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Vida, testimonio y palabra de Monseñor Romero

“LOS NO CRISTIANOS”
¡Hermanos, ¡cuánta bondad, cuánta verdad, cuánto bien hay más allá de las
fronteras cristianas! Respetemos esto. Porque muchas veces nos creemos
nosotros, por estar en la Iglesia, que somos lo mejor del mundo. ¡Quién sabe
si aquí, dentro de la Iglesia, somos menos buenos, menos nobles, menos
humanos que allí afuera!!

(Homilía 8 de octubre de 1978, V pp. 230-231).


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ACOMPAÑANDO LA VIDA
Octubre 2008.
Zona costa, Usulután.

Acción de gracias
en la 4ª Feria de logros campesinos del Bajo Lempa
El Marillo, Usulután, El Salvador, CA
13 de septiembre de 2008

Ángel Arnaiz Quintana, op


Las milpas ya están dobladas, los elotes recogidos, el atol se ofrece en refrigerio, el
ganado tiene buen pasto en los potreros. Las lluvias no nos han faltado. Estamos en
septiembre, en el invierno tropical de 2008. Celebramos el 8º Festival del maíz y la
4ª Feria de logros campesinos del Bajo Lempa usuluteco.
Entonces miré hacia atrás, hacia atrás... primero cuando llegamos a estas tierras
cubiertas de mangollanos y de zancudos que todavía no eran nuestras... ví el rostro
campesino de tantas mujeres y hombres de toditas las edades curtido por el sol, el
sudor, el dolor, el sufrimiento... y recordé guindas y persecuciones y refugios y
exilios... como aves sin nido, como peces en el mar de un lado para otro... y, más
allá todavía, me topé con nuestros muertos, los de nuestras familias, y de
compañeras y compañeros, amigas y amigos, cómo no, que llevamos con nosotros
como marca de hierro al fuego sellada en nuestras vidas... y también los muertos
asesinados, torturados, desaparecidos, masacrados en operativos, echados al río
Lempa -“no había día que no aparecieran en La Pita, en esa desembocadura del río
Lempa, ocho o diez cadáveres” -, o en la vuelta del camino de Los Lotes -“en las
noches de luna refulgía, cheleaba la huesamental”, notifica un testigo de los
hechos- ... y entonces me di cuenta que esa es la sangre que riega la tierra que
pisamos y sembramos, sangre de catequistas, jornaleros, campesinas jóvenes y
madres de familia, hasta niñas y niños, y dirigentes campesinos, y combatientes de
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ambos bandos... y me puse a soñar y tuve un sueño y es lo que les quiero


compartir.
Primero ví que vivíamos, que sobrevivíamos con dignidad, más bien, que éramos
comunidades organizadas, que teníamos tierras y viviendas y escuela y clínicas
para cuidar nuestra salud y nuestras enfermedades, que había una calle asfaltada,
que podíamos viajar con tranquilidad por la zona, y que también algunos se habían
ido de nuestro lado y habían emigrado y no podían regresar aunque quisieran, que
las comunidades seguían creciendo en familias y en gente, que teníamos buenos
equipos de fútbol y buenos grupos de música y danza...
Entonces me decidí a entonar un canto de acción de gracias con todos ustedes.
Todos vamos a dar gracias a la vida. O si lo prefieren, al Autor o Creador de esta
vida. A esa persona a quien muchos de nosotros llamamos Dios y Padre de nuestro
compañero de camino Jesús de Nazaret. O, si no, basta que recuerden cómo
vinimos a estos lugares y lo alcanzado hasta hoy y se sientan agradecidos con lo
que hemos logrado entre todos. Lo importante es ser agradecidos. La persona
agradecida es generosa, tiene paz, se siente alegre, es feliz.
Para ello ustedes tienen que cantar conmigo un verso de aquella canción
inolvidable de Violeta Parra, cantora chilena que con Víctor Jara, sufrió la
persecución de las fuerzas oscuras de nuestro continente por los años 70. El verso,
que también da nombre a la canción, dice así:
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
1. Por las milpas dobladas, por las tortillas de maíz nuevo, por los elotes cocidos,
asados, locos, por los granos de maíz que alimentan nuestras gallinas y
pollitos...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
2. Por los potreros con abundante zacate, por nuestras vacas, chivos, terneras,
bueyes y toros, por la leche, el queso y el quesillo, el requesón, la crema y el
yogur...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
3. Por nuestras viviendas, que aunque pobres son dignas y son nuestras, y ya no
estaremos posando más, y tendremos un techo donde vivir tranquilos/as...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
4. Por los trabajos que hacemos en las comunidades, en las tierras, en los
hogares, en el transporte, en las ventas, en la enseñanza, en la sanidad, en la
construcción...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
5. Por el servicio que cumplen quienes laboran en las directivas de las
comunidades y de las cooperativas, de las organizaciones campesinas, en las
comunidades cristianas, en los grupos artísticos y deportivos...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
6. Por todos los amigos y amigas, hermanas y hermanos solidarios de nuestro
país y de otros países del mundo que no nos han dejado desde el principio que
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llegamos a este lugar y que siguen a nuestro lado, y por todas las personas que
hacen algo cada día para conseguir una vida más justa y mejor para los
pobres...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
7. Por estar reunidos celebrando esta Feria campesina del Bajo Lempa y por la
alegría de compartir este atol y estos elotes preparados por la gente de
nuestras comunidades...
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
A continuación, en ese sueño, miré y ví una gran muchedumbre que nos rodeaba y
se alegraba con nosotros por nuestros logros y agradecimiento. Me fijé bien y
comencé a ver esos muertos, nuestros muertos, que vivían y viven
resplandecientes, vestidos con una túnica blanca y con una palma entre sus manos,
y que viven también entre nosotros, en estos logros, en nuestras familias, en
nuestra comunidad, en nuestras vidas y pensamientos y sentimientos, en ese sueño
de un mañana solidario, libre y sin opresión.
Y entonces escuché que ellos nos decían que siguiéramos amando, trabajando,
riendo, estudiando, curando, luchando día a día. Y nos proponían unas tareas para
que nuestra acción de gracias fuera más efectiva, más real, más verdadera. Oí que
decían:

¡Compañeras y compañeros del Bajo Lempa: no desistan, no bajen


la guardia, no pierdan los horizontes, no tengan miedo! ¡Miren más allá,
busquen la utopía, sueñen lo imposible, porque lo imposible llegará!

¿Qué tenemos que hacer? pregunté yo un poco tembloroso.


Tras esa multitud de mujeres y hombres mártires resplandecientes y vestidos de
blanco ví al Cordero inmaculado, Jesús el Nazareno muerto y resucitado, que
sonreía y era quien les acompañaba en esa visión. Y tras él estaba el Trono del que
rige los destinos de la humanidad y del universo, que quería hacerse presente en
esta manifestación. Yo temblé más todavía. ¡Era el Altísimo quien se pronunciaba
por estos hermanos y hermanas nuestros sacrificados!
Pero ellos me dijeron: No tiembles. Cumple tu misión. Ve y diles a tus hermanos lo
que te vamos a comunicar. Y esto fue lo que escuché y fiel se lo trasmito:
• Vivan unidos unos con otros, pues no hay mayor fuerza que la de la unidad.
La organización comunitaria es el mejor signo de esa unidad. Eviten, pues, el
sectarismo y cualquier confrontación violenta o divisoria entre ustedes.
• Pongan el amor, la verdad y la justicia en el centro de sus vidas entre
ustedes y con todos. Luchen contra el individualismo feroz de esta cultura
capitalista neoliberal, y contra su propio egoísmo individual o familiar.
• Cuiden con esmero la tierra y la naturaleza en la que habitan, pues
forman parte de sus vidas y de las vidas de todos. No destruyan las aguas, ni
los árboles; rescaten la vida natural.
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• Respeten a su propia gente campesina, pues tiene una dignidad y una


cultura propias. Nunca entre ustedes el maltrato, el insulto, la violencia, el
desprecio.
• Los problemas se resuelven en comunidad, con diálogo y propuestas
positivas. Aparten de ustedes las actitudes autoritarias, violentas,
machistas.
• Opten de forma consciente por una vida digna y sencilla, que les
permita compartir con los demás. Sean solidarios unos con otros y huyan del
consumismo.
• Recuerden que la fe religiosa es fuente de vida profunda, que mana
luego en hechos de paz, amistad y concordia. Valoren lo que tienen y no se
dejen llevar por influencias extrañas que no saben a dónde les van a llevar.
Cuando llegué aquí no pude escuchar más. Corrí a anotar todo lo que me habían
dicho y hoy se lo trasmito como hermano y servidor de ustedes, pobladores de la
comunidad Nueva Esperanza, en el Bajo Lempa usuluteco, El Salvador, CA.

17 septiembre 2008

Los olvidados del bajo Lempa

No es que se haga referencia a la famosa película de Luís Buñuel “Los olvidados”; se trata de las más de
2 mil 600 familias residentes en la zona baja del Río Lempa en el municipio de Jiquilisco, Usulután, que
tristemente comparten ese título a causa del olvido que muestran las entidades responsables de velar por
su seguridad y bienestar.
La situación que los ha afectado, debido a las persistentes lluvias de los últimos días, es realmente grave,
pues aunque las precipitaciones se detengan, la angustia para ellos continúa cuando inician las descargas
de la presa hidroeléctrica 15 de Septiembre que este fin de semana llegaron a 3 mil 300 metros cúbicos de
agua por segundo, provocando el desbordamiento del río que inundó varias de las comunidades más
cercanas.
“La noche del domingo 19 de octubre fue difícil, el caudal se desbordó y hasta ahora permanecen
inundadas cinco comunidades, la gente no se quiere salir por no dejar sus cosas a la deriva, pero el peligro
persiste por las constantes descargas de la presa”, manifestó Jorge Alberto Ramos, miembro de la
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Asociación Intercomunal de Comunidades Unidas para el Desarrollo Económico y Social del Bajo Lempa
(ACUDESBAL).
Ramos, detalló que la fuerte correntada del río provocó que en horas de la madrugada de este lunes un
tramo de la borda de protección cediera, permitiendo que el agua entrara a las casas y dejando a 17
familias completamente incomunicadas en la comunidad Babilonia; así mismo, en las comunidades Lotes,
Casonas y Mario 1 y 2, la inundación en los hogares alcanza los 50 centímetros de alto. “Hasta el
momento solo dos familias han sido evacuadas por la policía porque su situación era demasiado peligrosa,
el resto permanece aun en sus casas inundadas por temor a perder sus pertenencias”, puntualizó.
Por otra parte, la pérdida del 100% de los cultivos de la zona representa una gran dificultad para los
pobladores, pues en su mayoría viven de la agricultura y la ganadería y esto significa que no tendrán
recursos de alimentación para los meses que se avecinan.
Pero, la historia de las 29 comunidades que pertenecen al bajo Lempa no es nueva, esta situación se ha
repetido una y otra vez en cada invierno desde que se trasladaron a la zona en 1992 después de los
acuerdos de paz; sin embargo, antes de su llegada a la zona contaba con la protección necesaria para
evitar percances.
“Esta zona pertenecía a las familias poderosas y ellos sí tenían los recursos y condiciones adecuadas del
sistema de drenaje y protección, sin embargo, hoy somos una de las zonas más vulnerables y más
afectadas cada invierno”, expresó Alirio Núñez, coordinador de proyectos de ACUDESBAL.
El panorama para los habitantes del bajo Lempa es por ahora desalentador. Después de sufrir
inundaciones año tras año y pedir obras de protección que les ayuden a mitigar riesgos, sus voces parecen
llegar a oídos sordos pues hasta el momento lo que se les ha concedido no les ha servido de mucho.
“El Ministerio de Agricultura y Ganadería ilógicamente ha sido designado para atender nuestro problema,
pero quien debería tratarlo es el de Obras Públicas. En enero se inició la construcción de 1.6 kilómetros
de borda, pero nosotros necesitamos 9.9 KM de construcción para que eso pudiera ser efectivo, tenemos
todavía 8.4 KM de terreno sin borda que es lo que estamos exigiendo, esto significa que esa obra no nos
garantiza nada para estos inviernos que estamos viviendo”, acotó Núñez.
“Hemos tratado de hacer conciencia en las entidades correspondientes pues la zona necesita una atención
y este es un problema que trasciende a nivel nacional, eliminar el riesgo completamente es difícil debido a
la cantidad de agua que recibe el río Lempa, pero, sobre todo, a la presa hidroeléctrica, pues si el río
tuviera un libre tránsito la posibilidad de inundaciones en nuestras comunidades sería poca, pero lo que
está de fondo aquí es la generación de energía eléctrica porque eso significa dinero”, finalizó.
Otra de las gestiones que los pobladores del bajo Lempa han hecho a través de ACUDESBAL y en
conjunto con organizaciones del Río Grande de San Miguel, Jiboa y el río la Paz, en Ahuachapán, es la
solicitud al MAG para que incorpore en el presupuesto 2009, una partida especial que se destine a la
realización de obras de protección en las diferentes zonas afectadas por el desbordamiento de estos ríos.
“El 3 de septiembre se presentó la pieza escrita, Nuestra propuesta se hizo en el momento en que el
ministerio estaba elaborando su presupuesto para el 2009 y en su contestación nos dicen que vayamos a la
asamblea y que solicitemos ahí, pero nosotros sabemos que la asamblea lo que hace es aprobar el
presupuesto no elaborarlo, lo que buscan es desviarnos”, dijo Santos Guevara, presidente de
ACUDESBAL.
Guevara agregó que en el mismo periodo se introdujo una pieza de correspondencia a la Asamblea
Legislativa referente al mismo tema, que fue firmada por los partidos Cambio Democrático y FMLN, sin
embargo, la pieza fue retirada de repente y sin explicaciones por lo que no ha sido llevada al pleno.
“Exigimos que se cree una partida especial para obras de protección, que ya no nos dejen con
incertidumbre, nuestras comunidades se están inundando otra vez como hace 22 días, y esto no puede
seguir sucediendo, viene otro verano y el gobierno no hace nada, nosotros vivimos ahí y sabemos lo que
sufre nuestra gente”, enfatizó.
Por otra parte, la Alcaldía Municipal sostiene que también han gestionado recursos económicos para la
realización de obras de protección para la zona, no obstante, las respuestas tampoco han sido favorables.
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“Como municipalidad, los fondos no son suficientes para realizar las obras que necesitan estas
comunidades, sin embargo, hemos tratado de gestionarlas con el ejecutivo, incluso varias veces hemos
realizado marchas para pedir ayuda, pero, lo único que han aprobado son fondos que solo ajustan para
poner parches, no para solventar la necesidad”, explicó Wilfredo Rivera, sindico de la municipalidad.
“He pasado tres llenas aquí, ¡yo no me salgo!” La mirada triste de su rostro parece reflejar los recuerdos
de las tres inundaciones que asegura haber vivido desde que se trasladó a la zona del bajo Lempa en 2002.
Antonio Rodríguez, Don Toño, como le llaman los lugareños, con sus 84 años es uno de los ancianos de
la zona. Su casa fue destruida en 2006, durante el huracán Stan, la reconstrucción le ha costado mucho
esfuerzo, por lo que ahora se niega a abandonarla, aun cuando el agua ya le llega casi a sus rodillas. “Yo
no me voy, he pasado tres llenas aquí y no me han pegado un susto grande, no pienso dejar mi casa, tengo
que cuidar lo poquito que me queda, mi esposa la evacuaron, hay que se cuide sola, pero yo debo velar
porque no se pierdan nuestras pobrezas”, sostiene.
No pierde su sonrisa, sin embargo, su voz se torna cortada cuando recuerda que en estos días perdió todos
sus cultivos a causa de la inundación y no tendrá alimento seguro para los meses que vienen. “Las cuatro
tareas de siembra que tenía se perdieron, hoy no tendremos maíz hasta la otra cosecha”, se lamenta.
Al igual que Don Toño, todas las familias que habitan en el bajo Lempa, viven con la tristeza acuestas,
pues lo que logran construir en el verano es arrastrado por el río en el invierno, y aunque algunos ya
aprendieron a vivir con el imponente Lempa como amigo y enemigo a la vez, no pierden la esperanza de
que sus palabras tengan eco en quienes pueden ayudarlos a vivir más seguros y dejar de ser “Los
Olvidados”.
Cecilia Polío
Redacción Diario Co Latino, 20 de octubre

Carta escrita a la Escuela Latinoamericana en Cuba por el Equipo Pastoral de las


CEB’s del Bajo Lempa, Jiquilisco, Usulután

15 de octubre de 2008
Apreciables compañeros, compañeras de ELAM
Con mucha tristeza hemos visto las imágenes que han pasado los medios televisivos sobre los desastres
causados por las tormentas y huracanes en Cuba. Sepan que reconocemos que una vez más han
demostrado a nivel mundial la capacidad organizativa para enfrentar las adversidades hasta de la
naturaleza y que siempre ante todo lo importante es proteger y defender la vida. Gracias por enseñarnos.
En nuestras comunidades hay respeto, admiración, cariño para ustedes por todo lo que significa como
pueblo con dignidad y resistencia frente a las fuerzas del imperio. Muchos pobladores de nuestra zona
han tenido el privilegio de ser atendidos en la salud en tiempos de guerra, favorecidos con la Misión
Milagro, además se han realizado los sueños de muchos, muchas jóvenes de estudiar medicina, sueño
inalcanzable para los pobres en El Salvador. Estamos en deuda frente a tanto desaborde de solidaridad.
Por eso al saber de los destrozos se organizó una campaña en ayuda para ustedes. Con la participación de
todas las edades. Nosotros/as entendemos por lo que están pasando ya que año con año sufrimos también
de inundaciones a causa de las descargas que realizan las presas hidroeléctricas cuando acumulan aguas
por las lluvias. Por eso con mucho cariño les estamos enviando esta colecta que asciende a $ 731.00 para
que ustedes la utilicen según sus necesidades, ya que sabemos que en Pinar del Río la ELAM sufrió
muchos destrozos.
La unión hace la fuerza. La fuerza viene de los pobres, porque somos mayoría. Los pobres construyen
pueblos libres.
Unidos en el Dios de la vida. Comunidades Eclesiales de Base del Bajo Lempa de Jiquilisco, usulután, El
Salvador
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Recordando a Madre Marietje


(Resumen de la homilía que pronunció Padre Pedro Declercq en el funeral de la Madre Marietje el 11 de octubre en Bélgica)

Queridas hermanas y hermanos, amigos y amigas de Jesús y Marietje, familiares, personas solidarias,
quiero invitarles para meditar un momento sobre lo que hoy celebramos.
Buscamos el significado de la vida de Marietje.
En el Evangelio según San Juan está: "El Padre me ama porque yo mismo doy mi vida, y la volveré a
tomar. Nadie me la quita, sino que yo mismo la voy a entregar. En mis manos está el entregarla, y
también el recobrarla: este es el mandato de mi Padre." (Jn. 10,17-18)
Hace pocas semanas, justo después de la fiesta de su cumpleaños de 95 años Marietje me preguntó
"Cuántos años tengo?" Exclamé "95" "No", me dijo, entro en el año 96. Marietje quería seguir viviendo.
El filósofo Troisfontaines titulaba su libro: "Yo no muero, entro en la Vida".
Tanto Jesús, como Marietje como el filósofo dicen lo mismo y esto lo intuimos este día. Es imposible que
Marietje muera. Su muerte es la entrada en la Vida. Nosotros quienes conocemos bien a Marietje sabemos
muy bien que Marietje no puede apartarse de nosotros o desaparecer. Sabemos que entró en la Vida del
Señor y nosotros también queremos quedarnos con el Señor y con Marietje.
En realidad toda su vida fue una entrada.
Como huérfana entró en servicio en el trabajo con su patrona y llegó a ser su servidora y la cuidaba como
si fuera su hija hasta el final de su vida aquí.
A los 29 años entró en la congregación de las hermanas de San Agustín de San Nicolás como hermana
servidora.
Después del Concilio, a los 54 años entró como hermana misionera para los pobres de El Salvador.
Durante 39 años trabajaba para los pobres. Enseñaba a cocinar, a sembrar, a rezar y a reflexionar. Sus
favorecidos eran el sacerdote mártir Octavio y el obispo mártir Monseñor Romero.
Durante la guerra fundó un orfanato. Ella que fue huérfana se hizo madre de huérfanos. Daba vida.
Su título más bonito lo recibió de un sacerdote visitante: " De hermana mensajera hacia una hermana con
un mensaje".
Ahora Marietje, entrando en su año 96 entró del todo en la vida plena donde vive para siempre. Nosotros
y nosotras tenemos la oportunidad de recoger su vida y vivirla y pasarla tal como lo desea el Padre, dice
Jesús.
Por eso, con ella y con los pobres cantemos: "Siempre hay por qué vivir, por qué luchar, siempre hay por
qué vivir y a quien amar".

El fin de una era del capitalismo financiero


Los terremotos que sacudieron las Bolsas durante el pasado «septiembre negro» han precipitado el fin de
una era del capitalismo. La arquitectura financiera internacional se ha tambaleado. Y el riesgo sistémico
permanece. Nada volverá a ser como antes. Regresa el Estado.
El desplome de Wall Street es comparable, en la esfera financiera, a lo que representó, en el ámbito
geopolítico, la caída del muro de Berlín. Un cambio de mundo y un giro copernicano. Lo afirma Paul
Samuelson, premio Nobel de economía: «Esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS
fue para el comunismo.» Se termina el período abierto en 1981 con la fórmula de Ronald Reagan: «El
Estado no es la solución, es el problema.» Durante treinta años, los fundamentalistas del mercado
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repitieron que éste siempre tenía razón, que la globalización era sinónimo de felicidad, y que el
capitalismo financiero edificaba el paraíso terrenal para todos. Se equivocaron.
La «edad de oro» de Wall Street se acabó. Y también una etapa de exuberancia y despilfarro representada
por una aristocracia de banqueros de inversión, «amos del universo» denunciados por Tom Wolfe en La
Hoguera de las vanidades (1987). Poseídos por una lógica de rentabilidad a corto plazo. Por la búsqueda
de beneficios exorbitantes.
Dispuestos a todo para sacar ganancias: ventas en corto abusivas, manipulaciones, invención de
instrumentos opacos, titulización de activos, contratos de cobertura de riesgos, hedge funds… La fiebre
del provecho fácil se contagió a todo el planeta. Los mercados se sobrecalentaron, alimentados por un
exceso de financiación que facilitó el alza de los precios.
La globalización condujo la economía mundial a tomar la forma de una economía de papel, virtual,
inmaterial. La esfera financiera llegó a representar más de 250 billones de euros, o sea seis veces el
montante de la riqueza real mundial. Y de golpe, esa gigantesca «burbuja» reventó. El desastre es de
dimensiones apocalípticas. Más de 200 mil millones de euros se han esfumado. La banca de inversión ha
sido borrada del mapa. Las cinco mayores entidades se desmoronaron: Lehman Brothers en bancarrota;
Bear Stearns comprado, con la ayuda de la Reserva Federal (Fed), por Morgan Chase; Merril Lynch
adquirido por Bank of America; y los dos últimos, Goldman Sachs y Morgan Stanley (en parte comprado
por el japonés Mitsubishi UFJ), reconvertidos en simples bancos comerciales.
Toda la cadena de funcionamiento del aparato financiero ha colapsado. No sólo la banca de inversión,
sino los bancos centrales, los sistemas de regulación, los bancos comerciales, las cajas de ahorros, las
compañías de seguros, las agencias de calificación de riesgos (Standard&Poors, Moody’s, Fitch) y hasta
las auditorias contables (Deloitte, Ernst&Young, PwC).
El naufragio no puede sorprender a nadie. El escándalo de las «hipotecas basura» era sabido de todos.
Igual que el exceso de liquidez orientado a la especulación, y la explosión delirante de los precios de la
vivienda. Todo esto ha sido denunciado –en estas columnas – desde hace tiempo. Sin que nadie se
inmutase. Porque el crimen beneficiaba a muchos. Y se siguió afirmando que la empresa privada y el
mercado lo arreglaban todo.
La administración del Presidente George W. Bush ha tenido que renegar de ese principio y recurrir,
masivamente, a la intervención del Estado. Las principales entidades de crédito inmobiliario, Fannie Mae
y Freddy Mac, han sido nacionalizadas. También lo ha sido el American International Group (AIG), la
mayor compañia de seguros del mundo. Y el Secretario del Tesoro, Henry Paulson (expresidente de la
banca Goldman Sachs…) ha propuesto un plan de rescate de las acciones «tóxicas» procedentes de las
«hipotecas basura» (subprime) por un valor de unos 500 mil millones de euros, que también adelantará el
Estado, o sea los contribuyentes.
Prueba del fracaso del sistema, estas intervenciones del Estado –las mayores, en volumen, de la historia
económica- demuestran que los mercados no son capaces de regularse por sí mismos. Se han
autodestruido por su propia voracidad. Además, se confirma una ley del cinismo neoliberal: se privatizan
los beneficios pero se socializan las pérdidas. Se hace pagar a los pobres las excentricidades irracionales
de los banqueros, y se les amenaza, en caso de que se nieguen a pagar, con empobrecerlos aún más.
Las autoridades norteamericanas acuden al rescate de los «banksters» («banquero gangster») a expensas
de los ciudadanos. Hace unos meses, el Presidente Bush se negó a firmar una ley que ofrecía una
cobertura médica a nueve millones de niños pobres por un costo de 4 mil millones de euros. Lo consideró
un gasto inútil. Ahora, para salvar a los rufianes de Wall Street nada le parece suficiente. Socialismo para
los ricos, y capitalismo salvaje para los pobres.
Este desastre ocurre en un momento de vacío teórico de las izquierdas. Las cuales no tienen «plan B»
para sacar provecho del descalabro. En particular las de Europa, agarrotadas por el choque de la crisis.
Cuando sería tiempo de refundación y de audacia.
¿Cuanto durará la crisis? «Veinte años si tenemos suerte, o menos de diez si las autoridades actúan con
mano firme.» vaticina el editorialista neoliberal Martin Wolf (1). Si existiese una lógica política, este
contexto debería favorecer la elección del demócrata Barack Obama (si no es asesinado) a la presidencia
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de Estados Unidos el 4 de noviembre próximo. Es probable que, como Franklin D. Roosevelt en 1930, el
joven Presidente lance un nuevo «New Deal» basado en un neokeynesianismo que confirmará el retorno
del Estado en la esfera económica. Y aportará por fin mayor justicia social a los ciudadanos. Se irá hacia
un nuevo Bretton Woods. La etapa más salvaje e irracional de la globalización neoliberal habrá
terminado.
Nota 1) Financial Times, Londres, 23 de septiembre de 2008

Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique

ECUADOR
NACE UN NUEVO PAÍS
El aplastante respaldo recibido por la nueva Constitución en el referendo del domingo 28 de septiembre
denota el respaldo de la ciudadanía al proyecto de revolución ciudadana impulsado por el presidente
ecuatoriano, Rafael Correa.
“Ha nacido un nuevo Ecuador”, fueron las primeras palabras de Correa, tras conocer la aplastante
votación de respaldo a su proyecto de cambio, reflejado en la nueva carta Magna.
Se trata no sólo de un sí a la legislación elaborada por la Asamblea Constituyente, sino también de
ratificación y apoyo a la gestión durante 20 meses del mandatario y su gobierno.
La carta política no es otra cosa que el resultado de una lucha de reclamos, acumulados por año y que se
transformaron en votos en noviembre de 2006 con la elección del economista Rafael Correa como jefe de
Estado.
Su victoria en las urnas fue apoyada entonces por una mayoría del pueblo que, recelosa de los políticos
pero armada de esperanza, apostó por la anhelada transformación del país.
Acontecieron entonces otras conquistas, como la consulta del 15 de abril de 2007 sobre la instalación de
una constituyente de plenos poderes, en la cual un 81.72 por ciento de votantes dijo sí a la Asamblea.
Poco después, el 30 de septiembre de ese año, los ecuatorianos volvieron a las urnas para elegir a los 130
integrantes de esa institución que se encargó de elaborar la nueva ley que sería sometida a consulta.
En esa votación, los partidarios del jefe de Estado ganaron y ocuparon la mayoría de asientos de la
Constituyente, lo cual facilitó contar ahora con un proyecto de legislación, que cierra las puertas al
neoliberalismo y abre el camino a la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Época de cambios
De esta forma se consolida un proceso de paz, que busca afianzar la transformación de un país rico en
recursos naturales, pero con una pobreza que supera el 60 por ciento de sus 13 millones de habitantes.
Para Correa, la Constitución significa un deber ineludible de todos los interesados en acabar con la
desigualdad, la miseria y el neoliberalismo.
“No queremos una sociedad de pobres, queremos una sociedad de propietarios, con desarrollo equitativo,
una sociedad con mayor justicia”, y eso está reflejado en la nueva ley, subrayó.
El dignatario llamó a trabajar juntos para llevar adelante este proyecto de cambio, “porque es un proceso
de todo un pueblo”, aseveró.
“Los que se creyeron dueños de este país perdieron”, pero tienen las puertas abiertas al diálogo, enfatizó
al recalcar que conversará sólo con una oposición seria, no con la que durante la campaña electoral mintió
e intentó con el engaño manipular a los ciudadanos.
Con la legislación aprobada están sentadas las bases para un nuevo país y ahora queda implementar los
cambios y construir una nación menos desigual, más equitativa y justa.
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Según los resultados oficiales, el 66.4 por ciento votó sí por este texto constitucional, lo cual acrecienta
las esperanzas de la mayoría de los ecuatorianos y confirma el cambio de época que vive América Latina.
Por Leovani García
Corresponsal/Quito

9 de octubre: hace 41 años murió Che Guevara (1928 - 1967)


Che en cuatro tiempos
TIEMPO UNO
Nacer y el asma en el frío intenso de Rosario. Dar los primeros pasos, montar en velocípedo, jugar con su
perro, aprender las vocales, las consonantes y los números con Don Ernesto y Doña Celia y alguna
maestra rural, pero el asma ahí, constante, ahogando al niño que se niega a doblegarse ante la falta de
aire, pues quiere hacerlo todo igual que los demás, sin saber que llegará a ser mejor.

Cambiar la casa hacia Buenos Aires para que mejorara la salud maltrecha, y crecer y patear balones de
fútbol, escalar montañas, leer constantemente y constantemente estudiar letras y ciencias.
Sustituir el ciclo de pequeño por la motocicleta de adolescente retador para darse una vuelta por toda
Nuestra América, y conocer sin que nadie le cuente cómo sobreviven las personas que habitan del Bravo
a la Patagonia.
Matricular la carrera de Medicina y graduarse de médico, no para abrir una clínica privada, sino para
ponerse al servicio de los leprosos, a quienes ningún otro colega se atreve a atender.
Remar río abajo y río arriba a bordo de una rústica balsa, tomar fotografías de paisajes y gentes, escribir
cartas y uno que otro poema. ¿Y el asma? ¡Bien, gracias!

TIEMPO DOS
En Guatemala peligra un gobierno popular, y allí está en Guatemala, con un bufo, que es como los
argentinos llaman a los revólveres, para defender los exiguos avances que los yankis no le permitieron
más a Jacobo Arbenz. México abre sus puertas al incansable viajero y en casa de María Antonia, en
apenas una noche de plática con otro joven soñador como él, de nombre Fidel Castro, se convierte en el
primero en la lista de los expedicionarios de un yate de recreo, convertido en medio de la mar
embravecida en un barco de guerra para hacer la libertad de Cuba.
Naufragio más que desembarco. Sorpresa enemiga y bautismo de fuego. Disyuntiva: cargar con la
mochila de medicamentos o con el fusil. Decide por el último para salvar a un pueblo de los males
sociales que lo consumían, peores que todas las demás enfermedades y las heridas de balas. De nuevo las
montañas, que debe ascender ahora entre combate y combate, para descenderlas luego y subir a lo más
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alto con la hazaña incomparable de la invasión de Oriente a Occidente, en la cual cortó a Cuba en dos
para unirla más, al frenar al enemigo en Santa Clara y acelerar el amanecer del Primero de Enero de 1959.

TIEMPO TRES
Comandante y economista. Ministro y machetero. Ciudadano cubano por nacimiento. Político y
constructor. Estudioso y crítico. Creador del trabajo voluntario. Forjador de inventivas. Acelerador de
ideas. Revolucionario. Comunista. Internacionalista. "Aquí dejo lo más puro de mis esperanzas de
constructor y dejo a un pueblo que me admitió como a un hijo; eso lacera y cura con creces cualquier
desgarradura... Nada legal me ata a Cuba, solo lazos de otra índole que no se pueden romper como los
nombramientos... Otras tierras del mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos..." Y hacia
otras tierras de África y América Latina enrumba sus pasos, sintiendo bajo sus talones el costillar de
Rocinante, con la adarga al brazo, para crear dos, tres, muchos Vietnam con tableteo de ametralladoras y
nuevos gritos de guerra y de victoria.

TIEMPO CUATRO
Es 9 de octubre de 1967, prisionero desde el día antes en la pequeña y desconocida escuelita de La
Higuera, impartió su mejor clase de Historia. Los terroristas confesos que lo asesinaron por órdenes
expresas de Washington jamás imaginaron que un hombre de solo 39 años de edad pudiera multiplicarse
tantas veces, para nacer a cada instante en todos los confines del planeta.
Y ahí lo tenemos, en mármoles, piedras, bronces, graffitis para llamar a huelgas y manifestaciones; en
afiches y fotografías que llenan avenidas, calles, parques, plazas, escuelas y fábricas del mundo; en
poemas y canciones que se entonan por millones en todos los idiomas.
En presente y futuro, porque de Che jamás se podrá hablar en pasado, pues sigue convocando a los oídos
receptivos a esta marcha unida en la cual no cabe más alternativa que su frase que retumba con la fuerza
de un eco universal y unánime: ¡Hasta la victoria siempre...!
(Héctor Arturo)

Reconocimiento internacional para Miguel Cavada


“Treinta años de solidaridad”
El 9 de septiembre nos ha llegado la noticia. “Miguel Cavada recibirá el primer Premio al Cooperante de
Cantabria”.
Lo tiene muy merecido. Durante treinta años ha vivido y trabajado en El Salvador, dedicando tiempo y
energías sin límite al pueblo salvadoreño.
Le conozco desde que era estudiante en la UCA. Él recuerda bien aquellos tiempos, finales de los años
setenta, de represión al pueblo y persecución a la Iglesia. Del tiempo de estudios recuerda a Ellacu, el
padre Ellacuría, “el maestro de maestros”, como dice.
Miguel es coherente y rocoso, como su Cantabria natal –al norte de España- y como el pueblo
salvadoreño. Para mí dos cosas destacan cuando uno habla y trabaja con él: el pueblo salvadoreño y
Monseñor Romero.
El pueblo salvadoreño es simplemente la realidad más real de este país. Miguel Cavada habla y escribe de
él sin romanticismo ni piadosísimo, pero sí con convicción: es lo mejor de este País y lo que puede dar
esperanza de que haya más vida para todos. Por eso trabaja con y para ese pueblo. Sin idealismo y con
creatividad. Visita cantones y comunidades, y allí se siente como en casa. En esta carta a las Iglesias
comenzó una sección que tituló “vida de comunidades”. Cuentan lo que hacen y dicen, gozan y padecen,
las mayorías populares que se juntan en comunidad. Y se nota que él sufre y goza con ellos. Hace años
fundó el Equipo Maíz, editorial popular que ha publicado libros y afiches bellísimos sobre los mártires.
Y además, muy verdaderos, y con la decisión de que nunca desaparezca su recuerdo, sino de que nos
sigan alimentando siempre. El enfoque y la perspectiva es desde la “opción por los pobres” y desde el
“debajo de la historia”.
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Y con el pueblo salvadoreño, Monseñor Romero. Miguel Cavada, aunque de estas cosas no es fácil
hablar, lo quiere como a un padre. Monseñor es un referente insuperable, y en sentido estricto: treinta
años después de su muerte tenemos que seguir refiriéndonos a él, para conocer bien, y no olvidar, lo que
fue este pueblo y su esperanza. Y para no desfallecer en la tarea de hacer realidad esa esperanza.
En eso, se parece a otros mucho. Pero se diferencia en que ha dedicado mucho tiempo a leer, estudiar y
publicar los escritos de Monseñor Romero. En la actualidad está terminando de preparar el VI Tomo de la
edición crítica de las Homilías de Monseñor Romero. En total, serán unas 3,500 Páginas. Miguel Cavada
las ha revisado palabra por palabra. Busca las citas de San Agustín o de Pío X cuando Monseñor las cita
genéricamente. Busca en los periódicos de la época –y a veces va hasta la Biblioteca Nacional- para
encontrar los acontecimientos a los que alude Monseñor. No osa cambiar una palabra, aunque a veces
añada en una nota algún error obvio.
Nunca se le ve quejoso o cansado de hacer este trabajo. Algunas veces me detiene en el corredor y me
dice: “¡Mira lo que decía Monseñor”. Y efectivamente Monseñor decía cosas que nadie ha dicho entre
nosotros. Cosas trágicas, cosas admirables y cosas personales: “Y me alegro, hermanos, de que la iglesia
sea perseguida, precisamente por su opción preferencial por los pobres y por tratar de encarnarse en el
interés por los pobres”. Pasan los años y no se puede ir más allá de Monseñor. Miguel Cavada, por
último, es profesor de la UCA. Da clases de Liturgia y Pastoral en el Departamento de Teología.
Todo esto es lo que está reconociendo la Dirección General de Cooperación al Desarrollo de Cantabria, a
la que se han sumado tres ayuntamientos cántabros: Torrelavega, Santander y Medio Cudeyo. Sus amigos
y amigas en El Salvador, muy numerosos, han recibido este premio con gran alegría

Las CEB’s del Bajo Lempa se alegran por esta noticia porque siempre han podido contar con el gran
apoyo de Miguel Cavada en varios talleres y en la elaboración y la redacción de las diversas
publicaciones que utilizamos en nuestras comunidades y grupos de catequésis.

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