República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular de Educación Superior

Instituto Universitario Experimental de Tecnología
“Andrés Eloy Blanco”

Critica sobre la Educación Conductista

Sistema de Educación Superior.

Módulo: Teorías del Aprendizaje

Facilitador: Msc. Oscar José Suárez S
Participante: Marielka Figueroa

JULIO 2009
 Critica sobre la Educación Conductista
Sistema de Educación Superior.

Para abordar el tema de la educación conductista a nivel superior se hace

necesario tener en cuenta en qué consiste dicho fenómeno. El conductismo,
como teoría de aprendizaje, puede remontarse hasta la época de Aristóteles,
desde entonces han surgido una serie de enfoques conductistas tales como:

La teoría del condicionamiento clásico de Pávlov: explica como los

estímulos simultáneos llegan a evocar respuestas semejantes, aunque tal
respuesta fuera evocada en principio sólo por uno de ellos.

Thorndike: el aprendizaje se produce por ensayo y error o por selección y

conexión. De esta manera, un comportamiento tiene una respuesta positiva,
genera una conexión firme en términos de aprendizajes. Ley del Refuerzo.

El Principio de Contigüidad Gurthrie: también conocido como aprendizaje

asociativo, en la cual se establece cuando dos sensaciones ocurren en forma
repetida, acaban por asociarse, de manera que cuando solo ocurre una de
estas sensaciones, la otra también aparece.

La teoría del condicionamiento instrumental u operante de Skinner

describe cómo los refuerzos forman y mantienen un comportamiento
determinado.

John B. Watson: que defiende el empleo de procedimientos estrictamente

experimentales para estudiar el comportamiento observable (la conducta),
considerando el entorno como un conjunto de estímulos-respuesta.

Albert Bandura: existen otros dos tipos de aprendizaje que ocurren por
Observación. Hay mecanismos internos de representación de la información,
que son cruciales para que exista el aprendizaje.
 Desde entonces existen diversas teorías nos ayudan a comprender,
predecir, y controlar el comportamiento humano y tratan de explicar como los
sujetos acceden al conocimiento. Su objeto de estudio se centra en la
adquisición de destrezas y habilidades, en el razonamiento y en la
adquisición de conceptos.

Cuando se habla de conductismo aparece una referencia a palabras tales

como "estímulo" "respuesta" "refuerzo", "aprendizaje" lo que suele dar la idea
de un esquema de razonamiento acotado y calculador. Es decir que es un
método de enseñanza tradicional, basado en una clase expositiva o frontal
en donde no hay participación alguna del estudiante, sino que éste actúa
como receptor pasivo de la información, este hecho ha sido apoyado por
teorías psicológicas del desarrollo que se centran en la pasividad de la
mente: El Asociacionismo y Conductismo.

Tomando en cuenta estos planteamientos es de suma importancia el

cambio de estos arquetipos para los modelos de enseñanza-aprendizaje
dentro de los Sistemas Educativos, especialmente en los casos de la
docencia universitaria que se basaba en modelos que conciben el papel del
profesor centrado en la transmisión de contenidos, principalmente
académicos, y el control de la adquisición de los mismos mediante exámenes
finales.

Ahora bien! debe entonces presentarse un nuevo paradigma de

aprendizaje, donde el alumno no sega cumpliendo roles de mero asimilador
de contenidos, sino que habrá de formarse en el desarrollo de competencias
y capacidades. Pero esto requiere de un profundo cambio metodológico,
tanto en la forma de organizar y llevar a cabo las actividades y procesos de
aprendizaje del alumnado, como su evaluación y, fundamentalmente la
utilización de la evaluación como estrategia para mejorar y favorecer los
aprendizajes, en vez de cómo simple referencia de éxito o fracaso en los
mismos.
 Esta serie factores de cambio indiscutiblemente mejorara el ámbito del
aprendizaje y de la calidad docente, donde dicho factores
extraordinariamente son influyentes y condicionadores en los procesos de
aprendizaje que se desarrollan y la calidad de los mismos.

Cuando se consigue alcanzar una alta adecuación entre el sistema de

evaluación, los objetivos perseguidos y las actividades de aprendizaje
planificadas, la calidad de la formación y los niveles de aprendizaje y éxito
mejoran notablemente.

Por otra parte, cuando se pretende convertir al alumnado en protagonista

de su propio aprendizaje y de la organización de su propio currículo e
itinerario formativo, la implicación del alumnado en sus propios procesos de
aprendizaje y de evaluación de los mismos, se revela como una herramienta
básica para el reforzamiento y mejora de dichos procesos.