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AÑOS DE ABUNDANCIA, AÑOS DE HAMBRUNA

José siempre ha sido uno de mis líderes favoritos de la Biblia. Su vida tipo montaña rusa que lo llevó de
ser el hijo favorito a esclavo, de mayordomo de la casa a prisionero y después a Segundo de Egipto, es
asombrosa e inspiradora. La culminación de su historia en Génesis 50:20 ofrece esperanza a cualquiera
que esté atravesando por momentos difíciles: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó
a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.” ¡Qué gran ejemplo de Dios
poniéndose a trabajar en los asuntos de los hombres para cumplir sus propósitos finales!

Últimamente he ponderado la historia de José desde una perspectiva diferente – lecciones que se
soportan desde un punto de vista financiero. El punto decisivo de su experiencia en Egipto ocurrió cuando
interpretó dos sueños para el Faraón. Se dio cuenta que Egipto experimentaría pronto siete años de
abundancia, seguidos de siete años de hambruna. José supervisó las preparaciones durante los años de
abundancia, para que la gente pudiera sobrevivir durante los años de hambruna.

No estoy hacienda una predicción, pero me he preguntado que pasaría si las naciones que hasta ahora
han experimentado gran prosperidad se enfrentaran próximamente a un escenario de “años de
abundancia, años de hambruna” – por cualquier razón. Si consideramos que eso es remotamente posible,
seríamos sabios al considerar las implicaciones personales de la historia de José y empezar a
prepararnos ahora mismo, durante los años de continua abundancia, por si se presentan años difíciles en
el futuro.

Por más de dos décadas, muchas naciones – particularmente en el Occidente – han experimentado una
extraordinaria prosperidad económica. Por ejemplo, desde 1982, los E.U. han vivido solo dos cortas y
leves recesiones de nueve meses de duración cada una. ¿Qué tan inusual es esto? ¡Considere que de
1900 a 1982 hubo 19 recesiones, con una distancia promedio de solo 3.5 años entre ellas! Además del
fuerte crecimiento económico, las enormes oleadas en los mercados financieros y en los avalúos de las
casas han favorecido el aumento en la riqueza personal y nacional. No cometa el error: La reciente
economía y el increíble grado de prosperidad que ésta ha producido han sido muy inusuales.

Idealmente, debimos haber tomado ventaja de tal abundancia


financiera para prepararnos, personalmente y como nación,
para futuras tormentas financieras. Tristemente, ha ocurrido lo
opuesto. Considere algunas estadísticas contundentes:
En 1982, los pagos para cubrir la deuda familiar requerían un
poco más de un dólar de cada $10 del ingreso neto. Para 2005,
esa proporción se incrementó a casi $1 de cada $7. Las banca-
rotas personales se dispararon en un 31.6% en el 2005. Solo en
ese año, 1 de cada 53 familias se presentaron en bancarrota.
La taza nacional de ahorro cayó en -0.5% el año pasado, la primera vez desde el periodo 1932-1933, que
los consumidores gastaron más de su ingreso neto, cuando la Gran Depresión estaba embravecida.

Las noticias no son para nada mejores a nivel nacional, con déficit anticipados en varios servicios sociales
que están siendo documentados apropiadamente. Aún cuando hemos atravesado por una reciente
prosperidad, no se han puesto en marcha esfuerzos serios para corregir estos problemas.

La Biblia es clara en sus advertencias sobre la deuda. Observando las estadísticas financieras y las
tendencias, es más fácil ver el potencial de un trastorno económico viniendo en algún momento en el
futuro próximo. Afortunadamente, Dios nos ha dado principios que nos muestran cómo prepararnos
durante los restantes años de abundancia: Trabajar diligentemente para liberarse de la deuda, construir
una reserva de ahorro para emergencias, invertir para el futuro, y diversificar las inversiones ampliamente.

José ahorro sabiamente el 20% de la cosecha del grano, y


estuvo en posibilidades de salvar no solo a Egipto durante la
hambruna, sino también a las naciones vecinas. Esta debe ser
nuestra meta – ser administradores fieles mientras los tiempos
son buenos, como una preparación para cualquier tiempo
difícil en el futuro. Al demostrar una mayordomía sabia y fiel en
este sentido, nos encontraremos siendo usados, al igual que
José, como instrumentos de la libertad de Dios en tiempos de
angustia. “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y
sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor,
prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento.” (Proverbios 6:6-8)

Mark Biller es el editor en jefe del “Sound Mind Investing” una publicación electrónica y sitio web de
planeación financiera. Usted puede leer más acerca de “Sound Mind Investing” y sus principios de
inversión en www.soundmindinvesting.com.

Preguntas de Reflexión y Discusión

1. ¿Cómo lo hace sentir la advertencia de este “Maná del Lunes” – nervioso, enojado, motivado a tomar
algún tipo de acción, aprensivo, escéptico? Explique su respuesta.

2. Ninguna sociedad ha gozado de una perpetua e incesante prosperidad. Como dice el antiguo refrán,
“toda cosa buena tiene un fin” – incluyendo los tiempos de un gran avance económico. ¿Usted cree que
sea sabio prepararse para un eventual descenso, o cree usted que esto sea pesimista o incluso inútil?

3. Mark Biller sugiere cuatro pasos que podemos seguir durante los años de prosperidad para
prepararnos para tiempos que sean menos prósperos económicamente: trabajar para salir de las deudas,
construir una reserva de ahorro para emergencias, invertir en el futuro, y diversificar las inversiones
ampliamente. ¿Cuál de estas, si hay alguna, sería más útil para usted ahora mismo? ¿Por qué?

4. Como muestra el pasaje citado de Proverbios, las hormigas, ardillas y otros animales demuestran
instintivamente con frecuencia mayor responsabilidad en administrar que la que tenemos, con relación a
la planeación para las necesidades del futuro – tanto como para las del presente. ¿Porqué cree usted que
este sea el caso?¿Usted cree que nos podemos beneficiar al observar el comportamiento de estas
criaturas de inteligencia inferior?

NOTA: Si usted tiene una Biblia y quisiera conocer otros pasajes relacionados con este tema, considere
los siguientes versos:

Proverbios 10:5, 11:4, 15:6, 18:11, 22:7; Mateo 24:42-51, 25:14-30;Lucas 16:10-12

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