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PERFIL - Domingo 20 de septiembre de 2009 PERFIL - Domingo 20 de septiembre de 2009

LIBRO

Ted, la brújula fiel


En una autobiografía inspirada por el cáncer que lo atormentó en el último año, Edward, la última
gran figura de la dinastía Kennedy, traza una crónica sincera sobre los errores y virtudes que
cometió a lo largo de su vida y revela el entusiasmo que le generó Barack Obama, a quien apoyó
fervorosamente. A continuación, tramos del prólogo, en el que cuenta su último gran objetivo: llegar
a hablar en la convención demócrata, en agosto de 2008, para respaldar el cambio que venía. En
“True compass”, la vida de Edward Kennedy EE.UU., el libro salió a la venta el lunes, con una tirada inicial de un millón y medio de ejemplares.

F
fotos: afp
ue en un soleado día de pri- aprobación a mi mensaje. Y sentí que ¡Ay, Jalisco, no te rajes! Me divertí tanto
mavera del 20 de mayo de me alzaba con un renovado optimis- que la volví a cantar en Laredo. A me-
2008 cuando desperté de mo por mi país, y por las inesperadas diados de mayo, Obama había ganado
mi estado de somnolencia notas de un viejo clarín que me llama- la crucial primaria de Carolina del Nor-
por los medicamentos en ban una vez más a la campaña. Otros te y tomó la delantera en cantidad de
una cama de hospital de años, otras tribunas, otras aventuras delegados. Algunos comentaristas ya
Boston y miré el rostro de respecto del pasado. “Es hora de una declaraban el fin de la contienda. Sin
un médico, quien me ex- nueva generación de liderazgo”, decla- duda tuve la intención de mantener la
plicó de manera sombría que estaba a ré a la multitud de espectadores que campaña a favor de él a finales de la
punto de morir, y que sería mejor que permanecían frente a nosotros, como primavera y el verano, pero no hubo
empezara a ordenar mis asuntos y pre- también lo hacía otra voz resonando tiempo de escabullirse en Nantucket
parar a mis amigos y a mi familia para en los pasillos de mi memoria. Sound.
el final. Me sentí feliz y exuberante por el ago- El 16 de mayo participé en una cere-
Mientras estaba en la cama del hos- monia en uno de mis sitios históricos
pital, mis amigos y vecinos de Cape favoritos, el New Bedford Whaling Na-
Cod se encontraban preparando sus tional Historical Park, donde me uní al
☛ Título barcos de verano. Tenía la intención de congresista por Massachusetts Barney
True compass estar entre ellos, como de costumbre. Frank y a otros, para cortar la cinta de
Los Red Sox de Boston eran una buena inauguración del centro de aprendizaje
☛ Autor apuesta para defender su campeona- marítimo Corson. Barney y yo había-
Edward Kennedy to mundial. Se encontraba en curso la mos obtenido créditos para reparar y
campaña para las elecciones primarias hacer otras mejoras al edificio, después
☛ Editorial
para la presidencia. Mis colegas del Se- de haber sido dañado en un incendio
Hachette Book Group
nado pujaban hacia adelante nuestra en 1997. Me sentí especialmente bien
☛ Género agenda legislativa. Y yo tenía trabajo ese día, y entonces deshice mi discurso respeto. Frente a su ataúd, Obama
Autobiografía que hacer. preparado para hablar desde mi cora- destacó el compromiso del senador.
No. Por mucho que respeto a la pro- zón sobre el amor que sentía por New
☛ Primera edición fesión médica, mi muerte no encajaba Bedford, por su mar, y por cómo ese
Septiembre de 2009 en mis planes. parque se conecta con nuestra historia. último que recuerdo hasta que me des-
☛ Páginas Me negaba a pensar que me enfren- Vicki me dijo, después de eso, que Bar- perté en el hospital.
532
taba a una amenaza grave e impactante
para mi vida. Los primeros síntomas de
Emocionado bara Souliotis, nuestra querida amiga y
jefa de Personal de toda la vida de mi ofi-
Más tarde me enteré de que había si-
do hallado casi de inmediato por Judy
lo que podía ser un tumor cerebral ma-
ligno los había tenido tres días antes.
por Barack cina de Boston, quien estaba sentada a
su lado, se volvió hacia ella y le susurró:
Campbell, nuestra empleada doméstica.
Judy llamó a Vicki, quien todavía esta-
Habían caído sobre mí cuando me diri-
gía hacia la cocina de mi casa de Hyan-
Obama, apoyé “¡El vive realmente en el día de hoy!”. El
cambio se percibía en el aire. Y maña-
ba en el solárium esperando mi regreso.
Cuando Vicki me vio, corrió a mi lado, y
Datos sobre el autor

u Nació en Boston,
nis Port, un lugar que ha sido el centro
de mi vida y de mi felicidad durante la
su candidatura na, Vicki y yo disfrutaríamos de nuestra
primera navegación del año. Pero a la
le encargó a Judy que llame al 911, y lue-
go a mi médico en Boston, el Dr. Larry
Estados Unidos, el 22 de mayoría de mis setenta y seis años. No presidencial mañana siguiente, todo cambió. Ronan. Mientras esperaba que llegue el
febrero de 1932, y era tenía otra intención que sacar a pasear Acababa de atravesar el living y esta- equipo de rescate, Vicki se sentó en la
hermano del ex presidente a Sunny y Splash, mis muy queridos ba a dos pasos del piano de cola de mi silla a mi lado y me sostuvo la cabeza.
John F. Kennedy y de perros. Mi esposa, Vicki, y yo estába- tamiento inevitable de la campaña de madre, Rose, que solía tocarlo para la Yo no estaba consciente de lo que hacía,
Robert Kennedy, ambos mos conversando y tomando nuestro las primarias demócratas, tal como me familia hace medio siglo. (…) De pronto, pero me abrazó con ternura, me besó y
asesinados. café de la mañana en el solárium. había sentido en Wyoming y Virginia me sentí desorientado. Me acerqué a la me dio palmaditas en la mejilla mientras
La vida parecía especialmente bue- Occidental en 1960 por Jack, y en In- puerta que conduce al porche, y me dije: me susurraba: “Vas a estar bien”.
u Tras un período en el na. Los dieciséis años de matrimonio diana y California en 1968 por Bobby. “Bueno, voy a salir y tomar algo de aire Tomó tan sólo cuatro minutos que lle-
con Vicki habían sido buenos. Su agu- “¡Nadie dijo que no podíamos tener un fresco”. No llegué a ir afuera. Todo me gara la primera persona. Era un oficial
Ejército, se graduó en la
da comprensión y su amor por mí la poco de diversión!”, le grité al público parecía confuso; caminé hasta pasar la de policía de Hyannis, quien le dijo Vicki
Universidad de Harvard
habían convertido en una compañe- latino en San Antonio, antes de cantar puerta principal y luego ingresé en el que “era un médico del Ejército”. “¡Oh,
y dirigió la campaña
ra indispensable. Hemos compartido a todo pulmón mi versión española de comedor y me senté en una silla. Es lo gracias a Dios! ¡Adelante!” Los paramé-
presidencial de JFK. incontables horas de alegría a bordo dicos llegaron cerca de medio minuto
de mi antigua goleta de madera Mya, más tarde. Nadie sabía qué diagnóstico
u En 1962 fue elegido incluyendo noches de vela a lo largo darme. Sospecharon de un derrame ce-
senador por Massachusetts, de la costa, guiados sólo por las estre- rebral. Me prepararon para llevarme al
cargo desde el que impulsó llas. Vicki me había dado tal sensación hospital. (…) Vicki, sentada en el coche
leyes de inmigración y de estabilidad y tranquilidad, que casi mientras me preparaban e incluso antes,
salud, y que tenía al morir, había empezado a pensar en la vida en llamó por teléfono a tantos miembros
en agosto. esos términos, estable y tranquila. Pero de nuestras familias como pudo. Me lo
nunca aburrida. Ciertamente no podría explicó más tarde: “Sabía que esto iba
u Barack Obama lo calificó serlo con esta divertida, apasionada, a estar en las noticias, y no quería que
como uno de los mejores leal y tan enamorada mujer. ninguna persona cercana se enterase de
legisladores de la historia. Vicki y yo habíamos disfrutado de un esa manera”. (…)
invierno y principios de primavera es- El lunes siguiente la biopsia confir-
pecialmente estimulante. El 27 de ene- mó que tenía un tumor cerebral, un
ro, emocionado e inspirado por Barack glucoma maligno en mi lóbulo parietal
Obama y la esperanza que encarnaba, izquierdo. A Vicki y a mí, en privado, se
subí al podio en la American University nos dijo que el pronóstico era sombrío:
en Washington para apoyar su candi- tan sólo unos pocos meses como máxi-
datura presidencial. Las mejores es- mo. Yo respeto la gravedad de la muer-
peranzas de la historia y el presente se te, he tenido muchas ocasiones para
convergían en torno a mí. Mi sobrina, meditar sobre sus intrusiones. Pero no
Caroline Kennedy, estaba a mi espalda, estaba dispuesto a aceptar el pronósti-
junto a mi propio hijo Patrick y el mis- co del médico por dos razones.
mísimo candidato. La multitud rugió su presencias. Obama, Bush, Clinton, Carter, respeto por el amigo o el adversario. La primera fue mi propia obstinada
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PERFIL - Domingo 20 de septiembre de 2009 PERFIL - Domingo 20 de septiembre de 2009

LIBRO

Ted, la brújula fiel


En una autobiografía inspirada por el cáncer que lo atormentó en el último año, Edward, la última
gran figura de la dinastía Kennedy, traza una crónica sincera sobre los errores y virtudes que
cometió a lo largo de su vida y revela el entusiasmo que le generó Barack Obama, a quien apoyó
fervorosamente. A continuación, tramos del prólogo, en el que cuenta su último gran objetivo: llegar
a hablar en la convención demócrata, en agosto de 2008, para respaldar el cambio que venía. En
“True compass”, la vida de Edward Kennedy EE.UU., el libro salió a la venta el lunes, con una tirada inicial de un millón y medio de ejemplares.

F
fotos: afp
ue en un soleado día de pri- aprobación a mi mensaje. Y sentí que ¡Ay, Jalisco, no te rajes! Me divertí tanto
mavera del 20 de mayo de me alzaba con un renovado optimis- que la volví a cantar en Laredo. A me-
2008 cuando desperté de mo por mi país, y por las inesperadas diados de mayo, Obama había ganado
mi estado de somnolencia notas de un viejo clarín que me llama- la crucial primaria de Carolina del Nor-
por los medicamentos en ban una vez más a la campaña. Otros te y tomó la delantera en cantidad de
una cama de hospital de años, otras tribunas, otras aventuras delegados. Algunos comentaristas ya
Boston y miré el rostro de respecto del pasado. “Es hora de una declaraban el fin de la contienda. Sin
un médico, quien me ex- nueva generación de liderazgo”, decla- duda tuve la intención de mantener la
plicó de manera sombría que estaba a ré a la multitud de espectadores que campaña a favor de él a finales de la
punto de morir, y que sería mejor que permanecían frente a nosotros, como primavera y el verano, pero no hubo
empezara a ordenar mis asuntos y pre- también lo hacía otra voz resonando tiempo de escabullirse en Nantucket
parar a mis amigos y a mi familia para en los pasillos de mi memoria. Sound.
el final. Me sentí feliz y exuberante por el ago- El 16 de mayo participé en una cere-
Mientras estaba en la cama del hos- monia en uno de mis sitios históricos
pital, mis amigos y vecinos de Cape favoritos, el New Bedford Whaling Na-
Cod se encontraban preparando sus tional Historical Park, donde me uní al
☛ Título barcos de verano. Tenía la intención de congresista por Massachusetts Barney
True compass estar entre ellos, como de costumbre. Frank y a otros, para cortar la cinta de
Los Red Sox de Boston eran una buena inauguración del centro de aprendizaje
☛ Autor apuesta para defender su campeona- marítimo Corson. Barney y yo había-
Edward Kennedy to mundial. Se encontraba en curso la mos obtenido créditos para reparar y
campaña para las elecciones primarias hacer otras mejoras al edificio, después
☛ Editorial
para la presidencia. Mis colegas del Se- de haber sido dañado en un incendio
Hachette Book Group
nado pujaban hacia adelante nuestra en 1997. Me sentí especialmente bien
☛ Género agenda legislativa. Y yo tenía trabajo ese día, y entonces deshice mi discurso respeto. Frente a su ataúd, Obama
Autobiografía que hacer. preparado para hablar desde mi cora- destacó el compromiso del senador.
No. Por mucho que respeto a la pro- zón sobre el amor que sentía por New
☛ Primera edición fesión médica, mi muerte no encajaba Bedford, por su mar, y por cómo ese
Septiembre de 2009 en mis planes. parque se conecta con nuestra historia. último que recuerdo hasta que me des-
☛ Páginas Me negaba a pensar que me enfren- Vicki me dijo, después de eso, que Bar- perté en el hospital.
532
taba a una amenaza grave e impactante
para mi vida. Los primeros síntomas de
Emocionado bara Souliotis, nuestra querida amiga y
jefa de Personal de toda la vida de mi ofi-
Más tarde me enteré de que había si-
do hallado casi de inmediato por Judy
lo que podía ser un tumor cerebral ma-
ligno los había tenido tres días antes.
por Barack cina de Boston, quien estaba sentada a
su lado, se volvió hacia ella y le susurró:
Campbell, nuestra empleada doméstica.
Judy llamó a Vicki, quien todavía esta-
Habían caído sobre mí cuando me diri-
gía hacia la cocina de mi casa de Hyan-
Obama, apoyé “¡El vive realmente en el día de hoy!”. El
cambio se percibía en el aire. Y maña-
ba en el solárium esperando mi regreso.
Cuando Vicki me vio, corrió a mi lado, y
Datos sobre el autor

u Nació en Boston,
nis Port, un lugar que ha sido el centro
de mi vida y de mi felicidad durante la
su candidatura na, Vicki y yo disfrutaríamos de nuestra
primera navegación del año. Pero a la
le encargó a Judy que llame al 911, y lue-
go a mi médico en Boston, el Dr. Larry
Estados Unidos, el 22 de mayoría de mis setenta y seis años. No presidencial mañana siguiente, todo cambió. Ronan. Mientras esperaba que llegue el
febrero de 1932, y era tenía otra intención que sacar a pasear Acababa de atravesar el living y esta- equipo de rescate, Vicki se sentó en la
hermano del ex presidente a Sunny y Splash, mis muy queridos ba a dos pasos del piano de cola de mi silla a mi lado y me sostuvo la cabeza.
John F. Kennedy y de perros. Mi esposa, Vicki, y yo estába- tamiento inevitable de la campaña de madre, Rose, que solía tocarlo para la Yo no estaba consciente de lo que hacía,
Robert Kennedy, ambos mos conversando y tomando nuestro las primarias demócratas, tal como me familia hace medio siglo. (…) De pronto, pero me abrazó con ternura, me besó y
asesinados. café de la mañana en el solárium. había sentido en Wyoming y Virginia me sentí desorientado. Me acerqué a la me dio palmaditas en la mejilla mientras
La vida parecía especialmente bue- Occidental en 1960 por Jack, y en In- puerta que conduce al porche, y me dije: me susurraba: “Vas a estar bien”.
u Tras un período en el na. Los dieciséis años de matrimonio diana y California en 1968 por Bobby. “Bueno, voy a salir y tomar algo de aire Tomó tan sólo cuatro minutos que lle-
con Vicki habían sido buenos. Su agu- “¡Nadie dijo que no podíamos tener un fresco”. No llegué a ir afuera. Todo me gara la primera persona. Era un oficial
Ejército, se graduó en la
da comprensión y su amor por mí la poco de diversión!”, le grité al público parecía confuso; caminé hasta pasar la de policía de Hyannis, quien le dijo Vicki
Universidad de Harvard
habían convertido en una compañe- latino en San Antonio, antes de cantar puerta principal y luego ingresé en el que “era un médico del Ejército”. “¡Oh,
y dirigió la campaña
ra indispensable. Hemos compartido a todo pulmón mi versión española de comedor y me senté en una silla. Es lo gracias a Dios! ¡Adelante!” Los paramé-
presidencial de JFK. incontables horas de alegría a bordo dicos llegaron cerca de medio minuto
de mi antigua goleta de madera Mya, más tarde. Nadie sabía qué diagnóstico
u En 1962 fue elegido incluyendo noches de vela a lo largo darme. Sospecharon de un derrame ce-
senador por Massachusetts, de la costa, guiados sólo por las estre- rebral. Me prepararon para llevarme al
cargo desde el que impulsó llas. Vicki me había dado tal sensación hospital. (…) Vicki, sentada en el coche
leyes de inmigración y de estabilidad y tranquilidad, que casi mientras me preparaban e incluso antes,
salud, y que tenía al morir, había empezado a pensar en la vida en llamó por teléfono a tantos miembros
en agosto. esos términos, estable y tranquila. Pero de nuestras familias como pudo. Me lo
nunca aburrida. Ciertamente no podría explicó más tarde: “Sabía que esto iba
u Barack Obama lo calificó serlo con esta divertida, apasionada, a estar en las noticias, y no quería que
como uno de los mejores leal y tan enamorada mujer. ninguna persona cercana se enterase de
legisladores de la historia. Vicki y yo habíamos disfrutado de un esa manera”. (…)
invierno y principios de primavera es- El lunes siguiente la biopsia confir-
pecialmente estimulante. El 27 de ene- mó que tenía un tumor cerebral, un
ro, emocionado e inspirado por Barack glucoma maligno en mi lóbulo parietal
Obama y la esperanza que encarnaba, izquierdo. A Vicki y a mí, en privado, se
subí al podio en la American University nos dijo que el pronóstico era sombrío:
en Washington para apoyar su candi- tan sólo unos pocos meses como máxi-
datura presidencial. Las mejores es- mo. Yo respeto la gravedad de la muer-
peranzas de la historia y el presente se te, he tenido muchas ocasiones para
convergían en torno a mí. Mi sobrina, meditar sobre sus intrusiones. Pero no
Caroline Kennedy, estaba a mi espalda, estaba dispuesto a aceptar el pronósti-
junto a mi propio hijo Patrick y el mis- co del médico por dos razones.
mísimo candidato. La multitud rugió su presencias. Obama, Bush, Clinton, Carter, respeto por el amigo o el adversario. La primera fue mi propia obstinada
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PERFIL - Domingo 20 de septiembre de 2009

fotos: afp

Ted, la
objetivo secreto que ella y yo habíamos
acordado: si todo salía bien, viajaríamos
a la Convención Nacional Demócrata en

brújula fiel Denver, para poder hablarles a los dele-


gados.
Ser capaz de hablar en la convención
demócrata en agosto se convirtió en mi
voluntad que ejerzo frente a la adver- misión y fue lo que tuve mente durante
sidad, uno de los muchos hábitos de las sesiones de radiación y la quimiote-
disciplina que mi padre inculcó en mí rapia durante el verano. El calendario se
y en todos mis hermanos y hermanas. nos presentaba en nuestro favor: la ra-
Nos enseñó a nunca darse por vencido, diación terminaría en julio, y nos habían
a nunca aceptar pasivamente el desti- dicho que podía esperar que la energía
no, y a agotar en cambio hasta la última me volviese luego de eso. La convención
gota de voluntad y esperanza frente a debía ser a finales de agosto. Se me pre-
cualquier reto. (…) sentó como el objetivo ideal.
La segunda razón fue la forma en que Mientras el verano se prolongaba, sen-
el mensaje fue entregado. Francamen- tí que mis fuerzas volvían, tal como los
te, me enfureció. Soy realista, y he oído médicos habían predicho. Sin embargo,
malas noticias en mi vida. No espero ni no había garantía médica de que iba
necesito ser tratado con guantes de se- poder continuar con mis esperanzas. Y
da. Pero sí creo en la esperanza. Y creo entonces decidimos mantener este pro-
que el aproximarse a la adversidad con yecto en secreto.
una actitud positiva, al menos, le da a Volamos a Denver el domingo 24 de
uno una oportunidad de éxito. Acercar- agosto, un día antes de la convención
se con una actitud derrotista predestina abierta. En el apartamento en Denver
el resultado: la derrota. que había alquilado, mis colaboradores y
Por difícil que era escuchar las noti- yo empezamos a estudiar mi discurso en
cias acerca de mi enfermedad, no era un teleprompter. Después de un minuto
nada en comparación con los golpes o dos, levanté la mano y dije: “Realmente
que había sufrido cuando dos de mis no me siento bien”. Sentí un fuerte dolor
hijos habían sido diagnosticados con en mi costado y no sabíamos lo que era.
formas especialmente letales de cán- Me llevaron a un hospital rodeado por
cer. Cuando Teddy Jr., entonces de tres médicos, todos ellos, casualmente,
doce años, descubrió el bulto debajo llamados Larry.
de la rodilla que resultó ser cáncer de Increíblemente, después de atravesar
huesos en 1973, nues- la cirugía cerebral,
tro médico nos ad- la radioterapia y la
virtió que muy pocas quimioterapia y de
personas sobrevivían haber logrado mi
a esa forma de la en- objetivo de estar
fermedad. Estábamos listo y preparado
decididos a que Teddy para presentarme
sería una excepción. a los delegados en
Su pierna tuvo que ser Denver, comenzó a
amputada y tuvo que dolerme, de la nada
soportar dos años de y por primera vez en cedoc perfil

los más dolorosos, mi vida, una piedra


medicación y terapia. en mi riñón. Cuando
Pero, mientras escri- los médicos estaban
bo esto, Teddy es un preparados para
cuarentón felizmente administrarme un
casado, empresario y
abogado, y padre de Soy realista y analgésico muy po-
tente, mi mujer, que
dos hijos preciosos.
Y luego, en 2002, he oído malas suele ser impertur-
bable en medio de
a mi hija Kara se le
diagnosticó “cáncer noticias en mi una crisis, rompió a
llorar.
inoperable” de pul-
món. Se enfrentó a vida. Pero sí creo La apertura de la
convención estaba momentos. Con el clan
las probabilidades
de supervivencia. Al en la esperanza programada para
las 6 de la tarde. Al-
familiar; Ted, de marinerito.
De campaña. En el entierro
igual que con Teddy, rededor de las 4.30 de su hermano John, y su
la familia se negó a me desperté y le dije momento trágico: el accidente
aceptar ese pronóstico. Hoy en día, a Vicki: “Probablemente debería levan- que provocó, en 1969, en el
mientras escribo esto, Kara está sana, tarme ahora y ver si puedo caminar sin que murió su secretaria. Su
y es una activa madre de dos hijos que caerme”. Logré hacerlo desde mi cama entierro, en su Boston natal.
están floreciendo. hasta el final de la habitación. (…)
Y así fue como enriquecidos con la “Vayamos”, dije luego. Vicki y yo íba-
experiencia y nuestra fe, Vicki y yo de- mos sentados en los asientos del medio,
cidimos volver a luchar. Y empezamos entre el conductor y los doctores. (…) Yo
a desarrollar un plan de acción: “Vamos puedo con esto, me seguía repitiendo a
a dar un paso a la vez”, nos decíamos el mí mismo. Yo puedo con esto.
uno a otro. (…) Mi sobrina Caroline Kennedy hizo una
Mientras navegábamos y digeríamos introducción hermosa y emocionante.
la noticia, le pedimos a nuestro querido Y tras una película espectacular oímos
amigo y doctor Larry Horowitz que ali- la voz de locutor: “Señoras y señores, el
neara un equipo de médicos para que senador Edward Kennedy”. Eso fue todo.
pudiéramos consultar. (...) Al final de la Showtime. Mi esposa me acompañó al
reunión con ellos, se había decidido un escenario y al podio, me tomo la cara,
plan para la cirugía, seguida de quimio- y me besó. Y luego fue a sentarse con
terapia y radiación. A diferencia de algu- el resto de nuestra familia. Y así, en la
nos tipos de cáncer, el mío sería tratado noche del lunes 25 de agosto de 2008,
como una enfermedad crónica, que re- puede cumplir un sueño personal que no
quiere tratamiento continuado después morirá jamás. “Es tan maravilloso estar
de la fase inicial. (…) aquí”, dije a los delegados en medio de
La cirugía se realizó como los médicos los aplausos. “Nada, nada iba a mante-
esperaban. Y entonces Vicki y yo nos fui- nerme alejado de esta reunión tan espe-
mos felices a nuestro hogar en Hyannis cial,” agregué. n
Port, para una semana después empe-
zar a planificar nuestros pasos hacia un Traducción: Pedro Ylarri.

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