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Fondos Unidos de Puerto Rico

Organizaciones sin fines de lucro

Fundación Dr. García Rinaldi

La alta incidencia de asma en Puerto Rico

Monografía presentada como requisito del Programa de Verano de la Fundación Dr. García Rinaldi

Wilfredo José Burgos Matos

Escuela Superior
La alta incidencia de asma en Puerto Rico

Son muchas las enfermedades que afectan nuestra salud hoy día. Algunas de las razones

son la poca orientación, la accesibilidad a los servicios médicos y grandemente por problemas

relacionados a la Salud Pública. Ésta es una herramienta valiosa de la cual todos deberíamos

formar parte. Es uno de los esfuerzos por los cuales se busca que las naciones sean más

saludables día a día, con el fin de dejar el Planeta en seres pensantes, conscientes y sobretodo

seres saludables a la vanguardia de los nuevos cambios que surjan con el pasar de los años.

Hay un sinnúmero de enfermedades que aún, hoy día, no han sido tratadas como se debe

por la poca información que recibe el ciudadano o simplemente por la ignorancia que se genera

al presumir de saber lo que realmente hace una enfermedad en particular en cuestión con otras.

El asma es una enfermedad muy conocida a través del mundo. Se podría decir que en cuanto a

afecciones de las vías respiratorios, es uno muy común y que rara la vez es tratado de una

manera única, confiable y responsable. Esta ocasión, se aprovecha la oportunidad para presentar

cuán grave es la situación en Puerto Rico con relación a otros lugares de mayor envergadura y

cantidad de personas.

El asma cobra anualmente el doble de víctimas fatales entre puertorriqueños en relación

con el resto de los Estados Unidos a pesar que la cifra ha bajado notablemente. A esta y otras

conclusiones llegó un estudio presentado por el Proyecto de Vigilancia del Asma, del

Departamento de Salud que reveló que los boricuas son los más propensos, entre todas las

poblaciones, a sufrir la enfermedad y no poder controlarla. El revelador estudio se preparó en el

2000 y ha sido reforzado por los pasados años hasta obtener resultados y proyectos que permitan

unir esfuerzos para su prevención. Para este estudio se realizó la encuesta telefónica más grande
que se haya hecho en la historia norteamericana. En la misma se confirmó que Puerto Rico

padece el doble de casos de asma acumulada y reciente en su población. A partir de la

realización de la encuesta, el gobierno estatal consideró sus conclusiones como un problema de

salud pública por lo que decidió someter una propuesta ante el gobierno federal para que se

estableciera cuando antes, un sistema de Vigilancia de Asma que atienda asuntos como la

prevalencia, mortalidad, utilización de servicios de salud como hospitalizaciones y

medicamentos, entre otros. Se propuso además, crear un Plan de Asma que recopile datos y que

diseñe estrategias.

Sus resultados, comparados ahora con los primeros datos, establecen que la mortalidad ha

disminuido desde el 1999 en un once por ciento. Dicha baja se debe en parte a la identificación

de la enfermedad en cuanto a su clasificación y diagnóstico.

Para el 1998, el índice de fatalidades por asma era de 60 por cada millón de personas

mientras que en la actualidad son de 20 muertes por millón al año.

En cuanto a los niños, el estudio nacional que incluyó la participación de Islas Vírgenes,

Puerto Rico y otros territorios de los Estados Unidos agregó para el 2004 el nivel de prevalencia

en niños contrastándolos con datos independientes.

Sin embargo, a raíz del estudio culminado recientemente se estableció que por lo menos a

un 30 por ciento de la población infantil se le ha dicho que padece de esa condición en algún

momento de sus vidas. Esto es lo que se conoce como prevalencia acumulada, debido a que

muchos de los casos dejan de padecer los síntomas con el pasar de los años.

En Puerto Rico, entre el 2004 al 2007 se identificó que un 16 al 17 por ciento de los niños

mantiene la condición y visitan entidades médicas.


Otro estudio que se realizó bajo el título de ‘’Factores de Riesgo para Adolescentes’’ y

que evaluó jóvenes en Puerto Rico entre el noveno y décimo segundo grado coincidió que la

prevalencia de asma es de una y media veces mayor que en territorio norteamericano. La

prevalencia acumulada de la condición entre la población adulta fue de un 20 por ciento, que

dobla el índice de casos en Estados Unidos.

Si quitamos a los pacientes que alegan que no tienen asma, versus los que dicen que

tienen asma al momento de la encuesta, la prevalencia disminuye en un promedio de entre 9.5 a

6.1 por ciento.

Parte de la encuesta preguntó a pacientes puertorriqueños si han sufrido síntomas en los

últimos cinco días a lo que un cinco por ciento de los encuestados respondió en la afirmativa.

Esto significa que ya existe un cinco por ciento de la población de asmáticos que está

descontrolado. El dato se torna alarmante al conocerse, según el estudio, que un 70 por ciento de

la población asmática puertorriqueña tiene un ataque que implica que no tienen acceso a los

medicamentos que necesitan. Según una investigación del número de visitas a los hospitales y

reclamo a las aseguradoras se pudo confirmar que la diferencia entre pacientes de Reforma de

Salud y uso privado es dramática.

Según los datos obtenidos de las salas de emergencia alrededor del país, la población

menor a los 9 años está en riesgo de sufrir consecuencias por ataques de asma que el resto de la

población enferma. Se descubrió igualmente que hay una enorme diferencia en el nivel de uso de

medicamentos como inhaladores y leucotrienos. Los pacientes de la Reforma, según el

epidemiólogo José Bortolomei quien dirige el Plan de Vigilancia y Prevención del Asma,

reclaman estas medicinas a un nivel siete veces menor que los pacientes de planes privados.
A pesar de la utilización de servicios médicos en pacientes asmáticos es mayor en edades

tempranas, la mortalidad por esta condición es mayor a partir de los 55 años. De 55 años en

adelante, el riesgo aumenta dramáticamente, es tanto así que esas personas tiene 7 veces el riesgo

de morir que los de 19 a 54 años. Las razones son diversas pues no se puede desestimar otro tipo

de enfermedades sobre el asma. Entonces, aunque no hay distinción de género en el índice de

muertes por asma, las mujeres tienen un mayor riesgo de prevalencia debido a que antes de los

19 años, los varones son más propensos a padecer pero esto cambia a partir de esa edad. Se

atribuye a factores como cambios hormonales o el tipo de trabajo que desempeñan.

En torno a las edades más tempranas para detectar asma, aún no puede determinarse

debido a que hasta los 4 años, los infantes pueden presentar enfermedades con similares síntomas

pero que son más crónicos.

Por otro lado, refiriéndose específicamente a los factores que influyen en el padecimiento

de asma específicamente en Puerto Rico, hay estudios que apuntan que los puertorriqueños

tienen un mayor riesgo de padecer de la condición, de prevalencia y de no responder a los

tratamientos, por factores genéticos. Prueba de ello ha surgido de estudios de la población

hispana en los Estados Unidos en donde se afirma que de todos ellos, los puertorriqueños tienen

una prevalencia significativa que el resto de la clasificación latina, especialmente comparándolos

con los mexicanos que prácticamente no les da asma, la prevalencia en esa población es de

menos de un cinco por ciento. En ese sentido se ha teorizado que puede existir algún gene que

haga al puertorriqueño más susceptible.


Según el estudio, 19 de cada cien puertorriqueños ha establecido que padeció o padece

asma, aunque 11 de cada cien sufren sus efectos en la actualidad. El riesgo de muerte por asma a

edad pediátrica es casi nulo.

El asma es una enfermedad pulmonar crónica, caracterizada por la inflamación de las vías

respiratorias que pueden ser reversibles con o sin medicamentos. Alérgenos e irritantes inducen

que las paredes internas de los tubos bronquiales se inflamen, estrechen y que sus células

secreten más mucosidad de lo usual, esto provoca que pase menos aire a través del sistema

respiratorio, causando síntomas como compresión en el pecho, silbidos al respirar, tos y

dificultad para respirar. Un ataque de asma representa una de las peores pesadillas para quien lo

padece y se impone más ante el desconocimiento que existe para poder controlarla y eliminarla.

Con eso en mente se creó el Plan de Vigilancia y Prevención de Asma del Departamento de

Salud que dirige el epidemiólogo José Bartolomei y que junto a su colega Wanda Hernández,

coordinadora del Proyecto de Asma han impulsado grandes cambios que han ayudado a reducir

la mortalidad en el país.

Sus metas se han dividido en siete puntos focales:

• Alianza entre organizaciones para atacar el asma

• Vigilancia

• Promoción y educación

• Política pública para mejorar la accesibilidad a pacientes de asma

• Accesibilidad a servicios de Salud


• Ambiente

• Evaluación. Para probar la efectividad del plan.

Explicándolo en detalle, los epidemiólogos encargados, aseguran que la tarea de

transmitir resultados de estudios y de promover mayor conocimiento tanto entre profesionales de

la salud y ciudadanos, ha sido un tanto fructífera.

Ya se han incorporado 1,024 profesionales de la salud que trabajan para la Reforma y el

manejo del asma.

También se ha logrado la elaboración de la Ley 56 para que se permita a los estudiantes

auto administrarse los medicamentos en las escuelas y se intenta implantar una orden

administrativa del gobierno para hacer accesible los medicamentos de mantenimiento a través de

la Reforma, uno de los escollos más notables para la población asmática de bajos recursos.

Por otro lado, una guía para controlar el Asma se hizo con la colaboración de la Coalición

para Atacar el Asma en Puerto Rico, una entidad compuesta de 35 agencias públicas y privadas

que han asistido en elaborarlo. Se está proponiendo un proyecto, a cinco años, para expandir lo

que ya se ha comenzado y esperamos que esto sea efectivo para reducir la mortalidad y

morbilidad por asma en Puerto Rico.

Otro importante objetivo es lograr que se cree una cubierta especial para niños que son

pacientes tan severos y moderados de asma y que tienen la Reforma, cuenten con un grupo de

médicos que se encargue de atenderlos.


El problema es uno que debe ser considerado con la más alta importancia al reflejarse los

preocupantes datos de mortalidad y porque el cuidado de estos pacientes no es el ideal. Se

esperan que estas iniciativas del Proyecto, pueda hacer la diferencia.

De otra parte, a raíz de los estudios de alta incidencia del asma en Puerto Rico,

comparado con Estados Unidos, se estableció un proyecto de educación a los médicos primarios

con el diagnóstico, manejo y tratamiento del asma de acuerdo a las guías recomendadas por la

National Asthma Educactional and Prevention Program (NAEPP), cuyas guías se actualizaron

en el 2007.

Las personas en espacios abiertos y sobretodo en el campo están expuestos a la humedad,

posiblemente hasta mucho más que si estamos en un edificio con una temperatura o ventilación

adecuada. A esto se agrega que la presencia de vientos fluyendo por la isla hace que la

contaminación ambiental se mueva de región, contrario a ciudades como México donde por su

topografía, los contaminantes permanecen atrapados en la localidad. Aunque no hay un estudio

definitivo que confirme los sectores en Puerto Rico que padecen una mayor cantidad de casos,

pueblos como Barceloneta, Florida, Arecibo y Manatí, han presentado mayor índice.

Curiosamente no se refleja que pueblos como Salinas o Cataño, contiguos a sus respectivas

plantas energéticas, reflejen mayor prevalencia. El factor ambiental es crucial en la educación

por lo que se procura crear conciencia de la importancia, mediante la educación, de un ambiente

sano para la familia, libre de alérgenos o bacterias.

Otra área que el Plan de Asma trabaja es la accesibilidad de los servicios. Se cree que ya

en el 2009 no debería haber personas con descontrol de asma, lo que está faltando es
accesibilidad a ciertos tratamientos, por lo que se está diseñando un nuevo proyecto para que

todo ciudadano pueda ser debidamente atendido.

Por otro lado, considerando diversos factores que culpabilicen a Puerto Rico como la

capital del asma, el polvo del Sahara tiene poco que ver con el aumento en los casos de asma y

otras enfermedades respiratorias y es más bien la alta presencia de esporas alergénicas durante

casi todo el año, lo que incrementa el número de personas que requieren atención médica. Así

que se concluye preliminarmente, según nuevas investigaciones, sobre el vínculo con esporas

que se encuentran en el ambiente y el asma, que fueron eje central del XI Simposio de Micología

celebrado en el Recinto de Ciencias Médicas de Puerto Rico (UPR) en San Juan.

Numerosas presentaciones estudiantes y profesionales se concentraron en dar a conocer a

la comunidad científica algunos de los más recientes avances entre los que además se destacan

revelaciones como la poca relación que existe entre el polvo del Sahara y el incremento de casos

de asma o de enfermedades bronco respiratorias. No obstante las presentaciones resumieron

hallazgos importantes sobre la relación entre ciertos períodos del año con la proliferación de

esporas de hongos de diversa índole, dejando saber que meses como los veraniegos se

caracterizan por un incremento en la presencia de estas y coincidentemente se detecta un mayor

índice de pacientes atendidos en los hospitales.

La doctora y catedrática de la Universidad de Tulsa, Oklahoma, Estelle Levetin, brindó

su conferencia magistral y destacó los estudios que ha realizado en su estado natal pero también

compartió datos que revelan que la Rinitis es la enfermedad respiratoria más común en Estados

Unidos donde de 35 a 50 millones de personas han sido afectadas.


El llamado Desorden Crónico Respiratorios, que es la inflamación de los pasajes aéreos,

es responsable de unas 5 mil muertes y se estima que hasta un 85 por ciento de los asmáticos son

alérgicos. El asma ha incrementado en las últimas tres décadas. La incidencia ha subido un 75

por ciento desde 1980, ha aumento en un 160 por ciento en los niños, dijo Levetin que dejó que

en el Bronx en Nueva York se ha calculado que un 28 por ciento de los niños tienen asma. No ha

razón exacta para este aumento.

Ésta, reveló que para el 2007, un 7.7 por ciento de la población norteamericana padece de

asma, aunque Puerto Rico tiene un índice 19.6 por ciento, hasta 11.2 por ciento por encima de

otras regiones continentales.

La doctora Levetin explicó el funcionamiento de los principales aparatos creados para la

recolección de esporas que ha permitido identificar las más comunes en Oklahoma que son los

Basidios y los Penicillium y se propagan mayormente en agosto y noviembre. Se ha concluido

que el aumento de esporas de hongos se asocia a la humedad, razón por la cual es común que en

meses lluviosos, o en horas de la madrugada, se observe un incremento de las mismas.

La capacidad de supervivencia de estas entidades biológicas supera por mucho a los virus

por lo que las esporas pueden viajar grandes distancias mientras los virus aéreos tienen menos

probabilidades de ser contaminantes a distancias mayores. El análisis permitió a la doctora

aclarar el detalle ante el creciente temor ciudadano de contagio por el virus de la gripe porcina.

En cuanto a Puerto Rico, se habló de que la zona noreste presenta un índice particularmente alto

de casos de asma infantil donde hasta un 30 por ciento de niños lo padecen aunque el estudio

preliminar no es concluyente. Los alérgenos más comunes localmente son las ascosporas y los

basidios. Durante la presentación brindada durante el Simposio, el Dr. Benjamín Bolaños,


presidente de la asociación puertorriqueña de Micología destacó que aún en ambientes

industriales altamente controlados, puede haber problemas de contaminación con esporas ya que

puede haber fallas en los filtros de los acondicionadores de aire. Una encuesta anónima en estas

industrias reveló que un 2 por ciento dijo haber tenido problemas de hongos en sus sistemas de

ventilación y que hasta un 74 por ciento de la industria comentó que sufrió alguna contaminación

entre los meses de mayo, septiembre, octubre y noviembre.

En fin, el asma cobra anualmente muchas víctimas por el simple hecho de formar parte de

un grupo de ignorante, pues la misma, previniendo, se puede tratar. No hay razón alguna para no

poder recibir los tratos en Puerto Rico, gracias a esta entidad ahora hay mayor responsabilidad

contra un mal que podría dañar la vida de cualquiera. Culminando, se exhorta a mantener al tanto

y alerta de todas las enfermedades que pueden aquejar nuestra sociedad y salud en particular. No

seamos otra víctima más.


Referencias

David, A. (2009, mayo/junio). Puerto Rico: Capital del Asma. Medicina y Salud Pública.
61-66

(S.A.). n.d. Sistema de Vigilancia de Asma. Recuperado junio de 2009 de fuente


www.salud.gov.pr/.../SistemadeVigilanciaparaAsma.aspx

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