You are on page 1of 110

EDITORIAL

Después de un largo período de reflexión la Revista Sherezade vuelve


a “la rotativa digital” con el ánimo de sus integrantes de darle la
continuidad necesaria, con ilusión y abierta a la participación activa o
pasiva de cuantos se acerquen a ella, procurando comos siempre
alejarnos de la pretenciosidad y el carácter engolado que suelen
rezumar determinados ámbitos culturales.

Si bien la edición central tendrá carácter bimensual, en esta nueva


etapa pretendemos darle un carácter más dinámico y para ello
actualizaremos los contenidos con noticias culturales de relevancia,
hilos de nuestro foro que nos parezcan interesantes, convocatorias de
premios, etc,

Esperamos que este número dos sea de vuestro agrado, tanto a los
meros lectores interesados en la cultura como a aquellos iniciados a
la escritura que buscan recursos tales como premios, editoriales o
agencias.

Además, desde al Revista Sherezade queremos apoyar expresamente


la Carta contra la corrupción en los premios literarios dirigida al
Ministro de Cultura y desde aquí os invitamos a que lo hagáis con
vuestra adhesión, ya que creemos necesario que los méritos literarios
sean reconocidos por su valor en sí, más allá de intereses puramente
políticos o comerciales.

ENTREVISTA

2
PABLO GARCÍA CASADO. POETA
JS Chesterton

"Trabajo por eliminación: Menos es más.


Considero que
el medio ambiente no tiene la culpa de nuestras
verborreas"

Pablo García Casado nació en


Córdoba el 13 de mayo de 1972. Ha publicado Las afueras (DVD
Ediciones, Barcelona, 1997), por el que fue I Premio Ojo Crítico de
RNE 1997 y finalista del Premio Nacional de Poesía de ese año, y El
mapa de América (DVD Ediciones, Barcelona, 2001). En noviembre
de 2007 ha publicado su libro titulado Dinero, historias muy breves
escritas en poemas en prosa que tienen en común el dinero como un
personaje latente, un elemento que unifica todos los poemas, les da
una misma textura y es el telón de fondo de todos los relatos de
amor, de deseo, de dudas, de angustia, que reúne a todos los
personajes del libro. El libro se completa con una página web
(www.librodinero.com) con fotografías de Thomas Canet y montaje
musical de Manuel García Casado. En una entrevista cordial nos habla
sobre su trayectoria poética y, además, al final de la misma,
recogemos una pequeña selección de sus poemas.

Revista Sherezade.- ¿Cómo fue tu acercamiento a la poesía?,


¿cuándo empezaste a tomártelo en serio, enviar tu obra a
concursos, editoriales, etc?

Más allá de las aventuras adolescentes, fue decisivo acudir al Taller de


Escritura Creativa de Pedro Roso en Córdoba. Fue allí donde tomé la
decisión no sé si consciente o instintiva de dedicarme a esto. Envié mi
primer libro a unos cuantos premios, pero nada, no hubo suerte.

3
Hasta que Vicente Luis Mora me dijo –en un partido de futbito- que lo
enviara a una editorial catalana de nueva creación. Y así hasta ahora.

RS.- Tu obra, según mi parecer, es cruda, rápida y directa, sin


perder la armonía y con un particular estilo de puntuación, y
eso la hace innovadora en el panorama nacional. ¿Tardas
mucho en dar por finalizado un poema?

Gracias por tu comentario. Intento buscar la exactitud y el equilibrio.


No sé si soy innovador, soy lo que soy porque no puedo ser otra cosa.
En cuanto al tiempo, es verdad, tardo muchísimo. Le doy miles de
vueltas. Desde 1992 he escrito sólo 3 libros y muy breves. Eso da la
medida.

RS.- Es una pregunta tópica, pero... ¿cuál es tu concepto de


poesía?

Puede resultar también tópica, pero podría ser la cristalización de las


obsesiones.

RS.- ¿A quiénes consideras tus referentes de entre los


clásicos?,¿y autores contemporáneos que te llamen la
atención?

Uno debe regresar a la Biblia para recordar dónde vienen una gran
parte de la iconografía occidental. También al Barroco, Calderón sobre
todo, pero uno puede nutrirse mucho de los grandes del 27. Pessoa
pone en cuestión el concepto de autoría. Y luego los norteamericanos,
el gran T.S, Ashbery, Cummings, Ferlinghetti… Me pongo a hablar y
no paro.

RS.- Tu poesía tiene un aire de realismo sucio,


norteamericana, de hecho he leído que has sido traducido al
inglés. ¿Es intencionada esa atmósfera?

Bueno, ser traducido al inglés es mérito de Chris Michaslki, que me


lleva por todas las revistas americanas que conoce. Bromas aparte,
creo que soy hijo de un tiempo confuso donde muchas personas
compartimos la misma iconografía personal, seamos de Córdoba,
Tokio, Buenos Aires o Florida.

RS.- Perteneces a la renombrada Generación del 99. ¿Te


encuentras cómodo encasillado dentro de una Generación?¿ os

4
sentís vinculados entre vosotros?

Lo de renombrada es un decir, pero creo que esa antología de García


Martín recoge excelentes poetas. Más que vinculación estética hay
afecto personal. No me siento incómodo con ellos, porque son
compañeros de viaje y cada uno hace la guerra por su cuenta. Este
es un camino solitario y todos lo aceptamos.

RS.- Supongo que ser finalista del Premio Nacional de Poesía


en 1999, con sólo 27 años, tuvo que ser un peso abrumador.

Bueno, fueron muchas las expectativas puestas sobre mí, pero


créeme si te digo que en ese tiempo fui sumando pequeñas
felicidades, sabiendo que todo eso era efímero. Entonces me quitaban
el sueño cosas mucho más terrenales. Como ahora.

RS.-¿Ocurre lo mismo en la poesía que en la novela?, es decir,


¿está copado el mundo editorial por los mismos cuatro de
siempre?

Creo que en la poesía hay sitio para casi todos. Es cierto que los
premios y que publicar es difícil, pero el panorama está bastante
atomizado. No cabe duda que hay nombres que suenan más, pero
eso también ocurre en el gremio de los cristaleros. La fama no
siempre es sinónimo de calidad.

RS.- Eres licenciado en Derecho ¿que no tengas formación


académica humanista te ha supuesto algún tipo de
menosprecio de las altas esferas rimbombantes?

En absoluto. Quizá porque una gran parte de los poetas que conozco
tampoco son filólogos.

RS.-Desde que existe internet todo poeta puede ver su obra


publicada en la red. ¿Crees que ha beneficiado a la poesía o,
por el contrario, ha supuesto tal eclosión que es difícil
distinguir la calidad del artificio?

Aquí tendríais que preguntar a Vicente Luis Mora –el experto-. Mi


experiencia personal es positiva y me ha permitido conocer a mucha
gente. Pero corremos el riesgo de que revistas como ésta se pierdan
en la maraña de la red.

RS.-Obviamente, para subsistir, debes compaginar otras


actividades con la poesía. ¿Haber ganado grandes premios te

5
ha abierto muchas puertas?

Abre puertas porque eres conocido. Pero al final uno acaba


trabajando de cosas que ni sospecharía, como es mi caso: nada que
ver con la poesía.

RS.-¿Cuánto de lo que escribes desechas y cuánto de lo que


seleccionas llega a ser publicado?

Tiro una barbaridad y recorto prácticamente todo. Trabajo por


eliminación: Menos es más. Considero que el medio ambiente no
tiene la culpa de nuestras verborreas.

RS.-Cuando empiezas un poemario, ¿necesitas romper con


todo lo anterior o mantienes la línea de estilo?

Está claro que necesito romper, aunque el estilo suele perseguirte


más de lo que crees. Uno no puede dejar de ser lo que es.

RS.-Para finalizar...¿Algún consejo desde tu experiencia para


autores noveles, con obras acabadas y que no saben muy bien
por dónde moverse?

No me gusta dar consejos. En cualquier caso, paciencia y no


traicionarse.

No traicionarse como en efecto hace Pablo que sigue


sorprendiendo libro tras libro con su poesía libre de artificios,
magnética y directa.

Sabbat

Los polígonos, las áreas comerciales, las oficinas iluminadas. En todas


partes el rostro de la angustia, los horarios, y esa puerta que nunca
cierra. El cansancio de abrimos sábado tarde, el lunes se lo instalan,
Antonio, acompaña al señor hasta la puerta. Y las tarjetas pasando
por las ranuras, los coches atestados de familia, los teléfonos de
servicio. Dulces operadoras que trabajan hasta muy tarde, ahorrando
para un sábado futuro de zapatillas, cine en casa y ojos cerrados.
Buenas tardes, le atiende Luisa, en qué puedo ayudarle.

(De DINERO)

6
1972 parís, texas

por qué travis qué hay de esa oscura pregunta


por qué la casa en ruinas por qué él por qué ella
por qué el verano de mil novecientos setenta y uno

qué tuvo que pasar qué clase de química por qué


la huelga en el sector metalúrgico por qué el atasco
por qué llegaron rendidos y aún así se besaron

como si mi vida les fuera en ello

(de LAS AFUERAS)

FORD

como un oso que despierta del letargo


nuestro ford va derritiendo la nieve del parabrisas
pongo las maletas en el asiento trasero repaso el mapa de carreteras

ahora llegas tú medio dormida


sin pintar sin arreglar rota por la noche pasada
una noche de preguntas de miedo de ropa que entra

y sale de los armarios una noche de nevera desconectada


pero hoy es distinto y te sientas a mi lado como antes cuando
viajábamos sin prisa
a través de bosques y maizales en esas noches
de faros encendidos en busca del océano

el ford asciende lento por la colina


quiero viajar al sur al sur de todos los proyectos

(de EL MAPA DE AMÉRICA)

7
RESEÑAS

ENTRE LIMONES. Chris Stewart


Federico Sarmiento

ENTRE LIMONES
Historia de un optimista
Chris Stewart
Editorial Almuzara 2006
Título original Driving over lemons 1999
Traducido del ingles por Alicia de Benito Harland
299 páginas

Los que vivimos en ciudad, probablemente hemos sentido alguna vez


la tentación de abrazar la vida bucólica del campo. ¿Quién no prefiere
las verdes praderas y los sonrientes riachuelos a los apretujones del
metro o del autobús? Evidentemente, se trata casi siempre de
anhelos esporádicos que la vorágine del día a día se encarga
rápidamente de angostar.

Pero si no somos capaces de llevar a cabo nuestros íntimos deseos,


secretamente admiramos a quien lo hace y eso explica quizá el
rotundo éxito que Chris Stewart está teniendo con sus libros y en
particular con su inicial “Entre Limones, Historia de un optimista”. que
después de haber vendido más de un millón de copias en Europa, ha
sido publicado finalmente en España a finales del pasado año la
pequeña Editorial Almuzara.

Chris Stewart, fue durante un breve período de tiempo batería en


Grupo musical Génesis del que surgieron también los más conocidos
Peter Gabriel, Tony Banks, Anthony Phillips o Mike Rutherford y
después de haber viajado por medio mundo y ejercido los más

8
diversos oficios decidió con su esposa Ana comprar un pequeño
cortijo en Las Alpujarras granadinas.

Se trata de una narración lineal, no exenta de humor, bastante


inocente optimismo y una fina ironía como sólo los ingleses saben
usar, para describir su lucha para convertir el destartalado cortijo que
compró por algo menos de 5 millones de las antiguas pesetas, en un
lugar habitable, pese a las moscas y a los escorpiones, pese a la falta
de electricidad o de caminos transitables y pese sobre todo a estar
situado en el lado equivocado río Trévelez, que le aísla
completamente en épocas de lluvias y crecidas.

Fue probablemente la lectura de “Al Sur de Granada” de Gerald


Brenan lo que primero le atrajo hacia las Alpujarras pero ha sido la
belleza del paisaje, el aroma de naranjos, almendros y limoneros, el
continuo susurro de los ríos Trévelez y Cadiar, las noches estrelladas
y los amaneceres apacibles, la sencillez de la gente cordial y
acogedora, campesina y pastoril, lo que le ha retenido y le ha hecho
enfrentarse valientemente a las dificultades iniciales y a su total
ignorancia sobre agricultura, pastoreo o construcciones varias.

“Cristóbal, El inglés”, como pronto será conocido en la región, es


humilde y paciente y eso le granjea amistades inquebrantables.
Algunas como la de Domingo, le serán imprescindibles para salir
airoso en su trato con los demás vecinos, para convencer a los
pastores las ventajas del esquileo mecánico de ovejas, para
manejarse en el siempre confuso mundo de entradores y tratantes de
ganado.

Chris vive en El Cortijo El Valero, frente al espectacular valle del


Gudadalfeo . Allí ha nacido su hija Chlöe, por lo que se siente un poco
más alpujarreño si cabe, aunque también forma parte del colectivo de
extranjeros estilo “New Age” que se han establecido en la zona. El
éxito de su libro está atrayendo turistas y curiosos hacia el Cortijo y
hacia el pueblo de Órgiva cuyo alcalde no siempre coincide con Chris
en la valoración de algunas afirmaciones contenidas en el libro porque
le parecen humillantes u ofensivas hacia los vecinos del pueblo.

Pese a tratarse de una excelente traducción de Alicia de Benito, el


libro mantiene el frescor y la sencillez del relato original. Me ha
gustado en particular la manera en que el autor ha captado el habla
de los campesinos, las reflexiones breves, las sentencias cadenciosas,
y la contenida emoción con la que describe los paisajes, la floración
del naranjo o su empeño en adaptarse a los usos locales y pasar

9
como un campesino más de esa hermosa y dura tierra.

ALGO TAN PARECIDO AL AMOR. Carmen


Amoraga
Federico Sarmiento

Carmen Amoraga
Finalista Premio Nadal 2007
Ediciones Destino
Áncora y Delfín
270 páginas

Mario Vargas Llosa dice que una novela es una gran mentira llena de
muchas pequeñas verdades. Carmen Amoraga ha juntado en su
reciente novela, finalista del Premio Nadal de este año, las relaciones
sentimentales de tres mujeres para, a través de un análisis
polifacético y minucioso, intentar extraer algún tipo de conclusión o
respuesta a la pregunta : ¿A qué llamamos amor?

No estoy seguro de que la galardonada escritora haya logrado aclarar


nada con su novela, pero debo admitir que ha hecho un loable
esfuerzo para mostrarnos diversos aspectos de esa constante humana
que es la búsqueda de la felicidad a través del amor. Siguiendo los
avatares de unas amigas treintañeras antiguas compañeras de
colegio y que siguen encontrándose y contándose sus alegrías y sus
más frecuentes disgustos, vamos viendo diferentes facetas de la
relación que establecen con los hombres ya sea como esposas en el
caso de Silvana, ya sea como amantes en el caso de Amparo y Ana.

La escritora no pretende hacer una novela de género, ni tampoco una


novela generacional, pero como en sus novelas anteriores es sobre
todo una novela cuyos protagonistas son mujeres y el punto de vista

10
si no exclusivo, es predominantemente femenino. Silvana, que parece
ser la más asentada y la que disfruta de una relación matrimonial
aparentemente estable, es la que actúa como "pepito grillo" de las
otras dos, y las hace reflexionar en voz alta y admitir que la pasión
está cubierta de espinas las más de las veces, y que en su búsqueda
del amor se encuentran con la soledad, el despecho, la humillación y
el egoísmo de sus amantes. Se han enamorado no de hombres de
carne y hueso sino de una imagen una imagen idealizada que de ellos
han construido.. Irrumpen en los matrimonios de sus rivales y ponen
así en contraposición el papel de esposa y el de amante. De ese
modo, Carmen Amoraga no deja cabo suelto, escruta el sentimiento
amoroso desde todos los puntos de vista y disecciona las relaciones
de pareja y los sentimientos que conllevan: amor, celos, miedo,
culpa, tedio, sumisión, estabilidad, terror a la soledad. Etc.

He disfrutado leyendo esta novela aunque debo confesar que


literariamente hablando me ha dejado insatisfecho. Se diría que el
argumento ha sido tejido en función de las necesidades de la tesis en
lugar de extraer una tesis del argumento. Por otra parte la autora ha
tratado de utilizar el lenguaje sencillo, de la calle, de todos los días, y
a fuerza de intentar la sencillez roza a veces con la ordinariez. Pero
no quiero acabar la reseña con esta nota negativa. Carmen Amoraga
no se la merece; y por eso, citándola textualmente, diré: "No es que
hoy no crea que el amor duele, porque sí duele, pero me pregunto si
tiene que doler siempre, si siempre tiene que doler de esta manera,
si no habremos estado equivocados toda la vida y si el que te quiere
bien es precisamente quien no te hace llorar".

11
LA CIUDAD DE LOS PRODIGIOS. Eduardo
Mendoza
Durrell

Seix Barral, 1986


Colección: Biblioteca Eduardo Mendoza
Genero: Novela
576 págs.

Se trata de una de las mejores novelas de Eduardo Mendoza. De la


mano de Onofre Bouvila nos muestra la Barcelona comprendida entre
la Exposición Universal de 1888 y la siguiente Exposición Universal de
1929.

No es un relato propiamente histórico aunque nos dibuja a través de


la narración el ambiente y los cambios que se fueron sucediendo en la
ciudad, como fondo de la trama en la que se ven envueltos sus
personajes. El personaje de Bouvila tiene mucho que ver en esos
cambios que acontecen y siguiendo sus pasos nos destapará la
vivencia más canalla de un mundo que se mueve tanto por los barrios
más pobres de la ciudad como por los más elegantes salones de los
prohombres que la gobiernan. La novela es como un espejo del ayer
que refleja la historia actual de una ciudad que se ha visto sometida
en pocos años a grandes cambios en su estructura para acoger en
primer lugar los Juegos Olímpicos de 1992 y el Forum de las Naciones
en el año 2004.

No olvida Mendoza el humor negro que le caracteriza y que se ve


reflejado a lo largo de la narración con escenas que en ocasiones
sorprenden al lector que no las espera. Es un libro que recomiendo a
todo tipo de lectores, tiene una narrativa muy amena que te sumerge
en una historia que no puedes dejar de leer hasta el final.

12
Otros libros que he leído del autor y que también recomiendo: La
cripta embrujada, Sin noticias de Gurb y El caso Savolta.

Eduardo Mendoza ha sido el ganador del premio Fundación José


Manuel Lara de novela del año 2007 por su novela 'Mauricio o las
elecciones primarias'.

EL JINETE POLACO. Antonio Muñoz Molina


Durrell

Seix Barral, 1991


Colección: Biblioteca Breve
Genero: Novela
608 págs.

Es una novela histórica, una novela erótica, una novela de amor -de
intensos, pequeños y grandes amores- también de traiciones, de
misterio, de costumbres, política, de desarraigo… una suma de
sentimientos expresados con la pluma de un gran autor, capaz de
engañar al lector haciéndole creer que la novela se basa en un
presente con gran cantidad de pinceladas de pasado y no siendo así
puesto que pasado y presente quedarán unidos cuando comiencen a
encajar las pequeñas piezas del puzzle que es esta novela,
desvelando la verdad que quedó oculta entre los pliegues del
recuerdo, enlazando y atando las causas que provocaron las
decisiones de los distintos personajes, reconstruyendo con las últimas
piezas todas aquellas otras pequeñas historias que surgieron poco a
poco en la memoria y que influirán definitivamente en todas y cada
una de las vivencias personales de los personajes Manuel y Nadia

Podría decirse que hablamos de una novela histórica ya que sus


personajes se mueven a lo largo de varias generaciones,
conformando la historia de la familia y de su entorno en Magina.

13
También podríamos hablar de una novela costumbrista porque
describe con detalle el ambiente, las formas de vida y el carácter
moral de cada época en la que viven los distintos personajes. O quizá
de una novela política porque en ella se plasman los ideales políticos
de los personajes y los diferentes avatares a los que se verán
arrastrados por defenderlos o renunciar a ellos. Tal vez podríamos
describirla como una novela de desarraigo, no solo por causa de la
política, sino también por la forma de vida escogida por los
protagonistas y por otros personajes que decidieron vivir lejos de sus
raíces y las de sus padres. .

Es, desde luego, una novela de misterio porque junto a todo lo


mencionado se van perfilando poco a poco distintos factores que van
creando la expectación en el lector y un conjunto de preguntas sin
contestar. El protagonista tendrá que desenredar la maraña leyendo
viejas cartas y rememorando olvidados recuerdos de su infancia. Sólo
al final, cuando el lector ya no lo espere, aparecerá el desenlace o
enlace que lo una todo en una última pieza del rompecabezas.

Podemos catalogarla también como una novela erótica, ya que el


autor recrea en buena parte de la novela los juegos amatorios de su
personaje principal con la mujer que lleva deseando desde hace
mucho tiempo, describiendo con soltura y detalle el sentimiento
espiritual unido al el sentimiento de deseo que le inspira el cuerpo de
su amante imaginado en la distancia. Es una gran novela de amor y
de muchos amores ¿Cuál fue el primero? ¿Cuál desencadenó el
comienzo de toda esta historia? Amor, locura, celos, traición. Amores
platónicos, amores con miedo, amores maltratados, amores
incomprendidos.... Hijos deseados e hijos despreciados. Todo queda
allí en Magina, el lugar encantado y guardado como un espacio sin
mácula en el corazón del protagonista de esta novela.

14
ANTONIO MACHADO
Consuelo Labrado

Denominado siempre como “el poeta del


buen hacer y caminante perpetuo” nació en Sevilla en 1875, vivió su
infancia en el Palacio de las Dueñas perteneciente a la casa de Alba
ya que su padre ejercía de administrador del lugar:

Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla

Y un huerto claro donde madura el limonero …

Estos recuerdos sevillanos, todos ellos de su infancia, quedaron


grabados en su memoria y dejaron huella reiterada en su poesía
hasta el fin de sus días. El último verso que dejó escrito y que su
hermano José encontró en un bolsillo de su abrigo, ya muerto el
poeta decía:

“Estos días azules y este sol de mi infancia”

Cuando contaba ocho años de edad la familia se traslada a Madrid


donde estudia en el Instituto Libre de Enseñanza y en el Instituto de
San Isidro, desde entonces, su hermano Manuel se convirtió en un
compañero inseparable, no sólo de estudios sino de juegos y lecturas.
Con frecuencia la familia se reunía en el cuarto de estar -“el amplio
cuarto sombrío donde yo empecé a soñar”- para escuchar al
padre o a la abuela, doña Cipriana, lecturas de escritores famosos:

15
novelas de Dickens, dramas de Shakespeare, y sobre todo las rimas y
leyendas de Bécquer. Aquellas lecturas aficionaron a Antonio al autor
de las rimas, Gustavo Adolfo Bécquer, que sería desde entonces uno
de sus poetas más queridos y admirados. En su Juan de Mairena
confiesa abiertamente su admiración por Bécquer:

¿Un sevillano Bécquer? Sí, pero a la manera de Velázquez,


enjaulador, encantador del tiempo … Alguien ha dicho, con
indudable acierto: “Bécquer, un acordeón tocado por un
ángel.” Conforme: el ángel de la verdadera poesía.

Sus primeros trabajos en prosa los publica con seudónimo en una


modesta revista “La Caricatura” dirigida por Enrique Paradas, un
bohemio que no tardó mucho tiempo en arruinarse y con él la revista.
Junto a su hermano Manuel que ya empezaba a escribir versos y
otros dos amigos formó un grupo que se dedicaba a la vida bohemia,
solían acudir a las representaciones de los clásicos del teatro del Siglo
de Oro que daban los ídolos de entonces: los actores Antonio Vico y
Rafael Calvo. Tablaos flamencos y corridas de toros también contaban
con su presencia habitualmente, frecuentaban casi a diario la
Biblioteca Nacional como grandes lectores que eran y asistían a
tertulias literarias en el café Fornos Aquellos felices años de la vida
bohemia madrileña no duraron mucho puesto que la muerte de su
padre en 1893 y de su abuelo en 1896 redujeron casi a cero los
ingresos familiares y la casa de los Machado llegó a rondar la
pobreza.

Es entonces cuando los hermanos Machado deciden ponerse a


trabajar en serio y en 1899 Manuel consigue un puesto de traductor
en la editorial Garnier de París para sus ediciones en castellano con
destino a Hispanoamérica, tres meses después le sigue Antonio a
quien el editor de Garnier le ofrece también un puesto como
traductor. De su primer viaje a París, Machado escribe:

“De Madrid a París a los veinticuatro años. París era todavía la


ciudad del affaire Dreyfus en política, del simbolismo en
poesía, del impresionismo en pintura, del escepticismo
elegante en crítica. Conocí personalmente a Oscar Wilde y a
Jean Morèas. La gran figura literaria, el gran consagrado era
Anatole France.”

Al acabar el verano y sintiendo nostalgia de Madrid regresa a la


capital de España e inicia nuevas amistades: Valle-Inclán, Azorín,

16
Benavente -entre otros- jóvenes seguidores del modernismo
influenciados todos ellos por Rubén Darío y con la intención de dar
impulso a una nueva literatura. En 1902 Antonio regresa a París, de
nuevo con su hermano Manuel, esta vez para ocupar un puesto de
funcionario en el Consulado de Guatemala en París, en esta ocasión
tiene la oportunidad de conocer a su admirado Rubén Darío al
que leyó los poemas de su libro Soledades, todavía inédito y al que
Rubén elogió con un solo adjetivo: “¡Admirable!”. En Agosto se halla
de nuevo en Madrid trabajando en los últimos poemas de Soledades y
colaborando con su hermano Manuel y con Villaespesa en una versión
en verso de Hernani drama romántico de Víctor Hugo que los
hermanos Machado habían visto representar en París.

Durante algunos años continúa colaborando con poemas y artículos


en las revistas del momento y en 1906 decide presentarse a las
oposiciones de la cátedra de francés de Institutos de segunda
enseñanza, el tribunal le concede una de las plazas y éste elige la
vacante del Instituto de Soria. Sus amigos no acababan de
comprender como Machado, andaluz de nacimiento había escogido
una ciudad tan fría y lejana; sin vacilación alguna él siempre
respondía:

“Yo tenía un recuerdo muy bello de Andalucía, donde pasé


feliz mis años de la infancia. Los hermanos Quintero
estrenaron entonces en Madrid “El genio alegre“, y alguien me
dijo: “Vaya usted a verla. En esa comedia está toda
Andalucía.” Fui a ver la obra y me dije: “Si esto es de verdad
Andalucía, prefiero Soria. Y a Soria me fui.”

Por otra parte no hay que olvidar que Soria estaba ligada a Bécquer,
el poeta más querido por Machado y, es muy probable que ese dato
ejerciera una influencia notable en la decisión de Antonio. La etapa de
Soria coincide con su estado de madurez y la llegada de su primer
amor ya que, como él mismo cuenta tuvo una juventud carente de tal
sentimiento:

Sin placer y sin fortuna

pasó como una quimera

mi juventud, la primera …

la sola, no hay más que una:

la de dentro es la de fuera.

17
Pasó como un torbellino,

bohemia y aborrascada,

harta de coplas y vino,

mi juventud bien amada.

Sintiéndose viejo a los treinta y dos años no duda en exclamar .


“¡Cuán tarde ya para la dicha mía!” haciendo referencia a ese amor
que entre esperanza y desesperación no logró encontrar en su
juventud. Hospedado en la pensión de doña Regina y don Ceferino
Izquierdo que vivían con sus tres hijos: Leonor de trece años,
Sinforiano de diez y Antonia de unos meses; Machado se fija en
Leonor una muchacha alegre, de sonrisa tímida, ancha frente y ojos
oscuros, sin embargo, el poeta todavía tardará dos años en decidirse
a dar el paso y declararse no sin antes, haberse cerciorado de que
ella le quería o, al menos podía quererle. Con el consentimiento de la
madre la boda se celebra el 30 de Julio de 1909:

En Santo Domingo,

de misa mayor.

aunque me decían

hereje y masón,

rezando contigo

¡cuánta devoción!

Tres años después aquejada de tuberculosis Leonor fallece en


brazos de Antonio quien a raíz de este doloroso suceso escribe
poemas desgarradores dedicados a su esposa fallecida:

CXXIII

Una noche de verano

-estaba abierto el balcón

18
y la puerta de mi casa-

la muerte en mi casa entró.

Se fue acercando a su lecho

-ni siquiera me miró-,

con unos dedos muy finos,

algo muy tenue rompió.

Silenciosa y sin mirarme,

la muerte otra vez pasó

delante de mí. ¿Qué has hecho?

La muerte no respondió.

Mi niña quedó tranquila,

dolido mi corazón.

¡Ay, lo que la muerte ha roto

Era un hilo entre los dos!

En otros versos escribe como si Leonor estuviera aún viva y a su


lado:

CXXI

Allá en las tierras altas,

por donde traza el Duero

su curva de ballesta

en torno a Soria, entre plomizos cerros

y manchas de raídos encinares,

19
mi corazón está vagando, en sueños …

¿No ves, Leonor, los álamos del río

con sus ramajes yertos

Mira el Moncayo azul y blanco; dame

tu mano y paseemos.

Por estos campos de la tierra mía,

bordados de olivares polvorientos,

voy caminando solo,

triste, cansado, pensativo y viejo.

Así mismo no pudiendo soportar la pena que le atenaza, escribe y


describe a sus amigos de la época sus sentimientos más profundos,
en una carta le confiesa a Juan Ramón Jiménez:

“Cuando perdí a mi mujer pensé en pegarme un tiro. El éxito


de mi libro (Campos de Castilla) me salvó y, no por vanidad
¡bien lo sabe Dios! sino porque pensé que si había en mí una
fuerza útil, no tenía derecho a aniquilarla”

En otra carta, esta vez dirigida a Unamuno:

“La muerte de mi mujer dejó mi espíritu aniquilado. Mi mujer


era una criatura angelical segada por la muerte cruelmente.
Yo tenía adoración por ella; pero por sobre el amor está la
piedad. Yo hubiera preferido mil veces morirme a verla morir,
hubiera dado mil vidas por la suya … El golpe fue terrible y no
creo haberme repuesto. Mientras luché a su lado contra lo
irremediable me sostenía mi conciencia de sufrir mucho más
que ella, pues ella, al fin, no pensó nunca en morirse y su
enfermedad no era dolorosa. En fin, hoy vive en mí más que
nunca y algunas veces creo firmemente que la he de recobrar
(…)”

Decide escapar de Soria por ser la ciudad de su mayor dicha y de su


mayor dolor, sin embargo la ciudad del Duero estará unida para

20
siempre al recuerdo de su amada esposa Leonor. Se instala en
Baeza a la que llaman la “Salamanca andaluza” donde reside durante
ocho años entregado a estudiar Filosofía y Letras. En 1913 escribió a
Ortega:

“Ya empiezo a trabajar con algún provecho. Desde hace poco,


empiezo a reponerme de mi honda crisis que me hubiera
llevado al aniquilamiento espiritual. La muerte de mi mujer
me dejó desgarrado y tan abatido que mi obra, apenas
esbozada en Campos de Castilla, quedó truncada. Como la
poesía no puede ser profesión sin degenerar en juglaría, yo
empleo las infinitas horas del día en este poblachón, en
labores varias. He vuelto a mis lecturas filosóficas, únicas de
verdad que me apasionan. Leo a Platón, a Leibniz, a Kant, a
los grandes poetas del pensamiento”.

Sus inquietudes políticas a las que dedica gran parte de su tiempo no


le impiden continuar con su obra literaria que a partir de 1922 en
Segovia fue prolífica más en prosa que en verso, preferentemente
críticas y ensayos. Continúa colaborando en revistas y periódicos de
Soria y Madrid. En 1924 publica un nuevo libro “Nuevas Canciones”
una recopilación de sus poemas desde 1917. A partir de 1926 la
compañía de Mª Guerrero estrena con gran éxito la obra “Las
desdichas de la fortuna o Julianillo Valcárcel” escrita por los dos
hermanos Machado que seguirán escribiendo y estrenando obras
teatrales en las que es difícil dilucidar donde empieza uno o donde
acaba el otro.

Temas preferidos de la obra poética de Antonio Machado son, la


tarde, el sueño, el recuerdo, la soledad y sobre todo un intento de
ahondar en el misterio:

El alma del poeta

se orienta hacia el misterio.

Sólo el poeta puede

mirar lo que está lejos

dentro del alma, en turbio

y mago sol envuelto.

21
Y en otros momentos de su vida plasma la angustia que le produce el
pensar que la vida es tiempo que pesa sobre nosotros:

Yo caminaba cansado,

sintiendo la vieja angustia que hace el corazón

pesado.

En 1929 publica las “Canciones a Guiomar”.Los críticos de la


época, equivocadamente, creen que “Guiomar” es producto de la
imaginación del poeta y, por lo tanto, musa soñada y fantaseada sin
conexión alguna con la realidad, una realidad que vió la luz mucho
tiempo después de la muerte de Machado, concretamente en 1950
cuando Concha Espina en su libro “De Antonio Machado a su grande y
secreto amor” publica las cartas de amor -aunque mutiladas- que
Antonio escribió a Guiomar . Es, entonces cuando se desvela el
secreto tan hondamente guardado por ambas partes; ni siquiera los
hermanos de Machado conocían la existencia de este amor y el
motivo no era otro que el hecho de que Guiomar cuya verdadera
identidad correspondía a la poetisa Pilar de Valderrama era una
mujer casada. Su amor por ella fue apasionado como se refleja en
algunas de las cartas que le escribió:

“Lleno estoy de ti, diosa mía. Abrasado me tienes de un fuego


del que tú eres inocente sin duda. En él quiero consumirme.”

En otra carta le dice:

“En mi corazón no hay más que un amor: el que tengo a mi


diosa porque tú eres, no lo dudes, el gran amor de mi vida.”

Esta relación arraigó profundamente en ambos si, bien es cierto,


estaba basada más en lo espiritual que en lo carnal puesto que
Guiomar se resistía a caer -según sus propias palabras- en lo
“demasiado humano” y temía que, precisamente por ello Machado se
cansara de ella; sin embargo él le responde para mitigar sus miedos
de esta manera:

22
“Dices en tu carta, diosa mía, que si no me cansaré yo de un
cariño con tantas limitaciones. Considero esto muy absurdo y
no pienso siquiera que lo escribas en serio. No, tu cariño es
para mí tan esencial que es la razón sine qua non de mi vida.
Yo no dudo de mí. Pero tú, reina mía, ¿no serás tú la que
algún día te canses de este pobre poeta?”

La proclamación de la República el 14 de Abril de 1931 sorprende


a Machado en Segovia y, aunque, enseguida se adhirió al régimen no
tuvo participación política alguna, sus amigos republicanos como él y,
en ese momento, influyentes en el Gobierno consiguieron que le
trasladaran a la cátedra de francés de un nuevo Instituto madrileño:
El Calderón de la Barca al que se incorporó en octubre de 1932.
Durante esos años su vida fue tan monótona en Madrid como lo había
sido antes en Soria, Segovia y Baeza, sin embargo los estrenos de las
obras teatrales que escribía con la colaboración de su hermano
Manuel y los encuentros furtivos con Guiomar, eran lo único que
mantenía vivo su interés por la vida que llevaba en la capital. Ni
Antonio ni Guiomar se cansaron del cariño tan profundo que se
profesaban, fue la guerra civil española la que los separó
geográficamente ya que ella se trasladó con su familia a Portugal y
Machado a Rocafort (Valencia), más tarde con la retirada republicana
Antonio se fue a Barcelona.

A principios del año 1939 ya muy enfermo y en compañía de su


madre se instala en Colliure (Francia) donde fallece en Febrero del
mismo año, tres días después su madre siguió su mismo camino.
Aunque muchos quisieron ver en este hecho, un acto de deseo
intencionado al propósito de reunirse con su hijo, nada más lejos de
la realidad puesto que dada su avanzada edad y estando enferma
desde hacía tiempo la familia decidió no comunicarle el fallecimiento
de su hijo Antonio por lo que ella murió desconocedora del trágico
suceso, así pues solo cabe pensar que el destino fue quien se encargó
de que ambos murieran en fechas tan cercanas.

Elegir entre las obras de Antonio Machado no es tarea nada fácil dada
la cantidad y, sobre todo, calidad de todas y cada una de ellas, sin
embargo, no está en mi afán mostrar las más conocidas para no caer
en el “siempre lo mismo”, así pues me he decantado por estas dos no
por mejor ni peor sino por menos difundidas.

PARERGÓN

Al gigante ibérico Miguel de Unamuno:

23
I

1)

Cuando murió su amada

pensó en hacerse viejo

en la mansión cerrada,

solo, con su memoria y el espejo

donde ella se miraba un claro día.

Como el oro en el arca del avaro,

pensó que guardaría

todo un ayer en el espejo claro.

Ya el tiempo para él no correría.

II

Mas, pasado el primer aniversario,

¿cómo eran -preguntó-, pardos o negros,

sus ojos? ¿Glaucos? … ¿Grises?

¿Cómo eran, ¡Santo Dios!, que no recuerdo? …

III

Salió a la calle un día

de primavera, y paseó en silencio

su doble luto, el corazón cerrado …

De una ventana en el sombrío hueco

24
vio unos ojos brillar. Bajó los suyos

y siguió su camino … ¡Como ésos!

……………………………......................................................

2)

Poned sobre los campos

un carbonero, un sabio y un poeta.

Veréis cómo el poeta admira y calla,

el sabio mira y piensa …

Seguramente, el carbonero busca

las moras o las setas.

Llevadlos al teatro

y sólo el carbonero no bosteza.

Quien prefiere lo vivo a lo pintado

es el hombre que piensa, canta o sueña.

El carbonero tiene

llena de fantasías la cabeza

25
EL ESCÁNDALO DEL II PREMIO “VIAJE DEL
PARNASO”
Santiago Trancón

El 25 de octubre del 2007 se falló el II


Premio de Poesía “Viaje del Parnaso” que fue a parar a un libro de
Antonio de Villena (portavoz del jurado del año anterior) que
presuntamente no cumplía ninguna de las bases del premio. No era
obra inédita, ni estaba acabada, ni era poesía, ni se sabe cuándo ni
cómo entregó el manuscrito el autor, ni quiénes compusieron el
jurado, ni los méritos literarios que motivaron el fallo. Los tres
finalistas denunciamos el hecho ante el Ayuntamiento de Valdepeñas
y la Caja de Castilla-La Mancha, responsables del Premio, a quienes
pedimos reiteradamente información en varios escritos, que no se
han dignado ni a contestar. Recurrimos a los servicios jurídicos de la
Asociación Colegial de Escritores, que solicitaron aclaración sobre
todos los hechos denunciados. La respuesta ha sido, en opinión de
esos servicios, nula y absolutamente improcedente. Sólo nos quedaba
la vía del contencioso-administrativo, un recurso largo (más de tres
años), al que ningún abogado consultado nos animó, dado lo
improbable de un fallo favorable. Como último recurso legal, hemos
denunciado todas las irregularidades ante el Defensor del Pueblo, que
ha aceptado nuestra reclamación y ha iniciado los trámites que le
corresponden ante el Ayuntamiento de Valdepeñas, al considerar que
se han vulnerado nuestros derechos. Mayor éxito ha tenido nuestra
denuncia en los medios de difusión, en la revista LEER y sobre todo
en Internet .

Cientos de páginas y blogs se han hecho eco de la noticia de forma


destacada, como puede comprobar cualquiera navegando por la Red.
La difusión del escándalo ha llegado a todos los interesados en temas
literarios, poetas, escritores y periodistas. Sin embargo, ningún
medio escrito, salvo el PÚBLICO (una foto), El Mundo-la Crónica de

26
León y los periódicos de Ciudad Real, han dedicado una línea al tema.
El silencio ha sido “clamoroso”, y dice mucho más sobre la trama de
intereses y compadreos del mundo cultural que lo que nuestra
denuncia ha puesto de relieve. Una prueba elocuente de la falta de
libertad informativa, de opinión y de crítica. Nuestra democracia llega
hasta donde llega la larga mano (mafiosa) de los intereses
particulares. A esto hemos de llamarle corrupción, porque, además,
no sería posible sin el consentimiento de muchos, empezando por la
casi totalidad de las instituciones públicas que de modo directo e
indirecto apoyan a la cultura. El último intento, en esta quijotesca
lucha contra la corrupción en los medios literarios, ha sido el hacer
pública una carta al Ministro de Cultura para que aplique un “código
de buenas prácticas” al uso del dinero público destinado a los
premios, publicaciones y actos destinados a promover la creación
literaria. Hemos recogido unas doscientas adhesiones, menos de lo
esperado. Este hecho es, a su vez, muy significativo. Está claro que
casi nadie, entre los escritores más o menos conocidos, ha querido
arriesgarse o comprometerse. Así que también por esta vía, una
especie de encuesta indirecta, hemos comprobado que la prevención,
la cobardía, la resignación o el consentimiento, parecen ser actitudes
dominantes entre la “oficialidad” del mundo literario. Pero esto es lo
que hay. En cambio, hemos conocido y entrado en contacto con
muchos escritores más o menos “invisibles”, pero verdaderos
creadores, que aman la poesía y la literatura, pero también la libertad
y la crítica, que no transigen con esas prácticas corruptas, que
defienden las obras por lo que son y no por lo que aparentan quienes
las usan para su lucro personal, para crear redes de poder y control.
Gracias a esas personas todavía quedan premios honestos, se editan
revistas y blogs literarios en Internet, se establecen foros, tertulias y
contactos que relativizan más cada día la importancia de esa
hojarasca de los medios oficiales, que sólo parecen destinados a crear
falsos prestigios, reconocimientos artificiales y vanidades y
banalidades sin fin .

Santiago Trancón es profesor de literatura y Doctor en Filología


Hispánica, ha escrito centenares de artículos sobre poesía, teatro,
ensayo y novela. Ha publicado los siguientes libros:

• Desvelos de la luz (poesía, Huerga y Fierro, 2008)


• Teatro breve de Rafael Gordon (estudio y edición,
Fundamentos, 2007)
• Castañuela 70. Esto era España, señores (edición, VVAA.
Ramalama Music, 2006)
• Teoría del teatro (ensayo, Fundamentos, 2006)
• En un viejo país (novela, Huerga y Fierro, 1997)
• De la naturaleza del olvido (poesía, Diputación de León, 1989)

27
CARTA AL MINISTRO DE CULTURA: CONTRA LA
CORRUPCIÓN EN LOS MEDIOS LITERARIOS

En relación con el artículo anterior, publicamos la carta


dirigida al Ministro de Cultura contra la corrupción en los medios
literarios que, ya conocida en los grandes premios de los grandes
emporios editoriales, parece querer extender su mano ahora sobre
premios de menor entidad, antes de reconocida solvencia y trampolín
de reconocimiento para autores no consagrados a los que era
imposible optar al circo mediático orquestado por los premios
millonarios. Si estás de acuerdo con su contenido adhiérte enviando
un correo con tu nombre, DNI y profesión a
contracorrupcion07@gmail.com .

Las adhesiones pueden ser tanto individuales como de asociaciones o


grupos, o de ambas formas a la vez.

Una vez recogido un número suficiente y representativo harán llegar


este escrito al Ministro de Cultura.

Señor Ministro:

Dado que su Ministerio está impulsando la necesaria reforma


democrática de los medios artísticos y culturales de titularidad
pública, mediante la aplicación de un Código de Buenas Prácticas, los
abajo firmantes le pedimos que haga extensiva esta iniciativa a los
ámbitos literarios de nuestro país que, directa o indirectamente, son
de titularidad o financiación pública, y sobre los que se ha ido
extendiendo poco a poco, mediante el consentimiento pasivo o
cómplice, una serie de conductas que no pueden ser calificadas más
que como corrupción, en la medida en que el dinero público acaba
utilizándose para beneficio de unos pocos o desviándose hacia manos
privadas sin posibilidad de control legal ni democrático alguno. Nos
referimos a premios, publicaciones, actos, congresos, viajes, ferias,
publicidad, subvenciones, ayudas, etc., que tienen por objeto
promover, difundir o reconocer la obra literaria de nuestros autores, y
que se llevan a cabo a través de todo tipo de organismos públicos,
semipúblicos o privados financiados con dinero público, tales como
ayuntamientos, diputaciones, ministerios, consejerías, direcciones
generales, departamentos, concejalías, universidades, colegios,

28
centros, asociaciones, fundaciones, revistas, editoriales, bibliotecas,
museos, teatros, partidos, sindicatos, etc., todo un entramado de
instituciones que dedican parte de su presupuesto a la edición y
promoción de obras literarias o creativas de poesía, narrativa, teatro
o ensayo.

Que el amiguismo, el tráfico de influencias y favores, la existencia de


camarillas y grupos minoritarios de presión y poder, la selección o
exclusión de nombres en función de la docilidad, la ausencia de
libertad y crítica, la adulación, la creación de prestigios artificiales
mediante técnicas publicitarias y “mediáticas”…, que todo ello se haya
convertido hoy en práctica casi común y aceptada, tal y como
reconocen pública y privadamente la mayoría de nuestros escritores,
es algo que ya no estamos dispuestos a seguir tolerando con
resignación y fatalismo. Creemos que ha llegado el momento de
denunciar este tipo de abusos e irregularidades, como las que los tres
finalistas del II Premio de Poesía “Viaje del Parnaso”, impulsores de
esta carta, hemos puesto de manifiesto. Pero, al mismo tiempo, y
para que de verdad cambie esta situación de corrupción consentida,
de dimensiones nada despreciables, pensamos que es imprescindible
que se establezcan principios generales y normas que hagan
imposible la actual impunidad de los corruptos y la indefensión de la
mayoría, especialmente en todo lo referente a las Publicaciones y a la
concesión de Premios Literarios. No queremos que el libro siga la
senda del ladrillo, aunque algunos ya no distingan lo uno de lo otro, y
lo único que les importe sea construir su propio palacete o
chiringuito. Respetamos y dejamos de lado, por supuesto, los
negocios literarios de empresas privadas, sean editoriales o de otro
tipo, pero defendemos la labor que el Estado debe llevar a cabo para
corregir los abusos y desigualdades del mercado, favoreciendo la
creatividad y la innovación, poniendo siempre, por encima de
cualquier otro interés, el mérito, el talento y la calidad de las obras
literarias; algo que, si siempre es deseable, se torna ineludible
cuando se utilizan recursos públicos. Pensamos que existe en nuestro
país, en todas sus lenguas y culturas, una gran capacidad creativa y
literaria que, ante el panorama descrito, se está dilapidando,
malversando o marginando, sin que las mejores obras puedan llegar
a un público que igualmente valoraría y reconocería y con las que
podría disfrutar, enriqueciendo así su vida y experiencias, que no otro
es el fin de la literatura.

Esperando que nuestra carta sea de alguna utilidad, reciba un saludo


de quienes todavía confiamos en que la democracia sepa atajar
aquello que, en las palabras que encabezan este escrito, más la
resquebraja y pone en peligro.

Santiago Trancón, Esteban Martínez Serra y Javier García Cellino

29
MÚSICA

Del lounge al nu-soul, Venueconnection


publica su segundo LP

Por Jesús Román

Como un buen trago de agua fresca en una tarde de verano, la


formación VenueConnection respondía a la llamada del buen gusto
cinco años atrás; una nota discordante en un desierto musical, el
español, tan falto de buenas propuestas como de público exigente.
Javier del Águila y Fara Álvarez presentaban un primer EP
instrumental, “Orange Light In The Panton Room”, de adquisición
exclusiva en la red. Un total de cuatro temas compuestos por Javier
con ciertos resquicios electrónicos y una patente vena funk. Tres años
después, un puñado de buenas composiciones y una nueva
incorporación vocal, Ángeles Gómez, dieron lugar a su primer larga
duración, “Strawberry Swan Lake”; propuesta indicada para oidos
sibaritas que roza con timidez el terreno jazzístico y lo adereza con
melodías cargadas de soul, manifestando así una originalidad
impropia del terreno patrio que algunos calificarían como acid-jazz y
que ellos condimentan con una buena dosis de lounge. Como pueden
imaginar, la ambientación corre de su cuenta.

30
De cuba, el teclista Sergio Delgado y de la experiencia, la madurez.
VenueConnection, ahora reconvertidos en cuarteto, editarán a
principios del próximo año su segundo elepé, "Madrid Boggie", con
Karl Frierson (De-Phazz) al micrófono, Román Filiú (Chucho
Valdés, Incognito, Roy Hargrove) al saxo y Mauri Sanchís al
hammond; colaboradores de índole internacional y calidad más que
demostrada que aportarán su granito de arena - regresando por un
instante a la metáfora del desierto - al crecimiento, en todos los
aspectos, de la formación española. Su música evoluciona hacia
nuevos ámbitos estilísticos que conviven con el funk, el jazz, o el soul
contemporáneo, en un trabajo de corte orgánico que se nutre además
de la tradición afro-cubana para componer una suerte de temas
uptempo instrumentalmente impecables. Y las fronteras, para el que
las quiera. VenueConnection parece haberse convertido en una
plataforma al estilo de bandas como los británicos Incógnito -
liderados por Jean-Paul Blue Maunick - por la que desfilan músicos de
postín, Petur Eiriksson (Trombón), Hansel Luis (Trompeta), Eduardo
Coma (Violín), Rosalia Vazquez (Chelo) o Miguel Cabana (Batería). Un
conglomerado impensable hace tan solo un par de años en el
deprimido circuito musical de nuestro país que hace de "Madrid
Boggie" el disco más esperado de la temporada.

Visita su página web oficial

31
SANDRA BRUNA. Acercamiento a una agencia
literaria
JS Chesterton

Recibimos manuscritos de toda clase y no


rechazamos
nada que sea coherente y bien escrito.

Las agencias literarias actúan de intermediarias entre los


escritores y las editoriales; además, gestionan los contratos,
defienden los derechos de autor y prestan todo tipo de asesoramiento
al escritor, incluyendo la revisión, análisis y corrección de textos.

Sandra Bruna (www.sandrabruna.com), directora de la agencia


literaria del mismo nombre, en constante crecimiento y con despacho
en Barcelona, nos explica un poco mejor en esta pequeña entrevista
en qué consiste su trabajo, sus alicientes y sus metas.

Revista Sherezade.- ¿Cómo llegas a convertirte en agente


literaria? Supongo que el primer paso es ser una lectora
incansable, pero de ahí a convertirse en tu negocio ¿Cuál es el
camino y cuál la recompensa?

Me hice agente porque al terminar la Selectividad me salió la


oportunidad de trabajar en la agencia de Mercedes Casanovas y allí
empecé como administrativa y haciendo un poco de todo. Estuve 10
años trabajando allí hasta que decidí emprender mi camino en
solitario. La recompensa es ver que autores que han empezado
contigo están consiguiendo llegar alto, eso para mi es lo mejor.

RS.- En numerosas agencias, supongo que atestadas de


trabajo, no aceptan más autores que los ya reconocidos. ¿No
acaba siendo al final la pescadilla que se muerde la cola y se

32
cierran todas las puertas a los autores noveles?

La verdad es que no creo que las agentes estemos tan cerradas, y


hablando de mi caso en particular puedo asegurarte que no es así, ya
que nosotros atendemos a todos los autores que nos contactan, pero
tenemos nuestro propio sistema de recibir originales, sin decir a nadie
que no.

RS.- ¿Es imposible acceder a una editorial si no es a través de


un agente literario?

No es imposible, pero digamos que una vía mucho más directa.

RS.-Si alguien es bueno, de un modo u otro, ¿al final llega? O


quizá algunos se pierdan en el camino por falta de orientación
en el sector editorial, un mentor, etc.

Sinceramente no sé que contestar, porque cada caso es un mundo.


Estoy segura que algún buen talento se ha podido perder en el
camino, pero pienso que si uno es bueno, al final encuentra el
camino.

La irrupción de internet ha multiplicado los escritores noveles,


sea con aspiración de profesionales o con la única pretensión
de ocupar sus horas de ocio. ¿Lo habéis notado también en
vuestro trabajo?

El correo electrónico facilita mucho que la gente se ponga en contacto


contigo y recibimos muchos e-mails, eso es cierto. Quizás el teléfono
echa más para atrás y un e-mail es algo que por probarlo nadie
pierde nada.

RS.- En nuestro foro literario llevamos a cabo un concurso


semanal de relatos ¿crees que es un género minusvalorado en
España? Parece que solo se venden los escritos por autores ya
consagrados con grandes novelas, como un capricho que se
dan.

La verdad es que los editores son reacios a publicar relatos,


lamentablemente. No es un género minusvalorado, pero hay pocas
apuestas por relatos y pienso que debería ser un género a potenciar.

33
RS.-¿Cómo es la relación con los autores? ¿Hasta que punto
llega el asesoramiento? ¿Suelen encajar bien vuestras críticas
y propuestas?

La relación con los autores es con cada uno diferente. Tienes que
cogerle el “tranquillo” a cada uno, pero la base la relación tiene que
ser la confianza y el respeto. El asesoramiento en cada caso también
es distinto, pero yo leo todos los manuscritos de mis autores y les
doy mi opinión y valoramos los puntos de vista juntos. Normalmente
encajan bien las propuestas, aunque siempre hay alguno que no
acepta que le digas nada sobre su escrito o se enfada cuando no oye
lo que le gustaría oír.

RS.-Imagino que con las editoriales el trato es más difícil...

El trato con las editoriales para mi es fácil y me gusta mucho. Casi


todos los editores son amigos y la clave es saber a cada uno lo que le
gusta para no marearles y hacerles propuestas en su línea.

RS.-¿Qué tipo de manuscritos soléis recibir? ¿Rechazáis de


plano alguna temática concreta?

Recibimos manuscritos de toda clase y no rechazamos nada que sea


coherente y bien escrito. Otra cosa es que después de leerlo podamos
animarnos a representarlo, que allí si que somos muy selectivos
porque no podemos crecer desmesuradamente.

¿Puedes recomendarnos alguno de tus representados por los


que tengas especial predilección? ¿Y alguna de tus novelas
clásicas de cabecera?

No puedo recomendaros ninguno por encima de otro, todos para mi


son igual de importantes y les tengo especial cariño a cada uno de
ellos. Así que mi recomendación son todos y hay de diversos géneros,
para todos los gustos. Novelas que me hayan marcado hay muchas y
decir una es complicado, pero quizás EL PERFUME o EL MUNDO DE
SOFIA han sido dos importantes entre muchas.

Un placer para la Revista Sherezade entrevistar a Sandra Bruna, que


ha sido sumamente cordial, además de esclarecer algunos tópicos
sobre el rechazo a priori de agencias y editoriales a dar cabida a
nuevas propuestas.

34
FOTOGRAFÍA: ROSELL MESEGUER
JS Chesterton

Rosell Meseguer Mayoral


(Orihuela, Alicante, 1976), licenciada en Bellas Artes por la
Universidad Complutense de Madrid en la especialidad de Pintura y
Artes de la Imagen (fotografía, video- infografía) y doctora en Bellas
Artes por la misma universidad, deslumbra con una extraordinaria
trayectoria de exposiciones, premios y publicaciones, tanto en el
territorio nacional como en el extranjero. La Revista Sherezade ha
tenido la oportunidad de mantener con ella una pequeña
conversación sobre fotografía, proyectos, influencias, etc. Además
nos ha cedido una pequeña muestra de su obra para que podamos
disfrutar de sus imágenes en nuestra galería fotográfica mensual. Por
último añadimos un resumen de los lugares tan diversos en que ha
tenido la oportunidad de mostrar su trabajo, verdaderamente
impresionante. Si os quedáis con ganas de más no dudéis en visitar
su página web (www.rosellmeseguer.com)

Revista Sherezade.- La primera pregunta siempre se remonta


a los orígenes... ¿Qué fue lo que te decidió a centrarte en la
fotografía definitivamente?

En mi infancia bajé a una mina en La Unión y aquella fue una


experiencia que me marcó profundamente. Entonces yo vivía en la
costa -Cartagena- y algunos días mi padre nos llevaba a mi hermano,
a mi hermana y a mí, a visitar los barcos del puerto: una corbeta, un

35
submarino..., en casa había colgadas toda una serie de imágenes de
los mismos. Aquellos viajes, que tocaban desde la sal de las salinas
hasta los astilleros han sido la raíz de mi atracción hacia los mundos
del subsuelo y los entornos de la costa. Luego llegaron las clases de
plástica en el casco antiguo de la ciudad y el cambio de residencia de
mi familia a Madrid. Entonces ingresé en la facultad de Bellas Artes
de Madrid en el 1994. Desde el principio me situé entre las llamadas
artes tradicionales: pintura, y las nuevas formas de creación
denominadas Artes de la Imagen: fotografía, video e infografía,
donde realicé mis primeras tomas fotográficas. Participé en el 1997
en el Beijing International Computer Show en Pekín, esto incentivó mi
interés por las herramientas digitales y la investigación de materiales
en la creación de la obra plástica aunando el hoy con el ayer.

RS.- Eres doctora en Bellas Artes, tanto en la especialidad de


pintura como en la de fotografía. ¿Son dos disciplinas que van
de la mano? ¿Tu experiencia con la pintura te ayuda a captar
el momento?

En el 2000-01 hice un viaje a la India, para mí esta experiencia creó


un punto de inflexión y una necesidad de contraponer y vincular
culturas. De ahí que relacione materiales del pasado y del presente:
fotografía analógica y digital o inclusiones fotográficas y pictóricas en
la instalación.

Me llamó la atención como en la India los espacios públicos se


convierten en microespacios privados para muchas personas: cocinas
ambulantes, retretes improvistos, lugares de descanso, esto me atrae
porque he trabajado continuamente con mundos públicos y privados
a la vez: cementerios, zonas industriales, ciudades militares. De
nuevo, al igual que las técnicas, estos temas son “opuestos” que se
complementan.

RS.- Estancias investigadoras en el George Pompidou, la Tate


Gallery, el MOMA... supongo que cada una de esas estancias
fue más que enriquecedora ¿Es la fotografía como la
escritura?, quiero decir, ¿es tan o más necesario ver las
fotografías de los grandes como captar instantáneas hasta
encontrar lo que exactamente quieres?

Cuando acabé los estudios de Bellas Artes en Madrid, aumentaron


mis deseos de salir y desarrollarme en otros ambientes, decidí que la
investigación era una buena razón para pedir estancias en el
extranjero, y con la idea de profundizar en mi tesis doctoral, recibí
una beca de formación de personal investigador con la que he podido
trabajar en Europa, Estados Unidos y Sudamérica. Estas estancias

36
son deseos de ampliar horizontes visuales, conocer qué se hace en
otros lugares, seleccionar y aportar nuevas visiones a mi trabajo. Lo
más curioso es que uno de los museos que más visité en Londres fue
la Portrait Gallery. Una galería de retratos históricos y
contemporáneos que poco tiene que ver con mi trabajo de espacios
pero que me ayudó a mirar de otra manera.

RS.- Tu trayectoria en exposiciones es impresionante. Cuando


expones ¿sueles acudir y fijarte en las reacciones de la gente?
¿hasta que punto te influyen las críticas, ya sean profesionales
o de un espectador cualquiera?

Como trayectoria artística he participado en exposiciones individuales


y colectivas muy variadas. La importancia del lugar donde se
muestran las obras y el contexto social y cultural del país crea
relecturas de las piezas artísticas. Hablar del Mediterráneo en Italia y
hacerlo después en la costa del Pacífico te hace ver que la historia no
es una línea infinita, más bien una espiral en continua repetición,
cuyo núcleo es el mismo aunque con características particulares. De
ahí el valor que yo le doy a la experiencia propia, para que partiendo
de lo individual llegue al colectivo.

Un puñado de postales de arquitectura racionalista me llevaron de


Madrid a Buenos Aires y de la capital argentina a Santiago de Chile,
pasando por Lima, hablar de una de estas ciudades, implicaba hablar
de las otras.

RS.- ¿Eres partidaria de los retoques digitales?

Uso herramientas en mi trabajo de muy diversa naturaleza:


manuales, analógicas, digitales. No soy purista en ese sentido,
investigo los materiales y las herramientas hasta llegar a aquellos que
más se aproximen al concepto que quiero desarrollar. He trabajado
con procesos alternativos fotográficos como la cianotipia o la kallitipia
donde también había un trabajo digital.

RS.- La relación entre fotografía e internet es parecida a la de


la poesía y la red. Hay cientos de lugares, tantos que quizá la
calidad sea difícil de encontrar ¿Crees que os ha perjudicado a
los profesionales, junto con la llegada de las cámaras
digitales? O por el contrario, ¿ha aumentado el interés por
aprender y por descubrir a buenos fotógrafos?

Internet es uno de los grandes inventos del siglo XXI, yo creo que su
aparición ha sido profundamente positiva. Puedo viajar a Brasil y
mantener contacto con mi trabajo en Madrid, mandar las tomas
fotográficas que he realizado ese día y al mismo tiempo buscar

37
información sobre alguna muestra que pueda ver en el país
sudamericano.

RS.- Ejerces de profesora en la facultad de Bellas Artes de


Cuenca ¿Es difícil enseñar a alguien a ser un buen fotógrafo?
¿Basta con el trabajo o el talento es determinante?

Lo difícil es enseñar a saber ver porque es una mezcla de sensibilidad


propia del alumno con un desarrollo de la misma mediante los medios
del conocimiento; en la universidad, sean estos humanos o de
infraestructuras.

RS.- ¿Es difícil romper con lo anterior, cuando finalizas una


etapa, una muestra, una colección y empezar un nuevo estilo?
¿intentas desmarcarte de tu último trabajo cada vez que
empiezas uno para aportar una nueva visión?

No intento romper con lo anterior, en estos momentos para mí no


tendría sentido. Trabajo mucho con lo que he llamado: imágenes
puente, son imágenes que me hacen pasar de un proyecto a otro y
que pueden estar contenidas en ambos con lecturas diversas pero
complementarias.

RS.- ¿De qué fotógrafos, de los grandes clásicos y algún


descubrimiento reciente, nos recomendarías hacer un
seguimiento?

Hace unos años ví el trabajo de Allan Sekula, en la Documenta de


Kassel y me emocionó, pero también releer a los “clásicos” es
importante: Henry Fox Talbot.

Hace poco el Museo Reina Sofía de Madrid hacía una muestra de


Gordon Matta Clark, me interesa cómo toma la fotografía para hablar
de sus instalaciones, intervenciones y proyectos así como el trabajo
de Alfredo Jaar, ninguno de estos dos últimos autores pueden
considerarse “fotógrafos” estrictamente.

RS.- Has viajado muchísimo. ¿Crees que en nuestro país se


respeta tanto la fotografía artística como en otros? ¿es cada
vez más frecuente la adquisición de fotografías al mismo nivel
que obras pictóricas?

España ha sido más lenta en incluir la fotografía o el video en las


colecciones públicas y privadas si se hace una comparación con
Inglaterra o Alemania. Festivales como PhotoEspaña o la
desaparecida primavera Fotográfica de Barcelona han ayudado a que
el público general se acerque de otro modo a la fotografía. También

38
es importante recalcar otros festivales y ferias en nuestro país como
el Outono Fotográfico en Galicia o DFoto en San Sebastián.

RS.- De lo que conozco de tu obra me atraen especialmente


los paisajes industriales y las obras de Delhi, especialmente
las de Varanassi. ¿Tienen algún tipo de contenido social? ¿Eres
partidaria de esa visión de intentar enseñar al mundo
occidental lo que no quiere ver?

Hay un sentido de memoria y documento en mi trabajo pero sin una


posición política o social al respecto, aunque la tenga personalmente.
Intento lanzar imágenes que creen interrogaciones, que capten a un
espectador y le pregunten sobre algo, sin embargo, yo no doy las
respuestas.

RS.- ¿Cuál es el trabajo del que te sientes más satisfecha


hasta ahora?

Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa, supone para mí un


final del antes y un inicio de mis proyectos actuales, es tal vez mi
proyecto más conocido, aunque otros como Roma versus
Carthagonova o el actual: Tránsitos. Del Mediterráneo al Pacífico, son
trabajos que han supuesto un redescubrir en mi obra fotográfica y
sus vínculos con otras disciplinas.

RS.- ¿Puedes contarnos algo de tus próximos proyectos?

En la actualidad participo en dos muestras colectivas en España; en


La Panera, Lérida y en el Centro Cultural Montehermoso en Vitoria.
He sido invitada en el 2008 a una colectiva en el Museo de Arte
Moderno de Quito y al White Box –Museo del Barrio de Nueva York,
esta última sin fecha aún.

Para el próximo verano desarrollaré un proyecto sobre el museo de


Niteroi. Rio de Janeiro ideado por Oscar Nimeyer, sobre la
arquitectura del mismo y los posibles “otros usos” que podría tener su
particular forma de ovni. La muestra se hará en el mismo museo.

Muchas gracias y enhorabuena por tu trabajo.

39
Horizonte 1, 2 y 3, detalles de la instalación

40
Horizonte (Horizonte insamadrid04) 3 piezas de 135 X 200 cms cada una, montaje en L
Impresión digital fotográfica sobre dibond (metal) 2004 Del proyecto Batería de
Cenizas. Metodología de la Defensa

Proa
Fotografía color
80 x 120 cms
2003
Del proyecto Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa

41
Bateria de Atalayón Impresión digital fotográfica sobre dibond (metal) 80 x 120 cms
2004 Del proyecto Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa

Instalacion Chilleras
4 piezas de 135 X 200 cms, montaje en L
Imresión fotográfica digital sobre dibond(metal)
2004
Del proyecto Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa

42
CCEspaña
proyección de video
Del proyecto Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa

Panorámica
Dos piezas de 80 x 120 cms
Imresión fotográfica digital sobre dibond(metal) 2005
Del proyecto Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa

43
Serie Murales
Tres piezas de 7 x 100cms
Fotografía color en papel montada sobre aluminio
2003
Montaje Centro de Arte Matucana 100, Santiago de Chile 2007
Del proyecto Batería de Cenizas. Metodología de la Defensa

Metáforas de la defensa II
21 fotodibujos de cianotipia sobre papel milimetrado 2007
Montaje Centro de Arte Matucana 100, Santiago de Chile 2007
Del proyecto Batería de Cenizas.
Metodología de la Defensa

44
Muro Ostia Antica Instalación
Tres lienzos de 200 x 200 cms cada uno
Impresión fotográfica digital y pintura sobre tela de algodón de color crudo 2006
Del proyecto Roma versus Carthagonova

Libro oro
Libro de artista
13 +2 páginas con fotografías anónimas en B&N 2006
Del proyecto Roma versus Carthagonova

Libro plata
Libro de artista

45
13 + 2 páginas con cianotipias de plantas mediterráneas 2006
Del proyecto Roma versus Carthagonova

Nave. Esqueleto de ballena


Instalación
Dos piezas de 135 x 200 cms
Impresión fotográfica digital sobre dibond
2007
Del proyecto: Tránsitos. Del Mediterráneo al Pacífico

Sewell
Fotografía color en papel (papel poliéster)
100o X 150 cms
2007
Del proyecto: Tránsitos. Del Mediterráneo al Pacífico

Rosell Meseguer en la actualidad es profesora asociada de fotografía


en la facultad de Bellas Artes de Cuenca. Colabora y ha colaborado en
la Facultad de Bellas Artes de Madrid desde 1998 como becaria de
colaboración, Ministerio de Cultura (1998-1999), colaboradora
honorífica (2000-2002) y becaria por la C.A.M. (2000-2004),
realizando estancias investigadoras en el Centre Georges Pompidou y
la Société Française de Photographie en Paris, la Tate Gallery y el
Victoria & Albert Museum en Londres, el M.O.M.A y la Columbia
University en Nueva York, Universidad de Chile, Facultad de Bellas
Artes, y talleres de formación con artistas como Kounellis, Orlan,

46
Daniel Canogar, Alberto Schommer, Christine Spengler y Ouka Leele
entre otros.

Ha expuesto de manera individual y colectiva desde 1997 en The


Photographers´Gallery, Londres, PHE06 PhotoEspaña
Descubrimientos, Casa Encendida, Madrid, Change & Partner, Roma,
Centro de Arte Santa Mónica, Barcelona, Matucana 100, Santiago de
Chile, La Panera, Lérida, Centro Cultural Montehermoso, Vitoria, Sala
Muralla Bizantina, Cartagena, Fundación Antonio Pérez, Cuenca,
ARCO 2004-2006 y 2007, Galería Marisa Marimón, Festival
Fotográfico Foiano Della Chiana, Arezzo-Toscana, IVAM-Valencia XXXI
Bancaixa, Sala Miserachs Palau de la Virreina, Barcelona, Beijing
International Computer Show, Pekín, Caixa Galicia, Santiago de
Compostela, Usted está aquí: Santiago de Chile, Bogotá, Madrid,
Lisboa, Estampa 03&06, así como en la Bienal de Jóvenes artistas del
Mediterráneo en Nápoles y Valencia y en la Real Academia de España
en Roma, entre otros. En la actualidad prepara una exposición para el
White Box y el Museo del Barrio de Nueva York, elñ MAC de Niteroi en
Rio de Janeiro y el Museo de Arte Moderno de Quito en Ecuador.

Ha recibido el Primer Premio Fundación Aena 2007, Premio Caja


Madrid para artistas menores de 30 años (72 Salón de Otoño),
Premio Adquisición Bienal de Almería 06, Primer Premio de Artes
Plásticas Certamen Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Madrid
2004, Mención de Honor Caja Madrid Generación 2005, Mención de
Honor I Concurso de Fotografía de la U.C.M., siendo seleccionada en
el I Concurso fotográfico Colegio de Odontógos de Madrid y en el
Concurso de Pintura, U. B. S. Art Award, entre otros. Algunas de las
becas concedidas son: Beca Intermediae (2006), Beca Academia de
España en Roma (2004-05), Beca Casa Velázquez, Madrid (2005),
Beca Caja Madrid Obra Social (2003-04), Beca RMS La Asociación-
Redes Madrid (2005-06) y Beca Royal Talens (1999).

Ha publicado diferentes catálogos y libros sobre su obra y temas de


investigación sobre las artes plásticas, participando en cursos,
debates y conferencias en el Círculo de Bellas Artes, Madrid, La Casa
Encendida, Madrid, diversas facultades de España y Chile y el Victoria
& Albert Museum de Londres.

Su obra forma parte de colecciones como: Fundación Aena, Museo


Patio Herreriano de Valladolid, Caja Madrid Obra Social, Talens, S.A.,
España, Fondos Productos de Lujo, L´Oréal, Madrid, Fundación
Antonio Pérez, Cuenca, Ayuntamiento de Cartagena, Real Academia
de España en Roma, Holcim, Caja Ávila, Centro Cívico Cultural San
Martín de la Vega, Madrid, Centro Cultural, La Elipa, Madrid, otros.

47
OBRA PICTÓRICA DE HUGO FONTELA
Entrevista y galería virtual
JS Chesterton

Hugo Fontela nace en Grado (Asturias) en


1986. Desde niño siente interés por el dibujo y la pintura, pero no
será hasta el año 2001, con 14 años, y de la mano del artista
asturiano Amado Hevia,"Favila", cuando ingrese en la Escuela de
Artes y Oficios de Avilés. En ella aprenderá, con gran
aprovechamiento y excepcional destreza., a pintar de una forma
académica, lo que le hace recibir el Premio Extraordinario al Mérito en
las Artes, que se otorga a los alumnos más sobresalientes. Abandona
dicha escuela, en junio de 2002, con 16 años, a la vez que finaliza la
enseñanza secundaria obligatoria. Posteriormente inicia en la Escuela
de Arte de Oviedo el bachillerato artístico, con vistas a estudiar la
licenciatura de Bellas Artes. A partir de ese momento se integra
paulatinamente en el mundo del arte, combinando su formación con
una activa participación en la vida artística del Principado. En la
Escuela de Arte de Oviedo, los dos años cursados en ella le servirán
para ampliar su aprendizaje y establecer contacto con otras
disciplinas artísticas, como el diseño, el grabado y la escultura. En
2004 realiza las pruebas P.A.U. con unos resultados que le facultan
para iniciar Bellas Artes, pero finalmente decide trasladarse a estudiar

48
a The Art Students League de Nueva York. En noviembre de 2005,
obtiene, en su vigésima edición, el Premio BMW de Pintura, uno de
los más prestigiosos de España, que recibe en Madrid, de manos de
Su Majestad La Reina Doña Sofía.

Desde el año 2005 vive y trabaja en Manhattan.

Revista Sherezade.- El talento no está reñido con la edad, a los


15 años ya cosechas el Premio Extraordinario al Mérito en las
Artes ¿Cuándo decidiste que la pintura iba a ser tu vida
dejando al margen lo demás?

Fue una decisión que no tome conscientemente en ningún momento,


si no que las circunstancias en las que me vi envuelto tomaron esa
decisión por mí. Empecé a pintar muy joven, una cosa llevo a la otra,
un objetivo dio paso a otro mas ambicioso, y así hasta el día de hoy,
de Grado a Nueva York.

RS.- ¿Mantienes el contacto con tus primeros maestros?

Sí. Mi maestro, como siempre he dicho, fue el también moscón Favila,


la persona que me enseñó a pintar y la persona que me mostró el
modelo de persona y artista unidos en uno solo, modelo que aún sigo
respetando y que guía mis pasos. El artista es ante todo persona, y
eso, en estos tiempos que corren, no se tiene siempre en cuenta.

RS.- El premio de Pintura BMW en 2005, quizá el de mayor


prestigio en nuestro país, te catapultó al reconocimiento
absoluto. ¿Supuso una presión añadida o, por el contrario, te
dio la seguridad de que estabas en el buen camino?

Tengo que decir que durante mi andadura en el mundo artístico


nunca recibí ninguna presión. Siempre obré con libertad absoluta y
jamás me sentí agobiado a ese respecto. No cabe duda que después
del premio BMW, muchas más miradas estaban pendientes de mis
pasos, pero eso lo que provocó en mi fue ilusión, ilusión por poder
compartir con más gente mis sentimientos y experiencias a través de
la pintura.

RS.- Tu obra me parece de un detallismo fabuloso ¿Cuánto


tiempo tardas desde que nace la idea hasta que completas el
cuadro?

Pues te diría que bastante tiempo. Por mi cabeza rondan


constantemente ideas que se ven alimentadas por mis experiencias,

49
por otras obras, viajes, etc., y que cuando las tengo totalmente
moldeadas, pasan al lienzo o papel con bastante decisión, aunque no
rapidez. suelo ser muy reflexivo a la hora de crear.
RS.- Actualmente vives en Nueva York, ciudad de la que dices
sentirte fascinado y no te planteas el regreso a corto plazo ¿Es
Estados Unidos a día de hoy el lugar donde más se puede
aprender para un pintor? ¿Qué crees que hace falta aquí para
desarrollarse como artista?

Nueva York es mi punto de cordura. Es la ciudad donde uno es nadie,


y donde lo es todo, donde uno tiene acceso a lo más privilegiado,
entendiendo privilegio como libertad para hacer, ser, crear lo que uno
quiera. A eso hay que unirle museos, galerías, escuelas, y sobre todo
vivencias. Uno vive en esta ciudad de una forma tan intensa, tan
fuerte, que eso, en el caso de un artista, repercute en su obra
dotándola de mayor fuerza.

RS.-Por cierto, ¿cómo te han tratado por allí? ¿Respetan al


artista por encima de su procedencia o edad?

Por supuesto, a mi me han tratado aquí de maravilla. Como suelo


decir bromeando, es la ciudad donde todo el mundo te trata como un
príncipe sin serlo.

RS.- Como todo creador, imagino que tendrás influencias y


preferencias muy claras. De los pintores actuales ¿podrías
decirnos alguno, quizá que haya pasado desapercibido, y que
para ti sea imprescindible?

En general casi todos los grandes maestros son conocidos por el gran
público, pero si es cierto que aquí entras en contacto con arte
americano fantástico que en Europa no es tan conocido. Ejemplo de
ello es un pintor hiperrealista fantástico, Andrew Wyeth, en España
apenas conocido

RS.-Y de los clásicos, habiendo estudiado en diversas Escuelas


de Arte, supongo que serás un erudito. ¿Algún período de la
historia te parece especialmente brillante? ¿Podrías darnos
unos cuantos nombres de grandes genios en los que te veas
reflejado?

En este caso tengo que decir que ni soy un erudito, ni mucho menos
un genio. He tenido la suerte de ver pintura y de estar en sitios donde
ocurrían fenómenos artísticos interesantes. Eso te hace estar más al
día, pero nada más.

RS.-¿Te encuadras dentro de alguna corriente? ¿Es difícil

50
encontrar tu propio estilo? En mi opinión, modesta desde la
vista de un puro aficionado, toda tu obra, espectacular, es
fácilmente identificable por un estilo y técnica comunes,
¿puedes hablarnos un poco de ella?

Yo creo que soy un pintor que va un poco a contracorriente, más


cuando imperan las nuevas tecnologías en el mundo de la creación.
Mi obra se podría definir como neoexpresionista, con un cierto sesgo
lírico. Así la han definido algunos, pero sobre todo, para mí, es un
medio para dejar constancia de unos momentos y una situación, que
va a cambiar. Yo pretendo reflejar un poco el momento en el que
vivo, de destrucción, contaminación, y que mis obras sirvan en un
futuro de referente, de medida para un futuro que desconocemos si
mejorara o empeorara.

RS.- Mucha gente, al imaginar la vida de un pintor, piensa en


un hombre o mujer encerrados en un taller, impregnados de
pintura, algo enloquecidos, y dando pinceladas día y noche
¿Cuánto de mito hay en esta idea? ¿Cómo te encuentras en la
parte comercial de tu profesión?

Yo soy un apasionado de la vida. Soy vitalista, me encanta


divertirme, descubrir, ver, salir. Para mí eso es fundamental para ser
feliz, al igual que para serlo necesito pintar. Ahí es cuando fundo
momentos, y ese producto es mi vida. Vivencias de las cuales fluyen
mis obras. Yo creo que así es la vida del artista, lo que ocurre es que
esa imagen es la que mas se ha extendido a ojos de la gente.

RS.- ¿Cuál es tu experiencia con las exposiciones? ¿Te fijas en


las reacciones del público al contemplar tus cuadros?

Por supuesto. Para mí es muy importante las reacciones de la gente,


aunque éstas en ningún momento deciden el curso de mi obra. Eso
para mí es impensable.

RS.- Tus obras figuran en las principales colecciones del país.


¿Se siente cierta nostalgia por los cuadros que uno pintó y
ahora cuelgan en un lugar remoto?

En ese campo aun queda mucho que hacer, pero es agradable ver
que cuadros tuyos están en lugares donde la gente los valora y
admira.

RS.- ¿Dónde podremos ver a corto plazo alguna exposición


tuya en nuestro país?

En Madrid, el próximo febrero. Se llevara a cabo en Casa de Vacas,

51
en El Retiro, y será una apuesta importante dentro del programa de
exposiciones del Ayuntamiento de Madrid.

RS.- Por último, una pregunta incómoda pero fácil, ¿te queda
mucho por aprender?

Me queda toda una vida por vivir, y la vida es un aprendizaje


continuo, un carrera de fondo.
Me queda mucho por vivir. Esa es la respuesta a tu pregunta.

Old Pierre

52
Blue Pierre

53
Patio

NYC

54
Polluted landscape

Polluted landscape V

55
El artista en su estudio

Industrial landscape. Premio BMW 2005

1. Exposiciones

56
1.1. Exposiciones individuales (Selección):
• 2002. Primeras Pinturas, Sala de Exposiciones BBVA, Oviedo.
• 2003. Paisajes. Entre el mar y la industria, Galería de Arte Acinas,
Avilés.
• 2005. Hugo Fontela. Últimas obras, Escuela de Artes y Oficios de
Avilés, Avilés.
• 2006. Hugo Fontela. Polluted Landscapes, Galería de Arte Fruela,
Madrid.
• 2006. Hugo Fontela. Back Yards, XVIII Bienal Ciudad de Zamora,
Palacio de la Alhóndiga, Zamora.
1.2. Exposiciones colectivas (Selección):
• 2003. Un manantial que no cesa, Exposición 125º Aniversario de la
Escuela de Artes y Oficios de Avilés, Avilés.
• 2004. Cuatro miradas, cuatro tiempos: Favila, Azón, Quesada,
Fontela, Sala Murillo, Oviedo.
• 2004. IX Certamen Nacional de Pintura Fundación Cruzcampo,
Museo Municipal de Calahorra, Calahorra, La Rioja.
• 2004. IX Certamen Nacional de Pintura Fundación Cruzcampo,
Briones, Centro de Exp. Caja Rioja Marqués de San Nicolás, La Rioja.
• 2005. XX Premio BMW de Pintura, Centro Cultural Casa de Vacas,
Madrid.
• 2006. Una luz cambiante. Paisajes de Asturias, Sala de Exposiciones
Banco Herrero, Oviedo.
• 2006. XX Premio BMW de Pintura, Monasterio de Sant Cugat,
Barcelona.
• 2006. VII Premio Ángel de Pintura, Casa de Góngora, Córdoba.
• 2007. Premios BMW de Pintura 1986-2006. Sala de Exposiciones
Centro Cultural Gran Capitán. Granada.
• 2007. Entre Arte. Centro de Arte Contemporáneo Palacio
Revillagigedo, Gijón.
• 2007. ArteSantander 2007.Galería Fruela. Palacio de Congresos,
Santander.

2. Museos y colecciones:
• Biblioteca Nacional, Madrid.
• Colección Ayuntamiento de Zamora.
• Colección Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Madrid.
• Colección BMW, Madrid.
• Colección Caja de Ahorros del Mediterráneo, Murcia.
• Colección Consejería de Cultura del Principado de Asturias.
• Colección Escuela de Artes y Oficios de Avilés, Avilés, Asturias.
• Colección Fundación Cruzcampo, Sevilla.
• Colección Fundación La Gaceta, Salamanca.
• Colección Fundación Príncipe de Asturias, Oviedo, Asturias.
• Colección Junta General del Principado de Asturias, Oviedo,
Asturias.
• Colección Masaveu.

57
• Colección Telecable, Gijón, Asturias.
• Museo de Bellas Artes de Asturias, Oviedo, Asturias.

www.hugofontela.com

58
PERPETUUM MOBILE
o del cabreo continuo.
M.

Henri Cartier-Bresson

Las confrontaciones humanas no existen, sólo son malentendidos


debidos a un entusiasmo erótico mal canalizado. Forma parte de la
herencia ancestral dejada por nuestros antepasados, los cuales, en la
época de la cosecha, celebraban sus rituales de apareamiento
aforando a los miembros fértiles de la tribu para que fuera testigo
toda la comunidad del inmenso interés que les despertaba la persona
amada, de quien demostraban tener grandes conocimientos y
profunda devoción explicando todo lo que podía impresionar a la otra
persona en público. Después, en una hoja de papaya, escribían con
tinturas minerales su número de tam-tam y lo entregaban esperando
recibir la aprobación del grupo para iniciar la danza nupcial previa al
apareamiento. A continuación, los machos envolvían su cuerpo con el
follaje arrancado del sotobosque y se camuflaban entre la vegetación
del entorno, donde esperaban ansiosos ser encontrados por la futura
pareja al tiempo que construían aplicadamente con lianas y ramas un
tálamo donde llevar a cabo la cópula y, alrededor del cual, levantar
un hogar.

Con el tiempo, tales ceremonias empezaron a prolongarse en exceso


a causa del extremo celo puesto por los enamorados en el aspecto
genésico del ritual, de forma que las cosechas languidecían en los
campos y la temporada de las lluvias llegaba con las casas sin

59
construir. Esto dio paso a la invención de los materiales de
construcción prefabricados y de los restaurantes de comidas rápidas,
y con ellos al origen de la identidad social. Los pobladores de las
primeras ciudades desaparecieron entre los matorrales, dejando
edificadas grandes estructuras turísticas que pasaron a ser
administradas por la prole que venía asociada a la actividad genital.
Estos, a su vez, imitaban a sus progenitores en cuanto tenían uso de
razón. Pero la proximidad de alimañas y bestias salvajes
distorsionaba mucho el propósito de tales ceremonias amatorias a
consecuencia del factor comestible del organismo humano, por lo que
la precaución propició el surgir del pensamiento antropocéntrico.
Conscientes de sí mismos como especie y como agrupación,
introdujeron en la cultura el concepto del cabreo e inventaron
artilugios con qué expresarlo. Tales instrumentos, además,
perforaban o entumecían la materia corporal de esos animales, lo que
dio pie a la aparición de restaurantes de "alta cocina" donde no se era
cenado, sino que se cenaba.

En poco tiempo, las agrupaciones de cabreados empezaron a


desarrollar fuertes lazos de camaradería que desplazaron las
emociones del apareamiento a un plano secundario, por lo que
comenzaron a darse mucho por el sendero de la caza, la pesca y la
sodomía los que pasaban mucho tiempo lejos del hogar. Las hembras,
más proclives a procrear que los machos, expresaron también mucho
cabreo por el giro que tomaba el hacer evolutivo de la cultura y se
dejaron raptar por las tribus vecinas, lo que cabreó aún más a todo el
mundo: a los propios consortes por el disgusto de quedarse sin
mujeres y a las demás tribus por el lío en el que se habían metido
tontamente. Del encuentro de tanto cabreado surgió la unificación
estatal. Nuevos conceptos de cabreo organizado dieron lugar a la
aparición de la identidad nacional. Agrupados en ejércitos, los
cabreados se iniciaron en el belicismo para la defensa territorial,
dejando, como en otro tiempo habían dejado los campos, a sus
mujeres languidecer. Éstas reaccionaron inventando el ritual de
apareamiento prefabricado y el sexo rápido, lo que acabó por
sedimentar un sólido poso de cabreo cultural.

Algunos cabreados, hartos de ver las espaldas de sus camaradas en


la lucha y los higadillos de sus enemigos esparcidos por el suelo,
aprovecharon la seguridad de las nuevas fronteras del imperialismo
creciente y regresaron a sus hogares, donde las hembras les dieron
una acogida tibia. Semejante cosa los sumió en profundas reflexiones
sobre el origen de sus pasiones, el sentido de la vida y la naturaleza
saturnal de sus ensoñaciones. Para tales pensamientos adoptaban
poses estáticas, sesudas o excéntricas, pero al menos se quedaban
en casa, por lo que las mujeres aprobaron sus actividades frente la
oposición de sus compañeros de armas, que los consideraban unos

60
simples escaqueados. De este fenómeno nacería un concepto
revolucionario que cambiaría los principios culturales del Ser Humano
llamado Filosofía.

Algunos de los nuevos filósofos decidieron aprovechar esta


preeminencia social en su propio beneficio, dejaron atrás el
pensamiento racional creando a cambio un ideario metafísico que
alejara a sus conciudadanos de cualquier aspiración que les hiciese
ambicionar una vida libre o, en su defecto, una opulencia semejante a
la que ellos llevaban. Estos doctrinarios del Más Allá dieron paso a un
prolongado periodo de estabilidad coyuntural religiosa basada en el
cabreo existencial, y la abolición de toda actividad amorosa, que sólo
se rompió a lo largo de los siglos a causa del profundo aburrimiento
de todos, motivo por el cual se inventaron los entretenimientos
deportivos y la televisión. En ese momento las sociedades más
avanzadas alcanzaron la plena civilización.

Llegado a este punto, me está dando en la nariz que, en algún giro


del inicio de su historia, la corriente del pensamiento metafísico se
refugió de tal manera en el cinismo que en la actualidad sus
seguidores se han convertido en una sociedad de cínicos que ignoran
serlo, lo cual no deja de tener gracia, aunque ese pensamiento me
deje algo abatido. Como ya apunta el comportamiento del individuo
religioso actual, mediante su rotunda negativa a abandonar en la
modernidad antiguas supersticiones, todas sus deducciones
presuponen la entrega voluntaria de cualquier conocimiento previo de
la realidad al olvido. Como rito de aceptación social en un entorno
donde no cabe más pensamiento que el irracional, es evidente que la
ideología inherente a la corriente del pensamiento cínico está
presente en la implantación educativa religiosa, tanto en la nuestra
como en otras civilizaciones, cosa que ocurre ante la incuria
despreocupada de la población civil... o eso me parece a mí, vamos.

Lo cierto es que a mí ni se me ocurre que el pensamiento cínico sea


una tendencia de las sociedades desarrolladas del presente, por la
simple razón de que ya lo considero la base sólida de nuestra cultura.
La sátira social, enmascarada tras una rigidez moral monoteísta
sobria en entornos donde ésta tiene influencia, es la única realidad
que conocemos en buena parte del mundo donde se utiliza la teoría
metafísica de un único ser superior para explicarlo todo, aunque los
espejismos de la ilustración nos hagan pensar otra cosa. El maquillaje
pomposo con el que la Iglesia Católica, por poner un ejemplo,
pretende presentar su identidad ante los demás nos desfigura a todos
de forma patética, ocultando la verdad, para así evitar caer ellos
mismos en las trampas de un lenguaje que desvirtúa el
razonamiento. Nos alejamos de nuestros semejantes cuando lo que
tenemos que decirnos se pierde en un mar ridículo de confusiones

61
metafísicas, de protocolos coyunturales y de implicaciones estéticas,
porque detrás de cada frase se esconde un complicado mecanismo de
deducciones sin fundamento sobre su contenido real, incluso para
quien, como en este mismo caso el que está detrás del teclado, trata
de emitirlas, e ignoramos por costumbre lo obvio.

El catolicismo, ya puestos a hablar de lo más próximo conocido, se


hace dueño de interpretar a los demás a conveniencia de su delirante
razonamiento. Utiliza como mecanismo elemental de preservación de
la cordura, según esa doctrina la entiende, transmitiendo poder para
intuir falsedad en nuestro entorno real, pero a la vez incapacidad
para desvelar el misterio divino que lo gobierna. Impuesto por los que
están bajo el influjo de la Iglesia el que creen criterio propio como
único pilar sólido sobre el que posar los pies, aun en la absoluta
ignorancia de que ese supuesto criterio se tambalea, cimbrea y
bambolea con la misma inconsistencia que hemos visto ya en todas
sus manifestaciones anteriores, ora fuera quemando brujas ora
satanizando zurdos, como simples muestras de un número grande de
esas atrocidades, el monopolio que pretenden mantener sobre el
territorio que está más allá de la muerte permite que las doctrinas
religiosas ejerzan su dominio sobre la vida pública sin demasiada
oposición.

Cuando caen de sus ilusiones antropocéntricas, geocéntricas,


creacionistas y toda la pesca supersticiosa que cargan en el hombro
desde los tiempos más remotos, vuelven a levantarse otra vez y otra
vez sobre las ruinas de sus fundamentos ficticios, pero en cada
ocasión acumulando resentimiento, odio, rencor y otros sentimientos
restrictivos crecientes, a medida que se aferran a unas referencias de
comunicación mística que, sustantivamente, son una herramienta de
la cual no poseen otro manual de instrucciones más que un solo libro,
La Biblia, al que se le atribuye el extravagante mérito de haber sido
escrito por Dios, o poco menos.

Existen multitud de lenguajes que no son la palabra, y la actitud de


una comunidad es uno de ellos. Las religiones han elevado, en
nuestra imaginación, a tal grado de refinamiento la sutileza de su
esperpéntico comportamiento que confundimos el sentido de las
conductas más simples. El lenguaje social monoteísta, que es al que
siempre me he referido, es un galimatías caótico que aísla y frustra al
individuo alejándole de la extensión auténtica de las cosas. Utilizando
un símil automovilístico, diría que es como si cinco tipos se subieran
en un coche y, no sólo no supieran a dónde ir ni cómo conducir, sino
que además se pegaran por hacer el viaje en el maletero.

Por todo lo dicho con anterioridad, ruego a la persona que pueda


estar leyendo estas líneas que se una a quien las ha escrito hasta

62
ahora en un rezo para la salvación por igual de nuestras almas y por
las del resto de congéneres que habitan el mundo. Se trata de una
alabanza sencilla sacada de manuales oratorios fáciles de encontrar,
de uso común entre los pueblos de la tierra, cantadas por gentes de
diferentes orígenes, creencias y razas, con la esperanza de hacer
llegar a oídos del Ser Único, dueño de la Creación, en qué grado
comprenden sus pecadores siervos cómo fueron guiados con mano
divina los pasos humanos hasta el presente:

-“Señor, he estado en infinidad de lugares. Donde las criaturas de Tu


Creación han caminado yo iba con ellos. Cuando alguno abandonaba
yo le recogía, llamé a cada una de sus puertas en los momentos en
que caían sumidos en la tribulación, visité todos los hogares y los
rincones donde habitan, desde los más ruines e insalubres hasta los
más ricos y refinados. Curé sus heridas y enfermedades imponiendo
mis manos, les di refugio y esperanza si se encontraban solos o
perdidos. Obtuvieron comida de mí cuando Te la pidieron rezando y
llené los ríos con Tu lluvia si les amenazaba de muerte la sequía. Les
dije que todo cuanto recibían era debido a Tu divinidad y ellos Te
nombraron su Dios y su Padre .

Señor, encarnado en su propia apariencia les hablé de Ti, de Tu poder,


de Tu gloria. Vi en sus caras el éxtasis de la devoción, se sometían
por millares a Tus órdenes, con sólo uno de mis gestos formé legiones
de ellos, mataban a los que te odiaban sin pensarlo y morían si era
necesario llevando Tu palabra a los que no la querían oír. Elevé
monumentos serenos y majestuosos para alabar Tu nombre, donde
las criaturas acudían mansas a expresar su amor por Ti con
solemnidad y temor de Tu ira.

Señor, cantaban Tu nombre. Destaqué a los mejores para que su boca


comunicara Tus deseos, los que no creían eran quemados vivos, las
masas pedían perdón por sus pecados implorando Tu misericordia y
los Reyes sometieron sus armas a Ti. Goberné sobre todos ellos, puse
imágenes de Tu rostro en sus casas, en las calles, en sus lugares de
reunión y en todo lo que concerniera a la vida pública. También, la
hice esculpir en lo alto de montañas tan inmensas que cubrían de
sombra las ciudades y algunos incluso lo tatuaron en su propia piel.
Pedí sacrificios y los ofrecieron en Tu honor. Creé el Imperio más
grande jamás visto para ponerlo a Tus pies.

Señor, eres el Ser más poderoso que imaginan, habitas en sus


pensamientos con total autoridad. Procuran hacer Tu voluntad para
no enojarte, vigilan por ellos y por los demás que se cumplan Tus
normas. Cuando Tus criaturas están solas se atormentan e infligen
tremendas torturas por sus faltas, se mutilan o se matan si
encuentran que no son capaces de cumplir Tu voluntad. En las plazas

63
hacen confesiones públicas de las afrentas que Te infligen en privado.
Te aman por encima de todas las cosas, por Ti renuncian a su familia
y hasta entregan sus propias vidas. Consagran los días de descanso a
adorarte, renuncian a todo placer para no conocer otro que no sea el
que Tú les das. Mueren esperando Tu bendición .

Señor, eres Todopoderoso en los Cielos, Padre de todos ellos; Tu


nombre ha sido santificado, ha venido a ellos Tu reino, se ha hecho Tu
voluntad tanto en el cielo como en la tierra. Comen cada día lo que
Tú les das. Piden Tú perdón por sus ofensas y no perdonan a los que
Te ofenden. No permitas que nadie en Tu reino caiga en la tentación
de despertar Tu ira para que se vean libres del mal y hazles llegar Tu
gloria .

Amén.”-

A veces, pienso que la finalidad última que se da a las "Escrituras


Sagradas" es transgredir los límites de la racionalidad, añadir
notoriedad fantasiosa del absurdo con dosis desmesuradas para
conseguir efectos estupefacientes, y llamar la atención con toda clase
de reclamos primarios en cada una de sus proclamas. Escucharlas,
leídas por cenobitas de todo tipo y condición en los púlpitos, es
parecido a caminar entre las calles de una feria de la que apenas
salen indemnes algunos bufones resabiados en muchas Cortes,
mientras que el resto acaba atrapado para siempre dentro, como
polillas nocturnas atraídas hacia la luz de las lámparas, flipados por
los colores de un único libro, con el que obtienen una visión
aterradora de la vida capaz de mantener cabreados a un montón de
gente por los siglos de los siglos .

De cualquier modo, no resulta fácil en algunas ocasiones hacer


distinciones entre teocracias y Estados laicos. Un país fundado bajo
principios no confesionales puede acabar convirtiendo en Dios
cualquier cosa y adorarlo con tanto fanatismo como en el Irán de los
ayatolás. Si alguien no cree estas palabras y desea comprobar la
veracidad de la afirmación, no tiene más que poner en marcha la
acción ejecutiva desplegada por la Policía Religiosa que protege las
formas ortodoxas de adoración, de debido culto, y de sumisión
completa a su propia hipoteca. En la calle donde vive un servidor, de
una longitud que apenas supera los trescientos metros, alberga
nueve sucursales bancarias diferentes, las he contado, donde poner a
prueba las convicciones de cada cual. Por si fuera poco, ocho bares
durante el día y tres recintos nocturnos guardan celosamente el
respeto, la devoción y el decoro requerido para hacer referencia al
club de fútbol local, so pena de sufrir, en caso contrario, una rápida
lapidación.

64
Otras formas de adoración enmascarada se manifiestan al realizar un
recorrido atento en cualquier ciudad que pertenezca a las supuestas
sociedades civilizadas. El número de templos en los que se puede
entrar a rendir culto es tan grande, que no me atrevo a realizar una
cuenta de todos ellos por el riesgo de caer yo mismo en la conocida
complacencia inquisitorial de rellenar extensos listados. Por todo lo
dicho hasta ahora, se comprenderá que quien esto escribe reclame
una desaparición urgente de la falacia que nos proclama como
“especie evolucionada”, y se reconozca de una vez por todas que, en
realidad, somos primitivos aún en nuestro tiempo. Si alguien
pretende llevarme la contraria, deberá explicarme, por favor, cómo es
posible que existan lugares donde se realizan actividades, entre las
muchas que me callo y no menciono de ejemplo, como rezar o poner
en forma el cuerpo .

La paz espiritual y la forma física son cosas que se alcanzan en casa,


en la cama, desnudo, enamorado y follando. Cualquier otro intento de
conseguir objetivos místicos y un estado saludable que no se
obtengan de esta manera son pura barbarie, salvo las pajillas
mentales, por supuesto, cuya utilidad para llegar a la iluminación está
más que reconocida, aunque es cierto que no son ninguna ayuda si lo
que se pretende es conseguir un aspecto atlético. Mientras no sea
posible canalizar las energías del Ser Humano en una continuada,
satisfactoria y sostenible actividad sexual, permaneceremos en las
tinieblas del perpetuo cabreo. Lo único a tener en cuenta es que, si
alguien está dispuesto a llevar adelante un proyecto que libere a la
humanidad de los enfrentamientos de forma duradera y prepare al
individuo para la total trascendencia, es muy importante planearlo
todo de tal manera que quede contemplado el imperativo por el cual
es imprescindible que a uno no se le coman las bestias mientras está
ocupado. En caso contrario, lo dicho no tendría ningún valor y habría
que volver a leerlo todo desde el principio.

65
OTRAS LENGUAS Y SU LITERATURA: EL CASO
ARAGONÉS
Santiago Jorge PARICIO MARTÍN
sparicio@gmail.com

Definamos la literatura como el principal exponente artístico de la


facultad del lenguaje. Esta idea nos lleva, como mínimo, –siempre en
términos chomskyanos– a proponer que el desarrollo de algún tipo de
manifestación literaria puede ser común a todos los seres humanos y,
además, está sujeto a la herramienta que dicha facultad nos brinda y
sobre la que se proyecta: una determinada lengua.

El aragonés, como el resto de lenguas naturales, ha tenido cultivo


literario desde sus orígenes hasta la actualidad. En el presente
artículo daremos un somero repaso por todas las etapas por las que
ha pasado y llegaremos hasta su situación actual. Atenderemos a la
oralidad y la escritura, a los dialectos y la actual propuesta de
estándar y, en fin, a alguna de las nuevas figuras que están
empezando a surgir dentro de sus escritores.

Monasterio de San Juan de la Peña, uno de los principales focos culturales aragoneses a
principios de la Edad Media.

Tras los primeros textos de filiación aragonesa: las denominadas


glosas Emilianenses y Silenses (s. XI), los siguientes documentos
plenamente romances aparecerán desarrollados en el s. XIII.
Documentos notariales, cancillerescos o literarios serán escritos en
aragonés tanto en el mismo Reino como dentro de la Corona de

66
Aragón y fuera de sus fronteras durante toda la Edad Media. Así,
aragonés, catalán y latín fueron las lenguas usadas oficialmente tanto
para uso interno de la Corona como para relaciones internacionales.
Además de la literatura oral que debió existir y de la cual se
conservan algunas muestras de géneros menores como refranes, y de
la gran influencia e importancia de la poesía trovadoresca occitana en
occitano (con una base poblacional considerable en Aragón), existen
ejemplos de poesía en aragonés tanto en cancioneros como en
poemas aislados dentro de libros de cuentas. Por otra parte, se debe
citar una importante colección de cantares de gesta, así como de
textos fronterizos en una mezcla de castellano y aragonés. Y,
finalmente, hubo una riquísima producción de judíos y musulmanes
que, incluso después de su expulsión y diáspora, seguirían utilizando
el aragonés en sus escritos hasta el s. XVII.

Johan Ferrández d’Heredia, gran maestre de la Orden del Hospital de San Juan de
Jerusalén.

Pero, sin duda, el autor más influyente, conocido e importante


de toda la Edad Media fue Johan Ferrández d’Heredia
(Munébrega (Z.) ¿1310? - Avignon 1396). Alcanzó el prestigioso
y máximo puesto como gran maestre de la Orden de San Juan
de Jerusalén. Además, fue aliado del Papado (entre ellos, del
también aragonés Benedicto XIII “Papa Luna”) y de los reyes de
Aragón (Pedro IV y Juan I). El gran maestre era, pues, una de
las personas más poderosas de toda la Europa de su época. Su
labor con el aragonés fue ingente: creó un escritorio en Avignon
donde se tradujeron y compilaron multitud de obras clásicas al
aragonés. Aun así, quizá una de las cosas más reseñables sea
su verdadera intención de escribir en esta lengua, pues, aunque
en su scriptorium se reunieron traductores de diferentes
lenguas y el proceso de traducción era complejísimo, la
voluntad de Johan Ferrández d’Heredia era, a pesar de las
dificultades, que su obra se hiciese en lengua aragonesa:
“Encomiença el libro de Paulo Orosio, recontador de ystorias,

67
sacado de latín en lengua aragonesa por mandamiento del muyt
reverent in Christo, padre e senyor, don fray Johan Ferrandez
de Heredia, Maestre de la orden del Hospital de San Johan de
Jerusalem”.

Tras un gran silencio de las letras aragonesas durante todo el


siglo XVI en el que comenzó la castellanización del territorio
histórico de dicha lengua (principalmente casi todo Aragón, la
Navarra romance y parte de Valencia), en el siglo XVII resurgió
la literatura en aragonés con escasas pero importantes figuras
tanto desde Zaragoza como desde el norte de Aragón. De todas
ellas, la crítica ha destacado a Ana Francisca Abarca de Bolea
(Zaragoza ¿1602? - Casbas (H.) 1685), abadesa del monasterio
de Santa María de la villa de Casbas. Estuvo inmersa en los
principales movimientos culturales aragoneses y, en especial,
en círculo de escritores encabezado por V. J. Lastanosa. De su
obra resaltan las composiciones poéticas en aragonés imitando
la moda sayaguesa.

Aun con todo, sería muy interesante investigar más y mejor el


caso de la capital aragonesa, no sólo por su relevancia sino
porque probablemente se encuentren más textos y autores en
aragonés de los que hasta ahora han aparecido.

Danzantes de Almudévar en la Exposición Internacional de Barcelona (1929). Fuente:


GEA Online.

El siglo XVIII será el siglo del que nos lleguen las primeras muestras
de tradición popular en aragonés; en especial, el dance. Tiene su
origen en el s. XVII, pero es en el XVIII cuando comienza a cobrar
más fuerza y su estructura se va fijando. Así, queda dividido en
partes variables de las que nos interesa la Pastorada, por ser la que
mejor refleja el lenguaje del pueblo. En ella, un mayoral y un repatán
o rabadán, dialogan sobre temas de la actualidad y tópicos
relacionados con cada uno de los personajes. Los dances, como una
de las manifestaciones aragonesas más importantes, se han
mantenido hasta la actualidad; y es en los últimos años cuando
vuelven a representarse con más fuerza por Aragón. Además,

68
algunos siguen siendo escenificados en aragonés.

Finalmente, de este siglo proviene el romance más conocido de todo


el norte de Aragón con diferentes versiones: el Romance de
Marichuana, donde se narra el viaje de un joven desde el Pirineo a la
Tierra Plana para casarse con una muchacha.

Durante el s. XIX y los tres primeros cuartos del XX se verá un


renacimiento de la literatura en aragonés gracias a los movimientos
de recuperación de lo popular y costumbrista que afectarán a la
cultura europea. En el XIX aparecen los primeros autores modernos
que asentarán las bases de los dos polos literarios que tirarán de las
riendas del aragonés dialectal hasta la actualidad: el valle de Hecho y
la Ribagorza. A ellos es necesario añadir el caso de Braulio Foz y su
Pedro Saputo (1844), una de las mejores obras de su época según la
crítica y una de las joyas de la literatura aragonesa. En el s. XX se
desarrolla la literatura del aragonés desde varios flancos pero siempre
vinculada a la oralidad: los dos señalados anteriormente con una
escuela muy marcada –destacan Domingo Miral, Veremundo Méndez
y Xusep Coarasa desde Hecho; y Cleto Torrodellas, Tonón de
Baldomera y Pablo Recio por Ribagorza–, y otros territorios con
autores aislados en los somontanos o los valles de Bielsa y Chistau.
La literatura será, pues, una manifestación rural que sólo en contados
casos tiene espíritu de universalidad y donde la poesía es el género
más utilizado.

El último cuarto del siglo XX supone un cambio radical del panorama


literario del aragonés. Si bien la lengua comienza a languidecer, se da
un cambio en la sociedad aragonesa, pues empieza a sentirse un
nuevo y renovado interés por lo propio y, en consecuencia, una
revalorización de los dialectos. Sus temas serán locales, aún muy
influenciados por la oralidad y, en algunos casos, impulsados también
por el estándar. Autores como María Victoria Nicolás, Rosario Ustáriz,
José Lera o Juan José Lagraba en Hecho; Lucía Dueso en Chistau;
Juana Coscujuela en el Somontano de Barbastro, Bienvenido
Mascaray en la Ribagorza media y José María Ferrer y José Sanmartín
en la alta Ribagorza, etc. A todo ello habrá que añadirle un hecho
definitivo que tendrá repercusiones importantísimas: el nacimiento de
un movimiento unionista que promoverá el estándar supradialectal
con el que, desde los años setenta, se irá creando una nueva
producción literaria desde las zonas urbanas. Entre estos primeros
autores en un modelo inicial de estándar están Ángel Conte, Francho
Nagore y Eduardo Vicente de Vera. El primero será el que mayor
importancia tendrá hasta la actualidad, despuntando como una de las
figuras literarias no sólo del aragonés sino de la literatura aragonesa.

69
Logotipo de Chuntos por l’aragonés, organización que realizó el “II Congreso de
l’Aragonés” en el que se creó la actual Academia del Aragonés.

Finalmente, el panorama que existe en la actualidad es bastante


amplio y esperanzador dentro de lo que se puede esperar. La nómina
de escritores va aumentando así como la calidad literaria y lingüística.
En las zonas donde aún se habla aragonés se está dando un resurgir
de escritores jóvenes que se preocupan por su lengua y no sólo
recurren a temas tradicionales sino que beben de las corrientes
actuales y están logrando una obra que amplía el horizonte temático
anterior. Así, los pilares ya asentados de Hecho y Ribagorza
mantienen una producción constante y editan nuevas revistas y libros
que se expanden hasta la literatura infantil o fantástica; y otras zonas
ven cómo van creciendo sus autores o publicaciones (Ansó, Sobrarbe,
Álto Gállego…). Marta Marín, Quino Villa, José María Satué, Elena
Chazal, Ana Tena Puy, Toni Collada, Juan Carlos Pueo, Carmen
Castán, José Antonio Saura, Manolo Castán, Mª Ángeles Subirá y los
jóvenes Sergio Mur, Óscar Lerín, Maria José Girón y una larga lista de
autores y asociaciones forman parte de un amplio elenco de autores
que poco a poco aportan una frescura renovada a sus diferentes
variedades de aragonés. Además, por parte de la variedad estándar
siempre en constante evolución, el uso de la literatura se entendió
desde el principio como una forma de legitimación y apoyo al
aragonés, de forma que muchas de las personas que se acercaban a
ésta, con mayor o menor acierto, publicaban sus textos. Éste es un
mundo en constante evolución en el que van surgiendo autores con
una obra en la mayoría de los casos efímera. Su literatura será en
parte diferente a la producida en el norte aragonés, pues presentará
nuevos temas y sensibilidades, una constante obsesión
metalingüística, la búsqueda de la pureza, etc.

Principalmente, existe una lucha entre la necesidad de


reconocimiento por parte de los autores y hablantes del aragonés
vivo, lo cual lleva a tratar temas tradicionales, beber de la oralidad,
acercarse a la lengua natural o nadar en mitos y tópicos alto
aragoneses; y por otra, una tendencia a la reivindicación de la
autonomía, de modelos universales, de escape de lo anterior, la
desconexión con el mundo de la oralidad que, de hecho, estos
autores ya no han vivido…

70
Probablemente, en la actualidad estas discrepancias se estén
diluyendo gracias también al desarrollo de la literatura en aragonés
dialectal que permite una evolución convergente con la estándar; y,
sin duda, gracias a la globalización que se está colando por cada
resquicio pirenaico de forma que, si bien contribuye a la pérdida de la
lengua, nivela los cánones y modelos literarios. Ambas vertientes de
una misma lengua van confluyendo en temáticas y formatos. Así, el
relato, la novela corta y la novela de corte histórico están cobrando
gran vitalidad.

En cuanto a los métodos de publicación, si bien empiezan a aparecer


editoriales en Internet, blogs literarios y novelas y revistas
electrónicas, buena parte de la producción se sustenta en papel y se
distribuye bien en revistas locales bien en libros colectivos con
recopilaciones de relatos o novelas que, en el mejor de los casos, se
pueden encontrar con relativa facilidad en Zaragoza y núcleos
importantes del norte de Aragón. De todas formas, en estos últimos
años está creciendo un espíritu de ilusión que, animado por la gran
cantidad de premios literarios, por la creciente demanda de libros en
aragonés desde los movimientos de recuperación y por un cambio
social en relación con esta lengua, está haciendo que las expectativas
de crecimiento y producción de nuevas obras y temáticas aún por
explotar conformen un horizonte optimista al que no se tardará en
llegar.

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

BELTRÁN, Antonio (1980): Introducción al floklore aragonés.


Zaragoza: Guara.
CACHO, Juan Manuel (1997): El gran maestre Juan Fernández de
Heredia. Zaragoza: Caja de Ahorros de La Inmaculada de Aragón.
CACHO, Juan Manuel (1991): Introducción a la obra literaria de Juan
Fernández de Heredia. En: Aurora Egido y Tomás Buesa (coord.) I
Curso sobre lengua y literatura en Aragón: (Edad Media). Zaragoza:
Institución «Fernando el Católico» pags. 171-196.
CASTAÑER, Rosa Mª (2003): “Las hablas altoaragonesas a través de
sus manifestaciones literarias”. En: Encuentro "Villa de Benasque"
sobre Lenguas y Culturas Pirenaicas, Zaragoza: Departamento de
Educación, Cultura y Deporte, pp.: 63-84
EITO, Antón (2000): “Breve acercamiento a la poesía aragonesa
contemporánea”. En: Ianua. Revista Philologica Romanica. Instituto
de Estudios Románicos «Romania Minor», pags. 62-72 [En línea]
GEA Online: Cf. Gran Enciclopedia Aragonesa Online [En línea]
PARICIO, Santiago y Guillermo TOMÁS (2007): “A literatura en
aragonés: Materials de desembolique d'o ‘Currículo Aragonés’”. En:
Ambista: Rebista de Patrimonio Cultural Aragonés (nº 2 y 3 -en

71
imprenta-). [En línea]
PÉREZ, Antonio (2003): La literatura del reino de Aragón hasta el
siglo XVI, Zaragoza: Ibercaja-Institución Fernando el Católico.
NAGORE, Francho (1986): “Literatura en aragonés de o sieglo XX”.
En: Jornadas de Cultura Altoaragonesa. Huesca: Instituto de Estudios
Altoaragoneses, pags. 69-106.
VICENTE, Eduardo (1992): El aragonés: Historiografía y Literatura.
Zaragoza: Mira

VASTA LITERARIA
Francisco Fernández Troncoso
Sobre el arte de escribir. Opinión.

Cuando hablamos o escribimos queremos


decir algo, puede que no sepamos muy bien el qué o cómo decirlo,
pero necesitamos expresar nuestro modo de ver el mundo. En un
principio, estando sobrios, no vamos a contarle al prójimo que las
ventanas de enfrente todavía son cuadradas, que seguramente
mañana amanecerá, o que nuestros incisivos cumplen, por lo general,
una función bastante similar. Aportaremos, contaremos algo
novedoso o – quizá sea más importante, ya que las novedades suelen
quedarse en eso – lo verbalizaremos de forma novedosa.

“Es algo orgánico”, el lenguaje es un atributo que nos atraviesa


mientras lo atravesamos, un desgranar latidos que desean tener voz.
Hasta que pulsemos una huella, la muesca de una herida, una mano
tendida hacia alguna parte, no dejaremos de sentir que necesitamos
quitarnos de encima ese murmullo que desea manifestarse.
Necesitamos que nos lean como necesitamos el oxígeno, cristalizar la
mirada y que alguien nos mire por ello. Armar un hito, una mesa
labrada donde sentarnos, un punto de referencia del que beber
juntos, y seguir explorándonos mutuamente.

Nombrar, traer al presente, el hielo, el estanque dorado, la voz


trémula de un personaje más real que nuestro vecino, cualquier
evocación se incardina en el flujo de la escritura a medida que

72
avanza, balizando, enmarcando lo por-venir dentro de una nueva
atmósfera de significados. Parece absurdo pensar que este flujo
obedezca a un fin premeditado. Las palabras lanzan sus anclas aladas
sobre otras palabras, sin vedas estéticas, sin esperar contestación
inmediata. La labor literaria es con uno mismo, es amiga del silencio,
pero nos regala el retrogusto de compartirla con los demás, y, cuando
se habla de literatura, se suele esperar de todo menos premeditación:
la puerta abierta, los ojos de estreno.

La experiencia alimenta al discurso, pero es la experiencia del relato


la que nos da de comer. La escritura es salud, para todos, para los
críticos de los críticos, para los pulsos anónimos y otros muchos
visitantes esporádicos. Para todos, los libros viven, algunos libreros
mejor que otros, y lo mejor siempre está por vivir. No podemos
detener la respiración aunque a veces parece enmudecer, encogerse
de frío.

¿De qué merecía la pena hablar? De todo lo que merece la pena en la


vida, aquí no hay lindes intelectuales, es un territorio vasto, apolítico
a priori, y fundamentalmente personal. La sinceridad nos desnuda y
todos somos, sin duda, más atractivos desnudos aunque la moda
embelese. La poesía respira cuando le damos la palabra y esa palabra
nos hace respirar, su materia parte de algo tan nuestro como
inmaterial.

Las letras no pueden detener la vida para retratarla: el fotógrafo vive


mientras encuentra su mirada. En este proceso de des-posesión –
distante con la idea de propiedad del libro -, la lógica del lenguaje
está sometida a una lógica más poderosa, el impulso, la necesidad de
crear por el mismo hecho de hacerlo. Cedemos un espacio íntimo
para dejarnos invadir por las dudas, silenciar ecos y abrir nuevos
senderos para la voz: inevitablemente nos conducirán a nuestra
simple, roma y contradictoria humanidad.

¿Qué merece la pena leer? Lo que a cada cual le dé la gana, mientras


lo soporte estará manteniendo una conversación, aunque sea, con su
propio sufrimiento. Por lo general, se lee lo que te diga algo que
puedas entender y, a fin de cuentas, lo que mejor entendemos es la
desnudez en toda su dimensión. La multiplicidad de prismas se
convierte en una lluvia incesante, el lector sigue de suerte, la tierra
que pisa está preñada de semillas. La piel de la literatura permanece
siempre ahí, aguarda a que la toquemos para exhalar el sudor de su
mensajero, y continuar así el ciclo de la palabra, inacabada, sin

73
dueño, arrastrando cien mil ecos tan frescos como antiguos hasta la
garganta de Sherezade. Salud.

Francisco Fernández Troncoso es poeta y novelista.

Chéjov, el todo por la parte


El crítico cíticro

Yo no había leído antes a Chéjov porque todos los que me hablaban


de él eran tipos raros y demasiado trascendentes –trascendencia en
su acepción de cualidad propia de las personas con actitud abatida y
melancólica, hedor que emana de cabellera sucia y despeinada, gafas
de pasta opacas por la mugre, etc.- y antes de leer una sola línea de
él ya lo catalogué como un escritor aburrido por profundo.

Además, hasta este año, siguiendo la tradición imperante en nuestros


pagos, siempre había leído grandes novelones y no me sentía atraído
por los relatos cortos. Pero este año una pereza incurable y el
abandono por la mitad de varios libros me llevaron a decantarme por
recopilaciones de relatos, para poder llegar al final de algún texto sin
quedarme dormido con el libro entre las manos. Al parecer Chéjov
era el referente de Carver, autor que me gustó mucho, muy simple,
sin boato ni ostentación, pero tremendamente inquietante. Así que
traté de olvidar al clan de los trascendentes y compré el libro de la
imagen superior.

74
No soy crítico profesional, aunque creo que tengo las cualidades
principales que todo crítico debe poseer: ¿lectura compulsiva? No, esa
no precisamente. Pero sí mala leche y verborrea. Tampoco pretendo
sentar cátedra ni hacer aquí una biografía detallada o analizar
minuciosamente el texto, datos que pueden encontrarse fácilmente
en los mares de la red, (mares de la red… ¿suena raro eso no?) pero
he de decir que Chéjov es una absoluta maravilla. Quizá se pierde en
ocasiones en descripciones que poco aportan, se pasa de parabólico y
folletinesco o se extiende demasiado en definir conceptos abstractos
y, por tan manidos, absurdos (felicidad, amor, muerte,…) pero lo que
sí es indiscutible es que en Chéjov la maestría se manifiesta en la
importancia del detalle, aspectos de la realidad mínimos, casi ocultos
que sobrevuelan el relato y que, unidos, nos descubren las miserias
de los sentimientos, la mezquindad, la hipocresía, y lo mejor de todo:
no sermonea, no juzga, sólo retrata a sus personajes con una ironía
característica (¿rusa?) y con un humor sutil, personajes que, por otra
parte, son universales en su comportamiento, válidos para cualquier
tiempo o lugar.

Para finalizar he de decir que desde que acabé el libro no me he


vuelto a lavar el pelo y siento la necesidad imperiosa, pese a no tener
dioptría alguna, de comprarme unas gafas de pasta. Por otra parte, si
me dan a elegir entre Dostoievski y Chéjov no lo dudaría, le daría una
patada en el culo fulminante a éste último, con lo que queda
confirmado que todavía puedo salvarme y llevar una vida digna
(además de mi estúpida educación adaptada a los tiempos modernos
donde todo debe ser organizado en rankings de escrupuloso
seguimiento).

Ustedes disculparán.

75
CORREGIR RELATOS
Recursos para el escritor

Enfrentarse al relato propio implica realizar al menos dos lecturas del


relato, considerando distintos aspectos; uno referido a la historia
narrada –qué se cuenta- y otra al modo empleado en contarla –cómo
se cuenta-.

Corregir es siempre reescribir, lo cual significa leer, eliminar, agregar


reemplazar; desdoblarnos y probar la mejor variante ante la
encrucijada narrativa. La idea es hacerlo como si desmontáramos y
volviéramos a montar un artefacto, como un trabajo o un juego.

Entre la primera escritura de un relato y el trabajo de reescritura


debemos dejar “reposar” el texto durante un período. Así, lo
retomaremos desde otra actitud mental, sin la “carga” que requiera la
primera escritura, más distanciados, para encarar una lectura neutra
y hacer las transformaciones apropiadas. Recordemos que
transformar el texto es aceptar nuestra propia transformación. Decía
André Gilde: “Mientras escribes sé tú mismo, desbórdate y
apasiónate, pero sé sobrio cuando te releas”.

76
• Operaciones necesarias

- Distanciarse: leer nuestro texto como si fuésemos un lector no


comprometido con él, ajeno al mismo. Leerlo como si el texto
estuviera escrito por otra persona. Preguntarse: ¿Se entiende la
historia narrada?, es decir, analizar si no hemos dado por
sobreentendidas algunas informaciones; ¿Se sigue la historia sin que
decaiga el interés?, lo que significa analizar si no hemos abusado de
ciertos datos que pueden deducirse de otros y no es necesario
explicitarlos.

- Reconsiderar la historia desde el principio hasta el final:


analizar la armonía entre las partes, la frase inicial, la relación entre
el principio y el final, el modo de encadenamiento, etc.

• Pasos operativos: una posibilidad es realizar tres lecturas


distintas del propio texto:

- En la primera se decide que aspectos permutar: Se reemplazan


palabras, frases o párrafos. Por ejemplo, García Márquez nunca
cesaba en su empeño de escribir. En El general en su laberinto
reemplazó lo siguiente:

“Pero un soldado que parecía en estado de éxtasis, por el sopor de la


hora, lo sacó del engaño con la verdad”, por:

“Pero un sargento, que parecía en estado de estupor por el bochorno


de la hora, lo apabulló con la verdad”.

- En la segunda, se suprime: se tacha, se corta, se abrevia, se


elimina material. Como decía Juan Rulfo: “escribir es cortar”. Ernest
Hemingway se refería a la escritura como un témpano de hielo, que
deja siete octavas partes de su masa debajo del agua, por cada parte
que se ve. Según él, El viejo y el mar pudo haber tenido más de mil
páginas e incluir a cada uno de los personajes de la aldea y todo lo
relacionado con su modo de vivir, pero los dejó afuera, el
conocimiento de ellas es lo que constituye la parte del témpano que
está debajo del agua.

77
- En la tercera, se amplía: se añade todo aquello que intensifique la
significación y mejore la comprensión.

Para concluir, aunque resulte una obviedad, es bueno tener siempre a


mano toda clase de diccionarios y una buena gramática, mejor
corregir sobre el papel que en la pantalla, permite flechas,
anotaciones y toda clase de borrones que, aunque solo inteligibles
para nosotros mismos, permiten una mejor visión global del texto.

¡Buena suerte con vuestros textos!

Nota: Basado en el muy recomendable "Corregir Relatos" de Silvia Adela


Kohan (Colección Escritura Creativa, Grafein ediciones)

RELATO: Mi PC y yo
Jarales
Relato ganador de la LXII edición de Los cuentos de las mil y una palabras

Le tengo dicho que me pida todo aquello que necesite, que no espere
a que yo sospeche sus carencias para ofrecerle ayuda, que estoy
dispuesto en todo momento a complacerle y que mi voluntad es darle
todo cuanto esté en mis manos.

He procurado serle franco para que entienda sin duda alguna mis
sentimientos hacia él. A pesar de todo veo que de cuando en cuando
rezonguea, se queda parado dudando, hasta se para del todo y tengo
que atizarle un codazo.

He pensado mucho sobre nuestra relación y creo que peca un poco de


orgulloso, no me extraña que lo criaran mimado y en la abundancia;
es posible que nunca haya pedido un favor porque se cree merecedor
de las cosas y espera que estén pendientes de sus necesidades y que
las satisfagan al instante. Incluso he llegado a pensar que vive
desconectado del mundo real en el que vivimos día a día.

78
Yo comprendo que cuando pedimos un favor, en principio, nos
situamos en inferioridad con respecto al otro, salvo que lo exijamos
en cuyo caso ya no es un favor, lleva implícito que uno ha reconocido
de antemano que tiene carencias y espera que los demás estén en
condiciones de suplirlas, pero qué sería del mundo si todos nos
sintiéramos autosuficientes y seguros de poder prescindir de los
demás.

Hemos estado juntos desde el principio de los tiempos. Una vez que
hicimos un viaje juntos me abandonó sin avisar, tuve que recurrir a
manos expertas para recuperarlo, desde entonces noto que lo nuestro
ha cambiado, a veces me dan ganas de romper y empezar una nueva
aventura, pero después, cuando ha pasado el momento difícil, pienso
que nada sería igual y tengo miedo de perderme en un mundo que
sin él sería totalmente desconocido para mí.

Con los años uno se acostumbra y se amolda a su entorno; sabe que


hay sabia nueva por ahí, pero la iniciativa de la juventud derrocha
fuerzas y energías que de todas formas no hubiera sabido hacer otra
cosa con ellas.

Tengo que reconocerle muchas bondades, a pesar de mis dudas en


los momentos de crisis, me consta que siempre ha cumplido con su
deber aunque su lentitud a veces es desesperante.

¡Oh juventud, juventud!, que crees que todo lo puedes, nada te


importa de lo que fue y dejas en la cuneta al más pintado. Crees
poseer toda la fuerza y toda la capacidad del universo, hasta la
tristeza de los demás te divierte, pero tus días están contados
también y pasarán, vaya si pasarán, y no dejarán huella alguna, sólo
el recuerdo, el recuerdo de tu vitalidad y eficacia. Entonces dirás: ¡
Qué pude haber hecho si no me dedico a perder el tiempo!. Pensarás
que quizás tu error no fue creer que podías hacerlo todo y rápido sino
en pensar que eso iba a ser siempre así.

Cuando han pasado los años, la pasión se va apagando y con ella la


luz cegadora que alumbra la verdad, en su lugar se encienden otras
menos luminosas que entre claroscuros permiten tantear rincones
separados entre sí en los que encontramos pequeños eslabones de lo
que un día creímos era una cadena unida firmemente de extremo a
extremo. Dudamos de que el mundo exista un orden y nos sentimos
agradecidos de haber encontrado esos pequeños eslabones en los
que, por lo menos, se encuentran relaciones entre parcelas del total
que ya sabemos con certeza que no existe o que no nos va a dar
tiempo a encontrar.

Antes de acostarme siempre voy a su rincón, ese lugar que le

79
asignamos cuando vino a formar parte de nuestra familia, merodeo
por su entorno y me aseguro que ha terminado las tareas que cada
uno, y sin contar con los demás, le hemos ido asignando a lo largo
del día y que él ha tratado de cumplir lo mejor que ha podido. Como
está subordinado a los caprichos de todos hay noche que se queda
trabajando hasta altas horas de la madrugada, en ese caso no
intervengo pero él sabe que me hago cargo de su desvelos y
sacrificios en favor nuestro.

Su aspecto cansino aún recuerda en sus vivos colores la marca de


grandes pasiones que, si bien supo reprimir, dejaron huella indeleble
de la fuerza que contuvieron.

Mirándole en su decrepitud recordé una lectura reciente que decía: "


La belleza del cuerpo sólo existe en la piel, si viéramos lo que se
esconde debajo de esa piel nos estremeceríamos de horror al
contemplarlo. Toda esa gracia consiste en mucosidades y en sangre,
en humores y bilis. Si supiéramos lo que se esconde en la nariz, en la
garganta y en el vientre, sólo encontraríamos suciedad. Si te repugna
tocar el moco y el estiércol con la punta del dedo, ¿cómo podrías
estrechar entre tus brazos el saco que contiene esos excrementos?

Yo se que mi PC no es así por dentro y él sabe que yo lo sé.

Cuando por fin me voy a la cama pienso en aquella viejecita cubierta


de harapos que moría en la calle, sobre el frío suelo y que mientras
tuvo aliento se hacía la señal de la cruz y no paraba de decir: " Señor,
perdona mis pecados".

Mientras me adentro en el sueño me viene como un runruneo que


parece decir: " Las actitudes son individuales por esencia, pero
algunos sólo somos capaces de verlas colectivizadas".

80
RELATO: La trastienda del pasado
Piconera
Relato ganador de la LVII edición de los Cuentos de las mil y una palabras

Abuela, de qué hablabas con mi madre sobre el abuelo, te he visto


lamentosa y triste; explícame qué fue aquella relación tan traicionera
que contabas insistentemente... Ay, tesoro, cosas que pasaron en la
guerra civil y que nos tuvo casi seis meses temiendo por la vida de tu
abuelo, todo aquello por una falsa información que lo llevó a la cárcel.

Ocurrió una mañana a la hora del desayuno, recuerdo que estábamos


los dos sentados en la mesa de la cocina cuando llamaron a la puerta
y tu abuelo se levantó abrir. Le escuchaba no muy claramente, junto
a otras voces, decir que no entendía..., que para qué tenía que..., que
por qué... Que no podía dejar el trabajo, que... Al notar en su voz
cierta extrañeza y nerviosismo, me levante y acudí a ver quiénes eran
y qué querían aquella visita. Me encontré con dos hombre que no
conocía y que según parecía le ordenaban tajantemente, aunque
correctamente, a tu abuelo que les acompañaran para unas
preguntas en el Gobierno Militar. Una súbita inquietud sacudió mi
mente, pero intenté no trasmitírsela a tu abuelo. Tranquilamente le
dije que entrara a por la chaqueta, que se terminara el café y que

81
fuera a ver qué querían. Él me miró con ojos de interrogación y gesto
alarmado, pero al percibir mi sosiego se relajó y con un: disculpen un
momento se separó de los visitantes entrando rápidamente a su
cuarto, cogió la chaqueta, pasó por el baño y se peinó, y, al pasar por
mi lado, que estuve clavada en el pasillo como una estaca, sin mediar
palabras me dio un beso, para luego unirse con ellos y marcharse
calle abajo. Les miré hasta que ya a lo lejos doblaron a una bocacalle
perdiéndoles de vista. Como una autómata cerré la puerta me volví a
la cocina y me senté en la silla, intentando encontrar una explicación
a lo que había sucedido con mis ojos centrados en el vaso de café a
medio llenar y el pan con aceite en el plato, el silencio tronaba en la
casa. No sé cuanto tiempo estuve así en esa angustiosa parálisis.

Escuché abrirse la puerta y la voz de tu madre diciendo: ¡ya estamos


aquí! Volvían siempre juntas, ella y tu tía Lola, tu madre del taller de
costura, tú tía de la mercería donde trabajaba; se lo repetía todos los
días: que la primera que saliera del trabajo recogiera a la otra para
volver a casa. Al encontrarme sentada en la cocina y con la mesa aún
con restos del desayuno sintieron que algo raro pasaba. Se lo conté
pausadamente, me frené todos mis miedos y sólo les dije que estaba
un poco preocupada porque aunque estaba segura que tu abuelo
nunca jamás se había metido en ningún asunto político, ni hacía
demostración alguna de sus ideas ya que era un hombre poco
hablador y muy de su casa, su familia y su trabajo era su vida, pero
la guerra lo enturbia todo y desata conflictos e injusticias siempre,
aunque os parezca que este pueblo está tranquilo, no nos podemos
fiar, seguro que no nos enteramos de muchas cosas que pasan. Se
me quedaron mirando las dos un poco serias pero sin atisbo de
gravedad en sus comentarios. La edad y nuestra forma, tanto de tu
abuelo como mía, de intentar no dramatizar delante de ellas los
acontecimientos que acarrearía aquel levantamiento militar, que aún
estaba en sus inicios y la magnitud del desastre nos quedaba un poco
lejos.

Recuerdo que tenía resto de un potaje de garbanzos del día anterior,


tu tía Lola había traído un poco de pescado que le encargué comprar
para completar la comida de aquel día, me disponía a limpiarlo y
trajinar en la cocina para preparar el almuerzo, pero no pude seguir,
me quité el delantal y salí a la casa de al lado a contar a los vecinos
lo que había pasado. Antonio, el marido de Carmen, se ofreció a
acercarse con su moto a preguntar sobre el asunto. Le agradecí
infinitamente su diligencia, siempre lo tendré presente en aquel gesto
de colaboración y afecto, dado el tema tan delicado. La vecina se vino
conmigo a mi casa para acompañarme hasta la vuelta de su marido.
El tic tac del reloj pendular desde el pasillo acompasaba junto mis
latidos la lenta espera. Sonando las tres de la tarde entraba Antonio
en casa, nada más verle la cara se me enfrió la sangre. Escuetamente

82
nos contó que a tu abuelo lo habían llevado a la cárcel, y que de
momento no podían decirnos nada más.

Los días pasaban y no teníamos información de nada, además no nos


dejaban verlo. Un día me encontré un papel que habían echado por
debajo de la puerta, en el que anónimamente nos contaban todo lo
sucedido. Decía que un amigo de tu abuelo lo había culpado de ser el
organizador de la colocación de unos explosivos que había explotado
y destrozado un tramo de las vías del tren. Como sabéis, tu abuelo
tenía un puesto de responsabilidad en los ferrocarriles españoles, y
manejaba información sobre dichas infraestructuras, nada
importante, pero, según decía la nota, tenía acceso a documentos de
interés para aquel atentado. La acusación era grave y lo iban a
trasladar a la cárcel de Carabanchel. Daba el nombre del acusador.
Cuando leí su nombre no podéis imaginar lo que me entró, no podía
creer que el mejor amigo de tu abuelo hubiera dicho aquello, siendo
mentira.

Tu tía Lola, conocía a la hija de un militar que frecuentaba mucho la


mercería en la que trabajaba, le contaba que su padre había subido
de graduación y andaba muy ocupado en viajes y reuniones. Le
estaban haciendo un par de trajes nuevo y tenían encargado, desde
la sastrería, unos botones especiales. Cuando llegaron, tu tía se
ofreció a llevarlos a la sastrería; al llegar vio que el padre de Isabel,
el militar, hablaba con el sastre sobre la prueba de los trajes que le
estaban haciendo. Me dijo, que se acercó al militar, se presentó
diciendo que era amiga de su hija Isabel y que quería pedirle un favor
muy grande. Le contó que su padre estaba en la cárcel por algo que
no había hecho y que le rogaba si podía enterarse de cómo estaba su
padre, de porqué no podían verlo y que cuánto tiempo iba a estar
encerrado allí. Decía que el militar apuntó el nombre de tu abuelo en
un cuadernillo y que le prometió que se informaría y vería lo que
podría hacer. Cuando llegó a casa tu tía Lola y supe todo aquello, un
rayo de esperanza entró en mis negros presagios.

El tiempo pasaba y sólo unas cuantas cartas se cruzaron entre tu


abuelo y yo. Él siempre decía que no me preocupara, que estaba
bien, que tuviera paciencia, que todo se arreglaría; pero yo sabía que
algunos que se habían llevado fueron condenados por traición a la
nación y fusilados. Tu tía no dejaba de preguntarle a la hija del militar
si su padre sabía algo y podía hacer algo. Ella le decía que claro que
podía hacer algo, pero si era culpable merecía la muerte. Con la
tranquilidad de saberlo inocente y a su vez la posibilidad de la ayuda
del padre de Isabel nos acostábamos todos los días. Una mañana,
antes de la hora habitual de salida del trabajo, se presentó tu tía a
casa alterada y contenta, me decía que Isabel le había dicho que su
padre creía que todo se solucionaría en breve porque habían

83
descubierto al autor del atentado y la inocencia del abuelo estaba por
confirmar. Así fue, al cabo de una semana nos dijeron que quedaría
libre y fuimos a recogerlo a Madrid.

Pasada la guerra, un día se encontraron frente a frente en la calle los


dos: el mal amigo y tu abuelo, él traidor intentó esquivar la mirada
pero tu abuelo se le acercó y le preguntó abiertamente: ¿Por qué lo
hiciste? Según me dijo tu abuelo, con la cara descompuesta el otro le
contestó: Porque me quitaste a la mujer que amaba y me hiciste un
desgraciado..., mi resentimiento creía que podría tener remedió con
tu muerte, pero aún lo empeoró más y por fin ahora, después de
verte vivo y confesártelo todo espero dormir en paz. Te pido perdón
por aquella locura, aunque no creo merecerlo. Tu abuelo le dijo que
en las guerras sale a flote lo peor y lo mejor del ser humano. Que
supiera que él no iba a alimentar más miserias e injusticias de las que
ya había. Que se preocupara de encontrar su sosiego, que por su
parte todo estaba perdonado, aunque no olvidado, por lo cual allá
cada uno con su conciencia y con su proceder en la vida.

RELATO: Los tres dedos del Siroco


Sementerio
Relato ganador de la LV edición de los Cuentos de las mil y una palabras

A veces me visitan sus fantasmas, nunca me cuentan dónde están,


sólo aparecen para recordarme que murieron. Quisiera preguntarles
si les enterraron como a los tres dedos del Siroco, debajo de un
naranjo. Nunca supe el verdadero nombre del Siroco, le llamábamos
así por su forma inesperada y rotunda de locura, como la ocasión en
que le vi amputar tres dedos de su propia mano izquierda con un
trozo grande de vaso roto. Hice lo posible por impedirlo, pero se
defendió tratando de hundir el cristal en mi estómago. Se lo llevó
enseguida la guardia de enfermeros y ahí quedaron tres falanges con
su sangre derramada en la mesa. Las devolvieron a su dueño más
tarde en un estuche tosco, congeladas, y así fue cómo organizamos el
funeral. Antonio Aguilera hizo los oficios de sepulturero y a mí me

84
correspondió redactar la homilía en honor a su eterno descanso. El
Siroco repartía Coca-Cola entre todos con su mano sana y a mí me
añadió un buen chorro de loción de afeitar, para convertir el refresco
en un "cubata cojonudo".

A Antonio Aguilera le conocía ya del campamento de reclutas, él y


Abadal Barceló me cuestionaron la existencia desde el principio, como
si las primeras semanas de “mili” no me estuvieran resultando, dada
su propia naturaleza, de por sí confusas. Barceló supo enterarse del
barrio donde había nacido yo, le resultaba demasiado elegante para
su gusto y me hizo saber que el suyo no lo era tanto. Fue imposible
hacerle entender que mi empadronamiento administrativo sólo
reflejaba descuido por mi parte en lo tocante al aparato burocrático y
que mi residencia nada tenía que ver por aquel entonces con aquella
dirección. Ese motivo fue suficiente para que consideraran oportuno
los dos hacerme sufrir cierto acoso. A mi paso ambos cantaban
“Escuela De Calor”, de Radio Futura, y me preparaban emboscadas en
las letrinas con la pretendida intención de golpearme, lo que añadía
algo de tensión al sometimiento que nos veíamos obligados a
soportar por causa de la disciplina militar.

Aguilera tenía su puesto al ordenarse en filas la compañía delante de


mí. En alguna ocasión le sobrevenían vómitos repentinos, poco
marciales para el gusto de los instructores, de tal modo que era
objeto con frecuencia de empujones que tendían a desestabilizarle
hasta quedar apartarlo de la formación. Antes de incorporarse al
servicio militar, según él mismo me explicó, había asaltado un banco
sin que le detuvieran por ello, luego, usó el dinero para costear un
año de estancia en Mallorca con la idea de hacer coincidir el momento
en que se acabara el botín con el fatídico día de su incorporación al
Ejército. Esta información me la dio más tarde, horas después de que
acabara el sepelio por los tres dedos del Siroco, mientras yo me
encontraba todavía algo aturdido por el efecto de la colonia facial
combinada con burbujas. Poco antes sólo sabía que Antonio fue
arrojado al mundo en un distrito humilde de Málaga y que no existía
peor drama para una Coca-Cola que su muy castrense mezcla con
vino.

Cuando Antonio Aguilera ingresó en el pabellón psiquiátrico del


hospital militar, lugar al que me condujeron después de comprobar
que mi estado mental naufragaba ante los extremos de la disciplina,
quedó bastante sorprendido al encontrarse asignado en mi misma
habitación. Le vi yo antes que él a mí, así que me acerqué de forma
sigilosa por la espalda mientras deshacía su petate y le asusté
diciendo “¡Hu!” en la oreja. Después de poco tiempo, quedó
demostrado que Antonio era más afortunado que yo, él tenía dos

85
novias que venían a visitarle con frecuencia y yo ninguna. Llegó a
ofrecerme la compañía de una mientras se resolvía mi falta amorosa,
sin que se me pidiera nada a cambio. Acepté el regalo, naturalmente.
Descubrí que le gustaba leer tanto como a mí mismo, yo aún no
conocía la trilogía del Señor De Los Anillos y él la describió durante
una tarde entera de forma apasionante. También me contó que tenía
por costumbre inyectarse cocaína.

Antonio decía que yo no me enteraba de nada, que era torpe por mi


parte intentar el suicidio con cortes en las muñecas. Eso es "muy
jodido y muy tonto", afirmaba, porque así, en cualquier caso, sólo se
consigue dolor, y me recomendó el método usado por él, practicado
por muchos en aquel lugar, ofreciendo su propia jeringuilla llena
gracias a la colaboración de las chicas para mi propio disfrute. Nunca
llegué a seguir el consejo, si bien estuve tentado en alguna ocasión.
Me salvaban los abrazos de Bel, la novia prestada, siempre colocada,
pero también igual de dispuesta a hacer el amor en el jardín del
hospital, debajo del árbol donde reposan los tres dedos del Siroco.

Sobre todos aquellos que fuimos transeúntes hacia un destino incierto


de aquel pabellón se cerraba una noche muy profunda en la que no
oscurecía nunca, mientras duró aquel tiempo cualquier expresión se
convertía en revelación con pocas palabras. Resultaba palpable la
lucidez alejada de los rostros, en especial eran las caras de los
visitantes las que mayor impresión reflejaban, cegados sus ojos por
la brutal luz de nuestra normalidad. Recuerdo a Pablito, el centinela,
era posible tirar de su oreja y conseguir aullidos que le hicieron ganar
el apodo de “La Sirena”, con ellos llenábamos todo el pabellón en
señal de alerta cuando se acercaba la oscuridad del día en sus
diferentes formas. Su fantasma siempre me pide que hable de él y
ninguno de otros no mencionado se queja. Lo sé porque a veces se
presenta lanzando una voz triste y prolongada, como la del lobo,
antes de que lleguen todos ellos desde el recuerdo para explicarme
cómo fue su muerte, lanzar un breve reproche por mi demora, y
quejarse un poco, entre risas, de que para ellos el Tiempo se contó
con pocos dedos.

86
RELATO: La casa de la Trini
Consuelo
Relato ganador de la LIV edición de los Cuentos de las mil y una palabras

Llegué a la capital allá por los años cuarenta con una maletita
de cartón que mi madre se había encargado de llenar con
algunas viandas provenientes de la matanza de ese mismo año,
unos cuantos libros, un par de mudas y un costurerito de viaje
que mi abuela se empeñó en que podía necesitarlo por si se me
desprendía un botón en el transcurso del viaje; no sé cómo
pensaba que yo me lo iba a coser si en mi vida había enhebrado
una aguja pero para no contrariarla se lo agradecí como solo yo
sabía hacerlo ¡a zalamero no me ganaba nadie! Me la comí a

87
besos, algo que a ella le encantaba y, de paso, me soltaba unas
perrillas que sacaba de la faltriquera. Mi padre me regaló su
abrigo para que –según él- en la capital no pensaran que era un
palurdo; yo siempre he opinado que el que es palurdo lo es
entre cabras, en medio de la gran ciudad, con abrigo y sin él
pero era otra mentalidad la de mis progenitores y, estando en el
andén de la estación no me iba a poner a disertar con ellos.

Mi madre y mi abuela lloraban, mi padre apretaba los puños y


yo para que no me vieran llorar ¡ya era un hombre! me despedí
sin más dilación, subí al tren y fuí a acomodarme –por decir
algo- en aquellos asientos de madera más apropiados como
instrumento de tortura que como acomodo para las nalgas de
cualquiera , lo mismo para un alfeñique como yo que para un
obeso; creo que para este último peor puesto que el propio
peso le haría clavarse las rejillas más profundamente e incluso
éstas podrían proporcionarle algún que otro pellizco en las
carnes fofas de sus muslos.

Había salido del pueblo porque a decir de todos, era un chico


“talentoso” con muchas posibilidades de triunfar como escritor y
en la capital, por aquella época, estábamos todos convencidos
de que ataban los perros con longaniza. Lo primero que hice
nada más llegar a la ciudad fué preguntar por alguna pensión
limpia y de precio módico, tenía que mirar los cuartos de que
disponía ya que no sabía hasta cuando podrían durarme los
ahorros que me había proporcionado mi padre. Un señor muy
elegante me facilitó unas señas y cuando me ví delante de
aquel hotel no me lo podía creer ¡parecía un palacio! ¿dónde me
había enviado este hombre? ¡Claro –me dije- con el abrigo de
mi padre seguro que me ha tomado por un hombre de posibles!

Después de pensármelo mucho entré en recepción, me miraron


como don escrúpulo o al menos, a mí, me lo pareció. Un señor
atildado como no había visto en mi vida me dijo casi en un
susurro: ¿Qué desea caballero? Le expliqué mi precaria
situación y me dijo, amablemente, ¡Vaya usted a “La casa la
Trini”!. Así, al pronto, creí que me estaba echando con cajas
destempladas, la expresión de desconcierto que mis ojos
delataron no pasó desapercibida para mi interlocutor que,
dándome una palmetada en la espalda me acompañó a la
puerta de salida y me indicó, alargando el brazo, una callejuela
en la parte trasera del hotel. Agradecido y desconcertado me
dirigí a La casa de “La Trini”, dí dos aldabonazos en aquel
portón que me recordó a la casa del cura de mi pueblo ¡me
emocioné! Salió a recibirme una señora enlutada con cara de
malas pulgas y sin preguntarme nada me agarró de la manga

88
del abrigo de tal manera que en un segundo ya estaba en el
interior del portal; me miró de arriba a abajo, cruzó los brazos
no sé si bajo sus pechos o encima porque no se adivinaban por
ninguna parte dada la vestimenta que usaba y me espetó:
-¿El difunto era mayor, eh?

No supe qué decir, imaginé que el comentario iba dirigido al


hecho de que el abrigo me quedaba grande ya que mi padre era
mucho más corpulento que yo. El precio que me pidió me
pareció razonable y aunque el lugar era del todo siniestro y “la
Trini” más, accedí a quedarme. El cuarto que me destinó era
oscuro ya que al carecer de ventana hacía imposible el hecho
de que ni un rayo de sol iluminara la estancia; el mobiliario
consistía en un camastro, una mesilla con su orinal y su jofaina,
una silla destartalada –cosa que comprobé al sentarme para
desatar los cordones de mis zapatos y acabé de bruces en el
suelo- y una percha detrás de la puerta donde colgué el abrigo.
Absorto en mis pensamientos estaba cuando al abrirse la puerta
de forma brusca e inesperada, la percha y mi abrigo acabaron
en el suelo y yo dí tal respingo que casi me subí a la cama. Era
doña Trini que venía con la sana intención de presentarme a sus
hijas. ¡Qué dos hermanas! La una rechoncha y con un moño
que, o bien no sabía hacerlo o llevaba una semana sin
rehacerlo; mi abuela decía que el moño hay que hacerlo a diario
después de un enérgico cepillado sino ni es moño ni es nada, yo
no daba importancia esas retahílas hasta que ví a Belén –la del
moño- de aquella guisa, entonces tuve que reconocer
interiormente la lógica de mi antecesora al respecto.
La otra, Estrella, era una espingarda que parecía haberse
tragado el palo de la escoba, su madre me dijo que eran
gemelas y yo repliqué que, en todo caso mellizas dado el
escaso parecido entre ambas.

-¡A callar, mameluco! –escupió “la Trini”- La cena en diez


minutos, si tardas un poco más no cenas.

Esta mujer me tenía sobrecogido así que decidí no llevarle la


contraria. En aquella pensión estuve tres meses porque visto el
panorama me apresuré a buscar trabajo de lo que fuera y
encontré un puesto de carga y descarga en el mercado,
madrugaba mucho pero no me importaba porque así pasaba
menos tiempo en aquel habitáculo. Poco después empecé a
escribir necrofílicas en un periódico, lo mejor para levantar el
ánimo teniendo en cuenta que en la pensión, las hermanas
parecían estar al acecho en cuanto a mi persona se refiere; la
alta y desgarbada yo creo que me olía ya desde la calle porque
en cuanto ponía un pie en el portalón se me aparecía diciendo,

89
mientras sujetaba el escapulario que pendía de su cuello:

-¡Haz conmigo lo que quieras pero no lo cuentes o la Virgen del


Carmen te arrastrará por los pelos!

La otra hermana se introducía en mi habitación por las noches


para soplarme en la oreja, me daban unos escalofríos cada vez
que se me aparecían así de sopetón que llegué a temer por mi
salud. Gracias a Dios y a mis esfuerzos de las necrofílicas pasé
al departamento de críticas literarias y con el ascenso
categórico a la par que económico pude trasladarme a un lugar
mejor y que mi estado anímico más que desear, necesitaba.

En el barrio mencionar “La casa la Trini” equivalía a la casa “las


locas” y entendí muy bien por qué, sin embargo yo a Belén y
Estrella les adjudiqué el sobrenombre de las “hermanas
coloradas” porque Estrella tenía pinta de darle a la bota ya que
parecía tener dibujado el mapa de la Rioja en la cara y Belén se
daba tanto Rubor de Mirurgia en las mejillas que más que
ruborizada parecía haberse comido una guindilla picante; más
coloradas imposible.

¡Así las bauticé y así las recuerdo!

RELATO: Una cuestión personal


Soneto de cuerda
Relato ganador de la LIII edición de los Cuentos de las mil y una palabras

- ¡Con Dios!, Antonio.

- ¡Allá la parca te lleve...!

Apoyó un pie en la pared encalada en la que apoyaba la espalda y


escupió con rabia en el suelo, de un bolsillo sacó la petaca y comenzó
a liar un pitillo. -¡Maldito Corvacho!– pensó –¡si estuviera yo solo…!-,
miró al otro lado de la portalada donde una vieja de manos ásperas
tomaba el fresco en la penumbra del interior sentada en una silla de

90
mimbre de patas cortadas, el calor de un verano por demás extremo
no le impedía llevar pañuelo negro a la cabeza y ropas enlutadas de
manga larga; las piernas, también cubiertas, daban a entender una
pérdida reciente. Cruzó la mirada con su hijo y de la boca surcada de
arrugas y de penas pasadas, surgió una súplica:

- Hijo, no te pierdas por tan poca cosa…

- ¡Tan poca cosa, madre… y lo dice usted! ¡Maldita sea mi estampa y


el día que nací!

Aspiró con fuerza el humo del pito y echó a caminar por el suelo
empedrado, descargando su rabia en los pasos largos que en poco
rato le llevaron a la cantina del pueblo. La camisa negra silenció a
todos los presentes, él pidió un aguardiente y no quiso mirar a nadie.
A Evaristo el cantinero no le extrañó tanto como a los otros que
Antonio Pirraca, por mal nombre, entrase en el lugar a pesar del luto,
era asiduo del vaso antes de lo de su hermana y dicha afición no es
amiga de gestos ni de guardar formas más que lo justo que el cuerpo
aguante. Algo más de cinco años llevaba Antonio haciendo el mismo
camino a la cantina, desde que el mentado Corvacho le quitara a la
Adela en una lejana noche de feria. Fueron amigos desde la infancia,
sin más añadidos, solo ellos compartiendo juegos y más tarde
vivencias de adolescentes: el primer cigarro, la primera vez en el
lupanar de la tía Caniche, la primera borrachera en la feria…;
después, a los años, llamaron a filas a Jesús el Corvacho y Antonio
que perdió a su padre por aquellas fechas, quedó en el pueblo
mientras se hacía cargo de llevar la casa adelante para que no les
faltara nada a su madre y su hermana que ya se hablaba por aquel
entonces con Juan el Torrico. Dos años estuvo fuera el Corvacho y
cuando volvió con el petate al hombro, se encontró el sitio ocupado
por una muchacha de mirada dulce llamada Adela. No es que él la
mirara más de lo justo, ni que ella le sonriese más de lo meramente
adecuado; ella iba siempre muy formal del brazo de su novio, feliz al
buen decir de todos y de hecho ya había empezado a coser el ajuar
en casa de de doña Quintina la de los bordados.

Tres vasos de aguardiente llevaba Antonio metidos en el pecho


cuando pasó a toda prisa el coche de don Álvaro y detrás el de la
guardia civil. El ruido de las ruedas sobre los rollos y cantos salientes
hizo salir a algunos parroquianos que acertaron a ver el coche del
médico antes de que desapareciese por una esquina de la plaza
mayor. Todos se volvieron entre murmullos a continuar la partida y
Antonio que ya comenzaba a rumiar penas se decidió a salir otra vez
sin saludar a nadie. Caminaba con paso vacilante rodeando las calles
concurridas para no tener que desligarse de sus pensamientos con
condolencias amigables, iba, como cada noche, rememorando la

91
imagen de aquella madrugada en que le despertaron los golpes en el
portalón y entró el que sería su futuro suegro buscando a la Adela. El
pobre hombre se echó a llorar como un niño al no encontrarla allí y él
salió sin cerrar la puerta en busca de aquel que era como un
hermano, con un mal presentimiento en el estómago que apenas
unos minutos después le confirmaba la huida del Corvacho. Tres años
pasarían antes de que volviesen los prófugos con una criatura en los
brazos, Jesús pasó a pedir perdón ofreciendo la cara para que el otro
se la rompiese como reparación de la bajeza con que pagó a su
amigo, pero el Pirraca ya no era el mismo. Se lo miró largamente y lo
único que acertó a decir, se lo repetiría siempre tantas veces como
aquel le dirigiese la palabra:

- ¡Allá la parca te lleve…!

Encontró a su madre esperándolo fuera de la casa con los ojos tan


llorosos como los últimos días y pensó para sí que en ellos se venía
cebando con saña la mala suerte desde que murió el padre:

- Hijo, ha venido don Álvaro hace un rato.

La mujer buscaba las palabras adecuadas y daba rodeos sin llegar a


hablar mientras Antonio la miraba sin comprender a que venían
tantas dudas. Ella, al fin, lo soltó de sopetón:

- El Corvacho está agonizando, dice el médico que ha tenido un


accidente con la yegua de don Nicolás.

Con mano poco firme sacó la petaca y comenzó a liar el cigarro


lentamente. La vieja mujer se atusó el cabello bajo el pañuelo y
ajustó el lazo, tan solo por hacer algo mientras esperaba a que dijera
alguna cosa. Él dio dos chupadas al cigarrillo y se levantó:

- Ahora vuelvo, madre.

Cuando entró en la casa, la gente se apartó para dejarle pasar. Adela,


con el pañuelo en la mano y los ojos llorosos, salió a su encuentro
asustada de verlo allí:

- Antonio ¿a qué vienes? Déjalo en paz...

- Quita, esto es entre él y yo.

La apartó a un lado con fuerza y se dirigió a la cama donde el


Corvacho se hallaba tendido e inerte, se sentó junto a la cabecera y
le tocó el brazo llamándolo por su nombre. La mano del padre de
Adela le tocó en el hombro:

92
- No te oye, don Álvaro dice que se ha roto el cuello y que quedará
así hasta que termine todo. Vete fuera Antonio, hombre…

Se deshizo de la mano con un gesto y siguió mirando la cara del


moribundo, aunque en aquel momento solo acertara a ver el
compañero de juegos cuando iban los dos con los pantalones cortos y
los bolsillos llenos de chinatos cogidos en el río. Una lágrima comenzó
a resbalar por su mejilla y pronto le siguieron más que Antonio se
limpió con furia antes de coger la mano del Corvacho y decirle:

- ¡Que la parca se nos lleve juntos, Jesús!

RELATO: La muerte de un funcionario público


Titirimundi
Relato ganador de la LII edición del concurso de los Cuentos de las mil y una
palabras

La puerta se abrió con violencia y un golpe de viento arrasó todos los


folletos que había encima del mostrador.

93
—¡Es Sasa Dodó!

Antúnez, imperturbable en su mesa, levantó la vista por encima de


las gafas, y antes de asimilar lo que podían significar aquellas
palabras, mostró su irritación ante el desastre quitándose el lápiz de
la oreja y cerrando bruscamente el expediente que tenía entre las
manos en cuyo frontal se podía leer en letra gruesa a gran tamaño:
“Expediente Topillos”. Al otro lado del mostrador, Olmos, del
negociado 275 temblaba pálido y a la vez sorprendido, porque sus
palabras no habían alterado ni un ápice al eficaz Antúnez, el
funcionario que ostentaba el record de mayor número de expedientes
tramitados por hora entre los 628 negociados del edificio
administrativo más grande del país.

—¡Sasa! ¡Es Sasa! ¿Es que no lo entiendes? ¡El pobre Sasa!

Saso Dodó. En realidad se llamaba Humberto Legazpitxiurrebaría. Era


impensable llamar a alguien por el nombre de pila en un lugar tan
perfecto y frío. Es cierto que su apellido no ayudaba gran cosa, pero
no fue lo imposible de su pronunciación sin errores o gargajos lo que
alteró para los demás su nomenclatura. Sucedió el primer día de
trabajo. Tras superar la barrera de seguridad, una vez vaciados los
bolsillos de los más diversos cachivaches metálicos (una sierra
pequeña, un timbre de bicicleta y una corneta para sordos), se dirigió
a la recepción, donde ya lo esperaba Pérez con cara de sorna.

—¿Sa…sa…sa…..sabebe do…do…do…dondeestáelnegociaouno…
no..no….nonono?

Pérez, un borrachín incorregible y con la mala leche incrustada en el


tuétano de los huesos entendió bien, pero hasta cuatro veces hizo
repetir al pobre Humberto la pregunta, que a cada interrogante se
ponía más y más nervioso, hasta que sólo podía articular:

—Sasa… dodo….sasa…dodo…

Y desde entonces todos lo llamaron Sasa dodó. Trabajaba en el


negociado uno, el del Superintendente Director Absoluto Inamovible
del aparato burocrático del Estado, Autonomías, Ciudades y Chabolas
y era, para más inri, telefonista. Algunas malas lenguas opinaban que
“The boss”, como se le llamaba para ahorrar saliva, lo contrató
precisamente por su pequeña tara, ya que la comunicación verbal con
él era prácticamente imposible y así se evitaba la recepción de
llamadas incómodas.

Pero nadie contaba con la astucia de Sasa, que tenía su propio arte y

94
contestaba cantando al teléfono, lo cual le evitaba el tartamudeo y
hacía efectivo su trabajo, amén de entretener al interlocutor con
melodías tan dispares como “Clavelitos” o “Disco Ibiza Locomía”.
Además de un buen chorro de voz aderezaba sus interpretaciones con
instrumentos de fabricación propia, empleando aquellos cachivaches
de los que hablábamos antes, aunque con letras tan poco sensibles
como “Negociado número uno dígame; ahora le paso” o “Negociado
número uno dígame; en este momento no se encuentra”, que
acabarían convirtiéndose en clásicos modernos de la administración.

—¿El tartaja? —preguntó Antúnez como quien pregunta la hora.

—Está todo lleno de policías. ¿Bajas?

—No, cuéntame después, tengo que acabar con esto.

Olmos no daba crédito. Vaya tío, este Antúnez; apuesto a que si le


palma la parienta ni se inmuta hasta que acabe sus puñeteros
expedientes. Bajó en el ascensor y, nada más abrirse las puertas, un
golpe de calor humano y un olor a tigre bengalí le asoló el rostro.
Había una barahúnda de funcionarios, policías, fotógrafos y demás
curiosos agolpados en la puerta del negociado número uno. Los había
subidos en sillas, otros trepaban por las columnas, alguno buscaba
entre la gente al más talludo para emplearlo de torre de observación.

Por suerte Olmos era amigo de Svaroski, un ruso albino tan colosal
como poco avispado, fácilmente comprobable por su torpe andar,
como de elefante recién parido, y su cara de ciruelo. Arreglaba las
cañerías permanentemente averiadas del sistema de calefacción y la
llave inglesa del 21 era una extremidad más de su cuerpo. Svaroski
era sumiso; si eres el último del rango de miles de funcionarios, no te
queda otro remedio. Así que, disciplinado a la orden de Olmos de
dirigirse al meollo de la cuestión con el pretexto de arreglar un
calefactor, al mismo umbral de la puerta de la oficina de Sasa Dodó,
echó a andar en línea recta hacia su objetivo, separando con
elegancia a los que se interponían en su camino, como quien mueve
una caja de lugar. Olmos se agarraba a su espalda a modo de koala y
en pocos segundos tenía ante sí una imagen esperpéntica y hasta
irrisoria sino fuera por lo grave del suceso.

Habían muerto muchos antes, no era tan raro. Un infarto era lo más
frecuente, pero también hemiplejias, ictus, cirrosis,… Pero aquello era
inverosímil. El cuerpo escuálido y alargado de Sasa pendía
suspendido en el vacío colgado de unos tubos de neón que
parpadeaban y daban mayor sadismo a la escena, tres vueltas de
cable telefónico rodeaban su cuello y la lengua reposaba sobre la
barbilla; era una lengua inmensa; a Olmos le llamó la atención

95
poderosamente, hasta el punto de estirar la suya propia para
comprobar si podía igualarla en tamaño, intento que abortó ante la
mirada capciosa de un comisario avinagrado. ¿Un suicidio? ¿En
nuestra inmaculada administración? ¡Imposible! Se oían los gritos de
“The Boss”, que más que apesadumbrado estaba tremendamente
irritado. Enseguida empezaron las conjeturas.

—Dicen que estaba afónico.

—A lo mejor fue un accidente.

—¡Cómo que un accidente, animal!

—Yo que sé, cosas más raras se han visto. Pero es que un suicidio…

“The boss” salió de su despacho. En sus ojos no cabía la ira.

—¿Quién ha dicho suicidio? ¡Los funcionarios no se suicidan jamás!


No sé cómo han podido aprobar una oposición, ¿acaso no han leído
las causas de terminación del servicio en el art. 46 barra tres
apartado segundo? Yo se lo recuerdo, inútiles. Jubilación forzosa,
cese por el superior correspondiente o dimisión obligatoria. ¿Dice algo
de suicidio? ¿No, verdad? ¡Pues a callar!

El funeral fue simple pero lucido. Todos los funcionarios, excepto


Antúnez, excusado por motivos laborales, acudieron compungidos. El
sermón del Padre Míguelez, del negociado 96, fue muy sentido.

-Sasa Dodó. Un gran hombre que ha dimitido después de prestar un


gran servicio a nuestra administración…

Pocas semanas después un crío desarrapado con gorra de chulapo,


deslenguado y ladrón, impertinente las pocas veces que contestaba a
las llamadas, sustituyó a Sasa. Olmos volvió a encontrarse con
Antúnez en el ascensor.

—¿Qué pasó con Sasa?

—Dimitió. Una pena, además el nuevo es un cabrón.

—Una pena, sí.

—Sí, una pena.

Olmos miraba a Antúnez. Antúnez repasaba un expediente pendiente


que acabaría en el trayecto del piso 32 al bajo.

96
GUÍA DE CONCURSOS LITERARIOS

Aviso: notas orientativas

Estudia las bases detenidamente antes de participar. No participes en


ningún concurso que exija dinero por el mero hecho de admitir tu
obra. Anímate a enviar tus textos y no desesperes la constancia y la
fe en ti mismo son cruciales. Muchos concursos exigen la presencia

97
personal del ganador en la ceremonia de entrega de premios. Debes
tenerlo en cuenta: si tienes la fortuna de ser el ganador deberás
planificar el viaje y eso supone tiempo y dinero, así que fíjate en la
cuantía con que está dotado. Los pequeños concursos son una de las
mejores vías hoy por hoy para que reconozcan tu calidad como
escritor, tal y como está fuera de alcance el mundo de las grandes
editoriales. Si conoces algún concurso en vigor que no esté en esta
lista no dudes en hacérnoslo saber, pásate por el foro o envíanos un
correo a revistarsh@gmail.com

FEBRERO

- I CONCURSO DE RELATO BREVE ALEA IACTA EST: cuento,


entre 3 y 10 folios. Remisión únicamente por correo electrónico a
concurso.delenda@gmail.com Premio: 100 € y publicación al ganador,
además se publicarán también los 10 mejores relatos. Plazo hasta el
15 de febrero. Bases

- I Concurso de Microrrelatos de la Obra Social de Caja de


Ávila: microrrelatos de hasta doscientas palabras. Sólo por correo
electrónico (info@obrasocialcajadeavila.org) hasta el 15 de febrero.
Premio: ordenador portátil de última generación. Caja de Ávila se
reserva el derecho de publicar los 10 relatos finalistas de forma
individual. Bases

- VIII CERTAMEN DE NARRATIVA CORTA VILLA DE


TORRECAMPO: relatos con una extensión máxima de 20 folios. Sólo
consienten el envío por correo postal hasta el 18 de febrero. Premio
único de tres mil euros al ganador. Bases

- VIII CERTAMEN DE RELATO CORTO Y POESÍA PILAR PAZ


PASAMAR: relatos hasta cuatro folios y poesías hasta 30 versos.
Sólo para mujeres. Por correo postal hasta el 19 de febrero. Varios
premios, el de mayor cuantía es de 400 €. Bases

- IV CONCURSO DE RELATO BREVE HISTORIA DE TODOS:


relatos entre tres y cinco folios que traten el tema de la inmigración.
Se pueden enviar por correo postal o electrónico
(centrocultural@azuqueca.net) hasta el 22 de febrero. El premio está
dotado con 600 €. Bases

98
- X PREMIO DE POESÍA “VICTORIA KENT”: entre 280 y 350
versos. Por correo postal hasta el 29 de febrero. El premio es,
además de 300 €, la publicación en una edición de 500 ejemplares de
los que 100 serán entregados al ganador. Bases

- XIV PREMIO DE RELATOS BREVES. “VICTORIA KENT”: entre


seis y quince folios. En lo demás idénticas condiciones al anterior.
Bases

- I Concurso Internacional de Cuentos “Ciudad de Cartagena”:


de cinco a ocho folios, por correo postal hasta el 28 de febrero. El
premio está dotado con cinco mil quinientos euros (4000 € para el
ganador y 1500 € para un accésit). Bases

- VI Premio de Poesía Alonso de Ercilla : de seiscientos a


novecientos versos. Mil quinientos euros de premio más publicación.
Se pueden enviar los originales hasta el 28 de febrero por correo
electrónico o postal indistintamente. Bases

- IV CONCURSO DE CUENTOS 'SALVADOR GARCÍA JIMÉNEZ:


entre cinco y diez folios, por correo postal hasta el 29 de febrero.
Premio único de 2000 euros. Bases

- XI CERTAMEN LITERARIO DE RELATOS CORTOS 2008


(MEMORIAL RAFAEL MARTÍNEZ- SAGARRA): deben tratar sobre
la emigración. Hasta tres folios por correo postal. El plazo finaliza el
29 de febrero. Varios premios, el primero de 3000 euros. Bases

- IV CONCURSO DE POESÍA DULCE CHACÓN: extensión máxima


de cuatro folios, por correo postal hasta el 29 de febrero. Varios
premios, el mayor de 500 €. Bases

99
- XIX CONCURSO DE CUENTOS VALDEMERA: hasta diez folios por
correo postal hasta el 29 de febrero. Varios premios, al igual que el
anterior (ambos organizados por el Ayuntamiento de Velilla ) Bases

- XIII Concurso de Relatos Cortos Juan Martin Sauras: entre


cinco y quince folios hasta el 29 de febrero. Únicamente se admiten
manuscritos remitidos por correo postal. Dos premios (1200 y 600€)
Bases

CONSEJOS PARA CONTACTAR CON


EDITORIALES O AGENCIAS LITERARIAS
Recursos para el escritor

La agencia literaria Guillermo Schavelzon & Asociados remite, a los


que envían sus manuscritos y son rechazados, una carta llena de
consejos útiles para acercarse a una agencia literaria o editorial con
éxito o, al menos, con mayores posibilidades de éxito. No solo es
necesaria la calidad y el trabajo, sino también conocer ciertos
aspectos que, por formales, podemos obviar y pasar por alto. Aunque
extensa, creo que merece la pena leerla con detenimiento, ya que
pueden extraerse conclusiones esclarecedoras:

100
Hay escritores que están convencidos de haber sido rechazados en
más de una editorial, sin que su obra haya sido leída. Y es cierto. Las
editoriales rechazan –muchas veces sin mirar— la gran mayoría de
los materiales que reciben, y esto se debe a la enorme cantidad de
manuscritos que les llegan cada día, sin que el autor se haya tomado
el trabajo de preparar la información de una manera conveniente
para que la puedan considerar.

Muchas de las desagradables experiencias de rechazo, son en buena


parte consecuencia de no saber cómo presentar un proyecto o un
manuscrito a una editorial. El encontrar un agente o un editor, que a
veces resulta tan difícil, es algo que se puede resolver escribiendo.
Nuestra propia experiencia nos muestra que las formas más efectivas
para lograrlo, son todas por escrito. Sabiendo cómo vender un
proyecto o un manuscrito, las posibilidades de llegar a un contrato y
ser publicado aumentan notablemente. Es importante saber utilizar
los procedimientos habituales en el mundo internacional de la edición,
para presentar una propuesta editorial.

Es habitual creer que sin una recomendación personal no se consigue


nada. Y no suele ser así; es más, la “recomendación personal” es un
recurso del que se abusa tanto, que los editores no lo toman muy en
cuenta. Los editores están siempre sobrecargados de trabajo. Cuando
un escritor que quiere publicar consigue una entrevista personal con
un editor gracias a una recomendación, se está produciendo a sí
mismo un daño. Porque el editor lo recibirá por compromiso con
quien lo recomendó, y el escritor desaprovechará esa oportunidad
hablando de algo que el otro no conoce ni tiene interés en escuchar.
Al final le dejará un manuscrito que –en la mayoría de los casos—, irá
a parar a una pila de descarte. En el mejor de los casos, le será
devuelto unas cuantas semanas después con una carta más o menos
amable de rechazo.

Por qué resulta difícil publicar

No es complicado entender por qué es difícil y frustrante la búsqueda


de una editorial cuando está mal hecha. Una editorial grande, recibe
más de mil nuevas propuestas de edición por año (seis por cada día
de trabajo). Son enviadas espontáneamente por escritores a quienes
nadie se los solicitó, por editoriales extranjeras, y por agentes
literarios de todo el mundo. De esas 1.000, la editorial contratará 20
o 30, ya que el resto de los libros que publica son obras que los
editores han encargado, que vienen por contrataciones
internacionales de la casa matriz, o son nuevas obras de autores que
ya publican en la casa.

101
Cuando la prestigiosa editorial norteamericana Doubleday decidió,
hace varios años, no aceptar más manuscritos que no sean de los
autores de la casa, o que provengan de agentes literarios
reconocidos, estaba recibiendo 10.000 manuscritos no solicitados al
año: 45 por cada día de trabajo.

Recibir, leer, evaluar y eventualmente devolver cinco o seis


propuestas diarias, requiere del trabajo de dos o tres editores de
tiempo completo. Hoy ninguna editorial está en condiciones de asumir
esta tarea. Cuando alguien lo hace en los momentos libres, suele ser
quien recién comienza, justamente la persona menos preparada para
este tipo de evaluación.

“Los editores suelen estar sobrecargados de trabajo. Reciben durante


todo el día numerosas llamadas telefónicas de autores y agentes, de
los departamentos de publicidad, marketing y producción de su
empresa; asisten a reuniones en las que toman decisiones sobre
cubiertas, nuevas adquisiciones, programas de producción;
entrevistan, contratan y despiden ayudantes; negocian con la
dirección la adquisición de aquellos libros que desean publicar,
presupuestos de promoción para esos libros, y aumentos de salarios
y ascensos para ellos mismos. El resultado de todo esto es que buena
parte de su trabajo de edición y, habitualmente, casi todo su trabajo
de lectura queda relegado a las noches y los fines de semana, que
nunca son suficientes, sobre todo si tenemos en cuenta la gran
avalancha de manuscritos que continuamente se acumulan sobre
ellos. Tienen que dedicar la mayor parte del tiempo a proyectos ya
contratados, a libros en los que su empresa ha invertido ya una suma
considerable de esfuerzo y dinero, una inversión que tiene que ser
alimentada y protegida por los editores, que se esfuerzan por ayudar
al autor a conseguir que el libro sea presentado en condiciones
óptimas. Todo eso deja al editor muy poco tiempo o fuerzas para
dedicarlo a un autor nuevo, a menos que lo que ese autor le presente
sea realmente maravilloso”.

Albert Zuckerman, Cómo escribir un best seller.

Una propuesta por escrito, bien hecha, tiene muchas más


posibilidades de lograr aceptación, y de llegar a un contrato de
edición. “La Propuesta” o “La Propuesta Editorial” (“Editorial
Proposal”, en el mundo internacional de la edición), es como se
denomina lo que el escritor envía al posible agente o editor, para
interesarlo por un manuscrito o un proyecto. La Propuesta consta de
una serie de informaciones clave sobre el autor, la obra y el público al
que va dirigida, que no tienen que ocupar demasiadas páginas, y
cuya elaboración no es ningún desafío para quien fue capaz de
escribir un libro entero.

102
La presentación a una agencia literaria o a una editorial, consta de
dos etapas:

1. La Carta de Presentación

2. La Propuesta Editorial

La Carta de Presentación es una primera comunicación escrita, de


una página como máximo, presentándose usted y su libro o proyecto
de libro, en la que se pregunta al agente o al editor si tiene interés en
recibir una Propuesta más amplia.

La Carta de Presentación ahorra muchísimo tiempo, frustraciones y


dinero. Si un agente o una editorial no responde a la misma, usted se
habrá ahorrado hacer una copia completa del manuscrito y los gastos
de correos, ya que de enviarlo tampoco hubiera recibido atención.

La Carta de Presentación

El principal desafío es cómo llamar la atención de agentes o editores


que están sobre-demandados, faltos de tiempo, y que reciben una
gran cantidad de propuestas, además de la suya.

Si bien no hay una receta que garantice el éxito, la experiencia


muestra qué conviene hacer y qué no. Lory Perkins, una exitosa
agente de Nueva York, hace algunas sugerencias muy concretas para
escribir una Carta de Presentación:

• Nunca envíe una carta de presentación de más de una página.


Doscientas cincuenta palabras tienen que ser suficientes para
presentarse a usted mismo y a su libro. Llevo vendidos más de 2.000
libros y nunca envié a un editor una carta de más de una página. Si
me sale más extensa, la rescribo.• Busque provocar una clara y
sencilla primera impresión. Escriba lo imprescindible.

• No envíe cartas manuscritas, que dificultan la lectura. Escriba con


una tipografía legible, en cuerpo 10 a 12, ni menor ni mayor, sin
adornos ni colores. Son todos gestos de aficionado que no
impresionan a ningún editor.

• No intente ser original o gracioso, a menos que esté ofreciendo un


libro de humor, y esto sea parte de su presentación. Usted está
buscando una relación profesional, no un intercambio entre amigos.

• No le diga al agente o al editor a quien ni siquiera conoce, cuánto lo


respeta o lo admira. Los elogios injustificados no ayudan con los

103
profesionales serios.

• No olvide agregar sus datos completos: nombre, dirección, teléfono,


e-mail y horarios para recibir llamadas. Se sorprendería del número
de escritores que olvidan incluir sus datos en las cartas, y es
imposible responderles.

La Carta de Presentación para una obra de ficción y una de no-ficción,


no difieren demasiado. Por lo general, las de no-ficción deben ofrecer
más información sobre el autor, ya que sus antecedentes suelen ser
definitivos para lograr la contratación.
Cuando un agente o un autor presentan una novela a un editor,
cuando el editor la presenta a sus comités editoriales y cuando la
editorial la presenta a los libreros, cuanto más sintética es la
presentación, mejor.

Peter Rubin, agente literario, dice que la mejor sinopsis de una novela
es una larga frase, porque muestra que ambos, -el autor y la novela-,
están bien enfocados. Y agrega contundente: “si un escritor es
incapaz de describir su novela en una frase, probablemente a ese
libro le falte bastante trabajo.”

En síntesis: Nunca envíe manuscritos. Comience enviando una


Carta de Presentación a quien le interese como agente o editor. Tenga
preparada La Propuesta para enviarla de inmediato, si se la solicitan.
Si le responden que no interesa, o no le responden en una a dos
semanas, siga enviando la Carta de Presentación a todos los agentes
o editores que usted piense que se pueden interesar. Si prefiere
enviar a varios agentes y/o editores al mismo tiempo, indique
claramente en la carta que está haciendo un envío simultáneo a
varios.La Carta de Presentación debe contener:

1. Destinatario con nombre y apellido correcto.

2. Una breve presentación del autor (datos significativos como


escritor, no su historia personal).

3. Un párrafo de descripción del tema o argumento.

4. Alguna mención del público al que el libro está dirigido (nunca


ponga “para todo público”, porque esto no existe, y el editor creerá
que usted no piensa en los lectores).

5. Alguna estimación sobre “el mercado”. (“Hay 5.000 estudiantes de


cine en la Argentina”, o “la novela tal sobre un tema similar vendió
treinta mil ejemplares”, etc.).

104
6. Información determinante para la promoción del libro (“tengo una
cátedra de 1.500 alumnos”, o “escribo diariamente en varios diarios
del interior”)

7. Su nombre, dirección, teléfono y e-mail. Si no tiene correo


electrónico, es hora de tenerlo, saque uno gratuito. Un escritor que
no usa esta tecnología será considerado como alguien extraño en una
editorial.

La Propuesta Editorial consta de:

1. Autor y título del libro.

2. Una sinopsis argumental de la novela (2 a 3 páginas) o del libro


que usted quiere escribir si es de no-ficción (muchas veces estos
libros se escriben cuando ya hay un editor interesado). Este texto
tiene que dar un panorama general de su obra.

3. El índice, en especial si se trata de un libro de no-ficción.

4. Una muestra de escritura: uno o dos capítulos, no más de 15


páginas en total.

5. Información relevante sobre usted y su obra anterior, si ya ha


publicado. En este caso, conviene agregar un ejemplar.

6. Libros comparables. Muestre que conoce lo que ya se ha publicado


y que tenga algo similar al que usted propone, y explique por qué su
libro es diferente. (1 página).

7. Información “de mercado” (1 página). Esto se refiere a quiénes


serán los compradores de su libro. Si se trata de un libro de no-
ficción, en Internet se puede obtener muchísima información (por
ejemplo cuántos periodistas hay en el país, el número de miembros
de cualquier organización profesional, cuánta gente viaja por año a
Brasil, etc.) Si se trata de una novela, describa a qué tipo de lector se
dirige, quiénes son, qué otros libros leen, etc.

8. Información útil para promoción (uno o dos párrafos); por ejemplo


sus contactos en los medios si los tiene, o el número de alumnos, o
las organizaciones o grupos a que está vinculado, tanto en el país
como en el exterior.

9. Prensa: si usted ha tenido notas de prensa, críticas o entrevistas


publicadas, agregue cuatro o cinco, no más. Elija las más
representativas. Una crítica moderada de un gran diario vale mucho
más que un elogio de un medio menor.

105
¿JUNTO O SEPARADO? HE AQUÍ LA CUESTIÓN
Recursos para el escritor

106
Nuestra ilustre Academia resuelve las dudas que se nos podrían
plantear en relación con ciertas conjunciones, adverbios, etc., que
frecuentemente confundimos con el riesgo de provocar temblores,
ataques de ansiedad, alopecia e incluso paradas cardíacas con daños
irreparables a los más puristas del lenguaje. Cierto es que la lengua
hay que cuidarla, así que disculpen el sarcasmo anterior y vayamos al
tema:

Porque, por que, porqué y por qué.

Porque: conjunción subordinante átona que tiene los siguientes


valores:

a) Se usa mayoritariamente como conjunción causal, para


introducir la oración subordinada que expresa la causa de la acción
designada por el verbo de la principal: «Me tenéis envidia porque fui
la única que se casó» Con este valor no se considera correcta
hoy su escritura en dos palabras, es incorrecto: «Prefiere adoptar
el papel de villano por que es más efectivo»

b) También se emplea como conjunción final, seguida de un verbo


en subjuntivo, con sentido equivalente a para que: «Hará lo que
pueda porque su estancia en Suecia sea feliz». En este caso se
admite también su escritura en dos palabras: «Hará lo posible
por que se cure»

Por que: No debe confundirse la conjunción porque con las


secuencias siguientes, en que aparece escrito por que en dos
palabras:

a) La combinación del pronombre relativo que precedido de la


preposición por. Su identificación es fácil, ya que el relativo que

107
admite la anteposición del artículo correspondiente (el, la, los, las) o
puede sustituirse por otros relativos como el cual, la cual, los cuales,
las cuales: «La verdadera razón por que [= por la que, por la cual]
quieres quedarte es Miguel»

b) La combinación de la preposición por exigida por un verbo,


un sustantivo o un adjetivo, seguida de la conjunción
subordinante que: «No había que preocuparse por que me volviera
la destemplanza»; «Expresó su interés por que el decreto se lleve a
cabo»; «Llegan incluso ansiosos por que nos lo creamos».

Porqué: sustantivo masculino que significa ‘causa o motivo’.


Se usa precedido de determinante y su plural es porqués: «No
entiendo el porqué de esas letanías»; «La lucidez de su mente no
alcanzaba a comprender los porqués de su hijastro».

Por qué: combinación de la preposición por y el pronombre o


adjetivo interrogativo o exclamativo qué: «¿Por qué me has
hecho eso?»; «Aún no sé por qué razón he venido»; «—¡Que por qué!
—exclamó». Anteponer en estos casos el artículo el es incorrecto, así:
«Seguramente tú tienes una teoría para explicar el por qué ocurre
eso». Obsérvese que, en esta oración, por qué no es sustituible por
motivo o razón: *para explicar el motivo ocurre eso; debió decirse
para explicar por qué ocurre eso.

A parte, aparte

Aparte se escribe siempre en una sola palabra. No debe


confundirse con la combinación ocasional de la preposición a y
el sustantivo parte: «Se trata de un camino que no conduce a parte
alguna».

A donde, adonde, adónde, a dónde

Adonde. Adverbio relativo de lugar que expresa la dirección de


un movimiento. Es palabra átona y por ello se escribe sin tilde, a
diferencia del adverbio interrogativo o exclamativo adónde. Funciona,
a modo de conjunción, introduciendo oraciones de relativo con
antecedente o sin él: «Desciende a los infiernos, adonde va a
buscarlo la Diosa Madre» «Regresamos adonde nos esperaba el taxi».
También puede escribirse en dos palabras: a donde. Aunque
hasta ahora se venía recomendando un uso especializado de ambas
grafías: adonde —con o sin antecedente expreso— y a donde —sin

108
antecedente expreso—, esta recomendación no ha cuajado en el uso
y hoy se admite como correcto el empleo indistinto de ambas
formas: «Esperamos nerviosos el mediodía en el lugar a donde
hemos sido conducidos»; «Vaya a donde quiera, descanse».

Adónde. Adverbio interrogativo o exclamativo que significa ‘a qué


lugar’. Es tónico y por ello se escribe con tilde. Introduce enunciados
interrogativos o exclamativos directos y subordinadas interrogativas o
exclamativas indirectas: «¿Y adónde llegaremos?»; «No sé adónde
ir». No hay razones para censurar la escritura de este adverbio en
dos palabras, documentada desde siempre en todo tipo de textos; así
pues, son igualmente aceptables las grafías adónde y a dónde:
«Esas seducciones, ¿qué significaban, a dónde conducían?».

En el español actual debe evitarse el uso arcaico de adónde, a dónde


sin valor de movimiento, es incorrecto: «Me preguntó Carlitos, mi
hijo, que adónde había estado».

Sino, si no

Sino. Como sustantivo masculino: ‘fatalidad o destino’: «¿Qué


extraño sino me encadenó a él?»

Como conjunción adversativa, presenta los valores siguientes:

Se usa para contraponer un concepto afirmativo a otro negativo


expresado antes: «No me refiero al trabajo, sino a tu vida misma».
Cuando lo que se contrapone son oraciones con el verbo en forma
personal, sino debe ir seguido de que: «Prada no compraba la droga,
sino que la vendía».
Toma en ocasiones el valor de excepto: «Sabes que no quiero a nadie
sino a ti».

En correlación con no solo, denota adición de otro u otros miembros a


la cláusula. Con frecuencia suele acompañarse del adverbio también:
«La mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo»; «Le
parecía que estaba enloqueciendo, no solo de miedo, sino también de
aburrimiento».

También puede tener un valor cercano a más que, otra cosa que:
«Buril no quería sino retornar a la sede de su dignidad y poder en la
corte».

Si no: No debe confundirse la conjunción adversativa sino antes

109
descrita con si no, secuencia formada por la conjunción si
seguida del adverbio de negación no: «¿Y quién se lo dirá, si no
lo hace usted?»; «Tu actitud conmigo es bastante rara, si no
insultante: me tratas como a un niño»; «No sé si no es mejor que
fracase este encuentro». El segundo elemento de la secuencia —la
negación no— es tónico, frente a la atonicidad de la conjunción
adversativa sino.

Enseguida, en seguida

Enseguida. ‘Inmediatamente a continuación’: «Hubo una breve


pausa y enseguida atacó los compases iniciales de “Strangers in the
night”»; y ‘en muy poco tiempo’: «Los muertos aprenden a vivir
enseguida». Hoy es mayoritaria y preferible su escritura en una
sola palabra, aunque también es válida la grafía en seguida:
«Los matrimonios se acostumbran en seguida a que todo les pase a
ambos».

110

You might also like