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diversidad
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M3. Atención a la diversidad
Introducción del módulo
3
M3. Atención a la diversidad
En el tercer tema nos centraremos en la atención del alumnado con necesidades
educativas especiales. Veremos el papel que los docentes tienen en la detección
y evaluación de las necesidades educativas especiales y en las adaptaciones
curriculares, así como las necesidades de formación que todo ello requiere.
Para finalizar, en el cuarto tema presentaremos los rasgos y principios del movi-
miento inclusivo en el ámbito internacional y cómo los principios inclusivos se
plasman en el sistema educativo boliviano a través de la Reforma Educativa. Las
estrategias de inclusión pasarán por estudiar los modelos de integración y por
analizaremos cómo y qué elementos pueden facilitar un modelo educativo inte-
grador e inclusivo. Concluiremos la unidad estudiando con cierto detenimiento
cómo los diferentes componentes curriculares de la formación de docentes pue-
den contribuir a ofrecer a las futuras profesoras y profesores herramientas para
poder atender en sus clases también al alumnado con necesidades educativas
especiales.
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M3. Atención a la diversidad
1
Educación
y diversidad.
Introducción
Índice
Objetivos..................................................................................................................... 7
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
Objetivos
7
M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
Mapa conceptual
MODELO EDUCATIVO
Educación Exclusión
Individual Socio-cultural social
de calidad
Lingüistíca Etniciadad
Educación Capacidades
para todos
Cultural Pobreza
Estilos de
Inclusión aprendizaje
Histórica Ruralidad
Integración Intereses
Socio-
económica Precariedad
Habilidades educativa
cognitivas Geográfica
Nivel educativo
de la población
definen
adulta
Necesidades educativas
Comunes
Específicas
implica
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
1.
EL DESAFÍO DE LA DIVERSIDAD
EN BOLIVIA
Bolivia se caracteriza por una gran diversidad cultural: etnias, tradiciones, lenguas y culturas
que constituyen un capital de enorme riqueza para el desarrollo de la sociedad y las perso-
nas, aunque no siempre tienen el reconocimiento y la valoración que merecen en el ámbito
escolar y social.
La diversidad cultural, que es una riqueza para el país, coexiste con dimensiones de inequidad
y exclusión. En este sentido, la persistencia de la pobreza y la rigidez distributiva tienen “color
y raza”, lo que ha dificultado la constitución de una sociedad más integrada. La desigualdad
de oportunidades educativas en función del origen socioeconómico de los/as alumnos/as es
altamente significativa y la pobreza está vinculada a colectivos —pueblos originarios o
migrantes— que sufren un grado tal de discriminación que los ubica en una situación de gran
vulnerabilidad, desigualdad y exclusión.
Por ello, uno de los grandes desafíos del país es lograr que todos los/as niños/as y jóvenes
accedan a una educación básica de calidad y que completen sus años de estudio. Y no es que
la educación, por sí sola, pueda acabar con las desigualdades a las que hacíamos referencia,
pero sin duda puede contribuir de una manera significativa a su superación y a la transforma-
ción de los factores que originan marginación.
Para reflexionar sobre la diversidad partiremos de la presencia de ésta en todos los ámbitos y
niveles del sistema educativo. Podemos percibirla claramente entre los/as niños/as y jóvenes
de nuestros centros educativos, y de igual forma en los espacios propios de la formación de
formadores como son los INS. También podemos ver la diversidad existente entre los propios
centros educativos en función de su propio contexto, de su historia y de la comunidad que la
compone (véase figura 1).
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
PLANOS DE DIVERSIDAD EN LA ESCUELA
Figura 1
Tomar en consideración dicha diversidad, no para adaptarse al entorno sino para contribuir a
su transformación, es algo especialmente importante y decisivo en la sociedad de la informa-
ción en la que ya estamos ubicados (Castells, 1997-1998). Para ello es necesario no renunciar
a la búsqueda de elevadas metas de aprendizaje para todo el alumnado y propiciar un alto nivel
de participación en esta tarea por parte de los diferentes agentes sociales que convergen en la
escuela: alumnado, profesorado, familias y demás agentes sociales y comunitarios (Elboj,
Puigdellívol, Soler, Valls, 2002). Ésta será la manera de atender la diversidad con la finalidad
de conseguir una escuela de calidad para todos y todas.
1.1.
Factores que condicionan el sistema educativo boliviano
La Reforma Educativa Boliviana N.º 1565, del 7 de julio de 1994 establece como finalidad:
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
Para afrontar este gran reto es imprescindible identificar aquellas condiciones sociales, políti-
cas y económicas de las que depende que la educación en y para la diversidad y en equidad
sea una realidad. Expondremos a continuación algunos aspectos clave que nos pueden ayudar
a comprender el complejo contexto social de Bolivia y algunas de sus repercusiones en el
ámbito educativo:
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
En síntesis, los estudios anteriores reflejan los resultados de los sistemas de medición de
calidad que han comenzado a aplicarse en los últimos años. Ellos muestran una seg-
mentación del rendimiento escolar, que coloca en desventaja a los/as alumnos/as
provenientes de familias de bajos ingresos y de bajos niveles educativos.
Por tanto, existe una relación directa entre el rendimiento académico y el estrato socio-
cultural de los/as niños/as; asimismo, el rendimiento tiene una relación directa con la
dotación de materiales didácticos, los procesos pedagógicos y el monto de insumos finan-
cieros destinados a la escuela. Añadamos a todo ello que el rendimiento de las escuelas
rurales es menor al del promedio de escuelas del país, y que las escuelas de administra-
ción pública logran puntajes más bajos que las privadas, tanto en Bolivia como en la
mayoría de los países de nuestra zona.
A
Reflexione a partir del siguiente enunciado:
Los rendimientos escolares están influidos no sólo por factores pedagógicos, sino también por
otros de carácter social y económico que pesan muchísimo más, como son la pobreza, el infra-
desarrollo de las zonas rurales del país, y el grado de escolaridad de las madres y los padres y
de la población en general.
¿Desde el ámbito educativo, qué necesidades considera que son más importantes abordar en
las zonas rurales? ¿Y en las zonas urbanas?
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
2.
LA DIVERSIDAD EN DIFERENTES
ÁMBITOS DEL SISTEMA EDUCATIVO
2.1.
Formación de formadores y diversidad
Lea con atención esta breve descripción de algo que habitualmente puede suceder en una clase
de formación de docentes:
EJEMPLO
Manuel, profesor del Instituto Normal Tinku, desarrollaba una clase de Ciencias
Naturales en la que explicaba el tratamiento de la tierra desde perspectivas ecológicas.
Esta situación despertó el interés del alumnado, que expresó su punto de vista:
Isidora Mamani comenta la importancia que tiene la “pachamama”, como Madre Tierra,
que permite el cultivo y bendice a la población. A este comentario sigue Javier Cholque, que
menciona las características de los rituales que se siguen en determinadas fechas para
poder mantener los cultivos.
El docente continúa explicando la clase y una vez más los alumnos y las alumnas tienen
que ocultar su manera de percibir la realidad.
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
¿Qué modelo de atención a la diversidad está transmitiendo a su alumnado? En este supuesto
el profesor no muestra sensibilidad alguna para captar las diferencias culturales del alumna-
do con el que está trabajando. Es más, por activa o por pasiva se está transmitiendo el mensaje
de que aquello que se desvía de la cultura académica tradicional tiene un valor inferior, y que
por lo tanto no merece ser recuperado para las tareas educativas.
Los INS atienden la formación de grupos cada vez más heterogéneos de personas de diferen-
tes lugares del país. Esta situación da un giro respecto al pasado en el que, pese a contar con
una diversidad cultural y lingüística cada vez más evidente, la formación se caracterizó por
mucho tiempo (el caso expuesto era una rémora de este tipo de formación) por presentar una
currícula única por cada especialidad. Fue una educación centrada en la instrucción y basada
en el programa educativo único, más que en las características de sus educandos y en el diá-
logo con ellos. En este sentido, el contraste es claro: actualmente, los INS tienen tres niveles
de formación: inicial, primaria y secundaria, y la elección de cada itinerario depende de las
motivaciones de cada alumno/a.
Los planteamientos de la Reforma Educativa Boliviana N.º 1565, del 7 de julio de 1994
establecen como una de sus finalidades la formación docente, como eje principal que va
a promover una educación desde y para la diversidad.
Por tanto, la práctica de una educación en y para la diversidad implica la formación de recur-
sos humanos (formadores/as, educadores/as, docentes, etc.) a partir de la implantación de
modalidades educativas nuevas.
Para ello, se requerirá estimular habilidades básicas que permitan la construcción de apren-
dizajes que codifiquen su realidad y permitan interpretar la realidad del otro a partir del diá-
logo y la búsqueda conjunta del conocimiento. Esta interpreta-
ción de su realidad y la del otro, por parte de los educandos de
los INS que impulse una educación de y para la diversidad, La práctica de una educación
implica una transformación curricular e institucional. Supone, en y para la diversidad implica
en definitiva, desde la revisión de las bases mismas de la oferta la formación de recursos
educativa que se hace a los futuros docentes, hasta la concreción humanos a partir de la implan-
de dichas propuestas en unas prácticas pedagógicas diferentes y tación de modalidades educa-
renovadas. tivas nuevas.
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
A
Recuerde o imagine dos situaciones concretas en el aula durante su formación como docente
donde no se contempló la diversidad cultural, social o individual del grupo-clase, Reflexione
entorno a estas pregutas:
2.2.
Centros educativos y diversidad
En Bolivia, durante los últimos años se ha producido una mayor cobertura de la educación
básica; sin embargo, esta mayor cobertura no ha ido acompañada de respuestas efectivas
por parte del sistema educativo a las diferencias sociales, económicas, geográficas, lingüísti-
cas, culturales e individuales del alumnado, lo que ha conducido a un considerado nivel de
analfabetismo funcional, de repetición y de ausentismo escolar.
Son aún muchos los/as niños/as y jóvenes en los centros educativos que experimentan
barreras para su pleno aprendizaje y participación. Las más relevantes son la situación
de pobreza, la pertenencia a pueblos originarios con lenguas y culturas propias y/o estar
condicionado por distintos grados de discapacidad.
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
des de partida que, si no son atendidas, aumentan de forma pro- Existen diferencias y des-
gresiva las desventajas de individuos y grupos. En definitiva, las igualdades de partida que, si
necesidades no son las mismas y, si esto no se tiene en conside- no son atendidas, incremen-
ración, la igualdad de oportunidades queda reducida a una sim- tan de forma progresiva las
ple parodia. desventajas de individuos y
grupos.
Los centros educativos deben proveer los medios para que todo el alumnado alcance los
objetivos que hoy consideramos básicos para no caer en la exclusión social, y ello par-
tiendo de la realidad social y cultural del alumnado, favoreciendo la reflexión de los cen-
tros y de las comunidades sobre su propia realidad y las posibilidades de transformarla,
y que ello se traduzca en proyectos educativos propios.
Para ello, es fundamental percibir los centros educativos como un todo y que todo lo que
ocurre dentro de ellos tiene su significado. A veces, este significado está explícito, pero en
la mayoría de las ocasiones se trata de significados implícitos o tácitos. Nuestra labor, cuan-
do en un centro educativo se abordan cuestiones relacionadas con la diversidad, consiste en
encontrar dichos significados, asumir y potenciar lo que nos permite avanzar y crecer en la
diferenciación del propio centro, y transformar todo lo que representen lastres para dicho
crecimiento.
Pese a las barreras creadas en el modelo de sociedades que no acepta al otro diferente, el reco-
nocimiento de todas las cultura maternas cumple una función fundamental. De un lado, resulta
imprescindible reconocer estas culturas otorgándoles la presencia que merecen en la currícu-
la y en el sistema educativo. De otro, se trata de optar por una política cultural orientada a la
construcción de una actitud intercultural y de un clima similar que no sólo revalore las len-
guas, las culturas indígenas y necesidades especiales del alumnado, sino que considere estas
diferencias como un recurso pedagógico, teniendo en cuenta que las diferentes culturas son
fuente de saberes, conocimientos, actitudes y valores capaces de enriquecer la educación de
todos los educandos.
2.3.
Alumnado y diversidad
Abordar el concepto de diversidad individual es una cuestión compleja y muy amplia. Para
trabajar en posteriores unidades en una cuestión central como es la diversidad en el alum-
nado, nos aproximaremos al concepto de diversidad a partir de dos dimensiones del con-
cepto a las que llamaremos dimensión individual y dimensión socio-cultural. Son dos
dimensiones interrelacionadas totalmente y por tanto siempre deberán contemplarse como
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
un todo. Las diferenciaremos para poder trabajar de una forma sistemática este concepto en
el presente módulo, que se centrará fundamentalmente en la dimensión individual como en el
módulo que abordará la cuestión de la interculturalidad. Veamos la caracterización de ambas
dimensiones:
• Dimensión individual: Desde esta dimensión debemos consi- “El concepto de diversidad
derar los procesos cognitivos de los/as alumnos/as y sus dife- implica que todos los alumnos
rencias con respecto a: las habilidades cognitivas, las capaci- tienen necesidades educati-
dades, y los ritmos y los estilos de aprendizaje, así como sus vas individuales propias y
necesidades, intereses y pautas culturales que mediatizan específicas.” (Guidugli, 2000)
sus experiencias y formas de expresión y comunicación. En
este sentido, “el concepto de diversidad implica que todos los
alumnos tienen necesidades educativas individuales propias y específicas” (Guidugli, 2000).
Asumir la diversidad entre el alumnado quiere decir tener en cuenta, como mínimo, cuatro
consideraciones:
– Que los/as alumnos/as que acuden a ella lo hacen con un bagaje de conocimientos y expe-
riencias distintas.
– Que la capacidad para aprender será también distinta entre dichos alumnos/as y lo mismo
ocurre con su ritmo de aprendizaje.
– Que los estilos de aprendizaje (nos referimos aquí al modo en que aprenden: los estímu-
los más significativos para ellos, las estrategias que usan para aprender, las capacidades
en las que más se apoyan en el aprendizaje, la actitud antes sus éxitos y sus fracasos, etc.)
también difieren.
– Que los intereses hacia los diferentes contenidos y ámbitos de aprendizaje también son
distintos.
Susana Guidugli explica de manera muy clara la relación entre el “No podemos hablar de ‘diver-
concepto de diversidad y el alumnado con necesidades educati- sidad de alumnos’ y de ‘alum-
vas especiales: “...dentro del concepto de diversidad también se nos con necesidades especia-
incluyen los niños y las niñas con necesidades educativas espe- les’ como de dos categorías
ciales. No podemos hablar de ‘diversidad de alumnos’ y de diferentes.”
‘alumnos con necesidades especiales’ como de dos categorías
diferentes. Esto es fundamental porque todas las medidas que se tomen en la escuela para
atender a la diversidad, incluye también a los alumnos con necesidades educativas especia-
les” (Guidugli, 2000).
• Dimensión socio-cultural: Desde este punto de punto de vista destacamos las diferen-
cias entre los grupos culturales existentes, en los cuales no sólo las diferencias de
idioma importan, sino también las geográficas, las históricas, las sociales, las étnicas y
las culturales.
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
La educación intercultural constituye un elemento de inclusión La educación intercultural
de todos los grupos culturales de Bolivia, al tomar en considera- propicia una educación
ción el bagaje cultural de todos los estudiantes, concretamente en encaminada hacia el plura-
relación con su cultura y lenguaje, unas cuestiones diferenciales y lismo cultural, y busca con-
comunes que deben ser utilizadas como instrumentos eficaces tribuir a la construcción de
para una educación democrática y participativa en el aula y en los una sociedad que acepte
centros educativos. La educación intercultural propicia una edu- positivamente la diversidad
cación encaminada hacia el pluralismo cultural, y busca contribuir cultural y lingüística.
a la construcción de una sociedad que acepte positivamente la
diversidad cultural y lingüística.
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
3.
LA FORMACIÓN DE DOCENTES,
FACTOR QUE FAVORECE LA
EDUCACIÓN INCLUYENTE
La formación de los/as docentes —como premisa básica que permite alcanzar cambios pro-
fundos en la educación y atender a las necesidades educativas de una sociedad plural y diver-
sa— debe considerar y reformular sus planteamientos teóricos, con la perspectiva de alcanzar
una cultura de innovación, donde la inclusión sea la base fundamental de la educación.
Según Ferrández et al. (2000) si el cambio es cualitativo y sólo modifica aspectos con-
cretos, cuya complejidad no es determinante, se habla de innovación educativa. Cuando
el cambio es cualitativo y cuantitativo, se ataca las raíces del sistema y se encuadra en
un nuevo modelo educativo, se habla de reforma.
Con este panorama, queda por demás explícito, que una formación en y para la inclusión no
sólo puede quedar reducida a una actividad informativa. Es imprescindible que tanto los for-
madores de formadores, profesores de aulas regulares, como los profesionales de Educación
Especial cuenten con las condiciones, los conocimientos, las habilidades y las actitudes
propicias para llevarlas a cabo.
Una educación inclusiva sólo será posible mediante la combinación directa de factores
ambientales, servicios de soporte, de actitudes facilitadoras de los educadores y de habili-
dades de enseñanza. Para ello, la formación de base y continua de los profesionales en
educación es fundamental. Reflexionemos brevemente sobre el concepto de formación:
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
un agregado mayor que la mera capacitación para el trabajo) y también algo mas que la
competencia profesional, englobando múltiples potencialidades inherentes a la persona
y al puesto de trabajo (Rial, 2001).
“El problema para desarrollar una pedagogía de la diversidad no son tanto los instru-
mentos didácticos necesarios, como las convicciones sociales, culturales y pedagógicas
de los formadores de formadores, profesores y alumnado.” (Muñoz y Maruny, 1993:13).
Este esfuerzo sólo es posible a través del trabajo colectivo entre los diferentes actores del
ámbito educativo y la articulación con políticas sociales y económicas, haciendo realidad el
principio de que la educación es responsabilidad de todos.
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
A
Actividad de aprendizaje
Lea la siguiente cita Muñoz y Maruny. Realice una reflexión a partir de las cuestiones formu-
ladas y compártalas con sus compañeros/as:
“El problema para desarrollar una pedagogía de la diversidad no son tanto los instru-
mentos didácticos necesarios, como las convicciones sociales, culturales y pedagógicas
de los formadores de formadores, profesores y alumnado.”
(Muñoz y Maruny, 1993:13)
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
Ideas clave
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M3. Atención a la diversidad Educación y diversidad. Introducción
2
La diversificación
de la enseñanza
como respuesta
Índice
Objetivos..................................................................................................................... 25
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
Objetivos
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
Mapa conceptual
ENFOQUE DIVERSIDAD
DIVERSIDAD
EDUCATIVO- DEL
SOCIAL
CURRICULAR ALUMNADO
PLANIFICACIÓN
DIVERSIFICACIÓN PRESENTACIÓN DE
EVALUACIÓN
DE LA ENSEÑANZA LA INFORMACIÓN
RECURSOS
ORGANIZATIVOS
DEDUCCIÓN
/ INDUCCIÓN
DISEÑO DE
ACTIVIDADES
VIAS
APRENDIZAJE
Y TRABAJO INTERIORIZACIÓN
COOPERATIVO
ORGANIZACIÓN
COMO
APRENDIZAJE
VISUALES
PRESENTACIONES
CINESTÉSICAS
Y
SIMULACIONES CORPORALES
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
1.
LA DIVERSIFICACIÓN DE LA
ENSEÑANZA, PROPUESTA PARA
UNA EDUCACIÓN EN LA DIVERSIDAD
1.1.
El concepto de diversificación de la enseñanza
Hasta el momento hemos visto globalmente la cuestión de la diversidad y algunos de sus efec-
tos sobre nuestras tareas educativas. Ahora hemos de dar un paso más y ver qué estrategias
–de las que tenemos a nuestro alcance– son las más adecuadas para dar una respuesta eficaz a
la diversidad que, como hemos visto, siempre está presente entre el alumnado, tanto en cen-
tros educativos de primaria o de secundaria como en la universidad.
Con todo, y para evitar cualquier tipo de confusión, señalamos que diversificar la enseñanza:
– No es en ningún caso reducir las expectativas sobre el grado de aprendizaje que deben
alcanzar los alumnos ni, por supuesto, agruparlos por capacidad.
– Es ampliar las formas de acceder al conocimiento para que todos y todas lleguen a cotas
altas de aprendizaje.
– Tiene como objetivo responder a las necesidades educativas
comunes, es decir, a aquellas compartidas por todo el alum-
nado y también a las que son individuales. En este último Diversificar la enseñanza es
grupo estarían las necesidades educativas especiales, que ampliar las formas de acce-
requerirán estrategias y actuaciones añadidas en función de der al conocimiento para que
la especificidad de éstas y que veremos con mayor amplitud todos y todas lleguen a cotas
en la siguiente unidad. altas de aprendizaje.
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
Todos los docentes, en su trabajo diario en el aula, adaptan e individualizan la enseñanza para
responder a las diferencias entre los alumnos. En este sentido, la propuesta de diversificación
de la enseñanza consiste en dar un paso más: sistematizar y hacer lo más extensivas posibles
las estrategias y recursos que pueden revertir en el conjunto del alumnado y, al mismo tiem-
po, ajustarse más a sus necesidades educativas.
1.2.
Enfoque educativo-curricular vs. enfoque
clínico-individual
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
• Las consecuencias del enfoque clínico-individual es un modelo en el que:
– La educación especial se reserva para aquellos alumnos que, tras un diagnóstico, se
clasifican en alguna categoría diagnóstica y son atendidos en función de ésta.
– Los alumnos que tienen dificultades en el aprendizaje, ya sean transitorias o recu-
rrentes, pero no presentan una discapacidad o diagnóstico, no acceden a la ayuda
especializada en los centros educativos.
– Se tiende a agrupar a los sujetos según el tipo de discapacidad, pues ésta se conside-
ra la causa común de sus problemas y el eje central del aprendizaje.
– La educación rehabilita las dificultades derivadas de la discapacidad y, por tanto, es
el máximo objetivo educativo y dedica muy poco tiempo al aprendizaje de compe-
tencias y contenidos del currículo escolar.
1.3.
La diversificación como respuesta válida para el alumnado
y para la formación de formadores
– ¿Es lícito establecer un paralelismo entre la formación del profesorado y la actuación del
maestro en el centro educativo?
– ¿La diversificación, en nuestro caso de la enseñanza, es una respuesta válida a la diversi-
dad del alumnado? ¿Y suficiente?
La respuesta a estas preguntas nos fuerza a tomar posiciones en cuanto a nuestro estilo de
enseñanza, e incluso ante los principios que la rigen, y ambas cosas son necesarias si pre-
tendemos asumir nuestro compromiso como educadores.
El paralelismo entre la formación que impartimos en la universidad con los futuros docentes y
la labor que éstos deberán desarrollar en la escuela como maestros y maestras no sólo es evi-
dente, sino necesario para conseguir una formación de calidad. En efecto, hemos de con-
siderar que nuestro alumnado no adquiere los contenidos que intentamos transmitirles de un
modo explícito únicamente (por ejemplo: psicología, historia de la educación, didáctica de
las matemáticas, etc.), sino que en muchas ocasiones, tan importantes como estos contenidos,
o más, son las formas mediante las cuales los abordamos.
29
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
EJEMPLO
El trabajo como profesores y profesoras de futuros docentes tiene En la formación del profesora-
una ventaja única, que comporta también un fuerte compromiso. do tan importantes como los
La ventaja, de la que no dispone el profesorado de otras carreras, contenidos, o más, son las
es que, cuando damos clase, estamos «haciendo» aquello mismo formas mediante las cuales
que enseñamos. Nuestra clase puede ser concebida como el los abordamos.
laboratorio en el que se muestra lo que estamos teorizando.
Obviamente, esto acarrea el importante compromiso de la coherencia: no podemos mantener
dobles discursos proponiendo a los alumnos y alumnas (futuros docentes) aquello que noso-
tros mismos no nos vemos capaces de llevar a la práctica.
Aún nos queda una segunda pregunta por responder: ¿la diversificación, en nuestro caso de la
enseñanza, es una respuesta válida a la diversidad del alumnado? ¿Y suficiente?
A lo largo de este tema intentaremos argumentar que se trata de una respuesta válida, pues per-
mite desarrollar una enseñanza de calidad que, además, se ajusta a las aptitudes diferenciadas
que, por definición, están presentes en cualquier grupo humano, nunca homogéneo. Ello no
significa que la diversificación de la enseñanza sea una respuesta suficiente a la diversidad
del alumnado, por lo importantes que resultan, en este sentido, otras dimensiones más allá de
las didácticas, especialmente las emocionales, relacionales y sociales.
A
Actividad de comprensión. Reflexione sobre las siguientes preguntas:
• ¿Se puede establecer un paralelismo entre el aprendizaje de los futuros docentes y el que
realiza el alumnado en su educación primaria y secundaria? Argumente su respuesta.
• ¿En qué medida dicho paralelismo incrementa la importancia de la coherencia de los
formadores de docentes en el estilo de enseñanza?
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
• ¿Qué ventajas supone el principio de coherencia entre el estilo de enseñanza-aprendizaje
con el que nos formamos y el estilo que, como docentes, aplicaremos en la práctica para
la formación del alumnado?
• ¿El espacio de formación de formadores puede ser concebido como un laboratorio en el
que se pone en práctica aquello que estamos teorizando? ¿Cómo?
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
2.
LA NECESIDAD DE DIVERSIFICACIÓN
EN LA SOCIEDAD DE LA
INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
de poder. La sociedad actual está dando lo que algunos autores denominan «giro dialógi-
co» (Beck, 1998), en el sentido de que basan más la autoridad en el convencimiento, en
las pretensiones de validez de los argumentos (Habermas, 2001) y en la negociación que
en el rol o las posiciones de poder preestablecidas.
Parte del profesorado, especialmente en los niveles de secundaria e incluso universita-
rios, se niega a percibir este giro e interpreta que es el concepto de autoridad en sí
mismo el que está en cuestión, adoptando posiciones que podríamos calificar de poco
adaptadas a los cambios que vivimos. En estos casos, tanto si la postura adoptada es la
inhibición –en la que se renuncia a ejercer esta nueva autoridad– como si es el empeci-
namiento en mantener formas de autoridad basadas únicamente en pretensiones de
poder o en una forma desfasada de entender su rol, el resultado es similar: un deterio-
ro del ambiente en las clases y la aparición de problemas de conductas individuales y
colectivas que, de no corregirse las posturas anteriores, no hacen más que agravarse con
el tiempo.
¿Tiene todo ello que ver con nuestra propuesta de diversificación? Se podría decir que sí,
ya que la diversificación exige negociación, razonamiento,
búsqueda de intereses comunes –con un aumento de la parti- La sociedad actual está
cipación del alumnado que ello comporta– y, por supuesto, dando un «giro dialógico», en
respeto a unas normas asumidas por el grupo, en el que el el sentido de que basa la
profesor o la profesora asume un rol distinto con la autoridad autoridad en el convencimien-
que le confiere su papel de dinamizador del grupo. to y en la negociación.
33
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
CAMBIOS SOCIALES:
- Estructuras familiares
- Migraciones
- Conflictos de valores
- Etc.
NUEVO CONCEPTO
DE AUTORIDAD:
- «Giro dialógico»
A
Actividad de comprensión. De acuerdo con lo expuesto hasta aquí, elija dos cambios socia-
les que considere trascendentes para la escuela. Escríbalos en una hoja y reserve para cada uno
de ellos dos columnas.
Se trata de que en una de las columnas anote los inconvenientes que pueden suponer dichos
cambios para la educación. Después, en la otra columna, intente convertir dichos inconve-
nientes en ventajas u oportunidades de mejora.
• • • •
• • • •
• • • •
34
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
3.
LA DIVERSIFICACIÓN
DE LA ENSEÑANZA EN EL AULA
Dejaremos para el siguiente tema aquellas medidas que obedezcan a necesidades educativas
específicas y/o especiales del alumnado que requieran ajustes más individualizados, y apoyos
más concretos, que comportan adaptaciones curriculares (más o menos significativas) e inter-
vención de otros actores en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
3.1.
Planificación y programación
– Concretar las decisiones tomadas en el proyecto educativo para dar respuesta a la diver-
sidad.
– Crear las condiciones necesarias para integrar los diferentes recursos y programas simul-
táneos que cubran las necesidades educativas comunes y específicas de todo el alumnado.
– Conseguir un equilibrio entre dar respuesta al grupo como tal y a cada uno de sus inte-
grantes.
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
– Tomar decisiones que contemplen los distintos grados y ritmos de aprendizaje, intereses,
motivaciones y necesidades específicas de los alumnos del grupo.
– Favorecer al máximo la interacción y comunicación entre profesor y alumnos y de éstos
entre sí mediante organizaciones flexibles que permitan la incorporación fácil de profe-
sores de apoyo.
3.2.
Presentación de la información
Por norma general, en la escuela y en la universidad se presentan los contenidos por la vía
oral-auditiva, a partir de las explicaciones orales del profesor o profesora el alumnado apren-
de vía auditiva, tomando notas, realizando ejercicios escritos, etc. Pues bien, aunque es obvio
que la explicación o la conferencia es un recurso de gran interés para la enseñanza y el apren-
dizaje, no hay que olvidar que el 80% del alumnado tiene un estilo de aprendizaje visual, lo
que quiere decir que aprende mejor y retiene más la información presentada de forma visual
que presentada de forma auditiva.
Esta constatación no debería llevarnos a menospreciar la tradicional lección oral, que tiene sus
virtudes. Pero, en la medida de lo posible, si nos ha de impulsar a agotar los recursos visuales
que tenemos a nuestro alcance para organizar nuestra enseñanza: desde los esquemas y mapas
conceptuales hasta el uso de fotografías, carteles o material videográfico.
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M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
LOS RECURSOS MANIPULATIVOS Y CORPORALES
Muchas de las formas de enseñar que «enseñamos» a nuestros alumnos se pueden apoyar en
diferentes tipos de materiales (para la enseñanza del cálculo, del lenguaje, de la geografía,
etc.), desde los comerciales y estandarizados hasta los elaborados con materiales de deshecho.
El uso didáctico de la manipulación de los materiales constituye un potente refuerzo para el
aprendizaje y, si a ello se añade la reflexión crítica y colectiva sobre las formas de incluir y
utilizar dichos materiales en el proceso educativo, el valor del uso de los materiales como
recurso didáctico se incrementa.
Pero también señalábamos la importancia del cuerpo para apoyar los aprendizajes. No nos
referimos aquí a la educación física ni a la expresión corporal como asignaturas, que obvia-
mente se fundamentan en el cuerpo, sino a la utilización de éste como refuerzo de los demás
aprendizajes. De este modo, los alumnos y alumnas que han permanecido durante muchas
hora sentados en otras sesiones pueden hacer ejercicios corporales con la doble finalidad de
relajar unos períodos tan largos de inmovilidad y además tratar los contenidos propios de su
asignatura. Veámoslo con un ejemplo.
EJEMPLO
37
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
Habrá observado que se trata de una actividad de debate sobre un La inclusión del elemento cor-
tema presente en la asignatura en cuestión. Pero la inclusión del poral en el debate implica a
elemento corporal y del desplazamiento provoca una mayor todo el alumnado y fija su
implicación de todo el alumnado y fija, además, de un modo más atención.
persistente, la atención sobre los razonamientos y su representa-
ción a través del cuerpo. Lo que no podemos hacer con el len-
guaje (opinar todos al mismo tiempo), puesto que el habla ocupa una dimensión temporal, lo
podemos hacer con el cuerpo: todos y todas dan su opinión con el cuerpo –incluso la opinión
de «no sé» (la línea)– ya que la dimensión «significante» en este caso es la espacial.
3.3.
Diseño de actividades
El diseño de actividades que respondan a las diferentes necesidades educativas del alumnado
es uno de los ámbitos de concreción de la propuesta de la diversificación de la enseñanza
desde la didáctica. Para el diseño de las actividades, se tendrán en cuenta las siguientes posi-
bilidades:
– Tener diferentes grados de dificultad, así como varias alternativas para llevarlas a cabo,
resolverlas y comunicarlas.
– Diseñar diferentes actividades para trabajar un contenido.
– Reflexionar sobre qué tipo de actividades son las más adecuadas para las estrategias meto-
dológicas que se utilizarán en cada momento. Es decir, optimizar los recursos y darles una
coherencia. Este tipo de reflexiones permitirá tomar decisiones coherentes en el uso y
secuenciación de las actividades.
3.3.1.
Modelos deductivos e inductivos
38
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
fesora. Sin negar la validez de este procedimiento, si deberíamos cuestionarnos su validez
como «único procedimiento» o como procedimiento habitual. Y es que ello choca también
con el planteamiento que estamos haciendo aquí de la diversidad del alumnado. En efecto,
estas formas deductivas de enseñanza favorecen determinados estilos de aprendizaje, pero
no otros que, por otra parte, pueden aportar mucho a la profundidad del aprendizaje de todos
y todas.
En consecuencia, es bueno tener en cuenta las formas inductivas con las que enriquecer nues-
tra enseñanza. El ejemplo por excelencia de forma inductiva es el trabajo por casos, o la
reflexión sobre determinadas situaciones de enseñanza que requieran análisis. En estos casos,
el alumnado no dispone de las nociones previas a la aplicación, sino que a partir de la refle-
xión sobre determinados casos o situaciones tiene que hallar las respuestas y, por medio de la
situación, ir elaborando sus propias conceptualizaciones. Lo veremos con un ejemplo en el
contexto de la formación de formadores.
EJEMPLO
Actividad inductiva
«José Rodrigo es un chico de 8 años, que parece tener buena capacidad para aprender,
pero es muy desorganizado, lo que disminuye mucho su rendimiento. A menudo, se olvi-
da los deberes, los libros u otros materiales, y parece distraído.
Desde hace un mes, ha empezado a llegar tarde a la escuela. Luz, la maestra, lo ha rega-
ñado, pero sin obtener resultados. El último día de clase se olvidó de nuevo sus debe-
res. La maestra se enfadó mucho con él y le puso a trabajar lejos del grupo. Durante toda
la clase, el chico estuvo molestando a los compañeros... y tal fue la tensión, que la
maestra lo castigó sin salir al patio. José Rodrigo se puso a llorar y se quedó en clase
con sus tareas.
A partir del caso anterior, podemos empezar preguntando a los estudiantes cómo entien-
den la situación (seguro que habrá diferentes interpretaciones y ello enriquecerá la explo-
ración del grupo) y cómo actuarían en esas circunstancias.
39
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
De lo que resulte de ese contraste de opiniones y aportando nuestro conocimiento y
experiencia, podemos conceptualizar, por inferencia, sobre:
3.3.2.
Recursos para favorecer la interiorización
Cuando alguien tiene que explicar algo a los demás para que lo aprendan, el aprendizaje que
debe hacer del contenido es más profundo que el que debería hacer para sólo familiarizarse
individualmente con él. De este modo, las presentaciones de libros o artículos o pequeños
trabajos realizados en grupo es un recurso que permite a nuestros estudiantes ejercitar sus apti-
tudes expositivas y didácticas al mismo tiempo que profundizar en los contenidos que debe-
rán abordar en su exposición.
LAS SIMULACIONES
Capítulo aparte merecen las simulaciones, donde los estudiantes que las realizan deberán
ponerse en el papel de los personajes simulados mientras que los espectadores de la simula-
ción habrán de analizar, libremente o a partir de unas pautas acordadas previamente, lo que
ven en la simulación para luego llegar a unas conclusiones en grupo.
40
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
EJEMPLO
Las situaciones susceptibles de simular son tantas como las situaciones que pueda vivir
un maestro o una maestra en su tarea docente. Por ejemplo: una clase, una reunión y
debate de claustro, una entrevista con unos padres, o con un supervisor, o una reunión
con un grupo de padres al que debe presentar la línea educativa de la escuela, etc.
El proceso para preparar y aplicar la simulación como método didáctico lo presentamos a con-
tinuación por medio del siguiente ejemplo:
1. Seleccionar o elaborar algunos textos de medidas reducidas que aborden la situación que
se va a simular. Por ejemplo, algún texto sobre las entrevistas con los padres.
2. Elegir a los «actores» de la simulación. Por ejemplo, uno o dos actores para representar
el papel de maestros y otros dos que asumirán el papel de padres o tutores.
3. Especificar a los actores la situación que se va a representar y el papel que deberá asu-
mir cada uno. Por ejemplo:
EJEMPLO
41
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
– Rol de padre: éste dedica poco tiempo a su hijo; tiene asumido que es cosa de muje-
res o de la escuela y deberá contestar con evasivas durante la entrevista.
– Rol de madre: ésta no admite fácilmente (no se da cuenta) que esté sobreprotegien-
do a su hijo y lo atribuirá, en todo caso, a la abuela, aunque se muestre preocupada
por el niño y por el hecho de haber sido llamada a la entrevista.
– Tiempo: finalmente se fijará la fecha de la simulación y el tiempo disponible.
EJEMPLO
42
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
que pone en práctica las habilidades de los simuladores. En consecuencia, el análisis
posterior de lo sucedido y de las otras formas en las que se hubiese podido actuar forta-
lece el carácter sintético y aplicado de los conocimientos que se han puesto en juego.
EJEMPLO
A
Actividad de comprensión. Piense en un contenido de alguna de las asignaturas que usted
imparte en formación de docentes. Luego, reflexione sobre las siguientes cuestiones:
– ¿La información que debe ofrecer para impartir dichos contenidos podría ser dada por
otras vías además de la explicación oral? ¿Cuáles?
– ¿Qué estilos de aprendizaje se tendrán en cuenta?
– ¿De qué forma incidiría la diversificación de la presentación de la información en el
alumnado?
– ¿Dichos contenidos se prestan a un abordaje inductivo?
– ¿Permitiría esto una mayor implicación del alumnado en su propio aprendizaje?
– ¿De qué modo planificaría la clase?
Puede utilizar el foro para compartir sus impresiones, reflexiones y dudas al respecto así
como debatir con sus compañeros.
43
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
3.4.
Evaluación
3.5.
Recursos organizativos
3.5.1.
El modelo de aprendizaje cooperativo
En primer lugar, partiremos de la siguiente pregunta: ¿el trabajo cooperativo tiene que ver con
la diversificación de la enseñanza?
44
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
El trabajo cooperativo –en nuestro caso el aprendizaje cooperativo– constituye una forma de
organización del aprendizaje que potencia que los alumnos pongan de manifiesto todas sus
aptitudes, especialmente aquellas para las que están más dotados y, a su vez, facilita que
aprendan de las aptitudes y estilos que emplean sus compañeros/as al trabajar en grupo.
Se podría afirmar que, en cuanto a la atención a la diversidad, es un modelo válido por dos
razones:
El aprendizaje cooperativo permite que todos los estudiantes alcancen unas metas de aprendi-
zaje fijadas previamente, pero respetando la diversidad de sus aptitudes y ritmos de apren-
dizaje. El conjunto de aptitudes y capacidades de los miembros del grupo, que es más que la
suma de las capacidades individuales, constituye la principal
riqueza de este último. Todos aportan al grupo, todos reciben de El aprendizaje cooperativo
él y todos alcanzan, mediante la cooperación, las metas fijadas, permite que todos los estu-
puesto que en el aprendizaje cooperativo el éxito del grupo depen- diantes alcancen unas metas
de del individual, de cada uno de sus componentes, y viceversa. de aprendizaje fijadas previa-
mente, pero respetando la
A esto último nos referimos cuando consideramos la interdepen- diversidad.
dencia positiva como una de las condiciones básicas del aprendi-
zaje cooperativo. En efecto, en este tipo de aprendizaje, los estudiantes saben que han de coo-
perar para conseguir los resultados que persiguen, como grupo e individualmente, ya que al
final del proceso analizarán con el profesor cómo todos han llegado a las metas fijadas.
Asimismo, este modelo, junto con el modelo de aprendizaje dialógico, es particularmente rele-
vante en la formación de profesorado, puesto que constituye un entrenamiento específico de
la capacidad para trabajar en equipo, aptitud muy requerida para el buen desempeño de su
45
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
labor docente en la escuela y en la comunidad donde actúe; y, en cambio, poco presente entre
muchos docentes que aún parecen regirse por la desafortunada máxima de «cada maestrillo
con su librillo».
3.5.2.
La organización como aprendizaje: tiempo, espacio y agrupamientos
Los docentes que nos ocupamos de la formación del profesorado, como los demás, no pode-
mos prescindir de los aspectos organizativos que condicionan en gran medida nuestra función
docente. Además, no siempre contamos con los contextos organizativos que consideraríamos
ideales para la labor que se nos encomienda, ni con los recursos que creeríamos óptimos para
llevarla a cabo.
Todo ello nos conduce a la necesidad de tomar decisiones organizativas, a veces bastante
creativas, para salvar determinados obstáculos: desde la disposición del mobiliario del aula,
la distribución de los tiempos docentes, o incluso, a la organización, por medio de cargos
distribuidos entre el propio alumnado de determinadas tareas (organización de materiales,
bibliografía, etc.).
Es evidente que el deseo de cualquier docente consiste en optimizar, mediante una buena orga-
nización, los recursos disponibles para facilitar al máximo el aprendizaje.
Para ello, debemos dar a conocer a los alumnos y alumnas cuá- Cuando hablamos de la orga-
les son las metas que perseguimos y el tipo de actividad que nización como aprendizaje
requieren. A partir de este punto, es necesario inducir a todo el nos referimos a implicar al
grupo a la reflexión sobre las formas de organización que más alumnado en las tareas de
facilitarán nuestro trabajo. organización con la reflexión
que ello comporta.
Conocido el tipo de tareas que se van a realizar y su finalidad, se
podrían plantear algunas de las siguientes cuestiones:
• ¿Cuáles son los períodos temporales de trabajo idóneos para cada tarea, teniendo en
cuenta el tiempo global del que disponemos?
Demasiado a menudo no se cuestiona el tema del tiempo, pero sabemos que, en función
de los tipos de actividad, los tiempos recomendados son distintos si queremos obtener un
máximo rendimiento. Así, la combinación de actividades debe buscar el máximo aprove-
chamiento del tiempo disponible.
46
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
• ¿Cuál sería la óptima distribución del espacio?
En función de las actividades predominantes, la distribución del espacio será distinta:
– Para el debate general, la distribución en círculo es ideal.
– El trabajo cooperativo requiere la agrupación de mesas en núcleos pequeños, de
modo que todos sus componentes puedan verse la cara, pero sin que les sea muy difí-
cil poder atender una explicación general del profesor.
– Por otra parte, si en una sesión se requieren diferentes distribuciones, habrá que
calibrar la posibilidad de cambiar la distribución sin romper demasiado el ritmo
de la clase o, de lo contrario, optar por la disposición predominante en las tareas que
se van a realizar o la que resulte más polivalente.
• ¿Cuál será la organización óptima del grupo para alcanzar las metas propuestas?
Cuando cualquier grupo se propone unas metas de aprendizaje debe asumir determinadas
formas de organización que faciliten su consecución.
Habitualmente, es competencia del profesor/a tomar este tipo de decisiones; sin embargo,
sobre todo en el caso de la formación de docentes, puede resultar de gran interés forma-
tivo implicar al alumnado en dichas tomas de decisión, en las que se deben ponderar las
metas fijadas, los tipos de tareas que comportan y los recursos disponibles.
Los criterios, pues, para establecer grupos y repartir responsabilidades a partir de la
previsión de las necesidades futuras, y la puesta en marcha de la forma de organización
que se considere más idónea, constituyen una actividad de alto valor formativo para cual-
quier futuro maestro.
A
Actividad de aprendizaje. Relacione los siguientes conceptos:
– Diversificación de la enseñanza.
– Metodología.
– Diversidad.
– Enfoque educativo-curricular.
47
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
Ideas clave
48
M3. Atención a la diversidad La diversificación de la enseñanza como respuesta
3
Necesidades
educativas
especiales
Índice
Objetivos..................................................................................................................... 51
50
M3. Atención a la diversidad Necesidades educativas especiales
Objetivos
51
M3. Atención a la diversidad Necesidades educativas especiales
Mapa conceptual
EDUCACIÓN
FUNCIÓN DOCENTE ROLES
INTEGRADORA
Implica DOCENTE
DE AULA
DETECCIÓN de
SERVICIOS
ATENCIÓN N.E. INDIVIDUALES DE APOYO
EQUIPO
N.E. ESPECIALES MULTIDISCIPLINAR
PSICOPEDAGÓGICO
Asociadas a
PROFESOR DE APOYO
CIRCUNSTANCIAS
de
OTRAS:
– Ritmos y estilos
de aprendizaje
– Situaciones familiares
DÉFICIT
– Psicológicas
DISCAPACIDAD
– Personales
– Dificultad en habilidades
sociales y cogfitivas
Condicionadas
por
Educativas
CONDICIONES son
TRANSFORMACIÓN SOCIALES
de Familiares
DIVERSIFICACIÓN Socio-económicas
DE LA ENSEÑANZA
Creencias
mediante ADAPTACIONES y valores
CURRICULARES dominantes
PROYECTO EDUCATIVO
DE NÚCLEO
52
M3. Atención a la diversidad Necesidades educativas especiales
1.
INTRODUCCIÓN A LAS NECESIDADES
EDUCATIVAS ESPECIALES.
INTRODUCCIÓN
Una vez abordadas las cuestiones más relevantes respecto a las necesidades educativas comu-
nes y específicas (también denominadas individuales) del alumnado diverso y las posibles
actuaciones desde el aula como la propuesta de la diversificación de la enseñanza, profundi-
zaremos en aquellas necesidades educativas consideradas especiales (n.e.e.).
Las n.e.e. se incluyen por definición en las necesidades educativas específicas o individuales,
no obstante, las n.e.e pueden requerir respuestas o actuaciones complejas en cuanto a las
implicaciones didácticas, la necesidad de recursos materiales específicos, apoyos de personal
docente y de equipos multidisciplinares, variaciones curriculares o modelos de intervención.
– Todo el alumnado puede tener n.e.e. en algún momento de su trayectoria educativa y tam-
bién de forma permanente. Es un matiz importante puesto que no están asociadas única-
mente y de forma sistemática a un sector del alumnado, al cual se le ha diagnosticado una
discapacidad o déficit.
– Los centros educativos regulares, como tales, deben dar respuesta a las necesidades edu-
cativas de toda índole del alumnado sin distinción alguna. Es decir, su definición no se
limita en el contexto de los centros de educación especial propiamente dichos.
– Las dificultades de aprendizaje son dinámicas. Éstas pueden cambiar conforme la perso-
na realiza procesos de aprendizaje, pueden darse por circunstancias más o menos tempo-
rales y dependen no sólo de las limitaciones del sujeto, sino también de las limitaciones
del contexto.
53
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
– Encontrarse en situación de desventaja debido a (…) un ambiente social carente de
estímulos.
– Tener problemas en su entorno familiar, lo que no les ha permitido desarrollarse
adecuadamente.
– Tener problemas de aprendizaje a causa de una enseñanza inadecuada o porque la escue-
la no contempla suficientemente sus características socioculturales.» (Guidugli, 2000)
Es muy importante aclarar que las personas con necesidades educativas especiales (asociadas
o no a una discapacidad) aprenden, al igual que el resto del alumnado, con las mismas premi-
sas: «de forma significativa, participan activamente en su proceso de aprendizaje y cuentan
con la mediación del profesor y de sus compañeros para aprender» (Guidugli, 2000).
En todo caso, necesitarán mayor atención, así como acciones y estrategias adicionales para
que los procesos de enseñanza-aprendizaje sean satisfactorios. Para proporcionar esa atención,
los docentes de los centros educativos cuentan con servicios de apoyo (profesores de apoyo y
los equipos multidisciplinarios) que, por ejemplo, jugarán un papel muy significativo en la
detección de alumnos con necesidades educativas especiales, así como en las adaptaciones
curriculares que se deriven de las mismas.
En este tema profundizaremos en las necesidades educativas especiales (n.e.e.) desde diferen-
tes aspectos:
54
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
2.
EL ALCANCE EDUCATIVO A LAS
DIFERENTES DISCAPACIDADES
Las n.e.e. suelen asociarse automáticamente a personas con discapacidad. Como ya hemos
visto, desde el enfoque educativo curricular está claro que no es necesariamente así. No obs-
tante, la atención a las n.e.e. de las personas con discapacidad es uno de los grandes retos para
una educación realmente intragadora e inclusiva. Se hace necesario, por tanto, la reflexión
sobre los prejuicios y las ideas preconcebidas que funcionan de forma implícita entorno a las
implicaciones educativas de las distintas discapacidades. Són prejuicios que condicionan en
múltiples ocasiones las prácticas educativas y suelen bajar las expectativas educativas de los
docentes hacia el alumnado.
En este capítulo, vamos a ocuparnos de la discapacidad y de cómo los alumnos y alumnas que
padecen alguna discapacidad pueden ver alteradas sus posibilidades de aprendizaje.
Reflexionaremos sobre cómo suelen exagerarse los efectos del déficit que padecen estos alum-
nos y cómo hay una tendencia a justificar, por esos déficits, comportamientos y actitudes que
poco tienen que ver con ellos, y sí, en cambio, con la influencia del entorno social y educativo.
Cada vez más, los maestros y maestras que se forman en los INS van a atender en sus clases
regulares a alumnos con diferentes formas y grados de discapacidad. Esto implica que, desde
las distintas asignaturas del currículo que cursan, deba considerarse –en la medida de lo posi-
ble– este hecho, y que las futuras maestras y maestros reflexionen, ya desde su formación
inicial, sobre lo que deberían tener en cuenta en su docencia cuando en su grupo-clase se
encuentra algún alumno con limitaciones, ya sean sensoriales, motrices o intelectuales.
Pero más allá de la anterior consideración, también es cierto que, en virtud del derecho a la
educación que nos asiste a todos, es cada vez más frecuente encontrar en las mismas aulas
universitarias y en los propios INS alumnos y alumnas que, están capacitados para realizar
55
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
estudios en este nivel y a su vez, presentan algun tipo de discapacidad. Asimismo, como for-
madores de formadores, deberemos plantearnos los apoyos que propician que este alumnado
pueda ejercer su derecho a la educación, en este caso cursando carreras superiores.
Cada vez son más las universidades en el mundo que se han planteado explícitamente políti-
cas afirmativas para garantizar el derecho a la educación de esta población, y han puesto en
marcha directrices encaminadas a suprimir las barreras para el aprendizaje y la participación
presentes en los centros universitarios.
La atención a las n.e.e. y también las relacionadas con la discapacidad nos afectan, por tanto,
doblemente:
– En nuestra práctica como docentes cuando nos encontremos con un alumnado diverso,
con toda la amplitud de necesidades educativas.
– En la orientación de nuestras asignaturas, en las que deberíamos ofrecer claves a los
alumnos –futuros profesores y profesoras para ajustar sus enseñanzas a todos sus alum-
nos y alumnas, incluyendo a quienes tienen algún tipo de discapacidad. Por supuesto,
contando con el apoyo necesario y con el trabajo colaborativo del resto del plantel de la
escuela.
2.1.
Los conceptos discapacidad y déficit
En ambos casos nos hallamos ante un mismo déficit: la imposibilidad de mover las piernas,
de andar; sin embargo, las consecuencias en uno y otro caso han sido muy diferentes.
56
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
A
Actividad de comprensión. A partir de los dos casos descritos anteriormente, podemos
hacernos las siguienes preguntas:
De lo anterior deducimos que tiene mucho sentido diferenciar entre lo que es déficit, en sen-
tido estricto, y lo que constituye la discapacidad que se asocia a éste. Un mismo déficit puede
comportar discapacidades de carácter muy distinto, en función de las características del medio
en el que una persona con limitaciones debe desenvolverse. Y ahí hemos de tener en cuenta el
medio físico, pero también todo aquello que condiciona sus relaciones y desarrollo personal:
el medio familiar y social y, en el caso de la población más joven, el medio escolar.
El concepto «discapacidad» tiene un sentido más dinámico y está muy vinculado a las con-
diciones del entorno; en buena medida, es superable cuando dichas condiciones cambian
favorablemente.
57
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
ATENCIÓN
MÉDICA
ALIMENTACIÓN
ESTIMULACIÓN
TEMPRANA reducen la
INSERCIÓN EN
LA COMUNIDAD
SOCIALES
AUTOCONCEPTO
DÉFICIT CONDICIONES DISCAPACIDAD
AUTONOMÍA
EDUCATIVAS
CONOCIMIENTOS
DEL ENTORNO
reducen la
CURIOSIDAD
AMPLIACIÓN
DE INTERESES
AMPLIACIÓN
DE ENTORNOS
Así, por ejemplo, un alumno con deficiencia mental experimentará limitaciones intelectuales
importantes y, con ello, dificultades para alcanzar el mismo nivel de conocimientos que
adquieren los compañeros de su edad. Pero esta limitación será tanto menos incapacitan-
te cuanto más capaces seamos de mantener expectativas altas también en relación a:
– Las capacidades (el retraso mental no supone la pérdida de todas las capacidades).
– La interacción y la comunicación. Facilitar que actúe y trabaje junto a sus compañeros
de edad (no tenemos por qué limitar sus interacciones sociales, que para él serán un
estímulo).
– El currículo. Seleccionar aquellos conocimientos más relevantes que le permitan com-
prender y actuar en su entorno (seguramente no los alcanzará con el mismo grado de
profundidad de sus compañeros, pero ello no impide que se acerque a los más relevantes
para él y que le ayuden a progresar en su conocimiento del entorno).
– La evaluación. Ser justos y realistas en la evaluación de su progreso, reconociendo sus
limitaciones, pero valorando sobre todo el proceso mediante el cual el alumno ha evolu-
cionado, venciendo las limitaciones que le supone su afectación.
58
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Con todo lo anterior, y basándonos también en el excelente estímulo que supone la interacción
con los compañeros de edad, conseguimos potenciar el aprendizaje de todos y también que el
alumno con dichas limitaciones sea progresivamente más autónomo en un entorno regular
(normalizado), que es donde va a desarrollar su vida. Por el contrario, si la etiqueta del retra-
so sirviera para que redujéramos acríticamente nuestras expectativas, lo mantuviéramos con
actividades ocupacionales (sin intencionalidad formativa) y, a menudo, alejado de la actividad
de sus compañeros de edad, lo estaríamos incapacitando gravemente para el desarrollo social
y el crecimiento personal. En definitiva, si no nos formuláramos exigencias sobre su aprendi-
zaje y adquisición de habilidades sociales y de autonomía, contribuiríamos a aumentar su
discapacidad –cosa que en la historia ha sucedido con demasiada frecuencia– y la escuela se
convertiría para este alumno en una parodia de «normalización» alejada de sus auténticas
necesidades educativas.
La acción educativa con alumnos que tienen déficits o limita- La acción educativa con
ciones de mayor o menor gravedad debe fundamentarse en dos alumnos que tienen déficits o
principios básicos: acoger el déficit y reducir la discapacidad. limitaciones de mayor o
Lo primero como condición para que el alumno, en su proceso menor gravedad debe funda-
de autoconocimiento y aceptación, descubra sus aptitudes y mentarse en dos principios
conozca sus limitaciones. Lo segundo, es precisamente el pro- básicos: acoger el déficit y
ceso educativo el que nos permite reducir la discapacidad. reducir la discapacidad.
Pero nada de lo dicho es posible si no nos situamos de forma adecuada ante el déficit.
Tradicionalmente, se ha producido una sobrevaloración del déficit, en especial de los más per-
ceptibles. Dicha sobrevaloración se traducía en una percepción del individuo a partir del
déficit, y se olvidaba el resto de rasgos que componen su personalidad. Esto llevó a actitudes
clasificatorias que sugerían cierta uniformidad entre los grupos catalogados por déficits: «los
ciegos», «los sordos», «los deficientes mentales», etc., que los alejaban del resto de la pobla-
59
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
ción «normal». Desde esta perspectiva (enfoque clínico-individual), resultaba lógico que, en
la medida en que el derecho a la educación se extendía a toda la población, se crearan escue-
las especiales para atender a estos alumnos, agrupados en función del déficit, como si éste
fuera lo más importante que dos alumnos pueden tener en común.
Sin embargo, un mismo déficit o limitación puede dar lugar a dis- Cualquier déficit o limitación
capacidades muy diferentes y, en consecuencia, a necesidades debe percibirse como un
educativas también distintas. Por ello, cualquier déficit o limita- rasgo más de la personalidad
ción debe percibirse como un rasgo más de la personalidad del del individuo que lo padece y
individuo que lo padece y no como la globalidad de una persona no como la globalidad de la
a partir de los rasgos más desfavorables para su desarrollo: los que misma.
configuran el déficit.
Así, por utilizar un ejemplo en el ámbito escolar, no nos proporciona mucha información
el anuncio de que uno de los alumnos que va a ingresar en nuestra escuela padece una
deficiencia mental de grado medio. Para situarnos mejor ante ese alumno o alumna,
debemos saber si se trata de un niño con iniciativa, si muestra interés por el aprendiza-
je y por su entorno, si se relaciona bien con sus compañeros, si dispone de un entorno
familiar capaz de colaborar con la escuela, su grado de autonomía en hábitos básicos
como higiene, control de esfínteres, etc. En definitiva, debemos informarnos sobre el
mismo tipo de cuestiones que nos permiten conocer a los demás niños.
A
Actividad de comprensión. Recuerde si en su ámbito profesional, personal, o a través de
alguna lectura, película, etc., conoce o recuerda a alguna persona que afronte alguna limita-
ción sensorial, física, intelectual o algún trastorno de personalidad. Reflexione sobre cómo
estas limitaciones afectan a su vida, diferenciando de forma clara las atribuibles directamente
a la limitación que padece y las que se derivan más de barreras del entorno (barreras al apren-
dizaje y a la participación), como problemas educativos, barreras arquitectónicas, marginación
social, etc. Estas últimas configuran lo que entendemos por discapacidad, el ámbito en el que
la educación puede incidir de una manera determinante.
60
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
DÉFICIT DISCAPACIDAD
(limitaciones, carencias...) (barreras para el aprendizaje y la participación)
• •
• •
• •
2.2.
El alcance del déficit
Nuestros alumnos, futuros maestros y maestras, van a encontrarse con unas demandas muy
distintas de las que han afrontado tradicionalmente los maestros y maestras de generaciones
anteriores. En buena medida, debido a la imparable extensión del movimiento hacia la inclu-
sión y la escuela para todos. Entre el alumnado se van a encontrar personas que el desarrollo
y el aprendizaje de las cuales se ve alterado por la presencia de un déficit. Está claro que esto
debe hacernos replantear la formación que reciben los futuros docentes. Y algo importante en
esta formación, que no es una formación especializada, es comprender el alcance del déficit y
su influencia en las posibilidades de aprendizaje del alumnado, ya que dicha influencia suele
estar sobrevalorada, lo que hace disminuir injustificadamente nuestras expectativas sobre el
aprendizaje del alumnado con alguna discapacidad.
Aun a riesgo de simplificar demasiado, nos referiremos aquí a las limitaciones motoras (o
motrices), a las auditivas, a las visuales, al retraso mental y a los trastornos de personalidad.
No tratamos de ser exhaustivos, sino de acotar el alcance de estas limitaciones y poner de
relieve lo que, como resultado de condiciones ambientales, suele atribuirse también al déficit,
con lo que quedan reducidas injustamente las expectativas educativas y de progreso de las per-
sonas.
2.2.1.
El déficit motor
Entendemos por déficits o trastornos motores aquellos que alteran el movimiento par-
cial de la persona y/o provocan un desajuste entre la intencionalidad del acto motor y
su realización.
61
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Las diversas causas que pueden provocar déficits motrices, desde encefalopatías hasta lesio-
nes medulares y patologías musculares, también comportan una considerable variedad en sus
manifestaciones: desde las simples limitaciones en la movilidad de reducidos segmentos cor-
porales hasta graves alteraciones en funciones mentales superiores, producidas por el origen
neurológico del propio trastorno motor.
Pero no siempre se había entendido así, ya que, de la importancia que tiene la actividad motriz
y manipulativa para el desarrollo infantil, se había inferido la posibilidad de que su limitación
alterara otras áreas del desarrollo, retrasándolas, especialmente la cognoscitiva. Esta inferen-
cia ha sido seriamente cuestionada.
Vicky Lewis (1987: 110), después de revisar un gran número de investigaciones llevadas a
cabo con niños y niñas afectados por la talidomida4, espina bífida y parálisis cerebral, llega
a la conclusión de que:
«Existe poca evidencia para poder concluir que un déficit físico tenga necesariamente
una consecuencia desfavorable sobre la inteligencia. Algunos niños con déficit físicos,
incluso algunos de los afectados más gravemente, funcionan a un nivel intelectual nor-
mal e incluso por encima de la media». Vicky Lewis (1987: 110).
Aun así, en su revisión, la autora no deja de constatar que una gran parte de las niñas y niños
con déficits motores tiene un nivel intelectual bajo, lo que, sin embargo, concluye, no puede
ser explicado única ni principalmente como una consecuencia de las limitaciones motrices
experimentadas por ellos. En la explicación de este bajo rendimiento intelectual adquieren un
papel destacado otros factores, como la presencia de daño cerebral, sordera, algún otro tipo
de déficit, un ambiente empobrecido debido al déficit u otros factores ambientales, como la
necesidad de largos períodos de hospitalización o una escolarización inadecuada.
Resulta obvio que estos últimos factores, de carácter ambiental, pueden ser en buena medida
reducidos a partir de una correcta intervención socioeducativa, ámbito en el que entra de lleno
nuestro trabajo y nuestras posibilidades de acción.
62
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
en la articulación, perturbando así el desarrollo del habla. En estos casos, el proceso evolu-
tivo y educativo de la persona afectada no se encuentra limitado única ni principalmente por
la reducción de sus posibilidades motrices, cosa que, como hemos visto, tenía un limitado
efecto en el desarrollo de otras áreas. La presencia de trastornos asociados puede tener efec-
tos más perturbadores según la cantidad y el grado de afectación de las funciones que se
vean alteradas.
Algunos de estos déficits asociados pueden incidir gravemente en el progreso educativo del
alumnado afectado, como en el caso de las limitaciones intelectuales, las dificultades senso-
perceptivas o las graves limitaciones para la articulación del lenguaje oral, que pueden sumar-
se al trastorno motor generando un síndrome de mayor entidad.
Con todo, conviene no minusvalorar las posibilidades educativas de estas personas por la
«aparatosidad» del síndrome manifestado, cosa que ocurría a menudo cuando, de la ausencia
del habla o de la presencia de graves anomalías posturales y del movimiento, se infería un
inexistente déficit intelectual en la persona afectada.
2.2.2.
Déficit visual
Desde una perspectiva educativa, entendemos por déficit visual el conjunto de altera-
ciones de la visión que no pueden ser corregidas por completo por procedimientos ópticos,
alterando así la visión funcional de quien las padece.
– La ceguera, ausencia total de visión o reducción de ésta a una difusa percepción de luz,
lo que impide su utilización para el aprendizaje.
– La ceguera parcial, que supone una grave reducción de la capacidad visual aunque se pue-
dan apreciar bultos, matices de color, etc.
En ambos casos, la limitación visual impide realizar aprendizajes básicos, como la lectoescri-
tura por procedimientos visuales, por lo que debe recurrirse al sistema Braille. Existen
déficits de menor gravedad, como la baja visión, consistente en una reducción importante
de la agudeza o del campo visual que no impide ver objetos en determinadas circunstancias (de
cerca o de lejos).
Los déficits visuales graves, y especialmente la ceguera, inciden en diferentes áreas del
desarrollo de la persona afectada condicionando su proceso educativo. Maticemos los que
podríamos considerar como efectos directos más significativos.
63
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Más allá de las limitaciones en un importantísimo canal para la recepción de información,
los déficits visuales graves pueden suponer un serio obstáculo en otros planos del desarrollo:
desde la adquisición de la movilidad hasta la organización cognoscitiva.
La falta de estímulos visuales también puede crear en la persona una tendencia al aislamien-
to alterando así su proceso de socialización. Si bien es cierto que una adecuada estimulación
propicia su desarrollo en todos estos planos, las anomalías citadas no pueden vincularse úni-
camente a una deficiente estimulación recibida por estos niños/as.
Las investigaciones señalan de forma clara que las dificultades de estos niños/as para interio-
rizar globalmente la información recibida y la percepción fragmentada de dicha información
a partir de las percepciones táctiles, auditivas y cinestésicas tienen mucha incidencia en las
dificultades cognoscitivas y emocionales que presentan muchos de ellos. Esto afecta de un
modo especial a las personas que son ciegas totales congénitas.
Ahora bien, una niña o un niño ciegos sin otros déficits asociados, lo que afortunadamente
ocurre en la mayoría de los casos, disponen de suficientes recursos para compensar en buena
medida los efectos de su falta de percepción visual en las otras esferas del desarrollo, espe-
cialmente cuando su medio familiar y escolar son adecuados. Esto es lo que han demostrado
los estudios llevados a cabo en España por Esperanza Ochaita y Alberto Rosa (1986) que, ade-
más, coincide en gran parte con el resto del corpus de investigación existente.
EJEMPLO
64
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
2.2.3.
Déficit auditivo
Entendemos por déficits auditivos las pérdidas de audición que impiden una correcta
captación del sonido y, en especial, del lenguaje hablado. De acuerdo con ello, se tie-
nen en cuenta diferentes grados de déficit auditivo en función de la gravedad de dicha
pérdida: desde el leve (pérdida de 20 a 40 decibelios) hasta el profundo (superior a 90
decibelios).
Las deficiencias ligeras y medias tienen una incidencia mucho menor en el desarrollo que las
graves y profundas. Además, también resulta crucial el momento de aparición del déficit. Si
éste se produce antes de la aparición del habla (en torno a los tres años) –dando lugar a las lla-
madas sorderas prelocutivas–, su incidencia en el desarrollo será incomparablemente mayor
que si el déficit aparece más tarde (sorderas poslocutivas). Y esto es así por la importancia del
lenguaje en el desarrollo cognoscitivo.
Sin embargo, también hemos de señalar que los estudios realizados sobre el desarrollo inte-
lectual de alumnos sordos, en su mayoría llevados a cabo desde una óptica piagetiana, coinci-
den en demostrar que su evolución cognoscitiva puede seguir un proceso equiparable al de los
oyentes y que disponen de un nivel intelectual semejante, aunque con un significativo desfase
temporal en la adquisición de habilidades que implican operaciones lógicas complejas y
pensamiento formal.
Uno de los más prestigiosos investigadores en el estudio de los efectos de la sordera en la evo-
lución infantil, H. G. Furth, nos aclara la aparente contradicción entre los anteriores datos
(equiparación de los procesos y, aun así, existencia de desfases) cuando indica que, como
65
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
resultado directo de su incompetencia lingüística, las personas sordas fracasan o tienen malos
rendimientos en tareas específicamente verbales o en otras no verbales para las que los hábi-
tos lingüísticos proporcionan una ventaja directa.
Con todo, desde el punto de vista educativo, es conveniente considerar que las dificultades en
el proceso de elaboración del lenguaje tienen repercusiones evidentes en el desarrollo del
niño/a sordo/a, más allá de la estricta esfera lingüística. A. Marchesi (1990) apunta cuatro
de especial relevancia:
– Limitaciones en el desarrollo del juego simbólico que, en el caso de los niños/as afec-
tados por graves déficits auditivos, se produce con cierto retraso y menor amplitud y
diversidad.
– Dificultades en su capacidad de anticipar situaciones, de autorregulación, y en la plani-
ficación de la conducta.
– Limitaciones derivadas de la menor cantidad de información a la que tienen acceso
debido a que gran parte de ella se transmite por medios de comunicación oral: diálogo,
televisión, etc.
– Dificultades que experimentan en el procesamiento de la información cuando aún no
han alcanzado cierto dominio de las estructuras lingüísticas, debido a la utilización de
códigos diferentes para representarse mentalmente la información.
Todas estas limitaciones o dificultades pueden tener una clara incidencia en el progreso edu-
cativo del alumno afectado por un grave déficit auditivo. Sin embargo, es posible compensar-
las en buena medida con una adecuada intervención educativa.
2.2.4.
Deficiencia mental
66
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
La deficiencia mental también puede presentarse en diferentes grados de afectación. Este gra-
diente de afectación, y el hecho de que la deficiencia mental afecte a todas las esferas del des-
arrollo, hacen que su incidencia en el proceso educativo sea alta y directa. Con todo, cabe
hacer algunas matizaciones:
– El desarrollo intelectual es un proceso muy interactivo. Por ello, para definir la defi-
ciencia mental, utilizamos el concepto de «adaptación», que se refiere a la capacidad que
desarrolla la persona con limitaciones intelectuales para interactuar con su entorno. Lejos
quedan los tiempos en que se consideraba el coeficiente intelectual o la inteligencia de la
persona como algo inmutable, poco susceptible de ser modificado con el tiempo y una
adecuada estimulación. Potenciar las áreas de desarrollo menos afectadas y estimular
adecuadamente las que lo están en mayor medida devienen tareas educativas básicas,
capaces de reducir las limitaciones que supone el déficit intelectual a la persona afectada
y, por tanto, su discapacidad.
– La incidencia educativa de la deficiencia mental no se ciñe al retraso en el logro de los
aprendizajes y estadios evolutivos. El hecho de que la deficiencia mental afecte al des-
arrollo motor, perceptivo, cognoscitivo, lingüístico, emocional y social, no implica una
afectación regular de todos estos planos. En las deficiencias mentales de menor gravedad,
los dos primeros (el motor y el perceptivo) pueden verse escasamente alterados; pero,
en todos los casos, la deficiencia afecta de un modo distinto a los diferentes planos del
desarrollo, hecho que se define como heterocronía.
Aun así, no es posible predeterminar con exactitud los límites en el desarrollo, en cada una de
sus facetas, de la persona afectada por deficiencia mental en cualquiera de sus grados. Estos
límites dependerán bastante del nivel de adaptación que consiga utilizando sus capacidades
para contrarrestar las limitaciones a las que se ve expuesta. Si esto es cierto en todos los pla-
nos, lo es de una manera especial en los que afectan a su desarrollo emocional y social.
2.2.5.
Trastornos de personalidad
67
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
La incidencia educativa de los trastornos de personalidad resulta evidente. Su gravedad y su
persistencia tendrán mucho que ver con las limitaciones que comportan el progreso educativo
del individuo que los sufre
Dado que el aprendizaje se basa en la relación, la que se establece entre profesor y alumno (en
el ámbito escolar) y la que vincula a este último con sus compañeros, la perturbación de dicha
relación en el caso de trastornos de personalidad influye directamente en el aprendizaje. A lo
que deberíamos añadir la importancia del estado emocional, por ejemplo, el grado de ansie-
dad en la disposición para el aprendizaje. Por ello, incluso cuando se trata de trastornos de per-
sonalidad menos graves, se ve significativamente afectado el progreso educativo del alumno o
alumna y su ritmo de aprendizaje.
En los trastornos de personalidad más graves, nos encontramos ante dos tipos de necesidades:
– Por una parte, la necesidad de ayuda especializada. El medio escolar puede contribuir en
este proceso, pero muchas de las necesidades surgidas en este ámbito pueden sobrepasar
sus posibilidades de acción, por lo que se requiere actuaciones terapéuticas especializadas.
– Por otra parte, están las necesidades de aprendizaje y de relación social, a las que se debe
dar respuesta a través del medio escolar y del entorno familiar.
2.3.
La respuesta desde los centros educativos
La anterior y necesariamente somera relación de los principales déficits que pueden afectar a
la población en edad escolar y que implican en el entorno educativo unas necesidades educa-
tivas especiales de carácter significativo y en algunos casos de de forma permanente, nos lleva
a unas breves, pero relevantes conclusiones:
68
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
– También, en todos los casos, las características del entorno en el que se desarrolla la per-
sona con determinados déficits tiene un efecto relevante en las limitaciones de su poste-
rior evolución. Obviamente, en dicho entorno, la escuela asume un papel de primer orden.
– De la anterior afirmación se deriva la extraordinaria prudencia con la que debemos
manejar las diferentes clasificaciones del déficit: las enormes diferencias entre las per-
sonas afectadas, debidas en gran medida al entorno, pero también al resto de sus
características personales, así lo exigen.
69
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
3.
LA FUNCIÓN DOCENTE EN LA
DETECCIÓN DE LAS NECESIDADES
EDUCATIVAS ESPECIALES EN EL
CONTEXTO BOLIVIANO
La inclusión de todos los alumnos y alumnas en el sistema educativo se debe interpretar como
un continuum dentro del propio sistema, el mismo que depende de factores internos y exter-
nos y que se inicia con la detección de las necesidades educativas de alumnado. En este pro-
ceso, la maestra o el maestro se constituyen en los principales agentes para detectar dichas
necesidades dentro del centro educativo. Su función es compleja, pues las tareas de detección
hay que entenderlas desde determinadas bases conceptuales (ya hemos visto antes cómo es
posible entender de maneras diferentes las relaciones entre déficit y discapacidad, por ejem-
plo) y vincularlas al contexto desde donde se realizan.
3.1.
Las aportaciones del docente al proceso de detección
y evaluación
Junto a las familias, los docentes son seguramente los que tienen un contacto más regular con
los niños/as. Además lo tienen en situaciones de enseñanza y aprendizaje en las que se ponen
de manifiesto de una manera más evidente las capacidades de las niñas y niños, y también,
cómo no, las posibles dificultades que enfrenten en su proceso de aprendizaje y educativo en
general. Esto sitúa a los docentes en una situación privilegiada para detectar dichas dificulta-
des, paso necesario para intentar superarlas posteriormente.
En efecto, las maestras y los maestros, como resultado de su trabajo diario, pueden percibir
señales que nos indican que un alumno/a necesita un apoyo especial: desde los que tienden a
acercarse en exceso al papel y a los textos para efectuar sus ejercicios de clase –lo que per-
mite intuir posibles dificultades visuales– a los que evidencian un retraso significativo en el
desarrollo del habla o aquellos otros que manifiestan un permanente retraso y dificultad en la
adquisición de los aprendizajes en general.
70
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Sólo un número reducido de alumnos (porcentajes de entre el 2 y el 10% de la población)
verá su progreso significativamente alterado por diversas dificultades. Cuando se detec-
tan porcentajes por encima de estos márgenes, existe la posibilidad de que sean las
formas de enseñanza las que no se adaptan al contexto ni a las necesidades de los
alumnos en general.
En muchos casos, las maestras y los maestros pueden encontrarse ante situaciones que sobre-
pasan su grado de conocimientos y experiencia. Entonces, el maestro regular sigue siendo el
«origen» en la detección de aquellas dificultades, pero necesitará un apoyo para poder dar una
respuesta adecuada a las necesidades del alumno o alumna. Puede que requiera el apoyo de
compañeros o compañeras del plantel con más experiencia, o incluso el de algún especialista.
Es en este tipo de situaciones cuando se requiere de la actuación de los equipos interdiscipli-
narios de los servicios de apoyo y los profesores de apoyo.
En estas ocasiones, la detección que el maestro regular ha realizado prosigue con el trabajo de
estos compañeros o especialistas. Aun así, hay que dejar claro que todo este proceso diagnós-
tico debe terminar y llegar a su síntesis también en el propio maestro regular. Con la ayuda de
las otras aportaciones, él o ella deberá trabajar con más regularidad con el alumno/a en cues-
tión; por lo tanto, es fundamental que logre entender qué ocurre y qué medidas ha de adoptar
en clase para facilitar su aprendizaje.
En última instancia, es el maestro regular quien deberá valorar el grado de aprendizaje que ha
alcanzado el alumno en habilidades y conocimientos y, conociendo los motivos de sus difi-
cultades, decidir cuáles son los progresos que cabe esperar y de qué modo, en clase, puede
facilitar que los logre.
71
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
3.2.
Fases y consideraciones para la detección de n.e.e.
Por otra parte, los conocimientos y lo profundos que sean en diversas áreas constituyen otra
forma de valoración. La evaluación de las experiencias y los conocimientos exteriores a la
escuela también nos permite entender mejor los intereses del alumno, y son una importante
72
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
estrategia pedagógica que nos proporcionará importantes indicadores de los conocimientos
(naturaleza y extensión) adquiridos por los alumnos fuera de la institución educativa sobre los
diferentes temas de su interés.
Su preferencia por actividades fáciles, complejas o nuevas también nos servirá para conocer
mejor sus preferencias y sus dificultades. Una observación de este criterio se apoya en una
organización del trabajo académico que permita espacios con libertad de elección de activi-
dades. En este contexto, podremos observar el tipo de actividades que llaman más la atención
del alumno o alumna.
A
Actividad de comprensión. A partir de los aspectos descritos, señale algunos modos directos
(que requieren contacto con el alumno o alumna) e indirectos (que no requieren ese contacto)
en los que se puede apoyar la maestra o el maestro para identificar las necesidades especiales
de algún alumno con discapacidad.
3.3.
Necesidad de formación
Para cumplir con sus funciones, el docente ha tenido que desarrollar un bagaje teórico con-
ceptual que le permita actuar de manera pertinente en relación a la detección de las necesida-
des educativas del alumnado. Sin embargo, en la trayectoria de la formación docente en el
entorno boliviano se ha dado una situación paradójica que ha impedido el desarrollo de dichas
competencias teóricas: la insuficiente formación de base en la atención de las necesidades
especiales del alumnado, pese a contar con una numerosa población de personas con necesi-
dades educativas especiales de muy variadas casuísticas.
La necesidad de transformar las actitudes sociales de poca aceptación del otro diferente es de
total actualidad y vigencia en una sociedad tan diversa como la boliviana.
73
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Por tanto, la detección de las necesidades del alumnado por parte de los docentes se
ve obstaculizada no sólo por la falta de elementos teóricos y prácticos, sino también por
problemas de actitud negativa del profesorado hacia los alumnos y alumnas con disca-
pacidad o con graves dificultades de aprendizaje, unas veces debido a un total desco-
nocimiento de la realidad de éstos y otras, al mayor esfuerzo y trabajo que requiere su
atención.
Con todo, es destacable la labor que realizan algunos profesores y La detección de necesidades
profesoras que se esfuerzan por alcanzar la integración del alum- educativas se ve obstaculiza-
nado con alguna discapacidad, aunque no siempre es bien enten- da no solamente por un vacío
dido por el resto del profesorado ni reciben, en muchos casos, el de conocimientos, sino tam-
apoyo necesario de muchos responsables educativos para desarro- bién por actitudes negativas
llar su labor. del profesorado.
Frente a este hecho, las preguntas que nos hacemos son: ¿cómo
debe responder la institución formadora de docentes a esta situación? ¿Qué lugar ocupa una
formación en valores en la atención de personas con necesidades especiales? ¿El proceso
formativo debe dar respuesta a una necesidad latente y manifiesta de atención a las personas
con necesidades especiales?
Para responder a estas preguntas, es necesario resumir algunos aspectos de la formación ini-
cial y continuada de los docentes que facilitarían la detección y la atención de las necesidades
especiales del alumnado:
– La formación dirigida y continuada de los/as docentes y sobre todo los procesos refle-
xivos son esenciales para desarrollar competencias, no sólo teóricas, sino también pro-
cedimentales y actitudinales en relación a las necesidades de todos los alumnos.
– La formación para la detección de las necesidades del alumnado debe ser considerada
desde la dimensión interactiva (la necesidad se define en relación al contexto donde se
produce) y la dimensión de relatividad (la necesidad hace referencia a un espacio y tiem-
po determinados, no es universal ni permanente).
– En el desarrollo de competencias procedimentales, se deben considerar los tres agen-
tes de gestión de la inclusión educativa: la administración, los docentes y los padres y
madres de familia.
Finalmente, y teniendo en cuenta que todo ello afecta a la escuela como institución y al
propio sistema educativo, debemos señalar la necesidad de modificar y articular aspectos
como la estructura de los centros, la creación de movimientos y servicios de apoyo a la
integración escolar y la organización del currículo.
74
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Los planteamientos precedentes deben complementarse con la convicción de que la integra-
ción de personas con n.e.e. y en especifico las personas con discapacidad se desarrolla en un
entorno intercultural y, por tanto, debe considerar que dichos alumnos necesitan acceder a una
educación sin restricciones ni discriminaciones de etnia, cultura, religión o condición social,
lo que amplía las posibilidades de brindar una mayor calidad educativa para todos y todas.
A
Actividad de comprensión. Procure responder a las siguientes preguntas:
75
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
4.
LAS ADAPTACIONES CURRICULARES
En este capítulo final, introduciremos una de las estrategias para la atención a las necesidades
educativas del alumnado contempladas en la Reforma educativa boliviana: las adaptaciones
curriculares. La Reforma contempla un currículo abierto y flexible precisamente con la fina-
lidad de ajustar y contextualizar los currículos a las dos dimensiones de la diversidad:
Nos centraremos en este último caso, y nos referimos a la adaptación curricular individua-
lizada.
76
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
El hecho de considerar el proceso de adaptación curricular como un proceso desde lo general
a lo más individual tiene a su vez un efecto práctico en sentido contrario, de la adaptación
curricular individualizada a la adopción de nuevas estrategias o nuevos recursos para todo el
alumnado, es decir, formar parte de la planificación de todo el alumnado.
4.1.
Tipos de adaptaciones curriculares
4.1.1.
Según los elementos que se adaptan
Muchas de las n.e.e. pueden solventarse facilitando el acceso al currículo (espacios, materia-
les y códigos de comunicación) sin que sea necesario llevar a cabo una adaptación de éste (en
cuanto a competencias, contenidos, metodología o evaluación).
77
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
ADAPTACIONES DE ACCESO AL CURRÍCULO
Las adaptaciones de acceso son válidas sobre todo para aquellos alumnos con n.e.e. asociadas
a una discapacidad sensorial o motriz.
1. Las adaptaciones de acceso relacionadas con la comunicación son las más comple-
jas puesto que implican el aprendizaje de códigos nuevos y, por lo tanto, en un primer
momento ello conllevará adaptaciones curriculares al incluirse nuevas competencias,
contenidos, criterios de evaluación así como estrategias curriculares y materiales
didácticos específicos para dicho aprendizaje, que se priorizará respecto a otros con-
tenidos menos urgentes.
2. Las adaptaciones de acceso son de carácter permanente puesto que son imprescin-
dibles para los procesos de enseñanza-aprendizaje y la socialización.
ADAPTACIONES CURRICULARES
– Competencias.
– Contenidos.
– Metodología.
– Evaluación.
78
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
4.1.2.
Según el grado de significatividad de la adaptación curricular
Podemos agrupar las adaptaciones curriculares según su grado de significatividad, entre sig-
nificativas y no significativas. Es decir, se establece una distinción entre aquellas que afectan
a elementos no fundamentales del currículo y las que implican modificaciones sustanciales
que pueden tener repercusiones a la larga en la promoción.
EJEMPLO
Ejemplos: podrían ser adaptaciones curriculares no significativas muchas de las que pro-
ceden de:
79
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
c) Sustituir criterios de evaluación.
d) Eliminar competencias o contenidos esenciales (incluso áreas de conocimiento
completas).
Esta última es una de las medidas o ajustes más significativos; por ello:
– Debe ser tomada como la última opción puesto que las repercusiones para el alumnado
con un currículo adaptado significativamente son importantes y tendrán consecuencias en
todo su itinerario de aprendizaje.
– Tiene que ser una decisión reflexionada y basada en una evaluación psicopedagógica. Es
necesario que intervengan de forma coordinada todos los profesionales y equipos de
apoyo del centro educativo: docentes, profesores de apoyo, equipos interdisciplinarios,
asesores pedagógicos, etc.
– La coordinación y colaboración entre todos los actores del centro educativo, la familia e
incluso la intervención de profesionales fuera de la escuela cuando sea necesario serán
vitales para responder a las n.e.e. del alumnado con problemáticas más complejas.
4.2.
Proceso para elaborar adaptaciones curriculares
El proceso general para realizar adaptaciones curriculares siempre pasa por cuatro puntos
fundamentales (Guidugli, 2000):
– El grado de competencia curricular: nos indicará cuáles son las n.e.e. del alumno en rela-
ción con el currículo establecido y qué competencias debe desarrollar según su situación.
– Los factores del propio alumno que influyen en su proceso de aprendizaje (cómo apren-
de, qué estrategias desarrolla, sus motivaciones e intereses, su nivel de atención, sus
preferencias de agrupamiento, etc.): todos estos factores deben tenerse en cuenta para
definir las ayudas pedagógicas y las estrategias metodológicas.
– El contexto escolar y sociofamiliar: el análisis de estos dos ámbitos es de vital importan-
cia para identificar aquellos factores que pueden compensar o, por el contrario, acentuar
las dificultades de los alumnos en el aprendizaje, así como a fin de tomar medidas con-
juntas para potenciar contextos que favorezcan la superación de n.e.e.
80
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
2. Definir qué tipo de adaptaciones curriculares son las necesarias.
Partiendo de la evaluación anterior, el paso siguiente será la toma de decisiones respecto a las
adaptaciones. Para hacerlo de forma adecuada, partiremos de dos premisas:
Toda adaptación curricular debe contemplar la necesidad de reforzar la actividad del aula desde
los recursos humanos (de apoyo, o bien especializados) y de materiales específicos de los
que el alumnado con n.e.e. deberá disponer para desarrollar una correcta adaptación curricular.
También será necesario establecer espacios, tiempos y áreas de conocimientos, así como qué tipo
de modalidad de apoyo necesitarán (dentro o fuera del aula, individual o en grupo pequeño).
4.3.
Función de los servicios de apoyo en el proceso
de adaptación curricular
Los servicios de apoyo están conformados por los profesores de apoyo y los equipos mul-
tidisciplinarios. Junto con los docentes de aula, intervienen en procesos de adaptaciones
curriculares.
Dichos servicios trabajan coordinada y colaborativamente con los docentes de aula, lo que
rompe con su aislamiento tradicional del docente. Todos ellos intervienen en todas las fases
del proceso. de adaptación curricular.
De los servicios de apoyo, distinguiremos entre los equipos multidisciplinarios y los profe-
sores de apoyo, puesto que pueden jugar papeles diferenciados, y los centros educativos no
siempre disponen de ambos servicios.
81
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
4.3.1.
Los equipos multidisciplinarios
Los equipos multidisciplinarios están formados por profesionales de distintas disciplinas: psi-
cólogos, psicopedagogos, asesores pedagógicos, etc.
4.3.2.
Los profesores de apoyo
Los profesores de apoyo participan activamente tanto en los procesos de adaptación curricu-
lar como en su aplicación práctica. Este perfil educativo está ideado desde la colaboración
estrecha con el docente de aula, y abarca muchos aspectos y tareas complementarios a los
del docente de aula:
82
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
La figura del profesorado de apoyo permite agilizar y compartir todas las tareas que compor-
ta la integración del alumnado con n.e.e. en el aula y en el centro educativo. Es un apoyo al
docente de aula flexible y que abarca múltiples campos y funciones.
Siempre se deberá tener en cuenta que dicho docente, como responsable máximo en dar res-
puesta a las n.e.e. de todos los alumnos, tendrá en el profesor de apoyo un recurso importan-
tísimo para la integración del alumnado y la atención a la diversidad, por ejemplo:
• Incorporándose en el trabajo del aula: el profesor de apoyo puede integrarse en las diná-
micas del aula y:
– Facilitar la incorporación de metodologías nuevas.
– Apoyar al alumnado que lo requiera.
– Ayudar a que la comunicación alumno-docente sea más fluida.
– Hacer más fácil el uso de espacios fuera del aula, etc.
4.4.
Los proyectos educativos de núcleo
Los proyectos educativos de núcleo (PEN) son una propuesta de innovación pedagógica que
requiere de la participación de toda la comunidad educativa que conforma un «núcleo»: fami-
liares, docentes, directores, servicios de apoyo y centros educativos. El PEN permite poner en
común y buscar nuevas soluciones para la atención a la diversidad y a las n.e.e. del alumnado
de todos los centros educativos que forman ese núcleo y, por lo tanto, aunar, ampliar y renta-
bilizar los esfuerzos y el trabajo de toda la comunidad educativa.
«El Proyecto Educativo de Núcleo es un instrumento de gestión que permite que la comu-
nidad de un núcleo educativo tome decisiones y asuma responsabilidades curriculares
administrativas para contribuir a solucionar problemas educativos concretos de las
escuelas y mejorar los procesos de aprendizaje en un tiempo determinado» (Nucinkis y
Alarde, en Guidugli, 2000).
83
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
El PEN es una propuesta:
84
Necesidades educativas especiales
M3. Atención a la diversidad
Ideas clave
• La formación inicial de los docentes debe prever mecanismos que les pro-
porcione a los futuros maestros y maestras herramientas y actitudes idóne-
as para afrontar las necesidades educativas de estos alumnos.
• Las maestras y los maestros ocupan un lugar privilegiado para detectar las
dificultades que pueden reducir las posibilidades del alumno, y en ellos con-
vergen todos los procesos diagnósticos (cuando son requeridos), pues es en
la escuela, como espacio de socialización, donde resulta más factible tra-
bajar para reducir la discapacidad.
85
M3. Atención a la diversidad Necesidades educativas especiales
4
La escuela
para todos
índice
Objetivos..................................................................................................................... 88
87
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Objetivos
88
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Mapa conceptual
Define
PRINCIPIOS DE INTEGRACIÓN
Implica
EDUCACIÓN CALIDAD
EDUCACIÓN INTEGRADORA
Para
E INCLUSIVA
EDUCACIÓN PARA TODOS
Depende de
MODELOS DE ELEMENTOS
PARTICIPACIÓN
INTEGRACIÓN INSTITUCIONALES
Se concreta en
COMUNIDAD
SOCIALES
PROYECTO EDUCATIVO EDUCATIVA
DE UNIDAD
FÍSICOS
PROYECTO EDUCATIVO
DE NÚCLEO
PERSONAL
DOCENTE
Respecto a
ACTITUDES
HABILIDADES
FORMACIÓN DOCENTE
En
PRÁCTICAS DOCENTES
DIDÁCTICAS ESPECÍFICAS
PSICO-SOCIO-PEDAGOGÍA
89
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
1.
EL MOVIMIENTO HACIA
LA ESCUELA INCLUSIVA
Si tuviéramos que definir en muy pocas palabras qué es la escuela inclusiva podríamos
decir que se trata de la escuela que se prepara y se organiza para atender a todos los alum-
nos y alumnas de la localidad donde se ubica (pueblo, localidad, distrito, etc.) sin excluir a
nadie por razón de sexo, procedencia social, cultura, etc., ni por razón de su capacidad
o limitaciones.
La definición anterior resulta relativamente fácil de formular, pero difícil de llevar a la prácti-
ca, puesto que tradicionalmente la escuela ha tenido un carácter y una función selectiva, y esta-
mos acostumbrados a un tipo de escuela que ha venido excluyendo de su seno a buena parte del
alumnado, precisamente por las anteriores razones (sexo, procedencia, discapacidad, etc.)
entendiendo, en el caso del alumnado con discapacidad, que las escuelas segregadas (en las que
se agrupaba al alumnado con discapacidad) eran la mejor respuesta, cuando no privándolos
de cualquier atención educativa fuera de la que les podía proporcionar el entorno familiar.
1.1.
Conceptos básicos
Podríamos considerar que la inclusión supera lo que desde la década de 1970 entendemos por
integración en dos sentidos:
90
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
– El movimiento por la inclusión no parte de la premisa de las adaptaciones directamente
dirigidas a determinados alumnos, sino que centra su atención en el análisis de las trans-
formaciones que deben darse en el funcionamiento y organización de la escuela dentro de
su comunidad, para eliminar las barreras que entorpecen el aprendizaje o la participa-
ción del alumnado al que debe atender.
El movimiento hacia la escuela inclusiva no se plantea actualmente como una reacción a los
callejones sin salida a los que nos habían conducido algunos supuestos de integración, sino
que se dirige a propiciar cambios en profundidad que afectan a todos los componentes del fun-
cionamiento de la escuela.
Y “todos sus alumnos y alumnas” son, en su mayor parte, los que le corresponden por proxi-
midad, incluyendo también a quienes presentan cualquier discapacidad o alteración en el
desarrollo.
INCLUSIÓN EDUCATIVA
Figura 1.
La escuela inclusiva supone, pues, una opción en la manera de entender la educación y la fun-
ción social de la escuela y una manera de entender la participación. Y supone, por supuesto,
el desarrollo de determinadas prácticas educativas que muchas veces rompen con lo que tradi-
cionalmente ha sido y sigue siendo, en demasiadas ocasiones, el funcionamiento de la escuela.
91
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Estamos hablando, pues, de transformar la escuela y su contexto con el propósito dar res-
puesta a las nuevas demandas educativas, tanto desde una perspectiva social (la diversidad del
alumnado desde el punto de vista de su origen y su extracción social) como desde la indivi-
dual, teniendo en cuenta las necesidades educativas especiales de todo el alumnado, de las que
la escuela, como hemos visto en el tema anterior, no debe sustraerse.
Lejos de constituir un modelo cerrado, las prácticas inclusivas han adoptado formas muy dife-
renciadas en las escuelas que las aplican. No podría ser de otra manera, pues las situaciones
educativas son muy complejas e idiosincrásicas y no admiten soluciones estandarizadas.
Aun así, conviene reconocer que las prácticas inclusivas sí tienen importantes rasgos en
común, como por ejemplo:
1.2.
Los movimientos inclusivos en el ámbito internacional
92
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
de los países en vías de desarrollo se ve beneficiado cuando parte de postulados inclusivos,
es decir, de la construcción de sistemas educativos progresivamente aptos para prestar
atención a todo el alumnado, huyendo del error de los sistemas educativos segregados.
En este sentido han sido muchas las instituciones internacionales, y las conferencias mundia-
les, que se han ocupado del tema y que han emitido recomendaciones encaminadas a la inclu-
sión de los sistemas educativos. Reflejamos las más importantes y las que han hecho especial
énfasis en la educación para todos:
Es posible seguir actualizadamente estos eventos y también obtener informaciones más preci-
sas sobre todo el movimiento por la inclusión (dentro de los trabajos que estas instituciones
realizan sobre educación e infancia) a través de Internet y por medio de las páginas de:
93
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
1.3.
El principio de integración en el sistema educativo boliviano
Durante mucho tiempo, el sistema educativo boliviano ha sido segregador con las personas
discapacitadas. La educación de estas personas estuvo exclusivamente a cargo de la educación
especial. La educación inclusiva era inexistente.
Las políticas educativas sancionadas en nuestro país estuvieron regidas por el Código de
Educación Boliviana, que según la literatura de la época se enmarcaba en principios progre-
sistas, sobre los que se fundó la nueva visión de la escuela en el contexto de la llamada
Revolución Nacional.
La educación especial en Bolivia se inició con una primera experiencia en el año 1927 en la
ciudad de Potosí, en la que dos personas fueron educadas en la lecto-escritura mediante el sis-
tema Braille. Estas experiencias fueron institucionalizadas y se crearon numerosos Centros de
Educación Especial, tanto fiscales como privados, hasta que en 1985 se creó el Departamento
Nacional de Educación Especial en el Ministerio de Educación y Cultura. La Ley de Reforma
Educativa de esa época creó la Subsecretaría de Educación Alternativa, dentro de la cual se
ubica actualmente la División de Educación Especial. En todo el país existían 8 centros para
deficientes mentales, 8 para sordos, 8 para ciegos y 5 para deficientes múltiples.
Estos datos nos permiten aseverar que la educación para las personas con necesidades espe-
ciales, aparte de haber sido restringida, ha sido segregadora y rotuladora desde sus inicios,
pues existía y existe una marcada tendencia a etiquetar a las personas clasificándolas según
una problemática.
Por otra parte, el servicio brindado no era de calidad a causa de factores como:
A pesar del crecimiento del número de centros, la atención de la población excepcional esti-
mada alcanza solamente al 1,76% entre los que manifiestan una discapacidad leve, siendo
bastante grande el déficit de cobertura de atención en Bolivia de las personas que presentan
discapacidades de mayor gravedad.
Si bien estos aspectos han sido mejorados en los años siguientes, todavía se manifiestan gran-
des carencias en la atención a la diversidad. Con todo, en los últimos años se ha iniciado un
movimiento que tiene perspectivas de crear en Bolivia una educación para la diversidad.
94
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
La Ley de Reforma Educativa Boliviana N.º 1565, del 7 de julio de 1994, establece que
la educación especial tiene la finalidad de atender a los/as niños/as, jóvenes y adultos
con discapacidades, con problemas de conducta, de aprendizaje y talento superior, ya
sea transitoria y/o permanentemente dentro del marco de sus necesidades especiales
para alcanzar el desarrollo pleno de sus potencialidades y lograr su participación diná-
mica en la sociedad bajo una igualdad de oportunidades, integrándolos al sistema edu-
cativo formal.
95
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
• En el Capítulo VIII: De la estructura de administración curricular, en su Artículo 30,
acápite 2, se crea una estructura administrativa similar a la de la Educación Formal. Deja
bien claro que:
«La división de educación especial es responsable de la formación de las personas con
necesidades educativas especiales, con discapacidad, dificultades de aprendizaje o talen-
to superior, integradas tanto en el área como alternativa» (Serrano, 1996:63).
Debemos concluir, pues, que la integración escolar de los educandos con necesidades
educativas especiales no debería tener obstáculos en cuanto a la organización curricu-
lar, planes y programas de educación especial se refiere, siguiendo los lineamientos del
nivel primario.
• El Capítulo XI: De la educación especial, en sus Artículos 85 y 87, nos afecta directa-
mente por su mención a la formación inicial de docentes. Así, en sus acápites 4, 5, 6 y
7, y en el Artículo 88, decreta de manera explícita que:
«La Integración Escolar de estudiantes que no presenten problemas de alta dificultad a las
Unidades Educativas Regulares del Sistema, promoviendo además lineamientos de polí-
tica de formación docente y la inclusión en los planes de los Institutos Normales
Superiores de competencias referidas a la integración de niños/as con necesidades educa-
tivas especiales» (Serrano, 1996:147-149).
La revisión realizada no sólo nos permite afirmar que las disposiciones legales vigentes
facultan implementar la integración escolar de las personas con discapacidad al Sistema
Formal Educativo, sino también reflexionar sobre la situación de la educación inclusiva en
el país.
96
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
A
Actividad de comprensión. Para profundizar más en los principios de normalización e inte-
gración en el contexto internacional y su proyección en el boliviano, les proponemos la lectura
de los dos documentos citados:
En el foro pueden compartir sus reflexiones y opiniones. Se aportan las siguientes preguntas
como punto de partida para estimular el debate:
– ¿Qué principios y enunciados considera que son relevantes en el contexto educativo boli-
viano? Razone su respuesta.
– Contrastando los principios de integración y realidad educativa boliviana, ¿cuáles son
los grandes retos para el país en esta materia? ¿Porqué?
1.3.1.
Integración educativa y movimientos sociales en Bolivia
Con todo lo expresado hasta aquí es importante resaltar la viabilidad de la inclusión, como
demuestran las diferentes experiencias reseñadas, realizadas en contextos culturales y socia-
les bien distintos, y su carácter de movimiento social, que se fundamenta en valores y en un
modo de entender la función social de la escuela.
Frente a la situación de cambio y de acuerdo con las leyes nacionales, existen movimientos
que apoyan la integración del alumnado con discapacidad al sistema regular de enseñanza.
EJEMPLO
97
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Por otra parte, debemos mencionar de nuevo el programa piloto que ha instaurado la UNES-
CO, el cual otorga asesoramiento para una educación inclusiva, y resaltar también la existen-
cia de pequeños movimientos, no por ello menos meritorios, que aportan apoyo y asesora-
miento a la integración escolar de personas con necesidades especiales de diferente origen,
como es el caso de AYVIÑA en La Paz o de la Asociación Cruceña de Ayuda al Impedido
(ACAI), entre otras.
Sin duda se trata de esfuerzos válidos y meritorios que en muchos casos han supuesto expe-
riencias pioneras de integración promovidas desde la sociedad civil. Sería deseable que desde
las diferentes instancias, y particularmente desde la administración pública, este tipo de orga-
nizaciones recibieran apoyo y tuvieran un punto de encuentro donde poder coordinar acciones
y realizar los procesos evaluativos que han de permitir organizar equitativamente las acciones,
tanto desde las instancias públicas como privadas, en función de las necesidades de las dife-
rentes zonas del país.
A
Actividad de compresión. Para conocer un poco más organizaciones de tipo social que tra-
bajan la cuestión de la integración, les sugerimos, por ejemplo, la consulta de la página web
de una de ellas. En la página de «Fe y Alegría» (Movimiento de Educación Popular Integral y
Promoción Social) podrá encontrar, información sobre el “Proyecto Aulas de Apoyo”:
http://www.feyalegria.org/default.asp?caso=11&idrev=15&idsec=383&idedi=15&idart=2091
(última visita: febrero de 2005)
Recuerde que puede poner en común sus reflexiones a través del foro.
98
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
2.
ESTRATEGIAS EDUCATIVAS
PARA LA INCLUSIÓN
En este apartado vamos a analizar presentar los distintos modelos de integración y las impli-
caciones que ellos tienen. Posteriormente entraremos en una cuestión primordial ¿cómo se
puede favorecer los procesos de inclusión? y analizaremos algunas de las acciones que pue-
den contribuir significativamente a dar respuesta a las necesidades de todo el alumnado, inclu-
yendo a los alumnos y alumnas que presentan necesidades educativas especiales. Dichas
acciones suponen de hecho un marco para caminar hacia lo que aquí hemos definido como
escuela inclusiva o escuela para todos.
2.1.
Modelos de integración
Los modelos de integración son diversos e incluso pueden coexistir varios modelos en un
mismo centro educativo. En este sentido, según los modelos, el grado del proceso de integra-
ción será mayor o menor.
Para definir los modelos de integración, nos basaremos en el Informe sobre NEE de Warnock
(1990), más conocido como «Informe Warnock». Éste supuso un importante hito en la pro-
gramación dirigida a alumnos con necesidades especiales y amplió los conceptos de
Educación Especial y Necesidades Educativas Especiales. Warnock define tres posibles
modelos de integración:
99
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Optar por un modelo de integración u otro, no podrá ser una decisión generalizable ni aplica-
ble para todos los casos, serán las n.e.e. de cada alumno/a por un lado y la disposición del
centro educativo (recursos humanos y materiales, implicación del profesorado, proyecto edu-
cativo institucional, organización curricular y estructural, objetivos, etc.) los que influirán
directamente en la decisión. Será una decisión coherente con los principios de inclusión, siem-
pre parta de las premisas principales de la educación integradora:
– La aspiración máxima es que todo el alumnado tenga una situación lo mas normali-
zada posible, y se ha de partir de la expectativa máxima: la integración funcional.
– Las n.e.e. del alumnado son dinámicas i por tanto susceptibles al cambio. En este
sentido, las decisiones que se tomen respecto cada alumno/a con n.e.e. deberán ser
siempre reconsideradas en función de la evolución del alumno/a y potenciando el máxi-
mo grado de integración.
100
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Un proceso tan complejo, aporta, sin duda, grandes beneficios: una educación mas individua-
lizada para todos, el desarrollo de valores de cooperación, de respeto a las diferencias y de
solidaridad y un crecimiento profesional del docente inmerso un proyecto educativo abierto,
flexible y colectivo. En síntesis, todos ellos, rasgos que caracterizan una educación de calidad
y para todos.
2.2.
¿Cómo se pueden favorecer los procesos de integración?
Los procesos de integración e inclusión pueden favorecerse desde varios ámbitos: desde el
personal docente, desde la institución educativa y desde la participación de las familias y de
la comunidad educativa.
2.2.1.
Desde el personal docente
En la integración educativa del alumnado con necesidades especiales existen una serie de fac-
tores que promueven y facilitan el proceso de inclusión. La sinergia entre los mismos facilita
su integración en la escuela regular. A continuación mencionamos algunos de ellos, con espe-
cial énfasis a los que pueden promoverse ya desde la formación inicial de docentes:
Por tanto, la inclusión del alumnado con discapacidad será un éxito en la medida en que se
desarrollen estrategias que permitan al docente involucrarse en el proceso de integración.
En el contexto boliviano, los/as docentes, en la mayoría de los casos, no sólo no reciben infor-
mación sobre la implicancia de la integración educativa de estas personas, sino que en muchos
casos no se los considera en el momento de realizar las planificaciones de centro. En este sen-
tido, mencionamos que no sólo es importante que los/as docentes reciban información, sino
también capacitación y estrategias para el seguimiento de sus alumnos/as con necesidades
101
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
especiales, así como diálogos y coordinación permanentes con sus colegas y con otras perso-
nas conocedoras de lo que supone una integración plena, proporcionándoles así oportunidades
formativas para conocer mejor a sus estudiantes.
La necesidad de formar recursos humanos para la integración escolar de personas con disca-
pacidad y de un modo más amplio para la inclusión es indiscutible. Con demasiada fre-
cuencia el apoyo a la integración se lleva a cabo con educadores que, a pesar de su buena
disposición, únicamente cuentan con alguna capacitación ocasional. De mantenerse este vacío
de formación, seguirán viéndose comprometidos los niveles mínimos de integración social,
laboral y familiar de las personas con discapacidad, lo que no responde al enfoque de respeto
a la diversidad, de equidad social, de participación ciudadana y de acceso al contexto social
que orienta la propuesta de la Reforma Educativa Boliviana.
Vamos a intentar argumentar este punto con un ejemplo, que nos será útil también para pos-
teriores consideraciones:
EJEMPLO
Alejandra es una alumna del Instituto Normal Aracuaiya, y para estudiar requiere del
apoyo de sus compañeros, pues ella tiene una discapacidad visual moderada que le impi-
de apreciar figuras que no tenga muy cerca o tipos muy reducidos.
102
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Al principio, Alejandra no dijo nada con respecto a su limitación, se apoyaba en una com-
pañera para captar y entender los esquemas que trabajaban en la pizarra. La profesora
no se dio cuenta hasta pasadas unas semanas del curso, cuando observó que Alejandra
acercaba extrañamente su cara a los libros u otros materiales. Fue entonces cuando pro-
vocó una conversación con Alejandra al salir de clase en la que se interesó por ella y le
preguntó abiertamente por las ayudas que podían facilitarle el aprendizaje. A partir de
entonces, Gabriela, la profesora, tomó en consideración algunas estrategias que favore-
cen su aprendizaje y autonomía en el estudio, como por ejemplo facilitarle esquemas
ampliados siempre que usa el pizarrón o apoyarse especialmente en las descripciones
verbales (de ella misma o de otros alumnos) cuando realizan observaciones fuera del
aula o en vídeo.
Esto hizo que el resto de compañeros de Alejandra también adoptaran una actitud posi-
tiva en su relación con ella, y se interesaran por su experiencia escolar y por las mane-
ras de apoyar en la escuela a niñas y niños que pudieran padecer limitaciones parecidas
a las de su compañera. Paralelamente, Gabriela habló con el resto de profesores del ins-
tituto, quienes también han mantenido una actitud parecida de apoyo con respecto a
Alejandra.
En el ejemplo anterior, los educadores hacen un esfuerzo por apoyar a Alejandra para que
aproveche sus capacidades, salvando las limitaciones de su escasa visión. Entendieron el caso
particular de Alejandra, que se diferencia en este sentido del resto del grupo, pero que tiene
posibilidades para acceder a los mismos aprendizajes que realizan sus compañeros, especial-
mente si cuenta con la ayuda y complicidad de sus profesores y compañeros. Éste es un
aspecto muy importante para el desarrollo de la confianza en uno mismo, el respeto mutuo y
el sentido de comunidad y de apoyo recíproco en la clase.
APERTURA Y FLEXIBILIDAD
El ejemplo anterior nos habla no solamente de la diversidad de situaciones educativas a las que
nos enfrontamos regularmente, sino a la necesidad de apertura y flexibilidad de los docentes.
103
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
La inclusión de personas con discapacidad es posible en la medida en que los y las docentes
hagamos el esfuerzo de acogerlos, adaptar el currículo, fomentar la participación y la relación
entre nuestros alumnos, todos los alumnos y graduar las prácticas. No obstante, la inclusión
debe ser un proceso gradual donde se introduzcan diversas estrategias que involucren no sólo
a la persona con discapacidad, sino también a la comunidad educativa, como pasaba con los
compañeros y profesores de Alejandra. En consecuencia, es vital que no optemos por la
«comodidad» y el conformismo de excluir a la persona con necesidades especiales, sino que
busquemos soluciones para lograr una inclusión total y satisfactoria de acuerdo a los princi-
pios de equidad, justicia y solidaridad.
A
Actividad de comprensión. Analice alguna situación que haya vivido como docente en la que
haya tenido que flexibilizar su método de enseñanza para dar respuesta a las necesidades de
algún alumno o alumna.
2.2.2.
Desde el centro educativo como institución educativa
Sintetizaremos a continuación los aspectos más importantes que definen cada uno de ellos,
puesto que, sin duda, funcionarán como el marco de definición, acción y reflexión de toda la
práctica docente.
104
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
PROYECTO EDUCATIVO DE UNIDAD
El Proyecto Educativo de Unidad puede marcar las líneas de actuación pero son muchos los
factores que, por diferentes circunstancias, pueden quedarse en «papel mojado» (por ejem-
plo: si no hay concordancia entre los objetivos priorizados y las partidas del presupuesto des-
tinadas o el tipo de prácticas y mecanismos previstos, difícilmente podrá llevarse a cabo tal
objetivo). En todo caso, todo proceso de transformación educativa requerirá de propuestas
realistas, consensuadas y acompañadas indiscutiblemente de la acción y de la participación
de toda la comunidad educativa.
– El carácter del núcleo (la orientación pedagógica de la red de unidades que lo conforman,
en función de las necesidades dadas por el contexto étnico sociocultural, económico y lin-
güístico y de las necesidades básicas de aprendizaje de los educandos de todo el núcleo.
– Los objetivos educativos generales y específicos del Núcleo Educativo.
– El Proyecto Educativo propiamente dicho (estrategias y acciones a llevarse a cabo desde
el Núcleo para la mejorar la calidad de la educación).
105
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
– Las líneas generales y las actividades del Centro de Recursos Pedagógicos, servicio
común a todos los centros del Núcleo.
2.2.3.
Desde la participación de las familias y de la comunidad educativa
La participación activa de las familias de todo el alumnado es un factor muy favorable para un
modelo educativo integrador. Abrir las puertas del centro educativo a las madres, padres y
familiares e implicarles en la educación de sus hijos/as, etc. y en un proyecto educativo colec-
tivo es una experiencia que amplia la acción educativa mas allá del ámbito restringido de la
educación regular.
Las familias son agentes educativos muy potentes y forman parte de la realidad social y del
contexto del alumnado. Su participación acerca los centros educativos a la realidad social
del alumnado.
Experiencias como las «comunidades de aprendizaje» en las que la participación de las fami-
lias tiene una función esencial, ésta se ha demostrado muy positiva para el funcionamiento
del centro educativo en varios sentidos:
106
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
tes también lo son para los familiares. La participación de estos en la evaluación, en el segui-
miento, en su ayuda para realizar actividades, etc., son grandes aportaciones para el desarro-
llo de sus hijos y para toda la comunidad educativa.
A su vez, y a través del centro educativo los familiares pueden socializar sus problemáticas,
mantener altas las expectativas educativas de sus hijos, formarse, buscar soluciones y vivir de
una forma más normalizada el día a día, que no pocas veces está lleno de angustias y de incer-
tidumbres.
El entorno educativo puede ser un buen medio para que estas familias visibilicen su situación
y sus necesidades y se realice un trabajo de sensibilización al resto de familias y del entorno
social.
Ponerse en lugar de las familias de aquellos alumnos que tienen alguna discapacidad es un
ejercicio de empatía que puede darnos luz, desde otra óptica, a la cuestión de la integración y
de la socialización de estas situaciones.
107
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
3.
FORMACIÓN DE FORMADORES:
CONSIDERACIONES CURRICULARES
PARA LA INTEGRACIÓN
En este último capítulo veremos lo que vamos a denominar consideraciones curriculares, ana-
lizando en qué medida el currículum para la formación inicial de docentes puede contribuir a
su preparación en el cometido de atender, con los apoyos que sean requeridos, a todo el alum-
nado, tratando por separado las grandes áreas curriculares que configuran la formación inicial
de docentes.
Para facilitar que estas consideraciones puedan ser aplicables a diferentes marcos curriculares,
vamos a agruparlas en tres grandes áreas que se contemplan en cualquier currículum de for-
mación inicial de docentes:
Nuestra intención es poner de relieve cómo desde estas áreas, presentes en los planes de
estudio de los futuros maestros y maestras, puede propiciarse que el profesorado adquiera
conocimientos y también actitudes que faciliten la inclusión de todos los alumnos y alumnas
en la escuela común, y especialmente la de aquellos que presentan alguna discapacidad que
tradicionalmente les haya apartado de la escuela regular.
3.1.
El papel de los contenidos psico-socio-pedagógicos
3.1.1.
Contenidos psicológicos
Está claro que la psicología es uno de los instrumentos de los que debe valerse el maestro para
la comprensión de la evolución del alumno, del grupo-clase y de sí mismo, así como sirve tam-
bién para comprender los procesos de aprendizaje. Es frecuente que la psicología se estudie
desde su vertiente evolutiva y también desde su vertiente escolar.
108
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Pues bien, demasiado a menudo la psicología evolutiva que se imparte en la formación de
docentes se ha reducido a tratar la evolución normal, estándar, y no tanto al estudio de las
diferencias individuales. Sin embargo, hoy existen muchos estudios psicológicos que enfati-
zan las diferencias individuales y la idiosincrasia del desarrollo de cada persona. Con relación
al aprendizaje, por ejemplo, la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner (1998) o los
numerosos estudios sobre los estilos de aprendizaje. Hacer más énfasis en estos aspectos per-
mite una mejor aproximación a la diversidad del alumnado que encontramos en las aulas, y
nos estimula a usar unas didácticas más diversificadas que, como
veíamos en un apartado anterior, se ajustan mejor a las caracterís- Demasiado a menudo la psico-
ticas de todos los alumnos y alumnas. logía evolutiva que se imparte
en la formación de docentes
Más allá de la anterior consideración, también la psicología evo- se ha reducido a tratar la evo-
lutiva debería presentar, aunque sea a grandes rasgos, pero sobre lución estándar y no tanto las
todo con la intención de desdramatizar sus efectos, los principa- diferencias individuales
les déficit y trastornos que alteran el desarrollo del niño o la niña.
Hacerlos presentes en el estudio de los futuros docentes, sobre todo con la intención de remar-
car las posibilidades y capacidades de estas personas, permite que los futuros docentes se
familiaricen también con estas manifestaciones del desarrollo infantil cuando aparece una
discapacidad.
Sin embargo, lo más importante es que, sin evitar la descripción realista de las limitaciones
que comporta cualquier discapacidad, se resalte la importancia que tiene el proceso educativo
y la interacción con los compañeros de edad sin discapacidad para reducir las discapacidades
que pueden derivarse de aquellas limitaciones. Esto ya proporciona un primer punto de refe-
rencia para los futuros maestros y maestras, de indudable utilidad para su futuro ejercicio
profesional.
3.1.2.
Contenidos sociales
Otro aspecto esencial para comprender los procesos de enseñanza y aprendizaje es su aspec-
to social. En efecto, la sociología nos permite comprender la función de la enseñanza desde
diferentes perspectivas y, sobre todo, la situación de la enseñanza y sus principales problemas
en nuestra sociedad. La sociología constituye una herramienta excelente para dar explicación
de los fenómenos de desigualdad y para visualizar el papel que la educación puede jugar en la
lucha contra la desigualdad y su consecuencia de exclusión social.
Pero también la sociología nos ha de permitir entender, sobre la base de las consideraciones
anteriores, las filosofías básicas que sostienen el movimiento por la inclusión, y los fenóme-
nos sociales que han justificado durante tanto tiempo que se excluyera de la escuela a deter-
minados grupos sociales y, particularmente, a las personas con discapacidad. El análisis socio-
lógico de la evolución de la escolarización en diferentes países, también en Bolivia, puede
propiciar que los futuros maestros comprendan los motivos sociales que han llevado a la cons-
trucción de modelos escolares excluyentes, lo que sin duda debe favorecer sus actitudes con
relación a la inclusión y al derecho a la educación que nos asiste a todos.
109
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
3.1.3.
Contenidos pedagógicos
Los contenidos pedagógicos afrontan de una manera directa la función que van a desempeñar
los futuros maestros y maestras, y, por ello, tienen también mucho que ver con sus actitudes y
capacitación para la inclusión.
LA DIDÁCTICA GENERAL
Dentro de los contenidos que podemos calificar como pedagógicos debemos considerar tam-
bién los que van dirigidos a la didáctica general y a la organización, dos aspectos clave en la
formación de docentes y también en el carácter inclusivo que puede orientar dicha formación.
En este ámbito, es de destacar que jugamos con una ventaja: los principios básicos que rigen
la enseñanza son válidos para todos los alumnos y alumnas, incluyendo quienes presentan dis-
capacidad. En efecto, cuando hablamos de motivación, de graduación de los aprendizajes, del
carácter significativo de los mismos (sobre todo de su significado social), de la importancia
de los estímulos positivos, del papel de la interacción, de los apoyos sensoriales, etc., estamos
refiriendo principios para la enseñanza que se aplican por igual a alumnos y alumnas con o sin
discapacidad, hecho del que sólo cabría hacer quizás una excepción cuando nos encontramos
ante graves trastornos de la personalidad.
110
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
En consecuencia, cuando en didáctica estamos trabajando los Los principios básicos que
principios y métodos de enseñanza sólo sería necesario que refle- rigen la enseñanza son válidos
xionáramos sobre qué tipo de adaptaciones deben realizarse en para todos, incluyendo quie-
función de diferentes discapacidades, entendiendo que rigen los nes presentan discapacidad.
mismos principios. Es más, plantear como ejercicio didáctico el
modo de actuar ante un alumno con aprendizaje muy lento y difi-
cultades de atención (por ejemplo, en el caso de un alumno con retraso mental), constituye un
excelente ejercicio para que los futuros maestros visualicen con más detalle todos los princi-
pios de enseñanza que estamos trabajando.
LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR
Algunos de estos contenidos son los que hacen referencia a la organización del centro, pues-
to que en los mismos se debe de contemplar el uso de los recursos humanos disponibles para
atender las necesidades, en algunos casos especiales, de los alumnos. Prever estructuras de
apoyo mediante las cuales el maestro que debe atender alumnos con necesidades especiales
sienta que no se trata de una tarea meramente individual, sino que en la toma de decisiones
cuenta con el apoyo de sus compañeros de equipo, con la propia dirección del centro y de la
supervisión, es primordial en los procesos de inclusión.
También debemos considerar primordial en este sentido todo el tratamiento que desde la orga-
nización escolar puede darse a la agrupación del alumnado: a las formas de agrupación de
alumnos que permiten su trabajo más autónomo y al trabajo en grupos de diferente tamaño
como formas organizativas que propician una atención más personalizada, lo que beneficia al
alumnado con necesidades especiales.
Finalmente, debemos señalar que desde los contenidos de organización resulta de gran uti-
lidad profundizar en el rol que debe ocupar el maestro en relación con los alumnos con
discapacidad. Si bien en muchos casos necesitará apoyos de otros profesionales, insistir en
que la responsabilidad sobre la educación del niño o niña recae en el maestro contribuirá a
alejarnos de las tradicionales posturas que permitían entender que la educación de estos
111
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
alumnos debía derivarse a otros profesionales. En este sentido, y dentro de los contenidos
propios de la organización, es de primordial importancia que se informe a los futuros docen-
tes de los servicios, públicos o privados, que en Bolivia ofrecen apoyo en los procesos de
integración de alumnado con discapacidad y ejemplos de la organización de dicho apoyo en
diferentes contextos.
A
Actividad de comprensión. Señale un contenido con el que cada una de estas áreas o asig-
naturas puede apoyar la formación de los docentes de cara a la inclusión educativa:
a) Didáctica general.
b) Psicología.
c) Sociología.
d) Teoría de la Educación.
e) Historia de la Educación.
f) Organización escolar.
3.2.
El papel de las didácticas específicas
Como hemos dicho antes, se trata de las asignaturas que abordan los contenidos presentes en
el currículum de la enseñanza obligatoria y la manera de enseñarlos, es decir, su didáctica. El
cambio de mentalidad que supone el camino de nuestros sistemas educativos hacia formas más
inclusivas consiste fundamentalmente en que los formadores de maestros vayamos tomando
en consideración los modos en que nuestras respectivas materias o contenidos pueden ser
enseñados al alumnado con diferentes características, incluyendo aquí el alumnado con nece-
sidades educativas especiales.
Por esta razón, deberíamos incluir progresivamente en nuestro abordaje de los contenidos de
cada área, la mención y el uso de determinados apoyos que para el maestro pueden constituir
una fuente de inspiración y de conocimiento a la hora de impartir su enseñanza en grupos hete-
rogéneos, y de un modo especial cuando dentro del grupo-clase hay algún alumno o alumna
con n.e.e.
Para señalar brevemente dichos apoyos, que deben enriquecerse con la creatividad de cada
profesor, los agruparemos en cuatro tipos: apoyos sensoriales, apoyos relativos al material
didáctico, apoyos organizativos y ajustes curriculares. Todos ellos se han ido viendo durante
el desarrollo del presente módulo.
112
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
3.3.
El papel de las prácticas docentes en la formación
Convengamos que las prácticas docentes constituyen una excelente oportunidad para:
• Que los y las futuros docentes lleven a cabo un proceso de síntesis de los conocimientos
adquiridos durante su proceso formativo.
• Que contextualicen dichos conocimientos en la realidad del sistema educativo boliviano
y de la vida diaria de la escuela.
• Que reflexionen y revisen dichos conocimientos a la luz de la experiencia que suponen
las prácticas que irá llevando a cabo.
• Que exploren sus propias capacidades y aptitudes para el desarrollo de la docencia,
incrementando su nivel de autoconocimiento para sacar el máximo partido a sus aptitudes
y para poder corregir o reducir el efecto de las limitaciones propias.
El problema que debemos plantearnos aquí es que durante sus períodos de prácticas, la mayo-
ría de los docentes no van a estar en escuelas inclusivas y es posible que algunos de ellos vivan
experiencias en el sentido contrario, experiencias de escuelas excluyentes. Experiencias que
obviamente pondrán en duda y a prueba sus conocimientos a actitudes hacia la inclusión y
hacia la integración del alumnado con discapacidad.
En este contexto, ¿cómo pueden las prácticas docentes apoyar el carácter inclusivo de la for-
mación de las maestras y los maestros del futuro?
Para responder a la anterior pregunta es necesario constatar, como punto de partida, que una
de las funciones de las prácticas docentes es familiarizar a los futuros profesores y profesoras
con la realidad del sistema educativo en el que van a ejercer. En consecuencia, hay que admi-
tir el choque que se da entre los postulados formativos y la realidad educativa (esto ocurre en
cualquier país). Pero también es importante que en la formación teórica se haya advertido
sobre los problemas reales, y al mismo tiempo sobre la importancia y los ejemplos exitosos de
transformación de dicha realidad.
113
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Así pues, es sobre la situación real de la escuela sobre la que conviene trabajar, con los
postulados pedagógicos en general y con los postulados inclusivos en particular. A nues-
tro modo de ver sólo cabría excluir, como no idóneas para las prácticas docentes, las escuelas
marcadamente excluyentes o las que no cumplen los requisitos pedagógicos mínimos exigi-
dos para tal fin.
A partir de las consideraciones anteriores podemos formular cuatro consideraciones que nos
van a permitir llevar a cabo unas prácticas docentes que supongan una familiarización con la
realidad del sistema educativo boliviano y, al mismo tiempo, que permitan una profundización
de los conocimientos que sobre la inclusión ha ido adquiriendo el futuro docente.
3.3.1.
Acompañamiento o supervisión
Todo proceso de práctica docente que realmente pueda recibir este nombre comporta el acom-
pañamiento, seguimiento, supervisión de un tutor o tutora que ayuda a que las alumnas y los
alumnos tutorizados puedan elaborar las experiencias que le suponen su período de prácticas,
al mismo tiempo que supone también una guía para las diferentes tareas que es necesario
realizar durante las prácticas.
Desde este punto de vista, la tutora o el tutor puede favorecer con estos análisis una correcta
interpretación de las situaciones que pueden darse en la clase, especialmente las que pueda
vivir con el alumnado que presenta dificultades de aprendizaje. Si en tutoría se ayuda a que el
futuro o la futura docente tome en consideración los elementos contextuales para entender
las situaciones de estos alumnos (no reduciendo la explicación al etiquetaje meramente indi-
vidual) y acompañándolo en su esfuerzo de explorar las diferentes posibilidades de apoyo,
el aprendizaje que se derive de todo ello será no sólo pertinente sino contextualizado.
3.3.2.
Análisis de las barreras para el aprendizaje y la participación
En sintonía con lo expuesto en el punto anterior, el análisis de las barreras para el aprendi-
zaje y la participación que pueden detectarse en el contexto donde el estudiante realice sus
prácticas constituye un excelente ejercicio para conocer mejor la realidad en la que deberá lle-
var su trabajo y, sobre todo, para ir visualizando posibles acciones para su mejora. El concep-
to de barreras para el aprendizaje y la participación ha sido particularmente desarrollado por
Both y Ainscow (2002) en su publicación del Index of Inclusion.
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M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Entendemos por barreras para el aprendizaje y la participación todos los elementos con-
textuales (arquitectura, mobiliario, formas de organización, tipos de relaciones existentes,
opciones didácticas e incluso percepciones o creencias) que pueden frenar el aprendi-
zaje de cualquier alumno, especialmente los que presentan alguna discapacidad, o limitar
su participación en los grupos a los que pertenece o debería pertenecer.
Las limitaciones del alumno no explican por sí mismas la mayoría de las dificultades que
presenta.
Podríamos distribuir estas barreras en cuatro categorías. En este caso hemos considerado:
Las barreras actitudinales, sobre todo marcadas por los prejuicios; las didácticas, especial-
mente marcadas por la excesiva rigidez y homogeneidad en determinados planteamientos
didácticos; las barreras sociales, que afectan particularmente a sectores sociales desfavorecidos.
• Las barreras organizativas, derivadas de la falta de ajuste de las instituciones a las nece-
sidades reales.
En función de cada contexto es posible elaborar, incluso conjuntamente con los estudiantes,
indicadores apropiados para detectar, en cada una de las categorías anteriores, las barreras
que influyen, limitándolos, en el aprendizaje o la participación de los alumnos de la escuela,
los más vulnerables y, especialmente, los que presentan alguna discapacidad.
Un análisis de este tipo propicia que el futuro docente sea capaz de detectar los factores exter-
nos que pueden influir mucho en el aprendizaje de sus futuros alumnos y, sobre todo, le ayuda
a percibir que las limitaciones del alumno no explican por sí mismas la mayoría de las difi-
cultades que presenta y le sirve para constatar que la escuela cuenta con posibilidades de
acción para limitar las barreras que habrá detectado.
3.3.3.
Preparación de actividades inclusivas
Si bien la inclusión es una filosofía de escuela, que implica a todo el centro, tampoco es nece-
sario percibirla solamente bajo la ley del todo o nada. En efecto, en diferentes contextos esco-
lares nuestros alumnos pueden preparar y desarrollar actividades que tengan, entre una de sus
finalidades, propiciar el aprendizaje y la participación de todo el alumnado, incluso cuando se
trate de alumnado con diferentes niveles de conocimiento. Este tipo de ejercicios, debidamente
tutorizados y negociados con el profesor-tutor de la escuela donde realiza las prácticas, cons-
tituyen también un excelente ejercicio para que el futuro docente explore las posibilidades de
la didáctica inclusiva.
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M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
3.3.4.
Implicación escolar y comunitaria
A
Actividad de comprensión. Reflexione acerca de las prácticas docentes como parte de la for-
mación de docentes de un modelo educativo integrador e inclusivo y defina:
116
M3. Atención a la diversidad La escuela para todos
Ideas clave
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Síntesis del módulo
Desde su formación inicial los futuros y las futuras docentes pueden ir familiari-
zándose con los instrumentos que tienen a su alcance para atender a todos sus
futuros alumnos y alumnas, incluyendo al alumnado con necesidades educativas
especiales. Pero para ello es necesario que los formadores de estos docentes
reflexionemos sobre el modo en que los contenidos que impartimos pueden ser
utilizados en este contexto de diversidad.
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Bibliografía del módulo
FERRÁNDEZ, A.; TEJADA,J.; JURADO DE LOS SANTOS, P.; NAVIO, A.; RUIZ, C.
(2000) El Formador de Formación Profesional y Ocupacional. Barcelona: Editorial
Octaedro.
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M3. Atención a la diversidad
FORO CONSULTIVO INTERNACIONAL SOBRE EDUCACIÓN PARA TODOS (1990)
La Declaración Mundial sobre educación para todos: «Satisfacción de las nece-
sidades básicas de aprendizaje». (1990) Jomtien, Tailandia. Disponible en:
http://www.oei.es/efa2000jomtien.htm (Última visita: febrero de 2005.)
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M3. Atención a la diversidad
MOLINA GARCIA, Santiago (1995) Deficiencia mental, Aspectos psicoevolutivos y
educativos. Málaga-España: Editorial Algbe.
PNUD (1998) Educación. La agenda del Siglo XXI. Hacia un desarrollo humano.
Santafé de Bogotá: Talleres del tercer Mundo Editores.
SERRANO, S. ed. (1996) REFORMA EDUCATIVA: LEY Nº 1565. BOLIVIA. Ed. Serrano.
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M3. Atención a la diversidad
Créditos
EQUIPO DE AUTORES
Ignasi Puigdellívol
Departamento de Didáctica y Organización Educativa de la Universitat de Barcelona
Catedrático de Didáctica (Educación Especial)
EQUIPO DE COORDINACIÓN
Ministerio de Educación - Viceministerio de Educación Escolarizada
y Alternativa. Dirección General de Educación Escolarizada
Patricia Marín
Directora General de Educación Escolarizada
Mario Paz
Director de Desarrollo Docente
Universidad de Barcelona
Francisco Imbernón
Doctor en Ciencias de la Educación
DISEÑO GRÁFICO
Aguiló Gràfic SL
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