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Danilo

De los Santos

M E M O RI A DE
LA P I NT U RA
DOMINICANA
Impulso y Desarrollo Moderno

2
1920 1950

C O L E C C I O´ N
CENTENARIO

G R U P O
´
LEON JIMENES
1920

2
VO L U M E N
1950
Danilo
De los Santos

M E M O RI A DE
LA P I NT U RA
DOMINICANA
Impulso y Desarrollo Moderno

1920 1950
2

C O L E C C I O´ N
CENTENARIO

G R U P O
´
LEON JIMENES
C O L E C C I O´ N
CENTENARIO

Contenido
G R U P O
´
LEON JIMENES

1
De los Santos, Danilo, 1944- LO NACIONAL Y LO MODERNO
Memoria de la pintura dominicana / Danilo De los Santos.– EN UN PERÍODO CRÍTICO
Santo Domingo : Grupo León Jimenes, 2003.
8v. : il.– (Colección Centenario Grupo León Jimenes) 1|1 El período 1920-1939:

3
Contenido: v. 2 Impulso y desarrollo moderno 1920-1950.– v. 3 caracteres y registros 7 EL ARTE NACIONAL
1. Pintura dominicana – Historia 2. Pintores dominicanos PROTOMODERNO
1|2 El primer manifiesto
759.97293
S237m de estética dominicana 30 3|1 Coleccionismo, museo,
CEP / CC-ELJ oficialidad y Abigaíl Mejía 231
1|3 Los orientadores
©2003 Grupo León Jimenes de la modernidad 40 3|2 Tres grandes modernos:
ISBN 99934-913-0-6 Morel, Suro y Colson 242
1|4 Otros modernos
Todos los Derechos Reservados.
Registro de Propiedad Intelectual. en la localidad y la errancia 74 3|3 Otros cuatro modernos:
Este libro es propiedad del Centro Cultural Eduardo León Jimenes. La Ibarra, Cánepa,
1|5 Arte, nacionalismo Gimbernard y Amiama 327
Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida
en ninguna forma o medio sin el permiso escrito del propietario, y dictadura 88
excepto para la inclusión de citas en una reseña o revista. 3|4 Un núcleo
de mujeres pintoras 370
COORDINACIÓN EDITORIAL
3|5 Los nombres masculinos

2
Félix Fernández DEBATE DE LA MODERNIDAD
que completan
COORDINACIÓN DE PRODUCCIÓN EN UN FEUDO ANTILLANO
Myrna Guerrero la generación de 1930 401
2|1 Una visión del país
DIGITACIÓN
Josefina Soriano Tallaj en 1939 con registros Bibliografía 444
de las artes hasta 1950 101 Índice onomástico 446
CORRECCIÓN DE PRUEBAS
Miguel Ángel Heredia Bonetti 2|2 Santo Domingo:
Luis Córdova Índice de ilustraciones 453
refugio de intelectuales
Jeannette Canals
y artistas inmigrantes 123
ÍNDICE BIBLIOGRÁFICO Y ONOMÁSTICO
Luis Córdova 2|3 Dictamen sobre
FOTOGRAFÍA la inmigración artística 186
Mariano Hernández
Natalio Puras Penzo (Apeco)
2|4 Díaz Niese: la necesaria
Asistente fotografía / Luis Rolando Martínez modernidad dominicana 194
DISEÑO Y PRODUCCIÓN 2|5 El movimiento
Lourdes Saleme y Asociados la poesía sorprendida:
Directora de arte / Lourdes Saleme
otro soporte
Diseñadora asociada / Kirsis Santana
de la modernidad 216
IMPRESIÓN
Vistacolor®
Santiago de los Caballeros,
República Dominicana
2003

CUBIERTA
Yoryi Morel. Flamboyán con marchanta y niño.
Darío Suro. Caballos bajo la lluvia (detalle).
PÁGINA 1
Celeste Woss y Gil.Vista de la ciudad desde la orilla oriental.
|7| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

1|1 El período 1920-1939: caracteres y registros

1
LO NACIONAL Y LO MODERNO
en un período crítico

Con la tarea de reconquistar la soberanía del país, se formó en 1920 la Unión Nacio-
nal Dominicana presidida por intelectuales destacados. Este movimiento canaliza el sen-
timiento antiestadounidense y contraimperialista que expresan educadores, periodistas,
mujeres, comerciantes, religiosos, estudiantes, artistas y campesinos en diversas comuni-
dades, en las cuales se fundaron juntas nacionales. El resultado de ese movimiento fue
la celebración de la semana patriótica, cuyo objetivo fue el de obtener fondos con los
cuales enviar una comisión al exterior en busca de apoyo para la desocupación militar,
llana y simplemente.
El activismo nacionalista desplegado por grupos de dominicanos tuvo sus efectos al for-
mularse múltiples presiones: al acordarse soluciones negociadas y porque la coyuntura

Talleres CAT|Cartel Feria Nacional 1927|Litografía|34.7 x 47.5 cms.|1927|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |8| |9| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

internacional había variado. La contienda de la primera guerra mundial (1914-1918) Fuera de una cultura militarista, en función de los mercados comerciales y políticos lla-
había finalizado, asegurándose los Estados Unidos de Norteamérica el dominio mun- mados a reforzar el pragmatismo del Coloso del Norte, no es rápidamente efectiva la
dial, sobre todo en el Continente Americano en donde aplicaba acciones diplomáticas, impronta que impone. A nivel local, la ocupación del 1916-1924 no influyó decidida-
capitalistas y militarizadas. Precisamente como resultado de los mecanismos que neu- mente ni en la conciencia cultural de la colectividad ni mucho menos en las artes, por-
tralizan la fuerza del nacionalismo dominicano, el gobierno de Washington anunció la que todavía los gustos, los patrones y las referencias que así emulaba la élite de la socie-
desocupación directa de sus fuerzas militares. Sin embargo, esta medida no excluyó la dad procedían de Europa. La sociedad estadounidense no había producido un gran ar-
injerencia en los asuntos domésticos e igualmente en las directrices del gobierno pro- te excepto el de la tecnología con la producción en cadena y serializada, a la que se aso-
visional de Vicini Burgos, el cual se desenvolvió durante varios meses como antesala del cia el llamado estilo de vida americana, simbolizada por la compañía Ford, el Art Deco,
gobierno Constitucional de Horacio Vásquez, sobreviviente caudillo de la etapa anár- los gánsteres de Chicago, la trepidante vida de Hollywood y los desequilibrios sociales.
quica de la que fue corresponsable (1899-1916). Esta sociedad del bienestar enaltecido por las conquistas diplomáticas y militares se de-
‘Horacio Vásquez o que entre el mar’, fue la consigna que impulsó el triunfo electo- sequilibra a partir de 1930. El descenso de la producción, la caída de los mercados y el

ral del caudillo cibaeño, cuyo gobierno (1924-1930) inauguró un período que algu- desempleo masivo caracterizan la gran depresión capitalista cuyo impacto se expresa en
nos historiógrafos denominan ‘La Tercera República’. El reinicio republicano que re- República Dominicana.
presenta el gobierno se caracteriza por ser un montaje conciliatorio de intereses capi- A pesar del nexo cultural del elitismo dominicano con los modelos europeos, la ocu-
talistas de los Estados Unidos con ideales nacionales, más bien partidos políticos que pación del 1916-1924 marcó el acelerado inicio de la reorientación pro-norteamerica-
en primer lugar representan el horacismo y después el trujillismo como secuela de esa na al crear el poder intervencionista los amarres económicos e ideológicos que doble-
conciliación. garon la conciencia y la voluntad de los dirigentes criollos.A esas conexiones se suman,

Pouppé Soler|En el palco|Revista Blanco y Negro|1925. Osvaldo B. Báez|Proyecto monumento La Altagracia|Revista La Cuna de América Núm. 17|Octubre 1923.
Enrique Tarazona|Dama en el cementerio|Revista La Opinión Núm. 195|1926. Enrique Tarazona|Portada del Album Coronación de la Virgen|1922.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |10| |11| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

además, algunos patrones de estilo americano, que si bien se patentizan en obras de ar-
quitectura y de ingeniería, también comienzan a tener vigencia con otras relaciones: fa-
milias que viajan a Nueva York y jóvenes parientes que son enviados a cursar estudios
en colegios y universidades de la nación norteña que impone sus productos y aficiones
sociales. Explica Luis Mejía: «La intervención puso especial empeño en obligarnos a
consumir los artículos de la industria americana. Se rebajaron los derechos de importa-
ción sobre zapatos, ropa hecha, muebles, sombreros, camisas, jabones, pieles, cigarrillos
y fósforos (…). La vida social (…) al contacto con los norteamericanos, en los años de
la intervención, y a la labor del hostosianismo, experimentó una profunda transforma-
ción en los primeros treinta años del siglo actual (…). Los mozos que regresaban de es-
tudiar de los Estados Unidos despertaron la afición por el juego de pelota (…). Las di-

|1| versiones abundaron y aumentó el consumo de bebidas alcohólicas. En los bailes cele-
Mejía, Luis F.
De Lilís a Trujillo. brados más frecuentemente, el ‘One-Step’ primero y después el ‘Fox-Trot’ desplazaron
Páginas 283-292.
Confert. a Polkas y Mazurcas. Pero la música criolla reaccionó con el merengue».|1|
A pesar de la inevitable y poderosa penetración de patrones, productos y valores de Es-
tados Unidos, la espiritualidad dominicana, ya transcendida en una germinante flora-
ción rural y urbana, se enrumba hacia nuevos tonos relacionados con la pertenencia do-

Bienvenido Gimbernard|Caricatura de Rafael Damirón|Dibujo|1944. Nino Ferrúa|Mujer en pórtico con rosas|Revista La Opinión Núm. 105|Febrero 1925.
Anónimo|Portada de La Cacica|Dibujo|1944.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |12| |13| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

minicana. De manera consciente y espontánea, el sentimiento nacional acude a la tie- dad, contra el pasado al contrario: les encantaba el pasado, sino contra el presente, con- |2|
Anderson Imbert,
rra, al sabor local, al ritmo musical autóctono y a los prototipos como el Concho Pri- tra un presente burgués de clisés, lugares comunes, perezas y pequeñas satisfacciones. La Enrique.
Historia de la
mo de Gimbernard que identifica una figura folklórica que representa al mismo tiem- pasión formalista los llevó al esteticismo (…); pero con la misma voluntad de formas Literatura
Hispanoamericana I.
po la soberanía. nuevas, los modernistas hicieron también literatura nacionalista, filosófica, política y Páginas 362-63.
Confert.
En el período de 1920 la sociedad dominicana seguía siendo predominantemente rural americanista (…). Los modernistas aprendieron a escribir observando lo que el roman-
y criolla; con un criollismo remozado con asimilaciones variadas, que se expresaba so- ticismo tenía de elegante, no lo que tenía de apasionado (…). Cuando ya los modernis-
bre todo en el medio urbano en donde los intelectuales más jóvenes ofrecían variacio- tas, con Rubén Darío a la cabeza, avanzaban triunfantes por las letras hispánicas, se en-
nes expresivas y literarias que rompían en cierta manera con el modernismo. Este fue teraron de los triunfos que el simbolismo tenía en Francia (…) y, sobre la marcha, agre-
un movimiento de toda Hispanoamérica, cuya caracterización general la explica Ander- garon a sus maneras parnasianas, ricas en visión, las maneras simbolistas, ricas en musi-
son Imbert: «El rasgo dominante fue el orgullo de formar parte de una minoría.Tenían calidad.Tanto en el verso como en la prosa ensayaron procedimientos novísimos. (…).
un concepto heróico de la vida; pero puesto que las circunstancias sociales y políticas Cultivaron juegos de sinestesias, evocaciones helenísticas, el Rococó, del siglo XVIII, ja-

de América habían cambiado, y ya no podían ser héroes de la acción, se convirtieron en ponesismo y chinerías y símbolos de aristocracia como el cisne o la flor de lis, colec- |3|
Idem.
héroes del arte. Lo importante era no sucumbir en la mediocridad. Había que desviar- ciones de objetos preciosos, museos de arte, cromatismos impresionistas…»|2| Página 364.
Confert.
se enérgicamente de toda línea media. Cultivaban las formas literarias como valores su- Anderson Imbert reconoce que el modernismo tuvo un ritmo particular en cada
premos. Todo podía entrar en esas formas, lo viejo tanto como lo nuevo, pero las for- país,|3| observando que ese movimiento enseñó a los dominicanos el arte de variar la |4|
Idem.
mas mismas debían ser provocadoras, desafiantes sorprendentes. El programa era positi- versificación, pero no les arrancó de su órbita romántica o realista.|4| En narrativa se Página 338.
Confert.
vo: levantar, palabras sobre palabras, rascacielos verbales.Y sus polémicas no iban, en ver- producen algunas incursiones modernistas con Manuel Florentino Cestero (1879-

Bienvenido Gimbernard|Portada de Los enemigos de la tierra|Dibujo|19 x 13 cms.|1936. Eolo|Mulata lavando|Revista Bahoruco Núm. 201|Marzo 1934.
Bienvenido Gimbernard|Contraportada de Los enemigos de la tierra|Dibujo|19 x 13 cms.|1936. José María Peralta|El Día de Reyes del niño pobre|Revista Bahoruco Núm. 74|Enero 1932.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |14| |15| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|5| 1926), autor cuyos títulos: Cuentos de Lila y El canto del cisne (novela), son alusiones o
Idem.
Páginas 421-22. símbolos del modernismo. Un segundo autor, Tulio Manuel Cestero (1877-1954)
Confert.
aprendió a escribir en la escuela modernista con alarde primoroso y preciosista que
cambia con el cultivo del relato de preocupación constructiva y en el cual naturalismo
y esteticismo trajinan juntos.|5| A pesar de esta y otras referencias, el modernismo do-
minicano fue tardío en comparación con el resto de América, ofreciendo Imbert la si-
guiente apreciación: «En la República Dominicana los hermanos Pedro y Max Henrí-
quez Ureña fueron los primeros en escribir poesías francamente modernistas, en 1901,
pero ambos se destacaron en otros géneros (…). Lo cierto es que apenas hubo moder-
nismo en este país. Llegó tarde, fue débil y duró poco.Todos volvieron los ojos a los de-
cadentes de Francia, pero algunos superaban cuitas románticas (como la elegante Alta-

Nino Ferrúa|Mujer de paño rojo|Revista La Opinión Núm. 97|Diciembre 1924. Nino Ferrúa|Motivo frutal|Revista La Opinión Núm. 111|Marzo 1925.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |16| |17| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

gracia Saviñón, 1886-1942). Otros más rubendarianos, brillaron más. Valentín Giró
(1883-1949) fue el primero, con su soneto Virgínea, en encender una de esas polémicas
tan necesarias para el triunfo de los estilos nuevos. Osvaldo Bazil (1884-1946) fue mo-
dernista de pies a cabeza y dejó por lo menos una joyita sentimental: Pequeño nocturno.
Ricardo Alfonseca (1892-1950), recordado sobre todo por su Oda a un yo. Hubo otros
como el tierno y sencillo Virgilio Díaz Ordóñez (1895-1968) o Federico Bermúdez
(1884-1921), de tema social humanitario; pero el modernismo dominicano fue tímido.
Tardía en su modernismo, la República Dominicana recibió tempranamente, gracias al
Postumismo, las tendencias de vanguardias, en la posguerra. Las palabras ‘postumismo’ co-
mo ‘futurismo’, ‘ultraísmo’ manifestaban el deseo imposible de escribir la literatura de
pasado mañana. Pero los postumistas aguaron el vino del Dadá. En su pequeño país pa-

recieron osados: en comparación con lo que se hacía en otras partes, eran apenas extra- |6|
Idem.
vagantes. Fueron muchos los postumistas, y en sus atropellados querían hacer pasar cual- Tomo II.
Página 36.
quier adefesio como poesía. Uno de ellos, sin embargo (…), fue el mayor poeta que has- Confert.

ta entonces había dado Santo Domingo: Domingo Moreno Jiménez (…). Anárquico y
desigual, miró a su alrededor y la naturaleza de su país entró en su poesía, cosa por co-
sa. Este realismo nativista, paisajista y costumbrista es su mayor mérito».|6|

Nino Ferrúa|Mujer junto a árbol|Revista La Opinión Núm. 124|Junio 1929. Nino Ferúa|Ventanal|Revista La Opinión Núm. 120|1925.
Eolo|Mujer con sombrero y bufanda|Revista Cromos Núm. 11|Septiembre 1927.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |18| |19| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|7| Los fundamentales planteos literarios nacionales se constituyen en un soporte ideoló- plásticas, el más notable es el fortalecimiento de la conciencia que define al llamado hé-
Idem.
Tomo I. gico de las artes dominicanas, a partir de la peculiar corriente del romanticismo criollo roe del arte. El poeta Fabio Fiallo se convirtió en el más notable representante del he-
Página 395.
Confert. hasta los desagües que representan: a|el modernismo entrecruzado y tardío; b|el ultra- roísmo artístico, vinculado al modernismo, prontamente superado por el pontífice del
modernismo que caracteriza el vedrinismo de Otilio Vigil Díaz (n. 1880), raro, verbo- postumismo, Domingo Moreno Jiménez. Pero si en las letras pueden ser identificados
|8|
Idem. so y pomposo, rebuscado y solitario;|7| y c|el postumismo, considerado un movi- autores que se dedican en cuerpo y alma a la militancia literaria, en el hacer pictórico
Tomo II.
Página 37. miento de vanguardia por la ruptura que provoca y por ser uno de los movimientos crece la representación protagónica, pudiéndose hablar también de héroes artísticos de-
Confert.
más consecuentes, combativos y durables en la isla.|8| La relación entre los escritores dicados en sus horas, días y existencias al arte como conducta: creando, enseñando y vi-
románticos y los artistas precursores ha sido establecida; pero aun esa primera corrien- viendo del oficio, tal y como lo hacía Rodríguez Urdaneta, cuya dimensión no pudo
te literaria de Galván, de José Joaquín Pérez y de otros, se mantiene vigente, con apo- ser aminorada porque sobrevivía humanamente de la fotografía o de su establecimien-
yo a la tradición metodológica, temática y de remuneración romántica; la tradición la to comercial relacionado con este arte.
representa la escuela abelardoniana que ha de sobrevivir con sus alumnos más activos; En situación social similar a la del referido maestro romántico, comienzan a desenvol-

en cambio, la visión romántica reformulada tiene en Alfredo Senior la Paz uno de los verse los nuevos héroes y heroínas del arte dominicano, los cuales se asocian al movi-
cultores más representativos, sobre todo en el campo fotográfico, aunque en pintura él miento modernista que se aparta de las fórmulas académicas tradicionales y asumen
forma parte del coletazo que se concentra en el paisajismo de detalles y pinceladas frías, nuevas direcciones expresivas como son la del art nouveau, la impresionista, la del sim-
al parecer ejecutado a partir de tomas fotográficas o realizado en espacios cerrados, en bolismo, incluso el naturalismo, el realismo y el esteticismo que valora los diversos esti-
donde apenas llega la resplandeciente luz que aprovechan otros pintores naturalistas. los artísticos sin adhesión exclusiva a algunos de ellos.Tomando en cuenta la aparición
Si algún vínculo puede observarse entre el movimiento modernista literario y las artes de nuevos hacedores, cuyo modo de expresión resulta distinto a los artistas que la pre-

Eolo|Alegoría|Portada Revista Bahoruco|1935. Eolo|Arpista en el jardín|Revista Cromos Núm. 3|Noviembre 1926.


José María Peralta|Alegoría|Portada Revista Bahoruco Núm. 82|Marzo 1931. Nino Ferrúa|Lirios blancos|Revista La Opinión Núm. 106 |1925.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |20| |21| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

ceden, se ofrece a continuación una comparación en la que se pueden apreciar las dis-
tinciones entre el momento y la estilística de los precursores nacionales y el período si-
guiente en donde aparecen nuevos nombres e igualmente una manera más moderna o
renovada.
|Arte precursor| a|Desarrollo entre 1870-1930. b|Básicamente romántico, pero
también neoclásico, positivista, pictorialista, realista, etc. c|Insinúa el costumbrismo y el
impresionismo. ch|Temario: histórico, sacro, paisaje urbano y marítimo, personalidades
elitistas y patrióticas, asuntos exóticos. d|Enseñanza en espacios cerrados. e|Método
objetivo e imitativo. f|Plantea el modelo natural. g|Sus grandes maestros: Luis Desan-
gles y Abelardo Rodríguez Urdaneta.
|Arte protomoderno| a|Impulso entre 1919-1939. b|Orientación moderna con-
lleva naturalismo, realismo, modernismo (Art Nouveau), caricaturismo, nativismo y
vanguardismo. c|Auge del impresionismo y del costumbrismo. ch|Temario: paisajis-
mo, escenas y personajes populares, negritud. d|Enseñanza del espacio abierto. e|Mé-
todo interpretativo y subjetivo. f|Acopio del modelo y asuntos naturales. g|Los prin-
cipales maestros: Woss y Gil, Enrique García-Godoy, Yoryi Morel, Darío Suro, Jaime
Colson…
En la referida comparación se ofrecen períodos de desarrollo: 1870-1930 para el pro-
ceso precursor y 1919-1939 correspondiente al impulso modernista.Tales cronologías
son arbitrarias, no suponen un corte radical entre una etapa y la otra, sino más bien una
situación de corrientes que aún distintas se interrelacionan como doble paralela. De to-
das maneras, es necesario advertir que muchos caracteres del Arte Precursor sobrevi-
ven, como es natural, en artistas que seguirán aferrados a la ecléctica del romanticismo
nacional (Piñeyro, Margarita Billini, Rosalidia Ureña, Antinoe Fiallo, Genoveva
Báez…), en tanto la tendencia modernista añade los jóvenes y notables alumnos de los
orientadores protomodernos. Pero se trata de alumnos que asimilan dicha influencia en
el país, ya que en el exterior se localizan otros jóvenes también asimilándose en la mo-
dernidad. En una cronología de hechos literarios y artísticos que a continuación se pre-
senta en una visión muy general, se pueden apreciar la doble vertiente que confluye en
el proceso 1919-1939 (la romántica y la modernista) y los nombres que se insertan re-
presentantes de la avanzada sociocultural.

Talleres CAT|Cartel Exposición Nacional de 1927|Litografía|56 x 31 cms.|1927|Col. Centro Cultural Eduardo León
Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |22| |23| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

FLORECIMIENTO
GENERAL
Desde 1920 | Hasta 1939
Año 1920 Año 1920 |cont.| Año 1920 |cont.| Año 1921 Año 1921 |cont.|

Después de estudiar disciplinas artís- Aparece en Tamboril la revista Ome- El Primer Congreso de la Prensa Na- Debuta la Orquesta Filarmónica José lo popular y a la tierra con espíritu lo-
ticas en Europa, regresa Juan Bautis- ga, dirigida por G. Jiménez Herrera y cional es celebrado en Santo Domin- Ovidio García, en el Teatro Colón de calista. El movimiento incluye y publi-
ta Gómez, estableciendo en Santiago Tomás Hernández Franco. go con la asistencia de representan- Santiago de los Caballeros, dirigida ca el Manifiesto Postumista, en el
de los Caballeros el primer atelier de tes (directores y periodistas) de más por Julio Alberto Hernández. cual se fijan posiciones en relación
un pintor que se recuerda e igual- de 30 órganos informativos de todo con las artes visuales. Fue redactado
Concho Primo, periódico satírico y
mente la primera academia de dibujo el país. por Andrés Avelino.
crítico, aparece en La Vega, bajo la Francisco Arturo Palau realiza su pri-
y pintura. Su método se basó en el
dirección de J. Agustín Concepción y mer trabajo cinematográfico: La Pere-
dominio dibujístico y en la observa-
Félix R. Disla. grinación de la Virgen de la Altagra- Tomás Hernández Franco da a cono-
ción directa de la realidad.
cia, corto metraje de 25 minutos cer Capitulario Rezos Bohemios.
aproximadamente.
El poeta Fabio Fiallo publica Cancio-
Jaime Colson comienza estudios de
nes de la Tarde. Domingo Moreno Jiménez publica
Pintura en la Academia San Fernando
Surge el Postumismo, movimiento li- Psalmos.
de Madrid.
terario de innovaciones frente a la
Juan Fco. García (1892-1974) realiza
poesía tradicional. Aparte de romper
transcripción y orquestación de me- Bernardo Pichardo publica su Resu-
Eulogio C. Cabral, publica el libro con el verso de medida pareja, elimi-
rengue Juan Gomero, interpretándolo men de Historia Patria.
Cachimbolos. na los acentos, las estrofas y la rima.
en conciertos públicos.
Sus poetas cantan a los humildes, a

Año 1921 |cont.| Año 1922 Año 1922 |cont.| Año 1922 |cont.| Año 1923

Circula la segunda edición de La Son- Yoryi Morel decide dedicarse a la pin- Iglesia del Santo Cerro, La Vega; cua- igualitaria de la mujer y de resistencia Posiblemente en este año tienen lugar
risa de Concho Primo, de Rafael Da- tura, después de graduarse de Bachi- dro que al parecer se inspira en la an- a la intervención. Su directora fue la las tertulias en el hogar de la Familia
mirón. ller, rechazando el ofrecimiento fami- tigua tabla que representaba esta ba- maestra normalista Petronila Angélica Morel Tavares, de Santiago, a la que
liar de cursar carrera universitaria. talla, el cual fue realizado por pintor Gómez y sus principales colaborado- asisten intelectuales y artistas. Uno
anónimo en el período de la colonia. ras: Evangelina Rodríguez, Delia We- de los testigos la define como Peña
Vigil Díaz publica Galeras de Pafos.
ber, Consuelo Montalvo, Ercilia Pepín, de Pintores al natural, de las cosas
Se conocen Campos de la Tarde, de
Rosa Smester, Mignon Coiscou, Livia vivientes de que se tiene en la historia
Osvaldo Bazil; Del Sena al Ozama, de Francisco Arturo Palau realiza la obra
Aparece el Grupo Plus-Ultra, integra- Veloz y Natalia García. artística del país. (Tomás Morel)
Vigil Díaz; y Por entre Frivolidades, de cinematográfica La Emboscada de
do por Alcides García Lluberes, Ma-
Abigaíl Mejía. Cupido, filmada en 35 mm y en la
nuel A. Peña Batlle, Jesús María Tron-
que actuaron: Delia Weber, Pedro El Grupo Plus-Ultra edita la revista Federico Bermúdez publica Las Liras
coso, Manuel A. Amiama, Angel Ra-
Troncoso Sánchez, Paíno Pichardo, Claridad. del Silencio.
fael Lamarche, Rafael Américo Henrí- Aparece la revista semanal La Opinión,
Angelina Landestoy, los mellizos Her-
quez, Juan Isidro Jiménez Grullón, fundada en Santo Domingo por Abe-
nández y Joaquín Palau, hijastro del
Carlos Larrazabal Blanco, Arturo Des- lardo R. Nanita (1883-1959) y adquiri- Joaquín Balaguer publica sus dos pri- Se publican los Cantos de Apolo, de
director-productor, con escenografía
pradel y José Enrique Aybar. da luego por la Litografía Lepervanche. meros poemarios Salmos Paganos y Apolinar Perdomo.
realizada por Enrique Tarazona Pérez.
Es un semanario ilustrado, con hermo- Claro de Luna.
sas portadas de Nino Ferrúa y trabajos
dibujísticos de E. Tarazona y Gimber- El Presbítero Luis de Mena edita
El 15 de agosto, en la Puerta del
nard, caricaturas de Eolo y fotografías Album coronación de la Virgen.
Conde fue canónicamente coronada
de Alfredo Senior...
Nuestra Señora de la Altagracia, cuya
Aparece la revista Fémina en San Pe- venerada imagen fue traída desde su
Enrique García-Godoy pinta el óleo La dro de Macorís, como medio de difu- santuario de Higüey.
Batalla del Milagro, localizado en la sión de los ideales de participación
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |24| |25| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

Año 1924 Año 1924 |cont.| Año 1924 |cont.| Año 1925 Año 1926 Año 1927

Celeste Woss y Gil retorna del exte- Andrés Avelino publica Raíz Enésima Jaime Colson decide trasladarse a Tomás Hernández Franco, ubicado en Colson ilustra el libro en prosa El Es celebrada la Feria Nacional e Inte-
rior en donde residió y cursó estudios del Postumismo, texto de poesía ma- París, donde se desarrollan las ten- París desde 1921, impulsa a Jaime hombre que Ha Perdido su Eje, de rantillana, en la ciudad de Santiago,
artísticos. Al instalarse en Santo Do- temática. dencias vanguardistas. En la Ciudad Colson a seguir las nuevas corrientes Tomás Hernández Franco. En ese incluyéndose entre sus actividades
mingo abre un estudio-escuela, con Luz conoce a Toyo Kutaca Karimoto, pictóricas, entre ellas la cubista. año participa en una muestra de una exposición-certamen. Participan
un curso de Dibujo y Pintura que im- pintora japonesa con la que convive y pintores latinoamericanos celebrada grupos artísticos de Cuba, Puerto Ri-
Se celebran Juegos Florales en
parte en el patio de la casa familiar. de la que recibe influencia. en Bruselas. co y República Dominicana. Este
La Vega. Aparecen los siguientes textos de
Ella acondiciona el estudio con luz ce- evento fue filmado como documental
nital y cristales de esmeril, celebran- poesía: Mi Vieja se Muere y El Diario
cinematográfico. La Película de la Ex-
La Casa de España auspicia Certamen de la Aldea, de Domingo Moreno Ji- Es publicada la obra Monseñor de
do una exposición personal conside- Andrés Avelino publica Antología posición fue proyectada en el país de
Nacional de Arte, en el que obtienen ménez; Los Modernos del Olvido, de Meriño Intimo, de Amelia Francasci.
rada la primera muestra realizada por Postumista. acuerdo a la Revista Blanco y Negro
premios Enrique Tarazona Pérez y Ligio Vizardi; Tebaida Lírica, de Joa-
una mujer en la historia de las artes No. 380.
Bienvenido Gimbernard (Primer pre- quín Balaguer; Palabras de mi Madre
plásticas dominicanas. Emilio Gisbert, pintor español (valen-
Enrique García-Godoy viaja a Italia mio en caricatura). y otros Poemas, de Ricardo Pérez Al-
ciano) expone individualmente en Ca-
como cónsul dominicano. fonseca. Julio V. Arzeno publica Del Folklore
Alfredo Senior abre Sala de Exhibi- sa de España de Santo Domingo.
Musical Dominicano.
Abigaíl Mejía retorna de España des-
ción en Santo Domingo, con una
Eduardo Matos Díaz publica pués de 17 años residiendo en ese Abigaíl Mejía publica Sueña Pilarín e
muestra de sus obras. Fabio Fiallo publica La Canción de
Caricaturas en la imprenta Cuna de país. inicia una campaña periodística a fa-
una Vida, donde recogió gran parte
América. vor de los derechos de la mujer y la
de su obra poética y Osvaldo Bazil da
instalación de un Museo Nacional.
a conocer Huerto de Inquietud.
Domingo Moreno Jiménez publica Del
Anodismo al Postumismo.

Año 1927 |cont.| Año 1927 |cont.| Año 1928 Año 1929 Año 1930 Año 1930 |cont.|

Aparecen los siguientes textos de Bajo la dirección de Narciso Alberti es Pedro Henríquez Ureña publica en Comienza a circular el primer número Enrique García-Godoy regresa de Aparece la Revista Bahoruco
poesía: Decrecer, de Moreno Jiménez fundado el Museo Nacional, sugerido Buenos Aires Seis Ensayos en Busca de El Día Estético, subtitulada como Italia, en donde ocupa cargo (1930-1936), dirigida por el escritor
y Nuestros Jóvenes Poetas, de R. por la escritora Abigaíl Mejía, quien de Nuestra Expresión. Revista Indo-Universal de Vanguar- diplomático y completa formación venezolano Horacio Blanco Fombona.
Emilio Sanabia. realizó intensa campaña en los me- dia. Es un vocero periodístico funda- artística, ubicándose en La Vega en
dios periodísticos. do por Moreno Jiménez, con la ayuda donde funda academia de Dibujo y
Celeste Woss y Gil cierra su Estudio- R. Brito publica su Diccionario de
de sus redactores Rafael Andrés Bre- Pintura, inculcando el naturalismo
Ramón Emilio Jiménez publica la pri- Escuela, marchándose a Nueva York a Criollismos.
nes y Jesús María Troncoso. directo al alumnado, en el cual figu-
mera parte de su libro costumbrista Jaime Colson realiza en París un completar su formación artística.
ran María Lora de Dalmasí, Bolívar
El Amor del Bohío. buen número de pinturas de filiación
Berrido y Darío Suro, entre otros. Publican los siguientes escritores:
cubista. Aparecen los siguientes textos: La
Jaime Colson redacta un plan ten- Ligio Vizardi: Figuras de Barro; Max
Sombra Iluminada, de Ligio Vizardi;
Con el objetivo de despertar la solida- diente al establecimiento de una Es- Henríquez Ureña: Fosforescencias;
Etica y Estética, de Federico Henrí- Guillermo González retorna graduado
ridad entre las mujeres es fundado el Yoryi Morel realiza la primera versión cuela Nacional de Bellas Artes, el cual Bartolomé Olegario Pérez: Margaritas.
quez y Carvajal; Pinares Adentro, de de Arquitecto de la Universidad de
Club Nosotras, promovido por Abigaíl de Toñé, imagen popular de un indi- remite a Elías Brache hijo, Ministro de
Pedro María Archambault; Preludios Yale, Estados Unidos.
Mejía, Celeste Woss y Gil, Delia We- gente. Educación. Ese trabajo se publicó in
Sentimentales, de Livia Veloz; Elíxi-
ber, Trina de Moya, Gladys de los extenso en el periódico Listín Diario,
tres, de Moreno Jiménez; Los Yan-
Santos, Ana Josefa Puello, María y de 1927 ó 1928. Yoryi Morel anota en un diario per-
quis en Santo Domingo, de Max Hen-
Pouppé Soler, entre otras. sonal sus impresiones del paisaje
ríquez Ureña.
después de recorrer una zona aledaña
a la ciudad nativa de Santiago.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |26| |27| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

Año 1931 Año 1931 |cont.| Año 1932 Año 1932 |cont.| Año 1932 |cont.| Año 1932 |cont.|

Celeste Woss y Gil retorna a la capital Humberto Ruiz Castillo regresa de Domingo Moreno Jiménez reside en Aida Ibarra, al regresar al país, realiza Rosalydia Ureña Alfau establece en El Merengue se urbaniza como músi-
dominicana, estableciendo una Aca- Bélgica, en donde se titula como ar- Santiago, ciudad que regularmente una muestra personal. Es la segunda San Pedro de Macorís, la Academia ca vernácula, de instrumentos tradi-
demia de Dibujo y Pintura. Entre el quitecto. frecuentaba como poeta de todos los exposición individual que celebra una de Dibujo y Pintura Abelardo Rodrí- cionales y bailable en el prostíbulo
alumnado que reunió durante 10 años caminos nacionales, y en donde llenó artista-mujer dominicana. La exhibi- guez Urdaneta. Alumnos de esa es- santiaguense denominado «Perico
de labor, figuraron Genoveva Báez, varias veces el Salón de Actos del ción de los cuadros se acompañó de cuela fueron: Anacaona Sánchez Ripiao».
Aida Ibarra expone en el Salón de
Luis José Alvarez, Gilberto Fernández Ateneo Amantes de la Luz, reimpri- un Concierto de la Orquesta Sinfónica Moscoso, Aurora Julián, Marianela
Otoño, del Gran Palais de París.
Diez, Delia Weber, Xavier Amiama, Pi- miendo además sus libros de poesía. de Santo Domingo, dirigida por José Silfa Martínez, Ondina Knipping, Alejo
na Melero, Gilberto Hernández Orte- Vivió en un cerro de Nibaje, lugar de de Jesús Ravelo. Martínez García, Albertina Serrallés de
ga, Elsa Gruning, Pura Barón. Muere el pintor precursor Adolfo Gar- tertulias o «colina sacra». Frías, Adolfo Pérez Sánchez y Rodolfo
cía Obregón. Rijo, entre otros.
El Impresionismo fue el tema de una
Manuel del Cabral, publica Pilón, libro Yoryi Morel celebra en el Club Noso- conferencia dictada por la pintora Ai-
de poesía. tras, de Santo Domingo, la primera da Ibarra en el Ateneo Dominicano, José Antonio Caro, otro de los arqui-
muestra personal considerada uno de previo a la exposición personal que tectos modernos dominicanos, regre-
los hitos en el arranque (…) del mo- realizara en la misma institución cul- sa a Santo Domingo, graduado de la
Domingo Moreno Jiménez da a cono-
vimiento pictórico dominicano que al- tural. Universidad de París.
cer Los Surcos Opuestos y Días sin
canza nuestros días. La exposición
Lumbres.
fue presentada por Tomás Hernández
Ana Leonor Feltz es nombrada Direc-
Franco.
tora del Museo Nacional cubriendo el
período 1932-1933.

Año 1933 Año 1933 |cont.| Año 1934 Año 1935 Año 1935 |cont.| Año 1936

El 11 de enero muere el maestro pre- Aparece Clío, órgano de la Academia El Ateneo Amantes de la Luz celebra Darío Suro estudia dibujo, composi- Manuel del Cabral publica Doce Jaime Colson realiza segunda mues-
cursor Abelardo Rodríguez Urdaneta, Dominicana de la Historia. un concurso nacional de Escultura y ción y pintura en la Academia de su Poemas Negros. tra de su obra cubista en la ciudad de
quien fue velado en su Academia, Pintura. tío pintor Enrique García-Godoy. México, D. F.
acompañado de una guardia de honor
Los hermanos Leo y Marcial Pou Ri- Juan Francisco García escribe la Sin-
ofrecida por sus alumnos.
cart retornan de Bruselas, sumándose Los siguientes poetas publican obras: Tito Canepa petromacorisano, aban- fonía Quisqueyana, en la cual recoge Luis Alberti compone el merengue
a los nuevos arquitectos modernos. Fabio Fiallo: Las Manzanas de Mefis; dona el país, ubicándose temporal- temas de viejos merengues y tonadas Compadre Pedro Juan.
En el Museo Nacional se instala la pri- Moreno Jiménez: El Poema de la Hija mente en Puerto Rico. de trovadores populares.
mera Sala de Arte Moderno, con Reintegrada y Moderno Apocalipsis.
Ramón Emilio Jiménez publica La Pa- Aparece el movimiento «Los Nue-
obras compradas y donadas.
tria en la Canción. Xavier Amiama quien se da a conocer vos», el primero y único que se ha
Pedro Henríquez Ureña anima al pin- como pintor después de haber estu- producido en el interior del país, has-
Yoryi Morel establece en la ciudad na- tor Jaime Colson para que viaje a Mé- diado con Woss y Gil, se establece en ta esta fecha. Surgido en La Vega,
Se conocen los Perfiles Agrestes, de
tal, la escuela de enseñanza pictórica: xico, en donde realiza una exposición Puerto Príncipe, en donde expone in- sus integrantes fueron: Rubén Suro,
Ramón Marrero Aristy.
Academia Yoryi. personal, auspiciada por la Secretaría dividualmente e influye como docente. Luis Manuel Despradel, Arturo Cal-
de Educación. Colson acepta ser do- venti hijo, Mario Bobea Billini, J. Al-
Se fortalecen las tertulias de La Cue- cente de la Escuela de Arte de los berto Rincón, Mario A. Concepción,
Abigaíl Mejía ocupa la dirección del Yoryi Morel realiza exposición indivi-
va, como bautizó Fabio Fiallo la habi- Trabajadores. Julio César Martínez, José A. Rodrí-
Museo Nacional, hasta la fecha de su dual al aire libre y en una vitrina
tación del también poeta Rafael Amé- guez, Darío Suro, Manuel Batista Cli-
muerte ocurrida en 1941. comercial de la Calle Del Sol, de
rico Henríquez, alrededor del cual se sante, Oscar Moya, José de Js. Gó-
El movimiento feminista, encabezado Santiago.
reunían Juan Bosch, Marrero Aristy, mez y Van Elder Espinal.
por Abigaíl Mejía, logra que en el pro-
Juan Bosch publica Camino Real, su Andrés Fco. Requena, Manuel Llanes,
ceso electoral se realice un ensayo de
primer libro de importancia narrativa: Héctor Incháustegui Cabral, Mieses
votación en el que participan 96,426
retrata el medio ambiente y la idiosin- Burgos, Juan José Llovet, Manuel del
mujeres.
crasia del campesino dominicano. Cabral y otros.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |28| |29| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

Año 1936 |cont.| Año 1937 Año 1937 |cont.| Año 1938 Año 1938 |cont.| Año 1938 |cont.|

Se producen las siguientes publica- Tito Canepa se traslada a Nueva York, Se editan los libros siguientes: Patria Jaime Colson expone en la Sociedad José Francisco Helú B. funda en ción por Manuel de Jesús Troncoso,
ciones: Cañas y Bueyes, de Moscoso trabajando en el Taller de Siqueiros, Recóndita, de Juan Bautista Lamar- Liceum de La Habana. De Cuba viaja Santiago Rachas, revista de ciencias, Vicepresidente de la República. Se
Puello; La Mañosa, de Juan Bosch; muralista mexicano. Al mismo tiempo che; Pequeños Poemas, de Emilio a Santo Domingo, en donde por pri- literatura y amenidades. exhibieron obras del alumnado de las
Canciones del Litoral Alegre, de Her- estudia en la Escuela de Arte de la Antonio Morel; Los Poemas del In- mera vez se presenta como artista diferentes academias del país.
nández Franco; Acordes, de Livia Ve- WPA. somnio, de Juan Goico Alix; 8 Gritos, nacional, exponiendo en el Ateneo
loz… Se editan las siguientes obras: Balsié,
de Manuel del Cabral; Historia de la Dominicano. A los pocos meses re-
de Marrero Aristy; Poesía Popular
Literatura Dominicana, de Abigaíl torna a París, realizando muestra
Jaime Colson obtiene el Premio de Dominicana, de Emilio Rodríguez De-
Mejía… conjunta con Mario Carreño (cubano)
Pedro Henríquez Ureña publica en Honor de la Exposición Estampas de morizi; Eusebio Sapote, de Enrique
Buenos Aires, La Cultura y las Letras y Max Jiménez (costarricense).
América, celebrada en México. Aguiar; Estampas, de Rafael Damirón;
Coloniales en Santo Domingo. Palma Real, de Amada Nivar de Pitta-
Darío Suro celebra la primera exposi- luga; Horas Perdidas, de Abelardo R.
Julio Alberto Hernández funda or-
Yoryi Morel realiza la segunda exposi- ción personal en el Ateneo Dominica- Nanita hijo; La Independencia Efíme-
questa en Santiago de los Caballeros,
ción individual en la capital del país. no de Santo Domingo, montando ra, de Max Henríquez Ureña.
con el objetivo de transmitir por la
exhibición también en San Cristóbal.
Emisora HI 9B un concierto semanal
de autores clásicos, con las explica- Primera Exposición Nacional de Estu-
Héctor Incháustegui Cabral escribe su
ciones correspondientes para la edu- Tito Cánepa comienza a exhibir sus diantes de Bellas Artes, auspiciada por
reconocido poema Canto Triste a la
cación del público radioyente. obras periódicamente en la Benestell la Secretaría de Estado de Educación,
Patria Bien Amada.
Gallery de Nueva York junto a otros celebrada en el local de la Academia
artistas latinoamericanos. de Woss y Gil y presidida la inaugura-

Año 1939 Año 1939 |cont.| Año 1939 |cont.| Año 1939 |cont.| Año 1939 |cont.|

Arriban al país los pintores españoles Darío Suro y Yoryi Morel participan En el Museo Nacional es celebrada Llega al país un nutrido grupo de in- Flérida de Nolasco publica La Música
Joan Yunyer, Carlos Solache, Vela Za- en la Exposición Arte Hispanoameri- Exposición de Pintura Húngara (Agos- migrantes o refugiados políticos de en Santo Domingo.
netti,... cano que organiza el Museo Riverside to 1939), encabezada por el pintor Da- Europa, entre ellos académicos, artis-
de Nueva York. niel Stern. La exposición se componía tas y escritores españoles de mucha
«Los Nuevos» inician la publicación
de obras originales del mencionado influencia cultural. Figuran: José Gau-
En el mercado, pintura de 1938 de de la revista del mismo nombre. En
artista y de otros compatriotas suyos sachs, Manolo Pascual, José Vela Za-
Yoryi Morel, es adquirida por la Inter- Octavio Guzmán Carretero publica su este mensuario de corta duración pu-
y mereció la más entusiasta acogida netti y Manuel Valldeperes. Este últi-
national Business Machines Corpora- libro Solazo (poesía). blica Pedro Mir sus poemas de inicio.
del público que la visitó. mo se convierte en un importante crí-
tion, de Nueva York, después de exhi- También Francisco Domínguez Cha-
tico del arte dominicano.
bida en la Exposición de California en rro, Tomás Hernández Franco, Car-
Rafael Díaz Niese retorna al país lue-
donde obtiene medalla de Bronce Localizado en Barcelona, Jaime Col- men Natalia y Domingo Moreno Ji-
go de residir durante muchos años en
conmemorativa al evento artístico. son redacta un nuevo proyecto para Se conocen los siguientes textos lite- ménez.
Europa, especialmente en Francia.
la creación de la Escuela Nacional de rarios: Alma Adentro, de Carmen Na-
Bellas Artes y para la realización de talia; Cuentos del Sur, de Sócrates
El Estado decide enviar a la Feria Los Nuevos le ofrecen fiesta homena-
George Hausdorf, pintor de origen ju- pinturas murales, el cual remite al Nolasco; Sentir es la Norma, de Mo-
Mundial de Nueva York la exhibición je en La Vega a Yoryi Morel.
dío, tiene Academia de Pintura en dictador Trujillo. reno Jiménez; Over, de Marrero
de 160 objetos patrimoniales del Mu-
Santo Domingo, en donde celebra Aristy; Ascuasvivas, de Delia Weber;
seo Nacional, entre ellos: 4 cuadritos
muestra individual auspiciada por el Trazos en la Arena, de H. Pérez Licai- La revista Rachas del año 2, número
de Yoryi Morel de paisajes típicos del Celeste Woss y Gil participa en la Ex-
Ateneo Dominicano. rac; Nocturnos y Otros Poemas, de 8, dedica su edición a Yoryi Morel,
trópico; un óleo de Desangles de posición Mundial de Pintura en Nueva
Enrique Henríquez. ilustrada con pinturas y caricaturas
asunto histórico (Caonabo en la pri- York, obteniendo Medalla de Honor
del pintor a quien le dedican diversos
sión) y uno de Jaime Colson. por su cuadro Vendedor de Andullos.
textos, entre ellos del poeta Octavio
Guzmán Carretero.
Manuel Rueda viaja a Chile a estudiar
música.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |30| |31| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

1|2 El primer manifiesto de estética dominicana fluyen en un cambio de mentalidad que transforman las letras y las artes. Estas se apartan |9|
Mateo, Andrés L.
de las funciones normalizadoras de antaño: ordenadas, objetivas, formulistas y académicas, Manifiestos
Literarios
dando lugar a las rupturas vanguardistas que representan otra manera exploratoria de las de la República.
Página 12.
formas, un avance interpretativo del contenido y una renovación de la técnica y de los re- Confert.

cursos. Como bien explica Andrés L. Mateo: «Técnicamente, las vanguardias transforman
|10|
las nociones del tiempo tradicional y el espacio habitual, la continuidad se vuelve discon- Idem.
Páginas 13-14.
tinuidad y la aspiración será ascenso en la simultaneidad, vértigo por identificar correlacio- Confert.

nes abstractas, negación del espacio, o espacio y tiempo fundido indisolublemente, etc.»|9|
¿Cómo se proyectan las vanguardias en nuestro medio? De la misma manera que el ca-
pitalismo industrial universaliza sus relaciones de producción, también se desplazan des-
de la sede capitalista las maneras sociales, doctrinales y artísticas. El espíritu vanguardista
que surge en Europa repercute en América por el camino de la literatura, con viajeros
hispanoamericanos que van al Viejo Continente y a la inversa: europeos que vienen a al-
gunas de las naciones americanas. El vínculo entre vanguardia y sociedad dominicana, vi-
sible en el 1920, lo encabeza el poeta Vigil Díaz. A propósito, explica Mateo: «Toda esta
permanente movilidad del pensamiento contemporáneo, cuya formulación mayoritaria
se hizo a través de la poesía, que como se sabe sirvió de albergue a todos los ismos cir-
cundantes, penetró a nuestro país a nivel de viaje personal, a nivel de una actitud inno-
vadora, que no asumía la complejidad global de recrear por aspiraciones internas la nue-
va sensibilidad que se encarnaba en la época. El Vedrinismo es, extrañamente, una ‘acti-
tud de vanguardia anticipada’ en el continente, puesto que como se ha sabido, la vanguar-
dia americana concretó un programa a partir de 1916-1920 y el Vedrinismo, en cambio,
aparece en nuestras letras con su actitud innovadora en 1912 (…),Vigil Díaz, el padre del
De los hechos culturales que acontecen en la década 1920, el más importante resulta el
Vedrinismo, en la introducción a su libro Galeras de Pafos advierte que sus poemas fueron
surgimiento del Postumismo: la suprema tendencia literaria nacional que posee un ca-
escritos en Francia; otros, los más, hace dos lustros, sin influencia ni calcomatismos.Aun-
rácter antitradicional es, por consiguiente, moderna, y aparece sustentándose en el pri-
que su afirmación trastueca el camino de la vanguardia posterior en el continente que
mer manifiesto de estética dominicana que provoca un movimiento que, si en verdad
comenzó por la simple imitación de las tendencias y ulteriormente modificó las funcio-
es poético, influye en otros campos de las artes con los que crea nexos innegables. La
nes; el aire de modernidad y la revolución personal que introduce en la literatura domi-
trascendente aparición del Postumismo guarda relación con las circunstancias históricas
nicana Vigil Díaz quedan como un significativo esfuerzo de incorporación de nuestra li-
que influyen desde el nivel externo y, por igual, internamente.
teratura a las corrientes que tenían su sede en París. No hay que olvidar que París se con-
Una primera circunstancia la definen las nuevas relaciones históricas del mundo occiden-
virtió en una de las cunas de las vanguardias modernas, en parte, porque desde fines del
tal, más bien europeo, que en materia de desarrollo socioeconómico encabeza la segunda
siglo XIX artistas de diversos orígenes hacían su arte desde allí. (…).Y todos conscientes
Revolución Industrial. Las invenciones técnicas que se producen con esta revolución in-
de que participaban de una creación destinada a consumo universal».|10|
Reasumiendo al poeta vedrinista e insistiendo en que él introduce en el país la innova-
Enrique García-Godoy|Autorretrato (detalle)|Óleo/cartón|26 x 21 cms.|Sin fecha|Col. Raquel García-Godoy de Priego. ción moderna y no el movimiento de la vanguardia, la conclusión de Andrés L. Mateo
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |32| |33| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|11| es que Vigil Díaz es pionero en negar la tradición siendo el introductor de la carga hu- o pronunciación cultural dominicana en términos literarios y artísticos. Incluso, una in- |13|
Idem. Sains de Robles.
Páginas 14-15. morística y profana en la literatura dominicana. Este poeta asume la categoría literaria citación liberadora de la interioridad que hace suya las ideas de Peter Altemberg, un li- Ensayo de
Confert. Diccionario de la
acorde con la tradición simbolista a la valoración eufónica de las palabras (cuyo único terato austríaco (1859-1919) que poseía el talento supremo de impresionar, producien- Literatura.
Tomo III.
|12| seguidor, Zacarías Espinal, llevará a extremos lúdicos). Además,Vigil produce la libera- do una obra imaginativa, pintura de tipos y de caracteres, estilo propio y prosa natu- Página 41.
Idem. Confert.
Página 15. ción del verso con su reiterada inquietud por erigir una forma sin ataduras. Es decir, el ral.|13| Apoyándose en este escritor europeo y en su propia vivencia estética asimila-
Confert.
versolibrismo es paternidad nacional de este poeta que expresa el deseo de amoldarse da en Francia,Vigil Díaz publica varias notas preliminares en su obra Galeras de Pafos,
al espíritu de la época, de ser moderno, reproduciendo aquí lo que las teorías del arte y de las cuales se transcriben dos. En la primera alude a un consejo de Peter Altemberg:
la literatura de las vanguardias habían proclamado bajo el efecto de la evolución y los «Ante todo, escúchate a ti mismo, da oídos en ti, a tu propia voz; no tengas vergüenza
cambios políticos del mundo europeo.|11| de ti mismo; no te dejes asustar por tus sonidos, aunque sean desacostumbrados, con tal
Si bien la tendencia aislada y solitaria del vedrinista Vigil Díaz no se constituye en un de que sean tuyos; ten valor para tus desnudeces; pinta un hombre en una frase; un su-
movimiento de vanguardia, sí representa una incitación moderna|12| para la expresión, ceso del alma en una página; y un paisaje en una palabra». En la segunda anotación es-

Yoryi Morel|Autocaricatura|Portada Revista Rachas (detalle)|1939. Enrique García-Godoy|Retrato (homenaje al pintor Sorolla)|Óleo/madera|61 x 71 cms.|1924|Col. Museo Bellapart.
Yoryi Morel|El Sumo Pontífice del Postumismo|Revista Bahoruco Núm. 94|Mayo 1932.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |34| |35| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

tablece: «Por lo que toca a la estética del futuro, esta será amétrica, astringente y wag- |14|
Vigil Díaz.
neriana, por no decir que será la armonía del desorden».|14| Preliminar de
Galeras de Pafos.
Las referidas notas se publican en 1912, convirtiéndose en preámbulo enunciativo de 1912. Referido
por Andrés L.
una mayor subjetividad nacional que atañe a las letras y que implica a las artes, sobre to- Mateo. Op. Cit.
Página 33.
do a la pintura. Además, esas notas tienen el valor de sugerirle al artista de toda imagen Confert.

que se desvista del pasado, del recuerdo y de los idealismos desnudándose en una reali-
dad actual, presente, real, personal e inevitablemente desordenada. Este desorden del fu-
turo, en buen término, significa rompimiento con las normas o las reglamentaciones que
sitúan a los artistas del porvenir de cara a las vanguardias. En conexión con la incitación
vedrinista del reencuentro consigo mismo y la estética amétrica, aparece el Postumismo
nueve años después de la publicación de Galeras de Pafos.

Enrique García-Godoy|Genoveva en el puerto|Óleo/tela|50 x 50 cms.|1928|Col. Raquel García-Godoy de Priego. Enrique García-Godoy|Madre con sus dos hijas|Óleo/tela|27 x 36 cms.|Sin fecha|Col. Raquel García-Godoy de Priego.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |36| |37| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|15| El Postumismo es el primer movimiento cultural dominicano que entraña una ruptu-
Anderson Imbert,
Op. Cit. ra con las maneras tradicionales de la literatura precedente (salvo con la tendencia ve-
Página 37.
Confert. drinista), aglutinando un buen número de relacionados directos e indirectos; mante-
niendo una militancia consecuente, combativa y durable en la isla;|15| y sustentándo-
se en un manifiesto que representa el primer escrito dominicano de índole socio-cul-
tural, con declaración de principios o propósitos de interés general en lo que atañe al
ámbito artístico. El manifiesto se publica en 1921, año en el cual la dictadura imperia-
lista del ejército de los Estados Unidos aún lesiona directamente la soberanía domini-
cana. Los planteamientos del documento no expresan una posición política per se, o en
concordancia con la movilidad de los intelectuales que demandan la desocupación mi-
litar. Evasor de ese partidarismo, la declaratoria plantea otro tipo de compromiso me-

nos circunstancial. Entendiéndose o no que era una postura política consciente o in-
consciente, el Postumismo demandaba la búsqueda inmediata de la realidad nacional
reencontrada como geografía, tierra y patria. En relación a este punto escribe Alcánta-
ra Almánzar: «Si no se toma en cuenta que el país estaba bajo la dominación norteame-
ricana en el momento en que se escribió el Manifiesto y que estos poetas veían como
una necesidad la búsqueda de lo nacional en una época de abierta desnacionalización a

Celeste Woss y Gil|Mujer en reposo|Óleo/tela|65.5 x 84 cms.|1941|Col. Museo de Arte Moderno. Celeste Woss y Gil|Retrato de dama con traje de rosa|Óleo/lienzo|51 x 40 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
Celeste Woss y Gil|Desnudo|Óleo/tela|98 x 51.5 cms.|1941|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |38| |39| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|16| todos los niveles, de nuestra formación social, no se podrá justificar esa inmersión en el como apoyo espiritual, se realiza, antes que todo, contra las manifestaciones de la Vanguar- |20|
Alcántara Idem.
Almánzar, José. mundo dominicano, esa urgencia de reafirmación como pueblo».|16| dia, ya que en este momento los puntos de referencia europeos son el futurismo italiano, el Páginas 16-18.
Estudio de Poesía Confert.
Dominicana. Andrés L. Mateo define el Postumismo como el movimiento literario cuyas caracterís- dadaísmo francés o alemán y, posteriormente, el surrealismo. Condicionado por la Vanguar-
Página 111.
Confert. ticas entrañan un reencuentro con el paisaje nacional, con la inmediatez, con la abierta dia y utilizando el estilo de los manifiestos, la Proclama Postumista «es una antivanguardia
proclama de democratizar el disfrute estético, y de hacer personajes de sus poemas a los cuya cólera y antimímesis absoluta equivale a un americanismo pánfilo, declamatorio y sub-
|17|
Mateo, Andrés L. seres sencillos.|17| Este reencuentro lo refleja el Manifiesto Postumista redactado por jetivista». Mateo estima que el manifiesto es un acto de iconoclastía soberbia contra todas las
Op. Cit.
Página 41. Andrés Avelino, quien lo firma al final de los 20 acápites alfabéticos, en la Colina Sacra, formas de la cultura universal, pero sobre todo contra las vanguardias. Él sustenta, además,
Confert.
el lugar de la celebración de tertulias. El enunciado único del Manifiesto|18| postula que «el Postumismo con su postura antivanguardista no entraña una actitud de salto al va-
|18| que La América debe superar a la Europa, argumentándose seguidamente que no po- cío, de tabla rasa. Era, más bien, la hipérbole de un pensamiento americanista (…), pero por
Manifiesto
Postumista. demos seguir siendo súbditos de una aristocracia intelectual que no nos pertenece. En eso mismo en la cultura dominicana el manifiesto de los postumistas es una provocación al-
dem.
Páginas 43-45. consecuencia, se rechazan los modelos de las artes europeas (clásico, renacentista, ro- tamente creativa y una mirada escrutadora hacia el pozo sin fin de nosotros mismos».|20|
Confert.
mántico e incluso las vanguardias) como materia de la creación futura del continente
|19| que califican de nueva media parte del mundo. El postumismo, en consecuencia, pro-
Mateo, Andrés L.
Idem. pugna por un arte de América, definiendo una estética con los principios y valores que
Página 17.
Confert. postula el manifiesto, entre ellos los que se citan a continuación:
a|Vida sincera e íntima, arte autóctono, para abrir la talanquera que nos ha separado
del infinito.
b|La materia poética es creación. Nuestra belleza de sombra y luz será la belleza del
futuro.
c|Forma y fondo y fondo y forma serán una misma cosa, ya que nuestro acento emo-
cional permite una mezcla igual de ideas y de emoción.
ch|Representación natural de los sonidos como ley-motivación, parquedad en los se-
mitonos, melodías cortas individuales no mayores de dos tiempos. Supresión de caldero-
nes kilométricos.Armonías generales obtenidas con la inarmonía de las melodías cortas.
d|Menos ritual en el arte pictórico, ni la majestad de la Gioconda ni la mofa del im-
presionismo.Triunfo de la luz sobre el color de los paisajes. Magnitud esencial del mo-
tivo en el fondo de los cuadros, objeción y representación natural de las cosas.
e|Dominio de las líneas escultóricas.Vibración conjunta de músculo y cerebro. Diná-
mica subjetiva de los actos.
f|En esta era de sectas literarias, se hará una sola momia de todos los críticos. Los cer-
támenes y las exposiciones serán anuladas temporalmente. Cada obra se perpetuará por
sí misma.|19|
Básicamente literario y punto de partida de un movimiento de poetas, el manifiesto tiene
la importancia de asociar los campos de la música, de la pintura y de la escultura. Además,
al replegarse el movimiento hacia lo propio, en búsqueda de algo que pueda ser utilizable Enrique García-Godoy|Patio|Óleo/tabla|18 x 25.5 cms.|Sin fecha|Col. Familia Ceballos Estrella.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |40| |41| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

1|3 Los orientadores de la modernidad motor, en porcentaje muy inferior frente a los predominantes animales de montura, ca-
rretas, carretillas, carruajes y recuas de carga que transportaban los productos rurales ha-
cia los mercados pueblerinos; mercados como el de Santiago, próspera comunidad en
donde predominaban las lamparitas humeadoras y el quinqué a pesar del alumbrado
eléctrico inaugurado con festividades en 1915. Santo Domingo y Santiago fueron las
primeras comunidades dotadas de alumbrado eléctrico y público.
En la década de 1920 las rutas terrestres las constituían viejos caminos asociados al pe-
ríodo de la colonia, atravesando espesos bosques y ladeando montañas; caminos que co-
menzaron a reorientarse con los trazados de las vías férreas, con el proyecto de carrete-
ras que emprendió la administración de Ramón Cáceres y el programa de obras públi-
cas que asume el gobierno ocupacionista. En 1924, la construcción de carreteras de pri-

Simultáneo al despliegue del activismo de los escritores postumistas, aparecen varios ar-
tistas que aislados o distantes en sus respectivos medios comunitarios inciden como
nuevas conciencias del hacer pictórico, al asumir también, casi todos, el rol docente. Es-
tos nuevos orientadores se desenvuelven en los decenios 1920 y 1930, período en el
cual la población dominicana fluctúa entre 894,625 habitantes, de acuerdo al primer
censo nacional (1920), y 1,479,417 pobladores registrados por el censo de 1935. Hacia
los años veinte, las vías comunicativas modernas eran el ferroviario y las goletas que de-
bían abordarse en los puertos marítimos del sur para viajar al norte, o en la comunidad
norteña de Puerto Plata para llegar a la ciudad Capital y otros poblados sureños. En las
dos grandes regiones que dividían el país ya se conocían la bicicleta y el vehículo de

Celeste Woss y Gil|Vista de la ciudad desde la orilla oriental (detalle)|Óleo/tela|26 x 92 cms.|1922|Col. Octavio Enrique García-Godoy|El dulce de leche|Óleo/tela|45 x 42 cms.|Sin fecha|Col. Marianela Jiménez.
Amiama de Castro.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |42| |43| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

mera clase, para la movilidad automovilística, alcanzaban 652 kilómetros, ampliándose b| Con los tres pintores, la enseñanza artística se reorienta con un método diferente al
en 1930 a 934 kilómetros que comunicaban a Monte Cristi, Santiago, Moca, La Vega y empleado en la Academia de Rodríguez Urdaneta, vigente a inicio de la década 1930.
San Pedro de Macorís. La principalía de estas comunidades conjuntamente con Sánchez c| Ellos dan lugar a la fundación de tres academias. En 1920, funda Gómez la de San-
y Puerto Plata, tenía mucho que ver con el desenvolvimiento comercial y productivo, tiago. En 1924, establece la Woss y Gil su taller-escuela, que es el primero de los dos
razón por la cual recibieron los efectos de una transformación arquitectónica, urbanís- centros que funda en la ciudad Capital. Alrededor del 1930 establece García-Godoy la
tica, así como del uso de medios técnicos modernos y de asimilación en las modas, los Academia de Dibujo y Pintura de La Vega.
gustos y los estilos. Sin embargo, pese a esos efectos de cambios que conllevó la defini- ch| Las enseñanzas de los tres determinan el desarrollo del naturalismo isleño con un
ción de una aristocracia de clubes, tales ciudades preservaban un aire pueblerino, más desenlace impresionista e incluso destellos, elementos y métodos del post impresionis-
rural que urbano. En varias de esas comunidades reaparecen los personajes nativos que, mo.
una vez ubicados, instalan los atelieres respectivos y los cuales también establecen acade- d| Con estos nuevos orientadores se produce una ampliación del temario pictórico. El
mias. Al medio santiaguense retorna Juan Bautista Gómez; a la comunidad vegana re- paisaje regionalista, el costumbrismo y el tipicismo, entre otros enfoques, dejan atrás el

gresa Enrique García-Godoy, en tanto Celeste Woss y Gil vuelve a Santo Domingo. indigenismo, las añejas vistas de Santo Domingo, el fondo oscuro y tenebrista de los re-
Aunque los tres se desenvuelven en cierta manera distantes entre sí; aisladamente en las tratos. El enfoque exótico, nostálgico-romántico es sustituido por el tratamiento de la
respectivas comunidades, el activismo que representan origina más de una asociación: realidad bajo el estallido de la luminosidad.
a| Con Woss y Gil, Gómez y García-Godoy se multiplica la educación artística de ma- e| Las influencias artísticas y docentes de Woss y Gil, Gómez y García-Godoy impul-
nera territorial. Los núcleos escolares conforman una proyección que enlaza a Santo san vocaciones decisivas, fecundas y recias como individualidades y como cultivadores
Domingo, La Vega y Santiago. modernos ceñidos a temas nacionales.

Juan Bautista Gómez|De la serie: Medallones de los Evangelistas (fragmento)|Década 1930|Col. Catedral de Santiago. Juan Bautista Gómez|Retrato de Peña y Reynoso|Carboncillo/papel|58.5 x 46 cms.|C.1943|Col. Centro Cultural
Eduardo León Jimenes.
Juan Bautista Gómez|De la serie: Medallones de los Evangelistas (fragmento)|Década 1930|Col. Catedral de Santiago.
Juan Bautista Gómez|Retrato de Príamo B. Franco|Óleo/tela|40.6 x 23 cms.|Sin fecha|Col. Rafael Del Monte.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |44| |45| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

JUAN BAUTISTA GÓMEZ, nacido en 1870, es quien inicia de manera formal el


desarrollo pictórico en Santiago de los Caballeros, de donde es oriundo, aunque la
cronología señala a otros pintores anteriores, entre ellos a Arturo Grullón, quien real-
mente es el primer artista santiaguense de relevancia social o histórica. El precede a
Juan Bautista, hijo de matrimonio santiaguero, cuyo padre fue soldado durante la
Guerra de Independencia y «ejerció con provecho en el mercado de almacenaje de
tabaco en rama», posición que le permitió ofrecerle una esmerada educación a su pro-
le, entre ellos al hijo pintor, quien desde pequeño manifestó vocación hacia las artes.
Los cuatro Evangelistas en la cúpula de la Iglesia Mayor de Santiago fueron pintados
por él en su juventud. Casado, con hijos, vivía en Puerto Rico, cuando fue designa-
do cónsul dominicano en París (…) aprovechando bajo el tutelaje de notables maes-

tros.|21| En Francia transformó su paleta que se ceñía a la academia decimonona e |21|


Gómez, Teodoro.
igualmente adquiere la vivencia de la escuela naturalista y del método de pintar fue- Carta del 4 de
marzo de 1980.
ra del recinto techado, al aire libre, realizando excursiones, método que aplica cuan- Página 2.
Confert.
do regresa a la república nativa.
El pintor Gómez retornó al país antes de que estallara la Primera Guerra Mundial
(1914-1918) instalando en la ciudad natal el primer atelier artístico que se recuerda. Fre-

Juan Bautista Gómez|Aguatero|Óleo/madera|46 x 35 cms.|C. 1920|Col. Elba y Popi Bermúdez. Juan Bautista Gómez|La litera|Óleo/tela|103 x 160 cms.|1941|Col. Museo Arte Moderno.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |46| |47| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|22| cuentado por jóvenes citadinos, este taller, e igualmente su academia fundada en 1920,
Idem.
Página 4. posibilitan la orientación de un grupo de individualidades. Reducido y fluctuante, con
Confert.
el mismo se define el primer núcleo artístico santiaguense. En esa nucleación ya figu-
ran Arturo Grullón,Tuto Báez y el maestro Gómez, añadiéndose Yoryi Morel, Federi-
co Izquierdo y Quico Morel (pintores), Joaquín Priego y López Glass (escultores), San-
tiago Bueno y Federico W. Lithgow (fotógrafos), y Salomón Jorge (dibujante). De la la-
bor orientadora de Juan Bautista se desprende la temática más distintiva de la Ciudad
del Yaque. Aunque pintor, básicamente, era también escultor y fotógrafo. Desde su ubi-
cación en el medio provincial laboró profusamente como retratista y en pintura folkló-
rica, o sea, paisajes y escenas costumbristas.|22| Al aire libre, en la cercanía de su ho-
gar, reproducía las viviendas del vecindario e igualmente transcribía arbustos y flores

con el empleo del carboncillo, la acuarela, el óleo. En sus lienzos, por lo regular de pe-
queños formatos, trató el tema de aguateros, vendedor de frutas, resultando La Litera, su
cuadro más difundido, al ser adquirido para la pinacoteca del Estado a inicios de la dé-
cada de 1940. Algunas marinas, lo más probable de su período europeo, también for-
man parte del repertorio pictórico de este pintor que además realizó escenas de Puer-
to Príncipe, Haití. Muchas de sus pinturas carecen de la firma personal; no obstante, son

Juan Bautista Gómez|Flor de cayuco|Óleo/tabla|25.5 x 41 cms.|C. 1920|Col. Familia Ceballos Estrella. Juan Bautista Gómez|Paisaje del río Yaque|Óleo/tela|51 x 36 cms.|1919|Col. Marianela Jiménez.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |48| |49| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

reconocidas por el temario, el encuadre y un tratamiento de color riguroso, por lo re- |23|
Dato referido por su
gular amarillento, acentuado de opacidad atmosférica, transparenciada. alumno Juan José
Estévez. Confert.
Juan Bautista Gómez era llamado El León|23| por los alumnos de Bachillerato, ya que
ejerció docencia de Dibujo y otras disciplinas en varios centros de la ciudad. Este apo- |24|
Peña Defilló,
do tenía que ver con su exigencia disciplinaria e igualmente con su temperamento iras- Fernando. El Cari-
be, Suplemento,
cible. Pintor, dibujante, escultor (es autor de un busto de Peña y Reynoso), fotógrafo y 20 de junio de
1970. Confert.
poeta ocasional, es juzgado como impresionista|24| y como autor que sabía copiar en
forma personal y afortunada las costumbres y el paisaje dominicano.|25| Las señales del |25|
Henríquez Ureña,
impresionismo, del costumbrismo y la atención al paisaje circundante, pueblerino y de Max, cita en Ro-
dríguez Demorizi.
campiña, marcan a pintores regionales más dotados que frecuentaban su taller, no sola- Pintura y Escultu-
ra. Página 114.
mente para verlo trabajar, sino para compartir los conocimientos de su formación eu- Confert.

ropea. Bautista Gómez fue profesor de dibujo en la Escuela Normal de Santiago, así co- |26|
Gómez, Teodoro.
mo Director de la Escuela de Artes Manuales desde la década de 1920 hasta principios Op. Cit.
Confert.
del 1940, cuando se marcha a Nueva York donde vivió hasta su muerte ocurrida en
1945. Sus últimas obras pictóricas fueron los retratos de nuestros próceres Duarte, Sán-
chez y Mella, que le fueron ordenados por el Gobierno de Trujillo, para ser expuestos
en el Senado, en Santo Domingo.|26| Él, también retrata al dictador.

Juan Bautista Gómez|Paisaje para el amigo H. Pastoriza|Acuarela/papel|45.6 x 28 cms.|1929|Col. Familia Ceballos Juan Bautista Gómez|Puerto (muelle viejo de Puerto Plata)|Óleo|25.5 x 52 cms.|Sin fecha|Col. Familia Ceballos Estrella.
Estrella.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |50| |51| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

El segundo orientador de la modernidad, ENRIQUE GARCÍA-GODOY, nace en |27|


García-Godoy,
1886, perteneciendo a una familia con prestigio social e intelectual. Su padre Federico Enrique, referido
por Angela Peña.
García-Godoy (1857-1924) era un escritor fecundo, ampliamente reconocido en la Re- Ultima Hora, 2 de
junio de 1980.
pública y con muchas relaciones en América. En medio de un ambiente culto creció la Página 19.
Confert.
descendencia que procreó el escritor con Rosa Clara de Jiménez. Enrique, desde tem-
pranos años manifiesta interés hacia las artes plásticas, opinando en el apogeo de su ejer-
cicio vocacional que «la escuela de todos los tiempos será siempre la naturalista y la obra
artística ahora y siempre, será convencional e interpretativa».|27|
Enrique García-Godoy recibió la primera orientación pictórica localmente, en La Ve-
ga, probablemente del español Manuel Pueyo. En 1907 ya figuraba su nombre en una
exposición organizada por el Ateneo Dominicano, pero sólo en 1910 pudo ejecutar al-

gunas obras pictóricas de importancia.|28| Hacia la década del treinta, Abigaíl Mejía |28|
Catálogo Segunda
ofrece el siguiente perfil de este orientador nacional: «El artista García-Godoy nació en Exposición Bienal
Nacional (…),
La Vega (…) de una familia de abolengo. Es pintor y escultor, autor de varias obras no- 29 de febrero de
1944.
tables. Ha ganado varios lauros en diferentes certámenes a los que ha concurrido con Confert.

sus cuadros. Como cónsul de Italia pudo extender su panorama artístico viendo las
obras de los grandes maestros en aquellos museos. Es Director de una Academia de Di-

Juan Bautista Gómez|El puente de Nibaje|Óleo/madera|43 x 33 cms.|1920|Col. Ramón Francisco. Enrique García-Godoy|Crucifixión|Óleo/tela|240 x 180 cms.|1931|Col. Museo de Arte Moderno.
Enrique García-Godoy|Descendimiento de Cristo|Óleo/tela|71.5 x 58.5 cms.|Sin fecha|Col. Familia Ceballos Estrella.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |52| |53| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|29| bujo y Pintura en La Vega».|29| Es probable que muchas obras firmadas E. Godoy, sean mila con su creencia, intelectualismo, contactos y la medular condición de ser hijo del |30|
Mejía, Abigaíl. Suro, Darío.
Revista de de su autoría, nombre que también aparece en algunas portadas de revistas que circula- trópico. La ubicación de Italia le permitió viajar a otros países europeos, visitando in- Arte Dominicano.
Educación No. 52. Página 22.
Julio-agosto de ban en el decenio 1920, entre ellas La Cuna de América. numerables museos que sirvieron de acicate para la formulación de un arte más defini- Confert.
1939. Anexo
Página 11. Tenía aproximadamente cuarenta años de edad cuando se localiza en la nación italiana, do, que hasta cierto punto se podría relacionar en algunos momentos con el Art Nou-
Confert. |31|
fungiendo como cónsul dominicano con asiento en el Puerto de Génova, en la etapa veau. Además de esta lejana referencia que se aprecia en sus desnudos y cuadros de pe- Priego, Joaquín.
Listín Diario. 19
1924-1930, en la que gobierna Benito Mussolini con un régimen fascista. Las artes ita- queños formatos,|30| se pueden establecer nexos con otras escuelas absorbidas duran- de julio de 1980.
Confert.
lianas experimentan la fuerte sacudida del movimiento moderno futurista que busca re- te su permanencia en el viejo continente. Aquí también se relacionó con el pintor es-
presentar la simultaneidad de los tiempos (pasado, presente y futuro), evocando sobre pañol Ignacio Zuloaga (1870-1945), a quien le hizo un retrato y del cual obtuvo nota- |32|
Suro, Darío.
todo a la sociedad y las técnicas del porvenir. Pero la sacudida es apenas un viento que ble influencia.|31| Arte Dominicano.
Página 22.
sopla frente a la poderosa e incólume tradición conservadora y realista del arte italiano García-Godoy es el primer artista dominicano que formula una teoría estética, sobre Confert.

con la que tropieza el vegano cuya mentalidad responde a esa estilística en la que se asi- la que se tiene conocimiento. Con el título Cánon geométrico, principio estético de la con-
|33|
formación morfológica del cuerpo humano, es un texto redactado entre 1924-1944 y cuyos García-Godoy,
referido por María
manuscritos ha salvado su hija Raquel, transcribiéndolos pacientemente. Es una obra Ugarte. El Caribe,
Suplemento 5 de
ilustrada con más de 70 dibujos a color, de una sorprendente originalidad.|32| En ella mayo de 1973.
Confert.
afirma que la belleza física es una ecuación y un teorema, señalando además que el
cuerpo humano, desde el punto de vista plástico, es la perfección más exquisita. Pen-
saba Enrique García-Godoy que «... no basta el simple campo de las proporciones pa-
ra estimar la belleza del cuerpo humano. Se necesitan otros estudios complementarios
para poder rendirnos cuenta del valor estético de esa forma complicada», por lo que
concluye que «... la solución de este interesante problema estético, o mejor dicho, la
interpretación morfológica de la forma del cuerpo humano y su mayor o menor gra-
do de armonía, habrá de estudiarse a base de una combinación geométrica lógicamen-
te apropiada a la expresión misma de la forma, es decir, a su configuración peculiar».
Refiriéndose al cuerpo humano, la desnudez significa para él, «la esencia de Dios en la
perfección de su obra universal», por lo que consideraba, en materia artística, inofen-
siva a la moral sobre todo cuando ella se inspira en motivos elevados que dan a esas
formas fisiológicas noble valor estético y encanto de sana poesía. Ninguna figura satis-
face más en plástica y en sentido que la figura humana para la concepción artística en
determinados temas de alta significación ideológica, porque ella pone ese doble valor
de fondo y forma que no se encuentra tan cumplidamente en otro ser. Sólo el arte es
capaz del milagro de la pureza estética al mostrar por cualquiera que sea el medio ar-
moniosamente conformado».|33|
Pintor de abundante producción, la obra de García-Godoy revela a un protagonista
transitando entre dos épocas o siglos, con los reflejos vivenciales de muchas realidades
Enrique García-Godoy|Regreso de Duarte a la Patria Libre (detalle)|Óleo/tela|219 x 336 cms.|1944|Col. Museo y tiempos que ineludiblemente transcribe siendo a la vez un académico, un protomo-
Casa de Duarte.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |54| |55| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|34| dernista y un romántico. Su academicismo depurado, observa Suro, se expresa en sus año este último en el cual celebra una retrospectiva constituida por 100 óleos, 77 pas-
Suro, Darío.
Op. Cit. desnudos,|34| en tanto que el romanticismo lo revela en las obras de temario históri- teles, 50 acuarelas y dibujos y 7 estudios morfológicos.
Confert.
co, muchas de las cuales ofrecen aspectos muy naturalistas. Los reflejos del estilo Art El temario en la obra de García-Godoy define retratos, paisajes, desnudos, asuntos religio-
Nouveau, incluso simbolistas y de la tendencia neo-impresionista, se asocian a la etapa sos, escenas populares o costumbristas, alegorías y temas históricos.Tres óleos de gran for-
italiana del artista. mato se asocian a hechos de la historia dominicana. El más reconocido es La entrevista de
En otro sentido, la obra de este orientador vegano puede apreciarse por etapas, lo cual José Martí y Máximo Gómez (óleo 1944), de una veracidad histórica que garantiza un tes-
permite juzgar su obra expresándose entre la academia conservadora y los reflejos mo- tigo ocular (Emilio Ceara), del cual parece se valió el pintor para reproducir el memora-
dernistas. Desigual es la obra de su etapa juvenil que desarrolla entre 1910-1924, cuan- ble encuentro que tuvo lugar en el paraje de Guayubín, en marzo de 1895. En esta obra
do se compara con la etapa italiana (1924-1930), en la que asume vivencias sociales y se destaca el contraste agudo que ofrecía la fisonomía del pensador cubano, de amplia
estilísticas, produciendo una obra más madura, pero menos nativista o criolla al com- frente y blanca tez, y el veterano militar dominicano, vestido con ropa de combate y cur-
pararse con los temas que asume en el país, sobre todo en La Vega, entre 1930 y 1945, tido el rostro por la inclemencia de la vida en la manigua. Es notable, también, el relieve

Enrique García-Godoy|Manuscrito de Montecristi|Óleo/tela|121 x 174 cms.|1945|Col. Banco Central de la República Enrique García-Godoy|Federico García Godoy y su esposa|Óleo/tela|68 x 99 cms.|Sin fecha|Col. Raquel García-Godoy
Dominicana. de Priego.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |56| |57| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

de los detalles de la luz que, a chorros, entra por la puerta y se diluye en el interior del |35|
Ugarte, María.
rancho mientras afuera los caballos retozan en el campo.|35| Las otras dos pinturas his- Op. Cit.
Confert.
tóricas son El regreso de Duarte a la Patria y La batalla del Santo Cerro. La primera se con-
serva en el Museo Duartiano y la segunda en el Santuario de Las Mercedes, en La Vega.
Este último cuadro también es conocido por el título de La batalla del milagro.
García-Godoy expuso únicamente en 1945, en La Galería de Bellas Artes. Dos años más
tarde falleció a los 62 años, precisamente cuando nuevos planteamientos, opuestos a su
estilística, empezaban a pronunciarse en el ambiente de Santo Domingo. Se afirma que
murió afectado por la depresión que le provocó la fría acogida de la exposición por par-
te de la intelectualidad capitaleña, pese al numeroso público que la presenció. Exhibió
más de 200 trabajos de su amplia producción.

CELESTE WOSS Y GIL es la primera mujer artista dominicana que se destaca co-
mo decisiva orientadora del arte nacional, al mismo tiempo que se vincula al impulso
moderno del mismo. Oriunda de Santo Domingo, nació en 1890, año en el que esta-
ba consolidada la dictadura de Ulises Heureaux, a quien su padre, Alejandro Woss y Gil
(1856-1932) le allanó el camino al poder cuando ocupó la presidencia de la república
en 1885-1887. Militar, político, hombre culto y con aficiones artísticas, ocupó nueva-

Enrique García-Godoy|Mi esposa Graciela en el Parque Central|Óleo/tela|60 x 37 cms.|Sin fecha|Col. Raquel Enrique García-Godoy|Mi madre Rosa de García Godoy|Óleo/cartón|50 x 40 cms.|Sin fecha|Raquel García-Godoy
García-Godoy de Priego. de Priego.
Enrique García-Godoy|Niña con sus juguetes (retrato de su hija Raquel)|Óleo/tela|84 x 63 cms.|1943|Raquel
García-Godoy de Priego.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |58| |59| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|36| mente la presidencia del país en 1903, pero a los ocho meses de gestión fue derrocado, mo Plicita, quien se especializó en escultura y casó con un tío materno, radicándose la |38|
Adrover, Belkiss. Revista Oriente
El Nacional de teniendo que irse al exilio con sus hijos y su esposa, doña María Ricart y Pou, y en pareja en el país cubano. Ambas hermanas exponen en la Academia de Bellas Artes. La Literario. 1 de
iAhora!, 18 de agosto de 1911,
agosto de 1985. Francia permanecieron nueve años. Allí en París, la entonces pequeña Celeste Agustina menor de ellas, Celeste Agustina, también exhibe junto a su maestro en la vitrina mues- referencia en
Confert. Nereida Lahit-
aprendió el francés a la perfección,|36| al igual que sus hermanos Ana María (n. 1885) trario del conocido establecimiento comercial El Palo Gordo, convertido hermosamen- Bignott. Op. Cit.
Página 160.
|37| y Francisco (n. 18..?). te por sus dueños en verdadera urna de arte. De acuerdo a una crónica de 1911, ella ex- Confert.
Idem.
Confert. La prestancia paterna, la pudiente posición social de la familia y el exilio, permitieron pone un bello óleo y Tejeda dos preciosas acuarelas.|38|
que Celeste Woss y Gil fuera respaldada desde el momento en que expresa su preferen- Después de la formación en Cuba, en donde ofrece muestra fructífera de su pasión ha-
cia y vocación hacia las artes.Al trasladarse con su familia a Santiago de Cuba, inició sus cia el arte pictórico, Celeste Woss y Gil viajó a los Estados Unidos en donde el realis-
estudios artísticos en la Academia de Pintura, bajo la dirección de José Joaquín Tejada, mo imperaba como tradición pictórica y la renovación de las vanguardias europeas tra-
quien había estudiado pintura en España y se había distinguido como paisajista.|37| En zaban una paralela, sobre todo en Nueva York. A esta urbe llega la pintora dominicana
la misma Academia también estudió su hermana Ana María Woss y Gil, conocida co- en 1922, inscribiéndose en The National Academy y la Art Students League, recibiendo en

esta última las orientaciones de Frank Vincent Du Mond y George Lukacs.|39| Esa |39|
Adrover, Belkiss.
institución promovía a la sazón una actitud realista, racionalista y directa con respecto a Op. Cit.
Confert.
la representación de los fenómenos observados. Ello sin duda condicionó la reacción de
Woss y Gil a las figuras y objetos pintados a lo largo de su carrera. Como otros artistas
procedentes de medios conservadores,Woss y Gil permaneció al margen de los experi-
mentos más radicales del cubismo y movimientos similares que ocurrían a su alrededor

Celeste Woss y Gil|Bodegón con frutas|Óleo/lienzo|50.7 x 73.7 cms.|1945|Col. Ana de Woss y Gil y Familia. Celeste Woss y Gil|Racimo de rulos|Óleo/cartón|46 x 36 cms.|Sin fecha|Col. Mauricio Fernández.
Celeste Woss y Gil|Bodegón con crisantemos|Óleo/lienzo|83.3 x 60.9 cms.|1945|Col. Ana de Woss y Gil y Familia.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |60| |61| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|40| en Nueva York, París y otros centros.|40| Pero esa automarginalidad no significa que |C| Celeste decide en 1928 volver a Nueva York para aprender anatomía artística y re-
Sullivan, Edward.
Modern and ella no asimilara cambios decisivos del arte moderno occidental. Los asume con la pre- lacionarse con las nuevas conquistas de las artes visuales.
Contemporary
(…). Op. Cit. ferencia de las figuraciones realistas y el equilibrio de un temperamento que hace del |CH| En la citada urbe, aprende, además, a dibujar patrones a la medida, conocimien-
Página 138.
Confert. arte una catarsis personalizada, pero también una entrañable misión en la sociedad a la to que a su regreso a Santo Domingo en 1931 comenzó a impartir como maestra en la
que pertenece como criolla, isleña y dominicana. Escuela Industrial de Señoritas.
|41|
Adrover, Belkiss. Celeste Woss y Gil participa de una muestra colectiva de la Art Students League (1923), |D| En su hogar de la Calle Luperón abrió Celeste Woss y Gil su nueva Academia de
Op. Cit.
Confert. viajando al país natal en 1924. En este año instala un moderno estudio artístico en San- Dibujo y Pintura y ahí enseñó durante más de diez años a un numeroso grupo de jó-
to Domingo, frente a la vieja Catedral Primada, y acondiciona el patio de la casa para venes de uno y otro sexo. Cada año ofrecía una exposición de los mejores trabajos de
la enseñanza pictórica. Mujer-pintora y artista docente, a la joven Celeste Woss y Gil se sus alumnos. Esas muestras colectivas despertaban gran interés y entusiasmo en el pú-
asocian varios registros desde el año de su retorno en adelante. Estos se enumeran de blico entendido y amante de las bellas artes.
acuerdo con Belkiss Adrover:|41| La aparición artística de Celeste Woss y Gil resulta importante durante el período de su

|A| Para inaugurar el estudio-escuela Celeste presentó una exposición de pinturas, que desenvolvimiento primordial, correspondiente al 1924-1940. Con ella se reorienta y
podemos registrar como la primera individual del país, la cual suscitó elogiosos comen- fortalece la enseñanza artística en el ámbito de la capital dominicana, representando al-
tarios de los críticos de arte de los periódicos Listín Diario y La Opinión, los de mayor cances de notable proyección futura. La rigurosa formación conseguida en los centros
circulación e importancia. en donde estudió le permitieron convertirse en una opción docente femenina en po-
|B| A la escuela-estudio asisten sus primeras discípulas: Delia Weber,Amada Nivar, Ni- sesión además de un método moderno. En tales relaciones ella se convierte en la pri-
nón Coiscou, Ligia Ortiz, Dulce María de Marchena y Virginia Dubreil. mera mujer dominicana de trascendencia artística, con magisterio en las artes, a pesar

Celeste Woss y Gil|Estudio de la figura masculina sedente|Carboncillo/papel|48.3 x 33 cms.|1915|Col. Ana Woss y Celeste Woss y Gil|Modelo parada|Carboncillo|46 x 33 cms.|1925|Col. Mauricio Fernández.
Gil y Familia.
Celeste Woss y Gil|Mujer de espaldas|Carboncillo|46 x 33 cms.|1925|Col. Mauricio Fernández.
Celeste Woss y Gil|Estudio de la figura femenina|Óleo/lienzo|73.7 x 60.9 cms.|1920|Col. Ana de Woss y Gil y Familia.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |62| |63| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

de que algunos nombres femeninos, antes que el suyo, se estimen como notables. Es el
caso de Adriana Billini, pero esta pintora, también docente, queda laboralmente vincu-
lada a Cuba.
Orientadora de la modernidad pictórica nacional en un período decisivo, frente a los
también orientadores Gómez y García-Godoy, Celeste Woss y Gil se convierte en una
protagonista excepcional, ya que asumió como mujer la ruptura desde todos los ángu-
los de su humanidad; y, sobre todo, en una época y en un medio social donde pocas re-
presentantes del género rompían patrones tradicionales, a pesar del movimiento femi-
nista que clamaba por la necesaria y justa igualdad con el hombre. Aparte de ser la pri-
mera en mostrar su producción conjunta, y además dedicarse a la docencia artística, ella
era pionera en el enfoque del desnudo como tema, militando en la primera organiza-

ción nacional que clama por el reconocimiento del derecho político para la mujer. Pe-
ro iba más lejos: aspiraba, buscaba y ofrecía testimonio de su fuero humano, femenino,
personal, artístico, social.
Al establecerse definitivamente en el país, Celeste Woss y Gil realizó obras al natural: re-
tratos y desnudos preferentemente femeninos. Ella había realizado en 1919 un elocuen-
te retrato de mujer desnuda que, aparte de romper con el viejo canon idealizador del

Celeste Woss y Gil|Mujer vestida de verde|Óleo/tela|51 x 40 cms.|Sin fecha|Col. Privada. Celeste Woss y Gil|Retrato de mujer joven|Óleo/lienzo|55.9 x 50.8 cms.|1930|Col. Ana de Woss y Gil y Familia.
Celeste Woss y Gil|Retrato de mujer|Óleo/tela|49.5 x 39.5 cms.|Sin fecha|Col. Familia Antuñano Peralta.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |64| |65| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|42| tratamiento, la ubica como precursora dominicana del tema asumido con visión mo-
Amiama, Manuel,
referido por derna. Pero el enfoque reiterado con el tiempo en otros desnudos y en su predilección
Octavio Amiama:
Xavier Amiama, para captar muchachas jóvenes y mulatas, no sólo provoca la reacción de los moralistas,
pintor (…).
Página 73. puritanos y racistas, sino también la sospecha de un encubierto lesbianismo, aunque la
Confert.
extremada protección que le dispensaba a su alumno Xavier Amiama también eviden-
ciaba que estaba enamorada al menos platónicamente de él.|42| En la década del 1930,
ella contrajo matrimonio. Esta ruptura de la soltería la refiere la ficha de una obra suya
que redacta su amiga Abigaíl Mejía para el Catálogo del Museo Nacional; ficha en la
cual anota el apellido de esposo: 21. Retrato del Gral. Alejandro Woss y Gil / Óleo /
0.42 cms. x 0.29 cms. / Pintor: Celeste Woss y Gil de Félix. / Donante: la autora, a so-
licitud de la Dirección/(1856-1932). Cabeza de perfil, el ex-Presidente aparece con su

Celeste Woss y Gil|Naturaleza muerta (detalle)|Óleo/tela|18 x 28 cms.|Sin fecha|Col. Mauricio Fernández. Celeste Woss y Gil|Joven mulata con vestido rosa|Óleo/tela|106.5 x 36.3 cms.|1944|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |66| |67| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|43| característica y enérgica tiesura, algo calvo, en plena madurez. Lleva gafas puestas, vesti- con las cuales se esforzaba por una nueva factura y una nueva visión del color, como en |44|
Mejía, Abigaíl. Anotación a marco
Op. Cit. do de negro y cuello de pajaritas. Fondo oscuro. Pintado en 1912, es la primera obra la excepcional pintura Vendedores (óleo 1940) que enfoca a una pareja de marchantes y foto del cuadro
Confert. Vendedores,
hecha del natural por la autora».|43| criollos. En primer plano un anciano, macuto en hombro y portando una gallina. En en Catálogo
Exposición
La referida ficha es del 1939, año en el cual ella era la consorte legal de Ernesto Félix, segundo plano, una marchanta con típico paño de cabeza, casi junto a su mesa de fru- de Bellas Artes,
1940.
más bien conocido como Von Félix, quien se dedicaba a la venta de seguros, poseyen- tos tropicales.|44| Confert.

do oficina en la Calle Del Conde, y padre de varios hijos en mayoría de edad. El posó Aunque más conocida por sus retratos de firme factura, trabaja también el paisaje y la na-
|45|
para un retrato al óleo pintado por George Hausdorf posiblemente entre 1940-1945, turaleza muerta. Pero son especialmente sus desnudos los que atrevidamente rompen la Valldeperes,
Manuel.
con una fidelidad realista que lo muestran en edad muy madura. Se trata de una obra óptica de un puritanismo pictórico subyacente hasta el momento de su aparición. Hay Catálogo Octava
Bienal. 1958.
de enfoque y tratamiento diferenciados cuando se le compara con el citado Retrato del en estos desnudos voluptuosos una fina sensibilidad artística y el encanto de un toque Página 21.
Confert.
General Alejandro Woss y Gil, (óleo 1912) de estilo clásico, en cambio el del esposo se preciso que deja a las formas entregadas a su puro encanto sensible.|45| En estos desnu-
asocia a pinceladas postimpresionistas. Es probable que este retrato de Von Felix fuera dos, la atención de la pintora se fija en un tipo racial femenino, tomado directamente del

realizado en el tiempo en el cual la pareja compartía el almuerzo y la sobremesa en el empleo del modelo. La racialidad también se expone en sus obras de costumbres, donde |46|
Contín Aybar,
hogar familiar del esposo, lleno de cuadros de la pintora, quien más que cónyuge pare- lo insular aflora entre color, rítmica, enfoque autóctono y naturalismo de contrastante ilu- Pedro René.
Listín Diario.
cía una amiga de fieles visitas cotidianas. El matrimonio ofrece señales de apariencia, minación tonal. Formada en el canon académico de sus diferentes orientadores y asimi- 7 de noviembre
de 1963.
bien porque los hijastros no aceptaban a Celeste Woss y Gil o porque ella, mujer inde- lada en una modernidad selectiva, gran parte de su obra expresa tales condiciones. En es- Confert.

pendiente y muy dedicada a su arte, prefería vivir en casa propia, en donde se sumergía te sentido, observa Contín Aybar que su producción se distingue por ser moderna, pero
por largas horas en la realización de los retratos que le demandaban, o de aquellas obras conservando raíces clásicas.|46| En la misma dirección va la opinión de Díaz Niese,

Celeste Woss y Gil|Retrato de Jorge vestido de marinero|Óleo/lienzo|1949|Col. Ana de Woss y Gil y Familia. Celeste Woss y Gil|Retrato de Rosa de Herrera|Óleo/lienzo|1945|Col. Ana de Woss y Gil y Familia.
Celeste Woss y Gil|Autorretrato fumando|Óleo/tela|48 x 38 cms.|1930|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Celeste Woss y Gil|Modelo de la época II|Óleo/cartón|54 x 40 cms.|Sin fecha|Col. Mauricio Fernández.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |68| |69| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|47| quien, ponderando el alcance pictórico de esta mujer artista, escribe en 1943: «Celeste
Díaz Niese, Rafael.
Cuadernos Woss y Gil, un talento espléndido, unido a un excepcional temperamento pictórico, con
Dominicanos de
Cultura. No. 1. briosos arrestos, servidos por una técnica impecable, nos ofrece hoy pintura de verdad:
1943.
Confert. bellos desnudos y vigorosos retratos en los cuales no sabemos qué admirar más, si la in-
tención decorativa, la seguridad y amplitud de pincelada, la solidez del dibujo-disciplina
de la línea, exactitud, soltura, o la sobriedad en los accesorios, el encomiable temor a los
detalles episódicos y superfluos, etc. En suma: arte amplio, en que las figuras están trata-
das como si fueran bloques pictóricos y en que la materia adquiere calidades insospecha-
das de brillantez y densidad (…) su pintura es sobria, fácil, sólida, opulenta».|47|
Temperamento culto, elegante, femenino, introvertido pero liberado, la Woss y Gil era una
artista de conciencia vertical en su identidad, en el rol social que asume y como pintora

Celeste Woss y Gil|Modelo de la época III|Óleo/cartón|50 x 40 cms.|Sin fecha|Col. Mauricio Fernández. Celeste Woss y Gil|El gitano|Óleo/lienzo|63.5 x 58.4 cms.|1925|Col. Ana de Woss y Gil y Familia.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |70| |71| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

oficiante de por vida. Además, fue una formadora de conciencias en un momento cru-
cial; momento en el cual el arte nacional proseguía, pero enrumbándose hacia pronuncia-
mientos de renovación equilibrada. Su papel de orientadora docente durante los años en
los cuales instala el Estudio-Escuela (1924-1928), su Academia Nacional de Dibujo y Pin-
tura (1931-1942) provocó sin lugar a dudas una sensibilidad diferente frente a los segui-
dores y partidarios de Abelardo, el notable maestro que mucho la admiró, y quien fuera
su colega amigo, además autor de un hermoso busto-retrato que perpetúa la juventud de
la pintora maestra. Parte del alumnado que ella orientaba hacia el decenio de 1930, se
constituyó en materia prima de la Escuela Nacional de Bellas Artes, fundada a inicios de
la siguiente década. Celeste Woss y Gil fue incorporada a los programas de esa escuela en
donde su temperamento y el estilo docente siguieron marcando a muchos discípulos has-

|48| ta el momento de su inevitable jubilación. Entonces ella se refugió en su pequeño mun-


Miller, Jeannette,
referida por do de Gazcue, el barrio arbolado en donde tenía casa y taller, obras y recuerdos vivencia-
Guerrero/De los
Santos. Mujer y les. Allí murió camino a los cien años de edad (1985), apartada de toda veleidad, fiel a sí
Arte Dominicano
(…). Página 21. misma como su arte y reconocida como excepcional maestra precursora de la moderni-
Confert.
dad pictórica dominicana. Muchos años antes de su fallecimiento el Estado Dominicano
la reconoció al otorgarle la Orden de Mérito de Duarte, Sánchez y Mella.|48|

Celeste Woss y Gil|Arlequín|Óleo/lienzo|50.8 x 45.7 cms.|1944|Col. Ana de Woss y Gil y Familia. Celeste Woss y Gil|Retrato de la señorita Marianela Jiménez|Óleo/tela|96.5 x 68 cms.|1944|Col. Marianela Jiménez.
Celeste Woss y Gil|Modelo de la época I|Óleo/cartón|57 x 47 cms.|Sin fecha|Col. Mauricio Fernández.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |72| |73| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

NÓMINA DEL ALUMNADO DE CELESTE WOSS Y GIL


1924|1928 y 1931|1941

Dulce María de Marchena María S. Díaz Lourdes Hernández Pou Anides H. Pimentel
Del primer alumnado Alumna en 1939 Alumna en 1940 Inscrito en 1939

Virginia Dubreil Andrés Diprés Liar Hernández Sang Rafael Pina Melero
Del primer alumnado Discípulo de 1939 Inscrito en 1939-1940 Discípulo en 1939
Ejerce docencia en dibujo décadas 1930-1940 Prosigue en la ENBA y sobresale como
Estela Everts Rafael Ignacio pintor del 40. Emigró
Ninón Coiscou Registrada en 1940 Matriculado en 1939
Del primer alumnado Músico destacado (compositor) Tulio Quírico
Julio Fabián Damirón Alumno en 1940
Amada Nivar de Pittaluga Inscrito en 1939 Yolanda Imbert
Del primer alumnado Alumna en 1939 Georgina Rentas
Se dedica a la poesía y al magisterio Gilberto Fernández Diez Inscrita en 1939-1940
Alumno sobresaliente Consolación Jiménez
Delia Weber Pintor reconocido Discípula en 1940 María Cristina Ricart
Del primer alumnado y del segundo Continuó estudios en la ENBA Discípula del 1939-1940
Pintora y escritora de alcance nacional Francisco Fernández Fierro
Alumno en el 1934 Diana Lebrón Sarah Rodríguez
Xavier Amiama Pintor sobresaliente Matriculada en 1939 Inscrita en 1940
Alumno sobresaliente. Pintor reconocido
Marianela Fernández M. Salvador A. López Enriquillo Rojas Abréu
Luis José Alvarez Alumna en 1940 Alumno en 1940 Alumno en 1939
Con calificación «muy bueno» en 1940 Se dedica a la poesía
Importante pintor del decenio 1940 Carmela Fiallo Minerva Madera
Matriculada en 1939-1940 Matriculada en 1939-1940 Pío de Salazar
Margarita Aquino Estudiante en 1939
Matriculada en 1939 Juan M. Flores Miguel A. Mejía
Inscrita en 1939-1940 Alumno en 1940 Clara E. Sánchez
Paquita Arbona de Barceló Alumna en 1939
Registrada en 1939 y 1940 Eridania Gil Isabel Molineaux
Registrada en 1940 Inscrita en 1939-1940 Francia Sánchez
Purita Barón Matriculada en 1939-1940
Alumna sobresaliente en 1940 Mercedes Vda. García Pío Mojica
Estudios en la ENBA y emigra a New York Alumna en 1940 Matriculado en 1939 Héctor Sánchez Ban-Grieken
Alumno en 1939
Manuela Benítez Margarita A. Garrigosa Marino Montolío
Alumna en 1939 y 1940 Registrada en 1940 Inscrito en 1940 Altagracia Soto
Alumna en 1940
Rafaela Benítez Paul Giacometti Antonieta Ortíz
Inscrita en 1939 y 1940 Discípulo en 1939 y 1940 Matriculada en 1939-1940 Dulce María Veloz
Registrada en 1939-1940
Rafael Cristian Blonda Mercedes Laura Guerrero Carmen Peña de Ortega Frier
Alumno en los años 1939-1940 Alumna en 1939-1940 Alumna en 1934 Italia Vicini
Cosechó atención artística Alumna en 1939-1940
Amelia Bolívar Elsa Gruning
Registrada en 1939 Con calificación «muy buena» en 1940 Guarionex Padrón Cancán Villamar
Estudios en la ENBA, alcanza proyección Alumno en 1939-1940 Matriculada en 1940
Enrique Coiscou
Alumno en 1940 Gilberto Hernández Ortega Georgina Pelegrín Eugenia Vásquez
Destacado dibujante e hilógrafo Alumno a mediados decenio 1930 Registrada en 1940 Posiblemente entre 1935-1942
Gran pintor nacional Prosigue estudios en EUA. Retratista notable
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |74| |75| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

1|4 Otros modernos en la localidad y la errancia que se revelan las relaciones que expresa el juvenil Yoryi Morel en un texto que redacta en |49|
Morel, Yoryi.
1930, y del cual se cita el siguiente extracto: «Aquella tarde, plena de sol, buscaba un mo- Anotaciones del
2 de octubre de
tivo para un cuadro, un paisaje (íbamos al borde del precipicio, mi guía apresuradamente 1930.
Confert.
caminaba con una imbecilidad de animal, yo le seguía sin temor ninguno. Iba atónito con-
templando aquella belleza, aquella belleza primitiva y exuberante (…) El cielo era de un |50|
Rueda, Manuel.
intenso azul cobalto, en el horizonte, pesadas nubes blancas y violáceas comenzaban a echar Dos Siglos de
Literatura (…)
sus sueños sobre la montaña./ (…) por fin nos repartimos los útiles que llevábamos, el guía Tomo I.
Página 437.
toma la caja con los colores, y yo el caballete y la tela./(…) Desde el fondo se veía el sol Confert.

haciendo juego de luz sobre la cima de los barrancos. (…) El paisaje era sencillamente ma-
|51|
ravilloso y fantástico. ¡Loado sea el gran Creador! Ante su obra sentimos la gran desespe- Manifiesto
Postumista,
ración de no poder hacer del arte, otra cosa que imitarle medianamente».|49| referencia en
Andrés L. Mateo.
Puede hablarse en relación a tales impresiones de un nuevo espíritu buscando más di- Op. Cit.
Confert.
rectamente la realidad o sus esencias en términos de atmósfera ecológica. Sin embargo,
esa búsqueda se había manifestado con anticipación en la literatura nacional que impul- |52|
Rueda, Manuel;
san los poetas postumistas, en la visión que ofrecen del terruño, de los aspectos más sim- Hernández Rueda,
Lupo. Antología
ples y primarios de la realidad ambiental: la aldea, el campo, la flora, la maestra rural, el Panorámica de la
Poesía.
atardecer, el río, la luz…|50| Todo ello asumido de manera peculiar especialmente por Página 66.
Confert.
Domingo Moreno Jiménez (1894-1986). Este poeta se convierte en un trashumante de
los caminos de la patria, cantando sus esencias en papeles multicolores que reparte gra- |53|
Idem.
tuitamente en los lugares por donde transitaba. El Postumismo postula que en la pintu- Página 66.
Confert.
ra debe triunfar la luz sobre el color de los paisajes, así como la magnitud del motivo
en el fondo de los cuadros y la presencia o representación natural de las cosas.|51|
Hacia la tierra insular como espacio ineludible y obligatorio, hacia lo autóctono como
El retorno al país y las respectivas ubicaciones de Woss y Gil, Gómez y García-Godoy re-
materia prima; hacia la luz para percibir o entender a la naturaleza, y sus elementos rea-
sultan factores decisivos, porque sus iniciativas de instalar academias de arte en Santo Do-
les; y hacia lo nacional como corolario de todos y cada uno de los aspectos reales, fue
mingo, Santiago y La Vega provocan una renovación pictórica. Con inequívoca conciencia
un significativo llamado a la conciencia dominicana que estimuló –o coincidió–, con
en la educación de la sensibilidad y de la promoción artística, los tres orientadores se apo-
las nuevas visiones que ofrecen narradores, poetas, músicos y pintores que con el neo
yan en las personales experiencias asimiladas en los diferentes países en donde ampliaron
nativismo y el realismo social, estas tendencias se asocian al movimiento postumista; en
su formación: Estados Unidos (Woss y Gil), Francia (Gómez) e Italia (García-Godoy). La
especial a su cantor mayor, Moreno Jiménez: su obra permite que aparezcan en la poe-
expresiva renovación que provocan se produce con discretos vuelos solidarios entre sensi-
sía dominicana poetas de las dimensiones sociales y humanas de Héctor Incháustegui
bles jóvenes, llamados a ser renovadores maestros que cultivan una pintura más viva, más al
Cabral, Manuel del Cabral y otros.|52| A él se asocia el primer número de El Día Es-
natural, extraída casi directamente de la realidad objetiva, con una obsesión por la luz isle-
tético, Revista Indo-Universal de Vanguardia, con ediciones impresas en varias ciudades,
ña y expresando, además, la subjetividad personal de cada quien. Es en este nuevo sentido
entre ellas Santiago de los Caballeros. En esta comunidad realizó Yoryi Morel un dibu-
jo alegórico relacionado con el americanismo de los postumistas: Un mapa de las Amé-
Celeste Woss y Gil|Naturaleza muerta|Óleo/tela|18 x 28 cms.|Sin fecha|Col. Mauricio Fernández. ricas alumbrado por un hacho ardiendo.|53|
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |76| |77| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

Al constituirse el Postumismo en una reacción de la identidad espiritual, sin ser políti- versión personal que ofrece de la región nativa, provoca el asombro del crítico Díaz Nie- |56|
Díaz Niese.
ca, expresa su respuesta frente a todo lo foráneo, incluida la ocupación del 1916-1924, se quien comenta que él, «apenas salido de la adolescencia (…), ha podido descubrir en «Notas sobre el
Arte Actual».
y asocia indirectamente respuestas nacionales de mucha significación. A manera de La Vega Real –sin maestros ni museos–, desprovisto de todos los estímulos que brinda un Cuaderno de
Cultura (…).
ejemplo: El Amor del Bohío, libro costumbrista publicado en 1927 por Ramón Emilio ambiente propicio, muchos de los secretos primordiales del Impresionismo y del Postim- N. 12, agosto
de 1944.
Jiménez; y Camino Real, de Juan Bosch, aparecido en 1933, como nota de texto na- presionismo y que haya logrado por sí mismo, con intuición genial, comprender y asi- Confert.

rrativo del medio ambiente y de la idiosincrasia del campesino dominicano. Obras lite- milar las ideas estéticas más difíciles que informan y fecundan el arte actual».|56|
rarias que expresan una mirada radiográfica y social de la tierra, de la tradición y de la Díaz Niese desconocía que Suro había recibido la orientación fundamental del tío pintor
realidad, a ella se asocia la demanda que pronuncian Los Nuevos: Hay mucho de nuevo Enrique García-Godoy, precisamente en la provincia vegana que colinda con la santia-
bajo el sol. Encuéntrelo. Este planteamiento se adhiere al manifiesto de los postumistas guense, en cuyo municipio principal se desenvolvía Yoryi Morel. Con relaciones desde el
y forma parte de un decálogo constituido por 10 principios. Los Nuevos aparecen en La punto de vista generacional y de la interpretación de la realidad dominicana con mirada
Vega, en 1936, conformando el único movimiento del interior del país aparecido has- nueva y además moderna, Suro escribe sobre tales vínculos, autoenfocándose, ofreciendo

|54| ta esa fecha.|54| Ellos resultan jóvenes radicales cuando dicen que si los antiguos mol-
Idem.
Página 109. des artísticos pueden salvarse con una palabra suya, no pronuncie una sola sílaba.|55|
Confert.
La más significativa aportación que se desprende del movimiento vegano la representan
|55| los hermanos Darío y Rubén Suro, y García-Godoy, resultando el primero uno de los
Idem.
Apéndices. jóvenes pintores de la década 1930 que asumen el localismo nacional, sobre todo paisa-
Página 443.
Confert. jístico, con una llamativa interpretación moderna. La aparición artística de Darío Suro, la

Celeste Woss y Gil|Rostro de mujer madura|Carboncillo|30 x 24 cms.|1925|Col. Mauricio Fernández. Celeste Woss y Gil|Mercado|Óleo/tela|73 x 95 cms.|1944|Col. Museo de Arte Moderno.
Celeste Woss y Gil|Rostro al carboncillo|Carboncillo|40 x 28 cms.|1925|Col. Mauricio Fernández.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |78| |79| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

juicios sobre el colega, a quien conoció entre el 1937 y 1938. Sus palabras expresan: «Muy |57|
Suro, Darío.
joven, (si mal no recuerdo o no se me nubla la memoria) estuve por primera vez en su Carta del 19 de
febrero de 1980.
estudio de Santiago, acompañado de mi hermano Rubén Suro cuando yo tenía 19 ó 20
años.Tuve la ocasión de ver una pintura tan distinta a la que hacía en La Vega mi maes- |58|
Fellito Díaz es
tro Enrique García-Godoy, influido poderosamente por la pintura europea (fin de siglo). Rafael Díaz Niese,
quien residía con
Yo quedé sorprendido, en ese entonces, con la obra de Yoryi (luminosidad y costum- su familia en
Santiago.
brismo, retratos típicos de tipos santiagueros: Guaco el Campanero, etc., etc.).Todo es- Confert.

to fue una sorpresa, pero también debo decirte que yo había visto muchas revistas es-
pañolas que llegaban a mis manos. Ellas me pusieron en contacto con la obra llena de
la luz achicharrante de Andalucía del maestro español Joaquín Sorolla, sobre todo en el
tratamiento de la luz solar directa a base de colores complementarios y también con los
trabajos de Zuloaga: retratos de toreros y campesinos castellanos.
Al pasar el tiempo, entraba yo en un campo ajeno a los cuadros de Yoryi, mis Caballos
mojándose, y mis paisajes de lluvia repletos de un impacto lírico (tristes y nostálgicos, la
mayoría de las veces), destacando la luminosa lluvia tropical en pleno día o la de los atar-
deceres que ví en La Vega desde mi infancia.
Después, mucho más tarde, con mi experiencia visual y mis incursiones en la Historia del
Arte, fríamente, sin envidias locales, sin provincianismo de ningún género, es decir, sin chau-
vinismo artístico, volví a enfocar la obra de Yoryi. Sin lugar a dudas debo decirte que él fue
un pintor de lo típico, del costumbrismo, un maestro del fenómeno local luminoso, como
Sorolla (naturalmente sin la maestría del español), pero todo se quedaba en la superficie sin
tener, ni éste, ni aquel la profundidad perceptiva visual de Monet, (y cabe aclararte que no
estoy haciendo comparaciones con este gigante).Ya tu recordarás la famosa frase de Ce-
zanne cuando vio los cuadros de Monet: Monet es solamente un ojo, ¡pero qué ojo!
Ahora, naturalmente, dentro de nuestra limitada pintura,Yoryi es un pionero de indis-
cutible valor…»|57|
El testimonio de Suro reconfirma el aislamiento en el cual germina la modernidad ar-
tística dominicana, aparte de explicar las fuentes que se sumaban a los maestros orien-
tadores que establecieron academias en La Vega, Santiago y Santo Domingo. Esas otras
fuentes eran las revistas europeas que recibían algunas familias suscriptoras del país, las
cuales provocan ansiosas esperas, influencias e incluso tertulias hogareñas. En la década
del 1920, llegaban publicaciones extranjeras, de acuerdo al testimonio de uno de sus lec-
tores,Tomás Morel: «las tardes de los sábados y en las mañanas de domingo se reunían
con la efervescencia lírica de una bohemia incipiente, Fellito Díaz,|58| Quico y Apo-
Dario Suro|Autorretrato|Óleo/tela|37 x 27 cms.|1945|Col. Federico Suro. linar Morel, Tuto Báez y otros que no viene al caso mencionar. Esperaban con impa-
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |80| |81| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|59| ciencia la llegada de La Esfera, de España y La Ilustración Francesa, de París, que traían el
Morel, Tomás,
referido en palpitar de las últimas novedades del viejo continente (…). Las reproducciones literarias
Catálogo Arte
Dominicano se discutían con el fervoroso entusiasmo de creerse frente a los originales … Y Sorolla
1940-1960.
Página 3. y Julio Romero de Torres, de España... y Picasso, triunfante en París, fueron revelacio-
Confert.
nes que llenaron de sueños y esperanzas de gloria el futuro».|59|
|60| Un tercer pintor joven, de orientación moderna, lo era Xavier Amiama Quezada, forma-
Amiama De
Castro, Octavio. do en la Academia de Celeste Woss y Gil, quien le tomó bajo su protección e hizo mu-
Xavier Amiama.
Pintor (…). cho por él (…). Xavier pintaba regularmente y vendía cuadritos de un estilo entre cos-
Páginas 60-61.
Confert. tumbrista y preciosista a los escasos turistas que de vez en cuando arribaban en barco a
Santo Domingo. Mucha otra gente le compraba porque los cuadritos resultaban atracti-
vos y el pintor muy simpático|60| y propenso a los amoríos y a la bohemia de la ciudad

capital, en donde residía. El nexo paterno con Baní y la relación con amigos banilejos, le
permitían ubicarse frecuentemente en esta comunidad, testifica el poeta Incháustegui Ca-
bral: «Más de un factor debió impulsar a Xavier a dejar Santo Domingo, la urbe cosmo-
polita del país, en esos momentos, para establecerse en Baní, ciudad provinciana, situada
entonces como a dos horas de buena marcha de la capital, en un valle equidistante de las
montañas y el mar, que había sido el reducto de un grupo de canarios que allí se aclima-

Jaime Colson|Autorretrato|Óleo/madera|48.5 x 40.5 cms.|1925|Col. Museo Bellapart. Yoryi Morel|Autorretrato|Óleo/tela|76 x 66 cms.|1941|Col. Familia Ceballos Estrella.
Xavier Amiama|Autorretrato|Creyón/papel|28 x 20.3 cms.|1939|Col. Privada.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |82| |83| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|*| taron, viviendo de pequeñas crianzas y fundos agrícolas. Eran y son famosos, el dulce de te de los fenómenos estéticos europeos durante la época en nuestro país; y como resul-
El historiador
es César Herrera leche de Paya y las blancas muchachas de bellos rostros y esbeltas extremidades. El primer tado de una palpitación de destellos y enunciaciones que se pronuncian en saltos regu-
Cabral, referido
en la cita 27. factor, de la emigración de Xavier pudo ser el cambiar temporalmente de ambiente y de- larmente incoherentes, obedeciendo a una ecléctica que sincroniza estilos y lenguajes y
Op. Cit.
Página 169. jar atrás problemas sentimentales y molestas habladurías. que viene a ser la versión semántica de la hibridación multi-étnica o de grupos nacio-
Confert.
«Conocí bien a Xavier –testimonia un notable historiador dominicano, nativo de Baní-,* nales que troquelan la condición isleña. Esta bendita impureza del racial colectivo do-
|61| pues él pasaba temporadas en Baní, donde tenía unos familiares apellidados Amiama Bello. minicano, mezclado y colado con el cedazo de los tiempos, tiene el sinónimo en la cul-
Amiama De
Castro, Octavio Solía hospedarse en casa de una señora llamada Teté Gómez, en la calle Padre Billini, una tura y especialmente en las artes con sus versiones más que impuras, nacionales.
Celeste.
Páginas 71-73. de las principales vías de esa localidad. / Era de fisonomía muy agradable, lo cual motivaba Un aspecto del impulso moderno del arte dominicano es su desarrollo desde dentro y
Confert.
el que muchas muchachas manifestaran su simpatía por él. Eso, unido a que era un buen ar- desde fuera cuando se descubren a las individualidades con desenvolvimiento en las dos
|62| tista, que pintaba flamboyanes y rincones del pueblo (…). / En su estancia en esa idílica ciu- latitudes. Esta relación claramente se explica con los pintores que retornan al país (Woss
Declaración
verbal del poeta dad, de donde era también la madre de quien esto escribe, Xavier se impregnó de los pai- y Gil, Gómez y García-Godoy) con vivencias avanzadas en comparación con las que
Incháustegui al
autor de este sajes de la región y realizó algunos cuadros en que recogía la imagen del peculiar hábitat del
libro.
lugar, formado principalmente en esos tiempos de casitas hechas de tablas de palma cobija-
|63| das de hojas de la palmera conocida como Cana, quizás por el color blanquecino de sus úti-
Incháustegui
Cabral, Héctor. les guedejas. De acuerdo al historiador, «esas obras, hicieron cierto impacto, ya que en esos
El Pozo Muerto.
Página 36. tiempos, los pintores insistían en los amanerados retratos y la recreación histórica de algu-
Confert.
nos sucesos importantes. Por ello muchos historiadores de la pintura dominicana creyeron
a pie juntillas que Xavier era un pintor costumbrista y que a la vez, era banilejo».|61|
Volviendo al poeta Incháustegui Cabral, para éste el pintor Xavier Amiama era un pintor
de Baní, por descendencia familiar (el pintor había nacido en Cuba); además, por el en-
foque de muchas de sus pinturas cargadas de motivos banilejos,|62| aunque después me-
nos localistas y más isleños con su temario haitiano. El referido poeta lo apreciaba consi-
derándole ameno contertuliano de hermosa voz cuando cantaba, durante las noches que
correspondían a las frecuentes estadías banilejas de Amiama. Entonces, en las tertulias noc-
turnas del parque, ellos discutían sobre arte y literatura, sobre el tema nacional que arro-
jaba argumentos consolidarios, como el que exponía el poeta: «Nuestra literatura, nuestra
pintura –era una concesión a Amiama– tiene que ser nacional, es decir, tiene que condi-
cionarse a su medio. Si nos dedicáramos a copiar las excelentes obras que nos llegan de
Europa y de los países cabeza de América, podríamos echarnos a morir para siempre. Con
eso no se ganaba nada y nuestro arte sería de segunda mano, copia, calco y muchísimo
peor cuando los modelos eran franceses y teníamos que recibirlos a través de traduccio-
nes cuya honradez y fidelidad ninguno estaba en condiciones de poder determinar».|63|
El impulso del arte moderno dominicano, el cual se plantea vía la pintura y la arquitec-
tura, es una marea de expresión acompasada que se produce conforme a las condicio-
nes socioculturales del país.También conforme a los efectos tardíos que tienen gran par- Aida Ibarra|Paisaje de Cuesta Hermosa|Óleo/cartón|57 x 76 cms.|Década 1970|Col. Familia Ricart Victoria.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |84| |85| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|*| encuentran en sus localidades entre 1920-1930.También tal relación se entiende cuan-
La pintora firma
sus cuadros do se piensa en las contrarias rutas que representan Juan Bautista Gómez y Jaime Col-
«Ayda».
son. El primero regresando a la República hacia el 1920 desde un París en el que pu-
|64| do asimilar los ismos decimononos (naturalismo, realismo e impresionismo). En el refe-
Valldeperes,
Manuel. rido año, el joven Colson se localiza en España, pero termina ubicándose en el medio
El Caribe.
Suplemento parisino, en donde se convierte en adepto del cubismo. Este contraste permite enten-
4 de agosto
de 1963. der que mientras la modernidad ha comenzado a tener su impulso local con las orien-
Confert.
taciones de tres pintores más o menos modernos, y también con algunos discípulos su-
|65| yos, la modernidad cuenta con representaciones criollas en el exterior.
Gilles de la
Tourette, En tanto en el terruño nacional se desenvuelven varios pintores y arquitectos asociados
referencia en
Revista de al impulso moderno de nuestro arte (Gómez, Woss y Gil, García-Godoy,Yoryi, Suro,
Educación No. 52,
1939, Anexo. Amiama, Guillermo González); este impulso se extiende paulatinamente desde 1920
Página 19.
Confert. hasta los años del 1930 y al mismo se asocian Aida Ibarra, Enrique Cánepa y Jaime Col-
son, otros tres artistas modernos que se comportan bajo los efectos de la errancia.
|66|
Mejía, Abigaíl, Aida* Ibarra había sido llevada a Francia, después del 1925, ingresando en la Escuela de
en Op. Cit.
Indent. Bellas Artes de París, ciudad en la que presentó varias exposiciones hasta concurrir, en
Confert.
1931, al Salón de Otoño, donde su obra recibió los mejores comentarios del crítico Gi-
|67| lles de la Taurette, director del Petit Palais.|64| Tales comentarios versan sobre el cua-
Ibarra, Aida,
citada por dro Paisaje de L’ile de France (óleo, 1930), sobre el cual dice: «Grandes árboles de formas
Jeannette Miller,
El Caribe puras álzanse sobre praderas que tienden su cálido tinte verde bajo una luz hermosa que
Suplemento, 25
de junio de 1983. la penetra y vivifica. Los verdes adquieren el color de las esmeraldas: una hacina de pa-
Confert.
ja brilla como oro, una zona de sol que recuerda el de su bello país…»|65|. A tal co-
mentario se suma Abigaíl Mejía: «Agreguemos que todo en el cuadro (…) es luz y con-
traste, tan solo constituye una bella mancha de color, dentro del más puro impresionis-
mo. El cuadro tenía el núm. 1022 en el salón parisino».|66|
Partidaria del Impresionismo, Aida Ibarra retorna al país en 1932, ofreciendo conferen-
cias sobre esa corriente o escuela como previa explicación de las obras que expone: pai-
sajes, retratos e interiores que conforman los 25 óleos que exhibe en la ciudad capital
y en Santiago de los Caballeros. Durante su permanencia de casi 8 años en Santo Do-
mingo, ella se hace partidaria del fuego de los atardeceres del trópico y de quitarle si-
tio al sol.|67| Llegado el año 1940 se marcha a Cuba y continúa un viaje errante con
estadías en Londres,Viena, Madrid, Bruselas y Praga; errancia que determina el silencio
de su nombre y el rastro colectivo de sus obras mayormente dejadas en la isla cubana.
Enrique (tito) Cánepa abandona la tierra natal en la etapa en la cual inscribe la Ibarra su
obra de corte impresionista. Él se ubica primero en Puerto Rico y luego en Nueva York. Tito Cánepa|Familia campesina|Óleo/tela|91 x 61 cms.|1939|Col. Familia Cánepa.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |86| |87| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|68| Este corto camino migratorio ocurre entre 1935-1937, asociándose en este último año a le crea la sensación de que ha perdido su tiempo, negándose a pintar hasta que se encuen- |71|
Sullivan, Edward, Ugarte, María,
referido por María David Alfaro Siqueiro, de quien recibe una notable influencia, reflejando varias de sus pri- tra con Tomás Hernández Franco. Este poeta y gran amigo suyo «le impulsó a tomar las texto en Jaime
Ugarte. El Caribe, Colson Pinturas.
suplemento 15 de meras obras la reconocida estética muralista: tratamiento monumental de la figura humana nuevas corrientes y Jaime Colson, con audacia y renovado entusiasmo, se metió de lleno en Página 21,
agosto de 1992. Confert.
Página 15. y temas vinculados al realismo social, entre sus varios caracteres. Una apreciación sobre la el cubismo. Sus ilustraciones para el Hombre que había perdido su eje, de Hernández Franco,
Confert.
obra inicial de este pintor emigrante nos dice: Las primeras pinturas de Cánepa son una son testimonios de este fuerte viraje en su quehacer pictórico. Fue aquella etapa fértil y exi- |72|
Listín Diario.
|69| mezcla fascinante de las fuentes de estimulación que afectaron a muchos artistas que tra- tosa. Participó en exposiciones colectivas y produjo trabajos en los que el color no es esen- 25 de septiembre
Op. Cit. de 1988,
Confert. bajaron en Estados Unidos en las décadas del 30 y del 40. En sus telas, al igual que en sus cial, y en los que se imponen las formas geométricas. Más que a Picasso, los cuadros de Col- Página 8,
Confert.
tablas (tales como Desnudo en la hierba de 1939 o Paisaje clásico de 1940) las figuras están só- son de aquella época recuerdan a Braque. Entre 1924 y 1928, siguió esta escuela; no hubie-
|70|
Suro, Darío. lidamente construidas en estilo casi escultural. Ellas existen en un reino aparentemente in- ra podido sustraerse a ella, pero su vigorosa personalidad, su rebeldía innata, no le permitían
Universalismo de
Colson, en Jaime temporal, que recuerda en cierto modo muchas de las figuras de los lienzos pintados, en aceptar normas vinieran de donde viniesen y siguió buscándose a sí mismo».|71|
Colson Memorias
de un Pintor (…). los años 20 por Pablo Picasso, Juan Gris, Henri Matisse y otros.|68| Asimilado en el ambiente vanguardista del París de entre guerras, Colson ejecuta una
Página 12.
Confert. Estacionado en la urbe newyorkina, Cánepa deambula a través de una reducida y com- obra de hechura europea, en conformidad con la modernidad internacional que le per-
pacta producción donde el tiempo no parece existir, pero, contrariamente, sí las claras mitirán evolucionar, en base al canon neoclásico, hacia otras propuestas en donde se evi-
referencias a la realidad americana y la de su país por donde deambulan con esa otra dencian aspectos del subconsciente y metafísicos, hasta que, vía el neohumanismo, for-
errancia que puede denominarse espiritual, del sueño y del inevitable amor patriótico. mula un discurso en el que subyace él, como ser humano sensual, e igualmente la rea-
Artista que asume una modernidad afín con su temperamento, su nombre lo asocia lidad socio-cultural a la que pertenece. Coherente, pero propenso a la transformación
Díaz Niese, a los de Suro y Jaime Colson, al grupo de los elegidos de fuerte personali- de su discurso pictórico, este pintor dominicano regresa a Santo Domingo en 1938. A
dad que aprovechan como es debido las austeras lecciones del pasado y tienen, precisa- propósito comenta la prensa: «Muy evolucionado como artista y como hombre Colson
mente por eso, plena conciencia del presente que vivimos.|69| había llegado a su país cargado de ilusiones (…) hizo una sorprendente exposición en
El más errante de los artistas nacionales que se vinculan a la modernidad y el más asimila- el Ateneo Dominicano (…). El pintor había regresado a la capital después de 20 años
do en el vanguardismo moderno europeo de las primeras décadas del siglo XX, es Jaime de ausencia. Pasó 16 en Europa y 4 en México, sin contar los frecuentes viajes a La Ha-
Colson quien después de estudiar en Barcelona y Madrid durante la etapa de 1918-1923, bana donde era muy conocido y ya entonces su pintura se había desarrollado de un mo-
decide trasladarse a París, a donde llega en 1924.A propósito de ese traslado escribe Suro: do asombroso (…). La llegada de Jaime Colson fue un reto entre lo viejo y las nuevas
«Rafael Díaz Niese, quien conoció muy de cerca la obra de Colson, y fue uno de sus ami- proyecciones del artista dominicano (…). Muy pocos cuadros vendió Colson en los es-
gos íntimos, me hablaba de las vicisitudes de Colson en París.A él le oí decir en varias oca- casos meses de su permanencia. Nadie entendía aquella nueva pintura (…). El pintor
siones que en esta capital del arte moderno de su tiempo, Colson había sufrido mucho y pasó muchas estrecheces económicas. Pero tenía la esperanza de conseguir cualquier
había recibido a principios de su llegada respuestas negativas para exhibir sus cuadros, en cargo como profesor de pintura en una institución oficial (…). Se aseguraba que su sta-
los centros donde en realidad, se forjan los movimientos artísticos y donde brotan los ver- tus político no estaba muy claro, y le recomendaron hasta inscribirse en el Partido Do-
daderos artistas, después que es hecha una rigurosa depuración, casi de acuerdo con las opi- minicano para estar acorde con el Gobierno de Trujillo.Y así tuvo que resignarse, y su
niones críticas de los grandes marchantes (…). / Pero después de las luchas con este com- incorporación involuntaria fue publicada en los periódicos como era la regla.
plicado tejido hay una sola prueba y una verdad final:Todo gran artista se impone con mar- Llegó el momento del desaliento de Colson. Un día de buenas a primeras resolvió volver
chante o sin marchante, o con mercado o sin mercado. Imposición final que lleva tiempo a París. No había ambiente para él, ni había mercados de pinturas. Por lo menos en Euro-
y requiere enormes sacrificios, además de una gran dosis de talento y perseverancia».|70| pa contaba con magníficas relaciones y era conocido entre los grandes salones de pintura
Relata María Ugarte que al no encontrar en España la orientación estética que buscaba, y críticos conocedores de arte (…). Se embarcaría en vapor a pesar de las amenazas de gue-
viaja a la capital francesa, donde se encuentra con el cubismo, hecho que lo anonada, que rra. Además, qué le importaba un viaje más (...). Nadie pudo detener a Colson».|72|
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |88| |89| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

1|5 Arte, nacionalismo y dictadura Una disputa literaria de La Cueva, tuvo que ver con el tema de lo nacional como pos- |75|
Idem,
tura frente a tendencias foráneas de las que eran partidarios algunos contertulianos. Es- Páginas 61-66.
Confert.
tos defendían la necesidad de injertar en la literatura dominicana el Romancero Gitano
de García Lorca, argumentando que era necesario para la tradición y la historia que se
cantara en romance la vida, las hazañas de los grandes de las guerras civiles. El preten-
dido romancero patriótico encontró fuerte oposición, originándose una guerra escrita
y oral.|75|
La defensa de lo nacional frente a patrones extranjeros era un sentimiento que mani-
festaban muchos intelectuales de las generaciones más jóvenes, las cuales miraban y ex-
presaban lo criollo o lo dominicano con renovada visión. Este nacionalismo emocional
tenía asidero en acontecimientos sociopolíticos ocurridos para entonces, siendo el más
traumático la ocupación de los yankis (1916-1924), hecho que violentó la soberanía re-
publicana.
El nacionalismo reformulado por la intelectualidad criolla, durante las décadas 1920 y
1930, desarrolló corrientes simultáneas en los diversos campos expresivos de la vida do-
minicana; nacionalismo que apartaba ideales y símbolos considerados cansados o viejos,
tendiéndose a la formulación de postulados más reales. Este realismo criollo: ideológi-
co, literario, militante, naturalista, patriótico, sociológico y vernacular, también era po-
lítico. En relación a este último aspecto, algunas voces planteaban la necesidad de un
gobernante de cuño nuevo. El deseado líder apareció como sujeto coyuntural al que se
asociaban varias circunstancias. Entre ellas, la vinculación de este líder a un organismo
policial o militarista establecido por los Estados Unidos en los años de la intervención;
e igualmente una carrera militar en la que él logra ascenso, confianza presidencial y co-
|73| En el período de los treinta a los cuarenta, la habitación estudio de Rafael Américo Hen-
Henríquez Ureña, nexiones políticas que, estratégicamente bien manejadas, fortalecen la búsqueda del po-
Max. Literatura ríquez (n. 1899) se convirtió en un recinto de amenas tertulias a las que acudían con re-
Dominicana. der gubernativo. Estas conexiones se producen dentro de un clima de agitación en con-
Página 449. gularidad jóvenes narradores y poetas (Bosch, Marrero Aristy, Requena, Incháustegui Ca-
Confert. tra de Horacio Vásquez, el viejo y enfermo caudillo que gobernaba en el segundo quin-
bral, Mieses Burgos, Manuel Llanés, …), asistiendo en ocasiones algunos escritores de ma-
quenio de la etapa 1920. A nivel mundial, ese período arrastraba una crisis financiera
|74| yor edad y prestancia literaria (Enrique Henríquez, Fabio Fiallo, Andrés Julio Aybar). Ese
Incháustegui dejada como balance de la Primera Gran Guerra (1914-1918) y cuyo desenlace fue la
Cabral, Op. Cit. recinto era llamado La Cueva.|73| Allí se leían borradores inéditos, circulaban libros pu-
Página 52. depresión capitalista del 1929, que afectó sobre todo el comercio exportador de la Re-
Confert. blicados y se discutían los más diversos tópicos con posiciones partidarias. Las diferencias
pública; por consiguiente, la economía nacional.
de edad, la disimilitud de las formaciones, el abismo de los caracteres, las regiones de don-
La depresión del capitalismo y la búsqueda reeleccionista del horacismo crearon la co-
de procedían y las ideas que tenían los participantes en materia de letras, no hacían posi-
yuntura favorable para el asalto al poder, produciéndose la revolución de Santiago de
ble el acuerdo grupal pese a la fraterna relación que animaba los encuentros.|74|
1930. El levantamiento armado invadió y ocupó, sin derramamiento de sangre, a la ciu-
dad capital, asiento de la alta jefatura militar que no movilizó las tropas para impedir el
Eduardo Matos Díaz|Caricatura de Trujillo, (perfil de tiburón)|Sin fecha. golpe de Estado. La alta jefatura del ejército la ejercía Rafael Leonidas Trujillo, quien
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |90| |91| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|76| en un rápido desenlace de situaciones políticas, se convirtió en el nuevo árbitro nacio- movido en torno a la vida, al arrojo personal y a la obra que emprende Trujillo. A con-
Peguero/De los
Santos. nal. De acuerdo a la ideología redentorista él tenía la misión de liberar el país de hom- tinuación una transcripción de la escritura laudatoria de Bazil: «Ya estamos en presen-
Visión General
de la Historia bres obcecados y temerarios que se creen políticos por el solo hecho de haberse adue- cia del triunfador por su propia voluntad, del héroe que ha de escalar la Presidencia
Dominicana.
Página 373. ñado de los asuntos públicos.|76| Constitucional de la República, el 16 de Agosto de 1930. Asume el poder entre acla-
Confert.
En la promoción electoral, Trujillo se acompañaba de un conjunto musical vernáculo maciones populares, y a los pocos días la ciega naturaleza desata inmerecidamente so-
que interpretaba el merengue ripiao, en un recorrido territorial que comenzó en Mon- bre la histórica ciudad de Santo Domingo, el infernal ciclón del 3 de septiembre de
tecristi, puerto del noroeste. La autopromoción en compañía de un típico grupo de 1930. La ciudad aparece destruida ante sus ojos, y él la pasea a pie (…), sereno, resuel-
música dominicana le permitieron ser apreciado como un nacionalista, cualidad que ex- to, organizador y humanitario. Eran dos fuerzas, una frente a la otra: una de bien, otra
plotó frente a sus adversarios.Trujillo utiliza el nacionalismo como doctrina de la dic- de mal, y él venció por la amplitud de su corazón, por la firmeza de su espíritu, por la
tadura que consolida en casi una década; dictadura que es secuela histórica y caribeña largueza de su mano generosa y fuerte a la par.Y reconstruye la ciudad y la reorganiza
de los regímenes de derecha que se desarrollan en Europa a partir del fascismo italiano. y la levanta sobre sus hombros, como un Atlante que no pudo vencer la naturaleza.Y

La dictadura dominicana logra consolidarse con su fuerte doctrina moderna, nacional


y personalista.Tres soportes sustentaban este nuevo régimen. El primero lo era el ejér-
cito; el segundo era representado por los intereses del capital estadounidense; y el ter-
cero era la adhesión de un gran sector de la intelectualidad nacional, la cual elaboró una
doctrina iniciada con el ‘culto al jefe’. Un texto del poeta modernista Osvaldo Bazil
(1884-1946), escrito en 1932, es un ejemplo aclamatorio de un culto redentorista pro-

Talleres CAT|Vista de Puerto Plata|Litografía|34 x 48 cms.|1942|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Talleres CAT|Paisaje de Jimenoa|Litografía|42.2 x 48 cms.|Década 1940|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |92| |93| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

|77| se entrega entonces a luchar por el mejoramiento de los servicios públicos. Asume con trujillista con un partido único, masivo y obligatorio; con una capital rebautizada con
Bazil, Osvaldo.
Texto en la la energía que le caracteriza, las riendas del Poder y comienza su obra administrativa co- el nombre de Ciudad Trujillo, convertida en centro de la tendencia monopólico-admi-
República
Dominicana. mo Jefe de Estado. Se enfrenta a los problemas. Depura todos los organismos, corrige nistrativa de los medios productivos. Esta monopolización se consolida a partir del
1932.
Página 21. vicios, persigue fraudes. Hace personalmente el presupuesto de la nación y vence hasta 1940, cuando se cancela la deuda externa con los Estados Unidos contraída desde la
donde es posible la crisis actual que agobia al mundo.Ya estamos frente al estadista. En época de Ulises Heureaux. En consecuencia, la cancelación de esa deuda permitió que
él ya todo es previsión, ya todo es ahorro y patriotismo lúcido. Predica con el ejemplo la banca se nacionalizara y se unificara la moneda dominicana, emprendiéndose progra-
la necesidad imperiosa y perentoria del trabajo (...). Es un hombre múltiple suma de mas de industrialización y fomento público.
hombres (…) Ya estamos en presencia del caudillo que hoy aclama la República, cuya Trujillo, siendo un oficial de rango intermedio, adquirió conciencia de la importancia
paz moral y material son maneras de corazas invulnerables e inconmovibles. documental del retrato como medio del reconocimiento, de la memoria, para el uso
La República se salva en sus manos.Y la bandera se llena de honores, sobre su pecho de propagandístico y el cultivo proselitista. En 1927, un escultor santiaguense, Ismael Ló-
soldado valiente de la Patria».|77| pez Glas (1890-1968) había modelado el primer busto que se conoce del dictador. Des-

Al mismo tiempo que Trujillo era objeto de un culto que recién empezaba, se impo- pués siendo gobernante posó para Juan Bautista Gómez, al que siguieron otros muchos
nían medidas administrativas de emergencia nacional –correctivas de la crisis depresiva iconos de su persona realizados por diferentes autores. Con Trujillo se estableció la nor-
del 1929–, instrumentándose, además, las acciones de violencia que silenciaran a los ma oficial de colocar la imagen del mandatario del país en todas las oficinas públicas.
opositores políticos; y, en caso extremo, para resolver situaciones como la de la frontera Puede enfocarse a Heureaux como un predecesor en esa norma, impulsada tímidamen-
domínico-haitiana que, con la excusa de la dominicanización de la zona, fue ejecutada te. El icono deificador o propagandístico que se impone con la dictadura era variado:
la cruenta matanza de miles de haitianos, en 1937. En ese año el país era ya un feudo foto, litografía y pintura, medios que alcanzaron incremento, ya que para todos los ac-

Talleres CAT|Faro a Colón|Litografía|49.5 x 54.5 cms.|C.1940|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Talleres CAT|La milagrosa aparición de Santo Cerro|Litografía|60.5 x 50 cms.|C.1940|Col. Centro Cultural Eduardo
León Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |94| |95| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

tos políticos y las publicaciones de importancia se incorporaba la imagen del gobernan- berto Ruiz Castillo, graduado en París, regresa en 1931; José Antonio Caro Alvarez, con |78|
Moré, Luis
te. De la misma manera que Julio Pou fue el fotógrafo oficial de Lilís y de otros gober- estudios también en París, arriba a Santo Domingo en 1932; y los hermanos Leo y Mar- Gustavo.
Ver Texto en
nantes del siglo XX,Trujillo contó con sus fotógrafos oficiales, entre ellos Julio Aybar y cial Pou Ricart, los cuales retornan en 1933, al graduarse en Bruselas. Otro arquitecto Rafael Calventi.
Arquitectura
Tuto Báez. formado en el exterior es Miguel Hernández, quien regresa a Santo Domingo en el Contemporánea
(…).
El retrato pictórico del dictador, con el tiempo realizado en grandes proporciones, tam- mismo período. La presencia de estos jóvenes profesionales resulta importante porque Páginas 42-43.
Confert.
bién se ubicaba en los salones de actos de las principales sedes del Partido Dominica- son ellos, en consecuencia, (…) quienes se encargan de plantear nuevas fórmulas esté-
no. Para esta única y permitida organización política se construyeron modernos edifi- ticas y funcionales derivadas del joven movimiento moderno en la arquitectura y las ar-
cios que respondían a un estilo arquitectónico funcionalista. En los primeros años de la tes. Este nuevo lenguaje de las formas se establece definitivamente con la actividad pio-
década del 1930, retornan desde países desarrollados una generación de arquitectos, que nera de un brillantismo profesional: Guillermo González Sánchez.|78|
importan una gama de influencias en los diseños y modos constructivos. Estos arquitec- La presencia de estos nuevos arquitectos dominicanos coincide con la fuerte destruc-
tos son Guillermo González-Sánchez, quien retorna en 1930, graduado de Yale; Hum- ción de la ciudad capital, ocasionada por el ciclón San Zenón; por consiguiente, ellos se

Talleres CAT|Trujillo|Litografía|43.3 x 53 cms.|Década 1940|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Talleres CAT|Puerto Trujillo (detalle)|Litografía|34.5 x 52 cms.|1942|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |96| |97| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

incorporan a la reconstrucción urbanística que emprende el Gobierno de Trujillo. En Las dos últimas escuelas laboraban en la ciudad capital. La academia de la Woss y Gil
esos años del retorno de los profesionales de la arquitectura, era establecido un sistema funcionaba en un local de dos plantas, de la calle Luperón, contaba con varios profeso-
educativo cuyo primer diseño se asocia al humanista Pedro Henríquez Ureña (n. 1884), res y constantemente se equipaba con mobiliarios y modelos de yeso traídos de Esta-
quien, por razones desconocidas, se excluye de su puesta en práctica, abandonando el dos Unidos: sillas plegadizas, caballetes, bustos, cabezas, torso, manos y pies. Su impor-
país. Este nuevo plan educativo incluye las escuelas vocacionales, oficiales unas y parti- tancia educativa y la semi-oficialidad de sus programas determinaban la supervisión co-
culares otras, como la academia que el pintor Yoryi Morel estableció en Santiago en rrespondiente, en especial cuando concluía el año escolar. Entonces, se montaba una ex-
1933, posiblemente debido a la ausencia de su predecesor Juan Bautista Gómez. La Aca- posición de las obras del alumnado y una comisión oficial otorgaba las calificaciones co-
demia Yoryi, como era conocida, recibía una subvención estatal para cubrir la enseñan- rrespondientes. En la memoria de la Secretaría de Estado de Educación de 1939, se in-
za de un número determinado de becados; subvención que también beneficiaba a otras forma lo siguiente: «En la primera quincena de Julio del año 1939 (…) fue designada
academias de enseñanza artística. Uno de estos centros funcionaba en San Pedro de Ma- una comisión integrada por las señoras Delia Weber, Profesora de la Escuela Normal de
corís, fundado por Rosalidia Ureña Alfau, en 1932, con el nombre de quien fue su esta ciudad,Virginia Dubreil Viuda Gómez, Profesora de Dibujo de la Escuela Normal

maestro: Abelardo Rodríguez Urdaneta. Esta academia era para niños entre 7 y 14 años de esta Ciudad, y Carmencita Hernández M., Directora de la Escuela de Dibujo y Pin- |79|
Secretaría de
de edad. En Santo Domingo se había establecido una escuela similar con el nombre de tura Ramfis (…). El número de alumnos inscritos hasta esa fecha era de 42. De estos el Estado de
Educación:
Academia de Dibujo y Pintura Ramfis, fundada probablemente a mediados de la déca- número de aprobados con notas de ‘sobresaliente’ asciende a 2, de ‘muy bueno’, a 18 y Memoria del año
1939.
da por la pintora Carmencita Hernández, ya que en 1938 estaba subvencionada por el de ‘bueno’ a 22. (…) Se celebró la exposición anual establecida por la Secretaría de Es- Páginas 179-182.
Confert.
Estado. Igualmente, en la Capital laboraba la Academia de Dibujo y Pintura, para jóve- tado del Ramo, de los trabajos confeccionados por los alumnos durante el año que aca-
nes y adultos, establecida por la pintora Celeste Woss y Gil, en 1931. ba de finalizar».|79|

Talleres CAT|Playa de Sosúa|Litografía|72.5 x 39 cms.|C.1940|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Talleres CAT|Entrada Puerto Santo Domingo|Litografía|32.5 x 47 cms.|C.1940|Col. Centro Cultural Eduardo León
Jimenes.
Capítulo 1 | Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico |98| |99| Lo nacional y lo moderno en un proceso crítico | Capítulo 1

En otra memoria de la Secretaría de Educación se recoge la información siguiente: «La |80|


Idem. Memoria
Academia Nacional de Dibujo y Pintura recibe una subvención de $60.00 mensuales del Año 1940.
Páginas 218-221.
que le suministra el Estado, como pago por la enseñanza de 20 becados (…). La expo- Confert.

sición anual de los trabajos confeccionados por los alumnos durante el año 1940, se ce-
|81|
lebró en el Ateneo Dominicano, el día primero de Enero del año 1941, siendo la octa- Idem.
Páginas 223-24.
va exposición anual presentada por la Academia. / Fue nombrado un jurado compues- Confert.

to por las señoras Delia Weber y Virginia Dubreil Vda. Gómez y los señores Abelardo
|82|
Piñeyro y Arquímedes de la Concha, para seleccionar los mejores trabajos presentados, Idem.
Página 228.
que fuesen acreedores a los premios que acostumbra ofrecer la Academia, anualmente, Confert.

a los autores respectivos(…). / La escuela recibió varios visitantes durante el año 1940,
entre ellos, un grupo de turistas norteamericanos quienes solicitaron permiso para sa-
car fotografías de la academia y sus alumnos, externando los más favorables conceptos
acerca de la labor que se realiza en el plantel».|80|
Los programas y recursos metodológicos de las academias de bellas artes manifiestan
cierta novedad dentro de las limitaciones pertinentes, ya que se trata de escuelas parti-
culares, subvencionadas con muy pocos recursos. La academia de la Woss y Gil era la
que tenía el mejor grado de enseñanza, al contar con espaciosas salas, buen mobiliario
(banquetas, caballetes, mesitas, tableros,…), recursos de apoyo metodológico (modelos
de yeso) y más de un docente. Las restantes academias que dirigían Carmencita Her-
nández, Rosalidia Ureña y Yoryi Morel, contaban con equipamiento más limitado. En
relación a los recursos formativos, se conoce que la Hernández lleva a sus alumnos a to-
das las exposiciones pictóricas (…) presentadas por artistas nacionales y extranjeros. De
igual modo, organizaba, periódicamente, excursiones a diversos sitios de la ciudad, rui-
nas, monumentos históricos, etc., a fin de que sus alumnos se adiestrasen en la copia de
naturaleza muerta.|81| El método de relacionar el aprendizaje artístico con el medio
ambiente, de manera directa y vivencial, lo había establecido como práctica Juan Bau-
tista Gómez, en Santiago. En esta ciudad, es reasumido por su alumno Yoryi Morel,
quien además utiliza el recurso frutal como elementos directos y realiza sus primeros
retratos del natural. En relación a la Academia Yoryi, el programa de enseñanza que si-
gue (…) está basado en el siguiente orden: dibujos al lápiz, carboncillo, crayón y esfu-
mino; acuarela y pintura al óleo; historia del arte.|82|
Aparte de las referidas academias conocidas públicamente, algunos pintores impartían
docencia particular, sobre todo, hogareña. Es el caso de George Hausdorf, quien en
1939 formaba parte de la inmigración que el exilio europeo remitía hacia Santo Do-
Eolo|Alegoría nacional|Revista Cromos Núm. 8|Mayo 1927. mingo. El referido pintor tenía escuela de dibujo y pintura en su casa de la Capital.
|101|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

2|1 Una visión del país en 1939 con registros


de las artes hasta 1950

2
DEBATE DE LA MODERNIDAD
en un feudo antillano

En 1939, hacía dos años del incalificable corte haitiano, como se le llamó al genocidio
perpetrado por matones bajo la orden de Trujillo. Esta matanza, justificada en un nacio-
nalismo vulgarizado en la persona del tirano, persiguió más objetivos que la aclaración
de una frontera en donde era permanente la convivencia entre dominicanos y vecinos
de Haití, a pesar de regulares incidentes de poca monta. La definición fronteriza y su
dominicanización, con la excusa de un blanqueamiento racista, hispanofílico y católico,
fueron argumentos doctrinales que se elevaron a priori y a posteriori, escondiendo otras
intenciones como la de viabilizar hacia la hermana nación el poder omnímodo del go-
bernante dominicano. El genocidio perpetrado por Trujillo dejó un saldo de entre 12
y 15 mil muertos, y varios miles más expulsados del país y despojados de sus bie-

George Hausdorf|Escena campesina (detalle)|Óleo/tela|245 x 321 cms.|1944|Col. Museo de Arte Moderno.


Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|102| |103|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|83| nes.|83| A pesar de esta afrenta histórica, el Estado trujillista no descargó su violencia to de la crisis de ese sistema económico; estado de excepción –explica Poulantzas–,|85| |85|
Cassá, Roberto. Poulantzas, Nicos.
Historia Social sobre los braceros haitianos localizados en los ingenios azucareros|84| e incluso la pro- que no debe confundirse con otros sistemas gubernativos, vinculados al capitalismo, en- Fascismo
y Económica (…). y Dictadura.
Volumen II. ducción siguió descansando sobre ese sector laboral importado. tre ellos la dictadura militar que establece el trujillismo, la cual rejuega de manera au- 1971.
Página 254. Páginas 1-4.
Confert. El horrendo crimen contra los haitianos inspiró la narración clandestina El Masacre se Pasa toritaria, demagógica o simulada con los hechos y repercusiones que producen casos Confert.

|84| a Pie, de Freddy Prestol Castillo, y también fue tema de un cuadro pictórico de Darío Su- como el de la matanza haitiana. Este acontecimiento provocó que Trujillo anunciara su
García, |86|
Juan Manuel. ro, dejado en México, así como de otra pintura de Radhamés Mejía (n. 1925), realizada en declinación gubernativa ante el simulacro electoral del 1938. Para sustituirle en aparien- De Galíndez,
La Matanza de los Jesús.
Haitianos. 1983. 1954. Este hecho de sangre colectiva se produjo en una etapa en la cual la sociedad occi- cia, él seleccionó a Jacinto B. Peynado, para el cargo presidencial, y a Manuel de Jesús La Era de Trujillo.
Página 239. 1975.
Confert. dental estaba bajo el dominio de sistemas dictatoriales. La crisis mundial del 1929, que im- Troncoso de la Concha, como Vicepresidente. En su discurso de juramentación, Peyna- Página 43.
Confert.
pulsó ideologías nacionales de derecha, incluso se proyectó en los Estados Unidos, en don- do expresó: «El iluminado se retira del poder dejando a su sucesor, que él mismo seña-
de el aumento de las atribuciones presidenciales de Franklin Delano Roosevelt y sus man- ló al pueblo, la fulgurante estela de su inmensa obra, cuya preservación será el primer
datos consecutivos (1932-1945), expresaron un dominio personal en detrimento del poder deber de la administración que hoy se inicia».|86|

legislativo de esa nación. Sin embargo, fue en Europa donde dos grandes dictaduras se pa-
tentizaron a través del fascismo de Benito Mussolini y del nazismo de Adolfo Hitler, coin-
cidiendo con el sistema totalitario que en Rusia estableció José Stalin, desde 1924.
Los caracteres que definieron las grandes dictaduras europeas (caudillismo, militariza-
ción, unipartidismo, burocratización, centralismo, represión, nacionalismo, racismo…),
dieron lugar a una forma específica de Estado capitalista de excepción que es produc-

George Hausdorf|Muchachos marchanteros|Agua fuerte al buril|18 x 22 cms.|C.1940|Col. Centro Cultural Eduardo George Hausdorf|Marchanta|Grabado/papel|15 x 12 cms.|Sin fecha|Col. Banco Popular Dominicano.
León Jimenes.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|104| |105|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Como parte de la simulación gubernativa,Trujillo viajó al exterior, anunciando un re- neses que venían a ser la contrapartida blanca para disminuir la importancia de la raza ne- |87|
Cassá,
tiro a la vida privada. El viaje lo realiza en 1939. Para entonces culminaba la Guerra Ci- gra dentro de la comunidad nacional dominicana.|87| Esa inmigración tenía, además, Op. Cit.
Página 43.
vil Española que enfrentó a partidarios de la república establecida en 1931, y las fuer- otro fundamento político. Era emprendida en un momento de descrédito internacional Confert.

zas del falangismo acaudillado por Francisco Franco. Esta guerra provocó un gran exi- de Trujillo, debido al crimen del 1937, y acoger refugiados de la guerra era un recurso pa-
|88|
lio de españoles, el cual se sumaba a los grupos de judíos que escapaban de la persecu- ra lucir humanitario y, además, para recuperar prestigio y afianzar sus relaciones con los Es- Llorens, Vicente.
Memorias de
ción de los nazis, quienes ocuparon militarmente Austria, Checoslovaquia y Polonia, tados Unidos. Por tales razones, el Gobierno trujillista acoge la propuesta de Roosevelt, una Inmigración.
Página 94.
aplicando leyes raciales. en la Conferencia de Evian de 1938, de que los gobiernos ofrezcan protección al éxodo Confert.

Por influencia o coincidencia doctrinaria, en el país en poder del trujillismo, el racismo, de los judíos centroeuropeos. En consonancia con la propuesta, el delegado dominicano
reflejo ideológico de la clase dominante dominicana, fue adoptado por el tirano como ofreció asilo para cien mil refugiados.|88| Esta cifra no pasó de ser ofrecimiento.
doctrina oficial del Estado. En nombre de la ideología racista, perpetró Trujillo el geno- Entre finales de la década de 1930 y los primeros años de la siguiente, se produjo la olea-
cidio haitiano, estimulando tiempo después una inmigración de españoles, judíos y japo- da de refugiados españoles y judíos, quienes situacionalmente o con permanencia, se

José Vela Zanetti|Amantes|Óleo/ducco/cartónpiedra|57 x 42 cms.|1947|Col. Banco Popular Dominicano. Ernesto Lothar|El bergantín|Óleo/madera|50 x 60 cms.|Década 1940|Col. Clarita Peralta de Brown.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|106| |107|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|89| ubicaron en distintos puntos de la geografía dominicana. En relación a ese oleaje mi- y de arrancar cuanto antes el fruto que necesita para su sustento. En cuanto a la pro- |90|
Idem. Idem.
Páginas 39-48. gratorio y a los caracteres del país durante esa época, escribió Vicente Llorens el texto ducción industrial, la de mayor importancia era la azucarera en poder de manos ex- Página 10.
Confert. Confert.
Memorias de una Emigración, Santo Domingo, 1939-1945. Una síntesis de los caracteres tranjeras.
sociales, económicos y políticos observados por Llorens|89| establece que la Repúbli- También anota el referido escritor español que en la República predominaba el arcaís-
ca Dominicana tenía en 1939 una población de menos de dos millones. La capital no mo, no obstante algunas muestras de modernidad debidas principalmente a la proximi-
sobrepasaba los cien mil habitantes y allí se concentraron más de tres mil refugiados, dad de la técnica norteamericana. Ese arcaísmo se apreciaba en el lenguaje con giros y
mientras los que vivieron en pueblos o zonas rurales pasaban del millar. En el 1943, el vocablos de saber antiguo, el cual también era visible en el muchacho que al salir de ca-
número de refugiados se redujo a una tercera parte, debido a que muchos de ellos no sa besaba la mano del padre y le pedía su bendición.|90|
encontraron colocación productiva en un ámbito tan reducido y de nivel económico «En un país de sol demasiado inclemente para el nacido en otros climas, en donde la
muy bajo. Los que encontraron trabajo apenas podían satisfacer las necesidades más ele- noche es húmeda y la tierra también, la cantidad de insectos y parásitos dañinos para el
mentales, razón por la cual muchos se trasladaron a otros países. cultivo es infinita». Aún en la capital del país –observa Llorens–, los mosquitos atosiga-

De acuerdo a Llorens, el país era de tradición ganadera, no agrícola. El desenvolvi- ban, las enormes cucarachas voladoras penetraban por puertas y ventanas (…), las ara-
miento de la agricultura en una clase rural sedentaria es cosa que apenas existió hasta ñas negras aparecían inesperadamente en las paredes y los ciempiés se colaban, no se
finales del siglo XX. Apoyado en un informe oficial del 1944, Llorens transcribe el sabe cómo, por las escaleras, ¡qué no ocurriría en el campo, donde existían además las
comportamiento productivo del campesino, quien labra el conuco en el lugar más ven- temibles niguas que penetraban entre las uñas y las yemas de los dedos! En verdad que
tajoso que encuentra y lo abandona desde el principio a la feracidad natural de la tie- había posibilidades de protección, como la hamaca –genial invento–, los mosquiteros
rra sin preocuparse de otra cosa que despojarlo de vez en cuando de las yerbas malas, y la tela metálica. Pero esta última, sobre todo, era demasiado cara (…). Sólo las vivien-

Darío Suro|Portada del libro Vodú|1940. Abigaíl Mejía|Portada del libro Sueña Pilarín|1925.
Anónimo|Portada del libro Hello, Jimmy?|Sin fecha. Bienvenido Gimbernard|Portada del libro Nocturnos y otros poemas|1939.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|108| |109|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|91| das de los muy acomodados y de los americanos estaban provistas de adecuados me- cuanto a tolerar todo gobierno de América, sin intentar derrocarlo e intervenirlo, reconfir-
Idem.
Página 44. dios de defensa».|91| mó el poder tiránico de Trujillo. Rejugando a la democracia, declarándose anticomu-
Confert.
El país dominicano no era entonces más que una finca particular, propiedad casi exclu- nista, reprimiendo cualquier nuevo brote de resistencia, su gobierno amplió el mono-
|92| siva del tirano que la sojuzgaba. Más que un dictador moderno,Trujillo se parecía a un polio controlando la producción azucarera, la del tabaco y auspiciando establecimien-
Idem.
Páginas 86-92. señor feudal poseedor a la vez del poder político, del poder militar y del poder econó- tos industriales.
Confert.
mico (…). El era en realidad el único rico, el gran mercader en una nación que conta- La necesidad de hacer crecer la infraestructura a expensas del nacionalismo de la economía
|93| ba con pequeños comerciantes e industriales urbanos, de origen español, sirio-libanés y lo llevó a proyectar un programa de obras públicas que incluyó la edificación de una
Idem.
Página 11. de otras nacionalidades. Además, nación con un ínfimo nivel de vida en donde la ver- ciudad universitaria. Es el período en que se redefine la política cultural, originándose
dadera moneda circulante era el chele (adaptación de shilling) que equivalía a un centa- un florecimiento en el que coinciden muchos factores individuales y gubernativos, de
vo de dólar. La gente del pueblo compraba en míseros colmaditos un chele de mante- iniciativa intelectual y respaldo estatal, de búsqueda de crecimiento espiritual y protec-
quilla, dos chelitos de aguacates, tantos cheles por otras cosas». Este país del chele,|92| ción de un sistema paternalista al que se tenía que reconocer irremediablemente. En
como lo llama Llorens, también era una sociedad en donde «el secreto dominaba la vi- términos socioculturales, ningún período como la década del 1940 consagró la tenden-
da política»,|93| a pesar de que el rumor traficaba íntimamente en torno a fugaces, di- cia entre capital del país (Ciudad Trujillo), capitalismo (peculado de Trujillo) y capitali-
simulados y reprimidos hechos que afectaban a ciudadanos o gente común declarada zación (monopolio de los controles administrativos y burocráticos). En relación a ese
desafecta del régimen. último aspecto, la concentración de las artes, de las instituciones y de los artistas castró
Fuera de la disidencia, la vida política dominicana ofrecía más de un contraste. Existía un posible crecimiento espiritual en más de una ciudad provinciana. En términos hu-
un Estado de derecho con una organización congresional y jurídica, con teoría demo- manos, la captación del sector artístico e intelectual de los pueblos del interior se con-
crática y disposiciones autocráticas que descendían desde el Benefactor y Padre de la virtió en una fuga de cerebros. Pese a esa inevitable situación, la década del 1940 reú-
Patria Nueva. Ese contraste permitía que el mundillo político dominicano, constituido ne un cúmulo de eventos socioculturales, paradójicamente promovidos como logros
por los principales intelectuales del momento, se expresara en tono liberal y hasta revo- auspiciados por un Estado que ofrece muchos caracteres de feudo moderno y persona-
lucionario, parejo con otro tono adulatorio y de sometimiento al tirano. Al hacer refe- lista. El ordenamiento de los principales hechos permite una apreciación general del rit-
rencia a la intelectualidad dominicana, es necesario anotar que la dictadura trujillista mo que sobre todo trazan las artes.
contó con un selecto cuadro de hombres reconocidos en distintos campos profesiona-
les, los cuales fueron realmente los orientadores de las terribles, serviles o bienhechoras
acciones nacionales que definieron un régimen gubernativo, mucho más consolidado
en los años correspondientes al 1940.
El citado año 1940 marcó el giro gubernativo del dictador hacia el fortalecimiento del
monopolio personalizado. El Tratado Trujillo-Hull, firmado en esa fecha, al facilitar la
cancelación de la deuda externa contraída con los Estados Unidos, permitió la libera-
ción de las aduanas y, a partir de ese hecho, la banca y la moneda se nacionalizan, pro-
duciendo un aumento de los recursos del Estado, confundidos con el peculado de quien
fue proclamado Restaurador de la Independencia Financiera. Igualmente,Trujillo fue decla-
rado Padre de la Patria Nueva en comparación con los próceres Duarte, Sánchez y Me-
lla, quienes fueron considerados padres de la patria vieja.
La política de la Buena Vecindad, planteada por el Presidente Franklin D. Roosevelt, en
Capítulo 2 |Debate de la modernidad en un feudo antillano|110| |111|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

FLORECIMIENTO
GENERAL

Desde 1940 | Hasta 1950


Año 1940 Año 1940 |cont.| Año 1940 |cont.| Año 1940 |cont.| Año 1940 |cont.|

Luis Desangles, maestro precursor bellas artes, artes industriales y ofi- fusión de programas de enseñanza ar- Celeste Woss y Gil (artistas nativos) y rando entre ellos: Luis José Alvarez,
del arte nacional, muere en Santiago cios artísticos. Supervigilar las insti- tística. 3|Celebración de exposiciones José Alloza, Angel Botello, Composte- Pura Barón, Rafael Pina Melero, Elsa
de Cuba, en donde residía desde prin- tuciones relacionadas a la enseñanza periódicas. 4|Protección a los artistas la, Hausdorf, Joan Junyer, Pascual Ri- Grunning, Gilberto Fernández Diez y
cipios de siglo. de las artes y contribuir al desarrollo dominicanos. 5|Programa de exposi- vero Gil, Solaeche, Albert William Ro- Enriquillo Rojas Abreu.
de las actividades artísticas en todas ciones ambulantes. 6|Reorganización gers y Vela Zanetti (extranjeros resi-
sus manifestaciones: conciertos, ex- de los programas de enseñanza de dentes). En una sala especial se expu-
Arriban al país los siguientes artistas Colectiva Hispanoamericana en el Mu-
posiciones, patrimonio museístico, música. 7|Reorganización de la Or- sieron obras de Abelardo Rodríguez
españoles: José Alloza, (dibujante), seo Riverside de Nueva York, en la cual
intercambios y radiodifusión nacional. questa Sinfónica de Santo Domingo. Urdaneta, Leopoldo Navarro y Luis
Miguel Anglada (pintor y fotógrafo), exponen Yoryi Morel, Darío Suro, Ma-
Desangles, artistas dominicanos que
Granell (pintor), Francisco Rivero Gil nolo Pascual, Angel Botello Barro,…
pertenecen ya a la historia.
(pintor e ilustrador), Luis Soto (escul- Rafael Díaz Niese es nombrado Ase- Es celebrada la Primera Exposición de
tor) y Francisco Dorado (broncista). sor Técnico del Departamento de Be- Bellas Artes, con motivo de celebrarse
El Museo Nacional es objeto de mejo-
llas Artes, con rango de Encargado de en el país la Segunda Conferencia In- La exposición anual de la Academia
ras físicas y reacondicionamiento de
la Dirección General, quien somete a teramericana del Caribe. La exposición Nacional de Dibujo y Pintura es cele-
La Ley No. 311 del 19 de julio, esta- la distribución museológica. Por falta
las altas instancias una serie de pro- tiene lugar en los salones del Palacio brada en el Ateneo Dominicano. Diri-
blece la Dirección General de Bellas de espacio, fue suprimida la Sala de
yectos, entre los cuales se especifican Nacional, editándose un catálogo con gida por Celeste Woss y Gil, fueron
Artes, cuyas atribuciones eran, entre Arte Moderno, acordando la Comisión
los siguientes: 1|Creación de una Es- biografía objetiva y sintética de los ex- expuestos 370 trabajos (óleo, creyón,
otras, velar por el cumplimiento de Asesora del Museo que la colección
cuela Nacional de Bellas Artes. 2|Di- positores: Yoryi Morel, Darío Suro y plumilla…) de casi 40 alumnos, figu-
las disposiciones que se refieren a las

Año 1940 |cont.| Año 1940 |cont.| Año 1940 |cont.| Año 1940 |cont.| Año 1941

constituida por 44 obras artísticas Manolo Pascual presenta en el Ateneo El Ateneo Amantes de la Luz le otor- Francisco Domínguez Charro publica Procedentes de Martinica arriban a
fuese trasladada al Ateneo Dominica- Dominicano muestra personal de Es- ga a Yoryi Morel la Medalla al Mérito Tierra y Ambar. Santo Domingo: André Bretón, espo-
no para ser exhibida con carácter pro- culturas y Dibujos. Pro Arte Nacional. sa e hija, además de un grupo de es-
visional, en un salón de dicho centro critores y pintores, entre ellos Wilfre-
Héctor Incháustegui Cabral (n. 1912)
cultural. do Lam, quien fue entrevistado por
María Ugarte (n.1914), investigadora El Instituto Musical Juan Francisco publica Poemas de una Sola Angustia.
Ramón Marrero Aristy, en tanto Bre-
documentalista, animadora cultural y García se encuentra establecido en
tón concedió entrevista a Fernández
Angel Botello Barros, celebra la pri- crítica de arte nacida en Segovia, Es- Santiago de los Caballeros. Pancho
Domingo Moreno Jiménez publica Granell, las cuales fueron publicadas
mera exposición personal en Santo paña, establece residencia en Santo García como también fue conocido,
Fogata sobre el Signo. en la prensa local.
Domingo, celebrada en el Ateneo Do- Domingo. es el director y único maestro.
minicano.
Pedro Henríquez Ureña publica El Espa- Eugenio Fernández Granell autodes-
Francisco Vera, expone en el Ateneo Labora en la ciudad capital la escuela
ñol en Santo Domingo (Buenos Aires). cubre su vocación pictórica y comien-
En el Ateneo Dominicano también ex- Dominicano un conjunto de 30 piezas privada de dibujo y pintura estableci-
za a pintar por su cuenta.
pone caricaturas y miniaturas el artis- de cerámica decorada, realizadas en da por George Hausdorf, figurando
ta gráfico Blas Carlos Arveros, dibu- el país. Fue esta la primera exposi- entre los alumnos: Aquiles Azar y
jante del diario La Nación. ción de este género que se registra Marianela Jiménez. Angel Botello Barro concluye los re-
en República Dominicana, establece tratos de Erasmo de Rotterdam, el
la investigadora González Lamela. Padre Las Casas, Francisco de Vitoria
José Vela Zanetti celebra la primera Comienza a circular el periódico La
y del Arzobispo Valera Ximénez los
exposición individual en Santo Do- Nación, dirigido inicialmente por el
cuales les fueron encargados por el
mingo y la segunda de su carrera ar- Francisco Dorado Martín, escultor y español Elfidio Alonso y luego por
Rector de la Universidad de Santo
tística. La anterior la registró en León, broncista español, establece Fundi- Rafael Vidal Torres.
Domingo, Don Julio Ortega Frier, para
España (1931). ción Artística en Santo Domingo.
ser colocados en la Galería de Arte de
la institución universitaria.
Capítulo 2 |Debate de la modernidad en un feudo antillano|112| |113|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Año 1941 |cont.| Año 1941 |cont.| Año 1941 |cont.| Año 1942 Año 1942 |cont.| Año 1942 |cont.|

Botello Barro expone también en Enrique Casal Chapi (n.1909), maes- wer; La Pastoral en La Menor, de Ma- Es fundada en Santo Domingo la Es- ta Gómez, George Hausdorf, Carmen- Guillermo González construye el Hotel
1941 un conjunto de 32 obras de te- tro y compositor refugiado, organiza nuel Simó; Concierto para Orquesta cuela Nacional de Bellas Artes (agos- cita Hernández, Federico Izquierdo, Jaragua, importante modelo de la ar-
mas gallegos, dominicanos y haitia- con un grupo de simples aficionados de Cuerdas, de Antonio Morel Guz- to 19) bajo la dirección del escultor Ernesto Lothar, Eduardo Matos Díaz, quitectura internacional, inaugurado
nos. Estos últimos se relacionaron la Orquesta Sinfónica Nacional, pre- mán. Manolo Pascual y con un cuerpo do- Yoryi Morel, Manolo Pascual, Joaquín por Trujillo.
con su visita a Haití en compañía de sentándose a los tres meses de rudí- cente que además integran George Priego, Abelardo Piñeyro, Darío Suro,
Manolo Pascual y Fraiz Grijalbo. simos ensayos y severa disciplina. Hausdorf, José Gausachs y Celeste Alejandro Solona F., Shum, Rosalydia
Manuel del Cabral publica Trópico El Conservatorio Nacional de Música
Una de las tareas de la orquesta fue Woss y Gil, su primer núcleo de Ureña, Porfirio Vásquez, Juan Anto-
Negro (Poesía). y Declamación inicia labores docentes
presentar obras valiosas del reperto- profesores. nio Vicioso, Ligio Vizardi, Celeste
Alfonso Vela (Shum) expone indivi- (13 de abril), al ser clausurado el an-
rio nacional, como las siguientes: Woss y Gil, Delia Weber.
dualmente en el Ateneo Dominicano. tiguo Liceo Musical. Su organizador y
Sinfonía en La Mayor, de Enrique Me- Domingo Moreno Jiménez da a cono-
La Primera Exposición Nacional de primer director fue el maestro Edward
jía Arredondo; Sinfonía Quisqueyana, cer sus textos poéticos Barahona:
José Vela Zanetti celebra la segunda Artes Plásticas es inaugurada con la Darío Suro celebra exposición perso- Fendler.
de Juan Fco. García; Rapsodia Domi- Arribo y Regreso y Advenimiento.
exposición individual en Santo Do- presencia de Trujillo. Tenía un carác- nal en Santo Domingo.
nicana No. 1, de Luis Rivera; La
mingo. Inicia en el mercado domini- ter de Primera Bienal. En ella se exhi-
Muerte de Cristo, de José de Jesús El Estado dispone la suma de
El escritor español Baltazar Miró ben 300 obras de 28 artistas: José
cano su carrera de muralista, al en- Ravelo; Suite Folklórica, de Rafael Ig- Rafael Arzeno establece la Academia $3,500.00 para adquirir los cuadros
funda la revista Agora, en la que Alloza, José Buñols, Bernard Gonzá-
cargársele pintar grandes paneles en nacio; Enriquillo, de José Dolores Ce- de Pintura San Rafael, en Puerto Plata. pictóricos y las esculturas más nota-
colaboran autores dominicanos y lez, Ninón de Brouwer, Angel Botello
la Iglesia La Merced. rón; Obertura en La Menor, de Luis E. bles exhibidas por los artistas domi-
españoles. Barros, F. Fernández Fierro, Rafael
Mena; Poema Sinfónico Arcoiris, de nicanos y extranjeros residentes en el
Fernández Alvarez, Bienvenido Gim-
Enrique de Marchena; Elegía, de Ra- país, en la Primera Exposición Nacio-
bernard, José Gausachs, Juan Bautis-
món Díaz; Dos Caprichos para Instru- nal de Bellas Artes, celebrada en la
mentos de Viento, de Ninón de Brou-

Año 1942 |cont.| Año 1942 |cont.| Año 1942 |cont.| Año 1942 |cont.| Año 1942 |cont.| Año 1943

Ciudad Capital a principios de ese 2 Finger paintings de Ninón de Brou- Rafael Díaz Niese, somete a la Comi- Héctor Incháustegui Cabral publica Es clausurado el periódico Listín Diario. Inauguración de la Galería Nacional
año. Se adquirieron 44 obras como wer: Fantasía I y II. 1 Oleo de Federi- sión Asesora del Museo Nacional un su libro de poesía Rumbo a la Otra de Bellas Artes como espacio para
fondo inicial para la Galería Dominica- co Izquierdo: Retrato de la Sra. L’Offi- proyecto de reforma total, el cual fue Vigilia. celebrar exposiciones, y proyecto pa-
Rafael Ignacio escribe la pieza musi-
na de Arte Moderno. Estas obras cla- cial. 1 Oleo de Francisco Fernández aprobado. ra establecer un Museo de Arte Mo-
cal Rapsodia Cibaeña.
sificadas por su naturaleza son las si- Fierro: Calvario de Boya. 3 Oleos de derno. La apertura fue celebrada con
Moreno Jiménes publica Evangelio
guientes: 14 Estampas de Bienvenido José Gausachs: Paisaje del Camú, la primera exposición de Autorretra-
El Museo Nacional recibe en donación Americano.
Gimbernard: Serie Grandeza y Deca- Mar del Caribe y Paisaje del Cibao. 1 Producto de las peñas literarias y ar- tos registrada en el país, constituida
dos pinturas: Aeropuerto de San Pe-
dencia de la Galantería. 2 Estampas Oleo de Juan Bautista Gómez: La Li- tísticas que se celebran frecuente- por 24 obras de artistas vivos casi to-
dro de Macorís, (óleo) de Rosalydia
de José Alloza: Lección de Danza y tera. 2 Esculturas de Manolo Pascual: Kurt Schnitzer (Conrado) celebra ex- mente en el Café Hollywood, se cons- dos. Los expositores nacionales y ex-
Ureña Alfau, y un cuadro al óleo de
En la Playa. 1 Fresco de José Vela Busto del Generalísimo (yeso) y Re- posición de fotografía en Santo Do- tituye el Círculo de Bellas Artes (abril tranjeros, fueron: Abelardo Rodríguez
Enrique Cánepa.
Zanetti: Cabeza de Estudio. 4 Óleos de trato de la Sra. Okuniewska (made- mingo y Santiago, originando discu- 1942), integrado por españoles exilia- Urdaneta, Enrique García-Godody,
Darío Suro: Caballos Mojándose, Llu- ra/metal). 1 Escultura de Joaquín ción en torno al arte fotográfico. dos y dominicanos. Tito Cánepa, Darío Suro, Celeste
via Impetuosa, Tarde Lluviosa y Caba- Priego: Cabeza de Mi Hermano. Leo y Marcial Pou comienzan a aplicar Woss y Gil, Abelardo Piñeyro, Pura
llos Bajo la Lluvia. 3 Óleos de Yoryi directrices internacionales en obras Barón, Aida Roques, Gilberto
Fraiz Grijalva, crítico de arte español y
Morel: La Bachata, El Cibaeño y Ama- sobresalientes: Hospital Marión, Li- Hernández Ortega, Rafael Pina
Es celebrado el Concurso de Carteles exiliado en Santo Domingo, publica
necer en el Hospedaje. 3 Óleos de Ce- ceos Secundarios Juan Pablo Duarte y Melero, Juan A. Frías, Luis José
convocado en ocasión de la Feria del Artistas Españoles en Santo Domin-
leste Woss y Gil: Fili, Remembranzas Salomé Ureña, Hospital Dr. Martos Alvarez, Federico Izquierdo, José Vela
Trabajo en Ciudad Trujillo, obteniendo go, libro editado por el Sindicato Na-
y La Faena. 2 Acuarelas de George (Edificio de la UNPHU, Campo I). Zanetti, José Gausachs, Ernesto
premiación el artista refugiado Anto- cional de Artes Gráficas, el cual ofre-
Hausdorf: Paisajes Dominicanos. 3 Lothar, José Rovira, José Alloza,
nio Bernad Gonzálvez (Toni). ce datos biográficos de los siguientes
Aguafuertes de George Hausdorf: Gilberto Fernández Diez, Francisco
Tomás Hernández Franco publica su artistas: Botello, Compostela Alloza,
Paisajes Dominicanos. 1 Óleo de Gausachs, Antonio Prats Ventós, Fco.
famoso poema Yelidá en El Salvador Vela Zanetti, Pascual, Solaeche, Rive-
George Hausdorf: Paisaje Tropical. Fernández Fierro, Eugenio Granell,
e igualmente Apuntes de la Poesía ro Gil, Shum, Junyer.
George Hausdorf.
Popular Negra en las Antillas.
Capítulo 2 |Debate de la modernidad en un feudo antillano|114| |115|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Año 1943 |cont.| Año 1943 |cont.| Año 1943 |cont.| Año 1943 |cont.| Año 1943 |cont.| Año 1943 |cont.|

Eugenio Fernández Granell celebra la José Rovira celebra muestra perso- za Flores, Franklin Mieses Burgos, Se inician las lecturas poéticas domi- Compadre Mon, de Manuel del Oficialmente es inaugurado el Conser-
primera muestra de pintura surrealis- nal, exponiendo 1 fresco, 1 dibujo y Mariano Lebrón Saviñón, Freddy Ga- nicales de La Torre, tertulia promovi- Cabral, sale a la luz pública. vatorio Nacional de Música.
ta que se registra en el país. Expone 39 óleos (paisajes y bodegones). tón Arce y Fernández Granell (autor da por los directores de La Poesía
44 óleos en la Galería Nacional. Pos- de Viñeta de la Revista). Sorprendida, como manera de leer
teriormente dicta una conferencia ti- Tres Artistas Dominicanos, título de La Orquesta Sinfónica Nacional, con-
poesía en los parques.
Ernesto Lothar celebra individual en un extenso trabajo de Rafael Díaz Nie- ducida por Casal Chapi, ejecuta por
tulada El Surrealismo y la Pintura, en
la Galería Nacional. Exhibe 20 dibujos Aparece el primer número de Los se, publica en Cuadernos Dominica- primera vez en nuestro país
la Sociedad Alfa y Omega.
y 20 óleos: composiciones, paisajes y Cuadernos Dominicanos de Cultura Franklin Mieses Burgos (n. 1907) pu- nos de Cultura No. 1, refiriéndose a (22/12/43) la Novena Sinfonía de
retratos. (septiembre 1943), a cargo de un di- blica su poema Paisaje con un Me- Celeste Woss y Gil, Darío Suro y Beethoven, con ejecutantes solistas y
Artistas exiliados españoles donan rectorio integrado por Tomás Hernán- rengue al Fondo (Revista La Poesía Bienvenido Gimbernard. coros dominicanos.
obra para la conmemoración del Cen- dez Franco, Héctor Incháustegui Ca- Sorprendida No. III, Diciembre 1943).
Arriba al país el escritor y diplomático
tenario de la República Dominicana. bral, Rafael Díaz Niese, Pedro René
chileno Alberto Baeza Flores (n. Darío Suro es nombrado agregado Héctor Incháustegui Cabral publica
Se trata de una exposición-subasta Contín Aybar, Emilio Rodríguez De-
1914) quien se vincula estrechamente Los Triálogos, poesía de tres voces, cultural dominicano en México, estu- En Soledad de Amor Herido.
para construir una fuente pública en morizi y Vicente Tolentino Rojas.
al ambiente literario nacional. publicada por Mariano Lebrón Savi- diando pintura durante tres años
agradecimiento a la hospitalidad del
pueblo dominicano. En esta muestra ñón, Baeza Flores y Domingo Moreno (1943-1946) con los maestros Gue-
Domingo Moreno Jiménez publica
Carmen Stengre, refugiada española, Jiménez. rrero Galván, Agustín Lazo y Diego
participan Pascual, Gausachs, Vela La Poesía Sorprendida aparece como Antología Mínima.
publica el libro Mujeres Dominicanas, Rivera.
Zanetti, Granell, Alloza, Rovira, Xim- movimiento literario en Santo Domin-
entre otras obras editadas en el país.
pa, Shum y Soto. go, al ser publicado el primer número Pedro René Contín Aybar publica An-
Héctor J. Díaz publica Plenitud.
de la revista del mismo nombre (oc- tología Poética Dominicana.
tubre 1943), dirigida por Alberto Bae-

Año 1943 |cont.| Año 1944 Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.|

Julio González Herrera publica Tre- Celebración del Centenario de la Re- Segunda Exposición Bienal de Artes cado, óleo de Vela Zanetti. 2|Tema El arquitecto José Amable Frómeta, Los artistas conocidos eran: Woss y
mentina, Clerén y Bongó. pública. Se trasladan los restos de los Plásticas; concurrieron a ella 26 artis- escena de vida popular: Escena Cam- obtiene el premio único para el pro- Gil, Suro, Yoryi, García-Godoy, Piñey-
Padres de la Patria a la Puerta del tas entre los pintores, escultores, ca- pesina, óleo de George Hausdorf (pri- yecto de la Tercera Feria del Libro en ro, Gimbernard, Izquierdo, Fernández
Conde o Altar de la Patria. ricaturistas y dibujantes más notables mer premio) y Camino del Pueblo, de México. El jurado calificador lo inte- Fierro, Granell, Delia Weber, José Gau-
Juan Fco. García escribe la pieza mu-
del país. Se expusieron 94 obras se- Gilberto Fernández Diez (segundo graron Díaz Niese, Caro Alvarez y Ma- sachs, Juan Bautista Gómez, Lothar,
sical Sinfonía Poemática.
leccionadas por un jurado de admi- premio). 3|Tema paisaje dominicano: nuel Salvador Gautier. Hausdorf, Vela Zanetti, Alloza, Rovira,
Diseñado por el arquitecto Tomás Au-
sión. Esta bienal fue más bien un Haina, óleo de José Gausachs y Pai- Pascual, Aida Ibarra, Ramírez Duval,
ñón e incluyendo relieves del escultor
Se estrena Abominación de la Espera, concurso de pintura con temas espe- saje Dominicano, óleo de Darío Suro Antonio Malagón y Carmencita Her-
Luis Soto, se inaugura el Monumento Se organiza la primera exposición
obra para voz y gran orquesta, con cíficos, el cual incluyó, como en los (segundo premio). nández.. Los alumnos sobresalientes:
de la Independencia Financiera, con- ambulante de Bellas Artes, la cual re-
música de Ninón Lapeiretta y texto de Juegos Florales, otras manifestacio- Fernández Diez, Francisco Gausachs,
memorando el Tratado Trujillo-Hull. corre las regiones del Cibao, en un
Héctor Incháustegui Cabral. nes creativas premiadas en acto cele- Pura Barón, Pina Melero, Luis José
Los 26 artistas seleccionados para itinerario de agosto a septiembre
brado en la Universidad de Santo Do- Alvarez, Mariluz Castillo, Marianela Ji-
exponer en la muestra bienal fueron: (1944) que incluyó las localidades de
Tuto Báez celebra exposición indivi- mingo. Se otorgaron distinciones a ménez, Gladys Fiallo, Hellen Weis y
José Alloza, Luis José Alvarez, Ber- Monseñor Nouel, San Francisco de
dual, expone un conjunto de 25 Juan Bautista Lamarche, Víctor Garri- Gilberto Hernández Ortega.
nard González, Rafael Casado Soler, Macorís, Salcedo, Moca, Santiago y
obras: 19 óleos y 6 acuarelas (paisa- do, Manuel Chevalier y Armando Os-
Gilberto Fernández Diez, Eugenio Fer- La Vega. La muestra la conformaron
jes, retratos y escenas populares). car Pacheco en el renglón poesía; a
nández Granell, Fco. Fernández Fierro, 60 cuadros de autores vivos (…) en- Se realiza un concurso para erigir un
Rafael Damirón, Jesús de Galindez y
José Gausachs, Enrique García-Go- tre los más conocidos y celebrados monumento al Padre Gaspar Hernán-
Miguel Angel Jiménez, en narrativa; a
José Gausachs exhibe individualmen- doy, Manolo Pascual, Antonio Prats de la producción pictórica de los ar- dez. El jurado constituido por Sán-
Enrique de Marchena y Manuel Simó,
te 187 obras; retratos, paisajes, bode- Ventós, Rafael Pina Melero, Abelardo tistas, seleccionados e igualmente chez Lustrino, Celeste Woss y Gil y
en música (?). El concurso de pintura
gones, escenas populares y otros te- Piñeyro, Joaquín Priego, Wenceslao cuadros de los alumnos sobresalien- Díaz Niese elige el proyecto del espa-
compendia los temas y galardones si-
mas (óleos y dibujos). Es la primera Ramírez Duval, José Rovira, Darío tes de la ENBA. ñol Luis Soto (hijo), autor de Monu-
guientes: 1|Tema histórico o de ca-
muestra que registra este maestro ca- Suro, Federico Izquierdo. mento de la Independencia Financie-
rácter alegórico: Los Mártires del Cer-
talán en el país.
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Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.|

ra, localizado en la Avenida George Se inauguran los murales de Vela Za- La Nación (10 agosto), reseña la exi- Castillo, Carlos J. Mena, Oscar Rome- ción celebrada en el Palacio de Bellas Guillermo González y José Antonio
Washington. netti realizados en el Palacio Munici- tosa exposición pictórica de la Acade- ro y Ricardo Brugal. Artes, con favorable crítica del diario Caro se asocian para realizar tres
pal de Santo Domingo. mia Abelardo Rodríguez Urdaneta di- El Universal. obras: El Casino de Güibia, el Hipó-
rigida por Rosalydia Ureña Alfau, en dromo Perla Antillana y el Cuartel de
Exposición individual del dibujante Er- Radhamés Mejía ejerce docencia de
San Pedro de Macorís, y en la cual Bomberos.
nesto Scott, quien presenta 16 carica- Exposición del escultor Manolo Pas- modelado y escultura en la Escuela El modelo vivo como recurso para la
sobresalen Ruddy Rijo, José Fco. Sa-
turas y 28 acuarelas. cual, director de la ENBA, la cual fue de Artes Manuales Presidente Trujillo, enseñanza del dibujo y el modelado,
ladín y Sara Lugo. Esta última: «En
inaugurada por el gobernante Trujillo. de Santiago. se introduce por primera vez en la his- Juan Francisco García es nombrado
sus trabajos expuestos (…) ha sabi-
Se exhibieron 41 obras, entre retra- toria de la educación artística del país. director del Conservatorio Nacional
Segunda exposición de José Rovira, do reflejar intensamente su espíritu
tos, figuras y dibujos. de Música, sustituyendo al maestro
con 1 fresco, 5 pasteles y 27 óleos. artístico. En los paisajes locales em- Margarita Lugo dirige Escuela de Ba-
Edward Fendler.
plea una técnica personal». llet, de acuerdo a reseña del diario La Se inaugura el Nuevo Museo Nacional,
Ramírez Duval, pintor azuano, autodi- Nación (4 de septiembre de 1944). en las edificaciones contiguas al Alcá-
Abelardo Piñeyro, para entonces de-
decta y desconocido, celebra indivi- zar de Diego Colón, con un total de 12 Enrique Casal Chapi dicta conferencia
cano de los pintores dominicanos, La Academia de Pintura y Dibujo San
dual en el Ateneo Dominicano. salas en las cuales se distribuyeron el sobre Música y Músicos Dominica-
celebra exposición de 103 óleos entre Rafael, dirigida por el músico y pintor Rafael Díaz Niese preside delegación
bodegones, paisajes y retratos. patrimonio prehistórico (3 salas), re- nos.
Arzeno Tavárez, celebra exposición que asiste a la Feria del Libro en Mé-
cuerdos de próceres y personajes (2
Individual de George Hausdorf, quien de sus alumnos en el Club Recreativo xico, en donde dicta conferencia so-
salas), la arqueología colonial (1 sala),
expuso 51 óleos, 20 retratos al car- de Damas, en Puerto Plata. El diario bre Arte Dominicano y cura la partici- Es editada la Historia Gráfica de la
Muestra individual de Antonio Ber- armas (3 salas) y una biblioteca.
boncillo, 11 aguafuertes y 6 pasteles. La Nación (2 de julio de 1944), seña- pación de las obras de tres pintores República Dominicana, de José Ra-
nard Gonzálvez (Toni), constituida por
la que en el cartel figuran: Soucy dominicanos: Celeste Woss y Gil, món Estella y abundantemente ilus-
30 caricaturas de literatos y persona-
jes políticos. Yoryi Morel y Darío Suro, en exposi- trada por José Alloza.

Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1944 |cont.| Año 1945 Año 1945 |cont.| Año 1945 |cont.|

La Comisión de Refugiados Pro Cen- Tomás Morel publica La Calle de mi del año, no sólo para los emigrados Exposición de Enrique García-Godoy, grado por el Director General de Be- José Vela Zanetti, Mairení Cabral y
tenario, que preside Constancio Ber- Casa. republicanos, que veían entre ellos a constituida por 100 óleos, 77 paste- llas Artes, los Profesores Pascual Robles Toledano ingresan como do-
nardo de Quirós, celebra en el Ateneo una de sus más destacadas figuras les, 50 acuarelas y dibujos y 7 estu- Hausdorf, Lothar y el crítico de arte centes a la ENBA. Los dos últimos
Dominicano la Exposición de Artistas poéticas, sino para los dominicanos. dios morfológicos del cuerpo huma- Pedro René Contín Aybar otorgaron asumen el programa de anatomía ar-
En ediciones especiales de La Poesía
Españoles residentes en el país: Luis no que ilustraban la teoría estética del los premios siguientes: Primer pre- tística e historia del arte.
Sorprendida, se publican textos poéti-
Soto, José Gausachs, Manolo Pas- pintor vegano. mio de pintura: Rafael Pina Melero.
cos de muchos de sus integrantes: La Suite Arcaica, de Ninón Lapeiretta,
cual, Vela Zanetti, José Rovira, Fer- Segundo premio de pintura: Luis Jo-
Rosa de Tierra, de Rafael Américo es interpretada por el Cuarteto Blech, Es develado el monumento al Presbí-
nández Granell, Prats Ventós, José sé Alvarez Delmonte. Primer premio
Henríquez; Víspera del Sueño, de Aida en estreno mundial transmitido por la La Segunda Exposición Ambulante re- tero Gaspar Hernández, cuya imagen
Alloza, Ximpa y Toni. de escultura: Gilberto Hernández Or-
Cartagena Portalatín; Clima de Eterni- BBC de Londres. corrió las regiones sur y noroeste del fue realizada por el escultor Luis Soto
tega. Segundo premio de escultura:
dad, de Franklin Mieses Burgos; Coral país. Del 2 al 20 de mayo su itinerario y fundida en bronce por Francisco
Luis Martínez Richiez.
Joaquín Priego dirige la Escuela de de Sombras, de Manuel Valerio; Vlía, fue San Cristóbal, Baní, Azua, Baraho- Dorado.
Este concurso era exclusivo para es-
Artes Manuales de La Vega. En este de Freddy Gatón Arce; Sonámbulos na, Neiba, San Juan de la Maguana,
tudiantes de término y las obras pre-
año realiza un busto de la señorita sin Sueños, de Mariano Lebrón Savi- Elías Piña, Dajabón y Montecristi.
miadas (con diplomas, medallas y Barón Castillo, fotógrafo dominicano,
Raquel Godoy, su futura esposa. ñón; Vendaval Interior, de Antonio
compensaciones metálicas) ingresa- celebra en los salones de su moderno
Fernández Spencer.
Se establece el Gran Premio Anual ron a la colección nacional de Bellas estudio una muestra personal de foto-
Rafael Díaz Niese publica Notas sobre Presidente Trujillo, mediante el cual Artes. grafías artísticas. (La Nación, 1945).
Arte Actual (Meditaciones de un Pro- El poeta español Pedro Salinas se convoca a los estudiantes de la Es-
fano), en Cuadernos de Cultura Domi- (1892-1952) visita Santo Domingo, cuela Nacional de Bellas Artes para
Enrique de Marchena es nombrado Exposición Individual de José Vela
nicana No. 12 (Agosto 1944). Hace dictando varias conferencias en la que ejecuten en jornadas de 3 horas
Director General de Bellas Artes, sus- Zanetti, en la Galería Nacional de Be-
referencia a Colson, Cánepa, Suro y universidad. La presencia de Salinas durante diez días, obras pictóricas y
tituyendo a Rafael Díaz Niese. llas Artes (15-25 de septiembre).
Manolo Pascual. vino a ser el acontecimiento literario esculturas. Un jurado calificador inte-
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Año 1945 |cont.| Año 1945 |cont.| Año 1945 |cont.| Año 1945 |cont.| Año 1945 |cont.| Año 1945 |cont.|

Muestra personal de la pintora Cortiña, Mario Grullón, Ena Moore, te industrial. Usa latas de sardinas y cional, sustituyéndole provisionalmen- Julio Alberto Hernández dirige el Ins- ga al pintor Vela Zanetti realizar
Juliette Guérin en la Galería José Eugenio Rosa, entre otros. otros medios para la fabricación de te Enrique Mejía Arredondo, Subdirec- tituto Musical Juan Fco. García. murales.
Nacional (6-16 de octubre). joyas. tor Administrativo de la Orquesta.
Exposición de la Escuela Nacional de Aparece una Academia de Ballet, sub- Henry Gazón Bona produce los proto-
Exhibición del surrealista Eugenio Fer- Bellas Artes, inaugurada por el Presi- Rafael Díaz Niese dicta conferencia Jaime Colson obtiene el Primer Pre- vencionada por el Gobierno. La diri- tipos formales que habían de servir
nández Granell. (15-25 noviembre). dente Trujillo y la Primera Dama. En en la Sociedad Abside. El tema es el mio en la Exposición Internacional de gen Ernest H. Brawer y Herta Gracier. de modelo para la arquitectura oficial
esta tercera muestra exponen Príamo Arte Pictórico, en el que afirma que lo Bilbao, España. La integra un Grupo de 30 bailarines, del régimen. Diseña el Palacio del
Morel, Consolación Jiménez, Aida Ce- primero que hace falta para sentir la muchos de ellos procedentes de fa- Partido Dominicano en la ciudad
Segunda muestra personal de Ernesto
leste Roques, Gloria Montilla, Clara pintura es entender la pintura. milias humildes de la capital. Capital.
Scott, en la Galería Nacional (1-10 de Díaz Niese publica Un Lustro de Es-
Ledesma, Luichi Martínez Richiez,
diciembre). fuerzo Artístico, memoria de su labor
Marianela Jiménez, entre otros.
Purita Barón (n. 1924), Gilberto en la Dirección General de Bellas Ar- Max Henríquez Ureña publica Panora- Ninón Lapeiretta funda la Sociedad
Hernández Ortega (n. 1923), Gilberto tes, e igualmente el estudio La Alfare- ma Histórico de la Literatura Domini- Dominicana de Conciertos INTARIN
George Hausdorf expone individual-
Eugenio Fernández Granell entrevista Fernández Diez (n. 1922) egresan de ría Indígena Dominicana. cana. (Intercambio Artístico Internacional).
mente en la Galería Nacional de Bellas
a Francisco Rebajes, artista del dise- la ENBA.
Artes (21-31 de diciembre).
ño industrial nacido en Puerto Plata,
Angel Botello se traslada a Haití, en José Antonio Caro construye el edifi- José Gausachs viaja a Caracas, Vene-
hijo de padre mallorquín y madre de
Enrique Casal Chapi renuncia como donde establece taller y produce pin- cio de la Facultad de Medicina, desa- zuela, en compañía de su hijo Fran-
La Academia Yoryi inaugura en el Ibiza. Creador de la marca Rebajes
Director de la Orquesta Sinfónica Na- turas relacionadas con el tema local. rrollando una articulación e interpre- cisco, exponiendo en la Galería Na-
Ateneo Amantes de la Luz, de Santia- para las joyas que diseña, se le consi-
go, la exposición anual de pintura, fi- tación espacial notables. Se le encar- cional de Bellas Artes.
dera uno de los primeros artistas que
gurando como expositores: Cecilia se dedicaron a la dignificación del ar-

Año 1946 Año 1946 |cont.| Año 1946 |cont.| Año 1946 |cont.| Año 1946 |cont.| Año 1946 |cont.|

La Tercera Exposición Ambulante de 7|Tercera individual de Ernesto Scott, vos de Centroamérica y el Caribe, ce- Alvarez. Escultura: Primer premio: Reyes: Tercer premio. Rosa Amelia Ji- Abel Eisemberg, maestro mejicano,
Pinturas recorre el Este de la Repúbli- quien expone un conjunto de 45 lebrados en Medellín, Colombia. Mujer en Reposo (terracota), Manolo ménez: Mención. Gladys Fiallo: Men- es nombrado Director de la Orquesta
ca, visitando del 30 de marzo al 15 de obras entre acuarelas y temples. 8| Pascual. Segundo premio: Vencido ción. Ana Francia Bonnet: Mención. Sinfónica Nacional. El nuevo Director
abril: Sánchez, Sabana de la Mar, San Primera exposición personal de Gil- (mármol), Antonio Prats Ventós. Ter- ordena organizar y catalogar el archi-
La III Exposición Bienal de Bellas Ar-
Pedro de Macorís y Los Llanos. berto Hernández Ortega, quien exhibe cer premio: Tormento (yeso), Luichi vo de música.
tes reúne una selección de 62 obras Concurso de Carteles de la Dirección
63 obras (óleos y dibujos). Martínez Richiez. Grabado: Primer
de un total de 119 presentadas al Ju- de Turismo, convocado para pintores
premio: Declarado desierto. Segundo
En la Galería Nacional de Bellas Artes rado de selección integrado por el Di- graduados y no graduados de la EN- Es creado el Teatro Escuela de Arte
premio: Obra, George Hausdorf. Ter-
se registran las siguientes exposicio- Darío Suro expone grupalmente y ce- rector General de Bellas Artes, el críti- BA: Gilberto Hernández Díez: Primer y Nacional, mediante Decreto 3545 del
cer premio: Bailarina Calzándose, Ber-
nes. 1|Muestra de Rafael Pina Mele- lebra muestra individual en el Palacio co Manuel Valldeperes y el Pbro. Os- segundo premio. Mariano Eckert: Ter- 19 de mayo. Emilio Aparicio ocupa la
nard Gonzálvez (Toni).
ro, quien exhibe 80 obras. 2|Indivi- de Bellas Artes, México, D. F. car Robles Toledano. La premiación cer premio. Dirección.
dual de Fernando Tarazona, quien pre- de las obras fue decisión de otro jura-
senta 59 obras. 3|Exhibición de Julia do que integraron José Antonio Caro, Exposición Concurso de Carteles de
La Dirección de Bellas Artes organiza Curso de Anatomía y de Grabado son Después de residir temporalmente en
Díaz, conformada por 40 obras. 4|Ex- Leo Pou Ricart, Manuel Valldeperes, promoción de la República con el te-
una Exposición Pictórica con obras introducidos por primera vez en el el exterior, José Gausachs reingresa a
posición de 33 obras personales del Pedro René Contín Aybar, Armando ma del Traje Típico Nacional. Con tal
de la Colección Nacional, en el Centro Programa de la Escuela Nacional de la Escuela Nacional de Bellas Artes,
pintor dominicano, residente en Cuba, Oscar Pacheco, Eduardo Matos Díaz y objetivo se llevó una modelo a la EN-
Social y Obrero de Ciudad Trujillo. Bellas Artes. Para la enseñanza de ocupando el cargo de Subdirector.
Carlos Ramírez Guerra (dibujos, acua- Robles Toledano. Un total de 22 artis- BA, en base a la cual se trabajaron 18
anatomía se utilizan cadáveres sumi-
relas y apuntes). 5|Exposición de pin- tas conformaron la participación, otor- obras expuestas en el Ateneo Domini-
nistrados por el Instituto Anatómico
turas españolas: Colección de repro- La escultura Muchacho Descalzo Ju- gándose los premios siguientes: Pin- cano. Un jurado otorgó los galardones Ernesto Lothar abandona la docencia
de la Universidad de Santo Domingo.
ducciones de El Greco, Velázquez, Mu- gando en la Calle (El Peloterito), de tura: primer premio: Paisaje (óleo), (diplomas y premios en metálico) a de la ENBA y José Vela Zanetti es de-
rillo y Goya. 6|Muestra individual de Ismael López Glass es galardonada Darío Suro. Segundo premio: Tríptico los siguientes alumnos: Juan E. Frías: signado profesor de dibujo.
Luis José Alvarez, constituida por 43 en ocasión de los V Juegos Deporti- (oluceo), Vela Zanetti. Tercer premio: Primer premio. Mariano Eckert: Se-
obras (óleos, acuarelas y temples). Marina de Hondura (óleo), Luis José gundo premio. Consolación Jiménez
Capítulo 2 |Debate de la modernidad en un feudo antillano|120| |121|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Año 1946 |cont.| Año 1946 |cont.| Año 1947 Año 1947 |cont.| Año 1948 Año 1948 |cont.|

André Bretón, considerado el Padre del En el referido grupo, Marianela Jimé- Yoryi Morel viaja a Estados Unidos, La Progresista de La Vega. En este Llegan al país los artistas europeos Ubicado en la Isla de Mallorca, Jaime
Surrealismo, arriba a Santo Domingo, nez, en pintura, y Ana Francia Bonnet, invitado por el Departamento de mismo año, el Gobierno lo nombra Mounia André (alemana) y Joseph Colson realiza los frescos de Cala
por segunda vez, reuniéndose con inte- en escultura, reciben el Gran Premio Estado a una estadía de 3 meses. Director General de Bellas Artes. Fulop (húngaro). Murtra, en Cabo Formentor.
grantes de La Poesía Sorprendida. Presidente Trujillo. El egresado Martí-
nez Richiez es designado vaciador de
Es celebrada en la Galería Nacional Luichi Martínez Richiez celebra su pri- Clara Ledesma (n. 1924), Radhamés Vela Zanetti inicia las pinturas mura-
la escuela, inmediatamente egresa.
La Secretaría de Relaciones Exterio- la exposición colectiva titulada Las mera exposición personal. El diario La Mejía (n. 1925), Nidia Serra (n.1928), les de la cúpula y muros de la Iglesia
res seleccionó a los pintores Yoryi Artes Visuales en la Era de Trujillo. Nación (13 de junio de 1947) la rese- Elsa Divanna (n. 1927) y Noemí Mella de San Cristóbal (27 murales).
Morel, Rafael Pina Melero y Darío Su- Estreno del poema musical Vírgenes ña como «la primera individual de es- (n. 1929), egresan de la Escuela Na-
ro para que un cuadro al óleo de cada de Galindo, de José Dolores Cerón, y culturas de un escultor dominicano». cional de Bellas Artes.
George Hausdorf celebra muestra IV Exposición Bienal de Artes Plásti-
uno figurase en la Embajada Domini- el Concertino para flauta y orquesta,
personal, constituida por 52 obras, cas. Con la selección de 67 pinturas y
cana de Washington. de Enrique de Marchena.
en la Galería Nacional de Bellas Artes. Yoryi Morel es nombrado Subdirector dibujos, y 7 esculturas pertenecientes
Es una exhibición previa a la que ce- de la Escuela Nacional de Bellas Artes. a 23 autores: Pintores: Carlos Báez,
Egresan de la Escuela Nacional de Be- Vicente Grisolía egresa como profe- lebra en San Juan, Puerto Rico. Elsa Divanna, Gilberto Fernández
llas Artes, las siguientes individuali- sor de piano del Conservatorio Nacio- Diez, Francisco Fernández Fierro,
dades: Marianela Jiménez (n. 1925). En la Galería Nacional de Bellas Artes
nal de Música. Es el primer pianista Gladys Fiallo, José Gausachs, Mario
Darío Suro retorna al país y expone expone individualmente Antonio Prats
Luichi Martínez Richiez (n. 1928). salido de aulas dominicanas. Fco. Grullón, Elsa Gruning, Gilberto
las obras producidas en México. Ventós.
Ana Francia Bonnet (n. 19..?). Belkis Hernández Ortega, Marianela Jimé-
Exhibe individualmente en la Galería
Adrover. (n. 1920). Juan Antonio nez, Clara Ledesma, Antonio Mala-
Nacional de Bellas Artes, de la ciudad
Frías (n. 1925). Ana Delgado (¿?) y gón, Noemí Mella, Príamo Morel, Yor-
Capital e igualmente en la Sociedad
Gladys Fiallo (¿?). yi Morel, Hans Aap, Eligio Pichardo,

Año 1948 |cont.| Año 1948 |cont.| Año 1949 Año 1949 |cont.| Año 1949 |cont.| Año 1949 |cont.|

Abelardo Piñeyro, Marcial Schotborgh que no fueron galardonadas: La Ga- Clara Ledesma registra la primera ex- Antonio Toribio finaliza sus estudios ña. 3|Di Vanna, Elsa, exhibe 3 obras Vigil Díaz publica Orégano, serie de
y Darío Suro (fuera de concurso). rratcha (óleo 1948), de José Gau- posición personal, en el Ateneo de en la Escuela Nacional de Bellas Artes paisajísticas. 4|Fiallo, Gladys, mues- cuentos criollos.
sachs; Velación (óleo 1948), en la San Pedro de Macorís. y organiza sus primeros proyectos tra 3 obras paisajísticas. 5|Gruning,
cual Hernández Ortega enfoca un gru- escultóricos. Elsa, expuso una vista de cocoteros.
Escultores: José Figuero, Luichi Mar- Joaquín Balaguer publica en Buenos
po de cinco negros con ojos desme- 6|Jiménez, Marianela, participa con
tínez Richiez y Antonio Prats Ventós. Domingo Liz concluye sus estudios en Aires, Argentina, la biografía de Duar-
surados. La Fiebre, de Darío Suro, una naturaleza y dos vistas. 7|Ledes-
El jurado de la Bienal fue integrado la Escuela Nacional de Bellas Artes. Gilberto Fernández Diez, graduado de te, El Cristo de la Libertad.
fuera de concurso; Siesta (óleo ma, Clara, exhibe 3 paisajes y obtiene
por Rafael Díaz Niese, Darío Suro, Ce- la ENBA en 1945, registra la primera
1948), de Marcial Schotborgh, reco- Diploma de Honor en la exposición
leste Woss y Gil, Delia Weber y Pedro exposición personal en la Universidad
mendada para un premio especial Jaime Colson regresa a París, reali- brasileira. 8|Mella, Noemí, expone Ramón Lacay Polanco publica La Mu-
René Contín Aybar, el cual recomendó de Oviedo, en Asturias (España).
ofrecido por el Ayuntamiento de San zando una muestra en la Galería de la dos paisajes. 9|Serra, Nidia, muestra jer de Agua (novela).
la adquisición de dos obras: Diablo
Pedro de Macorís. Otros dos pinto- Rue Campagne Première. tres paisajes y obtiene Diploma de
Cojuelo (óleo 1948), de José Vela Za-
res, Radhamés Mejía y Eligio Pichar- Exposición de 10 pintoras domini- Honor en la Expo del Brasil. 10|Val-
netti, y Troncos (óleo 1948), de Elsa Manuel Del Cabral publica Antología
do, presentan impresionantes obras canas celebrada en Santo Domingo. dez de Sanz, América, participa con
Divanna; a la escultura Inocencia (ala- Mounia André celebra exposición Tierra.
relacionadas con la negritud. Las expositoras concurrieron en el un bodegón y un paisaje.
bastro), de Antonio Prats Ventós, le personal.
mismo año a la Exposición Femenina
fue otorgada una distinción de honor.
de Bellas Artes, celebrada en Río de Andrés Francisco Requena publica
La exposición Bienal origina comenta- Se conforma el grupo de poetas iden- Manuel Rueda publica Las Noches y
Segunda exposición personal de Gil- Janeiro, Brasil. Las pintoras son: Cementerio sin Cruces.
rios negativos provocados por el pre- tificado como Generación del 48, her- Tríptico en Santiago de Chile.
berto Hernández Ortega. 1| Adrover de Cibrán, Belkiss, expone
dominio de temas negroides y realis- manados por la vinculación creada
cuatro paisajes. 2|Delgado Conde, Al-
tas que se relacionan al impacto pro- por María Ugarte, y la Sección Cola- Juan Francisco García escribe la pieza
ma, expone dos paisajes, obtiene Di- Pedro Mir publica en La Habana Hay
ducido por la individual de Darío Suro boración Escolar, del diario El Caribe, Marcial Schotborgh (n. 1931) egresa musical Fantasía Concertante para
ploma de Honor en la muestra brasile- un País en el Mundo, poema gris en
(1947). Obras notables de la Bienal en donde comenzaron a publicar sus titulado como profesor de dibujo de piano y orquesta.
varias ocasiones.
trabajos. la ENBA.
Capítulo 2 |Debate de la modernidad en un feudo antillano|122| |123|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

2|2 Santo Domingo: refugio de intelectuales


Año 1950 Año 1950 |cont.| Año 1950 |cont.|
y artistas inmigrantes
Jaime Colson retorna al país, ocupan- Juan Frías; Joseph Fulop; Liliana Gar- Al parecer no se otorgaron premios
do la Dirección General de Bellas Ar- cía Cambier; José Gausachs; Mario por categorías, sino que el jurado re-
tes. En julio del mismo año visita la Fco. Grullón; Gilberto Hernández Or- comendó las siguientes adquisiciones
Academia Yoryi, en Santiago. tega; Irma Hungría; Federico Izquier- para la articoteca nacional: 1|Niños
do; Marianela Jiménez; Clara Ledes- en el Mar (óleo 1950), de Gilberto
ma; Domingo Liz; Noemí Mella; Yoryi Hernández Ortega. 2|Composición
Es nombrado profesor de la ENBA el
Morel; Eridania Mir; Cecilio Pérez; Ga- (óleo 1950), de Noemí Mella. 3|Elisa
escultor Antonio Prats Ventós.
briela Pérez; Guillo Pérez; Eligio Pi- (óleo 1950), de Clara Ledesma.
chardo; Aida Roques; José Eugenio 4|Paisaje (óleo 1950), de Nidia
V Exposición Bienal de Artes Plásti- Rosa; Marcial Emilio Schotborgh; Leo Serra. 5|Niñas Sentadas (óleo 1950),
cas, es celebrada en agosto del 16 al Schultz Leitzmann; Ernesto Scott; Ni- de Félix Disla Guillén. 6|Figura (talla
31, en la Galería Nacional de Bellas dia Serra; John Timiriaisaff; Eduardo en caoba 1950), de Antonio Prats
Artes, con la participación de 47 ex- Ubago; Rosalía Ureña Alfau; José Ve- Ventós. 7|Figura (mármol 1950) de
positores y el registro de 80 obras. la Zanetti. 2|En Dibujo: Eduardo de Radhamés Mejía.
1|En Pintura: Mounia André; Tuto Ubago y José Vela Zanetti. 3|En Es-
Báez; Ventura Báez Lora; Ada Balcá- cultura: Luz María Castillo; Luis Mar-
Egresan de la ENBA: Liliana García
cer; Rafael Enrique Brens; Jaime Col- tínez Richiez; Radhamés Mejía; Do-
Cambier, Aquiles Azar, Eridania Mir.
son; Félix Disla Guillén; Elsa Divanna; mingo Liz; Ismael López Glass; Ma-
Mariano Eckert; Gilberto Fernández nolo Pascual; Eligio Pichardo; Antonio
Diez; Francisco Fernández Fierro; Prats Ventós y Antonio Toribio.

Año 1950 |cont.| Año 1950 |cont.|

Darío Suro viaja a Madrid, ocupando Exposición anual de los alumnos de


el cargo de Agregado Cultural de la la Academia Yoryi, de Santiago, cele-
Embajada Dominicana. brada en el Ateneo Amantes de La
Luz, presidida por Jaime Colson, Los refugiados europeos que llegan al país desde 1939 desembarcan principalmente en |94|
quien pronuncia palabras de aliento a Llorens.
Fundación del Círculo Nacional de Ar- Santo Domingo, ciudad y puerto que provoca en ellos inevitable choque social. Igual- Op. cit.
los estudiantes expositores. Idem.
tistas, integrado por 13 miembros
mente, la comunidad dominicana recibe el impacto que sobre todo provocan los exilia- Página 20.
que encabeza Noemí Mella como Pre- Confert.
sidenta. Al parecer, la primera presen- Noemí Mella registra individual en dos españoles, como mayoría extranjera concentrada en la «pequeña capital de la repúbli-
tación pública del CNA fue la muestra la Galería Nacional de Bellas Artes,
ca ignominiosamente llamada entonces Ciudad Trujillo». Es Vicente Llorens, protagonis-
Salón de Otoño. la cual es objeto del comentario críti- |95|
co de Jaime Colson, en el diario ta importante de la época, el que testifica las impresiones a partir de la villa portuaria, Idem.
El Caribe, 24/9/1950. Página 69.
En la I Exposición Bienal Hispanoa- «erigida sobre un ligero altiplano de viejas murallas y ruinas de la época colonial»; con- Confert.
mericana de Arte, celebrada en Ma-
junto que daba «una impresión adusta, grave con las calles de Santo Domingo (…) de ca-
drid, es premiada la obra Romería, de Se publican las siguientes obras:
Eligio Pichardo. Aparte del referido Margarita de Amor (edición parisina), sas bajas y colores variados que tienen al fondo el mar|94| (…), entonces una pequeña
pintor, concurren a esta Bienal: Noemí de Andrejulio Aybar. Hermano y
ciudad de aspecto muy provincial, casi pueblerino, que es lo que le daba su encanto».|95|
Mella, Ada Balcácer, Clara Ledesma y Maestro, de Max Henríquez Ureña. El
los docentes de la ENBA (Woss y Gil, Cristo de la Libertad (1) y Literatura
Vela Zanetti). Dominicana (2), de Joaquín Balaguer.
José Gausachs|Composición (detalle)|Mixta/papel|29 x 22 cms.|Sin fecha|Col. Banco Popular Dominicano.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|124| |125|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|96| Dos elementos impresionaron de entrada a los refugiados: «uno, el calor tropical, de hu- do poco respetable, siendo la chaqueta o el saco una prenda de vestir obligatoria. En alguna
Idem.
Páginas 22-23. medad invariable y, presente desde la mañana, que se mantiene con uniformidad impla- otra calle concurrida, era frecuente la aparición de unos cuantos guardias bien fornidos quie-
Confert.
cable en la primavera, el verano, el otoño y el invierno (…)». Otro elemento casi tan nes «la emprendían a estacazos con los transeúntes que se ponían a su alcance hasta dejar lim-
grave como la vida de la ciudad era el ruido, formado allí no por el vocerío y alboroto pia y en paz la vía pública. El principio de autoridad quedaba así perfectamente afirmado».
callejeros, sino más bien por las emisiones discordantes de un sinnúmero de radios que En la capital como en el país, «todo tenía un aire familiar, jerarquizado y respetuoso de
funcionaban al mismo tiempo y a todo volumen, y que el sistema de puertas y venta- las formas. Por lo regular, el desenvolvimiento público en la vida cotidiana, concluía en-
nas abiertas extendía por todas partes, lejos de los bares donde tenía su origen.|96| tre las nueve y las diez de la noche cuando gran parte de las familias se recluían en sus
Con cien mil habitantes, aproximadamente, la capital del país ofrecía rasgos caracterís- hogares». Los refugiados alteraron la apacible vida de la ciudad, desde el momento en que
ticos. Aparte de sede de un gobierno capitalizador y centralista, su eje social era el vie- se sintieron afectados por el calor tropical y olvidaron el hábito de la chaqueta. «Los re-
jo casco con una plaza catedralicia en cuyo parque tocaban en algunas noches tanto la fugiados españoles procedieron (procedimos), sin saberlo –explica Llorens–, como bár-
banda municipal como la del ejército. En tanto el público paseaba dando vueltas alre- baros. Irrumpieron en la plaza, se sentaron donde quisieron, y a grandes voces (…) vi-

|97| dedor de la banda, en los bancos de piedra se sentaban, por prestigio tradicional, perso- nieron a destruir en un momento los hábitos locales (…). Alguna vez nos llamaron la |98|
Idem. Idem.
Páginas 69-70, nas o miembros de familias notables. En uno de estos bancos, «se sentaba de vez en atención por no someternos, en nuestra ignorancia, a las normas establecidas».|98| Páginas 71.
Confert. Confert.
cuando don Jacinto Peynado; aún en los años que fue Presidente de la República. Este El impacto que provocaron los republicanos en el medio capitaleño se fue expresando de
señor fue el que puso sobre la fachada de su casa un letrero luminoso, bien visible, que diversas maneras, a partir de la alteración de la vida nocturna ya que los españoles estaban
decía, como lema de caballero medieval: Dios y Trujillo».|97| habituados en todo a horas más tardías. Ellos animaron los cines, multiplicaron los cafés y
En la Calle Del Conde, vía principal de la ciudad, no estaba permitido transitar con atuen- establecieron restaurantes. Uno de ellos fue inaugurado en la Calle Del Conde, «de cier-

Eugenio Fernández Granell|Sin título|Óleo/tela|32 x 43.5 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart. Joseph Fulop|Sin título|Óleo/tela|21 x 26 cms.|1949|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|126| |127|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|99| to viso, servido en su mayoría por camareros refugiados».Además de lo concerniente a la


Idem.
Páginas 71. recreación nocturna, los exiliados también influyeron favorablemente en el desenvolvi-
Confert.
miento intelectual y universitario, ya que muchos de ellos eran académicos, escritores y
artistas de diversas manifestaciones: músicos, teatristas, escultores, pintores y artesanos.
Con los republicanos españoles y un buen número de judíos centro-europeos y de otras zo-
nas, aumentó relativamente la población de la ciudad Capital, pero sobre todo el ambiente
cultural. «En el Parque Colón, en la Calle Del Conde, en cafés y espectáculos, además del
español peninsular y el dominicano, se oía asimismo el alemán y aun el francés. Aquel pe-
queño y apartado rincón del Caribe se convirtió por algún tiempo en un lugar cosmopo-
lita. La consecuencia de esa conversión fue también que los dominicanos comenzaran a su-
perar el retraimiento impuesto por la intimidación y el terror del régimen trujillista».|99|
Aunque los refugiados españoles formaron un círculo republicano en la capital dominica-
na, tuvieron que asociarse a viejos inmigrantes establecidos en el país. Ellos se incorporan
a la vida isleña, no sólo de manera profesional, sino estableciendo relaciones personales con
ciudadanos en los que encontraron el apoyo facilitador para sumarse al desenvolvimiento
de una ciudad que asumía el monopolio nacional. Al referirse a la concentración del exi-
lio en la principal ciudad del país, señala Llorens: «En general, los residentes en la capital de
la república apenas llegamos a conocer las zonas rurales, a no ser por referencias de otros
emigrados que habían pasado algún tiempo en colonias agrícolas o en pueblos montañe-
ses como Jarabacoa (…). El viaje, o la excursión, además de poco fáciles por los escasos me-
dios de comunicación, constituían un lujo que no podíamos permitirnos. / No fuimos
muchos los que, atraídos por la nota exótica, pudimos satisfacer en alguna ocasión nuestra
curiosidad presenciando una de aquellas fiestas rituales que por su origen negro o haitia-
no estaban terminantemente prohibidas en el país. Una noche nos llevaron a un grupo de
amigos a un luá (aunque lo que vimos no corresponde en modo alguno al luá haitiano),
que se celebra sin gran misterio no muy lejos de la ciudad. Quizás nuestro interés suscita-
do por la moda del arte negro en Europa desde hacía varios años, era demasiado intelec-
tual. El resultado, de todos modos, fue decepcionante. No porque la fiesta careciera de
atractivo ni mucho menos, sino por la sensación agobiante que el baile y la música nos pro-
dujeron, probablemente por su escasa variedad, su ritmo siempre igual y su larga duración.
Bien curioso y pintoresco era aquel patizuelo interior de la casa campestre, con su pozo en
medio, donde chapuzaban, entre varios, metiéndola de cabeza, a la individua que en el fre-
nesí del baile llegaba a ponerse en trance; como los tasajos de carne roja, sangrante, sobre
un tablero adosado a una de las tapias y la habitación inmediata cuyas paredes estaban lle-
nas de oraciones impresas en el patois de los negros haitianos. Pero lo esencial eran las can- José Gausachs|Morena|Carboncillo/tinta/papel|51.8 x 42.9 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
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|100| ciones o plegarias repetidas una y otra vez por mujeres y hombres, éstos con pañuelos ro- tillanos, en donde el prejuicio contra el negro era directo, excluyente, no solapado. En
Idem.
Páginas 74-75. jos al cuello como los anarquistas de la FAI, que no paraban de comer, ni de beber, y cuyos el país dominicano, la negritud no era ajena a alguno que otro intelectual (Manuel del
cuerpos cimbreaban, aun los que eran gordos, de un modo que nadie podrá imitar a no ser Cabral, Rubén Suro…) que la asumían como temática de sus cantos poéticos. Además,
otro negro; y dominándolo todo la percusión de la tambora, monótona, incesante, obsesi- las matrices de la neoafricanidad afloraban como expresiones dominicanas en las diver-
va, hora tras hora, hasta producir los gritos, quejidos y contorsiones de las que entraban en sas formas del folklor y de la ritualidad preservada a nivel popular. Incluso, en las artes
trance, mientras nosotros sentíamos punzadas en las sienes y la cabeza a punto de estallar. visuales se asumían el temario negro, bien como caricatura (Eolo, Gimbernard, Matos
Al final ya de día, salimos de allí exhaustos, medio mareados y no deseando más que ver Díaz), en la fotografía artística (Abelardo, …) y en pintura (Colson, Suro,Yoryi, …).
mujeres rubias y oír valses vieneses. Sin duda, no se había producido en nosotros la comu- Entre los refugiados, algunos se sintieron atraídos hacia la negritud isleña. Sobre todo
nión necesaria para que la fiesta, que proseguía sin interrupción, produjera su efecto».|100| integrantes del grupo artístico, cuyo número conformado por pintores, escultores e ilus-
A causa del prejuicio antihaitiano, la negritud se convirtió en un tema prohibido para tradores sobrepasó la veintena. Los artistas que residieron en Santo Domingo en esta-
la instancia gubernativa; pero inevitable para la realidad colectiva o de la sociedad, cu- días cortas o largas fueron: José Gausachs Armengol, Manolo Pascual, Juan Bautista

ya herencia y vida cotidiana tenía mucho que ver con los ancestros africanos. Esta con- Acher (Shum), José Alloza,Angel Botello Barros, Saul Steimberg, Kurt Schnitzer (Con-
dición etnosocial y cultural era ineludible dada la vecindad con la hermana nación fron- rado), George Hausdorf, Joan Junyer, Francisco Rivero Gil, Carlos Solaeche, José Vela
teriza. El breve relato de la visita de los refugiados a la fiesta ritual, que narra Vicente Zanetti, Francisco Vásquez Díaz (Compostela), Antonio Bernad Gonzálvez (Toni), Er-
Llorens, es una constancia de que la tiranía trujillista no pudo más que levantar un te- nesto Lothar, López Mézquita, José Rovira, Francisco Dorado, Mounia André, José Fu-
lón blancofílico para evitar la exaltación de la negritud. Realmente, en la Sociedad Do- lop,Víctor García (Ximpa), Joaquín de Alba (Kim), Hans Paap,Ana María Schwartz,Ale-
minicana, esa exaltación no tenía los alcances que se expresaban en otros territorios an- jandro Solana Ferrer, Blas, Carlos Arvero…

Antonio Bernad (Toni)|Composición|Acuarela/papel/dibujo|41 x 32 cms.|1946|Col. Museo de Arte Moderno. George Hausdorf|El bombero|Óleo/cartón|77 x 61 cms.|Sin fecha|Col. Museo de Arte Moderno.
José Vela Zanetti|Rostro masculino|Mixta/plywood|44 x 36.7 cms.|1957|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. George Hausdorf|Retrato de un médico|Óleo/tela|80 x 60 cms.|Sin fecha|Col. Museo de Arte Moderno.
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Tomando en cuenta que la oleada de los exiliados se produce entre 1939-1945, es nece- La segunda diferencia se relaciona a la permanencia en Santo Domingo, la cual depen-
sario apreciar en relación a los artistas algunas variables como son: el tiempo de perma- dió de la oferta laboral que encontraron, realmente escasa, como también de la sorpre-
nencia como refugiados, el nivel de producción artística que registran y el legado que sa de que escapaban de regímenes dictatoriales, consiguiendo exilio en un país en po-
aportan a la sociedad dominicana como sujetos humanos y recreadores de la realidad. Es der de un tirano. De todas maneras, los refugiados utilizaron la República Dominicana
en base a esas variables que se dan entre los artistas refugiados notables diferencias. Una como un puente para proseguir hacia otras naciones (Botello, Junyer, Shum, Steimberg,
primera distinción tiene que ver con la procedencia nacional. Se distinguen dos grupos: Paap, Solana,…); se ubicaron temporalmente en el país (Alloza, Lothar, Rovira, Ximpa,
a|Refugiados españoles: Anglada, Gausachs, Alloza, Pascual, Botello, Shum, Junyer, Ri- Bernard, Solaeche,…); varios de ellos permanecieron de manera relativamente durade-
vero Gil,Vela Zanetti,Vásquez Díaz, Blas, Ximpa, Bernad, Solana, Rovira, Kim, Miguel ra (Hausdorf, Pascual, Mounia, Fulop,Vela Zanetti, Granell,…), o estableciendo residen-
Marinas, Dorado, Soto, Gausachs Aisa, Prats Ventós, Martínez De Ubago, López Jiménez, cia definitiva (los Gausachs, Ana María Schwartz, Martínez de Ubago, Prats Ventós…).
Fernández Granell; b| Refugiados de origen Judío: Hausdorf, Lothar, Fulop, Mounia Los campos expresivos en los que sobresalían los artistas refugiados determinaron las
André, Hans Paap, Steimberg, Conrado, Schwartz, las hermanas Weinirt… identificaciones respectivas, lo cual no significaba que el escultor no tuviese un desarro-

llo como pintor o viceversa. De todas maneras, se ofrecen las distinciones tomando en
cuenta, sobre todo, las labores que asumieron como expositores, docentes, comunicado-
res de periódicos y en otras tareas laborales. A continuación los desenvolvimientos:
Arquitectos: Tomás Auñón, Bernardo Giner De los Ríos, Agustín Gutiérrez Cueto,
Joaquín Ortiz, Fernando Salvador Carreras, Francisco Fábregas.
Escultores: Manolo Pascual, Compostela, Manuel López Jiménez, Luis Soto.

José Vela Zanetti|Recogedores de arroz|Óleo/cartón piedra|48 x 66 cms.|1948|Col. Ramón Francisco. Ernesto Lothar|Cañero|Óleo/madera|49 x 23 cms.|C.1940|Col. Ramón Francisco.
Ernesto Lothar|Paisaje|Óleo/madera|40 x 35 cms.|C.1940|Col. Ramón Francisco.
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Fotógrafos: Ana María Schwartz, Kurt Schnitzer (Conrado) y las hermanas Weinirt ción que recae en los que con rapidez exponen individualmente (Hausdorf 1939, Bote-
(austríacas). llo 1940,Vela Zanetti, 1939 y 1940…), participando en las primeras colectivas modernas,
Fundidor (broncista): Francisco Dorado. celebradas en el Ateneo Dominicano a principios de la década 1940. A ese activismo se
Ilustradores: José Alloza, Rivero Gil, Bernard Gonzálvez (Toni),Víctor García Ximpa, agrega la experiencia docente que acompaña los currícula de varios de ellos, como en los
Blas Carlos Arveros, Alfonso Vila (Shum), Joaquín Alba (Kim), Saul Steimberg. casos de Gausachs Armengol, profesor de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, 1920,
Muralistas: José Vela Zanetti, José Alloza, José Rovira. y de George Hausdorf, quien había fundado una academia privada en Berlín. Es la for-
Pintores: José Gausachs, Hausdorf, Botello Barros, Carlos Solaeche, Fernández Granell, mación profesional de esos artistas lo que determina que, al fundarse la Escuela Nacional
José Fulop, Mounia André, Joan Junyer, Ernesto Lothar, Francisco Tortosa Alber,… de Bellas Artes, en 1942, fuera seleccionado un grupo encabezado por Manolo Pascual,
Ceramistas: Francisco Vera, José Fulop, … quien se convierte en el primer Director del referido centro. En ese grupo, que incluye
El activismo artístico que emprenden gran parte de los artistas refugiados, bien como mo- a la artista dominicana Woss y Gil, figuran, además, Ernesto Lothar y George Hausdorf.
do de obtener sustento material o por necesidad instintiva de proyección, es otra distin- Ellos no fueron los únicos refugiados que establecieron vínculos de enseñanza, ya que Ve-

la Zanetti y José Fulop también fueron docentes de la referida Escuela de Bellas Artes.
Otros aspectos distintivos que se asocian a los más notables artistas refugiados, tienen
que ver con las aportaciones que individualmente realizan y con el desarrollo que ellos
consiguen en relación al contexto dominicano. Un tercer aspecto es la realidad asumi-
da como suya, lo cual tiene que ver también con las contribuciones a la modernidad
del arte dominicano y a su desarrollo mancomunado con artistas criollos y animadores.

José Gausachs|Cajuiles|Óleo/tela|41 x 54 cms.|Sin fecha|Col. Familia Brugal Gassó. José Gausachs|Las tres gracias|Óleo/tela|102 x 71 cms.|1945|Col. Museo Bellapart.
José Gausachs|Mar Caribe|Óleo/tela|73 x 91.5 cms.|1942|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|134| |135|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Un enfoque centrado en los artistas que arroja el exilio europeo en nuestro país, ofre-
ce el siguiente saldo contributivo:
|a| Planteo decisivo de lenguajes vanguardistas: surrealismo y abstracción, incluso ex-
presionismo con la obra de Lothar.
|b| Aporte a la formación moderna y profesional de vocaciones artísticas en potencia.
Las primeras generaciones de la ENBA se benefician de docentes como Gausachs, Pas-
cual,Vela Zanetti, Lothar y Hausdorf.
|c| Nueva mirada interpretativa de la realidad. Mirada ajena y foránea podría señalar-
se, pero rotundamente de lo nuestro, y que se hace nuestra en excepcionales casos.
|ch| Reorientación del lenguaje figurativo, conjugado con nuevas posibilidades idio-
máticas, maneras y técnicas.

José Gausachs|Torero|Mixta/papel|76 x 62 cms.|Sin fecha|Col. Familia Brugal Gassó. José Gausachs|Paisaje de la montaña verde|Gouache/carboncillo/papel|49.5 x 65.7 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
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|d| Amplia definición del campo escultórico, reorientado además con nuevos mate- ción de Mecenas cuando ofreció espacios personales para que varios de ellos (Botello,
riales y libertad interpretativa. Compostela, …) pudieran producir sus creaciones. Tal apoyo no sólo se extendió hacia
|e| Desarrollo situacional del muralismo que, aunque se centra en la ejecución de Ve- pintores con reconocidos currícula, sino también a muy jóvenes vocaciones creadoras.
la Zanetti, es una manifestación integrada a la nueva arquitectura funcional y pública. Diferencia excepcional en esta inmigración artística, la representan tres jóvenes que oscilan-
|f| Dinamización y enriquecimiento del quehacer de las artes en general: auditiva, es- do entre los 15 y los 17 años, alcanzan una formación artística en el país. Son ellos Antonio
pacial y visual. Prats Ventós (n. 1925), Francisco Gausachs Aisa (n. 1922) y Eduardo Martínez de Ubago
|g| La auto-conversión dominicana de varios artistas refugiados, vía un amplio tema- (n. 1925). Además, otros casos también excepcionales resultan Eugenio Fernández Granell,
rio productivo, pero sobre todo por una poderosa identificación emocional con el me- quien se autodescubre pintor residiendo en Santo Domingo, y Vela Zanetti, quien trasciende
dio geográfico-social. como muralista a partir de su desarrollo en el medio nacional, en donde fue favorecido para
De positivo impacto debe entenderse la proyección de esta inmigración sociocultural que realizar obras en espacios públicos u oficiales. Granell y Vela Zanetti, al igual que José Gau-
acontece a partir del 1939, conformada por académicos, literatos, laboristas de diversos sachs, Manolo Pascual y George Hausdorf, integran las cinco personalidades notables dentro

medios productivos, arquitectos, artistas de varios campos expresivos y periodistas. Mas,


ese impacto positivo no hubiese tenido sus alcances sin las acciones de acogida y respal-
do que le ofrecen sectores de la sociedad dominicana, oficiales y privados. En este último
sector, personalidades como el arquitecto José Antonio Caro, el animador Díaz Niese, el
historiador Peña Batlle y el académico Ortega Frier, quienes entre otros asumen un en-
tusiasmado apoyo para los artistas, sobre todo este último que asumió una auténtica fun-

José Gausachs|Mitin in the forest|Óleo/madera|1955|Col. Museo Bellapart. José Gausachs|Paisaje con yolas|Óleo/tela|53 x 66 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
José Gausachs|Nocturno|Óleo/tela|90.5 x 68.7 cms.|C. 1950|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|138| |139|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

del grupo de artistas refugiados. A esa representación se suma Ana María Schwartz (19..?-
1984), por la tesonera labor como artista mujer en la manifestación fotográfica, entregada
permanentemente en el medio donde fue acogida y en el que decidió vivir para siempre.
JOSÉ GAUSACHS, nacido en Barcelona (1889), era el más notable y veterano de los
artistas que se refugiaron en el país y el que más fuerte identificación manifestó al es-
tablecer residencia en Santo Domingo, junto a sus hijos Francisco y Jorge Gausachs Ai-
sa; identidad que manifiesta al explorar la realidad con una mirada entusiasmada y re-
creadora, asociándose con el arte dominicano de manera arquetípica, influyente e indi-
soluble. El convirtió la república de su exilio en una morada de alcances pictóricos a
plenitud, y murió en ella cuando transcurría el 1959, a los setenta años de edad.
Gausachs se había formado como pintor en la ciudad natal. Una Barcelona que a prin-

José Gausachs|Bella durmiente|Óleo/tela|67 x 53 cms.|Sin fecha|Col. Familia Brugal Gassó. José Gausachs|Paisaje del Cibao|Óleo/tela|50 x 61 cms.|1942|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|140| |141|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|101| cipios del siglo XX registraba anarquismo intelectual; donde pintores impresionistas, la ar- hispano-dominicana hasta la extrema estatura de los resultados personales. «Sus cuadros |105|
Llorens, Peña Defilló.
Op. Cit. quitectura de Antonio Gaudí (1852-1926) y otros artistas se perfilaban como modernos siguen siendo la visión admirada y comprensiva de un artista europeo» –juzga Peña De- El Caribe.
Página 30, 6 de agosto de
Confert. revolucionarios y vanguardistas,|101| como Picasso: el canario que había ido a beber en filló–, sin embargo, también el resultado de «una isla que le conmueve y le proporcio- 1977.
Confert.
las aguas fundamentales de «la escuela barcelonesa, de amplia proyección universal den- na una temática que va desarrollando amorosa y pacientemente hasta el fin de su vida».
|102|
Valldeperes, tro de su catalanidad».|102| De Barcelona marchó Gausachs a París (1914), en donde Además, su arraigo al medio artístico fue poderoso: «Se trata del pintor extranjero que |106|
Manuel. Ugarte.
Cuadernos muestra sus obras, interactúa con la clase artística y le sorprende la Primera Guerra Mun- mayor influencia tiene hasta hoy en el quehacer del arte nacional».|105| Op. Cit.
Dominicanos Confert.
de Cultura, dial, teniendo que retornar al país natal. En España se convierte en docente durante die- José Gausachs fue un modelo magisterial. Como artista utilizó todos los medios para
No.25/26
Septiembre-octubre ciséis años consecutivos (1920-1936), exponiendo en galerías de la península al igual que expresarse: óleo, sanguínea, pastel, tinta china…, elaborando combinaciones peculiares
de 1945.
Página 64. en distintas ciudades del continente hasta que la guerra nuevamente lo empuja fuera de para producir sobre tela, papel, cartón y otros soportes. «Insistía en que no era necesa-
Confert.
Europa, esta vez hacia la República Dominicana, a donde llega comenzando el año 1940. rio disponer de materiales costosos para hacer buen arte, como tampoco era necesario
|103| Ausente durante un año en el que viajó a Venezuela, José Gausachs residió en el país du- un mobiliario de confort para producir la obra. Prolijo en su producción, era auto-exi-
Ugarte, María.
El Caribe. rante casi veinte años (1940-1959), rechazando incluso la invitación permanente para
15 de marzo
de 1980. ubicarse en México. Había nacido en Sarriá, un pueblo de Cataluña, enfrentando la ad-
Confert.
versidad desde niño. A los once años sufrió una trepanación que parcialmente le parali-
|104| zó una zona del rostro, perdiendo luego la visión de un ojo a causa de una chispa de pie-
Idem.
Confert. dra que le hirió la retina. «En algunos de sus autorretratos muestra con crueldad su ros-
tro afectado por la parálisis», señala María Ugarte,|103| quien le considera «una existen-
cia dedicada al trabajo, sencillo, humilde incluso, pero llena de dignidad y de nobleza».
La pintura de Gausachs abarcó lenguajes y temarios diversos. Hizo abstracción, tendió ha-
cia lo romántico, se acercó al surrealismo y dominó las normas del academicismo; pero su
estilo personal, basado sobre todo en el abstraccionismo puede ser definido como esen-
cial y sintetizado. Una vigorosa manera para expresar el espíritu de los asuntos, con la ma-
yor simplicidad de los medios, caracteriza el estilo de este pintor a quien «le atraía lo anec-
dótico, lo fantasmagórico, lo mitológico y lo teosófico», observa la crítica Ugarte, quien,
al referirse al temario pictórico, nos dice que era «un artista de temas que por un tiempo
le obsesionaron y que explotaba en tal forma que en ocasiones un determinado paisaje
llegó a ser objeto de 150 dibujos.A veces le daba por pintar bodegones de pescados y ma-
rinas; otras, montañas y paisajes urbanos y pueblerinos / Sus negritas tan abundantes co- gente, ya que destruía por lo regular» lo que no encontraba suficientemente bueno. «Es- |107|
Guidicelli, Paúl.
mo excelentes, fueron durante largo tiempo una obsesión en su larga etapa en el trópico. píritu independiente no gustaba pintar por encargo, guardaba celosamente obras o ano- citado por
Carlos Curiel.
Y fue Julia, su modelo preferida, una simple mujer a quien tenía que pintar, sin que ella taciones y tampoco accedía a vender sus cuadros a personas que no eran de su agrado, El Caribe. 2 de
agosto de 1959.
se diera cuenta».|104| También fue modelo de muchas de sus obras Clara Ledesma. no importando lo que con ello dejara de ganar».|106| Confert.

Al llegar como refugiado al país dominicano, en 1940, «Gausachs inició un largo perío- Considerado un orientador de la pintura moderna dominicana, su alumno Paul Guidice-
do de dominicanidad con espirituales meditaciones sobre el ambiente (luz-aire-seres) lli|107| lo califica «de hombre amigo y de gran corazón. Dotado de un enorme concepto
del trópico, lo cual se convierte en una constante hasta su muerte». Su visión es la de
un español convertido por accidente en un pintor dominicano, mediando la condición José Gausachs|Lula|Carboncillo|69 x 54 cms.|Sin fecha|Col. Familia Gausachs Dorca.
José Gausachs|Negra afligida|Gouache/cartón|69 x 51 cms.|Sin fecha|Col. Julia Tavares Vda. Bermúdez.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|142| |143|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

del deber y de la dignidad artística. Profesor de profundos conocimientos, de la maestría, sin- |108|
Gil, Laura.
cero y desinteresado hasta el sacrificio por la superación del discípulo bueno y agradecido». «Sobrina de
Escultor Manolo
MANOLO PASCUAL (1904-1983), era hijo de madre aragonesa y de un militar de Pascual (…)».
El Caribe. 25 de
Burgos que debido a su profesión vio nacer la prole en ciudades diferentes.|108| Ma- julio de 1992.
Confert.
nolo, uno de los cuatro varones, nació en Bilbao, estudiando desde muy joven en la Aca-
demia de San Fernando de Madrid. En la misma obtiene medalla de honor y primer
premio en modelado al natural, a los 16 años de edad. Sus méritos le hicieron acreedor
de una beca para estudiar en París en 1925, concedida por el Gobierno, el cual le be-
neficia nuevamente, otorgándole una pensión de estudios en Italia al obtener el Gran
Premio Roma del Ministerio de Estado.
Pascual celebró exposiciones individuales en Roma, Berlín,Viena, Londres y París, con-

curriendo además a la Bienal de Venecia del 1936. Al estallar la guerra civil española, |109|
Catálogo
desempeña el cargo de jefe de información en el frente del este peninsular, teniendo Exposición
de Bellas Artes,
que abandonar España con la caída de la República. En 1940 llega a Santo Domingo, 1940.
Confert.
convirtiéndose en uno de los primeros artistas refugiados que individualmente trascien-
de al convertirse en docente y artista expositor. Su primera muestra personal la registra
en el Ateneo Dominicano, precisamente en el año de su arribo al país.|109|

Manolo Pascual|Mercado (detalle)|Dibujo mixto/papel|42 x 38 cms.|1941|Col. Bernardo Vega. Manolo Pascual|Desnudo|Óleo/cartón piedra|22 x 28 cms.|1941|Col. Banco Popular Dominicano.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|144| |145|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|110| Manolo Pascual era fundamentalmente escultor. La crítica europea lo sitúa en el gru- ca; y la de forma abierta, en que Pascual fusiona cubismo, surrealismo, fauvismo con |112|
Valldeperes, Pichardo, Eligio.
Manuel. po de los grandes escultores de la modernidad española, en el cual figuran: Julio Gon- formas abiertas, y es precisamente ese bagaje conceptual que Pascual trae consigo de Presentación
El Arte de Catálogo,
Nuestro Tiempo, zález, Pablo Gargallo,Angel Ferrant,Victorio Macho y otros. Considerándole artista de Europa, lo que hace su arte universal, contemporáneo y original al mismo tiempo en Santo Domingo,
Op. Cit. 28 de julio de
Página 163. facultades excepcionales,Valldeperes juzga que «a través de las muchas direcciones de la década del 40». 1983.
Confert. Confert.
su quehacer artístico, incide con un estilo propio en el cual coinciden la rusticidad y Pichardo|112| reconoce que Manolo Pascual «fue el hombre preciso para ser el direc-
la solidez bárbara de los primitivos, y la inteligencia y agilidad de la moderna escuela tor de la primera Escuela Nacional de Bellas Artes», establecida en 1942.También esta-
española. Posee un acentuado sentido de las asimetrías y de las oposiciones violentas. blece que fue el primero que trabajó hierro forjado en Santo Domingo, lo cual repre-
Por eso sus esculturas, en general, son obras plásticamente audaces, conseguidas me- sentó un hito en el uso de materiales en el país. Además, su posición de director de la
diante un proceso de estilización que suprime cualquier dejo de ampulosidad exterior Escuela Nacional y su reconocida maestría le convirtieron «poco menos que en el es-
o de mecánica creadora».|110| Al comentar una retrospectiva que celebró Pascual al cultor de la República Dominicana». Encargado de hacerle un busto a Trujillo, requi-
cumplir cincuenta años de trayectoria artística, su colega Eugenio Fernández Granell rió la presencia del gobernante para que posara, lo cual era imposible. Pascual la reali-

|111| señala: «He aquí a un escultor dotado de la facultad de aunar los resplandores de una zó en base a numerosas fotografías de la cabeza del dictador, tomadas de frente, de per- |113|
Fernández Granell. Llorens,
«Cincuenta Años rica imaginación con la suma de una pericia profesional irreprochable. Escultura en fil y sin retoques o maquillajes. Por un buen período de tiempo cubrió las paredes de Op. Cit.
de Trayectoria Páginas 62-63,
(…)», El Caribe, madera, en diversos metales, en mármol, en terracota, en yeso, en logradas combina- su taller, produciendo un busto impresionante, «de gran tamaño, de un realismo perfec- Confert.
6 de diciembre
de 1980. ciones de dichas materias, componen un orbe homogéneo y diverso a la vez».|111| to aunque mitigado. No era el Trujillo verdadero mas tampoco el convencional. Se va-
Confert.
De acuerdo a Eligio Pichardo, la obra del maestro nativo de Bilbao «puede dividirse ciaron centenares de copias que se distribuyeron por todo el país, destruidas luego una
en dos grandes períodos: la de forma cerrada, que corresponde a una etapa neoclási- a una tras la eliminación del tirano».|113|

Manolo Pascual|Peregrinación|Mixta/papel|40.6 x 40.6 cms.|1943|Col. Juan Gassó. Manolo Pascual|Muchacha paseando|Mixta/madera|27 x 23 cms.|1967|Col. Museo Bellapart.
Francisco Rivero Gil|Retrato de Manolo Pascual|Dibujo|1940. Manolo Pascual|Caricatura de Federico Izquierdo|Dibujo/papel|17 x 13 cms.|Década 1940|Col. Federico Izquierdo.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|146| |147|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Manolo Pascual residió en el país desde 1940 hasta 1951, marchándose a Nueva York,
en donde fue contratado como profesor de la New York School for Social Research. Ade-
más de escultor fue dibujante y ceramista. Trabajó el dibujo en cera, gouache, lápiz y
tinta, a veces combinando esos medios para plantear bocetos de la obra tridimensional
y definir una iconografía autónoma, concebida con pulcritud académica y referencia-
dora de temas que llenaron sus ojos durante su residencia en Santo Domingo, especial-
mente el asunto mulato. Eminente profesor, disciplinó con rigor un buen número de
alumnos dominicanos, siendo responsable del surgimiento de la primera generación de
escultores nacionales y contemporáneos.
GEORGE HAUSDORF (1894-1959) es otro artista extranjero notable dentro del
grupo que se refugia en el país a partir del 1939. Hijo de padres hebreos, nació en

Breslau,Alemania, iniciando estudios artísticos en Berlín y luego en Holanda, en don-


de amplía su formación. De regreso al país nativo, ejerce docencia en la capital ale-
mana, fundando después una academia de pintura en Hamburgo, la cual dirigió por
espacio de 20 años. Como resultado de la persecución nazi contra la población de
origen judío, toma el camino del exilio, arribando a la República Dominicana en
1939.

George Hausdorf|Paisaje con sol|Óleo/cartón|57 x 37 cms.|Década 1940|Col. Familia Brugal Gassó. George Hausdorf|Paisaje con palmeras y campesinos|Agua fuerte al buril|22 x 20 cms.|C.1940|Col. Centro Cultural
Eduardo León Jimenes.
George Hausdorf|Paisaje rural|Óleo/madera|38 x 36 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|148| |149|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Hausdorf ya es un artista ejercitado y maduro cuando se instala en el medio de Santo


Domingo en donde funda una academia particular de enseñanza artística, expone en
muestras nacionales que se organizan al inicio del decenio 1940, realizando también en
ese período una exposición personal registrada en el Ateneo Dominicano (1941).
Cuando el Estado establece la Escuela Nacional de Bellas Artes (1942), es seleccionado
como docente, probando su maestría en el óleo, la acuarela, el carboncillo, el pastel y el
grabado en técnicas de agua fuerte y linóleo.
La residencia en el país de George Hausdorf fue de casi diez años (1939-1948). Con su
saber artístico, había cubierto un período de producción europea, siendo un represen-
tante evolucionado del realismo alemán, escuela que cultivaba los asuntos con objetivi-
dad, rigor clasicista y preeminencia táctil de la materia pictórica. El encuentro con otra

|114| realidad como la dominicana insufla en su paleta aspectos cromáticos del trópico, lo cual
Fernández
Spencer. da lugar a un nuevo período productivo. «La luz tropical –explica Fernández Spen-
Presentación
Catálogo. 1977. cer–|114| los verdes y amarillos de nuestra flora y de nuestro sol, o el azul de nuestro
Confert.
mar y de nuestro cielo, liberan la mirada de Hausdorf de las normas precedentes de lo
táctil, y así va tornándose en un pintor impresionista sereno y equilibrado.Ya en esa pin-
tura de la impresión del instante, logra el maestro alemán unir el naturalismo a un gran

George Hausdorf|Paisaje (marina)|Óleo/madera|68.5 x 61.5 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart. George Hausdorf|Retrato de Marianela Jiménez|Óleo/cartón|81 x 54 cms.|1945|Col. Marianela Jiménez.
George Hausdorf|La lavandera|Agua fuerte/papel/grabado|31 x 28 cms.|Sin fecha|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|150| |151|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

estilo. Un naturalismo consciente en el que operan las gamas multicolores de un pincel ralezas, conformaban un legado tan importante para el arte dominicano como la disci-
que se demora en las cosas o ciertos toques de espátula para entregarnos un fragmento plina que infundió en la generación de jóvenes que acudieron al tutelaje de sus ense-
de la realidad». ñanzas. Este notable artista maestro, murió en Nueva York, en 1959, cumpliendo un ter-
A George Hausdorf se le reconoce una obra entroncada a la realidad dominicana, tan- cer período de producción con los medios técnicos que fueron de su dominio: dibujo,
to paisajística como social, dándose una enorme diferencia entre aquella que se refiere grabado y pintura. Con la segunda disciplina (grabado), se ubica como un pionero con-
al medio europeo y esta otra que se adueña de la mirada y del estilo de un maestro un temporáneo en el hacer de las artes nacionales.
tanto rígido, muy realista o eficaz para transcribir el medio geográfico y social, además JOSÉ VELA ZANETTI (1913-1999) tenía 26 años de edad cuando arribó a Santo
tratado con una amorosa visión. Cuando se marcha hacia los Estados Unidos, en don- Domingo. Había nacido en Milagros (Burgos), pero vivió con la familia largo tiempo
de establece residencia, deja una obra dominicana amplia y representativa de su estilo en León, en donde el padre, militante socialista, murió fusilado en 1936. Sin una edu-
verista y traspasado de luz en muchos ejemplos: escenas campesinas y de paisaje puro; cación artística sistemática y ubicado en Madrid, fue orientado por José Ramón Zara-
retratos de gabinete y de personajes populares; siluetas arquitecturadas, urbanas y natu- goza, profesor de la Academia de San Fernando, aunque en cierta manera fue el educa-

George Hausdorf|Ensayo Orquesta Sinfónica|Óleo/tela|64 x 76 cms.|1941|Col. Banco Central de la República Dominicana. George Hausdorf|Escena en el río Ozama|Óleo/tela|52 x 61 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|152| |153|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|115| dor y crítico Manuel Bartolomé Cassio –redescubridor de El Greco– quien se convir-
Llorens,
Op. Cit. tió en el guía de su vocación pictórica. Una beca de la Diputación Leonesa le permi-
Páginas 34-35.
Confert. tió estudiar en Italia (1933), viajando luego a Francia y Portugal (1936), país este últi-
mo desde donde regresa a España al iniciarse la guerra civil, a consecuencia de la cual
tiene que tomar el camino del exilio.
Aunque, al llegar al país dominicano, Vela Zanetti había expuesto personalmente en
León (1931) y había realizado algunas pinturas murales en la misma ciudad (1932 y
1934),«realmente su obra pictórica la inició propiamente en Santo Domingo, donde re-
sidió largos años entregado a su labor artística con vocación y voluntad nada corrien-
te.|115| El pintor corrobora esta apreciación cuando declara: «Santo Domingo está en
mi vida de tal manera que hay que comprender que no sólo trabajé allá, que mis hijos

|116| son dominicanos, que me casé en Santo Domingo y que lo llevaré a cuestas con orgu-
Ginebra, Freddy.
Listín Diario. llo, no para pasar la factura, lo llevaré en el hondón de mi corazón como siempre lo he
7 de febrero de
1981. demostrado. / Agradezco toda la generosidad que se me ofreció en los primeros mo-
Confert.
mentos cuando yo era un mal pintor, porque (…), no era un genio. Era un joven estu-
diante de arte que tenía que comer y que se tiraba a aprender, a nadar sin saber nadar.
El pueblo dominicano me dio comida, albergue, fe y eso no se puede olvidar».|116|

José Vela Zanetti|A orillas del mar|Óleo/tela|70 x 87 cms.|Sin fecha|Col. Familia Brugal Gassó. José Vela Zanetti|Maternidad|Gouache/papel|37 x 31 cms.|1940|Col. Octavio Amiama de Castro.
José Vela Zanetti|Diablo Cojuelo|Óleo/madera|95 x 71 cms.|1948|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|154| |155|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Cuando Vela Zanetti llegó al país presentó a los pocos meses una exposición personal |117|
Llorens,
de casi cien obras.|117| Allí se reunían cuadros y temas peninsulares de atmósfera som- Op. Cit.
Página 35,
bría: El concierto (óleo), Segadores (Proyecto mural), Castellano (óleo), Evacuación del piri- Confert.

neo (óleo), Antonio el camborio (Temple), Regreso del frente (acuarela), entre otras obras que
volvió a presentar en una colectiva nacional del 1940. «Sus primeros murales domini- |118|
Ugarte, María.
canos fueron realizados en el ruinoso Convento de la Merced, en donde vivió Tirso de El Caribe.
27 de enero
Molina, en el siglo XVI. Allí pintó seis paneles de 3 x 2 metros. A partir de esa realiza- de 1996,
Confert.
ción (1940), este artista alto, fuerte, de voz de trueno, de temperamento abierto, simpa-
tía innata y de enorme capacidad hacia el trabajo, encontró el respaldo de personas cla-
|119|
ve que le consiguieron encargos de evidente importancia. Su obra durante los apenas Valldeperes,
El Arte de
diez años que residió en el país es titánica. Darío Suro diría de él en 1949, al comentar Nuestro Tiempo,
Op. Cit.
los murales de la Iglesia de San Cristóbal: con la decoración de esta iglesia Vela Zanet- Página 162,
Confert.
ti se sitúa como uno de los primeros muralistas de América, después de Orosco, Rive-
ra y Siqueiro en México».|118|
José Vela Zanetti se convirtió en un pintor de proyectos arquitectónicos, apoyado por
diseñadores y constructores, los cuales escamotearon pequeñas partidas monetarias que
permitieron «la gigantesca obra de este pintor castellano que dedicaba jornadas enteras
a cubrir con sus dibujos y sus colores los blancos muros de iglesias, de edificios públi-
cos y residencias privadas», apunta María Ugarte. Esclavo de su arte, especialmente su
pintura mural es producto del diálogo con la soledad en la que sumergía sus realizacio-
nes, una vez el conocimiento y la meditación sobre el tema lo ubicaban en el desnudo
y silencioso espacio del diálogo visual. En cada espacio fue levantando la épica de sus
visiones humanas, sociales e históricas. Realmente cantos narrativos, dramáticos y sim-
bólicos, elevados a la estatura del monumento espacial o recinto que los acogían. En es-
te sentido, la apreciación de Valldeperes, quien define a Vela Zanetti como un pintor mo-
numentalista, estableciendo que los murales que realizó en las Naciones Unidas, en 1951,
resultan, «sin duda, la concreción de la obra monumental que ha pintado en Repúbli-
ca Dominicana».|119|
Los murales realizados en el país son numerosos. Ellos compendian la etnia, la cultura, la
creencia, la historia nacional, el trabajo y el progreso promovido en los años de su ejecu-
ción, trascendiendo a la circunstancialidad de la Era de Trujillo, ya que su tarea artística fue
pintar, lo cual era su pasión dentro de un clima político benefactorista. Sobre esa circuns-
tancia y ante la afirmación de que la dictadura trujillista creó un movimiento de pintura
mural,Vela Zanetti emite la siguiente aseveración: «Yo inventé la palabra mural en Santo
José Vela Zanetti|Muchacha posando|Óleo/madera|99 x 81 cms.|1947|Col. Banco Central de la República Dominicana. Domingo.Y la inventé sólo por necesidad mía.Yo conseguí que los arquitectos creyeran
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|156| |157|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|120| en mi, y que arañaran mil dólares del presupuesto para que pintara esos murales. / A ve- la ciudad capital en donde alquilaron un local de juguetería, en la Calle Del Conde, «y du- |123|
Martínez de Idem.
Alamo, Josefina. ces, vuelvo a recordar cuando en Santo Domingo yo mismo cargaba el agua para mi ca- rante varias semanas se pusieron a trabajar con ahínco, contribuyendo cada uno sus mejores Página 40.
El Caribe. Confert.
23 de mayo sa. O cuando me llevaban a pintar en un camión, encima de la arena húmeda; mientras el habilidades: la manual de Amparo y la imaginativa de Eugenio». Los juguetes llamaron po-
de 1981.
Confert. capataz, que tenía más categoría, subía en la cabina junto al chofer…, ¡Yo he pagado un derosamente la atención, sobre todo en la posible clientela femenina que al entrar a la tien-
precio terrible! Hay grados de sufrimiento: no es lo mismo la falta de una peseta, rodea- da y descubrir que eran de fabricación nacional, los desestimaron, no vendieron nada.|123|
|121|
Idem. do de amigos, de familia, que el dólar que te falta en un país totalmente desconocido». Después de juguetero, Eugenio Granell, como se le conocía en los círculos capitaleños
Confert.
Enfático,Vela Zanetti agrega: «Yo he pintado de brocha gorda en Santo Domingo (…) pe- de inmigrantes y criollos, ejerció la música, arte que había estudiado en el Conservato-
|122| ro ¡jamás!, jamás pensé en cambiar de camino. Debes aferrarte a tus razones, ser un ilumi- rio de Madrid, después de las primeras lecciones de partitura impartidas por la madre.
Llorens,
Página 61. nado. Es como decirle a Modigliani, a su primera tos, o a Van Gogh, en sus primeros rama- En Santo Domingo fue violinista de la Orquesta Sinfónica Nacional, fundada en 1941,
Confert.
lazos de locura, que no pintara más… Eso nunca. / El mural de la Historia de la Medicina bajo la dirección de Enrique Casal Chapi. De la música pasó a la pintura, alternándola
de Santo Domingo, lo pinté con jornal de obrero. Los sábados, hacía cola con los mulatos con la poesía, el cuento, el ensayo, el decorado de teatro y el periodismo. En los prime-
albañiles para recibir mi sobre, porque el arquitecto quería que lo terminara, aunque habían
suprimido esa partida.Y me incluyó en la nómina con el jornal de maestro albañil».|120|
De la misma manera que realizó en el territorio dominicano una considerable producción
mural, igualmente hizo obra de caballete pintada con diversos medios, técnicas y en varia-
dos soportes, sobre todo en cartón y madera.También realiza dibujos libres y bocetos de
murales. En parte de toda esta producción de menores o relativas dimensiones sobresalen
los retratos y especialmente aquella en donde el tema de mulatos y negros es enfocado con
cierto aire de grandeza como condición de una interioridad que caló a fondo. Una gran-
dilocuencia realista, a veces conjugada con libertad expresionista y a veces sustentada en
apuntaciones cuasicubistas o geométricas, definió un ciclo nacional, nunca interrumpido
en un maestro que, cuando rememoraba sus vivencias en América, repetía siempre: «Yo soy
de donde fui; donde uno ha respirado, ha trabajado, ha soñado y ha sufrido».|121|
Vela Zanetti fue docente de la Escuela Nacional de Bellas Artes, ocupando la dirección
del plantel para el 1956. Con exposiciones individuales y murales realizados en otros
países americanos (Colombia, México, Estados Unidos, …), la nostalgia le hizo regresar
a España, en donde continuó pintando, haciendo cerámica, dibujos, grabados e ilustra-
ciones. En la España de su destino alcanzó la estatura del maestro que había forjado su ros años del periódico La Nación, Granell estuvo encargado de la página literaria y allí |124|
Idem.
carácter tenaz, decidido y entregado al arte hasta el momento de su fallecimiento. publicó también sus divertidos artículos sobre la vida dominicana.|124| Fue en 1941, Página 191.
Confert.
EUGENIO FERNÁNDEZ GRANELL, nativo de La Coruña (n. 1912), era la perso- talvez por sus contactos directos con artistas amigos (Bretón, Lam, Gausachs, …), cuan-
nalidad más inquieta, compleja y versátil del grupo de refugiados que arribó a Santo Domin- do Granell descubrió su vocación hacia la pintura, dando comienzo a una producción
go. En el país natal, se le conoció como Miguel García Vivancos, el anarquista que era comi- por su cuenta, sin maestro ni ayuda de nadie, aprovechando el tiempo libre, rechazando
sario de guerra y había sido en tiempo de paz relojero, estibador y taxista,|122| asumiendo ofertas de trabajos bien remunerados y manteniéndose como periodista.Autodescubier-
en el exilio otras diferentes tareas. Al refugiarse en el país dominicano, fue ubicado con su
mujer Amparo en la colonia agrícola de Dajabón, lugar que abandonaron para trasladarse a Eugenio Fernández Granell|Añoranzas de un torero enamorado|Óleo/tela|78 x 64 cms.|1943|Col. Museo de Arte
Moderno.
Eugenio Fernández Granell|Mujeres cogiendo flores|Óleo/tela|71 x 51 cms.|1944|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|158| |159|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

to como artista del pincel tendió a un fecundo desarrollo.Al poco tiempo, pudo presen- |125|
Idem.
tar en su primera exposición de 1943, cuarenta y cuatro composiciones.|125| Precisa- Página 34.
Confert.
mente en ese año, en el que se le identifica como un surrealista «cargado de esencias es-
pañolas de siempre»,|126| Granell publica una página en la que escribe afirmaciones co- |126|
Revista La Poesía
mo las que a continuación se transcriben: «El artista sueña, no echa cuenta. / El artista Sorprendida,
No. 3, diciembre
inventa, no calcula. / El artista abre su camino lanzándose como una flecha y cierra su 1943.Confert.

órbita arremetiendo con el ímpetu de un bisonte sideral. / Mixtificador –vestido de rea-


|127|
lista, de moralista, de sociólogo o de lo que quiera– es quien comienza arremetiendo co- Idem.
Fernández Granell:
mo un toro para quedar exhausto en su viaje y cansino como un buey».|127| «Arte, Artistas y
Contables».
En 1943, Fernández Granell, al igual que el chileno Alberto Baeza Flores, animaron el Revista La Poesía
Sorprendida.
movimiento de la Poesía Sorprendida. Granell fue un colaborador de la revista del mo- Confert.

Eugenio Fernández Granell|Sin título|Óleo/tela|32 x 43.5 cms.|1942|Col. Familia Brugal Gassó. Eugenio Fernández Granell|Surrealista|Óleo/madera|31 x 24.5 cms.|1945|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|160| |161|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|128| vimiento, aparte del viñetista de los números que se publicaron hasta 1945. En el refe-
Llorens,
Op. Cit. rido año registra una segunda muestra personal considerada rotundamente más surrea-
Página 34.
Confert. lista que la anterior: la de 1943, en la cual era evidente «la presencia de conocidos maes-
tros contemporáneos, desde Picasso, hasta Chirico, mas no por eso dejaba de acusarse
su inconfundible originalidad».|128|
Granell celebró la segunda muestra en la Galería Nacional de Bellas Artes, en donde mos-
tró 200 obras diversas (óleos, gouaches, apuntes,…), más personales y surrealistas. En esa
muestra: «Los ángeles de luz y de sombra que lleva en su honda, lo asisten intermitente-
mente en su fiesta de creaciones originales, pero el artista rebasa las fronteras de la obje-
tividad, y se encamina ya triunfador de sus fuerzas hacia panoramas más amplios (…). Hoy
Granell ha vaciado en la tela los movimientos afines de su yo recóndito, de su otro mun-

Eugenio Fernández Granell|Composición|Óleo/tela|1943|Col. Museo de Arte Moderno. Eugenio Fernández Granell|Oráculo venturoso|Óleo/tela|62 x 47 cms.|1951|Col. Giuseppe Bonarelli.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|162| |163|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|129| do (…). Indudablemente todavía existe la incomprensión en una parte de la masa recep- ban con una corriente literaria, de la cual se reconoce al francés André Bretón, como su |131|
Lacay Polanco, Bretón,
Ramón Augusto. tora. Aún la crítica soez, cargada de prejuicios, detracta neciamente el surrealismo».|129| ideólogo fundamental. En un recuento apreciativo sobre el surrealismo pictórico, éste úl- cita referida
La Nación. en Catálogo
28 de noviembre Resultó revolucionaria para el medio artístico y cultural la presencia de Eugenio Gra- timo escribe: «Al igual que durante la guerra precedente, ha sido en el continente ameri- de Granell.
de 1945. Op. Cit.
Confert. nell, rotundamente surrealista como autor de la narración El Hombre Verde (1944) y co- cano en donde a lo lejos, me parece que la pintura ha lanzado sus más bellos fuegos del ar- Confert.

mo pintor de visualidades imaginativas llenas de símbolos, de metáforas plásticas, dado tificio: Ernst,Tanguy, Matta, Donati y Gorki en Nueva York. Lam en Cuba; Granell en la
|130|
Serraño Poncela, S. el carácter poético de un «mundo abisal, desintegrado, donde cada forma orgánica tra- República Dominicana; Frances, Carrington, Remedios en México; Arenas y Cáceres en
Citado en
Catálogo de ta de hallar su postura más expresiva y comunicarnos, no su experiencia formal, sino su Chile. La reunión, la confrontación de éstas obras se impone en 1946 en París».|131|
Eugenio Granell.
1981. verdadera esencialidad».|130| Bretón escribió esa referencia en 1952. Para entonces, Eugenio Granell se había mar-
Confert.
Granell fue el primer pintor surrealista asociado al devenir del arte moderno dominicano, chado del país, evadiendo posiblemente una mentira política, ya que se le exigió firmar
a instancias del cual se autodescubre en comunión con los artistas que como él se refugia- un documento de adhesión a la dictadura, en el que se establecía que el régimen truji-
ron en Santo Domingo, en donde también fue solidario con poetas nativos que comulga- llista no había maltratado ni encarcelado a refugiado alguno. «Con los años, este pintor

de La Coruña fue alcanzando la trascendencia artística sustentada en una obra imagi- |132|
Carlos Ballester.
naria, igualmente basada en los impulsos del subconsciente y en el humor, característi- Presentación del
Catálogo. Idem.
ca muy rara en la parcela surrealista», señala Carlos Ballester, para quien lo primero que Confert.

llama la atención de la pintura de Granell es su originalidad. «No se parece a nada, no


tiene parentesco con nadie. Carece de antecedentes y referencias. No hay manera de sa-
ber de dónde viene».|132|

José Alloza|La playa|Dibujo|1940. José Alloza|La máquina infernal|Dibujo|1939.


Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|164| |165|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Del restante grupo de artistas refugiados que proceden de España, se asocian aquellos que llas Artes de Barcelona, así como en diversos medios periodísticos europeos, para los |133|
Datos de
tuvieron que ver con un desenvolvimiento gráfico en Santo Domingo, más bien en el cam- cuales laboró antes del exilio provocado por la guerra civil. En el país dominicano, ex- José Alloza en
Catálogo Exposi-
po de la ilustración. La mayoría se incorpora a los medios periodísticos del país, figurando hibió sus dibujos caracterizados por una elocuente gracia cargada de humor e igual- ción Nacional,
1941.
algunos de ellos en las primeras exposiciones nacionales que se organizan en el Ateneo Do- mente realizó decoraciones en residencias particulares, así como un mural alegórico a Confert.

minicano en los años 1940 y 1941. José Alloza encabeza este grupo de ilustradores. la república y a la obra de Trujillo.|133| Una nota manuscrita en el Catálogo de la Ex-
|134|
JOSÉ ALLOZA VILLAGROSA, nacido en 1905 en Burjaraloz, Zaragoza, llegó a San- posición de Bellas Artes del 1940 ofrece la siguiente definición de Alloza: «Dibujante Notas Manuscritas
(?), Catálogo
to Domingo en 1940, destacándose por haber ilustrado una Historia Gráfica de la Repú- que ha colaborado en revistas de gran prestigio en Europa, se nos presenta con una se- Exposición de
Bellas Artes,
blica Dominicana, escrita por José Ramón Estella, periodista vasco que ocupó la direc- rie de dibujos e ilustraciones de estilo gracioso y humorístico. Sus estampas nos llevan 1940.
Confert.
ción del diario La Opinión. El libro de historia se editó para distribuirse en las escuelas, al pasado y nos hacen pensar en la felicidad y en la inocencia de la vida de nuestros
resultando un texto didáctico que aúna a la fácil lectura los abundantes grabados episódi- abuelos».|134|
cos (201 en total) que elaboró Alloza, recreando hechos, personajes y aspectos del acon- Alloza fue el principal ilustrador de los compatriotas que editaron libros en el medio

tecer nacional. Desde la etapa precolombina hasta el 1944, año del Centenario de la Re- dominicano. Pese a sobresalir en la gráfica, ejecutaba pinturas, decorando varias residen-
pública, se traza una visión de síntesis, que inevitablemente concluye con la exaltación de cias con alegóricos murales, uno de los cuales realizó en los salones del Club Militar.
logros alcanzados por el régimen. La novedad que representa el libro se convirtió en un Residió en Santo Domingo durante siete años (1940-1947).
modelo para textos que se editaron posteriormente con grabados o ilustraciones. ANTONIO BERNAD GONZÁLVEZ fue otro dibujante refugiado que sobre-
La historia gráfica no fue el único libro ilustrado en Santo Domingo por Alloza, quien salió, especialmente como ilustrador periodístico, ya que perteneció al personal del
tenía una buena experiencia sustentada en la formación adquirida en la Escuela de Be- Diario La Nación, en donde se publicaron las innumerables caricaturas que realizó en-

José Alloza|La cabeza de Ferrand|Dibujo|1943. Antonio Bernad (Toni)|Caricatura de Héctor Incháustegui Cabral|Década 1940.
José Alloza|Cotubanamá el cacique|Dibujo|1943. Antonio Bernad (Toni)|Bailarina calzándose|Mixta/papel|46 x 38 cms.|1946|Col. Museo de Arte Moderno.
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|135| tre 1939-1945. Conocido con el sobrenombre de Toni, era oriundo de Elche, comu- país, en donde labora como retratista y caricaturista. Editó un álbum homenaje a Tru- |137|
Datos de Bernad Llorens.
en Catálogo, nidad de la provincia de Alicante. Con estudios en Dibujo y Pintura, expuso por pri- jillo en colaboración con José Campa, otro refugiado que tuvo que ver con el semana- Op. Cit.
1941. Página 187.
Op. Cit. mera vez a los 16 años de edad mostrando después sus obras en España y en Fran- rio Democracia, la publicación más importante y duradera del exilio español en Santo Confert.
Confert.
cia.|135| Domingo.|137|
Diseñador de carteles, Bernad Gonzálvez (Toni) había dirigido una revista política du- Aparte de la adulación formularia que revela, acorde con la época y la demanda del ré-
rante el período de la Guerra Civil Española, en la que fueron derrotados los republi- gimen, el álbum homenaje reúne suficiente material de ilustración gráfica con el que se
canos. Al tomar el exilio y refugiarse en Santo Domingo, trabajó en gimnasia e hizo de aprecia el dominio de Ximpa. Sobre todo las numerosas caricaturas de embajadores y
camarero por algún tiempo hasta que se incorporó al activismo periodístico en 1940. funcionarios gubernativos revelan cualidad extraordinaria para ofrecer retratos fisonó-
Expuso en las principales bienales nacionales, obteniendo premio en la de 1946 con la micos y anímicos con depuradas y precisas líneas. Para el 1943, fecha de la edición del
obra Bailarina calzándose (grabado). Contrajo matrimonio con una dominicana, mar- referido álbum, este artista español había realizado 17 retratos de personalidades locali-
chándose luego a México. zadas en el país, entre ellos el del Padre Fantino, pintado al óleo.

|136| LUIS VÍCTOR GARCÍA XIMPA, quien firmaba sus obras artísticas con el segun- BLAS es el nombre que se recuerda de un tercer caricaturista, vinculado también al pe-
Datos de Ximpa
en Album do apellido, fue también colaborador de La Nación. En este periódico asumió la carica- riódico La Nación, desde que este medio apareció en abril de 1940. Su nombre com-
Homenaje
a Trujillo, tura, campo gráfico que le había permitido desenvolvimiento en periódicos, editoras y pleto era Blas Carlos Arveros y arribó a Santo Domingo en el grupo de los primeros
1943.
Confert. revistas de Barcelona, Madrid y Oviedo. El había iniciado su labor de dibujante en el refugiados, acompañado de su hijo Clemente (Arveros Oria), producto de su primer
diario El Comercio, de Gijón. Además de dibujante e ilustrador, Ximpa era pintor, con matrimonio, y de su segunda esposa, la actriz Carmen Rull. Llegó a exponer individual-
numerosas exposiciones realizadas en varios países de Europa|136| antes de arribar al mente en el Ateneo Dominicano, en donde exhibe caricaturas y miniaturas de diversos

Luis García Ximpa|Telésforo Calderón|Caricatura|1942. Luis García Ximpa|Rafael Paíno Pichardo|Caricatura|1942.


Luis García Ximpa|Max Henríquez Ureña|Caricatura|1942. Luis García Ximpa|Manuel A. Peña Batlle|Caricatura|1942.
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temas (1940), marchándose a Colombia, en donde reside y labora por breve tiempo. En
1941 vuelve a Santo Domingo y comienza nuevamente en La Nación, hasta su muerte
ocurrida en el país, en donde fue enterrado. Su labor gráfica fue poco conocida. Pro-
dujo tiras cómicas de carácter secuencial y caricaturas sobre el tema de la Guerra Mun-
dial. Igualmente, caricaturas de temática dominicana, un tanto exageradas o grotescas en
su caracterización popular.
FRANCISCO RIVERO GIL es otro refugiado relacionado a la caricatura, mani-
festación dibujística a la que se asociaba su carrera artística, iniciada en Santander, en
donde nació en 1899.Autor de carteles, de decoraciones murales y portadista de la Edi-
torial Espasa-Calpe, trabajó en diversos órganos periodísticos de España, antes de refu-
giarse en Santo Domingo, en donde participa en la Exposición de Bellas Artes de 1940.

|138| Ese registro provoca el siguiente comentario: «Este famoso dibujante se nos presenta
Nota manuscrita
(?). Catálogo con una serie de estampas históricas y de ambiente vernáculo.Todas ellas revelan por su
1940, Op. Cit.
Confert. delicadeza de líneas, por el movimiento y expresión de sus figuras, que es un domina-
dor de ese difícil arte».|138|
La localización de Rivero Gil en Santo Domingo no fue duradera, ya que emigró a Co-
lombia de donde pasó a México en donde falleció (1972). Duradera tampoco fue la

Francisco Rivero Gil|Entierro campesino|Dibujo|1940. Alfonso Vila (Shum)|Mujer sentada|Óleo/tela|69.2 x 48.3 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Blas|Vendedor de maní|Dibujo|C. 1940.
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|139| ubicación de otro compatriota suyo, de nombre Juan Bautista Acher o Alfonso Vila, fugiados de Santo Domingo, en donde residió por corto tiempo, en compañía de su es-
Arte Club.
Los Inmigrantes. quien también emigró a México después de haber arribado al país dominicano con su posa e intérprete, Dolores Canals, y varias hermanas de ella. Durante esa residencia tem-
Catálogo 1989.
Confert. esposa y dos hijastros: Antonio y Ramón Prats Ventós. poral, realizó algunas obras de temario insular, entre ellas un tríptico sobre legendarias fi-
ALFONSO VILA (1897-1967), natural de Lérida, era pintor, dibujante y caricaturis- guras precolombinas. En ese conjunto, al igual que en Merengue Caliente, interpreta el
|140|
González Lamela, ta conocido como Shum, el nombre artístico que adoptó. Al arribar al país con su fa- trópico con sus luces interiores y la esencia misma del alma dominicana y la racialidad
María del Pilar.
Op. Cit. milia, en 1940, contaba con un buen currículum como expositor e ilustrador, añadien- con un sentido íntimo.
Páginas 110-111.
Confert. do a sus registros europeos las experiencias vividas en Santo Domingo, en donde resi- La apreciación anterior es del crítico Valldeperes, el cual señala, además: «Junyer, apasio-
dió estrechamente hasta el extremo de trasladarse a La Vega, en donde realizó una ex- nado, sensual, iluminado por su propia intimidad creadora, ha visto un trópico lujurio-
|141|
Valldeperes, tensa producción de obras (sobre todo paisajes), algunas de las cuales mostró en una ex- so y vivo, pero sin estridencias coloristas. Su Merengue caliente muestra una visión sere-
Manuel.
Cuadernos posición celebrada en Santiago de los Caballeros (1940) y en una segunda muestra de na y armónica, con armonías puras, del baile tropical, de la esencia misma del alma do-
Dominicanos
de Cultura. Santo Domingo (1940), exponiendo también en la Colectiva Nacional de 1941, que minicana, que él ha penetrado a través de la danza que condensa, en cierto modo, el
No. 25/26, 1945.
Páginas 71-74. reunió 28 artistas, entre inmigrantes y nativos. La alegoría y un dominio exquisito del
Confert.
pastel caracterizaba, por lo general, la obra de Shum, cuyos dibujos animaron las pági-
nas de varios diarios y revistas durante su permanencia en la República Dominica-
na.|139| Su nombre real era Juan Bautista Acher. Publicó algunos linograbados en el
diario La Opinión|140|
Otros dos nombres completan el sector de los ilustradores refugiados que no arraigan
en el medio nacional debido a la transitoriedad en Santo Domingo. Joaquín Del Alba
(n. 1912), caricaturista español, es uno de ellos. Firmaba sus trabajos con el seudónimo
Kim, que en su mayoría aparecieron en el diario El Caribe. El segundo es Saul Stein-
berg, dibujante y caricaturista alemán de origen judío, quien arribó al país como refu-
giado de la Segunda Guerra Mundial, laborando en el periódico La Nación, antes de
marcharse a Estados Unidos de Norteamérica, en donde alcanzó renombre.
Un grupo de pintores y escultores también asumió a Santo Domingo como puente pa-
ra proseguir hacia otros países. No obstante, cada uno de ellos laboró artísticamente, ex-
puso sus obras y se proyectó situacionalmente nucleado en la contingencia del exilio en
la sociedad dominicana: Joan Junyer, José Rovira, Carlos Solaeche, Solana Ferrer, Fran-
cisco Vásquez Días (Compostela), Hans Paap y Angel Botello Barros, integran este otro sentido racial de un pueblo. Bajo un cielo sereno, en el que el inquieto equilibro de Jun- |142|
Valldeperes,
grupo relacionado también por la transitoriedad. yer halla motivo suficiente para expresar su realismo candoroso –el profundo realismo texto referido
en Catálogo
JOAN JUNYER (n. 1904), oriundo de Barcelona, fue, al igual que José Gausachs, un mediterráneo que es realidad amorosa–, unas figuras precisas riman sus cuerpos desnu- de Arteclub.
31 de mayo
pintor reputado, considerándosele uno de los grandes de la pintura catalana.|141| A pe- dos. Es, sin duda, la expresión cálida de una visión de poeta, de una interpretación que de 1989.
Confert.
sar de la condición de sordomudo logró trascender en España, después de un primer va más allá de la simple realidad circunstancial.Y en el trazado de las figuras se revela la
período de labor pictórica en Mallorca, en donde asimiló referencias del primitivismo personalidad inconfundible y única del autor».|142|
cerámico de la isla. Con exposiciones en Madrid y otras capitales europeas, fue prote-
gido de Picasso durante los años de aprendizaje en París. Fue uno de los primeros re- Joan Junyer|Noche|Dibujo|1940.
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|143| Evaluando la producción que realiza el pintor Junyer en el país, la cual no fue mucha, espiritualiza la figura del bardo del amor. En su retrato de Pittini, también ahonda psi- |145|
González Lamela, Nota manuscrita
María del Pilar. se estima que la obra más significativa fue el tríptico sobre madera en el cual represen- cológicamente demostrando su cualidad de retratista».|145| en catálogo
Op. Cit. exposición
Página 103. ta episodios alusivos a la mitología dominicana: «Anacaona, Boechío y Caonabo. Jun- Solaeche había llegado a Santo Domingo en 1939, llamando la atención pública al ofre- de Bellas Artes
Confert. 1940.
yer, se permeó de la historia y las tradiciones dominicanas y caribeñas.Además, se pue- cer una conferencia sobre El Greco, maestro del arte de España. Su compatriota y crítico Página 24.
Confert.
|144| de apreciar en obras suyas elementos tropicales, así como el mestizaje.También traba- Fraiz Grijalva escribe el siguiente comentario: «En la República Dominicana, como
Idem.
Página 104. jó el diseño escenográfico y, al menos en el tríptico antes mencionado, se puede apre- medio para asegurar fácilmente su existencia, enfiló sus actividades artísticas hacia el re-
Confert.
ciar un tratamiento del dibujo y del color sumamente teatral, dinámico y fluido, que trato, generoso (sic) propicio a las concesiones. Prisionero en un blando academicismo,
recuerda el arte del ballet. En cuanto a este aspecto, cabe citar a Alfredo Matilla, tam- encerrándose en él como un pájaro temeroso en su jaula. Solaeche pinta unos retratos
bién español y exiliado: En esa fantasía, limpia, emotiva, creada por el sentimiento, sin en los que la preocupación principal es la obtención del parecido físico con un realis-
preocupaciones ni alteraciones cerebrales, se encuentra el matiz del ballet, la palabra de mo efectivo en el color. Entre los retratos realizados aquí, figuran el del periodista Juan
todo lo que se calla y la angustia que marca la música a través de una coreografía de José Llovet, los del señor Blanco Fombona y señora, el de la señorita Clarita Tejera, el
espíritus».
«Precisamente en esa fantasía es donde Joan Junyer se encuentra a sí mismo, viviendo
un mundo que él se ha creado; latiendo al compás de una realidad artística que se cons-
truye a costa de muchos sacrificios, de muchas enseñanzas y de mucha serenidad; im-
pregnando la pintura de luz, y pintando con esa misma luz, como Velásquez pintó con
sangre, Rubens con linfa y Murillo con almíbares policromados… Su gran personali-
dad le lleva a la dinámica a fuerza de estética –que no de estática– logrando el equili-
brio perfecto entre los ambiciosos saltos de la danza y la danza misma de sus decorados
y trajes. Si el ballet es expresión por movimiento, Junyer ha hecho expresión para mo-
vimiento, sin apartarse ni un momento de su técnica. La variedad es el arte mismo, pe-
ro detrás está siempre la unidad del estilo; de ese estilo que en Joan Junyer es la senci-
llez y para los demás es la revolución».|143|
González Lamela|144| da cuenta de que Junyer realizó en Santo Domingo una serie
de dibujos que enfocan equinos y asuntos tropicales, algunos elaborados sobre papel de
oro y de plata.También realizó en 1942 dibujos que representan La Conga, típico baile
antillano y título de una muestra personal presentada en Washington. Además, por ra-
zones amistosas, ejecuta algunos retratos en el país dominicano, en donde reside entre del poeta Fabio Fiallo, el de la niña Georgina, el de doña Mercedes Correa de López, |146|
Fraiz Grijalva,
1939-1942. del licenciado don Luis Rodríguez Guerra y el de Monseñor Ricardo Pittini, Arzobis- referido por
González Lamela.
CARLOS SOLAECHE se conoció como retratista en el corto tiempo que vivió en po de Santo Domingo, su mejor obra quizás».|146| Op. Cit.
Página 101.
Santo Domingo como refugiado. Había nacido en Baracaldo (Vizcaya) en 1911, estu- JOSÉ ROVIRA VALLS, nacido en La Bisbal, en 1910, permaneció más tiempo en Confert.

diando en la Academia de Bellas Artes de Bilbao y la Academia de San Fernando de Santo Domingo que sus compatriotas Junyer y Solaeche, dándose a conocer amplia-
Madrid. Participó en la Exposición del 1940, celebrada en la capital dominicana. En la mente con una labor artística diversificada y como expositor que llevó sus obras a va-
página del Catálogo que refiere sus datos biográficos y obras presentadas fue anotado el
siguiente comentario: «En su retrato del poeta Fabio Fiallo lo vemos elevarse cuando José Rovira|Florero... flores|Óleo/tela|49.5 x 39.5 cms.|Sin fecha|Col. Familia Antuñano Peralta.
José Rovira|Desnudo|Óleo/tela|83 x 62 cms.|1943|Col. Museo de Arte Moderno.
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|147| rias comunidades del país: Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Baní y San José de
Llorens,
Op. Cit. Ocoa. En esta última comunidad pintó una decoración mural a la caseína.
Página 37.
Confert. Con estudios en la Academia de Bellas Artes de la Lonja de Mar, en Barcelona (1926),
y con experiencias adquiridas en talleres artísticos, Rovira laboró en restauración patri-
monial, hizo pintura mural y expuso en varias ciudades españolas antes de refugiarse en
Santo Domingo. En 1940 trabajó como restaurador de la Iglesia de los Dominicos, San-
ta Clara, así como de la Catedral Primada. En 1943 realiza una muestra personal, en
donde expuso 41 obras, entre ellas un fresco, un dibujo y 39 óleos (paisajes y bodego-
nes). En la Exposición Nacional de 1944, presenta siete pinturas, entre ellas el desnudo
titulado Figura (óleo), de excelente factura, volumetría corporal y belleza nativa, perte-
neciente a la Colección Estatal del Museo de Arte Moderno. En este último año vuel-
ve a exponer individualmente. Rovira residió en el país con su familia desde 1940 has-
ta mediados de esta década.
Otros artistas de corta estadía en República Dominicana fueron: Francisco Vásquez
Días, López Jiménez, López Mézquita, Solana Ferrer, Botello Barro y Hans Paap.
Francisco Vásquez Díaz, (1898-198?)) se hacía llamar Compostela, en reconocimiento a
la ciudad española en donde había nacido. En su país se hizo reconocer al exhibir una
muestra en plena vía pública de Madrid (escalinatas del Congreso de Diputados). Este
hecho le permitió salir del anonimato, ya que consiguió respaldo para exhibir en los sa-
lones Lizarraga y obtener pensión para estudiar en París. A su regreso se hizo popular
como escultor animalista especialmente centrado en el pingüino. En Santo Domingo
no sólo siguió tallando su animal preferido, sino que le encargaron para la Universidad
bustos de personajes dominicanos. Los hizo, así mismo, de diplomáticos extranjeros, la-
borando en un cuartito que le cedió su propietario Julio Ortega Frier, coleccionista y
mecenas de artistas emigrados. Participa en la Exposición de Bellas Artes del 1940, en
donde mostró bustos de varios personajes (Hostos, Peynado,Trujillo, …) e igualmente
tallas de animales y peces tropicales. Este escultor se ubicó en Puerto Rico, convirtién-
dose en docente universitario.|147|
Escultor como Compostela era Manuel López Jiménez (n. 1904), natural de Badajoz,
en donde aprendió pintura y escultura, asistiendo a la Academia local de Bellas Artes.
Expositor en varias muestras celebradas en España, asume la talla en madera, principal-
mente, al ubicarse en el país. En el 1943, había realizado el Escudo para el Ateneo Do-
minicano (caoba) y varios retratos en barro y piedra artificial. Escultor también era En-
rique Moret Astruell (1910-1985), quien residió en el país durante casi dos años, cola-
borando en proyectos arquitectónicos.Tallista, expone en Muestra Colectiva del Ateneo Angel Botello Barros|Joven mulata|Óleo/cartón piedra|44.5 x 36 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|176| |177|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|148| Dominicano (1941) y trabaja en el Monumento a la Independencia erigido en la ciu- puso tres paisajes dominicanos en la Exposición Nacional de 1941; e igualmente José Ma-
ArteClub.
Los Inmigrantes dad de Moca. En el Ateneo expone también Francisco Vera (hijo) un conjunto de ce- ría López Mézquita, pintor granadino (1883-1954), quien llegó a Santo Domingo en
Catálogo.
31 de mayo rámicas elaboradas al arribar a Santo Domingo en 1940. Esta exposición es pionera en 1945, realizando un retrato de Trujillo, uno de los pocos para los que posó el referido dic-
de 1989.
Confert. el arte de la cochura en República Dominicana. tador. A la transitoriedad de Solana Ferrer y López Mézquita, no se asocia el docente y
Otro escultor es Luis Soto, cuyo nombre se asocia al fundidor Francisco Dorado Mar- pintor Miguel Anglada Romeu, nacido en Valencia, asociado al grupo de refugiados. Ex
|149|
Idem. tín, tanto por labores que realizaron asociados e igualmente porque arribaron juntos a militar republicano, su nombre se vincula al hacer fotográfico, pictórico, al desempeño
Confert.
República Dominicana, en 1940. Ellos realizan las primeras esculturas fundidas en normalista en San Pedro de Macorís y a la cátedra de Matemáticas en la Universidad de
|150| bronce en Santo Domingo.|148| Santo Domingo.Vivió en la Capital durante largo tiempo, retornando al país de origen.
González Lamela,
Op. Cit., Luis Soto, hijo del escultor Mateo Fernández de Soto, fue inicialmente orientado por Otro nombre es Angel Botello Barro, mucho más reconocido en el medio dominicano.
Página 114.
Confert. éste, dándose a conocer en España después de completar su formación. Cuando el exi- ANGEL BOTELLO BARROS (1913-1986), nativo de la zona de Pontevedra, se
lio lo arroja de España y encuentra refugio en la capital dominicana, ya era un artista había trasladado muy joven a Burdeos (1926), cursando la carrera de Agronomía, la que
|151|
Idem. hecho y maduro en el trabajo tridimensional.|149| A partir de 1943 realiza un busto
Páginas 114-115.
Confert. de Trujillo, vaciado en bronce, que le lleva a trabajar para el Estado, el cual le encarga
otras obras, entre ellas los relieves del monumento que conmemora el Tratado Truji-
llo-Hull, e igualmente la estatua del presbítero Gaspar Hernández. El escultor Soto
marchó a Venezuela a mediados de la década de los cuarenta. En la obra Memorias de
una Emigración, su autor,Vicente Llorens, confunde a Luis Soto con el padre, el re-
nombrado escultor Fernández de Soto, quien al parecer fue igualmente refugiado, aun-
que este último dato no ha sido comprobado, asegura la investigadora González La-
mela.|150|
Francisco Dorado (1900-1982) fue el broncista fundidor de la mayoría de las escultu-
ras de Luis Soto e igualmente de las obras de Manolo Pascual (Monumento a Salomé
Ureña), de Antonio Prats Ventós (Monumento a Trujillo), de Ismael López Glass (Bus-
to de Trujillo), de Saul González (Soldados Custodios de la Academia Batalla de Las
Carreras), así como los leones del Palacio Nacional. Con una experiencia formativa
que inició en la ciudad natal de Linares (España), Dorado completó su formación en
varios países de Europa, trabajando además en diversas ciudades. Localizado en Repú-
blica Dominicana, fue jefe de fundición de los Ferrocarriles Unidos, con asiento en abandona para ingresar en la Academia de Bellas Artes, de la referida ciudad francesa.
Puerto Plata, en donde procrea con esposa dominicana a sus hijos Guillermo y Geno- Allí expuso, retornando a España, en donde le sorprende la guerra civil española (1936-
veva Dorado Fernández. En 1942 establece y dirige la Fundición Artística Dominica- 1939), siendo reclutado por el ejército republicano. El desenlace de la contienda le lle-
na, a la vez fue el creador de la fundición para la Escuela Nacional de Bellas Ar- va al exilio, refugiándose en Santo Domingo en 1940, celebrando en ese año una mues-
tes.|151| tra personal y figurando como uno de los participantes de la Exposición de Bellas Ar-
Casi todos los escultores exiliados residieron transitoriamente en el país. Ocasional per- tes, registrada en el Ateneo Dominicano, también en 1940. Un texto manuscrito, redac-
manencia asumió el también refugiado Alejandro Solana Ferrer, asociado a la Escuela de
Arte y Oficio y a la de Bellas Artes de Barcelona. En Santo Domingo hizo retratos y ex- Angel Botello Barros|Dos negritas|Óleo/tela|58 x 40 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Angel Botello Barros|Dos mujeres conversan|Óleo/cartón|31 x 33 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
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|152| tado en la página biográfica del catálogo, evalúa al pintor que para entonces contaba 27 HANS PAAP, oriundo de la región nórdica, fue otro refugiado de la Segunda Guerra
Nota manuscrita.
Catálogo. años de edad: «Talento de pintor, pero aún está en la edad en que no ha encontrado su Mundial.Al ubicarse en Santo Domingo, pintó con cierto apego a la realidad isleña, so-
Op. Cit.
Confert. propio estilo. Apasionado de Cezanne y sobre todo de Gauguin, quienes ejercen in- bre todo con sus enfoques del espacio marítimo. Participó en la Cuarta Bienal, corres-
fluencia en la mayoría de sus obras. Pero como Botello es un pintor joven, dominador pondiente al 1948, desenvolviéndose como docente de la Escuela Nacional de Bellas
del oficio de un modo absoluto y con un sentimiento y una visión para captar las figu- Artes. Entre la numerosa producción realizada en el país figura un Retrato de Margarita
ras como el paisaje, la vida le dará lo que le falta».|152| Auffant (óleo 19..?), ya que cultivó también este género.
Para el referido año 1940, Angel Botello asumía el tema de la racialidad afroisleña, el Al igual que Hans Paap, otros tres artistas no hispánicos se refugian en Santo Domingo
cual amplió al trasladarse a Haití, en donde permanece durante doce años, después de como resultado de la gran guerra de los años 1939-1945. Pero a diferencia del pintor
una individual celebrada en Puerto Príncipe, en 1944. Esta reubicación constituye ex- nórdico, ellos: Ernesto Lothar, Joseph Fulop y Mounia André, asumen un protagonismo
cepción única frente a artistas inmigrantes. Botello contrajo matrimonio con mujer hai- más duradero e influyente como artistas inmigrantes.
tiana trasladándose a Puerto Rico, en donde terminó residiendo. LOTHAR DEUTACH, conocido como Ernesto Lothar, llega al país en 1941, loca-

lizándose primero en Sosúa, colonia de inmigrantes, en donde pinta y hace viñetas pa-
ra un periódico local editado en alemán. Luego se traslada a la ciudad capital donde se
da a conocer exponiendo en muestras nacionales celebradas durante la década de su
arribo como refugiado de origen judío. Había nacido en Austria, en 1906, formándose
como pintor en Viena. Con experiencia en ilustración laboró en un periódico de Po-
lonia y produjo también para casas editoriales de Italia y Suiza.

Hans Paap|Paisaje marino|Óleo|47 x 35.6 cms.|Sin fecha|Col. Privada. Hans Paap|Retrato de Margarita Auffant|Óleo|46.7 x 46.7 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
Hans Paap|Paisaje de Boca Chica|Óleo|45.7 x 43.5 cms.|Sin fecha|Col. Privada.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|180| |181|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Lothar se integró al medio social dominicano como artista y docente, encargándose del JOSEPH FULOP (n. 1898), pintor, escultor y ceramista, con estudios en Budapest, París |154|
Horia Tenasescu.
curso de paisaje en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Desde su llegada, sintió fuerte y Nueva York, se convirtió en docente de la Escuela Nacional de Bellas Artes, en el perío- El Caribe.
16 de mayo de
atracción hacia el entorno insular, recreando en sus temas las costumbres y la tipología do 1949-1958. El crítico Tanasescu sostiene que a este artista se debe, de una manera de- 1955, Confert.

que como asuntos se transcribieron en los 17 dibujos que exhibió en la Exposición Na- cidida y definitiva, la introducción del arte abstracto. Su primera exposición de pintura abs-
cional del 1942. La cargadora de agua, los pescadores y labradores, el campesinado y su tracta del 25 de mayo de 1953, representa sin duda una fecha en la historia de las artes plás-
vivienda fueron transcripciones de una realidad, en donde el mercado o el paisaje pro- ticas en Santo Domingo, así como en la misma vida del pintor, quien desde entonces aban-
vinciano se transformaron con la percepción de un excelente pintor. Durante casi diez donó por completo la pintura temática, a pesar de que sus temas fueron siempre disueltos
años vivió Lothar en el país, desembocando su estilo de precisiones lineales, expresio- en el conjunto de los efectos tonales. Su escultura también tendió a la abstracción y a él se
nistas, en un planteo de figuración procubista como lo refiere en Potro Mañoso, un cua- deben los primeros mosaicos artísticos en el país|154|, por lo menos de ejecución más per-
dro al óleo sobre playwood realizado en 1946. manente e influyente tal vez en Paul Giudicelli, también ceramista de importancia.
De Europa Central era también Joseph Fulop, cuya presencia en Santo Domingo se re- En sus primeras y radicales propuestas, Fulop asumió la abstracción pura, usando con ex-

|153| laciona íntimamente a su compañera Mounia André. El, húngaro germanófilo, de quien
Brusiloff,
Carmenchu. se dice que participó en situaciones conflictivas de la Alemania de Hitler, se enamoró,
«Obras de Joseph
Fulop y Mounia sin embargo, de una joven de origen judío / Y el resultado no podía hacerse esperar: la
André (…)».
El Caribe. 7 de huida a América. Desde 1948, la pareja Fulop-André se ubica en Santo Domingo, en
septiembre de
1997, Confert. donde buscan abrirse paso, enfrentando penurias y aprovechando cualquier cosa facti-
ble para pintar ya que ambos eran artistas.|153|

Ernesto Lothar|Negra|Óleo/madera|46.5 x 52 cms.|C.1946|Col. Museo Bellapart. Ernesto Lothar|Potro mañoso|Óleo/madera|95 x 120 cms.|1946|Col. Museo de Arte Moderno.
Ernesto Lothar|Paisaje|Óleo/madera|60 x 45 cms.|C.1946|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|182| |183|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

presividad la materia, con la cual desemboca primero en la abstracción lírica y después obra se expande desde unas figuraciones esquemáticas de bodegones y peces, de negras |155|
Ugarte,
en un abstraccionismo constructivo a base de líneas, estructuras y espacialidad. Su cua- y mulatas hasta una abstracción de estructuras bien estudiadas, apasteladas con pincela- citada por
Carmenchu
dro Composición 28, óleo de 1954, ganador del segundo premio de la Bienal Nacional del das cortas y contenidos equilibrados. María Ugarte|155| apuntaba en 1949 la pintura de Brusiloff,
Op. Cit.
referido año, se inscribe en la segunda variable abstraccionista del pintor húngaro. facetas múltiples de Mounia André, en tanto que Tanasescu enjuiciaba que la nota funda-
MOUNIA ANDRÉ, nacida en Charlottenbourg (Alemania, 1911), se había formado mental de sus cuadros es «un lirismo que no reside en los temas que escoge, sino más |156|
Horia, Tanasescu.
en la Escuela de Bellas Artes de París, así como en la Bauhaus, escuela alemana cuyo cur- bien en la ejecución de los mismos y que a veces se materializa en una atmósfera mís- Op. Cit.
Confert.
so preliminar consistía en la familiarización con el manejo de los materiales, las formas tica o se simplifica hasta la abstracción de una fuga de líneas».|156|
y los colores, tendiente a la liberación de la energía creadora como al desarrollo de la in- Mounia André y Joseph Fulop se marcharon a los Estados Unidos, después de desen-
dividualidad. La pintora André estuvo en la Bauhaus de Dassau (1925-1926), convirtién- volverse en el medio dominicano hasta el segundo quinquenio del período 1950, ya
dose luego en una expositora reconocida en los círculos del París del año 1938. que sus nombres se registran como participantes de la Octava Exposición Bienal co-
Con un amplio dominio de la línea y del color y una interiorización muy peculiar, su rrespondiente al 1956. Al parecer, ambos fallecieron en el medio estadounidense.

De origen judío como Lothar era Saul Steinberg, quien asumió labores gráficas en el pe- |*|
Fue bautizado con
riódico La Nación, como puente para proseguir hacia los Estados Unidos en donde se hi- este nombre por
Bienvenido
zo notable dibujante humorístico o caricaturista. Un poco más duradera fue la estadía de Gimbernard.
Ver Agora, 15 de
Kurt Schnitzer, excelente fotógrafo nacido en Austria, asociado a la colonia hebrea de So- octubre de 1942.

súa, en donde realiza –años iniciales del 1940–, tomas documentales de gran calidad testi-
monial. En los círculos de la ciudad capital donde fue conocido, le llamaban Conrado,* da-

Joseph Fulop|Paisaje|Óleo/tela|23 x 28 cms.|1949|Col. Museo de Arte Moderno. Joseph Fulop|Inspiración Nº 28|Óleo/tela|78.5 x 108 cms.|1954|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|184| |185|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

da la dificultad pronunciativa de su nombre. El labora para el diario La Nación, acompañan-


do regularmente a Eugenio Fernández Granell, periodista del citado órgano informativo.
Una individual suya, talvez la primera muestra de un fotográfo moderno, celebrada en
1942, originó un debate sobre si la fotografía es arte o no.
Ana María Schwartz, nacida en Alemania, se convirtió en la inmigrante o refugiada de más
permanencia en el país, al establecer residencia definitiva, aparte de ser una pionera del arte
de la lente como artista mujer. En Santo Domingo estableció el Estudio Ana María, lugar en
donde ofrecía su servicio profesional y espacio de un círculo de amigos pintores contertu-
lianos y demandantes de sus tomas. Excursionista de ámbitos de la república de adopción, su
educada mirada dio lugar a obras paisajísticas y escenas cotidianas reproducidas a blanco en
negro en soportes fotográficos. Murió activa, en la plenitud de edad, en la década de 1990.

Mounia André|Tres mujeres|Óleo/cartón|38 x 51 cms.|1956|Col. Museo Bellapart. Mounia André|Plegaria (detalle)|Óleo/tela|55 x 59 cms.|1952|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|186| |187|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

2|3 Dictamen sobre la inmigración artística Antonio Prats Ventós, George Hausdorf y Manolo Pascual, «por haber realizado una labor |157|
República
en nuestra patria, como parte del haber dominicano (…).Todos y cada uno, tanto los que Dominicana.
1954.
permanecieron como los que se ausentaron, ejercieron una influencia en la juventud do- Página 224.
Confert.
minicana. El arte europeo, las preocupaciones modernas en sus distintas manifestaciones,
especialmente en la búsqueda de los tantísimos ismos, coadyuvaron a la formación de la |158|
Suro, Darío.
actual generación de artistas nacionales».|157| Son los artistas egresados de la Escuela Na- Arte Dominicano,
1969.
cional de Bellas Artes, durante el período 1942-1956, los que conforman esa generación. Páginas 10-12.
Confert.
Darío Suro, en la introducción a su monografía Arte Dominicano, reconoce que los ar-
tistas europeos, en su mayoría españoles, ejercieron una tarea positiva para las jóvenes ge-
neraciones que se formaron bajo su orientación en la Escuela Nacional; sin embargo, al
enfocarlo en el ángulo histórico del arte dominicano, ofrece las siguientes apreciaciones:
|A| Estos artistas pasaron meteóricamente por nuestro cielo.
|B| Aun los más destacados y profundamente juzgados: Manolo Pascual, José Gau-
sachs,Vela Zanetti y Fernández Granell, serán siempre artistas de España, es decir, artis-
tas españoles que pasaron por Santo Domingo.
|C| En el país hicieron muchas de sus mejores obras. Pero, a pesar de que muchos de
ellos se han quedado en el suelo dominicano, el espíritu y alma de sus autores están o
estarán en la España que los vio nacer.
|CH| La obra realizada por ellos en la República Dominicana podría ser calificada co-
mo un accidente que estos pintores tuvieron en cierto período histórico que tuvo Es-
paña, después de la Guerra Civil (…). Fueron refugiados que hicieron parte de su arte
en la República Dominicana y otros países latinoamericanos. Si se comparan con Pi-
casso y su vinculación con la Escuela de París, la condición es distinta: «Picasso creó el
La presencia de los artistas refugiados ha dado lugar a más de una ponderación respec-
cubismo con otros artistas franceses y europeos dentro del margen de un arte que en el
to a la influencia que produjeron en el medio nacional y en relación también al impac-
fondo pertenece a París con su cosmopolitismo cultural donde se mezclaron todos los
to que como receptores reflejan al producir obras dominicanas; es decir dibujos, escultu-
ingredientes del arte universal».
ras, grabados y pinturas que revelan el temario geográfico, etnosocial o de la nueva rea-
|D| «Específicamente, los artistas extranjeros en Santo Domingo no crearon un arte domi-
lidad que exploran unos más que otros, de acuerdo al grado de vinculación con el país.
nicano, ellos esculpieron y pintaron en Santo Domingo, pero no hubo ingredientes suficien-
A pesar de que la propaganda trujillista no tendía a reconocer influencia bienhechora al-
tes ni por parte de ellos ni por parte del medio para crear un arte totalmente dominicano».
guna que no fuera la del Benefactor de la Patria, es en la documentación oficial que se re-
|E| Sin dejar de reconocer el arte hecho por los artistas extranjeros en la República
conoce el aporte positivo de los artistas inmigrantes. En un voluminoso libro del año
Dominicana, de ellos se destacan «las bases técnicas de los comienzos de un arte domi-
1954, titulado República Dominicana, se enfoca el tema de los extranjeros radicados en el
nicano, pero no la base ideológica nacida más tarde con la lucha temática y psicológi-
país, citándose los nombres de Vela Zanetti, José Gausachs, Joseph Fulop, Mounia André,
ca de muchos artistas dominicanos (Yoryi, Suro, Hernández Ortega, Prats Ventós, Le-
desma, Guidicelli,…) y con las enseñanzas de la experiencia europea adaptada a nues-
José Vela Zanetti|Fiesta campesina (detalle)|Caseína/muro|200 x 500 cms.|1950|Col. Universidad APEC. tro suelo, realizada por Jaime Colson en la década 1950-1960».|158|
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|188| |189|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|159| La esposa de Darío Suro, Maruxa Franco, ofrece su apreciación personal cuando afirma que ral sino en el político e ideológico. Republicanos antifalangistas, la mayoría era demó- |160|
Franco, Maruxa, Miller, Jeannette.
referencia en Ana el cambio de actitud de la gente en relación a los artistas dominicanos fue resultado de la crata-socialistas, aunque también había comunistas y anarquistas».|160| Arte Dominicano.
Mitila Lora, Listín Artistas españoles
Diario, 14 de no- presencia española: «la gente veía a los pintores con tristeza y creían que los cuadros eran Dos protagonistas importantes que se relacionan directamente al quehacer de las artes (…).
viembre de 1999. Páginas 27-28.
Página 12-A. para regalar (…) pero la llegada de los españoles ayudó a cambiar la mentalidad (…). Los que florecen durante la etapa del 1940 son Eugenio Fernández Granell, exiliado espa- Confert.
Confert.
españoles que empezaron a llegar en 1939 concitaron tanta solidaridad que la gente em- ñol que autodescubre su potencial pictórico residiendo en Santo Domingo, y Silvano
|161|
pezó a comprarles por pena y ellos fueron abriéndose paso.Algunos pintores llegaron for- Lora, importante artista que se vincula a los artistas-maestros más significativos del exi- Fernández Granell,
Eugenio, referido
mados, pero, por ejemplo, José Vela Zanetti, se formó aquí. La esposa de Vela me contó que lio. Granell explica: «La actividad creadora del grupo formado por los exiliados euro- por J. Miller.
Idem.
cuando salieron de España,Vela trabajaba en un banco. Le gustaba la pintura, pero no ha- peos y los americanos aumentó considerablemente desde el primer encuentro. La pin- Páginas 28-29.
Confert.
bía podido dedicarse a ella. Durante la travesía fue que decidió dedicarse a pintar».|159| tura y la poesía surrealista dejaron en este afortunado encuentro antillano, algunos de
Otra evaluación vinculada a los artistas inmigrantes la ofrece Jeannette Miller, de quien sus frutos mejores. Al mismo tiempo sembraron en la nueva tierra la semilla que, en el |162|
Lora, Silvano,
se citan sus opiniones a continuación: «Los artistas españoles (…) estimularon a los ar- terreno del espíritu, competía en su fecundidad a los dones de la selva».|161| testimonio en
Arte Dominicano.
Silvano Lora, a su vez, explica desde la experiencia personal que para él «la pintura espa- Artistas
Españoles.
ñola se limitaba a la llegada de los artistas que develaron otra pintura distinta.Afirma que Página 71.
Confert.
con la presencia de los refugiados las calles se llenaron de arte que irradiaban desde sus
talleres de la zona colonial, hasta las vallas publicitarias, los afiches o los anuncios que pa-
ra periódicos y revistas dibujaban artistas como Alloza. De esta manera, no sólo contri-
buían a la estética de la época sino que impactaban en mi mirada de joven artista».|162|
En el dictamen general sobre la presencia de los artistas exiliados en el país, se pueden
observar diversas apreciaciones, una de las cuales se vincula a la exagerada hispanofilia
del régimen trujillista que busca enaltecer el vínculo del país con la llamada Madre Pa-
tria, desconociendo otras relaciones. La presencia de miles de emigrados de España, in-
cluso de Europa, ayudaba a blanquear el país, como una contrapartida al nexo con la ne-
gritud y con el vecino país haitiano. En este sentido se expresaba el discurso de la ofi-
cialidad: «La marejada que trajeron al país los desarraigados de Europa, empujaban a unos
y otros en busca de su destino. No habían venido ellos a hacer turismo. Las circunstan-
cias trágicas de la vida les obligaban a escoger el sitio donde mejor les apeteciera estar y,
sobre todo, donde su necesidad de subsistir, de acuerdo con sus necesidades, les permi-
tistas dominicanos a crear obras de ruptura.A través de ellos, los dominicanos entran en tieran desarrollar sus facultades y resolver sus problemas. / Así unos y otros, aislados un
el proceso moderno que se había celebrado en otros países latinoamericanos dos déca- momento en nuestras playas, se orientaban en el sentido de plantar aquí su tienda, o uti-
das antes y que había florecido en países como México y Brasil (…). El proceso de es- lizaban nuestro suelo como trampolín para la aventura del Continente, repitiendo ellos
tímulo y cambio fue mutuo; la influencia del trópico y de una cultura híbrida, deslum- otra vez la aventura de la Conquista(…). Pero algunos hallaron propicio nuestro país pa-
bró a estos ‘académicos modernos’ y removió muchos de sus patrones de hechura (…). ra la realización de su obra. Connaturalizados con nosotros y con nuestro ambiente, fi-
La llegada de los exiliados españoles tiene un gran impacto no sólo en el orden cultu- jaron aquí su residencia y compartieron con los dominicanos su saber y su capacidad de
trabajo. La protección del Gobierno favoreció a muchos quienes, agradecidos, decidie-
José Vela Zanetti|Sin título|Mixta/papel|48 x 33 cms.|1957|Col. Bernardo Vega. ron convivir en la República Dominicana(…). / La inyección de la cultura extraña pro-
José Alloza|Sánchez enarbola bandera|Dibujo|1943.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|190| |191|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|163| dujo un florecimiento de la savia nueva. El pensamiento dominicano, saturado por las producido sin él (…), pero él fue, además, un estupendo paisajista, un ojo alerta que supo |164|
La República Gil, Laura.
Dominicana, experiencias de civilizaciones mayores, pudo dar de sí, en proyecciones de arte, hacia zo- ver antes que el venezolano Reverón la verdadera luz del trópico, lírica, plateada, incolo- La Impronta
Op. Cit. Española
Página 224. nas de incalculable valor, un propiciamiento de madurez espiritual».|163| ra, deslumbrante, y también el color específico de cada región de nuestro país, sentido en en la Pintura
Confert. Dominicana,
Otra apreciación es la que le atribuye a la inmigración artística, sobre todo a la española, el cual su mejor continuador y epígono es su propio hijo Francisco Gausachs».|164| Catálogo 1995.
Página 6.
la definición moderna del arte dominicano. Laura Gil se orienta en esta dirección cuan- Indudablemente, es relevante el protagonismo de los artistas refugiados en el país a par- Confert.

do afirma: «La espléndida floración de la pintura dominicana en los años cuarenta y cin- tir del decenio 1940, y aunque ellos son aportadores de la modernidad, vale aclarar que
cuenta (…) lo debe todo, casi todo a la fecundación del talento criollo por la enseñanza ésta había sido pautada desde 1920, con los enlaces que establecen Juan Bautista Gó-
práctica de los maestros, en su mayor parte españoles (…). La pintura dominicana es des- mez, Celeste Woss y Gil,Yoryi Morel, Bienvenido Gimbernard (en Gráfica), Aida Iba-
de entonces, y naturalmente, fundamentalmente expresionista, autoclásica, gesticulante y rra, Darío Suro y Jaime Colson, cuya asimilación en el cubismo significa el aporte más
apasionada. Incluso la citada crítica le atribuye, sobre todo al maestro José Gausachs, un rol revolucionario de la época, aunque se registrara en el exilio voluntario de este artista
determinante cuando sostiene que el expresionismo tal y como se dio, no podía haberse que irrumpe en el país hacia mediados del siglo XX, provocando una sacudida podero-

George Hausdorf|Paisaje|Óleo/madera|42 x 51 cms.|Sin fecha|Col. Banco Central de la República Dominicana. Manolo Pascual|Desnudo|Mixta/papel|29 x 21 cms.|Sin fecha|Col. Banco Popular Dominicano.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|192| |193|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

sa en las generaciones jóvenes; similar a la que produjo Yoryi Morel en 1932 y Darío
Suro en 1947, cuando regresa de México con un discurso etnosocial que hace volver
el corazón y la mirada hacia la neoafricanidad.
Es indudable también el influyente protagonismo de José Gausachs, a quien sus princi-
pales alumnos le reconocen influencia como maestro formador, cuyo mayor atributo,
por encima de las similitudes de formas y temas, fue la de propiciar la libertad en la bús-
queda expresiva. De igual manera, Manolo Pascual fue otro maestro influyente de la in-
migración que acelera el arte moderno dominicano, respecto del cual no debe perder-
se de vista el papel de los intelectuales que con sus conferencias y textos críticos suma-
ron la teoría moderna a la práctica de la docencia contemporánea. Una de las voces teó-
ricas de la nueva estética es la de Rafael Díaz Niese.

Eugenio Fernández Granell|No es posible olvidarla|Óleo/tela|67.5 x 47 cms.|1951|Col. Museo Bellapart. Ernesto Lothar|Amantes (detalle)|Óleo/tela|35.5 x 30.5 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|194| |195|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

2|4 Díaz Niese: la necesaria modernidad dominicana En Madrid asistió a la Academia de San Fernando, trasladándose tiempo después a Fran- |167|
Díaz Niese, Rafael.
cia, en donde se doctoró en Filosofía en centros académicos parisinos, especializándose Cuadernos
Dominicanos de
también en Psiquiatría. Además frecuentó universidades europeas, como la de Bruselas Cultura. No. 21.
mayo 1945.
y Nuremberg. Confert.

La larga estadía de desenvolvimiento en Europa permitió que Díaz Niese dominara va-
|168|
rios idiomas aparte del español (francés, alemán, italiano, portugués, catalán, latín, griego Vela Zanetti, José.
«Nota para un
e inglés), ejerciera la profesión de médico psiquiatra, se codeara con sectores de la inte- Retrato Póstu-
mo». Cuadernos
lectualidad parisina y se desplazara por amplias regiones del mundo como estudioso, Dominicanos de
Cultura, 1950.
principalmente del arte. En el texto de viajero, La Vida Itinerante, él escribe la siguiente Páginas 1-12.
Confert.
apreciación: «Hay minúsculos apartados rincones que dejan en la memoria más ventu-
rosos recuerdos que las grandes urbes o que los sitios reputados universalmente por su
belleza y su valor histórico y artístico. No porque en ellos hayamos vivido con más in-
tensidad –amor, alegría, placer, dolor– que en cualquier otro, sino porque en algunos de
aquellos, tan contados, hemos merecido de súbito, como una gracia dignificante, la reve-
lación conmovedora de la inconmensurable hermosura del mundo que habitamos. Por-
que en ellos hemos sentido, con quemajosa acuidad, que es cierto, sí, muy cierto, que hay
sitios en la tierra por donde ha pasado el Espíritu… Recónditos lugares, conocidos de
muy pocos, tan colmados de belleza, de reminiscencias ilustres que surgen de la memo-
ria, como viven en la realidad, envueltos en un halo de extrahumana poesía. Lugares de
la Tierra tan bellos –dice Flaubert– que uno quisiera oprimirlos contra el corazón».|167|
Hombre mundano y erudito, de alta estatura, fuerte, de piel cetrina y profundos ojos
negros como negrísimo era su cabello, poseía modales afables y era un conversador ad-
mirable. De acuerdo a Vela Zanetti: «Amaba el diálogo y despreciaba la oratoria (…) era
|165| No aparece en la historia del arte nacional, ni en el pasado ni en el presente, un domi-
Llorens, Vicente. ilimitado en el saber y profundamente serio, en sus juicios insobornables (…) cuando
Op. Cit. nicano tan culto y decisivo como era Rafael Díaz Niese: médico de profesión, pintor
Página 63. llegó Díaz Niese al país, en 1939, a qué negarlo, estaba ya de regreso de muchas cosas,
Confert. por vocación y crítico de arte, largos años residente en París, quien volvió a Santo Do-
había quemado parte de sus ilusiones en las tertulias de los cafés europeos. Regresaba
mingo como un refugiado más de los que huían de la Europa en guerra.|165|
|166| para afincar su definitiva raíz sobre la patria que viera desfigurada sobre los reflejos de
Pérez Reyes, C. Díaz Niese era hijo de madre alemana y de padre dominicano. Había nacido en Puer-
La Pintura la vida europea, de su cultura, de la difícil e intolerante existencia».|168| Ubicado en
Española to Plata en 1897, residiendo desde niño en Santiago de los Caballeros, en donde reali-
del Siglo XX. Santo Domingo, emprendió una auténtica gestión cultural, orientada sobre todo hacia
1990, zó sus estudios primarios y secundarios. Desde muy joven viaja al exterior en compa-
Página 7. las artes a las que imprimió un poderoso sentido de modernidad, conforme a las co-
Confert. ñía de una tía protectora, quien posteriormente auspicia su formación europea. Estudia
rrientes de las vanguardias artísticas que conocía como hombre actualizado y amante de
pintura en Barcelona, frecuentando el taller del pintor cordobés Julio Romero de To-
la cultura francesa. Uno de los muchos campos de las acciones de Díaz Niese fue la es-
rres (1874-1930), que gozaba de gran popularidad por su repertorio de gitanas.|166|
critura. Escribió concienzudamente sobre arte, ofreciendo informaciones, asumiendo
posiciones, ponderando a determinados creadores y ofreciendo lineamientos sobre to-
George Hausdorf|Retrato de Díaz Niese (detalle)|Lápiz/papel|Década 1940. do para los jóvenes pintores dominicanos.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|196| |197|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

De cuatro ensayos titulados: Tres Artistas Dominicanos (1943), Notas sobre el Arte Actual |169|
Díaz Niese,
(1944), Un Lustro de Esfuerzo Artístico (1945) y Creación y Comprensión (1947), se extrae Cuadernos
Dominicanos de
una selección de copiosas opiniones relacionadas con el arte, la obra artística, la inno- Cultura No. 51.
nov. 1947.
vación, el arte y la tradición, la modernidad, la pintura y el artista. A partir de esas opi- Página 18.
Confert.
niones fielmente citadas, se desglosan los referidos tópicos, de manera que se pueda
apreciar el pensamiento estético de Díaz Niese, su vuelo cognoscitivo y la moderna
orientación que promovió a partir del decisivo cargo de Director General de Bellas Ar-
tes. A continuación el desglose:
|El arte| El arte apareció, al trascender su esencia, aislado ya de los dictámenes de la
rutina, como algo más sublime que la simple manipulación de materiales o la manipu-
lación mecánica de objetos y hechos comunes.|169|

El arte no puede ser una reacción mecánica; no debe ser una simple reacción sensual. |170|
Idem.
Por el contrario, el arte debe ser el resultado de una evolución cerebral –si se nos per- Cuadernos ( ... )
No. 1 septiembre
mite la expresión–, de las impresiones sensoriales.|170| 1943. Confert.

El arte, cualesquiera que sea su raíz y esencia, no puede tener otro fin que hacernos go-
|171|
zar de la forma, de una forma. Sólo así llega a ser, de por sí y en sí, aquel goce superior de Idem.
Confert.
los hombres libres de la definición aristotélica.|171|

Celeste Woss y Gil|Retrato de Rafael Díaz Niese|Óleo/tela|58.3 x 47 cms.|1942|Col. Clara Díaz Niese. Luis García Ximpa| Díaz Niese|Caricatura|1942.
Antonio Bernad (Toni)|Caricatura de Rafael Díaz Niese|Década 1940.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|198| |199|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

El arte por su misma mesmedad, es cosa esencialmente aristocrática. No admite vulga- |172|
Idem.
rización alguna un poema, nos dice Stephane Mallarmé, debe ser un enigma para el Cuadernos
No. 51.
hombre vulgar, música de cámara para el iniciado. No hay contradicho posible. De las Páginas 11- 12.
Confert.
nociones científicas más difíciles han podido editarse esas fementidas colecciones de...
Al alcance de todos, es decir, al alcance aun de aquellos que, sin estudios preparatorios |173|
Idem.
adecuados (...) lo confían todo a la omnipotencia de su propio intelecto, olvidando o Página 18.
Nota 15.
ignorando, que en el orden del conocimiento, como enseñaron los escolásticos, la au- Confert

toridad precede invariablemente a la experiencia.|172|


|174|
Las teorías espiritualistas en general niegan todo vínculo entre la belleza natural y la Idem.
Páginas 16-17.
creada por el arte.|173| Confert.

Todos los maestros teorizantes de la Estética, de un extremo a otro de la complicada ca-


|175|
dena vigente (...) se encuentran unánimemente acordes en un punto capital: en que el Idem.
Cuadernos No. 12,
arte no es, ni ha sido nunca, mera imitación o fiel reproducción de la naturaleza (...), el agosto 1944.
Página 10.
arte es y ha sido siempre un lenguaje espiritual cuya finalidad, como tal, no es otra que Confert.

expresión de valores espirituales.|174|


|176|
El arte es uno, por innumerables que sean los artistas.|175| Idem.
Página 14.
El arte actual, tan a la ligera calificado por muchos de extravagancia, impertinencia o Confert.

locura, representa en su desarrollo histórico (...) un profundo esfuerzo por volver, tras
|177|
la vacuidad del glacial academicismo pictórico de los primeros tercios del siglo XIX y Idem.
Un Lustro de
las laboriosas investigaciones del impresionismo, a las fuentes prístinas del arte; del arte Esfuerzo Artístico,
1945.
tal y como lo entendieron Giotto, Piero della Francesca o El Greco. Fueron Georges Página 20.

Seurat y Paul Cézanne, los iniciadores de ese movimiento… regresivo y liberta-


dor.|176|
Las inquietudes estéticas y las preocupaciones intelectuales que favorecen la aparición
de ese ardor lírico, de tan intenso significado y tan penetrante sutileza, que es, hoy día,
la cualidad más preeminente y el mejor signo diferencial entre el Arte vivo, ardiente de
inquietudes, rebosante de posibilidades expresivas, en consonancia con el ambiente pro-
pio de la época, de la que es producto, y el Arte Muerto, adocenado, reducido a fórmu-
las de apoticario, esterilizado por la imitación académica y por el respeto a un falso tra-
dicionalismo de campanario, que nada tiene que ver, felizmente, con la tradición man-
tenida por el Arte Verdadero, sin el más leve asomo de continuidad, desde los primeros
días del hombre hasta esta misma hora.|177|
|La obra de arte| Cada obra de arte posee, independientemente de sus cualidades
formales, un valor de significado que trata de desentrañar. Ante ella el contemplador se
Jaime Colson|Retrato de Díaz Niese|Óleo/tela|72.5 x 57.5 cms.|1936|Col. Museo Bellapart. encuentra inopinadamente con una suma de signos herméticos. Necesita interpretar es-
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|200| |201|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|178| tos, eliminando las superfluidades y las destrezas manuales de efímera seducción.|178|
Idem.
Cuadernos No. 51. Escuchar una sinfonía, por ejemplo, es algo más que percibir un conjunto de sonidos
Página 29.
Confert. sabiamente acordados. Contemplar una basílica es algo más que percibir una cantidad
de sillares dispuestos con ingenio en un orden dado. La obra de arte enriquece la per-
|179|
Idem. cepción de los sentidos con un valor de significado que sobrepasa la mera apariencia
Página 30.
Confert. perceptible. Ninguna lengua humana pierde convenientemente ese valor.|179|
La obra de arte, por su misma naturaleza, pues, no puede ser comprendida sino parcial-
|180|
Idem. mente: las del pasado, mediante una reinterpretación periódica; las del presente, como
Página 34.
Confert. meros exponentes o eslabones de una evolución continua, sujetas, a su vez, a las mismas
condiciones y vicisitudes que las anteriores.|180|
|181|
Idem. Las obras de arte crean un mundo sobrehumano que se prolonga allende el lindero a
Página 35.
Confert. que puedan conducirnos como humildes lazarillos, el vigor y acuidad de nuestra sensi-
bilidad o los esfuerzos de nuestras facultades cognoscitivas.|181|
|182|
Idem. En resolución, la obra de arte es, tanto para su creador como para el contemplador y el
Confert.
exégeta, un verdadero instigateur de rêveries, según la feliz expresión de Paul Sou-
rieau.|182|
|La innovación| Se le reprocha a la Poesía contemporánea, con frecuencia, un defecto
capital: su obscuridad. Se ha dicho, y repito, con perseverante impertinencia, que los gran-
des poetas del presente son ininteligibles a fuerza de ser alambicados e incoherentes. No
solamente los poetas han sido anatematizados del tal suerte.Todos los grandes artistas ac-
tuales han merecido idéntica, parecida o peor reconvención.A los pintores que se niegan,
acuciados por irreprimibles ansias renovadoras, a sostener por más tiempo el torpe crite-
rio –populo ut placerent– de la cosa pintada en sustitución del cuadro verdadero, se les ha
propinado graves insultos, atribuyéndoles, legamente, las peores aberraciones mentales. A
los arquitectos que se esfuerzan, con presta diligencia, en imprimir a sus construcciones
aquel carácter lógico y esencial que reclamaba el precursor Sullivan para todo edificio
moderno, se les ha motejado de extravagantes. A los escultores que, sin olvidar las viejas
enseñanzas, han redescubierto el valor expresivo de formas y volúmenes, se les ha vilipen-
diado con zafio escarnecimiento.A los músicos que han renovado –y recentar no signifi-
ca ruptura con la tradición, sino todo lo contrario–, la estructura musical y sus cánones
estéticos, se les ha zaherido copiosamente (…). / James Joyce, Buttler Yeats, Eliot, Clau-
del,Valery, Pirandello, Rilke, entre los primeros; Matisse, Picasso, Derain, Rouault, Dalí,
Chagall, Kandinsky, Soutiné, Klée, entre los segundos; Le Corbusier y Frank Lloyd
Wright, entre los terceros; Maillol, Metzner, Mestrovic, Merodak-Jeanneau, Epstein, Han-
sen-Jacobsen, Jonchara-Unkai, Moore, Lipsitch, Gargallo, Brancusi, entre los penúltimos y José Vela Zanetti|Retrato de Díaz Niese|Óleo/cartón|75 x 66.5 cms.|1946|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|202| |203|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Stravinsky, Schonberg, Hindemith, Honneggei, Respighi, Ravel, Falla, Milhau, Malipiero, |183|
Idem.
y tantos otros, entre los últimos, hombres que, como quiera que fuere, son la fina flor de Página 35.
Confert.
la humanidad (…) no han llegado a ser apreciados por la opinión mundial, sino gracias a
los esfuerzos de una minoría de esa élite, desligada de teatrales novelerías, cuya misión his- |184|
Idem.
tórica consiste en reconocer temprano aquellos elegidos a quienes los Nimenes confían Página 5.
Confert.
la renovación de los moldes caducos, a fin de que la vida del espíritu pueda proseguir, sin
solución de continuidad, su majestuoso curso inexplicable.|183| |185|
Idem.
Todo hombre que se anticipa a su tiempo, o que difiere de él, en cualquier punto de la Página 6-7.
Confert.
tierra donde aliente, tiene que ser incomprendido. El poeta que explora nuevos campos
(…), mejor dicho: cualquier creador o investigador que se aparte de las convenciones |186|
Idem.
unánimemente recibidas tiene que ser tildado de ininteligible (…). Bástenos recordar Página 7.
Confert.
en el pasado, limitándonos en las Bellas Artes, los casos de Keats, Browning,Wagner, De- Confert.

bussy y Cézanne.Y, entre nosotros, más recientemente, citemos sólo un gran nombre: el
de Domingo Moreno Jiménez.|184|
La actividad individual está fatalmente condicionada por el medio ambiente. Es indu-
dable. Más, en circunstancias determinantes, bien puede el individuo repudiar el están-
dar aceptado por la sociedad y laborar a su guisa, guiado por principios substancialmen-
te antagónicos a los de la circulación corriente. Esa independencia de discernimiento
es, quizás, el más seguro indicio de originalidad. El espíritu creador, lo repito, es el es-
píritu de actualidad, nos dice Gertrud Stern.|185|
El deseo de modernizar, inevitable en el hombre (…), ese esfuerzo biológico de adap-
tación, llamado por los psicólogos, en lo individual, sintonía, y que, en lo general, no es
otra cosa que la aspiración de todos a la cultura superior, siempre en vía de elaboración
–cultura sin anacronismos estériles, rutinas ni atrasos seniles–, que no implica en modo
alguno, urge repetirlo, el más mínimo desdén por la cultura clásica. Muy por el contra-
rio: se nutre y prospera de alta y sincera veneración por los valores seculares que cons-
tituyen, en conjunto, el legado de la humanidad.|186|
La historia natural de toda gran innovación en los dominios del pensamiento podría, qui-
zás, resumirse así: la última o novísima actitud mental aparece siempre, en primer lugar
como demasiado distinta, extraña, chocante. Se organiza contra ella, de seguida, una op-
ción violenta (a la cual ha llamado Edmund Husserl, la segunda etapa de expansión de
una cosa nueva). Mediante la costumbre, en tercer lugar, lo que en principio fue novedad
intolerable entra, a la postre, a formar parte de los hábitos mentales de la mayoría.Y, en úl-
timo término, al ingresar en el acervo común, se convierte en sujeto de predilección in-
Yoryi Morel|Retrato de Díaz Niese|Óleo/cartón|66.5 x 54 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart. moderada: se le rinde adoración, idolatría. Un exceso sucede a otro exceso. No es sino lar-
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|204| |205|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|187| go tiempo después, gracias a un grave esfuerzo de integración, que la pretendida novedad disolublemente al pasado y a sus tradiciones. Mejor dicho: prolongan ese pasado y man- |189|
Idem. Idem.
Páginas 5-6. llega a ocupar, en definitiva, el lugar que le corresponde en la escala de los valores inte- tienen esas tradiciones sin desmayo.Voy al Louvre, decía Paul Cézanne, para encontrar- Páginas 10-11.
Confert. Confert.
Confert. lectuales. Es entonces cuando se manifiesta su precio efectivo y su grandeza.|187| me a mí mismo.Y Pablo Picasso no ha titubeado en declarar que el arte no tiene pasa-
|Arte y tradición| Durante siglos el Arte europeo –señaladamente la pintura– arran- do ni futuro. El presente, como quiera que se le juzgue, no es más que un eslabón en-
|188|
Idem. có sus temas y signos de expresión al mundo de las realidades concretas. Si hoy ese mis- tre el pasado y el porvenir; y no puede tener otro significado ni otro valor en la suce-
Cuadernos No. 6.
Página 11. mo Arte vuelve sus miradas hacia el reino interior y encuentra sus elementos inmanen- sión de los tiempos. No quiere decir esto (…) que no existan discrepancias entre lo an-
Confert.
tes en los dominios de la fantasía, de las impresiones subjetivas o en las incógnitas del tiguo y lo moderno.|189|
subconciente, no significa esto que se haya consumado (…) una salvaje y definitiva rup- |La modernidad| El modernismo en el arte, constituye, a todas luces, una evolución
tura con la tradición, cosa que verosímilmente no acontecerá jamás.|188| que, si bien tuvo su punto de arranque en las artes plásticas, se ha extendido luego, por
Todos los grandes creadores de Arte, por muy revolucionarios que aparezcan al obser- necesidad profunda e ineludible, a todas las formas de expresión; y, consecuentemente,
vador superficial, o a los jóvenes de espíritu provecto, se han sentido siempre ligados in- a todas las manifestaciones de la vida contemporánea. En ello no hay sino un anhelo,

Jaime Colson|Retrato Díaz Niese|Óleo/cartón|59 x 50 cms.|1933|Col. Clara Rodríguez Demorizi. Darío Suro|Retrato de Díaz Niese|Óleo/tela|142 x 122 cms.|1947|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|206| |207|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|190| justificadísimo, surgido del más profundo hontanar de la sensibilidad (…). Predomina Nadie te cuenta mis gozos/de almidón de nube blanca! Por sus manos que son pana- |194|
Idem. Idem.
Cuadernos en tal propósito, como un signo victorioso, el sagrado temor al más nefando de todos deras/para el sol amasado en compases… (Pedro Mir). Cuadernos
No. 12. No. 1.
Página 8. los pecados contra el espíritu: la anquilosis voluntaria.|190| Antes de que tu voz fuera color de trino/y tus ojos dos sombras salobres como algas. Confert.
Confert.
Vivir la hora que corre no hace a un hombre ser moderno: sólo es moderno aquel que (Franklin Mieses Burgos).
|195|
|191| –la definición es de Jung–, tiene plena conciencia del presente inmediato.|191| La luna grande mojada de canciones/la tierra azul y la mañana verde! (Franklin Mieses Idem.
Idem. Cuadernos
Página 13. La inquietud de los tiempos modernos y su peculiar carácter teorético se manifiestan Burgos). No. 12.
Confert. Página 13.
más que en nada en esa investigación angustiada a que se entregan los artistas de todas Cabellera: / instantánea de la lluvia con sol; / oro de la Biología; / charretera para un Confert.

|192| las naciones que forman la Escuela de París. Una ráfaga de perenne insatisfacción les solo hombro. (Rubén Suro).
Idem.
Páginas 16-17. arrastra irresistiblemente.|192| No le temo al gris-tristeza de esta tarde; / tu boca trae el rojo-alegre de los levantes
Confert.
Para Cézanne y Seurat, como para todos los pintores del grupo Postimpresionista, re- mozos. (Rubén Suro).
|193| sultaba el impresionismo, vencedor y aceptado ya, algo demasiado exclusivamente na- |La pintura| En nuestro país (…) el único credo pictórico imperante, parecer ser el
Idem.
Página 16. turalista. parecido, el natural, el estúpido está hablando, –todas las vejeces de principios del siglo
Confert.
El esfuerzo de todo el Grupo Postimpresionista –Seurat, Cézanne, Gauguin, Signac,Van pasado–.
Gogh y hasta Renoir (…)–, no tendrá otra finalidad que reintegrar el Arte a los ele- Pintar no es atenerse fotográficamente a la realidad, –pintura Kodak–, sino volcar en
mentos propiamente constructivos, es decir: el análisis metódico de los colores, las in- una tela, mediante sabias esquematizaciones de tonos, reales o irreales, todo el conteni-
vestigaciones del tono, del ritmo y del equilibrio de la composición. do de una sensibilidad que sabe ver el mundo con ojos de poeta y logra pintarlo con
Aparece el grupo de los Fauves (…), que pretendió reaccionar vigorosamente contra el sentido musical.
frío superintelectualismo de las recientes orientaciones postimpresionistas. Con ellos se La pintura, por lo mismo que es sustancialmente plástica, no puede ser, para lograr sus
inicia una tendencia subjetiva –quizás provocada, en realidad, por el descubrimiento de fines conforme a las modernas ideas estéticas, sino un proceso de elaboración intelec-
artes exóticas, del arte negro y del polinésico señaladamente– que subordina el asunto tual. Sus elementos pueden ser conscientes o inconscientes, poco importa; pero su rea-
al valor primario del dibujo, en dos o tres dimensiones, y para el cual el color y nada lización tiene que ser esencialmente razonada. La obra de arte, como ha dicho D’Ors,
más que el color, en infinita variedad de gradaciones, es el elemento primordial de un no sólo debe ser lúcida, sino parecerlo.
cuadro.|193| La pintura no se explica: La visión estética, nos enseña Henri Delacroix, anula este mun-
En pleno desarrollo postimpresionista y fauvista, se presenta el cubismo, no como un is- do, porque rompe el tejido de intereses que nos une a las cosas.
mo más para servir a befas sin sentido, sino como algo perfectamente serio y bien pen- «No he tratado de reproducir la naturaleza: la he representado». Estas profundas palabras
sado, altamente pensado: repudiación absoluta de toda facilidad y todo sensualismo en el de Paul Cézanne resumen en su escueto enunciado todas las modernas teorías pictóri-
arte (…). En lugar de reproducir los objetos mecánicamente, tal como podemos verlos, cas y estéticas, poniéndonos, al mismo tiempo, frente por frente a las innumerables com-
por modos descriptivos o imitativos, prefiere referirlos a un estado emocional, o a las plejidades que informan el arte actual o derivan de él.
ideas que su estudio puede suscitar en la mente. Es el mismo procedimiento de transpo- La deformación de los objetos, signo característico del arte pictórico contemporáneo,
sición que, sin escandalizar a nadie, van siguiendo los modernos poetas (…). He aquí pa- no obedece, hay que suponerlo, a falta de habilidad de los artistas (¿es que acaso no son
ra servirnos de términos de comparación algunos ejemplos tomados al azar de las obras todos grandes dibujantes?), sino a un nuevo sentido de expresión artística, sentido pic-
de algunos poetas dominicanos jóvenes: pero el grito del hombre llena de aire / de in- tórico y no emotivo.|194|
sensatas flores rojas, / grandes y húmedas como cayenas… (Héctor Incháustegui Cabral). La pintura de hoy, por su ardiente intelectualismo ha dejado de ser aquel Arte Ramplón
Eres algo más que un recuerdo que viene / por un camino trazado bajo aguas azules / (…). Se ha transmutado en algo más alto y más rico y más noble.Ya no copia ni repro-
con peces insomnes y algas tranquilas. (Héctor Incháustegui Cabral). duce, ni halaga la sensiblería plebeya. Ahora piensa, sueña y canta.|195|
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|208| |209|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

Podría objetarse (…) que siendo la Pintura un arte visual, su fin propio no es servir de |196|
Idem.
vehículo a las ideas, cuyo medio natural de expresión es el lenguaje, sino expresar y Páginas 13-14.
Confert.
transmitir determinados estados y reacciones emotivas. Pero lo uno no es obstáculo pa-
ra lo otro, antes al contrario. La evolución misma del arte actual –del post-impresionis- |197|
Idem.
mo al surrealismo–, es la mejor prueba a nuestro entender, de la validez y viabilidad de Un Lustro (…).
Página 18.
sus postulados. Hay que tener presente (…) que también en pintura sólo puede expre- Confert.

sar ideas el que las tiene; y aún éste corre el peligro de hacerlo bordeando los turbios
|198|
pozos de las banalidades grandilocuentes e inofensivas.|196| Idem.
Cuadernos
La preocupación de pintar bien, en el sentido realista, subordinando todo a lo que el No. 12.
Página 21.
ojo ve, quizás sea el peor obstáculo para alcanzar las cimas del Arte, o acercarse hono- Confert.

rablemente a ellas. El deseo de agradar, ajustándose a la sensiblería popular, no parece


|199|
menos funesto.|197| Idem.
Cuadernos
George Braque ha mantenido, en un admirable esfuerzo de síntesis, su teoría de que una No. 1.
Confert.
pintura es una superficie plana y debe permanecer siendo siempre una superficie plana
animada únicamente por líneas, ritmos y colores. Suyas son estas palabras definidoras: |200|
Idem.
«el fin de la pintura no es reproducir hecho anecdótico, sino crear un hecho pictóri- Un Lustro (…)
Páginas 18-19.
co».|198| Confert.

|El artista| Triste y perjudicial es para un artista de gran temperamento (…) concre-
tarse a pintar lienzos que sean del gusto de los amigos. Los amigos, escribió desilusio-
nado el grande Ibsen, son peligrosos no tanto por lo que nos obligan a hacer, sino por lo que nos
impiden hacer.
El artista interesado vivamente por la realidad ambiente puede estilizar y hasta defor-
mar esa realidad. Así sus facultades expresivas ganan en intensidad.Y nada importa, en-
tonces, ¡al contrario!, que su violencia de diseño o su ardor colorista reforme el aspec-
to naturalista de los objetos así lo han pensado Pablo Picasso (…), Matisse, Modigliani,
Braque, Colson, etc., y tantos otros ilustres maestros.|199|
El artista actual (…) abandona la verdad natural para expresar su propia verdad.
Los jóvenes artistas, llegados a la madurez mental, deben convencerse de que el único
medio de llegar a ser un gran artista dominicano, consiste, no en recluirse en una mar-
mita de Papín, estofándose en su propio aliento, sino en incorporarse resueltamente a
las grandes corrientes ideológicas de hoy, con toda la fuerza de esa audacia de los ele-
gidos, a la cual no resiste –nos enseña La Escritura-, ni el mismo cielo.|200|
Cuando los jóvenes artistas comprendan por la fuerza de la evidencia que mientras más
unidos a su patria y a su tradición se sientan y muestren, tanto más universal será su
Jaime Colson|Retrato de Rafael Díaz Niese y su esposa Alicia|Óleo/tela|100 x 79 cms.|1949|Col. Museo Bellapart. Arte, si dejan levantar sus aspiraciones a la cumbre de la perfección y hacer obra du-
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|210| |211|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|201| radera, obra que pueda desafiar el tiempo, entonces, estamos convencidos, considera-
Idem.
Página 19. rán la vida y ejercerán su talento como hombres modernos.Y sólo es moderno aquel
Confert.
que (…) tiene conciencia del presente inmediato. El ejemplo del grande Jaime Col-
|202| son que tan alto ha puesto el nombre dominicano en Europa, tan solo porque supo a
Idem.
Página 13. tiempo despojar su Arte de puerilidades y vulgaridades, es la mejor prueba de lo que
Confert.
antecede.|201|
|203| La escritura sobre la materia artística mediante ensayos o articulados fue un medio de
Diario El Caribe.
Editorial 10 de positiva orientación en la que se apoyó Díaz Niese para promover una conciencia cul-
marzo de 1984.
Confert. tural al mismo tiempo dominicana y moderna. Estos dos aspectos marcaban su labor y
sus palabras: La acción gubernativa, al dilatar nuestros horizontes espirituales, ha ofreci-
do numerosos e ilimitados recursos a nuestras habilidades en el campo de las Artes, des-
de las más finas concepciones arquitectónicas, pictóricas, escultóricas y musicales, hasta
los perfeccionamientos crecientes de las Artes manuales, cuyos menudos productos de
artesanía son también, en grado no menor, un testimonio de nuestra actual vitalidad ar-
tística. En unos y otros trasciende el deseo, bien encaminado, de hermanar dentro de las
normas de la más pura modernidad, los elementos autóctonos de lo pintoresco nacio-
nal con los motivos tradicionales y universales. Evolucionamos lentamente, puede de-
cirse, pero con firmeza, hacia un Arte típicamente dominicano. Si esa orientación se
mantiene –y nada autoriza a dudar que así no sea–, no está lejos el día en que podre-
mos enorgullecernos (…) de haber cultivado con buen éxito nuestras tendencias pro-
pias (…).Todos los indicios presentes coinciden para autorizar esta afirmación: el alma
dominicana regeneradora, ha encontrado, al fin, su propia vía.|202|
Rafael Díaz Niese emite la opinión citada al cabo de un lustro de haberse vinculado a
la reorientación cultural de la que fue su principal animador, aunque la circunstancia
sociopolítica estableciera lo contrario. Es decir, la aparente o real creencia de que aquel
florecimiento de las Artes que se producía en el decenio de 1940 era únicamente im-
pulsado por el Generalísimo Trujillo, a quien se le atribuían todos los logros del país.
Contando con el beneplácito del Estado, al igual que con un grupo de los intelectua-
les europeos que se convirtieron en asesores y asistentes, pudo Díaz Niese emprender
una labor tanto más meritoria cuanto que tuvo que ser realizada haciendo frente a la
incomprensión y estupidez de ciertos sectores del trujillato que miraban con sospecha
todo lo que significaba renovación cultural de nuestra colectividad.|203|
Públicamente no se conoce obra pictórica realizada por Díaz Niese, aunque algún da-
to hace saber que llegó a exponer en el Salón de Otoño de París y que además obtu-
vo una distinción. Con independencia a que fuera pintor y dejara de serlo, ciertamen- George Hausdorf|Retrato de Díaz Niese|Óleo/madera|95 x 81 cms.|1942|Col. Palacio de Bellas Artes.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|212| |213|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

te la formación en el campo pictórico, alcanzada en Barcelona y Madrid, le sirvió de ch| Formación de la Orquesta Sinfónica Nacional como núcleo que permitió la difu- |204|
Vela Zanetti.
soporte para un conocimiento cabal y para la profunda pasión que sentía hacia las Ar- sión de la música clásica, criolla y universal vía conciertos celebrados en diversas ciuda- Op. Cit.
Página 9.
tes. Además, también hacia la ciencia, ya que sus alcances intelectuales y sensibles eran des del país. Confert.

los de un humanista. Catedrático universitario de Historia del Arte y de Lengua Fran- d| Reorientación del Museo Nacional y su traslado a la casa colonial de la Familia Ay-
cesa, al convertirse además en el primer Director General de Bellas Artes, emprendió las bar, situada frente al Alcázar de Colón.
siguientes acciones: e| Auspicio de las Escuelas Elementales de Música, en Enriquillo, Bánica, Dajabón,
a| Celebración de las primeras exposiciones nacionales, distinguiendo a los artistas pre- Neyba, Jimaní, El Cercado, La Descubierta, Restauración, Loma de Cabrera, Elías Piña
cursores de los artistas modernos nativos y residentes. y Hondo Valle.
b| Formación de la Escuela Nacional de Bellas Artes, con un programa de formación f| Promoción de las Exposiciones Ambulantes de Pintura, Dibujo y Grabado por el te-
técnica y estética orientada hacia el desarrollo de la personalidad artística individualizada. rritorio nacional.
c| Establecimiento del Conservatorio Nacional de Música y Declamación. g| Institucionalización de las Bienales Nacionales a partir de 1942.
h| Instauración de una Galería Nacional de Bellas Artes, con el objetivo de fundar un
Museo Dominicano de Arte Moderno. En este sentido, propició la colección contem-
poránea.
i| Programa de apoyo para los artistas nacionales y en especial para las jóvenes voca-
ciones. En relación a ese programa, propició la participación de artistas en exposicio-
nes celebradas en el exterior, promovió programas de becas, compras de obras y pre-
miaciones.
«Hombre discutido pero con una personalidad indiscutida –señala Vela Zanetti– tenía
amigos y enemigos como todas las personas que pasan en la vida con carácter».|204|
Díaz Niese era un crítico que frente a las obras de los artistas emitía opiniones impla-
cables o asumía el silencio; indicaba los lineamientos de un posible derrotero individual
o establecía un compás de espera para reconocer el esfuerzo artístico y los alcances del
mismo. Cuando el caso lo ameritaba, no economizaba palabras para el reconocimiento.
En el ensayo Tres Artistas Dominicanos se da un ejemplar tratamiento crítico, cuando en-
foca a la Woss y Gil, escribiendo lo siguiente: «La vía trazada al Arte Nacional por el
grande y glorioso Jaime Colson –el desnudo, la exaltación de la figura humana–, ya no
está desierta: Celeste Woss y Gil vuelve por sus fueros en forma tan imperativa que re-
sultaría difícil negarle el puesto de honor que le corresponde junto al gran pintor, que
tan alto ha sabido poner en Europa el nombre dominicano (…). Desdeñosa u olvida-
diza, Celeste cometió la debilidad de aceptar indicaciones estéticas de dudoso acierto.
Ha reaccionado a tiempo (…). Libre ya de los calorinismos a que obligan en arte –en to-
do arte–, las concesiones al público, Celeste parece ahora decidida a hacer, segura de sí
misma, verdadera obra artística.Vencidas las dificultades del oficio y deleitada con ven-
Yoryi Morel|Caricatura de Rafael Díaz Niese|Dibujo/papel|15 x 8 cms.|C.1937|Col. Manuel Antonio Peralta Díaz. cerlas, logra ya, nos parece, la plena expresión de su sentir y su pensar (…). ¡Es admira-
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|214| |215|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

ble! No obstante estas vigorosas cualidades, hay en sus telas y dibujos, como velada por |205|
Díaz Niese.
un pianismo insistente, cierta morbidez que traduce a las claras la delicada sensibilidad Cuadernos
Dominicanos
de la fina artista y la gran dama que es Celeste Woss y Gil».|205| de Cultura.
Septiembre 1943.
El muralista José Vela Zanetti, quien pintó retratos de Díaz Niese –uno en 1940, otro Confert.

en 1947–, confiesa haber recibido la crítica implacable de su palabra y peor aún la de


|206|
su silencio. En aquellos dos primeros años de trato –refiere– no dio más que juicios Vela Zanetti,
Op. Cit.
adversos, tajantes sobre mi obra artística / Sin embargo, percibí sus razones y las acep- Página 11.
Confert.
té (…). Aquel hombre que me había fustigado (…) publicó un buen día un artículo a
tres columnas en La Nación, marcando mis posibilidades como muralista. Era a me-
diados del año 42; en su texto que guardo con gratitud, leí hasta donde él había segui-
do mis luchas y desvelos y sobre todo mis futuros objetivos artísticos. «Vela Zanetti es-
cribió este testimonio,|206| al ocurrir la muerte de nuestro importante gestor del ar-
te dominicano contemporáneo, ocurrida el 14 de marzo de 1950, en la ciudad de
Nueva York».

V. Bera|Retrato de Rafael Díaz Niese|Óleo/tela|95 x 77 cms.|1947|Col. Manuel Antonio Peralta Díaz.


Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|216| |217|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

2|5 El movimiento la poesía sorprendida: El movimiento La Poesía Sorprendida se impulsa, además, cuando habían transcurri- |208|
Rueda
otro soporte de la modernidad do 22 años del surgimiento del Postumismo, cuyo manifiesto, redactado por Andrés y Hernández
Rueda, Idem.
Avelino, había proclamado la necesidad de un arte autóctono, para abrir la talanquera Páginas 445-472.
Confert.
que nos ha separado del infinito. A más de proclamar también la necesidad de la vida
sincera e íntima, el Postumismo se manifestó contrario a los modelos foráneos de Euro-
pa e incluso de América. También reaccionó contra la antigua tradición occidental y
contra tendencias como el romanticismo y el realismo, y las que integraban los ultraís-
tas, los futuristas y los creacionistas. Frente a los postulados del Postumismo, principal-
mente, se levanta la Poesía Sorprendida, movimiento que tuvo como mentores prin-
cipales al poeta dominicano Franklin Mieses Burgos y a Alberto Baeza Flores, poeta y
diplomático chileno.A ellos se asociaron Freddy Gatón Arce, Mariano Lebrón Saviñón
y el pintor refugiado Eugenio Fernández Granell. Más tarde se incorporan Rafael
Américo Henríquez,Antonio Fernández Spencer, Manuel Llanes,Aida Cartagena Por-
talatín, Ambrosio Malagón, Manuel Valerio, Héctor Ramírez Pereyra, José María Glass
y Manuel Rueda.
El lema de Los Sorprendidos fue la Poesía con el Hombre Universal, el cual expresa una
oposición a la orientación autóctona y localista, así como a la negativa de reconocer la
tradición cultural, como propugnaron los Postumistas y algunos seguidores. Del ideario
del nuevo movimiento se desprende otra sensibilidad y conciencia, apreciable en plan-
teamientos como los siguientes:
|A| Una poesía nacional nutrida en lo universal, única forma de ser propia; con lo clá-
sico de ayer, de hoy y de mañana; con la creación sin límites, sin fronteras y permanen-
te, y con el mundo misterioso del hombre, universal, secreto, solitario, íntimo, creador
|207| En octubre de 1943 aparece el primer número de la revista La Poesía Sorprendida, nom-
Rueda siempre.
y Hernández bre que identifica también un movimiento literario moderno, el cual establece relacio-
Rueda. |B| Oposición a toda limitación del hombre, la vida y la poesía; contra todo falso in-
Antología(…). nes con artistas y lenguajes visuales vanguardistas. Aparece siete años después del movi-
Op. Cit. sularismo que no nazca de una nacionalidad universalizada en lo eterno profundo de
Página 109. miento de Los Nuevos: «originado en La Vega, primero y único que se ha producido
Confert. todas las culturas; contra la permanente traición a la poesía y contra sus permanentes
en el interior del país y que dio especial énfasis a la poesía social y negroide», teniendo
traidores por su corta visión.
entre sus integrantes a Darío Suro, quien es a la pintura dominicana de impronta etno-
|C| La Poesía Sorprendida tiene una norma: que obra y vida deben ir unidas.
social lo que en la versificación es Rubén Suro, con su distintivos cantos a la negritud
|CH| En todo arte puede y debe haber fantasía, ficción, mentira bella, ingenua, can-
y al trabajador. Su poema Proletario fue un canto comprometido y valiente en medio de
dorosa, pero existe una verdad de conducta e interpretación de ética en el arte y en la
un régimen represivo del que sale ileso. Aunque blasfemo, ese poema provocó la diso-
vida –a la cual se obliga todo amante de él– y esta verdad no puede ser torcida, oscu-
lución espontánea del movimiento vegano.|207|
recida, gratuitamente o difamada.|208|
El nuevo movimiento difundió a través de sus revistas y sus cuadernos, la innovadora
Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 1|Octubre 1943. poesía subjetiva, asumiendo una actitud independiente o más bien al margen de la ofi-
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|218| |219|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

cialidad o del trujillismo. En diferentes números de la revista, se patentizó la vincula- La citada postura es parte de la posición que asumen Los Sorprendidos cuando critican
ción de sus integrantes con el Surrealismo, distinguiéndose Eugenio Fernández Granell a Los Postumistas sus declaraciones «contra el Futurismo, el Dadaísmo, el Cubismo, el
como un vocero literario y visual al mismo tiempo, ya que este artista español realizó Creacionismo, y el Ultraísmo no favorecen en nada un espíritu renovador, amarrándo-
las viñetas que ilustraban las primeras páginas del órgano difusor. Otros viñetistas de la lo, por el contrario, a un instinto francamente reaccionario». Esa postura opuesta a las
revista, fueron Gilberto Hernández Ortega, Luichi Martínez y Darío Suro. El movi- innovaciones –argumentan– ignora además lo realizado en la pintura contemporánea
miento preferenciaba emocional e ideológicamente el Surrealismo, aunque se declaró por Picasso, Braque, Juan Gris, Chagal, Chirico y otros. Al citar a estos grandes artistas,
defensor de las modernas tendencias artísticas.Tal apegamiento se aprecia en la siguien- Los Sorprendidos interrogan al Postumismo: «¿Cómo concebir una escuela poética re-
te sustentación: «La Poesía Sorprendida ha proclamado desde su número inicial su adhe- novadora –y con pretensión de repercusión americana– si partía ignorando la realidad
sión al mundo del hombre más misterioso, secreto y celador; a su creación sin fronte- del propio arte de su tiempo?»
ras ni limitaciones y a todos los impresos serios de su tiempo de búsqueda (…) Ha es- Frente a las ideas que promovieron Los Postumistas en relación no tanto al arte, sino a
tado y está con todos los movimientos y tendencias (…) sabiendo que nada puede lo- la herencia literaria, creen y son partidarios Los Sorprendidos de que «debe superarse

|209| grarse en Arte y Poesía sin un espíritu desprejuiciado al máximo y con la suma valen- esta actitud cómoda, retrógrada y superficial del Postumismo frente a la herencia en el |210|
La Poesía Idem.
Sorprendida, tía de su centro y de su confesión. La Poesía Sorprendida ha respetado desde su primer ambiente dominicano». Basándose en la necesidad de que toda tendencia actual debe Páginas 11-12.
No. XVI, Confert.
mayo 1945. número la correspondencia del Arte con la época y más propiamente con los años ac- conocer la anterior, citan a André Bretón, un radical de la poesía contemporánea, quien
Página 11.
Confert. tuales, entendiendo su mutuo condicionamiento. Ha acogido en casa fraternal las con- señalara que «la literatura no se puede hacer en cada época sino mediante la concilia-
quistas y avances del surrealismo (…) Y no sólo ha estado y está con estas conquistas su- ción que el escritor realiza de estas dos bases muy distintas: la historia de la sociedad
rrealistas, sino con la creación sin límites, sin fronteras y permanente».|209| hasta él y la historia de la literatura hasta él».|210|

Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 2|Noviembre 1943. Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 6|Marzo 1944.
Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 4|Enero 1943. Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 7|Abril 1944.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|220| |221|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|211| Numerosas apreciaciones de Los Sorprendidos se exponen como críticas al Postumis- tas y cuadernos sostenidos en la autogestión (octubre 1943-Septiembre 1948), las úni-
Idem.
Página 12-13. mo y como visión y revisiones de la poesía dominicana.A pesar de centrarse en el cam- cas referencias a la dictadura fueron estrictamente de rigor.Aparte de Ciudad Trujillo, co-
Confert.
po específico de la literatura, esas observaciones atañen al arte en general, al comporta- mo identificable lugar de las ediciones bibliográficas, cuando se cumple el primer cen-
|212| miento de los artistas y a la relación de estos últimos con la realidad. tenario de la República (1844-1944) en la revista correspondiente se conmemora la fe-
Idem.
Páginas 13-14. Los Sorprendidos acuden a los conceptos externidad e internidad para criticar el compor- cha con un editorial titulado Tiempo de Cien años, en el cual se nombra al gobernan-
Confert.
tamiento de quienes en esta tierra asumen actitudes muy propias de los románticos: te, simplemente, sin loas, protocolarmente: «Cada cual celebra el Primer Centenario de
sombreros populares, melena, bohemia sucia, uñas dejadas crecer ex profeso, jengibre, la República Dominicana con lo suyo. No puede ser de otro modo. La poesía sorprendi-
escándalo, ruido, chivas devorando a Cervantes, externidad (…) sin que una obra seria, da, quiere celebrarlo con su vida más interior, en lo más profundo de su poesía y de su
meditada, sentida y profundizada, pudiera levantarse tras ese alarde de demolición. Con- vida, y no quiere en esta fecha alborozada, sino esas aguas mayores del vigilante solita-
trariamente, sostienen Los Sorprendidos, lo correcto es acabar con esa triste bohemia, rio eterno en su mundo y en su entraña (…) La poesía sorprendida, en ocasión del Pri-
con el ocio, ya que el creador no necesita en un continente como el nuestro, perder su mer Centenario de la República dominicana y rindiendo homenaje a ella, saluda a su
tiempo en fatuas distracciones cuando todo está por hacerse y por adquirirse para la
cultura, y cuando todo el tiempo que el poeta tuviere para su cultura será siempre po-
co: El arte es eterno, el tiempo breve, parece ser la sentencia goethiana permanente. Los Sorpren-
didos son partidarios de la dignificación del Creador y de la sustitución del ruido ex-
terno de los artistas quienes deben adentrarse en el trabajo interior, teniendo en cono-
cimiento que El Poeta trabaja o labora más que cualquier trabajador de otro oficio.|211|
La interiorización e incesante trabajo del artista no significa, para Los Sorprendidos, en-
cierro en la producción personal, desconociendo la ajena. Esta es una actitud de arro-
gancia, oscuridad y de aislamiento: La Poesía Sorprendida opina, con los hechos, que
vive una actitud de isla o de aislamiento quien quiere, pero que la cultura tiene elemen-
tos que traspasan las distancias materiales y que no es dable ni posible una actitud de
encierro a menos que se quiera ex profeso. Por otra parte, todo encierro es fatal, es trai-
ción que no beneficia la sensibilidad, ni la grandeza interior de quienes tienen que pen-
sar en el destino de la patria que ha de ser siempre un destino unido a la hora de las
otras y a la hora universal, en lo que a su apetencia de cultura se refiere y a su poesía y
arte muy especialmente. Los Sorprendidos creen que la patria es honda y bella, alta y
grande en la medida de la grandeza interior de los suyos; y esta grandeza debe ser mo- actual Primer Mandatario, S. E. Doctor Rafael Leonidas Trujillo Molina, y a su gobier-
desta, sin vanaglorias como la belleza, la verdad y la sabiduría. Ellos sienten que con la no. La poesía sorprendida saluda también, en tan señalada fecha, a los dominicanos –de
sensibilidad, inteligencia, mejor virtud en la patria, nutrida en todos los aires de la cul- dentro y de fuera– que laboran en la sensibilidad e inteligencia, la grandeza; a los poe-
tura universal de todos los tiempos, se puede crear un acento fuerte, intenso, interior y tas, artistas y científicos extranjeros que trabajan igual grandeza en el territorio de la
sostenido en una verdadera cultura dominicana en el mañana.|212| República y en particular, al laborioso grupo de españoles republicanos leales. La poe-
Dentro del férreo y demagógico sistema trujillista, el movimiento de La Poesía Sor- sía sorprendida está, en esta ocasión, con los héroes solitarios y entrañables, –grandes y la-
prendida se convirtió en bastión solitario que defendía la libertad íntima, creativa y de
amplitud artística. En el corto y decisivo período durante el cual aparecieron sus revis- Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 8|Mayo 1944.
Gilberto Hernández Ortega|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 17|Abril 1946.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|222| |223|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|213| boriosos–, de ayer y de hoy, y está con lo profundo y lo alto del pueblo dominicano de de los relojes viejos, donde alguien, alguien que no es precisamente la paloma, viola nú- |214|
Revista Mieses Burgos,
La Poesía ayer, de hoy y de mañana (…). Con la celebración del Centenario de la República –las meros limpios y campanadas, sin destruir la lámpara del día». Franklin.
Sorprendida. La Poesía Sor-
No. V, febrero tierras ejes de la conquista y la civilización del Nuevo Mundo– es también fecha ame- «¡No! ¡No! El poeta no debe escupir sobre sus cruces ni cambiar a sus muertos por ja- prendida No. XV,
1944. Mayo 1945.
Páginas 1-2. ricana. La poesía sorprendida, a todos los trabajadores intelectuales de ambas Américas, y bones. Otro designio más alto y noble le persigue. Otro designio que no es por fortu- Confert.
Confert.
en especial a sus amigos repartidos en los diversos países americanos. Afirma su fe en la na el de relacionar la solitaria obra de su espíritu con las exigencias del estómago; nada
|215|
creación del mundo más bello, más libre y más hondo de mañana. (…)».|213| de comercios oscuros (…); nada de vender el alma, la libre conciencia por un mendru- Fernández
Spencer, Antonio.
Descomprometidos como movimiento frente al trujillismo, Los Sorprendidos se atrin- go de gloria vomitada. La vida y la poesía requieren del poeta una actitud aún cuando La Poesía
Sorprendida,
cheraron en el estricto campo de la cultura literaria y artística, cuya sede era el hogar el arcángel de la muerte lo fulmine con el rayo de la soledad y el abandono más hon- No. XX,
Mayo 1947.
de Franklin Mieses Burgos, cuyas reflexiones tienen un doble propósito: el de la eva- do».|214| Confert.

sión surreal y el de la crítica o denuncia política como se aprecia en el texto del año Pero no es Mieses Burgos el único Sorprendido que utiliza el doble sentido de las pa-
1945, titulado Visajes de Cenizas: «Únicamente el cielo estrangulado muere; no hay un labras. Otro de ellos, Antonio Fernández Spencer, en Razón De Eternidad,|215| se di-

dolor de turno ni una pena, pero el llanto desciende hasta los ojos livianos como un pá- rige directamente al artista y escritor servil: «Ya lo he querido decir: preferíamos al me-
jaro (…). Desde el aire mirando hay una muerte; una muerte que puede llegar hasta el nudo éxito, la veracidad de nuestro canto y de nuestras almas. Ellos, los que tomaron a
sepulcro más hondo de los ecos… Hablamos en voz baja; sólo decimos para oírnos; pa- la poesía como medio para conquistar falsas riquezas cotidianas, no deseaban ganar un
ra escucharnos en medio de las cosas que nos gritan su nombre verdadero. Sin embar- estilo, ni verdad, ni certidumbre. Amaban los puestos bien redistribuidos –lujosamente
go, sabemos que no es este el único propósito del hombre, que hay otras intenciones, pagados– de la vida. No tuvieron fe en la obra, sino fe en el éxito.Y en esto fueron más
otras profundas realidades que se ocultan, que se callan por no despertar el cuco inerte bien deportistas, atletas, pero no artistas. / Ellos quisieron servir a la política de la reali-

Gilberto Hernández Ortega|Viñeta|Ediciones La Poesía Sorprendida|1946. Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Ediciones La Poesía Sorprendida|1945.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|224| |225|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|216| dad, mejor, de su realidad y fueron mercaderes de la palabra; vendieron al verbo en cual- temporáneos, como noveles que son, aspiran a la muerte para convertirse en clásicos. |218|
Revista Idem.
No. XIV. quier esquina (…). Se conformaron con el poder material y éste los venció porque los Mas la poesía contemporánea para él «es, mejor, desconocimiento, esto es, cese de co- Páginas 54-55.
Op. Cit. Confert.
Páginas 10-11. hizo esclavos (…). / Lo diré más tarde: la certidumbre y la alegría de nuestro corazón nocimiento, abandono de las establecidas normas en procura de nuevos rumbos, más
Confert.
no viene por haber creado. Eso simplemente ha forjado el destino de nuestra libertad acordes con la evolución constante, con la radio y el avión, con la bomba robot y la pe- |219|
Idem.
|217| (…). / ¿Qué es la verdad? ¿Qué es la certidumbre?, dicen.Y las mismas preguntas reve- nicilina». Para Contín Aybar, el ambiente de la poesía moderna resultan «Caídas y Vue- Página 55.
Revista No. XIII. Confert.
Oct./Nov. 1944. lan sus pecados y los mismos pecados: sus dolores y miserias. Cometieron al negar al los. Martillazos. Liras. El Viento. El Mar ¡El canto panrítmico del mar! La golondrina.
Página 54-55.
Confert. creador el homicidio de sus cuerpos, de sus sentimientos y de la verdad. Ahora quieren Una herida en cruz de sacrificio. El ideal. Esto podrá ser el ambiente de un tango si se
recobrarse. Pero no podrán librarse de la tiranía que son, de la esclavitud que represen- quiere, –argumentan Los Sorprendidos– o un reclame turístico, aún con su mal gusto,
tan». pero no podrá ser nunca síntesis de la poesía moderna, ni menos su explicación».|218|
Los integrantes de La Poesía Sorprendida eran jóvenes escritores con una temprana for- Los integrantes de La Poesía Sorprendida señalan que el antólogo Contín Aybar niega
mación literaria, con un gran sentido de la misión artística militante y una conciencia y fracasa frente a la poesía dominicana contemporánea, aparte de mostrar un desespe-
abierta a las vanguardias, así como a las relaciones universales. Ellos aparecieron cohe- rado resentimiento. Cuando se pregunta el por qué, acuden al Breviario de Estética de
sionados en movimiento poético con edades entre los 20 y 29 años, casi todos, defen- Benedetto Croce para ofrecer la siguiente apreciación del crítico no crítico: «El caso de
sores del arte y los artistas que representan la actualidad moderna, combatiendo a quie- Contín Aybar es caso no aislado y su vara de modisto y su patrón de corte y confec-
nes estaban en contra de la renovación dominicana. Fue en base a tales apegos que re- ción entretenido y exquisito hace su labor ajena a la crítica, porque digamos, sin embar-
visaron y criticaron con rigor al postumismo, «entendiendo su aporte como movimien- go, en honor de la crítica, que tales críticos caprichosos no son precisamente críticos,
to en el sentido de variedad, de inquietud y de animación a la poesía dominicana de sino artistas fracasados que tienden anhelosamente a cierta forma de arte que no han
entonces» (década del 1920), pero considerándolo estancado, infiel y reaccionario por el re- podido lograr, bien porque la tendencia fuera contradictoria o vacía, bien porque le fal-
chazo de las vanguardias.|216| Es en relación al vanguardismo que Los Sorprendidos taron efectivas fuerzas para lograrla. Estos críticos caprichosos de tal modo llevan la
enfrentan posiciones sustentadas en los Cuadernos Dominicanos de Cultura, órgano de di- amargura del ideal no conseguido dentro del espíritu, que lamentan por todas partes su
fusión fundado en 1943 con auspicio y orientación oficialistas. Entre los directivos de ausencia y reclaman su presencia también en todas partes».|219|
esta revista figuran Héctor Incháustegui Cabral y Pedro René Contín Aybar, a quienes En cuanto al poeta Incháustegui Cabral, Los Sorprendidos lo relacionan con el antolo-
enjuician por sus negaciones, facilismo y desorientación.A Contín Aybar lo critican co- gista Contín Aybar por resultar similares sus actitudes contra la renovación lírica que se
mo antologador de la Poesía Dominicana y por la posición que asume sobre la misma, producía en el decenio de los cuarenta. A Incháustegui, «quien se inició con aparentes
considerándole «un cronista de la vida social literaria para el cual sólo existen elemen- bríos renovadores, apoyándose en ciertas zonas sociales, de tierra adentro y de natura-
tos accesorios externos que no son precisamente la crítica». Como cronista, se le esca- leza», le acusan de empeñarse en ser punta de lanza de la reacción dominicana a las ten-
pa la intimidad del libro y «la ubicación de frente a la época por igual. Cierta domesti- dencias renovadoras de la poesía de su patria.
cidad, mezquindad y confusionismo, le impiden valorar, jerarquizar –que son elemen- El autor de los Poemas de una Sola Angustia (1940) y Rumbo a la Otra Vigilia (1942), ha-
tos primordiales del juicio crítico–, para lanzarse a coger lo ya establecido y escabullir bía emitido su opinión en un ensayo en el que aboga contra lo universal –en clara alu-
toda posición personal que lo haga arriesgarse en un juicio propio». sión a Los Sorprendidos–, propugnando la necesidad de que los hombres de letras se
De acuerdo a Los Sorprendidos, en Contín Aybar «no existe el suceder, en el arte y poe- aprieten bien el cinturón y se prepara a resistir con las palabras los furiosos embates de una
sía, la circunstancia, el proceso histórico de su desarrollo y parecen no existir, en la poe- cosecha mala. Calificándolos como segundones de la literatura e injertos contraproducentes,
sía dominicana, ni escuelas, tendencias e influencias determinantes. Así se diría que no Los Sorprendidos, a su vez califican de extraviado y envejecido a Incháustegui Cabral, a
hubo nunca romanticismo ni románticos (…) porque para él los muertos pierden su de- quien acusan de arrellanarse en el molde fácil, quedándose no en poeta con desespera-
recho a escuelas y se transforman en Aedas Clásicos».|217| En cuanto a los poetas con- da vocación de poesía sino en poesía para tal o cual fin o circunstancia (…).Tras un có-
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|226| |227|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|220| modo biombo de reportero, Incháustegui Cabral llamó infructuosidades a los ismos.|220| notas, Los Sorprendidos refieren a los pintores nativos e inmigrantes que a su conside- |223|
Revista No. 6. Revista No. 1.
Marzo 1944. En respuesta a ese comentario, Los Sorprendidos escriben el texto siguiente: «La igno- ración representan la innovación en el corto recorrido de la pintura dominicana. Son Octubre 1943.
Página 9. Confert.
Confert. rancia parece autorizar a todos, hasta querer borrar de un plumazo, la presencia en la ellos:
poesía y a la poesía de los ismos, sin los cuales la poesía no hubiera dado ciertamente Eugenio Fernández Granell: El español desesperado, cuyas obras pintadas con un |224|
|221| Revista No. 3.
Revista La Poesía sino los primeros pasos. La importancia de estos ismos: renacentismo, barroquismo, ne- apasionante fervor surrealista, constituye una favorable y saludable puerta al mundo Octubre 1943.
Sorprendida Confert.
No. XIII. coclasicismo, romanticismo, modernismo, simbolismo, futurismo, ultraismo, dadaísmo, atormentado y misterioso del hombre.|223|
Op. Cit.
Página 56. creacionismo, surrealismo, etc., no escapa al estudiante cualquiera y elemental de la poe- Ernesto Lothar: En sus cuadros y dibujos resplandece una personalidad robusta y una |225|
Confert. Revista No. V.
sía, pero puede ser un lujo negador a este tipo característico de presuntos amigos de la técnica absoluta. La obra (…) es el exponente de un alma creadora, obsediada en el po- Febrero 1944.
Confert.
poesía».|221| deroso clamor del sueño y de la angustia.|224|
Consecuente con el reconocimiento y vigencia de los ismos modernos o vanguardis- José Gausachs: Leal trabajador de su España, ejemplar en nuestra república y cuyo pai- |226|
Revista No. 18.
tas, el movimiento de la Poesía Sorprendida reconoció a los artistas visuales que en el saje es nutrido y múltiple en trabajo y color.|225| Mayo/Agosto
1946.
Jaime Colson: Desde el experimentado suelo de París, ha sido la más recia e incon- Confert.

fundible figura de nuestra plástica.|226|


|227|
Darío Suro: A quien le toca desterrar el trópico de postales, encontrando un trópico Idem.
Página 11.
de hermosas lluvias poéticas y de recatadas tonalidades, lejos siempre de la orgía del co- Confert.

lor (…) aún resuenan sobre el ambiente nacional los alados cascos de sus caballos bajo
|228|
la lluvia.|227| Idem.
Página 12.
Luis José Alvarez: Busca en el sueño y en el recorrido de su inspiración, realidades Confert.

pictóricas, desentendiéndose de toda traba académica.|228|


|229|
Rafael Pina Melero: Es hasta ahora el más trabado por normas e influencias; lucha Idem.
Confert.
por liberarse, pero aún no ha encontrado su hora.|229|
José Vela Zanetti: Pintor en continuo proceso de ascensión. Este español nuestro por |230|
Mieses Burgos,
su ganada y defendida dominicanidad de entraña y de labor, no se detiene jamás.Va ca- Franklin.
Revista Entre las
da vez ahondando más en lo profundo de su cielo pictórico de un modo riguroso y Soledades. No. 1.
Agosto 1947.
sostenido.|230|
Gilberto Hernández Ortega: Es una de las figuras más resaltantes del actual movi- |231|
Revista Entre las
miento pictórico de nuestra patria. Lejos de la vanidad y del impuro rumor del mun- Soledades, No. 3.
Octubre 1947.
|222| medio dominicano representaban alguna innovación sustentada en la libertad de los pin- do, trabaja, y de ese trabajo va naciendo, día a día, uno de los más definitivos quehace- Confert.
Revista La Poesía
Sorprendida celes, inculcada especialmente por algunos españoles de los que afluyen al país como re- res espirituales (…) adivinando lo que es una verdadera conciencia artística, sabe o pre-
No. 18, 1946. |232|
Confert. sultado doloroso «de la Europa ensangrentada por las fuerzas de las dictaduras y el im- siente hacia dónde se encamina.|231| Revista Entre las
Soledades, No. 4.
perialismo». Esa libertad artística significa «desterrar el trópico de postales (…), rescatarse de Luis Martínez Richiez: Pertenece a la última generación de artistas dominicanos. Es, Noviembre 1947.
Confert.
las equivocaciones de otros pintores vernáculos y desentenderse de toda traba académica pa- para la crítica consciente, el más maduro de nuestros escultores y el único que ofrece
ra asumir el riesgo como posibilidad de todo Arte y de todo artista».|222| Con breves para el futuro una obra de nobles calidades.|232|
El movimiento de la Poesía Sorprendida, apegado al vanguardismo, fue incondescen-
Gilberto Hernández Ortega|Viñeta|Revista La Poesía Sorprendida Núm. 14|Abril 1947. diente con el arte fácil y con las limitaciones y regateos e incomprensión general que en-
Gilberto Hernández Ortega|Viñeta|Ediciones La Poesía Sorprendida|1948.
Capítulo 2|Debate de la modernidad en un feudo antillano|228| |229|Debate de la modernidad en un feudo antillano|Capítulo 2

|233| frentaban los jóvenes artistas de parte de quienes debían ofrecerles una más amplia o Una apreciación del exterior, la de Anderson Imbert, considera que el mayor aconte- |235|
Revista La Poesía Anderson Imbert,
Sorprendida. benévola acogida. Citando a Ortega y Gasset, quien sostenía que dondequiera que las cimiento de este período fue la fundación de la revista La Poesía Sorprendida (1943- Enrique.
No. 19. Historia de la
Diciembre 1946. jóvenes musas se presentan, la masa las cocea, Los Sorprendidos se refieren al saldo de 1946). El tono de esta poesía fue de exigencia estética: «Se desprendió del peso de los Literatura (…)
Confert. Tomo II, 1964.
la III Exposición Bienal de Artes Plásticas, celebrada en 1946, en donde los jóvenes pin- temas locales y de la creación de las formas tradicionales pero no para entregarse a la Confert.

|234| tores y escultores expusieron y se expusieron. Su crítica al respecto es la siguiente: «Pa- facilidad sino para imponerse un nuevo rigor. Se mantuvo atenta de la literatura mun-
Rueda y
Hernández Rueda. rece ser que bajo la epidermis impermeable del ambiente, la sensibilidad pictórica an- dial y así fue refinando sus modales imaginativos. El superrealismo pasó por sus pági-
Op. Cit.
Página 129. da todavía trepada por los fueros arcaicos del simple almanaque o, de lo que aún es peor, nas, pero no hubo una estética que prevaleciera. Al contrario: buscaba la integración
Confert.
de la negociación sistemática y la incomprensión con pujos de suficiencia».|233| de antiguos y modernos, de europeos y americanos, de simbolistas y existencialistas.
Con el mismo fervor que Rafael Díaz Niese promovió la modernidad en el arte domi- Respetaba todo aquello que incitara el esfuerzo y concertara la cultura dominicana
nicano durante el período 1940, pero constituido como un frente colectivo de voces con el mundo».|235|
poéticas, el movimiento de la Poesía Sorprendida promovió la misma inquietud moder-
na. Como grupo se movió en una esfera más íntima y extensa, y como movimiento que
representaba un grito de independencia, dignidad y espiritualidad dentro de un feudo
político opresor. Cuando se reconoce la extensión del movimiento no se alude a su du-
rabilidad un tanto situacional, sino más bien a los campos cultivados por sus acciones, co-
mo eran la poesía tanto nacional como mundial y, por igual, el reconocimiento a otras
artes, especialmente a la pintura que con visos modernos asumían artistas locales.
El movimiento de la Poesía Sorprendida se desenvolvió colateralmente, con una estra-
tegia cultural despolitizada, destrujillizada y realmente milagrosa para difundir su esté-
tica, asumir una postura libre en nombre del acto creador que logra incidir a corto y a
largo plazo en la esfera de las Artes Nacionales. El aspecto subjetivo en la poesía domi-
nicana caló en muchos artistas visuales influidos también por la normativa liberada de
algunos docentes de la Escuela Nacional de Bellas Artes y por mentalidades críticas que
como Díaz Niese, Manuel Valldeperes, María Ugarte y Franklin Mieses Burgos, entre
otros, dejaban escuchar sus opiniones y exigencias relativas al quehacer artístico.
La proyección de La Poesía Sorprendida fue más allá de las tertulias que acaecieron al-
rededor de Mieses Burgos, considerado el alma del movimiento.También trascendió a
la revista mantenida con aportes privados, incluso, de sus integrantes; revista que al ce-
rrar su ciclo editorial en 1946, no representó la claudicación del movimiento a pesar de
la permanente sospecha política a que fue sometido y de la que se libró airosamente.
Otras publicaciones que aparecieron con su nombre o que se identificaban con los
nombres de sus integrantes, preservaron una vigencia social, que era lo importante. Co-
mo extensión del movimiento se identificó también la agrupación Los Juglares que en-
cabezó Manuel Valerio (1910-1979), la cual se dedicó a difundir la cultura en los ba-
rrios marginados de la ciudad capital.|234| Eugenio Fernández Granell|Viñeta|Ediciones La Poesía Sorprendida|1945.
|231|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

3|1 Coleccionismo, museo, oficialidad y Abigaíl Mejía

3
EL ARTE NACIONAL
p r o t o m o d e r n o

El movimiento de la Poesía Sorprendida, iniciado a partir de 1943, representa un gran


cambio en la literatura nacional, el cual incide positivamente en el campo de la pintu-
ra. La aparición de este movimiento coincide con varias acciones de política cultural
que emprende el Estado, las cuales determinan la creación del Conservatorio Nacional
de Música y la apertura de la Galería Nacional de Bellas Artes como vía para crear el
futuro Museo de Arte Moderno.Tal política se vincula a la gestión de Rafael Díaz Nie-
se, quien, además, se encarga de mover y reorganizar la única institución museística que
existía en el país: el Museo Nacional. Sin embargo, como funcionario de un régimen
que personaliza el dictador, él no se arriesga a atribuirse esa reorientación, sino que la
reconoce como parte de la mentalidad renovadora del estadista. En esta relación escri-

Luis García Ximpa|Caricatura de Díaz Niese (detalle)|Dibujo|1942.


Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|232| |233|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

be Díaz Niese: «El Museo Nacional, verdadero relicario que guarda los más valiosos ves- tura de Museo, el hálito de renovación y engrandecimiento con que el Generalísimo
tigios y recuerdos de nuestro pasado, fue fundado en Diciembre de 1927, bajo la direc- Presidente Trujillo Molina ha sabido conmover, hasta sus mismas bases, todas las insti-
ción del doctor Narciso Alberti, cuya vida estuvo consagrada por entero, con noble y tuciones nacionales, en un inmenso anhelo de conducir nuestra Patria camino adelan-
avasalladora pasión, al estudio de la arqueología y la prehistoria quisqueyanas. Permane- te por la senda del progreso. Pues una de las características primordiales de la Era de
ció el doctor Alberti en la dirección del Museo hasta su muerte sobrevenida en 1932. Trujillo es el haber sabido conciliar la noción de progreso con la veneración por todo
Ni la ciencia del doctor Alberti, ni la vigilancia de la señorita Ana Leonor Feltz –direc- cuanto de honorable encierra nuestro pasado. Los máximos homenajes rendidos a los
tora del Museo durante el período 1932-1933– ni la inmensa labor de reorganización Padres de la Patria durante los festejos con que se celebró nuestro primer Centenario
e investigación a que entregóse, con profundo entusiasmo y reconocida competencia, de Independencia política, son una buena prueba.Y fue, ciertamente, inspirado en tan
la escritora Abigaíl Mejía –directora del Museo desde 1933 hasta la fecha de su muer- patrióticos sentimientos como el Generalísimo Trujillo Molina dió orden a la Secreta-
te, en 1941– pudieron evitar que el Museo Nacional fuera otra cosa que una especie de ría de Estado de Educación y Bellas Artes, en julio de 1942, para que se hiciese inme-
almacén donde se encontraban depositados, confusamente, los más variados objetos de diatamente un estudio detallado con el fin de proceder a una reforma total del Museo

muy desigual valor arqueológico, histórico o artístico. La falta de recursos y la exigüi- Nacional.Y, en consecuencia, la Dirección de Bellas Artes formuló un plan para su ra- |236|
Díaz Niese,
dad del espacio disponible, de una parte; y, de otra, la indiferencia pública, no permitían dical transformación».|236| Rafael.
Un Lustro de
el más mínimo intento de clasificación o de mejoramiento. Para que tan pobre estable- Con el estilo de un elegante y honesto funcionario de la época, adepto, además, del ar- Esfuerzo Artístico.
Páginas 89-90.
cimiento llegara a convertirse, de la noche a la mañana, en un verdadero Museo, en la te como de la verdad, Díaz Niese ofrece de manera sucinta la historia inicial del Mu- Confert.

moderna acepción de la palabra, fue menester que penetrara también hasta las obscuras seo Nacional ligada a Narciso Alberti Bosch,Ana Leonor Feltz y Abigaíl Mejía. Esta úl-
y paupérrimas salas de la vieja casa de la calle Luperón, donde se albergaba esa carica- tima fue realmente quien promovió la necesidad de una institución dominicana de esa

Exposición Nacional|Catálogo|1947. Exposición Nacional|Catálogo|1941.


Exposición Nacional|Catálogo|1946. Marianela Jiménez|Trujillo|Viñeta|1954.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|234| |235|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|237| naturaleza, como rescate de la memoria patrimonial, en una etapa –decenio del 1920–, lidad de nuestro Museo nos guiará.Y, por si acaso ella cejara en el empeño, de cuando |240|
Henríquez Ureña, Listín Diario,
Pedro, en la cual se buscan y afloran conceptualidades, valores simbólicos y el autoconocimien- en cuando una voz de aliento llega de diferentes sitios, buscando la voluntad que la 29 de octubre
referencia en de 1926,
Soledad Alvarez: to como postulaba Pedro Henríquez Ureña cuando escribe: «Nuestra labor, nuestras mueve, para animarle a seguir esta campaña».|240| en Abigaíl Mejía.
La Magna Patria Idem.
(...) Página 83. normas, están por crear o en vía de creación.Y es deber de todos los capaces de esfuer- La escritora Mejía Soliere, quien también fue aficionada de la pintura y realizó algunos Página 518.
Confert. Confert.
zo colaborar con ellas, ayudar a definirlas. Para ello, todo trabajo será útil, todo pensa- cuadros ocasionales, domingueros, no era la única propulsora de la instalación museís-
|238| miento será camino hasta la claridad.Y los propósitos principales deben ser volver a co- tica en el país o del coleccionismo patrimonial como razón civil. Fuera de los tesoros |241|
Enciclopedia Morales
Dominicana. menzar, volver a la raíz de las cosas, a las ideas fundamentales y seguras, y conocernos de la Curia Católica o de algunos ciudadanos que al igual que Sisito Desangles reúnen Languasco,
Tomo IV, H-MO. Carlos. Carta de
Página 222. bien, darnos cuenta de todo lo que somos y de todo lo que debemos ser».|237| Espí- colecciones hogareñas, la inquietud a favor de la instalación de un Museo Arqueológi- 30 de septiembre
Confert. de 1903, referida
ritu inquieto, comprometido y nacionalista, la Mejía encajaba en esa vuelta a la raíz y co se expresa en años iniciales del siglo XX. En 1903, Carlos Morales Languasco dirige por Nereida Lahit-
Bignott. Op. Cit.
|239| en el debemos ser, que formula nuestro más importante pensador americanista. una Junta de Fomento de Puerto Plata, figurando entre sus proyectos «la creación de un Página 225.
Blanco y Negro 7. Confert.
27 de marzo ABIGAÍL MEJÍA SOLIERE (n. 1895), oriunda de Santo Domingo, hija de curazo- museo que conserve los objetos reveladores de la relativa cultura de nuestros aboríge-
de 1926,
referido en leña y dominicano, se educó en el país hasta los 12 años cuando viaja a España en com-
Abigail Mejía,
Obras Escogidas (I) pañía de la madre. En Barcelona establecen residencia y Abigaíl continúa estudios en el
Página 515.
Confert. Colegio de las Hermanas Teresianas, ingresando posteriormente en la Escuela Normal
de Maestras. Su residencia en Europa durante casi dos décadas le permitió adquirir for-
mación humanística y asimilar los activismos que también eran potestad de la mujer.
Cuando regresó a Santo Domingo en el 1924 se incorporó a la militancia antinortea-
mericana, provocando revuelo con el arrojo de su discurso verbal asumido en diversos
salones sociales. Ella emprendió la lucha reivindicativa de la mujer, siendo una de las
fundadoras del Club Nosotras, primera organización femenina con programas de anima-
ción; y entre otras notables iniciativas ella propugnó por la conservación del patrimo-
nio cultural indígena y por la creación del Museo Nacional,|238| causas que le lleva-
ron a escribir artículos periodísticos, discurriendo al respecto en las conferencias que
dictaba y en los círculos a los que se asociaba como literata o como conocedora del ar-
te en general. Obstinada de la necesidad social del Museo Dominicano, ella sustenta: «Es
un caso de conciencia ciudadana, una deuda del patriotismo es la falta de un museo, y
la institución que hay que fundar enseguida poniendo cuanto antes los primeros mate-
riales es el Museo Nacional Dominicano. Es una deuda que mantiene en pie nuestra nes, nuestras tradiciones (...) que hable a favor de nuestra vida nacional».|241| En 1906, |242|
Grullón, Eliseo.
república con respecto a nuestros antepasados de la Prehistoria; con los recuerdos de la se forma en Santiago una Junta organizadora de otro Museo Nacional que a instancia Carta de 15 de
noviembre de
Conquista y la Colonización que van quedando; con los mismos padres de la Patria de la Sociedad Amantes de la Luz resuelve destinar una sala del Palacio Municipal a la 1906, en
Lahit-Bignott.
–cuyos objetos, de su uso personal y de su tiempo, permanecen en manos de particu- exposición de objetos de carácter histórico y etnológico. La Junta Santiaguense la pre- Página 231.
Confert.
lares, sin que la Nación agradecida, los recoja y exponga a la veneración pública en esos side Eliseo Grullón y, al igual que Morales Languasco, le escribe a Sisito Desangles, so-
archivos del pasado que se llaman Museos».|239|Insistente en el proyecto museístico licitándole obras en préstamo.|242| El pintor, residente en Cuba, complace ambas so-
añade: «Patrióticamente, mi pluma infatigable se propone ver si a fuerza de sus camini-
tos tesoneros sobre las blancas cuartillas logra al fin la otra ruta cierta que hasta la rea- Abigaíl Mejía|Portada del libro Por entre frivolidades|1922.
Yoryi Morel|Abigaíl Mejía|Caricatura|1933.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|236| |237|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|243| licitudes. Le cede al Presidente Morales parte de su colección y corresponde a la soli- davía en el 1928 se trabajaba en la instalación del Museo, de acuerdo a la Carta que |246|
Carta de Luis Las luchas civiles
Desangles, sin citud de la Junta pro-museo de Santiago.|243| Amado Franco Bidó le dirige a Desangles: «Los objetos que Ud. envió en 1907 a don partidaristas
fecha, en Lahit- afectaron a la villa
Binott. Página La campaña que asume Abigaíl Mejía a favor del establecimiento del Museo Santo Do- Eliseo Grullón (...) figuraban en colección del Municipio de Santiago, los cuales fue- de Santiago,
232. Confert. varias veces esce-
mingo cuenta con los antecedentes de Puerto Plata y Santiago, e igualmente se ampa- ron trasladados hace poco a la capital para formar parte del Museo Nacional, de sus nario de invasión,
ocupación y
|244| ra en la Ley 5207 que crea con el carácter de Nacional, un Museo en la ciudad de San- objetos se perdieron en el sitio de la ciudad de Santiago en 1914, la silla arzobispal y contienda entre
Pina P., Plinio. 1899-1916.
Legislación to Domingo; ley decretada el 25 de marzo de 1913 en Barahona, residencia oficial del la piedra parada que tenía grabado un caballo, se perdieron porque la tropa tenía co-
Dominicana
sobre Museos (...) Presidente Adolfo A. Nouel.|244| En esta fecha era conocida y notable la labor de in- mo cuartel el Palacio Consistorial».|246| «El Museo Nacional será instalado en Sto. |247|
Páginas 15-16. Franco Bidó,
Confert. vestigación arqueológica que realizaba Narciso Alberty, quien es nombrado director de Domingo, actualmente se ocupa de clasificarlo y ordenarlo el Dr. Narciso Alberty, con Amado.
Carta de 1 de
la institución museística, cuando esta finalmente es objeto de apoyo en 1927, al asig- los Sres. Alcides García y Alemar como ayudantes. La misión que tengo es la de reco- noviembre de
|245| 1928, referencia
Idem. narse por Ley Número 666 la suma de cinco mil pesos oro anuales para la creación del lectar las antiguedades dispersas en el país y en manos de particulares, y ya he podido en Lahit-Bignot.
Páginas 17-18. Página 248.
Confert. Museo y Biblioteca Nacional, la cual ordena ejecutar el Presidente Vásquez.|245| To- acumular de 4 a 5 mil piezas. Personas que han visitado Museos de esa, y han visto lo Confert.

que se tiene reunido, confiesan que el nuestro con lo que hay, es tres veces más impor- |248|
Mejía, Abigaíl.
tante...»|247| Obras Escogidas
(1). Página 519.
Para la instalación del Museo, Abigaíl Mejía había diseñado un plan, el cual presentó, Confert.

en 1926, al Sr. Secretario de Instrucción Pública (...), e igualmente se lo presenta a


miembros del Consejo Nacional.|248| Dicho plan museológico, contemplaba: Sala de
la Prehistoria y los aborígenes; De la Colonización; Sala de los Padres de la Patria; Sala

Eolo|El Presidente Trujillo|Dibujo|Revista Bahoruco Núm. 115|1930. Marianela Jiménez|Espada del Generalísimo Trujillo|Viñeta|1954.
Marianela Jiménez|Obelisco|Viñeta|1954.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|238| |239|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|249| de Arte Moderno (pinturas y esculturas dominicanas); Colección de Historia Natural; diciembre de ese año la Sala de Arte Moderno. Como parte de su gestión y conside- |253|
Listín Diario, Mejía, Abigail.
3 de noviembre Biblioteca Nacional.|249| Con independencia de los gastos monetarios que se nece- rando que un Museo es una escuela, escribe sobre la manera de visitarlo metódicamen- Bahoruco,
de 1926, revista No. 4,
en Abigaíl Mejía. sitaban como erogación del Estado, ella planteaba estrategias específicas para conseguir te, buscando para empezar, lo más antiguo;|253| y también redacta un Catálogo Des- 30 de septiembre
Idem. de 1933. Op. Cit.
Páginas 522-23. los recursos de los montajes museográficos. Además, en su visión de salvaguardar los criptivo, que se constituye en una buena fuente bibliográfica, sobre todo para obtener Paginas 527-29.
Confert. Confert.
bienes patrimoniales reconoce que «no sería nuestra obra completa sin una Ley ejecu- datos de muchos artistas dominicanos e igualmente de las obras que integraron la pri-
|250| tiva o del Congreso Nacional prohibiendo toda salida de objetos históricos, toda de- mera colección oficial de arte. En ese catálogo ella informa que la institución compren- |254|
Idem, Mejía, Abigaíl.
4 de noviembre molición futura de ruinas o edificios antiguos sin previa inspección y requisa del Di- de más de cinco mil objetos que se agrupan en las secciones de la museología confor- Catálogo
de 1926. Op. Cit. Descriptivo del
Página 525. rector del Museo».|250| Dos consecuencias que tienen que ver con esa propuesta le- mada de la siguiente manera: Museo Nacional,
Confert. Revista de
gislativa se conectan con los decretos que promulga Trujillo en 1930 y 1932, respecti- Sala de Arte Moderno: Obras de pintores y escultores dominicanos, especialmente. Educación No. 50,
marzo-abril
|251| vamente, declarando monumentos nacionales a un gran número de inmuebles colonia- Sala de Arqueología, Prehistoria y Protohistoria: Restos y objetos de nuestros indios, de 1939, anexo.
Pina, Plinio. Páginas 1-4.
Op. Cit. les y creando una Comisión de conservación de Monumentos, Obras y Piezas de con- Cerámica, Armas, etc. Sala de Próceres y Personajes: Iconografía, Cartografía, Objetos Confert.
Páginas 19-23.
Confert. servación histórica, artística o arqueológica.|251| diversos, reliquias, etc. Sala de Arqueología Colonial:Tallas, restos arquitectónicos, cerá-
|255|
En relación a la Sala de Arte Moderno que incluía el plan museológico, Abigaíl Mejía mica colonial, lápidas, etc. Sala de Armas y Hierros: Epoca colonial, Independencia, Res- Díaz Niese, Rafael,
|252| Op. Cit.
Blanco y Negro proponía que el director, colector o encargado de crear el museo debía apelar al patrio- tauración y la Ocupación Norteamericana. Numismática: Colección de monedas na- Páginas 91-92.
No. 7, referencia Confert.
en Abigaíl Mejía. tismo y generosidad de los artistas dominicanos para reunir una buena colección de cionales y de otros países. Diferentes épocas. Sala de Historia Natural: Fauna y Minera-
Op. Cit.
Página 516. obras donadas o compradas a sus poseedores. Promotora contemporánea de muchos de les del país, especialmente. Biblioteca: El museo tiene, también, una pequeña biblioteca
Confert.
los pintores, fotógrafos y escultores nacionales, ella escribe sobre los expositores perma- de consultas, especializada en las materias en relación con las colecciones (…), o sea de
nentes de la sala: «Arturo Grullón, Adriana Billini –hoy profesora en la Escuela de Be- historia, bellas artes, arqueología, etc.|254|
llas Artes de la Habana–, Julio Pou, L. Navarro, el conocido Luis Desangles –Sisito–, ce- Abigaíl Mejía había publicado casi todas sus obras literarias al inicio de la década de
lebrado Director de una Academia de Pintura de Santiago de Cuba; Carlos F. Ramírez, 1940, y presidía los Cafés Literarios que organizaba con jóvenes intelectuales de la ciu-
Eliseo Roques, M. M. Sanabia, Ramón Mella, Pedro Escoboza, Lucila Pereyra, Domin- dad capital en donde contrajo nupcias con Zenón Fernández Valle, inmigrante asturia-
go Villalba, Senior, Celeste Woss y Ricart, Esperanza Dujarric, y más que todos, el ge- no dedicado al comercio, del cual se divorcia y con el cual procrea a Abel Fernández
nial Abelardo, autor de Los Extraviados; unos y otros, originales y copistas, con sus obras Mejía, quien con el tiempo sobresale como literato. Ella fallece en 1941, año en el cual
aquí mostrarían el esfuerzo artístico de Quisqueya en la Pintura.Y en la escultura: An- se emprende la reorganización del Museo Nacional, reubicándose en una casona situa-
gelito Perdomo, Francisco González Lamarche; Abelardo también con su estatua al Pa- da a la sombra secular (…) del alcázar de Diego Colón (…). La Dirección General de
dre de la Patria y su Caonabo; y tantos otros talentos cuyas obras andan ocultas, también Bellas Artes procuró dar «a la nueva instalación del Museo Nacional el carácter de mo-
serían, si bien modesto exponente, al mismo tiempo alentador estímulo parta los artis- dernidad y sobria elegancia (…). Las ricas colecciones del Nuevo Museo Nacional fue-
tas que surgirán mañana. Unos los cederían graciosamente; en otros se apelaría a su ge- ron clasificadas e instaladas, con la mayor sencillez posible, en 12 salas amplias y bien ilu-
nerosidad, y es de creer que los menos serían los que negasen o pusieran precio exor- minadas».|255| Al concentrarse la museografía en los temas de arqueología, antropolo-
bitante a la honra de contribuir al Museo Nacional.Y ya nos parece ver en él figuran- gía, historia, numismática y armas militares, fue excluida la Sala de Arte Dominicano,
do los bustos y cabezas de estudios de Angel Perdomo; el desgraciado Uno de tantos, de cuya colección había sido trasladada en 1940 al local del Ateneo Dominicano. Los au-
Rodríguez Urdaneta mostrando al aire su pobrecita carne de cañón ya herida, y cier- tores representados en la colección, así como las obras artísticas de los mismos, se regis-
tos mármoles y yesos de todos conocidos unos, y otros desconocidos de la multitud que tran a continuación en el cuadro que cubre los años 1933-1941. Es el período de la di-
ahora les admirará».|252| rección de Abigaíl Mejía, una defensora del bien patrimonial y mujer pionera de las co-
Abigaíl Mejía ocupó la dirección del Museo Nacional en 1933, inaugurándose el 10 de lecciones públicas de las artes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|240| |241|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

OBRAS COLECCIÓN ARTE MODERNO


DEL MUSEO NACIONAL 1 9 3 3 | 1 9 4 1

Alfau G., Jesusa Desangles, Luis García-Godoy, Enrique Morel, Yoryi Piñeyro, Abelardo Ramírez Guerra, E.
La dama de la mantilla (pintura) Retrato del poeta José Joaquín Pérez Busto de una joven (pastel) El Bohío «Cuesta colorada» (pintura) Rincón del parque Independencia Nocturno (acuarela)
Donado por la autora (pintura) Donado por Graciela García-Godoy Adquirido por $20.00 (pintura)
a solicitud del Museo Colección Municipal de Santiago de Chottin, en 1937 Donación del autor Schifino, M.
Morel, Yoryi Ensueño
Alfau B., Antonio Desangles, Luis Howanietz, Franz (alemán) Después de la lluvia Pintor Alemán desconocido Comprado al Sr. J. R. Julia por $20.00
Retrato de Cristóbal Colón Retrato de una escritora Retrato del generalísimo Trujillo «Charcos de barrio» (pintura) Cabeza de judío (pintura)
(pintura, copia) «Amelia Francasci» (pintura) (pintura) Adquirido por $18.00 Comprado a Margaret Mear por Schifino, M.
Colección Municipal de Santiago Donación de Abigaíl Mejía en 1933 Realizado por $200 por encargo $25.00 en 1937 Cabeza de Mujer
Comisión Asesora del Museo Morel, Yoryi Comprado igualmente a Julia
Billini, Adriana Desangles, Luis Ranchos de cerro gordo (pintura) Pintores Puertorriqueños por $20.00
Primavera (pintura) El Presidente Ulises Fco. Espaillat Huber, Carl (alemán) Adquirido por $18.00 Oleos diversos (pintura)
(Retrato de Guillermina de Holanda) (pintura) Un judío donación de Julio De Arteaga Schifino, M.
Donación de Abelardo Rodríguez, hijo Comprado al alemán Ervin Schiller Morel, Yoryi Mujer
Bonilla, Alejandro Calle de la chancleta (pintura) Pintores Puertorriqueños Adquirido por $20.00 al Sr. Julia
Retrato de Mella (pintura) Desangles, Luis Huber, Carl (alemán) Adquirido por $18.00 Acuarelas diversas (acuarela)
El sueño de Duarte (pintura) Judío Donación de Julio De Arteaga Suro, Darío
Bonilla, Alejandro Donación Lic. Alberto Comprado a Schiller los dos cuadros Morel, Yoryi Paisaje del Santo Cerro (pintura)
Retrato de Sánchez (pintura) Arredondo Miura 1938 de Huber por $25.00 Rincón largo (pintura) Rodríguez Urdaneta, Abelardo Comprado en $15.00
Adquirido por $18.00 Retrato del Padre Billini (pintura)
Colson, Jaime Desangles, Luis Ibarra, Aida Adquirido en 1935 por $50.00 Tarazona, Enrique
El perdón de la adúltera (pintura) Retrato de Duarte (pintura) Paisaje de L’ile De France (pintura) Morel, Yoryi La Orilla del Olvido (pintura)
Comprado en 1937 a Delia Rivera, Donado por la autora Del suburbio santiagués (pintura) Rodríguez Urdaneta, Abelardo Donación de Carmen Vda. Despradel
por $30 Fernández Fierro Adquirido por $18.00 Retrato de un americano (pintura)
Avenida Mella Jiménez, Agustín Comprado a Abelardo Rodríguez hijo Tomagnini
Chasserieu, Teodoro Mar Caribe (pintura) Marín, Oscar por $35.00 Cabeza de la República (escultura)
Retrato de la madre Fernández Fierro Adquirido a su tercer poseedor por Los tres cruceros: Presidente,
Donado por el Dr. Heriberto Pieter Carenando una barca en el ozama Independencia y Restauración en P.P. Rodríguez Urdaneta, Abelardo Ureña, Rosalidia
$6.00
en 1934 (pintura) Autorretrato (pintura) Retrato de Gastón F. Deligne
Grullón Arturo López Glass, Ismael Comprado a Abelardo Rodríguez (pintura)
De la Selva, R. (Nicaragüense) Mademoiselle Fatet (pastel) Mascarilla de Monseñor Castellano Navarro, Leopoldo hijo por $35.00 Donación de la autora
Perfil de Isabel Lombardo Donado por Pedro Henríquez Ureña (escultura) Vendedora de pescado en España
de Henríquez Ureña (escultura) (acuarela) Rodríguez Urdaneta, Abelardo Woss y Gil, Celeste
Donación del Autor
Donado por Pedro Henríquez Ureña García Obregón, Adolfo Donado por Carmen Peña de Ortega Eugenio María de Hostos (pintura) Retrato de Alejandro Woss y Gil
El jardín del amor (pintura, copia) López Glass, Ismael Frier, 1933 Por la Superintendencia Gral de (pintura)
De la Selva, R. Dorso desnudo de mujer (escultura) Enseñanza, 1935 Donación de la autora
Perfil de guirlondajo (escultura) García Obregón, Adolfo Navarro, Leopoldo
Adquirido por $60.00
Río Ozama arriba (pintura/madera) El soldado español (pintura) Rodríguez Urdaneta, Abelardo Woss y Gil, Plintia
Desangles, Luis Adquirido por $35.00 Lugo, Américo Comprada al Sr. J. R. Julia en $50.00 Retrato de una española (pintura) Talla en Madera (escultura)
El Nacimiento de Venus Paisaje (pintura)
(pintura, copia) García-Godoy, Enrique Nt, Librado (Puertorriqueño) Rodríguez Urdaneta, Abelardo Autor Desconocido
Donación de Dilia Pitaluga en 1934 Primavera Morel, Yoryi El peñón Juramento de Duarte (escultura) Mascarilla de Pedro Henríquez Ureña
Las rogativas (boceto al óleo) Comprado en $50.00 (escultura)
Desangles, Luis García-Godoy, Enrique Perdomo, Angel Donación de Pedro Henríquez Ureña
Donado por Pedro Henríquez Ureña
Caonabo en la prisión visitado Genovesa de los muelles (pintura) Padre Billini (escultura) Roques Pérez, Eliseo
por Colón y por Ojeda (pintura) Donado por Graciela García-Godoy Morel, Yoryi Donación de la Clínica Billini Dos Acuarelas (acuarela)
Colección Municipal de Santiago de Chottin en 1937 La mística «la vieja Catalina» Donado por la sucesión de
(cristolografía) Perdomo, Angel A. Arredondo Miura
Donado por Esteban Morel en 1937 Manola (escultura). Donación de
Altagracia Canal Vda. Perdomo
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|242| |243|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

3|2 Tres grandes modernos: Morel, Suro y Colson a| La evolución de la visualidad cultural fundamentándose en la línea en relación con |258|
Thomas, Karin.
la superficie, el espacio, el ornamento y el simbolismo decorativo. Diccionario del
Arte Actual.
b| En arquitectura, la preparación de la construcción acorde con el material, la función Página 138-39.
Confert.
del espacio y su ambientación.
c| En las representaciones simbólicas de la pintura, de la escultura y de la ilustración |259|
Thomas, Karin.
gráfica, se constituye en un momento importante de transición entre el impresionismo Idem.
Confert.
y el expresionismo, al tiempo que la línea decorativa a manera de arabesco, propia de
este estilo, anticipa ya formas abstractas.|258| |260|
Diccionario
ch| La denominación se refiere a un estilo extendido internacionalmente hacia el año Monográfico.
Idem.
1900, recibiendo diferentes calificativos: Art Nouveau en Francia, Modern Style en In- Confert.

glaterra y otros países, Jugendstil en Alemania,...|259|


d| Los autores modernistas más reconocidos son: el inglés Aubrey Vincent Beardsley
(1872-1898), el español Antoni Gaudí (1852-1926), el belga Víctor Horta (1861-1947),
el pintor y decorador austríaco Gustav Klimt (1862-1918),...|260|
En las primeras décadas del XX aparecen en el país dominicano ligeros asomos de Art
Nouveau o del modernismo catalán en algunas construcciones de San Pedro de Maco-
rís y Santo Domingo; e igualmente asomó también en algunos cuadros producidos por
determinados artistas, entre ellos Enrique García-Godoy, Nino Ferrúa,...; sin embargo,
tales señales no significan que el movimiento modernista de las artes alcanza preponde-
rancia en la república. Igualmente ocurre con el arte moderno, entendido como cauce
de las vanguardias europeas, las cuales aparecen en el arte nacional como lejanas refe-
rencias lingüísticas, tal vez como espectros reconjugándose en la cocina criolla de la pin-
tura, con la solitaria excepción de Jaime Colson, un artista dominicano que durante su
|256| Lo moderno es lo nuevo, lo más reciente, lo que en cualquier tiempo se contrapone a
Diccionario de la estadía en París hace pintura «universal», más bien adscrito al vanguardismo europeo.
Lengua Española. lo antiguo, clásico y más tradicional. Cuando esa contraposición se relaciona especial-
Edición 1970. Ante las explicaciones vertidas sobre lo moderno y el modernismo, sobre todo en pin-
Página 885. mente a las artes y a la literatura se emplea la expresión modernismo: afición excesiva
Confert. tura, se argumenta que los artistas que pueden ser relacionados a tales condiciones de
a lo más actual.|256| «Es denominación genérica con la que se suele conocer el mo-
novedad, la asumen con una óptica muy particular. Mientras unos representan lo mo-
|257| vimiento artístico desarrollado en todo el continente europeo a fines del siglo XIX y
Diccionario derno mediante el método y las representaciones anti-románticas o anti-abelardianas,
Monográfico de comienzo del XX, abarcando todas las áreas expresivas y caracterizado por su papel cla-
las Bellas Artes. otros le añaden a esas nuevas maneras un repertorio distinto con lenguajes también di-
Página 226. ve entre una época artesanal de estilo y elitismo a punto de desaparecer y una nueva,
Confert. ferenciados, de manera ecléctica. En conclusión, la modernidad artística dominicana es
industrializada, masificada y nivelada, es decir, entre el arte moderno que muere a co-
aquella que se desarrolla con su especificidad y se impulsa con los representantes pro-
mienzo del presente siglo y el contemporáneo que surge por entonces».|257| El mo-
tomodernos (Woss y Gil, Gómez y García-Godoy), cuyo desenvolvimiento se asocia
dernismo expresa:
epocalmente (por influjo de ellos y coincidencia) con la aparición de los primeros pin-
tores más claramente modernos. Los más significativos representantes de este último nú-
Yoryi Morel|Baile de las cintas|Óleo/tela|30.5 x 33 cms.|1946|Col. Ceballos Estrella. cleo son Yoryi Morel, Darío Suro y Jaime Colson, realmente desiguales pero notables
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|244| |245|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

temperamentos que aportan cambios fundamentales en el arte dominicano con la obra


y como temperamentos influyentes.
JORGE OCTAVIO MOREL ( YORYI). En la colección que constituía la Sala de
Arte Moderno del Museo Nacional predominan las obras de Yoryi Morel, quien, aus-
piciado por el Club Nosotras, celebró en los salones de la entidad la primera exhibi-
ción personal en octubre de 1932; salones ocupados por una multitud de personas; y
como parte de ella, intelectuales y artistas reconocidos: Pedro Henríquez Ureña, Fabio
Fiallo, César Tolentino, Tomás Hernández Franco, Federico Henríquez y Carvajal, Te-
lésforo Calderón, Aida Ibarra, Gabriel del Orbe, Horacio Blanco Fombona... e igual-
mente diplomáticos, gente de la prensa y las figuras principales de Nosotras:Abigaíl Me-
jía, Gladys de los Santos, María Patín Pichardo, Delia Weber, Mercedes Laura Aguiar y

otras adalides del movimiento cultural feminista. La exhibición estaba integrada por ca- |261|
Diario La Opinión,
si 100 obras, en diferentes técnicas y asuntos visuales. El listado de las pinturas alcanza- 15 de octubre de
1932.
ba un total de 49 cuadros|261| fechados entre 1927-1932. Retratos, paisajes, escenas Confert.

cotidianas y personajes populares definían los temas realizados al óleo figurando entre
ellos El Toñé (1927), en su primera versión. El resto del catálogo eran apuntes, dibujos
al carboncillo, caricaturas y grabados en linóleo.

Yoryi Morel|Autorretrato dedicado al amigo Cundo|Óleo/tela|18 x 13 cms.|1938|Col. Rafael Del Monte. Yoryi Morel|Toñé (el limosnero)|Óleo/tela|62.5 x 91.5 cms.|C. 1927|Col. Clara Rodríguez Demorizi.
Yoryi Morel|Pareja de campesinos|Óleo/tela|56 x 16 cms.|1927|Col. Aney Muñoz.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|246| |247|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

Después de las palabras de apertura a cargo de Mercedes Laura Aguiar, Presidenta del éllos, porque éllos sobrepasan definitivamente el interés de su propia literatura para ser
Club Nosotras, le corresponde al poeta Tomás Hernández Franco hacer la presentación nada más que arte».
formal de la exposición, pronunciando un discurso que aparte de mostrar sus conoci- «En Santo Domingo hemos jugado mucho, muy peligrosamente, con muchas palabras
mientos sobre la materia artística, ofrece un rápido estudio sobre el pintor. He aquí su peligrosas por lo vacías de sentido que son, por su carencia total de sentido, por lo si-
discurso: «Señores:Yo no sé de donde me viene el honor de ser yo quien deba presen- muladoras que son de la irresponsabilidad de quien tras ellas se escuda y por lo torce-
tar al público capitaleño a Yoryi Morel y a su estupenda obra pictórica, sobre todo cuan- doras que son de la seguridad de quien las oye. Así hemos vivido todo el tiempo: disi-
do yo mismo reclamo el autorizado presentador». mulando realidades tras un léxico tibio, indefinido, acobardado, y creando conceptos sin
«Motivos de hondo y sincero afecto así lo han determinado, y no era para ser rehuida contornos como la misma dialéctica confusa que los engendra».
esta ocasión que me concede oportunidad para incorporarme, aún cuando no sea más «La palabra promesa es una de esas. Como solamente afirmamos la juventud para ne-
que en calidad de anunciador del espaldarazo que esta noche representa, a una obra que garla, no le otorgamos otro privilegio posible que el de llegar a ser. Sólo le concedemos
lleva pasaje de preferencia hacia la eternidad». esa probabilidad de hacer en un mañana que nadie precisa, porque ya eso sería un acto
de valentía, y nadie comprende que sólo logramos realizar el aserto de que la juventud
que será, no será otra cosa más que vejez, que es una de las formas más verídicas de de-
jar de ser».
«Nada hay más acomodaticio que esa palabra, nada menos cierto, nada más cobarde.
Con ella nadie se compromete a nada, ni se niega, ni se afirma; se busca, al decirla, una
justificación problemática que se difunde en la indeterminación de un futuro y pone-
mos al tiempo como colaborador en la obra de una certeza que no nos atrevemos a
crear, ni a destruir».
«No hay, tampoco, palabra más asesina que la palabra promesa. Cuando se refiere a la
obra de un artista. Mata, porque quita fuerzas, porque quita aliento, porque supedita el
presente que es cada minuto, la obra del último minuto, a un eterno mañana futuro que
se va alejando siempre».
«La obra de arte, no es nunca una promesa, porque no promete nada: se dá toda de sí
mismo y es. El arte es una sola cosa, sin categorías, ni restricciones. Se es artista o no se
es artista, sin subdivisiones, sin regateos, como la Verdad, que no tiene otro camino más
que ser afirmación rotunda de cosa cierta e incontrovertible, o ser francamente menti-
«Diferencias de sistema de vida me habían tenido alejado de Yoryi desde hacía algún tiem- ra. Más vale negarlo todo, rotundamente, tener la valentía de no admitir, a lanzarse en
po, y al anuncio de esta exposición, proféticamente patrocinada por el Club Nosotras, te- la sinuosidad de sonrisa nipona del calificativo promesa».
mí que la pintura de Yoryi perdiera al ser contemplada por personas que no conocieran «Yoryi no es una promesa.Yoryi es un pintor, con todo lo que esa palabra tiene de ca-
el ambiente de que su pintura sacó emoción y color, pensé que el cuadro, al despojarse tegórico y de alto. Su adolescencia luminosa llena de una adulta probidad artística, no
de su anecdotismo, iba a sufrir; sostenido sólo en sus puntales de técnica y de arte». busca parapetarse en sí misma para ir a la busca de justificaciones condescendientes.
«Pero, aquí están esos cuadros y todo el ambiente de éllos mismos se ha venido con Sus cuadros no prometen; son. Son con la seguridad formidable de ser por el milagro
de lo que lleva dentro, por la maravillosa certeza que de ellos se desprende. No insi-
Yoryi Morel|Retrato Tomás E. Morel|Linóleo|Revista Bahoruco Núm. 27|1935. núan; afirman».
Yoryi Morel|Tomás Hernández Franco antes de dedicarse a la agricultura|Caricatura|Revista Bahoruco Núm. 115|1932.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|248| |249|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

«Decir que Yoryi no ha tenido maestros, que ha realizado todos sus cuadros sin haber es también un maravilloso dibujante que se pasea desenvueltamente por todas las en-
visto antes ni un solo cuadro de ningún otro pintor, decir que es la primera vez que sa- crucijadas de la técnica».
le de su rincón natal de Santiago, no es buscarle excusas ni aprobaciones complacien- «Como maneja esa técnica, lo atestigua esa multitud de dibujos donde todos sus aspec-
tes, es, simplemente, afirmar la existencia del genio». tos son abordados y resueltos con la espontaneidad que crea la maestría que no fue ad-
«Seguramente esa carencia de maestro, ese aislamiento total de toda cosa artística he- quirida, sino proyectada desde adentro por la fuerza incontenible de la naturalidad».
cha, esa permanencia frente al propio paisaje, ha permitido el afincamiento de su pro- «Además, la palabra técnica, es una de esas palabras peligrosas que pierden con frecuen-
pia personalidad, obligada, por urgencias tutelares, a la explotación del estupendo filón cia su sentido. En arte no se puede proceder por comparaciones, porque lo que carac-
vernáculo». teriza la obra de arte es justamente lo que puede tener de incomparable».
«Hermano menor de dibujantes que juegan al deporte de la línea por pura e íntima ele- «Técnica no puede ser otra cosa que la manera del genio, la forma en que se expresa y
gancia artística,Yoryi creció en un ambiente donde la técnica del dibujo no era un se- así se admite hay que admitirla, siendo labor futura la clasificación que ya es cosa de cla-
creto para nadie y donde todos dibujaban como otros respiran.Yoryi, que es un pintor, sificadores que generalmente no pueden hacer otra cosa».

Yoryi Morel|Paisaje, marchanta y otras traseúntas|Óleo/tela|40 x 33 cms.|1930|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Yoryi Morel|Paisaje dedicado a Mancito Cruz|Óleo/plywood|41 x 32 cms.|Década 1920|Col. Centro Cultural Eduardo
León Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|250| |251|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

«Yoryi ha resuelto el problema trópico en su pintura, el problema del trópico nuestro Teresa Tavares se habían multiplicado numéricamente. Con Jorge Octavio eran seis los
que era calumniado como impintable, con todo lo que ese trópico nuestro tiene de lu- hijos procreados:Teté, Quico, Juanito, Apolinar, Ramón; prole que aumentó luego con
minoso y de amplio, trópico que a veces puede ser brutal y reverberante, pero que es- Esteban y Tomás.Ya entonces la situación económica había mejorado para el padre que
tá más alto que las academias y más cerca del cielo». había dejado de ser modesto profesor de escuela para convertirse en un pequeño pro-
«No pueden ser de otra parte, no caben bajo ningún otro cielo, ni los paisajes ni los ti- pietario de un comercio de telas y objetos ferreteros. Don Enrique Morel figuraba co-
pos tratados por Yoryi. Por su pintura, por solamente lo que ya lleva realizado, la Repú- mo comerciante en el Directorio y Guía General de la República, elaborado por En-
blica Dominicana adquiere carta de ciudadanía en la magnífica geografía del arte». rique Deschamps y que fue publicado a inicio del siglo XX. Dicho comercio estaba ins-
«Yoryi ha descendido hasta el fondo de la virgen mina antes inexplorada y ha comen- talado en la Calle del Sol, y sólo dos o tres cuadras tenía que andar el propietario cuan-
zado a deslumbrarnos con esta primera cosecha de oro puro de emoción». do cerraba el negocio y marchaba al final del día a su casa de la calle de Las Piedras,
«Y hay más. Maravilla la unción tierna con que Yoryi trata sus sujetos, cómo se adivinan donde su mujer y sus hijos le acogían con el alborozo de antaño: cálido, rutinario y con
acariciados profundamente; respetados aún en el momento dominador de la posesión, la respetuosidad que despertaba el marido y el padre.

|262| y cómo ennoblece lo que hace con una nobleza hecha de serenidad y de pulcritud». El pueblo de Santiago se había transformado un poco más para entonces. Unos cuan-
Hernández Franco,
Tomás. «Podemos decirlo ya: existe el trópico para el Arte, existe ya el artista que entiende el tos edificios públicos, el Palacio Consistorial, el Palacio de Gobierno, la Catedral y la
«Discurso».
Diario La Opinión. trópico y existe el pintor del trópico.Yoryi ha hecho su revelación, Señores».|262| Fortaleza San Luis, así como las viviendas victorianas de una y dos plantas, le iban dan-
Op. Cit.
Confert. Yoryi, más bien Jorge Octavio Morel Tavares, nació a principios del XX, en 1906, pre- do un ambiente urbano, sin que el mismo le hiciera perder sus caracteres de ruralidad
cisamente en el año en que asumió el poder presidencial Ramón Cáceres, quien cayó que le imprimía no el verde escenario de un paisaje rematado en laderas, y que se ex-
víctima del magnicidio político en 1911. Para entonces, los esposos Enrique Morel y tendía llano hacia la montaña Diego de Ocampo, sino la concentración permanente

Yoryi Morel|Casas de la calle Sánchez|Óleo/tela|30.5 x 35.5 cms.|Sin fecha|Col. Rafael Del Monte. Yoryi Morel|Calle de la chancleta|Óleo/tela|33 x 46 cms.|1935|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|252| |253|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

de un mercado de frutos agrícolas; producción conducida día tras día, por muchas de |263|
Haché, Katingo.
las cincuenta y nueve calles que definían el plano poblacional. Por estas calles, alum- Eme-Eme,
Estudios
bradas de noche con románticos faroles, transitaban coches tirados de caballos ameri- Dominicanos
No. 10.
canos o criollos, y ya acogían los primeros automóviles traídos en 1911 por don José Enero-febrero
1974. Página 80.
Manuel López, los cuales ingresan en el servicio público.|263| Para esta fecha abun- Confert.

daban las pequeñas fábricas de cigarro y el tabaco –el más tradicional producto citadi-
no– se transformaba industrialmente en cigarrillos con modernos establecimientos co-
mo La Habanera.
La vida local de Santiago para esta época, se infundía de hábitos y juegos populares y
carnavalescos que si bien contrastaban con los niveles sociales, le imprimían un sabor
colorista y pueblerino. En todas esas prácticas estaban presentes los vestigios de la cul-
tura española en simbiosis con elementos africanos, pero como habían pasado por una
evolución y adaptación al medio, contenían un fuerte sabor nacional y regional. El
juego de San Andrés, los bailes y festejos de Carnaval, las corridas y competencias po-
pulares, las peregrinaciones religiosas como El Rosario, discurrían año por año para
constituirse en elementos de la tradición de la provincia.Y en esa tradición se deba-
tían los ritmos vernáculos del sector inferior o pueblerino, específicamente el perico
ripiao o típico merengue frente a los valses, danzas y Schottis de la llamada aristocra-
cia santiaguense.
Los hermanos Morel Tavares crecieron con los libros en las manos y con una educación
asegurada por un padre aburguesado y muy apegado a las normas del elitismo social de
su tiempo. Para entonces, las escuelitas, dirigidas por rectas mujeres, iniciaban a los ni-
ños en el arte de leer y escribir, y así todos los Morel-Tavares fueron preparados por
Gallaya Estrella o por Toña Acosta. Esta última fue la primera maestra de Jorge Octavio
quien, como todos sus hermanos, pasó de la escuelita a la preparatoria y luego a la Es-
cuela Normal, en donde entraron en relación con los docentes destacados del momen-
to: Rosa Sméster, Ricardo Ramírez, Bello Reynoso, Sergio Hernández, Juan Bautista
Gómez, Rafael Moscoso,... Pero mucho antes de entrar a la normal, algunos de los her-
manos Morel se inclinaban por alguna manifestación artística. Quizás fue producto de
que unos tíos maternos –Arturo y Luis Tavares–, de espíritu bohemio, eran dibujantes
que manejaban con facilidad el carboncillo; o tal vez el ambiente en que crecieron in-
fluyó en sus años de púberes o adolescentes.Ambiente hogareño de libros, revistas y es-
tudios. Ambiente que también podía medirse desde el ámbito citadino, ya que para en-
tonces registraba Santiago uno de los momentos más felices que desde el punto de vis-
Yoryi Morel|En la taberna|Óleo/tela|78 x 67 cms.|1949|Col. Privada. ta de la cultura disfruta una comunidad. Para entonces, había regresado de Europa Juan
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Bautista Gómez, un disciplinado y culto pintor, que con valentía instaló su atelier a po- go otros dos pintores: Arturo Grullón, realmente dedicado a la medicina, y Tuto Báez.
ca distancia de la rústica casona familiar, localizada en la calle antiguamente denomina- A ellos se sumaban otros santiaguense del pincel que apenas se recuerdan porque se des-
da Unión, hoy calle Cuba. En ese atelier, localizado en la calle La Rosa (16 de Agosto) conocen sus obras o porque no trascendieron como los tíos Tavares.
esquina Unión, tenía una sala permanente donde exhibía sus obras. Fue el primer ta- La localización de pintores en Santiago coincidió con un elocuente registro de la mú-
ller-galería de un artista del pincel que se registra en Santiago, y donde El León, como sica, que inclusive logró más desarrollo. Para los años de 1920, los autores clásicos eran
se le recuerda, laboraba sus trabajos de pequeños formatos con una disciplina rigurosa, ampliamente difundidos en el seno de la élite nacional donde se desarrolló un afán por
aprendida en Francia, en donde vivió durante varios años.Temas provinciales enfocaba la educación en el manejo de instrumentos como el piano, el arpa y el violín. Santiago
su paleta: aguateros, rincones de vecindarios, paisajes y flora, que constituyen lo que pa- concentró un gran número de músicos del país y registraba la aparición notable de Juan
ra Gustave Coubert significaba el realismo: dejar a un lado las pinturas alegóricas, lite- Francisco García y Julio Alberto Hernández, quienes no sólo siguieron la labor de di-
rarias e históricas para considerar las escenas de la vida diaria, que es decir la explora- fusión musical iniciada por José Ovidio García, sino que se empeñaron, como autores,
ción de la naturaleza, de las calles y de las gentes. Además de Gómez, vivían en Santia- en consolidar los compases autóctonos de la música dominicana.

Los conciertos, los estrenos musicales cargados de temas folklóricos, la frecuencia de es-
pectáculos montados por compañías extranjeras, las veladas, la introducción local de la
cinematografía, la localización de pintores y fotógrafos citadinos, y una salida perma-
nente de periódicos, amén del activismo de sociedades culturales y recreativas, consti-
tuyen un contexto adecuado para los hermanos Morel Tavares, que desde temprana
edad contaron con una orientación formativa. La misma respondía a su condición so-

Yoryi Morel|Flamboyán con marchanta y niño|Óleo/tela|51 x 60 cms.|1959|Col. Familia Brugal Gassó. Yoryi Morel|Campesino cibaeño|Óleo/tela|84 x 74.5 cms.|1941|Col. Museo de Arte Moderno.
Yoryi Morel|Paisaje del Cibao (detalle)|Óleo/tela|47 x 56 cms.|1940|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|256| |257|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|264| cial, que inclusive les permitió entrar en relación con las Bellas Artes. En este ambien-
Florencio, Magda;
Castellanos, te crecieron Quico y Apolinar, recibiendo clases de pintura en la Escuela Normal. Se
Socorro.
Entrevista a Yoryi entusiasma Esteban, el sexto de los hermanos Morel, por la fotografía, mientras que Jor-
Morel (grabación
magnetofónica). ge Octavio se inclinaba por la música; aunque las inquietudes de este último –normal
Santiago, 1978.
Confert. a sus años de pubertad– fluctuaban entre un apego circunstancial por el dibujo y una
creciente pasión por la música, la que comenzó a conocer con Ramón Díaz, músico
|265|
Idem. oriundo de Puerto Plata, quien le enseñó solfeo.
Confert.
La vocación pictórica de Jorge Octavio nació en ese mundo imaginario que crean los
niños alrededor suyo. Mundo de monólogos, de inventiva, de fantasías, de construccio-
nes, de escondite y de refugios que él solía revivir cuando recordaba: «Yo era enfermi-
zo, era tímido, muy tímido.Y mis amigos todos me querían, del vecindario. Pero yo era
alejado de ellos.Vivía siempre en el patio de mi casa.Allí, en una casita (…). Era mi pri-
mer estudio: La Dicha, se llamaba. Solamente cabía una persona (…). Solamente cabía
yo. Me llamaba entonces Jorge Octavio, no Yoryi (…). En mi casita hacía la revista, so-
litario me trancaba allí. Los muchachos afuera, admirándome (…).Yo fui el primero que
inició el cine de muñequitos, en el año 1916. Con los cáñamos, una sábana blanca (…)
Yo dada vuelta a los muñequitos, y salían las figuritas … muñequitos, caballitos, casitas
y peleaban... Entonces se me ocurrió hacer el cinito en el callejón»...|264|
La Dicha surgió cuando la familia decidió tapar el pequeño excusado o letrina. Conver-
tida en casita, fue donde Jorge Octavio forjó sus sueños fantasiosos de muchacho, co-
mo también los forjaba Tomás –el más pequeño de los Morel-Tavares– quien frente a
La Dicha levantaba un altar y hacía una misa de juego, o a todo pulmón interpretaba un
cántico religioso o recitaba unos versos. En ese pequeño refugio que constituía La Di-
cha comenzó Jorge Octavio a elaborar Wagner, una revista manuscrita y repleta de di-
seños e ilustraciones, de datos de la gente de Santiago, de cuentos, noticias y anécdotas
musicales. En La Dicha, hizo de pequeño fabricante: «Había que hacer materiales –lle-
gó a declarar– nadie pintaba ni hacía eso más que yo, en esa época. Bautista Gómez que
llegó de París, y era un hombre que era difícil de ver. Sumamente (…). Pero él enseña-
ba mucho. Pero yo, con campeche, palo de campeche, calentándolo e hirviéndolo logré
sacar tinta especial (…). Después la ponía en un frasquito (…) y le puse tinta (…) fabri-
cada en La Dicha (…) y vendía el frasquito a dos cheles (…). Después con tierra (…)
y con aceite de linasa hacía los colores...|265|
Jorge Octavio también sintió crecer su pasión por la música cuando se envolvió en la
ejecución del violín; instrumento que aprendió a manejar con acierto, y en contacto
con Machilo Guzmán, maestro de música de muchas de las familias más distinguidas de Yoryi Morel|Retrato de Don José María Cabral|Óleo/tela|46 x 33 cms.|1935|Col. Manuel José Cabral Tavares.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|258| |259|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

la sociedad de Santiago.|266| Tenía once años cuando inició las clases con el referido |266|
Enciclopedia
maestro. Antes de cumplir los 15 años, la iglesia de la Altagracia, muy próxima a su ho- Dominicana.
Tomo III.
gar, sentía entre sus muros sacros los suaves arpegios de su violín, con el cual formó par- Página 224.
Confert.
te, durante dos años y como violín segundo de la orquesta San José.|267|
Los conocimientos de música permitieron después que Jorge Octavio pudiera produ- |267|
Ruiz Casado,
cir las partituras para la banda local. Entonces dibujaba con más facilidad y su inclina- Eugenio.
Pinceladas
ción por las dos manifestaciones del arte se armonizaron o complementaron. Sobre es- Biográficas
(Yoryi Morel),
te asunto escribe Yoryi: «Comencé a pintar a los quince años, a la vez que ejecutaba el 1958.
Confert.
violín. Se me ocurrió hacer un álbum en miniatura de todos los músicos famosos, tra-
zando el lápiz, y que constituyó un acontecimiento entre mis amigos y vecinos».|268| |268|
Pérez, Rafael.
Hasta los veinte años, perteneció Jorge Octavio a la Filarmónica de Santiago. A partir Diario La Noticia,
24 de julio
de entonces, la pasión por la música fue desplazada por el manejo de los colores y del de 1977.
Confert.
pincel, influido, indudablemente, por las constantes tertulias que tenían lugar en su ca-
sa en donde eran esperadas las revistas ilustradas de Europa, y los hermanos mayores co- |269|
Morel, Tomás,
menzaban a pintar, especialmente Quico, el cual ofrecía una disposición pictórica inna- Cuadernos
Populares No. 1,
ta y moderna para entonces. marzo de 1973.
Confert.
Recordando las tertulias hogareñas,Tomás Morel refiere que regularmente el líder de
la Peña era Rafael Díaz Niese, quien para entonces manifestaba vocación pictórica:
«Fellito Díaz el más intelectual y leído, siempre era el tambor mayor del grupo… Se
alejaba del caballete y haciendo trazos en el aire con la punta de los dedos, señalaba en
el lienzo e indicaba la limpieza y torpeza de algunas pinceladas. Esto siempre sucedía
frente a los cuadros de Quico... Pero Fellito era una contradicción: cuando le gustaba
el dibujo desdeñaba el color, o lo contrario»… Y explica Tomás Morel que el grupo
inicial se ensanchó: «Venían a ver pintar Pancho García, Fan Pérez, Nelo López, Pepe
Echavarría Lazada y Ramón Díaz (…) y otros que habían de ser, andando el tiempo,
notables en las manifestaciones del arte, y de la vida… También venía con su mirada
penetrante, con su gran parsimonia, el doctor Arturo Grullón… A veces tomaba el pin-
cel o el creyón y trazaba tres o cuatro líneas y seguía en su coche, con don Pedro Es-
paillat… Don Juan Bautista Gómez, se detenía al pasar, pero nunca aceptaba pintar en
público»…|269|
A pesar de que los hermanos Quico y Apolinar se entusiasmaban por la pintura, el pa-
dre, don Enrique Morel, aspiraba a que ellos, como sus otros hijos alcanzaran otra pro-
fesión. Ser médico, abogado o farmacéutico era importante para el prestigio y la segu-
ridad familiar; y eran los padres acomodados, los únicos que podían, para entonces, pro-
Yoryi Morel|Callejón barrial|Óleo/tela|38 x 33 cms.|Década 1930|Col. Salomón Jorge. veerles a sus hijos una carrera, en la que agotaban todos los recursos monetarios para
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|260| |261|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

hacer que la emprendieran. Don Enrique Morel quiso que su hijo mayor fuera a Fran-
cia a estudiar Medicina, y en la Universidad de París se matriculó Quico. Buscó que
Apolinar y Juanito estudiaran leyes, y ambos tuvieron que marcharse a inscribirse en la
Universidad de Santo Domingo. Para Jorge Octavio, aspiraba el padre la carrera de Far-
macia, pero el muchacho estaba demasiado envuelto con la pintura y la música. Era un
rebelde de la escuela; para ello se confabulaba con la madre, además de que su salud es-
taba constantemente afectada. Esto hacía que Jorge Octavio permaneciera más en el ho-
gar, con los pinceles y el violín, con los libros y el sueño de convertirse en artista. No
obstante, se esforzó en hacerse bachiller para complacer al padre. Fue en la escuela Nor-
mal donde entró más en contacto con Juan Bautista Gómez, maestro de dibujo de to-
dos los hermanos Morel-Tavares. En la Secundaria o Escuela Normal aprendió Jorge

Octavio, dibujo lineal, perspectiva y a copiar objetos que servían de modelos. Después,
ocasionalmente, tenía contacto con el profesor Gómez. Cuando le veía detenerse fren-
te a su casa y participar discretamente en la tertulia de sus hermanos mayores, o cuan-
do se iba hasta el estudio de El León situado al doblar de su casa.Allí coincidía en su vi-
sita con Chan Valverde y Federico Izquierdo, dos de los tantos jóvenes que se interesa-
ban por la pintura, y de los que sólo el último terminó figurando como pintor del ti-

Yoryi Morel|Calle pueblerina|Óleo/tela|56 x 46 cms.|Sin fecha|Col. Ramón Francisco. Yoryi Morel|Marchanta del mercado de Santiago|Óleo/tela|63.5 x 52.5 cms.|1946|Col. Centro Cultural Eduardo
León Jimenes.
Yoryi Morel|Caserío de la nube grande (detalle)|Óleo/tela|34 x 39.3 cms.|Sin fecha|Col. Salomón Jorge.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|262| |263|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|270| picismo dominicano. Un tipicismo desbordante de una realidad regional y nacional que tanto, en el mismo escenario frente a la misma casa, surge con la paleta de Apolinar, con |271|
Martínez, Rufino. Morel, Tomás.
Diccionario ya trazaba camino de expresión poética y visual durante los años 1920-1930. los pinceles de Quico, con la admiración de Tuto Báez, con el vaticinio de Simón Do- Op. Cit.
Biográfico- Confert.
Histórico. En el referido período se registra la Exposición Inter-Antillana, celebrada en Santiago; mínguez y la inquina de otros, el pincel colorista de Yoryi (…). Fue entonces cuando
Página 336.
Confert. en él, el comercio, la agricultura y las industrias del país se mostraban florecientes y em- en mi calle Sánchez, mamá donó a Yoryi parte de su aposento nupcial para que instala-
prendedoras. Este evento, efectuado en 1927, incluyó una muestra de arte, a la que con- ra en él su estudio.Y es cuando se comienza a pintar, por primera vez también en el
currieron artistas de Cuba, Puerto Rico, Haití y República Dominicana. El país estuvo país, el motivo rural, el panorama circundante, el hombre del Cibao, el ambiente y las
representado por unos cuantos nativos, entre los que figuraba Jorge Octavio Morel, ya cosas santiagueras, partes muy íntimas de las cosas dominicanas»...|271|
definida su preferencia por la pintura, la cual, además, contaba con el apoyo del padre, Movido por muchos estímulos como son el orientador santiaguense Juan Bautista Gó-
a quien compadecían los amigos por la ‘chifladura’ de que su hijo se metiera a pin- mez; las discusiones sobre el naturalismo en la ‘peña’ familiar; las reproducciones de las
tor.|270| Participó en dicho evento con una obra titulada Toñé la Leba, realizado al óleo revistas ilustradas, entre las que aparecían cuadros de Sorolla, y sobre todo el instinto per-
cuando contaba unos veinte años. Es un cuadro de gran formato, donde retrata a un sonal, permitieron que Yoryi Morel redescubriera el medio circundante. Por las mañanas

marginado y pintoresco personaje de la comunidad, que era objeto de excusa para que o por las tardes salía a encontrar el paisaje, a descubrir sus parajes, a dejarse impresionar
muchas madres infundieran temor en sus hijos. Este ‘cuco’ cibaeño pasaba diariamente por los contrastes que ocasiona la poderosa luz del trópico. Mientras eufórico se habi-
por el frente de la casa donde vivían los Morel-Tavares. Casa que había dejado de ser el tuaba, por ejemplo, a contemplar la grandeza del rematado paisaje criollo, reflexivo des-
punto de reunión de los que habían formado la peña de la Calle Sánchez. Sus anima- cubría el sol haciendo juego de luz sobre la cima de los barrancos. Fue así que aquel jo-
dores principales habían tomado rumbos diferentes: «Unos van a la Universidad de San- ven pintor que alcanzaba los 24 años, se convirtió en un buscador de la luz geográfica,
to Domingo o a París; otros pasan al magisterio y decrece su pasión por la pintura... En de la luz del paisaje nacional, de la luz del medio citadino y de sus contornos.

Yoryi Morel|Escena del Parque Colón|Óleo/tela|63.3 x 68.5 cms.|1942|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Yoryi Morel|Fiesta campesina|Óleo/madera|106 x 160 cms.|1959|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|264| |265|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

Desde muchas décadas atrás había aparecido en Europa el movimiento impresionista,


que rompió con el arte clásico. El impresionismo, además de apoyarse en la observa-
ción detenida de la realidad, había generado una transformación decisiva para el arte
universal, que ya había dado sus frutos en los otros movimientos que le siguieron. Su
mayor influencia radicó en que liberó al artista de una serie de normas tanto técnicas
como temáticas. Algo de esta liberación habían encontrado algunos artistas del país. Se
había producido por contacto con esa realidad o porque las épocas históricas, muchas
veces, impregnan a las generaciones geográficas, por distantes que estén las unas de las
otras, o porque se dio lo que es una opinión generalizada en los analistas del arte lati-
noamericano: el influjo permanente de una cultura madre (Europa), sobre una cultu-
ra receptora, que es América. Pero hay que señalar con Antonio R. Romero que «cual-

Yoryi Morel|Palo encebao|Óleo/tela|60 x 63 cms.|Década 1930|Col. Salomón Jorge. Yoryi Morel|El colorao Secundino Rodríguez|Óleo/tela|96.5 x 81.3 cms.|1927|Col. Ayuntamiento de Santiago.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|266| |267|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|272| quiera que sea la óptica con que contemplemos el arte en esta parte del mundo ad- aprendido a hacer clichés burilados en linóleo, con los que hacía retratos y diseñaba por-
Romero, Antonio.
América Latina vertiremos que dicho arte se enmarca a lo largo de su breve historia en una constan- tadas de libros y revistas. Su conexión con el grabado, permitió que numerosas pinturas
en sus Artes.
Op. Cit. te: la del instinto».|272| suyas aparecieran reproducidas en la Revista Navidad, órgano que se editaba en Santiago.
Página 12.
Confert. Por instinto o no, Luis Desangles le da a algunas de sus obras un toque insinuantemen- Las reproducciones fotográficas llamaron la atención en algunos círculos que se vincula-
te impresionista. Más cerca de esa insinuación se sitúan Arturo Grullón, Juan Bautista ban a la vida cultural de Santo Domingo. Del Listín Diario viajó a visitar a los Morel-Ta-
|273|
Morel, Yoryi. Gómez y el pintor que era Quico Morel. Estos y otros pintores habían asumido una ac- vares el entonces periodista Juan Bautista Lamarche, quien manifestó un gran entusiasmo
Anotaciones del
13 de noviembre titud distintiva como era la de buscar la luz, la de salir al aire libre, al medio ambiente por el joven pintor, a quien dedicó un largo artículo titulado En el Estudio de Yoryi Morel.
de 1933.
Confert. libre, y bajo la claridad natural realizar un retrato o un tema del cotidiano vivir, pero En el referido artículo, Lamarche señala: «Este muchacho de veinte y cuatro años, pe-
asumido directamente. Algunos artistas dominicanos habían salido del cerrado estudio queño, delgado, elegante y discreto, tiene un alma exquisitamente sensible y sabe tradu-
|274|
Florencio, Magda; y llegaron a la ruptura de una tradición clásica o romántica. No produjeron la revolu- cirla en las maravillosas tonalidades de su paleta».
Castellanos,
Socorro. ción, sino que se situaron en un borde sin tocar el otro borde. En cambio, de una ma- «Ved ese cuadro, que él titula Nino el acordeonista.Tipo popular, desastrado bohemio. Pa-
Op. Cit.
Confert. nera instintiva, Jorge Octavio Morel dio un paso más, varios, muchos, y se adentró sub- sa frente a su casa con su acordeón, borracho de alcohol y de ensueño. Un día Yoryi lo
yugado al medio externo y extenso de la realidad. Por eso se situó «nervioso y emocio- ve con ojos de artista. Entonces le detiene. Requiere sus pinceles. Acomoda su caballe-
nado frente a este cielo azul vibrante y a este sol que juega en zig-zag con su insepara- te. Lo coloca en pose. La boca amplia, desdentada, se abre en un gesto inexpresable de
ble amigo la sombra». Esa sombra de fuerte reflejo morazulado, que también le llevó a embriaguez y de embelezamiento. Los ojillos se le entrecierran. El acordeón gime, ru-
escribir en un tono declamatorio: «ya tengo mi retina llena de paisaje que tantas cosas ñe, ronca, entre sus años. Llorón y doliente.Yoryi pinta.Y al conjuro mágico de su pa-
me evoca y que cada vez me revela algo nuevo».|273| leta va surgiendo palpitante de vida, la imagen del músico callejero».
No había llegado el joven Yoryi Morel a una conclusión instintiva respecto de la luz, «Otro día Yoryi se para frente a la esquina de su casa. Una coquetona casita romántica. De
respecto a los efectos de la descomposición del color que esa luz ejerce, cuando ya te- madera, con pequeñas planchas de zinc en los costados y una acera, algo derruida, que la
nía en su haber una producción que le fue identificando. Es la producción novel de to- bordea. El artista se siente tentado del don demiúrgico.Y toma su pinceles.A poco apare-
do artista en la que se pueden redescubrir valores temáticos y técnicos, pero que sobre ce, transportada al lienzo, esa esquina de su casa, que es un trozo de realismo estupendo».
todo indican las posibilidades de una trayectoria. En Jorge Octavio esta producción, que «Una de esas tardes del trópico en que el sol es una pira y el cielo un magnífico pastel,
puede situarse con anterioridad al 1930, responde a una concepción ingenua. Por esta Yoryi quiere apresar en su paleta los divinos fuegos del crepúsculo.Y es entonces cuan-
razón, en conjunto, la elaboración resulta torpe, como endurecidos los elementos que do crea ese paisaje, de una cálida luminosidad, que se dijera pintado por Sorolla, el gran
se configuran temáticamente. Pero las obras que la forman constituyen un documento colorista ibérico. (¿Recuerdas,Yoryi, que acerca de este primoroso cuadrito tengo yo un
por la vivencia que refiere y por el período artístico que representan. Es lo que resulta derecho que me otorgó tu amable condescendencia?). En otra puesta de Sol se revela
de una obra que pudiera llamarse El Taller de Carpintería, que fue uno de sus prime- como pintor impresionista, con sus audacias, con sus atrevimientos, con esos graves to-
ros óleos. Según confesó, el trabajo fue realizado directamente en aquel taller a donde nos morados que riman una sinfonía soberbia».
llegó con sus materiales de pintor, y donde se emocionó escuchando al maestro carpin- «Después de un chaparrón, una tarde campesina, el joven pintor quiso dar la sensación
tero hablar de la luz, del martillo... «Era un carpintero intelectual que hablaba de músi- del agua caída y del ocaso desteñido y ceniciento.Y ahí están ese pedazo de calle en-
ca, de pintura»...|274| charcada y esos bohíos, en los que la humedad de la cana gotea su acuosa tristeza».
Lo mismo puede decirse de su primer Toñé la Leba o el Baboso, (óleo de 1927), y en don- «Al campesino que chupa el cachimbo humeante, con serenidad patriarcal, supo darle
de todavía no se da la explosiva luminosidad que caracteriza sus obras posteriores. Pero el cobrizo relucir de la tez curtida por el sol y la expresión de resignada indiferencia,
conocía otros medios técnicos y acudía a todo recurso de expresión para ejecutar sus de melancólico fatalismo, que se traduce en los ojillos negros, bajo el ala del rústico
obras, mientras que hacía más diestro su trazo vigoroso y corredizo. Antes de 1930 había sombrero».
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|268| |269|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

«En el retrato de la tía Antoñana la marfilina color de la faz rima con el huesoso de- Un vivir en la capilla sixtina de su voluntario aislamiento, entre los seres y cosas forjadas |275|
Lamarche, J. B.
marcamiento de la vejez y la grisácea aureola del alisado cabello». por su imaginación calenturienta, atisbando el mundo exterior, pero sin lanzarse a él, por- Listín Diario.
16 de agosto de
«Oleos en un verismo impresionante: el de don Genaro Pérez, en el que la figura seño- que en todo artista hay un contemplativo, un platónico, un inconforme y un rebelde». 1932.
Confert.
ría se perfila noblemente, el del maestro de música que ostenta un pintoresco remoque- «En su rincón solariego trabaja silenciosamente. No visita los periódicos. No va a caza
te, y evoca la alegórica tradición del pasado, al conjuro de su bombardino omnipresen- de elogios; no tiene instinto mercurial. Su decoro artístico, su pudor espiritual, le vedan
te; el de Ramón Emilio Jiménez, que habla, al través de los espejuelos líricos y pedagó- todo trasiego.Y por eso, vive, casi desconocido, en su coquetona casita romántica, pin-
gicos; el del viejo renqueante del pueblo y otros tantos que ahora no recuerdo». tando, soñando, creando, como un paciente benedictino, hasta que la gloria vaya, mujer
«Mas, en los óleos y paisajes, está él, con su don psicológico de observación y su gran al fin, a brindarle sus caricias y a ceñir su frente pálida de elegido con los laureles san-
fuerza realista, por encima de los cánones de la técnica, creando su propia estética». grientos».|275|
«En la caricatura hallamos otra faceta de su espíritu, irónico y travieso esta vez, que gusta El artículo citado, las ponderaciones y el entusiasmo que encierra, constituyeron una
del atisbo oportuno, del trazo rápido, de la instantánea certera. Nadie se escapa a su agili- buena carta de presentación. Juan Batutista Lamarche era una reconocida pluma del pe-

dad humorística. A su padre lo sorprende, a la puerta del remanso hogareño. Al tío lo ca- riodismo y un destacado intelectual. Fue él quien despertó la atención por el provin-
ricaturiza, cuando penetra en el callejón lateral de la propia vivienda.Al gordiflón del ba- ciano Jorge Octavio Morel. El resultado de esa atención provocada fue la invitación que
rrio. A la vecinita romántica. Al burro doméstico.Y, en el día lluvioso, ironiza con la flo- recibió de parte del Club Nosotras, la entidad cultural que agrupaba a mujeres perte-
tante inflazón de los paraguas abiertos y el mojado escurrirse de los tipos lugareños». necientes al feminismo dominicano de entonces. La entidad era reconocida, acreditada,
«Este Yoryi Morel es implacable.Tiene un alma múltiple. Unas pupilas siempre ávidas de y el joven pintor debía exponer para el mes de octubre de aquel año 1932. Aparte de
belleza. Unas manos taumaturgas que poseen la virtud de crear. Un amor infinito al arte. la presentación formal que le dispensó el poeta Hernández Franco, la exposición pro-

Yoryi Morel|El músico colorao Secundino Rodríguez|Óleo/tela|114 x 88 cms.|1922|Col. Banco Central de la República Yoryi Morel|Las casas con Ocampo al fondo|Óleo/tela|20 x 36 cms.|Década 1930|Col. Salomón Jorge.
Dominicana.
Yoryi Morel|Pescador|Óleo/tela|69 x 53.5 cms.|1952|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|270| |271|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|276| vocó la atención de la prensa que reportaba todo lo concerniente al pintor, a su obra, de los fotograbados en libros y revistas. / Esta vez ha traído muchos nuevos cuadros que |279|
Llovet, Juan José. Troncoso
Listín Diario. discutiéndose la posibilidad de que él viajara a Europa a cultivarse más ampliamente en acusan un notable progreso en su conciencia de artista y en su técnica pictórica».|279| Sánchez, Pedro.
18 de octubre Listín Diario,
de 1932. el arte. Esta sugerencia provoca la respuesta del crítico Juan José Llovet: «Sólo el Sol de Llovet también escribe y reseña esta exposición: «Cerca de cuarenta cuadros nuevos ha 27 de octubre
Páginas 1-4. de 1936.
Confert. Santiago ha enseñado a pintar a Yoryi Morel (…) De viaje al extranjero –a España, a colgado Yoryi Morel en los muros del Salón de Actos del Ateneo. Predominan entre ellos Confert.

Italia, París...– ni hablar por ahora. París muy señaladamente, es venenoso para pintores los retratos y los paisajes. Los paisajes –ya queda dicho– son todos, sin excepción notoria
|277|
Revista tan francamente viables como Yoryi Morel. / ¡Evitemos a toda costa a la doncellés ve- de magistral realización. Pero si se nos forzara a discernir a algunos nuestra preferencia,
Cosmopolita,
31 de julio de nal de Yoryi los peligros de París! ¡Prohibámosle, cueste lo que cueste, que corra a em- nosotros se la otorgaríamos sin vacilaciones a los de gama fúlgida y caliente. El titulado
1934.
Confert. briagarse con los cócteles de anilinas que combina la ciudad-barman. / Yoryi, cuanto Framboyán es cuadro soberbio. La luz y la forma están maridadas en él como en la reali-
antes mejor, debe reintegrarse a su Santiago materna y original a seguir bebiendo agua dad misma.Y hasta media docena de los demás no ceden en primores de ejecución a es-
|278|
Llovet, Juan José. del Yaque, de áspero sabor a humus».|276| ta pequeña obra maestra, digna de cualquier museo. Como paisajista, en suma,Yoryi Mo-
Listín Diario.
Octubre de 1936. La primera individual de Yoryi Morel provocó tanta atención y fue tan decisiva que dos rel no tiene nada que aprender. La luz de Santiago y de los campos de Santiago le ha en-
Confert.
años después (1934) se afirmaba que su pincel había demarcado nuevos derroteros al
tiempo que se reconocía que los artistas ya no pierden el tiempo en reproducir som-
breados remansos de ríos por ellos desconocidos o caminos de praderas lejanas que fue-
ron el objetivo de extraños intérpretes. Por el contrario, después de la exposición regis-
trada en la capital, en el Club Nosotras, por Yoryi, se observa que ha habido un resur-
gimiento en la pintura. Aparte de revelar un temperamento artístico, la muestra ofreció
la clave de una manifestación fecunda de arte pleno de expresión, con una técnica avan-
zada que da mayor relieve al color. Fue también una diana fraterna que llamó al traba-
jo a los pinceles y que al dejar huella luminosa en el ambiente puso honda y noble vi-
bración en las más sensibles fibras del estímulo.
Todos los comentarios citados anteriormente forman parte de un artículo publicado en
la revista Cosmopolita|277| y posiblemente escrito por Bienvenido Gimbernard. El tex-
to incluye la reproducción de un cuadro titulado Por la cuesta del pueblo (óleo 1934). Dos
años después realiza Yoryi la segunda muestra individual, también en la capital y respec-
to de la cual escribe Llovet que con ella «se realizan todas las esperanzas que cuatro años
ha suscitó la primera».
Montada en el Ateneo Dominicano y de acuerdo a la reseña del citado crítico, el joven
pintor dedica la exposición al Hon. Presidente Trujillo, Mecenas Magnífico e ilustre de
toda manifestación de alta Cultura.|278| Con independencia a esta práctica lisonjera y
servil impuesta por los doctrineros del régimen, la segunda presentación del pintor san-
tiaguense origina buenos comentarios. Entre ellos los del intelectual Pedro Troncoso
Sánchez, el cual escribe: «Yoryi Morel ha venido de nuevo a maravillarnos con su car-
ga de sol y atmósfera, de vida y ambiente cibaeños. Ha venido de nuevo a poner otro
paréntesis en nuestra ansia de arte auténtico, apenas consolada con el indirecto medio Yoryi Morel|Pelea de gallos|Óleo/tela|75.5 x 92 cms.|1950|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|272| |273|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

señado todo lo que ella misma sabe. A Yoryi sólo le cumple ahora mantenerse fiel a esa Años antes de la muestra capitaleña, el pintor había exhibido un conjunto de cuadros
luz que tan generosa ha sido con él de sus secretos. Si así lo hace, su gloria de intérprete en una vitrina comercial de la ciudad natal (1935), en donde también fundara su Aca-
sumo y máximo, de la magnitud naturaleza de su patria queda asegurada. / Como retra- demia Yoryi (1933), y tenía algunos amoríos furtivos. Sobre todo con Rosa Flete, una mu-
tista, no está Yoryi Morel menos maduro, aunque su madurez no sea tan espléndida». lata o negra de la Ceiba de Matanza, un tanto mayor que él, que le buscó su padre, Don
Continuando con sus apreciaciones agrega Llovet: «Esta su segunda exposición, dos ca- Enrique Morel, con la creencia de que el hijo enfermizo, casi epiléptico y distraído, ne-
bezas, una de sirio y otra de vasco, a cuyo dibujo y modelado ningún reparo puede, en cesitaba una buena hembra que lo sacudiera, convirtiéndole en macho. Esta experien-
justicia, ponerse. De color son un poco frías. Se ve que la preocupación del parecido cia originó el concubinato y dos hijas:Yolanda (n. 1934) y Filomena (n. 1935), a las cua-
alicortó el vuelo de la inspiración pictórica. La pincelada es en ellas demasiado menu- les reconoció legítimanente y las mudó a Santiago con la madre.
da y acaso esté fundida en exceso. Pero –lo repetimos– ambas están formidablemente Esta experiencia, reasumida con cierta constancia, ocurrió mucho antes de que el pin-
dibujadas.Y en un retrato, el dibujo es lo esencial. / Pero la muestra más elocuente de tor conociera a la húngara Ilonka Szabo, con quien contrajo matrimonio y con la cual
lo que Yoryi puede hacer en el retrato, siempre que pinte sin preocupaciones de com- procreó tres hijos: Janos, Jorgito e Ilonkita. La exitosa acogida que obtuvo Yoryi Morel

|280| placer al modelo, es un Moreno Jiménez, manchado, como suele decirse, con el sucio en la capital durante el decenio de 1930 le obligaba a viajar siempre por razones artís-
Llovet,
Juan José. de la paleta, que es un prodigio de interpretación psicológica.Yoryi, plenamente entre- ticas. Pensó incluso mudarse definitivamente a Ciudad Trujillo en donde tenía pocos
Op. Cit.
Confert. gado a su genial instinto, no sólo ha retratado al poeta, sino también a su poesía. Ella se pero excelentes amigos, entre ellos Juan Bosch, quien escribe sobre las experiencias de
nos ofrece con todo lo que tiene de enternecedora y balbuciente, en la mirada y en la una amistad que el exilio distanció: «(…) Yoryi y yo fuimos muy amigos, a tal punto que
sonrisa, con las que el ex-pontífice del postumismo parece pedirnos perdón por su tor- no dejaba de visitarlo todos los días cuando por alguna razón iba a Santiago y hacía lo
pe aliño indumentario».|280| mismo cuando él estuvo viviendo en la Capital, en los altos de la casa que ocupaba la

Yoryi Morel|Flamboyán de la casa Juan Bautista Gómez|Óleo/tela|45.6 x 63.5 cms.|1936|Col. Privada. Yoryi Morel|Paisaje cibaeño|Óleo/madera|106 x 160 cms.|1959|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|274| |275|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

esquina de las calles Mercedes y Las Damas, con puerta a Las Damas. En ese sitio hizo vieran porque yo era peligroso, pero se lo dijo a título de juego; y lo afirmo porque eso
él varios dibujos y esbozos para un retrato mío que nunca llegó a pintar. Según tengo sucedió en mi presencia. Ortega Frier era amigo mío a tal grado que me abstuve de
entendido,Yoryi rompió esos dibujos y esbozos porque tenía miedo de que alguien los comprar libros en la Librería Carías, que estaba en la calle de El Conde, porque Orte-
viera en su casa después que yo me fui del país y de que la posesión de este material ga Frier le había ordenado que cargara en su cuenta los libros que yo quisiera adquirir,
pudiera causarle problemas con el gobierno de Trujillo. Parece que ese miedo de Yoryi que no me los cobrara a mí».
se intensificó cuando recibió un mensaje mío en el que le pedía que saliera del país a «Cuando Yoryi decidió volver a Santiago, lo hizo, me pareció a mí, porque no tenía am-
ampliar su visión artística. En esa ocasión le ofrecí a Yoryi mi ayuda para que pudiera biente en la Capital; le hacían falta sus familiares sobre todo su mamá, una hermana y
vivir mientras se hacía de clientela fuera de aquí». su hermano Apolinar, a quienes echaba mucho de menos; echaba de menos el café que
«Es cierto que yo contribuía en el pago de la habitación que ocupó Yoryi en la Capi- le brindaban en su casa a cada rato y a los vecinos de su barrio. En la Capital no tenía
tal, y fui yo quien la alquiló, y es cierto que Ortega Frier visitó esa habitación varias ve- amigos ni había pintores con quienes pudiera hablar de lo que le interesaba.Yo lo llevé
ces y que en una de esas ocasiones le dijo a Yoryi que no se juntara conmigo donde lo a la casa de Celeste Woss y a la de Aida Ibarra, que eran las dos personas que pintaban

Yoryi Morel|Después de la lluvia|Óleo/tela|33 x 43.3 cms.|1931|Col. Rafael Del Monte. Yoryi Morel|Caserío con mujeres conversando|Óleo/tela|30.5 x 40.6 cms.|C.1930|Col. Rafael Del Monte.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|276| |277|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

cuadros en esta ciudad, y le presenté poetas y escritores, pero se pasaba varias horas de |281|
Bosch, Juan.
cada día solo en su habitación, que era al mismo tiempo dormitorio y estudio. El que Carta.
Noviembre 19
iba siempre era yo, pero en mis horas libres, y de vez en cuando llevaba a algunos ami- de 1979.
Confert.
gos, entre los cuales recuerdo a Vigil Díaz y al poeta Manuel Llanes».
«(…) no puedo recordar cuánto tiempo vivió Yoryi en la Capital, pero debe haber sido |282|
Mejía, Abigaíl.
unos tres meses, si no menos. Lo que sí recuerdo es que en sus últimos días capitaleños Revista de
Educación No. 52.
llegó a sentirse muy decaído; se quejaba tanto de lo mal que se sentía aquí que yo mis- Anexo.
Página 21.
mo le aconsejé volver a Santiago y lo acompañé hasta el carro que lo llevaría a esa ciu- Confert.

dad. Fue la última vez que nos vimos porque después de eso no volví a Santiago, pero
la separación no influyó en nuestra amistad. Cuando volví al país después de más de
veinte años de ausencia, al ir a Santiago fui a visitar a Yoryi».
«En la época de su estancia en la Capital,Yoryi estaba encaminándose rápidamente ha-
cia una etapa de técnica impresionista que no era producto de estudios ni de imitación
sino de su tremendo instinto de pintor. Recuerdo vivamente la manera como pintaba
la luz tropical, lo mismo en paisajes que en retratos; lo hacía sin esfuerzo, con pincela-
das largas y seguras. Hay cuadros de Guillo Pérez que recuerdan esa técnica de Yoryi. El
Dr. Salomón Jorge tiene un Yoryi que corresponde a esa época aunque haya sido pin-
tado mucho tiempo después de los años a que me he referido en esta carta».
«(…) al escribir estas líneas he evocado al Yoryi de aquellos tiempos, que fue el autén-
tico, el gran artista, de tanta fuerza interior que tuvo la necesaria para dedicarle su vida
a la pintura en una sociedad que no tenía ni medios para retribuir su trabajo con algo
que le permitiera sostenerse con un mínimo de seguridad ni capacidad para apreciar su
obra, que fue no sólo muy dominicana y muy valiosa como pintura, sino además muy
profusa como fruto de una vida entera dedicada a pintar».|281|
DARÍO SURO, al igual que Yoryi, aparece registrado en la colección de Arte Moder-
no del Museo Nacional. En el catálogo general de 1941, se ficha la obra Paisaje del San-
to Cerro, realizado al óleo: «uno de los cuadros primerizos de este joven pintor», estable-
ce Abigaíl Mejía, quien lo describe: «en primer término la carretera, con deltas verdes
sobre su cinta amarilla, y, en lo alto la iglesia del Santo Cerro, santuario famoso. El cie-
lo muy azul con girones de nubes».|282|
Darío Suro nació en La Vega en 1918, en el seno de una importante familia cuyos dos
puntales mayores eran el abuelo Federico García Godoy (1859-1924), un reconocido es-
critor y maestro, a la vez padre de Enrique García-Godoy Jiménez (n. 1886), el decisivo
pintor que establece (1930) la escuela vegana de dibujo y pintura sustentada en el trata-
Yoryi Morel|Marchanta de flores (detalle)|Óleo/tela|54.5 x 76 cms.|Sin fecha|Col. Ceballos Estrella. miento directo del natural. Era un mozalbete con vocación artística cuando el tío pintor
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|278| |279|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

retornó al lar nativo, lo cual representa un punto de apoyo frente a los padres, quienes bus-
caban el modo de impedir que el hijo se dedicara a pintar. Testimonia Maruxa Franco:
«Los Suro-García-Godoy no querían que Darío pintara. Pensaban que desperdiciaría su
vida y su tiempo. Por suerte, cuando empezó a pintar, llegó su tío Enrique García-Godoy
de Italia (…). Darío empezó a pintar en el estudio de don Enrique, muchas veces escon-
dido.Tío y sobrino tenían tremendos pleitos pero se entendían.A don Enrique le disgus-
taba la pintura de Darío porque era muy moderna. Peleaban hasta por una línea (…). /
Un día pintó la lluvia y la cocinera al ver el lienzo exclamó: «¡Ay mira está lloviendo!».
Para Darío aquello fue una revelación. Una analfabeta, sin instrucción, entendió su pin-
tura. Confirmó que la pintura era su camino. Ese cuadrito (…) le abrió un mundo. Le fal-
taban varias materias para terminar el bachillerato, no las cursó y no se graduó de bachi-

|283| ller. Alegaba que aprendía más leyendo en la biblioteca que en la escuela. Nadie lo saca-
Franco, Maruxa.
Referencia en Ana ba de su casa. Don Jaime Suro, su papá, y doña Emilia García-Godoy, su mamá, eran unos
Mitila Lora.
Listín Diario, padres que si Rubén o Darío le pedían la luna se la daban.Veían el futuro de Darío muy
14 de noviembre
del 2000. oscuro. No obstante, don Jaime que era un empleado de Rentas Internas, encargaba a
Página 12-A.
Confert. Francia los materiales para que Darío pintara. Disponía de una habitación para que sus hi-
jos recibieran a sus amigos, allí escribían, leían, estudiaban o hacían de todo».|283|

Darío Suro|Autorretrato|Lápiz/papel|Sin fecha|Col. Privada. Darío Suro|Retrato de Rubén Suro|Óleo/cartón|65 x 54 cms.|1946|Col. Rubén Suro.
Darío Suro|Paisaje con rancho de tabaco (detalle)|Óleo/tela|41 x 58.5 cms.|1933|Col. Aída Bonnelly.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|280| |281|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

Darío Suro comenzó a desarrollarse en la comunidad vegana, al igual que su hermano nociendo sin embargo todas las reglas académicas de esa clase de profesores quienes son |284|
Suro, Darío.
Rubén (n. 1916). Sus nombres habían sido elegidos debido a la admiración que sentía los mismos con más o menos talento en todas partes del mundo».|284| Arte Dominicano.
Página 22.
el padre hacia Rubén Darío, el notable poeta modernista. Quizás esperaba que ellos Los hermanos Darío y Rubén Suro revelan desde jóvenes un despierto sentido de la per- Confert.

fueran escritores como el citado autor nicaragüense, y en cierta manera así ocurrió. tenencia al mismo tiempo militante, nacionalista, solidario y revestido con las raíces de
Ambos comenzaron a cultivar la literatura convirtiéndose Rubén en un poeta de di- la tierra. En el terruño cibaeño se autoperciben como novísimos ciudadanos de un mo-
mensión nacional, en tanto Darío, cultivador también de la poesía, se dedica al ensayo mento histórico de búsqueda y de cambios bajo el sol, pero cubiertos de originalidad;
cultural, aunque su importancia se relaciona al arte moderno dominicano de raíz vega- unidas sus voces a hermanadas e inquietas voces veganas que se autoproclaman Los Nue-
na, asociado al tío pintor que siempre recuerda: «Entre los precursores de la pintura do- vos, de todos ellos es Darío Suro el que hace la traducción visual mediante un discurso
minicana el caso de Enrique García-Godoy es interesante, porque su obra temprana la pictórico fresco y revelador del entorno nativo. De acuerdo al siguiente testimonio rela-
realizó como un solitario en La Vega, ciudad donde nació. Muy adulto viajó a Europa cionado con la obra y el pintor, «La Vega era brumosa y lloviznaba mucho. En Santiago,
(…).Tuve con él una formación académica de primer orden, pero aún así limitada, co- por ejemplo, había un sol fantástico.Yoryi Morel podía pintar esa luz. Pero, en La Vega

Darío Suro|Lluvia en el mercado|Óleo/madera|58 x 63 cms.|1946|Col. Museo de Arte Moderno. Darío Suro|Lluvia en el atardecer|Óleo/cartón|59 x 63.5 cms.|1940|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|282| |283|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

era lo contrario. Además, si Yoryi triunfaba con sus cuadros llenos de luz, Darío, sentía del humor muy especial. Se hicieron novios a pesar de la resistencia de la madre de ella, |286|
Idem.
que no podía hacer lo mismo. Tenía que ser diferente. Darío era obsesivo. Tanto, que preocupada por los riesgos de pobreza si contraía matrimonio con el artista. «La gente veía Confert.

cuando empezamos a conocernos, me asustaba. Llegué a pensar que estaba medio loco. a los pintores como personas con ideas locas, incapaces de producir recursos para vivir. Pe-
Nos sentábamos en un banco del parque, y cuando creía que me escuchaba, decía: ¡Fí- ro la llegada de los españoles ayudó a cambiar la mentalidad (…). Los españoles que empe-
jate cómo empieza a caer la lluvia! No me oía, ni me miraba. Sólo importaba la lluvia. zaron a llegar en 1939 concitaron tanta solidaridad que la gente empezó a comprarles por
En varias ocasiones rompí los amores, hasta que comprendí. Eso mismo pasó con los ca- pena y ellos fueron abriéndose paso».|286| Un año antes de esa inmigración, Darío Suro
ballos. Fue una pasión tremenda, pasaba una yegua o un caballo, y me decía mira, que había celebrado la primera muestra personal de sus obras, en el Ateneo Dominicano de la
bestia tan interesante. Prestaba más atención a las bestias que a mí. (…) Don Jaime, su ciudad Capital. Esta presentación provoca diversos comentarios que resume el texto que si-
papá, solía montar caballo y llevarlos al campo. Darío se instalaba en el mercado de La gue: «Otra aportación cibaeña vino a la Capital con un mensaje nuevo. Se trataba de Da-
Vega y pintaba lo que veía. Pintaba a los caballos hasta haciendo sus necesidades. El go- río Suro García-Godoy, natural de Concepción de La Vega Real. Como antes Yoryi, Suro
bierno tiene uno de esta etapa en la cancillería, ojalá que no lo echen a perder. Son tres vino a la Capital a exponer su obra realizada en la soledad y el aislamiento de su pueblo

|285| caballitos preciosos, uno blanco, uno negro y otro marrón; observas sus colas y sientes el
Franco, Maruxa.
Idem. fresquito de la lluvia. Eran los caballos que traían del otro lado del Camú».|285|
Confert.
El testimonio citado es de Maruxa Franco, una santiaguense que viajó a La Vega a vacacio-
nar en casa de unos parientes y conoció a los hermanos Suro, quienes la cortejaron. Rubén
fue el primero en enamorarla, pero no quiso embullarlo. Era fino, respetuoso y estaba gra-
duado de abogado. Después la cortejó Darío, quien tenía fama de enamorado y un sentido

Darío Suro|Parque de La Vega Real|Óleo/cartón|56 x 35 cms.|1935|Col. Mansach. Darío Suro|Calle vegana (detalle)|Óleo/cartón|46 x 61 cms.|1935|Col. Rubén Suro.
Darío Suro|Paisaje|Óleo/tela|31 x 28 cms.|1940|Col. Banco Central de la República Dominicana.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|284| |285|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|287| mediterráneo. Muy joven, en su pintura aleteaba un ansia indefinida de perfeccionamiento por conocimiento o formación escolar. Uno de esos cuadros es Tarde lluviosa (óleo |294|
La República Idem.
Dominicana, 1953. y su pincel buscaba las modernas expresiones de la pintura.También traía él, paisajes tropi- 1940): un velado paisaje resuelto con un cúmulo de líneas sencillas que definen ‘las opa- Cuadernos
Página 221. Dominicanos (...)
Confert. cales, pero su trópico era el que correspondía al ambiente donde se había formado: país llu- lescencias de la lluvia’. «La poética visual que perfectamente mueve su atmósfera, tam- No. 1.
Páginas 14-15.
vioso, rodeado de montañas llenas de vegetación, donde la luz se hacía difusa y los contor- bién se localiza en Lluvia impetuosa (óleo 1940), donde la representación de una calle Confert.
|288|
Mejía, Abigaíl nos de árboles y objetos se esfumaban en el ambiente. Era una pintura melancólica, plena vegana, con la masa arquitectural del mercado y sus transeúntes son resueltos gracias a
Op. Cit. |295|
Página 22. de poesía, de tonos suaves, tratada con gran cariño pero completamente abandonada del una serie de empastes delicadísimo».|294| En oposición a la finísima fantasía impresio- Idem.
Confert. Cuadernos No. 12.
quehacer clásico. Por consiguiente, trajo la discusión. Al principio, hubo un intento de re- nista que ofrece el citado cuadro sus Amantes (óleo 1940), o su Fuga de caballos (óleo Página 31.
Confert.
|289| chazo para su obra. Los ojos no estaban acostumbrados a ver una pintura de tal naturaleza. 1941) asocian, «en franco antagonismo de conceptos a una sagaz estilización de las ma-
Díaz Niese, Rafael.
Cuadernos Se impuso el arte y se impuso el artista: Darío Suro fue reconocido y aceptado».|287| sas en movimiento con sujeción a un esquema geométrico riguroso, una preocupación |296|
Dominicanos (...), Rueda, Manuel.
No. 1. Página 14. Darío Suro presenta una producción unitaria después de autosuperar la balbuciente pintura intensa por la calidad de la materia y el valor intrínseco de la pincelada».|295| Isla Abierta,
Confert. Suplemento de
inicial que recogían la influencia del tío maestro y después de reflexionar sobre la obra del Darío Suro como pintor es conocido fuera de La Vega. Emergió en un momento en el Hoy, 21 de
noviembre
|290| santiaguense Yoryi Morel. «Tenía 20 años cuando verifica sus obras (...) en número bastante que Trujillo había ordenado la siniestra matanza de los haitianos (1937), hecho que le de 1981.
Idem. Página 2.
Página 13. notable y de calidad tal que acusa sólidos principios en materia de Arte y concienzuda ob- estremeció por las relaciones de la familia con trabajadores a su servicio que procedían Confert.
Confert.
servación de la naturaleza», comenta Abigaíl Mejía.|288|Porque las obras resultaban seguras del hermano país. Pero ante el genocidio había que callar, pese a que varios poetas vol-
|291| anotaciones en las cuales el pintor, «sin conocer la obra de Cézanne, ignorando la moderna caban la mirada hacia la negritud y, como Rubén Suro o Manuel del Cabral, ya le can-
Idem.
Página 14. pintura, logra una sutil alianza del criollismo en los temas y del francesismo en la composi- taban a la condición social del negrismo. Suro expuso en 1938, constituyéndose su to-
Confert.
ción y la ejecución».|289| De la manera citada lo enfoca Díaz Niese, quien lo llama «el en- no visual en una clarinada que en ese año coincidía con Jaime Colson, expositor de-
|292| fant terrible en el ambiente artístico dominicano»,|290| al advertir «un impetuoso deseo de moledor del gusto tradicional y cuya corta presencia en Santo Domingo completaba la
Idem.
Páginas 14-15. contradecir o romper los esquemas tradicionales a base de ensanchar las lindes de sus impre- reducida secuela de pintores modernos que se registraba en la capital de la República.
Confert.
siones psíquicas (…) dentro de las modernas tendencias pictóricas».|291| A la altura de los En la vieja zona colonial laboraba Celeste Woss y Gil desde 1931. Aida Ibarra, exposi-
|293| primeros años del 1940, durante los cuales el pintor participa en los colectivos nacionales de tora de 1932, residía también en la ciudad, en la cual había registrado Yoryi Morel dos
Idem.
Cuadernos envergadura (exposiciones de 1940, 1941, 1942 y 1943), el citado crítico valora la interrup- comentadas muestras (1932 y 1936) seguidas después de las exhibiciones personales de
Dominicanos (...)
No. 12. ción moderna del vegano: «Lo sorprendente es que Suro, recluido en La Vega, obtenga, sin Colson y Suro. Este último comenzó a ser reconocido como el pintor de las lluvias, de
Página 30.
maestros, sin Museos, algo así como un certero atisbo –no por incompleto menos merito- la brisa o del viento, de la luz, de los tonos neutros, de los techos oxidados por el atar-
rio–, de la teoría divisionista de los tonos. Sus telas traslucen un deseo logrado en parte, de decer, de los árboles azotados y «las cumbres borradas por la neblina de los aguaceros
llegar a esa calidad delicadísima del paisaje, sin estridencia luminista o colorista, que solo los lejanos que preparan el ambiente para el desenfreno de sus caballos rojos, blancos, ne-
franceses (…) han sabido encontrar (…). En nuestro país, donde el único credo pictórico gros, multicolores. Gran triunfo de la inocencia en un mundo recién bautizado por el
imperante parece ser el parecido, el natural (...), Darío Suro nos trae ahora una nota de mo- agua. Franklin Mieses Burgos percibiría el poderío de ese mensaje al escribir como un
dernidad, de elegancia, de refinamiento de intimable valor, tanto por lo que representa en sí canto de júbilo: –Madre– los caballos de Suro vienen por el viento».|296|
como por lo que promete en el futuro. Al fin aparece –¡Al fin!– un pintor netamente do- En 1943, Darío Suro era un nombre inevitable en las exhibiciones colectivas de arte, a pesar
minicano, después del grande y glorioso Jaime Colson (…). Sin imitar a nadie, por inspira- de que el gran público prefería la propuesta visual bonita y complaciente. Sin embargo, tenía
ción de la propia personalidad, alienta en Darío Suro la más vibrante modernidad».|292| sus partidarios en el sector intelectual y sobre todo en Maruxa Franco, la novia que le com-
En la entusiasta ponderación que ofrece, Díaz Niese enfoca una serie de cuadros repre- prendía y que laboraba como maestra escolar del quinto curso de primaria en tanto él pin-
sentativos de esta etapa de Suro, en la que ofrece muchos de los secretos primordiales taba y era maestro de una Academia de Dibujo y Pintura que tenía en La Vega, frente al par-
del impresionismo y del post-impresionismo,|293|a los que llega más por instinto que que, y a la cual asistían pocos alumnos: Rosario Moya,Yolanda Ramírez, Elías Delgado, entre
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|286| |287|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|297| otros. Él cubría tres tandas y cobraba tres pesos al mes por alumno cuando fue nombrado centro de arte. Para entonces, la capital mexicana era el polo artístico más importante |298|
Franco, Maruxa. Idem.
Op. Cit. agregado cultural de la Embajada Dominicana en México. Maruxa refiere esta circunstancia: de América Latina con sus grandes pintores vinculados al realismo social e indigenista, Confert.
Confert.
«Estábamos peleando cuando me llevó el telegrama (…) Corría el 1943. Mamá me hizo el así como a la obra pública que representaba el mural. Una carta dirigida a Alfonso Re-
traje a la carrera y a los diez días nos casamos. Nuestra primera semana, Darío la pasó en su yes, notable letrado del país, le permitió a Suro contar con un gran apoyo, sobre todo
casa y yo en la mía. El Royal Palace, el único hotel que había, estaba desacreditado y mamá cuando el escritor supo que era nieto de Federico García Godoy.|298| Su ingreso en
se opuso a que nos alojáramos allí. Darío, nada más decía, que vaina es tu mamá. Durante la Escuela de Arte La Esmeralda le permitió aprovechar la experiencia docente de los
nuestro noviazgo, mamá no nos dejó nunca solos. Después fue nuestro apoyo. Nos ayudó pintores Diego Rivera,Agustín Lazo y Jesús Guerrero Galván, al mismo tiempo que vi-
muchísimo con Federico y Rosa Elba,|297| dos de los tres hijos que procreó la pareja. sitaba los talleres de Frida Kahlo, María Izquierdo... Refiriéndose a esta vivencia mexi-
En compañía de la esposa, con un sueldo de 125 pesos que no alcanzaban para nada, cana Suro comenta: «El choque que sufrí en México fue muy fuerte. Un paisaje y un
Suro llegó a ciudad México con el objetivo de ampliar su formación artística y portan- ambiente repleto de dramatismo me abrió mi imaginación en forma diferente para
do las recomendaciones pertinentes para establecer contactos y poder ingresar en algún crear un nuevo período. Era imposible que me quedara con lo de atrás. El fenómeno

Darío Suro|Amantes|Óleo/cartón|91 x 101 cms.|1942|Col. Juan Gassó. Darío Suro|Caballos bajo la lluvia|Óleo/tela|123 x 153 cms.|1941|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|288| |289|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|299| perceptivo tuvo otro ángulo de mira y el contenido de mi pintura se hizo más trágico cias (no como un alumno) a las clases de Frida Kahlo.A mi me complacían sus clases. Re- |300|
Suro, Darío. Suro, Darío.
Citado por y hasta cierto punto más movido dentro de un espíritu que había sido afectado pode- cuerdo que cuando yo terminaba mis clases con Rivera o Guerrero Galván yo le echaba Citado por
María Ugarte. Edward Sullivan
El Caribe, 31 de rosamente por una nueva realidad y una vivencia ambiental totalmente opuesta a la que una ojeada a su subyugadora personalidad física, casi andrógina, y ella gentilmente me de- en Modern
octubre de 1981. and Contemporary
Confert. viví y palpé en mi adolescencia en La Vega, mi ciudad natal».|299| cía Por favor si usted gusta pasar puede entrar y sentarse. La educación de Frida era brus- Art (...).
Página 140.
En medio de ese choque que produce el encuentro de una nueva realidad, Suro mantuvo ca, cuando quería serlo y amable cuando alguien le caía bien...Yo iba descubriendo lo que Confert.

las ataduras de su etapa de la lluvia, produciendo algunas obras, entre las que sobresale Pai- casi nunca se reveló muy claramente en ese entonces en la ciudad de México: Su Surrea-
|301|
saje dominicano (óleo 1944) premiado en la II Bienal Nacional. De todos modos, el nexo lismo sangriento era a mi modo de ver un surrealismo atormentado y profundo».|300| Franco, Maruxa.
Op. Cit.
mexicano, como escuela u otras relaciones, afloró rápidamente. De los maestros, aprendió La localización de Suro en México fue de mucha importancia por los contactos con los pin- Confert.

más con Agustín Lazo, el menos indigenista del grupo de sus profesores y el más informa- tores que fueron sus nuevos maestros, por la orientación nacionalista de la llamada escuela
|302|
do de lo que estaba aconteciendo en la Escuela de París. Otra experiencia beneficiosa fue mexicana y también porque pintó con mucha intensidad. Sin embargo, su natural obsesión Referencia en
La Nación,
la de la concurrencia a las clases de la Kahlo: «…Me fueron muy beneficiosas mis asisten- de personalizarse como artista, ofreciendo una visión distinta, le preocupó cuando se dio 12 de diciembre
de 1944.
cuenta de su mexicanización pictórica. «Me estoy obsesionando con la pintura mexicana, y Página 19.
Confert.
en Santo Domingo ni indios tenemos», le comentó a la esposa, quien explica que, para reen-
contrarse con lo suyo, le surgió la idea de cambiar al indio por el negro. Maruxa abunda so-
bre el tópico de la negritud: «Aquí en Santo Domingo nadie pintaba negro. Con excepción
de Celeste Woss y Gil, que hizo algo, a nadie le interesaban los negros (...) Los negros no eran
objeto de atención. Eran ignorados. El arte dominicano no los reflejaba, a la gente no le ha-
cía gracia ver un negro colgado en un cuadro. La gente quería ver cosas catalogadas como
bonitas. / México le abrió un nuevo mundo. Descubrió su país en tierra ajena. Para no per-
derse se aferró a lo dominicano. Repetía, México me está influenciando tanto que tengo que
pintar lo mío (...). Para reencontrarse con lo suyo, le surgió la idea de cambiar al indio por el
negro. Este lío de los haitianos, ahora, sólo me acuerda y me duele, los cuatro cuadros que
dejamos en México. Los lienzos mostraban a hombres sin cabezas, a niños mutilados pidien-
do clemencia. La escena mostraba a los niños cuando los tiraban hacia arriba y eran ensarta-
dos en el aire con bayonetas. Eran escenas terribles y como las cosas estaban como estaban
Darío tuvo miedo de traer esos lienzos al país y, en adición, una ley impedía sacar obras de
arte de México (…). Los cuadros en los que aparecían haitianos matando dominicanos (sic),
los dejamos con unos amigos del periódico Excelsior. No supimos más nunca de ellos. (…)
De esa época mexicana data El violinista, un maravilloso negro tocando violín.A partir de esa
época (1943-1947) es que aquí, en Santo Domingo empiezan a pintar negros».|301|
Durante la permanencia en México, Suro participó en muestras colectivas. En 1944, par-
ticipa en una exposición de tres pintores dominicanos (con Yoryi Morel y Woss y Gil),
exhibiendo un autorretrato de huella neorrealista y las obras tituladas Mestizos y Madre an-
tillana «dentro del movimiento que parte de Gauguin y llega a América a través de Die-
Darío Suro|Caballos|Óleo/tela|99 x 133 cms.|1942-44|Col. Hernán Espínola. go Rivera», comenta el diario mexicano El Universal.|302| En 1946 concurre a una co-
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|290| |291|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

lectiva celebrada en el Palacio de Bellas Artes en donde también registra una individual |303|
Suro.
muy bien comentada por los críticos mexicanos. En su nexo con la pintura nacionalista Citado por Edward
Sullivan. Op. Cit.
y racial él reconoce la influencia del país en donde residió entre 1943-1947, ya que des- Página 141.
Confert.
pués de dejar México, «siguió pintando a lo mexicano (…) y todavía en Madrid, ese me-
xicanismo se hizo goyesco con las plañideras y cuadros trágicos como el Baquiní».|303| |304|
Fernández,
Suro pintó apasionadamente en la nación azteca, produciendo una segunda etapa pic- Justino.
Fragmento de
tórica, la que le sigue a su paisajismo de fría interpretación cromática, que le asocia al una carta referido
en Revista
impresionismo, y el cual remata con sus trotadores caballos y desnudos personajes que de Educación,
1947.
recuerdan la irrealidad de Giorgio de Chirico. En México, el poder pictórico del do- Página 91.
Confert.
minicano y su vehemencia artística fue percibido por personalidades del círculo de los
intelectuales, entre ellos, el destacado escritor de dimensión continental Alfonso Reyes. |305|
Izquierdo, María.
También la sobresaliente pintora María Izquierdo y el crítico Justino Fernández, quien 1946, en Folleto
ECD, 1974.
en una carta dirigida al artista dominicano, expresa la siguiente apreciación: «Por deba- Confert.

jo de las formas de sus pinturas hay un no se qué dramático angustiado y quizás fatalis-
ta; claro que hay también otras cosas –los paisajes, los niños– que son como momentos
nostálgicos de otro tipo de existencia, para recaer, una y otra vez... en los autorretratos.
Toda obra de expresiones es siempre un autorretrato del autor y en la suya aparece un
hombre ardiente, controlando, contrastado –por eso dramático o al revés y suave–, me-
lancólico, inteligente y con capacidad de síntesis. Digo esto último, porque me ha gus-
tado esa manera simple, sin rebuscamientos, de insinuar cosas con una discreción de
Maestro, el Retrato de familia y sus propios autorretratos son buena prueba de ello, co-
mo lo son también de las posibilidades de colorista fino que usted tiene».|304|
El dramatismo y ‘esos momentos nostálgicos de otro tipo de existencia’ que anota Justino
Fernández, no es otra cosa que surtimiento sincero de la condición del pintor, bien como
dominicano, bien como nativo de una realidad geográfica y racial, en todo caso antillana.
María izquierdo al referirse a los valores de los cuadros de Suro, anota que él «une en una
sola expresión pictórica la sensibilidad del negro y el mulato, del mestizo y del indio, del
cholo y del blanco y los ha unido sin perder su raíz originaria que además ha enriquecido
con el color y la luz de México».|305| Esta identidad u origen del pintor, señalada por la
Izquierdo, es resaltado por otros críticos a propósito de la importante individual que reali-
za en el Palacio de Bellas Artes, de la capital azteca (1946):A continuación tres opiniones:
|A|«¿Y cual es la intención de Darío Suro? Como un joven pintor de apasionados idea-
les patrióticos que es, busca el dominicano cantar al negro, expresión antillana, por me-
dio de su arte.Ama al negro, fuente de riqueza de su país; lo comprende, lo respeta, com-
Darío Suro|Padre con niño muerto|Óleo/tela|71 x 55 cms.|1947|Col. Juan Gassó. parte su vida mostrándolo en sus más íntimas congojas, en sus expresiones más íntimas.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|292| |293|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|306| El mulato también, mezcla de dos razas fuertes, relegado al olvido por ambas, encuentra ñoso, atormentado, «de masas recién cuajadas, estrujadas por una mano ciclópea».|309| |309|
Choutte, Torres. Lara Pardo, Luis.
Revista Mañana. su defensor en el pintor isleño, abogado de su causa por medio de la pintura».|306| Con esta otra realidad y en ella, surge una oratoria visual de grandes temas aunados por México 1946,
México, 1946. referido en Folleto
Referido en folleto |B|«Su mismo autorretrato es claro ejemplo de este temblor anímico, de su emoción un claro dibujo y un colorido con «tonos fríos de azul intenso, ocres, leves y rojos sal- ECD. Idem.
ECD, 1974. Confert.
Confert. que busca cause y expresiones nuevas, como sus desnudos hirientes y singulares que im- picando los fondos como floraciones en un campo llano».|310| Más, lo que principal-
presionan por su originalidad, o como el cuadro del violinista que comprendía su an- mente crea la unidad de los asuntos es el tratamiento socio-racial, el de la negritud, el |310|
|307| Lara Pardo, Luis.
Velásquez Chávez, helo por construir y dar forma a lo que surge de la oculta vena y que, como dice Díaz que aflora en el medio mexicano y el cual se convierte en un aporte para el arte do- Revista de
Agustín. Revista, México
Nota de 1946. Mirón, está no conforme a la lógica y el arte sino como el verso que brinca y parte del minicano, como el propio artista autorreconoce: «Si mi contribución pictórica ha sido 1946, referido en
Referido en folleto Folleto ECD. Idem.
ECD, 1974. propio corazón».|307| valiosa, en este país, tendría que destacar que fui el primero que pintó la lluvia y que Confert.
Confert.
|C|«La más importante cualidad de Suro, a nuestro entender, es su gran propósito de ser después de mi regreso de México introduje en la pintura dominicana el negro y el mu-
americano pintor de su tierra; en este orden pertenece a los discípulos del movimiento lato, los colores dramáticos (...) rompiendo así con el tropicalismo, el costumbrismo y
mexicano contemporáneo que reivindicó, para nuestra plástica una connotación propia, lo típico. El negro y el mulato son incorporados en mi pintura no con elementos, sin

|308| determinada por los elementos que significan luz, color, fisonomía, paisajes distintos, des- fumar pipas de barro, sin ser el vendedor de frutas, el cargador o vendedor de flores. / |311|
Benítez, Benito. Suro.
Prensa Gráfica. de luego problemas diversos, que nada, o casi nada tiene que ver con la infinita sabiduría Yo quise hacer de ello un objeto concreto, perdurable, con sus características propias de Citado por Ugarte.
México, 1946. Op. Cit.
Referido en folleto europea y ni aún con la amalgama yanqui cuando ésta se fundamenta solo en su confor- una raza que es la nuestra, porque el indio desapareció como golpe de magia...».|311| Confert.
ECD. Confert.
mación ultramarina o desprecia o ignora sus elementos mestizoamericanos».|308| Obra clave o maestra de este período es El violinista (óleo 1945), pintura que representa
En la etapa mexicana, que podría denominarse también el período del realismo racial, el abordamiento más decisivo, frontal y golpeante en lo que a la negritud se refiere en la
Suro transita desde el paisaje vegano e isleño, hacia un paisajismo continental monta- historia iconográfica nacional. Pero también cuadro paradigmático es el titulado Bañistas

Darío Suro|El violinista|Óleo/tela|162 x 112cms.|1945|Col. Rubén Suro. Darío Suro|Paisaje dominicano|Óleo/tela|115 x 166 cms.|1944|Col. Museo de Arte Moderno.
Darío Suro|Bañistas|Óleo/tela|162 x 112 cms.|1946|Col. Familia Suro Franco.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|294| |295|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|312| (óleo 1945), de descarado realismo racial y para el cual Maruxa Franco sirvió de modelo Determinante en la consolidación artística de Suro, la etapa del realismo socio-racial asu- |314|
Salazar, Adolfo. Rueda, Manuel.
Periódico en estado de preñez, sustituyendo el pintor los rasgos de la esposa por el de una mulata me el tema étnico de negros y mulatos, con una frialdad dramática, con una hechura fac- Op. Cit.
Novedades. Confert.
México 1946, sobrecogida en medio de negros adolescentes, casi todos en movimiento. Una tercera pin- tural excelente y desprovisto el tema de toda puerilidad y complacencia, exceptuando la
referido en Folleto
ECD. Confert. tura excepcional es el Autorretrato (óleo 1945) de la cabeza rasurada, en el cual –comenta de reconocer una condición de identidad ineludible. La etnia se aprecia en los formida-
Adolfo Salazar– «la huella de los expresionistas alemanes parece llegada por el aire de la bles autorretratos del artista, así como en las restantes pinturas en las que la negritud es
|313|
Revista de intuición».|312| Tales obras y otras que integran un ciclo de producción memorable, se un canto monumentalizado de la realidad. Si con los primeros Suro realiza una intros-
Educación, 19..?
Página 91. constituyen en modelos referenciales, a partir del momento en que las mismas son exhi- pección a veces expresionista, o con un indicador surreal (el autorretrato de las hormi-
Confert.
bidas en la Galería Nacional de Bellas Artes, de la Capital dominicana. Un comentario gas), con el tema de la negritud no solo testifica una extraordinaria madurez de ejecu-
publicado con motivo de esa individual del 1947 señala: «Es ostensible que Darío Suro ción, sino que sobre todo asume una pronunciación comprometida. Se trata de una va-
goza en la actualidad de sólida reputación en los círculos artísticos de la capital azteca, me- liente apología racial que realiza frente a una élite social que buscaba esconder la negri-
dio donde se le tiene como uno de los valores de la pintura moderna americana».|313| tud tanto como el régimen político de Trujillo, opresor a muerte de miles de haitianos
y sustentador de una doctrina hisponofílica. Suro enfrentó las condiciones existentes con
un discurso golpeante, original, de ruptura; discurso sobre el cual escribe Manuel Rue-
da: «Asistimos entonces al nacimiento de las figuras convulsionadas. Hechas de barros y
de raíces, con mucho de aquelarre de la mitología caribeña (ver Baño) y un poco de ter-
nura social, íntima, familiar, como en ese alucinante Retrato de Familia donde cada per-
sonaje, consciente de que está posando, revela su desconfianza, su temor al poner de ma-
nifiesto realidades escondidas. A esta auténtica obra maestra puede agregarse Niña con
Mecedora (colección de Aida Cartagena Portalatín) donde se ha captado un movimiento,
la incorporación de una niña en la mecedora, hazaña no pequeña si pensamos que el im-
pulso es interior, espiritual más que físico.Y no podemos dejar de mencionar el Violinis-
ta, un negro grande y tosco que se aplica con delicadeza, a extraer dulces sonoridades de
un violín, símbolo eficaz que en su momento se tuvo por ilógico y desconcertante».
Reconoce el escritor, poeta y crítico Manuel Rueda que: «A Suro le debe la pintura
dominicana este encuentro con la materia y el alma de nuestro hombre. Antes de él no
se rebasaba el espacio del camafeo, o del retrato realista que era colgado en la sala en gi-
gantesco marco dorado. Suro descubrió el mito, el drama de una nación llena de frus-
traciones y temores, pero en estado de inocencia».|314|
Con una fuerte identidad, Suro revelaba en su discurso socioétnico la condición perso-
nal y comunitaria. El era nativo de un país de negros y mulatos con una vecindad de
haitianos que en La Vega como en la isla entera, reforzaban esa condición racial; y co-
mo tenía amigos y servidores familiares oriundos de Haití, su conciencia pictórica re-
veló una tipología auténtica cuando en el contacto mexicano tuvo que pronunciar el
acento nacional. Es el acento que advierte en México el crítico Bayardí y Nadal, cuan-
Darío Suro|Paisaje|Óleo/cartón|53.5 x 63.5 cms.|1946|Col. Museo de Arte Moderno. do explica que «en los cuadros de Suro hay una emoción estética muy distinta a la que
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|296| |297|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|315| provocan los cuadros de otros pintores, una emoción que se adentra en el alma con cris- se debate el artista de hoy. Lo auténtico será lo creado, lo producido por un espíritu vigi- |316|
Bayardí, Nadal. Suro, conferencia
Novedades, pantes vibraciones de drama».|315| lante y original.Y es por el sentimiento personal como podremos llegar a esa originalidad reseñada por
México 1946. Antonio Fernández
Referido en Ubicado en el país, Darío Suro hizo sentir su adentrado nacionalismo pictórico, su adhe- deseada. Lo inauténtico será lo imitado. Inauténtica es toda obra desgraciada que viene co- Spencer. Revista
Folleto ECD. La Poesía
Op. Cit. sión al realismo racial, al ser humano como sujeto artístico. En una conferencia dictada en mo fruto de la escolaridad, del esteticismo de la academia. Hoy, como en los siglos ante- Sorprendida,
Confert. agosto 1947.
el Ateneo Dominicano (14 de julio de 1947), titulada Lo Humano en el Arte, la inició abor- riores, existe la academia moderna, sí, nadie lo duda, pero ésta es fatal fuente donde se ori- Confert.

dando el término Academia, «concepto que varía de época en época». Explicó que para los gina todo lo falso del presente.Y los académicos de esta nueva academia –nada fecunda pa-
artistas revolucionarios actuales, Picasso y Braque, los académicos fueron Ingres y los de- ra los imitadores– son Picasso y Braque. Los seudo-genios americanos han pagado sus tri-
más pintores que le precedieron a los cuales no podían sujetarse, ni siguiendo sus postula- butos con sus efímeros fuegos de artificios a esa academia (...) ya pasó el momento de es-
dos ni los caminos por donde ellos condujeron sus creaciones. Imitarlos o seguirlos era caer tar deslumbrado por la Escuela de París (...) el obligado camino para la pintura es el cami-
en la academia, en el academicismo, «y toda academia es la muerte de la originalidad, de lo no de lo humano. El hombre ha de ser la cifra de nuestras esperanzas y certidumbre».|316|
auténtico». En relación a esta aseveración, Suro aclara: «Entre lo auténtico y lo inauténtico Nombrado Director General de Bellas Artes, la presencia de Darío Suro hacia el final de la

década 1940 resultó decisiva e influyente. Así lo afirma el crítico Manuel Valldeperes cuan- |317|
Valldeperes.
do señala que la preocupación del pintor vegano «por lo autóctono –como sentimiento y El Arte de Nuestro
Tiempo.
como expresión– influyó en los jóvenes pintores de su generación –Morel, Hernández Or- Página 143.
Confert.
tega, Álvarez Delmonte, Clara Ledesma, Marianela Jiménez– y en los subsiguientes –Noe-
mí Mella, Silvano Lora, Eligio Pichardo, Domingo Liz, Rafael Faxas– los cuales han abierto
nuevas sendas a la temática a pesar de ser mucha, entre sí, la diferencia interpretativa».|317|

Darío Suro|Bosque|Óleo/tela|51 x 63 cms.|1941|Col. Ramón Francisco. Darío Suro|Jaime y sus amigos o «Baquiní»|Óleo/tela|135 x 118 cms.|1946|Col. Familia Brugal Gassó.
Darío Suro|La agonía|Óleo/tela|167 x 132 cms.|1945|Col. Rubén Suro.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|298| |299|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

El realismo racial, volcado pictóricamente como asunto autóctono, como consciente su- tos originara varios lienzos pintados en Santo Domingo y posteriormente en Ma- |319|
Suro, Federico.
jeción a lo humano y como sentimiento artístico, se prolongó en Suro con una mayor drid,|319| a donde se traslada para ocupar nuevamente un cargo diplomático. La expe- Listín Diario,
2 de enero
eficacia en el territorio natal. Aquí produce cuadros de gran significación, entre ellos: La riencia vivencial o íntima es un aspecto que aflora en la pintura de Suro, de manera ine- de 1999.
Confert.
fiebre (óleo 1946), El baquiní (óleo 19..?) y Muerto de risa (Dibujo 1949). Las dos primeras vitable. Durante su estadía en México, en donde la racionalidad congénita produjo la épi-
pinturas resultan documentos de un hecho que marcó su vida. Fue la muerte de Jaime, su ca visual de negros y mulatos, produjo cuadros relacionados con el tema de la muerte, |320|
Salazar.
primer hijo, suceso doloroso que estremeció las fibras íntimas del pintor, quien se vuelca en este caso relativo a la matanza de los dominicanos y haitianos, los cuales dejó en ese Op. Cit.
Confert.
también en la palabra para expresar su pérdida. Dos poemas suyos constatan ese dolor: país por razones comprensibles. En esta etapa de realismo y racialidad se hizo evidente
«Hijo mío / Yo que contaba contigo / Para que tu hicieras / Lo que yo no he podido un trazo expresionista que Adolfo Salazar|320| valoró enfocando su autorretrato y el Es- |321|
Del Castillo, A.
hacer / Adelantándome/ Espacial temporalmente muchos años / Te veía / Uniendo y se- tudio de cabeza, obras que relaciona a Max Pechstein, el pintor alemán expresionista, co- Diario de
Barcelona,
parando mis conquistas / Transformándolas como cosas tuyas / Propias y extrañables / fundador del grupo Die Brücke (El Puente), con desenvolvimiento en Dresde durante 15 de marzo de
1952, referido en
Auténticas y vastísimas / Gravitaste pesadamente sobre mí / La tragedia encontró asunto los años 1905-1913. Pero, si en México nuestro pintor manifiesta un expresionismo in- Folleto ECD.
Op. Cit.
tuitivo, a partir de los óleos La fiebre y El baquiní, la manifestación expresionista procede Confert.

de la directa conmoción que se asocia a la muerte del hijo, fundamentalmente.Tres no-


|322|
tas apreciativas de críticos españoles que se transcriben a continuación, dan constancia de Junoy,
José María.
una nueva etapa del pintor de La Vega, marcado por el dolor, el drama y la muerte. Es- Correo Catalán,
20 de marzo
tas notas apreciativas se relacionan a obras mostradas en la ciudad de Barcelona, señalan- 1952, referido en
Folleto ECD. Idem.
do la primera: «Darío Suro, laureado pintor dominicano, es autor, en la Sala Caralt, de Confert.

trágicas imágenes pintadas con desenfado, en agrio colorido, contorsionando en un ex-


presionismo de tipo telúrico unas formas que en sus academias a la mina de plomo res-
ponden a cánones clásicos. Las lágrimas, la fiebre y la muerte son compañeras insepara-
bles de la inocencia de un mundo indigenista alucinado y convulso».|321|
Una segunda opinión la emite José María Junoy, en el Correo Catalán: «Las Plañideras de
Darío Suro, artista dominicano, evocan no se por qué las figuras –en bárbaro, en etíope–
de ciertos coros de las tragedias antiguas griegas. / Lírico y exvotista, por decirlo así, po-
see sin embargo (…) innegables dotes de pintor. Juega bien a los betunes y los cinabrios.
En sus dibujos hay escorzos vigorosos. El conjunto de su exposición hace pensar a la vez,
en Goya, en Rouault, en Picasso».|322| Una tercera nota crítica la escribe Fernando
|318| y se posó / Se posó para aturdirme y dejarme preso / Con angustias y señales / Si mo- Gutiérrez: «Mi primer conocimiento con la pintura de Darío Suro fue en la Bienal, ha-
Suro, Darío.
«Poemas». mentos fueron / Tornáronse eternos / Eternos como el deseo que te vio nacer». ce algunos meses, en Madrid. Su Piedad y sus Plañideras del Mar Caribe fueron de las me-
Cuadernos
Dominicanos de «Cerca y lejos / Hoy es cuando te tengo cerca / Precisamente por estar muy lejos / Le- jores aportaciones que hizo hispanoamérica a la Bienal.Y hoy, en Barcelona, hemos po-
Cultura. No. 315,
agosto 1947. jos en el espacio tiempo de la cronología / Cerca en tu espacio-tiempo que también es dido satisfacer este interés en conocer más a fondo su pintura. Su exposición, en la que
Confert.
mío.|318| vuelve a repetirse el tema de las plañideras, nos da una más exacta medida del interés de
La muerte del primogénito provocó que, a partir de entonces, el temario de niños muer- esta pintura tan profundamente humana y tan intensamente dramática. Una poesía hon-
da y al desnudo preside esta plástica poseída por una fuerza casi violenta en su dramatis-
Darío Suro|Sin título|Óleo/tela|61 x 46 cms.|1953|Col. Juan Gassó. mo, tan simplemente expresado, no obstante. Es una pintura en carne viva en la que el
Darío Suro|Bodegón|Óleo/tela|75 x 65 cms.|1953|Col. Familia Suro Franco.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|300| |301|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|323| color parece haber sido arrastrado y sacudido en su entraña por una sensibilidad acucian-
Gutiérrez,
Fernando. te y sobrecogedora.Vive latiendo honda y violentamente en cada pincelada».|323|
La Prensa.
Barcelona 20 de En España, al parecer termina Suro un ciclo de su discurso etno-social y realista que
marzo de 1952.
Referido en acentúa con deformado tratamiento expresionista. Las vivencias españolas del pintor le
Folleto ECD.
Op. Cit. llevaron a otro radical movimiento en el que destruye la objetividad representativa.
Confert.
JAIME COLSON es el tercer artista significativo, del cual de registra una obra en la
|324| Colección de Arte Moderno que forma Abigaíl Mejía como directora del museo esta-
Mejía, Abigaíl.
Op. Cit. tal que promovió. Ella describe esa obra, titulada El perdón de la adúltera –óleo sobre car-
Página 15.
Confert. tón. 0.62 cms. x 0.53 cms.– «(...) el pequeño óleo que posee el Museo Nacional mues-
tra a la izquierda a Jesús sentado sobre un banco o silla, en actitud de levantar la mano
|325|
Martínez, Rufino. para bendecir a una mujer que enteramente desnuda a sus pies arrodillada, baja la cabe-
Diccionario (...)
1974. za, mientras San Pedro, detrás de ella cruza un brazo y se acerca el otro a la cara, en ex-
Página 126.
Confert. presión compasiva. Al fondo ventanucho alargado y un letrero que reza: JHS. Los colo-
res son primarios, de escasos tonos».|324| El referido cuadro fue adquirido en 1937. El
|326|
Los nombres de verdadero nombre del autor es Jaime González Colson, hijo de una acomodada pareja
los maestros de
Colson, los ofrece de Puerto Plata, en donde nació en 1901. Desde la más tierna infancia, se fue «acostum-
Jaime Lockward
en entrevista. brando a cambiar de pastos» –relata en su memoria–, «ya que su familia, aunque no era
La Nación.
27 de junio de pobre, andaba siempre de un lado a otro». Su adolescencia fue extremadamente agitada
1950. Confert.
y la preparación artística la asume «deambulando por diversas ciudades de la eterna Eu-
ropa». A ese continente arribó por vez primera en 1919, respondiendo a la necesidad
de estudiar la pintura, después de un estímulo inculcado por la madre, Maroya Colson,
casada con el español Antonio González. Ella era la hermana del socio de su marido en
asuntos mercantiles, Jaime Colson Tradwel (1862-1952), escritor autodidacta, comer-
ciante y misógamo que había vivido en el viejo continente después de haber amasado
fortuna en la localidad puertoplateña.
Después de ubicarse en Barcelona y de ingresar en la Escuela de La Lonja, el joven Jai-
me González Colson decidió abreviar su nombre excluyendo el apellido paterno al
considerar que era demasiado común o vulgar.|325| En realidad, como manera de sin-
tetizar su firma de pintor. En Barcelona tuvo como maestro de anatomía a Pedro Car-
bonel, autor del monumento a Colón en la ciudad de Santo Domingo. Después se tras-
lada a Madrid (1920-1923) ampliando la formación en la Escuela de San Fernando, en
donde sus maestros fueron José Moreno Carbonero, Joaquín Sorolla y Bastidas, José
Garnelo, Cecilio Pla y Julio Romero de Torres.
Luego de sus años de formación madrileños, retorna a Barcelona en donde fue presen-
tado en el Real Círculo Artístico, por Santiago Rusinol y el gran Matilla.|326| Más tar- Jaime Colson|Autorretrato japonés|Mixta/cartón|36 x 24 cms.|1927|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|302| |303|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|327| de, en 1924, viaja a París, todavía gran centro cultural, sede de las artes vanguardistas y
Díaz Niese.
Op. Cit. ciudad deseada por muchos latinoamericanos que buscaban la innovación y en donde
Páginas 24-25.
Confert. se ubicaban con el también expreso deseo de ser reconocidos. En el medio parisino Jai-
me Colson trabajó sin desaliento en las escuelas libres de Colarosi, la Grande Chaumiè-
re y la Academia Julieu.Al mismo tiempo que produce los normales tanteos como bús-
queda de definición personal, frecuenta y estudia a los grandes contemporáneos y coe-
táneos: Matisse, Picasso, Soutine, Braque, de Chirico, Leger y otros tantos; entregándo-
se también «apasionadamente a la lectura y comentarios de los clásicos grecolatinos y al
estudio minucioso de las obras de Piero della Francesca que guardaba el Louvre».|327|
Con estas búsquedas de fuentes modernas, humanísticas y prístinas consiguió el joven
pintor dominicano una disciplina mental liberada que le llevó a producir una obra de

ruptura pronunciativa en franco camino hacia lo que luego se define como estilo per-
sonal o colsoniano.
Durante los primeros años de sumersión en París, en donde no tiene «otro viático que
la fe en sí mismo, produce Colson muchas obras de desigual valor pictórico; pero ines-
timables» –juzga Díaz Niese–, «si se les considera como los jalones que señalan la tra-
yectoria espiritual de uno de los temperamentos más altivamente lúcidos que sea posi-

Jaime Colson|Catedral de Barcelona (puerta sur)|Óleo/tela|22 x 15.5 cms.|1919|Col. Museo Bellapart. Jaime Colson|Hombre con pipa (retrato Tomás Hernández Franco)|Óleo/madera|34.5 x 27.5 cms.|1928|Col. Juan
Miguel Grisolía.
Jaime Colson|Paisaje del Sena|Óleo/tela|35 x 26.5 cms.|París 1924|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|304| |305|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|328| ble considerar en el campo del arte actual».|328| Es en esta etapa en la cual se encuen- es concluyente cuando afirma: «La vitalidad antillana de Colson logró asumir aquel en- |332|
Idem. Díaz Niese.
Página 25. tra con Tomás Hernández Franco, quien «le impulsa a experimentar en la nueva co- tramado de inquietudes en un lenguaje propio y diferente a lo largo de su primera es- Op. Cit.
Confert. Página 26.
rriente cubista haciéndole salir de la inacción en que había permanecido por me- tancia en París (1924-1934)». Confert.

|329| ses»,|329| posiblemente como consecuencia del choque entre lo aprendido académi- Aparte de la vinculación a la Escuela de París, un hecho es importante en el desenlace
De Prentice, |333|
Victoria. camente en España y la ruptura que representaba la escuela parisina ante sus ojos y sen- moderno del artista. Se trata de su relación con la pintora japonesa Toyo Kurimoto, «una de Prentice,
El Nacional, Victoria.
Suplemento timiento. Las ilustraciones que realiza Colson para el libro de Hernández Franco: El mujer absolutamente admirable (…) su compañera de arte y de vida, espiritualiza aún Op. Cit.
Cultural, 19 de Confert.
enero de 1969. hombre que había perdido su eje (tal vez un título alusivo a la condición emocional del ar- más sus concepciones artísticas, descubriéndole, como un fabuloso tesoro, los funda-
Confert.
tista), testimonia el encuentro de los dos isleños. El Pintor explica que «en 1925, du- mentos quintaesenciados del arte de extremo oriente. Súbitamente Colson descubre,
|330| rante la Exposición Internacional, trabé amistad con Tomás Hernández Franco. Desde gracias a ella, a los grandes dibujantes japoneses, –Hokusai, Maronobu, Kiyomasu, Uta-
Colson, Jaime.
citado por Jaime entonces estoy vinculado a este buen poeta nuestro (…). Un viaje que hicimos juntos maro, Hiroshige–, y su propio arte gana en profundidad, verdad y sencillez enriquecién-
A. Lockward.
La Nación, 27 de a Estrasburgo (…) trajo como consecuencia El Hombre que Había Perdido su Eje. Sumi- dose con una más exacta percepción del valor esencial de las líneas, el ritmo y en pers-
junio de 1950.
Op. Cit. dos en nuestra vida bohemia, la obra iba surgiendo irregularmente, con toda la fresca pectiva. En este punto ya su paleta ha perdido para siempre, la morbidezza enfermiza,
Confert.
lozanía que la distingue. A veces Hernández Franco escribía el relato y luego yo ilus- que so protexto de naturalismo y exactitud gráfica, le habían inculcado las falsas ense-
|331| traba con dibujos.Y en otras ocasiones el cuento venía después de haber creado yo el ñanzas de sus años mozos».|332|
Medina,
José María. dibujo, sobre el cual se inspira el escritor».|330| Toyo Kurimoto fue para Colson maestra y discípula a la vez, ya que aprendió muchísi-
Periódico ABC.
Madrid 1996. En la primera etapa europea, la obra de Colson denota la normal fluctuación del ini- mo de ella, comprendiendo sobre todo el arte bidimensional de los orientales. El a su
Confert.
ciado, así como la referencia documental de las ciudades donde vive. Sin embargo en vez le enseñó los principios del arte occidental.|333| Agradecido y con una fidelidad
algunas de esas obras iniciales el acopio moderno es muy visible. Como ejemplo, los espiritualizada hacia la única compañera que se le conoce, Colson habla de ella: «Toyo
cuadros Paisaje del Sena (óleo 1925) y Autorretrato (óleo/madera 1925). Pero también se Kutaka Kurimoto, hija de Yositaka Kurimoto –Samuray, pintor y poeta– y de Tey, nació
mueve hacia la interpretación mucho más moderna, en la que testimonia radiantemen- en Utosonomiya, pequeña aldea cercana a Tokio. Cursó brillantemente sus estudios de
te la Escuela de París, definida no en la sistematización programática, sino en la con- primera y segunda enseñanza cultivando especialmente su inclinación hacia el dibujo y
formación de un estado espiritual en donde el personalismo de sus integrantes se con- la caligrafía china y japonesa. La familia Maybon –del servicio diplomático francés– a
vierte en el distintivo más caracterizador. Después de producir cuadros de conexión pa- quien conoció en la capital japonesa, despertó en la joven Toyo el amor a Francia cuyo
risina, entre ellas el Homenaje a Gris (óleo 1927), el Autorretrato japonés (óleo 1927), La idioma aprendió a la perfección. Esto agregado a sus brillantes dotes, le valió el ser be-
mujer de cuarenta años (óleo 1927) y el Retrato de Tomás Hernández Franco (óleo 1928); y cada por su gobierno para cursar estudios de artes decorativas en París, donde tuve la
al adentrarse en las fuentes del clasicismo, desemboca en una producción vital, al mis- envidiable suerte de conocerla. Desde esa época (1924) nuestros destinos quedaron uni-
mo tiempo personalizada. dos (…). Si en mi primera juventud no hubiera tenido la enorme suerte de conocer a
Considerando a Colson como el profeta de la modernidad en la República Domini- Toyo Kurimoto, mi vida y mi arte habían sido totalmente diferentes, y hasta es muy
cana y uno de los eslabones perdidos u olvidados de la escuela de París, José María Me- probable que mi carrera artística se frustrara al tener que enfrentarme solo con la cruel
dina señala que el pintor dominicano testimonia radiantemente esa escolaridad de la realidad que la vida suele generalmente depararle a los artistas pobres. Gracias a esa ad-
entre guerras: «al principio la claridad incisiva de las geometrías cubistas de Braque y mirable mujer yo pude desarrollar y enriquecer mi talento sin tener a cada instante que
de Juan Gris; más adelante, los desnudos de contorno delicadamente conciso del Picas- enfrentarme con la cara de la indigencia. Porque ella, como la gente de su raza, fue
so Neoclasicista; luego, las volumetrías tecnológicas de la iconografía laboral y popular siempre muy precavida, yo poco tuve que inquietarme por las mezquindades que sue-
de Leger; y al final el ensueño misterioso de la imágenes metafísicas de Giorgio de Chi- len entorpecer y agotar la libertad de pensamiento. De ella aprendí la modestia, la vida
rico en su premonición del surrealismo».|331| En la consideración analítica, Medina austera, el estoicismo y el fecundo amor al trabajo.También mi fuerte sensibilidad tro-
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|306| |307|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|334| pical fue controlada por la vida hogareña que suele encauzar y regularizar los instintos.
Colson, Jaime.
Memorias / Por ser Toyo, mi esposa y la abnegada compañera de toda mi vida, aunque por razo-
de un Pintor
Trashumante. nes superiores no ha tenido la dicha de conocer esta tierra nuestra, creo que debe ser
Páginas 78-80.
considerada una artista dominicana al igual que tantos otros que ni siquiera nacieron
aquí o hasta han renegado de la patria».|334|
Jaime Colson desarrolló un fuerte temperamento que determinó que a los 17 años aban-
donara el pueblo natal, quedando en la incógnita si su traslado a Europa obedeció a la
voluntad familiar o, por el contrario, a algún oscuro hecho que al parecer lo privaron de
la manutención como primogénito de un matrimonio acomodado. De temperamento
desatado, emocional y sexualmente, Colson era además inconforme y propenso a la pa-
sión volcánica que tan solo lograba aplacar, a veces, bajo el influjo balsámico de la apa-

Toyo Kurimoto Colson|Geisha|Óleo/cartón|58 x 34 cms.|1939|Col. Julia Cabral de Thomen. Jaime Colson|Japonesa|Óleo/cartón|41 x 33.5 cms.|1926|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|308| |309|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|335| cible Toyo Kurimoto. Pero, además, el pintor se aplacaba con su arte y con las lecturas de najes; y es porque sus personajes se encuentran tan en el interior de su vida, que solo |336|
Díaz Niese. Chacón y Calvo.
Op. Cit. autores en boga como Sigmund Freud (1856-1939), el célebre autor del Análisis de los son posibles sus actividades como dialogando en paz con el autor al regresar éste de sus Conferencia.
Página 27. 1938. Fragmento
Confert. Sueños, y de la incidencia de índole sexual en determinadas personalidades. «Las doctri- agitadas excursiones en busca de la verdad, de la última verdad».|336| en Catálogo Jaime
Colson (...) 1998.
nas freudianas, que pasan como un vendaval sobre la Europa pensante, impresionando Jaime Colson se había nucleado en París con muchos colegas latinoamericanos, entre Confert.

fuertemente hasta a los profanos en medicina, de 1925 a 1940, no dejan de tener una se- ellos del país azteca adonde decidió trasladarse. Buscaba llenar las formalidades para via-
|337|
ria influencia en el arte de nuestro compatriota», señala Díaz Niese cuando escribe so- jar cuando conoció al maestro Pedro Henríquez Ureña, gloria indiscutible de las letras Colson.
Op. Cit.
bre Colson, agregando «que algunos de sus cuadros y composiciones abstractas de este hispanoamericanas, para quien el pintor dominicano no era un desconocido y quien Página 41.
Confert.
período responden resueltamente a una tendencia onírica en la cual queda al desnudo la además de respaldar esa decisión le señaló que en México tendría que dejar de ser «un
propensión del artista, –justificada en las ideas en boga–, de extraer del subconciente ac- puro esteta para convertirse en hombre de acción, como respuesta a lo que nuestra
tivo sus más elocuentes medios de expresión sintética. Lo logra a carta cabal. Sus produc- América necesita: hombres de acción, hombres disponibles...»|337| Durante los años
ciones pueden compararse con las más perfectas del género».|335| 1934-1938, Colson se movió en el campo docente, se envolvió en proyectos fallidos de

Las condiciones espirituales de la Escuela de París, el nexo japonés asimilado de su com- murales, registrando además dos muestras personales, una de las cuales se constituyó en
pañera Toyo Kurimoto; la relación con Leoncio Rosemberg, «quien le anima a dejar el la primera exposición cubista que se realiza en ese país. Un comentario de Ramón Gui-
cubismo y a afirmarse en el neo-humanismo que ya asomaba en sus pinturas»; y además sao señala a propósito: «En México, no importa el auge ni la jerarquía pictórica, se ig-
su interés por Freud, terminan fundamentando una trascendente pintura personal: la noraba el cubismo. Diego Rivera polarizado desde 1926 hacia una pintura mural, en su
neohumanista. Con ella establece una fórmula nítida de la belleza apolínea y en ella, Exposición Evolutiva de la Secretaría de Educación (1933) que coincidió con nuestra
Colson «se halla personal y casi corpóreo en el ámbito de sus cuadros, entre sus perso- llegada, no expuso más que dos telas de un simplismo geométrico elemental, externo,

Jaime Colson|La mujer sin olor|Viñeta|1925. Jaime Colson|La mujer que tenía la risa «I»|Viñeta|1925.
Jaime Colson|Hernández Franco|Viñeta|1925. Jaime Colson|Gira las manos puras|Viñeta|1925.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|310| |311|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

por así decirlo. La lección sincera, íntegra, desnuda, la ofrece en México Jaime Colson, |338|
Guisao, Ramón.
ejemplo de probidad artística continental».|338| Citado en Colson,
Op. Cit.
El artista, quien opinaba que el cubismo más que otra cosa, era una disciplina, conside- Página 54.
Confert.
ró que los cuadros expuestos en 1936 «no eran verdaderamente cubistas; eran más bien
una versión libre del ya entonces difunto estructuralismo». En esa muestra, el pintor |339|
Colson. Op. Cit.
presentó «algunos ensayos en los que ya se advirtió la línea neohumanista que habría de Páginas 54-55.
Confert.
seguir después de esa etapa juvenil».|339| Como parte del particular neohumanismo
del cual exhibe obras producidas en Europa, el pintor añade numerosos cuadros que co- |340|
Idem.
mo el Estudiante mexicano (óleo 1937) expresan una inevitable influencia o substracción Páginas 51-52.
Confert.
poderosa. Picasso, no solo elogió los «colores mexicanos» de Colson, sino que creyó que
él era nativo de México.|340|

En 1938, el pintor decide abandonar el país continental, viajando a Cuba, en donde ex- |341|
de Prentice,
pone individualmente, siendo reconocido como uno de los primeros artistas de las An- Victoria.
Op. Cit.
tillas Mayores.|341| La Habana es el camino del retorno al país natal, al que arriba des- Confert.

pués de veinte años de ausencia. El confiesa que su propósito «al volver después de tan-
tos años a Quisqueya, no era nada preciso, nada que pudiera siquiera vislumbrar. Vol-
vió sencillamente, porque era una etapa por la que tenía que pasar por la fuerza de las

Jaime Colson|Naturaleza muerta (muñeca japonesa)|Acrílica|48 x 40 cms.|1927-1930|Col. Familia Antuñano Peralta. Jaime Colson|Modelo de la catarsis: serie neohumanista|Óleo/cartón|50 x 48 cms.|1932|Col. Museo Bellapart.
Jaime Colson|Retrato de un frances víctima de la guerra de Indochina|Óleo/tela|55.5 x 43 cms.|1949|Col. Juan
Miguel Grisolía.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|312| |313|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|342| circunstancias, por el imperio del destino. Pero entre todo esto, una sola cosa era cierta
Colson.
Op. Cit. y ésta era: la urgencia de dinero».A Colson le habían asegurado que en el país había di-
Página 65.
Confert. nero y que con el prestigio que había alcanzado no le sería difícil conseguirlo siempre
que accediera a adaptarse «un poco a la circunstancia que allí prevalecía».|342|
|343|
Listín Diario, Colson retornó al país teniendo 37 años de edad, siendo un joven atrayente y cautivan-
15 de septiembre
de 1988. te cuando narraba sus experiencias y contactos con los grandes maestros de la pintura
Confert.
parisina. Casi inmediatamente celebra una individual en el Ateneo Dominicano, pre-
|344| sentando unos veinte cuadros, entre gouaches, acuarelas y algunos dibujos. «Aquella ex-
Ugarte, María.
Presentación posición fue brillante, de escasos comentarios en la prensa, pero ello representó un re-
Catálogo Jaime
Colson, 1998. to, una ruptura radical para la vieja y nueva proyección del artista nacional».|343| Fue
Confert.
además «una sorpresa para los jóvenes, dejó desconcertadas a las personas mayores y fue
|345| estimada por los viejos como un tremendo desacato».|344| Una de las obras presenta-
Colson.
Op. Cit. das un gouache titulado Orfeo y San Juan Bautista, el cual provocó excesiva intriga en
Página 61-62.
Confert. el viejo poeta Fabio Fiallo. Se trataba del tema de dos hombres víctimas de la furia fe-
menina (orfeo fue despedazado por las Bacantes y Juan Bautista pereció decapitado pa-
ra complacer a una lasciva princesa). En el cuadro, las bocas y ojos de ambos persona-
jes estaban definidos por rosas y hojas, saliéndoles además de las heridas flores y plantas.
Ante la pregunta del por qué de esas representaciones, Colson le respondió a Fiallo con
otra interrogante: «¿Acaso no hacen otro tanto ustedes los poetas cuando afirman en sus
versos que los ojos de la amada son luceros, que sus labios son corales y sus dientes per-
las o manadas de cabritos?»…|345|
Fue a mediados del 1938 cuando Colson celebró la muestra individual en la entonces
ciudad Trujillo; muestra que solo comprendió un pequeño círculo de intelectuales co-
nocedores de lo que ocurría artísticamente en Francia y con informaciones acerca del
pintor dominicano. Integrantes de este círculo eran Bienvenido Gimbernard, Pedro
René Contín Aybar y Ramón Marrero Aristy, los cuales formaban una peña en la ca-
sita que le sirvió de atelier y vivienda. Aquí produjo El merengue, un óleo sobre cartón
(1938) que puede ser estimado obra maestra del arte dominicano, adquirida entonces
por el intelectual Manuel A. Peña Batlle. Fue una adquisición excepcional entre las po-
quísimas obras que vendió, a pesar de que el discurso pictórico suyo había conmocio-
nado de tal manera que llegó a provocar ‘jadeante sueño’ en un adolescente y futuro
pianista que le frecuentaba. Colson comenta: «Sueños semejantes, sin duda, los tuvieron
muchos jóvenes y adultos en aquellos días y también después de terminada la exposi-
ción: y esto es prueba elocuente del impacto que produjo en la mente de mis compa-
triotas aquel acontecimiento; porque, hablando si tapujos, aquella exposición fue un Jaime Colson|El ciego y su lazarillo: serie neohumanista|Óleo/tela|177 x 93.5 cms.|1953|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|314| |315|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|346| verdadero acontecimiento, aunque aún hoy nadie quiera confesarlo… / ¿Pues, acaso al- bernante y obtener la orden requerida, tuvo Colson que acudir a funcionarios subal- |347|
Idem. Colson.
Páginas 63-64. gunos no me han afirmado haber visto a uno, que tiempo adelante habría de llegar a ternos, los cuales para ayudarle le exigieron que realizara un retrato de El Jefe, como re- Op. Cit.
Confert. Página 64.
ser Presidente de la República, llorando a moco tendido por causa de la conmoción gularmente era llamado el dictador del país. En sus memorias, el artista narra esa expe- Confert.

que mis cuadros le produjeron? / Aunque yo tengo para mis adentros que aquel llanto riencia: «A aquellos sempiternos aduladores lo único que para ayudarme se les ocurrió
|348|
más bien lo provocó un exceso báquico…».|346| fue que yo hiciera un retrato de su Patrón (…) / Solo al vislumbrar aquella faena me Idem.
Página 66.
Marrero Aristy relata que Colson retornó al país «con el tesoro de su arte, a hacernos causaba náuseas; no obstante, haciendo de tripa corazón, pude tomar algunos croquis Confert.

su mejor presente, lleno de ilusiones». El poseía una colección de estampas japonesas del natural y con éstos, en una sola mañana logré hacer un estupendo boceto de la ca-
|349|
que había exhibido en París y que quiso donar al Museo Nacional, pero la Dirección beza de aquel monstruo. / El tal boceto era realmente algo vivo, una cosa en la que se Idem.
Página 65.
del mismo consideró que la temática de Japón resultaba chocante. Aunque las estampas hacía patente toda la bajeza y maldad de aquel advenedizo, pues horas antes de pintar- Confert.

fueron aceptadas en principio, esa donación al igual que la compra de obras suyas, «de- lo había, al hacer los croquis, tenido ocasión de hablar con él cuando se dignó recibir-
bían venir con una orden desde arriba», autorizada por Trujillo. Para llegar hasta el Go- me en el Palacio Presidencial. Por razones personales y de orden histórico quería pin-
tar aquel retrato enteramente del natural y a tal fin logré que el Presidente me autori-
zaba a ‘ir a la Mansión’ –como solían llamar a la residencia del Sátrapa– ‘cuando yo qui-
siera’ / Mas a pesar de esta benévola condescendencia jamás pude volver a ver ni de le-
jos, a aquel hombre. Un infranqueable muro se levantó, o por mejor decir, fue levanta-
do entre el pintor y el gobernante. / Gracias a esta experiencia pude comenzar a com-
prender como los subalternos pueden cortésmente desoír las órdenes del superior. A
ninguno de aquellos secretarios le podía agradar la idea de que yo pasara horas muer-
tas hablando con su hombre...».|347| Negado, en el adentro, a hacer ese retrato auxi-
liándose de fotografías, Colson agotó con su interés hacia Trujillo, una de las últimas po-
sibilidades de sobrevivencia en Santo Domingo. «Por razones de orden puramente mer-
curiales deseaba fabricar aquel ya entonces cuadro»,|348| pero no pudo, así que un día,
después de haber malvendido lo que le quedaba de la herencia de los padres, empacó
sus cuadros y otras pertenencias para embarcarse hacia la dulce Francia.Viajó el 5 de
septiembre de 1938.Tanto su presencia en la capital de la nación como el repentino re-
greso al exterior provocaron muchas preguntas. Es posible que en París nuestro pintor
autoformulara también algunas interrogantes, especialmente relacionadas con el desti-
no del cuadro en el que comenzó a reproducir el retrato del sátrapa criollo; imagen que
borró finalmente decepcionado de la estéril aventura que vivió en su país. Sobre la ca-
beza del chacal del Caribe pintó a la Virgen con el niño.|349|Hacia el año 1938, Jai-
me Colson era un pintor maduro, con una definición discursiva muy clara o suya, y que
expresa el vuelo artístico de joven maestro. Esa definición de la oratoria, orientada aca-
démicamente por sólidos artistas españoles y reforzada en la modernidad parisina, al-
canza la traducción personal en el inicio mismo de la década del treinta –tal vez antes–
Jaime Colson|Familia y mar|Óleo/madera|53 x 38 cms.|1950|Col. Ramón Francisco. con los cuadros que enuncian la serie la catarsis, entre ellas: Figuras metafísicas (óleo/car-
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|316| |317|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|350| tón 1930), Modelo de la catarsis (óleo/cartón 1932) y El merengue (gouache/cartón 1938). Barcelona, trabajaban, exponían y buscaban el modo de adaptarse a un medio difícil, |351|
Reyes, Oscar Ponc, Joan.
Antonio. Al enfocar la pintura colsoniana, Oscar Antonio Reyes señala que esta «es lo diverso, la hostil y de inestabilidad dejada por la guerra civil española que arrojó miles de republi- Referido por
El Caribe. Mordechai Omer:
29 de febrero polifonía múltiple, la inquietud sin frenos, la rebeldía de la línea, la inestabilidad del canos al mundo del exilio. Precisamente cuando Colson y su abnegada mujer japonesa Universo y Magia
de 1951. de Joan Ponc.
Página 17. hombre. El artista ha oteado los horizontes en nervioso peregrinaje, ha penetrado en se desenvolvían como refugiados en la región catalana, muchos nativos de esta y otras Página 242.
Confert. Confert.
los mundos multiformes de varias escuelas plásticas; y, en consecuencia, su obra ha sido localidades de España habían sido acogidos en República Dominicana. Acostumbrados
tan diversa como la época que le ha tocado vivir». a la tertulias o veladas nocturnas de la bohemia, el pintor criollo y otros jóvenes artis-
Siguiendo la trayectoria de su discurso y sustentándose en obras que datan desde 1923 tas regularmente celebraban encuentros en los cuales el arte y el vino eran las razones
en adelante, el crítico Reyes ofrece un balance interpretativo del discurso visual del ar- fundamentales de la fraternización. El pintor catalán Joan Ponc recuerda que en 1947,
tista, tomando en cuenta que «es el producto del hombre de la entreguerra (…) y co- «Jaime Colson, un pintor dominicano que ha vivido muchos años en París, funda, en
mo los agitados decenios en que ha sido creada la pintura de Colson ha tanteado en to- una pequeña taberna de Gracia, un grupo llamado La campana, allí nos reuníamos los
do. Ha transmigrado al panorama social en forma de mensaje sobrio y sentido: se ha in- malditos de aquella época», aclara el citado artista en su cronología biográfica.|351|
ternado en los laberintos del sexo y logrado una realidad artística cruel y dinámica del
eterno problema; ha buscado otras veces, en el reposo de la línea, el reposo del propio
yo del hombre; ha palpado los dilemas de la psiquis, encerrándose en el ancho círculo
del dolor humano. Pero siempre y por encima de todo, se ha revelado la individualidad
de Colson.Tal es el denominador común de su obra, una personalidad que busca en lo
diverso su propia definición, la síntesis de una emotividad desorbitada. / Aún bajo la
máscara del cubismo se encuentra Jaime Colson. Pero no fue la escuela de Braque y
Gris la que le hizo manifestarse plenamente. El cubismo aniquilaba lo que tal vez es lo
más significativo en el pintor: su dominio expresivo del color, unido a la pureza técni-
ca de la línea. Por eso emigra sucesivamente al post-cubismo, al neo-clasicismo, a lo me-
xicano, logrando siempre un propósito: Captar al hombre su patética magnitud / Por-
que ante todo su intención ha sido ahogarse en el nervio humano y exhibirlo. La na-
turaleza, el paisaje, solo le ha apasionado en cuanto sirve para realzar el elemento hu-
mano, cuya esencia ansía sorprender sin cerebralismos ni devaneos cobardes / Y no obs-
tante esa representación plástica del hombre y su tragedia, su pintura no hiere; aún en
su angustia recrea la visión con la brillante tonalidad de su colorido con la gracia y vo-
luptuosidad de sus formas (…) a través de sus (…) años de constante creación, tal ha si-
do el empeño de Jaime Colson: mostrar el valor estético del pathos humanos. Su obra
(…) responde, en su variedad, a esa intención».|350|
Después de haber estado en el país natal, su regreso a París coincide con el estallido de
la Segunda Guerra Mundial, hecho que le obliga a refugiarse en Barcelona en compa-
ñía de Toyo Yutaka Kurimoto, la esposa pintora, dibujante y ceramista. Llegaron a la ciu-
dad peninsular trayendo como equipaje dos carpetas de dibujos y gouaches, dejando
abandonada en el atelier parisino una buena cantidad de obras que se perdieron. En Jaime Colson|De la serie metafísica|Óleo/tela|60 x 45 cms.|1938|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|318| |319|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|352| La localización del pintor dominicano en España tenía que ver con la guerra mundial
Colson, Jaime.
Citado por Jaime del 1939 pero parecía responder a la recomendación que le externara Pablo Picasso. Es-
A. Lockward.
Op. Cit. te maestro de la vanguardia le había aconsejado que se marchara de la urbe parisina,
Confert.
asunto sobre el que abunda Colson, reconfirmándolo: «Me aconsejó que me fuera de
|353| París cuanto antes. Francamente me dijo que París era un sumidero. Si usted se queda
Colson.
citado por María aquí se hunde, fueron sus propias palabras.Y agregó: Usted tiene un color maravilloso,
Ugarte. El Caribe,
Suplemento, que lo trae de América, pero ya lo va perdiendo por el influjo de París. Márchese, már-
enero 15 de 1983.
Página 12. chese en seguida. No tuve que obedecer al maestro, porque la guerra pronto me obli-
gó a partir. De nuevo en España, en Barcelona, pasé diez años y me identifiqué conmi-
|354|
Ugarte, María. go mismo...».|352|
Op. Cit.
Confert. Como parte de las numerosas obras que realiza en España, Colson realiza un conjunto de
murales en la isla de Mallorca. El no era pintor con mentalidad para trabajar por encargo,
|355|
Idem. pero la oportunidad de aplicar sus conocimientos de la pintura al fresco y de asumir un te-
Confert.
mario religioso eran prioridades que, además, se sumaban a la conveniencia de paliar su
|356| temperamento impetuoso. Por otra parte, necesitaba de la soledad que le ofrecía el paraje
De Tolentino,
Marianne. de la isla mallorquina, llamado Cabo Formentor, en donde Ignacio Rotger, ofertante del
Listín Diario,
12 de octubre encargo, tenía una casona con capilla adjunta rodeada de campos, de arboledas no distan-
de 1997.
Confert. tes de la costa de aguas transparentes y con enormes rocas. Para la capilla privada conoci-
da con el nombre de Cala Murtra eran los murales a los que se dedica el pintor trabajan-
do intensamente, asumiendo todas las tareas, «desde el acarreo de la arena y de la cal hasta
tamizarlas y ponerlas sobre los muros después de preparar la mezcla».|353| Esta faena le
permitió realizar algunas de las pinturas al fresco ya que para los restantes empleó otros pro-
cedimientos. «En los muros y bóveda del pequeño templo plasmó los temas de la Anun-
ciación, la Resurrección, la Coronación de la Virgen, los Cinco Fundadores, Los Cuatro
Evangelistas, Un Ecce Homo y un vitral representando a San Bernardo. La principal mo-
tivación de la pintura de Cala Murtra fue, pues, la glorificación de la Virgen». Además del
procedimiento del fresco, usó el temple y el óleo sobre tela, «adhiriendo luego ésta a la
construcción».|354| Con la realización de la imagen de San Francisco de Asís y asistido
siempre de la compañera japonesa, concluyó el pintor el temario del recinto religioso.
En uno de los murales de Cala Murtra se autorretrata Colson vestido de romano. No fue
el conjunto de estas pinturas el único encargo realizado para Ignacio Rotger, ya que se
sumaron otras obras, como fueron un bodegón y un mural transportable,|355| e igual-
mente los retratos de una sobrina de la abuela de ésta.|356| Sin embargo, frente a estos
cuadros de caballete resultan excepcionales las ejecuciones de la capilla ya que son las úni-
cas pinturas murales que se conocen del artista, unificadas, además, por la sacralidad de sus Jaime Colson|Castor y Pólux|Gouache/papel|57 x 36 cms.|1939|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|320| |321|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

asuntos. Tales pinturas expresan también el fervor religioso de un espíritu atormentado,


debatiéndose ante el ímpetu de su necesidad carnal y la búsqueda de la paz espiritual en
la que el arte le situaba; sosiego que también buscaba alcanzar mediante la súplica íntima,
oral más de las veces, y en ocasión reafirmada con el estilo de una escritura cultivada. Es-
to último se da en Regocijo, un texto de su autoría que es elegíaca plegaria: «¡Dios Gran-
de, Dios Omnipotente, Dios Único, Dios Magnánimo, Dios Olvidado de todas las ofen-
sas. Padre, hermoso, amigo y Señor Nuestro, Dios humilde, Dios hombre y todas las co-
sas. / Lumbrera de mi oscuridad, lucero de mi noche, galardón inmerecido, alabado y ben-
decido sea tu nombre; exaltada sea tu memoria y glorificada tu presencia. Callen vientos,
enmudezcan ruidos, perezcan maledicientes. Solo tú eres grande, invencible y fuerte. Dios
de los Ejércitos; desde el gusano inmundo hasta la excelsa paloma, todos alabarán tu nom-

Jaime Colson|Retrato del cónsul italiano Juan Grisolía Ciliberti|Óleo/tela|55.5 x 43 cms.|1953|Col. Marina Grisolía. Jaime Colson|De la serie metafísica|Óleo/tela|65 x 50 cms.|1938|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|322| |323|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|357| bre, alábante los ángeles, alábante los santos, alábante los miserables hombres de la tierra. relaciona a su temprana separación del hogar familiar; a las privaciones materiales que te-
Colson, Jaime.
«Recogido» / ¡Santo, Santo, Santo! Exaltado sea por los siglos. Amén. / ¿Quién soy yo para que ose nía que enfrentar en aras de su fuerte vocación artística y a su conducta bisexual con mar-
(poema),
Barcelona 1947, rememorarte? ¡He aquí que me atrevo!,Yo gusano vil, cubierto aún de la suciedad que cada preferencia homo. Expedita sobre todo en el discurso visual neohumano, marcado por
referido por Juan
Miguel Grisolía. me agobia, oso invocarte nombre augusto.Ten piedad de mí, Señor, compadécete de los la sinceridad, por una mirada amorosa, desinhibida y sensual, expuesta en obras como el de
Listín Diario,
12 de octubre que como yo pudieron seguir los negros caminos de la muerte, ilumina a aquellos a quie- la pareja Castor y Polux (París 1939) esplendorosa reinterpretación del mito griego de los
de 1997.
Página 16. nes no ha llegado aún la luz de tu misericordia.Ten piedad de las tinieblas y también del íntimos amigos cuyos cuerpos desnudos y en poses voluptuosas traspasan la eroticidad vi-
Confert.
meridiano y de la ausencia; porque un día clamarán todos. ¡Hosanna, Hosanna, Hosanna brando sobre todo en las soluciones cromáticas y el pareo compositivo. Pero en ocasiones
en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad!»|357| esa mirada también desata la angustia que el artista extrovierte en la serie de La catarsis, rea-
Sin que se tenga confirmación, el corillo de algunas murmuraciones ha asegurado que Jai- lizada entre 1946-47. Sobre ella escribe el autor: «La catarsis es una serie de unos 25 goua-
me Colson, en edad juvenil, en el Puerto Plata natal, se vio involucrado en un hecho pa- ches de tamaño regular ejecutado en Barcelona –España– en 1947. Esta colección junto
sional violento, atribuyéndose a ese viejo recuerdo su atormentada vida que más bien se con algunas obras, fue expuesta en la Galería Nacional de Bellas Artes en la Calle El Con-

de en 1954, ocasionando un gran revuelo entre la gente puritana, los moralistas y los hi- |358|
Colson, Jaime.
pócritas. Pues en este país, por aquel entonces, nadie o muy pocos sospechaban que cier- Memorias de un
Pintor (...).
tos temas pudiesen ser tratados pictóricamente… El inesperado escándalo que esa exhibi- Op. Cit.
Página 153.
ción suscitó llegó a tal extremo que hasta un importante periódico se creyó en la obliga- Confert.

ción de hacer una encuesta sobre la moralidad en el arte… La excelente fotógrafo alema-
na Ana María, hizo para mi álbum las fotos de todos aquellos gouaches…»|358|

Jaime Colson|De la serie metafísica|Óleo/tela|73 x 100 cms.|1938|Col. Familia Brugal Gassó. Jaime Colson|Retrato de mujer|Mixta/papel|19 x 13 cms.|1941|Col. Aida Bonnelly.
Jaime Colson|Muchacho con gorra roja|Óleo/plywood|48 x 38.5 cms.|1951|Col. Centro Cultural Eduardo León
Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|324| |325|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|359| En el discurso visual que desarrolla Colson después de la aventura cubista, el sujeto es
Valldeperes,
Manuel. el protagonista parafraseado en la referencia clásico antigua, desde el realismo y la in-
Revista
testimonio: ventiva de nuevos prototipos. Esa visión suya muy particularizada define y propone una
Artes y Letras,
mayo 1964. corriente neo-humanista.
Página 263.
Confert. ¿Qué es el neo-humanismo colsoniano?...Valldeperes responde: «Es todo lo contrario
de un arte periférico en el que, como en el realismo, el naturalismo, el impresionismo,
la experiencia perceptiva trabaja hacia fuera en forma centrífuga, limitándose el artista
a recibir los efectos emotivos de la naturaleza y del hombre para reproducirlos a través
de la propia emoción. Contrario a ello, el neo-humanismo, como tendencia de moder-
nidad inversa, refiere como sustancial cosas que sólo tenían valor circunstancial, o anec-
dótico».|359| En este sentido, el neo-humanismo colsoniano es de concepción intrín-

Jaime Colson|Figuras metafísicas: serie la catarsis|Óleo/cartón|86 x 107 cms.|1930|Col. Museo Bellapart. Jaime Colson|Barcelonesa|Óleo/cartón|57 x 43 cms.|1945|Col. Julia Cabral de Thomen.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|326| |327|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|360|
Idem.
seca. Es decir, de esencia, de internalización, de intimidad puesta al desnudo sin amba- 3|3 Otros cuatro modernos:
Páginas 264-65. ges ni confusiones. Es una manifestación que asume al hombre y vierte al artista como
Confert. La Ibarra, Cánepa, Gimbernard y Amiama
hombre. «Con este arte neo-humanista se muestra Colson partidario del orden lógico,
|361| pero con una forma moderna de sacrificio humano. Sus temas abarcan la realidad del
Reyes,
Oscar Antonio. hombre y parten de los principios humanos emanados de las zonas profundas de la vi-
Op. Cit.
Confert. da y hay en ello una recíproca relación entre el pensamiento ideológico y su expresión
artística. Sin embargo, el artista se expresa con libertad: con la libertad insobornable que
|362|
Valldeperes. proviene de sus propias experiencias. Por eso busca el nuevo sentimiento cósmico para
Op. Cit.
Página 265. entregarlo al hombre como un mensaje augural».|360| Augurio que ha sido visto por
Confert.
muchos, no como recreación en el tormento, ni resignación en la angustia, sino como
|363| búsqueda y ansia de paz interna. «Sus figuras en sus más insignificantes detalles tradu-
Peña Defilló,
Fernando. cen esta persistente idea y las miradas de ellas trascienden a algo concreto, y es en el po-
El Caribe.
Suplemento, der expresivo del conjunto donde se vislumbra al sueño del artista».|361|
febrero de 1973.
Página 5. Del neo-humanismo colsoniano se pueden arrancar infinidad de análisis y de temas; sin
Confert.
embargo, sobresaldrían entre ellos el tema de la desnudez, del sexo. ¿Es desnudez irreve-
rente? Al maestro Jaime Colson le quedó «el reflejo de la influencia surrealista, que como
sabemos, dotó al realismo moderno de una original morbosidad plástica, al llamar la aten-
ción por medio de la representación antropomórfica: Ojos, bocas, manos, sexo. Colson,
como intérprete del drama original del hombre –de allí su misticismo–, como artista que
representa al hombre con su drama y su pasión y que reniega de la obediencia a un me-
ro raciocinio sicologístico –porque él está en su obra–, ha infundido la experiencia del su-
rrealismo a su pintura para presentarnos a seres lechosos derritiéndose en espasmos de
llanto y ofrecernos, con la jerarquía de un arte original, lo subconciente con su asco y su
Jaime Colson,Yoryi Morel y Darío Suro, notables exponentes de una pintura marca-
misterio, pero también con toda la nobleza y poesía que emanan (...) de toda obra verda-
damente diferenciada en lenguajes y temarios, asumen también un activismo personal
deramente buena».|362| Colson es un creador que se ahoga en el nervio humano, inten-
de proyección artística también diferenciada. Los tres son expositores individuales du-
cionalmente; y como su pintura, lo ha tanteado todo, nada queda inhibido. En ese discur-
rante la década de 1930 y con marcadas distancias ejercen una gran influencia cuan-
so pictórico suyo está presente la sensualidad. Es lo que más connota la desnudez de sus
do, además de sumergirse a conciencia en el activismo pictórico, sobreviven asumien-
seres, y ese espontáneo sensualismo es una constante, como también «su perenne deslum-
do la decisiva docencia o señales de orientación que paulatinamente abonan el joven
bramiento ante la belleza y ternura de la adolescencia; sus seres indiferenciados sexual-
camino del arte nacional. Ellos representan un novedoso relevo del magisterio artísti-
mente reúnen y sintetizan cualidades propias de ambos sexos, de forma tan sublime que
co que se apuntala desde el ignorado pintor León Cordero, situado en la lejanía de la
se convierten en super seres, ajenos a todo pensamiento grosero o equívoco. Son seres de
primera república, que trasborda a la república restaurada, en donde su nexo lo es Luis
una fantasía refinadísima; utópicas, que proyectan esta misma sensación aún cuando en
Desangles, cuyo magisterio coincide con el de Alejandro Bonilla y Fernández Corre-
otros casos nos lo presente plenamente definidos. Podemos afirmar que la obra de este
pintor es pura. Pura de concepto y de ejecución, y de una confiada sinceridad».|363|
Bienvenido Gimbernard|Árbol en el camino|Dibujo|Sin fecha.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|328| |329|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

dor. Pero la labor docente de Desangles es más relevante que la de sus coetáneos, so-
bre todo más significativa que la de Corredor a quien se le ha atribuido equivocada-
mente la orientación del primer núcleo de pintores nacionales, lo cual es verdad cir-
cunstancial, a medias, producto de la valorización hispanofílica y reiterativa de la his-
toriografía dominicana.
Sisito Desangles es el orientador más decisivo de la pintura dominicana del siglo XIX y,
aunque el multifacético Abelardo Rodríguez Urdaneta no es un producto neto de su
docencia, es sin lugar a dudas su mejor proyección magisterial. En el caso del célebre
Abelardo, aparentemente el único docente artístico durante las primeras décadas del XX
–se olvidan los nombres de García Obregón y José Manuel Pueyo, entre otros–, se des-
prenden de su labor centrada en la Ciudad Primada un par de alumnos que difunden

lo aprendido en las respectivas localidades nativas a las que retornan. En San Pedro de
Macorís se ubica la casi desconocida Rosalidia Ureña Alfau y en Puerto Plata el solita-
rio Rafael Arzeno.
Prolongadores de un método de enseñanza caduco de las artes, pero que sobrevive en
los encierros provinciales donde Arzeno y Ureña Alfau influyen por muchísimo tiem-
po, la contrapartida u oposición a la prolongación abelardiana la representan tres artis-

Aida Ibarra|Retrato de Rómulo Ricart Woss y Gil (su esposo)|Óleo/tela|112 x 82 cms.|C. 1960|Col. Familia Ricart Victoria. Aida Ibarra|De L’ile de France|Óleo/tela|70 x 56 cms.|1931|Col. Familia Ricart Victoria.
Aida Ibarra|Retrato de Luis Ricart (su hijo)|Óleo/tela|100 x 86 cms.|C. 1970|Col. Familia Ricart Victoria.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|330| |331|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

tas docentes protomodernos. Estos son Celeste Woss y Gil, Juan Bautista Gómez y En- Francia, México, Italia, Estados Unidos o España, en donde el arte moderno –vale acla-
rique García-Godoy, quienes son artistas cabales como todos los mencionados, porque rar– no era un fenómeno generalizado. Mas, por el contrario, respondía a un movimien-
hacen del ejercicio artístico un acto de la vida. Es decir, se alientan del arte y sobrevi- to de nueva estética que asimilaba una minoría no académica provocadora, ubicada en
ven no tanto de sus obras sino especialmente de la labor complementaria como es la las principales metrópolis de esos países: París, Nueva York,...
enseñanza. El arte como acto de la vida lo asumen todos en un medio social que ape- Exceptuando la circunstancial trascendencia que el artista dominicano obtenía vía los
nas los entiende, los aplaude y los protege materialmente. Todos ellos se arriesgan a la escritores, los medios periodísticos o de gestores como Abigaíl Mejía, poco beneficio
desventura de no ser comprendidos, siendo el ejemplo más demostrativo Jaime Colson, material le arrojaban las obras producidas, algunas adquiridas por contados coleccionis-
quien retornó al país en 1938, soñando con el reconocimiento del vanguardismo que tas (Ortega Frier, Lluberes, Peña Batlle,...), otras obsequiadas a amigos, familiares e ins-
portaba, deseoso de un espacio de la pertenencia en el que aspiraba ser un actualizador, tituciones, y en su mayoría almacenadas en el espacio u hogar en donde fueron produ-
un gestor, un orientador capacitado. Ni su arte fue entendido, ni pudo aportar una la- cidas. Pintores como Yoryi Morel y Darío Suro, cultores de la notable modernidad lo-
bor ya que las condiciones socioculturales del país eran profundamente distintas a las de calista dominicana, tenían que sobrevivir como artistas docentes muy jóvenes en las ciu-

dades oriundas donde establecieron academias que son sustitutas de las ejemplares es-
cuelas que habían refrendado sus maestros, también pintores.
Colson, Morel y Suro no son los únicos jóvenes artistas de la modernidad que se aso-
cian, en la década del 1930, también a los orientadores Woss y Gil, Gómez y García-
Godoy, quienes deben ser apreciados en esa nueva dimensión pronunciativa, pese a los
desniveles entre ellos. Realmente la Woss y Gil representa, en comparación con los otros

Aida Ibarra|Paisaje de Quebec (Cavendish)|Óleo/tela|55 x 76 cms.|Década 1970|Col. Familia Ricart Victoria. Aida Ibarra|Su excelencia Kyoko Nagasaky (Embajadora del Japón)|Óleo/tela|76 x 56 cms.|1972|Col. Familia Ricart
Victoria.
Aida Ibarra|Pascuas pretenciosas|Óleo/tela|103 x 76 cms.|C. 1970|Col. Familia Ricart Victoria.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|332| |333|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

dos, una posición mucho más moderna, la cual consolida con una pintura crecida y ma-
dura que produce en los años del 1940. Precisamente otra mujer, Aida Ibarra, transpira
para la época esa suerte de cambio moderno que asimila en París, en tanto tres hom-
bres:Tito Cánepa, Xavier Amiama y Bienvenido Gimbernard ofrecen sus respectivas so-
luciones en base a personales experiencias temperamentales.
AIDA IBARRA. Representa uno de los puntos relevantes de la inicial modernidad
nacional al reaparecer asociada al impresionismo con obra y voz, después de un reco-
rrido formativo.Vinculada a Santo Domingo, en donde nació en 1911, asistió a la Aca-
demia de Abelardo Rodríguez Urdaneta. Hija de un industrial o negociante exitoso, ella
tuvo la oportunidad de viajar a Francia en 1929, estudiando en París en la Escuela de
Bellas Artes en donde fue orientada principalmente por el profesor Julio Zingg.

A principios del decenio del treinta concurre al Salón de Otoño, exhibiendo el cuadro
De L’ile De France (óleo 1931) que produce el juicio crítico de Gille de Taurette, direc-
tor del Petit Palais, quien valora los tonos y la luminosidad rememorativa del país de
origen de la pintora. Ella también expone en la Sociedad de los Artistas Independien-
tes y en las Galerías de Arte Boucheron, antes de retornar a Santo Domingo en 1932.
En este año celebra individual en el Ateneo Dominicano, colgando un conjunto de

Aida Ibarra|Patio de mi casa (Boca Chica)|Óleo/cartón|92 x 72 cms.|Década 1960|Col. Familia Ricart Victoria. Aida Ibarra|El patio de los Buera|Óleo/madera|61 x 55 cms.|Década 1960|Col. Familia Ricart Victoria.
Aida Ibarra|Calle del Ayuntamiento|Óleo/tela|70 x 60 cms.|Década 1960|Col. Familia Ricart Victoria.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|334| |335|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

veinticinco cuadros al óleo entre paisajes, retratos e interiores. Esta exhibición la regis-
tra también en el Ateneo Amantes de la Luz, de Santiago, ofreciendo conferencia, en
ambas ocasiones, sobre el tema de la Escuela Impresionista.
Aida Ibarra se convierte en la década de 1930 en uno de los tres artistas de atención.
El poeta Valentín Giró habló elogiosamente de su pintura y por igual el escritor vene-
zolano Mario Plaza Ponte. En otra relación, Juan Bosch consideraba que para entonces
ella y la Woss y Gil eran las únicas notables de Santo Domingo. Hasta el 1940 residió
en el país, trasladándose con la familia a Cuba, luego a Europa y al Canadá en donde
siguó pintando, compartiendo esta tarea con la de esposa y madre. Comenta Valldepe-
res que su línea pictórica inicial es construida a base de las más sutiles alusiones, ten-
diendo a través de sus diversas épocas hacia un proceso de mayor densidad de color. «El

|364| objetivismo acompaña en sus últimas obras una capacidad aprehensora y narrativa en la
Valldeperes,
Manuel. que apenas se produce una fisura, conduciendo todo el lienzo en una sensación de uni-
Obra Crítica. Vol. I.
Páginas 127-28. dad absoluta (…) y donde la manera vibrante y el sentimiento se funden».|364|
Confert.
Considerada una pintora optimista, porque «luminoso, gozoso, alegre y expansivo es el
|365| espíritu que anima sus lienzos epigramáticos».|365| Aida Ibarra es una artista de larga
Idem. Página 127.
Confert. vida y activismo pictórico. Paisajista y retratista, una de sus obras memorables es el Re-

Tito Cánepa|Autorretrato|Óleo/gesso|38.2 x 38.2 cms.|1946|Col. Familia Cánepa. Tito Cánepa|Desnudo sobre la yerba|Óleo/tela|85 x 58.4 cms.|1939|Col. Familia Cánepa.
Tito Cánepa|La carta|Óleo/tela|58.4 x 43.2 cms.|1939|Col. Familia Cánepa.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|336| |337|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|366| trato de Tatá Damirón, en donde la autora le ‘quitó sitio al Sol’, para destacar a base de pectiva en forma porque sin duda aquellos fueron pintados en mis mejores años de pro- |367|
Miller, Jeannette. Ibarra, Aida.
El Caribe. juegos de sombras las facciones de una hermosa modelo vestida de rojo, «sentada fren- ducción».|367| referida por
Suplemento Susana Morillo
25 de junio de te a una perspectiva de edificios rectangulares y monocromáticos».|366| En su trayec- Después de muchos años de ausencia la Ibarra exhibe en la capital nativa varias indivi- Listín Diario, 8 de
1983. Confert. enero de 1982.
toria termina madurando una producción menos insinuante de sutilezas cromáticas, en duales. En el escenario del estudio personal celebra una muestra con el título «Santo Página 15.

cambio más densa de color, más constructiva y más enérgica sin abandonar el tono sua- Domingo Pintoresco». De acuerdo a Valldeperes, ella suma a sus habituales paisajes «que
|368|
ve que caracteriza toda su pintura volcada en distintos temas dentro de los cuales reina con tanta maestría frecuenta», el tema de la naturaleza muerta y algunas composiciones Valldeperes,
Manuel.
la naturaleza paisajística. de figuras, «género que es menos frecuente en su producción, pero que no por eso de- El Caribe, 28 de
enero de 1967.
Representante del impulso del arte moderno dominicano, esta condición convierte a ja de ser importante sector de la misma», ya que el ordenamiento, la serenidad y el ca- Confert.

Aida Ibarra en una figura indiscutible como pintora y como una de las dos primeras rácter de cada ámbito se imponen con toda la fuerza de su exposición y en la unidad
|369|
mujeres que sobresalen públicamente en un reducido grupo de protagonistas que asu- pictórica absoluta. No obstante, pintora sobre todo del paisaje, la grácil elocución que Díaz Niese.
Cuadernos
men la conciencia del hacer artístico de manera pública y tesonera. Situándose en el pe- asume en las escenas Esquina del parque Duarte (óleo), Malecón al atardecer (óleo), Plazole- de Cultura
Dominicana.
ta de la Catedral (óleo) y otras visiones pintorescas de una ciudad en la que el ambiente No. 12, 1944.
Página 33.
se siente cálido, envolvente, y cada ámbito se nos impone con toda la fuerza de una jus- Confert.

ta expresión, espontánea, fresca, sin violencia.|368| Aida Ibarra vivió una larga vida, sin
excluirse del quehacer pictórico, incluso cuando envejeciente comenzó a olvidarse de
sí misma y de los que la rodeaban, Luis Ricart Ibarra y Georgina Victoria de Ricart,
quienes le ofrecieron el amoroso cuido hasta el momento de la muerte (2002).
TITO ENRIQUE CÁNEPA. Es otro de los pintores dominicanos que se sitúan en
nuestra historia con una emergencia moderna, razón por la cual merece la atención crí-
tica de Díaz Niese en sus «Notas Sobre El Arte Actual», publicadas en 1944. En esas ano-
taciones él aborda al pintor a partir de la siguiente relación: «Enrique Cánepa no es ya,
afortunadamente, un desconocido en nuestro mundillo artístico. Gracias a la amabilidad
de un mutuo amigo nuestro pudimos exhibir una tela suya en la Exposición de Auto-
rretratos con que fue inaugurada, en agosto de 1943, la Galería Nacional de Bellas Ar-
tes. / Una intensa vida interior animaba esa pequeña obra.Todo en ella concurría a dar-
nos la impresión de que su autor, era más que un simple pintor, un verdadero artista: El
vigor del trazo, la acentuada tendencia a valorar los volúmenes en perfecta sucesión de
ríodo vital en el que coincide con Woss y Gil, Suro,Yoryi Morel y otros, ella rememo- planos y la exquisita mesura con que había logrado plasmar, pese a un colorido algo frío,
ra los años del treinta e igualmente el peregrinaje viajero que la conectó con otras la- su juvenil expresión. Todo declaraba paladinamente que su autor poseía un tempera-
titudes: «Quisiera volverme a juntar con mi mejor producción de cuadros (…). Ha llo- mento de excepción».|369|
vido mucho desde el año 32 en que produje lo mejor y luego en Cuba donde residí Cánepa nació en 1916 en San Pedro de Macorís, ciudad costera del Caribe en donde
20 años y 10 en Europa y el Canadá; tengo esperanza que algún día, todo lo que que- se ubicaron los hermanos Francisco y Tito Cánepa, oriundos de Génova, Italia, quie-
dó en Cuba, cuando vine a residir a aquí, pueda volverlo a tener y así hacer una retros- nes se dedicaban al alto comercio. Ellos administraban el prestigioso Teatro Colón,
convertido en un símbolo social y urbano en el momento de bonanza financiera co-
Tito Cánepa|Prometeo|Óleo/gesso|111.8 x 58.4 cms.|1970|Col. Familia Cánepa. nocida como Danza de los millones, fenómeno provocado por el auge azucarero en la
Tito Cánepa|Adán y Eva|Gesso/panel|120.9 x 120.9 cms.|1974|Col. Familia Cánepa.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|338| |339|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

región sureste del país. Asociado a ese teatro, los hermanos Cánepa eran reconocidos |370|
Idem.
como promotores de las artes, especialmente de la dramaturgia y de la ópera. Uno de Página 34.

los Cánepa, Francisco, contrajo nupcias con la dominicana Virginia Jiménez y de ese
matrimonio nació Tito Enrique, quien desde niño se familiarizó «con las obras –y lo
que es más, con el espíritu– del Renacimiento italiano a través de las fotografías, es-
tampas, terracotas y monografías de Arte de que era rica la biblioteca paterna».|370|
Si bien Tito Cánepa se movió, desde la infancia, en un ambiente de bienestar y de edu-
cación cultural, lo cual orienta su sensibilidad, otro factor mucho más decisivo se aso-
cia a esa edad temprana: «Tuvo la oportunidad de ver trabajar en el teatro de su padre
–el célebre Teatro Colón– a un artista español, Enrique Tarazona, cuya pintura muy in-
fluida por Juan Bautista Tiépolo, impactó al pequeño e hizo despertar en él su vocación

al arte».|371| Esa aptitud se fortalece en el exilio, tras la emigración de la familia en |371|


Ugarte, María.
1935, a causa de la dictadura trujillista. Los Cánepa primero se refugiaron en Puerto Ri- Diario El Caribe.
Suplemento 15 de
co, después terminaron ubicándose en Nueva York. enero de 1994.
Confert.
Residiendo en el medio newyorkino desde 1937,Tito Cánepa participa y se nutre de un
ambiente artístico lo suficientemente decisivo e influyente para su definición de pintor.
En base a los datos biográficos, más bien a las referencias que se anotan sobre su desen-

Tito Cánepa|Góngora y Velázquez|Óleo/tela|52 x 41 cms.|1989|Col. Museo de Arte Moderno. Tito Cánepa|Tríptico: Enriquillo, Duarte, Luperón|Óleo/tela|91.4 x 182.9 cms.|1971|Col. Familia Cánepa.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|340| |341|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|372| volvimiento artístico, realmente apartado, privado y muy silencioso, se establecen a conti- jado sus países de origen, trasladándose a Nueva York, en donde integran un círculo in- |374|
Díaz Niese. Sullivan.
Op. Cit. nuación sus relaciones en el ambiente de Nueva York: Primero, al fijar su residencia en los teractuante, expositivo y coparticipativo dentro de las condiciones culturales de la ur- El Caribe.
Páginas 34. Suplemento
Confert. Estados Unidos, consiguió Cánepa la oportunidad de «estudiar a su sabor, con redoblado be. Roberto Berdeccio, Max Jiménez, Mario Carreño y Rufino Tamayo, forman parte 15 de agosto de
1942.
fervor, las obras maestras de todas las épocas que encierran los museos newyorkinos»; obras de esa legión que incluye a Walter Houäre, con quien Cánepa sostiene una influyente Confert.

de autores del quattrocento italiano e igualmente de grandes contemporáneos. A propó- amistad. Enfocando al pintor dominicano y al grupo de inmigrantes con los cuales se
sito de esta experiencia confiesa que si «miraba a Van Gogh y a Picasso con mucho res- codea, opina Edward Sullivan que Cánepa puede ser considerado «un excelente ejem-
peto, miraba aún con más respeto a Mantenga, Pierro della Francesca y Signorelli. A este plo de la tendencia de aquellos pintores cuyas carreras empezaron a madurar en los Es-
último pintor renacentista lo estudió contemplando reproducciones de sus obras, ya que tados Unidos en los años 30 y 40. Mientras ellos aprovechaban los logros de los moder-
los originales escaseaban –anota Díaz Niese– fuera del ámbito italiano».|372| nistas radicales de las décadas anteriores, imbuían su propio arte con un interés renova-
Además de esa relación con los museos estadounidenses, Cánepa se vincula en segun- do y, a veces, una inquietud personal y política sobre las realidades sociales del momen-
do lugar a talleres de formación artística. Asiste a las escuelas de Arte de la WPA y al Ta- to».|374|

|373| ller Experimental que estableciera el mexicano David Alfaro Siqueiros. En este taller
Modern and
Contemporary Art. trabajó el joven pintor dominicano, durante un tiempo, en un ensayo de mural realiza-
(...) Catálogo
1996. do con ducco y aerógrafo, bajo la dirección de Roberto Berdecio.También estudia con
Página 169.
Confert. Américo Lugo Romero, con quien adquiere un conocimiento íntimo, cabal sobre los
grandes maestros renacentistas.|373|
Un tercer aspecto a tomar en cuenta es el vínculo con artistas que, como él, habían de-

Tito Cánepa|Paisaje clásico|Óleo/cartón|59 x 83 cms.|1944|Col. Familia Cánepa. Tito Cánepa|El sueño|Gesso/panel|90.5 x 120.9 cms.|1975|Col. Familia Cánepa.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|342| |343|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

Tito Cánepa es un artista cuya condición familiar, origen geográfico e identificaciones derna que refiere, entre los singulares nexos, la experiencia del muralismo mexicano
estéticas se formulan en la obligada lejanía del exilio donde concibe un discurso pictó- desde el punto de vista del plasticismo realista. Familia campesina (óleo/tela 1939), Her-
rico íntimo y pausado, pero extendido a lo largo de la vida artística con el rigor y la ex- manas (óleo/tela 1939), Desnudo sobre yerba (óleo/tela 1939), La carta (óleo/tela 1939),
cepcionalidad que descubrió Díaz Niese, en aquel autorretato de 1943, así como en El disfraz (óleo/tela 1940), El baño (óleo/tela 1941), Paisaje clásico (óleo/tela 1944), La
otras pinturas: «En efecto –anota el citado crítico–, el estudio posterior de otras obras esposa del artista (óleo/tela 1944) y Autorretrato (óleo/tela 1946), conforman un conjun-
suyas nos han permitido confirmar nuestra impresión inicial sobre los dotes que aquel to representativo de un período en el cual el artista alcanza sus definiciones personales.
pequeño autorretrato nos autoriza a atribuir, un poco arriesgadamente a su autor».To- Son los que tienen que ver con ciertas constantes estilísticas que permiten observar una
mando en cuenta la ascendencia europea y su familiarización con modelos renacentis- singular coherencia expresiva, de acuerdo a León David, quien a seguidas explica: «La
tas, concluye resaltando las cualidades primordiales que traslucen el arte de Cánepa: «la faena de Tito Enrique Cánepa, si por algo se caracteriza es por haber conservado una
sobriedad, la lógica organización de sus composiciones y el amor exaltado por las for- serie de rasgos que habiendo hecho aparición en las más tempranas pinturas del artista
mas delineadas reciamente dentro de una atmósfera de claridad y pulcritud». Esas cua- se han mantenido e incluso reforzado durante el transcurso de su evolución pictórica;

|375| lidades, que responden a la preeminencia de la figura humana como sujeto de la pintu-
Díaz, Niese.
Op. Cit. ra, se fortalecen cuando ese arte suyo gana «cierto sentido de la monumentalidad (…)
Confert.
visible hasta en sus figuras de reducidas dimensiones, las cuales aumentan un dibujo pre-
ciso, severo y admirable».|375|
Cánepa realiza entre finales de la década de 1930 y principios del decenio siguiente un
conjunto de pinturas en las que refunde lecciones del pasado con una adecuación mo-

Bienvenido Gimbernard|Cerame (mujer con telajes)|Revista Cromos Núm. 3|Diciembre 1926. Bienvenido Gimbernard|La risa de Chicho|Revista La Opinión Núm. 28|Agosto 1928.
Bienvenido Gimbernard|No pasareis|Revista La Opinión Núm. 41|Noviembre 1923.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|344| |345|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|376| de manera que aún en sus últimos productos es fácil advertirlos (…) / El repertorio de ral que recuerda en cierto modo muchas de las figuras de los lienzos pintados en los años |377|
León, David. Sullivan.
Cánepa. motivos de resortes sicológicos más o menos inconscientes que revela la producción 20 por Pablo Picasso, Juan Gris, Henri Matisse y otros».|377| Una estética de murales, Op. Cit.
1988. Confert.
Página 30. global de este ilustre y desconocido maestro criollo recoge hasta donde nos es dado in- un tratamiento clasicista del sujeto humano y unas cromatizaciones sutiles y vibratorias
Confert.
terpretar, tres aspectos básicos: la nostálgica búsqueda de la tierra perdida; la exploración orientan las evocaciones figurativas de quien ha afirmado que como artista «su intención |378|
Cánepa.
de la misteriosa comarca familiar e infantil; y la problemática de la relación de pareja en es producir en el observador una intensa experiencia estética utilizando los medios for- Citado por
Jerrilynn D.
la que el sexo, muy freudianamente, impone su ineluctable ley».|376| males pictóricos... la obra en que lo sensual y lo intelectual se complementan».|378| Dodds,
referencia en
La nostálgica indagación de la tierra perdida desde un ámbito del exilio asumido a par- Siempre sometido a una producción poseída por sí mismo, poco abundante y realizada León David.
Op. Cit.
tir del 1935 –fecha en que abandona su país–, permite que se observe en la pintura de con paciencia, reposo y tiempo, Tito Cánepa orienta sus visiones hacia un campo de Página 11.
Confert.
Cánepa, no solo la retención de ciertas esencias dominicanas, «sino que en muchos ca- abstracción sintética. Son visiones que corresponden a otro período, pero sin disociarse
sos, su trabajo se identifica aún más con las realidades artísticas de la región del Caribe con las señales permanentes de un pintor lírico, simbolista, onírico y sobre todo mo-
en la cual nació y se educó».También es observable «un reino aparentemente intempo- derno. Así lo reconoció Díaz Niese, asociándolo a Colson y a Suro, señalando que este

artista oriundo de San Pedro de Macorís, «pertenece al grupo de los elegidos, de fuer- |379|
Díaz Niese.
te personalidad que aprovechan como es debido las austeras lecciones del pasado y tie- Op. Cit.
Página 35.
nen, precisamente por eso, plena conciencia del presente que vivimos.Y como com- Confert.

prenden la grandeza de nuestros tiempos –grande a despecho de sus monstruosos ex-


travíos y humillantes incertidumbres–, saben embellecerlo y magnificarlo sin caer en
falsa retórica o torpes anacronismos».|379|

Bienvenido Gimbernard|«Robalagallina»|Revista La Opinión Núm. 5-6|Marzo 1927. Bienvenido Gimbernard|Caricatura del Dr. José Dolores Alfonseca|Sin fecha.
Bienvenido Gimbernard|Caricatura|Sin fecha.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|346| |347|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|380| BIENVENIDO GIMBERNARD. Es el primer nombre de importancia que se aso-


Contín Aybar,
Néstor. cia a la manifestación de la gráfica nacional en el sentido más amplio de su impulso y
Historia de la
Literatura definición moderna durante las primeras cuatro décadas del siglo XIX. Hijo de Estanis-
Dominicana.
Tomo IV. lao Gimbernard y Vitalia Gómez, nació en 1890 desarrollándose desde la juventud co-
Página 72.
Confert. mo autor literario, periodista, dibujante, fotógrafo, pintor, publicista y sobresaliente ca-
ricaturista. En 1913 dirige la revista Sport y en 1919 fundó Cosmopolita, revista ilustra-
da «que mantuvo con salidas no fijas, lo que dio lugar a que él mismo la calificara con
el término de su invención: ‘Medalaganario’, esto es que hacía su aparición pública
cuando a él le venía en ganas».|380| Aparte de este medio comunicativo muy suyo, en
1821 asumió la dirección de una tercera revista: Minerva.
Gimbernard aparece en el medio cultural capitaleño dotado de una personalidad polifa-

|381| cética, pero sobre todo ingeniosa, culta, atrayente, marcada por un nacionalismo muy
Contín Aybar cita
los siguientes criollo. Era escritor que se identificaba con más de un seudónimo|381| para firmar sus
seudónimos:
Apeles Mestre, artículos periodísticos identificables por el sabor de la originalidad y el estilo directo. En
Buenaventura
Gómez, El Otro una apreciación que aúna muchas de las condiciones de este artista de la palabra y la vi-
Duende y
B. Granderi sualidad, Oscar Robles Toledano traza el siguiente perfil: «Bienvenido Gimbernard, me-
(anagrama).
Op. Cit. Idem. morialista de Concho Primo, resumía y comprendía en sí, encarnaba la década que corre

Bienvenido Gimbernard|¡Dios mío, dame un premio!!...|1940. Bienvenido Gimbernard|De la serie bailes|Dibujo|1938|Col. Museo de la Familia Dominicana.
Bienvenido Gimbernard|Tenorios de Bastidores|1925.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|348| |349|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

del 1920 y 1930 y era, de esa edad, su más agudo cronista, su mejor retratista y su más
amable y menos pregonero. / Así se explica que en las garrulas tertulias todos le forma-
ran rueda, él en el centro, relatando pasajes médicos de la más reciente historia vernácu-
la que iba matizado con brillantes coloridos y esmaltando de frases pintorescas en que
destellaban, alternando, la observación pícara con la chispa del festivo buen humor. / Era
su mentalidad una mentalidad gráfica: todo lo concebía y lo expresaba como un diseño.
Dibujaba con los vocablos como otras veces escribía con sus dibujos. / Ponía su alma ar-
dorosa en lo que hacía y, por eso, era auténtico, porque la originalidad no es más que el
espiritu condensándose en palabras, en tonos y matices, en acordes, en himnos de már-
moles pulidos y brillantes. / En el ejercicio del periodismo eran inconfundibles los ras-
gos de su personalidad. Nada de escapismos. Abordaba valientemente, yendo derecho al

Bienvenido Gimbernard|De la serie bailes|Dibujo|1938. Bienvenido Gimbernard|La lectura|Dibujo/papel|40 x 32 cms.|Sin fecha|Col. Clara Rodríguez Demorizi.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|350| |351|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|382| núcleo, al nervio (…). Si escribía sobre la política del Buen Vecino, consciente de que totípica del personaje con un sentido realista y vernacular. En este sentido, se objetiva |383|
Robles Toledano, Díaz Niese, Rafael.
Oscar. P. R. éramos víctimas de una explotación, consultando sus sentimientos patrios. Clamaba: ‘Se más como dibujo, aunque la intención política que constituye su formulación se ajuste Cuadernos
Thompson Dominicanos (...)
Cartas a El Caribe. portan tan mal esos rubios que no vemos la hora de que se nos muden de al lado’. / Si a la caricatura de combate, lo cual es transitorio ya que el Concho Primo sobrevive por No. 1.
Tomo II. Páginas 21-22.
Páginas 249-250. enfocaba el arte surrealista, que no rimaba con su sensibilidad, decía: «Ninguno de esos su valor como texto visual formulatorio pero artístico; como obra de mucha grandeza Confert.
Confert.
iconoclastas se atreve a figurar a su madre como pintan a las demás mujeres. (…) En el y significación.
arte de la caricatura no tuvo rivales. Con dos trazos rápidos e intencionados, presentaba, El talento dibujístico de Gimbernard se desarrolla de tal manera que provoca la refle-
en términos inconfundibles, a un personaje, dejándolo grabado en la memoria en forma xión crítica de Díaz Niese en relación a la caricatura, para quien esta manifestación «no
indeleble. ¿Quién no recuerda al Dr. José Dolores Alfonseca, abreviado por su pluma sa- tiene como único fin fustigar vicios, descubrir males y sugerir remedios. Esto sería ne-
tírica, en un sombrero de fieltro, un paraguas y unas gafas».|382| garle todo valor estético. Su objeto es, en realidad, fijar lo singular –deformado–, para
Bienvenido Gimbernard transciende en las diversas manifestaciones que cultiva duran- suscitar una sugestión de la forma fugaz por una forma momentánea (…). Es única-
te la década del 1920 y sucesivas; trascendencia que comienza en relación al arte, cuan- mente, para fijar un tipo inmóvil con la representación de la forma móvil. Ahí reside,
precisamente mucho mejor que la intención política o moralizadora, su extremada no-
bleza, su verdadero y permanente interés espiritual.Todo lo demás, –risa, sátira, consue-
lo, despecho o venganza–, es accesorio y perecedero».
Esta reflexión es parte de un texto que redacta el crítico para establecer que el dibujan-
te Gimbernard «caricaturiza con belleza»;|383| materia artística o gráfica que mueve a
Robles Toledano a ofrecer un texto comparativo, el cual se cita íntegramente a segui-
das: «En esta difícil provincia de la estética, a mi juicio, excedía en méritos y aciertos, a
Gavarni y a Daumier, a la sazón apreciados como maestros insuperables, como espejos
sin lunares en el arte de deformar perfiles para dar, en la deformación, con los rasgos
característicos de un hombre. / Gavarni, en última instancia, simplemente retrataba,
exagerando algún rasgo facial. Gimbernard, de imaginación más pródiga, prescindía a
ratos de los semblantes y captaba en el aire, la nota singular con que el personaje había
herido la fantasía popular».
En su análisis, el culto Robles Toledano sigue argumentando: «Daumier, por su parte,
acumulaba detalles sin valor expresivo, como cuando para significar la parte que tomó la
opinión pública en el derrocamiento del burgués Luis Felipe pintó una prensa de impri-
do concibe y es difundida el Concho Primo, dibujo de 1919 elaborado como una ima- mir aplastando a aquel coronado al ahorro que más parecía un avaro prestamista que un
gen visual que representa la identidad colectiva, la memoria histórica, igualmente la re- rey de todas las Galias. / Gimbernard, en cambio, economiza tintas y trazos y subraya con
sistencia nacional contrapuesta a las representaciones de la intervención militar extran- enérgica intencionalidad la compenente que individualiza. / Ambos, Gavarni y Daumier,
jera de entonces. Pero resalta por encima de tales significaciones la representación mis- invitan a pensar o a encolerizarse. El dominicano, al hacer fraternizar la ironía risueña
ma de la imagen como texto dibujístico y caricaturesco. En el primer aspecto, es es- con la sátira benévola, obligaba a sonreír. / Por eso, contrariamente a lo que se ha escri-
pléndida la representación de las líneas conformando y contextualizando la forma pro- to, Gimbernard no hería, no lastimaba y las propias víctimas de sus epigramas gozaban
con los frutos de aquel donairoso ingenio: era comparable a la abeja, que pica, pero de-
Bienvenido Gimbernard|Pan de Quico|1907. ja miel. Mas su mano y su talento no sólo eran hábiles para descubrir y plasmar el cos-
Bienvenido Gimbernard|Concho Primo|Sin fecha.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|352| |353|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|384| tado ridículo de las gentes y de las cosas; era, en todo, un dibujante realista, un maestro Durante la década del 1930 asume Gimbernard numerosos encargos de diseño de porta-
Toledano Robles.
Op. Cit. sobresaliente en poner en movimiento las figuras que sujetaba a los lienzos».|384| das de obras literarias y reafirma con más fuerza comunicativa el arte de la ilustración de
Páginas 250-51.
Confert. El caricaturista Gimbernard se dedicaba también a la pintura, realizando excelentes re- la que es un pionero conjuntamente con Nino Ferrúa, Manuel de Catalán (Eolo) y En-
tratos, entre ellos el de Gastón F. Deligne (óleo 1934) y el Retrato de la abuela (óleo 1934), rique Tarazona, los dos primeros, ilustradores de portadas que se asocian al arte nuevo y
pero igualmente pintaba paisajes, escenas y tipos cotidianos. El recrea con su estilo di- autor el segundo de gráfica publicitaria, manifestación visual de la que es Bienvenido
bujístico firme y limpio muchas vistas y recodos del espacio urbano capitaleño. Sus co- Gimbernard un gran maestro. Sus anuncios publicitarios extendidos desde 1919 hasta los
nocimientos pictóricos le llevaron a emplear dos técnicas. Una, llamada tricomonía, era años del 1940 ofrecen una variación temática y estilística que incluye tanto el anuncio
empleo de colores para retocar retratos, luego sometidos a una segunda toma por el fo- comercial, la estampa caricaturesca y el «comic» simple o secuenciado. En sus enfoques,
tógrafo Abelardo Rodríguez Urdaneta. La otra técnica bautizada con el calificativo qui- el autor alterna los mundos sociales, preferenciando la recreación de escenas populares.
koleúm, le sirvió para realizar retratos, entre ellos el de Trujillo y el de Stenio Vincent, Epocas, costumbres, usos y marcas comerciales adquieren categoría de estética comunica-
hechos en 1939. tiva / documental con este formidable maestro del dibujo moderno y muy dominicano.
Autor de dos obras teatrales inéditas, aunque llevadas a escena por la notable actriz Di-
vina Gómez (Casta de Hombres y El Premio Cayó Repartido), Gimbernard participa
como expositor en muestras nacionales organizadas por Díaz Niese, quien escribe a pro-
pósito de una serie de estampas que expone en la Galería Nacional de Bellas Artes con
el título Grandeza y decadencia del ritmo y la galantería. Dada la importancia del análisis del
indicado crítico, se refieren los fragmentos correspondientes al artista y a la obra: «Los
admirables dibujos de Gimbernard, –novedad, depuración, movilidad–, delicadamente
valorados en tonos grises de perfecta gradación, prueban cómo un tema desinteresado,
que no da margen a interpretaciones locales bien definidas, puede tener, caricaturizado
con belleza, su origen y su fin en sí mismo, sin apelar a oportunistas aplicaciones mora-
les, políticas o pedagógicas. Solo una prodigiosa intuición de los valores estéticos pudo
conducir al dibujante a realizar su obra con esta fuerza de expresión, tan intensa, tan mo-
derna, tan refinada, tan verdadera, y, por ello, con caracteres tan perdurables. / Nos in-
quieta pensar a donde podría llegar su fulgurante talento si pudiera desarrollarse bien li-
bremente, ajeno a las truculencias y atrasados prejuicios que aún subsisten en nuestro
medio. Su arte, en apariencia frívolo, es, por el contrario, de una excepcional robustez.
Si requiere, para desenvolverse, gráciles temas, delicados elementos, descubre, en cambio,
agudas e inesperadas relaciones y aplicaciones a quien sabe aislarse un poco del mundo
exterior para buscar, más allá del simple goce visual, la substantifique moelle, es decir, ver-
dadero placer estético. Aludimos, desde luego, a esta serie de dibujos y a algunas de sus
obras de la misma vena, no a su labor de caricaturista periodístico que obliga al artista a
subordinarse a fines utilitarios y le impide realizar el objetivo estético».
Al exigente Díaz Niese le resulta «asombroso e inexplicable que un artista como Bien-
Xavier Amiama|Paisaje banilejo (detalle)|Óleo/madera (restaurado)|29 x 41.5 cms.|C.1930|Col. Centro Cultural Eduardo venido Gimbernard, que frisa ya la cincuentena, pueda encontrar en sí mismo los re-
León Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|354| |355|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|385| cursos espirituales y la habilidad técnica suficiente para operar una renovación tan ra- peramental de un ser humano risueño como en general resulta toda su producción:
Díaz Niese, Rafael.
Op. Cit. dical de todo su arte: Estilo, tendencia, forma. Caricaturizar con belleza, lejos de toda «¿Qué destino habrán tenido aquellos cuadros de su mano en que historió, por épocas
Página 25-26.
Confert. viviente realidad, es hacer arte con singular valentía y dignidad, que no de otro modo sucesivas, nuestros bailes, desde el minué, el vals, la danza y el merengue? / Los recuer-
procedieron los dibujantes del Cerámico, los tallistas de las gárgolas medioevales y de las do bien. ¡De qué suerte admirable y sugestiva, confiriéndole dinamismo a los diseños,
sillerías conventuales, los enluministas de los códices y los misales góticos, o los decora- utilizando sabia y exquisitamente las diagonales, hacía patente los pasos de cada baile has-
dores renacentistas. Porque la visión humorista de la forma, hoy como ayer, bajo todas ta hacer más que fácil su identificación! / Buscaba, me consta, en conjunto, con maravi-
las latitudes, tiene la misma raíz e idéntico fin: cuánta vida en tan exiguo espacio!»|385| llosa intuición, los valores y los tonos, la armonía de colores sobrevendría, al modo que
Bienvenido Gimbernard contrajo nupcias con la dama Concepción Pellerano a inicios en los amaneceres sobre los árboles que van saliendo de las sombras, cae el sol a rauda-
del decenio de 1910, naciendo de esa unión Jacinto (n. 1913), la imagen consubstancial les. / Los pocos que creían adivinar en él una naturaleza desamorada y arisca, de cierto
suya, en opinión de Robles Toledano, quien conoció íntimamente al artista y le dedica que no le conocían. Mal interpretaban sus explosivas violencias verbales».
una carta pública cuando muere en 1971. Robles Toledano traza un ameno perfil tem- Escribe Robles Toledano: «En cierta ocasión dibujaba, semi sentado, en su alto escrito-

Xavier Amiama|Danzantes|Óleo/tela|67 x 83 cms.|1953|Col. Octavio Amiama de Castro. Xavier Amiama|Vendedoras de frutas|Óleo/tela|40 x 50 cms.|Sin fecha|Col. Fidias Amiama Garrido.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|356| |357|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|386| rio, ideado ad hoc por él mismo. De improviso, un tropel ruidoso de niños brotó como
Robles Toledano,
Oscar. una cascada estruendosa de la Escuela de Don Parmenio Troncoso, quien saltó a la pla-
Op. Cit.
Páginas 251-52. zoleta de Regina, sacudiendo estrepitosamente el sosegado rincón colonial. Gimber-
Confert.
nard se aferró, encendido en ira, a las verjas de su casa y gritó: ¡Herodes, por qué te mo-
|387| riste! / Nadie, cuerdo, va a pensar que añoraba la cruel matanza de los inocentes. Era
Amiama de
Castro, Octavio. esa su graciosa manera de ser enfático. / Cuando, indignado contra la sordidez de nues-
Xavier Amiama,
pintor de la tra inmunda politiquería, daba voces y decía: ‘¡Colón!, ¿por qué nos descubriste?’, ex-
noche (...).
Páginas 51-52. presaba lo mucho que quería a este país, en que los hombres públicos se sirven de la
Confert.
Patria y no la sirven jamás».
En su apreciación final sobre el artista Gimbernard, señala el autor: «De todo él trascen-
día un penetrante olor a corazón. A los amigos fallecidos les acariciaba, ya en el féretro,
la cabeza y les apretaba las manos como en un a rivederci, como en una despedida de un
viaje que a su fe, iba a tener seguro retorno o perpetuo reencuentro.|386|
XAVIER AMIAMA. Es la individualidad artística de su generación –la del 1930- más
enigmática, desconocida, legendaria y evasora de la realidad social en la que crece, pro-
voca pasión de toda índole e inicia una obra pictórica moderna, la cual reorienta en
contenidos cuando se refugia en la vecina nación haitiana. En este país contribuye a la
orientación de muchos pintores y se inscribe como uno de los protagonistas del arte
nacional.
Hijo del dominicano José María Amiama y de la cubana Dolores Quezada, miembra de la
élite familiar habanera, Xavier nació en el país materno, en Guantánamo, el 3 de febrero
de 1909. Conflictos políticos determinaron que la pareja Amiama-Quezada decidiera tras-
ladarse a República Dominicana en 1913. En este año alcanzaba Xavielito –como le lla-
maba la familia–, los cuatro años de edad. Su arribo a la tierra paterna estuvo marcada por
el extravío: «Era un niño precioso (…) El mismo día de su arribo a San Pedro de Maco-
rís, ciudad del suroeste que en esos tiempos era la más próspera del país, el niño fue cami-
nando inadvertidamente calle abajo. Distraído al llegar a la esquina, perdió la orientación y
se extravió por completo. Inmersos en la emoción de la llegada, desmontando un copioso
equipaje, no notaron de inmediato su ausencia. Pensaron que estaría por ahí jugando con
sus primos. Cuando vinieron a notar su ausencia, el niño no aparecía por ninguna parte.
Su primo Manuel Antonio, que tenía por esos tiempos 14 años, movilizó a sus buenos ami-
gos macorisanos, quienes lograron encontrarlo en brazos de una señora de color, que afir-
mó haberlo encontrado deambulando y que ella ‘había tomado ese niño tan bello, para evi-
tar que alguien pudiera robárselo, pero sin ninguna mala intención’. Se comprobó que es-
to era así, y la señora pidió que de vez en cuando le dejaran ver ese niño».|387| Xavier Amiama|Crepúsculo|Óleo/cartón|42 x 32 cms.|1960|Col. Octavio Amiama de Castro.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|358| |359|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|388| Desde temprana edad manifiesta Xavier Amiama interés hacia la pintura, preferencian- para los sencillos obreros, pues según quienes le conocieron en esa etapa, era bello co-
Idem.
Páginas 53-56. do esta vocación frente al aprendizaje de la escuela primaria a la que asistía, en la que mo un príncipe y siempre bien vestido, aunque ligeramente petimetre.Además, su men-
Confert.
muestra poca aplicación. Convertido en adolescente comenzó a desatarse de los con- te, concentrada en el arte (…) tenía forzosamente que carecer del poder de concentra-
troles familiares, dando rienda suelta a su temperamento libérrimo que espontáneamen- ción en las cosas mundanas, necesario para ejecutar los detalles de su trabajo, que a él
te le sitúan frente a la aventura. En 1923, teniendo 14 años, abandona familia, escuela y resultaba intrascendente».
ciudad, en compañía de un desconocido ‘hougan’ que se dedicaba a la sanación, reco- De acuerdo al biógrafo: «Xavier optó por montar un pequeño estudio fotográfico en la
rriendo los campos cañeros, quien le convirtió en su asistente hasta que los dos fueron Calle Arzobispo Meriño, con la ayuda de sus hermanos César, Luis y Salvador. César le
apresados por la policía. «Esa estadía en la cárcel fue una de sus mejores experiencias. ayudaba físicamente. Los otros dos económicamente, ya que habían logrado, a pesar de
Enterado su padre del encierro, le hizo soltar reintegrándolo en forma enérgica en su las dificultades y gracias al gran prestigio de la familia, obtener sendos empleos en el
hogar. Pero el joven había tomado gusto a la libertad y a sus recónditos placeres». Des- ministerio de hacienda, donde su tío abuelo Xavier Amiama Urdaneta, había sido va-
pués de enfermar de fiebre maligna y recuperar la salud volvió a escapar.|388| Sus hui- rias veces en el pasado, titular de esa cartera./Pero ni en ese trabajo se sentía totalmen-

das eran continuas hasta que decide ubicarse en la ciudad capital a donde decide vol- te a gusto (…) No se sentía con la misma libertad que en un estudio, creando y refo- |389|
Idem.
ver a la escuela y asumir trabajo. El biógrafo del pintor Octavio Amiama de Castro es- cilándose con sus vivencias y diablillos interiores».|389| Páginas 57-58.
Confert.
tablece: «Entre 1927 y 1928, Xavier, para poder costearse sus estudios y contribuir con En el medio capitalino, el joven Xavier Amiama fue discípulo de varios centros escola-
algo a los gastos de su casa, trabajaba los sábados pagando jornales en el acueducto. res en donde se fortalece más adecuadamente su interés artístico ya que en las mismas
Quienes ejecutaban este tipo de trabajo eran conocidos como ‘listeros’. Este oficio dis- se ofrecen cursos de dibujo impartidos por las señoritas Concha y Dujarric, la primera
gustaba a Xavier, tan presumido y bien vestido como era. Resultaba un poco chocante hija del reconocido Arquímedes de la Concha, y la segunda asociada a la labor forma-

Xavier Amiama|Retrato|Crayon/papel|28 x 20 cms.|1938|Col. Museo George S. Nader. Xavier Amiama|El tamborero|Óleo/tela|Sin fecha|Col. Privada.
Xavier Amiama|Velero en Salinas de Puerto Hermoso Baní|Óleo/cartón|52 x 34 cms.|1931|Col. Fidias Amiama Garrido. Xavier Amiama|Retrato de un hombre|Óleo/cartón|48 x 36 cms.|Sin fecha|Col. Fidias Amiama Garrido.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|360| |361|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|390| tiva que había emprendido Celeste Woss y Gil. Precisamente él se convierte en alum- tiene todo lo necesario para serlo: sentimiento artístico, personalidad y estilo; tres cosas |393|
Amiama, Mieses Burgos,
Manuel A., no de la Academia de Dibujo y Pintura, establecida por la conocida pintora. Aunque que cada una por sí sola, autorizan a uno para poder vaticinar, sobre su claro horizon- Franklin.
testimonio Revista Bahoruco
referido a Octavio también recibió clase particular de Carmita Peña de Ortega Frier|390| –formada en la te, el porvenir risueño que le espera».|393| Nº 186, 17 de
Amiama. Idem. marzo de 1934.
Página 169. escuela de Abelardo–, realmente la decisiva orientación la ejerce la Woss y Gil. «Ella le Durante los años iniciales de la década 1930 alcanza Amiama una formación esmerada, Páginas 15 y 20.
Confert. Confert.
tomó bajo su protección e hizo mucho por él, pero era muy posesiva y celosa. Así pa- sobre todo rodeado de mujeres que protagonizan un abierto activismo feminista y las
|391| saba con muchas mujeres atraídas poderosamente por su encanto, su hermosura y su ta- cuales no dejan de ser espiritualmente importantes en su vida (Celeste Woss y Gil, Car- |394|
Amiama, Octavio. Amiama, Manuel.
Idem. lento».|391| mita Peña, Delia Weber...), la cual finalmente asume el derrotero de la pintura. Duran- Idem.
Páginas 56-60. Páginas 63-64.
Confert. Los juicios críticos evalúan la obra de Amiama en 1934. Expone junto a condiscípulos te varios años consecutivos participa en las muestras que organiza la Academia al con- Confert.

de la Academia Woss y Gil (Fernández Fierro, Carmita Peña, Carmela Fiallo y Delia cluir cada curso, las cuales se montan principalmente en el Ateneo Dominicano. En uno
|392| |395|
Lugo Lovatón, Weber), y de él se opina lo siguiente: «Este joven pone en sus cuadros más de lo que ve de estos eventos es premiada una obra suya. Posiblemente era un cuadro más en rela- Amiama Bonetti,
Ramón. Francisco,
Revista Bahoruco él por dentro y menos de lo que tiene por delante. En sus retratos El muchacho de las pi- ción con la academia, con la inconfundible manera de la Woss y Gil, es decir, una pin- referido por
Nº 178, 20 de Octavio Amiama.
enero de 1934. ñas y en El alfarero, se manifiesta la tendencia a poner en los rostros el alma del que po- tura distinta a la que el joven pintor realizaba para sobrevivir, de género costumbrista Idem.
Página 9. Página 64.
Confert. sa y de verdad que a veces consigue el joven Amiama cumplir su ambición pictórica. que le compraban los turistas y otras personas que le trataban, que simpatizaban con él. Confert.

En el primero de los cuadros mencionados, luce El muchacho de las piñas unos ojos gar- Decidido en el camino artístico, «Amiama se pasaba la mayor parte del tiempo pintan-
zos y en ellos una mirada lejana que es todo un triunfo. Con aquellos ojos, Amiama, do y cantando con su voz de barítono|394| (…) Le decían Rodolfo Valentino. La ma-
como con su cara de niño la señora de Ortega Frier, dejan ampliamente satisfechos a yoría de sus amistades eran mujeres, que vivían enamoradas de él. Solía atraerlas loca-
sus admiradores. La misma negra que figura entre los cuadros de la señora de Ortega mente y también hasta cierta clase de hombres. (…) Vivía y vivió en los altos de la tien-
Frier, la encontramos en los de Amiama. Aunque en distinta posición, hay en todo ello da La Opera, en la Calle El Conde, probablemente en una pensión que había allí. / So-
un franco desarrollo y una técnica que ya sorprendimos en el Muchacho de las piñas a lía sentarse en una cafetería con un grupo de artistas y críticos (…), entre los cuales se
quien Pedrito Contín catalogó de Jesús de la Glebas; ese mismo aire semi distraído y que encontraba Pedro René Contín Aybar. Debido a esas juntas, se rumoraba que él era
parece sea característica generalizada en el joven Amiama. Su retrato de Maruja tiene un igual, pero sin embargo se enamoró de una muchacha muy bonita, se casó y tuvo un
sabor de ciertos cuadros sajones, donde una como niebla, vaguedad herencia de algún hijo con ella».|395|
lejano bisabuelo, nimba la pequeña figura hecha sobre una inspiración cuasi mística.To- Los asedios, las murmuraciones o tal vez alguna relación más o menos formal y la in-
do ello nos obliga a decir que nuestro juicio es: «Que Amiama, para tener tan corto quietud temperamental provocaban que Xavier Amiama escapara hacia Baní, la comu-
tiempo está en completa discrepancia con el adelanto que se dentota en sus cua- nidad de sus ancestros paternos y en donde tenía buenos amigos, entre ellos el poeta
dros».|392| Un segundo juicio lo emite Franklin Mieses Burgos en un texto titulado Héctor Incháustegui Cabral, quien «invariablemente, tronara o venteara, salía los sába-
La labor pictórica de Xavier Amiama Quezada, a quien llama ‘Joven Apeles dominicano’ cu- dos de Ciudad Trujillo a mediodía. Llegaba a Baní en las primeras horas de la tarde y
yos bellos lienzos «son una maravillosa profusión de colores livianos, limpios (…) siem- después de dedicarle su tiempo a la novia Candita y a la familia, se encontraba con sus
pre armónicos en la subterránea relación que los subyuga al estilo personalísimo que, compañeros». El poeta rememora estos encuentros: «A las diez el vecindario dormía. So-
como un gesto del espirítu se empina por encima de toda obra magnifica». Mieses Bur- bre la calle la casa iluminada arrojaba amarillos rectángulos de luz. En el parque estaba
gos enfoca el Muchacho vendedor de piñas (óleo 1934) donde no hay pirotecnia en los to- esperándome el grupo (…). Reuníamos los centavos que teníamos, pocas veces pesos,
nos subidos, sino técnica simple y perfecta para ser un buen lienzo. Hay otros más, se- y nos metíamos en la trastienda de una pulpería (…) Y era ron lo que bebíamos, con
ñala: El alfarero, La cara de una negra y El muchacho de las tinajas, prototipo del mestizaje queso, queso salado, que sabía a vaca; pedazos de salchichón y pan cuando apretaba el
isleño «sin nada de abarrotamiento. Todo limpio, mesurado. Sin infúla de generalidad. hambre. Los días grandes nos visitaban salchichas ensartadas en palillo de dudosa lim-
(…) Xavier Amiama Quezada es una esperanza, una verdadera esperanza pictórica; pues pieza. / Poníamos en medio un cajón, encima la botella y los vasos. En un grasiento pa-
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|362| |363|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

pel el acompañamiento de turno. Nos sentábamos en cajones que a veces nos mordían
las asentaderas o en sillas rústicas de palma».
Recordando aquellos encuentros de Baní y de su grupo de amigos, Incháustegui Ca-
bral habla de las discusiones: «Dios fue durante muchas semanas el tema (…). Pero siem-
pre Dios, el mismo Dios que discutíamos metía su mano y venía otra botella. / Casi
nunca llegábamos a la borrachera. A las doce nos echaban de la pulpería, cansados de
oírnos disputar y sin estar ganando mayor cosa. Levantábamos el campamento en el par-
que. Con el aire fresco de la noche, en medio de la oscuridad, hacía rato que el pueblo
estaba sin luz que suspendían a las once, cambiaban los temas. Hablábamos generalmen-
te muy mal del amor, de su cola de celos, adulterios, locuras, pero en el corazón sabía-
mos que estábamos mintiendo, quien menos andaba enamorado por ahí y tenía fe en

Xavier Amiama|Joven haitiana|Óleo/tela|52 x 42.5 cms.|1940|Col. Octavio Amiama de Castro. Xavier Amiama|La mujer del tambor|Óleo/tela|Sin fecha|Col. Privada.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|364| |365|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|396| la amada y fe en el amor (…). Las discusiones si interrumpían a propósito de uno de


Incháustegui
Cabral, Héctor. los amigos. Desentonábamos un tango que tenía que ser viejo para que supiera a pasa-
El Pozo Muerto.
Páginas 31-33. do añorado, o canciones románticas del momento. / En los días en que tuvo en Baní
Confert.
una larga temporada el pintor Xavier Amiama, él cantaba y nosotros le acompañábamos
|*| tímidamente. Tenía una hermosa voz bien timbrada, varonil. Las escasas personas que
Federico
Germán. pasaban por allí se detenían atraídos por el canto».|396|
Las canciones de Carlos Gardel, reinterpretadas a preferencia, a capella y durante mu-
|397|
Idem. chos momentos de sumersión del pintor en el poblado banilejo, coronaban más de una
Páginas 34-35.
Confert. relación que incluía el ejercicio pictórico. Aquí encontró argumentos ideológico y te-
mático para formular una obra moderna, sobre todo volcada en el entorno territorial.
Esta visión paisajística se asociaba indudablemente a los temas que, de acuerdo a In-
cháustegui Cabral, discutía el grupo de la bohemia de Baní, entre 1929-1933: «El ron
bebido así en la oscuridad, a boca de botella, cambia de gusto (…). En la sombra se oía
resoplar a Federico* después de cada trago. Otros, para quitarse el mal sabor de la bo-
ca gritaban:‘¡Que bueno es estar vivo!’ / Y como no veíamos casi nada: las sombras fla-
cas de las acacias sin hojas, el bulto redondo de los laureles que el viento mecía suave-
mente recortado contra el cielo, lo natural es que se hablara del paisaje.../¿Es el paisaje
y hasta la figura del paisaje una consecuencia del arte, o por el contrario es el arte el
que conforma paisajes y figuras? La culpa de la disparidad de criterio la tenía Oscar Wil-
de.Todos le habíamos leído. Cada quien tomaba partido y la discusión volvía a encen-
derse bajo la noche. / Yo me reía de la pretensión de Wilde.Allá los ingleses cuyas pues-
tas de sol necesitan las indicaciones de los artistas.Aquí en el Trópico el sol para poner-
se o para levantarse no pide consejos a nadie, no necesita que le señale la moda los co-
lores que debe emplear».
Cuenta Incháustegui Cabral que en este punto del trópico «Se objetaba: las puestas de
sol es posible que sean iguales desde que el mundo es mundo, con las indispensables va-
riaciones de estación y latitud pero el hombre sólo ve lo que le meten por los ojos. No
hay duda de que hemos visto más puestas de sol en almanaques malos o en buena pin-
tura que en la realidad. El arte lo que hace es indicarle al observador cuáles son los co-
lores que debe apreciar, las nubecillas de nácar que ha de tener en cuenta, el grado de
arrebol que debe percibir: No es al pie de la letra una imitación, es más bien una limi-
tación, y las fronteras a la realidad, las traza el arte, y con el arte nacen las modas y los
modos de expresión humana.Apreciar es también, en cierto modo, expresarse...».|397|
La conclusión a la que se llegaba con aquella polémica sobre el paisaje y el arte era ro-
tunda: el país demandaba que lo vieran con mejores ojos, «que se le retrate más adecua- Xavier Amiama|Retrato de una niña|Óleo/cartón|54 x 46 cms.|Sin fecha|Col. Miguel Terc.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|366| |367|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|398| damente, que se le ame con ardor y conciencia», y, en consecuencia, que el arte debía tiago de los Caballeros en donde su colega Federico Izquierdo le ayuda a vender algu- |401|
Idem. Amiama, Octavio.
Páginas 36-37. ponerse al servicio de la realidad y ser más nacional acondicionándose a su medio.|398| nos cuadros. Es posible que la decisión de viajar a la hermana nación obedeciera a su Op. Cit.
Confert. Página 78.
Cuando llegaban al tema, sobre todo el poeta Incháustegui hablaba para el pintor ami- temperamento inquieto, aventurero; o tal vez a la intención de usar Cabo Haitiano o Confert.

|399| go, quien de tarde en tarde «recibía una misteriosa remesa de la capital» de la que ex- Puerto Príncipe como puente para viajar al extranjero. El único biógrafo del pintor, su
Idem. |402|
Página 47. traía su contribución para los tragos que a veces se celebraban en el barrio alegre, en pariente Octavio Amiama de Castro, reúne diversas motivaciones. Una de mucho peso Idem.
Confert. Página 79.
donde había mujeres y baile.|399| fue la desgracia que envolvió a la familia cuando a raíz de la campaña reeleccionista de Confert.

|400| Aquellas discusiones sobre arte y nacionalidad influyeron en el espíritu moderno y recep- Trujillo, en 1934, el padre del artista publicó un artículo en el Listín Diario, en el que
Herrera Cabral, |403|
César. tivo de Xavier Amiama, quien «pintaba flamboyanes y rincones del pueblo» y por igual ripostaba, acogido a la Constitución, la opinión de otro articulista que planteaba que el Amiama, Ibrahim.
Referido por referencia en
Octavio Amiama. las tierras colindantes con sus casas de tablas de palma iluminadas por un sol abrazador. En gobernante no tenía necesidad de acudir a la confirmación de las urnas, porque desde Amiama de Castro
Op. Cit. Op. Cit.
Página 71. Baní «tuvo varios romances y noviazgos como pareció ocurrir con unas jóvenes llamadas ya la voluntad popular lo daba por reelecto. La reelección de Trujillo fue trágica para la Página 80.
Confert. Confert.
Cucusa Martínez y Gloria Santana. Luego se llevó a Amparo Garrido»,|400| una hermo- familia Amiama Quezada al ser destituido el padre de su «modesto pero cómodo cargo
en el Ayuntamiento (…). Nunca más consiguió trabajo».|401| La miseria y la tragedia |404|
Sejourné, Bernard.
se apoderó del hogar con la muerte de una de las hijas, seducida, rechazada y humilla- Citado por
Amiama de Castro
da. La ojeriza de los trujillistas recayó sobre ellos. La muerte de José María Amiama ace- en Op. Cit.
Idem.
leró el desmembramiento de la viuda y los hijos, en un momento en que Xavier esta- Confert.

ba ubicado en la capital haitiana.|402|


Los hermanos Amiama Quezada eran siete. Uno de ellos, Ibrahim, testimonia que Tru-
jillo quería eliminar a Xavier «por celos de una mujer. Primero se escondió. Luego de-
cidió escapar»;|403| aunque se rumoró que la razón que le llevó a refugiarse en Haití
fue que el dictador sabía que él era amante de Porfirio Rubirosa, quien se disponía a
contraer matrimonio con Flor de Oro Trujillo. La presencia del pintor «se hizo eviden-
temente molesta».|404|
Después de recibir ayuda para cruzar la frontera dominico-haitiana, Xavier Amiama se
había instalado en una pensión de Puerto Príncipe, dedicándose a pintar en su modes-
ta habitación, exhibiendo sus cuadros en el vestíbulo del Theatre Rex, para darse a co-
nocer y encontrar recursos económicos para subsistir. Esta improvisada muestra perso-
nal provoca la demanda docente de varias familias, lo que le lleva a instalar un taller-es-
sura de muchacha cuyos padres se opusieron al romance. Se vio forzado a llevársela a San- cuela. El escándalo de la sanguinaria matanza de miles de haitianos ordenada por Tru-
to Domingo, donde contrajo matrimonio, conviviendo durante cinco meses, «hasta que jillo en el territorio dominicano no afectó la labor del artista, aunque es probable que
el deseo de errar se apoderó nuevamente de él. Entonces llevó a su joven esposa al pue- aquel hecho y el rumor de que el tirano iba a invadir el territorio haitiano, provocaran
blecito de ella, pidiéndole que lo esperara, mientras iba a Haití por unos días. Nunca más en su ánimo algún temor. De todas maneras, el pintor permanece en el hermano país
volvió a verla ni conoció al hijo procreado, llamado Fidias». y al inicio del 1940 organiza una muestra de sus alumnos en el Círculo de Puerto Prín-
Xavier Amiama viaja al vecino Haití hacia el 1935, realizando una breve estadía en San- cipe, exhibiendo también un conjunto de cuadros personales, en el cual se transcriben
algunos temas relacionados con la nueva realidad a la que se asocia. Algunas vistas de la
Xavier Amiama|Naturales muerta|Óleo/cartón|46 x 61 cms.|Sin fecha|Col. Fidias Amiama Garrido. capital del país, de sus costas marinas y de personajes nacionales ofrecen la natural adap-
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|368| |369|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|405| tación de su mirada y de su estilo pictórico que mezcla realismo con soluciones impre- celebraba el pintor cada 3 de febrero, fecha de su natalicio, registradas por lo regular en |409|
Martial Seide, De Witt, Peter.
referido por sionistas. Cuando a raíz de las reuniones con pintores que frecuentemente acuden a su el Centre D’Art. Precisamente, De Witt Peters, a quien se le atribuye la fundación for- Texto crítico de
Octavio Amiama. 1955, referido por
Op. Cit. taller, surge la idea de un Centro de Arte en Puerto Príncipe, el cual formaliza De Witt mal de esta institución y quien era su director, también comenta otra muestra personal Octavio Amiama.
Página 111. Op. Cit.
Confert. Peters en 1944, Xavier Amiama figura entre los artistas fundadores, otorgándosele ran- del artista: «Xavier Amiama pinta con una vivacidad –con brío– las escenas de la vida Páginas 119-20.
Confert.
go de artista haitiano y de activista del movimiento de la pintura de esa nación. En es- de las masas haitianas y con frecuencia embauca a sus vecinos de Belosse para que le sir-
|406|
Weber, Jacqueline, te sentido, se expresa la opinión reconfirmatoria de Martial Seide: «En su momento se van de modelos. / Su sentido del movimiento y de búsqueda de luz, le caracteriza co- |410|
referida por Amiama, Octavio.
Octavio Amiama. le tenía como el mejor pintor haitiano».|405| mo el más puro de los pintores impresionistas del movimiento contemporáneo de Hai- Idem.
Idem. Página 147.
Página 121. El enjuiciamiento de Jacqueline Weber amplía el nexo del pintor con Haití: «Y el jo- tí, no obstante ser nacido en el extranjero. / Su importante lienzo Invocation a L’Assotor Confert.
Confert.
ven pintor prodigio, llegado hace una veintena de años de la vecina República, bello caracteriza el género en el cual el pintor evoluciona con la mayor desenvoltura: ritmos
|411|
|407| como un Dios, tiene la frente coronada de flores radiantes prestas a marchitarse, a fran- de llama, dramáticos colores y candilejas teatrales. / El ha establecido una casi tradición Idem.
Valldeperes, Página 15.
Manuel. quear el Rubicón (…).Y tras él la fama. Artista, bohemio, sublime vagabundo, Amiama en el Centro de Arte: la de celebrar anualmente, en la fecha aniversaria de su nacimien- Confert.
El Caribe, 29 de
marzo de 1968. pincela sus telas como cincelaba sus versos Baudelaire. El poeta de las Flores del mal lo to una exposición con las últimas producciones...».|409|
Página 5.
Confert. habría llamado sonrientemente ‘Mi hermano’. / Que le sea agradecido al haber elegi- Individualidad de doble costado existencial, Xavier Amiama es el único artista que se
do a Haití como 2da patria y de profundizar cada día el ritmo embriagador de nues- asocia a todo el territorio isleño, con un ciclo productivo inicial dominicano (1930-
|408|
Weber, Jacqueline, tros tambores, los rápidos de nuestros ríos, el contonearse de nuestras campesinas, las pu- 1935) y una extensa etapa haitiana comprendida entre 1935-1969, falleciendo en este
referida por
Octavio Amiama. pilas de fuego de sus machos y los acentos patéticos de su arte».|406| último año. Su biógrafo Amiama de Castro lo llama ‘Pintor de Tres Banderas’,|410|
Op. Cit.
Página 121. Una muestra de pintores haitianos celebrada en Santo Domingo permite que Valldepe- porque nació en Cuba, se formó en Santo Domingo y se trasladó a Haití donde madu-
Confert.
res se refiera a Xavier Amiama y a Antonio Salen, nacidos en el país: «Las obras exhibi- ra como artista. «Por esas razones, en su poco concurrido entierro, el modesto féretro
das en esta oportunidad comprenden entre otros, los nombres de Joseph Jacobo, Dicu- que le proporcionaron sus amigos, fue cubierto con tres banderas, las de aquellas nacio-
domé Cedor, Luckner Lazar, Roaul Viard, Denis Emile, Lucien Price, Petion Savain, nes del Caribe que le vieron nacer, crecer y morir».|411|
además de los dominicanos Xavier Amiama y Antonio Salen que viven en Haití y que
desde hace muchos años participan activamente en los movimientos de la pintura hai-
tiana, que no ha dejado de ser espontánea a pesar de su modernización (...) / Amiama
y Salen están situados en zonas muy distanciadas. El primero cultiva un romanticismo
de tipo moderno que propicia la renovación de las viejas formas. Podríamos decir que
su arte es un sentimiento. Salen, en cambio, es un pintor refinado, entregado a las más
puras formas».|407|
Asentado definitivamente en Haití, aquí reconfirmó el artista la aventura de su vida bi-
sexuada, llena de amoríos más pasajeros que permanentes, marcada por la bohemia y las
murmuraciones de «los moralistas, esa gente a veces tristes y rígidos, sin indulgencia pa-
ra los demás», como bien escribe Jacqueline Weber, la crítica hatiana que se declara «apa-
sionadamente enamorada de la obra de Amiama cuyo toque es tan vigoroso (...), es tan
personal y vivo que puede creerse que los personajes creados por su imaginación faná-
tica y fijados por su pincel mágico pueden respirar, sufrir, suspirar y amar».|408| La We-
ber escribe a propósito de una de las individuales que, como un rito conmemorativo,
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|370| |371|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

3|4 Un núcleo de mujeres pintoras terpretar los asuntos temáticos. Su gran maestra fue Celeste Woss y Gil, aunque también |414|
Franco Vda. Suro,
recibió orientación de Carmita Peña y de otras docentes que le iniciaron en la materia Maruxa.
Referida por
artística en los centros de la escolaridad regular. Ana Mitila Lora.
Op. Cit.
La generación a la que pertenece Amiama se desenvuelve en una época difícil para Confert.

quien decide ser artista; y serlo era una desgracia para las familias que de repente des-
|415|
cubrían esa vocación en algún descendiente. «La gente veía a los pintores como perso- De Woss y Gil,
Ana, dato ofrecido
nas con ideas locas, incapaces de producir recursos para vivir (…) y los veían con tris- verbalmente al
subscribiente en
teza y creían que los cuadros eran para regalar».|414| Los que decididamente se arries- julio del 2000.
Confert.
gaban a la alegría y al dolor en un medio social limitadísimo, enfrentaban privaciones y
lo peor:Al escarnio cuando los rígidos moralistas advertían que al arte sumaban sus cul-
tores la subversión de las normas más convencionales.
En una época en que se fusionan la etiquetada moral victoriana con el código de la rec-
titud fascista del trujillismo, las ojerizas de la fiscalización pública no perdonaban que
un pintor como Amiama fuera un libérrimo de corazón, o que una dama tan distingui-
da como la Woss y Gil, no solo pintara desnudos y fuera feminista, sino que viviera co-
mo esposa en casa aparte y que celebrara su divorcio con un festivo pasadía siendo su
exconsorte el principal invitado. La separación de los esposos había sido por mutuo
acuerdo.|415|
En medio de una sociedad encabezada por hipócritas, orientándose con una doctrina
ultraderechista y con un rancio machismo que fortalecía la figura de un jefe supremo,
le era difícil a los hombres disentir con su libertad de comportamiento y más a las mu-
jeres, cuyas únicas vías de desenvolvimiento era ser amas de casa o maestra escolar cuan-
do no se arriesgaban a asumir cualquier profesión liberal como la del arte, en la que
|412| A más de su decidida y firme vocación artística, varios factores influyeron en la inicial
Revista muchas de las que exploraron este campo depusieron la vocación. Las pocas mujeres
Cosmopolita manera pronunciativa de Xavier Amiama, comprendida entre 1930 y 1935, que es su
de 1934. que se quedaron militando, sobre todo en la pintura, se individualizan en comporta-
Confert. etapa dominicana. Un factor es el nexo de su pintura con la del también juvenil Yoryi
mientos como los siguientes: algunas asumen el magisterio, ejerciendo en muchos ca-
Morel, cuya notable exposición del 1932 estimuló un cambio en los pinceles, «con una
|413| sos el profesorado en dibujo; casadas o no, otras continúan realizando una obra pictóri-
Hernández Franco. técnica que da mayor relieve»|412| «y resuelve el problema del trópico (...), lo que ese
Tomás. ca en el hogar, recluidas en la soledad, situación que no las priva de ser reconocidas co-
La Opinión, trópico nuestro tiene de luminoso».|413| Un segundo factor es la vinculación que él
1932. Op. Cit. mo artistas mujeres; unas terceras ofrecen más de un desenvolvimiento social, incluido
Confert. establece en Baní como integrante de un grupo que en sus discusiones reflexiona so-
el activismo público de la pintura; un aspecto común a casi todas es que transitan de la
bre la literatura y la pintura, subrayando la necesidad de que el arte se acondicionara a
Academia de Abelardo a la Academia de la Woss y Gil, reflejando la producción una do-
la realidad, para que fuera arte nacional. El tercer factor es la relación de Amiama con
ble señal estilística.
varias mujeres decisivas en el aprendizaje de las técnicas de dibujar, de pintar y de rein-
Asociadas en el género, en la similar escolaridad y en el arte, no obstante, se diferencian
como féminas que se desenvuelven con las personales referencias. Estas otras mujeres
Genoveva Báez|Marina|Óleo/madera|56 x 81 cms.|1978|Col. Marcelo Vargas. que se nuclean con las notables pintoras Woss y Gil e Ibarra son parte de la generación
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|372| |373|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

artística del 1930. Ellas sobreviven como nombres familiares, a veces marginadas, casi reas, / porque pulida o burda, tosca o fina/ tendrá sobre mi barro la huella de tu ma- |416|
Carmen Natalia,
olvidadas. Ellas son: Genoveva Báez, Margarita Billini, Carmencita Hernández, Carmi- no, / y tu mano es divina...».|416| fragmentos de
Alfarero Celeste,
ta Peña, Rosalydia Ureña Alfau, Americana Valdes y Delia Weber, entre otras, parecen GENOVEVA BÁEZ (1895-1980) estudió con Celeste Woss y Gil, luego de una tem- referencia en
Manuel Rueda
coincidir con el canto Alfarero Celeste que escribiera Carmen Natalia, poeta-mujer cu- prana orientación en la academia de Rodríguez Urdaneta. Ella se convierte en un ca- Dos Siglos de
Literatura (...)
ya voz solitaria comienza a escucharse precisamente en el mismo decenio. El canto pro- so curioso en el quehacer del arte dominicano, debido al enclaustramiento hogareño y Poesía II.
Páginas 180-82.
clama: «Alfarero Celeste: / Yo soy un pobre trozo de barro no cocido... / Pero al través barrial en el que desenvolvió su vida de mujer educada familiarmente por tías religio- Confert.

del barro posa mi voz de lluvia, / y la arcilla está blanda para el contorno vivo». sas, las cuales le inculcaron un apacible y metódico catolicismo de práctica cotidiana.
«Seré como tú quieras que yo sea: / ánfora de fino cuello, esbelta y suave, / o una de esas Además, porque se aferró a una soltería compensada en la vocación pictórica, fuerte, ac-
viejas toscas y sin belleza, / donde a sorbos cansados / bebe calladamente la pobreza...» tiva, cultivada en la soledad de los muros de la vivienda colonial en que siempre vivió
«Alfarero Celeste, date prisa, / Porque un viento de locura, puede secar la arcilla / an- hasta su muerte. Nunca realizó una exposición individual. Apenas se recuerda una par-
tes de que tus manos le den forma pura. / Modélame a tu antojo, hazme como tu quie- ticipación suya en muestras colectivas, pero fue conocida y estimada por un sector so-

Genoveva Báez|Vista de la Casa del Tostado|Óleo/cartón|50 x 60 cms.|Sin fecha|Col. Museo de la Familia Dominicana. Genoveva Báez|Antigua Casa del Tostado|Óleo/cartón|50 x 60 cms.|Sin fecha|Col. Museo de la Familia Dominicana.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|374| |375|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

cial que estuvo pendiente de su producción: coleccionistas, gente de iglesia, vecinos y mar la pintura de género o costumbrista, por cuyo sendero dan los primeros pasos casi |417|
Hasbún, Judet.
lejanos parientes que buscando despojarla de los bienes heredados lograron incautarle todos los pintores».|417| El Caribe,
Suplemento de 12
gran parte de los cuadros que reservaba como colección patrimonial, entre ellos cua- En la academia abelardoniana, Genoveva Báez aprendió la manera de reproducir iconos de julio de 1980.
Confert.
dros de su autoría. pictóricos, lo cual era el más tradicional método de la escolaridad artística, salvo los casos
Mujer artista caracterizada por la mansedumbre, madurada a plenitud hasta el término de pintores que como Alejandro Bonilla (1820-1901), recreaban de memoria asuntos y
octagenario de la existencia, esa condición la revela en su obra pictórica más significa- personajes que les fueron conocidos, que recordaban con cierta clarividencia. En cuanto
tiva. Es la ceñida a un peculiar interiorismo de recinto habitual que alternó con otro ti- a la Báez, el método de la reproducción le permitió pintar muchas veces el cuadro anó-
po del hacer pictórico, impuesto por la demanda, o respondida por la complacencia nimo de la Virgen de la Altagracia que data del siglo XVII, y cuyo original forma parte de
personal de pintar como otro acto de fe religiosa. la pinacoteca de la Catedral Primada. De la misma manera que repitió esa pintura religio-
La pintora Genoveva Báez nació en la ciudad capital, residiendo en la zona intramuros sa, también reprodujo uno de los retratos de Duarte, realizado por Bonilla y otros cuadros
definida por los trazados y las viejas edificaciones coloniales. La ubicación en este me- realizados por encargo. En algunas ocasiones hizo réplicas de obras personales.

dio ambiente –establece Judet Hasbún– «era los estrechos espacios formados por los in- Independientemente de la tarea de la copia pictórica ajena, Genoveva Báez fue una ex-
teriores de su casa hasta el balcón. Fuera de él lo complementa el convento de los do- celente retratista. Explica el crítico Hasbún: «sus parientes más cercanos y los niños que
minicos, el Colegio La Salle y los caserones antiguos donde estaba la Casa de España. se criaron en su derredor le hicieron permanecer largas horas frente a su caballete. Al-
Aparte de ese ambiente tan cerrado, se conocen pocos desplazamientos a otros sitios a gunos retratos como el de su madre fueron pintados posando, o sea al natural, pero la
donde ella pudo haber dado rienda suelta a su imaginación y a su capacidad artística mayoría fueron improvisados, aprovechando una posición distraída o una postura ele-
(...). Este encierro cuasi obligado, o tal vez deliberado, la hicieron olvidarse o desesti- gante de los retratados.Todos poseen la virtud de representar con verdadera fidelidad la

Genoveva Báez|Pucho|Óleo/cartón|39.5 x 51cms.|Sin fecha|Col. Marcelo Vargas. Genoveva Báez|Mellizas Chita y Mayán Báez|Óleo/cartón|34 x 46 cms.|1940|Col. Marcelo Vargas.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|376| |377|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

fisonomía de las personas (...). Sin embargo, esta cualidad de retratista no la explotó al |418|
Idem.
máximo».|418| Confert.

La pintura más representativa de Genoveva Báez, es la que revela su carácter interioris-


ta, su espíritu resarcido en un discurso pictórico solitario. Es pintura que se relaciona a
la topografía hogareña, a veces expandida fuera del ámbito como ocurre con su obra
Catedral de Santo Domingo: nave lateral. En su enfoque hogareño y tipográfico se vuelca
hacia todos los ángulos espaciales, mostrando un preferencia por el patio-jardín. Ella
cultiva el tema con una frescura descriptiva del recinto, en donde aire, luz, flora, arqui-
tectura y otros elementos son conjugados con tonos cromáticos suaves y lánguidos.
Centrada en ese solitario interiorismo, esta pintura suya asume una poética naturalista
sin precedente comparable en nuestra historia artística.

Genoveva Báez|Patio del hogar de los Báez|Óleo/canvas|63 x 40.5 cms.|1970|Col. Marcelo Vargas. Genoveva Báez|Vista del patio de los Báez|Óleo/cartón|55.5 x 76.5 cms.|1950|Col. Marcelo Vargas.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|378| |379|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

MARGARITA BILLINI (1909-1990) perteneció también a la última generación dividuales que celebró en vida. Su última presentación personal fue en marzo de 1990, |419|
Ugarte, María.
que se asoció a la escolaridad abelardiana, con la característica de convertirse en una falleciendo meses después. El Caribe.
Suplemento.
pintora activa, permanente, aunque atrapada tanto en el ambiente del hogar como en la Enferma, en silla de ruedas y sumergida entre las pertenencias de su amplia vivienda fa- 19 de septiembre
de 1992.
recreación documental de la añeja monumentalidad capitalina. miliar, ella pintó hasta el último momento. En su haber muchos cuadros paisajísticos. Confert.

Espíritu selecto, sensible y conocedora de la historia y del arte, Margarita Billini laboró su Paisajes dominicanos todos ellos, plenos de luz y de alegría en los que el mar, el valle o
pintura durante largas décadas, en el autorrecogimiento que la Familia Fiallo Billini se im- la montaña han sido trazado no solo con oficio, sino también con amor.
puso frente al régimen dictatorial de Trujillo. Ella estaba casada con Antinoe Fiallo Rodrí- La crítica María Ugarte,|419| con conocimiento de la pintora y de sus producción nos di-
guez (1903-1991) formado también en la Academia de Abelardo, autor de paisajes y retra- ce que en los paisajes, los «Colores manejados con pinceladas hábiles captaron el amanecer
tos familiares. Él y su familia eran desafectos silenciosos del régimen que imperaba en el país. y el crepúsculo, el discurrir de un arroyo o la plenitud del mar. Pero son quizás los árboles
La franca pero callada divergencia política de los Fiallo Billini determinaba que la pin- y las flores quienes protagonizan los lienzos de esta pintora tan amante de la naturaleza co-
tora Margarita Billini no apareciera en los registros oficiales del quehacer artístico, co- mo de las piedras centenarias que constituyen nuestro rico acervo arquitectónico». En efec-

nociéndose la pintura suya en los círculos de amigos, parientes, y a posterioridad de los to, Margarita Billini se distinguió sobre todo por una pintura documental o reproductora de
30 años de dictadura, cuando es invitada a participar en muestras colectivas y realiza ex- remotas construcciones, más de las veces tratados como imágenes de la memoria perdida.
posiciones personales. Cuando el Museo de Arte Moderno acepta la iniciativa de Alet- En sus cuadros más conocidos, ella enfoca monumentos diversos concebidos como se
te Simons de organizar la Exposición Santo Domingo La Mujer y El Arte 1978, se in- percibían en determinados ambientes de antaño. «Aparte de sus valores estéticos estas
cluyen tres obras de Margarita Billini: Nocturno (óleo 1977), Bodegón (óleo 1968) y Mar- obras (...) representan hoy día un testimonio válido de la arquitectura colonial, debido
garitas (óleo 1968). Para entonces ella había registrado una de las tres exposiciones in- a que ella, respetuosa siempre de la verdad, se inspiraba en modelos auténticos, princi-

Genoveva Báez|Floral|Óleo/tela|50 x 35.5 cms.|Sin fecha|Col. Marcelo Vargas. Margarita Billini|Rostro|Lápiz/papel|23.5 x 17.5 cms.|1921|Col. Museo de Arte Moderno.
Genoveva Báez|Esperando el carro|Óleo/madera|50 x 35.5 cms.|1940|Col. Marcelo Vargas. Margarita Billini|Perfil|Lápiz/papel|22.5 x 14.5 cms.|C.1920|Col. Museo de Arte Moderno.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|380| |381|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

palmente, gráficas antiguas, tales como viejas fotografías de las cuales había logrado reu- |420|
Ugarte, María.
nir una importante colección».A las apreciaciones citadas añade la Ugarte: «Los recuer- El Caribe,
Suplemento,
dos tienen el poder de trasladarnos a otro mundo y los cuadros de margarita Billini lle- 19 de septiembre
de 1992.
van de la mano para recrearnos con los viejos tiempos de la colonia o para observar jun- Confert.

to a ellos, algunos motivos simples, pero no por ello menos interesantes».|420| Ella fue
realmente desde los años de 1930 una traductora permanente del habitat más añejo de
la nativa ciudad que sus ojos retuvieron para entonces, no como fue transformándose.
CARMENCITA HERNÁNDEZ, también oriunda de la ciudad capital, en donde
nació probablemente entre finales de la década de 1910 y principio de la siguiente, era
reconocida como pintora y docente, sobre todo al dedicarse a la enseñanza artística pa-
ra niñas y niños. Ella puede ser considerada una de las primeras maestras dominicanas

de la creatividad infantil, poseyendo la escuela-taller en la calle Arzobispo Nouel, en la |421|


Jiménez,
Zona Colonial. En este centro educativo recibió Marianela Jiménez su primera orien- Marianela.
Testimonio verbal
tación cuando era una infante que no alcanzaba los diez años.|421| al subscribiente,
año 1999.
El plantel que dirigía Carmencita Hernández era reconocido con el nombre Escuela de Confert.

Dibujo y Pintura Ramfis, apodo este último del hijo mayor del dictador que gobernaba
el país. Su directora había realizado su formación artística en la Academia de Rodríguez

Margarita Billini|Casa calle Sánchez #52|Óleo/cartón|77 x 50 cms.|1968|Col. Familia Fiallo Billini. Margarita Billini|Fuerte San Gil|Óleo/tela|47 x 71 cms.|1982|Col. Familia Fiallo Billini.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|382| |383|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|422| Urdaneta y había alcanzado la reputación necesaria para que fuera designada, en 1939, nal alcanzaba definiciones significativas. En la ciudad de los rascacielos muere en 1962. |424|
Memoria de 1939, Amiama, Manuel
de la Secretaría de miembra de la comisión que integraron además Delia Weber y Virginia Dubreil, para CARMITA PEÑA, al igual que Carmencita Hernández Peña, Margarita Billini y Geno- A., testimonio
Educación. referido por
Página 179. evaluar al alumnado de la Academia que dirigía la Woss y Gil.|422|En 1941, con moti- veva Báez, estudia en la Academia de Abelardo, continuando su formación con Celeste Woss Octavio Amiama,
Confert. Op. Cit.
vo de la Exposición Nacional curada por Díaz Niese, ella es seleccionada para participar y Gil, probablemente cuando esta maestra abrió su Estudio Escuela en los años 1924-1928, Página 61.
Confert.
con paisajes dominicanos, uno de los cuales, titulado Antes de la lluvia (óleo 1940), pre- ya que a inicios de la década del treinta ella es maestra particular de Xavier Amiama. Sobre
sentado también en la Segunda Bienal, celebrada en 1944. El Catálogo que se edita en esta relación se transcribe el siguiente testimonio que refiere Octavio Amiama: «No puedo |425|
Idem.
relación a este evento, se anotan los datos siguientes: «Hernandez de Adler, Carmencita. asegurar que Xavier fuera alumno de Abelardo Rodríguez Urdaneta. Como este murió en Página 73.
Confert.
Nació en Ciudad Trujillo. Hizo sus primeros estudios artísticos bajo la dirección del 1933, es posible. Pero de quien estoy seguro que (...) sus maestros fueron: Doña Carmen Pe-
maestro Abelardo Rodríguez Urdaneta. Ha expuesto en esta ciudad, en Santiago de los ña, la que fuera esposa de mi gran amigo Lic. Julio Ortega Frier, y Celeste Woss y Gil Ri- |426|
Amiama, Octavio.
Caballeros y en el Riverside Museum de Nueva York. Fue profesora de dibujo de la Es- cart.|424| / Doña Carmita lo quería como un hijo y le hizo un retrato muy bueno que me Op. Cit.
Página 157.
cuela Normal de Señoritas. Actualmente es dibujante de la Comisión de Límites Geo- regaló posteriormente.Yo consideré justo que lo tuviera su hijo Fidias y se lo regalé».|425| Confert.

A las notas testimoniales que se han citado, Octavio Amiama agrega: «Conozco cuatro
|427|
retratos de Xavier (...) El cuarto de Carmita Peña lo posee su hijo unigénito Fidias, los Matos Díaz.
La Fisonomía,
rasgos en él son acentuados, pero no llegan a constituir una supramáscara, como un de- la Caricatura
y la Risa.
corado tenebroso que se suele superponer al dulcíneo rostro original del artista, como Página 75.
Confert.
señala Wilde ocurría a su personaje Dorian Gray.|426|
Nacida en Santo Domingo e hija de José Peña y Carmen Julia Henríquez, se desconocen |428|
Lugo Lovatón,
públicamente las obras de Carmen Peña. En relación a su ejercicio y obra, el único juicio Ramón.
Revista Bahoruco
que se tiene al alcance lo ofrece Eduardo Matos Díaz, quien al reproducir una caricatura que Nº 178, 20 de
enero de 1939.
le hiciera, anota que sus cuadros, que aún se conservan son un impresionante exponente de Página 9.
Confert.
la sensibilidad de nuestras mujeres. Sus óleos que no carecen de singular originalidad reve-
lan talento pictórico y moderado academicismo que la coloca entre las más notables pinto-
ras dominicanas del presente siglo.|427| Este criterio corrobora con el emitido por Ramón
Lugo Lovatón en 1934, el cual señala: «Carmita Peña de Ortega Frier se gasta como estu-
diante de pintura, una desenvoltura en sus ejecuciones, que mañana, no hay duda, podrá
conquistar un triunfo resonante en la carrera que ahora emprende. En sus retratos hay mu-
cho de los retratados y bastante de ella. Me impresiona, por ejemplo, su retrato de Ayda Con-
|423| gráficos Nacionales. En 1939 ilustró los manuales de Infantería del Ejército Nacional. tín con su atrevimiento de ciertas escuelas francesas que brinda en sus obras de ese género
Catálogo
Segunda Concurrió a la Primera Exposición Nacional de Artes Plásticas celebrada en la Galería Aida Ibarra. En el colorido se descubre ligereza o impaciencia en algunos de sus cuadros. En
Exposición
Nacional (...), del Ateneo Dominicano en Diciembre de 1941 con cinco paisajes dominicanos».|423| resumen, es fecunda y dispuesta. El triunfo de ella está, en que siga estudiando».|428|
febrero 29 de
1944. Carmencita, única rúbrica que usaba para firmar sus cuadros, se distinguió en el paisa- Pittaluga comenta, específicamente, el retrato de Ayda Contín y otros dos: «uno de un
Página 24.
Confert. je, aunque cultiva otros géneros. Casada, se marcha a Nueva York, en donde establece niño cuya ejecución es magnifica (...). La síntesis de su labor, juzgo que está allí, en
residencia, perdiéndose su rastro en una etapa –años del 1950– en la cual el arte nacio- aquel niño de mirada imprecisa, pálido y en cuyo rostro imberbe, la luz y la sombra ha-
cen un juego marfilino encantador que ilumina toda la expresión maravillosamente.
Margarita Billini|Retrato de Máximo Gómez|Óleo/tela|46 x 36 cms.|1986|Col. Familia Fiallo Billini. Casi no he tenido tiempo de ver el resto de sus obras, contemplando aquel niño (...)».
Margarita Billini|Flores|Óleo/madera|37 x 27 cms.|1929|Col. Familia Fiallo Billini.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|384| |385|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

«Una negra de tres cuartos, casi de frente, gozó de todo mi acogimiento. El cuadro es tan |429|
Idem.
real que teme uno acercarse como si fuera a desprenderse del lienzo un desagradable olor Página 8.
Confert.
a almizcle. Su Negro de perfil lleva unos pómulos y se gasta una cachucha tan ajustada al
tipo, que denotan en la señora artista un asimilamiento perfecto de ese joven caballero |430|
Referencia de
nuestro que goza de prestigio en los hospedajes y en los circos de maroma».|429| Carmita Peña,
en Reyna Alfau.
La producción y la proyección pictórica de Carmita Peña estuvo limitada por el medio La Pieza del mes
1982-1984.
social y por el enlace matrimonial con Julio Ortega Frier, uno de los hombres más nota- Página 161.
Confert.
bles durante la primera mitad del siglo XX, no solo como hombre público, de sólida for-
mación intelectual y éxitos profesionales, sino como ciudadano y gran reputación, aman- |431|
América Valdez
te del coleccionismo artístico y mecenas que protegió a un gran número de los intelec- referido por
Ugarte, María.
tuales y artistas que llegaron a Santo Domingo como exiliados europeos a partir de 1938. El Caribe,
Suplemento, 31
Ortega Frier había contraído matrimonio, en 1920, con Carmen Peña Henríquez –nom- de enero de 1987.
Página 12.
bre completo de Carmita–, quien en datos biográficos que escribiera define la personali- Confert.

dad del esposo y de sus relaciones hogareñas: «...de temperamento vivo, puntual, discipli-
nado, apacible, desprendido, un gran señor en la vida privada (...) Julio contaba historie-
tas y enseñaba canciones a sus hijos (...) Rafael Andrés y María de la Altagracia. En los fi-
nes de semana, muchos de los cuales pasaba en el campo, don Julio se entretenía dibujan-
do planos, construyendo establos y analizando en un pequeño laboratorio (...). Ortega
Frier fue un gran romántico, incapaz de ver la vida en términos de monotonía...».|430|
Posiblemente el culto marido estimuló la disposición pictórica de Carmita Peña, de manera
que fuera orientada por los maestros con los cuales se relacionaba, especialmente con la Woss
y Gil; pero seguramente la comprometida vida profesional del consorte, los viajes, la atención
a los hijos y las constantes tertulias celebradas en el hogar, mermaron sus posibilidades artís-
ticas.La muerte del cabeza de familia,la tragedia acentuada por el suicidio de la hija y la men-
dicidad del hijo en plena juventud, fueron capítulos del terrible silencio de sepulcros que en-
volvió el nombre y la vida de Carmita Peña de Ortega Frier a partir de la década de 1950.
AMÉRICA VALDEZ es otro de los nombres que se asocian a la generación del dece-
nio de 1930 y que trascienden el período con un desenvolvimiento itinerante, de muchos
registros en colectivas, con una momentánea caída en la labor pictórica producida en los
distintos espacios familiares en que se desenvuelve. Hija de padres asturianos, nació en San-
to Domingo en 1908, estudiando contabilidad y pintura en edad juvenil.A esta doble for-
mación se refieren sus palabras: «Recuerda que en su juventud se hizo contable y aunque
fue la primera mujer dominicana invitada para integrar el personal de un banco, no pudo
ejercer su profesión porque su padre, de ideas anticuadas se negó a que la muchacha salie-
Carmita Peña (atribuido)|Retrato de Xavier Amiama con su nombre|Óleo/cartón|48 x 40 cms.|Sin fecha|Col. Fidias ra de su hogar para laborar en una oficina donde todos los empleados eran hombres».|431|
Amiama Garrido.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|386| |387|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|432| La Valdez recibió clases de pintura y dibujo con Don Abelardo Rodríguez Urdaneta NINON LAPEIRETTA, también conocida con el apellido de casada: Ninón de |435|
Catálogo Segunda Incháustegui,
Exposición desde el año 1926 hasta 1930.|432| Ella testifica que él: «...era un consagrado al arte; Brouwer, nació en Santo Domingo en 1907. Desde pequeña muestra una sensibilidad Arístides.
Arteclub. Por Amor al Arte.
Página 18. un maravilloso profesor. El me dejaba crear y me estimulaba a que siguiera mis impul- orientada hacia las artes, especialmente hacia la música. «Antes de aprender a hablar co- Página 46.
Confert. Confert.
sos. Pero sabía también orientar, aconsejar, corregir. Recuerdo que cuando terminé un rrectamente ya estudiaba piano»,|435| continuando el aprendizaje con maestros parti-
|433| cuadro cuyo tema era una chorrera, él, al verlo, se limitó a comentar: sólo le falta el rui- culares que fortalecen su tendencia hacia la producción compositiva, la cual consolida es- |436|
América Valdez Catálogo
referido por do (...) Abelardo acostumbraba a elogiarla delante de intelectuales (...) y en más de una tudiando con el maestro español Enrique Casal Chapi, en el inicio de la década de 1940. Exposición
Ugarte, María. Nacional, 1941.
Op. Cit. ocasión externó su opinión de que (...) estaba llamada a ocupar un lugar destacado den- Con una personalidad muy abierta y atractiva se dedica a escribir composiciones mu- Página 10.
Confert. Confert.
tro del arte dominicano».|433| Casada con Enrique Sanz García, tuvo la suerte de que sicales formales que le proyectan como músico nacional, con dominio de instrumenta-
|434| el esposo la animara a seguir pintando, labor que continuó, al trasladarse la pareja a La les de la guitarra, mandola, mandolina y piano. Simultáneamente, pinta como distrac- |*|
Idem. Orfebre e hiló-
Confert. Romana, en donde fijan residencia, convirtiéndose la comunidad y sus alrededores en ción complementaria, siendo seleccionada para figurar en la Exposición Nacional pro- grafo. Fundador
de la Casa Weber,
fuentes de una objetivación recreadora. El litoral, los campos y la luminosidad regional gramada para celebrarse en 1941, y la cual es celebrada en enero de 1942. En el catálo- la más antigua
joyería de Santo
surtieron las telas, muchas de ellas vendidas a extranjeros que frecuentaban la región. En go editado para la ocasión, su ficha participativa ofrece el siguiente perfil: «Nació en Domingo.

La Romana, realizó dos tablas para la Logia Masónica Faro. Los temas respectivos fue- Ciudad Trujillo. Ha cultivado con éxito la Música, la Poesía y la Pintura. No ha tenido
ron El Bautismo de Jesús por San Juan y Moisés recibiendo la Tabla de la Ley. maestros. Expone por la primera vez: Seis acuarelas fantásticas (finger painting)».|436|
América Valdez, además de pintar activamente, se incorpora como expositora de colec- El conjunto de pinturas presentadas por Ninón de Brouwer había sido realizado sin pince-
tivos durante los años 1947-1949. Sus obras figuraron en una muestra selectiva de mu- les, directamente con los dedos. Esta inusitada y novedosa técnica se registraba por primera
jeres artistas dominicanas llevadas al Brasil en 1949, posteriormente exhibida en la Ga- vez en la historia de las artes visuales del país, siendo su resultado la ejemplar obra que titu-
lería de Bellas Artes situada entonces en la Calle El Conde. Al inicio de la década de la Wagneriana, al mismo tiempo una obra experimental y de visualidad abstracta, de formas
1950, residiendo en Venezuela, un cuadro suyo fue admitido en el XII Salón Oficial de volumétricas y en movimiento. Las producciones logradas con el finger painting (pintar con
Arte. En este período sufrió el impacto de la pintura vanguardista que no pudo enten- los dedos) fueron objeto de demanda por los amigos y seguidores de la singular artista, cu-
der ni sentir, autoacusándose de incapacitada. Su entusiasmo artístico «se enfrió y frus- yo lenguaje por lo regular figurativo plasmaba un temario de flores y paisajes. No pretendía
trada por completo, guardó los pinceles, colores y paleta, y permaneció artísticamente Ninón Lapeiretta ser una pintora relevante, aunque ésta es una faceta muy personal que
inactiva hasta que en los años 70, presionada por su hija Zoraida y convencida ya de complementaba a la pianista, compositora y animadora de la música en general, aunque es-
que aún sin acatar las corrientes de moda podía seguir siendo artista, comenzó a pintar pecialmente de la culta. Esta animación la llevó a emprender muchos proyectos, entre ellos
de nuevo. Habían pasado unos 20 años, pero recuperó la seguridad en sí misma y su la Sociedad Pro Arte que fundó en 1953 y dirigió por más de veinte años. Murió en 1989.
amor por el arte». DELIA WEBER (1900-1982), hija de Juan Esteban Weber*y Enriqueta Pérez, nació
Lo expresado anteriormente son anotaciones de María Ugarte quien, juzgando la tra- en Santo Domingo y desde muy joven mostró una personalidad ardorosa, cultivada y
yectoria pictórica de la autora, señala que su estilo era y sigue siendo tradicional, con sensible hacia el saber, hacia la condición del género a la que pertenecía y, especialmen-
una influencia muy clara del impresionismo. Octagenaria y viuda con hijos y nietos que te, hacia las artes. Por igual asumió la producción literaria y la pintura, inconforme siem-
conservan muchos cuadros suyos, ella realiza una pintura fresca, optimista, joven, vigo- pre de ser una autora estacionaria. Esta propensión temperamental la convierte en una
rosa incluso, sin perder su delicadeza y espiritualidad. Porque al pintar la naturaleza –que de las notables mujeres dominicanas que se desenvuelven desde los años del 1920 en
es su modelo preferido– la señora Valdez siente que se acerca a Dios.Todavía hacia los adelante y que son nombres inevitables en el activismo sociocultural de la nación. El
años de 1990 ella sigue pintando marinas, ambientes rurales y árboles con su pulso de nombre de esta singular mujer se asocia al protagonismo principal de La emboscada de
dama menuda, con facciones finas, pero blanqueada por el largo tiempo de la vida a la Cupido, filmación cinematográfica dirigida por Francisco Arturo Palau en 1922.
que le habla con un tono de voz dulce y pausado.|434| Adolescente, Delia Weber había recibido orientación artística de los pintores Adolfo Gar-
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|388| |389|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

cía Obregón y Abelardo Rodríguez Urdaneta, ya que en 1918 realiza una obra fechada |437|
Weber, Delia.
en París. Para entonces, el ímpetu juvenil se debatía entre la propensión hacia las artes y Carta del 1923
referida por
las limitadas condiciones del medio social, de acuerdo a sus particulares palabras: «absor- Ilonka Nacidit
Perdomo en
bía por esos días mis actividades intelectuales la pintura que hoy como entonces es mi Mujer y Arte
Dominicano.
mayor pasión. Pero la carencia de medios en nuestro país, me ha hecho abandonarla... Página 71.
Confert.
Mi temperamento, genuinamente contemplativo y exaltado en la soledad de su sueño, se
refugia, por así decirlo, en sus concepciones, cuyo carácter un poco fantástico viene a jus-
tificar el hecho de la carencia de escenario... Este es... uno de los elementos que ...ha de-
terminado en mi obra literaria el predominio, casi absoluto, del elemento irreal...».|437|
Como escritora que publicó varios libros a partir del 1939, la crítica aprecia que su estilo li-
terario es impresionista (...) realizado con un sentido sensual pictórico, en cierto modo se-

Adolfo García Obregón (atribuido)|Retrato de Delia Weber|Óleo/tela|86.5 x 57 cms.|Década 1920|Col. Moisés Coiscou. Delia Weber|Casa donde nació Trujillo en San Cristóbal|Tinta/papel|25 x 30 cms.|1934|Col. Moisés Coiscou.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|390| |391|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|438| mejante al idealismo destinista de Maurice Maeterlinck.Además de ser estimada como la más
Contín Aybar,
Pedro René. prominente cultivadora del poema en prosa (...). Es la mujer que canta y lleva a su canción
Antología Poética
Dominicana, el ensueño.|438| Aunque publicó sus primeros poemas en 1918, sus primeros dos libros for-
anotación.
Página 147. males fueron Ascuas vivas y Encuentro, los cuales fueron publicados en el mismo año (1939).
Confert.
El ensueño, el idealismo y la irrealidad poética, se caracterizan por estrofas que se citan a ma-
nera de ejemplo: «Iba por el campo pisando las espigas. / Mis pies eran ligeros y mi cuerpo
como una sombra. / Me reñiste por no saber lo que hacía. Oí al viento sollozar; / pero no
comprendía... / De lo alto del campo venía el río cantando como un coro de niños... / Qui-
se sentir el frío del agua y posé mis pies gozosos, dando la alegría de mi corazón. Me reñis-
te por no saber lo que hacía. Se nublaba el cielo pero no comprendí... / Distraída, jugaba en
el olvido de todo. Me llamaste desde lejos... / Corrí a tu encuentro... / Cuando llegué esta-

|439| bas pálido,volviste la espalda y,yéndote,me señalabas atrás.Yo me senté a llorar;pero no com-
Weber, Delia.
Encuentro, prendí... / Un día me fui espigando flores, inocentemente, por el campo...Y las regaba por
Referido por
Contín Aybar. donde habías pasado tu... Mi cuerpo ligero velaba sobre tus huellas, escondido; pero no vi-
Idem.
Confert. niste... / Después (como si la claridad hubiese dicho lo que era...) cogí agua, flores y espigas,
y fui a ti, que me esperabas, y las regué sobre tu cuerpo... / Sonriendo me diste el conoci-
miento: aquel campo era mío. / Y besé tu agua, tus espigas y tus flores...».|439|

Delia Weber|Jarrón con flores rojas|Óleo/tela|61 x 45.5 cms.|C.1940|Col. Familia Coiscou Lantigua. Delia Weber|El angustiado (retrato de Xavier Amiama)|Óleo/madera|86 x 55 cms.|1930|Col. Moisés Coiscou.
Delia Weber|Retrato de una niña|Lápiz/carboncillo|43 x 28 cms.|Década 1920|Col. Moisés Coiscou.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|392| |393|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

La presencia de dos mujeres en la capital del país, Abigaíl Mejía y Celeste Woss y Gil,
contribuyó al fortalecimiento de la conciencia de Delia Weber. Con ellas solidariza por-
que son mujeres intelectuales, además pintoras y militantes de los derechos naturales de
la mujer equiparados con los del hombre. Ella se convierte en una de las primeras dis-
cípulas del Taller Escuela que la Woss y Gil establece en 1924. Un año antes ha contraí-
do matrimonio con Máximo Coiscou Henríquez, con quien tiene cuatro hijos: Rodol-
fo Juan, Enrique, Antonio y Salvador; pero el enlace de la pareja se rompe en una eta-
pa en que muchas mujeres defienden su derecho al desarrollo, a la militancia y sobre
todo a la libertad personal. El divorcio de Delia Weber se asocia al de la Woss y Gil, al
de Abigaíl Mejía y de otras muchas compañeras sufragistas.
En la etapa del 1930, Delia Weber es maestra graduada y labora en la Escuela Normal de Va-

rones, en donde enseña dibujo.También es una de las animadoras del Club Nosotras y en-
tre otros activismos asume más de lleno el quehacer pictórico con el cual cubre una exten-
sa etapa de naturalezas muertas, paisajes y retratos que se fundamentan en el modelo direc-
to, que exhibe en exposiciones que comienzan a celebrarse en instituciones públicas o que
adornan los espacios de su residencia localizada en el barrio de Santa Bárbara. En el 1942 la
enfoca Zoilo A. Ulloa: «Delia Weber es una escritora consagrada... el amplio salón de su ho-

Delia Weber|Del tocador|Óleo/cartón|28 x 56 cms.|1932|Col. Familia Coiscou Lantigua. Delia Weber|Jarrón con flores y libros|Óleo/cartón|60 x 50 cms.|1940|Col. Familia Coiscou Lantigua.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|394| |395|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|440| gar está lleno de sus soberbios cuadros y como descuella en los colores de los paisajes, tam- detalles (...). El hombre de este cuadro parece masticar su memoria, el máximo mal, las ins- |441|
Ulloa, Zoilo A., Nacidit-Perdomo,
referido por bién descuella de una manera magistral como retratista, en cuyas pinturas revela un gran tancias del presente, el callado hoy, con el vaso, el cigarrillo y el trago (...). Lo extraordinario Yolanda.
Ylonka Nacidit Idem.
Perdomo. temperamento artístico, no por la pureza de las líneas, sino por la rigurosidad de los detalles. de este lienzo es que en él hay una constatación del instante que desaparece (...) este cuadro Página 73.
Op. Cit. Confert.
Páginas 71-72. En los cuadros de naturaleza muerta, su pincel es de una vivacidad sorprendente».|440| está fechado en 1930. Se desconoce qué tiempo Weber trabajó en él, pero se sabe que posó
Confert.
Galardonada por la obra Naturaleza muerta (óleo 1932), en el Concurso que Organiza el Ate- para el mismo el también pintor Javier (o Xavier) Amiama,que se ‘autoexilió’en Haití».|441|
neo Amantes de la Luz, de Santiago (1934), su estilo objetivo, poco ornamentado, realista y Enjuiciando su participación en una exposición conjunta de cinco jóvenes artistas, ce-
de interpretación sensible se advierte en algunos retratos, en especial el de Xavier Amiama. lebrada en 1934, se escribe lo siguiente: «Delia Weber es una mujer originalísima y de
Este conocido artista fue el modelo para el lienzo El arrepentido (óleo 1930) que Nacidit Per- sus cuadros lo que más me ha impresionado es su técnica para imitar el cristal. Delia, en
domo considera pintura excepcional: «Una valoración estética de la misma nos permite ob- una casa decoradora en los Estados Unidos, ganaría dinero imitando cristales. De los va-
servar que el rostro es una imagen de un hombre que transmite en sus rasgos delineados de rios cuadros interiores que expuso, hay unos Jarrones chinos maravillosos que denuncian
manera fluyente, una composición definida, la perfección de los trazos y el cuidado de los un gusto exquisito en su manera de interpretar la Naturaleza muerta. Como Delia logra,

Delia Weber|Mesa de estudio (detalle)|Óleo/madera|55.5 x 86 cms.|1932|Col. Familia Coiscou Lantigua. Delia Weber|El estudiante|Óleo/cartón|44 x 56 cms.|1932|Col. Familia Coiscou Lantigua.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|396| |397|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

y es difícil, dar vida a eso inanimado que la inspira y la hace laboriosa. Por cierto, uno |442|
Lugo Lovatón.
de sus paisajes, impresionista, y en el que figuran unos árboles, brinda fuertes contrastes Op. Cit.
Página 9.
de luces y sombras que le acredita para una beca en el College Femenine de Boufe- Confert.

mont.Allí hay algo, que no se sospecha en ninguna otra de sus obras presentadas. Nues-
|443|
tro juicio al final es este: que Delia tiene mucho gusto y sobre todo luce mucha sere- Contín Aybar.
Op. Cit.
nidad en sus pinturas. Eso quizá, le inclina, a ser pobre o sobria en los colores».|442| Confert.

Cuando la Secretaría de Estado de Educación organiza la Exposición Nacional, celebrada


|444|
en la Galería Ateneo Dominicano en 1941, Delia Weber forma parte de los 28 participan- Memoria del año
1942, Secretaría
tes que conforman artistas refugiados y criollos. Ella es una de las cinco mujeres seleccio- de Estado de
Educación.
nadas y exhibe dos naturalezas muertas y un tercer cuadro titulado El estudiante, en los cua- Páginas 224-225.
Confert.
les mantiene la constancia estilística compleja y densa para el tema humano y de represen-
taciones claras, inmóviles y objetivas cuando se trata de elementos concretos.Tal estilística |445|
Cartagena
varía para el decenio de 1950, cuando es la señora de Cartea Bonmati.|443| Las obras que Portalatín, Aida.
Galería de Bellas
presenta en la Octava Exposición Bienal de Artes Plásticas: Canción híbrida (óleo 1956) y Artes. Catálogo.
Página 99.
Canción de amor (óleo 1956) la han aproximado a la pintura lírica y pura, es decir, a la abs- Confert.

tracción expresionista con la que prosigue caminando como artista y como mujer.
ROSALYDIA UREÑA ALFAU es de la últimas egresadas de la Academia de Abelardo.
Asume desde 1932 un papel docente en la ciudad natal, San Pedro de Macorís, en donde
funda una academia que precisamente lleva el nombre de su maestro. En la memoria de la
Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes, correspondiente al 1940, se registra el de-
senvolvimiento del plantel formativo con una matrícula de 30 escolares de ambos sexos, con
edades entre 7 y 14 años, becados parte de ellos por el gobierno y a cargo de ella como úni-
ca maestra.|444| Aunque la escuela fue localista como la pintora, es justo reconocerle un
temperamento de mujer decidida, animada por una entrañable vocación de servicio en la
comunidad petromacorisana a la que retornó para difundir su experiencia artística, sensibi-
lizando a núcleos sociales muy jóvenes. Hacia el inicio de los años cuarenta eran muy po-
cas las academias de enseñanza artística; por consiguiente, la fundada por la Ureña Alfau fue
un hito provinciano y hasta nacional en una época de escasas iniciativas particulares.
En cierta manera desconocida por la colectividad, debido al hecho de su localización en
la provincia, se ha señalado que la Ureña Alfau celebró varias exposiciones en San Pedro
de Macorís.|445| Esta opinión tiene que ver con las muestras anuales de su academia,
de sus alumnos, o más bien se apoya en la presencia de obras suyas en eventos colecti-
vos. Ciertamente, cuadros suyos se registran en exposiciones relevantes, entre las que se-
ñalamos los siguientes: a|1939 Sala de Arte Moderno del Museo Nacional. Ella figura
Delia Weber|Flor del sol|Óleo/cartón|50 x 40 cms.|1947|Col. Familia Coiscou Lantigua. en esta pinacoteca oficial con el Retrato de Gastón Deligne (óleo, 1938). b|1941 Exposi-
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ción Nacional, Galería del Ateneo Dominicano. Concurre con tres obras: dos paisajes y
una cabeza de campesino. c|1950 Quinta Exposición Bienal de Artes Plásticas.
El que se incluyeran obras de Rosalydia Ureña Alfau en la gestación pública de la pina-
coteca del Estado (1939) y en la primera gran muestra nacional auspiciada por la oficia-
lidad que representaba su curador, Díaz Niese, constatan la relevancia de la pintora. Po-
siblemente fue una deferencia que toma en cuenta su labor docente, pero ella es una de
las cinco mujeres que figuran junto a veintitrés varones, más bien pintores modernos
(Gausachs, Suro, Pascual, Izquierdo,Yoryi...). Las cinco pintoras eran Ninón Lapeiretta de
Brouwer, Celeste Woss y Gil, Carmencita Hernández, Delia Weber y Rosalydia Ureña.
La Ureña Alfau cultivó por igual el bodegón, el retrato y el paisaje, apreciándose en to-
dos esos asuntos un apego al terruño, sobre todo a la patria chica que representa la co-
munidad nativa, respecto del cual el Paisaje de la toma (Macorís), óleo/madera del 1940,
es tema emblemático de ese vínculo.
Con una escasa fuente documental que no ofrece los pormenores existenciales de esta
mujer pintora, la biografía de ella se reduce básicamente a su nombre, a algunos regis-
tros de sus obras y de sus participaciones en muestras, e igualmente a la asociación con
la fundación de la Academia Abelardo Rodríguez Urdaneta y de un puñado de alum-
nos que se conocen como parte de las raíces del arte dominicano que germinó al pa-
recer entre 1932-1950(?) en la ciudad conocida como la Sultana del Este.
Además del Retrato de Deligne, que formó parte de la primera sala oficial de arte mo-
derno y de los restantes cuadros exhibidos en la muesta nacional del 1941, más bien del
1942 y sucesivas, se han conocido distintos cuadros de Rosalydia Ureña, facilitados a la
luz pública por coleccionistas. Entre ellos se encuentran paisajes y un Bodegón con frutas
(óleo/cartón 1945); igualmente paños ornamentados por ella, pertenecientes a la Parro-
quia San Pedro Apóstol, de la nativa ciudad.
El ejercicio docente asumido por Rosalydia Ureña produce un núcleo de jóvenes pin-
tores y pintoras petromacorisanos, aunque plantearon una escuela provinciana con la
definición de otras escuelas localistas. No significa tal carencia un cultivo que de mane-
ra independiente recoja la herencia abelardiana, por el estilo de vida del maestro, aca-
démico, neoclásico, romántico. Era Abelardo, además, un maestro con orientación muy
realista, si se toman en cuenta sus notables esculturas –Caonabo y Uno de los tantos– y
quizás ejecuta alguna obra diferenciada, si se comprueba que es suyo el cuadro Miseria
humana (óleo/tela, sin fecha) parte de los tesoros del Banco Central de la República
Dominicana, y en el cual el tema narrativo y social ofrece acentuación cercana al cos-
tumbrismo e impresionismo que irrumpe a partir del decenio de 1930. Rosalydia Ureña|Retrato de Gastón Deligne|Mixta/madera|62.5 x 51 cms.|1938|Col. Museo de Arte Moderno.
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Desconociéndose el grueso de la producción de Rosalydia Ureña, es su alumnado el que 3|5 Los nombres masculinos
permite reconocer esa supervivencia abelardiana, que incluso ella mantiene como expo-
que completan la generación de 1930
sitora de bienales, como organizadora de muestras anuales de sus alumnos y arrincona-
da en la Academia donde al parecer sostuvo una labor desde 1932 hasta los años 1950.
Si bien se salva del olvido nacional, al ser rescatada por las investigadoras de Arteclub, or-
ganización dedicada a buscar las raíces del arte dominicano, con muy buenos resultados,
con muchos de sus discípulos ocurre lo mismo. Entre los artistas indicamos los nombres
y obras del núcleo que se asocia por igual a la pintora Ureña y a San Pedro de Macorís:
Aurora Julián de Alam. Nacida en 1922, al parecer cultiva con preferencia la natu-
raleza muerta y el paisaje citadino o petromacorisano en estilo académico naturalista.
Casada muy joven, su producción queda replegada al recinto familiar.
Ondina Knipping L’Official. Nació en 1911, iniciando estudios con Rosalydia Ure-
ña y luego George Hausdorf. Cultivadora del paisaje, prefiere el temario exótico, cono-
ciéndose La leyenda de Homero y Las Ninfas, de narrativa escénica y legendaria.
Anacaona Sánchez. Nació en 1905. Es autora de una serie de pinturas, entre ellas Es-
cena de un Harem, el cual muestra a un grupo de hermosas mujeres entretenidas por la
narrativa de un hombre. Casó con un médico, con el cual procreó tres hijos.
Marianela Silfa. Nacida en 1918, sobresale como paisajista, sus obras La montaña y Río,
exhibidas mucho tiempo después de su período formativo y de su condición de mujer
casada y de madre mantienen un tono familair al de su maestra.
Alejo Martínez García. (1926-1961) Uno de los alumnos de Rosalydia que se re-
cuerda siendo un participante de las exposiciones anuales de la Academia. Su interés ha-
cia la pintura fue sustituido por la carrera médica, la cual ejerció en la Colonia Judía de
En la Exposición Nacional con fecha de diciembre de 1941, constituida por dibujos, |446|
Sosúa hasta que murió en manos de los remanentes esbirros de la tiranía trujillista. Díaz Niese.
esculturas, grabados y pinturas, se conocieron o registraron públicamente nuevos nom- Un Lustro de
Rodolfo Rijo (Ruddy). Es el alumno más relevante de los orientados en la Academia Esfuerzo Artístico.
bres artísticos relacionados a la generación de 1930, reconfirmándose otros ya recono- Página 76.
Abelardo Rodríguez Urdaneta que funciona en San Pedro de Macorís entre 1932-1950. Confert.
cidos. En ellas aparecen artistas criollos y artistas que se encuentran asilados en el país.
En este centro obtiene consecutivos premios en exhibiciones anuales y, aunque asume
Esta importante muestra es realmente la primera Exposición Bienal de Artes Plásticas.
otras carreras profesionales (agrimensura y planificación arquitectónica), no abandona el
Fue inaugurada oficialmente por el Generalísimo Trujillo en persona el día 10 de ene-
campo pictórico, el cual ejercita residiendo en el exterior. Expone en colectivas registra-
ro de 1942.|446|
das en Estados Unidos. Darío Suro señala en el libro Arte Dominicano (1969) que Rijo
Un resultado que produce la exposición bienal es el aumento de la Colección Estatal
celebra dos individuales en la ciudad de Nueva York.
con adquisiciones de obras de artistas que no figuraban en la misma; obras de los na-
Otros pintores contemporáneos, de los ya citados, son Luis Dinsey (1915-1968), Sussan
cionales Juan Bautista Gómez, Celeste Woss y Gil, Bienvenido Gimbernard, Delia We-
Duvergé (1903-1982), Ligio Vizardi (1895-1968); a los que se añaden nombres más jó-
venes asociados a la Escuela Nacional de Bellas Artes:Albertina Serrallés (n. 1922), Mar-
cial Schotborgh (n. 1931), Luis Martínez Richiez (n. 1928), y otros. Federico Izquierdo|Vista de Santiago|Óleo/tela|1998|Col. Familia Ceballos Estrella.
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|447| ber, Federico Izquierdo, Joaquín Priego,... e igualmente de los artistas refugiados: Pas- Varios artistas tuvieron que asumir profesiones por encima de la artística. Esto lo pode-
Idem.
Página 74. cual, Hausdorf, José Gausachs,Vela Zanetti y Lothar, entre otros. Esta muestra, y otra que mos entender porque, si no encontraban mercado para sus obras, tenían que encontrar
Confert.
le precede, celebradas con motivo de la II Conferencia Interamericana del Caribe (1- alternativa de supervivencia. Alfredo Senior y Tuto Báez, tuvieron que dedicarse a la
15 de junio de 1940), se convierten en «exhibiciones síntesis o índices comprobatorios profesión de fotógrafo y después ser pintores. Abelardo Piñeyro era sobre todo farma-
de las fluctuaciones artísticas al compás de las vicisitudes del vivir y de las múltiples in- céutico e Ismael López Glass se engancha a la carrera militar. Suro tiene que aceptar un
fluencias y tendencias que las nutren y vivifican».|447| cargo diplomático para poder continuar la formación en México, ya casado con Maru-
Afectado por el devenir nacional, el arte dominicano hasta el 1940 ofrecía la doble fa- xa Franco; y Colson tuvo que asumir trabajos pictóricos por encargo. Los artistas que
ceta de la vicisitud histórica. Por un lado prosperaba como fenómeno espiritual, como encontraron la alternativa docente, la asumieron como tabla de subsistencia con inde-
manifestación de la cultura, pero además incluía las situaciones adversas que sobre todo pendencia a la vocación pedagógica: Celeste Woss y Gil, Juan Bautista Gómez, Yoryi
enfrentaban sus protagonistas en el plano humano, productivo, social y hasta político. En Morel, Delia Weber, Rosalydia Ureña Alfau, Federico Izquierdo..., y en casos extremos
términos reales, nadie entonces en la república podía dedicarse plenamente a vivir pin- cuando no fue la docencia o la producción de cuadritos para el mercado turístico, en-

|448| tando y vendiendo sus obras.|448| Los artistas más reconocidos o más metidos de lle- tonces fue el encanto personal lo que ayudó (Xavier Amiama?) incluso a sustituir una |449|
Mañón Arredondo. Bosch, Juan,
Listín Diario, no en el quehacer de las artes tenían que ganarse el sustento asumiendo otras tareas di- carrera artística calamitosa por un buen matrimonio. Citado por
25 de septiembre Reynaldo J. Pérez
de 1988. ferentes a la de pintor, a la de esculpir.Tenían que enfrentar la vida, las responsabilida- Otras situaciones adversas tenían un carácter político. La suspensión de la beca que bene- Stefan.
Página 8. La Concepción
Confert. des familiares y los costos de los materiales de producción artística, asumiendo profe- ficiaba al escultor vegano José Antonio Espínola (Pío), por parte del régimen de Trujillo, de la Vega Real.
Página 110.
siones que les dejaban poco tiempo para lo que realmente sentían como necesidad: el lo convierte en víctima de la tiranía cuando además no se somete a los caprichos del ré- Confert.

arte como imperioso tributo del alma y de la reconfirmación existencial. gimen.|449| El exilio hogareño de Margarita Billini, los constantes apresamientos a An-

Rafael Arzeno|Rueda de vida|Óleo/tela|71 x 96.5 cms.|1964|Col. Familia Ceballos Estrella. Federico Izquierdo|Retrato de Josefa Sánchez de González|Óleo/tela|70.5 x 64 cms.|1930|Col. Centro Cultural Eduardo
León Jimenes.
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi)|Campanas bajo la luna|Óleo/cartón|54 x 44 cms.|1953|Col. Aída Bonnelly.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|404| |405|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|450| tinoe Fiallo y la huida hacia Haití del pintor Amiama, tienen una explicación también po- Las principales exposiciones que se registran en el decenio de 1940, incluida la del surrea- |451|
Diaz Niese. Díaz Niese.
Op. Cit. lítica, como el hecho de que Bienvenido Gimbernard tuvo que aceptar su nominación lista Granell, del año 1943, reconfirman el impulso de la modernidad nacional, ya registra- Op. Cit.
Páginas 73-74. Confert.
Confert. para ocupar un lugar en el Congreso Nacional, organismo que se definía ante la volun- da con muestras de Yoryi Morel (1932 y 1936), Jaime Colson (1938) y Darío Suro (1938).
tad omnímoda del gobernante como toda una pantalla legislativa.A todos estos nombres En nombre del arte moderno, el culto y actualizado gestor Díaz Niese, enfrenta a quienes |452|
Díaz Niese, citado
veteranos se añaden en lo adelante nombres jóvenes, apresados e incluso eliminados. se contentan «con repelente patriotería, con las más chillonas banalidades pictóricas y lite- por Darío Suro en
Jaime Colson
La inevitable modernidad del arte dominicano, al representar un fenómeno progresivo, rarias con tal que representen unas matas de plátanos y unos bohíos paupérrimos o refie- Memorias (...)
Página 12.
origina criterios u opiniones contra el arte no moderno, excluyendo y marginando a los ran por lo menudo, en gerigonza folklórica o cosas por el estilo, las penalidades y pasiones Confert.

artistas que no se inscriben en las novísimas corrientes. De todas maneras, las muestras de la gente campesina. ¡Cómo si fuéramos incapaces de pensar los temas universales y sen-
colectivas del 1940 demuestran «con sobrada elocuencia que la producción artística do- tir la belleza donde quiera que se hallare!»|451| Este acérrimo enjuiciamiento, si bien alu-
minicana alcanzaba paulatinamente un nivel lo suficientemente elevado –tanto por la ca- de a pintores, a intelectuales y al público, denota el desenlace de un período sociológico
lidad intrínseca de sus productos cuanto por la cantidad de éstos– para permitir, y aún de más de una vertiente estilística, temática e individualizada en los productores. Si bien
exigir, la organización como es costumbre en todas partes, de este género de exhibicio-
nes nacionales periódicas, con el fin de recoger en ellas, en conjunto, lo más granado de
la producción artística contemporánea y de suscitar entre los artistas profesionales una
verdadera emulación, sin la cual, y sin el acicate de la rivalidad artística lealmente enten-
dida y practicada no es posible que subsista lozanamente ningún movimiento de amplias
finalidades. En estas relaciones apreciadas por Díaz Niese, se explican las confluencias de
los artistas dominicanos, bien representando modos tradicionales que sobreviven, bien re-
presentando «características mentales de nuestra entera renovación nacional».|450|
En las primeras cuatro exposiciones colectivas nacionales de carácter oficial, que se re-
gistran entre 1941-1944, confluyen obras de artistas precursores, obras de recreadores en-
trecogidos entre el influjo de éstos y las señales de los modernos quienes representan la
renovación. Especialmente en las dos primeras muestras (1941 y 1942) se exhibieron tra-
bajos que eran inusitados para el público. Se trae a colación Noche (dibujo 1941), de Joan
Junyer que recrea un mundo de magia y sincretismo insular, en el cual la referencia pre-
hispánica se apoyó en la recreación de piezas que obtuvo prestadas del Museo Nacional.
Un segundo pintor, Botello Barros expone los cuadros Criolla (óleo 1940), Negrita (óleo
1940) y Cabeza de estudio (óleo 1941), en los cuales es poderoso el tratamiento de la mu- Díaz Niese entendía que modernidad y universalismo en el arte eran acopio de los esteti- |453|
Suro, Darío.
latería y el nexo post-impresionista del artista, similar al de la pintura Juana se calza (óleo cismos internacionales, más bien europeos, la posición contraria tenía respuestas localistas Op. Cit.
Página 14.
1941), de Woss y Gil, y Caballos mojándose (óleo 1940) de Darío Suro. En otra dirección, y nacionales. Díaz Niese opinaba que «el Arte que se hace en los medios pequeños es pro- Confert.

observamos la acuarela wagneriana de Ninón Lapeiretta de Brouwer, de evidente abs- vinciano y mediocre»;|452| a lo que agrega Suro: «De esto no hay menos duda: el arte
traccionismo que antecede la explosión dominicana de este lenguaje en los años del que se hace en los medios pequeños lleva en el fondo la debilidad impuesta por las pro-
1950. Otra obra llamativa por su rotunda solución irreal y vanguardista es el Retrato de la pias limitaciones de su pequeñez».|453| Esta suerte de complejo de enanos que vierten
señora Okuniewoska, de Manolo Pascual, cuya imagen se reproduce como portada del Ca-
tálogo de 1941, más bien de la Primera Bienal Nacional (1942). Enrique Morel (Quico)|Muchacho haitiano|Óleo/tela|70 x 55 cms.|C.1970|Col. Familia De los Santos.
Enrique Morel (Quico)|Muchacho con periódicos|Óleo/tela|58.5 x 43.2 cms.|1959|Col. Familia Cabral Tavares.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|406| |407|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|454| estos admirables protagonistas del arte dominicano se manifiesta como defensa de Jaime Priego, Salomón Jorge, Bolívar Berrido, Federico Izquierdo, Ligio Vizardi, Francisco Fer-
Idem.
Página 10. Colson a quien el maestro vegano considera «un pintor para todas las latitudes».|454| nández Fierro, Rafael Arzeno, Eduardo Matos Díaz y Albert William.
Confert.
El debate entre lo moderno, lo universal y sus contrarios: lo antiguo y local, permite que ENRIQUE –QUICO– MOREL (1899-1982) manifestó desde muy joven interés
se aborde a un núcleo de individualidades que trasbordan la historia artística nacional con por la pintura, siendo uno de los protagonistas del ambiente intelectual que se respira-
señas diferenciadas a partir de la década de 1930 y un poco antes, proyectándose con par- ba en el seno de la familia y de las tertulias que con frecuencia eran celebradas en el
ticularidades muy específicas. Es un núcleo de sujetos masculinos en el que predomina hogar del nativo Santiago de los Caballeros.Tertulias influyentes para todos los herma-
la natividad provinciana (San Pedro, La Vega, Puerto Plata, Santiago...) y una escasa ciu- nos Morel Tavares, en especial para los que se vincularon a los campos artísticos de la
dadanía capitalina, aunque todos hacen contacto de variadas maneras con Ciudad Truji- fotografía (Esteban Morel), de la pintura (Apolinar, Quico y Yoryi), de la caricatura
llo o Santo Domingo. También predomina un discreto hacer el arte como los domin- (Yoryi y Ramón) y de la poesía (Tomás Morel, también folklorista).
gueros, aunque las excepciones saltan a la vista cuando cada uno de ellos es enfocado y Los hermanos Morel tenían unos parientes de línea materna, identificados como dibu-
se obtiene un balance. El núcleo lo integran Enrique Morel, Apolinar Morel, Joaquín jantes lugareños que manejaban con acierto el creyón. Eran los tíos Arturo y Luis Tava-

res, quienes al parecer ofrecieron la primera orientación a Quico Morel, quien apren- |455|
Morel, Ramón.
dió a pintar con Tuto Báez, fluctuando los 15 años de edad. Mostró sus primeras pin- Declaraciones
verbales
turas en el Ayuntamiento Municipal junto a su maestro. al subscribiente
en fecha 21 de
Quico Morel soñaba con ser un gran pintor, informa otro de los hermanos, Ramón enero de 1980.

Morel.|455| El era un activo sujeto de la tertulias familiares en las cuales el tema del
arte provocaba que Rafael Díaz Niese, concentrado en un cuadro del joven Quico, le

Enrique Morel (Quico)|Caballos y palma|Óleo/tela|43.1 x 60 cms.|Sin fecha|Col. Manuel José Cabral Tavares. Enrique Morel (Quico)|Autorretrato fumando|Óleo/tela|61.5 x 50 cms.|1950|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Enrique Morel (Quico)|Mi hermano Yoryi|Mixta/papel|32 x 21 cms.|1963|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|408| |409|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

«indicara la limpieza o torpeza de algunas pinceladas».|456| Este último testimonio re- |456|
Morel, Tomás.
confirma su temprana actividad pictórica, la cual precede a los otros dos pintores de la Referida en Arte
Dominicano
familia (Apolinar y Yoryi), así como la atención de que era objeto su producción, an- 1940-1960.
Catálogo 1996.
dando los años del 1920. Páginas 3-4.
Confert.
Convencido por el padre de que debía apartarse de la pintura para asumir una carrera uni-
versitaria, Quico Morel aceptó el ofrecimiento de viajar a Francia a estudiar Medicina. En
Francia coincidió con Díaz Niese y otros dominicanos en un ambiente cultural que ins-
cribía los últimos destellos de la Escuela de París, de la que fue un espectador más que un
asimilado, aunque en el hacer pictórico, que no abandonó del todo, pueden descubrirse as-
pectos de una individualidad que supo mirar muy bien la modernidad postimpresionista.
Desconociéndose en toda su extensión la obra pictórica de Quico Morel, sobre todo la

juvenil, también la parisina o la cercana a su retorno al país, la reconocida como suya


ofrece el distintivo de toda buena pintura. La calidad de la hechura y la sobriedad de
una paleta depurada en extremo definen variados temas en los que las formas son es-
cuetas, sólidas y antiimpresionistas. Es una pintura concebida de manera antinatural, en
ocasión resuelta con el empaste del color definiendo las formas del asunto temático, en
algunos casos materia espesa. Las obras más conocidas del pintor datan de los años 1950

Enrique Morel (Quico)|Crucifixión|Óleo/tela|62.2 x 53.3 cms.|Sin fecha|Col. Familia Antuñano Peralta. Apolinar Morel|Autorretrato|Óleo/tela|50.8 x 40.6 cms.|1950|Col. Pablo Morel.
Apolinar Morel|Retrato de Fausto|Óleo/cartón|25.4 x 20.9 cms.|1958|Col. Mercedes Morel.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|410| |411|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|457| en adelante. Entre ellas Muchacho con papeles (óleo 1959), Caballos y palma (óleo 1959) Interrogado sobre su hacer pictórico, Quico Morel confiesa: «No pinto las cosas por la be- |461|
Reseña diario Quico Morel,
La Nación, Retrato de Soraya (óleo 19..?) Autorretrato (óleo 1950). lleza física de las formas, sino por la animación espiritual que trato de darles cuando me pro- referencia en
19 de junio La Nación,
de 1953. En 1953 celebra Quico Morel una muestra conjunta con Miguel Moya y Horacio Read, pongo pintarlas. Esto, me digo, es preciso que lo explique. Lo que vive en el fondo del al- 19 de julio.
Página 9. Op. Cit.
Confert. celebrada en la Galería de Bellas Artes. La prensa reseña este hecho ofreciendo datos y ma presenta un carácter subjetivo, hasta cuando el sentimiento se refiere a algo objetivo y Confert.

opiniones sobre los «tres pintores aficionados». Se escribe que «el doctor Enrique Morel, absoluto (...). Creo (...) que la pintura trabaja para la vista, pero de tal manera que los obje-
|458|
Artículo diario hermano del gran pintor santiagues Yoryi Morel es un naturalista de fuerte paleta y her- tos que representa no son los mismos, naturales, reales.Vienen a ser un espejo del espíritu,
La Nación,
19 de julio moso colorido. Hace tiempo que practica la pintura»...|457| Comenzó pintando en las una manifestación del acrisolamiento que nosotros ejecutamos sobre ellos,para que sean más
de 1953.
Página 6. riberas del Yaque con Rafael Díaz Niese y luego siguió en las riberas del Sena,|458| que nosotros mismos. Es nuestra visión sobre ellos, pero nuestra visión espiritual».|461|
Confert.
cuando estudiaba medicina en París, en una de cuyas academias de Bellas Artes siguió un APOLINAR MOREL (19..?-1981), al igual que sus hermanos Yoryi y Quico, reci-
curso inicial de artes plásticas.|459| El crítico Manuel Valldeperes compara la exposición bió orientación pictórica en Santiago de los Caballeros y, como ellos, de Juan Bautista
de los «tres pintores amateurs». Especialmente compara a Read y a Quico Morel, seña- Gómez, especialmente en la Escuela Normal. En la ciudad del Yaque vivió hasta el mo-

|459| lando que éste «se nos ofrece a través de sus obras –dieciocho óleos– de una serenidad mento de su fallecimiento. En ella ejerció también como abogado, una vez se graduara
La Nación,
2 de julio. pasiva que contrasta con la luminosa y trepidante inquietud del doctor Read. Sus cua- en la Universidad de Santo Domingo, en donde estudió obedeciendo al padre. Ejer-
Op. Cit. Confert.
dros más elaborados están en zona opuesta de aquel. Dentro de su natural serenidad, de- ciendo con seriedad la carrera jurídica, buscó momentos de ocio para realizar una obra
|460| jan que se manifieste la actitud sombría del pintor, más dado a la intimidad (...). Lo que pictórica discreta, hogareña, esporádica y regularmente preservada en el círculo fami-
Valldeperes, Manuel
La Nación, el doctor Morel busca, lo que sus lienzos contienen, es la palpitación íntima del ser, con liar. En un breve manuscrito carente de ordenamiento cronológico ofrece datos auto-
15 de julio de 1953.
Página 9. Confert. una manera de expresarse que podríamos calificar de poética.|460| biográficos que se transcriben: «Desde la infancia poseía inclinación por el dibujo.

Apolinar Morel|El almuerzo|Óleo/tela|46 x 61 cms.|1953|Col. Ceballos Estrella. Apolinar Morel|Paisaje de las dos palmas|Óleo/cartón|36.5 x 25 cms.|Sin fecha|Col. Ceballos Estrella.
Apolinar Morel|Calle santiaguera: General Cabrera esquina Luperón|Óleo/tela|40.6 x 30.5 cms.|C.1955|Col. Rafael
Del Monte.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|412| |413|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

Cuando hacían el bachillerato en la Escuela Superior, alcancé las clases de dibujo artís- de las parentelas y en las escenas en las que fija al sujeto humano consigue una fuerte
tico que se habían introducido en el plan de estudio. Más tarde fui profesor de la mis- luminosidad enteriza así como un convincente encuadre compositivo.
ma materia en dicha escuela. Al terminar el bachillerato tuve relaciones amistosas con Jubilado del ejercicio jurídico, Apolinar Morel no superó el hábito de pintar en breves
el profesor Bautista Gómez y con Tuto Báez, ambos pintores santiaguenses: el primero, ratos y a veces copiando alguna obra significativa del romanticismo europeo. En la pro-
había plantado heroicamente su taller de pintor en la ciudad luego de haber viajado al longada edad realizó, en un formato pequeño, una replica muy libre de La libertad con-
extranjero, y el otro, Báez, quien olvidando las luchas del diario trajín, volcaba siempre duciendo al pueblo, el famoso cuadro alegórico del francés Eugene Delacroix.
sus dotes de artista en espléndidos cuadros. De este contacto aprendí algunas cosas. Pe- JOAQUÍN PRIEGO es otra individualidad perteneciente a los artistas que emergen en el
ro la lucha por la existencia futura, mediante la conquista de una profesión, me arrastró decenio de 1930, los cuales comienzan a proyectarse desde el interior del país. Hijo de pa-
hacia las ciencias jurídicas y los estudios universitarios absorbieron mi tiempo, culmi- dre español y madre dominicana, nació en Santiago (n. 1918), en donde alcanza formación
nando por entregarme a las faenas de abogado en las marejadas de la vida profesional. escolar y artística siendo muy joven. El rememora la etapa en la que era un protagonista ju-
Pero siempre, aún con grandes intermitencias, a veces, movido por un deseo inconte- venil: «Mi juventud transcurrió en esas épocas en que ni había precio ni aprecio por las ar-

|462| nible acudía a la cita del pincel y del lienzo, para fijar alguna cosa que me había impre- tes, ni campo para fecundizarse.Así me llegan los años medios de la década del treinta en mi
Morel, Apolinar.
Manuscrito de sionado gratamente y nunca dejé de leer sobre el arte pictórico».|462| Santiago;Yoryi Morel pintando paisajes para los amigos; Federico Izquierdo dando clases de
junio de 1970, en
archivo personal. Un Autorretrato del 1959 permite apreciar la excelencia pictórica que alcanza Apolinar dibujo en la Escuela Normal; Juan Bautista Gómez, maestro de Yoryi y mío, pintando retra-
Morel en la intermitencia productiva, apartado de sus obligaciones como jurista y has- tos y su cuadro La litera; Enrique Godoy, con su escuela de pintura en La Vega; Celeste Woss
ta como cabeza de la familia que forma al contraer matrimonio. Aunque realizó vistas y Gil en la capital con una escuela similar. / Ese era el palpitar de la vida artística por aque-
barriales o de calles de la ciudad oriunda y también algunos bodegones, en los retratos llos años, y ante tan fríos estímulos para quien como yo, sintiendo el estro artístico, con 18

Apolinar Morel|Retrato de Don Enrique Morel|Óleo/cartón|35.6 x 30.1 cms.|1957|Col. Mercedes Morel. Joaquín Priego|Cacique Guarionex|Dibujo|1973.
Apolinar Morel|Calle de los Pepines|Óleo/cartón|22.9 x 17.4 cms.|Sin fecha|Col. Pablo Morel. Joaquín Priego|Transcripción de petroglifos del Charco de Chacuey|Dibujo|1966.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|414| |415|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|463| años, sin ambiente, ni recursos, ni vislumbrando futuro, resolví no apartarme del arte, ni clau- tables retratos y escenas imaginarias sobre la vida social precolombina. Este apego al |464|
Priego entrevista- Priego, citado
do por Dorado, dicar. / Entonces, en septiembre de 1937, ingresé como maestro de dibujo y modelado en tiempo transcurrido le convierten en un recreador de la lejanía, aflorando de su imagi- por Angela Peña.
William. Diario Hoy,
Suplemento una Escuela de Artes Manuales de las creadas por Trujillo en cuatro ciudades del país».|463| nación y de sus manos incontables ilustraciones, las cuales reproducen incluso imágenes 3 de octubre
Listín Diario, de 1998.
22 de noviembre Aunque escultor reconfirmado en una apretada trayectoria extendida en el discurrir oc- rupestres e ideogramas del llamado arte mobiliar del amerindio antillano. Confert.
de 1980.
Confert. togenario, Joaquín Priego merece ser estimado como dibujante no sólo de un ejercicio Dibujante, pintor y sobre todo escultor estatuario de filiación académica, es Priego tam-
docente de mucha conciencia, sino dibujante encubierto en una escultura académica bién investigador y autor de dos libros indigenistas: Cultura Taína y Pasión, heroísmo y
de naturales precisiones y por demás cultivador de un dibujo autónomo, recreador de martirio de 12 caciques de La Española. Su labor docente en el terreno de la historia le
temas investigativos y preferenciales que le han llevado al texto pictórico de afinidad. permite una apasionada identificación: «como historiador me siento tan entregado al
Cuando Priego se ha referido al arte de las formas tridimensionales, reconoce que su téc- indigenismo nuestro que a veces me imagino que un antepasado mío pudo haber sido
nica personal es académica y, por tanto, naturalista y figurativa con trayectoria recta, inva- de aquellos que hoy yo deploro su conducta y bárbaro atrevimiento, puesto que era la
riable ante ningún novísimo lenguaje. Esta definición es basamento también de su obra bi- fuerza contra la debilidad de una raza».|464|

dimensional, por lo regular expresada con preferencia sobre el temario de los aborígenes En una mirada autorretrospectiva, Joaquín Priego testifica su trayectoria a partir de 1937,
que cubrieron el período de nuestra prehistoria insular. Priego recrea perfiles imaginarios cuando recibió orientación plástica de Juan Bautista Gómez: «Entonces me lancé a hacer re-
de los importantes caciques del período taíno, sustentándose en las descripciones históricas tratos al óleo, en tallas y modelados.Y ya para 1940 fui tomado en cuenta con una escultura
de los cronistas. En su repertorio, apreciamos otros personajes como ocurre en sus proyec- al ser instalada en Santo Domingo la Galería Nacional de Bellas Artes (...). Fui el único es-
tos monumentales o el busto, a fin de cuentas retratos volumétricos y de masa concreta. cultor dominicano en concurrir en 1941 a una Exposición Nacional en la que participaron
Con un conocimiento ejercitado del dibujo o de la pintura, Priego ha realizado incon- más de 15 artistas europeos recién llegados al país (...). El diario ejercicio del magisterio vo-

Eduardo Matos Díaz|Caricatura de Carmita Peña de Ortega Frier|Dibujo/papel|Sin fecha. Eduardo Matos Díaz|Caricatura del Dr. Heriberto Pieter|Dibujo/papel|1935.
Eduardo Matos Díaz|Caricatura de Será la holandesa|Dibujo/papel|1935. Eduardo Matos Díaz|Caricatura de J. L. López de Haro|Dibujo/papel|1972.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|416| |417|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|465| cacional artístico me fue dando destreza y descubriendo los secretos de la plástica. Después
Priego, respuesta
a un Cuestionario en La Vega recibí cátedra de estetismo y morfología plástica del maestro Enrique García-Go-
del 1981.
Archivo doy, artista de formación italiana. Como enamorado de la enseñanza vocacional le dediqué a
de subscribiente.
Confert. esta misión los mejores 35 años de mi vida, siendo en dicho tiempo repetidas veces Director
del Centro Nacional de Artesanía y Director de la Escuela Nacional de Bellas Artes».|465|
EDUARDO MATOS DÍAZ, nativo de Santo Domingo, con obras dibujísticas que
datan de 1922, es después de Ramón Mella (18..?-1922), Copito Mendoza (1886-1940)
y Bienvenido Gimbernard (1890-1971), el cuarto caricaturista dominicano de impor-
tancia. Su relevante posición en el campo gráfico tiene que ver con un arte cultivado a
exclusividad, permanentemente, a lo que se añade el conocimiento teórico de la cari-
catura, las opiniones personales al respecto y el historial como manifestación domini-

cana. Profesional del Derecho, graduado en 1933; articulista, poeta ocasional y con una
honorable carrera de servidor público, es autor de la obra gráfica Caricatura (1924) y en-
tre otras, La fisonomía, la caricatura y la risa (1988).
Matos Díaz señala que la caricatura no es otra cosa que «expresar con sobriedad de es-
tilo y economía de línea, un aspecto de la vida, una idea, una crítica, o bien (...) dar vi-
sos graciosos a una actitud, gesto, pasión, a un estado de nuestro ánimo que muchas ve-

Eduardo Matos Díaz|Caricatura de Hipólito Billini Paulino|Dibujo/papel|1945. Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi)|Cabeza de Cristo|Óleo/tela|61 x 45.5 cms.|1953|Col. Aída Bonnelly.
Eduardo Matos Díaz|Caricatura de Virgilio Díaz Ordóñez|Dibujo/papel|1945.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|418| |419|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|466| ces pasa inadvertido para los demás, desentrañando rasgos y expresiones huidizas que se Frier, de la que habla como pintora y autocomenta: «Alguien me dijo, cuando le mostré es- |474|
Matos Díaz. Idem.
Op. Cit. hallan ocultas en el escondrijo de la fisonomía».|466| En tal sentido, caricaturizar es ta caricatura, que la había hecho con ojos de rayos, por la forma calavérica que presenta.Y Página 75.
Página 31. Confert.
Confert. decir mucho y bien, con poco.|467| Tal como se la concibe modernamente, la carica- ciertamente así la había observado, desprovista de epidermis, desnuda de carnes y de afei-
tura ha de contener tres elementos principales: «la simplificación de la línea; la acentua- tes, sobre una insondable oscuridad, sobre un fondo negro que destaca su cráneo osamen-
|467|
Idem. ción de la realidad y un sentido humorístico que la anima. A esto se agrega en la cari- toso (...).Al fin y al cabo, esa, la calavera, la osamenta, es nuestro final destino, y ella misma,
Página 31.
Confert. catura personal, el elemento sicológico».|468| doña Carmita, se hundió a destiempo y lamentablemente, en las sombras insondables de la
Considerando que la caricatura no es un arte que se enseña, porque es algo innato, mu- muerte y se tornó, como nos tornamos todos, en una caricatura de sí misma».|474|
|468|
Idem. chas veces operado con la mente del mismo artista,|469| ofrece definiciones del carica- Este autor gráfico o caricaturista era hijo de Eduardo Matos Franco y María Antonia
Página 32.
Confert. turista: «Es un minucioso observador, que ve la fisonomía y la vida de una manera muy Díaz. Nativo de Santo Domingo en donde asumió multiplicado protagonismo, fue un
particular, con una vista cómica y de manera simple y escueta. Por tales razones hacer versado de las artes, del oficio de dibujar, memorialista de la ciudad capital y muchas
|469|
Idem. una caricatura es hacer un chiste gráfico de los hechos o de la fisonomía; es extraer lo veces jurado de concursos y bienales.
Página 36.
Confert. cómico de lo serio; lo ridículo de lo que parece que no lo es; lo feo de lo que aparenta
ser hermoso, y lo deleznable de lo que tiene apariencia de sublime. Es en una palabra,
|470|
Idem. sacar del seno de lo mejor que tenemos, lo peor que nos acompaña por contraste».|470|
Página 35.
Confert. Fervoroso de su arte, Matos Díaz posee estilo escueto en extremo, pero reflexivo porque
no realiza la caricatura con espontánea y rápida anotación; más bien –confiesa– ejecuta
|471|
Idem. el trabajo de memoria, después de algún tiempo de haber observado a la víctima o per-
Página 36.
Confert. sonaje caricaturizado.|471| En su amplia producción, que se extiende desde la década
de 1920 hasta nuestros días (1999), hay una significativa variedad de sujetos a los que en-
|472|
Idem. foca además ofreciendo sus datos biográficos, los caracteres personales y también el mo-
Página 87.
Confert. mento de la captación caricaturesca. Esa variedad puede apreciarse en ejemplos denota-
tivos: Será (1933), como modelo gráfico de una mujer con rasgos negroides y la Carica-
|473|
Idem. tura de Trujillo, con perfil de tiburón que tuvo que conservar inédita por recomendación
Página 45.
Confert. de su colega Bienvenido Gimbernard.|472| Al abordar el tema de la dictadura y su re-
lación con la caricatura, Matos Díaz comenta: «Desafortunadamente, este arte que hasta
principio del año 1930, parecía que iba a florecer y desarrollarse se anquilosó en su me-
jor momento. La férrea y sanguinaria tiranía de Trujillo, que puso mordaza a la prensa y
ahogó todas las libertades, no fue nada propicia al desarrollo de la caricatura en nuestro LIGIO VIZARDI (1895-1968), más bien,Virgilio Díaz Ordóñez, se asocia al medio |475|
Contín Aybar,
país. Podríamos decir que se eclipsó de una manera total, como no fuera en ocasiones, capitalino, aunque nació en San Pedro de Macorís en el seno de una familia dominico- Pedro René.
Op. Cit.
para loar al régimen o para combatir a sus enemigos, pues es un hecho comprobado que puertorriqueña. Entre Santo Domingo y la comunidad natal, proyectó su comporta- Página 128.
Confert.
la caricatura es flor que se marchita en un ambiente de opresión y que surge, reina y se miento humano y social.También el desenvolvimiento profesional con más de una ca-
enseñorea en donde existe un clima de respeto a la libertad de expresión».|473| rrera universitaria, con rol de funcionario público, de educador, de activista cultural y
Matos Díaz tiene en su haber caricaturas de Pedro René Contín Aybar (crítico y poeta), literato copioso: narrador, ensayista, crítico teatral y poeta elegante y discreto.|475| Es-
Papito Aybar (pendolista), Ramón Valle Inclán (escritor español), George Hausdorf (pintor),
Heriberto Pieter (médico),Virgilio Díaz Ordonez (poeta) y de Carmita Peña de Ortega Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi)|Arlequín|Óleo/cartón|47 x 35 cms.|1953|Col. Aída Bonnelly.
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi)|Inocencio III|Óleo/cardboard|123 x 79 cms.|1953|Col. Aída Bonnelly.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|420| |421|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|476| ta humanidad suya la retrata con brevedad Vicente Llorens, en 1939: «Virgilio Díaz Or-
Llorens, Vicente.
Memorias de una doñez, a quien muchos de nosotros conocimos mientras fue presidente del Ateneo Do-
Emigración.
Página 73. minicano, lugar donde se celebraban las primeras exposiciones de artistas emigrados y
Confert.
dieron otros sus primeras conferencias. Díaz Ordóñez (...) era hombre dotado de fina
sensibilidad. Cultivaba la poesía y la pintura siempre bajo el seudónimo de Ligio Vizar-
di. Con nosotros nunca se le escapó una sola palabra de abierta censura al régimen, pe-
ro tampoco le oí, como a otros, elogio alguno. Su ironía sabía matizar perfectamente
(...).Y aunque la ironía era su mejor defensa, no podía velar del todo su resignada tris-
teza. Para los refugiados no tuvo más que atenciones y deferencias».|476|
A más de la poesía, la emotiva discreción de Vizardi también se asociaba a su desenvol-
vimiento pictórico de autodidacta, ya que sin maestro conocido, se apoyó en el instinto

Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi)|Ave María|Óleo/tela|25.5 x 33 cms.|1953|Col. Aída Bonnelly. Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi)|Desnudo femenino|Óleo/tela|59 x 44 cms.|1953|Col. Aída Bonnelly.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|422| |423|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|477| y en sus conocimientos sobre la historia del arte para incursionar en los campos de la re- Rembrandt), notables retratos personales y Rincones de la vieja Santo Domingo de Guzmán, |479|
Catálogo Peralta Cornielle,
Exposición creación visual. Un resultado de esa aventura y necesidad personal fue el haber sido in- título con el que asoció las obras expuestas en 1941. En la producción de este pintor del Andrés.
de 1941. Presentación en
Página 47. cluido en la Exposición Nacional, organizada en 1941, por la Secretaría de Estado de margen hogareño se da un dibujo firme, la exactitud fisonómica cuando se trata de figu- Salomón Jorge.
Espigas.
Educación Pública y Bellas Artes. Los datos reunidos sobre su persona en el catálogo de ras humanas, así como una pincelada cautelosa y precisa. El pintaba sobre tela y sobre ma- Página 13.
Confert.
esa muestra señalan:« Vizardi, Ligio. El gran poeta dominicano, tantas veces laureado, ha dera, empleando el óleo. Marianne de Tolentino resalta el perfecto estado de sus obras, en-
cultivado también, con acierto el dibujo y la pintura. No ha tenido maestros. En esta ex- tre ellas un desnudo femenino, de espaldas, delicado, plasmado con extrema minuciosidad.
posición presenta por primera vez una serie de dibujos y caricaturas».|477| SALOMÓN JORGE (n. 1913) es otro dibujante de condición moderna, pero de breve
Ligio Vizardi era el Presidente del Ateneo Dominicano cuando fue incluido en la referi- producción en el campo del arte. Nativo de Santiago de los Caballeros, siendo un adoles-
da exposición nacional. Para entonces, se celebraban en ese centro casi todos los eventos cente estudió en la Academia que fundara Juan Bautista Gómez, en la ciudad natal, en la dé-
artísticos que eran registrados en la ciudad capital. Independientemente del hecho de pre- cada del 1920. Descendiente de familia árabe, un colega|479| rememora la época en la cual
sidir la institución, con la inclusión de su nombre y sus obras ciertamente se le reconoció viaja a Europa: «Era un espigado joven de porte apolíneo cuando marcha a la ciudad luz del

|478| junto a pintores nacionales como Juan Bautista Gómez,Abelardo Piñeyro, Celeste Woss y viejo continente, al igual que un reducido grupo de jóvenes de aquel entonces, en busca de
De Tolentino,
Marianne. Gil, Darío Suro,Yoryi Morel y otros. Para entonces tenía 46 años de edad y seguramente las ciencias del saber médico y se nutre de la savia de los profesores de una de las más sóli-
Listín Diario.
1994. había iniciado su producción visual años antes. Es decir, en la década del 1930. das instituciones y de mayor tradición científica de Francia, obteniendo el Certificado de
Con el seudónimo artístico o el ideograma que sintetizan el nombre real (Virgilio Díaz Física, Química y Biología en la Facultad de Ciencias de la Sorbonne, de París, en 1931».
Ordoñez), Ligio Vizardi firmaba sus cuadros con una clave de Sol.|478| Entre esos cua- En la ciudad parisina, en un período que se extiende hasta 1937, es donde Salomón Jor-
dros, varias reproducciones de grandes maestros del renacimiento europeo (El Greco, ge produce un conjunto de dibujos en momentos que le liberan de los formales estudios

Salomón Jorge|Autorretrato|Carboncillo/papel|38.1 x 30.5 cms.|1933|Col. del autor. Salomón Jorge|Autorretrato|Carboncillo/papel|38.1 x 30.5 cms.|1933|Col. del autor.
Salomón Jorge|Autorretrato|Carboncillo/papel|38.1 x 30.5 cms.|1931|Col. del autor. Salomón Jorge|Autorretrato|Carboncillo/papel|38.1 x 30.5 cms.|1936|Col. del autor.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|424| |425|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|480| de medicina. Es esos dibujos, la mano constata la disciplina de la delineación orientada en trato 1936) refleja dubitación introspectiva en una imagen frontal, realmente espléndida.
Jorge, Salomón.
Op. Cit. la escolaridad de su profesor santiaguense, el pintor Gómez; en tanto el carboncillo tra- Hombre de muchos reconocimientos como ciudadano servidor de la ciencia de Hipó-
Página 181.
Confert. duce con economía de trazos las imágenes de amigos así como la personal. Esas represen- crates, la hoja existencial de Salomón Jorge, bien permite reconocerle como un artista
taciones son abocetamientos espontáneos; retratos fugaces pero permanentes como ico- de un período en el que dio rienda liberada a un lirismo visual, de estadía parisina. Bre-
nos, en los que el autor supo captar a sujetos contemporáneos del París de «Monsieur La- ve y poca su producción, los autorrretratos sobre todo demandan aprecio a un excelen-
zare, el mitad mercader y mitad filántropo que hizo tanto bien con su platos humeantes te protagonista dominicano desde ese sincero costado del testimonio.
de pilaf y con sus asadores llenos de piltrafas de carne cocida apresuradamente, entre la FRANCISCO FERNÁNDEZ FIERRO es un pintor que se asocia al círculo es-
humanidad estudiantil, como hiciera entre sus feligreses la palabra edificante y rebosante colar establecido por Celeste Woss y Gil durante la década del 1930. Pero él no se vin-
de piedad cristiana del sublime Pére Lacordaire desde su púlpito en Notre Dame».|480| cula solamente como alumno de la Escuela Nacional de Dibujo y Pintura fundada por
Atraen la atención los varios retratos de coetáneos parisinos hechos por Salomón Jorge, pe- la referida artista, sino como docente también. En 1934 expone en el citado centro jun-
ro sobre todo concentran la mirada los de sí mismo, por su número, variedad y enfoques to a otros compañeros (Amiama, Carmita Peña, Delia Weber, Carmela Fiallo), evento

motivacionales. Son autorretratos que transmiten con la plasticidad de un dibujo premarca- del que se desprende el siguiente comentario: «Francisco Fernández Fierro es el prime-
do en los perfiles, estados emocionales de indudable introspección. En el Autorretrato de per- ro que tenemos a la vista. Me impresiona vivamente su San Lázaro y no vayan a creer
fil (1931), el ánimo sereno y optimista a partir de la mirada, la cual en el autodibujo del 1933 que interpreta la efigie de aquel santo; es un rincón de la plaza del mismo nombre. Hay
se constituye en pesadumbre desplazada en el sombreado lluvioso que acentúa esa condi- allí, un hombre que es el anuncio mudo de la haraganería del barrio y El rincón de San
ción emocional. En un tercer Autorretrato (pastel 1933), el tratamiento expresionista fortale- Antón, aunque tiene muy definida la sombra de la luz, como cortadas ambas a filo, agra-
ce un enfoque iracundo en gestos y miradas. Un cuarto carboncillo de sí mismo (autorre- da, pues respira un sabor criollo edificante. Un Patio colonial llena de recuerdos al visi-

Francisco Fernández Fierro|Ciudad Nueva|Óleo/tela|114 x 165 cms.|1944|Col. Museo de Arte Moderno. Francisco Fernández Fierro|Muralla colonial|Óleo/madera|29.3 x 21.5 cms.|Sin fecha|Col. Museo Bellapart.
Francisco Fernández Fierro|Caserío|Óleo/madera|50.8 x 40.5 cms.|1934|Col. Museo Bellapart.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|426| |427|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|481| tante que le contemple». Nuestro juicio: «Fernández Fierro puede llegar a pintar bien. Fierro, quien partirá próximamente para España y a quien no dudamos sabrán apreciar |482|
Lugo Lovatón, Revista Bahoruco
Ramón. Sólo necesita ser menos tímido en la sincera expresión de su arte. Hay en él un estu- en todo su valor los aficionados al arte verdadero en nuestro medio.|482| Núm. 259,
Op. Cit. 6 de julio de 1935.
Página 8. diante con vocación y un deseo intenso de llegar».|481| Fernández Fierro había nacido en Asturias, España, probablemente en los años finales del si- Confert.
Confert.
Al celebrar una individual en 1935, un cronista escribe: «Fernández Fierro es un artis- glo XIX. En edad de infante, fue traído a la República Dominicana, en donde consigue la
|483|
ta español que ha hecho arte nacional en el tiempo en que ha vivido con los domini- formación básica. Pero él no se desvincula del país natal en donde al parecer consigue com- Catálogo
Exposición
canos. / Hace más o menos un año que en la exposición celebrada en el Ateneo de es- pletar su formación de pintor, ya que al participar en la Exposición Nacional, organizada en Nacional, 1941.

ta ciudad (...) se hizo notar con varios de sus cuadros y desde entonces acá ha progre- Santo Domingo en 1941, él presenta un conjunto de cuatro pinturas, dos de las cuales re-
sado de manera brillante. Decimos esto luego de haber visitado una exposición en la producen vistas de Asturias. Son los cuadros Un rincón de luarca y Una aldea asturiana.|483|
Academia de Pintura de la señorita Celeste Woss y Gil, que por cierto resulta aquí un En la citada exposición del 1941, expone un cuadro de grandes dimensiones titulado
oasis. / Fernández Fierro es un impresionista por excelencia y de ahí su éxito al abor- Calvario de Boyá, adquirido por el Estado Dominicano cuando se decide conformar una
dar los motivos criollos siempre abarrotados de sol y de color. El artista que no sepa ver Pinacoteca Nacional de Arte. Este hecho denota la relevancia pictórica de Fernández

el sol estará perdido entre nosotros. / Entre los muchos cuadros que nos llamaron par- Fierro, resultando también demostrativa su presencia en las exposiciones oficiales que se
ticularmente la atención, recordamos con presición dos de verdadero mérito: Las ven- organizan en distintos años del período 1940-1950.
dedoras de flores y Una ventana del Alcázar de Colón. En el primero, la exposición de las Considerado un representante de la vieja colonia española, que es aquella que precede
floristas es sencillamente magistral. Sobre todo una: la que esconde el rostro.Y el segun- a los inmigrantes del 1939, Fernández Fierro fue un cultivador del retrato, pero sobre
do de estos cuadros muestra un golpe de sol que roba toda la atención del observador. todo del paisaje. Es lo que puede deducirse de los títulos que las referencias ofrecen so-
/ Es algo digno de todos los elogios. / Muchas obras de mérito exhibe allí Fernández bre sus cuadros. Desde un Caserío, fechado en 1934, hasta los temas Cibao (1941), Ciu-

Francisco Fernández Fierro|Ruina colonial|Óleo/madera|20.3 x 29.3 cms.|1938|Col. Museo Bellapart. Albert William Rogers|Palmera y dos hombres|Grabado/papel|24.5 x 16.5 cms.|C.1930|Col. Alberto Rogers Moya.
Albert William Rogers|Dos palmeras|Grabado/papel|24 x 16.5 cms.|C.1930|Col. Alberto Rogers Moya.
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dad Nueva (1944), Avenida Mella (1940) y Carenando una barca en el Ozama (1940), y contrae matrimonio y procrea dos hijos:Alberto y Mary. Desde mediados de la década de
otros títulos que demuestran su adentramiento –en gran parte e identificación con la 1930 labora como constructor de puentes metálicos, convirtiéndose en asesor del Poder
realidad citadina de Santo Domingo–. Ejecutivo, formando parte de la Comisión de Embellecimiento de la Ciudad Capital.
ALBERT WILLIAM ROGERS es, al igual que Fernández Fierro, un dominicano de Al organizarse la Exposición de Bellas Artes, en 1941, en ocasión de la II Conferencia
ubicación, pero a diferencia del pintor español que llegó al país siendo un niño, Rogers, Interamericana del Caribe,Albert William es invitado a participar junto a otros doce ar-
como se hace llamar, vino a Santo Domingo siendo un adulto. Había nacido en Inglate- tistas, en su mayoría exiliados europeos. El presenta un conjunto de 19 obras realizadas
rra en donde estudia ingeniería, practicando simultáneamente el dibujo por el que mani- en técnicas mixtas (agua-fuerte y acuarela, dry-point y acuarela...). En este conjunto
fiesta especial inclinación. Después de pertenecer al ejército inglés y haber participado en predominan los temas tropicales: bohíos, arboledas, vistas marítimas y otras escenas en-
la Primera Guerra Mundial como miembro del Cuerpo de Ingenieros Reales, se traslada focadas con pulso seguro y técnica depurada. Preferenciando sobre todo el agua-fuer-
a la República Dominicana, en 1922, en donde ejerce profesión de mantenimiento del te, Rogers participa en otros eventos colectivos.
ferrocarril Sánchez-La Vega. Fue cuando conoció a América De Moya Alonzo, con la cual BOLÍVAR BERRIDO (1905-1986) es otra individualidad asociada a la generación

de los pintores que se desenvuelven a partir de los años del 1930. Precisamente el perío-
do es decisivo para este joven oriundo de La Vega, en donde concentra todas sus activi-
dades existenciales. Era maestro de escuela, vendedor, propietario de tienda y pintor. En
ocasión de una retrospectiva de sus obras, redacta una breve autobiografía en la que ha-
bla de su inquietud y formación artística: «Nací en la ciudad de La Vega el 30 de octu-
bre de 1905. Desde mi niñez sentí inclinación por las bellas artes, ante todo por la pin-

Albert William Rogers|Casita campesina en la loma|Grabado/papel|12 x 16 cms.|C.1930|Col. Alberto Rogers Moya. Albert William Rogers|Paisaje marino|Grabado/papel|17 x 21.5 cms.|C.1930|Col. Alberto Rogers Moya.
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tura y la música especialmente por el arte de la paleta. / Apenas yo contaba con los 11 ca más feliz de mis estudios y es cuando mi nunca olvidado y nuevo maestro Don En- |484|
Berrido, Bolívar.
años y ya a esa edad practicaba con gran frecuencia el dibujo; las estampas, las revistas rique García-Godoy abre nuevos horizontes que con nuevas pedagogías académicas ini- Autopresentación
en catálogo.
ilustradas tenían para mí el sello de una atracción única pues copiaba con una facilidad cia la escuela naturalista donde yo adquirí varios conocimientos transmitidos con la mís-
figuras, flores, ornamentaciones y hasta el paisaje en sus tintes tropicales. / Entrando en tica secular y emotiva de ese artista del pincel que se llamó Don Enrique Godoy».|484| |485|
González
los 16 años, tuve la oportunidad de ser discípulo del nunca olvidado maestro Manuel No alcanza Berrido la trascendencia pictórica de su maestro García-Godoy o de su Hernández, José.
Presentación en
Puello, en la escuela de la Srta. Graciela Brache, al lado de este señor adquirí conoci- compueblano Darío Suro, ya que su desenvolvimiento pictórico no pasó de ser provin- Catálogo Citado.
Confert.
mientos sobre el claro-oscuro, el manejo de la luz y la sombra y sus características el cual ciano. Los asuntos en que se vuelca su paleta ofrecen esa condición ya que se sostuvo
me felicitaba cuando yo le interpretaba uno de sus modelos clásicos que él creaba con como un pintor de intimidad hogareña y vegana. La provincia quedó documentada en
gran dedicación artística. / Pasados ya algunos años fallece el maestro y me quedo solo; sus cuadros más representativos. Sobre todo en aquellos que preservan imágenes desa-
pero con cierta dosis de optimismo le hago frente a la paleta y pinto mis primeros en- parecidas de La Vega: «Mercado, ferrocarril, casas, catedral, siguen aún coloreándose y
sayos, flores, bodegones, naturaleza muerta, etc. / En el año 1932 se inicia para mí, la épo- desdibujándose en los entornos quiméricos de este artista».|485|

Bolívar Berrido pintó hasta los últimos años de su vida, preservando permanentemen-
te sus visiones y estilística, los caracteres de la evocación, de la tendencia a lo estampa-
rio, del cultivo alegórico y de la solución primitiva. Sobre todo este último aspecto de-
fine su estilo, por otra parte amable y anecdótico.
FEDERICO IZQUIERDO (n. 1904) es otro pintor del interior del país, pertene-
ciente a la generación artística del 1930 y vinculado a territorios provinciales. Nació en

Bolívar Berrido|Patio del colegio|Óleo/tela|51 x 61.5 cms.|1935|Col. Familia Berrido Lulo. Bolívar Berrido|Fantasía: Desnudo alado|Pastel/papel|22 x 18 cms.|1938|Col. Juan María Berrido Lulo.
Bolívar Berrido|Salomé|Pastel/papel|28 x 21 cms.|1937|Col. Juan María Berrido Lulo.
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Monción, común de Montecristi, y se radicó en la ciudad de Santiago, en donde cur-


só todos los estudios que le llevaron a ejercer un multiplicado magisterio escolar (Se-
cundaria, escuela para maestros, Bellas Artes) y a desenvolverse como pintor local. Es
identificado entre los principales representantes de la escuela pictórica santiaguense.
Izquierdo fue orientado inicialmente por Pedro María Archambault y después por Juan Bau-
tista Gómez, cuando este pintor retornó a la ciudad delYaque, fundando la Academia de Di-
bujo y Pintura (1920), abriendo un atelier y movilizando el alumnado por entre zonas ale-
dañas a la comunidad para que en contacto con el medio ambiente realizaran los apuntes
pictóricos. Convertido en un discípulo aprovechado, Izquierdo comenzó a ser reconocido
cuando obras suyas obtienen distinciones públicas en 1927 y 1934. El primer reconocimien-
to se asocia a la importante Exposición Nacional e Inter-Antillana, celebrada en Santiago

con gran despliegue constructivo y de festividad multitudinaria.Aparte de las numerosas ex-


hibiciones agro-industriales, tecnológicas y espectaculares, el evento incluyó un concurso
pictórico en el cual Izquierdo obtiene medalla por una obra titulada Paisaje de Jacagua, de re-
frescado naturalismo, ya que el asunto principal es un arroyo en el cual se refleja el verdor
circundante. Otra distinción, la del 1934, tuvo que ver con el certamen de Escultura y Pin-
tura organizado por el Ateneo Amantes de la Luz, al que acudieron concursantes de todo el

Federico Izquierdo|Merengue|Óleo/tela|89 x 70 cms.|1977|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Federico Izquierdo|Mañanita santiaguera|Óleo/tela|88 x 71 cms.|1974|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Federico Izquierdo|Lavandera, niña y perro|Óleo/tela|61 x 41 cms.|1948|Col. Rafael Del Monte.
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país. Galardonado, en lo adelante Izquierdo es tomado en cuenta para figurar en las más im-
portantes muestras nacionales que sobre todo se organizan durante la década de 1940.
Siendo muy joven, emergió Federico Izquierdo como docente y como pintor regional ape-
gado al naturalismo paisajístico en el que aparecen grupos humanos, especialmente ‘aguate-
ras y lavanderas’. Sin embargo, su más caracterizada cualidad tiende hacia el enfoque de
asuntos tradicionales que se identifican como santiagueras o regionales. En base a esa entro-
nización se le define como un pintor tipicista, ya que su obra documenta costumbres loca-
les y populares, subsistentes o desaparecidas.Autor de estampas santiaguenses, al referir dife-
rentes aspectos citadinos y provinciales, testifican un estilo de escuetas formas dibujísticas,
más ilustrativo que descriptivo, más testimonial que lírico y más ingenuista que retórico.
Los señalados aspectos del estilo pictórico de Federico Izquierdo se transcriben tanto en

sus estampas vernáculas como en sus obras más formales: paisajes, personajes de carnaval,
escenas de mercados y de ritualidad como sus reconocidos ‘rosarios’ que reitera entre to-
nalidades del azul. En relación al temario vernacular también fue reconocido su cuadro
El merengue, el cual tuvo que repetir varias veces por encargo del gobernante Trujillo.
Para su obra tipicista o vernacular, Izquierdo asume una rememoración tratada con un
cromatismo brillante y primario, con tendencia al movimiento escenificado y narrati-

Federico Izquierdo|Retrato de Ercilia Pepín|Óleo/tela|67 x 53.5 cms.|1975|Col. Ateneo Amantes de la Luz. Federico Izquierdo|Lechón pepinero|Óleo/tela|91 x 60.5 cms.|1977|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes.
Federico Izquierdo|Retrato de Pedro Manuel de Jesús González|Acrílica/tela|69.5 x 59.5 cms.|1940|Col. Ateneo
Amantes de la Luz.
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vo. En otra dirección cultiva el retrato. «Es el continuador tenaz del retratismo tradicio- tística en la comunidad perteneciente.Al igual que la pintora petromacorisana, es un ar-
nal entre nosotros», afirma Dobal al escribir sobre este tipo de pintura verista. Sin em- tista costero, no del Este o del Sur. Él nació y se desenvolvió casi completamente en el
bargo, en algunos retratos ofrecen ruptura de ese tratamiento, entre ellos el de Fefita litoral norte, en la ciudad de Puerto Plata. Había nacido de la unión de Félix Antonio
Sánchez (óleo 1930), de espléndida factura, cromatismos y captación anímica, es un íco- Arzeno Limardo y Luisa Tavárez Mounier.
no de excepción frente a otros también realizados al óleo, al carboncillo, al lápiz. El re- En Estampas de mi pueblo, el también puertoplateño Sebastián Rodríguez Lora traza un
trato de la sra. L’Official (óleo 1940) y el Retrato de don Pedro Archambault (óleo 1940), son perfil biográfico de Arsenio Tavárez: «Hijo único de una madre vehemente y dominan-
dos buenos ejemplos de captaciones fisonómicas y emocionales. te, tipo marsupial, empeñada en aislarlo del mundo para protegerlo de sus peligros rea-
El historiador y crítico Carlos Dobal establece que «el más valioso aporte de la carrera les e imaginarios, y que le sometió siempre a una disciplina absurdamente rigurosa, yo
y dilatada obra del Profesor Izquierdo, no se cimenta solamente en las innumerables vo- sospecho que las presiones del hogar materno –unidas a la pérdida de su padre en edad
caciones artísticas que orientó y disciplinó como docente de dibujo y pintura; está el temprana– produjeron en Rafaelito lo que yo he llamado síndrome de manismo emo-
aporte esencial de Izquierdo, junto al de Yoryi Morel como iniciador de la pintura de cos- cional (sic), o sea, una persistencia torpe y herrumbrosa de algunos de los caracteres de

|486| tumbres en nuestro país, al ofrecer en su obra como dice Valldeperes (El Arte de Nues- la infancia, en forma, por ejemplo, de enfermiza timidez, de introversión crónica, de
Dobal, Carlos.
El Caribe, tro Tiempo, Pág. 140) ‘los primeros rasgos del tipicismo pictórico». A esta última apre- cuasi incapacidad para valerse por sí mismo, de exagerado respeto a las cosas y a sus se-
Suplemento
Cultural, ciación añade Dobal: «Academicismo a una espontaneidad criolla, áspera y elocuente (…) mejantes. Doña Luisa quiso hacer de su hijo un pianista, y lo habría logrado si la cir-
mayo 12 de 1984.
Confert. el academicismo, se viste con galas criollas y se perfuma de espontánea rusticidad».|486| cunstancia adversa del ambiente no lo hubiera impedido. Con todo, Rafaelito fue pia-
RAFAEL ARZENO TAVÁREZ (1914-1972) fue de los últimos alumnos de la Aca- nista a medias y recogió muchos aplausos como acompañante de solistas vocales e ins-
demia de Abelardo y, al igual que Rosalydia Ureña Alfau, se dedica a la enseñanza ar- trumentales en nuestro viejo Teatro Municipal, donde tocó el piano en los días del ci-

Federico Izquierdo|El rosario|Óleo/tela (restaurado)|64.5 x 53.5 cms.|1970|Col. Familia De los Santos. Rafael Arzeno|El general Gregorio Luperón|Óleo/tela|91 x 27 cms.|1964|Col. Sociedad Alianza Cibaeña.
Federico Izquierdo|La litera|Óleo/tela|95.5 x 76.2 cms.|1971|Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes. Rafael Arzeno|Autorretrato con familia|Óleo/tela|C.1955|Col. Ceballos Estrella.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|438| |439|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|487| ne mudo. Dejó algunas composiciones musicales inéditas; así como un ballet –¿qué tal?,
Rodríguez Lora,
Sebastián. un ballet puertoplateño– para el cual diseñó la escenografía y el vestuario».|487|
Estampas de
Mi Pueblo. Arzeno Tavárez fue, además de músico, pintor, entrecruzándose las dos artes como había
Página 447.
Confert. ocurrido con los dos Abelardo de nuestra historia artística (Piñeyro y Rodríguez Urdane-
ta), con una notable diferencia. Estos no ejercieron la música como sustento de la vida ma-
|488|
Idem. terial o docente; en cambio, el puertoplateño la asumió para lo uno y en lo otro siendo
Confert.
también pintor. El inicia el aprendizaje de ambas materias con las hermanas Alicia y Ma-
|489| rina Menard, completando su formación de músico con Aurelio Rodríguez, el maestro Fe-
Camilo Carrau y
Jochi Russo. liú y Madame Johanna del Prado de Goede. En relación al fortalecimiento de su vocación
Biografía de
Rafael Arzeno. pictórica, explica Sebastián Rodríguez Lora que «recibió nociones y ‘orientaciones’ pictó-
Confert.
ricas del gran pincelista Abelardo Rodríguez Urdaneta y, más tarde –cuando contaba vein-
tiséis años y sus fontanelas intelectuales estaban por cerrar– del maestro español Clemente
Arveras, que vino a América tras los horrores de la guerra civil que ensangrentó a su pa-
tria, y que, más que otra cosa, familiarizó a Rafaelito con el mundo de los estilos y las co-
rrientes de la pintura en los grandes centros artísticos europeos, París sobre todo».|488|
En viaje al exterior, Rafael Arzeno Tavárez visitó los Estados Unidos y varios países de
Europa, acudiendo a los grandes museos e interesándose por los maestros del Renaci-
miento español, italiano y flamenco. El estudia detenidamente a esos pintores occiden-
tales y se apoya en ellos para inculcar el aprendizaje académico en la Escuela San Ra-
fael, en donde también enseña música. El plantel fue establecido en 1942. Pero al mis-
mo tiempo ejercía docencia en otros centros escolares. Su búsqueda interior lo interna
a incursionar y profundizar en diferentes filosofías, afirman dos de sus alumnos,|489| y
lo reconfirma Rodríguez Lora: «Sin ayuda de nadie fundó la Escuela San Rafael, don-
de muchos de sus compueblanos estudiaron música y pintura, entre otros su par y con-
tinuador Carlos Mena Ortea. ¿Qué más decir de nuestro pintor inconcluso? Que fun-
dó familia y dio al mundo un par de hijos, contraparte de sus dos aficiones artísticas.
Que, ingresado a nuestra Logia Restauración No. 11, de fundación luperoniana, escaló
con celeridad los grados más altos de la francmasonería.Y que también, influido por al-
gún compueblano prominente, quizás, sospecho yo, por don José del Carmen Ariza, se
asomó, curioso, al mundo tierno y místico del rosacrucianismo, una edénica filosofía na-
turalista que ha atraído siempre a espíritus de pulcra sensibilidad cósmica (…) / De ros-
tro solemne y melancólico, y ojos grandes y serenos, recordaba esas figuras que admi-
ramos en los museos de cera y que en su mutismo y su quietud parecen haber sido he-
chas desde siempre y para siempre, como quizás fue hecho Rafaelito. El maravilloso
mundo de luz y de colores de la naturaleza puertoplateña –de mi pueblo– está refleja- Rafael Arzeno|Doña Felícita, la madre del pintor|Óleo/tela|70 x 50 cms.|1941|Col. Familia Ceballos Estrella.
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|490| do en sus cuadros, con ese alucinado contrapunto de montaña y mar que los de allá lle- dad natal, entre el ir y el venir de los barcos, redescubriendo el paisaje local, formando |492|
Rodríguez Lora. Guerrero, Myrna.
Op. Cit. vamos como un pigmento imborrable en la retina del alma».|490| los músicos, pintores y decoradores que entretejerán el hilo conductor de las artes puer- Presentación en
Página 447. Catálogo MAD.
Confert. Anota Rodríguez Lora que Rafael Arzeno Tavárez, «además de pintar cosas, sobre todo toplateñas con el trazo firme del carboncillo, la soltura de la plumilla y las transparen- 1995.
Confert.
paisajes, fue un logrado retratista, y pintaba cabezas con muy feliz acierto. Entre otras cias de la acuarela».|492| Tal apreciación permite comprender a un artista aislado, po-
|491|
Idem. muchas que pintó yo recuerdo una que me toca muy de cerca, porque es la espléndida lifacético, multiplicado como trabajador de escuelas y habitante portuario; además de-
Página 446.
Confert. cabeza de braquicéfalo visigodo de mi abuelo paterno.Y, si atendemos a Velázquez, saber senvolviéndose como pintor en las redes de las viejas normas abelardonianas, de los mo-
pintar cabezas es atributo del auténtico pintor, pues como dijo contestando las críticas delos renacentistas y ajeno casi totalmente a las rupturas de las vanguardias que el re-
que le hacían sus envidiosos de que sólo sabía pintar cabezas, era «un gran honor que le manente social victoriano de la comunidad no podía entender, mucho menos asimilar,
hacían, pues nunca había visto una cabeza bien pintada». Los envidiosos sabían muy bien a pesar de ser un puerto de aventuras liberadoras. Quizás son estas condiciones comu-
que Velázquez sabía pintar eso y mucho más, y no se lo perdonaban».|491| nitarias y humanas –las del artista–, la razón por la cual el discurso visual de Rafael Ar-
Escribe Myrna Guerrero que «Arzeno se decidió por permanecer anclado en su ciu- zeno no se distingue por la unidad estilística, técnica y temática.

Rafael Arzeno|Muelle de Puerto Plata|Óleo/tela|62 x 78 cms.|1952|Col. José y María Consuelo Bojos. Rafael Arzeno|La loma de la bestia (Pto. Pta.)|Óleo/tela|67 x 88 cms.|1952|Col. José y María Consuelo Bojos.
Capítulo 3|El arte nacional protomoderno|442| |443|El arte nacional protomoderno|Capítulo 3

|493| Rafael Arzeno Tavárez era un artista que se apoyaba en diversos medios: papel, tela, car-
Camilo Carrau y
Jochi Russo. tón, lápiz, tinta, acuarela, pastel y collage para expresarse como dibujante y pintor. El
Biografía de
Rafael Arzeno. realizó copias de otros pintores de gabinete y produjo una obra personal variada, fluc-
Confert.
tuando entre lo naturalista y lo romántico, entre el expresionismo y la surrealidad. En
su repertorio predominan el paisaje y el retrato. Sus apuntes a lápiz sobre el habitat
puertoplateño y sobre personalidades coetáneas resultan excepcionales frente a las com-
placientes visiones paisajísticas que realizó sobre lienzo de pana con un resultado kitsch
en algunos cuadros.
Sus alumnos Camilo Carrau y Jochi Russo señalan que en los cuadros de Arzeno «hay
un canto vibrante a la iridiscencia de la luz de nuestro trópico antillano, a la exhube-
rancia de la naturaleza, a los elementos vernáculos, los que envolvía en una simbología
mística y empírica (…) Su trabajo fue pleno porque lo realizó con amor, en armonía
con él mismo, con los demás y con Dios».|493|
Como se ha señalado, Camilo Carrau y Jochi Russo fueron alumnos de Arzeno Tavá-
rez. El primero es un dibujante de la memoria arquitectural puertoplateña, empero, se
dedica a los medios de comunicación masiva. Russo es también pintor ocasional fren-
te a su reconocida actividad de paisajista y decorador. Ambos elaboran una nómina del
alumnado restante de la Academia San Rafael, figurando en ellas Florencia Pierret y
Rafael Solano, quienes se convierten en destacados músicos. Otros discípulos asumen
profesiones que preferencian frente a la pintura, siendo casos excepcionales Francisco
Borbón (ingeniero y pintor), Eunice Castillo (educadora y pintora), Janina Polanco Ze-
ller (decoradora y pintora) Mariano Hernández (fotógrafo) y Miguel Vila (arquitecto y
pintor). Pero frente a estos nombres realmente se destacan los integrantes de un fuerte
núcleo de artistas puertoplateños: Luis Oscar Romero, Carlos de Mena, Rafi Vásquez,
Jorge Severino y Sergio Cetard, a quienes deben añadirse otras individualidades tal vez
menos relevantes: Lilian Brugal, Norma Monte Arache. Pulín Muñiz, Francisco Núñez
Benz, Manuel Polanco Zeller, Norma Silverio, Felipe Viloria, Anabella Villanueva B.,
Rafael Henríquez, entre otros. Una alumna de la Academia de Arzeno que con el tiem-
po se convierte en sobresaliente artista nacional lo es Jesusa Castillo, más bien conoci-
da como Soucy de Pellerano.

Rafael Arzeno|Capricho de Paganini|Óleo/pana|96 x 88 cms.|1958|Col. José y María Consuelo Bojos.


Bibliografía|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|444| |445|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Bibliografía

Bibliografía
Bibliografía general ARTÍCULOS IZQUIERDO, MARÍA y otros autores. Críti- –– Presentan muestra de Josep Gausach. El Ca- –– La pintura ordenada y serena de Aída Ibarra OTROS (CARTAS Y OTROS
VER VOLUMEN 1
(PERIÓDICOS Y REVISTAS) cas sobre Darío Suro. Folleto Editora Cultural ribe. Agosto 6 de 1977. manifiesta una emotiva sensibilidad lírica. El DOCUMENTOS)
ADROVER, BELKISS. La Obra de Celeste Dominicana. Santo Domingo. Rep. Dom. PÉREZ, RAFAEL. Yoryi se considera un poeta Caribe. Enero 28 de 1967. BOSCH, JUAN. Carta remitida a Danilo De
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Volumen 2 CURIEL, CARLOS. Gausachs: homenaje pós- LACAY POLANCO, RAMÓN AUGUSTO. PRIEGO, JOAQUÍN. Canon geométrico, princi- de la exhibición hecha por la Alianza Francesa. De Woss y Gil, Ana. Conversación tipografiada.
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Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|446| |447|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice onomástico

Índice onomástico
A Aybar, Familia 213. Botello Barros, Ángel 110, 111, 112, 113, Castillo, Jususa 442. Damirón, Rafael 10, 22, 29, 106. Despradel, Arturo 22.
Aybar, José Enrique 22. 119,129, 130, 132, 132, 133, 137, 170, 174, Castillo, Luz María 122. Damirón,Tatá 336. Despradel, Carmen 241.
Acosta,Toña 253. Aybar, Papito 418. 177-178. Castillo, Mariluz 115. Darío, Rubén 13. Despradel, Luis Manuel 27.
Adrover de Cibram, Belkis 58, 60, 120, 121. Azar, Aquiles 111, 122. Brache Lulo, Juan María 431. Castillo, Soucy 116, 117. Daumier 351. Díaz Mirón 292.
Aguiar, Enrique 29. Brache, Elías 24. Ceara, Emilio 55. De Alba, Joaquín (Kin) 129, 130, 132, 170, Díaz Niese Viuda Peralta, Clara 196.
Aguiar, Mercedes Laura 245, 246. Brancusi 200. Ceballos Estrella 39, 46, 48, 49, 51, 81, 242, 172. Díaz Niese, Rafael (Fellito) 28, 67, 68, 77,
Alberty Bosch, Narciso 24, 232, 233, 236,
B Braque, George 87, 209, 219, 296, 297, 302, 276, 401, 402, 410, 411, 437, 439. De Asís, San Francisco 318. 79, 86, 110, 112, 114, 115, 116, 117, 118,
237. 304, 316. Cedor, Dicudomé 368. De Browr, Ninón 112, 113. 120, 136, 192, 194-215, 228, 231, 239, 259,
Báez Lora,Ventura 122. Brawer, Ernest H. 119. Cerón, José Dolores 112, 120. De Cervantes, Miguel 220. 284, 302, 308, 337, 340, 342, 345, 351, 353,
Alcántara Almánzar, José 36, 38.
Báez, Carlos 121. Brenes, Rafael Andrés 25. Cestero, Manuel Florentino 13. De Chirico, Giorgio 160, 219, 291, 302. 354, 382, 398,401, 404, 405, 407, 409, 410.
Alcides García y Alemar, Señores 237.
Báez, Chita 375. Brens, Rafael Enrique 122. Cestero,Tulio Manuel 14. De Díaz Niese, Alicia 208. Díaz Ordóñez,Virgilio 17, 416, 417, 418,
Alfau B., Antonio 240.
Báez, Genoveva 21, 26, 370, 372, 373-377, Bretón, André 111, 120, 157, 163. Cetard, Sergio 442. De Falla, Manuel 203. 419-423.
Alfau G., Jesusa 240.
383. Brito, R. 25. Cézanne, Paul 79, 178, 199, 203, 205, 206, De Fernández Granell, Amparo 156,157. Díaz, Héctor J. 115.
Alfau, Reyna 385.
Báez, Mayán 375. Browning 203. 207, 284. De Galíndez, Jesús 114. Díaz, Julia 118.
Alfonseca, José Dolores 345, 350.
Báez, Osval B. 9. Brugal Gassó, Familia 132, 134, 138, 146, Claudel 200. De García-Godoy, Rosa 57. Díaz, María Antonia 419.
Alfonseca, Ricardo 17.
Báez,Tuto 46, 79, 94, 114, 122, 263, 403, 152, 158, 254, 297, 322. Coiscou Hernández 392. De Herrera, Rosa 67. Díaz, María S. 72.
Alloza, José 110, 111, 112,113, 114, 115,
407, 412. Brugal, Lilian 442. Coiscou Lantigua, Familia 390, 392, 393, De Holanda, Guillermina 240. Díaz, Otilio Vigil 18, 22, 31, 32, 33, 35, 121,
116, 117, 129, 130, 162, 163, 164-165, 189.
Baeza Flores, Alberto 114, 115, 159, 217. Brugal, Ricardo 117, 132, 134, 138, 146, 394, 395, 396. De Jiménez, Rosa Clara 51. 277.
Alonso, Elfidio 111.
Balaguer, Joaquín 23, 25, 121, 122. 152, 158. Coiscou Weber, Antonio 392. De la Concha, Arquímedes 99, 359. Díaz, Ramón 112, 256, 259, 277, 275.
Altemberg, Meter 33.
Balcácer, Ada 122. Brusiloff, Carmenchú 180. Coiscou Weber, Enrique 72, 392. De la Concha, Señorita 359. Dinsey, Luis 400.
Álvarez Delmonte, Luis J. 117, 118, 119,
Ballester, Carlos 163. Bueno, Santiago 46. Coiscou Weber, Rodolfo Juan 392. De la Selva, R. 240. Diprés, Andrés 72.
297.
Barón, Pura (Purita) 26, 72, 111, 113, 115, Buñols Medina, José 113. Coiscou Weber, Salvador 392. De la Tourette, Giles 84. Disla Guillén, Félix R. 22, 122.
Álvarez, Luis José 26, 72, 111,103, 115, 227.
118. Coiscou, Mignon 23. De los Santos, Danilo 70, 90. Divanna, Elsa 121, 122.
Álvarez, Soledad 234.
Batista, Manuel Clisanti 27. Coiscou, Moisés 388, 389, 390, 391. De los Santos, Familia 405, 436. Dobal, Carlos 436, 437.
Amiama Bonetti, Francisco 361. C
Baudelaire, Charles 368. Coiscou, Ninón 60, 72. De los Santos, Gladys 24, 245. Domínguez Charro, Francisco 29, 111.
Amiama de Castro, Octavio 40, 64, 80, 82,
Bautista Tiépolo, Juan 339. Colón, Cristóbal 213, 240, 426. De Marchena, Dulce María 60, 72. Domínguez, Simón 263.
153, 354, 356, 357, 360, 361, 362, 366, 367, Cabral Tavares, Manuel José 257, 406.
Bautista, San Juan 312. Colón, Diego 117, 239. De Marchena, Enrique 112, 114, 117, 120. Donati 163.
368. Cabral Tavares, Marco Antonio 405.
Bayardí y Nadal 295, 296. Colson Tradwel, Jaime 300. De Mena Ortea, Carlos J. (Choli) 117, 438, Dorado Fernández, Genoveva 176.
Amiama Garrido, Fidias 355, 358, 359, 366, Cabral, Eulogio C. 22.
Bazil, Osvaldo 17, 22, 25, 90, 92. Colson, Jaime (Jaime González Colson) 21, 442. Dorado Fernández, Guillermo 176.
383, 384. Cabral, José María 257.
Beardsley, Aubrey Vicent 243. 22, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 80, 84, 86, 87, 116, De Mena, Luis 23, 112. Dorado Martín, Francisco 110, 117, 129,
Amiama Quezada, Xavier 25, 27, 64, 72, 80, Cabral, Mairení 117
Bellapart 33, 80, 119,120,121,129, 187, 191, 198, 204, 209, De Molina,Tirso 155. 130, 132, 176.
82, 84, 327, 332, 352, 354, 355, 356-369, Cabrera, Gerad 411.
24,133,136,137,144,145,147,148,157,159, 210, 227, 240, 242, 243, 284, 300-326, 327, De Moya Alonso, Antonia 419. Dorado,Willians 414.
370, 371, 383, 384, 391, 394, 395, 403, 404, Cáceres (Pintor chileno) 163.
161,169, 177, 180, 184, 198, 201, 202, 205, 330, 345, 403, 405. De Moya, Miguel 410. Duarte, Juan Pablo 49, 51, 57, 70, 108, 112,
425. Cáceres, Ramón 41.
208, 301, 302, 307, 311, 313, 317, 319, 321, Colson, Maroya 300. De Moya,Trina 24. 240, 241, 337.
Amiama, César 359. Calderón,Telésforo 166.
324, 425, 426. Compostela (Francisco Vásquez Díaz) 111, De Nolasco, Flérida 29. Dubreil Viuda Gómez,Virginia 72.
Amiama, José María 356, 367. Calventi, Arturo 27.
Bello Reynoso 253. 113, 129, 130, 131, 137,1 70, 174. De Ocampo, Diego 251. Dubreil,Virginia 60, 382.
Amiama, Luis 359. Calventi, Rafael 95.
Benítez, Benito 292. Concepción, J. Agustín 22. De Pellerano, Soucy 442. Dujarric, Esperanza 238.
Amiama, Manuel Antonio 22, 64. Campa, José 167.
Benítez, Manuela 72. Concepción, Mario A. 27. De Prentice,Victoria 304, 305, 311. Dujarric, Señorita 359.
Amiama, Salvador 359. Camping, Ondina 27.
Bera, B. 214. Concho Primo 12, 22, 346, 350, 351. De Quirós, Constancio Bernardo 116. Duvergé, Susan 400.
Anacaona 172. Canal Vda. Perdomo, Altagracia 241.
Berdeccio, Roberto 341. Conrrado (Kurt Schnitzer) 113, 129,130, De Ricart, Georgina Victoria 337.
Anderson Imbert, Enrique 12, 13, 14, 36, Canals, Dolores 171.
Bermúdez, Elba 44. 132, 183. De Rótterdam, Erasmo 111.
229. Cánepa, Enrique (Tito) 27, 28, 29, 84, 85, E
Bermúdez, Federico 17, 23. Contín Aybar, Pedro René 67, 114, 115, De Salazar, Pío 73.
André, Mounia 120, 121, 122, 129, 130, 86, 112, 113, 116, 327, 332, 334,335, 336,
Bermúdez, Popi 44. 117, 118, 120, 224, 225, 312, 360, 361, 390, De Taurette, Gille 332.
131, 132, 179, 180, 182-185, 186. 337-345. Echavarría Lozada, Pepe 259.
Bernard Gonzálvez, Antonio (Toni) 112, 397, 418, 419. De Thomen, Julia Cabral 306, 325.
Anglada Romeu, Miguel 177. Cánepa, Familia 85, 334, 335, 336, 339, 340, Eckert, Mariano 119,122.
113, 115, 116, 119, 128, 129, 130, 165-166, Contín, Ayda 383. De Tolentino, Marianne 318, 422.
Anglada, Miguel 110. 341, 344. Eisemberg, Abel 119.
197. Cortina, Cecilia 118. De Vitoria, Francisco 111.
Antuñano Peralta, Familia 62, 173, 310. Cánepa, Francisco 337, 339. El Greco 118, 164, 199, 422.
Berrido, Bolívar 25, 407, 429-431. Cotubanamá 164. De Witt, Peter 368, 369.
Aparicio, Emilio 119. Canoabo 172, 398. Eliot,Thomas 200.
Billini Paulino, Hipólito 416. Coubert, Gustave 254. De Woss y Gil, Ana 58, 60, 63, 66, 67, 69,
Apóstol, San Pedro 398. Carbonel, Pedro 300. Emile, Denis 368.
Billini, Adriana 62, 238, 240. Croce, Benedetto 225. 70.
Aquino, Margarita 72. Caro Álvarez, José Antonio 27, 95, 115, 117, Eolo (Manuel Catalán) 13, 17, 18, 19, 22,
Billini, Gregorio Xavier (Padre Billini) 82, Cruz, Moncito 249. Debussy 203.
Arbona de Barceló, Paquita 72. 118, 119, 136. 98, 129, 236, 356.
241, 377. Cundo 244. Del Cabral, Manuel 26, 27, 28, 75, 112, 115,
Archambault, Pedro María 25, 433, 436. Carráu, Camilo 440, 441. Epstein 200.
Billini, Margarita 21, 372, 378-381, 383, Curiel, Carlos 141. 121,129, 285.
Archer, Juan Bautista 170. Carreño, Mario 29, 341. Ernst, Max 163.
403. Del Castillo, A. 299.
Arenas (Pintor chileno) 163. Carreras de López, Mercedes 173. Escoboza, Pedro 238.
Blanco Fombona, Horacio 25, 173, 245. Del Monte, Rafael 43, 244, 250, 411, 433.
Ariza, José del Carmen 438. Carreras, Salvador 131. CH Espaillat, Ulises Fco. 240.
Blas (Carlos Arveros) 110, 129, 130, 132, Del Orbe, Gabriel 245.
Arredondo Miura, Alberto 240, 241. Carrington 163. Espinal,Van Elder 27.
167-168. Del Prado, Johanna 438.
Arteaga, Julio 241. Cartagena Portalatín, Aída 116, 217, 295, Chacón y Calvo 309. Espinal, Zacarías 32.
Blondia, Rafael Cristian 72. Delacroix, Eugene 413.
Arveros Oria, Clemente 167. 445. Chagall 200, 219. Espínola, Hernán 288.
Bobea Bonilla, Mario 27. Delacroix, Henri 207.
Arzeno de Bojos, María Consuelo 440, 441, Cartea Bonmati 397. Chasserieu,Teodoro 240. Espínola, José Antonio (Pío) 403.
Boechío 172. Delgado Conde, Alma 121.
443. Casado Soler, Rafael 115. Chevalier, Manuel 114. Estella, José Ramón 117, 164.
Bojos, José 440, 441, 443. Delgado, Ana 120.
Arzeno Limardo, Félix Antonio 437. Casal Chapí, Enrique 112, 115, 117,118, Choutte Torres 292. Estrella, Gallaya 253.
Bolívar, Amelia 72. Delgado, Elías 285.
Arzeno Tavárez, Rafael 113, 328, 407, 437- 157, 387. Everts, Andrés 72.
Bonarelli, Giuseppe 193. Deligne, Gastón 241, 352, 397, 398, 399.
442. Cassá, Roberto 102, 105.
Bonilla, Alejandro 240, 327, 375.
Arzeno, Julio V. 25.
Bonnelly, Aída 278, 403, 417, 419, 420, 421. Cassio, Manuel Bartolomé 152. D Della Francesa, Piero 199, 302, 340.
Auffant, Margarita 179. Derain 200. F
Bonnet, Ana Francia 119, 120. Castellano, Monseñor 240.
Auñón,Tomás 114, 131. D' Ors 207. Desangles, Luis (Sisito) 21, 110, 111, 235,
Borbón 442. Castillo, Barón 117.
Avelino, Andrés 23, 24, 38, 217. Dalí, Salvador 200. 236, 237, 238, 240, 266, 327, 328. Fantino, Padre 167.
Bosch, Juan 26, 28, 76, 88, 273-277, 334, Castillo, Eunice 442.
Aybar, Andréjulio 88, 122. Damirón, Julio Fabián 72. Deschamp, Enrique 251. Fatet, Mademoiselle 240.
403.
Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|448| |449|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice onomástico

Faxas, Rafael 297. García, Juan Manuel 102. González Lamela, María del Pilar 110, 170, Hernández, Miguel 95. K Lora, Ana Mitila 188, 278.
Feliú, Maestro 438. García Lorca, Federico 89. 172, 173, 176. Hernández, Sergio 253. Lora, Silvano 189, 297.
Félix, Ernesto 66. García, Natalia 23. González, Pedro Manuel de Jesús 434. Herrera Cabral, César 82. Kahlo, Frida 287, 288, 289. Lothar Deutach, Ernesto 105, 114, 115, 118,
Félix,Von 66. García-Godoy de Chottin, Graciela 240. González, Saúl 176. Heureaux, Ulises (Lilís) 57, 93, 94. Kandinsky 200. 119, 129, 130, 131, 132, 133, 135, 178-181,
Feliz, Ana Leonor 27. García-Godoy de Priego, Raquel 30, 34, 53, González-Sánchez, Guillermo 25, 84, 94, 95, Hipócrates 425. Keats 203. 227.
Feltz, Ana Leonor 232. 55, 56, 57, 116. 113, 117. Hiroshige 305. Kinipping L’ Official, Ondina 400. Lugo Lovatón, Ramón 360, 383, 397, 426.
Fendler, Eduard 113, 117. García-Godoy, Emilia 278. Gorki, Máximo 163. Hitler, Adolfo 102, 180. Kiyomasu 305. Lugo Romero, Américo 340.
Fernández Álvarez, Rafael 113. García-Godoy, Enrique 21, 22, 24, 27, 30, Goya 118, 299. Hokusai 305. Klée, Paul 200. Lugo, Américo 240.
Fernández Corredor 327, 328. 33, 34, 35, 39, 41, 42, 43, 51-57, 62,74, 79, García Cambier, Liliana 122. Honneggei 203. Klimt, Gustav 243 . Lugo, Margarita 117.
Fernández de Soto, Mateo 176. 83, 84, 113, 115, 117, 240, 243, 277, 278, Gracier, Herta 119. Horta,Víctor 243. Kurimoto Colson,Toyo Yutaka 305, 306, Lugo, Sara 116.
Fernández Diez, Gilberto 26, 111, 113, 115, 280, 330, 413, 416, 431. Gray, Dorian 383. Hostos, Eugenio María 174, 241. 308. Luis Felipe 351.
118, 119, 121, 122. García-Godoy, Federico 51, 55, 277, 287. Grijalva, Fraiz 112, 113, 173. Houare,Walter 341. Kurimoto,Yositaka 305. Lukacs, George 59.
Fernández Fierro, Francisco 72, 112, 113, García-Godoy, Graciela 56. Gris, Juan 86, 219, 304, 316,. Howametz, Franz 240. Luperón, Gregorio 232, 411.
115, 121, 122, 124, 240, 360, 407, 424, 425- Gardel, Carlos 364. Grisolía Ciliberti, Juan 320. Hubert, Cart 240.
428. Gargallo, Pablo 144. Grisolía, Juan Miguel 303, 311, 322. Hull, Cordell 108, 114, 176. L
Fernández Granell, Eugenio 110, 111, 113, Garnelo, José 300. Grisolía, Marina 320. Hungría, Irma 122. M
114,115, 116, 118, 130, 131, 132, 137, 144, Garrido, Amparo 366. Grisolía,Vicente 120. Husserl, Edmund 203. L' Official, Señora 112, 436.
156-164, 183, 187, 193, 216, 217, 218, 219, Garrido,Víctor 114. Grullón, Arturo 45, 46, 238, 240, 255, 266. La Leba,Toñé 266. Madera, Minerva 73.
220, 227, 229, 405. Garrigosa, Margarita A. 72. Grullón, Eliseo 235, 237. Labriegas, Francisco 131. Madera, Minerva 73.
Fernández Mejía, Abel 239. Gassó, Juan 144, 186, 290, 298. Grullón, Mario Francisco 118, 121, 122. I Lacay Polanco, Ramón 121, 162 . Maillol 200.
Fernández Spencer, Antonio 116, 217, 223, Gatón Arce, Freddy 114, 116, 217. Grunning, Elsa 26, 72, 111, 121. Lacordaire, Pére 424. Malagón, Antonio (Toño) 115, 121, 217.
297. Gaudí, Antonio 140, 243. Guarionex, Cacique 413. Ibarra, Aida 26, 27, 83, 84, 115, 191, 240, Lahit-Bignott, Nereida 59, 235, 236. Malipiero 203.
Fernández Valle, Zenón 239. Gauguin 178, 206, 289. Guérin, Juliette 118. 245, 275, 285, 327, 328, 329, 330, 331, 332- Lam,Wifredo 111, 157, 163. Mallarmé, Stephane 199.
Fernández, Justino 291. Gausachs Aisa, Francisco 113, 115, 130, 137, Guerrero Galván, Jesús 115, 287, 289. 337, 371, 383. Lamarche, Ángel Rafael 22. Mansach 282.
Fernández, Marianela 72. 139. Guerrero, Mercedes Laura 72. Ibsen 209. Lamarche, Juan Bautista 114, 267-269. Mantenga 340.
Fernández, Mauricio 59, 61, 64, 67, 68, 74, Gausachs Aisa, Jorge 139. Guerrero, Myrna 70, 440, 441. Ignacio, Rafael 73, 112, 113. Landestoy, Angelina 23. Mañón Arredondo 402.
76. Gausachs Armengol, José 29, 112, 113, 114, Guisao, Ramón 309, 311. Imbert,Yolanda 73. Lapeiretta de Brouwer, Ninón 112, 113, Marín, Oscar 241.
Ferrand, Ángel 144. 115, 186, 187 116, 119, 120, 122, 123, 127, Gutiérrez Cueto, Agustín 131. Incháustegui Cabral, Héctor 28, 75, 80, 82, 114, 116, 119, 387, 398, 404. Marinas, Miguel 130.
Ferrand, General 164. 129, 130, 132, 133, 134, 135, 136, 137, 138, Gutiérrez, Fernando 299, 300. 88, 111, 113, 114, 115, 165, 206, 224, 225, Lara Prado, Luis 293. Marión, Doctor 112.
Ferrúa, Giácomo (Nino) 11, 14, 15, 16,17, 139-143, 157, 191, 192, 227, 398. Guzmán Carretero, Octavio 28, 29. 226, 361, 363, 364, 366. Larrazabal Blanco, Carlos 22. Maronobu 305.
19, 22, 243, 353. Gausachs Dorca, Familia 141. Guzmán, Machilo 256. Incháustegui, Arístides 387. Lazar, Luckner 368. Marrero Aristy, Ramón 26, 29, 88, 111, 312,
Fiallo Billini, Familia 378, 380, 381, 382. Gautier, Manuel Salvador 115. Incháustegui, Candita 361. Lazo, Agustín 115, 287. 314.
Fiallo Rodríguez, Antinoe 21, 378, 403-4. Gavarni 351. Ingres 296. Le Corbusier 200. Martí, José 55.
Fiallo, Carmela 360, 425. Gazón Bona, Henry 119. H Inocencio III 419. Lebrón Saviñón, Mariano 114, 115, 116, Martínez de Álamo, Josefina 156.
Fiallo, Carmela 72. Georgina 173. Izquierdo, Federico 46, 112, 113, 115, 122, 217. Martínez de Ubago, Eduardo 122, 130, 131,
Fiallo, Fabio 22, 26, 88, 172, 173, 245, 312. Germán, Federico 364. Haché, Katingo 253. 145, 261, 367, 398, 401, 402, 403, 407, 413, Lebrón, Diana 73. 137.
Fiallo, Gladis 115, 119, 120, 121. Gertrude Strein 203. Hansen-Jacobsen 200. 431-436. Ledesma, Clara 118, 120, 121,122, 140, 187, Martínez García, Alejo 27, 400.
Giacometti, Paul 72. Hasbum, Judet 374. Izquierdo, María 287, 291. 297. Martínez Richiez, Luis (Luichi) 117, 118,
Figuero, José 120.
Gil Fiallo, Laura 143, 190, 191. Hausdorf, George 28, 66, 99, 101-103, 111, Leger 302, 304. 119, 120, 121, 122, 218.
Flaubert, Gustave 195.
112, 113, 115, 116, 117, 118, 119, 120, 129, León Cordero 327. Martínez, Cucusa 366.
Flete, Rosa 273. Gil, Eridania 72.
130, 131, 132, 133, 135, 137, 146, 147-151, J Martínez, Rufino 300.
Florencio, Magda 256, 266. Gimbernard Pellerano, Jacinto 354. León Jimenes, Eduardo 7, 20, 65, 66, 90,91,
Gimbernard, Bienvenido 10, 12, 22, 187, 190, 194, 211, 400, 402, 418. 92, 93, 94, 95, 96,97, 102, 147, 248, 249, Martos, Doctor 112.
Flores, Juan M. 72. Jacobo, Joseph 368.
107,112, 113, 115, 116, 129, 183, 191, 270, Helú, José Francisco 29. 255, 261, 262, 263, 273, 323, 352, 403, 407, Mateo, Andrés L. 31, 35, 38, 39, 75.
Francasci, Amelia 240. Jesucristo 300, 431, 417.
312, 327, 332, 342, 343, 344, 345, 346-356, Henríquez Ureña, Max 14, 25, 49, 88, 119, 432, 433, 435, 436. Matilla 300.
Francisco, Ramón 50, 131, 260, 296, 314. Jiménez Grullón, Juan Isidro 22.
401, 404, 416, 419. 122, 166. León, David 343. Matisse, Henri 86, 200, 209, 302, 345.
Franco Bidó, Amado 237. Jiménez Herrera, G. 22.
Gimbernard, Estanislao 346. Henríquez Ureña, Pedro 14, 24, 26, 28, 96, Lepervanche 22. Matos Díaz, Eduardo 24, 88, 113, 118, 129,
Franco, Maruxa 188, 278, 282, 285, 286, Jiménez R., Rosa Amelia 119.
Ginebra, Freddy 152. 111, 234, 240, 241, 245, 309. Liberato, Nt. 241. 383, 407, 414, 416-419.
289, 294, 371, 403. Jiménez Reyes, Consolación 7, 118, 119.
Giner de los Ríos, Bernardo 131. Henríquez y Carvajal, Federico 25. Lipsitch 200. Matos Franco, Eduardo 419.
Franco, Príamo B. 43. Jiménez Reyes, Marianela 41, 71, 111, 118,
Giotto 199. Henríquez, Carmen Julia 383. Lithgow, Federico W. 46. Mear, Margaret 241.
Franés 163. 120, 121, 122, 149, 233, 236, 237, 297.
Giró,Valentín 17, 334. Henríquez, Enrique 29, 88, 107. Liz, Domingo 297. Mecenas 137.
Freíd, Sigmund 308. Jiménez, Agustín 240.
Giudicelli, Paúl 141, 181, 187. Henríquez, Rafael 442. Llanes, Manuel 217, 277. Medina, José María 304.
Frías, Juan A. 113, 119, 120, 122. Jiménez, Juan Ramón 26.
Glass, José María 217. Henríquez, Rafael Américo 22, 88, 116, Llorens,Vicente 105, 106, 107, 123, 125, Mejía Arredondo, Enrique 112, 119.
Frómeta, José Amable 115. Jiménez, Max 29, 341.
Gómez, José de Js. 27. 217. 126, 128, 140, 145, 152, 155, 156, 160, Mejía Soliere, Abigaíl 22, 24, 25, 26, 51, 52,
Fulop, Joseph 121, 122, 125, 129, 130, 131, Jiménez, Miguel Ángel 114.
Gómez, Juan Bautista 22, 42, 45-50,62, 74, Hernández (Mellizos) 23. 167,174, 176, 194, 420. 64, 66, 84, 107, 231, 233, 234-239, 240, 277,
132, 133, 179, 180, 181-182, 183, 186. Jiménez, Ramón Emilio 76, 268.
83, 84, 93, 96, 99, 112, 113, 115, 191, 253, Hernández de Adler, Carmencita 96, 97, 99, Llovet, Juan José 173, 270, 272. 284, 331, 392.
113, 115, 372, 381383, 398. Jiménez,Virginia 339.
254, 256, 261, 263, 272, 330, 331, 401, 403, Lloyd Wright, Frank 200. Mejía, Luis F. 10.
G Hernández Franco,Tomás 21, 23, 25, 28, 87, Jonchara-Unkai 200.
411, 412, 413, 422, 424, 433. Lockward, Jaime 300, 304, 318. Mejía, Miguel A. 73.
104, 112, 114, 246-250, 269, 303, 304. Jorge, Salomón 46, 258, 261, 264, 269, 277,
Gómez, Máximo 55. López de Haro, J. L. 415. Mejía, Radhamés 102, 117, 120, 121, 122.
Gallardo 200. Hernández Ortega, Gilberto 26, 72, 407, 422, 423-435.
Gómez, Petronila Angélica 23. López Glass, Emmanuel 46, 93, 118,122, Mella Lithgow, Ramón 238, 416.
Galván, Manuel de Jesús 18. 115,117, 118, 120, 121, 122, 187, 218, 222, Joyce, James 200.
Gómez,Teodoro 45, 49. 176, 240. Mella, Matías Ramón 49, 70, 108, 240.
García (Vda.), Mercedes 72. 223, 226, 227, 297. Julia, J. R. 241.
Gómez,Teté 82. López Glass, Ismael 403. Mella, Noemí 121, 122, 297.
García Lluberes, Manuel 22, 331. Hernández Pou, Lourdes 73. Julia, La Modelo 140.
Gómez,Vitalia 346. López Jiménez 130, 131, 174. Menard, Alicia 438.
García Obregón, Adolfo 26, 240, 328, 387- Hernández Rueda, Lupo 75, 216, 217, 228. Julián de Alam, Aurora 27, 400.
Góngora 338. López Mézquita, José María 129, 177. Menard, Marina 438.
89, 388. Hernández Sang, Liar 73. Jung, Carl Gustave 206.
González Hernández, José 431. López, José Manuel 253. Mendoza, Copito 416.
García Vivianco, Miguel 156. Hernández, Gaspar 117, 176. Junoy, José María 299.
González Herrera, Julio 114, 144. López, Nelo 259. Meriño, Monseñor 25, 359.
García, José Ovidio 23, 255. Hernández, Julio Alberto 23, 28, 119, 225. Junyer, Joan 28, 111, 113, 129, 130, 131,
González Lamarche, Francisco 238. López, Salvador A. 73. Merodak-Jeanneau 200.
García, Juan Fco. (Pancho) 22, 27, 111,112, Hernández, Mariano 442. 132, 170, 170-172,173, 404.
Lora de Dalmasí, María 25. Mestrovic 200.
114, 117,119, 121, 255, 259.
Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|450| |451|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice onomástico

Metzner 200. N Pérez Alfonseca, Ricardo 25. Ravel 203. Ruiz Castillo, Humberto 26, 95. Soto, Altagracia 73.
Mieses Burgos, Franklin 114, 115,116, 207, Pérez de Weber, Enriqueta 387. Ravelo, José de Jesús 26, 112. Rull, Carmen 167. Soto, Luis 110, 114, 115, 116, 117, 130, 131,
217, 222, 223, 227, 228, 285, 360, 361. Nacidit Perdomo, Ilonka 389, 394, 395. Pérez Licairac, H. 29. Read, Horacio 410. Rusinol, Santiago 300. 176.
Milhau 203. Nagasaky, Kyoko 333. Pérez Reyes, C. 194. Rebajes, Francisco 118. Russo, Jochi 440, 442. Soutiné 200, 302.
Miller, Jeannette 70, 84, 188, 336. Nanita, Abelardo R. 22. Pérez Sánchez, Adolfo 27. Rembrandt 473. Steimberg, Saúl 129, 130, 131, 132, 170,
Mir, Eridania 122. Natalia, Carmen 29, 372, 373. Pérez Stefan, Reynaldo J. 403. Remedio, (Remedio Varo) 163. 183.
Mir, Pedro 29, 121, 207. Pérez, Cecilio 122. Renoir 206. S Stengre, Carmen 114.
Navarro, Leopoldo 111, 238, 240.
Miró, Baltazar 112. Nivar de Pittaluga, Amada 29, 60, 72. Pérez, Fan 259. Rentas, Georgina 73. Stern, Daniel 28.
Savian, Petión 368.
Modigliani 156, 209. Nivar Nanita, Abelardo R. 29. Pérez, Gabriela 122. Requena, Andrés Fco. 88, 121. Stravinsky 203.
Sainz de Robles, Federico C. 33.
Moisés 386. Nolasco, Sócrates 29. Pérez, Genaro 268. Respighi 203. Sullivan, Edward J. 60, 86, 200, 289, 291,
Saladín, José Francisco 116.
Mojica, Pío 73. Nouel, Monseñor Adolfo A. 236. Pérez, Guillermo (Guillo) 122, 277. Reverón 191. 341, 345, 377.
Salazar, Adolfo 294, 299.
Molineaux, Isabel 73. Núñez Benz, Francisco 442. Pérez, José Joaquín 18, 240. Reyes, Alfonso 287, 291. Suro Franco, Federico 78, 286, 299.
Salen, Antonio 368.
Monet, Claude 79. Pérez, Rafael 259. Reyes, Oscar Antonio 316, 326. Suro Franco, Rosa Elba 286.
Salinas, Pedro 116.
Montalvo, Consuelo 23. Peynado, Jacinto 103, 124, 174. Ricart Ibarra, Luis 328, 337. Suro García-Godoy, Hermanos 278.
Monte Arache, Norma 442. O Picasso, Pablo 80, 86, 87, 140, 160, 170, 187, Ricart Victoria, Familia 83, 328, 329, 330, San Antón 425.
Suro, Darío 21, 25, 27, 29, 53, 54, 76, 77, 78,
San Juan Bautista 386.
Montilla, Gloria 118. 200, 205, 209, 218, 296, 297, 299, 302, 304, 331, 332, 333. 79, 84, 86, 102, 106,111, 112, 113, 115, 117,
Ojeda 240. San Lorenzo 425.
Montolío, Marino 73. 311, 318, 340, 345. Ricart Woss y Gil, Rómulo 328. 118, 122, 129, 155, 187, 188, 191, 192, 205,
Okuniewska, Señora 112. San Rafael 425.
Moore, Henry 200. Pichardo Paíno, Rafael 167. Ricart, María Cristina 73. 207, 216, 218, 227, 241, 242, 245, 277-300,
Olegario Pérez, Bartolomé 25. Sanabia, Emilio 25.
Moore, Ena 118. Pichardo, Bernardo 23. Rijo, Rodolfo (Ruddy) 116, 400. 327, 331, 336, 345, 398, 400, 403, 404, 405,
Orozco, José Clemente 155. Sanabia, M. M. 238.
Morales Languasco, Carlos 235. Pichardo, Eligio 120, 121, 122, 144, 145, Rilke, Rainer María 200. 422, 431.
Ortega Frier, Julio 111, 136, 174, 274, 275. Sánchez de González, Josefa (Fefita) 403,
Moré, Luis Gustavo 95. 297. Rincón J. Alberto 27. Suro, Jaime 278.
Ortega Peña, María de la Altagracia 386. 436.
Morel Guzmán, Antonio 112. Pierret, Florencia 442. Rivera, Delia 240. Suro, Rubén 27, 76, 129, 216, 279, 280, 281,
Ortega Peña, Rafael Andrés 385. Sánchez Lustrino 115.
Morel Szabo, Ilonka 273. Pieter, Heriberto 240. Rivera, Diego 115, 155, 287, 289, 309. 283, 285, 292, 297.
Ortega y Gasset, 228. Sánchez Moscoso, Anacaona 27, 400.
Morel Szabo, Jano 273. Pimentel, Anides H. 73. Rivera, Luis 112. Suro-Franco, Familia 292, 298.
Ortiz, Antonieta 73. Sánchez Van-Grieken, Héctor 73.
Morel Szabo, Jorgito 273. Pina Merelo, Rafael 26, 73, 111, 113, 115, Rivero Gil, Francisco 110, 111, 113, 129, Szabo, Ilonka 273.
Ortiz, Joaquín 131. Sánchez, Clara E. 73.
Morel Tavares, Hermanos 253, 255, 256, 117, 118, 120, 227. 130, 144, 168-170.
Ortíz, Ligia 60. Sánchez, Francia 73.
261, 407. Piñeyro, Abelardo 21, 99, 113, 115, 116, 120, Rivero, José 129, 130, 132, 170, 173-174.
Morel, Apolinar 79, 251, 256, 259, 261, 263, 241. Robles Toledano, Oscar 117, 118, 346, 350, Sánchez, Francisco del Rosario 49, 70, 108, T
240, 262, 263.
275, 406, 407, 409, 410, 411-413. P Piñeyro, Francisco Arturo 403, 422, 438. 351, 352, 355, 356.
Santana, Gloria 366. Tamayo, Rufino 341.
Morel, Enrique (Padre) 250, 251, 259, 261, Pirandello, Luigi 200. Rodríguez Demorizi, Clara 204, 245, 349.
Sanz García, Enrique 386. Tanasescu, Horia 181, 183.
273. Paap, Hans 121, 129, 130, 170, 174, 178, Pittaluga, Delia 240. Rodríguez Demorizi, Emilio 29, 49, 114.
Sanz Valdez, Zoraida 386. Tanguy 163.
Morel, Enrique (Quico) 46, 79, 251, 256, 179, Pittini, Monseñor Ricardo 173. Rodríguez Guerra, Luis 173.
Saviñón, Altagracia 17. Tarazona Pérez, Enrique 8, 9, 22, 241, 339,
259, 261, 263, 405, 406, 407-411. Pacheco, Armando Oscar 114, 118. Pla, Cecilio 300. Rodríguez Hijo, Abelardo 240, 241.
Schifino, M. 241. 339, 353.
Morel, Esteban 240, 251, 407. Padrón, Guarionex 73. Plaza Ponte, Mario 334. Rodríguez Lora, Sebastián 437, 438, 440,
Schiller, Ervin 240. Tarazona, Fernando 118.
Morel, Fausto 409. Palau, Francisco Arturo 23. Plinio Pina, P. 236, 238. 441.
Schonberg 203. Tavares Morel (Familia) 23.
Morel, Filomena 273. Palau, Francisco Arturo 23, 387. Polanco Zeller, Janina 442. Rodríguez Urdaneta, Abelardo 19, 21, 26,
Schotborgh, Marcial 120, 122, 400. Tavares Viuda Bermúdez, Julia 141.
Morel, Juanito 251, 261. Palau, Joaquín 23. Polanco Zeller, Manuel 442. 27, 43, 70,96, 111, 113, 115, 129, 238, 241,
Schultz Leitzmann, Leo 122. Tavárez, Arturo 253, 255, 407.
Morel, Mercedes 409, 412. Pascual, Manolo 29, 110, 111, 112, 113, 114, Ponc, Joan 317. 328, 352, 360, 371, 373, 378, 381-82, 386,
Schwartz, Ana María 129, 130, 131, 132, Tavárez, Luis 253, 255.
Morel, Pablo 412. 115, 116, 117, 119, 122, 129, 130, 131, 133, Pou Ricart, Leo 26, 95, 112, 118. 389, 397, 398, 436, 438.
139, 184, 323. Tavárez,Teresa 251.
Morel, Príamo 118, 121. 137, 147, 143-147, 176, 187, 191, 192, 398, Pou Ricart, Marcial 26, 95, 112. Rodríguez, Aurelio 438.
Scott, Ernesto 116, 118, 122. Tavárez Mounier, Luisa 473.
Morel, Ramón 407. 402, 404. Pou, Julio 94, 238. Rodríguez, Evangelina 23.
Seide, Martial 368. Taveras, 407.
Morel,Teté 251. Pastoriza, H. 48. Poulantzas, Nicos 103. Rodríguez, José A. 27.
Senior La Paz, Alfredo 18, 22, 24, 403. Tejada, José Joaquín 58.
Morel,Tomás 79, 80, 116, 246, 251, 259, Patín Pichardo, María 245. Prats Ventós, Antonio 113, 115, 116, 119, Rodríguez, Sarah 73.
Serra, Nidia 121, 122. Tejera, Clarita 173.
263, 409. Pechstein, Max 299. 120, 121, 130, 131, 137, 176, 187. Rodríguez, Secundino (El Colorao) 265,
Serrallés de Frías, Albertina 27, 400. Tey 305.
Morel,Yolanda 273. Peguero,Valentina 90. Prestol Castillo, Freddy 102. 268.
Serraño Poncela, S. 162. Thomás, Karín 243.
Morel,Yoryi (Jorge Octavio) 21, 22, 23, 24, Pelegrín, Georgina 73. Price, Lucien 368. Rogers, Albert Willians 111, 407, 427, 428-
Seurat, Georges 199, 206. Tolentino Rojas,Vicente 114.
25, 26, 27, 28, 29, 32, 46, 75, 77, 79, 81, 84, Pellerano, Concepción 354. Priego, Joaquín 46, 53, 112, 113, 115, 116, 429.
Severino, Jorge 442. Tolentino, César 245.
96, 111, 112, 113, 117, 119, 120, 121, 122, Peña Batlle, Manuel A. 22, 136, 167, 312, 402, 405-6, 413-416. Rogers de Moya, Alberto 427, 428, 429.
Shum (Alfonso Vila) 112, 113, 114, 129, Toribio, Antonio 121, 122
129, 187, 191, 192, 235, 240, 242, 243, 244, 331. Puello, Ana Josefa 24. Rojas Abréu, Enriquillo 73, 111.
130, 131, 132, 169, 170-173. Tortosa Alber, Francisco 132.
245-277, 281, 283, 284, 285, 289, 297, 327, Peña de Ortega Frier, Carmen (Carmita) Puello, Manuel 430. Romero de Torres, Julio 80, 194, 300.
Signad 206. Troncoso de la Concha, Manuel de Jesús 29,
331, 336, 370, 398, 403, 405, 407, 409, 410, 73, 241, 331, 360, 361. Pueyo, José Manuel 51, 328. Romero, Antonio R. 264, 266.
Signorelli 340. 103.
411, 413, 422, 436. Peña Defilló, Fernando 49, 141, 326. Romero, Luis Oscar 117, 442.
Silfa Martínez, Marianela 27, 400. Troncoso Sánchez, Pedro 23, 270, 271.
Moreno Carbonero, José 300. Peña Henríquez, Carmita 371, 372, 383- Roosevelt, Franklin Delano 102, 105, 108.
Moreno Jiménez, Domingo 17, 19, 23, 25, Q Roques Pérez, Eliseo 238, 241. Silverio, Norma 442. Troncoso, Jesús María 22, 25, 26.
385, 414, 418, 425. Simó, Manuel 112, 114. Trujillo Molina, Rafael Leonidas 28, 49,
26, 29, 111,112, 113, 115, 203, 272. Peña y Reynoso, Manuel de Jesús 43, 49. Roques, Aída Celeste 113, 118, 122.
Quezada, Dolores 356. Simons, Alette 378. 87,88, 89, 90, 91-96, 101, 104, 105, 107,
Moret Astruell, Enrique 174. Peña, Ángela 51, 415. Rosa, José Enrique 118, 122.
Quírico,Tulio 73 Siqueiros, David Alfaro 86, 155, 340. 108, 109, 113, 115, 117, 118, 120, 123, 124,
Morillo, Susana 337. Peña, José 383. Rosemberg, Leoncio 308.
Smester, Rosa 23. 145, 155, 165, 166, 167, 174, 176, 177, 210,
Moscoso Puello 28. Peñaolguin, Santiago 106. Rotger, Ignacio 318.
Solaeche, Carlos 28, 111, 113, 129, 132, 170, 221, 233, 236, 237, 240, 270, 273, 274, 285,
Moscoso, Rafael 253. Pepín, Ercilia 23, 434. R Rouault, Georges 200, 299.
172. 295, 312, 314, 315, 352, 361, 367, 378, 387,
Moya, Oscar 27. Peralta Corniel, Andrés 479. Rovira, José 113, 114, 115, 116.
Solana Ferrer, Alejandro 129, 130, 131, 170, 389, 401, 403, 414, 418, 434.
Moya, Rosario 285. Peralta de Brown, Clarita 105. Ramírez Dubal,Wenceslao 115, 116. Royers Moya, Alberto 427, 428, 429.
174, 176. Trujillo, Flor de Oro 367.
Múñoz, Pulín 442. Peralta Díaz, Manuel Antonio 212, 214. Ramírez Guerra, Carlos F. 118, 238. Rubens 172.
Solano, Rafael 442. Trujillo, Ramfis 96, 97, 381.
Muñoz,Tomas 246, 251, 259, 263. Peralta, José María 13, 18. Ramírez Guerra, E. 241. Rubirosa, Porfirio 367.
Soler, María 24.
Murillo 118, 172. Perdomo, Ángel (Angelito) 238, 241. Ramírez Pereyra, Héctor 217. Rueda, Manuel 28, 75, 121, 216, 217, 228,
Soler, Pouppé 8, 24.
Murtra, Cala 318. Perdomo, Apolinar 23. Ramírez, Ricardo 253. 285, 295, 373.
Sorolla y Bastidas, Joaquín 79, 80, 263, 300.
Mussolini, Benito 52, 102. Pereyra, Lucila 238. Ramírez,Yolanda 285. Ruiz Casado, Eugenio 259.
Índice onomástico|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|452| |453|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Índice de ilustraciones

U W A Xavier Amiama Anónimo


Retrato Portada de La Cacica
Ugarte, María 53, 57, 86, 87, 110, 120, 140, Wagner 203, 256. José Alloza
Crayon/papel. 28 x 20 cms. 1938 Dibujo. 1944
141, 155, 183, 228, 288, 293, 312, 318, 339, Washington, George 116. La playa
Col. Museo George S. Nader (Haití) Fotodigitación: José Enrique Tavárez
379, 381, 385, 386. Weber, Delia 23, 24, 26, 29, 60, 72, 97, Dibujo. 1940
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 10
Ulloa, Zoilo A. 392. 99,113, 115, 120, 245, 360, 361, 372, 387- Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 358
Ureña Alfau, Rosalydia 21, 27, 96, 112, 113, 397, 401-2, 403, 425. Página 162 Anónimo
116, 122, 241, 328, 372, 397-400, 436. Weber, Jacqueline 368. Xavier Amiama Portada del libro Hello, Jimmy?
José Alloza
Ureña, Salomé 112, 176. Weber, Juan Esteban 387. Velero en Salinas de Puerto Hermoso Baní Sin fecha
La máquina infernal.
Utamaro 305. Weinint, Hermanas 130, 132. Óleo/cartón. 52 x 34 cms. 1931 Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Dibujo. 1939
Weis, Hellen 115. Col. Fidias Amiama Garrido Página 106
Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Wilde, Oscar 364, 383. Fotografía: Mariano Hernández
V Página 163 Rafael Arzeno
Woss y Gil Ricart, Celeste 21, 24, 26, 27, Página 358 Autorretrato con familia
29, 36, 37, 40, 42, 43, 57-72, 74,76,77,80, José Alloza
Valdez de Sanz, América 121, 377, 385-386. Xavier Amiama Óleo/tela. C. 1955
83, 96, 97, 99, 111, 112, 113, 115, 117, 120, La cabeza de Ferrand
Valedores 410, 436. El hombre del tambor Col. Ceballos Estrella
122, 133, 191, 196, 213, 215, 238, 241, 275, Dibujo. 1943
Valentino, Rodolfo 361. Óleo/tela. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
285, 289, 330, 331, 334, 336, 360, 361, 371, Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Valera Ximénez, Arzobispo 111. Col. Privada Página 402
373, 383, 385, 392, 398, 401, 403, 404, 413, Página 164
Valerio, Manuel 116, 217, 228. Fotodigitación: José Enrique Tavárez
422, 425, 426. Rafael Arzeno
Válery, Paul 200. José Alloza Página 359
Woss y Gil, Alejandro 57, 64, 66. Rueda de vida
Valldeperes, Manuel 29, 67, 84, 118, 140, Cotubanamá el cacique
Woss y Gil, Ana María (Plicita) 58, 240. Xavier Amiama Óleo/tela. 71 x 96. 5 cms. 1964
144, 155, 170, 171, 228, 297, 324, 326, 334, Dibujo. 1943
Woss y Gil, Francisco 58. Retrato de un hombre Col. Familia Ceballos Estrella
337, 368. Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Valle Inclán, Ramón 418. Óleo/cartón. 48 x 36 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 164
Valverde, Chan 261. X Col. Fidias Amiama Garrido Página 437
Van Gogh,Vicent 156, 206, 340. José Alloza Fotografía: Mariano Hernández Rafael Arzeno
Vargas, Marcelo 370, 374, 375, 376, 377, Ximpa (Luis Víctor García Ximpa) 113, 114, Sánchez enarbola bandera Página 359 El general Gregorio Luperón
378. 116, 129-167, 197, 231. Dibujo. 1943
Xavier Amiama Óleo/tela. 91 x 27 cms. 1964
Vásquez Díaz, Francisco 130, 170, 174. Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Joven haitiana Col. Sociedad Alianza Cibaeña
Vásquez, Eugenio 73. Página 188
Vásquez, Horacio 8, 89, 236. Y Óleo/tela. 52 x 42. 5 cms. 1940 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Vásquez, Porfirio 113. Xavier Amiama Col. Octavio Amiama de Castro Página 437
Yeats, Buttler 200. Autorretrato Fotografía: Mariano Hernández
Vásquez, Rafi 442. Rafael Arzeno
Vega, Bernardo 142, 188. Creyón/papel. 28 x 20. 3 cms. 1939 Página 362 La madre del pintor
Vela Zanetti, José 104, 110-112, 114, 115, Z Col. Privada
Xavier Amiama Óleo/tela. 70 x 50 cms. 1941
116, 117, 118, 119, 120, 121, 128, 129, 130, Fotodigitación: José Enrique Tavárez
La mujer del tambor Col. Familia Ceballos Estrella
131, 132, 133, 135, 136, 137, 151-156, 186, Zaragoza, José Ramón 151. Página 80
Óleo/tela. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
187, 188,195, 213, 215, 227, 402. Zingg, Julio 332. Xavier Amiama Col. Privada Página 439
Vela, Miguel 418. Zolana F, Alejandro 113. Paisaje Banilejo (detalle) Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Velásquez Chávez, Agustín 292. Zuloaga, Ignacio 53, 79. Rafael Arzeno
Óleo/madera (restaurado). 29 x 41. 5 cms. Página 363
Velázquez, Diego 118, 172, 338, 440. Muelle de Puerto Plata
Veloz, Dulce María 73. C. 1930
Xavier Amiama Óleo/tela. 62 x 78 cms. 1952
Veloz, Livia 23. Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Retrato de una niña Col. José y María Consuelo Bojos
Veloz, Livia 25. Fotografía: Mariano Hernández
Óleo/cartón. 54 x 46 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Veloz, Livia 28. Página 352
Col. Miguel Terc Página 440
Vera, Francisco 110, 132, 176. Xavier Amiama Fotografía: Mariano Hernández
Verdeció, Roberto 340. Rafael Arzeno
Danzantes Página 365
Vicini Burgos 8. La loma de la bestia (Pto. Pta.)
Óleo/tela. 67 x 83 cms. 1953
Vicini, Italia 73. Xavier Amiama Óleo/tela. 67 x 88 cms. 1952
Col. Octavio Amiama de Castro
Vicioso, Juan Antonio 113. Naturaleza muerta Col. José y María Consuelo Bojos
Fotografía: Mariano Hernández
Vidal Torres, Rafael 111. Óleo/cartón. 46 x 61 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 354
Vila, Alfonso 170. Col. Fidias Amiama Garrido Página 441
Villalba, Domingo 238. Xavier Amiama Fotografía: Mariano Hernández Rafael Arzeno
Villamar, Cancán 73. Vendedoras de frutas Página 366 Capricho de Paganini
Villanueva, Amable 442. Óleo/tela. 40 x 50 cms. Sin fecha
Viloria, Felipe 442. Mounia André Óleo/pana. 96 x 88 cms. 1958
Col. Fidias Amiama Garrido
Vincent Du Mond, Frank 59. Tres mujeres Col. José y María Consuelo Bojos
Fotografía: Mariano Hernández
Vincent, Stenio 352. Óleo/cartón. 38 x 51 cms. 1956 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 355
Viard, Roaul 368. Col. Museo Bellapart Página 443
Vizardi, Ligio 25, 113, 400, 403, 407, 417, Xavier Amiama Fotografía: Mariano Hernández
419-423. Crepúsculo Página 184 B
Óleo/cartón. 42 x 32 cms. 1960
Mounia André
Col. Octavio Amiama de Castro Genoveva Báez
Plegaria (detalle)
Fotografía: Mariano Hernández Marina
Óleo/tela. 55 x 59 cms. 1952
Página 357 Óleo/madera. 56 x 81 cms. 1978
Col. Museo de Arte Moderno Col. Marcelo Vargas
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Página 185 Página 370
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|454| |455|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Genoveva Báez Antonio Bernad (Toni) Margarita Billini Tito Cánepa Jaime Colson Jaime Colson
Vista de la Casa del Tostado Composición Fuerte San Gil Desnudo sobre la yerba Retrato de Rafael Díaz Niese y su esposa Alicia Modelo de la catarsis: serie neohumanista
Óleo/cartón. 50 x 60 cms. Sin fecha Acuarela/papel/dibujo. 41 x 32 cms. 1946. Óleo/tela. 47 x 71 cms. 1982 Óleo/tela. 85 x 58. 4 cms. 1939 Óleo/tela. 100 x 79 cms. 1949 Óleo/cartón. 50 x 48 cms. 1932
Col. Museo de la Familia Dominicana Col. Museo de Arte Moderno Col. Familia Fiallo Billini Col. Familia Cánepa Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Página 372 Página 128 Página 381 Página 335 Página 208 Página 311
Genoveva Báez Antonio Bernad (Toni) Margarita Billini Tito Cánepa Jaime Colson Jaime Colson
Antigua Casa del Tostado Caricatura de Héctor Incháustegui Cabral. Retrato de Máximo Gómez Prometeo Autorretrato japonés Retrato de un francés víctima de la guerra
Óleo/cartón. 50 x 60 cms. Sin fecha Década 1940 Óleo/tela. 46 x 36 cms. 1986 Óleo/gesso. 111. 8 x 58. 4 cms. 1970 Mixta/cartón. 36 x 24 cms. 1927 de Indochina
Col. Museo de la Familia Dominicana Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Familia Fiallo Billini Col. Familia Cánepa Col. Museo Bellapart Óleo/tela. 55. 5 x 43 cms. 1949
Fotografía: Mariano Hernández Página 165 Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández Col. Juan Miguel Grisolía
Página 373 Página 382 Página 336 Página 300 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Antonio Bernad (Toni)
Página 311
Genoveva Báez Bailarina calzándose Margarita Billini Tito Cánepa Jaime Colson
Pucho Mixta/papel. 46 x 38 cms. 1946 Flores Adán y Eva Catedral de Barcelona (puerta sur) Jaime Colson
Óleo/cartón. 39. 5 x 51cms. Sin fecha Col. Museo de Arte Moderno Óleo/madera. 37 x 27 cms. 1929 Gesso/panel. 120. 9 x 120. 9 cms. 1974 Óleo/tela. 22 x 15. 5 cms. 1919 El ciego y su lazarillo: serie neohumanista
Col. Marcelo Vargas Fotografía: Mariano Hernández Col. Familia Fiallo Billini Col. Familia Cánepa Col. Museo Bellapart Óleo/tela. 177 x 93. 5 cms. 1953
Fotografía: Mariano Hernández Página 165 Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández Col. Museo Bellapart
Página 374 Página 382 Página 336 Página 302 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Antonio Bernad (Toni)
Página 313
Genoveva Báez Caricatura de Rafael Díaz Niese Blas Tito Cánepa Jaime Colson
Mellizas Chita y Mayán Báez Década 1940 Vendedor de maní. Góngora y Velázquez Paisaje del Sena Jaime Colson
Óleo/cartón. 34 x 46 cms. 1940 Fotografía: Mariano Hernández Dibujo. C. 1940 Óleo/tela. 52 x 41 cms. 1989 Óleo/tela. 35 x 26. 5 cms. París 1924 Familia y mar
Col. Marcelo Vargas Página 197 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Museo de Arte Moderno Col. Museo Bellapart Óleo/madera. 53 x 38 cms. 1950
Fotografía: Mariano Hernández Página 168 Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Col. Ramón Francisco
Bolívar Berrido
Página 375 Página 338 Página 302 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Patio del colegio Angel Botello Barros
Página 314
Genoveva Báez Óleo/tela. 51 x 61. 5 cms. 1935 Joven mulata Tito Cánepa Jaime Colson
Patio del hogar de los Báez Col. Familia Berrido Lulo Óleo/cartón piedra. 44. 5 x 36 cms. Sin fecha Tríptico: Enriquillo, Duarte, Luperón Hombre con pipa Jaime Colson
Óleo/canvas. 63 x 40. 5 cms. 1970 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Privada Óleo/tela. 91. 4 x 182. 9 cms. 1971 (retrato Tomás Hernández Franco) De la serie metafísica
Col. Marcelo Vargas Página 430 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Familia Cánepa Óleo/madera. 43. 5 x 27. 5 cms. 1928 Óleo/tela. 60 x 45 cms. 1938
Fotografía: Mariano Hernández Página 175 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Juan Miguel Grisolía Col. Museo Bellapart
Bolívar Berrido
Página 376 Página 339 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fantasía: Desnudo alado Angel Botello Barros
Página 303 Página 317
Genoveva Báez Pastel/papel. 22 x 18 cms. 1938 Dos negritas Tito Cánepa
Vista del patio de los Báez Col. Juan María Berrido Lulo Óleo/tela. 58 x 40 cms. Sin fecha Paisaje clásico Jaime Colson Jaime Colson
Óleo/cartón. 55. 5 x 76. 5 cms. 1950 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Museo Bellapart Óleo/cartón. 59 x 83 cms. 1944 Japonesa Castor y Pólux
Col. Marcelo Vargas Página 431 Fotografía: Mariano Hernández Col. Familia Cánepa Óleo/cartón. 41 x 33. 5 cms. 1926 Gouache/papel. 57 x 36 cms. 1939
Fotografía: Mariano Hernández Página 177 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart
Bolívar Berrido
Página 377 Página 340 Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Salomé Angel Botello Barros
Página 307 Página 319
Genoveva Báez Pastel/papel. 28 x 21 cms. 1937. Dos mujeres conversan Tito Cánepa
Floral Col. Juan María Berrido Lulo Óleo/cartón. 31 x 33 cms. Sin fecha El sueño Jaime Colson Jaime Colson
Óleo/tela. 50 x 35. 5 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Museo Bellapart Gesso/panel. 90. 5 x 120. 9 cms. 1975 La mujer sin olor.Viñeta. 1925 Retrato del cónsul italiano Juan Grisolía
Col. Marcelo Vargas Página 431 Fotografía: Mariano Hernández Col. Familia Cánepa Fotodigitación: José Enrique Tavárez Ciliberti
Fotografía: Mariano Hernández Página 177 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 308 Óleo/tela. 55. 5 x 43 cms. 1953
Margarita Billini
Página 378 Página 341 Col. Marina Grisolía
Rostro Jaime Colson
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Genoveva Báez Lápiz/papel. 23. 5 x 17. 5 cms. 1921 C Jaime Colson Hernández Franco.Viñeta. 1925
Página 320
Esperando el carro Col. Museo de Arte Moderno Autorretrato Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Tito Cánepa
Óleo/madera. 50 x 35. 5 cms. 1940 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Óleo/madera. 48. 5 x 40. 5 cms. 1925 Página 308 Jaime Colson
Familia campesina
Col. Marcelo Vargas Página 379 Col. Museo Bellapart De la serie metafísica
Óleo/tela. 91 x 61 cms. 1939 Jaime Colson
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Óleo/tela. 65 x 50 cms. 1938
Margarita Billini Col. Familia Cánepa La mujer que tenía la risa «I».Viñeta. 1925
Página 378 Página 80 Col. Museo Bellapart
Perfil Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Fotografía: Mariano Hernández
Osvaldo B. Báez Lápiz/papel. 22. 5 x 14. 5 cms. C. 1920 Página 85 Jaime Colson Página 309
Página 321
Proyecto monumento La Altagracia Col. Museo de Arte Moderno Retrato de Díaz Niese
Tito Cánepa Jaime Colson
Revista La Cuna de América Núm. 17 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Óleo/tela. 72. 5 x 57. 5 cms. 1936 Jaime Colson
Autorretrato Gira las manos puras.Viñeta. 1925
Octubre 1923. Página 379 Col. Museo Bellapart De la serie metafísica
Óleo/gesso. 38. 2 x 38. 2 cms. 1946 Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández Óleo/tela. 73 x 100 cms. 1938
Margarita Billini Col. Familia Cánepa Página 309
Página 9 Página 198 Col. Familia Brugal Gassó
Casa calle Sánchez #52 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Jaime Colson Fotografía: Mariano Hernández
V. Bera Óleo/cartón. 77 x 50 cms. 1968 Página 334 Jaime Colson Naturaleza muerta (muñeca japonesa) Página 322
Retrato de Rafael Díaz Niese Col. Familia Fiallo Billini Retrato Díaz Niese
Tito Cánepa Acrílica. 48 x 40 cms. 1927-1930
Óleo/tela. 95 x 77 cms. 1947 Fotografía: Mariano Hernández Óleo/cartón. 59 x 50 cms. 1933
La carta Col. Familia Antuñano Peralta
Col. Manuel Antonio Peralta Díaz Página 380 Col. Clara Rodríguez Demorizi
Óleo/tela. 58. 4 x 43. 2 cms. 1939 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Col. Familia Cánepa Página 310
Página 214 Página 204
Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 334
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|456| |457|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Jaime Colson Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi) Francisco Fernández Fierro Eugenio Fernández Granell Nino Ferrúa Enrique García-Godoy
Retrato de mujer Desnudo femenino Muralla colonial No es posible olvidarla Mujer junto a árbol Patio
Mixta/papel. 19 x 13 cms. 1941 Óleo/tela. 59 x 44 cms. 1953 Óleo/madera. 29. 3 x 21. 5 cms. Sin fecha. Óleo/tela. 67. 5 x 47 cms. 1951 Revista La Opinión Núm. 124. Junio 1929 Óleo/tabla. 18 x 25. 5 cms
Col. Aída Bonnelly Col. Aída Bonnelly Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Ceballos Estrella
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández Página 16 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 323 Página 421 Página 425 Página 192 Página 39
Nino Ferúa
Jaime Colson Francisco Fernández Fierro Eugenio Fernández Granel Ventanal Enrique García-Godoy
Muchacho con gorra roja E Caserío Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Revista La Opinión Núm. 120. 1925 El dulce de leche
Óleo/plywood. 48 x 38. 5 cms. 1951 Óleo/madera. 50. 8 x 40. 5 cms. 1934 Núm. 1. Octubre 1943 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Óleo/tela. 45 x 42 cms. Sin fecha
Eolo
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Museo Bellapart Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 17 Col. Marianela Jiménez
Mulata lavando
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 216 Fotografía: Mariano Hernández
Revista Bahoruco Núm. 201. Marzo 1934 Nino Ferrúa
Página 323 Página 425 Página 41
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Eugenio Fernández Granel Lirios blancos
Jaime Colson Página 13 Francisco Fernández Fierro Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Revista La Opinión Núm. 106. 1925 Enrique García-Godoy
Figuras metafísicas: serie la catarsis Ruina colonial Núm. 2. Noviembre 1943 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Crucifixión
Eolo
Óleo/cartón. 86 x 107 cms. 1930 Óleo/madera. 20. 4 x 29. 3 cms. 1938 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 19 Óleo/tela. 240 x 180 cms. 1931
Mujer con sombrero y bufanda
Col. Museo Bellapart Col. Museo Bellapart Página 218 Col. Museo de Arte Moderno
Revista Cromos Núm. 11. Septiembre 1927 Joseph Fulop
Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Eugenio Fernández Granel Sin título
Página 324 Página 426 Página 51
Página 17 Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Óleo/tela. 21 x 26 cms. 1949
Jaime Colson Eugenio Fernández Granell Núm. 4. Enero 1943 Col. Museo de Arte Moderno Enrique García-Godoy
Eolo
Barcelonesa Sin título Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández Descendimiento de Cristo
Alegoría
Óleo/cartón. 57 x 43 cms. 1945 Óleo/tela. 32 x 43. 5 cms. Sin fecha Página 218 Página 125 Óleo/tela. 71. 5 x 58. 5 cms. Sin fecha
Portada Revista Bahoruco. 1935
Col. Julia Cabral de Thomén Col. Museo Bellapart Col. Ceballos Estrella
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Eugenio Fernández Granel Joseph Fulop
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 18 Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Paisaje
Página 325 Página 124 Página 51
Núm. 6. Marzo 1944 Óleo/tela. 23 x 28 cms. 1949
Eolo
Eugenio Fernández Granell Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Museo de Arte Moderno Enrique García-Godoy
Arpista en el jardín
D Revista Cromos Núm. 3. Noviembre 1926 Añoranzas de un torero enamorado Página 219 Fotografía: Mariano Hernández Regreso de Duarte a la Patria Libre (detalle)
Óleo/tela. 78 x 64 cms. 1943 Página 182 Óleo/tela. 219 x 336 cms. 1944
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi) Fotodigitación: José Enrique Tavárez Eugenio Fernández Granel
Col. Museo de Arte Moderno Col. Museo Casa de Duarte
Campanas bajo la luna Página 19 Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Joseph Fulop
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Óleo/cartón. 54 x 44 cms. 1953 Núm. 7. Abril 1944 Inspiración Nº 28
Eolo Página 157 Página 52
Col. Aída Bonnelly Fotodigitación: José Enrique Tavárez Óleo/tela. 78. 5 x 108 cms. 1954
Alegoría nacional
Fotografía: Mariano Hernández Eugenio Fernández Granell Página 219 Col. Museo de Arte Moderno Enrique García-Godoy
Revista Cromos Núm. 8. Mayo 1927
Página 402 Mujeres cogiendo flores Fotografía: Mariano Hernández Manuscrito de Montecristi
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Eugenio Fernández Granel
Óleo/tela. 71 x 51 cms. 1944 Página 183 Óleo/tela. 121 x 174 cms. 1945
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi) Página 98 Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida
Col. Museo Bellapart Col. Banco Central
Cabeza de Cristo Núm. 8. Mayo 1944
Eolo Fotografía: Mariano Hernández de la República Dominicana
Óleo/tela. 61 x 45. 5 cms. 1953 El Presidente Trujillo. Dibujo Fotodigitación: José Enrique Tavárez G
Página 157 Fotografía: Mariano Hernández
Col. Aída Bonnelly Página 221
Revista Bahoruco Núm. 115. 1930 Enrique García-Godoy Página 54
Fotografía: Mariano Hernández Eugenio Fernández Granell
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Eugenio Fernández Granel Autorretrato (detalle)
Página 417 Sin título (mujeres leyendo) Enrique García-Godoy
Página 236 Viñeta. Ediciones La Poesía Sorprendida Óleo/cartón. 26 x 21 cms. Sin fecha
Óleo/tela. 32 x 43. 5 cms. 1942 Federico García Godoy y su esposa
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi) Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Raquel García-Godoy de Priego
Exposición Nacional Col. Familia Brugal Gassó Óleo/tela. 68 x 99 cms. Sin fecha
Arlequín Página 223 Fotografía: Mariano Hernández
Catálogo. 1947 Fotografía: Mariano Hernández Col. Raquel García-Godoy de Priego
Óleo/cartón. 47 x 35 cms. 1953 Página 30
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 158 Eugenio Fernández Granel Fotografía: Mariano Hernández
Col. Aída Bonnelly Página 232 Viñeta. Ediciones La Poesía Sorprendida. Enrique García-Godoy Página 55
Fotografía: Mariano Hernández Eugenio Fernández Granell Fotodigitación: José Enrique Tavárez Retrato (homenaje al pintor Sorolla)
Página 419 Exposición Nacional Surrealista Enrique García-Godoy
Página 229 Óleo/madera. 61 x 71 cms. 1924
Catálogo. 1946 Óleo/madera. 31 x 24. 5 cms. 1945 Mi esposa Graciela en el Parque Central.
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi) Col. Museo Bellapart
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Museo Bellapart Nino Ferrúa Óleo/tela. 60 x 37 cms. Sin fecha
Inocencio III Fotografía: Mariano Hernández
Página 232 Fotografía: Mariano Hernández Mujer en pórtico con rosas Col. Raquel García-Godoy de Priego
Óleo/cardboard. 123 x 79 cms. 1953 Página 33
Página 159 Revista La Opinión Núm. 105. Febrero 1925 Fotografía: Mariano Hernández
Col. Aída Bonnelly Exposición Nacional
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Enrique García-Godoy Página 56
Fotografía: Mariano Hernández Catálogo. 1941 Eugenio Fernández Granell Página 11 Genoveva en el puerto
Página 419 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Composición Enrique García-Godoy
Óleo/tela. 50 x 50 cms. 1928
Página 233 Óleo/tela. 1943 Nino Ferrúa Mi madre Rosa de García
Virgilio Díaz Ordóñez (Ligio Vizardi) Col. Raquel García-Godoy de Priego
Col. Museo de Arte Moderno Mujer de paño rojo Godoy.Óleo/cartón. 50 x 40 cms. Sin fecha
Ave María Fotografía: Mariano Hernández
Fotografía: Mariano Hernández Revista La Opinión Núm. 97 Col. Raquel García-Godoy de Priego
Óleo/tela. 25. 5 x 33 cms. 1953 F Página 34
Página 160 Diciembre 1924 Fotografía: Mariano Hernández
Col. Aída Bonnelly Francisco Fernández Fierro Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Enrique García-Godoy Página 57
Fotografía: Mariano Hernández Ciudad Nueva Eugenio Fernández Granell Página 14 Madre con sus dos hijas
Página 420 Óleo/tela. 114 x 165 cms. 1944 Oráculo venturoso Óleo/tela. 27 x 36 cms. Sin fecha
Óleo/tela. 62 x 47 cms. 1951 Nino Ferrúa
Col. Museo de Arte Moderno Col. Raquel García-Godoy de Priego
Col. Giuseppe Bonarelli Motivo frutal
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Fotografía: Mariano Hernández Revista La Opinión Núm. 111. Marzo 1925
Página 424 Página 35
Página 161 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 15
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|458| |459|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Enrique García-Godoy José Gausachs José Gausachs Bienvenido Gimbernard Juan Bautista Gómez H
Niña con sus juguetes Cajuiles Lula Caricatura del Dr. José Dolores Alfonseca Retrato de Peña y Reynoso
George Hausdorf
(retrato de su hija Raquel) Óleo/tela. 41 x 54 cms. Sin fecha Carboncillo. 69 x 54 cms. Sin fecha Sin fecha Carboncillo/papel. 58. 5 x 46 cms. C. 1943
Escena campesina (detalle)
Óleo/tela. 84 x 63 cms. 1943 Col. Familia Brugal Gassó Col. Familia Gausachs Dorca Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Óleo/tela. 245 x 321 cms. 1944
Col. Raquel García-Godoy de Priego Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Página 345 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández Página 133 Página 141 Página 43
Bienvenido Gimbernard Fotografía: Julio González
Página 57 José Gausachs José Gausachs Caricatura. Sin fecha Juan Bautista Gómez Página 100
Adolfo García Obregón (atribuido) Las tres gracias Negra afligida Fotodigitación: José Enrique Tavárez Retrato de Príamo B. Franco
George Hausdorf
Retrato de Delia Weber Óleo/tela. 102 x 71 cms. 1945 Gouache/cartón. 69 x 51 cms. Sin fecha Página 345 Óleo/tela. 40. 6 x 23 cms. Sin fecha
Muchachos marchanteros
Óleo/tela. 86. 5 x 57 cms. Década 1920 Col. Museo Bellapart Col. Julia Tavares Vda. Bermúdez Col. Rafael Del Monte
Bienvenido Gimbernard Agua fuerte al buril. 18 x 22 cms. C. 1940
Col. Moisés Coiscou Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Dios mío, dame un premio. 1940 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Fotografía: Mariano Hernández Página 133 Página 141 Página 43
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 388 José Gausachs Bienvenido Gimbernard Página 346 Juan Bautista Gómez Página 102
Luis García Ximpa Mar Caribe Caricatura de Rafael Damirón Aguatero
Bienvenido Gimbernard George Hausdorf
Telésforo Calderón Óleo/tela. 73 x 91. 5 cms. 1942 Dibujo. 1944 Óleo/madera. 46 x 35 cms. C. 1920
Tenorios de Bastidores. 1925 Marchanta
Caricatura. 1942 Col. Museo de Arte Moderno Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Elba y Popi Bermúdez
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Grabado/papel. 15 x 12 cms. Sin fecha
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández Página 10 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 346 Col. Banco Popular Dominicano
Página 166 Página 132 Página 44
Bienvenido Gimbernard Fotografía: Marc Van Troostenberghe
Bienvenido Gimbernard
Luis García Ximpa José Gausachs Portada de Los enemigos de la tierra Juan Bautista Gómez Página 103
De la serie bailes
Max Henríquez Ureña Torero Dibujo. 19 x 13 cms. 1936 La litera
Dibujo. 1938 George Hausdorf
Caricatura. 1942 Mixta/papel. 76 x 62 cms. Sin fecha Fotodigitación: José Enrique Tavárez Óleo/tela. 103 x 160 cms. 1941
Col. Museo de la Familia Dominicana El bombero
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Familia Brugal Gassó Página 12 Col. Museo Arte Moderno
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Óleo/cartón. 77 x 61 cms. Sin fecha
Página 166 Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Bienvenido Gimbernard Página 347 Col. Museo de Arte Moderno
Página 134 Página 45
Luis García Ximpa Contraportada de Los enemigos de la tierra Fotografía: Mariano Hernández
Bienvenido Gimbernard
Rafael Paíno Pichardo José Gausachs Dibujo. 19 x 13 cms. 1936 Juan Bautista Gómez Página 129
De la serie bailes
Caricatura. 1942 Paisaje de la montaña verde Fotodigitación: José Enrique Tavárez Flor de cayuco
Dibujo. 1938 George Hausdorf
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Guache/carboncillo/papel Página 12 Óleo/tabla. 25. 5 x 41 cms. C. 1920
Fotografía: Mariano Hernández Retrato de un médico
Página 167 49. 5 x 65. 7 cms. Sin fecha Col. Familia Ceballos Estrella
Bienvenido Gimbernard Página 348 Óleo/tela. 80 x 60 cms. Sin fecha
Col. Privada Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Luis García Ximpa Portada del libro Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Bienvenido Gimbernard Página 46
Manuel A. Peña Batlle Nocturnos y otros poemas. 1939 Fotografía: Mariano Hernández
Página 135 La lectura
Caricatura. 1942 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Juan Bautista Gómez Página 129
Dibujo/papel. 40 x 32 cms. Sin fecha
Fotodigitación: José Enrique Tavárez José Gausachs Página 107 Paisaje del río Yaque
Col. Clara Rodríguez Demorizi George Hausdorf
Página 167 Mitin in the forest Óleo/tela. 51 x 36 cms. 1919
Bienvenido Gimbernard Fotografía: Mariano Hernández Paisaje con sol
Óleo/madera. 1955 Col. Marianela Jiménez
Luis García Ximpa Árbol en el camino Página 349 Óleo/cartón. 57 x 37 cms. Década 1940
Col. Museo Bellapart Fotografía: Mariano Hernández
Díaz Niese Dibujo. Sin fecha Col. Familia Brugal Gassó
Fotografía: Mariano Hernández Bienvenido Gimbernard Página 47
Caricatura. 1942 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández
Página 136 Pan de Quico
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 327 Juan Bautista Gómez Página 146
1907
Página 197 José Gausachs Paisaje para el amigo H. Pastoriza
Bienvenido Gimbernard Fotodigitación: José Enrique Tavárez George Hausdorf
Nocturno Acuarela/papel. 45. 6 x 28 cms. 1929
García Ximpa Cerame (mujer con telajes) Página 350 Paisaje con palmeras y campesinos
Óleo/tela. 90. 5 x 68. 7 cms. C. 1950 Col. Ceballos Estrella
Caricatura de Díaz Niese (detalle) Revista Cromos Núm. 3. Diciembre 1926 Agua fuerte al buril. 22 x 20 cms. C. 1940
Col. Museo Bellapart Bienvenido Gimbernard Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Dibujo. 1942 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Fotografía: Mariano Hernández Concho Primo Página 48
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 342 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 136 Sin fecha
Página 230 Juan Bautista Gómez Página 147
Bienvenido Gimbernard Fotodigitación: José Enrique Tavárez
José Gausachs Puerto (muelle viejo de Puerto Plata)
José Gausachs No pasaréis Página 350 George Hausdorf
Paisaje con yolas.Óleo/tela Óleo. 25. 5 x 52 cms. Sin fecha
Composición (detalle) Revista La Opinión Núm. 41 Paisaje rural
53 x 66 cms. Sin fecha Juan Bautista Gómez Col. Ceballos Estrella
Mixta/papel. 29 x 22 cms. Sin fecha Noviembre 1923 Óleo/madera. 38 x 36 cms. Sin fecha
Col. Museo Bellapart De la serie: Medallones de los Evangelistas Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Banco Popular Dominicano Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Museo Bellapart
Fotografía: Mariano Hernández (fragmento). Década 1930 Página 49
Fotografía: Marc Van Troostenberghe Página 342 Fotografía: Mariano Hernández
Página 137 Col. Catedral de Santiago.
Página 123 Juan Bautista Gómez Página 147
Bienvenido Gimbernard Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
José Gausachs El puente de Nibaje
José Gausachs La risa de Chicho Página 42 George Hausdorf
Bella durmiente Óleo/madera. 43 x 33 cms. 1920
Morena Revista La Opinión. Núm. 28. Agosto 1928 Paisaje (marina)
Óleo/tela. 67 x 53 cms. Sin fecha Juan Bautista Gómez Col. Ramón Francisco
Carboncillo/tinta/papel Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Óleo/madera. 68. 5 x 61. 5 cms. Sin fecha
Col. Familia Brugal Gassó De la serie: Medallones de los Evangelistas Fotografía: Mariano Hernández
51. 8 x 42. 9 cms. Sin fecha Página 343 Col. Museo Bellapart
Fotografía: Mariano Hernández (fragmento). Década 1930 Página 50
Col. Privada Fotografía: Mariano Hernández
Página 138 Bienvenido Gimbernard Col. Catedral de Santiago
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 148
«Robalagallina» Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 127 José Gausachs
Revista La Opinión Núm. 5-6. Marzo 1927 Página 42
Paisaje del Cibao
Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Óleo/tela. 50 x 61 cms. 1942
Página 344
Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández
Página 139
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|460| |461|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

George Hausdorf Gilberto Hernández Ortega Aida Ibarra Federico Izquierdo K Eduardo Matos Díaz
La lavandera Viñeta. Calle del Ayuntamiento El rosario Caricatura de Carmita Peña de Ortega Frier
Toyo Kurimoto Colson
Agua fuerte/papel/grabado. 31 x 28 cms. Ediciones La Poesía Sorprendida. 1948 Óleo/tela. 70 x 60 cms. Década 1960 Óleo/tela (restaurado) Dibujo/papel. Sin fecha
Geisha
Sin fecha Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Familia Ricart Victoria 64. 5 x 53. 5 cms. 1970 Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Óleo/cartón. 58 x 34 cms. 1939
Col. Museo de Arte Moderno Página 226 Fotografía: Mariano Hernández Col. Familia De los Santos Página 414
Col. Julia Cabral de Thomen
Fotografía: Mariano Hernández Página 332 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Eduardo Matos Díaz
Página 148 Página 436
I Aida Ibarra Página 306 Caricatura de Será la holandesa
George Hausdorf El patio de los Buera Federico Izquierdo Dibujo/papel. 1935
Aida Ibarra
Retrato de Marianela Jiménez Óleo/madera. 61 x 55 cms. Década 1960 La litera Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Óleo/cartón 81 x 54 cms. 1945
Paisaje de Cuesta Hermosa
Col. Familia Ricart Victoria Óleo/tela. 95. 5 x 76. 2 cms. 1971
L Página 414
Óleo/cartón. 57 x 76 cms. Década 1970
Col. Marianela Jiménez Fotografía: Mariano Hernández Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Ernesto Lothar
Col. Familia Ricart Victoria Eduardo Matos Díaz
Fotografía: Mariano Hernández Página 333 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) El bergantín
Fotografía: Mariano Hernández Caricatura del Dr. Heriberto Pieter
Página 149 Página 436 Óleo/madera. 50 x 60 cms. Década 1940
Página 83 Federico Izquierdo Dibujo/papel. 1935
Col. Clarita Peralta de Brown
George Hausdorf Vista de Santiago Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Aida Ibarra Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Ensayo Orquesta Sinfónica Retrato de Rómulo Ricart Woss y Gil Óleo/tela. 1998 J Página 415
Página 105
Óleo/tela. 64 x 76 cms. 1941 (su esposo) Col. Familia Ceballos Estrella Marianela Jiménez Eduardo Matos Díaz
Col. Banco Central Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Ernesto Lothar
Óleo/tela. 112 x 82 cms. C. 1960 Trujillo. Caricatura de J. L. López de Haro
de la República Dominicana Página 401 Cañero
Col. Familia Ricart Victoria Viñeta. 1954 Dibujo/papel. 1972
Fotografía: Mariano Hernández Óleo/madera. 49 x 23 cms. C. 1940
Fotografía: Mariano Hernández Federico Izquierdo Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 150 Col. Ramón Francisco
Página 328 Retrato de Josefa Sánchez de González Página 233 Página 415
Fotografía: Mariano Hernández
George Hausdorf Aida Ibarra Óleo/tela. 70. 5 x 64 cms. 1930 Marianela Jiménez Eduardo Matos Diaz.
Página 131
Escena en el río Ozama Retrato de Luis Ricart (su hijo) Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Obelisco. Caricatura de Hipólito Billini Paulino
Óleo/tela. 52 x 61 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Ernesto Lothar
Óleo/tela. 100 x 86 cms. C. 1970 Viñeta. 1954 Dibujo/papel. 1945
Col. Privada Página 403 Paisaje
Col. Familia Ricart Victoria Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Óleo/madera. 40 x 35 cms. C. 1940
Fotografía: Mariano Hernández Federico Izquierdo Página 236 Página 416
Página 151 Col. Ramón Francisco
Página 328 Merengue Marianela Jiménez Eduardo Matos Diaz
Fotografía: Mariano Hernández
George Hausdorf Aida Ibarra Óleo/tela. 89 x 70 cms. 1977 Espada del Generalísimo Trujillo Caricatura de Virgilio Díaz Ordóñez
Página 131
Paisaje De L’ile de France Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Viñeta. 1954 Dibujo/papel. 1945
Óleo/madera. 42 x 51 cms. Sin fecha Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Ernesto Lothar
Óleo/tela. 70 x 56 cms. 1931 Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Col. Banco Central Página 432 Negra
Col. Familia Ricart Victoria Página 237 Página 416
de la República Dominicana Óleo/madera. 46. 5 x 52 cms. C. 1946
Fotografía: Mariano Hernández Federico Izquierdo Salomón Jorge Abigaíl Mejía
Fotografía: Mariano Hernández Col. Museo Bellapart
Página 329 Mañanita santiaguera Autorretrato Portada del libro Sueña Pilarín. 1925
Página 190 Fotografía: Mariano Hernández
Aida Ibarra Óleo/tela. 88 x 71 cms. 1974 Carboncillo/papel. 38. 1 x 30. 5 cms. 1933 Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 180
George Hausdorf Paisaje de Quebec (Cavendish) Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. del autor Página 107
Retrato de Díaz Niese (detalle) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Ernesto Lothar
Óleo/tela. 55 x 76 cms. Década 1970 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Lápiz/papel. Década 1940 Página 433 Paisaje Abigaíl Mejía
Col. Familia Ricart Victoria Página 422
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Óleo/madera. 60 x 45 cms. C. 1946 Portada del libro Por entre frivolidades. 1922
Fotografía: Mariano Hernández Federico Izquierdo Salomón Jorge Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 194 Col. Museo Bellapart
Página 330 Lavandera, niña y perro Autorretrato Página 235
Fotografía: Mariano Hernández
George Hausdorf Aida Ibarra Óleo/tela. 61 x 41 cms. 1948 Carboncillo/papel. 38. 1 x 30. 5 cms. 1936 Página 180 Apolinar Morel
Retrato de Díaz Niese Su excelencia Kyoko Nagasaky Col. Rafael Del Monte Col. del autor
Óleo/madera. 95 x 81 cms. 1942 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Ernesto Lothar Autorretrato
(Embajadora del Japón) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Palacio de Bellas Artes Página 433 Potro mañoso Óleo/tela. 50. 8 x 40. 6 cms. 1950
Óleo/tela. 76 x 56 cms. 1972 Página 422
Fotografía: Mariano Hernández Óleo/madera. 95 x 120 cms. 1946 Col. Pablo Morel
Col. Familia Ricart Victoria Federico Izquierdo Salomón Jorge Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 211 Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández Retrato de Ercilia Pepín Autorretrato Página 409
Fotografía: Mariano Hernández
Gilberto Hernández Ortega Página 331 Óleo/tela. 67 x 53. 5 cms. 1975 Carboncillo/papel. 38. 1 x 30. 5 cms. 1933 Página 181 Apolinar Morel
Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Aida Ibarra Col. Ateneo Amantes de la Luz Col. del autor
Núm. 17. Abril 1946 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Ernesto Lothar Retrato de Fausto
Pascuas pretenciosas Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Página 434 Amantes Óleo/cartón. 25. 4 x 20. 9 cms. 1958
Óleo/tela. 103 x 76 cms. C. 1970 Página 423
Página 221 Óleo/tela. 35.5 x 30.5 cms. Sin fecha Col. Mercedes Morel
Col. Familia Ricart Victoria Federico Izquierdo Salomón Jorge Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Museo Bellapart
Gilberto Hernández Ortega Fotografía: Mariano Hernández Retrato de Pedro Manuel de Jesús González Autorretrato Página 409
Fotografía: Mariano Hernández
Viñeta Página 331 Acrílica/tela. 69. 5 x 59. 5 cms. 1940 Carboncillo/papel. 38. 1 x 30. 5 cms. 1931 Página 193 Apolinar Morel
Ediciones La Poesía Sorprendida. 1946. Aida Ibarra Col. Ateneo Amantes de la Luz Col. del autor
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) El almuerzo
Patio de su casa (Boca Chica) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 222 Óleo/cartón. 92 x 72 cms. Década 1960. Página 434 Página 423
M Óleo/tela. 46 x 61 cms. 1953
Col. Ceballos Estrella
Gilberto Hernández Ortega Col. Familia Ricart Victoria Federico Izquierdo Eduardo Matos Díaz
Joan Junyer Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Viñeta. Revista La Poesía Sorprendida Fotografía: Mariano Hernández Lechón pepinero Caricatura de Trujillo (perfil de tiburón)
Noche. Dibujo. 1940 Página 410
Núm. 14. Abril 1947 Página 332 Óleo/tela. 91 x 60. 5 cms. 1977 Sin fecha
Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 171
Página 226 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 88
Página 435
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|462| |463|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

Apolinar Morel Yoryi Morel Yoryi Morel Yoryi Morel Yoryi Morel Hans Paap
Paisajes de las dos palmas Autocaricatura Retrato Tomás E. Morel Retrato de Don José María Cabral Pescador Retrato de Margarita Auffant
Óleo/cartón. 36. 5 x 25 cms. Sin fecha Portada Revista Rachas (detalle).1939 Linóleo Revista Bahoruco Núm. 27. 1935 Óleo/tela. 46 x 33 cms. 1935 Óleo/tela. 69 x 53. 5 cms. 1952 Óleo. 46. 7 x 46. 7 cms. Sin fecha
Col. Ceballos Estrella Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Manuel José Cabral Tavares Col. Museo de Arte Moderno Col. Privada
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 32 Página 246 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Página 411 Página 257 Página 268 Página 179
Yoryi Morel Yoryi Morel
Apolinar Morel El Sumo Pontífice del Postumismo Tomás Hernández Franco Yoryi Morel Yoryi Morel Hans Paap
Calle santiaguera: General Cabrera esquina Revista Bahoruco Núm. 94. Mayo 1932 antes de dedicarse a la agricultura Callejón barrial Las casas con Ocampo al fondo Paisaje de Boca Chica
Luperón Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Caricatura Óleo/tela. 38 x 33 cms. Década 1930 Óleo/tela. 20 x 36 cms. Década 1930 Óleo. 45. 7 x 43. 5 cms. Sin fecha
Óleo/tela. 40. 6 x 30. 5 cms. C. 1955 Página 32 Revista Bahoruco Núm. 115. 1932 Col. Salomón Jorge Col. Salomón Jorge Col. Privada
Col. Rafael Del Monte Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Yoryi Morel
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 246 Página 258 Página 269 Página 179
Autorretrato
Página 411 Yoryi Morel Yoryi Morel Manolo Pascual
Óleo/tela. 76 x 66 cms. 1941 Yoryi Morel
Apolinar Morel Col. Familia Ceballos Estrella. Paisaje, marchanta y otras traseúntas Calle pueblerina Pelea de gallos Mercado (detalle)
Retrato de Don Enrique Morel Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Óleo/tela. 40 x 33 cms. 1930 Óleo/tela. 56 x 46 cms. Sin fecha Óleo/tela. 75. 5 x 92 cms. 1950 Dibujo mixto/papel. 42 x 38 cms. 1941
Óleo/cartón. 35. 6 x 30. 1 cms. 1957 Página 81 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Ramón Francisco Col. Museo de Arte Moderno Col. Bernardo Vega
Col. Mercedes Morel Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Yoryi Morel
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 248 Página 260 Página 271 Página 142
Retrato de Díaz Niese
Página 412 Yoryi Morel Yoryi Morel Manolo Pascual
Óleo/cartón. 66. 5 x 54 cms. Sin fecha Yoryi Morel
Apolinar Morel Col. Museo Bellapart Paisaje dedicado a Mancito Cruz Marchanta del mercado de Santiago Flamboyán de la casa de Juan Bautista Gómez Desnudo
Calle de Los Pepines Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Óleo/plywood. 41 x 32 cms. Década 1920 Óleo/tela. 63. 5 x 52. 5 cms. 1946 Óleo/tela. 45. 6 x 63. 5 cms. 1936 Óleo/cartón piedra. 22 x 28 cms. 1941
Óleo/cartón. 22. 9 x 17. 4 cms. Sin fecha Página 202 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Privada Col. Banco Popular Dominicano
Col. Pablo Morel Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Marc Van Troostenberghe
Yoryi Morel
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 249 Página 261 Página 272 Página 143
Caricatura de Rafael Díaz Niese
Página 412 Yoryi Morel Yoryi Morel Manolo Pascual
Dibujo/papel. 15 x 8 cms. C. 1937 Yoryi Morel
Enrique Morel (Quico) Col. Manuel Antonio Peralta Díaz Casas de la calle Sánchez Caserío de la nube grande (detalle) Paisaje cibaeño Peregrinación
Muchacho haitiano Fotografía: Mariano Hernández Óleo/tela. 30. 5 x 35. 5 cms. Sin fecha Óleo/tela. 34 x 39. 3 cms. Sin fecha Óleo/madera. 106 x 160 cms. 1959 Mixta/papel. 40.6 x 40.6 cms. 1943
Óleo/tela. 70 x 55 cms. C. 1970 Página 212 Col. Rafael Del Monte Col. Salomón Jorge Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Juan Gassó
Col. Familia De los Santos Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández
Yoryi Morel
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 250 Página 261 Página 273 Página 144
Abigaíl Mejía
Página 405 Yoryi Morel Yoryi Morel Manolo Pascual
Caricatura. 1933 Yoryi Morel
Enrique Morel (Quico) Fotodigitación: José Enrique Tavárez Calle de la chancleta Escena del Parque Colón Después de la lluvia Muchacha paseando
Muchacho con periódicos Página 235 Óleo/tela. 33 x 46 cms. 1935 Óleo/tela. 63. 3 x 68. 5 cms. 1942 Óleo/tela. 33 x 43. 3 cms. 1931 Mixta/madera. 27 x 23 cms. 1967
Óleo/tela. 58. 5 x 43. 2 cms. 1959 Col. Museo de Arte Moderno Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Rafael Del Monte Col. Museo Bellapart
Yoryi Morel
Col. Marcos Antonio Cabral Tavares Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández
Baile de las cintas
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 251 Página 262 Página 274 Página 145
Óleo/tela. 30. 5 x 33 cms. 1946
Página 405 Yoryi Morel Yoryi Morel Manolo Pascual
Col. Ceballos Estrella Yoryi Morel
Enrique Morel (Quico) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) En la taberna Fiesta campesina Caserío con mujeres conversando Caricatura de Federico Izquierdo
Caballos y palma Página 242 Óleo/tela. 78 x 67 cms. 1949 Óleo/madera. 106 x 160 cms. 1959 Óleo/tela. 30. 5 x 40. 6 cms. C. 1930 Dibujo/papel. 17 x 13 cms. Década 1940
Óleo/tela. 43. 1 x 60 cms. Sin fecha Col. Privada Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Rafael Del Monte Col. Federico Izquierdo
Yoryi Morel
Col. Manuel José Cabral Tavares Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Autorretrato dedicado al amigo Cundo
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 252 Página 263 Página 275 Página 145
Óleo/tela. 18 x 13 cms. 1938
Página 406 Yoryi Morel Yoryi Morel Manolo Pascual
Col. Rafael Del Monte Yoryi Morel
Enrique Morel (Quico) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Flamboyán con marchanta y niño Palo encebao Marchanta con flores (detalle) Desnudo
Autorretrato fumando Página 244 Óleo/tela. 51 x 60 cms. 1959 Óleo/tela. 60 x 63 cms. Década 1930 Óleo/tela. 54. 5 x 76 cms. Sin fecha Mixta/papel. 29 x 21 cms. Sin fecha
Óleo/tela. 61. 5 x 50 cms. 1950 Col. Familia Brugal Gassó Col. Salomón Jorge Col. Ceballos Estrella Col. Banco Popular Dominicano
Yoryi Morel
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Fotografía: Mariano Hernández Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Marc Van Troostenberghe
Toñé (el limosnero)
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 254 Página 264 Página 276 Página 191
Óleo/tela. 62. 5 x 91. 5 cms. C. 1927
Página 407 Yoryi Morel Carmita Peña (atribuido)
Col. Clara Rodríguez Demorizi Yoryi Morel
Enrique Morel (Quico) Fotodigitación: José Enrique Tavárez Campesino cibaeño El colorao Secundino Rodríguez P Retrato de Xavier Amiama con su nombre
Mi hermano Yoryi Página 245 Óleo/tela. 84 x 74. 5 cms. 1941 Óleo/tela. 96. 5 x 81. 5 cms. 1927 Óleo/cartón. 48 x 40 cms. Sin fecha
Hans Paap
Mixta/papel. 32 x 21 cms. 1963 Col. Museo de Arte Moderno Col. Ayuntamiento de Santiago Col. Fidias Amiama Garrido
Yoryi Morel Paisaje marino
Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotodigitación: José Enrique Tavárez Fotografía: Mariano Hernández
Pareja de campesinos Óleo. 47 x 35. 6 cms. Sin fecha
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 255 Página 265 Página 384
Óleo/tela. 56 x 16 cms. 1927 Col. Privada
Página 407 Yoryi Morel Fotodigitación: José Enrique Tavárez José María Peralta
Col. Aney Muñoz. Yoryi Morel
Enrique Morel (Quico) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Paisaje del Cibao (detalle) El músico colorao Secundino Rodríguez Página 178 El Día de Reyes del niño pobre
Crucifixión Página 245 Óleo/tela. 47 x 56 cms. 1940 Óleo/tela. 114 x 88 cms. 1922 Revista Bahoruco Núm. 74. Enero 1932
Óleo/tela. 62. 2 x 53. 3 cms. Sin fecha Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Banco Central Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Familia Antuñano Peralta Fotografía: Mariano Hernández de la República Dominicana Página 13
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Página 255 Fotografía: Mariano Hernández
Página 408 Página 268
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|464| |465|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

José María Peralta Albert William Rogers Darío Suro Darío Suro Talleres CAT V
Alegoría. Portada Revista Bahoruco Paisaje marino Parque de La Vega Real Paisaje Paisaje de Jimenoa
Núm. 82. Marzo 1931 Grabado/papel. 17 x 21. 5 cms. C. 1930 Óleo/cartón. 56 x 35 cms. 1935 José Vela Zanetti
Óleo/cartón. 53. 5 x 63. 5 cms. 1941 Litografía. 42. 2 x 48 cms. Década 1940.
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Col. Alberto Rogers Moya Col. Mansach Amantes
Col. Museo de Arte Moderno Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 18 Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Óleo/ducco/cartón. 57 x 42 cms. 1947
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 429 Página 282 Col. Banco Popular Dominicano
Joaquín Priego Página 294 Página 91
Fotografía: Marc Van Troostenberghe
Cacique Guarionex. Dibujo. 1973 Darío Suro Darío Suro Talleres CAT Página 104
Fotodigitación: José Enrique Tavárez S Paisaje Bosque Faro a Colón
Página 413 Óleo/tela. 31 x 28 cms. 1940 José Vela Zanetti
Pouppé Soler Óleo/tela. 51 x 63 cms. 1941 Litografía. 49. 5 x 54. 5 cms. C. 1940
Col. Banco Central Rostro masculino
Joaquín Priego En el palco. Revista Blanco y Negro. 1925 Col. Ramón Francisco Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
de la República Dominicana Mixta/plywood. 44 x 36. 7 cms. 1957
Transcripción de petroglifos del Charco de Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fotografía: Mariano Hernández Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Chacuey. Dibujo. 1966 Página 8 Página 296 Página 92
Página 282 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Darío Suro Talleres CAT Página 128
Dario Suro
Página 413 Darío Suro Jaime y sus amigos o «Baquiní» La milagrosa aparición de Santo Cerro
Autorretrato José Vela Zanetti
Calle vegana (detalle) Óleo/tela. 135 x 118 cms. 1946 Litografía. 60. 5 x 50 cms. C. 1940
Óleo/tela. 37 x 27 cms. 1945 Recogedores de arroz
Óleo/cartón. 46 x 61 cms. 1935 Col. Familia Brugal Gassó Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
R Col. Federico Suro Óleo/cartón piedra. 48 x 66 cms. 1948
Col. Rubén Suro Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Col. Ramón Francisco
Francisco Rivero Gil Fotografía: Mariano Hernández Página 297 Página 93
Página 78 Fotografía: Mariano Hernández
Entierro campesino. Dibujo. 1940 Página 283
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Darío Suro Darío Suro Talleres CAT Página 130
Darío Suro La agonía Playa de Sosúa
Página 168 Portada del libro Vodú. 1940 José Vela Zanetti
Amantes Óleo/tela. 167 x 132 cms. 1945 Litografía. 72. 5 x 39 cms. C. 1940
Fotodigitación: José Enrique Tavárez A orillas del mar
Francisco Rivero Gil Óleo/cartón. 91 x 101 cms. 1942 Col. Rubén Suro Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 106 Óleo/tela. 70 x 87 cms. Sin fecha
Retrato de Manolo Pascual Col. Juan Gassó Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Dibujo. 1940 Darío Suro Fotografía: Mariano Hernández Col. Familia Brugal Gassó
Página 297 Página 96
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Retrato de Díaz Niese Página 286 Fotografía: Mariano Hernández
Página 144 Óleo/tela. 142 x 122 cms. 1947 Darío Suro Talleres CAT Página 152
Darío Suro Sin título Trujillo
Col. Museo Bellapart José Vela Zanetti
José Rovira Caballos bajo la lluvia Óleo/tela. 61 x 46 cms. 1953 Litografía. 43. 3 x 53 cms. Década 1940
Fotografía: Mariano Hernández Diablo Cojuelo
Florero... flores Óleo/tela. 123 x 153 cms. 1941 Col. Juan Gassó Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 205 Óleo/madera. 95 x 71 cms. 1948
Óleo/tela. 49. 5 x 39. 5 cms. Sin fecha Col. Museo de Arte Moderno Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Familia Antuñano Peralta Darío Suro Fotografía: Mariano Hernández Col. Museo de Arte Moderno
Página 298 Página 94
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Autorretrato Página 287 Fotografía: Mariano Hernández
Página 172 Lápiz/papel. Sin fecha Darío Suro Talleres CAT Página 152
Darío Suro Bodegón Puerto Trujillo (detalle)
Col. Privada José Vela Zanetti
José Rovira Caballos Óleo/tela. 75 x 65 cms. 1953 Litografía. 34. 5 x 52 cms. 1942
Fotodigitación: José Enrique Tavárez Maternidad
Desnudo Óleo/tela. 99 x 133 cms. 1942-44 Col. Familia Suro Franco Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 278 Gouache/papel. 37 x 31 cms. 1940
Óleo/tela. 83 x 62 cms. 1943 Col. Hernán Espínola Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Museo de Arte Moderno Darío Suro Fotografía: Mariano Hernández Col. Octavio Amiama Castro
Página 298 Página 95
Fotografía: Mariano Hernández Paisaje con rancho de tabaco (detalle) Página 288 Fotografía: Mariano Hernández
Página 172 Óleo/tela. 41 x 58. 5 cms. 1933 Talleres CAT Página 153
Col. Aída Bonnelly Darío Suro. T Playa de Sosúa
Albert William Rogers Padre con niño muerto José Vela Zanetti
Fotografía: Mariano Hernández Litografía. 72. 5 x 39 cms. C. 1940
Palmera y dos hombres Talleres CAT Muchacha posando
Óleo/tela. 71 x 55 cms. 1947 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 278 Cartel Feria Nacional 1927 Óleo/madera. 99 x 81 cms. 1947
Grabado/papel. 24. 5 x 16. 5 cms. C. 1930 Col. Juan Gassó Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Alberto Rogers Moya Darío Suro Litografía. 34. 7 x 47. 5 cms. 1927 Col. Banco Central de la
Fotografía: Mariano Hernández Página 96
Fotografía: Mariano Hernández Retrato de Rubén Suro Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes República Dominicana
Página 290
Página 427 Óleo/cartón. 65 x 54 cms. 1946 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Talleres CAT Fotografía: Mariano Hernández
Darío Suro Página 7 Entrada Puerto Santo Domingo Página 154
Col. Rubén Suro
Albert William Rogers El violinista Litografía. 32. 5 x 47 cms. C. 1940
Fotografía: Mariano Hernández Talleres CAT José Vela Zanetti
Dos palmeras Óleo/tela. 162 x 112cms. 1945 Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes
Página 279 Cartel Exposición Nacional de 1927 Fiesta campesina (detalle)
Grabado/papel. 24 x 16. 5 cms. C. 1930 Col. Rubén Suro Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Col. Alberto Rogers Moya Darío Suro Litografía. 56 x 31 cms. 1927 Caseína/muro. 200 x 500 cms. 1950
Fotografía: Mariano Hernández Página 97
Fotografía: Mariano Hernández Lluvia en el mercado Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Universidad APEC
Página 292
Página 427 Óleo/madera. 58 x 63 cms. 1946 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Enrique Tarazona Fotografía: Julio González
Darío Suro Página 20 Dama en el cementerio Página 186
Col. Museo de Arte Moderno
Albert William Rogers Bañistas Revista La Opinión. Núm. 195. 1926
Fotografía: Julio González Talleres CAT José Vela Zanetti
Casita campesina en la loma Óleo/tela. 162 x 112 cms. 1946 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Página 280 Vista de Puerto Plata Sin título
Grabado/papel. 12 x 16 cms. C. 1930 Col. Familia Suro Franco Página 8
Col. Alberto Rogers Moya Darío Suro Litografía. 34 x 48 cms. 1942 Mixta/papel. 48 x 33 cms. 1957
Fotografía: Julio Gónzalez
Fotografía: Mariano Hernández Lluvia en el atardecer Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Enrique Tarazona Col. Bernardo Vega
Página 292
Página 428 Óleo/cartón. 59 x 63. 5 cms. 1940 Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Portada del Album Fotografía: Mariano Hernández
Darío Suro Página 90 Coronación de la Virgen. 1922 Página 188
Col. Museo de Arte Moderno
Paisaje dominicano Fotodigitación: José Enrique Tavárez
Fotografía: Mariano Hernández
Óleo/tela. 115 x 166 cms. 1944 Página 9
Página 281
Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández
Página 293
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|466| |467|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|Índice de ilustraciones

José Vela Zanetti Delia Weber Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Retrato de Díaz Niese Mesa de estudio (detalle) Estudio de la figura masculina sedente Autorretrato fumando Rostro al carboncillo
Óleo/cartón. 75 x 66. 5 cms. 1946 Óleo/madera. 55. 5 x 86 cms. 1932 Carboncillo/papel. 48. 3 x 33 cms. 1915 Óleo/tela. 48 x 38 cms. 1930 Carboncillo. 40 x 28 cms. 1925
Col. Museo Bellapart Col. Familia Coiscou Lantigua Col. Ana Woss y Gil y Familia Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Mauricio Fernández
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández
Página 201 Página 394 Página 60 Página 66 Página 76
Alfonso Vila (Shum) Delia Weber Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Mujer sentada El estudiante Estudio de la figura femenina Retrato de Rosa de Herrera Mercado
Óleo/tela. 69. 2 x 48. 3 cms. Sin fecha Óleo/cartón. 44 x 56 cms. 1932 Óleo/lienzo. 73. 7 x 60. 9 cms. 1920 Óleo/lienzo. 1945 Óleo/tela. 73 x 95 cms. 1944
Col. Museo Bellapart Col. Familia Coiscou Lantigua Col. Ana de Woss y Gil y Familia Col. Ana de Woss y Gil y Familia Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Página 169 Página 395 Página 60 Página 67 Página 77
Delia Weber Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
U Flor del sol Modelo parada Modelo de la época II Retrato de Rafael Díaz Niese
Óleo/cartón. 50 x 40 cms. 1947 Carboncillo. 46 x 33 cms. 1925 Óleo/cartón. 54 x 40 cms. Sin fecha Óleo/tela. 58. 3 x 47 cms. 1942
Rosalydia Ureña
Col. Familia Coiscou Lantigua Col. Mauricio Fernández Col. Mauricio Fernández Col. Clara Díaz Niese
Retrato de Gastón Deligne
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco)
Mixta/madera. 62. 5 x 51 cms. 1938
Página 396 Página 61 Página 67 Página 196
Col. Museo de Arte Moderno
Fotografía: Mariano Hernández Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Página 399 Desnudo Mujer de espaldas Modelo de la época III
Óleo/tela. 98 x 51. 5 cms. 1941 Carboncillo. 46 x 33 cms. 1925 Óleo/cartón. 50 x 40 cms. Sin fecha
Col. Museo de Arte Moderno Col. Mauricio Fernández Col. Mauricio Fernández
W
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Delia Weber Página 36 Página 61 Página 68
Casa donde nació Trujillo en San Cristóbal
Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Tinta/papel. 25 x 30 cms. 1934
Mujer en reposo Mujer vestida de verde El gitano
Col. Moises Coiscou
Óleo/tela. 65. 5 x 84 cms. 1941 Óleo/tela. 51 x 40 cms. Sin fecha Óleo/lienzo. 63. 5 x 58. 4 cms. 1925
Fotografía: Mariano Hernández
Col. Museo de Arte Moderno Col. Privada Col. Ana de Woss y Gil y Familia
Página 389
Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Delia Weber Página 36 Página 62 Página 69
Jarrón con flores rojas
Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Óleo/tela. 61 x 45. 5 cms. C. 1940
Retrato de dama con traje de rosa Retrato de mujer Arlequín
Col. Familia Coiscou Lantigua
Óleo/lienzo. 51 x 40 cms. Sin fecha Óleo/tela. 49. 5 x 39. 5 cms. Sin fecha Óleo/lienzo. 50. 8 x 45. 7 cms. 1944
Fotografía: Mariano Hernández
Col. Privada Col. Familia Antuñano Peralta Col. Ana de Woss y Gil y Familia
Página 390
Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández
Delia Weber Página 37 Página 62 Página 70
Retrato de una niña
Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Lápiz/carboncillo. 43 x 28 cms
Vista de la ciudad Retrato de mujer joven Modelo de la época I
Década 1920
desde la orilla oriental (detalle) Óleo/lienzo. 55. 9 x 50. 8 cms. 1930 Óleo/cartón. 57 x 47 cms. Sin fecha
Col. Moisés Coiscou
Óleo/tela. 26 x 92 cms. 1922. Col. Ana de Woss y Gil y Familia Col. Mauricio Fernández
Fotografía: Mariano Hernández
Col. Octavio Amiama de Castro Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Página 390
Fotografía: Mariano Hernández Página 63 Página 70
Delia Weber Página 40 Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
El angustiado (retrato de Xavier Amiama)
Celeste Woss y Gil Naturaleza muerta (detalle) Retrato de la señorita Marianela Jiménez
Óleo/madera. 86 x 55 cms. 1930
Bodegón con frutas Óleo/tela. 18 x 28 cms. Sin fecha Óleo/tela. 96. 5 x 68 cms. 1944
Col. Moises Coiscou
Óleo/lienzo. 50. 7 x 73. 7 cms. 1945 Col. Mauricio Fernández Col. Marianela Jiménez
Fotografía: Mariano Hernández
Col. Ana de Woss y Gil y Familia Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Página 391
Fotografía: Mariano Hernández Página 64 Página 71
Delia Weber Página 58 Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Del tocador
Celeste Woss y Gil Joven mulata con vestido rosa Naturaleza muerta
Óleo/cartón. 28 x 56 cms. 1932
Racimo de rulos Óleo/tela. 106. 5 x 36. 3 cms. 1944 Óleo/tela. 18 x 28 cms. Sin fecha
Col. Familia Coiscou Lantigua
Óleo/cartón. 46 x 36 cms. Sin fecha Col. Centro Cultural Eduardo León Jimenes Col. Mauricio Fernández
Fotografía: Mariano Hernández
Col. Mauricio Fernández Fotografía: Natalio Puras Penzo (Apeco) Fotografía: Mariano Hernández
Página 392
Fotografía: Mariano Hernández Página 65 Página 74
Delia Weber Página 59 Celeste Woss y Gil Celeste Woss y Gil
Jarrón con flores y libros
Celeste Woss y Gil Retrato de Jorge vestido de marinero Rostro de mujer madura
Óleo/cartón. 60 x 50 cms. 1940
Bodegón con crisantemos Óleo/lienzo. 1949 Carboncillo. 30 x 24 cms. 1925
Col. Familia Coiscou Lantigua
Óleo/lienzo. 83. 3 x 60. 9 cms. 1945 Col. Ana de Woss y Gil y Familia Col. Mauricio Fernández
Fotografía: Mariano Hernández
Col. Ana de Woss y Gil y Familia Fotografía: Mariano Hernández Fotografía: Mariano Hernández
Página 393
Fotografía: Mariano Hernández Página 66 Página 76
Página 59
Índice de ilustraciones|Memoria de la Pintura Dominicana. Raíces e impulso nacional | 2000 a.C. | 1924|468|

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