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La anorexia:

radiograita de un problema flaco.


La enfermedad de la belleza
(o la insoportable levedad
del "nuncacomer")*

Carlos Gamero Esparza

INTRODUCCIÓN

La eterna historia de un alguien, casi siempre del sexo femenino, general-


mente joven, que siente repulsión hacia su propia figura, que estando delga-
da se ve gorda y opta por no comer, ha sido un hecho recurrente desde anti-
guo en el que sus protagonistas son víctimas de una suerte de acoso psioosocial
-hoy tan devastador como el de ayer- que ha condenado a las mujeres a vivir
una pesadilla sin fin, de la que no pueden huir a menos que cambie el mode-
lo de vida y la actitud imperante. Nuestras modelos delgaduchas, por no decir
menos -imitadas tanto por las divas del espectáculo y eljet set como por sim-
ples vasallas-, son el triste corolario de la realidad del "nuncacomer", y todo
porque a las jovencitas les han hecho creer que si no están a la moda se irán
al infierno del ostracismo y la marginación. Esto ciertamente se ha convertido
en un verdadero problema de salud pública que se desliza entre el silencio indi-
ferente de gobiernos y entes oficiales y el morbo hipócrita de una sociedad que
ha perdido la capacidad de entender sus propias contradicciones.

(Este artículo es una adaptación del reportaje: La insoportable levedad del "nunauomer".
Segunda Patte: Modelo para no comer, publicado en la revista Vivat Academia de la Universidad
Alcalá de Henares. Edición 37.]ulio-agosto de 2002).

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1. "A lAS NIÑAS DE NUESfRAS ESCUELAS SE LES ENSENA QUE DEBEN SER USTAS, GUAPAS
y CAllADAS ... "

Las frías estadísticas indican que la anorexia -y su prima hermana, la buli-


mia- se han convertido en la segunda causa de muerte entre las adolescen-
tes de todo el mundo, detrás del sida y el cáncer. Ella es, pues, la mala de la
película, pues tiene el más alto índice de mortalidad entre las enfermedades
psíquicas. Un estudio, publicado en Roma en el año 2000, reveló que de cada
100 enfermos, 98 son mujeres, y una de cada dos féminas modelos o bailari-
nas sufre de anorexia o bulímia nelViosa, y la mayaña empieza sus
ayunos entre los 14 y 16 años, aunque se sabe de casos de niñas de 12 Ó 13 años,
que tuvieron que, ser tratadas por un especialista porque sus alarmados padres
comenzaron a verlas demasiado flacas y se negaban a comer.

La psiquiatra colombiana Lucrecia Ramírez, quien dirigió un estudio sobre


la anorexia en la Universidad de Antioquia', comentaba que el prototipo de
la modelo famélica se ha convertido en una industria que mueve millones de
dólares.

"En Medellín, por ejemplo -dice- están la mayoría de agencias, hay más de
tres eventos importantes de moda, las niñas se pelean por tener la oportuni-
dad de ser reinas y modelos. Las cirugías, las dietas, los cosméticos, en fin,
la belleza y la moda son consideradas la cuarta industria más grande en el
mundo económico".

Coincide con ella su compatriota, el psicólogo Jaime Escobar, de la Uni-


versidad del Rosario (Bogotá), quien señala que las dietas y las enormes pre-
siones sociológicas por el culto al cuerpo condicionan a que las personas hagan
dietas sin ninguna prescripción médica, que pueden terminar en anorexia.
Para muchas mujeres, su autoestirna parece depender de los esquemas
actuales de estética y belleza, tan así que, durante un sondeo realizado en
Colombia, el 90 por ciento de éstas, de más de 14 años, confesaron haber segui-
do una dieta en algún momento de sus vidas -a pesar de afirmarse que el 95%
de todas las dietas fallan- o se han sometido a cirugía estética inspiradas por
la industria cosmética, una disciplina médica que genera más ganancias en
Estados Unidos. El cine norteamericano, inclusive, con sus clichés de moda, ha
mantenido el ideal que ahora miles de jovencitas siguen desesperadamente.
Unos talleres de reflexión, promovidos hace poco por la "Red de Salud de las

1. Anorexia y bulimia, cuando la vida pierde peso. Infonne de Juan Carlos Jaimes publi-
cado por el portal Terra Colombia. Revisar: http·Uwwwteml mm ro/proyectos/anorexia/

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LA ANOREXIA, RADIOGRAFlA DE UN PROBLEMA FLACO

Mujeres Latinoamericanas y de! Caribe'" concluyeron que la búsqueda irracio-


nal de juventud y belleza responde a la construcción social de lo femenino, que
da al aspecto físico de la mujer más importancia que a su inteligencia o los valo-
res espirituales, y que su cuerpo ha sido convertido en un instrumento de
seducción, un objeto de deseo sexual para los hombres y de poder para la
sociedad. En resumidas cuentas, se trata de un contexto social -evidentemen-
te machista para mayores señas- que exige más a las mujeres una satisfacción
estética que a los varones; las mujeres, entonces, están sometidas a estos cáno-
nes, que las obligan a ser bellas, ya que según los estereotipos sociales, ellas
no tienen derecho a ser gordas o feas sin que las critiquen, mientras que los
hombres si pueden seguir siendo súbditos incondicionales del rry Momo, e! rey
feo ... y nadie les dice nada.

"A las niñas de nuestras escuelas se les enseña que deben ser listas, guapas y
calladas; que su mejor baza es la maternidad conforme, pero que un cuerpo vir-
ginal es un buen arma en la guerra de los sexos (y un peligro en ciertas calles
oscuras). A las que serán nuestras mujeres se les dice que deben parecerse a,
ser igual que, andar como... aprenden a ser reflejos, y el espejo se convierte en
su peor enemigo.
La imagen de una anoréxica tipo es, según la medicina, la de una adolescente
occidental estudiosa, perfeccionista, sin conflictos visibles, de clase media alta
y con la autoestima bajo mínimos. Las razones del comportamiento autodes-
truetivo de estas chicas -que van para estupendas pero se quedan en enfennas-
son varias, y poco tienen que ver con el martirio o la rebelión política. Hoy se
habla de insatisfacción con el propio cuerpo (¿con quién se las enseña a com-
pararse?), de búsqueda de la perfección (¿quién decide lo que es ser perfecta?),
de sensación de control sobre la propia anatomía (tal vez el poder de matarse
no es tan bueno). se culpa a una sociedad de consumo que empuja a las muje-
res a adquirir productos dietéticos, a comprar revistas con modelos imposibles,
a gastar dinero en tiendas de ropa para maniquíes inhumanos, a mantenerse
jóvenes para siempre... Para lograr sus objetivos las jóvenes se remiran vien-
do grasas que no están, pasan horas en los gimnasios quemando lo que ya no
les queda, se niegan a comer, compran,-Ieen, miran escaparates, y se roban a
sí mismas cualquier atisbo de madurez, incluso el de la propia sangre de mujer.
Ante este escenario no se trata de criticar a quienes luchan por reconciliarse con
su imagen incluso hasta la muerte. Se trata más bien de echar una mirada al
mundo adulto al que enviamos a las niñas a diario. De pensar dos veces en qué
cuentos les hemos contado, qué modelos han tenido, si se les ha dicho alguna
vez que son hennosas sólo por existir... se trata ahora de reflexionar sobre si
se les ha enseñado a apreciarse por lo que son, y no por lo que parecen, si
alguien se ha atrevido a sugerirles que pasar de los 40 (kj]os o años, es igual)
no implica haber perdido el poder de enamorar, que comer es un placer que

2. Informe publicado por la "Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe"
(Bogotá-<:Olombia) 200I.

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no deben negarse o que amar el propio cuerpo es tan bello como desear el de
otra persona. Se trata de que, si no hacemos algo pronto, nuestras calles se segui-
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rán llenando de niñas etéreas sin sonrisa encerradas en prisiones de huesos y
dolor" -escribe la psicóloga Morales-'.

2. HAY "GORDAS" EN lA VIDA, NO SÉ ...

Los expertos echan la culpa de esta enfermedad, que es fatal en dos de cada
diez casos, en primer lugar a los estereotipos sociales, a los cánones estéticos
que maneja la industria del 90-60-90, las curvas perfectas. Pero nadie alza la
voz para rechistar, pues hasta para los críticos del "nuncacomer" se está vivien-
do el ambiente social del culto a la esbeltez. Culpan también a las multinacio-
nales de la industria farmacéutica, que han atiborrado las farmacias con medi-
camentos para bajar de peso, para rejuvenecer, supresores del apetito; y París
ha inspirado la industria de las cremas y perfumes, reductoras de grasas y
humectantes faciales, además de colonias y polvos.
Por otro lado, la paranoia ha llegado al extremo de que se tilda de ano-
réxico/a a cualquier hijo/a de vecino que esté flaco/a ... y, aunque no parez-
ca un esperpento humano, le ponen el mote con tal de estar a tono con la
onda lígbt: la industria de los alimentos ligeros -otra "sospechosa" señalada
por los especialista&--, ha colmado los supermercados con sus productos die-
téticos que supuestamente contribuyen a perder peso, a mantener la línea o
a recuperarla ... es la sempiterna comida sin colesterol, integral, vegetariana,
sin grasa, sin azúcar, sin sal, o, en todo caso, sin nada ... la saludable comida
de la cultura dieto
Con los argumentos que tanto seducen los sentidos -pues aquí se ve, se
siente, se huele, se gusta, se palpa- se pretende convencer a los incautos, peor
aún a las incautas, acerca del supremo ideal de la belleza femenina. A esto se
han unido los mass media, quienes prácticamente han reinventado la anore-
xia, la han hecho engañosamente más apetecible, formulando un discurso
audiovisual que finalmente acaba convirtiéndose en un requerimiento psico-
social.
"Ser delgada, flaca, casi anoréxica -escribe la periodista venezolana Eleonora
BruzuaI1- , es hoy, más que una moda una exigencia. Las pasarelas de los des-
files de moda nos envían la imagen de mujeres cadavéricas, casi andróginas, sin

3. Femenino Plural: Prisiones de huesos, Publicado por la revista "Fusión", Barcelona, Julio,
2001.
4. Notable inve~1igadora y comunicadora social, productora de televisión y articulista del
diario "El Universal" de Caracas y el "Nuevo Herald" de Miami. La belleza, una tiranía implaca-
ble, Informe de Eleonora Bruzual publicado en el Portal "Mujeres legendarias", Caracas, Venezuela,
2001.

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formas, planas, pálidas. Esa imagen, vendida hasta la saciedad por la industria
del vestido, la de la cosmetología y secundada por todos los medios de comu~
nicación y las empresas creadoras de súnbolos, hoy tiembla ante la realidad de
ver que se ha cruzado el límite, y las imposiciones de una estética y una moda,
están creando generaciones enteras de mujeres enfermizas tanto física como
mentalmente".

3. PERÚ; UN CASO LATINOAMERICANO

Mi gordita, mi cbancbita, mi tamalito, mi petunia, son algunos de los


motes que muchas jovencitas subidas de peso reciben de parte de sus fami-
liares y amigosj pero esto, que puede parecer inocente, no lo es tanto para el
doctor Rolando Pomalima, director del Instituto Nacional de Salud Mental
"Honorio Delgado-Hideyo Noguchi". Este centro de salud es prácticamente el
único hospital peruano donde se trata e investiga a fondo los trastornos ali-
mentarios que aqueja a un vasto sector de la población limeña. Desde 1990,
Pomalima viene dirigiendo un "Programa Integral para Niños y Adolescentes"
con sede en el INSM.

"Algunos padres y madres paradójicamente predisponemos, precipitamos o


mantenemos estos trastornos "sin darnos cuenta" al llamar a nuestras hijas(os)
con estos sobrenombres "de cariño", y estando muy preocupados porque man-
tengan una apaciencia delgada y máxime cuando estamos inmersos en una cul-
tura de mensajes alienantes: "si eres delgado te respetan, podrás tener trabajo,
te enamorarán, etc.".

Para este experto, tales actitudes pueden desencadenar en las adolescen-


tes y jóvenes una conducta anoréxica peligrosa.

"La situación se agrava por la incomprensión de sus familias y de una sociedad


sin ética ni valores, que paradójicamente les pide "enfermar", cuando les exige
la perfección, cerrando un círculo vicioso que muchas veces acaba con la cro-
nificación de la enfermedad o la muerte" -insiste-.

1. La pueden tener basta niños pequeños


Después de advertir que los trastornos de la conducta alimentaria son un
problema grave que las autoridades y la sociedad en general no le están dando
la importancia debida, el psiquiatra manifiesta que la anorexia.
Es una enfermedad pelVersa que no sólo destruye a la persona que lo padece
sino a sus familiares, tomándose más grave por su inicio cada vez a edades más

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tempranas, alterando el normal proceso en su desarrollo; en nuestro medio se


vienen diagnosticando niñas con estos trastornos desde los 9 años.

Otro aspecto que preocupa al especialista es la actitud de los familiares


ante la enfermedad, pues éstos no suelen percatarse a tiempo y generalmen-
te les cuesta creer que dentro de la familia puedan suceder estas cosas. A ello
se agrega la demora en el diagnóstico del trastorno -a veces se tarda cinco
años-.

"Cuando abrimos los ojos por la evidencia de los hechos -añade Pomalima-
nuestras hijas (os) ya se cronificaron, tornándose su tratamiento largo, tedioso
y costoso, especialmente en nuestro medio, en el que no existen muchos sitios
especializados para su manejo integral".

A pesar de que su institución pertenece al Ministerio de Salud del Perú,


Pomalima reconoce que las autoridades sanitarias de su país no le están hacien-
do frente al problema como debería ser, y achaca de esto no solo a la falta de
voluntad política y a la carencia de presupuesto sino también a los estereoti-
pos sociales, la influencia de los medios y la falta de valores de la sociedad.

2. Una enfermedad atípica para un país como el Perú


La anorexia es un trastorno alimentario de países ricos y en general de cla-
ses sociales altas, al decir del doctor Pomalima.
Pareciera que la globalización de la información nos está jugando una mala
pasada y como la moda es tener una imagen muy delgada, ésta es permanen-
temente publicitada a través de los medios de comunicación masiva y todo el
día se difunde repetitivamente el mismo estereotipo de "un prototipo de mujer
extradelgada".

Se trata pues de una tipología en la que encajan con mayor facilidad los
grupos blancos, algunos negros y orientales, que tienen una estructura ósea del-
gada, al contrario de la mujer peruana que es una mezcla racial profundamente
enraizada, que genéticamente tiene algo de cada grupo étnico, algo tan común
y propio de un país de todas las sangres, como diria el escritor peruano José
Maria Arguedas, por lo que su fisiología no concuerda con los estereotipos y
cánones de belleza que se está pretendiendo imponer, sin respetar las carac-
teristicas de cada raza o pueblo.
"Los grupos mestizos y andinos lo tenemos más complicado -apunta el espe-
cialista- ya que nuestra morfología no es la más adecuada para encajar con estos
modelos de belleza y máxime en nuestro país lleno de complejos y predispuestos
a alienarnos con todo lo que es de fuera", por 10 que, añade, "La belleza que

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nos quieren vender no encaja con la idiosincrasia de un país tercermundista


como el nuestro.
La distorsión de la imagen corporal (. .. ) produce la errada convicción de que
chicas y chicos estando delgadas (os) se vean y sientan gordas, empanzadas, con
gruesas piernas, con nalgas protuberantes y/o que tengan un miedo atroz a
engordar. Para el caso de nuestra raza se tiene que añadir la necesidad de bajar
los cachetes, lo que técnicamente es casi imposible, por la morfología ósea", fma-
liza el psiquiatra.

4. LA MODA NO INCOMODA... APRIETA

Cuando en 1990, la supermodelo británica Kate Moss comenzó a salir en


las portadas de las más prestigiosas revistas, con su extrema delgadez y sus
prendas menudas y apretadas, se desató el furor entre las jovencitas por llevar
la ropa del heroin chic que actualmente es promovida por las modelos flacu-
chentas de las pasarelas internacionales. Así fue como la alta moda llegó al sub-
consciente de med~o mundo, creando un nuevo patrón de vida. Pero esta moda
estrecha, la ropa con tallas cada veZ más pequeñas, obligó a muchas mujeres
a emprender rigurosas dietas con tal de bajar de peso para poder encajar con
estas apretujadas tallas y así estar en onda. Pero esta exigencia de perder peso
para que le quede a una la ropa ha sido, sin embargo, uno de los principales
detonantes de la anorexia.

"Si a una predisposición biológica se suma a aspectos sicológicos y familiares,


la persona estará más expuesta a la enfennedad -señala Alfredo Nudman, pro-
fesional del Centro Psiquiátrico de Santiago de Chile-. Pero hacer dieta, en este
caso para usar una ropa determinada, es lo que detona la bomba de tiempo".

y no es para menos, ya que estadísticamente el 90 por ciento de las muje-


res mayores de 14 años ha hecho dieta alguna vez.
Un reciente estudio reveló que hace unos 25 años el peso de una mode-
lo era un SOAJ inferior al de una mujer normal de la calle; hoy esa proporción
ha aumentado en un 25% Por su lado, dos estudios sociológicos revelaron que
aunque siempre las modelos han sido más delgadas que la mujer media, hoy
en día, la influencia de éstas y los estilos estéticos que representan han influi-
do bastante más que en el pasado. Hace unas tres décadas, esos mismos esti-
los eran marcados por las estrellas del séptimo arte. Ahora podña decirse que
son esas cadavéricas y desnutridas modelos las que marcan realmente las pau-
tas a imitar por las jóvenes de este comienzo del tercer milenio.
Bruzual no comparte la idea de que las top modeJ como Claudia Schiffer o
Laetitia Casta son sinónimo de éxito en la vida, y ejemplo de la belleza feme-
nina, cuando nos dice que

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CARLOS GAMERO ESPARZA

"son muy pocas las mujeres que toman en cuenta que esas modelos eslán obli-
gadas a poseer unas condiciones físicas que permitan que la ropa se les vea de
determinada manera" teniendo además -como señala la escritora- que enfren-
tarse al asedio implacable de las cámaras fotográficas y de TV -con su capaci-
dad de agregarle kilos a quienes lo enfrentan. Pero esas chicas del común, esas
muchachas que no tienen por qué asumir esa tiranía, pareciera que desconocen
esa "irrealidad" y se identifican y asumen privaciones innecesarias y peligrosas-.

El discurso escrito, la diagramación en brillantes colores y las técnicas de


edición de imágenes en las publicaciones dirigidas especialmente al público
femenino son, pues, una influencia determinante, como ocurre, por ejemplo,
con revistas tan conocidas como Cosmopolitan con sus páginas repletas de caras
bonitas y cuerpos esbeltos, amén de mensajes que invitan a hacer ejercicio para
estar delgada o recetas para mantener la linea. Para la investigadora venezo-
lana, todas las jóvenes debeñan conocer los Intcos mentirosos utilizados por
las agencias de modelos y las revistas especializadas, y saber que en los labo-
ratorios fotográficos de las casas de modas y en las revistas especializadas, con
el objeto de aumentar su efecto publicitario, suelen cambiar -mediante pro-
gramas informáticos o editores de fotografía como el conocido Pbotosbop- el
color del cabello, adelgazar la figura, oscurecer o aclarar con bases y cosmé-
ticos el tono de la piel, manejar la ropa adecuada.

5. ¿401 No, 38. ..

"El asunto ha cobrado tal peligrosidad -prosigue Bruzual-, y ha causado tanta


alarma, que hoy tenemos, que en países donde existen controles férreos en mate-
ria de salud pública, se han puesto en práctica políticas para obligar a los fabri-
cantes a que las tallas de ropa se rijan por pautas estandarizadas, y que la ropa
que llega de importación, tenga tallas convertidas a las usadas en esos países.
Igualmente se está recomendando a la industria de la confección, que ofrezcan
tallas mayores a las comprendidas entre 4 y 8, para no fomentar aún más esa
peligrosa tendencia a la anorexia en nuestras adolescentes".

Décadas atrás, cuando nadie se intaginaba el desmadre del "nuncacomer"


presente, se solía decir que la anorexia sólo atacaba a las mujeres ricas y cul-
tas. Pero la historia y los hechos han demostrado que la sufre simplemente
quien tiene la mala suerte de caer en la trampa. Y diversos especialistas han
puesto el dedo acusador sobre las agencias de modelos, sobre las mujeres que
hacen modelaje o sobre los estilos de vida que éstas mantienen y la influen-
cia psicosocial que ejercen en millones de mujeres jóvenes, conducta que es
avalada por los estereotipos sociales, la industria de la belleza y la moda, admi-
tida sin reservas por la cultura occidental tan celosa de sus millones de dóla-

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res y de su egolatlia. Con todo ello, la anorexia se ha convertido en la enfer-


medad psíquica que más mujeres mata, sin distinción de raza, nacionalidad,
credo, posición socioecon6mica...

"se ha comprobado que, mientras la moda potencia más una mujer muy delga-
da, más casos de anorexia aparecen. Casi todas las adolescentes se ponen a
dieta ... ", comentó una vez en España el siquiatra Pier J. Beaumont~.

6. PROHIBIDO FABRICAR ROPA SÓW PARA FLACAS ...

Lo cierto es que en algunos países occidentales, y no sólo aquellos del mal


llamado primer mundo, todavía hay una gran resistencia a adoptar cualquier
cambio en su política publícitaria dirigida a las mujeres, actitud promovida sobre
todo por los intereses creados de la industlia de la belleza, la moda y la ropa
de mujer. Tal es el caso de España, donde la anorexia se ha convertido en un
verdadero drama. A pesar de que el Congreso español aprobó hace poco una
serie de medidas .para evitar que la moda y la ropa contribuya a la anorexia',
las casas de modas y los fabricantes insisten en diseñar modelos cada vez más
pequeños, aún sin cambiar la referencia sobre la talla en las etiquetas, lo que
está empujando a las adolescentes a comer menos o dejar de comer. La ropa,
por cierto, no parece haber sido achicada para ahorrar en tela, ni porque los
fabricantes estén pasando por una crisis económica, sino con un claro propó-
sito. Así ocurre, por ejemplo, con la medida 40 de ahora, que más se parece a
la 38 de hace pocos años. Esta situación ha sido ya denunciada por numero-
sas organismos defensores de los derechos del consumidor, quienes están exi-
giendo a las autoridades una legislación más clara al respecto para que se regu-
len y unifiquen las tallas europeas y americanas con las españolas, y se ha
solicitado la elaboración de una normativa para que todas las empresas fabri-
cantes tengan las mismas medidas.
El problema en los países industlializados ha llegado a tal extremo que,
según el Instituto de Salud Mental de los Estados Unidos (NIMH por sus siglas
en inglés), los casos ya pasaron largamente los 5 millones, al tiempo que algu-
nas modelos profesionales han comenzado a denunciar los costos de mante-
nerse delgadas.
Volviendo al campo de las modelos, hay países donde de verdad se ha
tomado al toro por las astas. Es el caso de Estados Unidos, donde ya se han
publicado infinidad de libros de autoayuda sobre el tema y existen organiza-

5. Extraído de Cuando ir a la moda es casi una enfermedad, Información publicada por


el vespertino ~La Tercera" de Santiago de ChUe, 10 de julio de 1999.
6. Referencia de una noticia publicada por el diario ABC de Madrid y citada por el portal
EDUFAM.

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ciones civiles dedicadas a prevenir a las jóvenes sobre los peligros de esta enfer-
medad. En Argentina, tal vez el país donde más interés se ha tomado por el
tema de la anorexia en Sudamérica, junto con Brasil, la Asociación de Lucha
contra la Bulimia y la Anorexia - ALDBA, reportó que una de cada 25 perso-
nas jóvenes argentinas era bulímica o anoréxica, mientras que en el año 2001
el Senado de este país apoyó una campaña de esta organización para conse-
guir que los fabricantes de ropa femenina respeten las medidas antropométri-
cas normales de las argentinas, mediante una ley que obliga a los fabricantes
a diseñar tanto ropa XL como XXXL, y hacer que la publicidad y el periodis-
mo apoyen las campañas de prevención contra estas enfermedades. Por otro
lado, en varios países se están tomando medidas que van desde reglamentar
la profesión de modelo -que por mucho tiempo ha estado librada al capricho
de empresarios sin escrúpulos- hasta la prohibición de contratar muchachas
menores de dieciséis años para presentar moda no destinada precisamente al
público infantil.

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r

LA ANOREXIA, RADIOGRAFíA DE UN PROBLEMA FLACO

1. PORCENTAJE MUNDIAL EN DESORDEN AUMENTARlO

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Fuente: ALUBA - Buenos Aires, Argentina, 2001

Nota: Se ha calculado que en España hay un promedio de 500.000 personas afectadas por la
anorexia nerviosa, la mayaña adolescentes y jóvenes entre los 14 y 18 años.

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2. LA ANOREXIA EN EL PERÚ

CASOS DE ANOREXIA TRATADOS EN EL INSTITUfO NACIONAL


DE SALUD MENTAL HONORlO DELGADO
HIDEYO NOGUCHI, liMA (PERÚ)
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AÑos
Fuente: Dr. Rolando Pomalima R. (INSM)

Nota: Como se puede apreciar, los casos tratados han ido aumentando paulatinamente. Desde el
primero que se registró en 1982, se llegó a 10 en 1995. 27 en 1998, 57 en el año 20CM) y 52
en el 2001. En el primer semestre de este año 2002: 34. En los últimos 20 años (hasta junio
2002), se han atendido unos 284 pacientes afectados por la anorexia nerviosa.

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