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Mireia Artís Mercadet

Mireia Artís Mercadet va néixer a Mèxic Districte Federal, filla de


català i francesa.

Els seus pares van ser Avel·lí Artís Gener -català- i María Luisa
Mercadet Martínez -francesa-. Durant la República el pare de Mireia, va
ser un destacat caricaturista satíric amb el pseudònim de Tisner a les
publicacions L'Esquella de la Torratxa, La Campana de Gràcia i El Be
Negre. Va treballar com a periodista en les redaccions del setmanari
Bandera i dels periòdics L'Opinió, La Rambla i La Publicitat.

Durant la guerra civil es va allistar com voluntari a les milícies


republicanes i va ascendir fins a oficial major de l'exèrcit republicà. Es
va retirar pels Pirineus i va ser internat en el camp de Prat de Molló.
Més tard va aconseguir embarcar-se en el Ipanema rumb a Mèxic.

Els pares de Mireia es van conèixer treballant a Ràdio Mil de la ciutat de Mèxic.

Mireia va anar al Liceo Francés de Mèxic DF i ha viatjat a Barcelona en diverses ocasions


des de l'any 67, actualment radica a Barcelona des de 2006 .

Mireia Artís Mercadet nació en México Distrito Federal, hija de catalán y francesa.

Sus padres fueron Avel·lí Artís Gener -catalán- y María Luisa Mercadet Martínez
-francesa-. Durante la República el padre de Mireia, fue un destacado caricaturista
satírico con el seudónimo de Tisner en las publicaciones L'Esquella de la Torratxa, La
Campana de Gràcia i El Be Negre. Trabajo como periodista en las redacciones del
semanario Bandera y de los periódicos L'Opinió, La Rambla i La Publicitat.

Durante la guerra civil se alistó como voluntario en las milicias republicanas y ascendió
hasta oficial mayor del ejército republicano. Se retiró por los Pirineos y fue internado en el
campo de Prat de Molló. Más tarde consiguió embarcarse en el Ipanema rumbo a México.

Los padres de Mireia se conocieron trabajando en Radio Mil de la ciudad de México.

Mireia fue al Liceo Francés de México DF y ha viajado a Barcelona en diversas ocasiones


desde el año 67, actualmente radica en Barcelona desde 2006.
Entrevista
¿Cuántas veces has venido a España?

Mis padres decidieron regresar a Cataluña, después de haber vivido 27 años en México, en
diciembre de 1965. Yo salí de México por primera vez en mi vida (tenía 25 años) en el
verano del 67, para venir a visitarlos. Yo estaba estudiando la carrera en la UNAM.
Después del 67 venía cada vez que podía ahorrar para venir, hasta que en el 70, nos dieron
una beca a mi esposo y a mi para ir a estudiar a Francia. Desde Francia, venía cada vez que
había un puente o si nos ibamos de viaje en las vacaciones siempre nos las arreglábamos
para venir a verlos. Estuvímos en Francia hasta el 74, cuando se nos acabó la beca. En el 76
yo entré a trabajar como profesora en la UAM, otra universidad pública de México, y ya
podía ahorrar y venía cada 6 meses más o menos. Después, cuando el viaje era más caro,
venía cada año.

Pero las veces que me quedaba más tiempo


era cuando tenía año sabático. En el 84
tuve un año sabático y fui a hacer historia
de la ciencia a Madrid y desde ahí venía
para acá los fines de semana. En ese
tiempo mi padre hacia “els mots
encreuats” de la Vanguardia, los
crucigramas que era la única cosa que salía
en catalán en la Vanguardia. En Madrid, yo
me sentía sola, y decidí comprar la
Vanguardia para hacer los crucigramas de
mi padre. Me hacían mucha compañía.
Durante aquel año sabático estudié, en los
archivos del Jardín Botánico de Madrid, la
excursión que mandó Carlos III a México,
en el siglo XVIII para estudiar la botanica
mexicana. Es un tema realmente
interesante... Después de aquel año
sabático venir a visitar a mis padres era
cada vez más difícil para mí, a causa del
precio del boleto.
El padre de Mireia, Tisner

Después, en 1988 nació mi hija Annalí y aproveché la licencia de maternidad para volver a
Barcelona con el deseo de que los abuelos conocieran a su nueva nietecita. Fue muy
emocionante y también aproveché para presentar trabajos en congresos... Estuve aquí unos
4 meses.

Después estaba yo muy preocupada porque no me resignaba a que Annalí no tuviera la


experiencia de vivir cerca de sus abuelos y conocerlos bien, y también me entristecía
imaginar que mis padres no pudieran disfrutarla. Y entonces sucedieron dos cosas
increibles. Por un lado el rector de la UAM, que entonces era Chapela, se inventó una cosa
para que los profesores no se fueran de la universidad porque los sueldos eran muy bajos y
la gente se iba a trabajar a otros lados. Inventaron unos “estímulos” o becas, una especie de
sobresueldos, y se propuso que los profesores que no teníamos doctorado podíamos hacerlo
donde quisiéramos pagándonos nuestro sueldo íntegro. Me acogí inmediatamente a esta
propuesta porque además, se acababa de abrir en la UAB, la Universitat Autònoma de
Barcelona, un posgrado en el tema que entonces me interesaba: la historia de la ciencia.
Estuve cuatro años becada cosa que dio perfectamente tiempo para que mis padres y Annalí
se conocieran mutuamente. Cuando llegamos Annalí tenía casi tres años y cuando tuvimos
que regresarnos de nuevo a México tenía casi siete.

El campo de Prat de Molló

Yo quería encontrar trabajo aquí y trabajé en muchas cosas, dando clases y haciendo
traducciones y escribiendo artículos y libros, pero todos eran trabajos temporales e
inseguros. No podía cambiar esos trabajos por la plaza fija que tenía en la universidad en
México, básicamente porque tenía una hija que mantener. Tuvimos, pues, que regresar con
un gran dolor en mi corazón porque mi madre estaba cada vez peor de salud, y yo me sentí
muy triste, como frustada, como fracasada, muy mal y me costó muchísismo adaptarme a
México de nuevo. Hubiera querido poderme quedar aquí ya para siempre. Creo que ha sido
la vez que más he sufrido en mi vida. Era para mi un infierno estar allá sabiendo que mis
padres estaban tan mal aquí. Adaptarme allá, en esa situación, con Annalí que tenía 7 años
me fue muy difícil, tanto desde el punto de vista emocional como material, ya que acababa
de pasar la crisis del 94. El dinero no alcanzaba para nada, ni teniendo un sueldo de
profesor titular en la UAM. Y eso que aquí había publicado mucho pero allá no me dieron
la beca de sobresueldo porque según esto tenía que haber dado clase. No podía haber dado
clase en la UAM estando aquí!!! Me la pase muy mal durante unos 2 años, después ya pude
conseguir el sobresueldo trabajando muchísimo, y además conseguí las clases de catalán en
la UNAM. Me había hecho siempre muchísima ilusión pensar en la posibilidad de dar
clases de catalán a mis compatriotas mexicanos. Era como juntar mis dos culturas.
Entonces pude ganar un poco más para vivir más decentemente...fue una experiencia
extraordinaria las clases de catalán en el centro de lenguas extranjeras de la UNAM.
Durante esos años seguía viniendo a ver a mis papas cada vez que podía pero cada vez tenía
que pasar más tiempo. La verdad es que fueron 6 años muy desagradables.

En el año 2000 se murieron mis padres, claro yo hubiera querido estar aquí pero no pude,
vine en el viaje más barato que encontré para acompañar a mis hermanos a tirar las cenizas
a las montañas que ellos habían escogido... En mayo murió mi padre, en septiembre mi
madre. Desde entonces yo acumulé estos 6 años para poder venir de nuevo de año sabático,
y me dije que me gustaría venir a Cataluña para que Annali, ahora ya adolescente, pudiera
escoger dónde vivir, o sea poder estar uno o dos años en Cataluña viviendo con ella aquí, si
ella y su papá aceptaban, y entonces empecé a averiguar becas, permisos en la UAM y
conseguí un año como profesor invitado y otro como sabático, que ya se me acaban!!! De
nuevo lo mismo!! me tengo que regresar!!. Pero ahora, Annalí no quiere regresarse, dice
que le ha gustado mucho estar aquí, que se siente muy bien, que ella quiere vivir aquí,
aunque también se siente mexicana y quiere mucho a su país que es donde ella nació.
Entonces ahora no le puedo decir que no se quede, y bueno, ella se quedara aquí a terminar
el bachillerato y yo regresaré a mandarle dinero.

¿Tú caso es diferente, porque tu vienes a Cataluña porque tus papas estaban aquí,
están tus hermanos y por encontrar tus raíces?

Yo pienso que sí, las raíces tienen mucho que ver con la identidad, todos tenemos
necesidad de una identidad, y cuando tienes dos patrias...

Durante las veces que yo iba viniendo a Cataluña desubrí una cosa: que la gente aquí se
sentía con una identidad cultural, y que defendía esa identidad cultural, histórica, la lengua
y las tradiciones, y desubrí que tener eso era una riqueza y que le daba sentido a la vida, y
que eso yo lo comparaba con la situación en México y cómo la gente vivía y qué sentido le
daban a la vida, y yo sentía que la gente acá tenía mucho más por qué vivir, y era esa lucha
por mantener la lengua y la cultura, y eso yo lo había vivido en la casa, pero no en el país
donde había nacido y vivido y hasta que no vine varias veces, no había descubierto que era
importante para darle sentido a tu propia vida. Ese descubrimiento me hizo como tener
todavía más ganas de estar en este ambiente de lucha. Muy pocos años después de que mis
papás vinieron, a mí me surgió ese profundo deseo de venir a vivir aquí. Desde hace como
20 años que me surgieron esas ganas terribles de vivir aquí, y bueno que nunca he podido,
¿no? Y siento que México es un país sensacional, riquísimo, tristemente maltratado por la
historia, lo quiero mucho y extraño cosas de allá, pero me siento más identificada con
Cataluña.

¿Cómo has cambiando tu percepción de México? ¿Cada vez que vienes cambia tu
percepción de México?

Ha cambiado por dos cosas distintas: una porque México ha cambiado mucho en 20 años y
más. México era un país, cuando mis padres llegaron allá (o sea hace más de 60 años) y
durante mi infancia y mi juventud, con un ambiente y con una libertad y una posibilidad de
vivir agradablemente, que ahora no tiene. La situación ha cambiado paulatinamente a través
de estos últimos años. Por una parte ha cambiado mi percepción de México, pero ya no es
subjetiva, sino que objetivamente ha cambiado, y todo el ambiente de México, no es lo
mismo la universidad donde yo hace 40 años estudié ciencias que hoy la UAM. No tiene
nada, nada que ver. Pero mi percepción también ha cambiado quizá porque cada vez me he
sentido más identificada aquí. Yo antes veía esto como algo distante, y como que esa
percepcion ha dado la vuelta. Ahora es México lo que encuentro distante aunque haya
pasado la mayor parte de mi vida allá y todavía esté la mayor parte del tiempo allá, por
necesidad...

El barco Ipanema

¿Y ahora que regresas qué piensas que podría ocurrir?

M: Bueno, ... primero, desde el punto de vista objetivo tengo muchísimo miedo, mucho
miedo porque cada vez me mandan más mails de que la situación está cada vez más
violenta, y más difícil la situación económica y la inseguridad. Entonces cada vez me da
más miedo estar allá... Ahora, desde el punto de vista subjetivo me voy mucho más
tranquila que la última vez porque la última vez no tenía ninguna perspectiva de regresar,
ahora he hecho muchas más relaciones y siento que si me voy a México, tengo muchas más
perspectivas de poder regresar...también desde el punto de vista laboral, porque ahora en la
UAM tratan de introducir la virtualidad y aceptarían que yo diera clases virtuales desde
aquí. Por lo menos eso es lo que yo pienso, o quiero pensar. Cuando menos tengo una
esperanza, y eso cambia mi situación radicalmente. Al no poder encontrar trabajo aquí, la
única posibilidad de poder quedarme era pensar en trabajar para la UAM pero desde aquí. Y
eso, ahora, Internet lo permite!!! porque puedo seguir trabajando allá estando aquí, y eso es
lo que voy a tratar...ojalá que sí. O bien pediré un año sin goce de sueldo, o bien jubilarme,
no sé, para poder venirme, no sé... pero tengo que lograrlo porque Annalí se queda aquí!!

¿Por qué te fuiste a Gratallops?

M: Yo cuando me fui en el 96 tenía unas ganas enormes de poder tener algo para vivir aquí,
un departamentito, algo… y en Barcelona era imposible. Carísimo! Me dije… tengo que
buscar una cosa en Cataluña que yo pueda pagar y a parte que me quede suficiente para ir
viviendo en México. Entonces busqué por todas partes algo que no fuera más caro de 3
millones de pesetas, ya que en el banco de aquí me habían dicho que me podían dar una
hipoteca con el sueldo de la UAM (cuando en México no daban préstamos a nadie!!!), Y de
repente salió una casita en un lugar llamado Gratallops, para mí totalmente desconocido,
que valia 3 millones de pesetas. Se lo comenté a Annali quien me dijo ¡cómpralo mamá! Y
bueno le hice caso y estando en México compré la casita! Todo por Internet más la ayuda
de una buena amiga uruguaya que estaba aquí. Ella,
con una carta poder, me ayudó a los trámites. Ella
fue a ver la casita, y me dijo que era una zona seca,
que la casita era muy auténtica de pueblo, algo
pobres, pero que eran preciosas, y dije adelante...
yo quería también que Annali tuviera algo. Y
entonces en verano que vine a ver a mis papas justo
en el verano de 99, ya las había comprado
embarcándome en una hipoteca de 11 años (no me
dieron más por mi edad) y fuimos a conocer la
casita y a mi mamá le conté y ella casi sin poder
hablar ya, estaba contenta.
La madre de Mireia, María Luisa

En el invierno volvimos a venir y fuimos a ese pueblo a vivir un mes, pero en una pensión
porque en la casa no se podía vivir, tiene goteras, faltan puertas, etc. en fin... Estan
chiquitas pero pueden quedar muy acogedoras.... Annalí tenía 11años, fuimos a conocer el
pueblo, hicimos unas piñatas con el colegio, vino mi padre y mi hermana... Ahora hace 15
dias, la chica que viene a ayudarme en casa, me dijo que su marido arreglaba casas, y le
dije que fueramos a verla y que me hiciera un presupuesto y bueno, me daba facilidades
para pagar pero le tenía que dar 5000 euros de entrada, y bueno, le dí lo que tenía y aceptó
y él está trabajando ahí, y cuando lo termine nos iremos a vivir alli. Es verdad que está
bastante lejos de Barcelona pero no es porque yo quisiera que fuera lejos, sino porque es lo
único que encontré, y tiene sus ventajas, realmente sus ventajas. Está en la Comarca del
Priorat, es la comarca más pobre de Cataluña, pero tiene dos cosas, que ahora serán de lujo:
tener un lugar donde puedas respirar y donde haya silencio...esas ventajas sí las tiene.

¿Cuántas hermanas tienes en México?


Dos hermanas, y aquí, un hermano y una hermana, somos 5 en total.

¿Te llevas bien con ellos? Cuando tu dices que estás más aquí que allá, ¿qué pasa con tu
entorno familiar?

En México yo viví mucho tiempo en un edifició en donde también vivía mi hermana, y allí
nos veíamos seguido. Decidí que una vez a la semana fueran ella y mis sobrinos a comer a
mi casa. Entonces nos veíamos seguido. A mi otra hermana, a Gloria que siempre había
vivido más lejos, la iba a ver aunque menos. Pero
después que vine aquí y me regresé, ya vivíamos todos
separados, y cada vez nos veíamos menos, y aquí si no
coincidiamos en casa de mis padres, también cada vez
nos veíamos menos, es la verdad. Entonces cuando
murieron mis padres, ya no nos veíamos en casa de mis
papas.

Es decir que ¿tu familia de acá o de allá influyó para


que te quisieras venir?

Yo creo que de ninguna manera hubiera tenido esta


evolución que me ha hecho identificarme con Cataluña y
querer venir para acá si mis padres no hubieran venido.
Si mis padres no hubieran venido, pues hubieramos
venido a veces aquí, pero quizá no me hubiera planteado
con tanta necesidad venir a vivir aquí.. es que la primera
vez que yo salí de México para aquí, mis papas ya
estaban acá.

Dibujo de Tisner

¿Si no hubieran estado tus papas aquí qué hubieras hecho?

Hubiera venido algunas veces ...no no hubiera venido a estudiar...si mis padres hubieran
muerto yo creo que no, que no hubiera venido a estudiar... bueno, o no sé, a lo mejor sí, no
lo sé, son hipótesis... cuando mis papas estaban en México, yo no tenía ningún deseo de
venir para acá si ellos no venían, no se planteaba la posibilidad. Ellos siempre hablaban, y
para ellos era importante esto de volver, pero si mis padres estaban allá, yo estaba con ellos.
Era emocionante saber que la cultura aquí se estaba recuperando y se estaba desarrollando,
en los años 60, que surgió la nueva canción. Nosotros recibimos los primeros discos de
Raimon y Serrat en México cuando mis padres todavía estaban allá, y me emocionaron
muchísimo esas canciones. Yo estudiaba filosofia y me identifiqué totalmente, y eso que yo
nunca había venido acá. La cultura catalana era importane para nosostros claro, era lo que
vivíamos en la casa, pero yo no la sentía tan importante como ahora, en el sentido de que
fuera importante incluso venir aquí a vivir. En aquella época no, por lo menos yo no lo
pensaba ni lo sentía así.
Mis padres regresaron aquí con los tres hermanos chicos, para quedarse. Mi hermana Gloria
no lo soportó. Entro a estudiar a la universidad de Barcelona en donde se vivía una
represión desconocida para ella. No tenía nada que ver con la libertad en México. Hicieron
una manifestación y la metieron en la cárcel. Mi padre hizo lo imposible para sacarla pero
le dijeron que si volvía a suceder el culpable sería él y lo sacarían del país. Entonces gloria,
por eso y supongo que por otras cosas decidió regresarse.

Así pues nos quedamos tres allá, las tres hermanas mayores, y los dos más chicos aquí, que
vivieron con mis padres hasta que fueron a vivir con sus parejas.

¿Y tú por qué crees que de repente Annali no quiere volver a México y se quiere
quedar?

Yo pienso, primero, que porque aquí está mejor. Ella se siente mucho más libre aquí. La
escuela, ya lleva dos años de escuela aquí, y no tiene nada que ver con la que tuvo en
México. El nivel de formación humana, académica,
ella lo nota y está contenta aquí, la tratan mejor aquí,
entonces, me parece que ella por muchísimas cosas se
siente mejor aquí.
Es cierto que yo he hecho un esfuerzo grande por
hacerle conocer Cataluña, primero porque vine para
que mis papas la conocieran cuando era chica,
después cuando lo de Gratallops, que viviéramos en
un lugar de Cataluña para ver si le gustaba. Pero
también, en años anteriores, veníamos en el verano e
íbamos a la Universidad Catalna d’Estiu. Ahí
convivía con jóvenes de los países catalanes en un
ambiente más que agradable. Yo de alguna manera
pude hacerle vivir experiencias interesantes, quería
que conociera esa cara de estos países. Ella ya sabía
que yo quería venir para acá a vivir pero no podía
tomar una decisión sin que ella estuviera de acuerdo.
Yo no pude decidir venir has ta que ella no estuvo de
acuerdo.
Postal de Tisner

Qué hubiera pasado si mis padres no hubieran decidido venir?...


0Bueno yo pienso que si mis padres no hubieran venido, hubieran podido pasar dos cosas.

O bien yo hubiera seguido allá, sintiéndome más mexicana que catalana, estando más
adaptada allá que aquí, con una cultura que me atraería de aquí, pero bueno una cosa
esporádica, venir de vez en cuando por ejemplo.
O bien que ese cambio, que ese tema de
que México ha ido para menos y que aquí
ha ido para más, de que México estaba
bien en el 67 y aquí muy mal, y que ahora
es al revés, pudiera ser que esta nueva
situación también hubiera hecho que me
hubiera atraído venir para acá, como le ha
pasado a muchos otros hijos de refugiados,
que prefieren venir a vivir aquí no porque
los padres estén aquí. Vienen porque aquí
se está mejor, ven posibilidades de estar
mejor, por lo mismo que vienen muchos
otros latinoamericanos que vienen para
buscar mejores condiciones de vida
aunque no tengan ningún vínculo ni
familiar ni cultural con Cataluña. Claro
que en el caso de los hijos de refugiados
tienen, claro, una ventaja que es que tiene
la misma cultura por parte de sus padres.

Yo pienso que me hubieran podido pasar


las dos cosas...

Libro Els gossos

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