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Jacek Kochanowicz.

Universidad de Varsovia. Facultad de Ciencias Económicas. Dluga 44/50. 00-241 Varsovia

LA TEORIA DE CHAYANOV Y EL PUNTO DE VISTA POLACO


RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

Introducción do a fines del siglo XIX. Analiza las implicaciones del predo- ios
minio d e las explotaciones familiares para la economía nacio-
TUVO la teoría d e Chayanov sobre la ecoriomía campesina nal y presenta recomendaciones para programas de desarro-
alguna influencia directa y significativa e n los estudios pola- llo respecto a economías de este tipo (véase SPERO'ITO 1985).
cos orientados hacia este tema? A simple vista la respuesta ha- Su idea principal es la d e combinar las ventajas de la explota-
bría de ser negativa, ya que los textos de dicho autor no se ción familiar con las de la cooperación, de modo que sea posi-
publicaron e n Polonia, es muy difícil localizarlos en las biblio- ble introducir en la agricultura técnicas modernas de organi-
tecas polacas, y rara vez se les cita como fuente (SONDEL 1934 zación y produccióii sin destruir su caracter familiar.
es una rara excepción, pues lo utiliza extensamente). La teoría de Chayanov sobre la economía campesina se ba-
Pero al mismo tiempo, si miramos con atención todo lo es- sa en una generalización d e la situación en Rusia en el primer
crito sobre el tema del campesinado en Polonia e n los últimos cuarto del presente siglo. Por lo tanto, el campesinado del que
sesenta o setenta años, detectamos los mismos hilos conduc- se ocupa no es ni completamente tradicional, ni totalmente
tores tan habilmente puestos de relieve y entramados por Cha- orientado a la subsistencia, ni semejante a los agricultores mo-
yanov en sil análisis. Las semejanzas son impresionantes tan- dernos que utilizan tecnología industrial. Existen limitaciones
to en la comprensión de la economía campesina en sí misma en el enfoque de Chayanov que proceden tanto del tipo d e
como en las políticas recomendadas y los programas de desa- situación e n la que basa sus conclusiones como del estado de
rrollo sugeridos. Sin embargo nunca llegó a desarrollar plena- desarrollo de las ciencias ecoiiómicas en ese momento. Es iie-
mente sil teoría. cesario pues, destacar aquellos aspectos del comportamieiito
Mi posición frente a estos hechos es que sólo con cierta re- d e la economía campesina y aquellas situaciones que su teo-
serva podemos referirnos a una influencia directa, y que estas ría no interpreta d e modo adecuado. Será util tambien el de-
notables semejanzas pueden explicarse más bien por la situa- tenernos brevemente en los avances del análisis económico que
ción común vivida tanto por Cha~anovy sus colegas como por puedan ayudarnos a reformular y actualizar el enfoque de Cha-
los intelectuales polacos y los responsables de los programas yanov, e intentar analizar los aspectos del comportamiento d e
políticos. La situación a la que nos referimos es la de unas so- la economía campesina que no fueron tratados adecuadamen-
ciedades agrarias relativamente atrasadas en comparación con te por él. Para esto, en primer lugar deberemos dilucidar cla-
Occidente, sociedades que se enfrentaron al reto de la mo- ramente lo que es la teoría de Chayanov y del mismo modo
dernización, y que lograron, a lo sumo, crear islas d e moder- diferenciarlo d e lo que no es.
nidad en medio d e la pobreza y el estancamiento. Es pertinente para nuestro análisis el volver nuevamente a
De aquí en adelante trataremos de describir algunos de los la distinción entre estos dos personajes ficticios bastante co-
hilos del pensamiento agrario que recojan problemas simila- nocidos: <<elcampesino tradicional* y *el propietario agrícola
res a los planteados por Chayanov, así como alguna de sus im- moderno*. El primero, desde un punto de vista tecnológico,
plicaciones para la política y la investigación. No obstante, he- es un productor primitivo cuyo comportamiento se orienta a
inos de recordar que la teoría de Chayaiiov no es de forma la subsistencia y a la supervivencia. Su interés primordial se
alguna lo último ni lo único existente sobre el tema de la eco- centra en producir para él y su familia; si produce para el mer-
nomía campesina, y que no debe ser tratado de un modo acrí- cado, lo hará debido a la necesidad de coiiseguir dinero para
tico. Por lo tanto nos parece apropiado empezar por revisar pagar el alquiler o los impuestos. Socialmente se siente parte
aquellos aspectos de su teoría que han sido particularmente de su pequeña comunidad local, que lo respalda en momen-
criticados, y los trabajos posteriores en los que pudo dar una tos de necesidad y que a su vez es juez de sus actos. Este pro-
forma más definitiva a algunas de sus ideas (STANZIANI 1987, ductor primitivo adquiere sus habilidades siguiendo los pasos
presenta una excelente visión general de la teoría de Chaya- marcados por sus antepasados y es fiel a los principios d e las
iiov con una amplísima bibliografía de sus obras). antiguas reglas de la tradición oral. Sus metas son el sobrevi-
vir y el mantener su posición dentro de la sociedad tradicio-
1. La Teoria de Chayanov y sus limitaciones. nal. Por otro lado .el propietario agrícola moderno)) es muy
productivo ya que está especializado y utiliza métodos iiidus-
La teoría d e Chayanov es una ingeniosa y coherente inter- triales y de alta tecnolgía. Todo lo que produce lo vende para
pretación del mecanismo de una explotación familiar campe- poder cubrir sus costos de producción, y compra sus alimen-
sina, utilizando el enfoque marginalista austriaco desarrolla- tos en el niercado. Es un hombre instruido y su conocimiento
LA TEORIA DE CHAYANOV Y EL PUNTO DE VISTA POLACO
RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

110 profesional (adquirido a través del sistema educativo nacional) Chayanov 1966, pp. 43-51; Georgescu-Roegan 1964; Harrisoii
es una condición sine qua non para su supervivencia dentro 1979, pp. 92-98; Patnaik 1979; Durrenberger 1982). Los crí-
de un mercado en constante cambio e irinovación. Sus aspira- ticos marxistas d e la teoría d e Chayanov estaban (y sigiieii es-
ciones y valores son los d e una sociedad urbana, moderna y tando) claramente equivocados en algunos aspectos. Su rna-
cambiante y desearía elevar lo mis rápidamente posible su ni- yor error es el de centrarse demasiado en una única via de mo-
vel de bienestar material. dernización de la agricultura, a saber aquella que consiste eii
Las instancias reales de la agricultura familiar se ubican en la creación de grarides complejos basados en el trabajo asala-
diferentes puntos de una línea imaginaria trazada entre estos riado. Los marxistas parecen subestimar el ~ o t e n c i a moder-
l
dos tipos ideales esbozados arriba. Estos casos reales rara vez nizador de la micro-explotación, es decir la agricultura iiiteii-
son claros ya que la correlación entre las dimensiones ~ t e c n o - siva a escala familiar. Ellos asocian el progreso tecnológico coi1
lógica,,, econo no mica^^, .social» y «cultural» de la situación cam- la explotación a gran escala, equiparando ésta, a sil vez, al tra-
pesina es, e n el mejor de los casos, débil. Para nuestros pro- bajo asalariado. Por otro lado, tienden a mostrar una actitud
pósitos es útil el distinguir también un tercer tipo ideal que puramente ideológica respecto al trabajo asalariado, actitud
llainaremos el vproto-granjero., que se encuentra en algún lu- que se deriva de la teoría marxista de la alienación y el exce-
gar entre los dos polos opiiestos mencionados antes. Queda dente. Esto los lleva, d e manera automática y casi por defiiii-
claro que la teoría de Chayanov caracteriza bien a todos aque- ción, a tratar como ~explotaciónwtodos los casos en que la fiier-
llos productores que se ubican sobre el dicho continuum en- za de trabajo se da a cambio d e un sueldo, considerándolo co-
tre el .campesino tradicional» y el ~proto-granjero.. Sin em- mo algo históricamente inevitable, progresivo desde el piiiito
bargo para poder describir casos concretos sería necesario re- de vista económico, pero moralmente erróneo. Tal actitud, por
formular sustancialmetite la teoría. supuesto, no permite establecer diferencias nítidas entre las
Otra limitación de la teoría de Chayanov está vinculada a distintas situaciones de los trabajadores asalariados.
sil tácita suposición de la fácil disponibilidad d e tierras, lo que Sin embargo la crítica marxista no puede rechazarse total-
permite que funcione sin problemas el mecanismo chayano- mente y a priori, aún haciendo abstracción del problema es-
viano de ajuste de la tierra a las necesidades familiares. Otra pecífico de si es correcta la interpretación de Chayanov de la
consecuencia de esta suposición es que faltan d e su concep- situación en Rusia a comienzos de este siglo (para esto, ver
ción las rnicro-tenencias y el campesinado sin tierras, con la Harrison 1975). Debemos tener en cuenta por lo menos dos
consiguiente carencia de teorías sobre el comportamiento eco- aspectos importantes. Primero, los marxistas se opusieron al
nómico de los pobres o marginados rurales, y la inexistencia análisis de Chayanov del comportaniiento del agricultor eii tér-
de modelos que expliquen el comportamiento económico d e minos de un equilibrio subjetivo (Patiiaik 1979). Ellos sostie-
la explotacióii agrícola familiar ante una mano d e obra abun- nen que es fácil que las fuerzas objetivas empujen el piiiito
dante y barata. de equilibrio bastante por debajo de los niveles de supervi-
Algiinos críticos (Harrison 1975) han señalado que un pun- vencia. Y el segundo aspecto a considerar es que aún bajo una
to débil de la teoría de Chayanov es su análisis de los proce- visión superficial de la vida tradicional en el campo es posible
sos de inversión en la explotación campesina, ya que desco- observar casos de evidente desigualdad social, extrema explo-
noce el concepto de la prioridad temporal. Aún podemos ir tación e injusticia. Mientras que por un lado los marxistas tieii-
más lejos y sostener que lo qiie Chayanov forinuló es básica- den a ser mecánicos en sus análisis sobre la diferenciación de
mente (considerándolo en términos modernos) un modelo a clases en el agro, y doctririarios en sus reflexiones sobre la ex-
corto plazo del comportainiento económico, en el que no sólo plotación, por otro lado es preciso reconocer que una aproxi-
iio se explica la inversión, sino que tampoco tiene eri cuenta mación a partir de la teoría d e Chayanov tampoco ofrece una
aspectos tan importantes de la conducta campesina como los mejor alternativa.
.modos de reprodiicción*, esto es: la herencia, la estrategia
matrimonial, actitudes hacia la procreación, el establecimien- 2. Avances posteriores.
to de nuevos hogares y familias, etc.
Otro aspecto que es importante destacar con respecto a la Los aiios sesenta, con su interés por el campesinado del Ter-
teoría de Chayanov es el hecho d e que estuvo envuelta (y aún cer Mundo y los problemas del desarrollo, trajeron consigo
lo está) en controversias ideológicas, principalmente entre mar- +justes en la teoría de Chayanov. En cierto modo estos cain-
xistas, por un lado, y populistas o agrarios por otro (Véase: bios se contraponían a su creencia de qiie una teoría sobre la
AREAS
Rrvzrla de (Irnriar Sairle,

Iiacieiida campesina deba de ser metodológicameiite difereii- no imposible, ya que sus puntos d e equilibrio permanecen iii- ir,
te de la teoría sobre la empresa capitalista. Los nuevos mode- determinados (Nakajima 1969).
l o s desarrollados entonces -particularmente los de Sen, Na- D e cualquier forma, estos modelos no pasan d e ser .casillas
kajima, Krishna, Mellor y sus seguidores (SEN 1966; Nakaji- vaciasm en el sentido de que constituyen posibilidades lógicas
ina 1969; Krishna 1969; Mellor 1969; Singh et al. 1986)- se más que descripciones d e casos reales. Tienen esta caracte-
apoyaron fundamentalmente en instrumentos aportados por rística en común con el modelo básico d e Chayanov, quien for-
la teoría microeconómica neoclásica. Combinaron en un solo muló su teoría con la ayuda d e estadísticas y razonamientos
modelo una teoría sobre el comportamiento del consumidor basados en el sentido común, puesto que la econometría aún
(como la desarrollada por Pareto, y con mayor prohndidad por se desconocía en su tiempo. Si un historiador o un antropólo-
Hicks) con una teoría sobre la empresa, especialmente en re- go decidiese usar alguno de estos modelos, probablemente no
lación con la función productiva. Como resultado, en lugar de podría llegar más lejos, dado el tipo d e material al cual gene-
hallarnos ante el campesino chayanoviano logrando su equili- ralmente tiene acceso. iPuede acaso un economista hacer más,
brio en la intersección d e unas curvas que representan la cre- e intentar lograr un análisis econométrico de la agricultura cain-
ciente dureza del trabajo marginal y la disminución de la uti- pesina? Existen resultados prometedores (SINGH et al. 1986),
lidad de los ingresos, nos encontramos frente al campesino neo- pero aparentemente la investigación requerida es muy costo-
clásico luchando por maximizar la utilidad en un marco de po- sa y únicamente se justifica si los frutos son verdaderamente
sihilidades representado por curvas de indiferencia entre in- necesarios para alcanzar determinados objetivos prácticos.
gresos y tiempo libre, constreñido por la extensión d e sus tie- Toda la gama de modelos neoclásicos nos ofrecen instrumen-
rras, la disponibilidad de la mano de obra, y las limitaciones tos de análisis que, básicamente, concuerdan con las intuicio-
del presupuesto clásico. Estos nuevos modelos no sólo utili- nes e ideas de Chayanov, pero son de una mayor precisión y
zan un lenguaje académico más actualizado, sino que son más toman en cuenta más aspectos y casos que los primeros estu-
exactos ya que especifican de modo explícito los factores que dios de los años veinte. D e cualquier modo, todos ellos son
(leliinitan el comportamiento económico del campesino. esencialmente modelos a corto plazo del comportamiento eco-
.A1 introducir nuevos conceptos como: a) el nivel d e ingre- nómico del campesino, modelos que explican su producción
sos necesario para la supervivencia biológica, b) el nivel d e in- y sus decisiones relativas al mercado en términos de la tecno-
gresos socialmente ace p table, y c) el nivel d e ingresos corres- logía disponible, las preferencias entre mayores ingresos o tiem-
p ondiente al d e las aspiraciones, esta nueva clase d e modelos po libre, los recursos disp onibles y los niveles de precios. ES
trata de incorporar una dimensión ~antropológica»(los valo- esto todo lo que necesitamos? NO existen acaso otras cues-
res ciiltiirales) al análisis económico, y contribuye a evitar la tiones que requieran una interpretación económica?
trampa analítica en la que todo nivel d e equilibrio es deseable La primera en acudir a nuestra mente es la cuestión d e la
por definición. Debemos agregar, sin embargo, que el otorgar respuesta del campesino ante factores tan impredecibles co-
~ i i significado
i empírico a estos conceptos plantea nuevas in- mo los cambios meteorológicos y las subsecuentes variacio-
terrogante~que hasta ahora sólo han hallado respuestas par- nes en la producción. iCómo reacciona el campesino ante las
ciales (ver SEN 1985; CLARK 19). variaciones en la cosecha? iVaría la proporción entre la parte
Lo que queda claro con este modo d e abordar el problema d e su producción que destina a su alimentación y la que ven-
es que no basta con un único modelo, sino que se pueden cons- de? O, expresándole en términos económicos, jcuál es el ni-
truir infinidad d e ellos bajo las líneas metodológicas propues- vel de elasticidad d e las diferentes partes de su producción
tas, pudiendo tomarse en consideración posibles diferencias en el contexto d e una variación en la totalidad de la misma?
como la presencidausencia de desempleo rural o mano de obra Kula, en su Teoría Económica (1976), esboza una posible res-
disponible, las diferenciaslsimilitudes entre los cultivos desti- puesta a este problema, pero -a nuestro parecer- estamos
nados a la venta inmediata y los destinados a la subsistencia, aún muy lejos de tener un modelo económico completamen-
la presencial ausencia d e posibilidades de trabajo no agrícola, te estructurado para este aspecto del comportamiento del cam-
el altohajo nivel de influencia del modo de vida urbano, etc. pesino.
tJtc. Sakajima ha demostrado que para algunos de estos casos Los modelos llamados de .aversión al riesgo. (Johnson 1977;
es posible formular condiciones matemáticas d e equilibrio, Wharton 1977) tienen en cuenta ciertos aspectos de este pro-
rnieiitras que para otros resulta excesivamente difícil, cuando blema. La idea es que un campesino pobre, que vive ligera-
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RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

112 iiiente por encima del nivel de subsistencia, prefiere que sus 3. El campesinado polaco en los siglos XIX y XX.
iiigresos sean bajos con ligeras oscilacioiies antes que ernl~ar-
carse en aventuras lucrativas que lo puedan aniquilar en caso Antes de acoiiieter un análisis rnás detenido d e los estiidios
de fracasar. Por consiguiente, para .repartir el riesgo- evita polacos sobre el campesinado, es necesario esbozar brevemeii-
la especialización, las innovaciones y los tipos de cultivo alta- te la evoliicióii de la situación de este cain~esinadodurante
riieiite productivos pero poco confiables. los siglos XIX y XX.
Otra pregunta que no es respondida de modo directo ni por Desde el siglo XVI existía en Polonia la llamada -segunda
(;hayaiiov ni por sus seguidores iieoclásicos, concierne al com- servidumbre.. Los campesinos bajo este sistema tenían acce-
portamiento económico a largo plazo, y particularmente a los so directo a aproximadamente el 50% de la tierra de c~iltivo,
%modosde reproducción. campesina. En esta ocasión, y des- estando obligados, al mismo tiempo, a realizar faenas en los
de el punto de vista eriipírico, estarnos ~ i s a n d oterreno bas- feiidos señoriales. Los señores utilizal~aiiel otro 50% de tie-
tante firme en lo que se refiere a los estudios históricos. Las rra cultivable y vendían mucho de lo que producíaii en los mer-
pautas de matrimonio, la fertilidad, la herencia, cuestiones que cados exteriores. En la primera mitad del siglo XIX se abolió
han merecido y siguen mereciendo la atención de los histo- la servidumbre en las tierras de la antigua Mancomunidad Po-
riadores, son mucho riiás conocidas hoy que hace veinte o trein- laca, y se otorgó a los campesirios derechos sobre la tierra (se
ta aiios (véase, por ejemplo, Goody et al. 1976). Eii cierto seii- hicieron diferentes arreglos específicos en los sectores d e Po-
tido estos temas son más fáciles de tratar para los historiado- lonia que en esos momentos pertenecían a tres poderes: Hu-
res clue el comportamiento económico campesino a corto pla- sia, Priisia y Austria). Sin ernbargo, con esto no se liqiiidaron
zo. Los matrirnoiiios y los legados quedaron plasiiiados en do- los grandes señoríos feudales.
cunieiito5, cosa que no sucedió frecuentemente con las cariti- La creciente superpoblacicín rural desencadenó iina subida
dades de trigo producido, consumido y vendido. Sin embargo exorbitante en el precio d e la tierra durante la segunda mitad
aquí la interpretación econ6mica parece revestir una mayor del siglo XIX. Como resultado, se parcelaron sectores de los
debilidad que en el caso d e las decisiones econ6micas a corto feudos, vendiéndose tierras a aquellos campesiiios que las po-
plazo. Los historiadores con frecuencia se satisfacen con la des- dían comprar. Éstos lograban acumular dinero de varias rna-
cripción, y cuando entran en la explicacióii, tienden a hacerlo iieras: bajando SU nivel de consumo, tral~ajaiidoen el extraii-
de forma ad hoc, o en térriiiiios d e dispositivos tradicionales jero (en Aleiiiaiiia o America), o con freciieiicia por medio de
o ciiltiirales. Por su parte, al econoiiiista le giista señalar que prestamistas. La niodesta Ley de Reforina Agraria, introdiici-
tales dispositivos y tradiciones tienen una cierta lógica inhe- da en los años veinte por el Estado polaco independiente (crea-
rente, lograda a través d e un proceso histórico de selección do nuevamente en 1918),alivió sólo parcialmente la situacicíii
y adaptación esui generis. (Kula y Kochanowicz 1978). iTie- del campesinado. La lentitud del desarrollo urbano hacía casi
iie realmente algo que ofrecer la teoría económica? Conviene imposible q u e los hijos crecidos d e los campesinos encontra-
i-rcordar, por lo menos, que en la actualidad se están realizan- sen trabajo fuera de la agricultura, y por otro lado no existían
do iiiuchos estudios -surgidos de la tradición teórica siificieiites tierras para ellos en el campo. La situacióri del cam-
iieoclásica- en los campos de la .teoría d e la familia., .teoría pesinado se agravó aún más con las depresiones, primero la
de la fertilidad. y la <<teoría de las transferencias intergenera- de la dkcada d e 1880, Iiiego la de los años treinta.
cionales* (véase esp. Becker 1985). La situación del campesinado no era d e modo alguno uiii-
Hesurniendo lo hasta aquí expuesto sobre Cbayaiiov y sus forme en toda Polonia. Las tierras más desarrolladas eran las
seguidores podemos decir que el enfoque de Chayanov se sos- de la antigua Polonia prusiana. Allí, en la segunda riiitad del
tiene -curiosamente- más en una filosofía global que en de- siglo XIX, los grandes mercados alemanes, protegidos por ele-
talles concretos. Acentúa la fundamental racionalidad del com- vadas tarifas, estirnularon el crecimiento de la producción agrí-
portamiento económico del cariipesiiio. uiia racionalidad afín cola, riiieiitras que en el Reich la demanda de mano de obra
a la sitiiación específica de la explotación carnpesina. Nos ayda para la iiidiistria impidió el crecimiento de la siiperpoblaci6n
a coinprender el proceso d e torna d e decisiones del campesi- agricola. La política del gobierno prusiano, que pretendía Nger-
110 I~ajo diferentes condiciones y sus actitudes frente a la mo- manizarn a 10s polacos, llevó -curiosametite- a iiii iiivel re-
deriiizacióii. Sin embargo este enfoque necesita ser reformu- lativamente alto de educacióii, conduciendo a la mejora de las
lado para qiie sea de utilidad en el análisis de los variados ca- técnicas agrícolas. A corisecueiicia de esto, el nivel de desa-
sos que presenta la economía campesina. rrollo agrícola que se alcanzó en esta parte de Polonia puede
AREAS
Hrrina di. C#cnriai,Sa.irC,

coiiipararse con el de Occideiite. Por otro lado, el antiguo Rei- to prograriia de inversiones en la iridiistria abrió paso al rlipi- 113
iio (le Polonia (es decir la Polonia rusa), y particularmente el do desarrollo url)aiio del país.
(le Galitzia (antigua Polonia austriaca), se 1iall;iha en iina si- Eii la década de 1950, las autoridades -actiiaiido de forma
tiiacicíii tle retraso, con superpoblación ) bajos niveles de pro- similar a los gobiernos comiiiiistas de otros países del Este-
ducti\ idad >. educación. Los campesinos de I;is regioiie5 con iniciaron uiia campana para cooperativizar el campo de Polo-
riiayor esceso de población (partes de Polonia sudoriental) por iiia. Si bien en teoría la decisicíri de unirse a la cooperativa (lo
lo general tenían que realizar actividades fuera de la agriciil- que implicaba renunciar a la propiedad individual de la tierra
tiira piira lograr el dinero necesario para cubrir sus necesida- y unirse al cultivo colectivo) se tomaba voluntariamente. en
<los.Ida sitiiación de los campesinos de las regiones froiiteri- la práctica las autoridades políticas locales y los funcionarios
zas del este de Polonia era distinta. .A pesar de que tenían su- del partido utilizaban rnedios para intimidar al campesino y
fi cieiite tierra, estaban <lescoiiectados,no scílo d e los merca- lograr así que se iiniese a la cooperativa. Desde el punto (le
dos sino tambien de la civilizacióri. perrnaiiecieiido en uii es- vista de las autoridades, los resultados m i s satisfactorios se lo-
tado de economía seini-natural. graron en los territorios occidentales. Sin embargo, en geiie-
La Segunda Guerra Mundial cambió radicalmente esta si- ral esta caiiipaiia no tuvo éxito, y fue prácticamente abaiido-
tiiacióii. El territorio del estado polaco fue desplazado eiitre nada cuando la crisis d e aprovisionamiento empezó a recre-
: 3 0 0 ). 400 km. hacia el Oeste. El gobierno coiniiiiista iritrodu- cer. En el apogeo de la campaña únicamente el 7% d e las fa-
milias campesinas pertenecía11 a granjas cooperativas (Tepicht
jo rc,fi~rm;isagrarias en los territorios liberados en 1944 de la
1977, p.116). Sólo se renunció oficialmente a esta política ad-
ocur>acicíiialciriaiia: los latifiindios fueroii iil>olidos). 1ii tierra
ministrativa cooperativista con la llegada de Comulka al po-
eiitregadii ;i los cainpesinos pobres. Los iiiotivos de cstas re-
d r r en 1956. resultado de la destalinizacióii* y el Octubre Po-
foriiias fueron principalmetite de índole política: los co~nunis-
laco. N o sucedió lo mismo con la idea d e la llamada *sociali-
tas iiiteiitahaii ganar el apoyo del campesiniido, o por lo me-
zación d e la agriculturan, la cual -de acuerdo con la ideolo-
iios asegurar su neutralidad rrspecto al iiiie\.o régimen. A ni-
gía oficial- había de concretarse en un futuro no muy lejano:
\ (11 ecoiiómico crearon una estructiira iigraria, hasta~iteuni-
mientras tanto, la relativa libertad de las graiqas familiares cam-
foriiit., de peq~ieiiaso medianas parcelas que persisteti liasta pesinas era una concesión temporal justificada por las iiecesi-
iiiiestros (lías (en la actualidad el taniailo riiedio de la explota- dades pricticas del inomerito.
citiii caiiipesi~iaesti ligeraiiiriite por c~iiciiiiade las 5 hectií- E I términos
~ reales, a pesar del abandono (le1 programa coo-
reas). perativista, la agricultiira campesina esti -clesde el mismo na-
Eii los territorios occidentales -adquiridos de ;Ueinaiiia des- cimiento de la Poloiiia Popular- sujeta a i i i i estricto control
pués (le la guerra ! completamente despol~ladoscoiiio res~il- estatal. &o sólo se utilizan las usuales inedidas de política eco-
tado de los acuerdos de Yalta y Potsdani- se aseiitaroii nue- nómica como los impuestos, sino también iiistrurneritos miís
os colonos qiie pro\-eriíaii d e la superpoblada zona central d e directos de naturaleza estatal, con el ohjeto de atar el sector
Poloiiia y de acluellos territorios polacos de la pre-guerra que cainpesiiio a la economía centralizada. Las medidas mis im-
liahíaii pasado a formar parte de la Unión So\-ibtica. Sin em- portantes iiicluyen: el cuasi-monopc.lio del Estado como com-
1)argo surgieroii problemas para la creación d e iiuevas explo- prador de los productos agrícolas (con el resiiltado de que dicta
taciones para los campesinos ya que no había viviendas ade- los precios), el aprovisionamiento obligado (medida que se
c~iatlaspara las pequeñas familias cainpesirias, ni aiiiriiales d e abandonó con la llegada d e Cierek al poder eii 1970), el mo-
tiro, rii, por otra parte, herramientas agrícolas. Corno resulta- nopolio estatal en el abastecimiento de los factores de produc-
clo riiiiclias de las antiguas hacieiidas Juiiker no fueron subdi- ción agrícola, el control gobernarnerital del mercado de tie-
\.iclidas, sino co~ivertidasen ~nacro-explotacionesestatales. rra, y restricciones en las diniensiones máximas de las explo-
La siiperl~ohlaciónde los campos polacos disminuyó siistaii- taciones.
cialmente, no sólo a causa d e la reforma agraria y la coloiiiza- Expuesto este resumen d e la evolución d e la situación del
cicíii (le los territorios occidentales, sino también por una cierta cainpesinado en Polonia. podemos pasar ahora a examinar las
iiitensificacióii de la produccicíii agrícola y - sobre todo - por ideas que se han desarrollado sobre diferentes aspectos de la
la migración hacia las ciudades. En los anos cuarenta las ciu- economía campesina. La falta de uiia continuidad cn la histo-
clades compensaron las iiiavores pérdidas demogrificas que ha- ria d e Poloiiia req~iiereque el tema sea tratado rii dos pcrío-
bían sufrido durante la guerra, v eii los anos ciiiciieiita el vas- dos: antes y después d e la Segunda Guerra hluiidial.
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RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

114 4. Los campesinos y los propietarios de la tierra. cela de tierra que se compraba o vendía, mayor era el precio
por hectárea. Esto lo llevó a la concliisióii de que la pequeña
La Polonia de la pre-guerra presenta una estructiira agraria explotación tenía una mayor -fuerza redituable. (térmiiio acii-
diial. con la coexistencia d e grandes haciendas al lado de pe- ñado por él).
queñas explotaciones campesinas (por razones de convenien- Biegeleisen vio la justificación de la superioridad de la pe-
cia la línea de separación se suele situar en 50 hectareas). En queña explotación en el hecho de que cuenta coi1 abuiidante
el espacio d e tiempo comprendido entre 1918 y 1939, las gran- fuerza de trabajo. En otro estudio anterior él había anotado
des haciendas ocupaban aproximadamente iina ciiarta parte qiie las grandes haciendas -aún en condiciones de superpo-
de la tierra disponible, con una ligera tendencia a la baja a lo blacióri riiral- tenían muchas dificultades para cii1)rir planti-
largo del período. A pesar del proceso de parcelación, el área lla debido a la emigración estaciona1 del campesinado pobre
promedio d e la explotación campesina disminuyó, debido a la (Biegeleisen 1916). La abundante mano d e obra de la explo-
presión demográfica (los datos relevantes piieden encoritrar- tación familiar carnpesina podía llegar a contrarrestar el ma-
se en MIESZCZANKOWSKI 1960). El ~ r o b l e m ade la viabi- yor capital invertido por los propietarios de las grandes hacieii-
lidad de este sisterna, y los relativos méritos del cultivo en las das, su superioridad técnica, su mejor nivel educativo y sii ma-
explotaciones campesinas frente a las grandes haciendas, son yor facilidad de acceso a los mercados. Los superior disponi-
algunas cuestiones que fueron ampliamente discutidas por los bilidad d e mano d e obra posibilitaba la labranza con anima-
economistas polacos de la pre-guerra. les, y en esta rarna de la producción el esmero puesto por la
Curiosainerite, los dos extremos del espectro político -los familia del propietario sobrepasaba el de los trabajadores asa-
conservadores y los marxistas- coincidieron en la opinión de lariados. Las grandes haciendas se enfrentaban coii insuficieii-
que las grandes haciendas eran más eficientes que las explo- cias laborales en las temporadas de máxima actividad, pues re-
taciones campesinas. Los argumentos se basaban en que las sultaba demasiado costoso el mantener a una elevada nómina
grandes haciendas tienen más capital, son capaces d e utilizar de trabajadores durante todo el año. A consecuencia de ello.
técnicas modernas de producción y representan un nivel más las haciendas se ven obligadas a sustituir la fuerza de trabajo
alto d e conocimientos y técnicas agrícolas. Los conservadores con máquinas de elevado precio, mientras que el campesiiio
sostenían que las grandes haciendas son necesarias para ali- decide adquirirlas solamente cuando resultan verdaderarnen-
mentar al país y a su ejército (y los caballos del ejército, por te eficientes. La relativa superioridad de las grandes hacieri-
supuesto). El punto de vista marxista era una contiiiuación d e das, debido a su fácil acceso al capital, puede ser coiitrarres-
la clásica postura de los social demócratas de antes de la giie- tada por las cooperativas campesinas. Otra desventaja d e las
rra. Para estos últimos, las misinas leyes de concentración que grandes haciendas radica en la dificultad a la hora de escoger
gobiernan al sector industrial también funcionan en la agri- una fórmula retributiva adecuada, ya que el sistema de traba-
ciiltura; de este modo era evidente que las grandes haciendas jo a destajo se adapta rnal a las necesidades de la agriciiltura
serían más eficientes que las explotaciones campesinas. Co- con su gran diversidad de cometidos.
mo consecuencia, no fue fácil para los comunistas polacos el
decidir qué hacer con las grandes haciendas luego d e la espe- 5. La Microeconomía Campesina.
rada revolución (véase Slabek 1967, capítulo 1, para un ariáli-
sis pormenorizado de los puntos de vista d e los comunistas po- Desde finales d e los años veinte los estudios sobre la agri-
lacos de la pre-guerra sobre la agricultura). cultura campesina (hasta entonces realizados principalmeiite
A medio camino entre estas dos posiciones extremas, a fa- a base de estadísticas nacionales) vienen eiicontrando iin fiierte
vor de las grandes haciendas, existía tina fuerte corriente d e apoyo empírico en las investigaciones monogrificas llevadas
pensamiento que preconizaba los méritos d e las explotacio- a cabo por el Instituto Nacional de Economía Riiral (las siglas
nes campesinas. Estos autores estuvieron influidos hasta cier- PINGW, ampliamente usadas, corresponden a su nombre eii
to punto por intelectuales suizos y alemanes coino Laur y Aere- polaco). Las exploraciones en torno al presupuesto campesi-
boe. Edward Biegeleisen (1917) fue quien prirnero desarrolló no, realizadas por el PINGW, han servido corno argiimeiitos
los argumentos teóricos en defensa de la agricultura campesi- en muchas discuciones tanto teóricas como prácticas. Al mis-
na. El demostró con estadísticas que en varios países los rédi- mo tiempo, su metodología -tomada en su mayor parte d e
tos netos por hectárea son mayores en las explotaciones pe- Laur- muestra ciertas deficiencias. Parte de la suposición im-
queñas. Señaló también que cuanto más pequeña era la par- plícita d e que se puedan utilizar las mismas categorías para
AREAS
Revista di. < iencias S a ; r l p ,

el estudio d e la explotación campesina como para el d e la em- máquina. Grabski no compartía la opinión (presente en 11s
presa capitalista. Se introduce la categoría del *salario., cal- Kautsk~,por ejemplo) de que la ventaja de la pequeña explo-
culado a partir del promedio del salario que prevalecía en ese tación campesina estribaba únicamente en sus posibilidades
momento en el mercado, el cual se utiliza luego para determi- de reducir el consumo y prolongar el horario de trabajo. Des-
nar las .ganancias. de la explotación. Entonces se comparan de su punto de vista, la ventaja del pequeño agricultor radica-
estas ganancias con el tipo de interés vigente en el mercado ba en que podía lograr una buena organización y coordinación
para averiguar si la explotación arroja una *pérdida* relativa del trabajo, especialmente en aquellas áreas en que se ha de
o un *beneficio>> en relación con el capital invertido. No es ex- prestar un particular cuidado a los detalles (Grabski 1930, pp.
traño, por lo tanto, que los resultados calciilados con este mé- 14-15).
todo demuestren que la mayoría de las explotaciones en Polo- Grabski hace hincapié en que la superioridad de la peque-
nia producían pérdidas (Curzytek 1928-29, p. 88). ña explotación resulta especialmente evidente en la labranza
Insistimos en estas paradojas para destacar las dificultades con animales. El pequeño agricultor tiene la posibilidad de evi-
teóricas que tuvieron que afrontar estos intelectuales, dificul- tar los gastos y pérdidas innecesarias, y no tiene problemas con
tades que con anterioridad Chayanov había tratado de supe- los trabajadores asalariados. A pesar de que las grandes hacien-
rar en el curso de su polémica en contra de la aplicación de das pueden cultivarse mejor y tener mayores cosechas, el va-
métodos de contabilidad *capitalistas* a una explotación fa- lor de sus réditos brutos por hectárea es menor debido al pa-
miliar campesina. Sin embargo debemos tener en cuenta que pel más reducido que desempeña la producción con anima-
es posible recalcular los datos del PINGW partiendo de otras les. Las grandes haciendas usan fertilizantes artificiales, mieii-
preinisas, > que los esfuerzos realizados por los investigado- tras que los campesinos utilizan más el abono natural.
res de dicha institución pusieron a nuestro alcance gran can- Las explotaciones campesinas también son superiores en lo
tidad de material empírico, que ha sido aprovechado por casi referente a los costos financieros de producció~i.Gracias a sus
todos los estudios posteriores. mayores réditos por hectárea, pueden competir con los gran-
Tanto los materiales del PINGW como la obra de Biegelei- des propietarios agrícolas en el mercado de tierra. Ahora bien,
sen fueron sintetizados en una serie de trabajos realizados por si establecemos parámetros d e comparación entre diferentes
Wladislaw Grabski, ~robablementeel investigador más cono- explotaciones campesinas, el esquema se repite y las más pe-
cido sobre temas agrarios polacos de la pre-guerra. Su postu- queiias serán las más eficientes. En los países superpoblados
ra respecto a la eficacia de las pequeñas explotaciones cam- el apoyo al campesino no debe centrarse tanto en la entrega
pesinas, que dio a conocer por primera vez a fines del siglo de más tierras como en incrementar sus capacidades produc-
XIX (Grabski 1900), fue desarrollada ampliamente en un li- tivas.
bro publicado a comienzos de los años treinta (Grabski 1930). Si comparamos la producción de las grandes haciendas con
Desde un punto de vista estríctamente teórico, el enfoque d e la de las explotaciones campesinas, basándonos en la hectárea
Grabski no era original. Repitió algunos de los argumentos an- poseída y no la hectárea utilizada, la explotación campesina
teriores de Biegeleisen y de aquellos social demócratas ale- aventaja a la hacienda incluso e n la producción de cereales
manes de la pre-guerra que, como Edward David, se opusie- (donde normalmente, según las cifras, el rendimiento de las
ron a la corriente principal del pensamiento socialista, afirman- grandes haciendas es superior) (Grabski 1936; criticado por
do que las pequeñas explotaciones son más eficientes que las Kiniorski 1937). Esto se debe a que las grandes haciendas no
haciendas. Los escritos d e Grabski son importantes, sin em- utilizan los terrenos menos fértiles, mientras que por el con-
bargo, porque en ellos trató de probar que el mismo enfoque trario los campesinos tienden a aprovechar hasta las tierras d e
era válido para el caso polaco. menor valor agrícola.
Grabski sostuvo que las grandes haciendas no tienen las ven- Grabski, que de ningún modo puede ser considerado un ra-
tajas de la especialización, división del trabajo, mecanización dical, encontraba un lugar en la economía para algunas graii-
> disponibilidad de capital, de las que puede beneficiarse la des haciendas, por ejemplo las especializadas en la producción
industria manufacturera. Por otro lado, la pequeña explotación de simientes. A favor del proceso de parcelación, Grabski se
posee las ventajas derivadas del hecho de que el productor está opuso, sin embargo, a cualquier medida de fuerza en este sen-
personalmente interesado en los resultados y que además no tido, y eiifitizó particularmente el hecho de que el campesino
tiene que depender de trabajadores asalariados, los cuales e n no debía recibir la tierra gratuitamente, ya que esto lo podía
la agricultura no pueden ser controlados por el ritmo de una llevar a una desconfianza con respecto a la permaiiericia de
LA TEORIA D E CHAYANOV Y EL PUNTO DE VISTA POLACO
RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

11s siis derechos sobre ella. A pesar de que Grabski iio lo exprescí (STYS 1936). Eii una detallada monografía, repleta de estadís-
(le este modo, es evidente que él estaba convencido d e que ticas, sobre el pueblo de Husowo, Stys describe con extrema
si la tierra parcelada se pagaba, se garantizaría con ello que minuciosidad la carrera entre el crecimierito d e la poblacicíii
fuese a parar a marios de los productores más eficientes. Grabs- y el volumen d e los medios d e subsistencia (Stys 1947). Stys
ki distaba mucho d e tener una visión idealizada del campesi- demuestra que, a pesar d e que la produccióii crecía con ina-
nado. Al advertir que iii la reforma agraria, ni -en la práctica yor rapidez que la población, el nivel de vida permanecía ex-
de la situación polaca- la industrialización constituyen vías tremadamente bajo. Sus coiiclusiones son similares a las d e
de salida al problema agrario, él apuntaba a la necesidad d e Grabski: la explotación familiar campesina, al ser muy adapta-
elevar los niveles de educación y cultura del campesinado ble, se adecúa con facilidad a las condicioiles cambiantes. En
(Grabski 1929). Ello llevaría a un aumento de las necesidades consecuencia, el sistema agrario de iiri país superpoblado de-
y d e las capacidades productivas de los campesinos, qiiieiies be de basarse en parcelas d e tamaño pequeño o mediano. Las
sólo entonces se esforzarían para comprar más bienes indus- limitaciones de dicho sistema, en lo qiie se refiere al iiso de
triales y lucharían por producir más. Grabski pensaba que los tecnologías modernas, pueden ser siiperadas por medio de las
métodos educativos existentes -corno las asociaciones agra- cooperativas. En otro trabajo más, Stys investiga el mecaiiis-
rias y el trabajo de los funcionarios agrícolas- iio eran sufi- mo demográfico operante en la familia campesiiia bajo las con-
cientes y que se debía de cambiar toda la estructura de la edu- diciones d e superpoblación rural, desembocando en la reduc-
cación básica nacional, modificando su contenido de modo que ción y homogeneización del tamano de las propiedades eii ina-
se acentuasen los valores y necesidades del campo. Respalda- nos d e los campesinos (Stys 1959). Sostiene que las hijas de
ba esta tesis mediante el análisis del nivel productivo de aque- familias adineradas contraen matrimoiiio antes, y por lo tanto
llas regiones caracterizadas por un mejor nivel educativo. Se tienen más hijos. Como resultado hay más herederos en una
apoyaba también en otros trabajos empíricos, entre los cuales explotación pudiente que en otra más pobre.
iiierece particular mención un libro de Wiktor Bronikowski
Ha habido muchos intentos de establecer el número de d e -
(Rroiiikowski 1934), para el cual Grallski escribió el prólogo,
sempleados. en el área rural (Piekalkiewicz 1934; Dederko
en el que el autor utilizó extensísimos materiales históricos co-
1934; hritoniewski 1934). Tiene11 especial relevaricia ciertos
rrespondientes a los anteriores cincuenta años, y datos d e en-
trabajos de Poiiiatowski (Poniatowski 1935) y un estudio co-
cuestas realizadas específicamente para mostrar los diversos
lectivo llevado a c a t ~ opor el Instituto d e Ecoiiomía Social (si-
medios gracias a los cuales se había conseguido el .progreso.
en la vida del campesino. Evidentemente la educacióii había glas polacas: IGS) (Landau et al. 1939). Poniatowski utilizó es-
desempeñado un papel primordial. tadísticas nacionales referidas a Polonia y otros países, inten-
tando -principalmente bajo un enfoque comparativo- esta-
6. Superpoblación. blecer el número d e hombres y mujeres que podían dejar de
trabajar en la agricultura polaca sin provocar uii descenso de
Era ampliamente reconocido que -cualesquiera (lile fiie- la producción. Para ello iitilizó el concepto d e derisidad ópti-
ran los méritos d e las pequeñas explotaciones- la superpo- ma d e la población., por debajo de cuya cota la producción
blación rural era el mayor problema económico y social del agrícola desciende, y por encima de la cual ya no aumeiita.
campo en Polonia. Dicho problema fue estudiado bajo las pers- Polonia, con un promedio de población activa d e 45 personas
pectivas tanto histórica como contemporánea. Eri una serie d e por cada cien hectáreas, era fácilmente el área rural con ma-
trabajos, Wincenty Stys, un investigador d e Lvov, trató d e des- yor exceso d e población en Europa, y Poniastowski llegcí a una
cifrar el mecanismo de la creciente superpol>lacióii.En una cifra global de 8.8 millones de personas *innecesarias., cifra
ocasióri analizó la fragmentación de las propiedades en Galit- que fue tachada de excesivamente elevada por otros estiidio-
zia entre la década de 1780 y la d e 1930 (STYS 1934). Su cori- sos (Bulawski 193 ).
clusióii fue que la reforma agraria sólo aplaza el problema, sin El cálculo del IGS se basó sobre una encuesta realizada en
llegar a resolverlo, y que lo que se iiecesita es la iridustrializa- 53 aldeas repartidas por diferentes regiones d e Polonia. Eri
ción. En otra de sus obras exploró la relación entre el ritmo cada casa, el cabeza de familia respondió a un cuestionario so-
de la industrialización y la estructura y regimen agrario en di- bre el uso d e las horas de trabajo. Este miriiicioso estudio tra-
versos países; éste es uno d e los pocos estudios polacos en el tó de determinar: a) el número d e personas .innecesarias., lle-
que se cita directamente la edición alemana (le Chayariov gándose a un total de 2.4 millones; b) aquella parte del traba-
AREAS
Hriisii rlr (Iennar Sairlei

jo en potencial que no estaba siendo utilizada -tomando como 7. Stalinismo, revisionismo y los eshidios sobre el campesiriado. 117
hase el número de días d e trabajo y no el número de perso-
nas; el resultado fue de un 40% del total del tiempo de traba- Después d e la begurida Guerra kiluiiciial, !, particulari~ieiitt
jo disponible. en los años cincueiita, el aml~ieiitepolítico e iiitelectiial de Po-
El valor d e este último estudio no se limita exclusivamente loiiia se lransfornió profuridainente. El marxismo, que antes
al interés d e las cifras desveladas. Presenta también una espe- de la guerra sólo había atraído a pequeños grupos de iiitelec-
ci de teoría sobre el desempleo rural, o más bien una teoría tuales ladicales, se convirtió ahora en una ideología oficial. Con
sohre cómo la explotación campesina se adapta al crecimien- el advenimiento del stalinismo en los años cincuenta, pasó gra-
to de la población. Según esta teoría. inieritras no existe su- dualmente a ser la única ideología permitida. Los economis-
perpol)lacióii todos los miembros d e la familia rural trabajan tas de antes de la guerra fueron calificados de .reaccionarios)).
diiramente. Con el aumento de la f~ierzad e trabajo, la dura- o en el mejor d e los casos -burgueses*. Se clausuraron las :in-
ción y la intensidad del trabajo disminuyen. La división d e la- tiguas escuelas de pensamiento, y se inició la formación de una
bores resulta eiitonces más conveniente y se da iricluso un cier- nueva generación de pensadores, amamantados con la versicíii
to iiicrenieiito en el volumen de la producción debido a la ma- stalinista d e la política ecoriómica marxista.
!or i~ite~isiclacl del cultivo. Sin embargo llega un momento en En el ámbito d e los estudios campesinos, la doctrina obli-
gatoria era la teoría de Leiiin sobre la diferenciación del cam-
el qiie el iiúiiiero de miembros de la familia empieza a con-
po; en especial, sus priineros trabajos, como El desarrollo del
\.ertirse en iiiia carga. La unidad familiar cambia entonces siis
capitalismo en Rusia, fueron considerados como dogma teóri-
inetodos de adaptación y empieza a suprimir los costos rela-
co. Los investigadores del pasado y presente del agro polacci
cionados con los factores d e producción que se adquieren en
fiieron iiistados a buscar diferencias entre distintos grupos de
el mercado (capital, maquinaria, trabajo asalariado) e intenta
carnpesiiios, a señalar casos donde los .kiilaks>>(se iiitrodiijo
utilizar su propia fuerza d e trabajo tanto como le sea posible.
esta palal~raen el idioma polaco) euplotabaii a los cainpesiiios
El agricultor se ve forzado a aceptar iin aumento de la fuerza
pol~res,y a identificar la lucha de clases en el campo.
(It. tral~ajoque no viene acom p añado por un incremento en
Sin ernl~argoel stalinismo no duró mucho en Polonia. El des-
la prodcicció~~, La productividad del trabajo decrece y la ex- hielo ya se hizo notar en 1955, y el .Octubre Polaco. (1956)
plotacicíii se \.a desplazando hacia la economía natural. La fa- abrii, paso a un de relativa apertura en la vida iiitelec-
milia, tratando d e utilizar en lo ~ o s i b l esu propia fuerza d e tra- tual (no tanto en el mundo de la política). El ambiente iiite-
\)ajo, pone en cultivo incluso las tierras marginales, de poco lectual de este período se califica a veces de ~revisioriismo~
alar agrícola. En un momento determinado la productividad o *marxismo al~ierto*.Muchos estudiosos de mediana edad )
iiiargiiial del trabajo llega a cero. Entonces los miembros de de la nueva generación, que Iiabíaii crecido en la átmosfera
la fiuiiilia einpiezan a dedicar su tiempo a la producción de del marxismo dogmático d e los años cincuenta, trataban alio-
11ieiie5 de coiisurrio de tipo no agrícola (textiles, muebles seii- ra d e acomodar sus principios a las ideas provenientes de Oc-
e
cillos), y por últiiiio se dedican a la producción de artesanía cidente (como el estructuralismo francés, o la sociología em-
decorativa popular. Finalmente llega un momento en que el p;rica estadounidense), mientras que al mismo tiempo coiiser-
volumen de la fuerza de trabajo disponible es excesivamente vaban su adhesión a los valores del socialismo dc,mocrático.
alto para ser absorbido por la explotación, y es entonces cuaii- A pesar d e la impronta stalinista, los años cincuenta no fue-
tlo esta se divide en propiedades más pequeñas que se repar- ron u11 período estéril desde el punto de vista intelectual. En
ten entre sus miembros. El resultado de todo este proceso es priiiier lugar, a pesar de su criido dogmatismo el inarxisino trajo
el aumento del número d e explotaciones más pequeñas, más iiue\.os y valiosos elementos a las ciencias sociales en Polonia.
pobres y peor capitalizadas, pero donde la fuerza de trabajo .4brió los ojos d e los iiivestigadores respecto a ciertas facetas
piiede ser utilizada con mayor facilidad. de la realidad social que habían sido desatendidas por geiiera-
Todo este proceso está directamente relacionado con las con- ciones anteriores. Eii segundo lugar, muchos jovenes iiivesti-
(licioiies del inercado de trabajo fuera d e la agricultura. y con gadores formados en la sofocante atmósfera de los cincuenta,
c.1 ciclo comercial. Las familias deciden *exportar. su excedente eran sin embargo lo suficientemente serios y honestos para bus-
laboral solamente cuando el índice d e salarios en el mercado car la realidad ) no sólo escribir textos propagaiidísticos. Lrn
sobrepasa la remuiieracióii obtenida al interior de la explota- ejemplo de esto lo constituye la investigación realizada sobre
cicíii cainpesiiia. la historia agraria del período inoderno (\.er Kocliaiiowic~,vii
LA TEORIA DE CHAYANOV Y EL PUNTO DE VISTA POLACO
RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

118 preparación); otro ejemplo son los materiales reiiiiidos por el tenaz defensor del cooperativismo, Tepicht, después de ob-
Iiistitiito de Ecoiiomía Agraria (siglas: IER) qiie reemplazó el servar las desastrosas consecuencias del intento de introducir
PIN<:W de la pre-guerra. este sistema desde arriba, cambió de opinioii v consagrcí sus
Otro hecho que influyó sobre los estiidios del campesinado esf~ierzosal estudio de la economía campesiria )-sil lugar deii-
en este período fue la modificación d e la política agraria en tro de la economía riacional. Diirante años dirigi6 el IER >. ba-
1956. Como resultado, las explotaciones campesiiias iban a jo sil tutela se realizó una serie de estiidios de valor iriestirna-
riiaiiterierse -al menos por algún tiempo- por lo que se coiis- ble sobre la economía campesiiia.
titiiían en objetos propios del interés iritelectual. Tepicht realizó la sintesis de numerosas investigacioiies em-
La investigación se realizó en varios frentes, de los ciiales píricas y estadísticas sobre la economía campesiria de Polonia
cabe destacar la Historia Agraria, la Etnografía, la Sociología a fines d r los aíios ciiicuerita e inicios de los sesenta. Esto lo
Hiiral (para una síntesis en lengua inglesa ver: Galeski 1972j hizo combinando el enfoque marxista coi1 el de Chayanov (al
v la Ecoiiomía Agraria. En ellos se combinaron las tradiciones parecer conocía los trabajos de Chayanov, si bien no lo cita
de los estudios polacos de la pre-guerra con la sociología rural en las ediciones polacas d e sus obras). En el terreno teórico,
estadounidense y la teoría económica marxista. De nuevo, en- seiialó que el rasgo específico de la explotación campesina es
coritramos uri desplazamiento cada vez mayor hacia los temas que es a1 mismo tiempo tina unidad familiar y iina iiiiidad pro-
cliayanoviaiios de la viabilidad y adaptabilidad de la explota- diictiva. Su producción se destina sBlo parcialmente ' 1 merca-
CI

ción cainpesiiia a diversas condiciones. do. Coino sil fuerza de trabajo est5 conformada por los iiiiein-
En lo que se refiere a la interpretación económica del pasa- bros de la familia, se caracteriza generalmente por iiria iiota-
do, la tesis doginática sobre el inevitable proceso d e diferen-
ble infra-iitilización de la inaiio de obra disporii1)le. Eii la 1ii-
ciación social en el campo estaba siendo progresivamente abari-
cha por manteiier o incrementar sus ingresos, la familia cam-
donada. Mieszczankowski, en un estudio estadístico muy de-
pesina trata d e hacer el mejor uso de aquella parte de sus re-
tallado -todavía redactado en buena medida en una terini-
cursos laborales que no puede vender fuera d e la actividad agrí-
iiología marxista tradicional- demostró que, debido a la pre-
cola. Tepicht llamó a este fenómeno .trabajo inargiiialn.
sióii demográfica, el proceso de ~descoiicentracióii~ en Polo-
Tepicht no aceptaría la opinióii de Chayaiiov, o particiilar-
nia diirarite la guerra fue más fuerte qiie el de .concentración.
meiite d e Thorner (Thorner 1961), de (lile la ecoiioinía cam-
(I\lieszczarikowski 1960). Los trabajos sobre la estructura de
pesina constituye uii *<modode prodiiccióii>>.Observando sil
clases en el campo de Polonia después d e la Segiirida Guerra
Mundial revelaron también la viabilidad d e las explotaciones presencia en diferentes marcos sociales, Tepicht hizo hiiica-
campesinas. demostrando que cuando se hizo posible dismi- pit en su capacidad d e adaptacióii a una variedad de condi-
nuir la presión demográfica, gracias al proceso de desarrollo ciones y propuso corisiderarla como uii .modo sectorial de pro-
iirhario, el .campesino medio. se convertió en el elernento más ducción.. Siii embargo subrayó el lieclio de que la ccoiioiiiía
fuerte (Galeski 197). El fenómeno del campesino-obrero, que campesina tiende también a influir sobre su entorno.
gaiiaba sil suhsisteiicia parcialmente en la industria y parcial- El problema que más acaparó su atencicín fue el de la .re-
ineiite eii una diminuta propiedad, fue observado y descrito coiistriiccióii~de la agric~ilturapolaca. Coii esto se refería a:
(Dziewicka 1963). El IER, que incremeiitó espectacularmen- a) el movimiento d e la agricultura tradicional hacia la agricul-
te el iiíimero de estudios sobre el presupuesto campesino (eii tura industrial; b) el movimiento de la agriciiltura iiidividiia-
comparación con el PINGW), desarrolló conceptos para la con- lista hacia una agricultura vinculada a la ecoiiomía socialista
tabilidad campesina que toman en consideración los rasgos es- planificada. El vio claramente que el sector agrario colectivo
l~wíficosde la explotación familiar campesina, e iiiici6 inves- había fracasado en Polonia. Encontró las razoiies económicas
tig~icioiiespormeiiorizadas sobre el problema d e la estriictiira de este fracaso en la falta del cambio tecnológico que det,iti
agraria. Eii uii nivel mis general, los ecoiiomistas estaban bus- acompañar al proceso de cooperativizacióii. Coino resultado
cando la manera d e conciliar la actividad agrícola de la explo- las explotacioiies colectivas no eran más que un conjuiito de
tación familiar campesina con titia economía centralizada. Con explotaciones iridividiiales. Hasta cierto puiito el formar par-
respecto a este tema, tina serie d e trabajos d e Jrrzy Tepicht te de estas cooperativas podía resultar atractivo para el cam-
soii particularmente interesantes, no scílo por sil contenido si- pesiiio con escasos recursos, va que al pertenecer a ellas po-
iio por el papel que Tepicht desempeñó eii la política agraria día dedicarse a la crianza de animales eii sil propia parcela,
(le Poloiiia (Tepicht 1961, 1967. 1968, 1972). Iiiicialmeiite ti11 contando coii el pieiiso proporcionado por la cooperati\.a. Siii
AREAS
RerMls dc Genciar S o c i s l ~

emlxlrgo para el *campesino medio. las cooperativas carecían fluencia directa. Chayanov se convirtió en una celebridad so- 11s
de todo atracti\.o. lamente después de que se editó su obra en inglés. Algunos
Sacando coriclusiones de este intento fallido de cooperati- de 10s economistas polacos de la pre-guerra conocían sus tra-
vización, Tepicht propuso otra vía d e *reconstriicción~~ de la bajos, pero generalmente citaban las ediciones en lengua ale-
agricultura en Polonia, llamándola -el sistema d e ejecución.. mana. En Polonia existía una gran tendencia a mirar hacia Oc-
Este sistema consistiría en combinar los mecanismos d e pla- cidente antes que hacia el Este en busca de ideas y concep-
nificación con los mecanismos de mercado, permitiendo así tos, d e modo los economistas polacos de la pre-guerra siguie-
que se mantuviese11 las ventajas de la propiedad familiar pero ron los pasos d e sus colegas alemanes y suizos. Por otra parte,
al mismo tiempo sometiéndola a las necesidades de la econo- eii el período posterior a 1918, no existía en Polonia un clima
mía nacioiial. Los elementos principales d e este sistema se- apropiado para el estableciinieiito de contactos académicos con
rían los contratos voluntarios entre los agriciiltores y las ageii- Rusia, cualquiera que fuera el color d e las escuelas de pensa-
cias o compañias estatales. Dichos contratos debían especifi- miento allí existentes. Después de la Segunda Guerra Mun-
car por un lado los tipos y cantidades de productos que el agri- dial, el ambiente era aún menos propicio para la aceptación
cultor debía vender al estado y por otro los tipos y cantidades d e las ideas de Chayanov (sin contar el problema de la accesi-
de factores de producción que el estado debía entregar al agri- bilidad de sus trabajos): sil escuela de pensamiento, conocida
cultor. Dicho sistema permitiría: a) una gradual introducción como (<neo-narodnik., era la del principal adversario de Le-
de trciiologías modernas en la agricultura campesina; y b) in- nin (para una crítica tradicional marxista de las teorías del .pro-
tegrar la agricultura familiar al resto de la economía social pla- ducto indivisible* de la explotación campesina, ver: CHOLAJ
nificada. 196).
El último trabajo d e Tepicht apareció en Polonia en 1968 Al mismo tiempo, los intelectuales polacos -tanto entre las
(Tepicht 1968), año que vio el fin del -revisionismon polaco. dos Guerras Mundiales como después de 1945- se hallaban
Por razones que no vienen al caso, dicha era finalizó en me- ante los mismos desafíos intelectuales e incluso políticos que
dio de una campaña d e histerismo anti-intelectual y anti- había11afrontado Chayanov y sus colegas rusos a principios de
sernítico que se había iniciado en marzo de ese mismo año. siglo y en los años veinte: la persistencia d e las explotaciones
Dos aíios más tarde, luego de las sangrientas huelgas en familiares y la pobreza, la necesidad d e modernización y de-
Gdaiisk, Gomulka se fue. Había terminado todo un período sarrollo, y los dilemas derivados del conflicto entre las aspira-
de historia política e intelectual de Polonia. El interés por los ciones d e desarrollo y la falta de recursos y posibilidades ade-
problemas del campesinado, tan interiso en los años cincuen- cuadas. Por todo ello no resulta demasiado extraño que las res-
ta y seselita, disminuyó notablemente en los años siguientes. puestas fiiesen similares en gran parte. Tanto rusos como po-
La edición inglesa de la obra d e Chayanov, publicada en 1966, lacos habían emprendido extensas investigaciones empíricas
llegó, en cierto sentido, demasiado tarde para los intelectua- sobre la economía campesina. Ambos buscaban conceptos teó-
les polacos, e incluso en la actualidad se cita sólo muy de vez ricos que fuesen adecuados para el análisis de las explotacio-
en cilaii(lo. (El libro d e Kula sobre la teoría del sistema feu- nes familiares. Ambos subrayaron la elasticidad y la adaptabi-
dal, publicado en 1962, es una rara excepción; Kula, claro es- Iitlad de las explotaciones campesirias. Eii ambas escuelas de
tá. iitilizó una versión alemana. Véase: KULA 1976.) Es pro- pensamiento hay un visible hilo marginalista, y se proponen
bable que los resultados de muchas valiosas investigaciones líneas programáticas de desarrollo similares: inversiones en la
sobre historia económica podrían ser reinterpretadas a la luz educacióri y organización; desarrollo de la agricultura intensi-
de las teorías sobre la economía campesina avanzadas por Cha- va; gradual introducción de tecnologías modernas a través de
yanov y sus seguidores más modernos (KOCHANOWICZ, e n iiria *integración vertical. que deje intacta la explotación fa-
pwparacióii). miliar, vinculándola, no obstante, a la economía nacional a tra-
vés de diferentes fórmulas de cooperación.
Observaciones finales. Tambiéii existen diferencias entre los estudios polacos y los
de Chayanov, pero éstas no implican contradicciones. La más
Hemos querido destacar el hecho de que en los estudios po- destacada es la importancia atribuida por los investigadores
lacos sobre el campesinado se observan más bien semejanzas polacos d e la pre-guerra al problema de la superpoblación.
al enfoque de Chayanov que una influencia directa. No es di- Puesto que dicho problema era probablemente mucho más
fícil explicar las razones por las cuales no se produjo una in- acuciaiite en Polonia que en Rusia, no es sorprendente que
LA TEORIA DE CHAYANOV Y EL PUNTO DE VISTA POLACO
RESPECTO A LA ECONOMIA CAMPESINA

!20 10s iiite1ectuales polacos no se preocupaseri tanto por la ina- grandes y pequeñas pi.opiedatles~].eii: Zagadnienia pols-
iiera en que la ecorioinía familiar se adaptaba al ciclo deino- kiej polityki gospodarczej po wielkiej wojnie, N.K.N., Crki-
qráfico, como por su comportamiento ante la presicíii deino- covia.
gráfica. BRONIKOWSKI, W . (1934) Drogi postepu chlopa ~olskiego
\'istos desde una perspectiva actual, tanto los estudios ru- [.Los seiideros d e progreso del campesino polaco.]. Piiigu..
sos como los polacos d e la priinera mitad del siglo tienen ba- \':irsovia.
ses teóricas bastante menos rigurosas d e lo que sería tlesea- BULA\t7SK1.
])le. Más adelante se realizaron numerosas irivestigaciories, de-
CHAYANO\', A V . (1966) Oii the Theoi?; of Peasant Ecoiiomy,
l)ido especialmeiite al interés despertado por los probleriias
ed. D. Tlioriirr, B. Kerl)l~i)> H.E.F. Siiiilli, Ii~viiik (;o..
del Tercer bliiiido. Eii la actualidad los planteariiieiitos teóri-
Hoiiit~wood(Illinois).
cos son más claros, precisos y coherentes. No obstaiite, estos
primeros estudios aún constitiiyen una fuente valiosísima d e CHOLA], (196 )
ideas, de importancia no sólo para el estudio del pasado o d e CLAHK, C:. (19 ) The Economics of Suhsistanee Agricultu-
las realidades del Tercer Mundo, sino también para el escru- re,
tinio d e la situación actual en Europa del Este. Aquí la explo- CURZYTEK, J . (15128-29) Badania nad rentownoscia gospo-
taci61i familiar campesina no desapareció; por el contrario, pa- darstw wloseiaiiskich w roku gospodarczvm 1926127 [*Es-
rece estar reaparecierido lio solamente en Polonia, Yugoslavia tiidios sobre la reiitak)iliclad de las explotacioiies agrícolas
(J. aiiii fuera d e Eiiropa. en China), sino también en otras eco- campesinas eii el año económico 1926/27)>], Piiipv, \'arsovia.
nomías del tipo sovietico como Hungría, Biilguria, y hasta e n DEDERKO, B. (1934) ~Bezrobocie\v drol)iiycli gospodars-
la misma URSS. El interés por el estiidio d e las economías fa- twacli \vieljskicli. [-El deseinpleo en las pecliieiias t~uplotu-
miliares tiene un significado aún m i s amplio en esta parte del cioiies agrícolas,~],Rolnik Ekonomista, 18.
inundo. A comienzos de los años ochenta, los investigadores
DURHENBERGEH. E.P. (1982) (<Cliayaiio\iiiitl \lar\*, Pea-
polacos y búlgaros empezaron a descubrir que la llamada *se-
sant Studies, 9 (11.' 2).
u i i d a economía. o .economía paralela. desempeña iiii papel
primordial 110 sólo en las economías d e mercado occidenta- DZIEWICKA, 2.1. (1963) Chlopi-robotnicy [4:aiiipesiiios-
les, sirio también (y aún más si cabe) en las econoniías centra- obreros»], \'arsovia.
lizadas del Este. Los campesinos d e esta parte del muiido ha- FIGUROVSKAYA, K.(1988) NK stolietijii so diiia roziitlt>iiija
1)íaii descubierto años aiites la importaiicia de la economía pa- A,\'. Cajanova>>[.En el centenario del iiacimieiito d e Clia-
ralela para su supervivencia y bienestar. Esta aproximación al yaiio\#~], Voprosy Ekonomiki, 1 .
problema, d e gran utilidad para el análisis del mecanismo d e GALESKI. 8 . (1972) Basic Concepts of Rural Sociologu, L1;iii-
la economía familiar rural, puede resultar fructífera cuando se chester Uiiiversity Press.
aplica al est~idiodel comportamiento d e otros tipos d e ecoiio- - (197 )
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