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30.- Tensión superficial.

§30.1. Contacto entre varias fases (916); §30.2. Fuerzas intermoleculares. Cohesión (916);
§30.3. Tensión superficial (918); §30.4. Tensión superficial y energía superficial (921);
§30.5. Presión debida a la curvatura de la superficie interfasial (923); §30.6. Gotas esféricas
(924); §30.7. Formación de gotas. Estalagmómetro (927); §30.8. Películas liquidas. Pompas
(929); §30.9. Contacto entre dos líquidos (930); §30.10. Contacto solido-liquido-vapor.
Ángulo de contacto (931); §30.11. Forma de la superficie libre de un líquido (933);
§30.12. Capilaridad. Ley de Jurin (934); Problemas (936)

Ya indicábamos al comienzo de este capítulo (§29.2) que un criterio diferencial


de máxima importancia entre los líquidos y los gases es la existencia, en aquéllos,
de una superficie libre. En esta lección nos interesaremos por una gran variedad de
fenómenos que están relacionados con la existencia de una superficie libre y que se
explican a partir de las propiedades contráctiles de ésta, asociadas a una cierta
tensión, denominada tensión superficial, que nos permite asimilar su comportamiento
(al menos, hasta cierto punto) con el de las membranas elásticas tensas. Ese estado
de tensión de la superficie libre de un líquido tiende a reducir el área de ésta a un
valor mínimo compatible con los vínculos y con las fuerzas exteriores. Veamos ahora
algunos ejemplos de tales fenómenos.
Las gotas de lluvia o las burbujas de aire en el interior de un líquido tienden a
tomar la forma que ofrece una superficie mínima, i.e., la forma esférica. Cuando un
líquido fluye lentamente por el extremo de un cuentagotas, no lo hace en forma de
chorro continuo, sino como una sucesión de gotas. Una aguja de coser, depositada
cuidadosamente sobre la superficie del agua, origina una pequeña depresión en ella
y permanece sin hundirse, a pesar de que su densidad es notablemente superior que
la del agua. Algo análogo ocurre con muchos insectos acuáticos, que pueden posarse
sobre la superficie del agua y moverse sobre ella, ya que su peso está compensado
por la resistencia que ofrece ésta a deformarse. Los rizos en la superficie del agua
tranquila, se propagan en ella, constituyendo un movimiento ondulatorio, gracias a
las características "elásticas" de la superficie libre del agua. Cuando sumergimos
parcialmente en agua un tubo de vidrio, limpio y de pequeño calibre, el agua
desciende por su interior; pero si lo sumergimos en mercurio, el líquido desciende.
Todos los fenómenos citados en el párrafo anterior, y otros muchos de naturaleza
análoga, constituyen los llamados fenómenos de superficie o interfasiales que son
característicos de los líquidos. De ellos nos ocuparemos en esta lección.

Manuel R. Ortega Girón 915


916 Lec. 30.- Tensión superficial.

§30.1. Contacto entre varias fases.- Cada porción homogénea de un sistema


heterogéneo recibe el nombre de fase. Así, por ejemplo, en un sistema constituido por
agua (líquida) en presencia de su vapor se encuentran presentes dos fases: la fase
líquida (agua) y la fase gaseosa (vapor de agua).
La superficie de contacto o de separación entre dos fases de un sistema
heterogéneo, cada una de ellas físicamente homogénea, recibe el nombre de superficie
interfasial (i.e., entre fases). En esta Lección nos interesaremos por las siguientes
superficies interfasiales: líquido-gas, líquido-líquido, líquido-sólido y sólido-gas. En
los fenómenos que estudiaremos no nos interesaremos por el contacto sólido-sólido.
Cuando se encuentran en presencia tres fases, como ocurre cuando se deposita
una gota de mercurio sobre una lámina de vidrio, en el aire, existe una línea de
contacto común a las tres fases. Así, en el ejemplo indicado, esta línea de contacto
es el contorno común a las tres superficies interfasiales (vidrio-mercurio, vidrio-aire
y mercurio-aire).
Los fenómenos de contacto más simples se presentan en la superficie de contacto
entre dos fases de una misma sustancia pura (v.g., hielo-agua-vapor de agua) o de
sustancias puras no miscibles entre sí (v.g., alcohol-mercurio). Pero no siempre
resulta fácil experimentar en esas condiciones ideales. Así, aunque el caso más simple
de lámina líquida sería el del agua pura en presencia de vapor de agua saturante, la
mayor parte de los experimentos se realizan en el aire con láminas de agua jabonosa,
lo que permite obtener láminas muy persistentes.

§30.2. Fuerzas intermoleculares. Cohesión.- Las moléculas de los líquidos


no oscilan respecto de posiciones fijas, como ocurre en los sólidos, sino que gozan
de cierta libertad de movimiento. Sin embargo, las distancias intermoleculares en los
líquidos son suficientemente pequeñas como para que se ejerzan fuerzas atractivas
de cohesión entre las moléculas. Como resultado de estas fuerzas de cohesión, el
líquido ocupa un volumen propio determinado, aunque su forma sea la del recipiente
que lo contenga, a diferencia de lo que ocurre en los gases, en los que las fuerzas de
cohesión son prácticamente inexistentes, por ser muy grandes las distancias
intermoleculares, de modo que los gases tienden a ocupar todo el volumen del que
dispongan. Por otra parte, la existencia de las fuerzas de cohesión en los líquidos
determina la existencia en éstos de una superficie libre y de los fenómenos asociados
a ella.
Como ya vimos en §8.7, las fuerzas intermoleculares son de naturaleza
electromagnética, ya que representan el resultado de las interacciones electromagnéti-
cas entre los electrones y núcleos de los átomos de una molécula con los de las otras.
Estas fuerzas no han podido ser explicadas dentro del formalismo de la Mecánica
Clásica y sus detalles sólo pueden comprenderse en el marco de la Mecánica
Cuántica. Aunque sólo sea de un modo intuitivo, trataremos de justificar la existencia
de dichas fuerzas intermoleculares. Aunque las moléculas sean eléctricamente neutras
a efectos netos, cuando dos moléculas se encuentran en presencia, separadas por una
distancia suficientemente pequeña, sus distribuciones de carga se alteran, lo que da
lugar a la aparición de una fuerza neta, atractiva o repulsiva, entre ambas.
§30.2.- Fuerzas intermoleculares. Cohesión. 917

Cuando la distancia intermolecular es


grande, como es el caso de los gases, la fuerza
intermolecular es atractiva, aunque extremada-
mente pequeña. Esta fuerza atractiva aumenta
cuando se comprime el gas y se aproximan sus
moléculas. Puesto que se requieren presiones
extraordinariamente elevadas para comprimir un
líquido, i.e., para obligar a sus moléculas a
aproximarse entre sí más de lo que corresponde
a su espaciamiento normal en el líquido, se
deduce que las fuerzas intermoleculares son
Figura 30.1
repulsivas y relativamente grandes para distan-
cias intermoleculares ligeramente inferiores a las
dimensiones moleculares. Así pues, la intensidad de las fuerzas intermoleculares debe
variar con la distancia intermolecular de un modo análogo al que se representa en la
Figura 30.1. La fuerza repulsiva intermolecular es la que impide que una molécula
pueda atravesar a otra; i.e., es la responsable de la impenetrabilidad de la materia.
Con todo, las fuerzas atractivas intermoleculares son de corto alcance, como máximo
de algunos radios moleculares, de modo que el efecto de las fuerzas de cohesión sólo
es perceptible a una distancia r, que llamaremos radio de acción molecular, que es
del orden de 10 (v.g., en el agua, r≈40 ).
Consideremos ahora una
molécula, tal como la O1 en la
Figura 30.2, situada en el interior
de un líquido, suficientemente
alejada de la superficie libre
del mismo como para que su
esfera de acción molecular se Figura 30.2
encuentre completamente en el
interior del líquido. Todas las
moléculas contenidas en la esfera de atracción de la molécula O1 ejercerán fuerzas
de atracción sobre ésta; pero, como consecuencia de la homogeneidad isotrópica del
líquido, la distribución de fuerzas sobre la molécula O1 también será isotrópica y su
resultante será nula. Sin embargo, como consecuencia de las fuerzas de atracción
intermoleculares, se ejercerá una presión a través de la esfera de acción molecular;
cada capa esférica, al ser atraída por la molécula O1, comprimirá a las moléculas
contenidas en las capas más interiores, lo que da lugar a la existencia de una cierta
presión interna en el punto O1 (no debemos confundir esta presión interna con la
presión hidrostática).
Si ahora consideramos una molécula, tal como la O3, situada muy cerca de la
superficie libre del líquido (de hecho, mucho más cerca que el radio de acción
molecular), la situación será diferente a la descrita en el párrafo anterior. En estas
condiciones, habrá más moléculas atrayendo hacia el interior del líquido a la
molécula O3 que las que la atraen hacia fuera del mismo. Una situación límite se nos
presentará para aquellas moléculas, como la O4, situadas en la propia superficie libre
del fluido. La distribución anisotrópica de fuerzas de atracción intermoleculares sobre
estas moléculas próximas a la superficie libre da como resultado la existencia de una
918 Lec. 30.- Tensión superficial.

fuerza neta sobre las mismas, dirigida hacia el interior del fluido y que será tanto más
intensa cuanto más cercana a la superficie libre se encuentre la molécula en cuestión.
También en estos casos habrá una cierta presión interna, cuyo valor va disminuyendo
conforme nos aproximamos a la superficie libre del líquido. En consecuencia, existe
una pequeña capa de líquido, subyacente a la superficie libre, en la que reinan unas
condiciones diferentes a las que rigen en el resto de la masa líquida (por ejemplo,
correspondiendo a una presión diferente, la densidad también será diferente).
De lo dicho anteriormente se deduce fácilmente que si queremos llevar una
molécula desde el interior del líquido hasta la superficie libre del mismo será
necesario realizar un trabajo contra la fuerza resultante que actúa sobre ella cuando
se aproxima a dicha superficie libre. Por consiguiente, las moléculas situadas en la
superficie libre del líquido poseen mayor energía potencial que las situadas en el
interior del mismo. La energía potencial de todas las moléculas que constituyen la
superficie libre de un líquido, debida a las fuerzas atractivas que sobre ellas ejercen
las moléculas subyacentes, recibe el nombre de energía superficial.
De acuerdo con las leyes de la Mecánica, la energía potencial tiende a alcanzar
un valor mínimo, que corresponde a la situación de equilibrio; i.e., cualquier cambio
que tenga lugar espontáneamente implica una disminución de esta energía. Por tanto,
la energía superficial tiende a tomar un valor tan bajo como sea posible, de modo que
la superficie libre del líquido tiende a presentar la menor extensión posible, y esta
disminución ocurrirá efectivamente, salvo que a ella se opongan otras fuerzas. Esta
disminución tendrá lugar, no como consecuencia de la contracción de la masa líquida,
sino por el paso de las moléculas superficiales hacia el interior del líquido. El
resultado de esta tendencia es la aparición de una fuerza o tensión tangencial en la
superficie libre del líquido que intenta contraerla.

§30.3. Tensión superficial.- Por lo dicho en el epígrafe anterior, cabe imaginar


la superficie libre de un líquido en un estado de tensión tal que, si se considera
cualquier línea situada en ella o delimitándola, la sustancia que está situada a un lado
de dicha línea ejerce una atracción sobre la situada al otro lado; esta tensión es
tangencial a la superficie y actúa perpendicularmente a la línea que hemos indicado.
Podemos comprobar fácilmente que la tensión superficial se manifiesta en forma
de una fuerza de tipo mecánico con el simple
dispositivo que se ilustra en la Figura 30.3, en el
que un bucle de hilo está sujeto a un anillo de
alambre. Cuando el dispositivo se sumerge en
agua jabonosa, al sacarlo de ella se forma una
delgada película líquida en la que flota libre-
mente el bucle, adoptando una forma irregular
(Figura 30.3a). Al pinchar el interior del bucle de
hilo, éste adopta la forma circular (Figura 30.3b),
Figura 30.3 como si la película líquida restante tirase radial-
mente de él, hacia fuera. Obviamente, antes de
pinchar el interior del bucle actuaban las mismas fuerzas; pero como había película
líquida tanto en el exterior como en el interior del bucle, la fuerza neta ejercida sobre
cada porción del hilo era nula. Obsérvese que la forma circular adoptada por el hilo
minimiza el área de la película líquida restante.
§30.2.- Fuerzas intermoleculares. Cohesión. 919

Otro dispositivo muy adecuado para poner de manifiesto los fenómenos


interfasiales y para comenzar un estudio cuantitativo de los mismos es el que se
presenta en la Figura 30.4, consistente en un bastidor de alambre doblado en forma de
U sobre el que puede deslizar sin rozamiento apreciable una corredera ligera.
Sumergiendo el conjunto en agua jabonosa, conseguiremos formar una película
líquida enmarcada en el bastidor, cuya extensión podremos variar desplazando la
corredera en uno u otro sentido. Observaremos que la corredera tiende a desplazarse
hacia la parte cerrada de la U; i.e., la película tiende a contraerse.
Para mantener en reposo la corredera del
dispositivo anteriormente descrito, será
necesario ejercer sobre ella una determinada
fuerza F, como se ilustra en la Figura 30.4.
Aunque pueda parecernos extraño, la misma
fuerza F mantendrá la corredera en reposo
independientemente del área de la película Figura 30.4
líquida, siempre que ésta permanezca a
temperatura constante. Este comportamiento
de la película líquida difiere notablemente del de una membrana elástica (v.g., de
caucho) que requerirá más fuerza al aumentar su extensión.
Aunque una película jabonosa es muy delgada, su espesor es enorme en
comparación con las dimensiones moleculares, de modo que podemos considerarla
constituida fundamentalmente por un cierto volumen de líquido limitado por dos
capas superficiales o superficies interfasiales. Cuando aumentamos el área de la
película, tirando de la corredera, algunas moléculas situadas en el seno de la masa
líquida se desplazan hacia las capas superficiales. Así, resulta fácil comprender que
estas capas no están tensadas en la misma forma en que lo está una membrana
elástica (por un distanciamiento entre sus moléculas), sino que el aumento de su área
se debe a la emigración hacia la superficie de las moléculas contenidas en el interior
del líquido.
Sea l la separación entre las dos ramas de la U. Puesto que la película líquida
tiene dos superficies interfasiales, la longitud total a lo largo de la cual actúan las
fuerzas superficiales es 2l. La tensión superficial, que representaremos por σ, se
define como
la fuerza por unidad de longitud ejercida perpendicularmente a una línea
cualquiera de la superficie.
Por tanto, en el caso que estamos considerando, será

F
σ [30.1]
2l
En el Sistema Internacional de Unidades (S.I.), la tensión superficial se expresa
en newtons por metro (N/m); en el sistema de unidades c.g.s., se expresa en dinas por
centímetro (dyn/cm). La equivalencia entre ambas unidades es

N dyn [30.2]
1 1 000
m cm
920 Lec. 30.- Tensión superficial.

Tabla 30.1

Tensión superficial de algunos líquidos puros en contacto con el aire o con su


propio vapor*.

líquido t (°C) ρ (g/cm3) σ (dyn/cm)

aceite de oliva 20. 0.918 32.0

acetona 20. 0.7889 3.70

ácido clorhídrico (38%) 20. 65.75

ácido nítrico (99%) 11.9 1.503 42.7

ácido sulfúrico (99%) 20. 1.841 55.1

agua 0. 0.9990 75.6


20. 0.9982 72.75
60. 0.9832 66.18
100. 0.9584 58.9

alcohol etílico* 20. 0.791 22.75

benceno 20. 0.899 28.85

cobre 1130. 7.92 1100.

disolución jabonosa 20. 1.000 25.0

éter etílico* 20. 17.01

glicerina 20. 1.260 63.4

helio* -269. 0.12

hidrógeno* -255. 2.31

mercurio 20. 13.546 465.


70. 423.

neón -248. 5.50

oro 1070. 17.24 1000.

oxígeno* -183. 13.2

plata 970. 9.32 800.

tetracloruro de carbono 20. 1.5867 26.95

tolueno 20. 0.8669 28.50

yoduro de metileno 20. 3.3254 50.76


§30.2.- Fuerzas intermoleculares. Cohesión. 921

El valor de la tensión superficial de una sustancia líquida pura en contacto con


su propio vapor depende de la naturaleza de la sustancia. Si el gas circundante es
inerte e insoluble en el líquido y no son intensos los fenómenos de absorción, la
tensión superficial depende poco de la naturaleza del gas y su valor respecto al vacío
(mejor dicho, respecto al vapor saturante del líquido) se puede confundir con el valor
de σ con relación al gas.
El valor de la tensión superficial depende extraordinariamente de la contamina-
ción de la superficie interfasial mediante cantidades mínimas de cualquier impureza.
La experiencia demuestra que la tensión superficial de los líquidos disminuye al
aumentar la temperatura y que dicha disminución es, generalmente, función lineal de
la temperatura, anulándose al alcanzarse la temperatura crítica, en la que el líquido
y su vapor son indistinguibles.

§30.4. Tensión superficial y energía superficial.- Es muy útil y conveniente


abordar de nuevo el experimento descrito en el epígrafe anterior, ahora desde el
punto de vista energético.
Supongamos que desplazamos hacia la derecha la corredera del dispositivo
representado en la Figura 30.4, aplicando a ella una fuerza F que compense exactamen-
te a la fuerza de tensión superficial, de modo que en todo instante la corredera se
encuentre en equilibrio (i.e., que no adquiera energía cinética). El módulo de la
fuerza F permanecerá constante siempre que la película se mantenga a una
temperatura constante durante el desplazamiento de la corredera. Si es Δx el
desplazamiento que experimenta la corredera, el trabajo realizado por la fuerza
aplicada será FΔx y el área superficial total de la película se habrá incrementado en
ΔS=2lΔx. Por tanto, el trabajo realizado sobre la película por unidad de aumento de
su área superficial será

W FΔx F [30.3]
ΔS 2l Δx 2l
Ahora bien, en virtud de [30.1], ésta es la expresión de la tensión superficial σ
previamente definida, de modo que podemos considerar σ bien sea como la fuerza
por unidad de longitud ejercida perpendicularmente a una línea cualquiera contenida
en la superficie del líquido, o como
el trabajo que hay que realizar para aumentar en una unidad el área de la
superficie libre de un líquido.
En virtud de esta segunda definición, podemos escribir

W
σ [30.4]
ΔS
de modo que la tensión superficial podrá expresarse en julios por metro cuadrado
(J/m2) (S.I.) o en ergios por centímetro cuadrado (erg/cm2) (c.g.s.).
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el trabajo realizado sobre una lámina líquida para
aumentar isotérmicamente su área superficial no es igual al incremento de la energía superficial de
922 Lec. 30.- Tensión superficial.

la misma. Una teoría termodinámica


desarrollada por GIBBS1 y por HELM-
2
HOLTZ explica que parte de la energía
necesaria para la formación de una
nueva superficie líquida proviene de la
agitación térmica molecular. Por tanto,
será necesario suministrar calor al líqui-
do para mantener constante su tempera-
tura durante el proceso de expansión de
su superficie libre; si no se le suminis-
trase calor, el aumento de su superficie
libre iría acompañado de un descenso de
Figura 30.5
temperatura. Este fenómeno es análogo
al del descenso de temperatura que
acompaña a la evaporación de un líquido. En consecuencia, el aumento de energía superficial de
la lámina por unidad de incremento de su área superficial (u) será igual a la suma del trabajo
realizado (σ) y del calor suministrado (que viene dado por -T(dσ/dT), de acuerdo con la teoría
termodinámica), de modo que


u σ T [30.5]
dT
Puesto que la tensión superficial disminuye al aumentar la temperatura, dσ/dT es negativa y
la energía superficial por unidad de área (u) es mayor que la tensión superficial. En la Figura 30.5 se
muestra gráficamente la variación de la energía superficial por unidad de área y de la tensión super-
ficial con la temperatura para el caso del agua pura; la temperatura a la que ambas se anulan es la
temperatura crítica del agua (374 °C).
De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la tensión superficial (σ) resulta ser igual a la
energía libre superficial3 por unidad de área, que es siempre inferior a la energía (total) superficial
por unidad de área (u).
Puesto que, de acuerdo con las leyes de la Mecánica, el estado de equilibrio de
un sistema está caracterizado porque en él la energía es mínima, la superficie libre
de los líquidos tenderá a contraerse cuanto sea posible, compatiblemente con los
vínculos y las fuerzas externas actuantes, a fin de minimizar la energía superficial.
Esta es la interpretación energética de las propiedades contráctiles de las láminas
superficiales de los líquidos.

1
Josiah Willard GIBBS (1839-1903); físico estadounidense. Se dedicó principalmente a la
Termodinámica y a la Mecánica Estadística. Fue el primero que introdujo el empleo general de las
funciones termodinámicas características.

2
Hermann Ludwig Ferdinand von HELMHOLTZ (1821-1894); médico e investigador alemán.
Es uno de los científicos más destacados del siglo XIX. Dio las bases correctas de la ley de la
conservación de la energía. Realizó trabajos muy completos en el campo de la Acústica y de la
Óptica. En su extensa teoría electrice completó y concluyó la teoría del electromagnetismo antigua
y la de Maxwell.

3
La energía libre es una de las funciones característica de la Termodinámica. En los procesos
isotérmicos reversibles, el trabajo máximo que puede obtenerse de un sistema viene dado por la
disminución de la energía libre.
§30.5.- Presión debida a la curvatura de la superficie interfasial. 923

§30.5. Presión debida a la curvatura de la superficie interfasial.- La


tendencia a la contracción que es característica de las superficies líquidas curvadas
determina que la presión en el lado cóncavo de la superficie sea mayor que en el lado
convexo. Así, por ejemplo, si consideramos una gota líquida de forma esférica, la
tensión superficial se traduce en una fuerza por unidad de superficie que actúa
perpendicularmente a la superficie libre y que mantiene a la gota apretada. Esta
fuerza por unidad de superficie recibe el nombre de presión capilar.
Consideremos una superficie curvada Σ,
como se ilustra en la Figura 30.6, y tracemos una
esfera de radio dr y con su centro en el punto O
de dicha superficie. La intersección de esta
esfera con la superficie Σ definirá una línea Γ
que será una circunferencia de centro en O y
radio dr (si Σ es regular y se desprecian infini-
tésimos de orden superior). El área delimitada
por esa circunferencia será dS=π(dr)2.
Dos diámetros vecinos, que formen entre sí
un ángulo dφ, determinan sobre la circunferen-
cia dos arcos iguales, ds1=ds1′=dφdr, sobre los
que la tensión superficial aplica respectivamente
las fuerzas σds1 y σds1′, de igual módulo y
sentidos opuestos, que actúan tangencialmente Figura 30.6
a la superficie Σ y normalmente a los arcos
correspondientes. Como consecuencia de la
curvatura de la superficie Σ, estas dos fuerzas tienen una resultante infinitesimal
dF1 dirigida hacia el centro de curvatura de la superficie Σ en el punto O, como se
muestra en la Figura 30.6, cuyo módulo es

dr 1
dF1 2σ ds1 cosβ 2σ ds1 senγ 2σ dφ dr 2σ dφ (dr)2 [30.6]
r1 r1

Otro par de diámetros vecinos, perpendiculares a los anteriores, determinarán


sobre la circunferencia elemental Γ otro par de arcos opuestos ds2=ds2′, a los que la
tensión superficial aplicará las fuerzas σds2 y σds2′, en condiciones similares a las
descritas anteriormente, de modo que darán una resultante dF2 dirigida hacia el centro
de curvatura C2, cuyo módulo será

1
dF2 2σ dφ (dr)2 [30.7]
r2

Puesto que las fuerzas elementales dF1 y dF2 actúan en la misma dirección (i.e.,
perpendicularmente a la superficie Σ), las tensiones superficiales sobre los cuatro
arcos considerados contribuyen a la acción normal en la cantidad

⎛ ⎞
2σ dφ (dr)2 ⎜⎜
1 1⎟ [30.8]
dF dF1 dF2
⎝ r1 r2 ⎟⎠
924 Lec. 30.- Tensión superficial.

Si ahora designamos por R1 y R2 los radios principales de curvatura de la


superficie Σ en el punto O, y tenemos en cuenta que para cualquier par de secciones
normales a la superficie Σ, perpendiculares entre sí y trazadas por el punto O, se
tiene (teorema de Gauss)

1 1 1 1
curvatura media de Σ en O [30.9]
r1 r2 R1 R2

podremos escribir

⎛ ⎞
2σ dφ (dr)2 ⎜⎜
1 1⎟ [30.10]
dF
⎝ R1 R2 ⎟⎠

Integrando la ecuación diferencial [30.9] respecto a dφ, desde 0 a π/2, i.e.,


sumando las acciones normales dF producidas por todos los arcos elementales (ds1,
ds2) que forman la circunferencia Γ, tendremos

⎛ ⎞ ⎛ ⎞
π
(dr)2 ⎜⎜
1⎟
σ dS ⎜⎜
1 1 1⎟ [30.11]
dF 2σ
2 R
⎝ 1 R2 ⎟⎠ R
⎝ 1 R2 ⎟⎠

que es la medida de la acción normal producida por la tensión superficial que actúa
sobre el contorno de la circunferencia elemental de radio dr. El valor de esta fuerza
por unidad de superficie, i.e., dF/dS, es la presión capilar (Δp) que actúa sobre la
superficie libre del líquido; esto es,

⎛ ⎞
σ ⎜⎜
1 1⎟
Δp [30.12]

⎝ R1 R2 ⎟⎠

Esta es la fórmula de Laplace, que relaciona la diferencia de presiones entre ambos


lados de la superficie libre de un líquido con la tensión superficial y la curvatura
media de dicha superficie. Sólo en el caso de que la superficie libre sea plana (i.e.,
R1=R2=∞), la presión será la misma a ambos lados de dicha superficie; en los demás
casos, la presión en la cara cóncava será mayor que en la convexa.
Puesta que la superficie libre de un líquido es una superficie de separación entre
dos fases fluidas y en cada una de ellas la presión debe ser constante (de acuerdo con
el Principio de Pascal), la diferencia de presiones Δp=p2-p1 entre estas dos regiones
también será constante. Como la tensión superficial también es constante (si se
mantiene constante la temperatura), se tendrá

1 1
cte [30.13]
R1 R2

en todos los puntos de la superficie libre. Esto es, en el estado de equilibrio, la


superficie libre de un líquido es una superficie de curvatura media constante.

§30.6. Gotas esféricas.- Consideremos ahora una gota líquida de forma


esférica. La presión p en el interior de la gota será mayor que la presión p0 ejercida
§30.6.- Gotas esféricas. 925

por el medio circundante (v.g., la atmósfera) sobre la superficie libre de la gota.


Puesto que en este caso es R1=R2=R, siendo R el radio de la gota, la fórmula de
Laplace se reduce a


Δp p p0 [30.14]
R
Podemos llegar a este mismo resultado considerando el equilibrio de cada uno
de los dos hemisferios en que imaginaremos dividida la gota. Así, si aislamos el
hemisferio de la izquierda (Figura 30.7), la fuerza que actúa sobre el perímetro de la
sección del corte, debida a la tensión superficial, será 2πRσ y estará equilibrada por
la fuerza neta producida por el exceso de presión Δp=p-p0, actuando sobre el área de
dicha sección, i.e., (p-p0)πR2, de modo que


2πRσ (p p0)πR 2 ⇒ p p0 [30.15]
R
Este resultado implica que si la tensión superficial
permanece constante (ello significa temperatura constan-
te), el exceso de presión en el interior de la gota es tanto
mayor cuanto menor sea su radio. Por consiguiente, si
dos gotitas de diferentes tamaños, de un mismo líquido,
se ponen en contacto, la mayor engullirá a la menor.
Este fenómeno, llamado coalescencia, se presenta
cuando en un mismo recinto isotermo se encuentran
presentes gotitas de diferentes tamaños de un mismo Figura 30.7
líquido. El fenómeno puede explicarse también desde el
punto de vista energético, ya que el sistema tenderá a adoptar como configuración
de equilibrio estable aquélla que corresponda a un mínimo de energía superficial, i.e.,
aquélla a la que corresponde un mínimo de extensión superficial para un mismo
volumen total.
La tensión superficial es uno de los factores más importantes de entre los que
determinan el tamaño de las gotitas líquidas que forman los humos y las nieblas
(aerosoles). Cuando un líquido está en equilibrio con su vapor a través de una
interfase plana, la presión de la fase gaseosa recibe el nombre de presión de vapor.
La presión de vapor de una sustancia dada aumenta con la temperatura; así, las
presiones de vapor del agua a 20 °C y a 100 °C son 17.535 y 760 Torr, respectiva-
mente. El equilibrio al que nos referimos es un equilibrio dinámico; i.e., durante un
intervalo de tiempo dado, el número de moléculas que pasan de la fase líquida a la
gaseosa (a través de la superficie interfasial) es igual al de las que pasan de la fase
gaseosa a la líquida. En el caso de una superficie interfasial curvada, el equilibrio
interfasial se establece cuando la presión capilar, i.e., la diferencia de presiones
Δp=p-p0, es igual a la presión de vapor. Esta condición determina el tamaño de las
gotas más pequeñas que pueden permanecer sin evaporarse en una atmósfera de
vapor saturante.
926 Lec. 30.- Tensión superficial.

Ejemplo I.- Diámetro de las gotitas de vapor de agua.- Conocidas la presión de vapor y la tensión
superficial del agua a 20 °C (pv=17.54 mmHg y σ=72.75 dyn/cm), calcular el diámetro de las gotas
de agua más pequeñas que pueden permanecer sin evaporarse en una atmósfera saturada de vapor
de agua a 20 °C.
Puesto que la presión capilar (Δp=p-p0) debe ser igual a la presión de vapor, en las condiciones
especificadas en este ejemplo, utilizando la fórmula de Laplace, se sigue

2σ 2 × 72.75 × 10 3 N/m 6
R 62.2 × 10 m
p p0 17.54 × 133.326 Pa

de modo que el diámetro mínimo de las gotas será

D 124.4 µm 0.124 mm

En las gotas muy pequeñas, la presión de vapor es algo mayor que el valor
normal; por ejemplo, en las gotas de agua de 0.1 µm de diámetro, la presión de vapor
está incrementada en aproximadamente un 2%. Esto hace que las gotas pequeñas no
sean estables en presencia de gotas mayores; éstas crecen a expensas de las primeras
(coalescencia).
En la segunda columna de la Tabla 30.2 se dan las presiones capilares, calculadas
a partir de la fórmula de Laplace, para gotitas de agua a 0 °C de tres tamaños
diferentes. En la tercera columna de dicha Tabla se indica la relación existente entre
la presión de vapor de las gotas y la del agua a la misma temperatura (0 °C). En las
dos últimas columnas figuran la vida media de las gotitas (i.e., el tiempo que tardan
por término medio en desaparecer completamente en una atmósfera saturada de vapor
de agua) a 20 °C y a -20 °C. Obsérvese que aunque la presión de vapor de una gotita
de 10-6 m de diámetro sólo exceda en un 0.2% a la del agua, sólo tarda un segundo
en evaporarse, incluso a una temperatura de -20 °C. Es precisamente este mecanismo
de evaporación-condensación el que rige el tamaño de las gotitas en las nubes
naturales y en las cortinas de humo utilizadas durante la II Guerra Mundial.

Tabla 30.2.- Propiedades de las gotas de agua muy pequeñas.

diámetro presión capilar presión de vida media (s)


(m) (atm) vapor relativa
(p’v/pv) 20 ˚C -20 ˚C

10-8 298. 1.26 4.6 10-6 60. 10-6


10-7 29.8 1.024 0.46 10-3 6. 10-3
10-6 2.98 1.0024 0.07 1.1
§30.6.- Gotas esféricas. 927

Las grandes presiones de vapor de las gotitas extremadamente pequeñas hacen


posible los fenómenos de sobresaturación y de sobreenfriamiento. Así, en la
atmósfera pueden existir nubes de gotitas de agua líquida a temperaturas tan bajas
como -25 °C, sin que se forme nieve. Sin embargo, si en dichas nubes se introducen
núcleos de hielo de tamaño superior al crítico (1 µm), las gotitas líquidas se evaporan
rápidamente y se condensan de nuevo sobre dichos núcleos de hielo.

§30.7. Formación de gotas. Estalagmómetro.- En ausencia de vínculos y de


fuerzas exteriores, un volumen dado de líquido adoptará la forma esférica, ya que
ésta es la que exhibe una superficie libre mínima. Sin embargo, las condiciones antes
citadas no son fácil que se den exactamente en la práctica, aunque pueden ser
simuladas con notable aproximación. Así, por ejemplo, un pequeño volumen de aceite
pesado de motor que haya sido inyectado en una mezcla de alcohol y agua, cuya
densidad sea la misma que la del aceite, adoptará la forma esférica.
En la Figura 30.8 se describe otro caso interesante; las sucesivas etapas de formación de una gota
de leche en el extremo de un tubo vertical. La serie de fotografías, obtenidas a gran velocidad, fue
tomada por EDGERTON en el Instituto Tecnológico de Massachuset. Se observará en esta serie de

Figura 30.8
928 Lec. 30.- Tensión superficial.

fotogramas que el proceso, examinado con detalle, es extremadamente complejo. Una característica
sobresaliente del mismo es la pequeña gota que sigue a la grande. Una vez desprendidas ambas
gotas, efectúan oscilaciones (Figura 30.8def) hasta que adoptan la forma esférica (Figura 30.8g) y
conservarían esa forma sino fuese por los efectos derivados de la resistencia del aire. La gota
fotografiada en la Figura 30.8i ha caído desde una altura de 4.27 m.
Aunque el fenómeno descrito es demasiado complejo como
para que podamos encontrar una relación sencilla entre el peso de
la gota, la tensión superficial del líquido y el radio del tubo, es
posible deducir una relación aproximada entre estos parámetros si
suponemos que el tamaño máximo de la gota que puede quedar
sostenida por el tubo es tal que el peso de la misma iguala a las
fuerzas de tensión superficial que actúan sobre la circunferencia del
estrechamiento que se muestra en la Figura 30.9. Así pues, un
instante antes de que se desprenda la gota, se verificará

mg 2πrσ [30.16]

Figura 30.9
y como el radio r del estrechamiento es proporcional al radio R del
tubo, i.e., r=kR, podemos escribir

mg 2πkRσ [30.17]

lo que constituye la LEY DE TATE:


El peso de la gota que cae es proporcional al radio del tubo y a la tensión
superficial del líquido.
Esta ecuación proporciona la base del MÉTODO DE QUINCKE
para la medida de la tensión superficial. Para ello se utiliza un
aparato, llamado estalagmómetro, que se ha representado en la
Figura 30.10, que permite el flujo lento, en forma de n gotas
prácticamente idénticas, de un volumen V de fluido comprendido
entre dos marcas en el aparato. El volumen de cada una de las
gotas serás V/n y, si la densidad del fluido es ρ, la ecuación [30.15]
nos conduce a

V
ρg 2πR k σ [30.18]
n
de modo que

Figura 30.10 Vg ρ ρ
σ K [30.19]
2πR k n n
donde K es una constante cuyo valor depende del aparato y del lugar de la
experimentación, pero que es independiente de la naturaleza del líquido utilizado.
Contando el número de gotas, n′, que se forman con el mismo volumen V de otro
líquido de tensión superficial σ′ y densidad ρ′, se tendrá

ρ′
σ′ K [30.20]
n
§30.7.- Formación de gotas. Estalagmómetro. 929

σ ρn
de modo que [30.21]
σ ρn
por lo que, si conocemos σ′ (normalmente se toma el agua como patrón), podremos
determinar la tensión superficial σ de cualquier otro líquido.

§30.8. Películas liquidas. Pompas.- Un importante grupo de películas líquidas


está constituido por aquéllas en las que el líquido forma una lámina delgada bañada
por un gas (generalmente, aire) en ambas caras; este es el caso de las pompas que se
pueden formar con agua jabonosa. En estas películas líquidas tenemos que considerar
dos superficies libres o interfasiales. Cuando el espesor de la película es considerable-
mente mayor que el alcance de las fuerzas intermoleculares (i.e., el radio de acción
molecular, ≈10-10 m), las dos superficies interfasiales son independientes una de otra.
Por el contrario, si el espesor de la película es menor que el radio de acción
molecular, entonces la tensión superficial en cada una de las superficies interfasiales
tendrá un valor inferior al normal.
Podemos conseguir fácilmente una película líquida de buena calidad extendiendo
una pequeña cantidad de disolución jabonosa de modo que presente una gran
superficie al aire; la adición de glicerina permite preparar películas más permanentes.
Utilizando un dispositivo apropiado (v.g., una pipa de arcilla) es posible inflar
pompas de jabón de hasta 50 cm de diámetro. Sir James DEWAR (1842-1927) obtuvo
pompas de jabón muy persistentes inflándolas en una región confinada saturada de
vapor de agua, a fin de evitar la evaporación.
Puesto que en una pompa de jabón existen dos caras o superficies interfasiales,
la externa y la interna, de radios aproximadamente iguales, las correspondientes
presiones capilares se suman y el aire contenido en el interior de la pompa se
encuentra a una presión que excede en


Δp p p0 [30.22]
R
a la del aire exterior. A este mismo resultado podemos
llegar mediante un razonamiento análogo al utilizado
anteriormente (§30.6) para la gota esférica. Cualquier
plano que divida a la pompa esférica en dos hemisfe-
rios determina una sección de perímetro 2πR y, como
la pompa posee dos superficies interfasiales, la fuerza
ejercida por la tensión superficial para mantener unidos
estos dos hemisferios será 2(2πR)σ. Esta fuerza estará
equilibrada con la debida a la diferencia de presiones Figura 30.11
Δp=p-p0 del aire en el interior y en el exterior de la
pompa, que actúa sobre la sección transversal de área
πR2, de modo que


(Δp)πR 2 4πRσ ⇒ Δp [30.23]
R
930 Lec. 30.- Tensión superficial.

Esta diferencia de presiones puede ponerse de manifiesto mediante el sencillo


dispositivo que se ilustra en la Figura 30.11, que incluso nos permite determinar el
valor de σ de la disolución jabonosa empleada para producir la pompa. Para ello,
basta medir el radio R de la pompa y deducir el valor de Δp a partir del desnivel h
que se observa en el tubo manométrico acoplado.
La ecuación [30.19] pone de manifiesto que
cuanto mayor es la pompa menor es la presión
interior en la misma. Este hecho puede demostrarse
fácilmente soplando dos pompas de jabón en los
extremos del tubo de la Figura 30.12. Cuando se
cierra la llave A y se abren las llaves B y C, el aire
pasará desde la pompa más pequeña (en la que está
Figura 30.12 más comprimido) hacia la mayor, de modo que la
pompa más pequeña se hará aún menor y la más
grande crecerá. Poniendo en comunicación dos pompas del mismo tamaño, se obtiene
un equilibrio inestable.
Obsérvese que, cuando se inyecta aire en una pompa de jabón, disminuye la
presión en su interior, ya que aumenta el tamaño de la pompa. Así pues, el aire que
introducimos sólo contribuye al aumento de volumen de la pompa. También en esto
se pone de manifiesto que las películas líquidas no se comportan como las mem-
branas elásticas tensas, pues es sabido que cuando hinchamos un globo de goma no
sólo aumenta su volumen sino también la presión del aire contenido en su interior.

§30.9. Contacto entre dos líquidos.- La superficie de separación entre dos


líquidos no miscibles, i.e., la superficie interfasial líquido-líquido, exhibe fenómenos
de tensión superficial análogos a los que presentan las superficies interfasiales
líquido-gas. El origen de la tensión superficial líquido-líquido radica en que la esfera
de acción molecular de las moléculas de uno y otro líquido situadas en la superficie
interfasial está parcialmente ocupada por moléculas de la otra sustancia líquida, lo
que da lugar a la aparición de una tensión superficial que no tiene porqué ser igual
a la existente en la superficie interfasial líquido-gas.
El valor de la tensión superficial líquido-líquido no puede deducirse de una forma
satisfactoria a partir de la tensión superficial de cada uno de los líquidos en contacto
con el aire. Los experimentos de MARANGONI, MENSBRUGGHE y QUINCKE han
demostrado que la tensión superficial líquido-líquido presenta generalmente un valor
inferior a la diferencia entre las tensiones superficiales líquido-aire de cada uno de
los dos líquidos (REGLA DE MARANGONI); en la Tabla 30.3 presentamos algunos valores
representativos.
En la Figura 30.13 mostramos la forma de la sección transversal de una gotita de
un líquido (2) depositada sobre la superficie de
otro (1) de mayor densidad. Designaremos por
σ1 y σ2 las tensiones superficiales normales de
los líquidos respectivos (i.e., en contacto con el
aire) y por σ12 la correspondiente a la interfase
líquido-líquido. Sobre cada elemento de la línea
Figura 30.13 de contacto actúan las tres fuerzas, σ1ds, σ2ds y
σ12ds, debidas a las tres tensiones superficiales
§30.9.- Contacto entre dos líquidos. 931

Tabla 30.3.- Tensión superficial en la interfase líquido-liquido (a 20 °C) en dyn/cm.

agua-aceite de oliva 20. alcohol etílico- aceite de oliva 2.3

agua-benceno 35. mercurio-aceite de oliva 335.

agua-éter etílico 10.7 mercurio-benceno 357.

agua-mercurio 375. mercurio-éter etílico 379.

agua-tetracloruro de carbono 45.

intervinientes, orientadas como se indica en la Figura 30.13. Para que exista equilibrio
deberá cumplirse que

σ1ds σ2ds σ12ds 0 [30.24]

o sea σ1 σ2 σ12 0 [30.25]

Así pues, la gotita se aplastará y ensanchará, conservando su contorno circular, hasta


que se satisfaga la condición expresada por [30.20]. Obviamente, a fin de que la gotita
no se extienda "indefinidamente" sobre el líquido subyacente, deberá ser

σ1 < σ2 σ12 ⇒ σ1 σ2 < σ12 [30.26]

Este es el caso de algunos hidrocarburos del petróleo sobre el agua. En otros muchos
casos, como el del aceite de oliva (σ2=32.0 dyn/cm) sobre el agua (σ1=72.75 dyn/cm)
a 20 °C, la tensión superficial líquido-líquido (σ12=20 dyn/cm) es tal que

σ1 σ2 > σ12 ⇒ σ1 > σ2 σ12 [30.27]

de manera que la gota se extenderá sobre la superficie del agua formando una capa
muy delgada (monomolecular, en muchos casos).

§30.10. Contacto solido-liquido-vapor. Ángulo de contacto.- En las


proximidades de una pared sólida, la superficie libre de un líquido sólo excep-
cionalmente es plana y horizontal (Figura 30.15c). La
sección del líquido por un plano vertical tiene
generalmente una de las dos formas indicadas en la
Figura 30.15ab. Este fenómeno puede explicarse consi-
derando, además de la superficie interfasial líquido-
-gas, las superficies interfasiales sólido-líquido y
sólido-gas. Con cada una de estas tres superficies
interfasiales, que están representadas esquemáti-
camente en la Figura 30.14, se asocia la tensión superfi-
cial correspondiente. Utilizaremos la notación
siguiente:
Figura 30.14
σsl tensión superficial sólido-líquido.
932 Lec. 30.- Tensión superficial.

σsg tensión superficial sólido-gas.


σ=σlg tensión superficial líquido-gas.
Para analizar la relación existente entre la forma de la superficie libre del líquido
en la proximidad de la pared y los valores de estas tensiones superficiales,
comenzaremos aislando una pequeña porción de ellas en un punto de la línea de
contacto definida por la intersección de las tres superficies interfasiales, como se
ilustra en la Figura 30.15 para tres situaciones diferentes. La porción aislada estaría en
equilibrio bajo la acción de cuatro fuerzas: tres de ellas son debidas a las tensiones
superficiales respectivas y la cuarta es la llamada fuerza de adherencia (Fa) ejercida
por el sólido sobre las moléculas próximas del líquido. Aplicando la condición de
equilibrio tenemos

Fa σ senα σsg σsl σ cosα [30.28]

La primera de estas ecuaciones nos permite calcular la fuerza de adherencia a


partir de las medidas de σ y del ángulo α, llamado ángulo de contacto. La segunda
ecuación pone de manifiesto que el ángulo de contacto, que constituye una medida
de la curvatura de la superficie libre del líquido adyacente a la pared, depende del
valor de σsg-σsl.

Figura 30.15

Tabla 30.4.- Valores representativos de algunos ángulos de contacto no nulos.

líquido sólido ángulo de contacto

agua parafina 107˚

yoduro de metileno vidrio de sosa y cal 29˚

(CH2I2) vidrio de plomo 30˚

vidrio Pirex 29˚

cuarzo fundido 33˚

mercurio vidrio de sosa y cal 140˚


§30.10.- Contacto solido-liquido-vapor. Ángulo de contacto. 933

Cuando σsg>σsl, como ocurre en la Figura 30.15a, es cos α >0, lo que corresponde
a un ángulo de contacto agudo (0≤α≤90°). En estas condiciones se dice que el
menisco es cóncavo y que el líquido moja a la pared; pero sólo diremos que la moja
perfectamente cuando sea α=0.
Cuando σsg<σsl, como se ilustra en la Figura 30.15b para el caso vidrio-mercurio-
-aire, es cos α <0, lo que corresponde a un ángulo de contacto obtuso (90°<α<180°),
y se dice que el menisco es convexo y que el líquido no moja a la pared.
En la Figura 30.15c se ilustra un caso, que es muy aproximadamente el de plata-
agua-aire, en el que σsg=σsl, de modo que cos α =0 y α=90°.
El ángulo de contacto α puede medirse de un modo
sencillo y preciso determinando el ángulo de inclinación
que debe darse a una lámina sumergida parcialmente en
el líquido para que la superficie libre de éste sea hori-
zontal en las proximidades de la lámina, como se ilustra
en la Figura 30.16. Figura 30.16
El valor del ángulo de contacto depende de la
naturaleza del líquido y de la pared. Hay un cierto
número de líquidos a los que corresponden un ángulo de contacto nulo o casi nulo
cuando están en contacto con vidrio ordinario (de cal y sosa), vidrio de plomo, vidrio
Pirex o cuarzo fundido; tal es el caso del ácido acético, agua, alcohol etílico, éter
etílico, glicerina, tetracloruro de carbono, xileno, .... En la Tabla 30.4 se muestran
algunos valores representativos de ángulos de contacto no nulos.
Las adulteraciones o impurezas presentes o añadidas a los líquidos pueden modi-
ficar considerablemente el valor del ángulo de contacto. Hoy día se conocen gran
número de sustancias químicas de gran eficacia como agentes humectantes o deter-
gentes que, al ser añadidas a un líquido, pueden modificar el valor del ángulo de
contacto desde valores grandes (superiores a
90°) hasta valores pequeños (inferiores a 90°).
El efecto que produce uno de tales agentes al
ser añadido a una gota de agua depositada sobre
un bloque de parafina está ilustrado en la Figu-
ra 30.17. Inversamente, también representan un
papel muy importante los llamados agentes
impermeabilizantes, que al ser incorporados a Figura 30.17
un tejido hacen que el ángulo de contacto del
agua con el mismo sea superior a 90° (i.e., que el agua no moje al tejido).

§30.11. Forma de la superficie libre de un líquido.- Podemos determinar la


forma de la superficie libre de un líquido en la proximidad de una pared sólida vertical asumiendo
que dicha superficie sea plana y horizontal lejos de la pared.
Consideremos un líquido en contacto con una pared sólida vertical o con una lámina plana y
vertical sumergida parcialmente en el mismo, tal como se ilustra en la Figura 30.18. En cualquier
caso, supondremos que la pared o lámina sea suficientemente ancha como para que podamos
ignorar los efectos en los bordes. En estas condiciones, la superficie libre del líquido será una
superficie cilíndrica y una de las dos curvaturas (1/R1 o 1/R2) que aparecen en la fórmula de
Laplace será nula (i.e., Δp=σ/R). La curvatura en un punto genérico P de la superficie libre será
934 Lec. 30.- Tensión superficial.

1 dθ dθ dθ [30.29]
senθ
R ds dz / sen θ dz
En el caso de que el líquido moje a la pared (i.e., α<90°), que es el caso ilustrado en la
Figura 30.18,la presión en el punto P es menor en el interior del líquido (i.e., p0-ρgz) que en el
exterior (i.e., p0). Por consiguiente, la fórmula de Laplace nos permite escribir

σ
Δp p0 (p0 ρgz) [30.30]
R


esto es, ρgz σ senθ [30.31]
dz
ecuación diferencial que integraremos, teniendo en cuenta que lejos de la pared es z=0 y θ=0, esto
es,

θ
⌠ senθ dθ ρg ⌠ z [30.32]
z dz
⌡0 σ ⌡0

para obtener

ρg 2 [30.33]
1 cosθ z

Si el ángulo de contacto es α y designa-
mos por H la flecha del menisco, particulari-
zando la expresión anterior para un punto en
contacto con la pared y teniendo en cuenta
que en ésta es θ=π/2-α, tendremos

ρg 2 [30.34]
1 senα H
Figura 30.18 2σ
que nos permitirá calcular el valor de una
cualesquiera de las tres magnitudes α, σ o H a partir del conocimiento de las otras dos.

§30.12. Capilaridad. Ley de Jurin.- Sin lugar a dudas, el fenómeno asociado


con la tensión superficial que nos resulta más familiar es la elevación que experimen-
ta un líquido en un tubo abierto por sus dos extremos y de pequeño diámetro interno
cuando su extremo inferior se sumerge en un líquido que moja la pared del tubo. El
término capilaridad, utilizado para describir los fenómenos de este tipo, procede de
llamar tubos capilares a tales tubos (i.e., análogos a cabellos). Los fenómenos de
capilaridad constituyen un ejemplo simple de equilibrio entre las fuerzas de tensión
superficial (fuerzas capilares) y las fuerzas gravitatorias.
Supongamos que mantenemos el tubo capilar en posición vertical. Cuando la
altura de ascenso (h) del líquido en el tubo sea grande en comparación con el radio
(r) del mismo, podremos considerar que la forma de la superficie libre del líquido en
el interior del tubo (i.e., el menisco) sea prácticamente esférica, de radio R, como se
ilustra en la Figura 30.19. En estas condiciones, la diferencia de presiones entre ambas
caras del menisco vendrá dada por la fórmula de Laplace:
§30.12.- Capilaridad. Ley de Jurin. 935

⎛ ⎞
σ ⎜⎜
1 1⎟ 2σ
Δp [30.35]
R
⎝ 1 R2 ⎟⎠ R

Si el líquido moja las paredes del tubo, la presión


en el líquido, debajo mismo del menisco (p), será
inferior a la del aire en el interior del tubo (p0), de
modo que el líquido se elevará hasta alcanzar una
altura (h) tal que

Δp p0 p ρgh [30.36]

donde ρ es la diferencia entre las densidades del


líquido y del aire. Combinando las expresiones [30.29]
y [30.30] se tiene
Figura 30.19

ρgh [30.37]
R
y teniendo en cuenta que los radios r del tubo y R del menisco están relacionados por
r=R cosα, escribiremos finalmente

2σ cosα [30.38]
h
ρgr
que es la LEY DE JURIN para el ascenso capilar y que establece que el ascenso de un
líquido en un tubo capilar al que moja (α<90°) es directamente proporcional a la
tensión superficial del líquido y al coseno del ángulo de contacto e inversamente
proporcional a la densidad del líquido y al radio del tubo.
También podemos llegar a
establecer la ley de Jurin a partir
de las condiciones de equilibrio
entre las fuerzas de tensión super-
ficial que actúan sobre el
perímetro o línea de contorno del
menisco, que proporcionan una
fuerza ascensional que vale (2πr)σ
cosα (Figura 30.20 izq.) y el peso de
la columna de líquido que as-
ciende por el interior del tubo, que
es ρ(πr2h)g, lo que nos conduce Figura 30.20
de nuevo a la expresión [30.32].
La ley de Jurin también es
aplicable al descenso o depresión capilar que se presenta cuando el tubo capilar se
sumerge parcialmente en un líquido que no lo moja (Figura 30.20 dcha.). En estas
condiciones, por ser 90°<α<180°, tendremos cosα<0 y h<0, lo que representa un des-
censo respecto al nivel del líquido fuera del tubo capilar.
936 Lec. 30.- Tensión superficial.

La expresión [30.32] nos permite determinar el valor de la tensión superficial (σ),


si conocemos el valor del ángulo de contacto (α), a partir de una medida simple del
ascenso del líquido en un tubo capilar bien calibrado. En realidad, el ángulo de
contacto presenta valores tan inciertos y variables que la expresión [30.32] tan sólo es
utilizable para líquidos que mojan perfectamente al capilar (i.e., α=0).
Aunque la ley de Jurin ha sido deducida para un tubo capilar de sección circular,
los fenómenos capilares se presentan en cualquier estructura tubular o porosa,
cualquiera que sea su geometría. En estas condiciones, el ascenso o la depresión
capilar seguirán siendo proporcionales a σ cosα/ρgr, donde r será alguna dimensión
típica; únicamente cambiará el coeficiente numérico (que es igual a 2 en el caso del
tubo de sección circular). Así pues, el movimiento de los líquidos por los pequeños
espacios libres de los materiales fibrosos o porosos es también un fenómeno capilar.
Buenos ejemplos de ellos son la absorción del alcohol o del petróleo por una mecha,
la absorción de la tinta por un papel secante, el humedecimiento gradual y completo
de un tejido o de una esponja parcialmente sumergidos en un líquido, o de un terrón
de azúcar depositado sobre una capa de café, ... y otros muchos fenómenos que nos
resultan familiares. La elevación capilar del agua en los pequeños poros del suelo la
hace aflorar a la superficie; la pérdida de agua por evaporación en la superficie del
terreno se retarda por la labranza, que suelta el suelo y reduce la acción capilar.

Problemas
30.1.- Uno de los y se tara el otro platillo hasta equilibrar la
métodos más sim- balanza. A continuación, se sumerge parcial-
ples que pueden mente el cilindro en glicerina a 20 °C, hasta la
emplearse para mitad de su altura exactamente; en estas condi-
determinar la ten- ciones, la balanza se desequilibra. Para resta-
sión superficial de blecer el equilibrio de la balanza, deben aña-
un líquido consiste dirse pesas, por un valor de 3.035 g, al platillo
en medir la fuerza del que está suspendido el cilindro. Con estos
n e ce s a ria p a ra datos, calcular la tensión superficial de la
retirar un anillo de Prob. 30.1 glicerina a 20 °C.
platino de la super-
ficie del líquido, 30.3.- El
como se ilustra en la figura adjunta. a) Cal- dispositivo
cular el valor de dicha fuerza para el caso de que se mues-
un anillo de 30 mm de diámetro y de que el tra en la
líquido sea agua a 20 °C. b) ¿Por qué se figura adjunta
emplea el platino como material para el anillo? está formado
por dos
30.2.- Para determinar la tensión superficial de cilindros hue- Prob. 30.3
la glicerina a 20 °C, se suspende un pequeño cos y cerra-
cilindro de vidrio, de 1.5 cm de diámetro y dos, de
3 cm de altura, cerrado por su base inferior, de vidrio, unidos por sus bases mediante una
uno de los platillos de una balanza hidrostática varilla muy ligera y delgada. El cilindro
Problemas 937

inferior se ha lastrado a fin de que el disposi-


tivo pueda flotar en el agua como se muestra
en la figura de la izquierda. Sin embargo, si
sumergimos el dispositivo tal como se muestra
en la figura de la derecha, puede permanecer
flotando en esta nueva posición. Demostrar
que para que esto sea posible deberá cumplirse
que h=2σ/ρgr.
30.4.- Calcular el incremento de energía libre
superficial que tiene lugar cuando se pulveriza
un litro de agua en gotitas de 1 mm de diáme-
tro. Prob. 30.8
30.5.- Cuando 1 cm3 de mercurio cae al suelo
desde una altura de 1 m se fracciona en gotitas
que, por término medio, tienen un diámetro de 30.9.- Determinar el diámetro máximo que
0.5 mm. Calcular la fracción de la energía puede tener una bolita de acero bien engrasada
cinética que se emplea en el fraccionamiento. (densidad, 7.8 g/cm3) para que pueda flotar en
el agua a 20 °C.
30.6.- Dos varillas idénticas, de 1.5 g de masa
cada una de ellas, están unidas por sus extre- 30.10.- Determinar la presión de vapor de agua
mos mediante dos hilos flexibles de igual en el interior de las burbujas que se forman a
longitud y de peso despreciable. El conjunto se 10 cm de profundidad en una masa de agua a
sumerge en una disolución jabonosa de modo 100 °C, a fin de que dichas burbujas no se
que cuando se le extrae de ella se forma una colapsen bajo la acción de la presión exterior
película delgada entre a las mismas. Hacer los cálculos correspon-
las varillas y los hilos. dientes a los radios de 0.1 µm, 1 µm, 10 µm,
A continuación, se 0.1 mm y 1 mm.
sujeta horizontalmente
una de las varillas y se 30.11.- Con la ayuda de un cuentagotas, se
deja que la otra cuel- vierten 30 gotas de agua destilada (a 20 °C)
gue. Se observa que la que pesan en total 1.350 g. Con el mismo
película jabonosa adop- cuentagotas, se vierten otras 30 gotas de un
ta la forma que se Prob. 30.6 líquido problema, que pesan 0.594 g en total.
muestra en la figura Calcular la tensión superficial del líquido
adjunta, tomando los problema.
hilos la forma de arcos de circunferencia de 30.12.- En un recinto en el que la presión es
24 cm de radio, siendo la anchura mínima de p0, se ha formado una pompa de jabón de
la película igual a 9 mm. Calcular la tensión forma esférica y radio r, cuya presión interior
superficial de la disolución jabonosa y la
es pi=2p0. A partir de estas condiciones, vamos
tensión en los hilos.
reduciendo la presión en el recinto hasta que
30.7.- Dos anillos coaxiales de alambre, de p0′=0. Encontrar la nueva presión interior pi′ y
4 cm de diámetro, se mantienen separados el nuevo radio de la pompa, asumiendo que la
entre sí, a una cierta distancia, con una burbuja tensión superficial y la temperatura perma-
cilíndrica de disolución jabonosa entre ellos y nezcan constantes durante el proceso.
con burbujas que son secciones esféricas en
30.13.- Para determinar la tensión superficial
ambas bases del cilindro. Calcular el radio de
de una disolución jabonosa, se utiliza el dispo-
curvatura de las esferas.
sitivo que se muestra en la Figura 30.11. El
30.8.- Cada una de las seis patas de un insecto diámetro de la pompa esférica formada en el
que permanece apoyado sobre la superficie del extremo del tubo es de 1 cm, el líquido
agua de un estanque (a 20 °C) produce una manométrico utilizado es agua y el desnivel
depresión casi esférica en la misma, de 1 mm entre las dos ramas manométricas es 2.7 mm.
de radio, como se ilustra en la figura adjunta, ¿Cuánto vale σ?
en la que φ=30°. a) Calcular la fuerza debida
30.14.- Un recipiente está terminado por un
a la tensión superficial que actúa sobre cada
tubo capilar de 0.1 mm de diámetro interior,
pata del insecto. b) ¿Cuánto pesa el insecto?
como se ilustra en la figura adjunta. Cuando el
recipiente contiene agua a 20 °C se observa
que ésta no fluye a través del capilar a menos
938 Lec. 30.- Tensión superficial.

que el nivel h de su super- que actúa sobre los bordes de la superficie


ficie libre alcance un cierto libre de dicho elemento de volumen. Utilizar
valor crítico. Calcular este procedimiento para reencontrar las ecua-
dicho nivel. ciones [30.33] y [30.34].
30.15.- El dispositivo que 30.18.- a) Calcular el ascenso capilar del agua
se muestra en al figura a 20 °C junto a una pared vertical de vidrio. b)
adjunta se utiliza para Calcular el descenso capilar del mercurio a
determinar la tensión su- 20 °C por una pared vertical de vidrio.
perficial (MÉTODO DE JAE- Prob. 30.14
GER). Este aparato consiste
en un tubo, doblado hacia
abajo, por el que se insufla aire a presión con
la finalidad de que burbujee en el extremo de
salida, de radio r, sumergido a una profundi-
dad h por debajo de la superficie libre del
Prob. 30.19

30.19.- Consideremos un recipiente prismático


en forma de cuña, como se ilustra en la figura
adjunta, siendo muy pequeño el ángulo θ
formado por las caras de la cuña. Demostrar
que el perfil de la superficie libre del líquido
que se dibuja en las caras de la cuña es una
rama de hipérbola equilátera.
Prob. 30.15
30.20.- ¿En qué relación deberán encontrarse
los radios de dos tubos capilares, de vidrio,
líquido problema, midiéndose con un manóme- para que al introducirlos en agua destilada (a
tro la presión mínima del aire en el tubo 20 °C) y en yoduro de metileno (a 20 °C),
necesaria para mantener el burbujeo. a) En- respectivamente, los líquidos alcancen la
contrar una expresión que nos permita deter- misma altura en sendos tubos?
minar el valor de la tensión superficial del
líquido a partir de los siguientes parámetros: 30.21.- ¿Qué corrección deberá aplicarse a la
radio interno (r) del extremo de salida del lectura de un barómetro de mercurio cuyo tubo
tubo, profundidad (h) de inmersión del mismo, tiene un diámetro interno de 6 mm?
densidad (ρ) del líquido problema, densidad
30.22.- ¿Cuál deberá ser el diámetro interno
(ρm) del líquido manométrico y desnivel (hm) mínimo del tubo de un barómetro de mercurio
entre las ramas del manómetro. b) Aplicación para que los efectos de capilaridad representen
numérica: r=0.40 mm, h=3.5 m, menos del 0.1% de la altura de la columna
ρ=0.926 g/cm3 y hm=48 mm de agua a 20 °C. barométrica?
30.16.- Un tubo en forma de U, cuyas dos 30.23.- Se dispone de un barómetro de mer-
ramas tienen distinta luz, una capilar de curio cuyo tubo tiene un diámetro interno de
0.2 mm de diámetro interno y la otra de 1 cm 4 mm. En un determinado instante, la presión
de diámetro interno, se mantiene en posición atmosférica vale 980 mbar. a) ¿Cuál sería la
vertical y se llena parcialmente de mercurio a altura de la columna barométrica si no hubiese
20 °C. Calcular el desnivel entre las superfi- fenómenos de tensión superficial? b) ¿Cuál es
cies libres del mercurio en ambas ramas del la lectura (no corregida) del barómetro? c)
tubo. Repetir los cálculos anteriores para el Calcular el diámetro interno mínimo de un
caso de que el tubo contenga agua a 20 °C. tubo barométrico para que la corrección por
30.17.- La ecuación [30.33], referente a la depresión capilar sea inferior a 0.5 mm.
forma de la superficie libre de un líquido en 30.24.- a) ¿Hasta qué altura ascenderá el agua
las proximidades de una pared sólida y verti- por el interior de un tubo capilar, abierto por
cal, también puede deducirse considerando que sus dos extremos, de 0.006 mm de diámetro
el elemento de volumen de forma prismática, interior, que está parcialmente sumergido en
de base Δx y altura z (Figura 30.18) está soste- agua (a 20 °C) y en posición vertical? b)
nido por encima del nivel normal del líquido Supongamos que el tubo sobresalga tan sólo
por las fuerzas debidas a la tensión superficial 20 cm sobre la superficie libre del agua en el
Problemas 939

depósito. ¿Se verterá el agua por el extremo 30.30.- Se construye una artesa rectangular con
superior del tubo capilar? un cedazo de alambre fino cuyas mallas tienen
unas dimensiones internas de 1 mm. La super-
30.25.- Una supuesta máquina de movimiento ficie del alambre del cedazo se ha tratado con
perpetuo consiste en un tubo capilar que se un material que no es mojado por el agua.
mantiene verticalmente con su extremo inferior Calcular la profundidad a la que podrá hundir-
sumergido en un gran recipiente de agua y se el fondo de la artesa antes de que el agua
cuyo extremo superior está doblado hacia comience a fluir a través de sus mallas.
abajo. Por efecto de la capilaridad, el agua as-
ciende por el tubo hasta alcanzar el extremo
superior, derramándose por el mismo sobre
una rueda hidráulica situada más abajo. ¿Tra-
bajará este dispositivo? En el caso de que no
trabaje, ¿porqué es así?
30.26.- El ascenso (o descenso) capilar no está
limitado a los tubos de sección circular a) En-
contrar una expresión para calcular el ascenso
capilar de un líquido entre dos láminas planas,
paralelas entre sí y separadas por una distancia
d, colocadas verticalmente y sumergidas par-
cialmente en un líquido contenido en un depó-
sito de grandes dimensiones. b) Calcular la
fuerza por unidad de longitud con que se
atraen entre sí las láminas. Explicar el meca-
nismo por medio del cual se ejerce esta fuerza
entre las láminas.
30.27.- Utilizar los resultados del problema
anterior para calcular el ascenso capilar del
agua a 20 °C por entre dos láminas planas y
paralelas, de vidrio, separadas por una dis-
tancia de 0.25 mm.
30.28.- Un tubo capilar está parcialmente su-
mergido, en posición vertical, en agua a 20 °C,
con su extremo inferior a 15 cm de profundi-
dad. El agua se eleva por el tubo hasta una
altura de 4 cm por encima de la superficie
libre del agua en el depósito exterior al tubo y
el ángulo de contacto es cero. ¿Cuál deberá ser
la presión manométrica del aire que insuflemos
por el extremo superior del tubo a fin de que
se pueda formar una burbuja hemisférica en el
extremo inferior del mismo?
30.29.- En un recipiente que contiene mercurio
a 20 °C se introduce verticalmente un tubo
abierto por sus dos extremos, de 1 mm de
diámetro interior, de modo que el extremo
inferior del mismo quede a una profundidad de
15 cm. a) ¿Cuál deberá ser la presión mano-
métrica del aire que insuflemos por el extremo
superior del tubo para que en el extremo
inferior se forme una burbuja hemisférica? b)
¿Hasta qué altura se elevará el mercurio por el
interior del tubo si la presión del aire en el
mismo fuese de 40 Torr por debajo de la
atmosférica?
940 Lec. 30.- Tensión superficial.

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