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ECONOMIA AMBIENTAL
ECONOMIA AMBIENTAL
LEONEL RODRIGUEZ
ING: ECONOMICO
poblaciones que las habitan. Pero no debemos olvidar que existen algunos
ecosistemas de importancia estratégica que el municipio debe tener en
cuenta en su plan de ordenamiento; tal es el caso de los manglares,
estuarios, meandros, ciénagas u otras habitas similares de recursos
hidrobiológicos, así como los cuerpos de agua y zonas aledañas en los
cuales se adelantan programas de acuicultura. La ley 99 de 1993 también
advierte que los páramos, subpáramos, los nacimientos de agua y las zonas
de recarga de acuíferos serán objeto de protección especial. La importancia
de estas zonas está reconocida por la Política Nacional de Humedales, de
esta manera, la utilización de nuevas categorías de manejo deberá ofrecer
una mayor flexibilidad en las prácticas de gestión y permitir incorporar a la
protección de nuestro patrimonio natural superficies adicionales de terreno,
las cuales por su tamaño, condiciones de intervención antrópica, o
necesidades de utilización económica directa, no es viable asignarlas a
ninguna de las categorías existentes. Un aspecto prioritario en este sentido,
lo constituyen las áreas correspondientes a las cuencas abastecedoras de
los acueductos municipales y veredales donde, generalmente, se adelantan
actividades productivas no controladas y en consecuencia han sido en
alguna medida degradadas por la ejecución de dichas actividades. Estas
áreas requieren ser protegidas y manejadas adecuadamente para garantizar
la permanencia de los recursos que aún subsisten, o para procurar su
recuperación, al mismo tiempo que puedan contribuir a la conservación de la
biodiversidad. Dentro del ordenamiento de nuestro territorio contamos hoy
con varias figuras de Protección de áreas protegidas que han otorgado
autonomía a las comunidades para el manejo y uso de su territorio; es el
caso de los resguardos indígenas y los territorios colectivos de comunidades
negras. Aunque muchas comunidades étnicas conservan entre sus
tradiciones culturales sistemas productivos tradicionales y un alto
conocimiento de la biodiversidad que conforma su territorio, muchas otras
han sufrido procesos de aculturación por las dinámicas sociales en las que
se han visto envueltas y han adoptado sistemas productivos más tecnificados
generando mayor impacto sobre el medio ambiente. En esa medida
encontramos que en varias regiones de nuestro territorio existen traslapes en
la zonificación de figuras de ordenamiento que tienen objetivos distintos y
que tienen cierta incidencia en materia de uso y aprovechamiento de los
elementos de la biodiversidad. Es el caso de resguardos indígenas con
parques nacionales, territorios colectivos de comunidades negras con
parques nacionales y en algunos casos los tres. Esto sin tener en cuenta
procesos de colonización que llegan a afectar de manera considerable
parques nacionales. Se dice que los planes de ordenamiento territorial están
subordinados y se ubican cronológicamente después de la formulación de
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los planes de desarrollo. Esta puede ser en algunos casos una dificultad de
carácter estructural, ya que sería más efectivo planear el desarrollo de los
asentamientos, bajo las condiciones que impone antes un sistema de
planeación de la capacidad de las tierras y de la determinación de la oferta
potencial de servicios que los soportan y no al contrario como ocurre en la
actualidad. Por otra parte, hay que analizar la integración e integralidad de
los planes de ordenamiento territorial a nivel regional y nacional. Se trata
entonces, de reconocer que la preservación, generación y renovabilidad de
los recursos naturales para mejorar las condiciones de habitabilidad de los
asentamientos y satisfacer las necesidades humanas, dependen entre otras
cosas de balancear factores de sostenibilidad territoriales en el orden social,
intercultural, tecnológico y económico.
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