You are on page 1of 55

Estuvimos allí – Noticias web

Índice

 CONGRESO INTERNACIONAL ECONAT de Medicinas


Naturales. Mes de Septiembre del 2008. Por Carmen
Risueño Izquierdo.

 Biocultura – Octubre-Noviembre – 2008. Por Carmen


Risueño.

o La Esencias Florales, el Eneagrama y la


CREATIVIDAD.

 Conferencia impartida en el Centro de Salud “EL SOTO”


de Móstoles. Por Carmen Risueño Izquierdo.

 Reunión en el Centro Cívico de Colmenarejo el 23 de


Enero del 2009. Por Carmen Risueño Izquierdo.

 VII Congreso Nacional de Terapia Floral: “Terapia Floral:


El arte se ser uno mismo y la evolución del alma”. Por
Manuela María Menéndez

 Edward Bach: El hombre en el contexto de su tiempo; de


la moral Victoriana al esoterismo de los años 30. Por
Ricardo Mateos

 Desarrollo de la conciencia a través de la atención del


mundo emocional. Por José Antonio Sande
CONGRESO INTERNACIONAL
ECONAT de Medicinas Naturales.
Mes de Septiembre del 2008
Por Carmen Risueño

Es el cuarto Congreso celebrado, y allí estuvimos representando


a SEFLOR, las Voluntarias Estrella Jiménez, Nunilón Iglesias y yo, en
el Palacio de CONGRESOS Y Exposiciones de Madrid, Paseo de la
Castellana.
Fue toda una experiencia, nueva y muy gratificante. Nuestras
actividades consistían en estar en una consulta cara al público,
expendiendo terapia Floral gratuita a todo el que así lo solicitara.
Colocaron nºs para la asistencia, es decir para hacer “fila” en orden
riguroso, pues hubo numerosísimos interesados, conté unos 25 a 30
personas por cada día, y fuimos cuatro horas, en dos días distintos.
Compartíamos despachos con otros profesionales de Medicina China,
Digito presión, Naturopatía, Homeopatía, Psicología, y un largo etc.
Me quedé con la sensación de que en general las personas se veían
afectas sobre todo de estrés, ansiedad, estados angustiosos y
miedos, pérdidas del apetito ó desajustes con la alimentación. Se les
veía muy dudosos y desorientados, ésta fue la tónica. Y en general
mayor afluencia de mujeres que hombres, aunque destaco que la
mayoría de chicos que pasearon por el despacho foral, eran de unos
23 a 27 años y en un 35%, ¿nada mal eh?.

Nuestra misión, Escuchar, devolver a la persona lo “esencial” de


ese momento y poner en unos vasitos de “cata floral”: 20cc de agua
mineral + una, dos o tres flores, ad hoc de aquel momento, y sin duda
“recordatorio” de algún patrón arraigado en lo personal; así salían
cada persona, y lo bebían de a poquitos para que durase un tiempo
en sus bocas y conciencias, aquellas las conversaciones
confidenciales que sostuvimos, aquella energía y no otra.

Hicimos todo lo que estuvo en nuestra mano, para difundir y


hacer uso terapéutico con las Esencias Florales del Dr. Bach, haciendo
alarde de SEFLOR, y de sus asociados.

Tuve el placer de visitar el stand de las Esencias Florales


Escocesas, las Findhorn, cuya representante ya se hizo socia de
SEFLOR, y tenemos planeadas sus conferencias y talleres para dar a
conocer y experimentar dichas Esencias, que como todos y cada uno
de los grupos florales actuales, nada tiene que ver con las Esencias
del Dr. Bach, aunque sabemos son el “origen” de todas las demás.

También se habilitaron otros espacios de sumo interés y aquí


expongo algunas de las múltiples e interesantes ponencias:

• Los apegos alimenticios - comprendiendo sus mensajes. Montse Bradford Bort


• Tratamiento holístico para el alzheimer. Profesor Hermano José
• Tratamiento profesional del insomnio mediante psicología ecológica. José
Salmerón Pascual
• El tratamiento de las alergias con la homeopatía clásica. Dr. Frank
Ohlenschlaeger
• Musicoterapia en el abordaje de los enfermos con parkinson. Cora Alicia
Leivinson
• Parir en un hospital es compatible con las terapias naturales. Ascensión Gómez
López
• Fribromialgia y candidiasis intestinal crónica. Dr. Domingo Pérez León
Algunas de las colaboraciones:

Flores del Mediterráneo

Fue un gran placer estar allí y compartir con mis compañeras


voluntarias, y con aquellas personas aficionadas en las Terapias
Naturales.

Muy agradecida
Carmen Risueño
Formación Información Voluntariado de SEFLOR.
Biocultura – Octubre-Noviembre -
2008

Por Carmen Risueño

Nuevamente otro ciclo que se cumple, otro año por otoño


estamos visitando y participando en esta “Feria de culturas
apoyadoras medioambientales y al hombre”.

Se trata de Biocultura, los stands llenos de las alternativas


pertinentes y plenos de sus representantes, trabajando de sol a sol, y
con sus mejores propuestas para el bienestar, desde la infancia, lo
personal, lo alimentario, lo educacional, los viajes y divertimentos, lo
humanista, social, los animales, las plantas…en fin ayudando en el
equilibrio terráqueo y espiritual…En éste año SEFLOR, a colaborado
en la re-plantación de árboles y arbustos, en el proyecto Mama terra.

Para no extenderme descaré los Stands con las Esencias


Florales:

*José Salmerón y sus Gotas de flores, fruto de un trabajo


armonioso, relajado y fructífero. También sus músicas, CD,s muy
ilustrativos, y muy interesantes de escuchar, vibran sus acordes a
modo de silbidos tenues, sutiles y cortantes en momentos de mayor
hincapié, expresando y denunciando el “dolor de la Naturaleza”.

*Nestinar Barcelona, allí estuvieron mostrando Esencias


Florales convencionales, y las “novedosas”; Esencias de Gemas y
piedras, un deleite para la vista, la imaginación y tentaciones para
experimentar…. En la búsqueda y encuentros de la verdad interna y
externa.

*Recogí informaciones y hable cordialmente con Juin Gibson,


socia de SEFLOR, y terapeuta y elaboradora floral, sita en un pueblito
de Málaga. Despejando incógnitas y dulcificando a las personas que
experimentan sus Flores….

Más, más y muchísimos más…


La Esencias Florales, el Eneagrama y
la CREATIVIDAD:
También acudí para impartir una Conferencia-Taller en nombre
de SEFLOR, sobre La Terapia Floral y sus elaboraciones con el
Eneagrama de la Personalidad, y la verdad es que para mí sorpresa,
acudieron unas 25, 26 personas, y dado el horario que no era
favorecedor (muy tempranito en domingo), impartí a mi estilo y
manera, expresé unos cuantos matices que me parecieron relevantes,
y los asistentes, que me devolvieron su interés, sus preguntas, y sus
inquietudes ante los tiempos que corren…

La tónica, armonizar, conocer, actuar con proximidad a nuestras


conciencias y a nuestro corazón, no permitir que con publicidades
subliminales, mensajes subterfugios, y reseñas controvertidas, vayan
a confundirnos y desviarnos de NUESTRO GRAN PROPÖSITO de VIDA.
Ahora es el Gran Momento, nos vemos inmersos en el Cambio de la
Humanidad, Walnut y sus renovaciones en patrones obsoletos, para
dejarnos acompañar de la novedad en todo momento; esto es nuestra
historia, esto es donde hemos de ESTAR, para vivirlo, apoyarlo,
experimentarlo y empujar a la evolución de nuestra especie, como
cualquier otro animal ó ser vivo. Para esto, cada uno ha de conocer
bien lo que hace y lo que hará, ya no más mentiras, ya no más
justificaciones, ya no más postergar y dilatar, aquí y ahora, hay que
ESTAR, hemos de ESTAR. Nuestra PRESENCIA, es lo REAL.
Lo creativo será conducirnos hacia la armonía entre ambos
hemisferios cerebrales, derecho e izquierdo, utilizando el pensar,
sentir y actuar, sincrónica y creativamente.

¿Que es la creatividad?, Unos dicen que es la inteligencia


sentida, de los sentidos, y el sentimiento es el resultado de una
emoción, a través del cual, el consciente tiene acceso al estado
anímico propio. El cauce por el cual se solventa puede ser físico y/o
Espiritual; forma parte de la dinámica cerebral del hombre, que le
capacita para reaccionar a los eventos de la vida diaria. La actividad
creativa debe ser intencionada y apuntar a un objetivo muy particular.
La creatividad es el principio básico para el mejoramiento de la
inteligencia personal y del progreso de la sociedad, y es también, una
de las estrategias fundamentales de la evolución natural. Es un
proceso que se desarrolla en el tiempo y que se caracteriza por la
originalidad, por la adaptabilidad y por sus posibilidades de
realización concreta.

Ahí van unos apuntes de integración entre rasgos


Eneagramáticos y Esencias Florales que apoyen esto, solo alguna
Flor de Bach y alguna Orquídea del Amazonas:

Nos facilitará la no-renuencia al cambio Wild Rose,


Hornbeam, estar con optimismo, la Orquídea Amor, facilita la
conexión con la comprensión y compasión oportunas, que ostenta el
rasgo nueve. Rozar el Amor Cósmico y sentirse en paz ahí.

Desechar recursos que quedaron ya obsoletos, rehabilitar el


corazón con Willow, sin resquemores, sin recelos, con cariños, y
Holly sin frustraciones, para unificar parcelitas de calor y confort
dentro y fuera, al mejor estilo y originalidad del rasgo cuatro; la
Orquídea Deva, que entre otras bonanzas, hace combinar las
palabras clave con dibujos y colores y establece conexiones entre
aquellas, materializa, lo pone en la tierra. Se OCUPA. Conciencia de
las conexiones “neuronales en el cerebro”. Tal y como es dentro es
fuera, y viceversa.

Resulta que en el rasgo cinco, la curiosidad por “conocer” sin


involucrarse, aislado y sin esperanzas, serán Water Violet y Gorse
que le apoyan en propiciar su propia inquietud, para desarrollar
fuerzas en contactar con otro u otros. Avanza hasta el encuentro con
la certeza de su verdad, engranada con el compromiso de vivir.
Orquídea Abundancia, la co-creación, es la medida exacta, de la
interrelación entre el individuo y Universo, y viceversa. La absoluta
certeza de este intercambio, es la propiciadora de esta sensación y
sentimiento de tanta generosidad y comprensión más allá de uno
mismo. Una afianzada creatividad en muchos aspectos de vida.

También es muy útil vivir sin esforzarse por el éxito, Oak,


Narcisus (esencia de California, manifestación del ego); Entonces el
rasgo tres, se da cuenta que existen otros estados de conciencia, de
experimentar las cosas, a las gentes, a sí mismo, a la vida, conecta
con la Orquídea Canal-Conexión cuyo propio nombre indica,
canalizadora de energías sutiles en la línea de pensamientos
relacionados con la creatividad, y sus infinitas vertientes y variantes,
tanto la suscitada en lo íntimo y personal, como en lo relacional,
universal.

Claro que cuando experimentamos en el rasgo seis, elevar su


aspiración a “ser”, aquí Sclerantus facilita otra dimensión,
relacionada con la relatividad, nada es absoluto, ni siquiera el miedo,
el exceso de importancia que se le da al otro, a los otros, a las cosas
se equilibra con Rock Water. Aprender a Fluir- flow, ese estado en
que todo el ser está envuelto en una actividad, y la persona utiliza
sus destrezas y habilidades llevándolas hasta el extremo. La
Orquídea Chocolate, apoya a la persona que está en flow cuando se
pierde la noción del tiempo, disfruta y enriquece con esto a la
sociedad.

Y es en el rasgo dos, que se dará la Resiliencia, las personas


resistentes tienen un gran sentido del compromiso, una fuerte
sensación de control sobre los acontecimientos y están más abiertos
a los cambios en la vida. De lo contrario quedaría en un típico
Chicory, burdo e infantil manipulador para obtener afectos.
Propongo Orquídea Venus, conexión con la parte mejor desarrollada
en la feminidad nutritiva y sincrónicamente la fuerza, vitalidad y
direccionalidad de lo masculino(hemisferios-intercomunicados,
finalmente encuentra su leitmotive).

En el rasgo siete, es Heather la Flor estrella, ¿la autoimagen?.

Sentimientos de que uno es el centro, quiere que le miren, que


le admiren, de lo contrario cae en una profunda tristeza…sentimiento
de soledad extrema. Gentian, favorece la creatividad en el
levantarse de nuevo, tras la caída anterior. Orquídea Ángel de la
Guarda, faculta en percepciones y sensaciones hacia nuestro
bienestar, sintiendo una protección acompañante, facilita confort y
seguridad internos. “No estoy solo en esto”. Sentido del humor y
risas, provocan una tremenda liberación de hormonas, las endorfinas
conocidas merecidamente como las hormonas de la felicidad.
Además, liberamos serotonina, dopamina y adrenalina. Experimentar
estos estados aporta vitalidad, energía e incrementa la actividad
cerebral. Cuando nos invade la risa, muchos músculos de nuestro
cuerpo que permanecían inactivos se ponen en funcionamiento. Es un
estímulo eficaz contra el estrés, la depresión y evidentemente, la
tristeza.

Ahora le corresponde al rasgo uno, latente el daño no


reconocido, aunque sí experimentado, en cuanto es provocado por el
exterior, ahí se suscita la ira, Walnut propicia un ajuste real de
patrones, sin dejarse llevar de antiguos esquemas, para los “no
enganches”, y mantenerse cercano a sí. ¡Quiere tener siempre la
razón¡ Bienestar y felicidad, no se puede ser feliz sin las experiencias
del “flow”. Tocar la serenidad donde se incluye alegría, pero también
otras muchas emociones, algunas de las cuales son necesariamente
potenciadoras, compromiso, lucha, reto, incluso dolor, han de
experimentarse, de lo contrario nos encontramos limitados. Adquirir
una disposición: La motivación, la actividad dirigida a algo, el deseo
de ello, su búsqueda, y no el logro o la satisfacción de los deseos, es
lo que produce en las personas sentimientos positivos más profundos.
La Orquídea Corazón, nos acerca al experimento de nuestras
estructuras más radicales, facilitadoras de la generosidad y el amor.
Limpieza y liberación de los diferentes miedos, egoísmo, apegos.

El lujo, la lujuria, del rasgo ocho y la apreciación de la falta de


conciencia de sí, y por ende de los demás, Vine, originado por un
intenso y profundo daño-dolor Star of Bethlehem, que provocó en
su momento una escisión, una “herida” una “huella”, con la que con-
vivimos, hasta ir acumulando experiencias de vida, regenerando
curando aquella herida, hasta el punto de conectar con la genuina
inocencia y plenitud, que suscita la propia curiosidad por la vida,
generando un estado placentero y creativo, enlazado a una solidez y
fortaleza digna de aquel, que estuvo desestructurado y se rehabilitó
con la ayuda del destino a posicionarse en el mundo, absolutamente
armónico, con lo que experimenta en cada momento LA VIDA.
Orquídea Sol, relaciona el plexo solar y el raíz. Ego armonizado, ego
tranquilizado (las multidimensionales facetas egóicas). Energías
masculinas en acción, hacia el Amor Universal. Se llega a
experimentar, ya no solo la fuerza de voluntad, aunque SÍ a la
fortaleza del compromiso con uno mismo y con el entorno. Sinceridad,
perseverancia y la facultad de no perderse en la mundaneidad.
Humildad como acceso a la sabiduría del Alma.

Para terminar, decir que este boceto es una invitación al


experimento, que son infinitud de emociones, sentimientos,
arquetipos florales en el sistema Bach y en otros grupos florales como
Mediterráneo, California, Áureas, Australianas, Orquídeas Amazónicas,
Europeas; Atlántida, San Germain, Cactus, etc. Decir que al
mantenernos curiosos, provocamos lo creativo, emerge del
experimento con el OTRO, lo OTRO con la vida.

Caerán todas las “imágenes”, solo prevalecerán las energías


transmutadas desde el CORAZÖN. Nos acompañaremos de
Esencias como Heather arquetipo del niño abandonado. Chicory
arquetipo de adulto abandonado. Agrimony para la negación de la
evidencia. Sweet Chestnut armonizando las angustias hacia estados
reversibles, ante la oscuridad y el estrechamiento de mente y
emoción. Cherry Plum para la sensación del “no-control”, una
persona sí podrá controlar aquello que se propone, basta con poner
conciencia y dirección en la energía. Y por descontado Walnut, el
gran apoyador en los GRANDES CAMBIOS con ductilidad,
espontaneidad, direccionalidad… Sin dejarse influenciar.

La pregunta es la más creativa de las conductas humanas, y


esto nos lleva al origen del tema de hoy, sin interés, con pereza,
acidia y desconexión, no existe la creatividad, en ningún campo.
Movimiento es vida, la vida es movimiento.

Ah… ¿Recuerdas lo creativa / o que eras de peque?... Pues


ahora mejor. Inténtalo... Te vendrá a tu disposición.

Tuve la fortuna de sentirme acompañada de algún compañero


de fatigas seflorianas, tuve la gran suerte de poder ESTAR y compartir
con las personas que les levantan interés las Flores, las conductas
humanas y la mejora ante los CAMBIOS favoreciendo la creatividad.

Hasta pronto y muchas gracias


Carmen Risueño representando a SEFLOR
Conferencia impartida en el Centro
de Salud “EL SOTO” de Móstoles.
Por Carmen Risueño Izquierdo

Una trabajadora de allí, cuya labor es de psicóloga clínica,


desde la Asociación Española contra el Cáncer de Madrid, que
también es socia y compañera nuestra de SEFLOR (prefiere quedar
en el anonimato), fue la persona que propició este asunto.

Conferencia en el Centro de Salud “El Soto”, que está


concertada para las 14 horas del día 22 de Mayo de 2008. Se
establece desde la Dirección del Centro este horario,
combinado con mis tiempos libres, y para coordinar a los
trabajadores de ambos turnos: mañana y tarde. Nº de
trabajadores, unos 30.

¡Centro de Salud en Móstoles-Madrid. 14 horas.


Tenemos no más de una hora de sesión!.

Comenzamos a las 14:30 horas y terminamos a las 15:50 horas,


y gracias a la experiencia que me precede, tomo bases y doy
continuidad al desarrollo Floral cuyo soporte es fotográfico y teórico
práctico. Quedó cerrada la sesión dado a que me tenía que marchar
para impartir otra conferencia en SEFLOR. El interés si estaba
suscitado y se prolongó el coloquio un poco más del tiempo
establecido.

Distribuimos un manual pequeño con extracto de información


Floral: datos, fotos, laboratorios-distribuidoras, bibliografía,
direcciones de interés, folletos informativos de SEFLOR. Power –Point,
y libros en materia Floral-Bach.

Estamos en una sala mediana / grande, con mucha luminosidad


natural, olor a nuevo, mobiliario sin estrenar, cantidad de aparatajes
cerrados, colateral a sala de juntas, me parece un sitio que le dan
importancia y al que cuidan. Si tuviera que referenciar mi sensación
en cuánto a un Arquetipo Floral, sin duda que le daría la connotación
de Water Violet, frío, distante, modélico.

Asistentes: Unos 16, entre trabajadores de enfermería,


auxiliares de clínica, celadores/as y administrativos/as. 4 Médicos
especialistas, varios Médicos de familia, precisamente uno de los
Médicos de Familia quedó muy interesado, le informo directa y
personalmente, con págs. web al respecto y contacto con el Dr. José
Mª Calvo, elaborador e investigador Floral, más concretamente de
Orquídeas Europeas, y Medico de Familia en la Seguridad Social
Española, seguro que entre colegas…todo marcha sobre ruedas. Es
este Médico, el que ya en este Centro de Salud, está dando comienzo
a formar un grupo de “meditación” entre los trabajadores. Y es que la
velocidad se demuestra “andando”…y “participando”… Desde el
comienzo observo en las personas, una prudente distancia que poco a
poco se transforma en expectación y atención, se levanta interés,
preguntan, se acercan, ponemos ejemplos, se ponen en el lugar de
otro/otros. Lo observo en sus ojos, en sus maneras de estar sentados,
en su atención. Lo siento en mi expresión, y expresividad, va todo
muy fluido, sin forzar… El ambiente es distendido, atento. Algunos
toman notas por escrito, otros preguntan sobre sus curiosidades y
dudas. Aproximadamente en este Centro de Salud, habrá unos 28 ó
30 trabajadores en total.

Se suscita animación, al hacer referencias curiosamente con el


cuarto grupo: la SOLEDAD, y el séptimo: HIPER-PREOCUPACIÖN por
los DEMÄS, comentamos las cantidades de actitudes habituales al
respecto (comentarios de casos específicos, en salas de espera,
enfermos habituales), de lo que solemos “proyectar” en los otros, sin
reparar que probablemente en ocasiones, sea en parte algo
“nuestro”, la falta de conocimiento, re-conocimiento y
responsabilidad personal y social.

Comentarios aludiendo a enfermedades que están llenas de


síntomas, siendo éstos nada menos que las llamadas de atención de
aquello sucedido en el individuo, en su máxima intimidad y dignos de
ser escuchados, revisados, para su posterior entendimiento,
asimilación e INTEGRACIÖN, y esto se efectúa practicando el
compromiso, y no delegando en otro u otros. NOS llama
“poderosamente la atención”, cómo el típico enfermo p. ej. con un
tumor, además llamado por la medicina: “maligno” o de células
malignas, quiere erradicarlo de su cuerpo, sin más; y su curación
hospitalaria pasa por la erradicación sin más. Es tratada la
enfermedad como un “algo marginal”, está como separado del
cuerpo; no aceptada, no revisada desde otros ángulos en perspectiva,
solo temida y excluida, no valorada como un “signo” de atención,
como si fuera una guía…y el proceso curativo... el camino hacia...
estados diferentes, observando sus “simbolismos”. Para esto es
preciso adquirir conciencia, concienciación de los hechos, de los
pensamientos, sentimientos, sensaciones, actitudes; y desde luego no
marginar, se trata de entender, compre-hender, asimilar, e
INTEGRAR.

Hablamos de la repercusión Floral en este “campo” personal,


interpersonal, social. Damos un vistazo a la Sociedad actual, con
marginales, marginación, poca integración. Gracias a que conocemos
también la Esperanza que nos habla de ir paso a paso, y momento a
momento, comprometidos haciendo, pensando; por siempre estamos
en los comienzos de algo, y más que probable, nos lleve hacia un algo
diferente, novedoso, sin final, un todo continuado…
Me siento muy bien atendida, bien acogida, entendida, apoyada
con tecnología punta, y personal cualificado con expreso interés en mi
comodidad.

Al finalizar, se acercan varias personas; se suscita interés en


recibir terapéutica floral, que yo sepa, demanda realizada y
materializada concretamente por parte de una enfermera con
desajuste orgánico, directamente provocado por la medicación
paliativa suministrada a su enfermedad degenerativa, que la
preocupa, que ignora el origen, y hasta ahora se somete al
tratamiento convencional - sanitario, dice estar ¡harta!.

Será la persona socia de SEFLOR, psicóloga clínica y


trabajadora en el “Centro de Salud” sito en Móstoles, apoyada por la
Asociación contra el Cáncer, la que se hará cargo de esta enfermera,
y sus demandas en el ámbito de tratamiento Floral complementario.
Estaremos en contacto directo, a partir de este momento, vía
telefónica y vía e-mail, por cualquier duda, y cambios pertinentes. Al
día de hoy en Mayo, ya hemos realizado la primera supervisión-
revisión a este caso personal.

Resultado de la misión, muy satisfactorio. Se quedan los


asistentes con información global y completa, y el apoyo tanto de
nuestra compañera de SEFLOR, como el mío propio. Salgo de allí
contenta, captando finalmente mi sensación calmada, humilde, y
silenciosa, combinada con ligereza en mi cuerpo(estuve tiempo en mi
cabeza), y también con el sentimiento de tranquilidad ante el hecho,
de que esto es solo una porcioncita muy pequeña, para lo grande que
es el Universo-Sanitario, y eso sí, también soy muy consciente de lo
pequeñita que es mi personalidad si la comparo con la magnitud de
mi Alma, todo esto es sin duda alguna, gracias a Bach, a sus Esencias
y legados, y por descontado a que existe un apoyo sin condiciones del
ambiente, que quiso que esto se materializara.

Carmen Risueño Izquierdo.


Socia nº 9 de SEFLOR.
Voluntariado Social– Formación, Información;
22 de Mayo del 2008.
Reunión en el Centro Cívico de
Colmenarejo el 23 de Enero del 2009
Por Carmen Risueño Izquierdo
En esta ocasión me corresponde compartir, difundiendo y
configurando un taller de dos horas en el marco de una Asociación sin
ánimo de lucro, llamada ACERVO Inter-Generacional, sita en
Galapagar y cuya promotora y Gestora es la psicóloga y gerontóloga,
María Luisa Forniés que es su Presidenta.

Tel: 605 824 204


mlf@acervointergeneracional.com
mlfornies@mityc.es

Nos reunimos en el Centro Cívico de Colmenarejo, pueblo


cercano a Galapagar-Madrid, en una tarde fría, sombría, muy ventosa
como corresponde a la fecha, es pleno invierno y estamos cerca de
los bajo cero.

Comenzamos muy puntales, y entre los asistentes están dos


mujeres de unos 80 años, y en el resto del plantel femenino, oscilan
entre los veinte y tantos y los cuarenta y tantos, somos 15 personas,
una de ellas compañera de SEFLOR; un lujo, exponer y tratar el tema
“emocional”, con “nuestras conocidas y apoyadoras” Esencias
Florales del Dr. Bach.
La mayoría de las asistentes vinieron de Guadalajara, tienen,
tenemos mucho mérito y valor, las personas que estamos reunidas,
en realidad es el interés común lo que nos mueve hacia pasar ésta
tarde juntas, y junto a las energías benéficas que irradian las Flores.
La mayoría no las conocen, algunas sí, y en su momento las tomaron,
las toman, es la curiosidad, lo que las trajo y atrajo.

Damos comienzo a las presentaciones, diciendo nuestro nombre


y correlativamente el / los de las personas anteriores a cada una de
nosotras, un satisfactorio ejercicio de atención y memoria; hablo de
SEFLOR, cómo se formó, y para qué, hablo de sus socios, y de lo que
queremos desarrollar, la fuerza la da el “grupo”, uno solo hace muy
poco.

Se inicia un coloquio abierto, y seguido de la exposición de


fotografías de las Flores correspondientes a los “Doce Curadores”; se
desata mucho más la curiosidad, comentamos acerca de sus “poderes
curativos”, en base al contacto saludable de la energía que irradian,
no sólo desde el plano fotográfico, hablamos de la signatura de la
planta, su enraizamiento y sus similitudes personales al respecto,
hablamos de las elaboraciones florales, se levanta mucho interés,
hablamos de habilitar en la próxima primavera una excursioncita para
que cada quién elabore extracto de una planta en particular, así sea.

También estamos muy interesados en compartir experiencias de


dolencias crónicas y de estados agudos, hay personas muy
interesadas en esto, establecemos marcadas diferencias entre unas
flores y otras, por ejemplo: Gentian-Genciana, nos habla del desánimo
y la falta de fe, no persevera, no se da oportunidades, repite su
desconfianza una y otra vez, no cuenta con su propia creatividad, y su
valía. Gorse-Aulaga, nos habla de un estado latente, cronificado
donde la persona claudicó, no tiene “esperanza”, no cuenta con que
se pueda curar, son demasiadas veces ya sin ánimo ante la
adversidad, y además no cuenta ni con la ayuda ni apoyo del otro, del
médico, del amigo, nada ni nadie acude en su mejora…. Sin embargo
tenemos que Sweet Chestnut-Castaño Dulce, es buenísima
acompañando las crisis de angustia, lo angosto del camino, la
travesía desértica de una transformación, ya no se puede seguir
“sujetando lo mismo, hay que soltar, y ¡saltar!”; mientras que Cherry
Plum-Cerasífera, palia un temor específico a la ¡“pérdida del control!”.
Vamos canalizando las diferencias, los matices, la vida está llena de
ellos, de lo contrario, se establece un conjunto excesivamente
indiferenciado, empobrecido, sin colores, sin formas, sin notas
musicales, sin creatividad. Las “mamás” del grupo aluden a la Flor
Achicoria-Chicory, la trampa de los chantajes, ésta benéfica planta, es
para curar el egoísmo, el egocentrismo del llamado adulto, que no es
sino aquel o aquella, que se quedó sin construir unos afectos sólidos y
firmes, necesitando manipular de un modo burdo y subterfugio,
infantil… como puede…. Tenemos en cuenta el aprendizaje de los
niños (hay en las asistentes una profesora de infantiles). Procuramos
“estar” muy presentes en aquello que nos ocupa, disfrutamos. Las
preguntas se dilatan, se abren a infinitud de curiosidades…

Pasamos un rato muy agradable, nos reímos, debatimos,


comentamos momentos en la actualidad con similitudes en las Flores
de Bach, en España, en cada país, le vamos añadiendo una Flor que lo
caracteriza; las guerras, las trabas, la paz.

Para terminar, hacemos ingesta floral, cada una de las


asistentes se acerca para prepararse en un vasito con agua,
añadiendo dos gotitas de la flor elegida, no al azar, tras haber
recibido la información y en respuesta a sus demandas. Quedamos en
mantener contacto, y para dentro de mes ó mes y medio, re-
encontrarnos, para nuevas incursiones, y para revisar las “tareas”, a
saber: investigar vía Internet, en un par de páginas Web-florales,
elegir una flor ad hoc, y hacer un resumen folio DINA-4, totalmente
personal.
Ya saliendo del recinto, visito a la bibliotecaria, hablamos y
también elige “su flor”, para toma de contacto en el vasito con agua,
lo irá degustando mientras acaba su jornada… La persona encargada
del Centro Cívico, también hace su participación, toma contacto floral,
y me hace partícipe de su contento y curiosidad.

Iré contando más y mejor, según vayamos entre muchos


haciendo el camino, llano, colorido, ancho, blandito y experimentando
la realidad, con ojos de niño curioso, desenfadado y experto en el
conocimiento del vivir…

Gracias y hasta pronto,


Os espero en el Voluntariado de SEFLOR.
Carmen Risueño Izquierdo –
Coordinadora Formación-Información-Voluntariado en SEFLOR
VII Congreso Nacional de
Terapia Floral:
“Terapia Floral: El arte se ser uno
mismo y la evolución del alma”

Por Manuela María Menéndez


El VII Congreso Nacional de Terapia Floral se ha celebrado en el
año 2008 en la malagueña localidad de Benalmádena, durante los
días 22 y 23 de noviembre.
Esta séptima edición ha estado dedicada al objetivo de mostrar
la esencia de lo que hoy conocemos como Terapia Floral, persiguiendo
profundizar en los postulados filosóficos que, preconizados por el Dr.
Edward Bach, constituyen los cimientos sobre los que se asienta toda
la estructura de la Terapia Floral.

Con esta finalidad, el Comité organizador ha realizado un


llamamiento a relevantes terapeutas florales, así como a
personalidades que aunque se declaran amantes de la terapia floral
no se definen como terapeutas florales, siendo sus campos de
actividad más afines a la filosofía clásica y hermética para, entre
todos ellos, contribuir a la labor de profundización en la obra del Dr.
Bach.

Este texto bachiano, es el que ha servido de base para centrar


la línea temática del Congreso:

“Sufrís de vosotros mismos. Desde el momento en el que


hayamos concedido la completa libertad a todo lo que nos rodea,
cuando ya no deseemos más atar y limitar, cuando ya no esperemos
nada de nadie, cuando nuestro único pensamiento sea dar y dar y
nunca tomar; en ese momento encontraremos que nos hemos
liberado de todo el mundo; nuestras ataduras desparecerán; nuestras
cadenas se romperán y por primera vez en nuestras vidas vamos a
conocer la exquisita alegría de la libertad perfecta. Libres de toda
restricción humana, dispuestos a servir con alegría solamente a
nuestro Yo Superior”.

Desde esta sabiduría primigenia se puede desarrollar el


comprometido arte de ser uno mismo, evolucionando hacia la
armonización del conflicto entre alma y personalidad que define al
hombre de nuestro tiempo.

La Multiplicidad en las Visiones y los Enfoques.

Como no podía ser de otra manera, la multiplicidad fue el rasgo


distintivo en las visiones y enfoques bajo los cuales se abordaron los
objetivos del Congreso.

Para Lluis Juan Bautista, resulta mucho más necesario en el


recorrido espiritual “Callar para escuchar, dejar de mirar para ver,
dejar de buscar para dejarse encontrar y dejar de
hacer para permitir que se haga”.

En su ponencia La floreciente búsqueda del


Ser, incidió en el miedo a perder la individualidad, la
pérdida del yo que impide todo progreso en el
conocimiento, asociando este miedo a la experiencia
de la esencia floral de Rock Rose .Esta esencia, una
gran desconocida, según el autor, reducida al
ámbito de la urgencia y del remedio transitorio , tendría un
importante papel que jugar para enfrentarse a la muerte del ego y al
renacimiento a una nueva vida, sin tener miedo de tener miedo ya
que todos podemos considerarnos grandes luchadores.

María José Mas trató sobre “El contacto con el Ser en el último
tramo del camino”

Un nuevo caso clínico aportado por Mas, que recoge el


testimonio entrañable y el proceso terapéutico de una mujer de
avanzada edad que acude a la consulta para ser ayudada,
preparada, para morir.

Enseñar a morir, es el desafío que se plantea en este caso, desde una


perspectiva terapéutica que postula que la muerte no existe: “Si
estás aquí no estás allí y si estás allí no estás aquí “.

Una hermosa crónica de un acompañamiento floral en el


proceso de abandonar este plano de
existencia.

De la personalidad a la Esencia .Un


camino a la libertad a través de las flores
de Bach, es el título de la ponencia de Mari
Carmen Gallego, que presentó una
interesante sistematización de los pasos en
el recorrido hacia la esencia del Ser:

Me intereso por conocerme


Me busco
Me encuentro
Me acepto
Me decido a cambiar
Me comprometo
Y…florezco

Cada una de las etapas de este proceso acompañada con las


esencias florales de Bach más adecuadas para el tratamiento de cada
estadío de conciencia, teniendo siempre en cuenta que nuestra flor es
el arquetipo del alma individual.

Con Las Doce sales del alma o el camino del discípulo, Luis
Jiménez aportó una idea ligada al retorno del Ser a la Fuente a través
del mandala zodiacal que Bach ya insinuó.
Estas doce sales o tipologías serían como las doce llaves de la
filosofía o los doce trabajos de Hércules, “míticas puertas de una
Jerusalén enclavada en el corazón de aquél que ha
decidido dar, en lugar de tomar”. Jiménez recuerda
la importancia de la personalidad emocional en
este camino, que viene dada por la posición de la
luna en el momento del nacimiento y la
individualidad que vendrá marcada por la posición
del sol.

El autor reivindica así la trascendencia de las


doce tipologías representadas por los Doce
Curadores del Dr. Bach, en la evolución del alma o
en el “camino del discípulo”, ante la tendencia a
convertir a los doce curadores en doce remedios más.

Desarrollo de la Conciencia en la niñez a través de la atención al


plano emocional es el trabajo desarrollado por José Antonio Sande,
que parte de la propuesta de trasladar a niños y niñas en su vida
cotidiana, los principios fundamentales de la filosofía floral para que
puedan aprender a conocer su mundo emocional, como parte
fundamental en su crecimiento para después poder avanzar hacia el
desarrollo de la conciencia y con ello a un modelo de desarrollo
integral desde la niñez.

Ricardo Mateos presentó un interesante trabajo de investigación


sobre Edward Bach: el hombre en el contexto de su tiempo .De la
moral victoriana al esoterismo de los años 30. Se trata de una visión
histórica basada en un profundo análisis de la obra del Dr. Bach,
relacionándola con los principales acontecimientos de su tiempo,
presentando teorías sobre distintos aspectos de la misma, dignos de
ser tenidos en consideración.
Andreas Korte, volvió a ponernos en estrecho contacto con la
Naturaleza: La Naturaleza, el espejo de nuestra alma es el título de su
ponencia .Para Korte, la Naturaleza representa un estado natural de
perfección, cuyo mayor tesoro es la biodiversidad. Todo en ella es
adecuado para la sanación: plantas, animales, cristales... “Te vas a la
Naturaleza si estás enfermo y encuentras las informaciones que
necesitas de ella. Te cargas con su energía sanadora gratuitamente”.

Las esencias florales representan así la información de luz que


está en las flores y lo mismo es aplicable para todas las esencias.

Korte habló también sobre las esencias de los Círculos de Trigo y


desde luego sobre los trabajos con esencias de Orquídeas, Delfines,
Ballenas y otros animales, para despertar la conciencia, que es el
gran trabajo de la Humanidad.

Se refirió a la Amazonía como el gran laboratorio o la gran


farmacia para el futuro de la Humanidad y por otro lado a la facultad
que esa misma Humanidad tiene para trabajar por el medio ambiente
a través de las esencias medioambientales elaboradas a raíz del
accidente de Chernóbil y tantas otras ya conocidas como la esencia
de Epilobio para tierras devastadas o la esencia de Delfín para limpiar
las aguas.

El botánico alemán aludió asimismo a la continuidad de los


trabajos de las Casas de Salud y a los trabajos de las Academias
Florales creadas en Suiza y Japón, así como al trabajo de
investigación que se está realizando en San Petersburgo en relación
con las esencias de las Orquídeas.

Un amplísimo espectro de interesantes actuaciones e


investigaciones fue lo que una vez más ofreció Korte al auditorio del
Congreso.
“Seamos nosotros mismos”. Ser nosotros mismos es para
Guillermo Amable aparcar a nuestro padre crítico y darnos permiso
para reír y para que el estado niño del yo busque, investigue y trate
de responder a las preguntas básicas de la vida.

Amable consideró que “no podemos pasar por el congreso de


terapeutas sin hablar de la crisis en la que nos hemos visto envueltos.
El trabajo para los Terapeutas Florales en esta situación es enorme.”

Despedida y Cierre

La ponencia final del Congreso corrió a cargo del maestro


Eduardo Grecco que disertó acerca de: La prescripción como fórmula
y proceso.

Para Grecco, la atenta lectura de los textos de Bach


permite descubrir cinco rasgos esenciales o cinco pasos clínicos en el
proceso de la prescripción floral, para poder ir progresivamente
desvelando las resistencias de la personalidad a la luz del alma. Esta
aportación de Grecco constituye un nuevo elemento enriquecedor
para la práctica de la Terapia Floral.

El VII Congreso Nacional de Terapia Floral planteó un objetivo


ambicioso: profundizar en la filosofía de Edward Bach, en sus
verdades fundamentales y en su papel en el marco de la terapéutica
floral de nuestros días, proporcionando un espacio de reflexión para
todo terapeuta floral que se permita surcarlo, que conducirá
probablemente a apreciar la diferencia, el abismo existente, entre
hacer auténtica Terapia Floral o limitarnos a la práctica conocida con
el término “dar flores”. Recordemos que para Bach, el terapeuta floral
“deberá ser un gran estudioso de las leyes que rigen la humanidad y
de su propia naturaleza humana, para que pueda reconocer en todos
los que acudan a él aquellos elementos que causan un conflicto entre
el Alma y la personalidad."

Manuela Menéndez
Terapeuta floral
Periodista y Pedagoga.

Edward Bach:
El hombre en el contexto de su
tiempo; de la moral Victoriana al
esoterismo de los años 30.

Por Ricardo Mateos

Cuentan los biógrafos de Edward Bach, que toman la


información de la propia Nora Weeks, que entre el verano de 1935 y
el verano de 1936 nuestro famoso doctor encendió una gran hoguera
en la que quemó incontables papeles y huellas de sus investigaciones
de seis largos años, que le habían llevado al descubrimiento de las
esencias de flores como forma única y absolutamente nueva de
sanación de forma sistematizada. ¿Se trató acaso de un mero impulso
inconsciente?, ¿de un acto inquisitorial? O quizá, y como todo en la
obra bachiana, obedeció a causas más profundas que ni él mismo ni
sus colaboradores quisieron nunca revelar… Ciertamente todo es
posible, pero se hace difícil creer que Bach decidiese desprenderse de
tanto trabajo de años únicamente por un mero impulso. Por tanto no
nos queda más que especular en relación con las razones para acto
tan misterioso y, en ese contexto, yo entiendo que hay cuatro
elementos que pueden permitirnos atisbar cuales fueron las
motivaciones profundas que le llevaron a ello.

El primero, darnos cuenta de que con

aquel acto su trabajo quedó

incontaminado de toda otra huella que

no fuera la suya. El segundo, que como

consecuencia de ello su trabajo no podría

ser manipulado de forma alguna por

sectores o grupos de opinión ajenos a él.


El tercero, comprender que el desprenderse de toda otra huella

documental le permitía presentar su sistema y sus descubrimientos

de la forma más sencilla posible, de manera que éstos pudieran ser

utilizados por cualquier persona sin necesidad de que ésta tuviese

una formación académica previa. Y el cuarto, que el asomarnos al

contexto de su vida y de su tiempo puede permitirnos buscar otras

posibles motivaciones que fuesen fruto de las excepcionales

circunstancias históricas que concurrieron en Europa a comienzos

de los años 30.

La extensa literatura existente sobre las esencias florales de


Bach, y sobre eso que posteriormente hemos venido en denominar
terapia floral, apenas si presta atención a la vida y el pensamiento de
este hombre singular, cuya mayor aportación fue el presentarnos un
paradigma completamente nuevo, y ciertamente muy avanzado para
su tiempo, un paradigma que recupera el concepto de alma, casi
perdido en la noche de los tiempos, y que devuelve nuestra mirada a
la naturaleza como fuente última de sanación y de comunión con el
cosmos. Por otra parte, apenas se ha prestado tampoco atención a las
importantes circunstancias históricas que concurren en aquellos años
en los que transcurrió su biografía. La biografía de un hombre cuya
vida discurre entre cambios sin igual entre los que destacan dos de
aquellos descubrimientos que Freud denominó heridas narcisistas de
la humanidad: la formulación de la teoría de la evolución por Charles
Darwin, a mediados del siglo
XIX; y la formulación de la
existencia del inconsciente por
Sigmund Freud, a comienzos del
siglo XX. Una época, sin duda
alguna, paradigmática.

Edward Bach nace en


1886 en un lugar llamado
Moseley, a las afueras de la por
entonces industriosa ciudad de
Birmingham.
Era un tiempo de consolidación de la pujante revolución
industrial británica, que tuvo un enorme costo social y emocional para
la sociedad inglesa de los cuales el propio Bach fue testigo directo.

Y la ciudad de Birmingham era por entonces conocida por ser


uno de los centros industriales más importantes del país, hecho por el
cual solía representarse con la clara marca de las enormes nubes de
humo que cubrían sus cielos.

Allí su padre era propietario de una fundición de latón, lo cual


ubica a la familia Bach en el contexto de la por entonces pujante
clase media alta británica, un grupo social en ascenso y con
sobresalientes medios materiales que coloca de partida a nuestro
personaje en un estatus social sin duda elevado en una Inglaterra
rígidamente estratificada en términos de clase.

Una Inglaterra en la que nacer en un estrato social le


condenaba a uno de por vida y en la que el ascenso social era algo
extremadamente difícil. Por tanto, no nos imaginemos a un Edward
Bach campesino y desposeído de medios materiales, pues en aquellos
tiempos solamente los poderosos podían acceder a estudios
universitarios como él cursó desde comienzos de siglo. Aquel era el
gran imperio británico, centro de aluvión de ideas y de culturas muy
diversas, que solo unos meses después del nacimiento de Bach
celebraba con enorme pompa las bodas de oro del trono con la reina
Victoria, que por entonces ya era emperatriz de la India.

Por ello no es curioso que muchos


años más tarde él mismo escribiera
haciendo referencia a la espiritualidad
oriental: “Cuán lejos nosotros en
Occidente nos hemos ido de esos
hermosos ideales de nuestra Madre India
de los tiempos antiguos, cuando el amor
por todas las criaturas era tan grande”.

La universidad británica acogía por


entonces a los hijos de las fuerzas vivas
del país, y Edward Bach tuvo una
formación completa que le permitió
trabajar en el Hospital del Colegio
Universitario

Y también en el Hospital Homeopático de Londres.


Por ello no es extraño que desde fechas tempranas Edward
Bach entrase a formar parte de las filas de la masonería, un grupo
exclusivo al que no entraba cualquiera. De que Bach fue masón no
hay duda, como así lo afirman quienes se han asomado a su biografía,
y como puede rastrearse en sus propias referencias al “Gran
Arquitecto”, un término claramente masónico. Pero entrar a formar
parte de la masonería no era cosa sencilla por entonces, sino que se
precisaba de padrinos socialmente bien ubicados en este grupo de
poder que, tradicionalmente, en Inglaterra siempre ha tenido como su
máximo representante a un miembro de la familia real británica.

Por aquel entonces el jefe supremo de la masonería británica no


era otro que el príncipe Arturo de la Gran Bretaña, duque de
Connaught e hijo de la reina Victoria.

Un hombre de sólido prestigio tanto social como militar que


ocupó cargos muy altos en la compleja estructura del imperio. Por
tanto, no veamos a Edward Bach como un mero hombre de campo, o
como el hijo de una familia obrera, sino como un exitoso profesional
de la medicina, que era un ámbito del saber muy valorado
socialmente en aquel tiempo, como un hombre de conocimiento
profundo y como una persona bien ubicada socialmente y con ciertos
contactos en las alturas de la rígida sociedad británica. Prueba
fehaciente de ello es el dato probado de que fue en la hermosa villa
“The Pleasaunce”, en Cromer, donde él encontró por primera vez la
flor del Cerato.

Esta magnífica propiedad, con


sus bellos jardines, pertenecía por
entonces a la acaudalada dama
Constance de Rothschild, hija de una
de las más ricas familias de Inglaterra,
que estaba ya viuda de Sir Cyrill
Flower, primer Barón Battersea. Allí
había llevado las primeras semillas de
Cerato la famosa jardinera Gertrude
Jekyll, amiga de la señora Helen
Willmott, cuyo nombre botánico,
Ceratostigma Willmottiana, se había
dado a la nueva especie vegetal. Por
otra parte, y para mayor
abundamiento, aquella residencia
señorial había sido diseñada a fines de
siglo por el prestigioso arquitecto Sir
Edwin Lutyens, cuya esposa y cuya
hija fueron dos de los grandes apoyos de la larga andadura de
Krishnamurti en Occidente.
Lord Battersea, dueño de la casa, había sido persona muy
influyente en el gobierno y en la política del imperio británico hasta su
fallecimiento en 1905 y su esposa, Lady Battersea, que falleció en
1931, trabajó sobre estudios del Antiguo Testamento y acaso
podamos imaginárnosla conversando con Edward Bach sobre
espiritualidad y religiones comparadas.

Por otra parte, es muy significativo el hecho de que lady


Battersea fuese también gran amiga de la princesa Luisa de Gran
Bretaña, hermana del citado duque de Connaught. Esta hija de la
reina Victoria, esposa del liberal duque de Argyll, solía visitar a lady
Battersea en Cromer y era la más liberal y aperturista de las
princesas británicas de su generación. Ello nos da una medida de los
altos entornos a los que Edward Bach había llegado antes de
abandonar su vida londinense para retirarse al país de Gales en 1929.

De hecho Bach no era un revolucionario de clase, sino de


paradigma, como nos informa su siguiente afirmación: “Un príncipe
del reino, con todas las glorias del palacio, puede ser un enviado de
Dios y una bendición para las gentes de su país, e incluso del mundo.
De hecho, cuánto podría perderse si ese príncipe imaginase que su
deber fuese el entrar en un monasterio”.

Así pues en la vida de Edward Bach nos encontramos reunidos


la universidad, el prestigio, la masonería y la aristocracia en la
Inglaterra de los años 20. También cabe decir aquí que su consultorio
no era un lugar cualquiera sino que estaba ubicado en la prestigiosa
Harley Street, en el buen barrio londinense de Marylebone, donde
desde mediados del siglo XIX se habían ido instalando los mejores y
más reputados consultorios de la práctica médica.

Tanto es así que toda aquella zona de


Londres era propiedad del aristócrata Lord
Howard de Walden, a cuyos
administradores había que solicitar
puntual permiso para abrir un consultorio
médico en aquellas calles. Por desgracia
no sabemos con quien más coincidiría
Bach en aquella o aquellas veladas en
casa de Lady Battersea, pero no hay duda
de que allí se darían cita muchos de los
notables de su tiempo y no solamente de
Inglaterra, sino también de Francia donde la familia Rothschild tenía
un poder y una presencia social sobresalientes.
Por otra parte, es significativo ver como el pensamiento de la
sociedad británica, y en particular el de sus clases dirigentes, con las
que Bach estaba en contacto, había ido evolucionando conforme la
era victoriana tocaba a su fin en los últimos años de la Belle Epoque.
Durante el largo reinado de la reina Victoria la sociedad británica
había seguido marcada por la tradición puritana de la Iglesia
Anglicana de Inglaterra, la llamada Church of England, a la que la
familia Bach perteneció sin duda alguna, y por tanto no es extraño
que en su obra él mismo haga mención a términos como “Chispa
Divina”, que procedían del pensamiento del liberalismo protestante
de su tiempo. Esta era una corriente de pensamiento que negaba los
milagros, que apostaba porque todo hombre lleva dentro de sí una
chispa de divinidad, y que postulaba el principio de unidad de todas
las cosas.

Además, en la obra de Bach puede a momentos verse presente


ese punto de severidad propio de las iglesias reformadas del norte de
Europa en frases como “Sois responsables de vuestros propios
sufrimientos”, y también otras menciones de corte claramente
cristiano como su referencia a lo que él denomina “la Hermandad
Blanca de los Santos y los Mártires”.

En lo tocante a lo esotérico, la
época victoriana se había interesado
por aspectos de naturaleza
fenomenológica como las sesiones de
espiritismo, las apariciones y la
búsqueda del contacto con aquellos
que ya se habían ido. Por ello durante
la segunda mitad del siglo XIX habían
imperado las corrientes de tipo
espiritista entre las clases altas, que
convivían cómodamente con la moral
victoriana de corte cristiano. Prueba
de ello es la obra de autores como
William Stead, un puritano
victoriano muy versado en estudios
bíblicos que pretendía luchar contra el
mal, entendido éste como la
encarnación de lo diabólico.

Stead, que era amigo de Annie Besant, figura puntera de la


Sociedad Teosófica, dirigía sesiones de espiritismo y su influencia
llegó tan alto como para trabar amistad con el príncipe Cristóbal de
Grecia, sobrino de la propia reina Alejandra de Inglaterra.
Curiosamente sería este mismo príncipe griego quien en 1917
introduciría en la corte griega el libro “Los Grandes Iniciados”, obra
del francés Eduard Schure, a quien volveré a referirme.

Pero con el nuevo siglo las cosas estaban cambiando e


Inglaterra se vio literalmente inundada por nuevas visiones de lo
esotérico y con nuevas corrientes espirituales muy pujantes que
llegaban desde los confines del imperio y en particular de la India.
Estas nuevas visiones del hecho religioso-espiritual fueron bien
acogidas por las clases altas y, en particular, por ciertos sectores de
la poderosa aristocracia que, como veremos, ejerció una labor de
mecenazgo. Por otra parte, aquel fue también un tiempo de
revolución en el campo de las humanidades con el desarrollo de la
antropología, y también en el de las ciencias con el descubrimiento de
la estructura del átomo y la formulación de la teoría de la relatividad
en la ciencia física.

Sin olvidarnos, por supuesto, de que el periodo más creativo de


la obra de Bach, el que transcurre entre 1929 y 1935 coincide con la
gran depresión económica de occidente, una época de severa crisis
económica, y con el periodo de entre guerras, tan importante para
Inglaterra y para todo el mundo occidental.

Un tiempo en pleno auge de los fascismos en Europa y una


época en pleno desarrollo del surrealismo en el arte y en la literatura,
en el contexto de los llamados “años locos”, en los que la rígida moral
victoriana que desde mediados del siglo XIX rigió el comportamiento
de todo el imperio británico, dio pasó a una moral laxa tanto en lo
sexual como en lo amoroso y en los usos y las costumbres. ¿Acaso
nadie se preguntó nunca sobre la particular relación existente entre
Edward Bach, su amante Mary Tabor, su asistente Nora Weeks y su
amigo Victor Bullen?

Pero vayamos por partes.

En su excelente libro “Forma y Función” Julian Barnard, que ha


investigado con minuciosidad la obra de Edward Bach, escribe lo
siguiente: “En cuanto a la propia búsqueda vital y el desarrollo
espiritual de Bach, muy poco puede decirse con equidad, pues fue
cuidadoso de evitar referencias específicas a religión o filosofía
alguna. Abrazó una enseñanza espiritual universal que incluye a
Buda, la Madre India, Cristo, los Grandes Maestros, y el gran grupo de
la Fraternidad de la Hermandad Blanca. Sus referencias al “Ser
Superior”, el “Guía Divino”, la “Vida Inmortal”, el “Alma”, y el “Gran
Arquitecto”, pueden dar claves sobre la escuela exacta o tradición a
la que pertenecía. Algunos se preguntan si se encontró con Rudolf
Steiner. Otros ven una conexión con los teósofos. Nos han dicho que
tenía una fuerte conexión con la Francmasonería. Pero incluso un
análisis minucioso de sus escritos no logra dar una indicación
definitiva de su adscripción. Sin embargo, las afirmaciones están ahí,
en casi cada párrafo, indicando que el foco principal de su
pensamiento era el contexto espiritual de la vida humana”. Y en
Cúrate a ti mismo el propio Bach hace referencia a “una cierta
Hermandad” que nos anima a que “busquemos el sosiego para
nuestro propio malestar al extender el alivio y el consuelo a nuestras
criaturas hermanas en la hora de su aflicción”.

El término “Fraternidad de la Hermandad Blanca” citado por


Julian Barnard hace referencia directa a la Sociedad Teosófica,
fundada por la famosa Madame Blavatsky, que por entonces estaba
guiada desde Inglaterra y particularmente por ciertas damas de la
alta sociedad como Annie Besant o Lady de La Warr, quien durante
algunos años llegó a ser la guardiana del propio Krishnamurti durante
su larga estancia en Gran Bretaña. La Sociedad Teosófica, que dejó
honda huella en ciertos círculos de pensamiento, importó a occidente
nuevos conceptos y reavivó otros antiguos como el de reencarnación,
que cientos de años atrás ya había estado presente tanto en la
cultura druídica como entre ciertos formuladores de la Iglesia
Anglicana de Inglaterra, como es el caso de Henry More, que allá por
el siglo XVII ya había hablado de la inmortalidad del alma.

Por otra parte, no podemos obviar la pertenencia de Rudolf


Steiner a la Sociedad Teosófica, ni tampoco la relación que con ella
tuvieron otras figuras importantes del esoterismo de comienzos de los
años 30 como Gurdjeff y Ouspensky. Pero, una vez más, Gurdjeff
fue un paniaguado de otra aristócrata, Lady Rothermere, que le dio
todo su apoyo financiero para la creación de su “Instituto del
Desarrollo Armónico del Hombre”.
En cuanto a Ouspensky, también
vivió bajo el mecenazgo de la
influyente Lady Rothermere.

Si continuamos aún más,


todavía nos quedan expresiones como
“Grandes Maestros”, también
presentes en la obra de Bach. Ésta
última expresión, “Grandes Maestros”
recuerda de forma clara a la por
entonces famosa obra de Eduard
Schure titulada “Los Grandes
Iniciados”, que publicada en 1917
tuvo gran influencia en ciertos
sectores del pensamiento religioso y
esotérico. En ella Schure exponía la
teoría de que todas las religiones son
básicamente la misma y que hay una
sucesión de grandes iniciados a través de los cuales se transmite la
sabiduría de los tiempos. Allí se mencionaba a figuras tan importantes
en el desarrollo de la humanidad como “Buda” o “Cristo” y otros
“Grandes Maestros”, que son justamente los mismos que aparecen en
la obra de Bach, que en un momento dado escribe en Cúrate a ti
mismo: “También así lo enseñaron el señor Buda y otros grandes
Maestros que han llegado al mundo de tanto en tanto para indicar a
los hombres la forma en la que alcanzar la perfección”. ¿Mera
casualidad? Por otra parte, Schuré daba primacía a Jesucristo entre
todos ellos, cosa que cuadra con los postulados de corte cristiano que
recorren toda la obra escrita de Bach.

Por último, y por lo que toca al concepto “Alma”, tantas veces


repetido en la obra de Bach, en él se rastrea la influencia de otro
pensador notable, Emmanuel Swedenborg, quien ya en el siglo XVIII
había buscado insaciablemente la sede del alma y había apostado por
una espiritualidad de corte racional. Curiosamente la obra de
Swedenborg tuvo una enorme influencia sobre el homeópata James
Tyler Kent, cuya obra sobre homeopatía fue fundamental para Edward
Bach en sus años de formación como homeópata.

Vemos pues como desde comienzos de siglo la influencia de la


Sociedad Teosófica, la llegada a Gran Bretaña de Krishnamurti, y
también la aparición de la obra de Steiner, y el surgimiento de figuras
como Gurdjieff y Ouspensky habían transformado de forma completa
la vivencia de lo esotérico y sus interpretaciones.

Ahora ya no interesaba tanto


lo fenomenológico como el
movimiento de objetos en las
sesiones mediumnisticas sino el
estudio de lo insondable, de los
grandes misterios, y la búsqueda
de una experiencia espiritual
directa. Sincrónicamente, desde
1910 Steiner se había segregado
de la Sociedad Teosófica buscando
las bases del esoterismo europeo,
había formulado la Antroposofía o
ciencia del hombre, y su obra
había cobrado gran difusión en
Austria y en Alemania llegando a
interesar, incluso, a personas tan
encumbradas como el príncipe
Max de Baden, último canciller del
imperio alemán. Su obra había influido notablemente en la de Eduard
Schure y sin duda debió de ser conocida por Edward Bach.
Hacia 1928 parece producirse un gran cambio en Edward Bach.
Sin que sepamos los motivos, parece querer romper con toda su vida
anterior. Abandona Londres, cierra su consulta, y se dedica a viajar en
busca de plantas sanadoras encontrándose tan pronto en Cromer,
como en Abergavenny, o en las cercanías de Oxford. Pareciera como
si hubiese deseado desprenderse de algo pesado, o como si quisiese
alejarse de personas o grupos de opinión con cuyas actitudes ya no
comulgaba. Por ello, y de a poco, disintió abiertamente de los
planteamientos de la medicina oficial y se alejó de la homeopatía.

Buscó algo nuevo, incontaminado, alejado de sectarismos y


grupos de presión y de opinión. Sincrónicamente, en 1930
Krishnamurti, que había llegado a Gran Bretaña de la mano de las
grandes damas de la sociedad británica, decidió también romper
completamente con los planteamientos sectarios de la Sociedad
teosófica comenzando un camino en solitario en momentos tan
difíciles para Europa.

Entre tanto, Gurdjieff en Francia y Ouspensky en Inglaterra,


también de la mano de la alta sociedad británica, difundían sus
doctrinas y traían a Europa enseñanzas como el Eneagrama.

En este contexto Edward Bach se encontraba en plena


producción de su obra y alejándose cada vez más de planteamientos
dogmáticos y sectarios. Bach quería ser libre y que su obra no
quedase contaminada por corrientes ni escuelas de pensamiento.
Quizá por eso ya en 1934 escribía desde Cromer: “La forma en la que
la Hermandad Blanca trabaja entre nosotros no es mediante milagros,
ni apariciones, sino simplemente conduciéndonos, si es que queremos
ser conducidos, por los asuntos cotidianos”.
Pero algo más grave ocurría en la Inglaterra de mediados de los
años 30, algo que ya se venía larvando desde mediados de los años
20. Una notable parte de la alta sociedad británica, muy imbuida de
antisemitismo, mostraba cada vez un mayor interés por el fascismo
entonces imperante en Alemania e Italia y que anunciaba terribles
consecuencias, pues ya en el verano de 1935 el ejército italiano había
utilizado el gas mostaza en su campaña de conquista de Abisinia.

En Londres, el hijo de Lady Rothermere, la mecenas de Gurdjieff


y Ouspensky, se afiliaba a la ultra derecha fascista. Y hasta el duque
de Kent, hijo del rey Jorge V y pronto gran maestre de la Masonería
británica, era acusado de ser filo fascista. Por no hablar del príncipe
de Gales cuya cercanía a postulados fascistas le llevaron a una súbita
abdicación del trono británico convenientemente tapada por sus
míticos amores con la señora Simpson. De hecho, el fallecimiento de
Bach tiene lugar justo en los meses de la llamada crisis de la
abdicación, que puso patas arriba no solo a la familia real británica
sino a la propia clase política inglesa que no podía tolerar posiciones
tan cercanas a los fascismos.

Un año más tarde el ya duque de Windsor, recién apeado del


trono inglés visitaba a Adolf Hitler en Alemania por ser buen amigo
del fundador de los camisas negras, el movimiento fascista británico.

El polémico creador de este movimiento no era otro que Oswald


Mosley, un hombre de la crema social inglesa cuya esposa era hija de
uno de los virreyes británicos de la India. Por otra parte, hasta el
mismo Steiner, figura muy establecida en Alemania, se había dejado
llevar por la idea de la superioridad espiritual alemana. Como escribe
Peter Washington en su libro “El mandril de Madame Blavatsky”: “Con
el fin de preservar a Jesús de sus innegables orígenes judíos, Steiner y
el teórico racial Houston Stewart Chamberlain coincidieron en señalar
que Jesús tenía rasgos semíticos y arios […] El siguiente paso era
negar que Jesús tuviera algo de judío, y fueron muchos los dispuestos
a darlo. Incluso los Maestros Himalayos de la Teosofía disimularon su
hermoso aspecto indio bajo una piel sospechosamente blanca y
rasgos europeos”.

Por ello quizá no sea meramente fruto del azar el que Bach, que
como queda probado era buen conocedor de la alta sociedad
británica y de su poder, y tenía grandes dosis de sentido común,
abandonase todo en 1928 y se retirase al campo en Gales y en
Cromer.

A mí personalmente, y esta es la hipótesis que hoy os presento,


me parece que tiene mucho sentido pensar que hacia el final de su
vida Bach quiso alejarse de toda doctrina y de toda corriente de
pensamiento que pudiese afectar a su obra. Como él mismo escribe,
para tener libertad hay que dar libertad. Y no hay duda de que las
libertades andaban muy restringidas a mediados de los años 30: en
Italia, en Alemania, en España, en Austria, en Hungría y en tantos
otros lugares. La vieja aristocracia se dejaba seducir por el fascismo
como única fuerza capaz de poner freno al comunismo, y junto a la
aristocracia podían caminar todos sus paniaguados los dirigentes de
las distintas corrientes esotéricas.

Así, como vemos, el mundo de lo esotérico, el mundo de lo espiritual,


corría peligro de bascular hacia posiciones de corte filo-fascista de la
mano de sus propios mecenas ¿Será por eso que Bach quemó sus
escritos para no dejar rastro de sus filiaciones previas? Él sabía que
gran parte del mundo del esoterismo de su tiempo estaba
patrocinado y financiado por una aristocracia peligrosamente
tendente hacia el fascismo y nada debía de generarle más temores
que esa circunstancia. ¿O acaso no hemos oído tantas veces hablar
del enorme interés esotérico del
propio Canciller Adolf Hitler?

Curiosamente, Lady Battersea,


la dama de Cromer amiga de Bach,
ya fallecida en 1931, se había
ubicado en el polo opuesto de los
fascismos, era de origen judío y
había trabajado por la
descriminalización de los judíos en
Gran Bretaña. Por eso Bach tomó
toda precaución para presentar al
mundo su obra como algo sencillo y
asequible para cualquiera, sin
necesidad de ser masón, o de tener
conocimientos de naturaleza
esotérica. Quiso expurgar de su obra
toda traza de pensamiento esotérico
espiritual, de toda filiación a una u
otra familia de pensamiento. Como él
mismo escribió en una de sus últimas conferencias, unos meses
antes de morir, el 21 de mayo de 1936: “Y el Señor Buda nos enseñó
que todos estamos en el camino de la auto realización, una vez que
ya nos hemos desprendido de los sacerdotes y de los libros”. Y aún
mas tarde, en octubre de aquel año, en plena crisis política en Gran
Bretaña, añadía: “Descartemos todas las convenciones, todas las
reglas, todas las regulaciones, y con nuestra mayor fortaleza
entremos en la Cruzada y asumamos la misión de llevar esperanza a
las personas. Para así mostrar al mundo, y enseñar, que ocultos en la
naturaleza están los gloriosos remedios que son más poderosos de
cualquier otro mal”. Tres años más tarde Hitler invadía Polonia y
comenzaba la cruenta Segunda Guerra Mundial.
Estos son los hechos. Estos son los datos. Ahora, juzguemos por
nosotros mismos.

Ricardo Mateos
Terapeuta Floral

Desarrollo de la conciencia a través


de la atención del mundo emocional
Por José Antonio Sande
En el congreso del año pasado, en Barcelona, os presenté el
inicio de una línea de trabajo de Terapia Floral y niños vinculado a la
Teoría de las Estructuras de Luís Jiménez. Todo ello se concretaba en
unas fichas, las Fichas florales para niñas y niños, editadas por Índigo
a quien agradezco la confianza puesta en este proyecto.

Este congreso os presento los avances realizados en dicho


proyecto en esta ponencia titulada Desarrollo de la conciencia a
través de la atención al mundo emocional.

La aplicación
práctica de las Fichas
florales, los cursos
impartidos a maestros,
psicólogos, terapeutas y
padres y madres sobre
mundo emocional, Terapia
Floral y Teoría de las
Estructuras, me han
permitido profundizar en
las carencias de la
atención al niño como un
ser integral, holístico, con
conciencia.

Estas carencias son


grandes a todos los
niveles. Socialmente,
educativamente y familiarmente se tiende a la atención de los planos
físico y mental, pero se dejan de lado los planos emocional y
trascendente, quizás pensando que “eso no es cosa de niños” o “¡qué
problema va a tener un niño!”. Pienso que esta actitud ante los niños
es inhibidora de su profunda naturaleza emocional.

Por eso, con la perspectiva de muchas horas formando a otras


personas para que atendiesen al mundo emocional de sus hijos,
alumnos y pacientes, os traigo mi reflexión sobre la necesidad de
considerar a los niños desde una mirada diferente, que si bien ya se
empieza a hacer, creo que hace falta un salto cualitativo y
cuantitativo si queremos que nuestros niños se desarrollen y afronten
su vida actual y de adulto de manera saludable tal y como lo entiende
la Terapia Floral, como la consecuencia de atender y mantener la
coherencia entre el propio alma y la personalidad.
La atención al desarrollo
de la conciencia en las niñas y
niños no es una idea nueva,
ha estado presente a lo largo
de la Historia en aquellas
personas y grupos en los que
el mundo de las emociones y
la trascendencia formaban
parte de su vida. Baste como
ejemplo las siguientes citas:

“Sin lugar a dudas, es


importante desarrollar la
mente de los hijos. No
obstante, el regalo más
valioso que se les puede dar
es desarrollarles la
conciencia.”
John Gay, poeta (1685-1732)

“La conciencia es la presencia de Dios en el hombre.”


Víctor Hugo, escritor (1802-1885)

Desde esta perspectiva, he vinculado el desarrollo de la


conciencia en el niño a la atención y vivencia ión de una serie de
cualidades en los diferentes planos del ser.

El plano físico-etérico es, como sabéis el cuerpo con sus células,


órganos y sistemas, todo lo que lo conforma. El plano etérico es la
energía que anima a la carne.

El plano físico-etérico es el cuerpo y su energía, el vehículo que


permite la experiencia encarnada del ser. Es la manera que la
Totalidad ha concebido para posibilitar la vivencia, la experiencia en
este planeta.

En el caso del ser humano, esa experiencia vital que es la vida


creo que tiene como sentido y finalidad el aprendizaje y la
comprensión, para lo que es necesario el desarrollo de la conciencia
de Sí, paso previo según Jung para el desarrollo de la conciencia del Sí
Mismo. En la obra publicada recientemente “Clínica y Terapia Floral.
Teoría de las Estructuras” se asemeja “conciencia de Sí” a
“conciencia” y “conciencia de Sí Mismo” a “consciencia”, de esta
manera lo expresaré ya que este trabajo está fuertemente vinculado
a dicha Teoría.
Como dije anteriormente, cada uno de los planos que
conforman al niño tiene una cualidad a la que es imprescindible
atender si se quiere propiciar el desarrollo de la conciencia.

La cualidad del plano físico-etérico para el desarrollo de la


conciencia es LA LIBERTAD. La libertad entendida no como la
posibilidad de hacer cualquier cosa en cualquier momento y con
cualquier consecuencia.

La libertad entendida como la posibilidad de vivir las


experiencias vitales en la niñez sin el continuo “estar encima” de los
padres, los maestros y la propia sociedad, permitiendo que los
procesos naturales de exploración y aprendizaje hagan su función en
los “cachorros de humanos”. Cuando en un documental de la segunda
cadena de televisión, esa que todos vemos cuando hacen estadísticas
en la calle, vemos a unos cachorros salvajes jugar entre ellos,
pelearse, caerse, revolcarse o morder las orejas de sus padres nos
encanta, nos enternece, nos conmueve, pero cuando son nuestros
niños la cosa cambia.

Entonces todo es “ten cuidado no te caigas”, “a ver si dejáis de


pelearos y jugáis en silencio”, “¡pero hijo, no te revuelques en la
arena!”. ¿Por qué estas acciones en los niños no nos enternecen?,
¿por qué tantas veces frenamos la expresión natural de la naturaleza
infantil?

Cuando hablo de la libertad hablo de permitir la expresión


natural no sin límites, pero sí sin permanentes limitaciones, fruto de
las proyecciones del mundo interior adulto, de las “buenas
costumbres” o de modelos repetidos durante generaciones que no
responden a las verdaderas necesidades de los niños sino de los
adultos.

Es en el ámbito del cuerpo donde la experiencia física,


emocional o psíquica es posible, ya que si no existiésemos como
seres con cuerpo la vivencia de la experiencia, tal como se concibe,
no se daría. Sin embargo, ¿de qué sirve esa posibilidad del plano
físico-etérico si no se permite su expresión?

La dimensión física propicia y permite la vivencia, sin ella no


podría ser, así que la LIBERTAD en el plano físico es la cualidad
necesaria para la exploración, el aprendizaje y la comprensión que
llevarán al desarrollo de la conciencia.

El plano emocional lo conforma todo lo relacionado con las


emociones, que son un elemento principal de atención para la Terapia
Floral, sin embargo no hay que olvidar que la emoción está vinculada
al cuerpo pues en él se materializa como química en las hormonas, en
los neuropéptidos y en otros soportes físicos-químicos.

El plano emocional acompaña de manera inseparable a la


vivencia. Es a través del plano emocional que el niño experimenta la
vivencia en todos los matices que le es posible. Es el acto vivo. El
plano emocional del mundo de cada uno es el que diferencia la
interiorización de la vivencia y el que la dota de los matices que la
hacen diferente. Podría hacerse la metáfora de que el plano
emocional es la paleta de colores con que cada uno colorea la
experiencia en el mundo interno, en el propio mundo, y esa paleta de
colores nunca es igual para todos, sino que se conforma con infinidad
de tonos y matices.
La cualidad que considero necesaria para que el plano
emocional propicie el desarrollo de la conciencia en el niño es LA
EXPERIENCIA y, a poder ser, la vivencia completa y plena de la
EXPERIENCIA. Pero no estoy aludiendo a la experiencia externa, sino a
la experiencia de la piel hacia adentro, de la experimentación interna
de las vivencias con la mayor gama de matices posible. Esto implica
que los esquemas, los modelos desde los que el niño percibe la
experiencia externa, para convertirse en experiencia interna, han de
ser amplios, flexibles, abiertos, cambiantes, demandantes de
nutrición, no esquemas restrictivos, inhibidores y mutiladores de la
propia naturaleza. Creo que está en la voluntad de los adultos y los
sistemas que rodean al niño la posibilidad de permitir una mejor
nutrición del mundo emocional.

La dimensión emocional acompaña y matiza, consciente o


inconscientemente a las vivencias.

Cuanto más consciente se sea de la propia vida emocional, de


los colores con los que se pinta la vivencia interna de la experiencia,
más conciencia se tendrá sobre la propia naturaleza, cuestión que
Bach proponía como elemento fundamental para la coherencia y la
salud.

El plano mental está relacionado con la mente, cuyo soporte


físico no debe restringirse solamente al cerebro y el sistema nervioso
sino a aspectos mucho más profundos de la naturaleza humana.

El plano mental es la mente, tiene como función, además del


mantenimiento operativo de la vida, la gestión de la experiencia y la
recogida de la información para
crear nuevos modelos de
relación interior y exterior.
Según ciertas líneas de
pensamiento, el plano mental es
el primero que se desarrolla en
el sujeto tras la intervención del
plano causal. Esto le confiere
una naturaleza más sutil que los
otros planos vistos hasta ahora
y una homeostasis quizás más
compleja. Sin embargo, la
atención que actualmente se
mantiene sobre el plano mental
restringe sus capacidades a
aspectos concretos y limitados,
empobreciendo sus
posibilidades y su potencialidad.
La cualidad que considero natural en el plano mental para el
desarrollo de la conciencia es La Responsabilidad. Si bien pudiera ser
que el conocimiento no necesariamente vaya acompañado de
responsabilidad, la comprensión sí conlleva en su naturaleza la
responsabilidad. ¿Cuál es la diferencia que hago entre conocer y
comprender? La respuesta, sencilla de conocer, quizás sea algo más
compleja de comprender: conoce la mente, comprende el alma.

La responsabilidad en el ser, en el niño, viene dada por la


comprensión que aporta el conocimiento cuando éste ha sido
integrado en la propia vida, como diría el maestro Eduardo Grecco:
“cuando el conocimiento ha sido encarnado”.

A mayor comprensión mayor responsabilidad se adquiere


respecto a la vivencia y futuras experiencias en el mismo campo de
información, lo que no quiere decir que dicha responsabilidad se
asuma.

Conozco muchos adultos que dicen comprender, sin embargo


no veo que asuman la responsabilidad que conlleva. Mi impresión es
que, o bien no comprenden, o bien no son adultos. Me inclino por esta
última opción.

La Dimensión mental gestiona y extrae el conocimiento con el


fin de proporcionar información al proceso de desarrollo de la
conciencia.

El plano trascendente, tal y como aquí se valora, tiene que ver,


como la propia palabra expresa, con algo que trasciende a la
naturaleza física, emocional y mental, pero no a la naturaleza
humana, ya que el ser humano no sería tal sin su naturaleza
trascendente.

El plano trascendente o causal es el alma. Es importante no


olvidar que el alma es una entidad de naturaleza procesal y que su
permanente proceso se configura en virtud de la experiencia del ser
en el que habita. Los niños son almas en proceso y lo que alimenta
ese proceso son las relaciones y las experiencias. De esta forma la
libertad, la experiencia y la responsabilidad son nutrientes
fundamentales tanto para el cuerpo como para el alma.
Pero… ¿cómo definir el alma relacionándolo con el desarrollo de
la conciencia? Alice Bailey en su obra “El Alma: la cualidad de la vida”
dice lo siguiente:

“Se puede definir al alma como ese aspecto significativo en


cada forma (creado por la unión del espíritu y la materia) que siente,
registra percepción, atrae y repele, responde o no, y mantiene todas
las formas en una constante actividad vibratoria.”

El Alma posee actividad vibratoria, el Alma es vibración, es


ritmo, es proceso y todo ello forma parte de la naturaleza del niño,
que en su tránsito hacia la consciencia precisa de la conciencia como
vía de acceso.

La cualidad del alma es, en una parte del proceso hacia la


trascendencia, LA CONCIENCIA. Desde la conciencia y la conciencia
de sí, consecuencia del proceso de individuación, el alma aprehende
el conocimiento de la mente y lo torna sabiduría para mantener en
marcha su proceso de completud, respondiendo a su naturaleza
procesal y a las finalidades últimas de la vida, el aprendizaje y la
comprensión.
El Espíritu:
LA TOTALIDAD UNA

Plano causal:
el alma, la sabiduría,
LA CONCIENCIA

Plano mental:
Plano emocional:
la gestión, el conocimiento,
la emoción,
LA RESPONSABILIDAD
el sentimiento,
la vivencia,
LA EXPERIENCIA Plano físico-etérico:
el cuerpo, la sensación, lo encarnado,
LA LIBERTAD

Como podéis ver en la imagen los diferentes planos tienen sus


características y le he añadido la cualidad que propiciará el desarrollo
de la conciencia y, posteriormente, hacia la consciencia.

En el Plano físico-etérico las características son el cuerpo, la


sensación, lo encarnado. La cualidad es LA LIBERTAD.

En el Plano emocional: la emoción, el sentimiento, la vivencia, la


cualidad LA EXPERIENCIA.

En el mental: la gestión, el conocimiento, la cualidad LA


RESPONSABILIDAD.

Y en el causal: el alma, la sabiduría, la cualidad LA CONCIENCIA.

Todo ello, como proceso y en el plazo de muchos “días de


colegio” llevará hasta la consciencia, El Espíritu, LA TOTALIDAD UNA.
Pero los planos que hemos estado definiendo en el niño, con sus
características y cualidades, no se relacionan entre ellos de manera
lineal, sino que están relacionados en un orden integral y fractal hasta
iniciar el tránsito hacia la Totalidad. Al relacionar de manera integral
todos los planos resulta una figura que, a muchos de nosotros, nos
será familiar.

Como podéis ver, lo comentado hasta ahora se puede vincular


al triángulo de la personalidad del árbol sefirótico, el árbol cabalístico
de la vida. Sin embargo, en principio, el trabajo para el desarrollo de
la conciencia no estaba inspirado en ello, solamente a posteriori me
pude dar cuenta que estaba utilizando el mismo concepto que la
cábala para el desarrollo del ser. ¡Vaya causalidad!

Atendiendo al triángulo de la personalidad y vinculándolo al


alma como elemento central podemos crear la imagen del ser con
todos sus planos (cuerpo, emoción, mente y alma), y al sustituir cada
plano por la cualidad que precisa para el desarrollo de la conciencia
nos queda lo que ahora podéis ver en la imagen.

El triángulo conformado por la LIBERTAD, la EXPERIENCIA y la


RESPONSABILIDAD, vinculado a la CONCIENCIA como proceso del
alma en la búsqueda de la CONSCIENCIA para la transmutación
espiritual.

Este proceso no se da de manera lineal, sino en una dinámica


espiral de niveles de complejidad creciente u holones. Cada giro
ascendente de la espiral marca el despertar de una versión más
elaborada sobre lo que ya existe en un momento dado. La espiral
ascendente y ampliable del niño consiste, por tanto, en una cadena
enrollada de sistemas de valores, visiones del mundo y actitudes que
son, cada una, producto de su momento y condiciones. Si
constantemente se repite lo mismo, la vida se transita en una suerte
de trayectoria circular en la que el final vuelve a ser el principio.
Desde la libertad, la experiencia y la responsabilidad la trayectoria
sigue siendo circular pero en un proceso permanente de ampliación
en el que el final no coincide con el principio sino que se ha
desplazado ampliando la superficie experiencial y convirtiendo al
círculo en una espiral, la espiral de la vida, pero esta vez con un poco
más de conciencia. Esto es algo que se puede aprender, igual que se
aprende a estar limitado.

Las etapas de desarrollo de la conciencia en el niño son


similares a las del desarrollo de las sociedades. En la interesante
teoría de la Dinámica Espiral de Clare Graves, en cuyo trabajo se
fundamentan algunas de las reflexiones de Ken Wilber sobre el
desarrollo de la conciencia se establecen, al menos, ocho etapas del
desarrollo de la conciencia en el individuo en base a los siguientes
valores:

Nivel 1. Instinto de supervivencia, en la imagen relacionado con


la conciencia arcaica.
Nivel 2. Protección y magia, relacionado con la conciencia tribal.
Nivel 3. Impulso y poder, relacionado con la conciencia
guerrera.
Nivel 4. Propósito y orden, relacionado con la conciencia
tradicional.
Nivel 5. Razón y éxito, relacionado con la conciencia
modernista.
Nivel 6. Sensibilidad y relativismo, relacionado con la conciencia
postmoderna.
Nivel 7. Integración y responsabilidad, relacionado con la
conciencia integral.
Nivel 8. Holístico y planetario, relacionado con la conciencia
postintegral.

En la línea de trabajo de la Teoría de las Estructuras, este


desarrollo en espiral está relacionado con la Ruta Solar, es decir, con
el tránsito ampliador de la conciencia a través de los siete grupos, tal
como Bach clasificó las tipologías, y a través de cada una de las
treinta y ocho estructuras que los componen, en las cuales Luís
Jiménez ha profundizado como se pone de manifiesto en su obra.

Cada vuelta de la espiral es un transitar por todas y por cada


una de las 38 estructuras, teniendo la oportunidad de explorar el
territorio psicoemocional, atendiendo más a aquellas estructuras en
las que hay mayor necesidad de avance y aprendizaje, siendo éstas
las que, en un momento dado, pueden ser identificadas como
predominantes por la limitación, tensión o conflicto con que se viven.

Esta tendencia al aprendizaje en las estructuras implica una


dinámica de autotrascendencia dual, ya que la exploración del campo
de información de dicha estructura propicia la vivencia de sus
contenidos en todo el espectro, es decir, desde lo más limitado a lo
más evolucionado, desde lo más instintivo a lo más trascendente y en
todos los planos.

Partiendo de la premisa de que la vida tiene como finalidad


última el aprendizaje y la comprensión, y que la misma vida se
expresa y desarrolla en un ámbito de estructuras que permiten la
exploración y experimentación, la actitud o intención con la que el
niño impregna sus experiencias puede favorecer o limitar el proceso
de evolución. Además, cada uno de los planos tiene su propio ritmo,
así como cada niño o niña. Hay que tener muy en cuenta los ritmos
ya que tanto el defecto como el exceso se alejan de la virtud, y por
tanto de la armonía y el equilibrio.
Ciñéndonos al ámbito de lo humano se puede definir una
estructura como:

“El campo de información experiencial, emocional, energético y


vital que cada persona transita, a lo largo de su vida, en una
dinámica de evolución personal que, de manera consciente o
inconsciente, es realizada como respuesta a la finalidad última de la
vida, el aprendizaje y la comprensión”.

Esta definición de estructura aparece en la página 117 del libro


“Clínica y Terapia Floral. Teoría de las Estructuras” de la Editorial
Índigo.

De la vivencia nace el conocimiento, del conocimiento, tras su


reposo, nace la sabiduría y de ésta la ampliación de la conciencia en
la estructura.

La actitud vital y los aprendizajes


favorecerán (o no, según se vivencie) un
mayor grado de conciencia,
responsabilidad y libertad. El
reconocimiento de las estructuras
psicoenergéticas-emocionales que
propician la exploración, la experiencia y
el aprendizaje, en el proceso vital del
niño, es un factor fundamental en la
consecución del objetivo de aprendizaje
y evolución.

“El individuo, sin embargo, es


generalmente tan ignorante que
desconoce en absoluto sus propias
posibilidades de elección y por esta
razón busca siempre angustiosamente
las reglas y leyes externas en que poder confiar en su desorientación.
Visto desde la insuficiencia humana general, una gran parte de culpa
reside en la educación, que se orienta exclusivamente a lo que se
sabe en general, pero no trata de lo que es experiencia personal del
individuo”.
(“Recuerdos, sueños, pensamientos”, pág. 386. C. G. Jung,
Editorial Seix Barral, 2008)

La educación actual de las niñas y niños atiende,


fundamentalmente, a los planos mental y físico, dejando de lado el
plano emocional. Esto implica no sólo ignorancia sobre el propio ser,
sino un desarrollo no armónico del niño que, el día de mañana, se
convertirá en un adulto ignorante de su mundo emocional y de la vía
que puede suponer para ampliar la conciencia sobre su vida.

En palabras de Osho: “La profundidad y el sentido de tu vida


serán proporcionales a tu nivel de conciencia”.

Edward Bach, a través de su Terapia Floral, y de la filosofía que


en ella subyace, invita al ser humano (también a las niñas y niños) al
autoconocimiento, es decir, a dotar de “profundidad y sentido a la
vida”, atendiendo al mundo emocional y al trascendente, a la
desarmonía y a la congruencia entre Alma y personalidad.

La idea aquí presentada tiene como intención trasladar a las


niñas y niños, en su vida cotidiana, de forma sencilla y práctica, los
principios filosóficos fundamentales de la Terapia Floral y de la Teoría
de las Estructuras, para que, poco a poco, aprendan a conocer y
transitar por su mundo emocional como hecho fundamental en el
desarrollo de su personalidad, su conciencia y su Alma.
La atención permanentemente centrada en los planos físico-
etérico y mental no sólo permiten el desarrollo del yo como parte de
un proceso más amplio en la evolución del niño, sino que, a menudo,
lo densifican de tal modo que se impide el proseguir del propio
proceso dejando de lado la dimensión emocional, impidiendo la
atención y el desarrollo de las cualidades propias de esta dimensión,
fundamentales para el desarrollo de la conciencia.

Una vía para el desarrollo de la conciencia es la atención,


reconocimiento, comprensión y equilibrio de las experiencias del
propio mundo emocional.

¿Por qué atendiendo al plano emocional se puede desarrollar la


conciencia?

Desde la perspectiva planteada en la Teoría de las Estructuras


la conciencia es el reconocimiento del “sí mismo” en la personalidad,
es decir, el autoconocimiento. Pero este autoconocimiento ha de
abarcar, para el niño, las dimensiones física, emocional y mental, y
más tarde, cuando tenga capacidad para ello, la trascendente.

Las experiencias son vivenciadas en función del grado de


desarrollo de la conciencia del niño. Por ello, la experiencia nunca es
percibida de manera completa, sino filtrada y limitada por el grado de
conciencia.

¿Cómo ampliar el marco de vivenciación de la experiencia?,


atendiendo al ámbito emocional que la acompaña, la matiza, la
colorea y le da un tipo de contenido.

La emoción pone de manifiesto aquellas estructuras que


predominan durante la experiencia, aportando información e
indicando si el tránsito por el espectro psicoemocional de la
estructura se realiza de manera fluida o se produce algún tipo de
bloqueo emocional que dificulta la integración de la experiencia.
Aprender para comprender, comprender para trascender la
conciencia en el tránsito hacia la consciencia es el objetivo del
autoconocimiento.

Desde una perspectiva de tránsito y exploración de la


estructura, la emoción acompaña a la experiencia dotándola de
matices, valor y significado. En el caso de no completar la experiencia
la emoción permanece como huella de lo no completado, de lo no
aprendido, afectando hasta tal punto que se puede convertir en una
actitud, en un hábito que dé forma al carácter.

En palabras de Krishnamurti: “Cuando vivís una experiencia por


completo, totalmente, ¿os habéis dado cuenta de que no deja
ninguna huella? Sólo las experiencias incompletas dejan su marca,
dando continuidad a un recuerdo que se autoalimenta.”

Así, la experiencia
incompleta se desvanece en el
proceso temporal del consciente
pero la emoción que
acompañaba a la experiencia
queda anclada como huella de lo
no aprendido. Este anclaje
puede ser inconsciente o
consciente. En el plano
inconsciente el tiempo no existe
como proceso, no hay
posibilidad de pasado, todo es
ahora. Es esta huella emocional,
en la atemporalidad del inconsciente, la que pone de manifiesto lo no
aprendido como demanda del proceso de desarrollo.

Antes de continuar quizás sea necesario aclarar la


diferenciación que, en esta línea de trabajo, y dentro de la Teoría de
las Estructuras, se hace entre conciencia y consciencia.

La conciencia es el reconocimiento del “sí mismo” en la


personalidad, la sensación de yo que nos permite sentir la vida y
contemplarla.

Podríamos decir que la conciencia es lo que implica la presencia


de la identidad, del Yo, manteniéndose el Alma identificada con la
“conciencia de sí misma” de la personalidad. Y, como anteriormente
señalé, se manifiesta en diferentes grados que en la Dinámica Espiral
de Clare Graves se denominan “niveles de subsistencia”.

La consciencia “Es” por sí misma, no necesita “yo personal”,


individual y separado que la contemple para “Ser”.

Podríamos decir que la consciencia y Dios, para el hombre, son


la misma entidad. Y, según la Dinámica Espiral, se manifiesta en los
niveles del Ser.
“Cuanto más consciente se es de las capas conscientes, más
emergen a la superficie las ocultas; si las capas conscientes están
confusas y perturbadas, entonces las capas de la conciencia no
pueden proyectarse a la conciencia, salvo a través de los sueños”.
Krishnamurti.

En esta afirmación del


gran maestro Krishnamurti
queda constancia de la
necesidad de atender,
armonizar, equilibrar y tomar
conciencia de la propia
conciencia, no de manera
superficial y para la simple
subsistencia, sino de manera
profunda, para poder
desarrollar el Ser.

La atención a todos los


planos en la infancia, la niñez
y la juventud es fundamental
para el desarrollo del yo como
centro, es decir, para
desarrollar la conciencia de sí,
paso fundamental para la
individuación, el nacimiento
del individuo como ser
indivisible y completo.

Desde la perspectiva aquí presentada, toda experiencia va


acompañada, consciente o inconscientemente, de un marco
emocional. En el ámbito de la Teoría de las Estructuras se establecen
38 campos o estructuras emocionales organizadas en 7 grupos tal y
como Edward Bach lo estableció y ya señalé anteriormente.

Cada uno de los grupos contempla un tipo concreto de


emociones enmarcadas en un espectro psicoemocional y experiencial
dual, de modo que la vivencia de la emoción implica la exploración
del contenido en todo el espectro. Todo ello invita a vivir la vida en un
continuo acto exploratorio en el que el tesoro a descubrir es la
conciencia de sí para más tarde, a medida que el proceso avance,
alcanzar la consciencia y reconocer el sentido trascendente de la vida
como elemento fundamental de armonía, alegría y salud.
Para terminar, no he querido resistir el impulso de añadir estas
cuatro citas de Jung, pertenecientes a su libro de memorias ya citado
anteriormente y que siempre es de gran inspiración para mí.

“Mi vida es la historia de la


autorrealización de lo inconsciente. Todo
cuanto está en el inconsciente quiere
llegar a ser acontecimiento, y la
personalidad también quiere
desplegarse a partir de sus condiciones
inconscientes y sentirse como un todo”.
(17)

“Vosotros no sabéis que Dios


quiere que yo haga incluso lo injusto,
que piense en lo prohibido para poder
participar de su gracia”. (59)

“Existen hechos que ciertamente


ignoramos, pero que influyen en nuestra vida y ello tanto más cuanto
más ignorados son”. (114)

“… hay que suponer que, al igual que lo inconsciente actúa en


nosotros, también el incremento de nuestra consciencia influye en el
inconsciente”. (382)

José Antonio Sande


Terapeuta Floral
Maestro

You might also like