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Tu Sexualidad
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¿Es bueno para la salud
practicar el sexo?
E l doctor Michael Liebowich, en los años noventa, descubrió que la
excitación sexual y el placer erótico, que genera el deseo sexual,
son consecuencias directas de las descargas, en los niveles de los
neurotransmisores, que llevan mensajes químicos de una célula
nerviosa a otra.
No hay casi diferencia entre el sexo practicado en compañía o el realizado en soledad, la satisfacción de ambas
conductas puede que desde lo subjetivo no sea la misma, pero físicamente sí lo es. La sangre de una persona que
acaba de masturbarse y la de alguien que acaba de acostarse con el amor de su vida tienen la misma
composición.
Además de los descubrimientos de Michael Liebowich, los nuevos endocrinos han encontrado también
dehidroepiandrostona y oxitocina que favorecen el aprendizaje y la longevidad.
Por otro lado, hay una segunda conclusión: tener sexo, mejora la calidad del semen. El estudio realizado en
Australia por el doctor David Greening, especialista en fertilización in vitro, concluyó que después de 7 días de
tener sexo, diariamente, se mejora la calidad del semen.
"Parece seguro concluir que las parejas con parámetros de semen relativamente normales deberían practicar
sexo a diario durante hasta una semana antes de la fecha de ovulación", explicó el Dr. Greening, del Instituto
Sydney IVF. La idea sería mejorar la cantidad y calidad del semen antes de intentar la fecundación.
Durante la investigación se observó los casos de 118 hombres con problemas graves en el ADN de sus
espermatozoides. Después de 7 días de eyacular diariamente, el nivel de su semen había subido, mientras que el
índice de fragmentación del ADN, un daño muy común, se había reducido del 34 al 26 por ciento.
Psico Ayuda Noviembre 2009 Tu Sexualidad
"En el contexto de la reproducción asistida, este tratamiento sencillo puede ayudar a mejorar la calidad del semen
y finalmente a la consecución de un embarazo", sostuvo Greening.
Estos excelentes descubrimientos ratifican lo que hace casi un siglo descubrió Wilhem Reich cuando nos habló de
la “Función del Orgasmo” en la felicidad y la libertad humanas, pero conviene que estos descubrimientos que nos
llegan de EEUU, individualistas y productivos, no modifiquen la visión romántica y placentera que tenemos del
sexo.
Pretender justificar el tener sexo por una razón sanitaria, es tan perniciosa como decir que hacer el amor es sólo
para la reproducción. No nos puede recetar el médico: “dos orgasmos dos veces a la semana”. Pero hay que ser
consciente de los beneficios de tener sexo, sin caer en el error de intentar “domesticar” al sexo convirtiéndolo en
algo al servicio de algo, sea lo que sea.
El sexo es, en la pareja, un juego sin reglas fijas y, como todos los juegos de esta categoría, tiene la propiedad de
devolvernos al tiempo de lo “inútil”, de lo “innecesario”, de lo divertido, de lo que se hace simplemente porque sí, es
decir, al tiempo de los largos veranos de la infancia, al “Paraíso”.
Posiblemente las virtudes del sexo, de las que hablan los estudiosos, estén en que hacer el amor nos hace por
unos segundos dueños del mundo. Si lo convertimos en una receta, seguramente perderá todos sus beneficios.
Primero, divertirse, hallar placer; después, ser consciente de todo lo demás: sensación de bienestar, resistencia a
las enfermedades, mejor calidad de semen, longevidad, capacidad de aprendizaje…
En la próxima entrega:
"¿Por qué me apetece hacerlo más que a mi pareja?"