Asuntos del poder no resueltos

Una proveedora de salud emocionalmente sana, ya sea matrona o gineco-obstetra, ha

podido resolver los asuntos del poder de su niñez, reconoce la vulnerabilidad de la
usuaria y trabaja con ella, empoderándola a experimentar su propio trabajo de parto,
parto y nacimiento para sí misma. Explica todo lo que esta pasando a la mujer.

La proveedora (o más bien dicho, la cuidadora) pide permiso para todo procedimiento
que se le va a hacer. Le da a la mujer información para realizar decisiones informadas.
Si la gestante le pregunta “¿Qué piensa que deba hacer yo?” la cuidadora pudiera
decirle si quiere que ella tome (haga) la decisión para la gestante, o si le gustaría que
solamente apoye su propia decisión.

La cuidadora no emocionalmente sana, tiene asuntos de poder de su niñez no

resueltos. Las voces en su cabeza animan la baja auto-estima y desaniman el
arriesgarse. Ella no fue empoderada cuando niña a tomar sus propias decisiones.
Como adulta, ella no hizo los esfuerzos necesarios para empoderarse a sí misma, así
que no puede empoderar a otras mujeres. El empoderamiento (es decir la
transferencia del poder que una persona tiene adentro a otra persona) es una fuerza
amenazante para la cuidadora no sana, una fuerza que ha elegido evitar. Esta persona
no preguntará ni desafiará. Es muy probable que ésta persona no hable
profundamente con su usuaria (la gestante u otra persona, como la pareja) y no se
arriesgará en descubrir los límites de sus habilidades. Para aumentar su propio sentido
de seguridad, ésta persona elige controlar a las demás de tal manera en que ella se
siente controlada.

Un ejemplo de éste tipo de control es la cuidadora o proveedora quien piensa “Yo se lo

que es lo mejor para tí” y no deje a la gestante (hacer) tomar una decisión informada.
Esta proveedora luego toma el reconocimiento para un parto exitoso, en vez de dar la
afirmación del éxito total a la mujer que dio a luz. Sin embargo, cuando hay un fracaso,
ésta proveedora raras veces asume (se toma) la culpa y en su lugar se lo atribuye a “la
mala suerte” o, culpa a la mujer o a su pareja o a su madre o a quien sea.

¿Por qué actúa la proveedora de tal manera? La niña cuyos sentimientos hayan estado
disminuidos, ignorados o rechazados aprende a no demostrarlos. Es muy probable que
esta niña no hablaba en voz fuerte, lloraba en público o saltaba para demostrar su
felicidad. En la adultez, esta “niña interior” tratará mantener un ambiente que no creará
las emociones que ella no supiera manejar. Al mantener todo estático, tal como
mantener una sala de mujeres en trabajo de parto muy quieta con sus epidurales, por
ejemplo, le da un sentido de seguridad.

Este tipo de proveedora (sea matrona, médica, dentista, psiquiatra, o profesora) a su

vez tiende a promover sentimientos de menos-validez en sus pacientes o alumnas. No
podemos cambiar los comportamientos de las demás quien nos rodean - sin embargo,
podemos cambiar nuestras reacciones frente a esta injusticia.

Asuntos del poder no resueltos - para www.nuestroparto.cl - Ann Davenport

Si te encuentras con una matrona o médica que no te respeta, no valora tus opiniones
o decisiones, simplemente cambia tu proveedora.

Si no es posible cambiar la situación o la proveedora (por ejemplo, durante tu trabajo

de parto) - es VITAL que busques a una persona a tu alrededor que te proteja, valore y
anime. Puede ser esa persona tu pareja, tu tía, tu madre, tu hermana, tu doula u otra
proveedora (la auxiliar de enfermería, por ejemplo), que esté a tu lado durante el
proceso de dar a luz a un nuevo ser - que merece ser rodeado con amor al nacer. Tú,
mamá, también lo mereces.

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