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FINAL FANTASY XIII

Episode Zero
Friends - Capítulo 3

by Vanille
Final Fantasy XIII Blog
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Todo el mundo dejaba escapar suspiros de emoción dentro de la nave. Bajo ellos,
fragmentos de luz se dispersaban por toda la superficie del lago, destelleando. El ambiente
entero estaba coloreado por varios tonos de color verde. Acababan de pasar por el área
residencial de Sanles, que estaba al lado del bosque natural más grande de Cocoon.

"¿Es eso el Lago Shela?"

"Eh, ¿qué es ese árbol tan grande de allí?"

"¿Es una montaña?"

Las voces de los niños eran tan ruidosas que casi parecía que iban a romper las ventanas
de la nave.

"¡Ya está bien, todo el mundo en silencio, por favor!" Las voces de sus profesores hicieron
eco entre las de ellos.

Después de haber llevado diez años haciendo esto, los profesores ya ni se inmutaban, pero
el personal de la nave desaprobaba la actitud de los niños. Esta nave normalmente solo
lleva a pasajeros que pueden pagar el elevado precio del viaje, lo que significa que casi
siempre se trata de miembros del Sanctum en viajes de negocios. Vigilar a niños estaba
fuera de su especialidad.

La reserva natural estaba localizada en un área que solo se podía alcanzar desde un punto
de acceso especial. Por ello contrataron a una de las últimas naves civiles. El resultado fue
cierta inexperiencia por parte del personal, ya que dicho viaje solo se realizaba unas pocas
veces al año, y por ello no estaban muy acostumbrados.

La nave fue perdiendo gradualmente altitud y el Lago Shela se acercaba cada vez más. La
superficie de este abarcó todas las miradas de los niños, que de nuevo empezaron a
cotorrear emocionados. Su profesor dio una palmada y elevó la voz: "¡Prestad atención!"
Todo el mundo se calló.

"La nave aterrizará pronto. No aterrizaremos junto al lago, si no en una instalación de


aterrizaje temporal. Por favor, tened cuidado, no corráis. Levantad la mano si me habéis
entendido."

"¡Vale!", dijo todo el mundo, levantando la mano al unísono. Hope escuchó una voz detrás
suya decir "Oh, wow..." Era Kai. Hope mantuvo la mano levantada y le preguntó en voz baja:

"¿Qué pasa?"
"Es muy difícil aterrizar en un lugar que no tiene pista de aterrizaje."
"¿Eh?"
"Y esta nave es grande, solo un piloto especialista podría aterrizar aquí."

Hope no terminaba de entender lo que estaba diciendo. Kai quería ser un piloto del ejército
cuando fuera mayor, así que lo sabía todo sobre el tema, pero Hope no tenía ni idea.
Aunque si Kai decía que el piloto era increíble, debía ser verdad.

"¿De qué estáis hablando?", dijo Elida. Estaba de pie al lado de Kai, apoyándose en él.

"Hablas demasiado alto." Kai frunció el ceño. Elida era la mejor cantante de la clase, pero
también tenía la voz más chillona.
Se habían conocido durante la ceremonia de introducción de su escuela, al entrar en
primaria. Los profesores les habían sentado juntos. También se sentaron juntos en clase y
los tres se volvieron muy amigos. Siempre hacían todo juntos.

Sus intereses, gustos y personalidades eran completamente diferentes, pero a veces las
razones superficiales importan más que las profundas. Como que vivían cerca los unos de
los otros, así que a menudo volvían a casa juntos después del colegio. Tanto Hope como
Elida eran hijos únicos en su familia, pero Kai tenía un hermano tres años menor que se
llamaba Hal. Los cuatro solían jugar juntos.

Año tras año, siempre terminaban en la misma clase. Aunque no siempre se sentaban
juntos, en excursiones y eventos como este nunca se separaban.

"Dice que el piloto de la nave es realmente increíble." Hope se inclinó hacia Elida para
decírselo al oído.

"¿Increíble? ¿El qué?" Elida torció la cabeza. Kai estaba a punto de dar una explicación
detallada, pero el profesor se le adelantó.

"¡Eh, vosotros! Dejad de hablar y bajad las manos."

De todos, solo los tres seguían con la mano levantada. Las bajaron rápidamente,
avergonzados, y todo el mundo se rió.

"¡Es todo culpa vuestra!", dijo Elida, lloriqueando. Y entonces el paisaje de afuera se detuvo
repentinamente. Hope ni siquiera sintió el mínimo temblor al aterrizar. No sabía sobre
naves, pero incluso así podía decir que el piloto era bueno.

"Ya ves, bastante bueno, ¿eh?", dijo Kai, como si hubiese aterrizado él.

La primera cosa en la que los niños se fijaron nada más bajarse de la nave fue el suelo.
Nunca habían sentido nada así antes. En Palumpolum había asfalto por todas partes.
Incluso en los parques había pocos sitios en los que nada cubriera la tierra.

Los niños estaban sorprendidos ante la extraña sensación bajo sus pies, pero cuando se
fijaron en su alrededor se sorprendieron aún más de lo que estaban viendo. Los árboles y la
hierba no eran comunes, siempre estaban rodeados de piedras o en macetas. Nunca
habían visto tanto verde como aquí.

"¡Está bien, todo el mundo prestando atención! ¿Alguien recuerda las normas de la
excursión que aprendimos ayer?"

Todo el mundo levantó la mano.

"Vale, pues, ¿cuáles son los tres "no"? ¡Vamos a decirlo todos juntos!"

"No corras, no juegues y no empujes."

"¡Muy bien! Son normas diferentes a las de la ciudad porque aquí es fácil resbalarse, por
eso no debéis correr. También, los monstruos de aquí normalmente están tranquilos, pero si
gritáis o hacéis mucho ruido se sorprenderán y quizá os ataquen. Así que vamos a
comportarnos bien, ¿vale?"

Habían hablado de esto muchas veces, desde que supieron que habían sido elegidos para
venir. Sabían que simplemente decirle a los niños que se comportaran no serviría de nada,
así que se lo metieron en la cabeza a base de repetirlo. Los soldados ya habían conducido a
los monstruos más peligrosos lejos del camino que ellos seguirían. Los únicos que
quedaban eran los más dóciles y tranquilos, que incluso habían sido entrenados para no
acercarse a los visitantes.

Hacer todo esto llevó mucho más tiempo que simplemente matar a los monstruos. Pero la
cosa era que en Sanles los estaban estudiando, así que no podían acabar con ellos. Hope
lo sabía por su padre.

"Y hay una cosa importante más que debéis recordar. Hay muchos barrancos y precipicios
por aquí, son muy peligrosos. Hoy han puesto plataformas y cuerdas para nosotros, pero
solo en determinadas áreas. ¡Nunca salgáis del área de observación! Estos investigadores
nos guiarán, así que, por favor, escuchad todo lo que digan. ¿Habéis entendido?"

Todo el mundo levantó la mano. Hope desvió la vista hacia el sendero que seguirían. A
través de la densa arboleda pudo ver escarpados precipicios y puntiagudas rocas. Se sintió
un poco nervioso al pensar en caminar por un lugar que era "muy peligroso".

Según el plan, irían desde el Lago Shela hasta el Paso Arco Iris, y caminarían a través del
sendero del bosque antes de volver. Una vez regresaran a la ribera del lago, tomarían el
almuerzo y tendrían algo de tiempo libre. Hope pensó que solo debería ir por el mencionado
sendero la gente que quisiera. Si no querían, tendrían que poder quedarse en el lago.

El borde del Lago Shela era precioso. Flores de varios colores emergían por todas partes.
Cerca había grandes árboles. Las sombras que producían daban sensación de calma y
frescor.

Hope prefería jugar dentro que fuera. Le gustaba jugar a juegos en casa, o ir a casa de Kai
a ver fotos de armamento y maquinaria del ejército. Pero como tanto a Kai como a Elida les
gustaba jugar fuera, solo jugaban dentro los días lluviosos, o cuando Hal estaba tan
enfermo que no podía salir.

"Bien, ahora vamos a dividiros por clase. El camino es estrecho, así que, por favor, ¡formad
una única fila en línea recta!"

Cada clase tenía un investigador que les guiaría. Al contrario que los profesores, los
investigadores no estaban habituados a elevar la voz. Cada uno llevaba un pequeño
megáfono.

La fila de niños se movió lentamente. Era bastante larga; cerca de unas cien personas la
conformaban.

"Estas flores son tan bonitas." Elida acercó la mano a una pálida flor roja, pero Hope la
detuvo.

"No puedes. Se supone que no podemos tocar ni coger nada relacionado con las plantas.
Dicen que incluso hay algunas que pueden provocarnos alergia."

"Lo sé. Solo iba a hacerle una foto.", dijo Elida mientras sacaba una cámara de juguete de
su bolsillo.

"Me pregunto si mamá querría una foto de una flor..."

Hope sacó también su cámara. Las cámaras enviaban datos guardados automáticamente,
eran absolutamente imprescindibles para eventos como este. Comparadas con cámaras
normales, las de juguete tenían poca memoria. Una vez la llenabas toda, los datos
guardados se enviaban automáticamente a la terminal de ordenadores más cercana.
Entonces, durante ese mismo día, las fotos en papel eran enviadas a tu casa.

La cámara es barata y está hecha para usarse y tirarse, así que es perfecta para niños, que
podrían tirarla al suelo o romperla. Y poder usar todo el espacio disponible en un día lo hace
todavía mejor.

Hope enfocó la pálida roja flor con la cámara. También sacó otra de una flor blanca que
había al lado. Sus finos pétalos se movían con la brisa; hizo una foto de eso. "Espero que
las fotos salgan bien.", pensó. Había flores aquí que nunca verías en la ciudad. Y no solo
flores, el monstruo que podía ver en la distancia solo le añadía más encanto a Sanles.

Hope estaba en trance, sacando una foto tras otra. Ni siquiera se dio cuenta de que estaba
subiendo por una colina.
"Hey, ¿no crees que el viento de aquí tiene un olor un poco... raro?", le dijo Elida. Hope
también lo había advertido. Desde que dejaron la ribera del lago y empezaron a andar por el
paso.

"Huele como a... Ugh... A medicina." Kai olfateó el aire e hizo una mueca de asco.

"No, a medicina no. ¿A hierbas?"

"Sí, como la clase de cosas que mi abuelo bebe."

Escuchando su conversación, probablemente, la investigadora delante suya se giró y sonrió.

"Ese es el olor de lo natural. Del barro y de la hierba."

Todos los niños intercambiaron miradas. Había barro en la ciudad, macetas con flores y
otras plantas que crecían de la tierra. Pero nunca habían olido nada como esto.

"La suciedad sin tratar ni purificar huele así. Y también las plantas que crecen en ella."

"Ahora que lo pienso,", pensó Hope,"las plantas también huelen diferente. No realmente
diferente, pero sí más fuerte." Se había acercado lo suficiente como para sacarles una foto,
pero el dulce olor le había absorbido y sorprendido. Se preguntó si era a causa de la
suciedad.

"¡Mirad! ¡Un monstruo!", gritó alguien. Cuando Hope miró, vio algo arrastrándose por el
borde de un barranco. Era translúcido y fangoso. "Qué monstruo más extraño."

"Eso es un Vegetapudding. La variedad mejorada de su raza es comestible."

Todo el mundo elevó la voz como señal de shock e incredulidad.

"No creo que os diga lo que se produce de él. Sería un gran problema que algunos niños se
disgustaran y no quisieran comer más.", bromeó a la vez que guiñaba un ojo.

Al cabo de llegar al Paso Arcoiris, su excursión natural estaba a punto de degenerar en una
discusión sobre qué clase de comida podía ser un Vegetapudding. Probablemente la
investigadora lo tenía planeado desde que empezó a hablar de Vegetapuddings
comestibles.

Cuando alcanzaron la cima del paso, el panorama borró todo pensamiento relativo a
monstruos. Un arco iris formaba un arco en el cielo, y la luz solar formaba rendijas brillantes
entre las nubes. Hope escuchó el clic de la cámara de alguien. Seguro que acababan de
darse cuenta de que llevaban una. Esa fue la señal para que todo el mundo cogiera sus
cámaras y se apresurara a tomar una foto del paisaje ante ellos.

"Hay un montón de lugares bonitos, así que recordad dejar espacio suficiente en vuestras
cámaras."

Ante esas palabras, el sonido de los clics se detuvo. Hope apenas podía controlarse, ya casi
había utilizado todo el espacio disponible.

"Si hubiera traído otra cámara...", dijo Elida tristemente.

Seguramente todos estaban pensando lo mismo. Pero las normas decían que solo podía
haber una cámara por persona.

"Escuchad todos, mirad hacia allí, por favor." La investigadora estaba hablando por el
megáfono. Debía haber esperado hasta que todo el mundo terminara de sacar fotos para
empezar con su discurso.

"Como todos sabéis, el tiempo en Cocoon está controlado por el fal'Cie. Como regla
general, el fal'Cie no les dice a los humanos cómo va a ser el tiempo."
"Pero hay excepciones. Para tormentas, relámpagos, vientos fuertes y mal tiempo en
general, el fal'Cie envía avisos al Sanctum, y el Sanctum alerta a los ciudadanos para que
se puedan preparar. Los anuncios del fal'Cie siempre son correctos, nunca se equivocan."

"Comparad esto con la así llamada "previsión del tiempo", donde los humanos reúnen datos
de los cambios del tiempo climático. Normalmente son bastante exactos, pero no son más
que predicciones, y a veces pueden ser incorrectas."

"Al contrario que en el resto de Cocoon, el tiempo en Sanles está controlado por su propio
fal'Cie. Es así porque estamos estudiando el efecto que tienen la lluvia, el viento y otros
factores en las plantas y en los monstruos."

Elida levantó la mano, queriendo hacer una pregunta.

"¿Hay algún monstruo al que no le guste la lluvia?"

Elida odiaba la lluvia. Probablemente por eso pensó en esa pregunta.

"Por supuesto que sí. Pero también hay monstruos que la adoran."

La niña cambió de expresión. Tenía aspecto de desear no haber preguntado. Hope y Kai
tuvieron que contenerse la risa.

"No está en nuestro recorrido de hoy, pero más allá de ese acantilado hay un valle en el que
mantenemos a monstruos a los que les encanta la lluvia, y a monstruos que la odian.
Estamos controlando la lluvia en esa área y haciendo revisiones habituales para ver cómo
reaccionan. Esa es la causa de que veáis normalmente un arco iris desde este paso."

"¿No dijo papá que era la luz atravesando partículas de agua lo que hacía los arco iris?",
pensó Hope. "Debería preguntarle sobre los Vegetapuddings comestibles, seguro que lo
sabe."

"Bien, dirijámonos al área siguiente. Más arriba hay un lugar llamado "El Sendero del Árbol
Sombreado". Allí hay muchas plantas inusuales que odian la luz solar. Pero es un lugar muy
resbaladizo, así que tened cuidado al sacar fotos. Eso es todo.", dijo la investigadora,
pulsando el interruptor de su micrófono.

Los niños formaron otra vez una fila y continuaron sendero abajo. El camino desde la ribera
hasta la cima del Paso Arco Iris había sido una colina, pero ahora era una gentil cuesta
abajo. A pesar de eso, era más difícil caminar. Hope nunca habría adivinado lo resbaladizos
que podían ser la hierba y el barro juntos. El sendero era liso, sin rocas, pero estuvo a punto
de caerse varias veces. Cuando se cayó, se llenó entero de barro. La información que había
recibido sobre la excursión decía: "Traer zapatos que sean cómodos y ropa que no importe
ensuciar." Ahora sabía lo que significaba.

Mirando alrededor, se alegró de que todavía le quedara algo de espacio libre en su cámara
de juguete. Olvidó la fatiga tomando fotos de la suave luz golpeando las rocas, de la hierba
transparente como el cristal.

Cuando llegaron al final del sendero, Hope hizo una última foto. La luz indicó que los datos
se estaban enviando, y entonces la cámara se apagó. Ahora no era más que una caja
vacía. Mientras la guardaba en su bolsillo, sintió inseguridad. Ahora no tenía nada que
hacer.

Aunque el camino de vuelta era el mismo, parecía volverse más difícil caminar. Arrastraba
los pies.

"Ugh, ¿podemos irnos ya a casa?", dijo Hope, quejándose un poco.

"Por favor.", dijo Elida sin aliento.

"Pero, una vez lleguemos al Lago Shela... ¡Podremos hacer lo que queramos!"
Kai era el único que parecía estar lleno de energía. Aparentemente no le preocupaba
caerse; sus manos y ropa estaban llenas de porquería.

"Kai, tienes que tener más cuidado. ¿Qué pasa si te haces daño?"

Decía que estaba bien, pero rápidamente se cayó de espaldas. Sin importarle, se levantó de
un salto y siguió caminando.

"Si dice que está bien, es que está bien.", dijo Elida suspirando.

Después de tomar el almuerzo y descansar un rato, Hope sintió que toda fatiga había
desaparecido. Cuando regresó a la orilla del lago pensó que nunca se querría volver a
mover.

"¿Qué deberíamos hacer? Todavía tenemos mucho tiempo."

Aquí podían correr y gritar todo lo que quisieran, no se meterían en problemas por hacerlo.

"Trepemos por ese gran árbol de allí. Quiero hacer una foto desde arriba."

"¿Todavía no has terminado de sacar todas las fotos, Kai? Normalmente las sacas todas de
una vez.", dijo Elida, sorprendida. Hope pudo sentir que algo malo iba a pasar; intentó
detenerles antes de que sucediera.

"No podemos trepar por los árboles o las rocas. Si trepárais por ese árbol y os cayérais,
moriríais."

Ni Kai ni Elida eran capaces de pensar en otra cosa cuando estaban emocionados con algo.
Siempre estaba en manos de Hope el intentar detenerles.

"¿Y cómo vais a trepar por él? No creo que podáis."

"Pero se lo prometí a Hal. Le dije que haría una foto realmente chula para él."

"Oh, sí, es verdad.", pensó Hope. Hal quería venir a la excursión, pero todavía no estaba en
el colegio. Kai había pasado mucho tiempo tratando de calmarle, tratando de inventar algún
motivo que le impidiera ir. Por eso seguramente le había prometido que haría una foto guay.

"Entonces, ¿por qué no hiciste una en la cima del Paso Arco..."

"La hice, pero no me pareció suficiente. También les hice fotos a los monstruos, pero no me
parecieron suficientemente chulas, ¿sabes? Así que mi última foto la quiero hacer desde lo
alto de ese árbol."

"Pero no puedes. Ese árbol no."

"Nunca lo sabrás hasta que no lo intentes.", dijo Kai, poniendo la mano sobre el bolsillo.
Frunció el ceño.

"¿Qué pasa?"

Kai no dijo nada, comprobó el otro bolsillo. Hope se sintió aliviado.

"¿Qué? No habrás tirado tu cámara, ¿no?"

Miró en el bolsillo de su abrigo y en su mochila. Después de mirar en todas partes,


finalmente se dio por vencido. Hope y Elida podían decir lo que había pasado solo con
mirarle a la cara.

"Bueno, estoy seguro de que se habrá caído por aquí, en alguna parte.", dijo Hope.
Tenía que ser así, todos estaban de acuerdo. Así que buscaron por toda la zona, pero
regresaron con las manos vacías.

"¿Se te habrá caído en el sendero? No dejabas de caerte." Elida señaló sus sucias rodillas.

"No, la tenía conmigo cuando volvimos. Estaba decidiendo si hacer o no una foto en el paso.
Sé que la tenía conmigo en ese momento."

Así que tenía que haber sido en algún lugar entre el Paso Arco Iris y la ribera del lago. Pero
ya no podían regresar allí. Cuando volvieron, el sendero estaba cerrado de nuevo. Los
investigadores querían mantener fuera cualquier interferencia.

"Eh, Hope, ¿tu cámara tiene algo de espacio libre?"

Normalmente Hope terminaría prestándosela. Kai y Elida siempre sacaban fotos el doble de
rápido que Hope, y gastaban todo el espacio. Hope creía que deberían pensar un poco más
en las fotos que hacían, pero, cuando se lo decía, ellos simplemente decían que pensaba
demasiado.

Hoy era diferente.

"Lo siento, los datos ya están mandados."

Era imposible pensar demasiado en qué fotos sacar aquí. El paisaje de Sanles era
demasiado bonito. Eso hacía aún más extraño que Kai no hubiera terminado de sacar todas
las fotos.

"Los míos también. Gasté toda la memoria en el Paso Arco Iris.", dijo Elida.

Kai suspiró.

"Entonces supongo que es lo que hay."

"No te preocupes, le enseñaré mis fotos a Hal.", dijo Elida intentando hacerle sentirse mejor.
"Hope también le enseñará las suyas. Eso debería bastar, ¿no? Verá el doble de fotos,
estoy segura de que estará contento."

Pero las fotos llegarían a sus casas esa misma noche. Hal solo las podría ver al día
siguiente, después del colegio. Hope pensó en Hal. Los cuatro solían jugar juntos después
de clases. Le disgustaba que él fuera el único que no iba. Siempre decía: "¿Por qué no
puedo ir?"

Hal estaría tan decepcionado...


No, tenían que hacerlo. Tenían que hacerlo por Hal.
"Vamos a buscarla."

Kai y Elida se sorprendieron.

"El Paso Arco Iris no está tan lejos. Echemos un vistazo hasta que se acabe el tiempo."

"Pero se supone que no podemos ir por el sendero."

"Pues tendremos que colarnos."

Se miraron los unos a los otros. Nunca pensaron que Hope pudiera decir algo así.

"Mi padre dice que nunca deberías romper una promesa, no importa lo pequeña que sea."

También dice que si has olvidado una promesa, la otra persona la recordará. Kai podría
simplemente decir que no pudo hacer nada por remediarlo y que las cosas sucedieron así,
pero Hal habría estado esperando emocionado esas fotos todo el día y sería una decepción.

"Vamos a buscarla.", dijo de nuevo. Incluso aunque Hal no tuviera su edad, era su amigo.
Elida parecía sentir lo mismo.

"Sí, no queremos que Hal se sienta decepcionado."

Estaba decidido.

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