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Actualmente el en Perú, las carreras profesionales universitarias se ofrecen

como un apetitoso y exquisito platillo ante los ojos de diversos jóvenes, quienes
optan por lo que mejor les convenga y aseguran de esta manera su porvenir.
Ante esto surgen cuestionables interrogantes como ¿El servicio impartido es de
alta calidad?, ¿Qué nos garantiza la eficacia del servicio?, ¿La carrera cumple
con los estándares establecidos?, entre otras. Por lo tanto es imprescindible que
las organizaciones si desean tener éxito deban someterse a un proceso
denominado “ACREDITACIÓN”, pero, ¿Qué es la acreditación?, no es más que
el reconocimiento público y temporal de la institución educativa, área, programa
o carrera profesional que voluntariamente ha participado en un proceso de
evaluación de su gestión pedagógica, institucional o administrativa (Ley 28740,
Art. 11). Gracias a esto las instituciones y programas de contribuirán a la
identificación de las fortalezas y debilidades para el mejoramiento continuo.
Asimismo sirve al país puesto que promueve criterios y buenas prácticas, cada
vez más exigentes y útiles para el público en general.

Por otro la Evaluación de la gestión pedagógica, administrativa e institucional se


inicia cuando una entidad productora de un servicio asume cumplir un MODELO
– ESTANDAR para ámbito en el que se desarrolla y así obtener un ámbito
adicional que garantice la eficacia del servicio.

Cabe mencionar que en nuestro país el órgano operador encargado de


garantizar la calidad universitaria es el Consejo de Evaluación, Acreditación y
Certificación de la calidad de la Educación Superior Universitaria es decir:
CONEAU la misma que establecerá los créditos, estándares e indicadores para
la evaluación y acreditación. Este proceso implica tres etapas:
AUTOEVALUACIÓN, diagnostico mediante el cual detectamos otro aspecto es
EVALUACION EXTERNA, realizado por especialistas externos nombrados por la
comisión acreditadora, que realiza una visita a la institución y comprueban la
objetividad de la autoevaluación y finalmente la ACREDITACIÓN, aprobación de
la acreditación ante el Ministerio de Educación.

Ante esta realidad los decentes, alumnos y personal administrativo no deben


vendarse los ojos e interrumpir de manera que se logre con eficacia el servicio
proporcionado.

Es necesario resaltar que esta perspectiva de evaluación debería considerarse


en el Perú como un “Ideal” donde la evaluación institucional sea parte de la
cultura de trabajo de las instituciones sea parte de la cultura de trabajo de las
instituciones de enseñanza y no obligación derivada a una norma o ley, y así
mejoremos la calidad educativa de nuestros discente, optimizando el
rendimiento académico y qué decir del servicio ofrecido. No obstante, son pocas
las instituciones que se someten a este proceso.

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