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Claudio Lassevich
1
Martín Sánchez, Adelaida y Martín Sánchez, María Ángeles. Introducción a Hesiodo. Teogonía. Trabajos y
días. Escudo. Certamen. Madrid, Alianza, 2000.
2
Arconte = Magistrados de la ciudad.
Prof. Claudio Lassevich
Pensamiento de Hesiodo
esenciales de una doctrina racional del devenir: caos (espacio vacío), tierra y cielo
(fundamento y cubierta del mundo) y Eros (fuerza originaria, animadora y creadora del
cosmos).
Trabajos y días
(…)
El poeta elige un tema dentro del campo de la leyenda, decide en qué punto va a
tomarlo cómo va a tomarlo y cómo va a seguirlo y, una vez que tiene trazada la estructura
y las ideas a seguir, puede extenderse, abreviar, divagar, volver al sendero inicial.
Así en este poema el poeta decide dar una serie de consejos a su hermano Perses;
para ello comienza el relato con una invocación a las Musas; a partir de ella, por los
términos en que se dirige a Zeus, podemos ver que justicia y reyes están en su mente, así
como una exhortación al trabajo; nada de este proemio indica que vaya a tratar de la
agricultura o de la navegación.
A partir del proemio va haciendo surgir una cadena de argumentos que le conducen
a la exaltación de la justicia y el trabajo. Trazado el programa se permite una serie de
digresiones, pero siempre vuelve al tema.
Así, para desarrollar aquello que ha indicado a Perses sobre el trabajo, se sirve de
un mito con el que indica cómo por voluntad de Zeus desapareció la primitiva vida en la
que el hombre no tenía que trabajar. Cuando termina éste, introduce otro para explicar la
degradación de la vida desde el paraíso original hasta la época en que él vive. A partir de
ese mito plantea el tema de dike/hybris y se dirige a los reyes con una fábula que sin duda
tenía en su mente desde el comienzo.
Sigue el tema de la justicia, con la ciudad justa e injusta, y, cuando lo cree agotado,
vuelve al del trabajo con el tema de los senderos, pero, para terminar éste, decide alargar
el poema presentando a Perses como granjero al que enseña el calendario que empieza y
termina con el ciclo del cereal. Concluido éste, sigue el calendario de la navegación y una
serie de preceptos sociales. De este modo encaja una serie de digresiones formando un
todo…
Teogonía
(Selección)
En primer lugar existió, realmente, el Caos. Luego Gea, de ancho pecho, sede
siempre firme de todos los inmortales que ocupan la cima del nevado Olimpo, y Eros, el
más bello entre los dioses inmortales, desatador de miembros, que en los pechos de todos
los dioses y de todos los hombres su mente y prudente decisión somete.
Del Caos nacieron Érebo y la negra Noche. De la Noche, a su vez, surgieron Éter y
Hémera, a los que engendró como fruto de sus amores con Érebo.
Gea primeramente dio a luz al estrellado Urano, semejante a ella misma, para que
la protegiera por todas partes, con el fin de ser así asiento seguro para los felices dioses.
También alumbró a las grandes Montañas, agradables moradas de las Ninfas que habitan
los abruptos montes. Asimismo trajo a la luz al estéril mar, de impetuosas olas, el Ponto,
sin el deseable amor.
Después, acostándose con Urano, engendró a Océano de profundas corrientes, a
Ceo, a Crío, a Hiperion, a Jápeto, a Tea, a Rea, a Temis, a Mnemósine, a Febe, coronada
de oro, y a la amable Tetis. Después de éstos nació el más joven, el astuto Crono, el más
temible de los hijos, y se llenó de odio hacia su vigoroso padre.
(…)
Pues bien, cuantos nacieron de Gea y Urano, los más terribles de los hijos, estaban
irritados con su padre desde el comienzo, pues cada vez que iba a nacer uno de éstos,
Urano los ocultaba en el seno de Gea, sin dejarlo salir, y se complacía en su mala acción.
La monstruosa Gea en su interior se lamentaba oprimida y tramó una malvada
artimaña. Tras haber creado al punto una especie de blanco acero, fabricó una gran hoz y
explicó el plan a sus hijos. Les habló valerosa pero afligida en su corazón:
Prof. Claudio Lassevich
Zeus, rey de los dioses, tomó como primer esposa a Metis, la que más cosas
conoce de los dioses y de los hombres mortales. Pero cuando estaba a punto de dar a luz
a la diosa Atenea, de ojos brillantes, en ese momento engañando dolosamente su corazón
con halagadoras palabras, la depositó en su vientre por consejo de Gea y del estrellado
Urano. Así se lo aconsejaron ambos, para que ningún otro de los Sempiternos tuviera la
dignidad real en lugar de Zeus…
Luego [Zeus] se casó con la brillante Temis, que engendró a las Horas, Eunomía,
Dike y la floreciente Irene, las cuales protegen los trabajos a los hombres mortales, y a las
Moiras, a las que grandísima honra otorgó el prudente Zeus, Cloto, Láquesis y Átropo, que
conceden a los hombres mortales el obtener lo bueno y lo malo.
(… otros matrimonios e hijos de Zeus…)
Trabajos y días
(Selección)
Proemio
Musas Piérides, que dais gloria con los cantos, ea, convocad a Zeus, entonando
himnos a vuestro padre, por quien ya famosos, ya desconocidos son los mortales, pues
por voluntad del magnánimo Zeus gloriosos o sin gloria son. Zeus altitonante que habita
elevadas moradas con facilidad da el poder y con facilidad hunde a quien lo tiene,
fácilmente debilita al ilustre y engrandece al desconocido, fácilmente endereza al torcido y
humilla al orgulloso.
Tú que ves y escuchas, óyeme y restablece con justicia las leyes6, que yo contaré a
Perses cosas verdaderas.