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IMPRESIONISMO Y POSTIMPRESIONISMO
1 CONTEXTO HISTÓRICO
2 EL IMPRESIONISMO
3 EL NEOIMPRESIONISMO O PUNTILLISMO
Así pues, para los impresionistas lo fundamental no es lo que pintan (el tema es secundario), sino cómo lo
pintan.
Como antecedentes del Impresionismo podemos citar a los paisajistas románticos ingleses Turner y
Constable, a los pintores realistas por su aproximación a una interpretación “realista” del paisaje, y a los
trabajos de la escuela de Barbizon “au pleiu air” (al aire libre). Y no nos podemos olvidar como precedente
del Impresionismo la obra de Goya “La lechera de Burdeos”, en la que el genial maestro busca el efecto de
la pincelada suelta.
Sin embargo, la aceptación de la tendencia impresionista no fue inmediata, por lo que la ausencia
de ventas provocó una auténtica miseria para algunos de sus practicantes. No será hasta 1887-1890
cuando pueda decirse que el Impresionismo es admitido. Entre 1890 y 1900 el éxito comercial lo
consagrará.
EDOUARD MANET será el primero que evolucione, abandonando la estética academicista de sus
primeras obras. Encabezará la escuela impresionista hasta 1870, en que el liderazgo será tomado por
Monet. Pueden hallarse ya muchos de los fundamentos del impresionismo en su obra ALMUERZO SOBRE
LA HIERBA. Aunque lejanamente, se inspira en el Concierto campestre de Giorgione, interpretado de
forma realista. Sin embargo, lo que provoca un fuerte impacto en el público no es el tema, sino la visión de
la luz y la composición que nos ofrece Manet. La luz se representa como una mancha tonal clara que
contrasta violentamente con las zonas de sombra, mediante manchas de color yuxtapuestas y sin
gradaciones. Lo que le interesa es reflejar la impresión de la luz sobre la escena.
Pero ya hemos dicho que CLAUDE MONET es quien verdaderamente define el impresionismo. Lo
mismo que todos los pintores impresionistas, Monet se formó en el realismo, aunque tras evolucionar hacia
el impresionismo, le será fiel hasta el fin de sus días. Monet nos muestra en diferentes series de cuadros
como LA CATEDRAL DE ROUEN, ACANTILADOS, NINFEAS etc., el efecto cambiante de la luz solar en las
diversas horas del día, así como en las diferentes circunstancias atmosféricas. Otras obras suyas son
IMPRESIÓN, SOL NACIENTE (que dio nombre a la corriente pictórica impresionista de fines del siglo XIX) y
LA ESTACIÓN DE SAINT- LAZARE.
EDGAR DEGAS prefiere los interiores al aire libre. Se consagra a pintar bailarinas ensayando y en
escena. Detiene la luz en lo instantáneo y demuestra que el impresionismo no está reñido con la luz
artificial. Se muestra interesado por el escorzo y el movimiento, reflejando una gran variedad de
actitudes. Todas estas características se reflejan en sus obras LA CLASE DE DANZA y FINAL DE UN
ARABESCO.
El principal representante del impresionismo español es JOAQUÍN SOROLLA, aunque aparece con
retraso respecto al impresionismo francés, porque cuando nace Sorolla ya está en marcha el
impresionismo. Nadie ha pintado como Sorolla el reflejo vidriado de los cuerpos mojados de los NIÑOS EN
LA PLAYA.
3 EL NEOIMPRESIONISMO
La técnica impresionista determina la aparición, a fines del siglo XIX, del NEOIMPRESIONISMO O
PUNTILLISMO. Consiste en aplicar el color mediante puntos diminutos de color puro que se
fundirán en la retina del espectador. Los colores se atomizan y son como pequeños puntos en el lienzo, tal
como lo vemos actualmente en la pantalla de los televisores, obligando, por otra parte, a encontrarse a una
cierta distancia para la debida percepción de la calidad de una obra. Estos cuadros semejan mosaicos. Pero
se opondrán al impresionismo por su despreocupación por el volumen: renuncian a los perfiles.
Esta tendencia tuvo una vida corta porque requería una paciente elaboración y una firme disciplina.
Destacan Signat y SEURAT. De este último podemos destacar su obra LA TARDE DE DOMINGO EN LA
ISLA DE LA GRANDE JATTE .
Esta tendencia coexiste ya con la actividad de los iniciadores de la pintura del siglo XX, Cézanne, Van
Gogh y Gauguin, dentro del postimpresionismo.
4 EL POSTIMPRESIONISMO
Los pintores de esta tendencia coexistieron a fines del XIX con el movimiento impresionista en boga.
Suponían una renovación, por lo que fueron rechazados. Su origen lo encontramos en la fuerte
oposición que muestran al carácter fugaz de la representación impresionista, por cuanto ésta capta
sólo el aspecto superficial de los objetos en una visión momentánea, a tenor de la fugacidad de la luz solar,
cambiante en cada momento. Estas criticas han de conducir a la búsqueda de un lenguaje artístico que
supere la superficialidad de esta visión instantánea. Es el POSTIMPRESIONISMO, caracterizado por:
a) la recuperación de la importancia del dibujo.
b) la preocupación por captar la expresividad de las cosas (no sólo la luz). Consideran que es
tan importante la forma como el contenido que quieren expresar a través de sus obras,
buscando, ante todo, una pintura que exprese sensaciones interiores.
c) se acomete el análisis de las formas sobre las que la luz incide.
Hoy, con la perspectiva histórica adecuada, percibimos su verdadera importancia, pues sin ellos
posiblemente la pintura de nuestro tiempo hubiera evolucionado en otra dirección. Así ocurre cuando
consideramos la pintura de Cézanne, Van Gogh y Gauguin como los pintores más significativos del último
tercio del siglo XIX, que marcan las directrices de la pintura contemporánea.
Por una parte, PAUL CÉZANNE (1839-1906), pretende un arte basado en figuras sólidas, buscando
las formas geométricas que subyacen de manera permanente en todos los objetos de la naturaleza.
Una montaña puede ser esquematizada con una pirámide (LA MONTAÑA SANTA VICTORIA), un árbol con
un cilindro, y un fruto con una esfera, pues, como dice el propio Cézanne, el pintor que sepa pintar un
cono, un cilindro y una esfera, sabe pintar la naturaleza. En esta teoría se fundamentan algunos aspectos de
la tendencia abstracta de la pintura contemporánea, como el Cubismo y otras posteriores. Otra muestra de
esta geometrización de las formas lo tenemos en LOS JUGADORES DE CARTAS.
Frente a este criterio se halla la pintura concebida para adentrarse en el alma del espectador a través del
medio cromático. Su máximo representante es VINCENT VAN GOGH (1853-1890). Los colores se
convierten en medios expresivos, significantes, que van más allá de la sensación óptica de la realidad
visual, pues lo que interesa es su significación y la emoción que se despierta en el espectador. A
través del color plasma sus emociones, su aungustia. Las líneas son simplificadas, con pinceladas
cursivas que parecen imitar acentos. Estas características se aprecian en sus obras LA IGLESIA DE
AUVERS, LA HABITACIÓN DE VAN GOGH EN ARLES, LOS GIRASOLES o NOCHE ESTRELLADA.
Con PAUL GAUGUIN (1848-1903), se produce en la pintura contemporánea la ruptura con la tradición
de las figuras y temas del mundo occidental, dando cabida a un mundo exótico como el de Tahití. La
causa de esto es que Gauguin aborrecía la civilización, estando obsesionado por encontrar un mundo
distinto en que los seres naturales (pertenecientes a un mundo primitivo sencillo, no contaminado por el
progreso: el paraíso perdido) le permitieran componer cuadros que reconstituyeran una imaginería
poética. Mundo que encontrará en la Polinesia, donde se refugiará. Mediante líneas y colores,
preferentemente planos, se utiliza una nueva perspectiva en la que lo representado es el pretexto para
cautivar al espectador con un nuevo lenguaje pictórico y una valoración de las composiciones y temas no
enraizados en la cultura occidental. Extiende el color puro en superficies extensas, armonizando las
masas cromáticas. Composiciones simplificadas, estáticas, con recuerdo a la pintura egipcia. A medio
camino entre el Impresionismo y el Fauvismo. Ejemplo de su obra es ¿DE DÓNDE VENIMOS? ¿QUIÉNES
SOMOS? ¿ADÓNDE VAMOS? o LA ORANA MARÍA.
En LA VISIÓN DESPUÉS DEL SERMÓN, representa un grupo de mujeres bretonas que contemplan una
aparición: la lucha bíblica de Jacob con el ángel, que se desarrolla al fondo. El árbol central divide la
composición diagonalmente en dos zonas claramente diferenciadas: la lucha representa el mundo
sobrenatural y las bretonas que contemplan la pelea, el mundo real.