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Características de la pintura española

Además de las características del barroco europeo, hay algunos


rasgos que lo hacen particular:

• Ausencia de rasgos típicos del barroco italiano, lo heroico, los


tamaños superiores a lo normal,
• Se prefiere un equilibrado naturalismo y una composición
sencilla
• Predominio de temática religiosa, especialmente ascética o
mística. Apoyada con elementos como el éxtasis, mirada dirigida
al cielo, movimiento de la composición
• Ausencia de sensualidad, por la vigilante religiosidad
• El tenebrismo expresa muy bien estos valores, por lo que se
explica muy bien su éxito en España y no es posible reducirlo a un
recurso o técnica meramente importada de Italia.
José de Ribera, El
Españoleto

Arte sombrío y dramático cercano a Caravaggio, pero con mayor


riqueza cromática y religiosidad más patética.
Nacido en Xátiva, estudia con Ribalta viaja muy joven a Italia donde
recibe la influencia de Caravaggio. En Roma, ambientes humildes
que refleja en sus obras: mendigos. En su estilo se funde la
profunda emoción religiosa de la pintura española y el dominio
del color y las luces de los italianos.
Martirio de San
Bartolomé
Martirio de San Felipe
El sueño de Jacob
Inmaculada Concepción
San Jerónimo en el estudio
San Pablo ermitaño
San Sebastián
La Trinidad
El patizambo
El olfato
La mujer barbuda
Zurbarán

Su obra es reflejo de la España de su tiempo:


cerrada en sí misma y fuertemente religiosa;
se caracteriza por el equilibrado naturalismo,
la sencillez compositiva, el intenso contraste de
luces y sombras, y el trato exquisito de los
detalles.
Sus mejores logros pictóricos deben buscarse en la
captación de expresiones llenas de serenidad
mística y en la representación de naturalezas
muertas.
Refleja como nadie los ambientes monásticos
Defensa de Cádiz contra los ingleses, Zurbarán
Fray Jerónimo Pérez
Zurbarán
S. Francisco de Asís
Rendición de Sevilla
Bodegón, Zurbarán
Cristo muerto en la cruz
Zurbarán
Budapest, izquierda
Funerales de S.
Buenaventura
Zurbarán
Sta. Eulalia
Alonso Cano

Hábil dibujante, muy


estudioso de la composición
y creador de tipos
femeninos que repetirá,
busca la belleza plástica y
una feminidad infantil, que
lo diferencian de estilos más
recios Zurbarán o
Velázquez, y lo relacionan
más con Murillo.

Virgen con el Niño


El milagro del pozo
Alonso Cano
Diego Velázquez y Silva

• Cumbre de la pintura barroca. Taller de Pacheco, casa con su


hija.
• Primera etapa tenebrista
El aguador de Sevilla
Vieja friendo huevos
Los borrachos
Visita de Rubens a Madrid, le recomienda ir a Italia, le ayudan los
reyes para el viaje en 1629. Abandona el tenebrismo, surgen
nuevas preocupaciones por el color, el desnudo y la perspectiva
aérea.
La fragua de Vulcano
El príncipe Baltasar Carlos a caballo

Los retratos no llevan


recursos escenográficos,
sólo fondos serranos que
resaltan la gravedad de
las figuras, acentuando los
símbolos (caza) y la
hondura psicológica que le
acerca a Rembrandt.
Infanta Margarita
El bufón don Sebastián de
Mora
El niño de Vallecas, Francisco Lezcano
Tres músicos
Menipo
• Gracias al uso del color y de la luz se convirtió en un genio de la
perspectiva aérea. Refleja la irradiación de la luz, la vibración visual
de los colores, el juego de luces que reverberan sobre el negro… al
servicio de los efectos de profundidad y distancia…
• La pincelada fue clave para su éxito: toques sueltos que van
sugiriendo formas sin llegar a definirlas plenamente, pero que
proporcionan una apariencia de realidad inmediata. Una realidad que
no tiene como objetivo máximo la semblanza física, es decir, la copia
del natural, sino que va más allá de lo concreto para vincularse con
el complejo mundo de las ideas. Su ejecución impresiona por la
sencillez y la falta de énfasis y retórica.
Inocencio X
• Recrea con los efectos lumínicos haciendo que la luz incida en 1º plano
sumergiendo en la penumbra a los más alejados. El juego de luz y sombras
ayuda a crear la ilusión de espacio en el cuadro. La luz que entra por la puerta
del fondo y su contraste con la oscuridad del techo y de la pared lateral a la
derecha dan profundidad a la escena.
• La paleta es clara, luminosa y de una gran riqueza de colores y matices. La
pincelada es larga, fluida y visible. Los contornos de las figuras se difuminan.
Las formas etéreas de los reyes reflejados en el espejo fueron realizadas con el
pincel humedecido con más trementina que pigmento.
Cristo crucificado
Bodegón de la calavera, Antonio de Pereda
El sueño del caballero, Antonio de Pereda
Carlos II, Carreño
Eugenia Martínez
Vallejo, La monstrua,
Ádoración de la Sagrada
Forma, Claudio Coello
Carlos II
Claudio Coello
Apoteosis de San Agustín
Claudio Coello
Bartolomé Esteban Murillo

• Su religiosidad la aplica en una obra


alegre y vital, en lugar de pesimista y
angustiada de sus predecesores.
• Su formación pictórica se centró en dos
artistas sevillanos: Herrera el Viejo y
Zurbarán. También conoció la obra de
Ribera e italianos y flamencos existentes
en colecciones sevillanas.
• Sus primeras obras tienen influencia del
naturalismo tenebrista de Caravaggio.
• Gracias a su amistad con Velázquez tuvo
acceso a la colección real: italianos y
flamencos.
• Posteriormente prestó mayor atención al
tratamiento de la luz, y su claroscuro
recordará a Rembrandt.
• Sus obras son muy valoradas incluso en
Londres, Amberes y Rótterdam (relación
con el puerto de Sevilla).
• Fue uno de los mejores intérpretes del
sentimiento católico de su época y, al
tiempo, anticipó, en la temática y en la
concepción formal de algunas de sus
obras, los derroteros que seguirían los
gustos estéticos del XVIII: rococó.
• Dos temáticas: ambientes infantiles e
inmaculadas
Niño apoyado, Murillo
Niños jugando a los
dados
Vieja despiojando
Niño sonriendo
Niños comiendo uvas y
melón
Niños comiendo en
una tartera
El Buen Pastor
Inmaculada
El Prado
Los
Venerables
El Escorial
La Concepción
Inmaculada
Concepción de
Aranjuez
Adoración de los pastores
Adoración de los pastores
Sagrada Familia del pajarito
Juan Bautista con
el cordero
Valdés Leal

•Su carácter violento y orgulloso se plasma en


motivos desagradables y desgarradores.
•Lo más destacado las terribles pinturas del
Hospital de la Caridad, llenas de
melodramática teatralidad y con una clara
intención moralizante: Jeroglíficos de nuestras
postrimerías, se inspiran en Discurso de la
Verdad, de Miguel de Mañara, benefactor del
hospital y de su iglesia para hacer penitencia
por su vida y excesos.
In ictu
oculi,
Hospital
de la
Caridad,
Sevilla

alegoría de la muerte en forma de esqueleto con un pie sobre la bola del mundo y el
otro sobre armaduras y ricos atuendos; lleva un ataúd bajo el brazo, su guadaña
apaga la vela y señala el letrero mientras mira desafiante al espectador, como si
quisiera decir que en un instante todo lo mundano se desvanecerá ante la muerte.
In ictu
oculi, Sta.
Cruz,
Sevilla
Finis
Gloriae
Mundi

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