LEY DE LA ATRACCIÓN

Las afirmaciones

Hoy escribiré sobre una de las componentes más conocidas y diría que más aplicadas
por las personas, principalmente cuando recién se inician en el conocimiento de la Ley
de la Atracción.

Las afirmaciones incluso se usan mucho profesionalmente en la vida diaria, aun por
aquellos que no conocen de esta “Ley”. Los entrenadores las aplican en los deportes a
los equipos que dirigen, los jefes de equipos de trabajo en las empresas comerciales las
utilizan diariamente y esta lista podría ser interminable.

¿Porqué todos ellos las utilizan?. Porque saben que psicológicamente sobre las personas
a las que se les aplica, les sube la autoestima, que es la primera herramienta necesaria
para luego desarrollar la fuerza de voluntad, que determinará en todos ellos el inicio del
camino al objetivo planteado (deportivamente, empresarialmente, etc, etc.).

Sin embargo como muchos postulados de la Ley de la atracción, como es el de las

afirmaciones, las personas que no conocen de esta “Materia” las aplican
“racionalmente” y por lo tanto limitando a su mínima expresión los resultados que
podrían ser infinitos.

¿Porqué digo racionalmente?, porque al no conocer sobre la Ley de la Atracción, en el

caso de las afirmaciones las utilizan autolimitándose al ponerse objetivos que
consideran razonablemente alcanzables. Y la diferencia, ustedes ya se estarán dando
cuenta, radica en que él que conoce “el secreto” utiliza esta herramienta para concretar
cualquier objetivo sin importar cuan alto pueda ser.

Ahora bien, sin embargo aquellos que comienzan a investigar sobre la Ley de la
Atracción lo primero que hacen es utilizar las afirmaciones para que les “caigan del
cielo” miles de dólares. Y ahí es donde cometen el primer error, tan grosero que
obtienen menos resultados que aquellos que las aplican sin conocimiento pero
racionalmente, como nombré más arriba.

Y aquí es donde ustedes seguramente se sentirán identificados. ¿ Porque no funcionan

en ese momento?.

La respuesta es sencilla, porque estamos tan sorprendidos cuando nos enteramos de los
beneficios que su aplicación nos dará, que pasamos inmediatamente del paso primero al
séptimo y queremos ya obtener resultados, cuando lo que corresponde es que vayamos
haciendo todo en su debido tiempo y forma, sin saltearnos ningún paso.

Y ustedes se dirán, pero si yo me leí todos los libros que hablan sobre la Ley de la
atracción, y los autores dicen que realizan tal o cual afirmación y al cabo de unos días
se cumple el pedido o deseo realizado a través de dicha afirmación.

Y en ese caso yo les respondo: Antes de aplicar la Ley de la atracción debemos limpiar
primero nuestra mente de los pensamientos y creencias arraigadas durante años en élla.
Por lo tanto si tuvimos tantos años bombardeando nuestra mente con toda esa
información limitante, como piensan ustedes que de un día para el otro van a conseguir
cambiar todos esos pensamientos e ideas negativas por un paquete de todos
pensamientos positivistas.

Ese “disco rígido” que es nuestra mente, como el de una computadora, está infectado y
el extirpar esos virus lleva un proceso que de acuerdo a cada persona llevará un período
de tiempo que hay que respetar.

Ese tiempo dependerá por un lado de cuanto nos autolimitamos en toda nuestra vida y
por el otro lado a partir de ahora con que fuerza de voluntad nos movamos de aquí en
adelante.

Como ustedes ya habrán leído, un pensamiento limitante o negativo se anula con su

opuesto. Es decir ante una idea o pensamiento viejo o nuevo que sea negativo (se dan
cuenta aun cuando no fuera obvio, porque ante el se sentirán deprimidos o incómodos)
deben cambiar dicho pensamiento por su contrario.

Sin embargo no es mi objetivo, por lo menos en este artículo, enseñarles como aplicar
esos opuestos, eso ya lo hacen y muy bien muchos autores cuyos libros cito en mi
página Web, donde por medio de enlaces que les brindo podrán bajarlos gratis
electrónicamente.

Mi objetivo aquí es brindarles una forma más de encontrar muchos de esos

pensamientos negativos que están escondidos en nuestra mente y que influyen
negativamente en nuestras vidas, pero que sin embargo no somos capaces de
identificarlos porque forman parte integrante de nuestra personalidad.

¿Cómo los identificamos? Una de las formas y que yo traigo a colación hoy, es por
intermedio de la “numerología”, la cual es una rama que a diferencia de la astrología
que estudia como influyen los astros en la personalidad de las personas de acuerdo al
signo en que hayan nacido, en la misma (la numerología) estudia como influyen los
números en la personalidad de cada persona, de acuerdo a la combinación resultante
entre su fecha de nacimiento, sus nombres y apellido, asignándoles a cada letra distinta
de los mismos un número identificatorio.

A diferencia de la astrología que divide a las personas en doce signos, la numerología

las divide en 9 escalas o tipos, cada una con su particularidad distinta, tratando sobre
distintas facetas en la vida de una persona.

Sin embargo yo me voy a concentrar en la parte de la clasificación que habla sólo de las
características negativas que presentan las personas en cada una de esas 9
clasificaciones, para que una vez que cada uno de nosotros nos identifiquemos en cual
estemos, podamos hallar esas características que influyen negativamente en nuestra
personalidad y por ende en la conformación de esos pensamientos negativos y
autolimitantes.

Es decir, para solucionar el problema primero tenemos que identificarlo y determinar su

procedencia y la numerología es una herramienta como tantas otras que podemos
utilizar en nuestro provecho como un ingrediente más, para facilitar cumplir con esos
pasos que demanda la Ley de la Atracción.

Pero la numerología en si es otra ciencia (permiso por llamarla así) que tiene su propio
peso en su estudio, de la cual hablaré en particular en otro artículo o citándola
directamente en mí página Web más adelante, mientras tanto pueden por si mismos
averiguar de la misma buscando por Google en las páginas de los autores que ustedes
prefieran.

En la medida que avancemos y progresemos en el estudio de la Ley de la Atracción,

cada vez será menos necesario utilizar herramientas externas y llegará el momento que
será más fácil todo y con nuestras propias intenciones y con la fuerza limpia de nuestro
propio espíritu llegaremos a cumplir con los objetivos que nos planteamos por delante.

Pero hasta que llegue ese momento cada uno de nosotros deberá profundizar en el
estudio de esta filosofía de la vida.

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Desde Mar del Plata, Argentina, hacia todo el mundo, Walter Daniel Genga.