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PRIMER CONGRESO URUGUAYO DE PATOLOGÍA Y

GESTIÓN DE LA CALIDAD EN LA CONSTRUCCIÓN

ALGUNAS RECOMENDACIONES EN EL PROYECTO DE ESTRUCTURAS


DE HORMIGÓN ARMADO EN CASOS FRECUENTES

Arq. Haroutun Chamlian

El objetivo de esta ponencia es profundizar en la importancia que tiene el control de


calidad de los proyectos de estructuras resistentes, y cómo incide en el resultado
final. Está basada en la exposición de algunos ejemplos de diseños de
arquitectura edilicia de casos corrientes y frecuentes en nuestro país.

Los temas presentados, necesariamente limitados en cantidad, se han motivado,


algunos en nuestra propia tarea profesional en el diseño y cálculo de estructuras, y
otros surgieron en nuestra actuación como asesor del BHU (Banco Hipotecario del
Uruguay) durante la revisión de proyectos ejecutivos de estructura, elaborados por
terceros.

La observación de cada caso particular, en algunos temas, es pretexto para realizar


una exposición mayor. Dadas las características del tema tratado en esta
ponencia, como resultante prevalece una importante impronta docente.

En todos los casos presentados se mantiene el anonimato, no permitiendo la


identificación de los profesionales actuantes.

Algunas afirmaciones y recomendaciones que se formulan pueden prestarse a


controversias y discrepancias. En los casos que ello ocurra pueden surgir opiniones
diferentes que aclaren el estado del problema presentado.

Algunos de los ejemplos desarrollados refieren a soluciones estructurales de muy


reciente aplicación práctica en nuestro medio. Necesariamente, el tiempo será
fundamental para juzgar finalmente sobre la certeza o no del comentario que se hace,
y del sistema utilizado. De cualquier manera es importante, a pesar de ello, poseer
una postura crítica, en el sentido integral del término, a medida que progresivamente
se adquiere experiencia en las soluciones técnicas aplicadas.

En el texto [1] se indica que las estadísticas en patologías de estructuras de hormigón


ya son abundantes y han sido estudiadas en períodos de tiempo prolongados, y
concluyen en valores similares en muchos países. Por causa del proyecto

1
corresponde el 45% de los casos. De este valor, el 50% es debido a errores en los
detalles constructivos: o son detalles erróneos o hay ausencia de ellos. En este caso,
generalmente, se improvisa en obra por parte de personal no idóneo. Las cifras son
elocuentes respecto a la importancia del problema, a pesar que no hay estadísticas en
nuestro país.

El índice sintético de los temas que se tratarán es el siguiente:

1.- Proyecto arquitectónico.


2.- Losas.
2.1.- Macizas, que resisten en dos direcciones.
2.2..- Nervadas de doble carpeta (superior e inferior).
2.3.- Macizas con apoyos puntuales.

3.- Dispositivos de cimentación.


3.1.- Plateas
3.2.- Sistema de vigas y riostras de cimentación.

4.- Muros de mampuestos de cerámica.


4.1.- Portantes.
4.2.- No portantes.

5.- Otros temas


5.1.- Confusión en la expresión de los planos.
5.2.- Temas sobre organización de armaduras
5.2.1.- Estribos en pilares de sección circular.
5.2.2.- Diámetro de las barras.
5.3.- Dibujos con computadora
5.4.- Aplicación de la norma UNIT 5.

6.- Principal bibliografía consultada.

1. PROYECTO ARQUITECTÓNICO

En este apartado comentaremos un tema de gran importancia, y cuyos conceptos


expusimos durante muchos años en la cátedra de Estabilidad II en la Facultad de
Arquitectura. Están basados en la formación que recibimos por parte del profesor
arq. Julio GARCIA MANTEGAZZA.

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Algunas partes de lo que se expondrá están basadas en el texto de Ercio THOMAZ,
referencia [2], que compartimos plenamente, y se acuerdan con lo indicado antes,
con el agregado de la temática de la calidad.

La calidad de la construcción depende de la calidad del proyecto arquitectónico y


éste, a su vez, depende de la calidad de todos los demás proyectos involucrados
(estructura, instalaciones, etc.).

El proyecto arquitectónico es el que establece las grandes definiciones de la


construcción y, en particular, del partido estructural. Pero en el proyecto
arquitectónico también pueden existir razones que pueden provocar, con mayor
grado de probabilidad, patologías futuras (plantas muy irregulares, tramos
muy esbeltos, grandes ménsulas, etc.).

Es una tarea compleja encarar un análisis crítico de proyectos, y más difícil si son
arquitectónicos. No se trata sólo de estudiar materiales, técnicas, procesos
constructivos, costos, etc., sino además y, principalmente, ideas, simbolismos,
sensibilidades; en suma, es una tarea de creación. Como consecuencia, no existe la
posibilidad de establecer una lista sistemática y universal de verificaciones de
proyectos arquitectónicos.

Otro aspecto fundamental es que las coordinaciones del proyecto arquitectónico


deben realizarse con todos los otros proyectos técnicos.

El desarrollo simultáneo de los diferentes proyectos involucrados en una


construcción es una estrategia muy eficiente y necesaria. El intercambio simultáneo
del conocimiento y experiencias entre los diferentes proyectos tiende a culminar
siempre en una mejor estética, funcionalidad, técnica y economía.

Por el contrario, si no se cumple lo anterior, es altamente probable que, entre


otras resultantes negativas, se generen condiciones para que se produzcan
desórdenes, inclusive con consecuencias patológicas.

Las grandes etapas, sucesivas, del proceso del proyecto arquitectónico, en cuanto a
diferentes grados de elaboración del producto final, son:

Esbozo (o croquis, o esquicio), donde se establecen los datos básicos y la idea rectora
del proyecto. Debe contener aquellos aspectos necesarios para definir las
características esenciales, y debe poderse tomar decisiones sobre aspectos
funcionales, técnicos y financieros.

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Anteproyecto, donde culmina la elaboración de la idea rectora, con nivel de detalle
que permita la comprensión de la misma, pero insuficiente para la construcción de la
obra.

Proyecto, donde están completamente indicados todos los aspectos técnicos de tal
modo que puedan ejecutarse las obras. Se compone, en general, de: planos, detalles,
planillas, memorias.

El adelantar, incluso faltando la coordinación de las técnicas, la aprobación de una


etapa, puede tener como resultado retroceder en la elaboración de un trabajo, con
todas sus consecuencias negativas.

Las coordinaciones del proyecto arquitectónico con las técnicas (materiales,


aspectos constructivos, estructura, instalaciones) deben estar presentes en todas
las etapas, y deben concretarse progresivamente en acuerdo con los niveles de
definición del proyecto de cada una de ellas.

La composición arquitectónica no está exenta de condicionamientos; no es una


creación libre. Está regida por la armonización y respeto de las determinantes
constructivas, estructurales, de instalaciones, entre otras.

Como síntesis de lo anterior, se destaca que el proyecto arquitectónico, y las


características de las coordinaciones que deben realizarse con los aspectos
técnicos desde el inicio de las tareas, son muy importantes, tanto para definir su
calidad como para crear campo fértil tal que, en un futuro, se originen
desarreglos y patologías.

Las condiciones recomendadas como deseables, no siempre se cumplen. Muchas


veces en las dos primeras etapas (esquicio, anteproyecto) las coordinaciones no se
realizan, entrando las técnicas una vez iniciada la definición del proyecto.

En parte del prólogo del libro de SALVADORI y HELLER, “Estructuras para


arquitectos”, Pier Luigi NERVI escribió: “Los arquitectos, aún cuando puedan
confiar los cálculos últimos de sus estructuras a un especialista, ellos mismos
deben ser antes capaces de idearlas y darles correctas proporciones. Sólo
entonces una estructura habrá de nacer saludable, vital y, en lo posible,
hermosa.”

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2. LOSAS

2.1. Losas macizas que resisten en dos direcciones.

Un tema de gran importancia es el de la organización de armaduras en losas macizas


que resisten en dos direcciones, dada su extendida aplicación estructural en edificios
de viviendas.
Previamente debe repasarse dos temas conocidos de Teoría de las Placas.

a)
Uno de ellos es el trazado de los diagramas de momentos flectores. CZERNY [3],
para una relación de luces de 1,5 y distintas condiciones de apoyo, indica diagramas
simplificados (ver [4]). En este apartado no se considera el decalaje y los anclajes.
Véase la figura (1).

HAHN [5] el caso de losa empotrada en todo el perímetro, lo esquematiza según la


figura (2).

b)
El otro tema se refiere a las esquinas de las losas, y nos basaremos en HAHN [5],
véase la figura (3). En los vértices donde concurren dos lados libremente apoyados
hay una tendencia al levantamiento. Para resistir la fuerza de descarga hacia arriba
debe disponerse un elemento estructural adecuado y debidamente anclado en los
extremos, o disponer de un peso suficiente para contrarrestarla.

Perpendicular al plano α-α actúa un momento flector positivo. Por ello, la armadura
inferior del ángulo (armadura de torsión) tiene la dirección de la línea α-α. La
armadura superior debe ser colocada perpendicularmente a esta dirección. Se grafica
esta organización (véase la figura a), y una variante más sencilla (véase la figura b)).
Consultar el apartado 51.2.5.5 de la norma UNIT 1050:2001 [6].

El análisis de solicitaciones en losas se puede realizar en base a diversas hipótesis, a


partir de las cuales surgen varios trazados. En los apartados 29.1 y 51.2.5.3 de la
norma UNIT 1050:2001 se comenta al respecto. Muy aplicado en nuestro país es el
reglamento francés BAEL 83, que opera con valores relativamente bajos de los
momentos de apoyo.

Suponiendo dos situaciones extremas puede resultar para un apoyo interno de dos
losas, resistiendo cada una de ellas en dos direcciones. A trazos discontinuos (véase
la figura (4)) se indica una situación intermedia.

5
Una tradición en nuestro medio es establecer una prescripción general para la
organización de armaduras para losas: cantidad de barras dobladas y sus cotas,
prolongaciones de barras de una losa a la contigua y sus cotas, etc. Todo ello según
se trate de un apoyo extremo o interno.

Este criterio en sí no merece observaciones y simplifica la tarea de redacción de


los proyectos de estructura. Traslada la tarea de detallar las armaduras, con los
datos particulares de las barras de cada losa en cada dirección, a la etapa de
ejecución de las obras.

Dos aspectos merecen indicarse:

Se debe revisar cuidadosamente el despiece realizado en obra. Muchas veces los


detalles generales no están precisos, y hay confusiones respecto a las
indicaciones que se hacen. Por ejemplo: en cada losa, cuál es la luz que se debe
adoptar (la menor o la correspondiente a la dirección de la barra). Otro caso: cuando
la barra de un tramo se levanta y se prolonga a la losa contigua, cuál es la luz que se
debe adoptar para la cota del doblado (que está en una losa) y cuál es la luz para
determinar la prolongación (que está en la otra losa).

Pero el problema más importante de acuerdo a lo que fue indicado, es que la


organización de armaduras depende de las hipótesis que se han adoptado para
determinar las solicitaciones. Por ello no es aconsejable adoptar criterios que se
repiten y adoptan de un proyectista a otro, sin tomar las precauciones
correspondientes, en cuanto al conocimiento que se debe tener para
correlacionar las hipótesis adoptadas con la consecuente prescripción general
del detalle.

Para apoyos internos, una de las prescripciones generales utilizadas indica que
doblan una de cada dos barras (el 50%) al quinto de la luz menor de la losa, y se la
prolonga hasta el cuarto de la luz menor de la losa vecina (véase la figura (5)).

En la figura a) se observa que, según CZERNY, aplicando Teoría de las Placas,


resulta el mayor valor para el momento de apoyo, y quedan cubiertos, estrictamente,
el diagrama de momentos para el apoyo y el tramo, aplicando el criterio general
indicado antes.

Pero si se adopta el mismo criterio general de organización de armaduras, con un


valor de momento de apoyo menor (diagrama con trazos discontinuos) resulta una
zona (en punteado) no cubierta.

6
Para ambas hipótesis para el momento de apoyo, resulta más crítica la organización
consistente en doblar dos barras de cada tres, si se utiliza para ambas la misma cota
de doblado.

A pesar de lo anterior, no tenemos conocimiento de patologías por ese concepto.


Como atenuante, debe indicarse que en la zona punteada el diagrama simplificado se
aparta del real.

Más aconsejable es el criterio de doblar al décimo de la luz menor, como se


indica en la figura b), y que es válido también, en general, para hipótesis de
momentos menores de apoyo.

Otro criterio general de organización de armaduras, más sencillo de construir,


pero con más cantidad de acero, es disponer una malla inferior de barras tipo
A, y en los apoyos disponer barras tipo F (con armadura de repartición), es
decir, no utilizar barras dobladas.

En cualquier caso, se puede aplicar reducción de armadura junto a los apoyos y


paralelo a éstos. Para ello es aconsejable reducir el diámetro de las barras y no
aumentar la separación (con el mismo diámetro).

Se indica en la figura (6) una propuesta que contempla las observaciones


anteriores (incluso para apoyos sin continuidad, que se verá más adelante).

Se comentarán dos casos de patologías, relacionadas con las esquinas de losas que
corresponden a apoyos sin continuidad.

El primer caso de la figura (7) es menos frecuente, y se puede ocasionar por falta de
elemento que resista la fuerza en la esquina o, existiendo, no está debidamente
anclada en el extremo superior.

El otro es un caso muy frecuente (véase la figura (8)) y, para edificios en altura,
puede aparecer la fisura en varios niveles. Frecuentemente se observa en obras
terminadas, por lo que no se investiga si además la fisura está presente en la cara
superior. El trazado de la fisura es recto, de ancho uniforme y de labios abiertos. La
causa no se debe buscar en razones estructurales, pues la dirección de la fisura no se
corresponde, en cara inferior, con las solicitaciones. Muy probablemente, las causas
sean de retracción, más acciones de temperatura en algunos casos.

7
En [7] se la tipifica como fisura por retracción en los ángulos de las losas. “Cuando
las losas de techo se apoyan en sus bordes sobre un muro, se observan
frecuentemente fisuras oblicuas en los ángulos. Como el desplazamiento de la losa
está impedido en las dos direcciones perpendiculares, la losa se fisura en forma
oblicua, haciéndolo a menudo en toda la extensión.”

Esa fisura aparece en una zona que, en general, posee poca armadura si se doblan las
barras, cual es la cara inferior de la esquina de la losa.

Veamos un caso de prescripción general de armaduras de losas, muy difundido, que


complementa el fenómeno que se está comentando. En casos de apoyos sin
continuidad se indica doblar una barra de cada dos al quinto de la luz menor. A veces
se indica doblar uno de cada tres, que es mejor. Véase la figura (9).

En la figura vemos la correlación del detalle general con el diagrama simplificado de


momentos flectores, indicando también la cobertura de momentos con la
organización de armaduras. Se observa que hay una zona de solicitación sin cubrir
(en punteado).

Para esta solución deben cuidarse los anclajes extremos de las barras pues,
generalmente, los apoyos son de poca profundidad.

Los problemas señalados pueden resolverse, seguramente, con la organización


de armaduras, para apoyos sin continuidad, indicado en el detalle general
propuesto. El detalle corresponde a las dos direcciones, contemplando también
la armadura de torsión, indicada al principio de este apartado.

A veces esta organización es resistida por el personal de obra, pues crea


complicaciones adicionales de interferencia con la armadura de las vigas. En estos
casos puede estudiarse disponer dos tramos de barras, con empalme.

2.2. Losas nervadas, de doble carpeta (superior e inferior)

Para comentar el caso de este apartado resulta conveniente hacer un poco de historia.

Durante muchos años en nuestro país se utilizó un sistema de losas nervadas con la
utilización de moldes perdidos de yeso y doble lositas de hormigón, denominado losa
DOUBLEX. Con ello se posibilitaba salvar medianas y grandes luces, con la losa
resistiendo en una sola dirección, y se permitía obtener hormigón visto en el
cielorraso. El sistema se aplicó hasta mediados de la década del 60, cuando se

8
encareció por la utilización del yeso. En ese período se proyectaban losas macizas
hasta unos 13 cm de altura, como máximo. Las tablas del sistema DOUBLEX
aconsejaban dimensiones (altura, distancia entre nervios, ancho de éstos, espesores
de lositas, etc) que resultaron adecuadas.

Posteriormente los moldes de yeso se sustituyeron por cajones de madera húmeda y


se utilizaron, en general, las mismas dimensiones que aconsejaban las tablas antes
citadas, para moldes de yeso, véase la figura (10). Mayoritariamente se aplicó a losas
resistiendo en una dirección. Rápidamente aparecieron los inconvenientes del
sistema:

- dificultades en la ejecución: colocación de la armadura sobre el encofrado,


llenado de la losita inferior, posicionado de los moldes de madera sobre el
hormigón joven, hormigonado de nervios y losita superior;
- presencia de agua en los huecos que, cuando era permitido, se desalojaba por
dos orificios por molde hechos por piezas de madera con forma de cono
truncado invertido de altura igual a la losita inferior, que posteriormente se
golpeaban para introducirlos en el hueco.

Una patología frecuente son las fisuras por retracción en las lositas inferiores, que se
marcan por el pasaje del agua encerrada en los huecos. Véase la figura (11).

El hormigón experimenta una retracción cuando se seca. Se extiende durante un


lapso de 2 a 3 años, alcanzando el 75% de su valor final después de 6 a 12 meses. La
retracción produce tensiones de tracción cuando la deformación del hormigón es
impedida por elementos rígidos extremos. Según los casos, la fisura se presenta en el
centro del vano o en los apoyos (ver [7]).

Una situación extrema, en relación a las dificultades de ejecución de este sistema, fue
la realización, en contados casos, de losas resistiendo en dos direcciones, y con
hormigón premezclado y bombeado.

En oportunidad de intervenir recientemente en un refuerzo de estructura construida


en 1966, cuyas losas nervadas eran del mismo tipo que el indicado en la figura (10),
y al realizar una perforación en la losita inferior, se extrajeron unos 120 litros de
agua, un volumen mucho mayor al del hueco del cajón correspondiente. Esto
evidencia claramente una mala ejecución de la losa (difícil de controlar el estado
final) y que estaban comunicados los huecos, lo cual confirma, por lo menos para
este caso, las dificultades para la buena ejecución de este tipo de losas de doble
carpeta.

9
Este sistema, de doble carpeta, se aplica en pocos casos actualmente. Hay muchos
ejemplos ejecutados, por lo que se hace necesario su conocimiento , además, pues
puede tener utilidad práctica cuando haya actuación profesional frente a ellos
(reformas, ampliaciones, etc).

De acuerdo a lo anterior, proyectar actualmente un sistema de losas nervadas de


doble carpeta, con las características descritas, puede crear condiciones muy
aptas para que se ocasionen patologías, con mucha probabilidad,
principalmente si no se adoptan medidas adecuadas tendientes a corregir los
problemas antes indicados.

2.3. Losas macizas con apoyos puntuales

Un sistema muy aplicado en nuestro medio, en los últimos años, es el de losas sobre
apoyos puntuales. En el apartado 52.5.5. Disposiciones constructivas, de la norma
UNIT 1050:2001 [6] se advierte que “... se debe prestar mayor atención a la
resolución de las instalaciones que en otros tipos estructurales, por lo cual es
aconsejable un estudio integral desde la etapa del diseño, de las condiciones
tecnológicas.”

En general, la coordinación estructura-instalaciones más importante en este tipo


estructural es con la sanitaria (eliminación de aguas). Una solución muy utilizada es
la losa rebajada, manteniendo en cara inferior un solo plano horizontal. En los
gráficos de la figura (12) se indica una planta, tomada de la referencia [8] y el corte
correspondiente.

Las dimensiones finales del entrepiso terminado están muy determinadas por la pileta
de patio y el espesor de la losita.

En el ejemplo indicado la losita tiene, en planta, dimensiones de 180cmx60cm. En el


análisis estructural de la losa ello implica un hueco y, normalmente, la armadura
general se continúa en la losita. Esas barras son de 8mm, 10mm, 12mm y,
excepcionalmente, de 16mm. Considerando los dos recubrimientos (superior e
inferior), como valor mínimo del espesor de la losa rebajada debe adoptarse 6cm,
para condiciones rigurosas de ejecución. Muchas veces este valor no es respetado,
como veremos en un ejemplo.

Pero es imposible garantizar un relativamente buen hormigón, en cuanto a


compacidad, incluso con espesor de 6 cm, y menos si esta dimensión es menor.

10
Por otra parte, el rebaje se realiza para contener cajas y caños de sanitaria, por lo que
la zona queda expuesta a contener agua por posibles pérdidas. A ello se agrega que,
en general, en el nivel inferior existen baños también, que constituyen ambientes
interiores sometidos a elevadas humedades y condensaciones, cambiantes en el
tiempo.

Todo lo anterior constituye condiciones favorables y de alta probabilidad para activar


fenómenos de corrosión de armaduras. Por ello, entre otros factores, debe
garantizarse un buen curado que, además, contribuirá a disminuir la probabilidad de
aparición de fisuras de retracción en la unión de los dos espesores de losas.

Esto último es lo que presenta aspectos similares con lo indicado en el caso de losas
nervadas de doble carpeta, con la diferencia que aquí el fenómeno del marcado de las
fisuras (si ocurren) puede producirse si hay pérdidas de agua sobre la losa rebajada.
En este caso el tiempo actúa como factor desfavorable.

c)
Se comentará un tema complementario en relación al anterior.

En la figura (13) se muestra una planta parcial, donde se realizan las siguientes
observaciones:

- espesor insuficiente de la losita rebajada, véase la figura (14);


- ubicación del hueco ocupando todo el ancho de la faja de apoyos;
- disminución sensible del perímetro crítico alrededor del P15 para resistir
punzonado.

Las dos últimas observaciones requieren estudio muy particular y cuidadoso, con
justificaciones y demostración de la viabilidad estructural.

3. DISPOSITIVOS DE FUNDACIÓN

3.1 Plateas

Otro elemento estructural donde la coordinación de la estructura con la instalación


sanitaria es importante es la platea de cimentación.

11
La instalación sanitaria de evacuación normalmente se dispone debajo de la platea.
Los caños se ubican en la zona del suelo granular o tosca compactados, y se rodean
en algunos casos, de suelo cementado. Véase la figura (15).

Los inconvenientes de esta solución son varios:

- los caños se ubican en una zona que sufre la acción de las cargas sobre la
platea;
- ante desperfectos de la instalación, es muy complicada la reparación, dado
que se ubica debajo de un elemento estructural;
- probables fugas de agua perjudican el suelo bajo la platea, con los
consiguientes daños al elemento estructural; el proceso de deterioro es
acelerado puesto que las pérdidas de agua alteran la humedad del suelo que, a
su vez aumenta de volumen, lo que perjudica a la cañería, etc;
- un inconveniente adicional es el escaso espesor de la platea, que difícilmente
resista probables movimientos de la construcción; esto es factible dado que,
por tratarse de una cimentación esencialmente superficial, está sujeto a los
movimientos del suelo.

En la revista TÉCHNE [ 9] se aconseja el diseño indicado en la figura (16).

Está implícito en el esquema que la zona de baños debe ubicarse en el perímetro del
volumen construido, lo cual no siempre es posible. Otra observación es la irregular
forma del elemento estructural (platea) que puede ocasionar solicitaciones y
tensiones localizadas de compleja determinación en las cercanías de la irregularidad
formal.

Para resolver las observaciones anteriores se ha propuesto el diseño que se muestra


en la figura (17), que ubica los caños de la instalación sanitaria sobre la platea.

La solución ya ha sido ejecutada y experimentada 1, para un conjunto de viviendas de


3 y de 4 niveles, con estructura compuesta de muros portantes de cerámica. El diseño
de la cimentación por platea fue adoptado luego de realizado el proyecto
arquitectónico y apenas iniciadas las obras, dado que la primera solución de
cimentación era otra. Es aconsejable que los baños y cocinas, en lo posible, se
ubiquen en el perímetro del volumen proyectado.

En las NTE del MOPU, referencia [ 10], se recomienda:

1
Conjunto de viviendas COLORLOFT. Proyecto y Dirección: arqs. J. Mántaras y S.
Somoza. Contratista: ing. CAMPIGLIA Construcciones. Estructura: arq. H. Chamlian.

12
“HUECOS.
Salvo estudio especial, no se realizarán huecos en las losas de cimentación,
evitándose las conducciones enterradas bajo las mismas.”

Otro problema serio son las canalizaciones exteriores de las instalaciones cerca del
perímetro de la platea. Es desaconsejable su trazado principalmente si son extensos y
paralelos y cercanos al perímetro edificado. El problema mayor se produce en
evacuación de aguas residuales, pero puede presentarse con instalaciones eléctricas;
la foto (véase la figura (18)) muestra un caso de este tipo, junto al local comunal de
un conjunto habitacional.

El tema de proyectos de plateas es bastante más extenso de lo expuesto, que


corresponde a un aspecto parcial de los problemas. Ello amerita un estudio más
completo y con mayor profundidad, que escapa a los objetivos de esta ponencia. La
importancia es mayor dada la generalizada aplicación de la platea en conjuntos
habitacionales para usuarios de escasos recursos.

Sintéticamente, algunos de los aspectos a considerar son (véase además [11]):

- preparación del terreno bajo la platea (limpieza con eliminación del suelo
vegetal, colocación del suelo granular compactado);
- barrera de control de la humedad, con colocación de planos horizontales y/o
verticales aislantes, para proteger la platea de la humedad del suelo;
- diseño de la platea en sí: espesores, dimensiones en planta (fuera del
perímetro de la planta del volumen proyectado), hipótesis y análisis
estructural, recubrimientos de la armadura, etc.;
- conexión con la superestructura, a efectos de lograr un comportamiento
estructural conjunto; previsiones del proyecto y de la ejecución para ello;
- diseño adecuado de la superestructura; entre otros aspectos: soportes (muros
portantes y pilares), estructuración de la disposición de muros y detalles de
los vanos.

3.2 Sistemas de vigas y riostras de cimentación

Se presenta la planta de cimentación de un local comercial (véase la figura (19)) en


un conjunto habitacional (sector parcial), proyectada con patines a 2,50 m,
aproximadamente, de profundidad.

Los componentes del sistema de vigas y riostras de cimentación pueden cumplir una
o varias funciones, algunas de las cuales se mencionan a continuación:

13
- resistir las cargas de los muros del nivel inmediato superior;
- en caso de ser necesario considerar la acción del viento sobre el edificio,
integrarán la estructura resistente del conjunto;
- constituir un sistema eficiente a efectos de resistir posibles desplazamientos
horizontales de los dispositivos de cimentación (arriostrado según dos
direcciones);
- constituir un “punto fijo” para acortar la luz de pandeo de los pilares de
cimentación; para ello deben ser adecuadamente diseñadas, calculadas y
detalladas las vigas o riostras que correspondan.

En el caso que se presenta en este apartado, las dos últimas funciones no se cumplen
para los pilares P2, P3 y P4. Un posible diseño que corrige las observaciones
anteriores, puede ser el que se indica en la figura (20).

Para los apoyos perimetrales de las vigas y riostras muchas veces no se hacen
indicaciones particulares de detalles de armaduras, resultando de lo que se deduce de
las planillas de vigas el esquema mostrado en la figura (21), que puede resultar
insuficiente para el anclaje (figura a)). De acuerdo a lo expuesto antes, deben
preverse anclajes adecuados (figura b)).

En el texto [12] se efectúan algunas recomendaciones para el análisis de las vigas o


riostras (piezas de atado entre zapatas), cuando cumplen la función c) antes indicada.
Debemos recordar que en nuestro país no se estudian las estructuras frente a las
acciones sísmicas.

La función de atado (arriostrado) debe ser capaz de resistir, en tracción o


compresión, un axil igual al 5% del axil mayor de los dos soportes que une la pieza
[12].

En cabezales sobre un pilote, que es un dispositivo de mayor cuidado en cuanto a la


función de arriostrado, ese valor se eleva al 10% (UNIT 1050:2001, apartado 56.3.2).

En general, las zonas de compresión de las vigas de cimentación no están vinculadas


a losas, lo cual evitaría su pandeo. En esta zona el arriostrado, por lo común, se
realiza por vigas perpendiculares. Las instrucciones españolas, desde la ha61 hasta
la EH73 establecían: “En piezas de sección rectangular exentas, y salvo
comprobación especial, la longitud entre puntos de arriostramiento contra pandeo
lateral de la cabeza comprimida no será superior al valor 200.b2/d , siendo b el ancho
y d el canto útil de la sección.”

14
Según CALAVERA [12], la pieza de atado, para que no requiera comprobación a
pandeo, debe tener una esbeltez menor o igual a 35. Siendo b la dimensión menor de
la sección rectangular, para un tramo biarticulado lo anterior equivale a : b > L/10.
Para un tramo biempotrado, sería b > L/20 (en este caso debe tomarse la precaución
de corroborar que la doble fijación de los extremos del tramo se produce realmente).

Otro criterio de diseño y cálculo de las riostras entre pilares puede ser el mostrado en
la figura (22).

Se ha dibujado el esquema de deformación, en planta. A esta situación debe


superponerse las solicitaciones de las acciones verticales (por lo menos, el peso
propio del tramo). Se debe cuidar que la organización de armaduras sea acorde con la
hipótesis realizada: LV es la luz para las acciones verticales, y LH la luz para las
acciones horizontales. Los pilares P2 y P4 en su cálculo al pandeo deben tener la
hipótesis de un apoyo elástico intermedio, en caso de tener entidad el problema.

Especial atención debe merecer en qué situación se estudiaron los pilares de


cimentación, en cuanto a la luz libre: de cara inferior de viga a cara superior de patín.
Muchas veces, durante la ejecución de las obras, se aumenta esa dimensión por
mayor profundidad del firme en algunas zonas, y no se consulta al proyectista de la
estructura. Esa dimensión debe quedar registrada en los planos, y en caso de tener
que aumentarla, debe consultarse si se aumentan las dimensiones de la sección del
pilar, o se dispone de un dado bajo el patín, o si no se necesita realizar cambios.

Un problema muy frecuente es evitar, a las vigas de cimentación, el empuje hacia


arriba provocado por suelos arcillosos que aumentan de volumen por la actuación del
agua. El procedimiento es conocido como descalzado de las vigas.

La solución tradicional es: encofrar las vigas en los costados, hasta más abajo de la
cara inferior, colocar arena, hormigonar las vigas, desencofrar, retirar la arena,
colocar ladrillos para mantener hueco debajo de las vigas, rellenar los costados, etc.,
(véase a) y b) de la figura (23)).

Esta solución es sensible a los movimientos de los ladrillos, por varias causas:
proceso de rellenado de los costados y su compactación, variaciones volumétricas del
suelo, etc., comprometiendo el mantenimiento del hueco debajo de la viga.

Puede ser más segura la solución c), de disponer bloques de hormigón con los huecos
hacia abajo, evitando los posibles inconvenientes de la solución anterior.

15
Este sistema de descalce de vigas es tradicional en nuestro país, y se establece en la
Memoria Constructiva General para Edificios Públicos, del Ministerio de Transporte
y Obras Públicas, Dirección de Arquitectura. Esta Memoria es muy reconocida e
indica que “si el suelo fuera de tierra o arcilla, la parte inferior de las vigas no debe
estar en contacto directo con el terreno. Para ello se dejará un vacío de 10cm
protegido en ambos lados por ladrillos u otro procedimiento que evite que el relleno
de tierra invada el espacio o vacío mencionado”. Más adelante se aclara que la
prescripción es para evitar la subpresión.

En realidad, el descalce de las vigas de cimentación es una solución parcial del


problema de la subpresión (si existe, y se mantiene el hueco bajo las vigas), y se
protege solamente el problema de la estructura.

Para casos importantes, como el caso de presencia de arcillas activas (por la


expansión y contracción del suelo), el problema debe resolverse de un modo integral,
en cuanto que debe afectar todo el nivel inferior. Por ejemplo, en [13] se aconseja
el sistema esquematizado en la figura (24). Un caso real fue solucionado como se
muestra en la figura (25). El piso fue resuelto con losetas prefabricadas (para evitar
encofrado perdido) y una capa de hormigón superior de complemento estructural y
de regularización 2. Esto constituye un sistema muy similar al conocido como de
prelosas.

Como recomendación de diseño, conviene establecer un sistema de vigas tal que


permita una cantidad pequeña de losetas diferentes. A veces, puede ser necesario
disponer nuevos dispositivos de cimentación corrida apoyada a una profundidad
mayor a la profundidad activa.

Lo anterior se aplica también a otras soluciones de dispositivos de cimentación.

4. MUROS DE MAMPUESTOS DE CERÁMICA

4.1. Portantes

El diseño de estructuras con muros de mampuestos de cerámica como elementos de


transmisión de acciones verticales, principalmente, está muy desarrollado en nuestro
medio. Se han construido edificios de viviendas hasta de cuatro y, excepcionalmente,
de cinco niveles.

2
Conjunto Habitacional CHM12 en Libertad, San José de 42 viviendas. Proyecto:
Departamento de Promoción Pública del BHU (Banco Hipotecario del Uruguay). Estructura:
arq. H. Chamlian.

16
En esta ponencia se tratarán algunos temas puntuales que han merecido algunas
observaciones de diseño.

a)
Como primer punto a comentar tenemos que, generalmente, en este tipo
estructural hay ausencia o escasas prescripciones y/o detalles. Por ejemplo, tipo
y resistencia de los mampuestos, normas de ensayo, tipo de morteros, espesor de
las juntas, prescripciones de procedimientos de ejecución, controles a realizar.

b)
Un documento bibliográfico de importancia respecto al tema es el DTU 20.1 francés
[14]. En este documento, entre muchos otros temas, se reglamenta sobre los
encadenados horizontales y verticales, conocidos en nuestro país, como carreras y
pilares de traba (PT), respectivamente.

b.1)
Respecto a los encadenados horizontales, sintéticamente, se prescribe lo siguiente:

La sección transversal del hormigón de los encadenados horizontales debe estar


limitada en fachada. Secciones importantes de hormigón constituyen según el DTU,
en ausencia de precauciones particulares, una fuente de desórdenes en la
mampostería (véase la figura (26)).

Deben realizarse anclajes especiales entre las armaduras de los diversos


encadenados.

b.2)
Las funciones de los encadenados verticales (pilares de traba) son varias. Puede
constituir una posible solución para reforzar el muro portante en zonas de aplicación
de grandes cargas, generalmente, concentradas. En las esquinas donde concurren dos
lados sin continuidad, su adecuada presencia evita el “levantamiento”, pues resisten
la descarga hacia arriba. En este caso, deben poseer la armadura correspondiente para
resistir la solicitación, correctamente anclada en la losa de techo. Véase el apartado
2.1.b) (HAHN [5]).

Para cumplir esta función pueden ocupar solamente el piso superior. En el nivel
inferior la función de evitar el levantamiento la resisten las acciones verticales del
piso superior (losas de techo y muros del nivel superior).

17
Los pilares de traba deben disponerse, en planta, por lo menos, en los ángulos
salientes y entrantes.

La solución tradicional de traba del PT con el muro es disponer, entre los dos
elementos, barras de acero de 6 mm cada 40 cm, con mortero de junta de
arenaxcemento = 3x1. Se ha demostrado que, en caso de movimientos de la
construcción, aparecen fisuras entre hormigón y cerámica. Se debe ser, además, muy
cuidadosos con el proceso constructivo, que es más complicado pues debe operarse
con dos tipos de mortero de toma para las juntas.

El diseño aconsejado es el mostrado en la figura (27).

Los pilares contiguos a muros portantes se hormigonarán una vez levantados


los tramos de muros que, en su unión con el hormigón se dejarán en forma
“dentada” para lograr una mejor traba.

En el DTU el dentado se indica para evitar el riesgo de filtración de agua en las


uniones muro-hormigón armado.

c)
Para el apoyo de un techo compuesto de losas inclinadas, a veces se plantea un
detalle como el de la figura (28), donde los apoyos son planos inclinados de la parte
superior de los muros.

Estos últimos son aptos para resistir descargas perpendiculares a su plano, P1. El
diseño debe complementarse con elementos que resistan la descarga P2, lo cual
presenta ciertas complicaciones.

El diseño que se recomienda es que las losas inclinadas se apoyen sobre los
muros portantes según planos horizontales de éstos (véase la figura (29)).

d)
Algunos temas complementarios que conviene destacar son :

El reglamento INPRES-CIRSOC 103 argentino, de agosto de 1991, para


construcciones sismorresistentes, parte III, Construcciones de Mampostería,
establece, entre muchos otros aspectos, diseños muy severos para encadenados
horizontales y verticales, lo cual no tiene aplicación en nuestro país, pues no se

18
considera los efectos de sismos. Por ejemplo, para cantidad de PT y ubicación, es
muy diferente a lo que hemos indicado antes.

En alguna normativa, explícitamente, no se admite la ejecución de canalizaciones


destinadas a contener las instalaciones complementarias (agua, electricidad, etc.).

En etapa de ejecución de los muros, generalmente, éstos no poseen estabilidad,


lo cual se logra cuando se completa algunas partes de la estructura. Por lo
anterior, constantemente debe cuidarse disponiendo elementos auxiliares
adecuados para lograr esa estabilidad, principalmente en días que se prevea la
actuación de vientos.

4.2 Muros no portantes

En este apartado se comentará respecto a muros no portantes, denominados también


muros de cerramiento, (a pesar que los portantes también lo son), y que se relacionan
con aspectos estructurales.

a)
El primer tema a comentar es el del acuñado. Un antecedente del problema lo
encontramos en BLEVOT [15]. (Véase la figura (30)).

En el ejemplo se observan vigas-ménsula que soportan paredes de ladrillo, excepto


en el nivel inferior, en un edificio de varios pisos. Las ménsulas de los pisos
inferiores soportan cargas superiores a las que corresponden a un solo nivel. Esto se
produce tanto si las ménsulas se han hormigonado sobre los muros, o si en cada piso
las paredes se han entregado (acuñado) contra las ménsulas superiores.

Este problema puede producirse en otro sistema estructural muy aplicado en los
últimos años (losas sobre apoyos puntuales), o en casos de losas con vigas incluidas.
El fenómeno ocurre en todos los tipos estructurales, pero en los indicados, dada su
relativamente mayor deformabilidad, adquiere relevancia.

El procedimiento que se aconseja es el siguiente: levantar los muros desde los


niveles inferiores hacia los superiores, dejándolos sin acuñar. Unos días después
de realizados los muros del nivel superior (se recomienda no menos de 10 días),
se acuña con el proceso inverso: desde los niveles superiores hacia los inferiores.
De este modo cada muro carga sobre el entrepiso donde se apoya.

19
Si se acuña iniciando desde los niveles inferiores, a medida que se acuñan los
sucesivos niveles superiores, éstos van cargando sobre los inferiores, que ya están
apoyados en los muros (por el acuñado). Por lo tanto, con este procedimiento, los
entrepisos inferiores serán los más comprometidos. Ello puede traer aparejado
mayores deformaciones de las losas, fisuras en los muros, etc.

En síntesis, con el procedimiento recomendado se trata que cada nivel resista sus
propias cargas y que, en lo posible, lo mínimo se descargue hacia los niveles
inferiores. La deformación de cada elemento estructural (losas, vigas), la instantánea
y parte de la diferida, se produce para un porcentaje grande de la carga total.
Principalmente para la sobrecarga, que actúa cuando ya se produjo el acuñado total,
los niveles inferiores son los más cargados.

En la referencia [16], el autor indica: …“Al expresar nuestra opinión sobre la causa
de una fisuración en tabiquerías de una planta baja, y tras comprobar los altos ritmos
de construcción que se habían producido tanto en la ejecución de la estructura como
de la tabiquería, el encargado nos señaló, asintiendo a que era evidente la causa que
establecíamos. “Es que las prisas son malas. Además ya decíamos antes que en los
edificios debía construirse, la estructura de abajo a arriba, y sus tabiquerías y
cerramientos de arriba abajo.””

A pesar que la recomendación sobre el acuñado esté especificada en los


recaudos y que haya comprensión del procedimiento, hay resistencia en
ejecutarlo pues, entre otras razones, altera los criterios clásicos.

El acuñado tradicional puede ser catalogado como rígido. En algunos textos hay
indicaciones sobre acuñado flexible, recomendado para casos de estructuras muy
deformables, o para paredes muy extensas, o en casos de paredes muy debilitadas
por la presencia de muchos vanos. En estos casos se recomienda [17] y [18] que la
junta superior esté compuesta por material deformable, con molduras o sellantes, en
sus extremos. Se complementa con una fijación al elemento estructural superior con
barras de 6 mm cada 2m, aproximadamente.

b)
Otro tema a tratar es el de los encuentros entre muros. Esto tiene importancia tanto
para el arriostrado general, como para mejorar el comportamiento resistente (pandeo)
de los muros portantes.

La prescripción recomendada es la siguiente:

20
Todos los muros se levantarán trabados entre sí: los portantes y los no
portantes. Los muros no portantes se levantarán trabados y conjuntamente con
los portantes, pero se acuñarán una vez desencofradas totalmente las losas,
desde niveles superiores a inferiores.

Este procedimiento para encuentros de muros, la trabazón, es siempre deseable. En la


práctica puede ser complicado porque no hay piezas especiales (en T o en L), y
porque no hay coordinación dimensional entre los mampuestos existentes.

c)
Tradicionalmente, la traba entre muros en el caso de muros dobles con cámara de
aire y ladrillo visto exterior se realiza con una barra de acero común de 6 mm de
diámetro, según se detalla en la figura (31).

La secuencia constructiva es la siguiente: primero se construye el muro interior,


colocando la barra de traba sin los doblados, aproximadamente cada 80 cm en
vertical y 75 cm en horizontal; se impermeabiliza la cara exterior; a medida que se
levanta el muro exterior se dobla la barra de traba para que se corresponda con una
junta y se respete la forma indicada, utilizando mortero arenaxcemento=3x1
rodeando el acero; para ventilación de la cámara se disponen rendijas en zonas
superior e inferior en cantidad adecuada.

Los inconvenientes de la solución son varios:

- con las lluvias el muro exterior se empapa provocando, muy seguramente, la


corrosión de la barra en la junta, dada que el mortero no es segura protección;
- utilizar dos tipos de morteros para las juntas es una tarea que tiene sus
complicaciones, requiriendo de mucha responsabilidad por parte del operario
para ejecutarlo prolijamente;
- mientras se ejecuta el muro exterior es inevitable que caiga mortero de la
junta, con cal, hacia el interior de la cámara de aire, depositándose en las
barras de traba, con los perjuicios correspondientes;
- según el procedimiento descrito, es seguro también que al doblar la barra de
traba, para disponerla en el muro exterior, se fisure la capa impermeable; si
la barra no tiene la inclinación adecuada, hay un pasaje de humedad al muro
interior;
- la utilización más frecuente del acero conformado, que presenta mayores
dificultades para el doblado.

Algunas patologías observadas son: humedades en la cara interior del muro interior,
por la razón antes indicada, por ejemplo, en un conjunto de viviendas con más de 25

21
años de construido, en ocasión de realizar obras de reparaciones en fachadas
construidas con muros doble con cámara de aire, se observó un alto porcentaje de
barras de traba corroídas y, muchas de ellas, en dos partes.

Según se desprende de todo lo anterior, es imposible controlar la correcta ejecución


de todas las operaciones, quedando las mismas a merced de la idoneidad y
responsabilidad del operario que ejecuta las tareas.

En el DTU 20.1 [14] se prescribe, entre otros, trabas de acero galvanizado, con
diámetro mayor de 3 mm, para espesores de cámara de aire menores de 5 cm. El
diseño se indica en la figura (32)). Algunos inconvenientes indicados se resuelven,
otros no, y se agrega la probable disminución de la adherencia entre el alambre liso y
el mortero.

5. OTROS TEMAS

5.1. Confusión en la expresión de los planos

El caso siguiente se refiere a un error, no muy frecuente, en el dibujo de los planos de


estructura, y que puede producirse tanto en operativa manual como en dibujo con
computadora.

El antecedente que tenemos se describe en el texto de FELD [19], que produjo


patologías severas.

Se trata de un muro de contención que tiene un desnivel de unos 7 m de altura (véase


la figura (33)), con armadura principal vertical de 1 ¼ pulgadas (aproximadamente
de 32 mm). En el dibujo el 1 de las pulgadas coincidió con una línea de referencia, y
se dispuso en obra barras de ¼ pulgadas (aproximadamente de 6 mm). Después del
error del dibujante, evidentemente hubo una seguidilla de errores: en la revisión de
los planos, en la ejecución, etc, pues a la diferencia de diámetros de las barras, se
agrega la entidad y escala del muro de contención que, con una mínima apreciación,
debió concluirse que con 6 mm de diámetro de las barras era insuficiente.

Un caso detectado en etapa de revisión de planos, se ilustra en la figura (34).

Evidentemente, un error de este tipo puede producirse en diámetros de 10, 12, 16 y


19 mm. El caso de mayor cuidado es con barras de 16 mm, pues al no observar el
dígito 1, queda el número 6, con cuyo diámetro sí existen barras y es el caso que se
registra en la figura.

22
5.2. Temas sobre organización de armaduras

5.2.1. Estribos en pilares de sección circular

Los estribos en pilares de sección circular (muy utilizados en proyectos


arquitectónicos actuales) pueden ser aislados (aros) o continuos (helicoide). En
ambos casos los extremos deben estar adecuadamente anclados. Una de las funciones
que cumplen es la de controlar e impedir el pandeo de las barras principales
longitudinales.

En [21] se demuestra que empleando únicamente estribos perimetrales, y respetando


las disposiciones reglamentarias (diámetro y separación), se cumple la función antes
indicada respecto al pandeo.

En la redacción de detalles de proyectos de soportes, y en muchos textos, no se


explicitan los anclajes extremos (véase la figura (35)), y se dibuja solamente una
circunferencia para los estribos (véase la figura a)). Incluso en algunos casos se
encuentra el detalle de la figura b) para los extremos de los estribos, y que se
considera insuficiente.

Para que cada barra longitudinal tenga limitada su luz de pandeo a la


separación entre estribos, éstos deben resistir fuerzas radiales, hacia fuera,
localizadas en cada barra vertical. Este estado de carga provoca tracciones en
los estribos, lo cual necesita empalmes adecuados en los extremos.

En la bibliografía se encuentra indicado explícitamente la necesidad de los anclajes


extremos del estribado en pilares zunchados, dada la importante función que
cumplen de aumentar la resistencia.

Desde hace muchos años la normativa es clara en el sentido que el zunchado debe
reservarse para piezas cortas, sin posibilidad de pandeo, o para refuerzos locales por
ejemplo, apartado 36.3.2, referencia [6]. Para los anclajes extremos, en [20] se
expresa: “Los extremos de la armadura de zunchado deben terminarse en el interior
de la masa del hormigón para asegurar su anclaje. En el caso de emplearse cercos,
deben ser cerrados y anclados.”

En nuestro país se proyectó y construyó, en el auge de la construcción de la década


de los 50, muchos edificios con pilares zunchados y esbeltos, principalmente, para
disminuir la forma de los elementos verticales. No tenemos conocimiento de
patologías en nuestro país, las que sí se produjeron en algunos países europeos. Una

23
imagen clara respecto al problema se visualiza imaginando un resorte cargado
excéntricamente.

Pero la necesidad de anclajes adecuados en los extremos de los estribos debe


cumplirse también en los pilares de sección circular no zunchados.

En [22] y [23] se indican detalles que aseguran lo anterior (véase la figura (36) a)).

Para pilares con sección de diámetro mayor de 60 cm, en [24] se indica el detalle b)
para los estribos.

5.2.2. Diámetro de las barras

Las normas brasileras NB-1, 1978 y NBR 6118/1982, ya no vigentes, en el capítulo


de losas, establecían que el diámetro de las barras no debe ser superior a 1/10 el
espesor de la losa. La norma actual ABNT NBR 6118:2003, indica para losas que
cualquier barra de armadura de flexión debe tener diámetro máximo igual a h/8.

Este criterio es bastante adecuado, pues de no cumplirse se disminuye la altura útil, y


entonces la capacidad resistente es más sensible a una pequeña alteración de la
posición de la barra. Puede extrapolarse a otros elementos estructurales, por ejemplo,
a soportes de lado mínimo de 13cm: en caso que deba estudiarse pandeo, hay un
problema de preso-flexión, donde la altura útil es importante.

En las figuras (37) y (38) se indican dos casos reales, donde no se cumple con las
recomendaciones anteriores.

En el caso de losas, el problema se agrava si el refuerzo debe disponerse en dos


direcciones, por ejemplo, alrededor de un hueco, o en caso de armadura especial
alrededor de un soporte, para resistir punzonado.

En el caso presentado del soporte, el problema fue más complejo pues el proyecto era
con una longitud (altura del piso) de 3,50m. En este caso, deben indicarse
precauciones para la altura de llenado de hormigón, y criterios para asegurar la
compacidad.

24
5.3 Dibujos con computadora

El dibujo de planos, planillas y detalles con computadora está comenzando a tener su


patología propia.

Como criterio general, se aconseja revisar no solamente sobre la pantalla del PC, sino
en una impresión sobre papel. Aquí es donde se tiene una visión completa del plano,
tal como será en la etapa final.

Se indican a continuación algunas de las incorrecciones observadas y algunas


recomendaciones.

Cuando se detalla en las plantas el despiece de la armadura rebatida de las losas,


muchas veces se observa que, en caso de apoyos sin continuidad, las barras no se
llevan hasta el extremo del apoyo, generalmente vigas.

En casos de plantas similares (no iguales), por ejemplo, niveles de planta tipo y de
azotea, en que se parte para dibujar ésta, de la primera, y se introducen las variantes,
es frecuente que aparezcan en la planta de azotea elementos que no corresponden y
que son de la planta tipo; a veces son elementos notoriamente incorrectos, pero otras
veces no, y estos casos son los de cuidado.

Se ha observado en planillas, de vigas por ejemplo, que se rellenan casilleros


repitiendo uno de ellos, el más común, y después se realizan, cuando corresponda, las
variaciones. Por ejemplo, se rellenan todas las casillas de estribos de zona central con
φ 6 c/20cm, y después se cambian las que corresponden. Es frecuente cometer, en esa
operación, errores por descuidos.

Para el caso de planillas de vigas, por ejemplo, se aconseja entregar al operador del
PC el borrador con las mismas dimensiones de la planilla final. La revisión se hace
entonces, una vez hecha la primera impresión, revisando cada columna doblando
varias veces el borrador y emparejando cada vez ambas láminas.

5.4. Aplicación de la Norma UNIT 5

En nuestro país, desde 1942 (1ª. versión de la Norma UNIT 5) está normalizada la
redacción de proyectos de estructuras de hormigón armado para edificios. La versión
actual es de 1990 [25], y recoge las variaciones que se produjeron debido a los
nuevos diseños de estructuras, a los nuevos aportes realizados por los profesionales,
etc..

25
Para casos corrientes se indican planillas de elementos estructurales (pilares, vigas,
patines). Últimamente se utiliza también la presentación de la armadura en base a su
despiece, detallando barra por barra, proporcionado por adecuados software.

Se presentan a continuación algunas variantes a lo indicado en la norma, que pueden


ser de interés y que se justifican en cada caso.

a)
En el apartado 4.7.3.2 de la norma hay una prescripción para dibujo de pilares en
planta, pero se recomienda la indicada en la figura (39). De este modo el dibujo de
los pilares (y muros) tiene una expresión unitaria dentro de la sección, y es mejor
reflejo de la realidad. Otras ventajas de la propuesta son por una parte la mejor
expresión de las transiciones de forma de los soportes, cuando son diferentes las
dimensiones de las secciones y/o formas de un nivel a otro (lo que establece la norma
lleva a confusiones, por lo que se observa en sus páginas 14 y 15 de la norma, a pesar
que se trata de casos sencillos); por otra parte, los muros (soportes con secciones
alargadas, o en ele, o con formas en u) cuando comienzan o terminan
constructivamente, no resultan con expresiones finales adecuadas a una fácil
comprensión.

b)
La indicación de losa maciza del apartado 4.5.2.1.2 está hecha para barras en las dos
direcciones, pero se dibuja solamente según el sentido de lectura principal. Se
propone el símbolo indicado en la figura (40), que se lee para los dos sentidos
(principal y secundario) según sea la dirección de la barra. El mismo criterio se
aconseja para losas nervadas. Esto es coherente con la numeración de las vigas, en
planta, que se hace para los dos sentidos de lectura de los planos.

c)
Respecto a la planilla de vigas, se recomienda completarla con nuevas columnas,
correspondientes a cada tipo de barra, con las profundidades de los apoyos
(figura(41)). Resulta una planilla más completa y más dificultosa para rellenar, pero
que ayuda mucho para la comprensión y control de la colocación de la barra en la
obra. Compárese con la figura tercera del inciso 5.2.2.2 de la Norma UNIT 5 [25].

26
6. PRINCIPAL BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA.

[1] J. Calavera – E. González Valle – J. Fernández Gómez – F. Valenciano


MANUAL DE FERRALLA.
INTEMAC – ANIFER. 3ª. edición. España. 2003.

[2] Ercio Thomaz


TECNOLOGÍA, GERENCIAMENTO E QUALIDADE NA
CONSTRUÇÃO.
PINI LTDA. San Pablo. Brasil. 2001.

[3] F. Czerny
TAFELN FÜR VIERSEITIG UND DREISEITIG GELAGERTE
RECHTECKPLATTEN.
BETON KALENDER. Tomo I. Alemania. 1972.

[4] H. Chamlian
LOSAS.
Apuntes de clase de Estabilidad II.
Facultad de Arquitectura. OLCEDA. Montevideo. La 1ª. edición es de 1988.

[5] J. Hahn
VIGAS CONTINUAS, PÓRTICOS, PLACAS Y VIGAS FLOTANTES
SOBRE LECHO ELÁSTICO. 3ª. edición.
G. GILI. España. 1972.

[6] Instituto Uruguayo de Normas Técnicas


NORMA UNIT 1050:2001.
PROYECTO Y EJECUCIÓN DE ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN EN
MASA Y ARMADO.

[7] B. Bukowski
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HORMIGÓN Y HORMIGÓN ARMADO.
Congreso del RILEM. Estocolmo. Suecia. 1957.
Publicado en Noticiero SIMA. Argentina. 1961.

[ 8] Cátedra de Acondicionamiento Sanitario. Prof. Arq. E. Brenes


APUNTES DE CLASE.
Facultad de Arquitectura. Montevideo. UDELAR.

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[ 9] Y. C. Pereira Rebello
RADIER.
Revista TÉCHNE No. 26. PINI LTDA. Brasil. 1997.

[10] MOPU. Dirección General para la Vivienda y Arquitectura.


NTE. CSL.ACONDICIONAMIENTO DEL TERRENO.
CIMENTACIONES.
4ª. edición. España. 1984.

[11] L Arrieta – F. Sánchez Naveda


COMPORTAMIENTO DE EDIFICACIONES LIGERAS CONSTRUIDAS
SOBRE ARCILLAS EXPANSIVAS. TÉCNICAS DE DISEÑO Y
REHABILITACIÓN.
Revista MATERIALES DE CONSTRUCCIÓN. No. 271-272. España. 2003.

[12] J. Calavera Ruiz


CÁLCULO DE ESTRUCTURAS DE CIMENTACIÓN.
4ª. Edición. INTEMAC. España. 2000.

[13] R. B. Peck W.E. Hanson T.H. Thornburn.


INGENIERIA DE CIMENTACIONES.
2ª. edición. LIMUSA S.A. México.1983.

[14] DTU 20.1. Document Technique Unifié.


PAROIS ET MURS EN MAÇONNERIE DE PETITS ÉLÉMENTS.
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[15] J. Blevot
PATOLOGÍA DE LAS CONSTRUCCIONES DE HORMIGÓN ARMADO.
Editores Técnicos Asociados. España. 1977.

[16] E. Gonzalez Valle


LA FLEXIBILIDAD DE LOS FORJADOS DE HORMIGÓN ARMADO:
EVALUACIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL.
Revista INFORMES DE LA CONSTRUCCIÓN. Nº 343. Instituto E.
TORROJA. España. 1982.

[17] Ercio Thomaz


ALVENARIAS DE VEDAÇÃO.
Revista TÉCHNE. Nos. 15 y 16. PINI LTDA. Brasil. 1995.

[18] Bruno Loturco


LIGAÇÃO DE PAREDES COM VIGAS E LAJES.
Revista TÉCHNE Nº 86. PINI LTDA. Brasil. 2004.

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[19] J. Feld
FALLAS TÉCNICAS EN LA CONSTRUCCIÓN.
LIMUSA S.A. México. 1978.

[20] P. Jiménez Montoya – A. García Meseguer – F. Morán Cabré


HORMIGÓN ARMADO.
G. GILI. España. 2000.

[21] J. R. Rosso Ródenas


CERCOS PERIMETRALES EN PIEZAS COMPRIMIDAS DE SECCIÓN
CIRCULAR.
Revista INFORMES DE LA CONSTRUCCIÓN. No. 343. Instituto E.
TORROJA. España. 1982

[22] CYPE Ingenieros, S.A.


GESTOR DE DETALLES CONSTRUCTIVOS.
España. 2003.

[23] J. Calavera Ruiz


PROYECTO Y CÁLCULO DE ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN.
INTEMAC. España. 1999.

[24] FIB. CEB-FIP.


RECOMENDATIONS. PRACTICAL DESIGN OF STRUCTURAL
CONCRETE. 1999.

[25] Instituto Uruguayo de Normas Técnicas


Norma UNIT 5:90 (1ª. Revisión)
REDACCIÓN DE PROYECTOS DE ESTRUCTURAS DE HORMIGÓN
ARMADO.

El autor desea expresar su agradecimiento a quienes le proporcionaron incentivo,


ayudas y aportes para la realización de esta ponencia: al Arq. Miguel Piperno por la
transmisión de su experiencia profesional en el tema abordado en el apartado 4.2.c);
a la Arq. Graciela Mussio por las sugerencias, ordenamiento y digitalización del
texto y a la Arq. Carola Romay y el Bach. Daniel Chamlian por la digitalización de
los gráficos y ordenamiento final de la ponencia, respectivamente.

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