo efecto. Vale decir, la práctica de congregarse en
un espacio va grabando, por capas, el carácter público del mismo; va dejando
señas que permiten el reconocimiento de quienes le ocupan. Asimismo,
la disposición (interna) a darse y tomarse un tiempo posibilita el ejercicio
(común, colectivo) que decanta en costumbre de estar en “lo público”.
En otras palabras, no es el espacio por sí mismo el que congrega y se
convierte en público, sino la intensidad de sentido depositada por el grupo lo
que lo convierte en tal.

2.2 Los y las jóvenes como una construcción socio – histórica.

De acuerdo al discurso aún dominante en el sentido común, la juventud


es entendida como la fase de la vida individual comprendida entre la pubertad
fisiológica (condición “natural”) y el reconocimiento del status de adulto
(condición “cultural”). La juventud ha sido vista como una condición universal,
una fase del desarrollo humano que se encontraría en todas las sociedades y
momentos históricos.

152
Estudios del INJUV

Sin embargo, abordándola desde una perspectiva socio-histórica, no es


posible considerar la juventud como una condición natural generalizable en su
naturaleza a todas las culturas. Muy por el contrario, desde esta perspectiva,
la juventud surge como una construcción cultural relativa en el tiempo y el
espacio y dice relación con cómo las sociedades organizan la transición entre
la infancia y la vida adulta, pero sus formas y contenidos son variables.
Según Carles Feixas (1998), para que exista juventud deben existir dos
componentes: de una parte, las condiciones sociales (en términos de normas,
comportamientos, instituciones que distingan a los y las jóvenes de otros
grupos de edad); y de otra, las imágenes culturales (en cuanto valores, atributos
y ritos, asociados específicamente a los y las jóvenes), encontrándose ambos
en dependencia de la estructura social en su conjunto. Es decir, de las formas
de subsistencia, las instituciones políticas y las cosmovisiones ideológicas que
predominan en cada tipo de sociedad.
“Lo juvenil” constituye, entonces, un fenómeno sociocultural que
nos habla del entramado de relaciones sociales que establecemos al interior
de una sociedad y donde, al referir a ello, también estamos aludiendo a los
referentes simbólicos desde donde extraemos los significados que orientan la
vida cotidiana. En síntesis, es en la interacción entre la dinámica social y la
cultura donde se produce el lugar de la diferencia que supone lo juvenil. Por
ello, lo que es un joven en un momento de la historia de un país corresponde
a las expectativas, ilusiones, temores y proyecciones que esa misma sociedad
hace respecto de su futuro.

2.3 Los/las jóvenes en el Chile del 2000

Interrogándonos por la denominación genérica de los/las “jóvenes-


problema” de los años ’90 -y que aparentemente se mantiene en la actualidad, se
hace posible reconocer dos vertientes del imaginario social que la refuerzan.
Por una parte, una noción de la juventud pasiva y libre de responsabilidad,
que tomaría forma en comportamientos tales como la despolitización, la
privacidad, el escepticismo y el consumismo. Características que hacen
aparecer a los y las jóvenes como actores-inactivos de la sociedad.
Por otra, marcando un polo muy relevante y posiblemente
complementario de nuestro imaginario, la idea de que los/las jóvenes presentan
una importante desintegración valórica. Comportamientos como el consumo y
tráfico de drogas, la violencia callejera, la violencia en los estadios, la violencia
escolar, la actividad sexual precoz o fuera del matrimonio, los embarazos no
deseados y/o adolescentes, sostienen esta representación.

153
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

En síntesis, pareciera que, en gran medida, el imaginario social sobre


los y las jóvenes, más allá de un ideal de futuro y esperanza, hoy en día indicaría
que éstos se encuentran en los márgenes sociales y culturales como actores-
inactivos, desde donde, muchas veces, se transforman en actores-activos de
conductas socialmente indeseables y, a veces, incontrolables.
Aún prevaleciendo las imágenes descritas, desde la investigación social
reciente es posible decir que resulta imposible referirse a “los/las jóvenes”
como un grupo claramente identificable y homogéneo. Los/las jóvenes” no
serían un actor social sino varios, los que sin embargo podrían compartir
elementos en común.
Resulta imperioso, por tanto, acercarse a una caracterización y
comprensión de la realidad actual de la juventud en nuestro país, ya que
hablar del uso que hacen los y las jóvenes del espacio público supone,
necesariamente, referir a las características propias de este grupo social que
le hacen distinguible de otros. Supone, en efecto, dar cuenta de los rasgos
fundamentales que presentan, como grupo, en el contexto socio-histórico de
la sociedad chilena de inicios de la década del 2000.
De acuerdo a la información disponible con relación a las prácticas de
participación social, las asociaciones, organizaciones o agrupaciones sociales
donde más jóvenes participan son los clubes deportivos, los grupos religiosos
y los llamados grupos de juego o hobbie. Por su parte, el 16,4% de los/las
jóvenes menciona los centros juveniles, mientras que entidades como los
centros de padres, los grupos que siguen una onda cultural, los centros de
alumnos, centros culturales y barras de fútbol presentan niveles que fluctúan
entre el 11% y el 14%. La asociación que presenta la más baja aceptación es
la Junta de Vecinos.
Otro tópico importante lo constituye la información producida en torno
a la interrogante por el compromiso de los/las jóvenes. Frente a ella, la Tercera
Encuesta Nacional de Juventud plantea que no es efectivo que los jóvenes
carezcan de sentimientos de compromiso. La particularidad, sin embargo, es
que dicho compromiso parece estar referido a dimensiones concretas y propias
de su entorno inmediato, como son la familia, ellos mismos y los amigos, más
que a ideas abstractas como el país, o evocaciones públicas como el barrio, la
comuna o la ciudad.
Y aunque estas tendencias predominan, se encuentran diferencias al
considerar la variable género. Las mujeres presentan porcentajes más altos
en el nivel de compromiso con la familia y consigo mismas, mientras que
entre los hombres, la tendencia a sentirse comprometidos con los amigos, los
aspectos colectivos y públicos, es más fuerte.

154
Estudios del INJUV

Pasando a un ámbito más cercano, las actividades que los/las jóvenes


realizan de manera preferente en su tiempo libre muestran un alto consumo de
imágenes audiovisuales en sus casas o en la de los amigos, mientras que el uso
de los espacios públicos y las actividades asociadas al “carrete” ocupan una
posición secundaria).
Por otra parte, la definición que la mayor parte de los/las jóvenes
hacen de sí mismos/as es compartida. Esta visión también es esencialmente
positiva, con atributos tales como “trabajador”, “tranquilo” y “solidario”,
en franca ruptura con las imágenes y estereotipos que sobre ellos circulan
en la conversación pública y, muchas veces, en aquellos medios (los de
comunicación) con los que más interactúan.
Del mismo modo, las posiciones que adoptan frente a temas tales como
el divorcio, la censura, los derechos humanos, el aborto y los roles de género,
los muestran, en general, como abiertos y ponderados a la vez, con una clara
orientación al respeto de las diferencias y las opciones personales.
Todo lo anterior lleva a decir que a los/las jóvenes les cuesta relativamente
menos combinar y compatibilizar lo que a muchos podría parecer incompatible
o, en otras palabras, los/las jóvenes actuales tienen la capacidad de reunificar
en su visión de mundo y prácticas de vida lo que habitualmente parece disjunto.
Además, las orientaciones de los/las jóvenes presentan una suerte de innovación
e interpelación cultural constante que es importante tener presente a la hora de
observar las formas efectivas de uso de la ciudad y de sus espacios públicos.
No obstante, parece claro que la cultura de los/las jóvenes no es
diferente a la cultura prevaleciente en la sociedad chilena. No representan
valores alternativos, tienen modelos tradicionales de familia, están orientados
hacia la integración y aceptan los medios y los fines propuestos para lograrla.
Finalmente, resulta importante hacer breve referencia a uno de los
principales problemas y preocupaciones que manifiestan los/las jóvenes en la
III Encuesta de Juventud, cual es la falta de espacios para opinar o participar,
respecto de la que el 65,1% de los encuestados/as está de acuerdo.
El punto es importante por sí mismo y con mayor razón para una
investigación sobre jóvenes y espacios públicos, por cuanto es clara la conexión
existente entre estos últimos y los “espacios de opinión y participación” (ya
sea a nivel simbólico o metafórico, o a nivel material y concreto). Respecto
de ella, gran parte del debate actual instala la posibilidad de la realización de
intercambios comunicativos significativos –a partir de los cuales se establezca,
además del respeto al otro, la posibilidad de determinar el futuro y la proyección
que se va a dar a lo común- como el elemento propio y característico de los
espacios públicos.

155
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

En esta dirección, el espacio público aparece, necesariamente, como un


espacio de expresión y participación, es decir, un espacio de ciudadanía, puesto
que proporciona un espacio de mediación entre, por un lado, la experiencia
individual o personal de los/las jóvenes y su experiencia como colectivo y, por
otro, entre su experiencia cotidiana y su vivencia excepcional y trascendente.

2.4 Los/las jóvenes y ciudadanía

En el sentido de lo dicho anteriormente, se puede entender que


los espacios públicos proporcionan un espacio ritual de construcción y/o
reforzamiento de la identidad, a la vez que de concretización y experimentación
de la ciudadanía.
Los espacios públicos proporcionan un espacio de concretización y
experimentación de la ciudadanía, en la medida que, siguiendo lo planteado
por el informe del PNUD (2000), “El espacio de la ciudadanía comprende la
mediación entre la vida cotidiana y la lógica del sistema político, donde se
constituyen las prácticas de sujetos investidos de derechos y deberes”. En el
mismo sentido, “La ciudadanía es algo más que la opinión que un grupo social
tiene de ésta; la ciudadanía es una experiencia social de relación entre la vida
cotidiana y el sistema político”.
El espacio publico proporciona un lugar o una esfera, para la mediación
entre la experiencia social cotidiana de las personas y aquellas referencias y
problemáticas que trascienden el ámbito de lo privado individual e involucran
al colectivo y en los que, en gran medida, se juega la “inclusión social”.
Los/las jóvenes aparecen alejados de la política porque en ellos opera
la idea de que su inserción social depende de sus recursos y capacidades
individuales, más que de la expresión y ejercicio de derechos o de su
participación en instituciones socio-políticas de mediación como lo eran,
antaño, los sindicatos y los partidos.
Los/las jóvenes de la actualidad se representan menos que las
generaciones anteriores en el sistema político; sus imágenes de colectivo y sus
representaciones pasan más por la cultura o la búsqueda de oportunidades que
por la actividad política.
Puede pensarse entonces que la participación de los y las jóvenes
en espacios públicos podría estar más mediada por iniciativas vinculadas
con la promoción del bien común, que con la representación política de sus
intereses.

156
Estudios del INJUV

2.5 Claves para interpretar el espacio urbano de Santiago.

Los aspectos relevantes en este punto son tres. En primer lugar, el


impacto en la sociedad del proyecto refundacional implantado por el gobierno
militar, basado en el abandono por parte del Estado de su papel de promotor del
desarrollo y la definición del mercado como principal asignador de recursos.
Este confluye en un reordenamiento del espacio urbano que lleva al límite la
segregación socio-espacial de los sectores populares y le otorga un soporte
jurídico a esta separación.
En segundo lugar, se realizó la reestructuración comunal del Área
Metropolitana de Santiago (1981) en que las 17 comunas originales se
transformaron en 34. El criterio de división apuntó a la generación de
unidades homogéneas desde el punto de vista socio-económico, ecológico y
administrativo. La idea subyacente a este proceso, tiende a la homogeneización
social de la población de Santiago, permitiendo estructurar una ciudad dual
con comunas “ricas” y comunas “pobres”.
En tercer lugar, la distribución desigual del ingreso y la concentración
del mismo, tiene una clara expresión espacial en Santiago. Tanto los datos
relativos a distribución del ingreso, como a la calidad del equipamiento,
calidad de vida y estándares habitacionales se han distribuido crecientemente
desiguales en las distintas zonas de la ciudad.
Claramente las políticas de empleo, laborales y salariales, junto con el
mecanismo de asignación y distribución de recursos que experimentó Chile,
tuvo una nítida expresión en el espacio urbano santiaguino, transformándola
en una ciudad dual y desintegrada, al extremo que encontramos en ella no sólo
diferentes grupos sociales con niveles de ingreso dispares sino que además
diferentes culturas, desfasadas completamente en sus niveles de vida y de
progreso. Esto además, limita el desplazamiento de las personas. La ciudad se
va conformando como un conjunto de áreas separadas en las que los distintos
sectores sociales conviven sin mezclarse.

3.- RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN


El mapa conceptual y socio-histórico que se ha esbozado constituye,
el prisma particular a través del cual se ha efectuado la indagación en torno a
la pregunta por el uso de los espacios públicos por parte de los y las jóvenes
de Santiago.
La información de esta investigación se ha interpretado desde tres
perspectivas complementarias, poniéndose en juego este “andamiaje”

157
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

conceptual de modo de generar una especie de triangulación que, además de


ordenar y dar coherencia a la exposición, permita desarrollar una comprensión
completa y acabada del fenómeno en estudio.
Dichas perspectivas de observación pueden ser nombradas, de manera
sintética, como, i) la de los lugares y prácticas; ii) la de las representaciones
sociales y; iii) la de los usos y significados.
La primera de ellas, la de los lugares y prácticas, responde a la pregunta
por dónde están los/las jóvenes en las tres comunas estudiadas (San Miguel,
Cerro Navia y Santiago) y qué hacen en esos lugares, desprendiéndose de
ello una reflexión en torno a la vinculación práctica que establecen con los
espacios públicos.
La perspectiva de las representaciones que le sigue, tiene como elemento
articulador la pregunta por cuáles son aquellas formulaciones de sentido,
producidas por los/las jóvenes que, elaboradas y compartidas socialmente, les
permiten interpretar y simbolizar la realidad y su experiencia social, a la vez
que construirla.
Finalmente, la tercera aproximación indaga directamente en el uso y
significado que los/las jóvenes tienen de los espacios públicos. De este modo,
las preguntas relacionadas con ella son el “por qué” y “para qué” se utilizan
los espacios públicos de una determinada manera.
A estas tres aproximaciones de interpretación y análisis se agrega un
cuarto apartado, que recoge los elementos específicos relativos a las necesidades,
expectativas y aspiraciones juveniles en relación a los espacios públicos, cuyo
contenido específico surge de una lectura particular de los tres anteriores.

3.1.- Lugares y practicas. Los y las jóvenes en los espacios públicos.

3.1.1 Observaciones etnográficas generales por comuna

Existen diferencias específicas entre los/las jóvenes de las comunas


estudiadas, en función de dos aspectos: i) los lugares que más frecuentan y ii)
el uso que le dan a estos lugares.

a. San Miguel

El uso típico o de mayor recurrencia de espacios públicos por parte de


los/las jóvenes en esta comuna es el de las plazas, las que frecuentan sobre todo
en los días de semana por la tarde-noche. Esta utilización posee un carácter
principalmente recreativo.

158
Estudios del INJUV

Otro uso que se destaca distintivo es frecuentar en las noches de los


fines de semana los pubs de la comuna o de áreas cercanas, siendo también de
un carácter recreativo.

b. Cerro Navia

El uso típico o de mayor recurrencia de espacios públicos por parte


de los/las jóvenes en esta comuna corresponde también a las plazas, los que
frecuentan en horarios variables predominando la noche en días de semana. Su
carácter también es de recrearse.
El uso que se destaca en tanto distintivo es que en las noches de fin de
semana frecuentan las calles de la comuna o de zonas cercanas, y la motivación
principal tiene un carácter simbólico: demarcación-apropiación.

c. Santiago

Por último, el uso típico o de mayor recurrencia de espacios públicos


por parte de los/las jóvenes de esta comuna es el de frecuentar todos los días de
la semana en sus distintos horarios tanto plazas, parques, calles y las esquinas
de la comuna. Se aprecia en estos una mayor actividad que los anteriores.
Además, el carácter va mucho más allá que el recreativo, obedece también a
uno comercial y el de salir a carretear.
Los/las jóvenes de la comuna de Santiago se diferencian del el resto
en poseer una mayor actividad y, por ello, dan un mayor uso a los espacios
públicos.

d. Apuntes Comparativos

Se tiene, en síntesis, una diversidad de realidades objetivas de ocupación


y uso de los espacios públicos por parte de los/las jóvenes en las tres comunas
estudiadas, respecto de las cuales es posible identificar similitudes pero, a la
vez, se las puede diferenciar con bastante claridad.
La comuna de Santiago se ubica con claridad en el polo de la
diversidad: a todas luces, su oferta de espacios públicos es la más variada. Sus
“condiciones objetivas” pueden ser en cierta medida descritas como de alta
concentración de actividades distintas, lo que plantea una correspondencia
entre tal heterogeneidad en lo objetivo y la diversidad encontrada en los usos.
Cerro Navia, por su parte, se encuentra en el otro extremo, en la medida
que se presenta como una comuna con una baja estructuración (diferenciación)

159
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

del territorio comunal, por lo que las actividades que acoge son más bien
homogéneas.
Por su parte, la comuna de San Miguel se encuentra a medio camino
entre las dos anteriores, ya que su diferenciación interna puede considerarse
mayor que la de Cerro Navia, pero bastante menor que la de Santiago.
Esto, además, es claramente indicado por el límite –nuevamente- material y
simbólico que constituye la Gran Avenida, frontera que separa dos formas
distintas de uso y ocupación de los espacios públicos.
Específicamente en cuanto a la utilización puede decirse que, si bien
existe un grado nada despreciable de similitud entre los usos del espacio
público encontrados en las diversas comunas, que se ha tratado de señalar
a través de los usos más recurrentes o “típicos” encontrados, se presentan
importantes diferencias en la utilización y ocupación del espacio público, que
también se ha querido señalar a través de la idea de uso distintivo.
Las similitudes registradas dicen relación, por ejemplo, con que una
de las características de la dinámica de ocupación-utilización de espacios
públicos por parte de los/las jóvenes, es que ella pareciera ser exclusiva de
ellos/as, a la vez excluyente de otros actores: los/las jóvenes buscan espacios
para ellos/as que puedan utilizar con independencia y sin tener que “vérselas”
con otros actores (sea para actividades intimistas o expansivas).
Por otra parte, resulta muy significativo que la caracterización de los
espacios públicos, en relación a la variable género, no se encuentre ningún
espacio utilizado únicamente por mujeres, mientras que, salvo en el caso de
aquellos en que su usuario son homosexuales o travestis (que, además, son
excepcionales), en todos existe presencia masculina. Esto sin duda implica que
las mujeres son, en general, acompañantes en el uso de los espacios públicos.
La interpretación y/o ponderación que hacen de esta información
los/las propios/as jóvenes consultados va en una doble dirección: indica una
diferencia discriminatoria, en la medida que responde a una exclusión histórica
de las mujeres de la participación de lo que se considera público; a la vez que
una presencia que, aunque es hoy “disminuida”, antes era inexistente o casi-
inexistente y, por tanto, se encuentra en proceso de reversión.
Finalmente, en lo referido a lo distintivo (o diferenciador) del uso
de los espacios públicos, resultan destacables las diferencias encontradas en
relación a las prácticas que se efectúan en ellos en cuanto a que, mientras en
San Miguel estas corresponden a lo que podría llamarse, desde el lenguaje
habitual, “convencionales”, es decir, no necesariamente distintivas de los/
las jóvenes con respecto a otros actores; en el caso de Cerro Navia ellas son
claramente lo que podría denominarse como propias de la expresividad juvenil

160
Estudios del INJUV

actual, incluyendo manifestaciones altamente distintivas como el hip-hop, el


breakdance, las barras bravas, los graffitis y murales (“chapas” incluidas), el
“copete”, etc.
El caso de la comuna de Santiago, a este respecto, constituye un punto
intermedio o más bien, una comuna en la que se dan las distintas variedades
de prácticas, cubriendo el espectro completo.

3.1.2 Talleres con jóvenes

En el marco de los dos talleres con jóvenes se encontró una serie de


referencias en torno a prácticas, espacios y lugares específicos de la ciudad de
Santiago donde transcurre su cotidianeidad. A continuación, se pasa a revisar
las principales de ellas en vistas a establecer un acercamiento más profundo a
la “emergencia de los/las jóvenes en lo público”, en especial, a su experiencia
y apreciaciones respecto de dicha emergencia y de los espacios públicos de la
ciudad.

a. Grupo de jóvenes populares

Los tiempos del día presentan ciertas diferencias. Mientras lo propio


de la mañana es el estudio o el trabajo, en la tarde tiene lugar un aflorar de
la sociabilidad, de la interacción con otros vinculada, fundamentalmente, al
retorno a casa y al encuentro con los/as conocidos/as. La noche, por su parte,
es el momento de la intimidad, de la vida en casa, del hogar.
Sin embargo, la significación del tiempo cambia entre los días de semana
y los fines de semana, aunque se debe matizar de que la diferencia se produce
específicamente para quienes están incorporados al sistema educacional o al
mercado del trabajo, variable que posee un menor poder estructurante en el
caso de las mujeres.
De lunes a viernes no hay un lugar específico donde se acuda. Situación
distinta ocurre el fin de semana, respecto del cual, tanto por la energía que se
despliega al hablar de él, como por los tópicos mismos que se abordan, puede
decirse que presenta un carácter totalmente diferente. Sin embargo, el fin de
semana no comprende sólo el sábado y el domingo, sino que comienza el
viernes. En este sentido, podría decirse que la noche del viernes o el fin de
la jornada laboral o estudiantil del viernes constituye el límite simbólico que
marca el fin de un tiempo y el inicio de otro.
Quizá el elemento distintivo del fin de semana es que es el tiempo del
carrete, el tiempo en que se hace lo que se quiere y no lo que se está obligado

161
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

a hacer. Por ello el día domingo adopta un carácter “transicional”: se convierte


en tiempo de descanso y de preparación para el tiempo de las obligaciones y
las responsabilidades que está por iniciarse.

b. Grupo de jóvenes de clase media

Lo que ocurre durante los días de semana es una “completa rutina”,


que no requiere siquiera diferenciación entre los diferentes días, pues en todos
ellos se reproduce el mismo patrón.
También los tiempos del año se ven claramente establecidos o
determinados por la participación en el mundo estudiantil y/o del trabajo, ya
que durante todo el año se hace lo mismo, salvo en los tiempos de vacaciones,
especialmente en febrero, y en las vacaciones de invierno. En este período se
mueven más libremente, hay movimiento por “toda la ciudad” y no un quedarse
en lugares específicos, ya que se va a distintas comunas. Sin embargo, esas
comunas son “todas aquellas en que viven las/os amigas/os”, que tampoco son
muchas/os y son recurrentemente visitadas.
Quizá si el único dato interesante –por lo inusitado, pero completamente
explicable- sea la aparición del gimnasio como un lugar al que se acude en los
meses de noviembre y diciembre, es decir, previo a las vacaciones de verano,
preparando el cuerpo para estar en condiciones apropiadas (establecidas de
acuerdo a los patrones convencionales de belleza) para el momento en que se
produce su mayor exposición.

c) Revisión Sinóptica de la práctica y uso juvenil de Espacios Públicos.

En síntesis, podría plantearse que la experiencia de los espacios públicos


por parte de los/las jóvenes remite a la experiencia y vivencia cotidiana del
tiempo. Vale decir, la experiencia que tienen de los espacios públicos, su
percepción y apreciación, pasa por los ritmos, secuencias y regularidades que
les va presentando su vida de todos los días.
Más aún, podría plantearse que la experiencia que poseen de la ciudad
de Santiago y, específicamente, de sus espacios públicos, se estructura en
torno a las díadas tiempo ocupado-tiempo libre; deber-distensión; obligación-
disponibilidad. Esto significa que no hay (gran) diferencia en cuanto a los
principios que distribuyen y ordenan la experimentación de los espacios
públicos de jóvenes y adultos. Si hay algo que los separa, ello corresponde a
los “contenidos” o lo que específicamente se realiza en los tiempos de la vida
diaria.

162
Estudios del INJUV

En efecto, estas díadas, que se constituyen en los principios estructurantes


de la experiencia de los espacios públicos, son idénticas a las que operan para
el caso de los adultos, cuyo tiempo está distribuido entre la semana y el fin de
semana, la jornada laboral y el tiempo libre, etc. La diferencia se encuentra
en que, en el caso de los/las jóvenes, el primer término de esas distinciones
(el primer polo) está más fuertemente cruzado por la experiencia del estudio
–más que por el trabajo-, mientras que el segundo término (o polo) se presenta
con un contenido específico: el “carrete”.
De igual forma, tomando como objeto de observación el tiempo del
año, donde la distinción se produce entre los meses de trabajo y de vacaciones,
la diferencia entre adultos y jóvenes no se produce en ese orden y distribución,
sino en la duración específica de cada tiempo y en la presencia de un segundo
tiempo de vacaciones durante el invierno y las fiesta patrias para el caso de los/
las jóvenes, aunque con algún matiz entre jóvenes medios y populares, pues en
el caso de estos últimos, la posibilidad de “vacacionar” se da de manera más
restringida para otros meses que no sean los de verano.
Algo similar ocurre si nos fijamos en la diferencia entre hombres y
mujeres, no encontrándose diferencias significativas entre lo que hacen unos
y otras: la forma de estructuración del tiempo se mantiene; las temporalidades
definitorias del uso de los espacios (públicos y privados) persisten.
Lo anterior lleva a pensar que se estaría en presencia de un ciclo
bastante “convencional”; estructurado de la misma forma que para el caso
de los adultos, lo que refuerza las ideas respecto de la adscripción de los/las
jóvenes a las valoraciones y principios de la sociedad chilena actual, incluso
a nivel de la “estructura profunda” que constituye la organización práctica del
tiempo, como lo plantea la Tercera Encuesta Nacional de Juventud.

3.2.- Representaciones sociales.

3.2.1 Representaciones sociales de la ciudad de Santiago en los y las jóvenes

Casi como un reflejo, la idea que genera en los/las jóvenes consultados/


as la pregunta por la ciudad de Santiago, se sitúa en el nivel de la comparación
con el resto del país. Santiago es, antes que todo, “distinto de las regiones”.
Santiago es “centralización”, es el lugar donde se concentra la oferta
de espacios para los y las jóvenes, los carretes así como las actividades
culturales.
También a Santiago se la señala como la ciudad que acumula la mayor
cantidad de dificultades en términos de la calidad de vida, lo que plantea una

163
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

cierta duda respecto a la posibilidad real que existe de disfrutar, efectivamente,


de la oferta existente. Las distancias, la falta de tiempo, la contaminación
acústica y del aire se presentan como un serio handicap de la ciudad, que les
afecta en su capacidad de acceder a ella.
Se considera que “Santiago es el centro del micro-universo que es
Chile”, esta situación genera como consecuencia que la ciudad se constituya
en un polo de atracción para el resto del país, lo que en cierta medida hace que
la situación se haga algo más difícil para sus habitantes, porque, por decirlo de
algún modo, reduce la cantidad de oportunidades per cápita existentes. Esta
situación lleva a decir que “Santiago es Chile... lamentablemente”.
Esta última afirmación hace referencia a que en Santiago está todo,
en ella se concentran ofertas de todo tipo. Sin embargo, la competencia para
acceder a esa oferta es también la más grande. Y cuando la competencia es así,
el elemento determinante en el acceso son los recursos de los que se dispone,
los “pitutos”, con toda la connotación negativa que éstos tienen.
Por ello, se puede señalar que si bien Santiago presenta la mayor oferta
de servicios en relación al resto del país, dicha oferta no está igualmente
distribuida para toda su población: Santiago proyecta la imagen de una ciudad
que no es vivida de igual manera por quienes tienen dinero y quienes no lo
tienen.
Además, la imagen de las personas es una variable importante en el
acceso a la oferta existente, el cuerpo se constituye en un capital que se pone
en juego, no sólo en el caso –más difundido en los medios- de las estrellas
de televisión que obtienen ganancias simbólicas y materiales producto de la
explotación medial de su cuerpo, sino también en la interacción cotidiana de
los/las distintos/as habitantes de la ciudad, en el marco de lo que es considerado
habitual.
El tema de la segregación socioespacial y la discriminación que trae
aparejada, se manifiesta de manera explícita en el discurso de algunos jóvenes
(hombres de clase media) pues, más allá de reconocer que se circula por una
porción estrecha de la ciudad, aparece con fuerza: i) la distinción de realidades
diversas y lejanas, expresada en el saber que existen otros jóvenes en la ciudad,
pero que son extraños y cuyas prácticas distan de las propias y, ii) que es
posible reconocer a los pares. Ambas situaciones son posibles por la simple
localización espacial en la ciudad. El lugar de procedencia y la comuna de
origen, se constituye en un filtro poderoso al momento de establecer relaciones
de cualquier tipo.
En una línea similar, la ciudad, en el caso de los y las jóvenes de clase
media, aparece como un lugar que se conoce muy poco y que se recorre de

164
Estudios del INJUV

manera monótona. No existe la exploración como una práctica habitual, lo


que está influido por un sentimiento de desconfianza frente a los extraños, a
reconocerse parte de una ciudad diversa.
La ciudad es vista como un espacio peligroso, el cual es preciso
respetar, en cuanto a sus ritmos, sus horarios y sus fronteras. Existen lugares
prohibidos o de acceso restringido y que de algún modo se conocen, ya
sea a partir de experiencias previas y/o referencias simbólicas a las que se
encuentran asociadas en la conversación cotidiana, así como en los medios
de comunicación. No obstante, las apreciaciones que se tienen corresponden,
más bien, a una mirada estereotipada de la ciudad que está más allá de las
fronteras de los circuitos frecuentados.
En este sentido, se podría plantear que la ciudad, para los y las jóvenes
de clase media, escapa a su control y deja pocos espacios para explorarla. La
ciudad es vivida de manera esquemática y rutinaria.
En el marco de lo que podría denominarse la experimentación subjetiva
e individual de la “diferenciación objetiva” de la ciudad, es posible encontrar
la apreciación respecto de que Santiago es una ciudad que “exige”. Una ciudad
que exige aparentar, que exige comportarse de ciertas maneras, desenvolverse
de formas diferentes en sus diversos escenarios.
Los distintos lugares de la ciudad obligan, de manera soterrada,
inconsciente, a adoptar (pre)disposiciones diferentes, cuestión que, además de
suponer un alto dominio práctico de los elementos indicativos de la necesidad
de un patrón de conducta diferente según el espacio, no genera una sensación
de armonía. Por el contrario -aunque sin ninguna exageración en el discurso
de los y las jóvenes-, produce algún nivel de estrés, pues hay un cierto temor
a presentarse tal como se es.

3.3.- Significados del uso y las prácticas

Esta sección aborda el problema del uso de los espacios públicos por
parte de los y las jóvenes desde una perspectiva distinta que el precedente.
Se programó un trabajo de observación etnográfica en tres comunas del Gran
Santiago, a saber; Cerro Navia, San Miguel y Santiago.
Los datos recogidos provienen de observaciones no participantes
realizadas a modo de un barrido exhaustivo en los territorios correspondientes
a cada una de estas comunas, y el habla de los y las jóvenes que aquí se constata
fue registrada in situ, es decir, en los espacios públicos de las comunas que
convocaban a los/las jóvenes. A partir de allí, las reflexiones desarrolladas
provienen de la interacción estrecha establecida entre jóvenes y espacios

165
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

públicos, a partir de los usos y las prácticas juveniles en los mismos, que para
este caso se corresponden con la escala barrial.

3.3.1 Una cultura de la entretención

Los/las jóvenes que se encuentran en calles y plazas, en portales y


bandejones, en escaleras de edificios y de estaciones del metro de Santiago,
es decir, los/las que ocupan espacios públicos, autorizados o no, suelen tener
como motivación de sus prácticas la entretención.
El evento que aparece como relevante en este sentido, y que ha pasado
a ser parte de su vida diaria, es el carrete. No hay una definición clara del uso
de la palabra ‘carrete’, pero supone una instancia de conversación, interacción
entre dos o más personas; una práctica recreativa donde la mayoría de las
veces se consume alcohol y otras drogas, como la marihuana.
Las implicancias de esta actividad son múltiples. Requiere, idealmente,
ser llevada a cabo en un lugar “piola” (con poco tránsito), donde no ser
molestados ni - ojalá - molestar. En general, exige un espacio no doméstico,
para desenvolverse más tranquilo.
La carencia de dinero impide que la recreación se desarrolle en locales
donde hay que pagar entrada y/o consumo. Por lo que se elige comprar las cosas
a consumir e instalarse en la plaza, parque u otro lugar “piola” para carretear.
Los adultos ven en este grupo etareo una amenaza y un mal ejemplo
para las nuevas generaciones, los asocian a lo negativo y las conductas que
practican son percibidas como nocivas socialmente. Orden y desorden,
tranquilidad y mal ejemplo, son valores aplicados a las mismas actividades de
los/las jóvenes. El grado en que sean positivas las opiniones respecto de estos
jóvenes dependen del conocimiento personal que se tenga de los/las jóvenes
“carreteros”.
A pesar de que existen diferencias entre jóvenes de distintas comunas,
es posible encontrar factores similares que los unen y los motivan a compartir,
“El copete, la amistad y lealtad entre ellos” .
Otro aspecto que los une e identifica es la música. Así, entre la amistad
y el colegio se desenvuelven y pasan su vida. Si bien el consumo de alcohol
y marihuana es ilegal en la vía pública, es una conducta aceptada entre los/
las jóvenes. La principal amenaza que observan para desenvolver libremente
sus conductas en los espacios que frecuentan (en su mayoría públicos), es la
acción de la autoridad policial.
Junto con la amistad, es la libertad que los y las jóvenes sienten en
el espacio público lo que más los motiva para su uso. Pese a la presión de

166
Estudios del INJUV

la autoridad policial, ellos dominan variadas estrategias para escapar de las


posibles sanciones, por lo que la libertad que el espacio público ofrece no
suele encontrarse en ningún otro lugar.
Además de la presión de las autoridades y los vecinos, que los acusan
cuando hacen desórdenes y son demasiado bulliciosos, está la presión de los
padres. Aunque de los datos recogidos en entrevistas el papel de los padres no
parece ser en exceso determinante, los/las jóvenes suelen expresar una cierta
incomodidad ante la posibilidad de actuar ante ellos como lo hacen entre
amigos. Entonces, el espacio público queda como aquél donde se puede hacer
- casi - cualquier cosa (el carrete), donde no se dan las múltiples presiones de
la familia, el colegio o el trabajo.
Así, para los y las jóvenes, mayoritarios ocupantes de los espacios
públicos urbanos, la libertad que éstos les brindan, parece ser un factor muy
importante para la decisión de acudir a ellos y mantenerse ocupándolos en el
tiempo.

3.3.2 Los y las jóvenes y los espacios externos e internos

Uno de los primeros factores que es necesario destacar en este punto


se refiere a la distinción de género. Son, mayoritariamente los jóvenes varones
quienes se encuentran en los espacios públicos, hasta el extremo de que
algunos han hablado de verdaderos “clubes de Toby” donde ellos se reúnen
para relajarse en un carrete (casi) exclusivamente masculino.
En estos espacios públicos, las jóvenes se encuentran sobre todo en
calidad de acompañantes de sus parejas (pololos) o en lugares con tranquilidad
y poca concurrencia de público, conocidas como las “plazas del amor”.
El invierno, con sus lluvias estacionales, mantiene a los/las jóvenes en
las casas, aunque siempre hay quienes desafían al clima ante la necesidad y
el gusto de juntarse con los amigos. El colegio y el trabajo imponen horarios
a la ocupación de los espacios, dejando disponibles las tardes y las noches
para estos encuentros. Igual se las arreglan para reunirse en los espacios
acostumbrados, aunque sea por unos momentos.
En San Miguel y Santiago, locales como pubs, discotecas y bares son
espacios congregantes cuando las y los jóvenes disponen de dinero para pagar
entradas y consumos. Asimismo, las casas de las y los amigos son utilizadas
esporádicamente en ocasión de fiestas de cumpleaños y otras celebraciones
permitidas por las familias.
En Cerro Navia, claramente la preferencia se inclina hacia el parque
del cerro que da su nombre a la comuna.

167
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

El carrete con ciertos recursos económicos disponibles permite el


desplazamiento juvenil a locales más allá del barrio y/o la comuna. También,
la carencia de infraestructura adecuada para la realización de ciertas
actividades (juegos, entretención, deporte, etc.) es otro factor que motiva los
desplazamientos juveniles por la ciudad.
En algunos casos, habría que tener en cuenta que los movimientos de las
y los jóvenes fuera de los límites del espacio conocido y vivido cotidianamente
- ya sea la comuna, el barrio, la población o la calle - resulta en la ocupación
de espacios públicos que son considerados propios de otras/os jóvenes. Esto
ocurre cuando los desplazamientos son grupales, y pueden concluir en reyertas
territoriales de diversa magnitud.

3.3.3 Las y los jóvenes en los contextos de la ciudad

Uno de los fenómenos de contexto que parecen tener influencia en


las prácticas juveniles es la percepción que tiene la sociedad respecto de la
delincuencia en el país y en la ciudad. Esta percepción relaciona a los y las
jóvenes, especialmente de sectores “populares”, con una serie de delitos de
carácter más o menos violento, y la prensa ha tenido un papel destacado en
construir esta mirada respecto de la población juvenil.
Aunque hace algún tiempo se derogó la llamada “detención por
sospecha”, que afectaba sobre todo a los y las jóvenes populares, según los
relatos de éstos y éstas la impresión es que la autoridad encargada habría
continuado con ese tipo de práctica. Ya se ha destacado la visión juvenil sobre
la acción policial, según la cual éstos ejercen un control excesivo sobre quienes
ocupan espacios públicos. Vigilar y controlar (donde el castigar no queda
ausente), parecen ser las formas actuales de trato policial con los/las jóvenes.
Sin embargo, para las y los jóvenes el estar en casa puede ser incómodo,
ingrato. Las familias son percibidas como autoritarias. Si se suma a eso, el
trato que los y las jóvenes reciben en las escuelas y por parte de funcionarios,
municipales, policiales, y gubernamentales, se configura una percepción muy
negativa de la sociedad adulta por parte de los y las jóvenes.
El único lado positivo del autoritarismo es la protección, pero en la
percepción de los y las jóvenes que ocupan espacios públicos, la “seguridad
ciudadana” pareciera no tener el sentido de protección, sino de represión.
Más allá de la contingencia, la historia de Santiago - en términos de
diferencias y discriminaciones -todavía se hace notar en los espacios públicos.
Además, las y los jóvenes también establecen diferencias entre personas y
espacios, que reflejan la complejidad de la vida social actual en esta ciudad.

168
Estudios del INJUV

Hip hoperos, grafiteros, skeiters, etc., delimitan ciertos lugares en función


de sus prácticas y conductas de manera conciente y/o inconscientemente.

3.3.4 Conclusiones

En el complejo entramado de la vida juvenil, para algunas/os jóvenes


de las comunas de Santiago, San Miguel y Cerro Navia, una parte importante
de su tiempo de ocio se consume en actividades outdoors. Parques, plazas,
calles, veredas, sitios eriazos, portales, escaleras, lugares autorizados y no
autorizados, reciben a estas/os jóvenes. De preferencia se prefiere espacios
ubicados a una distancia relativamente próxima del lugar de residencia.
Desde la perspectiva de la ocupación de tales espacios, las y los
jóvenes pueden ser divididos entre quienes los utilizan frecuentemente y
quienes esporádica o raramente acuden a ellos. La frecuencia dependerá de
diversos factores: ocupaciones principales, situación familiar, práctica de
deportes, pololeo. La práctica que parece atraer mayor cantidad de jóvenes a
estos espacios es el carrete. Si se dispone de dinero, se podrá salir a carretear
a locales pagados, discos y pubs relativamente cercanos o alejados (el barrio
Bellavista sigue siendo el lugar más nombrado).
En segundo lugar, estos espacios se utilizan para la práctica de deportes-
juegos-música-baile, los que suelen influir en los desplazamientos juveniles
por la ciudad. La escasez de infraestructura apropiada para la realización de
deportes como el ciclismo / biking y el skating hace necesaria esa movilidad.
El fútbol, deporte tradicional, se practica en todas partes, pero incide en el
traslado en el caso de los campeonatos entre comunas y partidos de los clubes
preferidos. Asimismo, el interés por asistir a y tocar en recitales y tocatas de
las expresiones musicales favoritas, lleva al movimiento por la urbe.
Por otra parte, las y los jóvenes que hacen uso de los espacios públicos
establecen una cantidad de distinciones, que emplean para diferenciarse del
resto de los y las jóvenes y para ubicarse en una compleja jerarquía social.
Estas discriminaciones se basan en la práctica de ciertas actividades, en la
pertenencia a ciertos grupos, en el origen nacional e incluso en el lugar de
residencia, y se expresan con términos como: “cuicos” y “pitucos” - para los
que son considerados hacia arriba en la escala social (o para quienes creen
estar más arriba) - y “flaites” para los que son considerados más abajo. El
término “choro”, o “chorizo”, suele aplicarse a personas y/o grupos que tienen
ciertas prácticas específicas como robo, porte y uso de armas.

169
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

4.- SÍNTESIS ANALÍTICA EN TORNO A LAS DEMANDAS JUVENILES.

Respecto de los resultados, se ha transitado por la descripción y


análisis de aquellos lugares y prácticas que marcan una cierta especificidad
juvenil, además se han presentado las representaciones sociales que guían
la experiencia juvenil de la ciudad y se han abordado los usos y prácticas
juveniles y los significados asociados a los espacios públicos.
A partir de tales elementos se ensayará una síntesis que observe el
material recopilado desde un punto que aún no ha sido tratado y que se refiere
a las demandas juveniles respecto de la ciudad y sus espacios públicos. Éstos
se ordenan de acuerdo a la distinción que ha organizado el estudio, vale
decir, cruzando la procedencia socioeconómica y el sexo de los individuos
contactados. De esta manera, se distinguirán las demandas de los jóvenes
populares y de nivel medio.

4.1 Mujeres populares

La principal necesidad que plantean las jóvenes populares es la de


disponer de tiempo. Esta necesidad es importante porque se traduce en una
baja calidad de las relaciones interpersonales, ya que sin el tiempo suficiente,
es imposible brindar a otro/a aquellos elementos que hacen saludable una
relación. El tiempo es rescatado aquí como un recurso para la sociabilidad.
En segundo lugar, Santiago es una ciudad que puede proporcionar todos
aquellos recursos o servicios requeridos para la satisfacción de las necesidades
de sus habitantes. Todos menos aquellos que proporcionan tranquilidad.
En tercer lugar, y ahora desde un punto de vista que observa más
claramente a la ciudad en su totalidad, se plantea la necesidad de acceso a
la educación, pero entendiendo que esa accesibilidad no viene dada por la
ubicación espacial que se tenga en la ciudad, sino que por una disposición o
voluntad de la autoridad, pues el acceso cae en su ámbito de competencia.
En cuarto lugar, de manera un tanto residual en la conversación de las
jóvenes, se plantea que Santiago necesita de mayor libertad. Libertad para
expresar, libertad para hacer cosas distintas a las que tradicionalmente se han
hecho. Ahora bien, entre las condiciones de posibilidad para que lo anterior se
cumpla no está ausente la necesidad de enfrentar la delincuencia.
Finalmente, resulta interesante constatar que la conversación se
termina con una visión pesimista del futuro, con una desconfianza respecto de
la satisfacción de sus demandas.

170
Estudios del INJUV

4.2 Mujeres de sectores medios

Son mucho más críticas que sus homologas populares.


Para las jóvenes de clase media consultadas, la necesidad fundamental
es que la ciudad de Santiago cambie, se modifique, ya que las condiciones de
vida que en ella existen en la actualidad son perjudiciales, podría decirse que
hasta casi autodestructivas... de otra forma, lo que queda es marcharse.

4.3 Hombres populares

Quizá, la primera demanda expresada por estos jóvenes corresponde


a aquella referida a que los jóvenes se tomen la palabra y se hagan cargo de
sus expectativas, se proyecten y no sean espectadores y sólo tomadores de las
oportunidades que otros (los adultos) les ofrecen.
Sin embargo, y tal vez como un requisito previo para lo anterior,
se señala la necesidad de igualdad; necesidad de igualdad que, desde otro
registro, podría llamarse necesidad de democratización social, ya que se trata
de igualar las oportunidades de acceso a bienes y servicios existentes, como
un “indicador” de democracia verdadera.
En este sentido, cabe destacar el certero diagnóstico de la realidad que
se efectúa: la individuación (“personalización”) requiere de ciertos recursos
(materiales y culturales, por ejemplo) que se encuentran desigualmente
distribuidos en la sociedad, por lo que su redistribución de forma más
equitativa, es casi una pre-condición para el logro de las expectativas de vida
en una sociedad como la actual.

4.4 Hombres de sectores medios

El primer aspecto destacable en cuanto a la o las demandas de estos


jóvenes con relación a los espacios públicos es que, dada la irrupción en ellos
de personas a las que “les gusta ir gratis a todas partes” (jóvenes de sectores
populares), plantean la necesidad de regularizar su acceso.
La ciudad y sus espacios públicos, dada su heterogeneidad amenazante,
deben ser regulados por la autoridad, de manera que se minimice el potencial
de riesgo que puede aparecer en cualquier parte y en cualquier momento.
En segundo lugar, estos jóvenes destacan el carácter centralizado
de la ciudad que determina que los desplazamientos en ella sean bastante
largos, lo que genera la necesidad de acortarlos, de disminuir la demora en los
desplazamientos.

171
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

Se podría decir en síntesis, entonces, que las necesidades, expectativas


y aspiraciones de los jóvenes de clase media están situadas en el ámbito de lo
práctico, de lo útil, de la experiencia cotidiana de distancias, inseguridades,
agobios y riesgos, y no de cuestiones de orden simbólico o de sentido, como
podrían ser las necesidades de libertad y de libertad de expresión que también
mencionan, pero que en definitiva se reducen a tener la posibilidad de pasarlo
bien y hacer lo que se quiera.

Reflexión final

Podría decirse que siempre está presente la voz, que en algunos casos
es disonante (sectores medios) o en otros mayoritaria (sectores populares) de
que la ciudad no es independiente de lo que cada uno haga, es decir, no se le
considera un espacio inmodificable.
Está claro, se trata de una realidad estructurada de acuerdo a ciertos
principios (segregación, aceleración, “anonimización” o despersonalización,
etc.), pero esa estructuración se reproduce como efecto de la acción de quienes
viven en la ciudad, por lo que siempre queda la posibilidad de transformarlas.
Eso sí, esa capacidad de transformación está limitada o se corresponde
con los recursos y potencialidades que posee cada uno. El problema es que las
condiciones en que se han ido configurando como individuos cada uno de sus
habitantes contribuyen a que su(s) disposición(es) sean más afines a mantenerse
o mantener la estructura en la inercia, que a ejercer actos transformadores.
Como los y las jóvenes manifiestan que sus actos son efectivamente
transformadores, una de las principales necesidades que se vislumbra –en
el marco de la transformación de la ciudad- no es la modificación de sus
características específicas o de los principios de los que de ella emanan, sino
de las disposiciones individuales existentes hacia ella; de aquellas posturas de
las que, en definitiva, depende su modificación.

5.- CONCLUSIONES
Las grandes ciudades latinoamericanas presentan, como uno de sus
principales rasgos, una enorme extensión. Son ciudades cuyas dimensiones
las hacen casi inabarcables con la vista, los recorridos y hasta con la
imaginación.
Esto, sumado a que la circulación y el flujo se han constituido en los
principios ordenadores de la ciudad actual, ha provocado una “reducción
progresiva de la ciudad que es realmente usada por los ciudadanos”,

172
Estudios del INJUV

determinando que sus habitantes, “deban” especializar sus recorridos, trayectos


e itinerarios; “deban” desarrollar estrategias de movilización, circulación y
vida que estén acorde a esta nueva materialidad-inmaterialidad, a estas nuevas
condiciones urbanas de existencia.
Podría decirse entonces que, los usos de la ciudad se especializan
y, por tanto, los recorridos se “estrechan”; los espacios de reconocimiento
disminuyen; los encuentros se hacen más improbables. En este marco, Santiago
no presenta una realidad diferente.
La ciudad, de esta manera, presenta una “objetividad”, una cierta
“constitución objetiva” que establece en gran medida el margen de uso o el
rango de posibilidades de uso de un determinado espacio.
No obstante, esta “objetividad” de la ciudad encuentra su “complemento”
en la apreciación que de ella hacen los sujetos, quienes en y por la experiencia y
el conocimiento práctico que tienen de esos espacios y su historia, los significan
de determinadas maneras, “convirtiéndolos” en “espacios escenografiados” en
los que, por lo mismo, no puede efectuarse cualquier representación, sino sólo
aquellas que están, de alguna forma, permitidas por el espacio.
Se podría plantear, en una reflexión que vinculara espacios públicos
y ciudadanía, que el máximo desarrollo ciudadano se obtiene cuando el o
los individuos son capaces de gestionar y regular de manera autónoma la
privacidad de las interacciones en las que participan, sin necesidad de poner
esa gestión-regulación en otro, fundamentalmente en la autoridad.
Privacidad es entendida aquí en una doble dimensión: i) como capacidad
de regular el grado de exposición en que se quiere quedar frente a otros y el
grado de acceso a sí mismos que se quiere proporcionar a otros y; ii) como
apropiación del entorno en que la interacción se desarrolla.
Dicha capacidad de regulación, por lo mencionado, constituye una
capacidad más o menos flexible y adaptable a las condiciones cambiantes
del entorno en que se desenvuelven los individuos, pero no es una capacidad
igualmente distribuida entre ellos/as, ni tampoco inmodificable.
Por otro lado, para el autor de este estudio, lo propio del habitar, no
es sólo estar con otros, sino “estar expuesto a la interpelación de otros por
cada cosa que uno hace o deja de hacer”, es decir, ser ante otros; eso sería
lo propio de la espacialidad pública. En el caso de los/las jóvenes no se trata
de responder frente a los otros, de sentirse interpelado a responder sobre la
validez de los actos, sino de un estar ante otros puramente dramatúrgico en
que el otro es espectador.
Para el caso de los/las jóvenes, sobre todo los/las jóvenes de clase
media, podría decirse que se ha instalado un nuevo modo de relación con los

173
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

otros y con el mundo de acuerdo al cual el otro se queda reducido a testigo...


testigo de la pose, del espectáculo, de la “indiferencia”.
El modo de relación que instala por ejemplo, el walkman, es muy
similar al principio de acción o de movimiento que orienta a estos jóvenes: el
de la evasión. Evito lo que no me gusta, evito lo que no me parece, evito las
imágenes que no me parecen interesantes, evito lo que “no me tinca”.
En la misma dirección, y derivada de la observación en terreno del uso
que los y las jóvenes hacen de los espacios públicos, podría concluirse que,
dado que el modo de interacción que predominantemente establecen ellos/
as con otros actores en dichos espacios -como pueden ser los adultos, pero
también otros grupos de jóvenes-, corresponde a lo que podría denominarse
un “encuentro indiferente” y que, como se desprende de lo anterior, la
vinculación establecida es dentro de un grupo de pares, que se caracteriza no
sólo por constituir un grupo de edad, sino que además por tener un alto nivel
de afinidad y, por tanto, similitud de apreciaciones, valoraciones y conductas,
por lo que la posibilidad de constituir un espacio de intercambio comunicativo
entre actores diferentes se ve mermada, disminuida. La evasión no posibilita
el surgimiento de espacios de negociación y aprendizaje para estar con otros/
as, para gestionar la interacción con ellos/as, el encuentro y el diálogo en la
diversidad imprescindible para la ciudadanía.
Podría decirse, entonces, que el problema se produce cuando los
espacios públicos pierden el carácter esencial que tienen en el imaginario de la
modernidad, vale decir, constituir espacios de encuentro y convivencia en/de la
diversidad para transformarse en espacios donde predominan los vínculos con
aquellos/as con que se tiene un alto nivel de afinidad y, por tanto, similitud de
apreciaciones, valoraciones y conductas, y cuando los territorios secundarios
desaparecen de la experiencia de los sujetos.
Desde otro punto de vista, los resultados de esta investigación permiten
pensar en una suerte de “plano de la participación juvenil” en el espacio
público, donde la ciudadanía no aparece articulada en función de la metáfora
urbano-física (ciudad) asociada a la idea convencional, sino que en torno a las
motivaciones y las prácticas que determinan o definen el modo cívico de estar
en la polis.
Así podemos distinguir un eje de las motivaciones asociadas “al ser y
el hacer ciudadano”, donde los polos están dados por las ideas de “lo global
abstracto” y “lo concreto vivido”, y un eje de las prácticas, donde los polos son
“lo colectivo” y “ lo individual”.

174
Estudios del INJUV

MATRIZ TIPOLÓGICA PARTICIPACIÓN JUVENIL

Lo global abstracto

M
o Transformación social
I Teleparticipación
t
a través de las C
i
n social v organizaciones o
a
d a través de NTIC c políticas y sociales l
i
i o tradicionales
e
n
v Práctica
a
Práctica c
l
i t
d M
i
Inclusión social o Participación social
u t v
a través de la i a través de
a v o
participación asociaciones
l en los
a
c locales,
subsistemas i solidarias
o
funcionales n y expresivas
a
l

Lo concreto vivido

El cruce de dichos ejes determina cuatro espacios de participación


pública: el de la “participación colectiva”, el de la “participación asociativa”,
el de la “participación individual” y el de la “participación virtual”.
En el primero encontramos formas de articulación ciudadana
vinculadas a los movimientos sociales tradicionales, donde lo central es la
idea de trasformación social estructural. En el segundo, otras tantas referidas
a los llamados nuevos movimientos sociales, más vinculados al cambio de los
modos cotidianos de vida y convivencia. En el tercero figuran las orientaciones
individuales a la inclusión mediante los subsistemas funcionales de integración
social, que refieren al cambio circunscrito al proyecto de vida personal. Por
último, en el cuarto se revelan las formas virtualizadas de la construcción de
comunidades desterritorializadas, donde la noción de cambio está configurada
en torno al “medio” mismo más que a la finalidad de la comunicación.
Si bien todos estos tipos tienen referentes empíricos que coexisten
en la actualidad, es posible sostener que en el esquema propuesto se revelan
como emergentes los modos de ciudadanía propios de los cuadrantes de “lo
individual” y “lo virtual”.

175
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

MATRIZ TIPOLÓGICA PARTICIPACIÓN JUVENIL

Lo global abstracto

M
o
I t
C
(4) i (1)
n v
o
VIRTUAL a COLECTIVO
d c
l
i
i o
e
n
v Práctica
a
Práctica c
l
i t
d M
i
o
u t v
i
a (3) v (2) o
l INDIVIDUAL a
c
ASOCIATIVO
i
o
n
a
l

Lo concreto vivido

6.- PROPUESTAS
Enfrentar el problema abordado no pasa por dotar a priori de una
especificidad juvenil los espacios públicos. Estando el conflicto en la no
aceptación de las lógicas juveniles en el uso y apropiación de lo público por
parte del mundo adulto (vecinos, autoridades, fuerza pública), marcada ésta por
el prejuicio y en ocasiones por el estigma, una tarea primordial es producir las
condiciones para que las prácticas juveniles puedan emerger con legitimidad
en la esfera pública, generando espacios, instancias, momentos que permitan
a las distintas formas de expresión colectivas de los/las jóvenes operar con
legalidad y legitimidad.
Se plantea esto, pues los/las jóvenes no se quejan por la no existencia
de espacios físicos, pues los hay, la cuestión pasa más bien por el acceso a
ellos. Acceso restringido por razones financieras (“en Santiago todo se paga”),
de localización (“Santiago es muy grande y existen muchos lugares que no
conoces”) y principalmente represivas (“estás en un parque, tranquilo, y llegan
los pacos”).

176
Estudios del INJUV

Por otro lado, debe reconocerse la diversidad de usos y usuarios que


coexisten en los espacios públicos. Es decir, los espacios no son neutros, por
lo tanto, los distintos usos van a generar apropiaciones diferenciadas y muchas
veces en conflicto (inter e intra generacionales) unas con otras.
Aquí, las alternativas son, por un lado, la atomización de lo público a
partir del tipo de actividad realizada o por el tipo de usuario involucrado y, por
otro, la promoción de espacios públicos que convoquen actividades y usuarios
diversos.
Reconocer las particularidades de los bikers, skaters, hiphoperos,
raperos, malabaristas y de los/las jóvenes “a secas”, constituye un acto
obligatorio para la sociedad, sin embargo el desafío mayor pasa por evitar la
lógica de compartimentos estancos y desarrollar estrategias de acción hacia los/
las jóvenes en lo público que contemplen la comprensión de la heterogeneidad
de lo juvenil y su relación compleja tanto con sus pares generacionales como
con la diversidad social de la ciudad en su conjunto. En fin de cuentas, se trata
de construir una ciudad diversa para ciudadanos diversos y no una ciudad
atomizada para ciudadanos atomizados.
Ahora, teniendo en cuenta la relación dialéctica existente entre espacio
y sociedad, donde cada uno respecto del otro es estructurante y estructurado, es
posible imaginar que interviniendo por ambos polos se concurrirá a constituir
ciertas condiciones permitiendo resolver problemas de convivencia muy
propios de las ciudades contemporáneas y palpables nítidamente en la ciudad de
Santiago, y que se relacionan con el miedo a lo(s) desconocido(s), una demanda
casi morbosa por seguridad, una promoción peligrosa de la desconfianza en los
otros y un estrechamiento de las relaciones cercanas como principal solución. En
definitiva, una retracción de lo público, porque se estigmatiza como peligroso,
y una valorización de lo privado como estrategia de vida.
Para hacer frente a esta ciudad temerosa de sí misma, se precisa trabajar
simultáneamente en la escala local, tanto como en la metropolitana (o nacional
incluso, al menos para las grandes ciudades), actuando también de manera
simultánea sobre el espacio y sobre la vida social.
Así, intervenir en el espacio local implica reconocer la diversidad
existente, aglutinando esa diversidad en aspiraciones y expectativas comunes,
es decir nos reconocemos diferentes pero establezcamos ciertos acuerdos
de colaboración y convivencia que nos permitan coexistir en el espacio y
permanecer en el tiempo.
El espacio debe reconocer en su diseño la diversidad de sus potenciales
usuarios, y para ello no hay otro camino que elaborar estrategias de diseño
participativo que involucren a la comunidad.

177
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

En un segundo nivel, aparece un acumulado interesante en el ámbito


de la arquitectura y del trabajo social (como quehacer, no como disciplina) que
en Chile se construyó principalmente en el mundo no gubernamental, durante
la segunda mitad de la década de los ochenta, fundamentalmente ligado a la
reconstrucción de viviendas tras el terremoto de 1985.
Este acumulado corresponde estrechamente a lo que aquí se denomina
diseño participativo y que busca romper con un modo de intervenir verticalmente
en las soluciones, modo en que predomina el saber-hacer del experto trabajando
en gabinete, más influido por la “iluminación” que por las necesidades y
requerimientos comunitarios. En el caso del diseño participativo, el producto a
lograr se va construyendo en todas sus etapas en un diálogo permanente entre la
comunidad, los agentes financieros y políticos, junto a los expertos que abordan
de manera simultánea la dimensión social y la dimensión espacial.
Aquí es preciso elaborar un proyecto comunitario de espacio público.
Para ello, es preciso aproximarse a la comunidad (o a los usuarios si dicha
comunidad no existe o es difusa), reconocer su diversidad e indagar en ella,
respecto de la relación particular con los espacios públicos existentes; enumerar
todas las deficiencias del espacio en cuestión; imaginar los distintos espacios
públicos ideales.
Con esto, será posible identificar los problemas y deseos latentes
en los distintos grupos de la comunidad y sus respectivas prioridades a ser
resueltas, lo que constituiría el programa de la obra, es decir constituirían
los antecedentes a disposición de los equipos de arquitectos para elaborar
un conjunto de propuestas a ser discutidas por los habitantes, hasta decidir
de manera abierta y democrática por el proyecto que mejor responda a las
necesidades y requerimientos de los distintos grupos de la comunidad.
Todo este proceso va acompañado de un diálogo permanente con los
agentes financieros y políticos que actuarán como vínculos certeros respecto
de la factibilidad financiera y de gestión.
En un esfuerzo de modificar la relación conflictiva entre espacio y
vida social que existe en la ciudad de Santiago, cabe desarrollar estrategias
multidimensionales que promuevan el retorno de los ciudadanos a los espacios
públicos.
Dada la centralidad del problema de seguridad ciudadana, para el
cual se ha demostrado que se requiere al menos complementar las estrategias
policíacas con estrategias de participación comunitaria, el espacio público
constituye el lugar privilegiado para el encuentro de las comunidades y, por
tanto, para la emergencia de acuerdos y la decisión de cursos de acción posibles
que favorezcan la producción colectiva – comunitaria de la seguridad.

178
Estudios del INJUV

De igual forma y muy relacionado con ello, la sociedad chilena requiere


con cierta urgencia de un acercamiento entre sus “postulados discursivos”
respecto de la diversidad y sus “prácticas concretas y cotidianas” en relación
a ella. Vale decir, requiere que esa amplia aceptación de la diversidad a nivel
del discurso se traduzca en prácticas concretas que la vivan y la acepten como
parte de la cotidianeidad, con toda la cercanía que ello implica.
Finalmente, a la luz de los hallazgos obtenidos en el desarrollo de la
investigación, aparece la necesidad de generar mayor información sobre el
tema en cuestión, complementando el abordaje cualitativo efectuado en este
estudio, con otro de carácter cuantitativo que permita identificar y caracterizar
la distribución de ciertas formas de uso de los espacios públicos por parte
de los/las jóvenes, incluyendo necesidades, expectativas, y aspiraciones que
respecto de aquellos los y las jóvenes construyen, así como las asociaciones o
correlaciones que se establecen con otros tópicos aquí abordados.

179
Los y las jóvenes y la utilización de espacios públicos

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182
Estudios del INJUV

LOS Y LAS JÓVENES Y EL USO DE


COMPUTADORES E INTERNET*
1.- PRESENTACIÓN
La tecnología es una herramienta transformadora que está presente
en todos los ámbitos en que se desarrolla el ser humano e influye fuertemente
sobre su vida individual y colectiva. En este documento se describirá cómo la
tecnología afecta la “subjetividad y la organización social de los y las jóvenes”.
Dado lo amplio del campo abarcado por las nuevas tecnologías y con
el fin de ser más preciso en la información que se presenta, esta investigación
se limitará a estudiar el uso de computadores e Internet y los espacios en que
estas herramientas son utilizadas por los y las jóvenes.
Los resultados aquí descritos son producto de tres tipos de herramientas
de investigación:

a. Encuestas.
b. Entrevistas.
c. Grupos Focales.
*
Este documento es un resumen elaborado el año 2002 de una investigación original
realizada por el Consultor Fernando Soto Valenzuela y el Departamento de Estudios
y Evaluación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). El equipo completo lo
conforman Fernando Soto Valenzuela, Carlos Espejo Silva e Isabel Matute Willemsen.
El documento completo se encuentra disponible en el Centro de Documentación de la
Dirección Nacional del INJUV o en la página web: www.injuv.gob.cl

183
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

Principalmente se busca conocer el proceso de conformación de los


espacios en los cuales interactúan los sujetos que acceden a estas tecnologías,
ya que esta herramienta tecnológica ha de condicionar y afectar en todo sentido
el accionar de los y las jóvenes de hoy, identificándolos como sujetos situados
social y culturalmente en esta época.

2.- LA RELACIÓN TECNOLOGÍA, SOCIEDAD Y CULTURA.

La rápida evolución y desarrollo tecnológico de nuestros días, ha


acelerado como nunca antes los procesos sociales llegando a alterar la
tradicional relación entre cultura y sociedad.
Como sostiene Castells (Castells, 1999), la “tecnología es sociedad”, en
tanto expresión de su producción cultural y material, y asimismo, la sociedad
no puede ser entendida sin las herramientas técnicas que condicionan las
prácticas de los sujetos y sus esquemas mentales.
Desde esta perspectiva, Vygotski plantea que las actividades
tecnológicas de las personas constituyen la clave para la comprensión de
su sistema sicológico-cultural, en tanto los procesos mentales deben ser
comprendidos históricamente, a partir de las actividades prácticas de los sujetos.
En este sentido, señala que la actividad simbólica tiene una específica función
organizadora, que se introduce en el proceso de uso de instrumentos (Vygotski,
1979). Además, sostiene la importancia del lenguaje en la organización de
la actividad práctica y -por lo tanto- una unidad entre percepción, lenguaje
y acción (articulándose inteligencia práctica y uso de signos), que define el
proceso de aprendizaje con las herramientas.
De esta manera, se llega a establecer una relación de mutua afectación,
donde los objetos (intervenidos) son sometidos a fines sociales y los sujetos
son enculturizados (asimilados) por sus prácticas con estos objetos.
En función de lo descrito por Castells y Vygotski, el vínculo entre lo
tecnológico y lo sociocultural se encuentra recíprocamente influenciado. Las
bases tecnológicas en las que se desarrollan las relaciones sociales, constituyen
un marco condicionante, donde los actores construyen su cotidianeidad como
experiencia subjetiva y cognitiva.
Por otro lado, en un ámbito más general -según Castells- es posible
sostener que la dinámica entre cambio tecnológico y social va a depender
de las características de desarrollo histórico de cada una de estas variables.
La capacidad de una sociedad para dominar las tecnologías claves en cada
período condiciona la potencialidad de esta sociedad para transformarse social

184
Estudios del INJUV

y culturalmente. En este sentido, las instituciones sociales pueden cumplir


un papel fundamental como fuerzas dirigentes de innovación tecnológica, o
también de retraso, al limitar los círculos de creación de ideas y conceptos
autónomos de la sociedad.
Lo que se plantea -fundamentalmente- es que la llamada revolución
de las tecnologías de la información (el uso de computador e internet
principalmente), está cambiando la estructura de la cultura material y simbólica
de nuestras sociedades, en base a un nuevo paradigma informacional.

3.- EL ACCESO A COMPUTADORES E INTERNET EN CHILE

3.1.- Precisiones preliminares

Antes de entregar algunos datos e informaciones que ayuden a


configurar el campo del estudio, se deben realizar ciertas precisiones, que
permitan entender de mejor manera el tema del desarrollo de Internet en
Chile.
En primer lugar, el funcionamiento de la red, entendida como un
mercado donde hay oferta y demanda, es de un gran dinamismo. Por lo que,
en general, los informes y estadísticas entregados no corresponden a los datos
actuales, sin embargo, sirven a objeto de dar una mirada del fenómeno global.
Relacionado con lo anterior, está el hecho de que Internet es un espacio
importante en el cual se llevan a cabo negocios, por lo tanto, la información no
sólo tiene carácter de conocimiento, sino también existe un tema estratégico,
en donde los datos son reservados. Es decir, no toda la información se hace
pública.
Finalmente, en este apartado se busca hacer un repaso desde diversos
estudios e intereses, a fin de construir una perspectiva que de cuenta del
desarrollo de Internet en Chile, no sólo como un fenómeno de mercado.

3.2.- Disponibilidad de computadores.

Se experimenta un fuerte crecimiento del uso de computadores en


Chile, los que pasan de 0,4 a 1,4 millones entre 1994 y 2000.
Este crecimiento se descompone en las siguientes áreas:

• 70% en empresas y educación


• 30% en hogares.

185
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

COMPUTADORES EN USO EN CHILE

1,6
1,4
Millones de computadores

1,4
1,2
1,2
1 0,9
0,8
0,8
0,6
0,6 0,5
0,4
0,4
0,2
0
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Año

3.3.- El acceso a Internet

Respecto a las formas de acceso a Internet, hoy existen 2 modalidades


de acceso: Dedicada y Conmutada.
Si bien existe un estancamiento en el acceso vía línea telefónica
(técnicamente llamada conmutada), esto convive con un aumento explosivo de
las líneas “dedicadas” (ADSL, Banda Ancha, Will), las que han experimentado
un crecimiento de un poco más de 6 veces en un año.
Por otro lado existe una importante Oferta pública de acceso a
Internet:

• La red enlaces.
• SIJ (Sistema de Información para la Juventud).
• Otras (Infocentros, Proyecto F. Bill Gates – DIBAM)

3.4.- Perfil de los usuarios

La cantidad de usuarios en Chile de Internet, como porcentaje, está


por sobre el promedio de América Latina. Sin embargo, respecto a los países
desarrollados la comparación es completamente opuesta, situándonos por
debajo del promedio de éstos.

186
Estudios del INJUV

No obstante lo anterior, el número de usuarios de Internet ha


experimentado un aumento explosivo, pasando de 140 mil usuarios en el año
1998 a 3 millones en el año 2001.
Según CASEN del año 2000, un 16,9% de los hogares del país posee
computador y la mitad de este porcentaje cuenta con conexión a Internet.
En Chile, las personas con acceso a computador representan un 33%
del total nacional, mientras que la que tiene acceso a Internet llega a un 18%.
En este contexto, los y las jóvenes menores de 19 años son quienes están más
integrados y familiarizados con esta herramienta.
En cuanto a lo demográfico, los usuarios se concentran en la Región
Metropolitana, y respecto al género o sexo de los y las jóvenes, no existen
diferencias sustantivas entre hombres y mujeres.
Si bien se presenta una situación de ventaja en el uso de esta herramienta
respecto del promedio de los países latinoamericanos, se está lejos de igualar a
quienes están a la vanguardia tecnológica.

4.- METODOLOGÍA DEL ESTUDIO

4.1.- Introducción.

Esta investigación da cuenta de las conductas que poseen los y las


jóvenes de las regiones V y Metropolitana entre 15 y 24 años de edad respecto
de los computadores e Internet.
La investigación se realizó en 4 etapas:

4.2.- Primera Etapa.

La primera etapa de la investigación contempló la recolección de


datos secundarios y primarios, que permitieron construir un marco teórico y
conceptual, de acuerdo al cual se abordó el tema de estudio. Por otra parte, en
esta etapa se definieron las dimensiones e indicadores, a partir de los cuales
se elaboraron los instrumentos cuantitativos y cualitativos aplicados en la
siguiente etapa.
Las técnicas asociadas a esta primera parte fueron dos: revisión de
fuentes secundarias y entrevistas semiestructuradas a informantes ligados a la
oferta de nuevas tecnologías.

187
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

4.3.- Segunda Etapa.

La segunda parte de la investigación, estuvo determinada por la


aplicación de una encuesta y de entrevistas a jóvenes usuarios de computadores
e internet. En primer lugar, a través de la encuesta se buscó indagar en los
usos que hacen los y las jóvenes de estas nuevas tecnologías. Por su parte, las
entrevistas se orientaron a profundizar los temas de significado y apropiaciones
de contenido, que realizan los y las jóvenes producto de dichos usos.

I.- Encuesta a jóvenes usuarios.

a) El instrumento.

Para la realización de la encuesta, se utilizó un cuestionario compuesto


de 27 preguntas, en su mayoría con respuestas precodificadas (cerradas). El
cuestionario se dividió en dos partes; la primera de ellas se orientó a indagar en
el uso de computadores, mientras que la segunda consideró el tema Internet.
Para la aplicación del instrumento, se decidió considerar sólo población
inserta en el sistema educacional, entre 15 y 24 años, residente en las regiones
Quinta y Metropolitana.
En el caso de los alumnos de educación media, se determinó la
autoaplicación del cuestionario, bajo la supervisión de un encuestador.
Para los y las jóvenes de educación superior, se contempló la aplicación del
instrumento por un encuestador.

b) La muestra.

La muestra fue definida como no probabilística y de asignación


arbitraria de casos (se privilegió la educación media; y dentro de ella los
establecimientos municipales. En el caso de la educación superior, se favoreció
a las universidades tradicionales). Para la selección de los sujetos, se definieron
las siguientes etapas:

• Asignación de casos por región.


• Asignación de casos por tipo de educación (media y superior).
• Asignación de casos por tipo de establecimiento.
• Selección de encuestados.

Se determinó un total de 600 casos a encuestar, distribuidos tal como


indica la tabla.

188
Estudios del INJUV

Tipo de Educación Quinta Región Región Total


Metropolitana
Educación Media 150 300 450
Educación Superior 50 100 150
Total 200 400 600

c) El Análisis de los datos.

Los datos recogidos a través de la encuesta, fueron digitados en el


programa SPSS (programa estadístico para ciencias sociales) y procesados
considerando dos niveles de análisis:

• Análisis univariado de la información, calculándose para cada una


de las variables asociadas a los ítems o preguntas del instrumento de
aplicación, su distribución en la muestra (frecuencias) y los estadísticos
descriptivos de las variables numéricas (valor mínimo y máximo;
mediana y promedio).

• Análisis bivariado, correspondiente a los cruces de las variables en


estudio con otras variables relevantes, cuyos resultados se presentan
en tablas de contingencia o de doble entrada. Además, se consideró la
aplicación de pruebas de asociación y la construcción de un índice que
rearticula diferentes variables sobre el nivel de uso de la red.

II.- Entrevista a jóvenes usuarios.

a) El instrumento.

Dada la finalidad de las entrevistas, se elaboró –para guiar las


conversaciones- una pauta de temas flexible, que fue concebida como una
prolongación y una profundización de los tópicos planteados por la encuesta,
con tal de rescatar las inquietudes propias de cada informante. Atendiendo los
intereses de la investigación, se definieron cinco temas articuladores de las
conversaciones con los y las jóvenes:

• Forma de aprendizaje y socialización de las nuevas tecnologías.


• Uso de computadores e Internet en la vida cotidiana.

189
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

• Percepción de cambios en los hábitos de vida.


• Expectativas respecto del uso posible y deseado de los computadores e
Internet.
• Cambios en los modos de adquisición y transmisión de información y
conocimiento.

b) Los informantes.

Para la selección de los informantes, se establecieron una serie de


criterios, de acuerdo a los cuales se realizaron 10 entrevistas a jóvenes usuarios
de computadores e Internet:

• Se decidió considerar sólo usuarios habituales de computadores e


Internet.
• Se definió un rango de edad entre 15 y 24 años.
• Se estableció que las personas deberían ser contactadas en los CIJ,
cafés virtuales, telecentros, colegios y universidades.

La distribución propuesta originalmente para las entrevistas,


considerando región y edad, fue la siguiente:

Región Mujeres Hombres Total


-Menor de 18 +Mayor de 18 -Menor de 18 +Mayor de 18
Quinta 1 1 1 1 4
RM 2 1 1 2 6
3 2 2 3 10
Total
5 5 10

c) El Análisis de la información.

Las entrevistas fueron grabadas y transcritas. Posteriormente se


desarrolló -a partir de ellas- un análisis en dos etapas y niveles:

• Una primera aproximación consistió en un ordenamiento temático


de las conversaciones, lo cual posibilitó la identificación de las ideas
fundamentales y la comparación de los diferentes textos, relevando
aquellas materias factibles de ser profundizadas.
• En segundo lugar, se realizó un análisis del discurso de los

190
Estudios del INJUV

informantes, para indagar sobre lo que dicen y desde dónde lo dicen,


enfatizando los temas vinculados a los significados que atribuyen al
uso de computadores e internet, a las motivaciones subyacentes y a la
percepción de utilidad de estas tecnologías.

4.4.- Tercera Etapa.

En la tercera parte de la investigación se usó la técnica del grupo focal,


con el objetivo de profundizar en los temas ligados a la importancia y los
significados que los y las jóvenes atribuyen a la red.

a) Los Grupos.

De acuerdo a los resultados generados por la encuesta y las entrevistas,


se decidió la realización de cuatro grupos focales, que tuvieran las siguientes
características:

• Jóvenes habitantes de la Región Metropolitana.


• Jóvenes de entre 15 y 24 años, insertos en el sistema educacional y
usuarios de computadores e internet.
• Grupos mixtos.

En detalle, la composición de cada grupo obedeció a dos condiciones; la


edad (15 a 18 años y 19 a 24 años) y la disposición de conexión domiciliaria a la
red (con conexión y sin conexión), lo cual se tradujo de la siguiente manera:

• Grupo 1: jóvenes de 15 a 18 años, sin conexión a Internet en su casa.


• Grupo 2: jóvenes de 15 a 18 años, con conexión a Internet en su casa.
• Grupo 3: jóvenes de 19 a 24 años, sin conexión a Internet en su casa.
• Grupo 4: jóvenes de 19 a 24 años, con conexión a Internet en su casa.

En cuanto a la asistencia registrada en las reuniones, se observó una


convocatoria máxima de 11 personas y mínima de 7 jóvenes.

b) El instrumento.

Con el objeto de lograr minimizar la intervención de los investigadores


en el desarrollo de los distintos grupos, se elaboró una pauta general, en la
cual se identificaron sólo los temas a proponer.

191
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

Si bien se trabajó a partir de una pauta única, se incorporaron algunas


áreas específicas para cada uno de los grupos definidos, por lo que se contó
con cuatro pautas temáticas.

c) Análisis de la información.

Siguiendo un proceso similar al desarrollado con las entrevistas


aplicadas a jóvenes usuarios, los grupos focales fueron grabados y transcritos,
para luego ser analizados mediante dos perspectivas o técnicas: análisis
temático y análisis de discurso.

4.5.- Cuarta Etapa.

Finalmente, la cuarta y última etapa de la investigación involucró


la discusión de los resultados obtenidos, tanto con el Instituto Nacional
de la Juventud (INJUV), como con actores relevantes para la creación y el
mejoramiento de políticas públicas, en lo que se refiere al uso de computadores
e Internet por parte de los y las jóvenes.
Esta etapa se basó en la realización de un panel de especialistas, que
permitió corroborar y profundizar la información generada a partir de las
técnicas desarrolladas en las etapas anteriores, así como proponer líneas de
acción factibles de ser implementadas desde el Estado.

a) El Instrumento.

Para la realización del panel, se envió un documento a cada invitado,


el cual detallaba las características de la investigación y su desarrollo
metodológico. Estos antecedentes contextualizaban el proceso investigativo,
acotando los ámbitos de interés de la reunión.

b) El Panel.

La convocatoria al panel consideró relevante contar con la opinión de


personeros públicos y representantes de la oferta privada, vinculados al tema
de las comunicaciones, de la juventud y de la educación. De esta forma, la
reunión se realizó con la presencia de 5 personas, ligadas al ámbito público
y privado, quienes discutieron sobre la perspectiva y los hallazgos de la
investigación realizada, desde su campo de saberes específico.

192
Estudios del INJUV

c) El Análisis de la información.

La conversación grupal fue grabada y luego transcrita. En su análisis


se enfatizó los contenidos y temas, orientados a elaborar propuestas de
mejoramiento a las políticas y programas públicos.

5.- RESULTADOS DE LA ENCUESTA.

La encuesta se realizó en diciembre del 2001, basándose en un


universo de cuotas, donde se asignó una cuota 75% para los estudiantes de
enseñanza media y un 25% para estudiantes de educación superior (lo que
significó encuestar a 450 estudiantes de enseñanza media y a 150 estudiantes
de educación superior).
De entre los estudiantes de enseñanza media, la mayor parte de ellos
estudia en colegios municipalizados y sólo el 10,5% de ellos estudiaba y
trabajaba.
En tanto, los y las jóvenes de educación superior, 60% pertenecía
a universidades y el resto a Centros de Formación Técnica e Institutos
Profesionales.

5.1.- Utilización de computadores:

En su tiempo libre, los y las jóvenes encuestados expresan preferencia


por escuchar radio y/o música. Dentro de 21 alternativas, el conectarse a
Internet, aparece en el lugar 11 dentro de las preferencias. Por tanto, Internet
no es una de las primeras prioridades de utilización del tiempo libre.
No obstante, el conectarse a Internet es algo cotidiano para los y
las jóvenes (este resultado se confirma en los instrumentos cualitativos de
investigación).
Al realizar una desagregación según género, son los hombres quienes
dedican más tiempo y declaran tener más habilidades en el conectarse a Internet
y a la utilización de aparatos como copiador de CD, impresora, scanner y los
juegos de consola, dejando de manifiesto una cercanía y familiaridad mayor
con este tipo de herramientas en relación a las mujeres.
En tanto, al distinguir entre estudiantes de educación media y
universitaria, los primeros muestran un mayor porcentaje de uso de elementos
tecnológicos (como los juegos de consola, filmadora, tv cable y reproductor de
DVD), superando al otro grupo en promedio de 15%.

193
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

Por otra parte, reafirmando que son los y las jóvenes de menor edad los
más aventajados en el uso de la tecnología, el tramo de edad en que comienzan
a interactuar con el computador se encuentra entre los 10 y 14 años de edad
para la mayor parte de los encuestados (61,8% de los y las jóvenes).
Los conocimientos en computación e Internet que poseen los y las
jóvenes son uno de los aspectos mas interesantes de investigar, sobre todo, para
hacer frente y disminuir la brecha digital que existe entre Chile y el resto del
mundo, así como la que aparece entre distintos grupos de la población chilena.
En este campo, se da una situación particular entre hombres y mujeres,
que se acentúa mayormente si se posee esta herramienta en los hogares.
Principalmente, los conocimientos son fruto del autoaprendizaje en el caso de
los hombres (33,6%), en tanto que para las mujeres la mayoría aprenden en el
lugar donde estudian (32,7%) asistidas por un tercero.
Lo anterior se asocia también a que los hombres poseen una frecuencia
de uso del computador mayor que las mujeres, siendo para éstos una práctica
diaria, mientras que para las mujeres, en promedio, el uso es semanal.
Al ser consultados los y las jóvenes sobre la propiedad del computador
en que se desempeñan, resulta ser en gran parte de propiedad de la familia o
propio del joven (65,3%). Por otra parte, y como segunda mayoría el equipo
pertenece al establecimiento en el que estudian (22,3%).
En términos de las herramientas computacionales (software) que más
se utilizan, el procesador de texto es el más mencionado por los y las jóvenes
(47%), mientras que en segundo lugar y muy distante se encuentran programas
para reproducir, bajar y editar música (9%).
Las mujeres se caracterizan por utilizar mucho más fuertemente el
procesador de texto, mientras que los hombres combinan esa herramienta
con programas de aplicaciones gráficas, programas que bajan, reproducen
y editan música, mostrando su mayor familiaridad con las herramientas que
ofrece esta tecnología.
Dos conceptos articulan la visión que tienen los sujetos encuestados
sobre el computador. En primer lugar, los computadores aparecen como
“útiles” y en segundo término, como “herramientas”. No obstante, existe casi
un cuarto de los consultados que reconocen todavía no lograr dominar aun esta
“útil herramienta”.
Al momento de realizar el estudio, el Sistema Operativo Windows `98
es el más usado en los computadores que manejan los y las jóvenes.

194
Estudios del INJUV

5.2.- Uso de Internet.

Esta parte del estudio se realizó a partir de las respuestas de 518


entrevistados, ya que el resto de los y las jóvenes no se conectan a internet
regularmente (menos de 1 vez por semana), por lo que se han eliminado del
análisis. Es importante notar que el 83% de nuestros encuestados declararon
conectarse a Internet al menos una vez a la semana.
Las principales características que muestran los usuarios de internet se
presentan a continuación:
Este grupo de jóvenes declaró utilizar Internet desde hace más de un
año. En tanto, el lugar de conexión principalmente se desarrolla en el hogar de
los y las jóvenes (55,8%) y también en donde estudian (26,8%).
Por otro lado, los estudiantes de colegios particulares acceden en
un 92,5% a Internet desde sus casas, mientras que aquellos de colegios
municipalizados sólo un 38,4% lo hace así, demostrando en este caso, que la
situación socioeconómica es determinante en cuanto a accesibilidad.
La frecuencia de conexión depende del lugar desde donde se conectan.
Es así como mientras quienes poseen acceso en el hogar declaran tener la
conexión como una práctica diaria y rutinaria, los que no tienen este recurso
en casa se conectan en promedio solo una vez a la semana.
Una vez conectados a Internet, son los sitios de entretención y aquellos
que proveen de información para las tareas los que más visitan.
La auto percepción sobre el nivel de conocimiento computacional y
de Internet que manifiestan los y las jóvenes no es el óptimo para un país que
pretende ser desarrollado en el mediano plazo, ya que según los resultados aquí
obtenidos, los y las jóvenes que declaran poseer un nivel básico representan
un 51,2%, mientras que aquellos que afirman tener un nivel Intermedio son
un 43,7%.
Haciendo una desagregación, los hombres consideran poseer un nivel
básico en un 41,6%, frente a un 61,3% de las mujeres que afirma lo mismo. Un
nivel intermedio de conocimientos es declarado por el 50,7% de los hombres,
frente al 36,7% de las mujeres. Finalmente, un 8% de los hombres y sólo un
2% de las mujeres cree tener un dominio avanzado. Con esto se confirma la
mayor familiaridad que tienen con estas herramientas los hombres sobre las
mujeres.
No obstante lo anterior, existe un consenso interesante respecto de
los conceptos que resumen lo que internet representa para los y las jóvenes,
los que son principalmente tres: “utilidad”, “rapidez” y “perspectivas para el
futuro”.

195
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

6.- RESULTADOS DE LAS ENTREVISTAS.


En esta sección, se presentan los principales resultados generados por
el análisis de las entrevistas, los que intentan dar cuenta del discurso social
de los y las jóvenes en el plano de su práctica y experiencia individual con el
computador e Internet.
Cabe señalar, que el análisis realizado consideró cuatro perspectivas o
miradas complementarias, las que fueron integradas para dar origen al texto
que se presenta en las páginas siguientes:

TEMAS DISCURSO

INDIVIDUAL INDIVIDUAL

CONJUNTO CONJUNTO

Como se desprende del cuadro, se combinaron dos técnicas analíticas:


el análisis temático de las entrevistas y el análisis del discurso de los y las
jóvenes usuarios. Por otra parte, estas técnicas fueron desarrolladas de manera
individual y –luego- sobre el conjunto de la información. De esta forma,
las entrevistas se analizaron desde los significados que articulan las hablas
individuales, para construir el marco común y de sentido que asume el acceso
a las nuevas tecnologías por parte de éstos.
Finalmente, en cuanto a los contenidos abordados -y de acuerdo
al marco teórico definido para el estudio-, se privilegiaron dos formas de
acercamiento; desde las mismas tecnologías de la información (lugares de
acceso, plataforma tecnológica, servicios, etc.), y desde el intercambio y uso
informacional que desarrollan los sujetos para sí mismos.

6.1.- Computador e Internet: un proceso de aprendizaje constante.

El autoaprendizaje surge como la forma más común de interacción con


el computador e Internet. Nuestros encuestados aprenden desde la praxis, de
una manera autodidacta y acumulativa, a través de la exploración permanente
de las funcionalidades de las nuevas tecnologías. Esta exploración se asume
como un continuo ensayo-error, que deja espacio al azar y a la contingencia, y
en el cual los sujetos asumen un rol activo y no pasivo.

196
Estudios del INJUV

Esta situación indudablemente se relaciona a la posesión de un


computador; a los medios económicos que se tienen para perfeccionarlo y
actualizarlo; y a los intereses de los y las jóvenes, que los llevan a preocuparse
por la calidad del computador y sus accesorios.
A raíz del autoaprendizaje nacen inquietudes de conocimientos más
específicos o de actualización. Este es el espacio del Aprendizaje Asistido.
Aquí aparecen como terceros: El colegio, Familia y/o amigos, Monitores
(principalmente CIJs y Telecentros).
Es así como la asimilación individual se ve acrecentada por los
contextos de socialización en los que se insertan los aparatos e Internet (lugar
de estudio, casa de familiares, casa de amigos o terminales públicos).
Es importante notar que esta asistencia tiene el carácter de tal en
la medida que surge y se ajusta al nivel, la dinámica, las necesidades, las
experiencias y los conocimientos generales del usuario, como también al
momento específico de su uso del medio (mientras usa word, mientras navega,
mientras chatea, etc). En este sentido, la asistencia es siempre contingente.

6.2.- Uso del Computador e Internet.

Los y las jóvenes entienden al computador e Internet como dos objetos


casi imposibles de separar. Además se las entiende como herramientas de
comunicación y sociabilización.
La interacción con el computador e Internet es un proceso netamente
individual, matizado en ciertos aspectos con la interacción con una comunidad
mayor, refiriéndose esto último a la forma en que se interactúan en la red,
intercambiando información.
Al confeccionar un listado de los temas que son utilizados por los y
las jóvenes para referirse al uso que se le da al computador y/o a Internet se
obtiene el siguiente:

• Procesador de Texto.
• Biblioteca, Enciclopedia.
• Teléfono, Correo, Chat.
• Equipo de música.
• Cine, TV.
• Oficina de trámites.
• Periodico.
• Vitrina.

197
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

Por su parte, el uso que se le da a esta herramienta tecnológica obedece


principalmente al siguiente grupo de intereses y motivaciones:

• Producción de trabajos.
• Búsqueda de información de Estudios.
• Búsqueda y Procesamiento: La integración PC/ Red desde el estudio.
• Los Juegos.
• Correo electrónico: espacio de relaciones.
• Chat: espacio de conversación.
• Música: desarrollo de la multimedia.
• Los Trámites.
• Búsqueda de imágenes.
• Información de medios.

A raíz de estos intereses y motivaciones es posible construir el nivel de


uso y otros aspectos importantes.
A continuación se muestra una tabla que grafica y asocia el uso que
los y las jóvenes dan a esta tecnología y las motivaciones que sustentan esta
conducta.

TIPO DE USO MOTIVACIÓN


Procesador de texto Funcional / Aprendizaje
Búsqueda de información de estudio Funcional / Aprendizaje
Correo electrónico y Chat Comunicativa
Juegos Recreativa
Música Recreativa
Búsqueda de Imágenes Recreativa / Aprendizaje
Información de medios Recreativa / Funcional
Trámites Funcional

6.3.- Significado e importancia atribuida al computador e Internet.

El computador e Internet, son herramientas facilitadoras en todo los


ámbitos, y los y las jóvenes que las utilizan no conciben la vida sin ellas.
Prácticamente se las considera una extensión del ser humano.
Su utilización es algo normal y cotidiano, por lo que no posee ningún
significado especial. Los y las jóvenes de hoy nacieron en un mundo donde el
computador e Internet estaba ya instalado, por lo que ya es considerado parte

198
Estudios del INJUV

del desarrollo de cada persona y sin él no se puede vivir.


A raíz de lo anterior, existe una preocupación por parte de los y las
jóvenes en cuanto al acceso a estas herramientas, entienden que existen
oportunidades desiguales y proponen que es vital que el
Estado se haga parte en la solución de esta problemática, a la que se da
el nombre de Brecha Digital.
De esta manera, los mismos jóvenes consideran que aquellos menos
cercanos a esta herramienta tecnológica presentan y presentarán menos
oportunidades de desarrollo en su vida futura.

7.- ANÁLISIS GRUPOS FOCALES.

Este apartado está destinado a dar a conocer los principales hallazgos,


generados a partir de la ejecución de cuatro grupos focales con jóvenes usuarios
de computadores e Internet.

7.1.- El análisis.

Como se ha señalado, en la tercera etapa del estudio se llevaron a


cabo entrevistas grupales, para cuya realización se utilizó la técnica del grupo
focal.
Mediante los grupos ejecutados, se intentó profundizar en las
temáticas ya abordadas a través de la encuesta y en las entrevistas individuales
aplicadas a jóvenes usuarios de computadores e Internet. De esta manera, las
conversaciones grupales permitieron indagar nuevamente en el tipo de uso
que los sujetos hacen de estas tecnologías, así como en los contenidos que
están insertos en dichos usos y los procesos que se generan a través de la
información que adquieren a partir de la red.
Sin embargo, las reuniones efectuadas apuntaron –además- al logro
de dos objetivos de carácter más específico: a) analizar el impacto subjetivo
del uso frecuente de computadores e internet; y b) conocer las percepciones,
reflexiones y expectativas que los y las jóvenes desarrollan en torno a estas
nuevas tecnologías.
Debido a la prioridad que adquiere en esta etapa el ámbito subjetivo –y
a pesar de haber llevado a cabo un primer análisis con énfasis en los contenidos
planteados por los sujetos- se privilegió una revisión del discurso de los y
las jóvenes, donde más que la descripción de los usos, interesó conocer los
significados que emergen a partir de la interacción que realizan cotidianamente

199
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

con el computador y la red. En este contexto, las representaciones referidas al


uso y las opiniones evaluativas emitidas en torno a la existencia de Internet,
constituyen el eje central a partir del cual se articula la información que aquí
se entrega.
Por otra parte -al igual que en el caso de las entrevistas individuales-
se intentó complementar dos momentos analíticos: a) la revisión individual
de cada grupo focal y b) la revisión conjunta de las conversaciones. En este
sentido, un primer enfoque estuvo destinado a dar cuenta de las particularidades
de cada grupo, mientras que una segunda mirada buscó establecer un discurso
colectivo que permitiera definir aspectos y significados comunes para los y las
jóvenes.

ANÁLISIS INDIVIDUAL

GRUPO 1 GRUPO 2 GRUPO 3 GRUPO 4

Referentes
ANÁLISIS CONJUNTO Diferencias
comunes

7.2.- Los grupos.

En primer término, se debe reiterar que se efectuaron cuatro grupos


focales, todos en la Región Metropolitana. Se consideraron dos variables de
segmentación: presencia de conexión domiciliaria a Internet (con conexión y
sin conexión) y edad (entre 15 y 18 años, y entre 19 y 24 años de edad). De esta
forma, los grupos focales se estructuraron como se explicita a continuación:

Conexión Domiciliaria a Internet


Edad
Sin Conexión Con Conexión
Entre 15 y 18 Grupo 1 Grupo 2
Entre 19 y 24 Grupo 3 Grupo 4

200
Estudios del INJUV

7.3.- Uso de computadores e Internet.

Lo que se obtiene en los grupos focales, respecto al acceso a internet,


no difiere de las conclusiones obtenidas en las entrevistas personales: los que
poseen conexión a Internet son los más adelantados en esta materia, basando
principalmente su conocimiento en el autoaprendizaje, mientras que el resto
de los y las jóvenes acceden a Internet desde su establecimiento educacional,
CIJs, Ciber cafés, y el conocimiento adquirido requiere de la asistencia de un
tercero en la mayoría de los casos.
Las necesidades e intereses que muestran los y las jóvenes,
principalmente obedecen a la realización de las tareas para el caso de los
estudiantes de educación media. Por su parte, los y las jóvenes de educación
superior además de hacer sus tareas y trabajos también demandan algunos
requerimientos de softwares según la especialidad en que desarrollan sus
estudios.
Como se muestra en el siguiente esquema, el uso del computador y la
red esta determinada en función de las condiciones de acceso y las necesidades
e intereses de los y las jóvenes, las que influyen directamente en la diversidad
de la información, intensidad de uso (no esencial, pasatiempo, necesidad),
así como las motivaciones e intereses del usuario (Aprendizaje, Funcional,
Recreativa y Comunicativa).

CONDICIONES NECESIDADES
DE ACCESO E INTERESES
USOS
• Equipos • Valoración
• Acceso • Gustos
• Conexión • Utilidad

Diversidad
Intensidad
Motivación
Contenidos

7.4.- Opinión en relación a las nuevas tecnologías.

Este apartado busca entregar una visión de lo que los y las jóvenes
opinan en relación a las nuevas tecnologías. Tanto en las evaluaciones explícitas

201
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

como en los significados implícitos en el discurso de los grupos focales, se


distinguen elementos valorativos que aluden a lo positivo y a lo negativo, del
uso de computadores y –sobre todo- de internet.

+ —

• Permite • Envicia
Acceso USO DE • Inhibe
• Información COMPUTADORES • Análisis
Actualizada EN INTERNET • Genera
• Útil Control
• Multimedia • Información
Limitada

Comentarios Positivos

• Se las concibe como un medio cada vez más masivo, de bajo costo,
“todos manejan la misma información”.
• Además, se las valora por la calidad de la información a la que se
accede. Al respecto, la actualización, la especificidad y la posibilidad
de selección función de los intereses particulares de cada sujeto son las
características más valoradas.
• El computador e Internet representan una herramienta útil para el logro
de los objetivos de los y las jóvenes, lo que representa una connotación
práctica y esencialmente funcional. Se asocian a esto, además, los
conceptos de rapidez y comodidad.
• La Multimedia se entiende como interactividad, capacidad de
información, simultaneidad.

Comentarios Negativos.

• Cuando esta actividad empieza a absorber mucho tiempo, se desplazan


otras cosas por estar conectado y se confunden las personalidades entre
la realidad y el ciberespacio. Se percibe la existencia de una perdida
del autocontrol similar a la de los drogo dependientes.
• La comodidad y la rapidez, si bien son admitidas como beneficios que
otorga Internet, también son consideradas en su dimensión negativa,
en cuanto “atrofian” la capacidad de pensar y analizar.
• La no disponibilidad de información antigua y la invasión de correos

202
Estudios del INJUV

basura son cosas que perjudican y limitan el buen funcionamiento de


esta tecnología.

7.5.- Reflexiones en torno a las Nuevas Tecnologías.

Este apartado aborda aquellas miradas y reflexiones que sobrepasan el


referente inmediato de los sujetos y que –avanzando más allá de los efectos que
perciben en sí mismos y en su grupo de pares- apuntan a las transformaciones
de la sociedad en general, en lo que se refiere a temas como la adaptación a
los avances tecnológicos, el reemplazo de lo tradicional, las nuevas lógicas
comunicacionales, las diferencias intergeneracionales y las responsabilidades
que deben asumirse en la difusión del acceso a Internet.
Nuevamente, las reflexiones conllevan –de manera explícita o implícita-
connotaciones críticas y positivas, las cuales no se manifiestan de manera
unívoca, sino conjunta y complementaria.

a) Cambio y adaptaciones constantes.

Las nuevas tecnologías forman parte de la cotidianeidad y se encuentran


internalizadas por los y las jóvenes, quienes además las asumen como un
proceso en el que el cambio y la adaptación determinan transformaciones
tanto a nivel de sociedad como a nivel personal.
En este contexto, existe conciencia de la evolución tecnológica y de la
necesidad de adecuarse a los avances de dicha evolución. Esta adecuación se
manifiesta en distintos ámbitos, entre los cuales destacan los siguientes:

• Adaptación de la plataforma tecnológica, lo que se refiere a no quedar


obsoleto, dependiendo principalmente de los ingresos disponibles.
• Adaptación de conocimientos y destrezas, ya sea en el trabajo como
en los estudios, concepto que se explicita en el siguiente comentario,
“si no tienes nociones de computación estás perdido”, “si no tienes
Internet te va mal”.
• Adaptación a los cambios sociales, hoy en día muchas cosas se hacen
a través de un computador e internet, declaraciones del SII, compras,
pagos, cotizaciones, comunicarse, etc... “te tienes que meter al sistema
para seguir adelante, aunque a uno no le guste”.

b) Cambios en las prácticas tradicionales de comunicación e información.

Si bien existe conciencia sobre la necesidad de aceptar y adaptarse a

203
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

las nuevas tecnologías, se observa también cierta resistencia a este proceso,


acompañada de una valoración de las formas tradicionales de comunicarse,
informarse, recrearse y aprender.
Tal vez donde se observa una aceptación más clara del cambio, es en
relación a la música y la comunicación con otras personas, principalmente por
el bajo costo asociado al reemplazo de los CD originales y el teléfono, y –en
el caso de la música- también por la posibilidad de acceso y selección. Por su
parte, en la lectura (libros) y las películas (ir al cine) es donde se rechaza más
fuertemente el reemplazo de las opciones originales.
En estas posturas, la idea de complementariedad es fundamental,
Internet es vista como herramienta que no reemplaza, sino que complementa,
es decir, la red es percibida como un medio de complementación y articulación
con otras prácticas y fuentes de información, que no desaparecen ni dejan de
utilizarse.

c) Cambios en la lógica del lenguaje y del aprendizaje.

En otro ámbito, el uso de computadores e Internet conlleva una


lógica y un lenguaje que ya han sido incorporados por los y las jóvenes; “los
computadores también tienen códigos, la ventanita, sabes que la X es para
salir, todos los programas donde ves una X va a ser para salir, asocias”.
Esto incide –además- en la forma en que los sujetos realizan sus procesos
de aprendizaje, así como en la manera en que se comunican e informan, donde
adquiere predominancia la imagen por sobre las palabras y donde un hecho
tan simple como escribir a mano parece ajeno ante la familiaridad de tipear.
Otro aspecto relevante está dado por el aprendizaje interactivo, que
no solo les resulta más dinámico y entretenido, sino que también les ofrece la
oportunidad de profundizar aquellos temas que realmente les interesan.
Las transformaciones planteadas en cuanto al modo de aprender, se
manifiestan incluso en la relación con los padres, para quienes también la red
se constituye en el principal referente de estudio y de realización de tareas; “yo
le digo a mi mamá: no encuentro información, y me dice: metete a Internet”.
El único vértice que parece no adecuarse completamente a estas
variaciones, está representado por el sistema educacional, donde se perciben
críticas que apuntan a la resistencia de algunos profesores ante la presencia
creciente de la red; “mi profe de castellano es súper enchapado a la antigua,
yo llevé un trabajo, me dijo: que bonito, pero no lo quiero porque es de
Internet”.

204
Estudios del INJUV

d) Diferencias Generacionales.

Los y las jóvenes asistentes a los grupos focales se sitúan en un


espacio y en una temporalidad determinados, desde donde realizan diversas
comparaciones que hacen referencia a la existencia de diferencias importantes
entre las distintas generaciones.
Estas diferencias, pueden ser sintetizadas a partir de tres comparaciones,
que surgen en los discursos de los sujetos, independiente del grupo etáreo de
que se trate:

• Una de ellas se vincula a la relación con los padres, en la cual se


aprecia una transformación de la interacción que se da en los demás
ámbitos de la vida cotidiana, debido a que –generalmente- son los
hijos quienes manejan un mayor conocimiento técnico y práctico sobre
computadores e Internet, por lo que éstos les enseñan a los adultos.
• En relación a los hermanos mayores (sobre todo cuando se trata de
jóvenes menores de 18 años), los sujetos se perciben como en una
situación aventajada, en cuanto tienen la oportunidad de acceder más
fácilmente a información útil, lo que contribuye a la realización de
tareas y trabajos de estudio.
• Tanto los participantes mayores de 18 años como los menores de esa
edad, refieren diferencias entre ellos y sus hermanos menores. Estas
diferencias se significan tanto de modo positivo como negativo. La
evaluación positiva alude a un mayor manejo de las nuevas tecnologías,
derivado de haberse criado y educado mediante el uso del computador y
la red; “mi hermano desarma el computador”. Por su parte, las críticas
reiteran la idea de que la comodidad altera la capacidad analítica.

e) Demandas y sugerencias de los y las jóvenes

Se configura una visión general de demanda por la democratización de


la conexión y el acceso hacia los sectores de menores recursos económicos,
identificando al Estado como agente relevante y responsable de la promoción.
Las reflexiones confluyen en algunas sugerencias concretas, formuladas
por los y las jóvenes en cuanto a la forma en que el Estado debe hacerse cargo
de esta responsabilidad que le toca en la difusión de las nuevas tecnologías.

• Enfocar el trabajo en los colegios, con una clara focalización en los


establecimientos municipalizados.

205
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

• Activar realmente la red enlaces, promoviendo la utilización de los


conocimientos -adquiridos por los profesores en las capacitaciones- en
las clases.
• Masificar la existencia de lugares que permiten el acceso gratuito,
como es el caso del CIJ.
• Difundir la existencia de dichos espacios, para que la gente los conozca
y los utilice regularmente

8.- RESUMEN DE RESULTADOS

En los capítulos anteriores, el análisis presentado ha sido desarrollado


de manera específica para cada una de las técnicas aplicadas -como parte de
la investigación realizada-, es decir, la encuesta, las entrevistas y los grupos
focales efectuados con jóvenes usuarios de computadores e Internet.
Este capítulo busca sintetizar los principales hallazgos generados
a través de dichas técnicas, en un intento que además de resumir los datos,
pretende lograr su integración en torno a las principales áreas temáticas
consideradas por el estudio.
De esta manera, en cada tópico o ítem revisado, se hace referencia a
los resultados cuantitativos y cualitativos más relevantes producidos sobre un
mismo tema, los que son expuestos -de forma paralela y complementaria- a
través de una tabla conjunta.
Los tópicos seleccionados se concentran en cinco áreas:

• La socialización y aprendizaje.
• El uso del computador e Internet.
• Los y las jóvenes como usuarios de nuevas tecnologías.
• Los significados y opiniones emitidos sobre la figura computador/
red.
• Las reflexiones que surgen sobre la percepción de efectos e impacto.

206
SOCIALIZACIÓN Y APRENDIZAJE.

TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

En relación al tiempo que los y las Las nuevas tecnologías les aparecen Las conversaciones grupales arrojan
jóvenes llevan interactuando con las a los entrevistados tan naturales que una información muy similar al análisis
nuevas tecnologías, la encuesta permite se torna difícil determinar períodos de las entrevistas, donde los discursos
establecer dos datos importantes: precisos que den cuenta de las primeras también se encuentran marcados por la
• La mayoría de los y las jóvenes (un interacciones de los y las jóvenes con cotidianeidad de las prácticas de uso de
61.8%) indica haber comenzado a usar las nuevas tecnologías. las nuevas tecnologías.
un computador entre los 10 y los 14 Esta situación se relaciona a la Por esta razón, los primeros contactos
años. cotidianeidad con que se produce la con el computador y la red tampoco son

207
• En el caso de Internet, no se indaga en interacción, la cual se ha insertado en vividos en la memoria como experiencias
la edad de iniciación, sino en el tiempo el mundo juvenil como un elemento exactas, situadas claramente en un
que los sujetos llevan conectándose a recurrente y familiar, que ha pasado tiempo y en un contexto determinados.
la red, donde un 64.9% señala hacerlo a formar parte de la configuración
desde hace más de un año. simbólica y cultural de los y las

Tiempo de interacción
jóvenes.
Si bien no es posible establecer con
exactitud cuándo los sujetos empiezan a
utilizar el computador y la red, se pueden
identificar dos referentes de iniciación:
el sistema educacional y los juegos.
Estudios del INJUV
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

En cuanto al proceso mediante el cual En materia de aprendizaje, y al igual Es el autoaprendizaje la modalidad que
los y las jóvenes aprenden a interactuar que en la encuesta, el autoaprendizaje configura el proceso de interacción entre
con el computador, el “aprender solo” se emerge como la forma más recurrente. los sujetos y las nuevas tecnologías.
ubica en el primer lugar de menciones, Los diferentes tipos de asistencia o ayuda A pesar de lo anterior, se observan
con un 27.6% de las respuestas en el aprendizaje, son representados formas de asistencia a este proceso, que
emitidas. como ámbitos no prioritarios, que se generan a partir de los lugares desde
No obstante, se debe señalar la dependen del contexto en que se produce los cuales se accede al computador
importancia que presentan los lugares de la interacción con el computador y la e Internet. Aquí, los profesores y los

208
estudio y sobre todo los establecimientos red. monitores son los más relevantes.
escolares, ya que al sumar las categorías A diferencia de los resultados de Sin embargo, esta asistencia sigue
“en el colegio” y “en la universidad”, la encuesta, los lugares de estudio siendo secundaria.
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

se aprecia que para un 27.8% de los aparecen como secundarios y el colegio El papel de los establecimientos de

Proceso de aprendizaje.
encuestados dichos lugares cumplen se vincula solo a la presentación de educación superior, es importante sobre
un papel relevante en el aprendizaje funcionalidades básicas. todo en el aprendizaje de programas
computacional. específicos ligados a las distintas
carreras.
USO DEL COMPUTADOR E INTERNET.

TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

En lo que se refiere al empleo específico En las entrevistas, resulta complejo De manera similar a lo ocurrido con
del computador como equipo en sí mismo diferenciar entre usos específicos las entrevistas, la distinción entre
y no como plataforma de conexión a la del computador y de Internet, ya que computador y red no se presenta de
red, se distingue el procesador de textos, ambos han sido incorporados por los y manera clara en los grupos focales.
74.0%, lo que se ve acompañado además las jóvenes como un ejercicio integrado, Nuevamente, estamos ante una
por la utilización de planillas de cálculo donde el computador representa una representación integrada del equipo y
(28.8% de los casos). interfaz de interacción digital con la conexión. Más aún, la oportunidad de

209
En general, los demás usos si bien capacidad de conexión a una red. conexión otorga valoración a la interfaz
requieren del computador como equipo, De este modo, las prácticas de uso se digital, debido a las potencialidades de
se potencian gracias a internet, como desarrollan de manera múltiple. uso que representa.
es el caso del bajar, reproducir o editar No obstante, puede señalarse Como única práctica distintiva del
música (31.6% de los casos). que el computador en sí mismo, computador y que no requiere –
genera funciones ligadas al uso de necesariamente- de la red, emerge una

Qué usan del computador


procesadores de texto y planillas vez más el procesamiento de textos,
de cálculo, fundamentalmente del sobre todo para elaborar tareas y trabajos
paquete Microsoft Office. Otros usos de estudio.
identificados son escuchar música y
jugar.
Estudios del INJUV
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

Al profundizar sobre el uso específico de Se identifican diversos usos, los que se Los usos de la red que se distinguen a
la red, los sujetos indican tres prácticas vinculan principalmente a: través de los discursos grupales, resultan
comunes: la navegación (76.5%), el • Ocupar el correo electrónico, el chat y muy similares a los desarrollados por
correo electrónico (65.5%) y el chat otras formas de mensajería. los entrevistados.
(46.7%). • Bajar música. • Búsqueda de información (navegar),
En cuanto a los contenidos buscados • Navegar en busca de información tanto de carácter específico y funcional
por los y las jóvenes, la suma de las académica. (académico o escolar), como inespecífico
menciones señaladas arroja las siguientes • Navegar en busca de información (gustos e intereses).

210
áreas como las más relevantes: específica de acuerdo a gustos e • Bajar música.
• Música, grupos y/o cantantes (59.6% intereses. • Recibir y enviar mensajes a través del
de los casos). • Realizar trámites. correo electrónico.
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

• Contenidos académicos (24.5% de los • Buscar información de medios (radio, • Utilizar el chat, el messenger y el icq.

Qué usan de Internet


casos). televisión, diarios). • Jugar.
Además, se puede mencionar la
generación de rutinas que dejan de
manifiesto la simultaneidad con que se
realizan los diversos usos.
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

El principal motivo que se alude para Las motivaciones que subyacen al uso La figura computador/ red, no sólo
utilizar la red y el computador es hacer del computador y la red, pueden ser se desarrolla a partir de la realización
tareas o trabajos de investigación con asociadas a cuatro áreas: aprendizaje, de usos diversos, sino que también se
un 47.6% de respuestas en la categoría funcional, comunicación y recreación. refleja en la idea de multifuncionalidad.
“siempre”. Sin embargo, el conectarse Estas motivaciones se presentan Esta se encuentra asociada a las mismas
a la red ocupa también un lugar generalmente vinculadas unas con otras. motivaciones descritas en las columnas
importante, registrando un 39.4% de Es así como pueden establecerse las de la encuesta y de las entrevistas,
respuestas “siempre”. Ahora bien, al siguientes relaciones, que representan es decir: la necesidad de aprender,

211
intentar identificar las motivaciones las combinaciones más reiteradas por de obtener resultados (hacer tareas y
que acompañan al hecho de conectarse, los informantes: trabajos de investigación sobre todo),
pueden establecerse tres funcionalidades • Búsqueda y procesamiento de de comunicarse con otras personas
claras: entretenerse (57.9% de respuestas información de estudio: aprendizaje y y de recrearse. La forma en que se
“siempre”), hacer tareas o trabajos de funcional. manifiestan las motivaciones aludidas,
investigación (45.7% de respuestas • Búsqueda de información de interés: generalmente, resulta complementaria,
“siempre”) y conocer a otras personas aprendizaje y recreación. surgiendo diferentes combinaciones

Para qué usan computador e Internet


(26.2% de respuestas “siempre”). • Mensajería: comunicación entre ellas, dependiendo de necesidades
e intereses de cada sujeto.
Estudios del INJUV
LOS Y LAS JÓVENES COMO USUARIOS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS.

TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

La conexión en la residencia, no se Para las entrevistas, se buscó recoger Los grupos focales se definieron a partir
consideró explícitamente como variable diversos discursos, introduciéndose de la posesión de conexión domiciliaria
de muestreo, ya que se privilegió el lugar de acceso como variable (además de la edad), por lo que se
una segmentación según tipos de de segmentación para determinar la realizaron dos grupos con conexión en
establecimientos educacionales. No inclusión de los informantes. Así, la casa y dos grupos sin Internet en el
obstante, a partir de los resultados, se conversó con jóvenes que poseen hogar. De acuerdo a esta variable se ven
se constata que un 65.3% de los Internet en sus hogares y aquellos que diferencias en el nivel de utilización,

212
sujetos tiene computador en su casa deben ir a terminales públicos. pero no resultan tan claras como en las
y un 55.8% accede a Internet desde El lugar de acceso parece ser un elemento entrevistas, surgiendo otros elementos
su residencia. En segunda instancia, importante al analizar los discursos de que inciden en el uso y que se vinculan
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

emerge el lugar de estudio, tanto para las personas, observándose diferencias sobre todo a las necesidades y gustos

Lugar acceso
el uso de computadores (22.9%) como significativas en cuanto al nivel y la de los y las jóvenes, los que pueden ser
para conectarse (26.8%). Además, intensidad de uso entre quienes tienen asociados a variables como el sexo, la
se observan diferencias a raíz de la o no acceso a estas tecnologías en su edad y el tipo de estudios, entre otras.
posesión de conexión propia, los que se hogar.
vinculan a la frecuencia y a la intensidad
del uso.
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

Quienes acceden desde su hogar Si bien, como ya se ha aludido, las En los grupos focales también surgen
presentan una intensidad mayor que nuevas tecnologías forman parte de distinciones importantes en lo que se
aquellos sujetos que no cuentan con la cotidianeidad de los y las jóvenes refiere a la frecuencia y la regularidad
conexión domiciliaria, lo que queda de informantes, se identifican diferencias de las prácticas. Sin embargo, éstas
manifiesto en los siguientes datos: en materia de frecuencia y regularidad de parecen vincularse más a los intereses y
• Un 37.9% de los y las jóvenes que las prácticas de uso. Estas variaciones, necesidades de las personas que al tema
tienen computador en su casa lo usa emergen en estrecha relación con el del acceso, a pesar de que éste sigue
todos los días, mientras que solo un 6.8% lugar de acceso a la red: siendo un aspecto relevante.
de los sujetos que no poseen un equipo • Los sujetos que poseen conexión De esta forma, se aprecian tres niveles

213
propio hace lo mismo y el 50.7% indica domiciliaria asignan un tiempo claros en cuanto a intensidad:
ocuparlo sólo una vez por semana. importante al uso de nuevas tecnologías • No esencial, que puede asociarse a la
• Con la red ocurre algo similar, ya y sobre todo de Internet, determinado idea de “lo justo y necesario”.
que el 58.7% de quienes cuentan con por una alta cantidad de horas y una • Pasatiempo, ligado al concepto de
acceso en el hogar dice conectarse –al frecuencia diaria. hobbie.

Frecuencia y regularidad
menos- día por medio. Por su parte, la • En el caso de los y las jóvenes • Necesidad, cuando se entiende el uso
mayoría de los encuestados que no tiene que no tienen conexión en su casa, como algo indispensable.
conexión propia (50.4%) accede solo un se manifiesta una utilización más
día a la semana. variable y restringida, de acuerdo a la
disponibilidad de acceso.
Estudios del INJUV
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

En materia de conocimientos, la En las entrevistas se distinguen dos Los tipos de saberes ya enunciados
autopercepción de los sujetos en cuanto tipos de saberes: para las entrevistas, son los mismos que
a sus saberes sobre el computador, • Saberes prácticos, ligados al uso pueden establecerse para los grupos
coincide con su autoclasificación en práctico del computador y la red. focales, es decir, saberes técnicos y
relación al manejo de la red: • Saberes técnicos, vinculados a los prácticos. No obstante, las diferencias
• Un 50.9% de los encuestados se equipos, a los avances tecnológicos y a la en el ámbito del conocimiento no
cataloga como usuario básico de actualización, y al manejo de programas pueden ser asociadas tan claramente a la
computador y un 44.1% se percibe a sí específicos. Una vez más, se presentan posesión de equipo y conexión propia.
mismo como usuario intermedio. diferencias asociadas al tipo de acceso, Quienes cuentan con plataforma en el

214
• De igual forma, el 51.2% se considera donde quienes tienen conexión propia hogar, desarrollan saberes prácticos
usuario básico de la red, seguido por un demuestran conocimientos de carácter y a la vez técnicos, sobre todo por la
43.7% que se clasifica como usuario práctico y técnico. necesidad de adaptar y actualizar sus
intermedio. Por su parte, quienes no poseen conexión equipos. Esta situación, si bien se da en
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

en el hogar, reducen el ámbito de sus menor medida entre quienes no cuentan

Conocimientos y saberes.
saberes a lo práctico. con computador propio, también emerge
como un elemento interesante, a partir de
los conocimientos demostrados por los
y las jóvenes –sobre todo universitarios-
en cuanto a programas específicos
ligados a las carreras que estudian.
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

A partir de los aspectos ya descritos, Se distinguen distintos niveles de uso En los grupos focales también se observan
se elaboró un índice para determinar del computador y la red, usando la usos básicos, integrales e integrales
distintos niveles de uso de las nuevas misma terminología del índice diseñado avanzados, los que no necesariamente
tecnologías y específicamente de para la encuesta: se encuentran determinados por la
Internet. • Básico, asociado a las tareas de estudio posesión de conexión a Internet.
Los resultados del índice, generan y a funciones comunicativas. • El uso básico, se asocia a prácticas
tres niveles: básico, integral e integral • Integral, cuando a los usos señalados se restringidas por las posibilidades
avanzado. le agrega otra utilización/ motivación. de acceso y por los intereses de los
• Un 31.7% se ubica en la categoría o • Integral avanzado, cuando se sujetos. En estos casos, sobre todo se da
nivel básico. ejecuta un uso integral pero con prioridad a lo académico.

215
• Un 34.0% se concentra en el nivel mayores posibilidades de diversidad e • El uso integral, además de lo
integral. intensidad. académico y de lo funcional, conlleva

Nivel de uso
• Un 34.4% puede clasificarse en el Al igual que en la encuesta, aquí motivaciones de aprendizaje, recreativas
nivel integral avanzado. también se observan que quienes tienen o comunicacionales, las que sin
Cabe destacar, que mientras los y las conexión en el hogar realizan un uso embargo, aún tienen restricciones.
jóvenes que tienen conexión propia integral o integral avanzado, mientras • El uso integral avanzado, es mucho
a internet se ubican -en un 50.9%- en que quienes no tienen conexión propia, más exploratorio, multifuncional
la categoría “integral avanzado”, los realizan usos básicos o integrales. y simultáneo, presentando mayor
sujetos sin conexión propia lo hacen amplitud, dada por el ámbito de interés
–en un 53.3%- en el nivel “básico”. o por la facilidad de acceso.
Estudios del INJUV
SIGNIFICADOS Y REFLEXIONES SOBRE EL COMPUTADOR Y LA RED.

TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

Los ámbitos consultados en la encuesta Los significados que se derivan Las opiniones positivas registradas a
se refieren, sobre todo, al tema de la del discurso de los y las jóvenes partir de los grupos focales, resultan
utilidad de las nuevas tecnologías. Al entrevistados, también presentan un similares a los resultados de la encuesta
respecto, las opiniones vertidas son carácter positivo. y de las entrevistas, concentrándose en
altamente positivas, como lo demuestran Al respecto, la idea de herramienta que dos áreas.
los siguientes resultados: facilita el desarrollo de las necesidades En primer lugar, la idea de que el
• Un 95.8% de los sujetos está de escolares y académicas surge como computador y la red son herramientas

216
acuerdo en que el computador le hace principal referente. que facilitan la vida cotidiana, sobre todo
mucho más fácil la elaboración de tareas Vinculada a esta reflexión, la posibilidad gracias a su a su carácter de multimedia
y trabajos de estudio. de acceder a información a través de la y a la simultaneidad –y por lo tanto a la
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

• El 93.0% cree que la red es muy útil red, implica para los sujetos rapidez, rapidez y comodidad- del uso.
para hacer los trabajos del colegio o la comodidad y diversidad de contenidos. Por otro lado, la posibilidad de acceso

Significados positivos
universidad. Además, Internet es representada a información diversa y a la vez
• Un 91.1% señala que Internet permite como un acceso barato y universal, que específica, que se encuentra actualizada
entregar y recibir material de manera permite obtener, por ejemplo, programas y que es factible de ser ordenada de
más rápida. y música. acuerdo a criterios de selectividad y
personalización.
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

Si bien las opiniones vertidas en general Si bien las reflexiones se encuentran En el caso de los grupos focales, las
son positivas, surgen algunas críticas a marcadas por elementos principalmente reflexiones presentan características más
la utilización de las nuevas tecnologías. valorativos, surgen en los discursos de negativas, a pesar del reconocimiento de
Un 28.8% indica estar de acuerdo con los y las jóvenes algunos planteamientos las potencialidades de las tecnologías.
que Internet es un vicio. más críticos. Nuevamente, la idea de vicio ocupa
• Por su parte, conectarse se sitúa en el Estas opiniones se relacionan a una un lugar central, tornándose más
séptimo lugar de menciones en una lista incipiente idea de vicio, que no adquiere importante aún cuando se la vincula con
de actividades ligadas al tiempo libre de por sí connotaciones negativas, sino los siguientes procesos:
(16.9% de los casos). que es analizada en cuanto implica • Dejar de hacer cosas relevantes y

217
Además, cuando se consulta sobre destinación de tiempo y recursos. encubrir este hecho.
las actividades que se han dejado de De esta manera, existe conciencia de • Afectar las relaciones entre las
realizar debido al uso de la red, solo en que -por el hecho de conectarse a la personas, a través de una comunicación
el caso de la televisión las respuestas red- se resta tiempo a los estudios, no impersonal.

Significados negativos
afirmativas superan el 50% (51.0%). obstante lo cual, también se potencia el • Generar dependencia.
Es decir, la red no parece competir con aprendizaje mediante su uso. • Inhibir la capacidad de análisis,
estudiar, compartir con otras personas, El aspecto más crítico está dado por la mediante el fomento de prácticas como
leer, hacer deporte o ir al cine. aparición de la inercia o el “hacer cosas el cortar y pegar al momento de elaborar
por aburrimiento”. tareas o trabajos de investigación.
Estudios del INJUV
TEMAS ENCUESTA ENTREVISTA GRUPOS FOCALES

Más allá de los planteamientos positivos A nivel de las entrevistas, también se A pesar de cierta resistencia observada
o críticos, los y las jóvenes se muestran reflexiona sobre la importancia que hoy en cuanto al reemplazo de las formas
concientes en relación a la presencia en día tiene el uso de computadores e tradicionales de comunicación,
creciente de las nuevas tecnologías en Internet. aprendizaje, información y recreación,
la sociedad. En este sentido, pueden identificarse los asistentes a los grupos también se
Por esta razón, un 87.3% cree que tres planteamientos claves: manifiestan claros en cuanto al avance
hoy es imprescindible saber usar el • La significación del futuro como de las nuevas tecnologías y la necesidad
computador. estrechamente ligado a las nuevas de adaptarse a ellos.
Además, los encuestados reflexionan tecnologías, tanto en materia laboral Esta adaptación, se encuentra vinculada

218
en torno a la utilidad de la computación como de servicios. a diversos ámbitos de la sociedad

actual
y del manejo de la red para el ámbito • Lo clave que parece el manejo actual:
laboral: de computadores e Internet para el • Necesidad de adecuar los conocimientos
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

• El 90.9% cree que saber computación desarrollo de oportunidades laborales. y destrezas a los requerimientos de la
es útil para encontrar un buen trabajo. • Lo inimaginable que resulta una vida estudiantil.
• El 77.2% señala que saber manejar cotidianeidad sin computadores y sin • Necesidad de adecuarse a los
Internet le servirá para encontrar un red. requerimientos del mercado laboral.
mejor trabajo. • Necesidad de adecuarse a las nuevas
formas que se establecen para acceder a

Importancia de las nuevas tecnologías en el mundo


bienes y servicios.
Estudios del INJUV

9.- CONCLUSIONES

La intencionalidad de este capítulo es doble, en cuanto –por una parte-


busca representar una visión integradora del proceso de investigación y sus
resultados, y -a la vez- pretende introducir una apuesta interpretativa, basada
en el contexto en el cual se inscribe el estudio y en las intuiciones del equipo
consultor.
En este marco, se considera fundamental recordar los objetivos generales
de la investigación:

• Caracterizar -sociodemográfica y culturalmente- a los y las jóvenes de


15 a 24 años, usuarios frecuentes de computadores e Internet, de las
regiones Metropolitana y Quinta.
• Analizar el impacto subjetivo que tiene el uso frecuente de computadores
y de Internet, sobre los y las jóvenes de 15 a 24 años, de las regiones
Metropolitana y Quinta.

La investigación realizada se desarrolla a partir de la confirmación de


la existencia de desigualdades de acceso en materia de nuevas tecnologías,
planteamiento que queda reflejado no sólo en la estrategia empleada para
aproximarse al objeto de estudio, sino también en los resultados generados.
Siguiendo con esta reflexión, y volviendo a los objetivos ya explicitados,
la investigación intenta conocer los mecanismos mediante los cuales los y las
jóvenes acceden, usan y se apropian del computador y la red, razón por la
que –en primer lugar- se decide trabajar solo con sujetos que utilizan estas
tecnologías. Luego, de acuerdo a los intereses del Instituto Nacional de la
Juventud, tendientes a dar cuenta de las diversas realidades que viven los y las
jóvenes chilenos y –particularmente- aquellos sectores de menores ingresos, se
opta por considerar a personas de 15 a 24 años insertas en el sistema educacional,
y por privilegiar –en el caso de la educación media- a los estudiantes de
establecimientos municipalizados, y –en el caso de la educación superior- a los
alumnos de centros de formación técnica y universidades tradicionales.
Se debe explicitar que las reflexiones realizadas y comentadas no
buscan ser una interpretación de segundo orden, lo que se intenta tiene que ver
con una mirada contextualizada de la investigación, es decir, cómo se pueden
leer los hallazgos en un momento determinado y con fines específicos. En otras
palabras, cuál es la inserción que determinadas tecnologías tienen en el mundo
juvenil y cómo esta situación puede ser abordada desde la política pública.

219
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

9.1.- Los y las jóvenes y las nuevas tecnologías: Cotidianeidad e


identidad.

La presencia de las nuevas tecnologías es asimilada por los y las jóvenes


–aunque con matices y diversas intensidades – como una manera más de
interacción cotidiana, que supone la inmersión en nuevos entornos simbólicos,
a partir de experiencias interactivas basadas, principalmente, en el intercambio
informacional que se produce entre el joven y el computador / red.
Este intercambio implica la configuración de capacidades cognitivas
altamente relacionadas con el uso de estas tecnologías, en tanto se presenta
como práctica regular, que supone la internalización de determinadas formas
de relación con el entorno en el cual se desarrolla.
Desde esta perspectiva, el joven realiza -como sujeto- nuevas formas de
acoplamiento con el entorno simbólico en el cual lleva a cabo sus experiencias,
proceso que configura nuevos tipos de socialización y -por lo mismo- nuevas
construcciones de identidades desde la particularidad histórica y cultural que
suponen estas interacciones. Esta potencialidad de configuración de identidades,
radica en que estas tecnologías implican y trabajan con información, influyendo
directamente en el campo cognitivo.
De esta manera, considerando -por un lado- a Internet como una red
de socialización informacional y cotidiana, desde la cual potencialmente se
construyen y reconstruyen las visiones de mundo (referencial y comunicativa),
y -al mismo tiempo- el carácter histórico de las redes y herramientas digitales,
tienden a configurar nuevas realidades que asumen la forma de cambios
culturales, en cuanto “afectan” a sus usuarios.
Específicamente, en este momento de la transición tecnológica, son
los y las jóvenes y niños quienes se han apropiado con mayor rapidez de estas
herramientas, distanciándose de las otras generaciones más adultas.
Se destaca que la representación del computador como herramienta
se encuentra altamente integrada a la red, lo cual plantea que las prácticas
de uso suponen lógicas que integran capacidad de interacción y -al mismo
tiempo- de búsqueda y selección de información a través de funcionalidades
determinadas.

9.2.- Las formas de aprender y los nuevos lenguajes.

De acuerdo a los resultados generados por la investigación, un tema


de central interés se refiere a los procesos de aprendizaje que desarrollan los
y las jóvenes, para y a través del uso del computador y la red. La relevancia

220
Estudios del INJUV

de esta temática, no sólo radica en la presencia del autoaprendizaje como


modalidad principal de interacción y acumulación de saberes, sino también en
la posibilidad de retroalimentación que conlleva el proceso de conocimiento.
Uno de los hallazgos más importantes del estudio, es que los y
las jóvenes han aprendido a utilizar las nuevas tecnologías de una manera
esencialmente autodidacta, observándose, eso sí, distintos tipos de asistencia,
que resultan claramente secundarios y que dependen del entorno desde donde
se accede.
Otro aspecto relacionado, está dado por el componente de simultaneidad
(realizar varias actividades en un mismo momento) que ofrece el computador
y la red, que representan una variable particular y que es una razón por lo que
resulta ser tan potente.
A nivel general, se puede establecer un modelo en donde el uso posibilita
el conocimiento aplicado y el desarrollo de nuevas herramientas, es decir, el
sistema tecnológico está en constante diálogo con sus usuarios, actualizándose
producto de las necesidades expresadas, pero no en un esquema estricto de
usuario - programador, ya que todos podemos modificar los programas para
que respondan mejor a nuestros requerimientos (el ejemplo más simple, pero
no por ello menos importante, es la configuración del escritorio con un tema
del gusto de cada persona, algunos pondrán un color de su agrado, otros una
fotografía, etc).

9.3.- Las prácticas de uso del Computador y la Red.

Sin duda, otro eje interesante de analizar corresponde al tema de los usos,
donde no sólo resulta relevante la descripción de las prácticas desarrolladas
por los y las jóvenes, sino también las diferencias que se detectan entre ellos y
las apropiaciones de sentido que refieren.
A partir del siguiente esquema que se expone se puede hacer mención
a dos entornos o ámbitos relevantes. Uno de ellos dice relación con aspectos
concretos que se vinculan a la etapa de vida o socialización de los sujetos, como
es el caso de la edad, el sexo y el nivel de educación en el cual se encuentran
insertos (principalmente se debe hacer la distinción entre educación media y
superior).
El segundo ámbito está asociado también a elementos concretos,
pero que se refieren –fundamentalmenteal – al nivel socioeconómico de los
y las jóvenes, su capacidad adquisitiva, y las posibilidades reales que tienen
para la generación de saberes técnicos y prácticos en torno al uso de nuevas
tecnologías.

221
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

A partir de ambos entornos, se desprenden factores que determinan y


configuran, el proceso de interacción de los y las jóvenes con el computador
y la red. Estas determinaciones se complementan y superponen, no pudiendo
establecerse –a partir de los resultados de la investigación- relaciones de
causalidad o predominancias claras.

EDAD - SEXO - SITUACIÓN EDUCACIONAL

NECESIDADES INTERESES MOTIVACIONES

PRÁCTICAS DE USO

POSIBILIDAD EQUIPO Y TIPOS DE


DE ACCESO CONEXIÓN SABERES

CAPACIDAD ADQUISITIVA - CONOCIMIENTOS

9.4.- Las Nuevas Tecnologías como herramientas que precisan usuarios.

Internet es el mejor ejemplo de que la tecnología se desarrolla y se


explica a través de su interacción con los usuarios, en cuanto mediante el
intercambio de información se generan conocimientos (en las personas, por
cierto), los cuales permiten o posibilitan alterar las circunstancias originales.
Es decir, en un sistema tecnológico abierto, sin nodos centrales ni de control,
los tránsitos de información no sólo “afectan” a los usuarios, sino también al
sistema tecnológico. Un caso claro de esto es el tema de la pedofilia, en donde
no es la acción de los estados nacionales la que más sitios ha cerrado, sino los
propios usuarios, donde los hackers han probado sus conocimientos al cerrar
lugares que las regulaciones normativas de los países no podían atacar (cómo
obligo a un habitante de Chile, que tiene su sitio en un servidor de otro país).
Esto no implica necesariamente la existencia de una cibersociedad,
pero si configura a Internet como “otro lugar” donde las personas pueden
estar, lo que nos devuelve al tema de la cotidianeidad, donde el uso de la

222
Estudios del INJUV

herramienta requiere procesos de adaptación constante (si ayer se chateaba


hoy la mensajería instantánea –msn, icq- es la versión mejorada de aquello, la
función de conversar se mantiene, pero se filtra a los interlocutores), generando
dinámicas de autoaprendizaje a partir de funcionalidades básicas.
En el mundo juvenil, la condición de cotidianeidad con que se utilizan
las herramientas tecnológicas resulta absolutamente incuestionable, ya que
demuestra y responde a las mismas actividades y necesidades que los y las
jóvenes desarrollan sin la red. Nos referimos a la realización de deberes
académicos, la comunicación con otros y la entretención. En este último
rubro, la música juega un rol fundamental (si antes cambiábamos la radio para
escuchar otra música, hoy la bajamos desde Internet).
Retomando la cuestión de la existencia de una sociedad virtual o
cibersociedad, más que discutir sobre su calidad de tal, y considerando las
opiniones de los y las jóvenes, aparecen dos comentarios que brindan un
marco desde el cual los usuarios sitúan su participación en la red. En primer
lugar, el tema de la incorporación cotidiana tiene dos atractivos, como lo son
la comodidad y la inexistencia de fronteras espaciales (la red es la misma para
todos). No obstante –en segundo lugar-, para acceder a la red hay una serie de
condiciones de contexto que se sitúan fuera de la conexión (en la vida off line).
En síntesis, los resultados del estudio hablan de una creciente utilización
funcional de la red, la cual aún no incorpora de manera conciente dinámicas de
producción de contenidos, ni tampoco genera procesos que apunten a agrupar
o promover polos de debate o interlocución. No obstante, se encuentran dadas
las condiciones de experticia y familiarización con la máquina, que permitan
la utilización creativa de las herramientas tecnológicas.

9.5.- Sugerencias hacia un Rol Estado Chileno.

Resumiendo las propuestas de acción del Estado entregadas por la


investigación, ellas se articulan en torno a dos ideas matrices, las que son
expuestas a continuación.

Adecuación de los procesos educativos.

La adecuación de los procesos educativos se entiende desde una doble


entrada, por un lado, validar el conocimiento que los y las jóvenes pueden
obtener desde la utilización de la red, y –a la vez- potenciar los procesos de
capacitación de las personas, para que sean sujetos con posibilidad de producir
contenidos (ya no sólo bajarlos).

223
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

En este contexto, se está hablando de adaptar y potenciar el sistema


educativo desde una perspectiva que acepta otro paradigma de aprendizaje,
en el cual se fortalecen las ideas de interacción con la máquina y el
autoaprendizaje.

Promoción de la equidad en el acceso.

En este acápite se hace referencia a que el mercado no brinda las


mismas oportunidades a todas las personas en el ámbito del conocimiento,
acceso y uso de las nuevas tecnologías. Ello implica marginar a un sector
importante de la sociedad en base a sus posibilidades adquisitivas.
Es en este escenario donde la acción del Estado puede contribuir a
igualar las posibilidades de acceso, pero sin descuidar la promoción y el traspaso
de conocimientos de uso. Es decir, se debe promover la idea de un Estado
no sólo preocupado de los aspectos tecnológicos y regulatorios del mercado
(posibilidades de conexión, costos de acceso, porcentajes de conectividad), sino
también participante de los procesos sociales de apropiación de conocimiento
que se pueden generar.

224
Estudios del INJUV

I.- BIBLIOGRAFÍA TEÓRICA.

BERGER, P. Y LUCKMANN, T. (1979). La construcción social de la


realidad. Editorial Amorrortu. Buenos Aires – Argentina.

BETTETINI, G. Y COLOMBO, F. (1995). Las nuevas tecnologías de la


comunicación. Editorial Piados. Barcelona – España.

CASTELLS, MANUEL (1999). La era de información. Volumen 1. La


sociedad red. Alianza Editorial. Madrid – España.

DE KERCKHOVE, DERRICK (1999). Inteligencias en conexión. Editorial


Gedisa. Barcelona – España.

ECHEVERRIA, JAVIER (1999). Los señores del aire. Telépolis y el tercer


entorno. Ediciones Destino. Barcelona – España.

FERNÁNDEZ, MARÍA LUISA (1998). Nuevas tecnologías, Internet y


derechos fundamentales. Editorial McGraw-Hill. Madrid – España.

MORIN, EDGAR (1998). Cultura y conocimiento. En “El ojo del observador”


de Watzlawick, Paul y Krieg, Peter. Editorial Gedisa. Barcelona - España.

NEGROPONTE, NICHOLAS (2000). El mundo digital. Ediciones B.


Barcelona – España.

RHEINGOLD, HOWARD (1993). The virtual community. Reading mass.


Addison- Wesley.

TERCEIRO, JOSÉ (1996). Sociedad digital. Alianza Editorial. Madrid


– España.

VYGOTSKY, LEV (1995). Pensamiento y Lenguaje. Editorial Paidos.


Barcelona - España.

WIENER, NORBERT (1969). Cibernética y sociedad. Editorial


Sudamericana. Buenos Aires – Argentina.

225
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

II.- BIBLIOGRAFÍA SOBRE NUEVAS


TECNOLOGÍAS EN CHILE.

ACTI A.G. (1999). Chile ante las nuevas tecnologías de la información.


Santiago – Chile.

CÁMARA DE COMERCIO DE SANTIAGO (2000). La economía digital


en Chile. Santiago – Chile.

DEPTO INGENIERÍA INDUSTRIAL USACH – SUBTEL (1999).


Telecentros comunitarios, un análisis de las experiencias. Santiago – Chile.

EKHOS I+C (2000). Internet pensando en Chile II. Santiago – Chile.

SUBTEL (2000). La industria de acceso a internet en Chile. Santiago –


Chile.

SUBTEL (2001). Informe de estadísticas básicas del sector de las


telecomunicaciones en Chile, Nº 2. Santiago – Chile.

SUBTEL (2002). Caracterización socioeconómica de los servicios de


telefonía y tecnologías de información y comunicación, Informe Estadístico
4. Santiago – Chile.

SUBTEL (2002). Estadísticas del sector de las telecomunicaciones en Chile


1999-2001, Informe Estadístico 5. Santiago – Chile.

UNIVERSIDAD DE CHILE (1999). Demografía y comportamiento de los


usuarios chilenos en internet. Santiago – Chile.

226
Estudios del INJUV

III.- OTROS TEXTOS.

INJUV (2000). Tercera Encuesta Nacional de Juventud. Santiago – Chile.

KEMLY CAMACHO. Internet ¿Una Herramienta para el Cambio Social?


Elementos para una Discusión Necesaria, Fundación Acceso (www.acceso.
or.cr).

PNUD (1998). Desarrollo humano en Chile 1998. Santiago – Chile.

PNUD (2000). Desarrollo humano en Chile 1998. Santiago – Chile.

SONNTAG, H. Y ARENAS, N (1995). Lo global, lo local lo híbrido.


Documentos de Debate Nº 6, Gestión de las Transformaciones Sociales –
MOST, UNESCO.

227
Los y las jóvenes y el uso de computadores e internet

228
Estudios del INJUV

CARACTERIZACIÓN DE LA TRANSICIÓN
INFANTO-JUVENIL
DEL PERIODO DE LOS 11 - 14 AÑOS*

1.- PRESENTACIÓN DEL ESTUDIO

En Chile, desde 1990 principalmente, la investigación de la realidad


juvenil se ha hecho indispensable a la hora de diseñar e implementar políticas
públicas orientadas a asegurar la calidad de vida y a promover los apoyos
necesarios en los procesos de desarrollo personal e integración social de las
nuevas generaciones. A medida que se ha ampliado la cobertura longitudinal de
los datos, a través de las distintas encuestas nacionales y otras investigaciones,
se ha hecho necesario extender la mirada hacia los procesos de inicio de la
etapa juvenil hasta ahora no suficientemente abordados.
En este tema se constata cada vez con mayor fuerza, un nuevo tipo

*
Este documento es un resumen de una investigación original realizada el año 2005 por
el Instituto Superior de Pastoral de Juventud (ISPAJ) y el Departamento de Estudios y
Evaluación del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). El equipo de investigación
estuvo conformado por: Coordinadora Ingrid Marx, investigadores Maria Angélica
Cruz, Marcelo Neira, Marco Antonio Villalta, ayudante investigación Víctor Hugo
acuña y Francisco José Zarricueta. El documento completo se encuentra disponible en
el Centro de Documentación de la Dirección Nacional del INJUV o en la página web:
www.injuv.gob.cl

229
Caracterización de la transición infanto-juvenil

de presencia pública asociada a adolescentes de 11, 12 o 13 años o “pre-


adolescentes”, como se los suele denominar, y a quienes algunos psicólogos y
educadores llaman con mayor justicia: Primera Fase de la Adolescencia.
La emergencia de esta nueva categoría social motivó la pregunta
respecto a si esta etapa de la vida no está más cercana al polo lúdico de la
juventud que a los procesos propios de la infancia. Pregunta a la cual esta
investigación intentó responder y así contribuir a generar un debate con
distintos actores del mundo público y político, respecto a lo que entenderemos
por la etapa juvenil y cuál debiera ser el rol de la institucionalidad pública
dedicada a este grupo.
A inicios de un nuevo milenio, el tránsito infanto-juvenil se está dando
en un contexto sociocultural de cambio. Estamos en tiempos de reingeniería
y las consignas son la creatividad y la libertad para acompañar la gestación
del conocimiento, de las valoraciones y de las formas de organización,
incorporando también crecientes cuotas de incertidumbre en la vida personal
y social. En este contexto, las demandas de los/as jóvenes se ordenan en torno
a motivaciones e intereses personales que buscan, sin embargo, ser incluidos
en los sistemas funcionales de la sociedad, en los que ven proyectadas sus
proyectos de futuro y también sus aspiraciones más inmediatas.
Este estudio, entonces, se orientó en profundizar en las características
específicas del segmento etáreo de 11 a 14 años, pues ocupan actualmente
un gran espacio social y requieren más atención desde el aparato público.
Además, hemos podido contrastar a los preadolescentes de hoy con los de
hace una década, para conocer cuáles son las peculiaridades actuales del modo
de vivir el tránsito infanto-juvenil, y así atender las necesidades específicas de
esta edad y protegerlos de los riesgos asociados a un proceso de transformación
social no siempre benigno con sus necesidades.

2.- ASPECTOS METODOLÓGICOS

El presente estudio corresponde a un diseño metodológico descriptivo,


de carácter exploratorio transversal y comparativo, a través de instrumentos
y de investigación social. Fue desarrollado en dos fases, a saber: a) una
cualitativa, en la que se recolectaron los antecedentes directamente desde
los/as preadolescentes para la elaboración del cuestionario de encuesta y la
complementación de sus resultados; b) una fase cuantitativa que corresponde
al diseño, aplicación y análisis de la encuesta.

230
Estudios del INJUV

2.1.- Población objetivo y casos de estudio.

La población objetivo fueron los/as preadolescentes entre 11 a 14


años de edad de la Región Metropolitana, Provincia de Santiago, de estrato
socioeconómico medio y medio bajo.
Los datos obtenidos a través de entrevistas en profundidad, grupos
de discusión y encuesta, fueron analizados comparativamente con los datos
homologables de la IV Encuesta de Juventud para el tramo de entre 15 a 18
años. Además, esta comparación transversal de datos generados por el estudio
en ambos tramos de edad, se enriqueció con la comparación de estos datos
con investigaciones afines y con la información empírica y analítica dada por
informantes claves.

2.2.- Instrumento cuantitativo de recolección de información. Encuesta

Se construyó y aplicó una Encuesta de aproximadamente 100 preguntas,


que incluían algunas de las variables posibles de comparar con datos entregados
por la IV Encuesta Nacional de Juventud.
El instrumento fue diseñado en base a ítems con alternativas de
respuesta, y para ser aplicada de modo individual por encuestadores
seleccionados y preparados para esta tarea. Fue sometido a un pretest de
30 casos, con informantes preseleccionados de características similares a la
muestra definitiva. Una vez realizado el pretest, el cuestionario fue corregido
y formulado de manera definitiva.
El Universo del estudio lo conformó la población preadolescente de
la Región Metropolitana entre 11 y 14 años, de nivel socioeconómico medio,
específicamente del Área Metropolitana de Santiago.
La Unidad de Análisis estuvo constituida por escolares entre 11 y 14
años de las comunas del Área Metropolitana de Santiago que cumplieran con el
requisito de que tuvieran una proporción de población en nivel socioeconómico
medio superior al 50%, y de población en nivel socioeconómico bajo inferior
al 10%. Siguiendo esos criterios, se seleccionaron las comunas de Estación
Central, Quilicura, La Cisterna, Independencia, Macul, La Florida, San
Miguel, Santiago y Maipú.
El nivel de confianza fue de un 95% y el error muestral del 2,5%. Con
estos valores, la muestra debía quedar constituida por 385 casos, y se le agregó
un 15% para reemplazo, con lo que la muestra inicial constaría de 424 casos.
Se tomaron finalmente 434 casos.

231
Caracterización de la transición infanto-juvenil

Distribución de la muestra por sexo y edad

SEXO EDAD Total


11 12 13 14
Hombre Nº de casos 58 56 54 52 220
% del Total 13,4 12,9 12,4 12,0 50,7
Mujer Nº de casos 55 55 52 52 214
% del Total 12,7 12,7 12,0 12,0 49,3
Total Nº de casos 113 111 106 104 434
% del Total 26,0 25,6 24,4 24,0 100

2.3.- Técnicas cualitativas de recolección de información.

a) Entrevistas personales en profundidad:

La entrevista es un recurso metodológico muy útil para investigar


en profundidad temas más específicos y de mayor intimidad personal que
normalmente no salen en las discusiones grupales. Esta modalidad fue también
muy útil para identificar los temas más relevantes a profundizar posteriormente
en los grupos de discusión. Se realizaron 8 entrevistas con jóvenes de colegios
no seleccionados para la aplicación de la encuesta.

b) Grupos de discusión:

En términos de técnica cualitativa, el grupo de discusión es una


forma de indagar en la construcción y sentido del discurso social de un
grupo artificialmente construido para profundizar en las lógicas y secuencias
temáticas que orientan esta construcción. Supone la existencia de elementos
teóricos y de base empírica que permiten articular preguntas de investigación
mucho más intencionadas y tematizadas. Los criterios de construcción de los
grupos se especifican en la siguiente tabla:

232
Estudios del INJUV

Composición de
grupos HOMBRES MUJERES MIXTO TOTAL
Tramo de edad
1 grupo de 1 grupo de
11 a 12 años 2
NSE Medio. NSE Medio.
1 grupo de 1 grupo de
13 a 14 años 2
NSE Medio. NSE Medio.
1 grupo de NSE Medio.
1 grupo de NSE Bajo.
11 a 14 años 3
1 grupo de participantes, de
NSE Medio.
15 a 18 años 1 grupo de NSE Medio. 1
2 grupos de 2 grupos de
TOTAL 4 grupos de discusión 8
discusión discusión

c) Cartas autobiográficas:

Para el presente estudio se consideró la aplicación exploratoria de


253 cartas escritas por estudiantes de tres colegios de Santiago. De éstas, se
seleccionaron 80 para hacer el análisis (20 por cada edad, de las cuales 10 fueron
escritas por hombres y 10 por mujeres). La técnica incluyó la comparación de
los relatos y sus significados con una selección de 80 cartas autobiográficas
escritas en 1995.

3.- RESULTADOS RELEVANTES


3.1.- Caracterización Preadolescente

En esta parte se mencionan los hallazgos más relevantes de la


investigación, alternando los datos obtenidos tanto en la fase cualitativa como
cuantitativa. Metodológicamente, la caracterización de los/as preadolescentes
es abordada desde la perspectiva de tres niveles de análisis y profundidad.

• Descubrir el mundo. Un escenario distinto porque se mira ahora


desde los ojos de quien se va alejando de la niñez.
• El mundo en relación. Exposición y evaluación de las distintas
instituciones socializadoras,
• Reconociendo el mundo y su lugar. Síntesis que hacen de su proceso
de abandono de la niñez y de las convicciones que van forjando como
generación.

233
Caracterización de la transición infanto-juvenil

3.1.1. Descubrir el mundo

El 65% de los encuestados dice sentirse más parecidos a los/as jóvenes,


siendo las mujeres las que más se inclinan hacia este sentimiento, junto con
los que tienen entre 13 y 14 años.

Esta percepción de los/as preadolescentes aumenta significativamente


más de diez puntos porcentuales de los 12 a los 13 años. Tal parece que éste es
el período crítico de mayor quiebre y mutación de la niñez hacia la juventud.

a) Los cambios

La conciencia de estar cambiando genera la necesidad de ir organizando


una idea coherente acerca de quiénes son, de cómo quieren ser percibidos,
de lo que quieren llegar a ser. No vemos el resultado, sino el proceso de
una nueva reelaboración de la identidad en la que se integran o tensionan las
características del niño que va quedando atrás.
Al preguntar a los/as preadolescentes de 11-14 años sobre los aspectos
en que han cambiado desde que tenían 10 años, el 99,5% del total de encuestados
reconoce haber cambiado en algún aspecto, especialmente respecto de los
temas de la responsabilidad, de la coherencia pensamiento-acción y de los
cambios físicos.

En qué aspectos has SEXO EDAD


cambiado desde que
Total
tenías 10 años hasta ahora Hombre Mujer 11 12 13 14
(Respuestas Múltiples)
Tengo responsabilidades 57.3% 52.8% 55.8% 53.2% 51.9% 59.6% 55.1%
Ahora pienso más las cosas
54.5% 48.6% 50.4% 51.4% 48.1% 56.7% 51.6%
que hago
Ha cambiado mi cuerpo 40.5% 46.7% 35.4% 44.1% 58.5% 36.5% 43.5%
Ahora tengo más
29.5% 36.9% 32.7% 34.2% 34.0% 31.7% 33.2%
personalidad
Ahora me siento más feliz 9.5% 7.5% 15.9% 6.3% 5.7% 5.8% 8.5%
Ahora me siento menos feliz 7.7% 6.5% 8.0% 9.0% 1.9% 9.6% 7.1%
No he cambiado en nada 0.5% 0.5% 0.9% 0.9% 0.0% 0.0% 0.5%

Estas variaciones porcentuales por género confirman la diferente forma


en que hombres y mujeres interpretan sus cambios corporales, las cuales se

234
Estudios del INJUV

construyen en estrecha relación con el entorno sociocultural en que crecen. En


las entrevistas realizadas se encuentra que las mujeres tienen mayor conciencia
de sus cambios corporales —los cuales son más evidentes que en los varones—
por lo mismo, conlleva cambios en las formas de exponerse al entorno (“tengo
más personalidad”) y revisar la responsabilidad consigo mismo. Los cambios
corporales implican la despedida irremediable de la niñez.
En todo caso, la autopercepción de más responsabilidades y de pensar
más las cosas que ahora se hacen, caracterizan de manera más precisa la edad
de los 14 años. La percepción de los cambios corporales es relevante a los 12 y
13 años, y no lo es tanto a los 11 y 14 años. Es probable que a los 11 años estos
cambios sean incipientes y aún poco frecuentes, y más evidentes y frecuentes
a los 12 y 13 años. A los 14 años, estos cambios ya están más asumidos y por
lo mismo no se consideren como relevante en su vida.
Respecto de lo bueno de cambiar, el “tener las cosas más claras” es
lo más valorado por los encuestados. La opción “estoy más tiempo con los
amigos” tiende a disminuir en el grupo de los 13-14 años, comparados con
el grupo de los 11-12 años. Tal parece que en el periodo de los 11-12 años
los amigos son especialmente importantes. Es el periodo en que se hace la
distinción entre amigos y conocidos, entre ideal de amistad y los amigos
concretos, los datos de entrevista ilustran más este aspecto.
Para los/as preadolescentes de 11 años, tener más responsabilidades
es un logro que tiene relación con dejar de ser visto como niño. Conforme se
acentúa la identidad adolescente, tener responsabilidades se suele valorar en
menor medida para dar mayor valor a la amistad y a la libertad.
Entre lo que ellos consideran malo de la edad que viven, tiene
relación con el disgusto que les produce por cumplir órdenes, tener muchas
responsabilidades, la indiferencia de los adultos y las nuevas dudas que hayan
surgido.
Es interesante notar que el mayor conflicto de crecer no tiene que ver
directamente con los cambios corporales o la internalización y reelaboración
del entorno, sino con las relaciones de autoridad. Dado el tiempo que los/
as preadolescentes pasan con sus padres y profesores, es probable que la
relación generacional asimétrica niño-adulto es la que pasa a ser revisada e
interpelada.
Estas frecuencias y jerarquías son similares entre hombres y mujeres
y se mantienen en las cuatro edades estudiadas. Es probable que los adultos
sean más exigentes con los/as preadolescentes conforme los ven físicamente
más grandes. Es interesante que ser confidente de los adultos es para los/as
adolescentes una constatación de que dejan de ser niños.

235
Caracterización de la transición infanto-juvenil

b) La autoimagen

La autopercepción de cambios se consolida en un nuevo imaginario,


en una imagen de sí que simboliza continuidad y ruptura con la niñez. Es
así como los preadolescentes hombres y mujeres se describen en general en
términos positivos, se valora especialmente el ser sociable.
Conforme se avanza en la edad, específicamente a los 14 años, se
amplía el repertorio verbal para describir la imagen que se tiene de sí mismo,
autocalificándose menos como “soñador(a)” y más como “realista”.
La imagen de sí mismo se sostiene y relaciona con elementos del
imaginario sociocultural donde crecen las personas. En tal sentido los medios
de comunicación, especialmente la televisión abierta, es rica en ofrecer
elementos de identificación a todas las etapas de la vida, dado que aquello que
ofrecen los medios es una amplificación elaborada y comercial del imaginario
sociocultural.

c) Consumo de tabaco y alcohol

Menos del 35% dice estar dispuesto a fumar tabaco o consumir alcohol.
“Fumar tabaco” es algo que “no lo ha hecho y no lo haría” señala el 73,3%
del total de encuestados. Aquí hay diferencias significativas por edad y sexo.
Los hombres en mayor frecuencia porcentual (81,4%) dan esta respuesta en
comparación con las mujeres (65%). Asimismo, esta respuesta tiende a bajar
progresivamente con la edad, siendo el 85% a los 11 años, y llegando a ser la
respuesta del 59,6% a los 14 años de edad.
El 10,1% del total de encuestados, señala que ya ha fumado y volvería
a fumar tabaco. Esta cifra porcentual es mayor en las mujeres (12,6%) en
comparación con los hombres (7,7%) y tiende a aumentar con la edad, siendo
del 6,2% a los 11 años y elevándose progresivamente hasta llegar a ser la
respuesta 20,2% de los/as preadolescentes de 14 años.

236
Estudios del INJUV

Consumo de tabaco y alcohol

31.8%

26.0%

19.8%

11.7%
9.9% 10.4%
7.1%8.0%

11 12 13 14

Con disposición al consumo de tabaco Con disposición al consumo de alcohol

“Consumir alcohol” es algo que no ha hecho y no haría el 70,3%


del total de encuestados, el 8,1% informa que no ha consumido pero estaría
dispuesto a hacerlo, el 12,4% que ha consumido y no lo volvería a hacer, y el
9,2% que ha consumido y lo volvería a hacer. Aquí las diferencias significativas
se dan por edad.
El grupo porcentual de preadolescentes que no ha consumido y no
consumiría alcohol se va reduciendo con la edad, del 88,5% a los 11 años,
hasta llegar a ser el 51,9% a los 14 años. El 1,8% de los/as adolescentes de 11
años señala que ya ha consumido alcohol y lo volvería a hacer, este porcentaje
sube con la edad, llegando a ser el 23,1% a los 14 años de edad. El 13 %
señala consumir alcohol en fiestas con amigos. Y casi un tercio indica haber
consumido alcohol en fiestas familiares, bajo la supervisión de adultos.

d) La sexualidad

En sus comentarios se percibe que están explorando el tema desde


muchos puntos de vista: en la información que reciben y buscan, en las
conversaciones que tienen, en las observaciones que recogen de las experiencias
cercanas de familiares, amigos(as) y compañeros. Desde todo este entorno
evalúan, seleccionan criterios, aprenden prácticas.
La sexualidad es percibida de dos formas distintas. Por un lado,

237
Caracterización de la transición infanto-juvenil

como un potencial para la vida y el amor. Por otro lado, como una suerte
de fatalismo: uno propone, el destino dispone... Algo que no saben bien qué
es, puede distorsionar sus planes, adelantar sus proyectos y experiencias. Hay
como un juego entre control y descontrol que sienten algunos que está puesto
fuera de su decisión.
También es posible reconocer que, aunque no quieren una sexualidad
moralista, anhelan una sexualidad de pareja vivida con amor. Las mujeres son
más explícitas y reiterativas en ese aspecto, los hombres son más parcos en su
habla, sin embargo también describen sus expectativas con contenidos éticos.
Es la mamá la persona con quien más conversan sobre este tema, especialmente
las mujeres.
Entre los/as preadolescentes aumenta la percepción de que en el colegio
la información sobre sexualidad entregada es poca, en comparación con la
información que se entrega en la casa, siendo más críticos los varones.
Los/as preadolescentes reciben mensajes muy contradictorios y tienen
muchas veces a sus propios pares como único referente para contrastarlos y
elaborar criterios adecuados respecto a cómo actuar en ese terreno. Los mitos
abundan. Desde los que magnifican la cantidad de experiencias, generalizando
hechos no comprobados, hasta los que plantean que el éxito sexual es una
cosa de práctica variada y frecuente. Y dado que para los/as preadolescentes
resulta una gran amenaza pasar por inexperto o quedar ‘out’, muchos inician
tempranamente prácticas de riesgo en ese terreno.
Respecto del erotismo, los/as preadolescentes inician su actividad
sexual en modalidades previas de juegos eróticos. Corresponde a lo que en
el lenguaje actual se denomina ‘atinar’ o ‘agarrar’ (en ‘grado dos’, como
instaló el término el programa radial ‘Chacotero Sentimental’) es decir, las
caricias eróticas íntimas pero sin penetración. Según los datos, es algo que no
han hecho y no están dispuestos a realizar el 50,3% del total de encuestados,
estarían dispuestos a hacerlo el 20,8% y lo han hecho y volverían a hacer el
22,4%. Aquí hay diferencias significativas por sexo y edad.
En lo que respecta a las relaciones de pareja, el 77,9% del total de
encuestados señala que en el momento de la encuesta “les gusta alguien”.
Este porcentaje baja levemente en el grupo de los hombres al 76,8% y sube
un poco en el grupo de las mujeres en 79%. Tampoco existen diferencias muy
marcadas en las distintas edades. Sin embargo, en el momento en que se aplica
la encuesta, la gran mayoría (67,3%) informa que está solo(a), especialmente
las mujeres. El 58,9% del total de encuestados señala que “sólo a veces” y
“muchas veces”, no se han sentido correspondidos en el amor. Y la lealtad
es una característica considerada importante para elegir pareja en todas las

238
Estudios del INJUV

edades, en ambos sexos y sea cual fuere la situación actual de pareja de los/as
preadolescentes.

3.1.2.- El mundo en relación

Durante la niñez la vida transcurre básicamente en torno a tres ámbitos


de referencia: la familia, la escuela y el vecindario. Es desde este entorno que
se constituyen las redes sociales de interacción y los espacios de convivencia.
Una de las grandes transformaciones del tránsito a la adolescencia
se constituye con la ampliación de este espacio con nuevas redes y nuevos
vínculos. Junto con descubrir a este “mundo amplio”, el preadolescente
inicia un progresivo proceso de inserción a nuevas instituciones formales e
informales ampliando su espacio interactivo. En estas nuevas modalidades de
inserción, el preadolescente empieza a ensayar su autonomía y su separación
de la familia como núcleo central de integración.
Para muchos, es el momento en que empiezan a “salir hacia fuera”
autónomamente. Ese proceso de salida o ampliación de redes es de suma
importancia para sostener la creciente individuación que realizan los/as
preadolescentes. Necesitan entrar al mundo amplio para poder apropiárselo
activamente.

a) Sus espacios

La Familia

La mayoría de los/as preadolescentes vive con ambos padres en una


familia de tipo nuclear completa (55,5%) o en una familia extensa completa
(17,3%). La presencia de la madre se da en el 96,5% de las familias de los
entrevistados, mientras que la del padre es bastante menor: 74,4%.
Aún cuando es cada vez menos frecuente la presencia de abuelos
o abuelas en la familia, el 23,7 % comparte la casa con ellos, tanto en las
familias en que están ambos padres, como en las familias con uno sólo de los
progenitores.
En la muestra de los/as preadolescentes, el 66.7% de los entrevistados
señala que sus padres están casados y viven juntos, y los casos restantes se
distribuyen en distintas modalidades de parejas. Importa también señalar que
un 7,1% declara vivir con padrastro o madrastra.
La familia reúne un alto nivel de confianza entre los/as preadolescentes.
De hecho es la institución mejor evaluada. Esto es importante para sostener el

239
Caracterización de la transición infanto-juvenil

sistema. Además, involucra un alto grado de expectativas respecto a la función


que cumple la familia como espacio de referencia. Sin embargo, los procesos
de individualización y autonomía que necesitan elaborar los/as preadolescentes
pueden poner en crisis las relaciones familiares de manera permanente o
esporádica. Padres e hijos necesitan redefinir las reglas implícitas y explícitas
que norman su convivencia y además responder a las demandas propias de
su rol en el funcionamiento del sistema familiar. No existen modalidades
únicas de convivencia, variando desde un modelo tradicional, jerárquico y
adultocéntrico, hasta un modelo desregulado, en constante definición, en que
hijos se sienten confundidos respecto a las decisiones.
En el tema de la decisiones cotidianas, la búsqueda de un acuerdo es la
alternativa más frecuentemente elegida para ambos padres (43,1% y 48,7%)
y aparece como una ganancia de la edad pues aumenta notoriamente entre los
13 y los 14 años (57,5 y 55,3% con la madre). La aceptación de las decisiones
sin problemas por parte de los padres es señalada por uno de cada cuatro
preadolescentes. No obstante, los temas que más diferencias provocan en la
conversación familiar parecen ser los derivados de los permisos y salidas.
Mientras existe amplio acuerdo con los padres en relación a los planes y
proyectos para el futuro y también en las opiniones respecto a la sexualidad y
las relaciones de pareja, este acuerdo disminuye notoriamente cuando se trata
de la libertad para salir.
El análisis por edad indica que en general los/as preadolescentes sienten
el afecto de sus familias, pues el 70,5% reconoce que nunca se ha sentido
poco querido. De ahí que ellos/as recurren con frecuencia a sus padres para
compartir sus problemas. El 87,2% señala hacerlo con su mamá y el 66,3%
con el papá. Esta cercanía se mantiene más o menos similar entre los 11 y los
13 años, alrededor de 89% con la mamá y 69% con el papá. Sin embargo,
baja notoriamente a los 14 años: 79% y 56%. Además, los/as preadolescentes
que tienen una mala evaluación de su padre y de su madre, señalan en mayor
medida, no recurrir a ellos para compartir sus problemas.
Entre los problemas señalados, los más frecuentes son los asociados
a la convivencia cotidiana: tiempo para compartir y falta de comunicación,
La demanda de mayor tiempo para compartir es alta ya que 37,5 % de los
entrevistados la señala como un problema de su familia. Las mujeres y los
de 14 años son quienes manifiestan mayor crítica a ese aspecto de la vida
familiar.
En la convivencia familiar, las dificultades comunicacionales pueden
transformarse en malas relaciones, que traducen distanciamiento y peleas. Estas
son más frecuentes entre hermanos, lo que aparece reportado en los grupos de

240
Estudios del INJUV

discusión y en las entrevistas. Los/as preadolescentes suelen reclamar de la


intromisión de los hermanos menores “en sus cosas”, como también, de las
diferencias en el trato que reciben las mujeres de los varones, en cuanto a
permisos y responsabilidades. Ellas suelen sentirse discriminadas, y por lo
tanto, señalan con mayor frecuencia problemas de este tipo.
A los 14 años, sin embargo, el malestar con la familia tiende a
aumentar, lo que posiblemente tiene que ver con las diferentes interpretaciones
de las responsabilidades que los padres encargan y, especialmente en el caso
de las mujeres, las diferencias con la madre. Es posible que nuevos cambios
se avecinen, tal vez ya no sea solamente la autopercepción y autoimagen
referidas a los procesos de mutación corporal y hormonal, sino al uso de las
nuevas habilidades cognitivas y de relación social adquiridas precisamente en
las relaciones con los adultos y conocidos, transferidas a nuevas relaciones
interpersonales, nuevos espacios sociales, a una elaborada subjetividad que
proyecta el presente en el futuro deseado y por lo mismo temido, es el anuncio
de la segunda fase de la adolescencia.

La Escuela

La escuela es también un espacio propicio para el aprendizaje y el


ensayo de las habilidades sociales. En ella se encuentran los primeros amigos
que, por la estructura de promoción de un curso a otro y como se verá más
adelante, se mantienen por muchos años. De ahí que la gran mayoría de los/as
preadolescentes evalúa con alta nota el tiempo que está en la escuela (con nota
seis y siete, el 72,4%), y una proporción incluso un poco más alta lo hace de
esa forma respecto de la amistad en sus cursos (75,6%), en tanto que son más
críticos respecto de la convivencia entre cursos, ya que un 17,3% evalúa este
ítem con nota inferior a cuatro.
Respecto al ambiente escolar su evaluación es más crítica. Las
situaciones anómalas que más observan los/as preadolescentes en el colegio
son burlas o descalificaciones entre los alumnos (76,2%), problemas graves de
disciplina (73,2%), robos (67,2%) y violencia física entre alumnos (65,6%). En
este último punto cabe destacar que los niveles de percepción de este problema
suben desde los 11 a los 12 años (58, 4% a 65,5%), y luego desde los 13 a los
14 años (65,1% a 74%).

241
Caracterización de la transición infanto-juvenil

Clima de convivencia en el grupo curso

Desunión Unión

Indiferencia por Preocupación por


los demás los otros

Desconfianza Confianza

Individualismo Cooperación

Humor desagradable Buen Humor

40 30 20 10 0 10 20 30 40 50 60 70 80

Distribución porcentual

Al evaluar la dinámica interna de convivencia, relativa al grupo-


curso de pertenencia, también se observa que mayoritariamente la perciben
como buena. Los aspectos peor evaluados se refieren a la desconfianza y al
individualismo.
Los/as preadolescentes se manifiestan bastante críticos respecto de
su rendimiento escolar. Más allá de lo objetivo que pueda ser el sistema de
calificaciones, en su mayoría se han sentido disconformes con su rendimiento,
incluso quienes han tenido notas muy buenas.
En general existe gran confianza en los profesores (77,1%), quedando
en tercer lugar como grupo, tras la familia y los profesionales de la salud.
Sacan buena nota ante sus alumnos tanto en nivel de preparación (5,9) como
en el interés y la dedicación que demuestran para con ellos (5,8). Pero, como
era de esperarse, a medida que baja la calificación en interés y preparación,
baja el nivel de confianza, llegando a un nivel de desconfianza de 70%
cuando su interés y dedicación son mal evaluados, y a un 54,1% cuando la
mala evaluación es en torno al nivel de preparación. En el primer ítem la
buena evaluación alcanza su mínimo de 54,8% a los 14 años, mientras que los
mínimos de buena evaluación al nivel de preparación se otorgan a los 13 y 14
años, con 68,9% y 71,1%, respectivamente.

242
Estudios del INJUV

Evaluación y confianza hacia los profesores

Confía Desconfía

15 19
35 30

54
70

85 81
65 70

46
30

Mala Regular Buena Mala Regular Buena

Interés y dedicación Nivel de preparación

Sin embargo, esta confianza no se expresa a su vez en cercanía o en que


se les considere en los primeros lugares para conversar acerca de cuestiones
íntimas, como sexualidad o afectividad. Como ya se ha comentado, quienes
más conversan estos temas con los profesores son las mujeres, y sobre todo en
relación a la sexualidad (27,7%; hombres: 15,9%).
Los problemas afectivos y emocionales no se comparten en gran medida
con los profesores, especialmente los hombres (6,4%; mujeres: 11,2%). Lo
anterior se explica porque respecto de la sexualidad, los/as preadolescentes
buscan llenar un vacío de información, ante un tema que se vive de manera
novedosa, con curiosidad, y que se percibe como propio de la juventud.

La participación

Como antecedente se puede señalar que el año 2000 sólo el 30% de los
chilenos participaba activamente en organizaciones sociales. De ellos el 26%
tenía entre 12 y 14 años (Casen, 2000). Los datos observados apuntan a que
se mantiene un alto interés de los/as preadolescentes por integrar grupos. Sus
motivaciones los llevan a participar más que los/as jóvenes e interesarse en
todo tipo de actividades y agrupaciones.
En promedio, poco más de la mitad (50,4%) afirma que participa o que

243
Caracterización de la transición infanto-juvenil

le gustaría participar en alguna organización, primando, en la participación


real, los clubes deportivos en el caso de los hombres, y grupos culturales, con
mayor interés de parte de las mujeres.
En el caso de la participación deseada, es interesante observar que esta
es mayor en prácticamente todos los tipos de grupos. Existe en ese sentido
un potencial de convocatoria amplio y diversificado en cuanto a los intereses.
Los grupos de voluntariado y los grupos culturales o de expresión artística
interesan a un gran número. Entre los 11 y 12 años, también el scoutismo
resulta atrayente para más de la mitad de los entrevistados, principalmente del
género femenino. Sin embargo, respecto de las edades, hay una leve tendencia
a alejarse de las experiencias de participación a los 14 años (13,5% participan)
y mayor apatía por integrar grupos (37,3% no desean participar).

b) Sus tiempos

El tiempo libre

Uno de los cambios que notan los/as preadolescentes es la restricción


de su tiempo de libre disposición, conflicto que se hace más patente porque
tienen mayor conciencia de él y una gama más amplia de posibilidades. Sin
embargo, la mayoría de los/as preadolescentes evalúa con alta nota su tiempo
de libre disposición, en especial porque tienen una mayor capacidad de buscar
en qué y con quién entretenerse.
Entre las acciones más preferidas para pasar el tiempo libre, destacan
escuchar música, hacer deporte, conversar con los amigos y salir a fiestas.
En cuanto a las actividades menos preferidas por los/as preadolescentes,
destacan la lectura de libros, revistas y diarios, integrar clubes o pandillas,
las actividades artísticas y hacer visitas familiares. El dato de las actividades
artísticas se ve fuertemente influido por el rechazo que de ellas hacen los
hombres (38,5%).
Los hombres a los 13 años van mucho más a fiestas, mientras que a los
14 aumenta su gusto por la música y bajan las instancias de conversación con
los amigos y los juegos de computador. Las mujeres, por su parte, mantienen
una alta valoración del consumo de radio, bajan de manera constante su gusto
por la televisión, en especial de los 11 a los 12 años y progresan en sus salidas
a fiestas.
La amistad de grupos amplios, propio de la niñez, es la que parece dominar
a los 11 años. A los 12 años es la idealización de la amistad y posiblemente
las primeras decepciones la que hace relevante que los/as preadolescentes

244
Estudios del INJUV

dediquen más tiempo a recomponer sus redes sociales. Desde los 13 años, estar
más tiempo con los amigos sigue siendo valorado como bueno, pero la libertad,
es lo que a partir de esa edad se comienza a valorar y reivindicar más.

Actividades de interes según sexo

Escuchar música 66
43
Hacer deporte 11
44

Conversar con los amigos 27


18
Salir a fiestas a bailar 27
13
Jugar juegos en el computador 7
22

Actividades artísticas (baile, teatro, pintura, etc.) 19


4

Ver televisión 10
10
Integrar un club "pandilla" o "patota" de amigos 7
10

Salir de compras o vitrinear solo o con amigos 12


5
Ir al estadio, plazas, parques, etc. 2
14
Ver videos o Dvds 3
7

Hacer visitas familiares 3


7 Hombre Mujer

Leer (diarios, revistas, libros, etc.) 4


2

Tecnología y medios de comunicación

Los/as preadolescentes actuales nacieron en un mundo que tiene


como dato la tecnología digital. La informática y la masividad de los medios
audiovisuales forman parte de la realidad desde su nacimiento, por lo que
tienen una relación muy cercana con ellas, más allá de la cercanía material con
dichos medios. De esta forma, se abren también nuevas áreas donde puedan
desarrollar destrezas que les sirvan para destacar o para establecer lazos con
grupos de pares.
Con todo, no hay relación entre este tipo de acceso a las nuevas
tecnologías de la información y la evaluación que se tiene del tiempo libre. Y
ello puede ser coherente con la información que arrojaron los grupos focales:
la tecnología facilita muchas cosas, pero no es una receta que asegure la
felicidad.

245
Caracterización de la transición infanto-juvenil

Casi todos los/as preadolescentes de nivel medio tienen teléfono celular,


y la mayoría (78%) cuenta con un computador (superando a los que tienen,
por ejemplo, automóvil); mientras que contar con TV cable e Internet cubre
a cerca de la mitad de los entrevistados. Sólo para el caso del computador
hay leves diferencias por edad, aumentando a los 13 y 14 años (84 y 82%
respectivamente).
Las consolas de juego son preferencia mayoritaria de los hombres,
quienes en un 42,8% dicen usarlas con alguna frecuencia diaria, mientras que
un 33,2% dice no usarlas nunca o casi nunca. Las mujeres, en cambio, no las
usan en un 65% y sólo un 16,9% de ellas las usa diariamente.

Horas dedicadas a escuchar Radio

60,0%

50,0% Nada o menos de una


vez al día
40,0%
Hasta dos horas
diarias
30,0%
Entre 2 y 4 horas al
día
20,0%
Más de cuatro horas al
10,0% día

0,0%
11 12 13 14 15 16 17 18

EDAD

Como ya se vio, escuchar música se encuentra entre las actividades


más preferidas y más realizadas por los/as preadolescentes, especialmente las
mujeres. Un 71,7% de todos ellos dice escuchar radio diariamente, y la cantidad
de tiempo dedicado a esto no necesariamente es consciente. La radio se ocupa
como un telón de fondo que proporciona compañía mientras se realizan otras
actividades. Similar situación ocurre con la televisión, que ven diariamente un
83,3% de los/as preadolescentes del estudio, y que sólo un 8,8% dice no ver
nunca o casi nunca.

246
Estudios del INJUV

Horas dedicadas a ver Televisión o videos

70,0%

60,0%
Nada o menos de una
50,0% vez al día
Hasta dos horas diarias
40,0%

30,0% Entre 2 y 4 horas al día

20,0% Más de cuatro horas


al día
10,0%

0,0%
11 12 13 14 15 16 17 18

EDAD

Existe también una disposición crítica frente a la televisión y en torno a


todos sus contenidos. Aunque consumen mucha televisión, manifiestan cierto
rechazo por la escasa variedad en la oferta, y una baja credibilidad (39,6%) en
las personas relacionadas con programas informativos. A pesar de esa crítica,
los personajes televisivos como animadores, bailarines y cantantes marcan sus
gustos.
El computador e Internet, como ya se enunciaba, son medios interactivos,
que exigen una relación menos pasiva y que ofrecen posibilidades reales de
comunicación. Pero también implican un gasto específico, por lo que no todos
los/as preadolescentes tienen acceso a él de manera libre.
A diferencia de la radio y la televisión, el computador e Internet
involucran menos gente en el hogar al mismo tiempo y una dosis de conocimiento
específico para hacerlos funcionar, cuestión en la que los menores llevan
ventaja por su natural flexibilidad y capacidad de aprendizaje en esta etapa en
que se abren al mundo.

247
Caracterización de la transición infanto-juvenil

Horas dedicadas a Navegar por Internet y/o chatear

100,0%
Nada o menos de
80,0% una vez al día

Hasta dos horas


60,0% diarias

Entre 2 y 4 horas
40,0% al día

20,0% Más de cuatro


horas al día

0,0%
11 12 13 14 15 16 17 18

EDAD

Al hablar de posibilidades efectivas de comunicación, nos referimos


a esos espacios virtuales que reemplazan los grupos de pares presenciales,
llámense foros o chats. No es despreciable el dato de que más de un 30% de
los/as preadolescentes diga conocer a sus amigos a partir de estos espacios
virtuales, y que sea también un espacio de encuentro con ellos en proporción
similar, aunque también manifiestan cierto grado de recelo frente a las personas
que pueden conocer a través de este medio.

3.1.3 Reconociendo el mundo y su lugar

Parece haber acuerdo en que una de las características que marcan el


abandono de la niñez es la preocupación por lo social. El “salir hacia fuera”,
dejar el espacio exclusivamente familiar para preocuparse e interrogarse por el
entorno sociocultural, se convierte en un nuevo interés. Ello va de la mano de
la necesidad de elaborar teorías o explicaciones coherentes acerca de cómo y
por qué ocurren las cosas, asociado tanto al mayor desarrollo cognitivo como
moral.

a) Esta generación

Esta generación de preadolescentes está inquieta por lo que le depara


la vida juvenil. En esta etapa se pueden ensayar comportamientos y gustos
propios de la juventud, sin dejar al niño de forma definitiva. Es así como se va

248
Estudios del INJUV

configurando un nuevo tema de conversación y opinión: cómo es y cómo se vive


en la juventud. Un periodo en la vida con tareas determinadas. De hecho, más
de la mitad de los encuestados de ambos sexos (55%), creen que la juventud es
un momento para “aprender cosas que sirvan para tener éxito en la vida”. Así, la
etapa juvenil para los/as preadolescentes adquiere un carácter fundamentalmente
instructivo donde se juega la vida de acuerdo a lo que se entienda por “éxito”.

¿Cuáles de las siguientes SEXO EDAD


frases representan mejor
Total
lo que es para ti la Hombre Mujer 11 12 13 14
juventud?
Pasarlo bien 12.3% 17.8% 21.2% 15.3% 13.3% 9.6% 15.0%
Tomar decisiones sobre qué
25.0% 20.7% 15.9% 29.7% 17.1% 28.8% 22.9%
hacer en la vida.
Jugársela por grandes
6.8% 5.6% 8.0% 8.1% 5.7% 2.9% 6.2%
ideales
Aprender cosas que sirven
55.9% 55.9% 54.9% 46.8% 63.8% 58.7% 55.9%
para tener éxito en la vida

El futuro también es tema para esta generación. Las condiciones


señaladas con mayor frecuencia (por sobre el 30%) como las más importantes
para que les vaya bien en la vida, tienen el siguiente orden: 1° “ser constante
y trabajar responsablemente”; 2do. “tener el apoyo de los padres” y 3ro. “tener
una buena educación”.

¿Cuáles son las SEXO EDAD


condiciones más
importantes para que te Total
pueda ir bien en la vida? Hombre Mujer 11 12 13 14
(RM)
Ser constante y trabajar
53.2% 50.0% 46.0% 51.4% 50.0% 59.6% 51.6%
responsablemente
Tener suerte 3.2% 0.9% 2.7% 3.6% 0.9% 1.0% 2.1%
Tener una buena educación 37.7% 35.5% 32.7% 38.7% 34.0% 41.3% 36.6%
Tener buenos contactos 1.8% 0.9% 1.8% 0.9% 1.9% 1.0% 1.4%
Tener el apoyo de los padres 34.5% 39.3% 46.0% 44.1% 34.9% 21.2% 36.9%
Tener fe en Dios 21.4% 25.2% 35.4% 22.5% 21.7% 12.5% 23.3%
Tener iniciativa y capacidad
20.0% 23.4% 15.9% 13.5% 29.2% 28.8% 21.7%
para hacer cosas nuevas
Tener metas claras 28.2% 24.8% 19.5% 25.2% 27.4% 34.6% 26.5%

249
Caracterización de la transición infanto-juvenil

El futuro y la juventud tienen algo en común: aluden al deseo de crecer


pronto para ganar más espacios y cuotas de autonomía y para validarse ante
los mayores. Cerca del 41% de los encuestados menciona haberse sentido
discriminado por su edad casi siempre u ocasionalmente. A esto se agrega que
para los/as jóvenes de 15 a 18 años, que integraron uno de los grupos focales,
la identificación con la adolescencia no les favorece.
Este proceso de validación refiere también a una nueva comprensión de
la vida adulta. La encuesta señala que la adultez es posible cuando la persona
“trabaja y se mantiene sola” (31.1%) y se relaciona con tener “las cosas más
claras” (29.3%) y “cierta edad” (26.5%). Y que lo bueno de ser un adulto es
que “tienen mayor decisión sobre las cosas” (24.4%). Los rasgos de la adultez
valorados son el derecho a decidir, ser tomado en cuenta, contar con espacios
propios, no ser manipulado.

b) Sus orientaciones sociales y culturales

Atendiendo al hecho de que los personajes mediáticos preferidos


de los/as preadolescentes son los artistas, dibujos animados y deportistas,
la preferencia de estos modelos, tanto de mujeres como de hombres, tiende
a resaltar la imagen masculina como referente de aprendizaje. El gusto por
artistas, personajes hombres y dibujos masculinos asciende a 62.6%, en
cambios los modelos femeninos sólo tienen un 13.1% de las preferencias.
A ello se agrega la alta mención que los hombres hacen de los deportistas
(20,2%) que en su mayoría también son varones.
Las cualidades admiradas por tipo de personaje y género muestran
también cierta influencia en la acomodación de rasgos identitarios y en las
experiencias socializadoras. Si consideramos que el desarrollo de estas funciones
es producto de la interacción entre la maduración orgánica y los estímulos del
medio ambiente por un proceso continuo de asimilación, es pertinente señalar
que la televisión interviene decisivamente en la construcción de paradigmas
conductuales que desempeñan un papel importante en la socialización.
En este proceso se trasluce una realidad que denota también experiencias
de paso de una etapa a otra, adaptándose o resistiéndose a las normas básicas
de convivencia social. Cerca del 30% de los encuestados tiene disposición a
manifestar tendencias rupturistas que en esta etapa refieren, nuevamente, a
experiencias asociadas con la edad y el sexo. Es decir, existe más adhesión a
este tipo de conductas en preadolescentes de 13 y 14 años, y son las mujeres
quienes manifiestan mayor disposición a ceder en este tipo de transgresiones.
En este intento por negar la niñez, cabe preguntarse si el preadolescente está
siendo objeto o sujeto de nuevas modas y corrientes.

250
Estudios del INJUV

Pese a las necesidades de sobresalir y distinguirse con actitudes


salidas de la norma, los/as preadolescentes también tienen una palabra
respecto de las personas e instituciones sustentadoras de la convivencia social.
La confianza manifestada en estos actores se expresa en tres grupos: 1) la
familia, trabajadores de la salud y docentes con más de 75%; 2) el presidente,
religiosos y carabineros con cerca de 70%; y 3) políticos activos y agentes
relacionados con medios de comunicación con menos de 40%.

Grado de confianza en instituciones según sexo

Hombre Mujer

Tu familia 96
97

Los médicos, matronas, enfermeras 86


87

Los profesores 76
78

Los carabineros 68
71

Los sacerdotes, pastores, monjas 68


70

El presidente 62
70
Personas trabajan en 40
programas informativos de TV 39

Locutores de radio 31
33

Los alcaldes 28
34

Los senadores y diputados 17


18

La confianza en estos agentes socializadores advierte una valoración


por las experiencias de sentirse cuidados y contenidos en distintos aspectos
como el familiar, la salud, la educación, lo social, lo espiritual y la protección
simbólica de carácter nacional que provee la imagen del presidente. Y pese a
las desconfianza en los políticos un 37% manifiesta interés por inscribirse en
los registros electorales.
El grupo que se manifiesta dispuesto a inscribirse menciona como

251
Caracterización de la transición infanto-juvenil

gran motivación la importancia de dar la opinión (53,4%), hecho que es más


atendido por las mujeres (58%) respecto de los hombres (48,8%) y por los
que tienen 14 años (72,7%). El sufragio en clave de “opinión” es una manera
de estar presente en las instancias de toma de decisiones que se refieren a la
convivencia social. Así, el voto se convierte en un tema relevante por cuanto
constituye un mecanismo para expresar la opinión propia.
Respecto de la discriminación y la tolerancia, los/as preadolescentes
creen que la edad es el principal motivo para ser mirados en menos, pero los
otros factores como el sexo, la clase social, la apariencia física también cuentan
en esta alteración de la convivencia social.

Te has sentido SEXO EDAD


discriminado por...
Total
(Ocasionalmente + Casi Hombre Mujer 11 12 13 14
Siempre)
Tu edad 39.3% 41.8% 43.8% 41.4% 40.0% 36.5% 40.5%
Tu sexo 34.4% 37.9% 42.0% 36.9% 37.1% 27.9% 36.1%
Tu clase social 25.6% 30.8% 22.3% 23.4% 34.9% 32.7% 28.2%
El lugar donde vives 20.5% 20.7% 13.4% 22.5% 23.8% 23.1% 20.6%
Ser estudiante/escolar 14.6% 26.2% 18.8% 19.8% 25.5% 17.3% 20.3%
Tu color de piel 11.4% 16.8% 13.4% 18.0% 13.2% 11.5% 14.1%
Tu apariencia física 8.7% 18.3% 15.2% 13.5% 11.4% 13.5% 13.4%
Tu manera de vestir 15.5% 10.7% 14.2% 16.2% 12.3% 9.6% 13.1%

Pese a esta experiencia de sentirse discriminados, los datos de la


encuesta señalan una disposición evidente a establecer una discriminación
difusa de parte de ellos, atendiendo a la preferencia de no tener a algunos tipos
de personas como vecinos.

No te gustaría tener como SEXO EDAD


Total
vecino a... Hombre Mujer 11 12 13 14
Pobres 22.8% 10.6% 17.9% 9.5% 18.4% 21.6% 16.8%
Asiáticos / Musulmanes 27.0% 15.5% 22.3% 23.8% 19.4% 19.6% 21.3%
Homosexuales / Lesbianas 66.5% 39.6% 59.8% 52.4% 51.1% 49.0% 53.3%
Drogadictos / Alcohólicos 94.4% 93.7% 96.4% 95.2% 93.2% 91.2% 94.1%
Peruanos / Bolivianos 39.1% 26.1% 28.6% 30.5% 35.9% 36.3% 32.7%
Mapuches 19.5% 12.1% 17.0% 14.3% 13.6% 18.6% 15.9%
Adultos mayores 11.2% 12.1% 8.9% 5.7% 20.4% 11.8% 11.6%

252
Estudios del INJUV

Los hombres aparecen siendo 10 por ciento más discriminadores que


las mujeres, advirtiendo que poco más de un tercio de los/as preadolescentes
manifiesta alguna suerte de reticencia con los grupos mencionados.
En lo referente a los llamados “temas valóricos”, mayoritariamente
los menores de 15 están de acuerdo con que el matrimonio debiera ser “un
compromiso para toda la vida” (79%). Por otro lado, el 74% está en contra
de que se realice un aborto “a toda mujer que lo desee”; aunque este rechazo
baja bastante (56%) cuando se trata del aborto en casos en que la vida de la
madre o del hijo corra peligro, lo que se conoce como “aborto terapéutico”.
Por otra parte, cuando indagamos en una de las orientaciones culturales
más asociadas a la preadolescencia, como es el inicio de las prácticas sexuales,
la mayor parte de los/as preadolescentes sostiene que los/as jóvenes deberían
tenerlas “sólo si hay amor” (42%), le siguen quienes lo validan “si ambos lo
desean” (25%), luego los que creen que deberían practicarse “sólo cuando
estén casados” (20%) y los menos creen que sólo “si existe un compromiso”
para casarse (14%).
Suele considerase que un indicador de los cambios culturales tiene que
ver con la mayor o menor creencia religiosa. Casi todos los/as preadolescentes
creen en “Dios”, bajando levemente la tendencia de los/as jóvenes de entre
15 y 18 años (94% y 97%, respectivamente) e incluso lo hacen quienes no se
sienten cercanos a ninguna religión (80%).

253
Caracterización de la transición infanto-juvenil

Creencia según edad

100 97 96 97

90 96 95 87
90
83
80 80 84
77
74
70 71
72 69 63
60
58 62
50 50 49 46
45
41 43
40 39
35 35 36
30 30 30
27 28 30 28
23
20 19

10

0
11 años 12 años 13 años 14 años
Se sienten parte de la iglesia. Creen en Dios
Creen en Jesucristo Creen en Los ángeles
Confían en sacerdotes, monjas, pastores Creen en Los Fantasmas o Espíritus
Creen en Los extraterrestres Creen en El diablo
Creen en La magia o brujería

c) Su imagen de país

Los/as preadolescentes ven a Chile como un país discriminador (45%),


democrático (33%), injusto (30%), consumista (26%) y solidario (25%). En un
nivel intermedio, hay preadolescentes que ven al país como “clasista” (23%),
“sin igualdad de oportunidades” (20%), “inseguro”, “libre” y “moderno”
(18%). Mientras que una minoría lo percibe como “justo” y “con igualdad de
oportunidades” (10%), “seguro” (9%), “individualista” (6,5%), “tolerante”
(5%), “represivo” (2%).
Podemos aventurar que los discursos públicos que en los últimos años
han ido expandiendo la imagen del país como un entorno inseguro, en el
contexto de abogar por la “paz ciudadana” o el “combate contra la delincuencia”,
han calado más fuertemente en los/as jóvenes que en la generación que los
precede.
Uno puede aventurar que en términos de políticas públicas, los 14
años parecen ser un punto de quiebre en cuanto a identificar al país como
democrático entre sus primeras características. Con todo, hay que tener en
cuenta también, que los/as preadolescentes son la primera generación que ha

254
Estudios del INJUV

vivido completamente en un régimen democrático. Característica valorada,


aunque la mitad cree que en Chile no hay espacios para “dar su opinión”. Por
otra parte, podemos suponer que entre los 13 y los 14 se tiene más conciencia
del juego democrático que a los 11 y 12; pero después de los 15 según van
haciéndose más autónomos, comienzan a ser más críticos del entorno político.
La mayor parte de los/as preadolescentes tiene una percepción positiva
de futuro, independiente de su edad. El 71% cree que el país estará “mejor que
ahora”, un 17% igual y sólo el 12% “peor”. Respecto de cómo ven su situación
personal en 5 años más, la confianza en un futuro mejor es aún mayor, el 92%
cree que estará “mejor”, lo que corrobora la tendencia de los mayores de 14
años.

3.2 “Un día de mi vida” en 1995 y 2004

El estudio analítico de las Cartas Autobiográficas nos permite constatar


que los “espacios” más comunes de los/as adolescentes, tanto en 1995 como
el 2004, son la casa, el colegio y el encuentro con los amigos. La mayor parte
de los acontecimientos y afectos expresados se desarrollan en estos espacios.
Los “tiempos” más propiamente considerados como “un día de la
vida” son los fines de semana y las vacaciones. La vida familiar en la casa es
apreciada en el discurso adolescente, tanto de 1995 como del 2004.
En términos generales los relatos de 1995 y de 2004 no difieren mucho
de sus vivencias por cuanto se mueven en función de temas articuladores
comunes, como el ver la televisión, el hacer las tareas del colegio, la importancia
de los amigos y amigas, la presencia activa o pasiva de los adultos y las
actividades de juego. No obstante, es posible enunciar diferencias cualitativas
que matizan los discursos de ambas generaciones con maneras de relacionarse
y expresarse respecto de estos temas y que matizan el uso del tiempo libre y
las obligaciones diarias.

• Una nueva relación con la tecnología


• Las cambiantes redes sociales
• Otra expresión de estados de ánimo

a) Una nueva relación con la tecnología.

Las menciones del uso de las herramientas tecnológicas en el año


1995, tenían un valor diferente en la vida cotidiana al que tienen en los/as
preadolescentes del 2004, quienes crecen de la mano con las novedades

255
Caracterización de la transición infanto-juvenil

tecnológicas, especialmente relacionadas con la comunicación y la informática.


La relación de los/as preadolescentes con la tecnología, concebida esta
como un conjunto de recursos para pasar el tiempo libre y cumplir algunas
obligaciones, especialmente escolares, ha evolucionado en la manera como se
expresan las cartas de 1995 y 2004.
Para ser más precisos y fieles con los relatos, las herramientas que más
atraen el interés del público estudiado son dos: la televisión y el computador.
De la primera advertimos una disminución del uso y del segundo una mayor
integración a las acciones habituales.
En 1995 televisor servía para superar el aburrimiento, un estado anímico
que mejor representa las disposiciones personales frente a la vida cotidiana.
Su uso es transversal a las demás actividades y no significa que sea la más
importante del tiempo libre. Además son los hombres los que la mencionan
con mayor frecuencia, con amplia inclusión, de parte de ambos sexos, de
programas de la época, especialmente teleseries, perfilándose un público
cautivo de un determinado espacio mediático y horario de exposición.
En las cartas del 2004, el ver la televisión, es parte de la rutina y no
necesariamente es un objetivo contemplado a la hora de volver del colegio o
como alternativa para pasar el rato los fines de semana. Además, hay otros
indicadores que señalan que estamos ante una generación más crítica de los
contenidos televisivos, aunque más expuesta a programas destinados para
mayores.
Esta relación integradora y utilitaria de la tecnología hace que no sea
muy frecuente en los relatos. Es más visto como un satisfactor que un fin en sí
misma. Más allá de la demanda por tener un computador, recurso que cuenta
con un alto acceso en comparación con el año 1995, la necesidad está instalada
en disponer de un mayor acceso a la comunicación con los “cyberamigos”, al
juego complejo e interactivo on line, y a todo tipo de información de acuerdo
a los intereses particulares, tanto para satisfacer inquietudes personales como
para cumplir con la tarea del colegio de una manera rápida y consistente.
Las comunicaciones o exploraciones hacia esta nueva forma de
relacionarse cautiva el interés, no tanto por la novedad como por el grado de
libertad y autonomía para expresarse desde la identidad propia o ficticia a
través del nic, una nueva forma de explorar y validar los emergentes ensayos
de identidad.

b) Las cambiantes redes sociales

La vida social y las redes sociales también han cambiado desde 1995 al

256
Estudios del INJUV

2004. Los amigos y la familia tienen mas relación entre sí en 1995 comparados
con los/as preadolescentes del año 2004. Se vive de modo diferente la amistad,
la familia y la vinculación entre estos dos espacios.
En 1995 hay sujetos más relacionales y vinculantes. Los amigos están
también muy cercanos a la familia y sus actividades se realizan principalmente
dentro o cerca del entorno familiar. En cambio, en el 2004, la generalidad narra
experiencias de amistad diferenciados del ambiente familiar y las actividades
pueden darse en la casa o en otra parte como el cine o el estadio. Ellos quieren
jugar, conversar, salir. Ellas quieren encontrarse, acompañarse en momentos
especiales.
Experiencias como el enamoramiento en 1995, eran temas sobre
los cuales los/as preadolescentes relataban extensamente desde los 11 años
y que los/as preadolescentes del 2004 relatan de modo más discreto. En
ambos períodos, las mujeres se aventuran más temprano en relaciones de
gustos, cortejos y declaraciones de amor. La diferencia es que en 1995 las
experiencias de enamoramiento de las mujeres parten ya a los 11 años y en los
hombres, tímidamente a los 13 años. El 2004 es distinto, porque los hombres
no mencionan experiencias de ese tipo y las mujeres sólo tocan este tema a
los 12 años.
La soledad de esta generación no es dramática. Va de la mano con
cierta autonomía lograda o heredada. El 2004 las actividades en la familia
suelen narrarse con cierto gozo y consideración, especialmente por parte de
los hombres que antes de narrar peripecias con amigos, se dedican a contar
vivencias familiares. Es importante esperarse para comer juntos, salir a pasear,
conversar o jugar. En cambio, en 1995, las actividades en familias no son
muy nombradas con la lógica de una elección, pueden ser presentadas, incluso
como una obligación o un ritual.

c) Otra expresión de estados de ánimo

La expresión de los estados de ánimo a través de lenguaje escrito es


escasa en los/as preadolescentes del 2004 comparadas con las cartas de 1995.
Sentimientos como la alegría, soledad y aburrimiento hacen parte de los
relatos en ambos grupos, pero los acentos son diferentes. Los relatos de 1995
muestran los esfuerzos de hombres y mujeres preadolescentes por superar el
aburrimiento.
Los varones suelen relatar actividades señalando lo agotadoras que
éstas son o lo cansados que se encuentran, y las mujeres sobre las cosas que
desean o los lugares donde quisieran estar. En los/as preadolescentes del 2004,

257
Caracterización de la transición infanto-juvenil

no hay expresión afectiva a la actividad de estudiar. “Hacer tareas” está mucho


más relacionado a hacer “trabajos”. Es el relato de una rutina, sin mayores
especificaciones y detalles, respecto de las otras edades. Se expresa una suerte
de tematización de la tarea y medios para lograrla.
El relato de los afectos que produce el encuentro con otros (amigos,
amigas, pololo(a), adulto, etc.) es mayormente relatado en las mujeres
preadolescentes tanto de 1995 como del 2004, asociado a la calificación del
logro o fracaso en relación a las personas con los cuales se relaciona o de sí
misma. Son las mujeres, tanto del 1995 como del 2004, las que más expresan
sus experiencias de tristeza. Situaciones gatilladas por algún desencanto,
problemas propios o de alguna amiga.

4.- CONCLUSIONES
4.1.- Prolegómenos de una nueva generación juvenil.

Ser preadolescente, no significa estar en un tiempo amorfo, en que se


es definido por la negación: ni joven aún, y ni tampoco niño. Aunque ambos
tiempos vitales sirven de puntos de partida o de llegada, la etapa de los 11
a 14 años, tiene peculiaridades que la distinguen y le dan una característica
específica. Hay una nueva conciencia personal de sentirse distinto del pasado
y en búsqueda de una nueva imagen.
Eso los lleva a sentirse progresivamente identificados con la imagen
juvenil, abandonando la imagen de la niñez, con la expectativa de vivir nuevas
experiencias y a veces con prematura nostalgia de la infancia que queda
irremediablemente atrás. Los 14 años parecen dejarlos instalados en una nueva
etapa vital.
Los cambios corporales son evidentes, sobre todo en el periodo de los 12
y 13 años. Sin embargo, es interesante notar que los cambios de su cuerpo no es
lo que les despierta más inquietud, sino la imagen de sí que se construye, presenta
a los demás, y que es reconocida por otros, especialmente por los adultos.
No obstante, en el periodo de los 11, y hasta los 12 años, no están
aún en condiciones de hacer una metacognición de sus propios procesos de
cambio. Los viven, les interesa, los conversan, pero aún no pueden hacer una
síntesis que les permita bosquejar una idea de quiénes son.
En tal sentido, construyen su identidad en un tránsito de un cuerpo
que no sorprende pero que invita a relacionarse de un modo diferente con el
entorno, hacia una valoración de la libertad y la autonomía. En efecto, a los 13
y 14 años, la libertad tiene un gran valor.

258
Estudios del INJUV

En el estudio del periodo de la preadolescencia a través de la expresión


escrita en sus cartas autobiográficas, llama la atención lo parco de sus
expresiones afectivas y la satisfacción que manifiestan —las pocas veces que
connotan afectivamente su vida cotidiana— en la relación consigo mismo y
con el entorno.
Descubren un mundo gradualmente más variado y con distintas ofertas
de actividades. El gusto por la música parece constituir el sello que marca la
diferencia con la niñez. A eso se suma el salir gradualmente hacia más afuera
del espacio familiar y escolar. A los 13 y 14 años, la ciudad se amplía y el
tiempo también. Llega la noche como un nuevo tiempo para disfrutar, más
propio, menos tutelado, en que se pueden ensayar nuevas relaciones y nuevos
ritos.
Se confirma, al menos en el discurso, de que las mujeres desarrollan
y expresan un mundo simbólico más rico y complejo en comparación con
los varones de la misma edad, quienes se reconocen menos capacitados para
sostener una extensa conversación, aunque más hábiles en expresarse desde el
pensamiento lógico-racional. Estas diferencias se hacen menos notorias con
el avance de la edad.
Están transformando las creencias infantiles religiosas y no religiosas
y revisando su práctica religiosa institucional. Su nueva capacidad de
pensamiento abstracto pone en duda las verdades incuestionables con que
hasta ahora entendían el mundo y la trascendencia. Se observa también que
viven en un mundo de creencias más relativas y buscan construir sus propias
certezas. Sorprende, sin embargo, descubrir que están rodeados de mitos y
de pensamiento fantástico producido por el cine, los juegos de computador,
Internet. Podría aventurarse que el pensamiento mágico de la niñez les
permitía entregar a poderes externos el control de la vida, las fuerzas de la
naturaleza, de manera a sentirse protegidos. A través del pensamiento mítico
que empiezan a desarrollar, buscan apropiarse de fuerzas sobrenaturales, de
manera a sentirse poderosos. Es probable que por eso se identifiquen más con
personajes fantásticos que con personajes humanos. Traspasan a los personajes
fantásticos las cualidades y valores que no reconocen en los personajes del
mundo real y que quisieran tener para sí.
Esta es una generación donde hombres y mujeres se reconocen
diferentes a nivel de sus intereses y habilidades, e iguales en el campo de sus
derechos cívicos. Sin embargo, confrontados con su futuro personal, reproducen
los patrones de crianza tradicional en la cual el hombre se educa para “salir
adelante” y la mujer se piensa a sí misma consolidando una familia. En ese
sentido, ellas lo viven con mayor tensión, reclamando sentirse discriminadas,

259
Caracterización de la transición infanto-juvenil

asumiendo con mayor crítica el mundo que empiezan a conocer y con mayor
nivel de conflicto para lograr la anhelada autonomía. Entre los varones se
observó escasa sensación de discriminación por sexo o edad, al contrario de
ellas.
Es una generación que peligrosamente señala la discriminación
como una característica más del país en que crecen. Ellos mismos se sienten
discriminados por su edad, y son discriminadores de los pobres, de los
homosexuales y de los peruanos. Paradójicamente es el grupo etáreo que
más define el país como democrático, comparados con el grupo de los 15-18
años.
Observan con más optimismo el futuro personal y colectivo, donde el
uso de las Tecnologías de la Informática y la Comunicación (TICs) es parte
de su vida cotidiana, y son estas posiblemente las herramientas a través de
las cuales están aprendiendo la relatividad de muchas verdades, y que toda
situación de la vida esta cargada de incertidumbre y posibilidades.

4.2.- Las instituciones de socialización y los/as preadolescentes.

Los/as preadolescentes crecen vinculados a instituciones a cargo


de adultos. Conforme avanzan en la edad, las relaciones de amistad y
enamoramiento van tomando distancia del paraguas institucional de la casa y
la escuela. Pero esto no sucede de un modo relevante sino hasta los 14 años.
Los adultos son pues un interlocutor inevitable en su vida cotidiana, el
mediador entre el preadolescente y la institución socializadora. En realidad, el
adulto “es” la institución. En tal sentido, llama la atención el poco tiempo que
los/as preadolescentes tienen con los adultos, y sobre considerando el valor
que estos le otorgan a la relación.
Tienen alto nivel de confianza con los principales adultos cercanos
a ellos: los padres, los profesores, el personal de salud, los carabineros, los
sacerdotes y monjas. También la figura del presidente aparece como respetada
y digna de confianza. No obstante, esta confianza es otorgada en base a la
calidad del trato. Es así como disminuye cuando perciben inconsistencia o se
sienten no respetados. Los elementos valorados en los adultos son pautas que
modelan sus aprendizajes sociales y emocionales.
La madre sigue siendo la figura mejor evaluada y más cercana en la
vida familiar. Se necesita su aprobación y cariño y los conflictos con ella son
resentidos más fuertemente. Los hombres en esa edad aparecen más cercanos
al padre para conversar temas afectivos y sexuales. Las niñas sufren más por
los conflictos familiares y se sienten lejanas del padre, que las “trata distinto

260
Estudios del INJUV

ahora”. Aunque el nivel de conflictividad es bajo, y la gran mayoría se siente


querido en la familia, la falta de afecto y los conflictos graves de convivencia
están asociados con la comunicación afectiva y la confianza para compartir
sus problemas y también para conversar de sexualidad.
En el estudio del 1995 los/as preadolescentes manifestaban relaciones
conflictivas con los adultos. Los/as preadolescentes del 2004, se muestran más
satisfechos en su relación con los adultos, en la casa y en la escuela. Pero
también en el 2004 reclaman del poco tiempo para compartir. Esto indica que
los/as preadolescentes crecen más solos.
El colegio, antes como hoy, es una experiencia que ocupa tiempo central
en su vida y en sus obligaciones. Evalúan bien la calidad de la formación que
reciben aunque son más críticos que los/as jóvenes respecto a la calidad de la
convivencia escolar, señalando una alta frecuencia de situaciones conflictivas
principalmente de carácter disciplinario como burlas y descalificaciones, e
inclusive de violencia física entre alumnos. Es probable que sean más sensibles
dado que el mundo de la enseñanza básica de donde provienen es más tranquilo
y normado que la escuela secundaria.
La mayoría de los/as preadolescentes considera que lo pasa bien en el
colegio. De ahí son gran parte de sus amigos. En las cartas de 2004 aparece
menos mencionado el aburrimiento experimentado en la sala de clases, que
fue señalado en las cartas de 1995. Aunque valorizan positivamente el clima
de su grupo curso en cuanto a compañerismo, unión, buen humor, uno de cada
tres se resiente de la calidad de la convivencia. Importa rescatar en ese sentido,
que los/as preadolescentes que se sienten más solos y que evalúan con peor
nota su experiencia escolar, señalan en mayor porción estas dificultades.
En relación a su participación en la iglesia, aunque la mayoría es
católico(a), los/as preadolescentes de las iglesias no católicas son los que más
participan en grupos de jóvenes de sus iglesias. En general se observa una
menor participación religiosa, y un aumento de los que se declaran vivir la fe
a su manera, aunque se identifican con una iglesia.
Entre los/as preadolescentes se observan las mismas tendencias de
identidad y práctica religiosa que han señalado otros estudios realizados en
el país (PNUD, INJUV) lo que indica que el proceso de modernización que
vive el país ha implicado una mayor secularización de la vida social. También
importa señalar que la experiencia religiosa no es unívoca y las representaciones
en cuanto a las orientaciones culturales entre el polo más liberal y el más
tradicional o conservador, mostraron no estar del todo asociados a la identidad
religiosa, en el caso de la iglesia católica, sino más bien al modo como viven
su fe religiosa.

261
Caracterización de la transición infanto-juvenil

Un punto central de la relación adultos preadolescentes es que estos


anhelan un nuevo trato. Están ensayando nuevas capacidades intelectuales y
necesitan construir un pensamiento sólido que respalde sus conocimientos y
los desmitifique de los resabios de la conciencia mágica infantil. El mundo
cambia tan rápidamente que los/as preadolescentes corren el riesgo de
quedarse atrapados en un ‘pensamiento débil’, incapaz de articular el continuo
bombardeo informativo, de ordenar la curiosidad con el saber, de construir
significados.
Otro riesgo es transformar su natural crítica y rebeldía en un ‘pensamiento
escéptico’ desencantado, y en consecuencia descomprometido, auto referente
y ajeno a lo colectivo. Los adultos actúan como mediadores en la medida que
traducen el mundo en conocimientos, intuiciones y nuevos cuestionamientos.
Finalmente, también necesitan la mediación y el compromiso adulto para
vencer el riesgo de una tolerancia sin solidaridad. Los/as preadolescentes
están abiertos a la aceptación amplia de la diversidad siempre que no llegue
a su puerta o a su patio. Trabajar la empatía es fundamental en una ética
social que haga frente a la discriminación creciente o, en su menor grado, a la
indiferencia, la que también dañina para la integración social en una sociedad
que tiene que convivir con la incertidumbre, el riesgo y la desigualdad.

5.3 Riesgo psicosocial de los/as preadolescentes y políticas públicas.

Las políticas de prevención del riesgo psicosocial referido a prematura


experiencia sexual, abuso del alcohol y drogas debería iniciarse desde los
11 años. Los datos indican que el periodo de los 11-12 años es sumamente
vulnerable al modelamiento del entorno sociocultural con relación al cual el
preadolescente construye la identidad que se aleja de la niñez. Sin embargo, es
importante considerar que, más que receptores pasivos de mensajes, quieren
ser protagonistas de debates y discusiones a nivel escolar, familiar y de MCM,
que les permita ejercitar sus nuevas capacidades cognitivas y les ayude a
formular argumentos, más que aprenderse normas y prescripciones.
La ampliación de la política de promoción de la participación de los/as
jóvenes en la vida cultural y política del país podría iniciarse desde los 13
años. Los datos señalan que en el periodo de los 13-14 años la identificación
con el imaginario juvenil, la valoración de la autonomía y el reclamo del
respeto a su modo de pensar, expresarse y presentarse al entorno, ponen en
evidencia formas más complejas y elaboradas de sí mismos que trascienden la
obediencia infantil hacia la valoración de la libertad y la individualidad.
Por otra parte, la política de educación sexual debe considerar que el

262
Estudios del INJUV

desafío formativo a este nivel es mucho más complejo que transmitir clara y
ordenada información sexual. El problema de los/as preadolescentes a nivel de
su sexualidad no es de conocimiento, sino de empatía.
Ellos y ellas necesitan ser reconocidos en la expresión de sus vivencias
eróticas. Es decir, la educación sexual debe partir por acoger sus experiencias,
sobre todo en lo referente a deseos y temores, los cuales son muchos, pero
comúnmente con pocos espacios sociales relevantes para su elaboración
comprehensiva y educativa.

263
Caracterización de la transición infanto-juvenil

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