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OPINIÓN

José Carlos Guía


jcguia@delfingroup.com
Director de Servicios al Cliente
Delfin Group

Cuento de Navidad

S
upongo que todos los lectores conocerán la famo- elección y el afán de enriquecimiento de la “mar-
sa obra escrita por Charles Dickens en 1843, en la ca” apenas tenía límite.
que básicamente se relata cómo una persona hos- También le recordó la imagen de aquel consu-
ca e insociable puede cambiar gracias al espíritu de midor que, insatisfecho con el producto, ejerció su
la Navidad. Pues bien, nos apropiamos del famoso derecho a reclamar y acabó perdido en una marea
relato y, mediante una versión absolutamente li- de papeleos y burocracia que, finalmente, lo hi-
bre del famoso cuento de Dickens, convertimos a zo desistir, mientras la “marca” reía satisfecha; o
la persona hosca en una “marca” comercial que re- aquella decisión que tomaron de eliminar los te-
cibe la visita esclarecedora de los espíritus de los léfonos de contacto para que los sufridos y obli-
consumidores que le hacen ver la realidad desde gados consumidores no pudieran ejercer su dere-
distintos puntos de vista. cho a la queja; o cuando decidieron crear su pági-
Imagine una “marca”, póngale el nombre que na web, en la que año tras año solo se podía leer
quiera, sentada plácidamente en el sillón de su “en construcción”. También le recordó su decisión
casa, al calor de la chimenea, satisfecha por to- de eliminar la publicidad y la comunicación, pues
do el trabajo realizado y por los miles de euros pensaban que ya no la necesitaban y lo considera-
que ha ido acumulando durante su existencia. ban un gasto inútil.
Una marca tan centrada en sí misma que no tenía Sin apenas tiempo de reacción, apareció el es-
tiempo de escuchar a los demás, que únicamen- píritu del consumidor del presente, que intenta
te vivía por y para ella, sin mayor ánimo que el de abrirle los ojos sobre lo que está sucediendo a su
hacerse más y más grande para acumular más y alrededor. Le muestra escenas de la vida cotidiana
más riqueza. de sus consumidores, de sus empleados y de sus
Un buen día, la “marca” recibe la inesperada vi- proveedores. Una fotografía que le hace ver a las
sita del espíritu de uno de sus consumidores más claras el actual escenario, en el que el consumi-
fieles, fallecido recientemente. Un hombre hones- dor quiere que lo escuchen, quiere que lo tomen
to y fiel donde los haya, ya sabe… uno de esos que en cuenta. Un consumidor activo que no se limi-
no se conformaba con cualquier cosa y que, a to- ta a recibir ofertas, sino que las busca, que opina
da costa, necesitaba a la “marca”, un consumidor sobre ellas y que difunde sus opiniones entre mi-
que siempre había estado ahí cuando la marca lo les de consumidores. Un consumidor mucho más
había necesitado. Pues bien, tanto amor sentía exigente, que pide que los productos tengan ma-
por ella que, aun muerto, decide aparecer en ca- yor calidad y precios más competitivos. Personas
sa de la “marca” para advertirle sobre el futuro na- influidas por las modas y las opiniones de los de-
da prometedor que le espera si sigue con su acti- más. Un mercado que otorga al consumidor ca-
tud, descuidando su imagen, su posicionamiento, da vez más la capacidad de elección entre múlti-
negándose a escuchar a sus clientes, no asumien- ples posibilidades.
do la crítica y advirtiéndole también sobre la visi-
ta de los espíritus de los consumidores que recibi- FUTURO NEGRO SI NO SE RECTIFICA
rá próximamente. El último en aparecer es el espíritu del consu-
Pero la “marca” es demasiado soberbia como midor del futuro. Un espíritu frío y demoledor, en
para tomarse en serio las advertencias del consu- el que no cabe un ápice de improvisación. Ya no le
midor y continúa vendiendo ajena a todo lo que habla ni le escucha como consecuencia de la acti-
ocurre a su alrededor, incluso se muestra más pre- tud que la “marca” ha mantenido hasta el momen-
potente y distante. to. Un consumidor que se muestra agrio y con-
El primer espíritu en aparecer es el del consu- tundente ante las marcas prepotentes. Cansado de
midor del pasado. Le recuerda a la “marca” los du- que le digan lo que tiene que comer, lo que tie-
ros comienzos, a la par que felices. Una época en la ne que vestir, lo que tiene que beber, lo que tie-
que alcanzó su mayor esplendor, con una deman- ne que pensar, ha decidido hacer borrón y cuen-
da creciente, capaz de absorber toda la oferta que ta nueva. Le hace ver el futuro negro y sombrío
la “marca” ofrecía. Con una competencia limitada, que les espera a las “marcas” que, como ella, ape-
en la que el consumidor apenas tenía capacidad de nas han escuchado al mercado, han hecho oídos
sordos a los deseos de los consumidores y han si-
Diciembre

Aquellas marcas que han descuidado su posicionamiento, do incapaces de preocuparse por ellos. Un futuro
repleto de marcas blancas, en el que el consumi-
negándose a escuchar al consumidor, tienen agotada su dor apenas siente emoción a la hora de elegir uno
142 presencia en el mercado si no revisan su estrategia u otro producto.
OPINIÓN

Finalmente, le hace ver algo que no podrá so- tiva, implanta estrategias de comunicación en re-
portar: su propia tumba, una caja registradora ca- des sociales y ya ha comenzado a tener grupo de
si vacía y unos almacenes llenos de mercancía que fans y recomendaciones en la blogosfera, gracias a
no encuentra comprador. Una visión ante la cual la una nueva web que fomenta la participación y el
“marca” se muestra completamente horrorizada y diálogo con los internautas. Incluso sale a la calle
de forma desesperada intenta convencer al consu- para saludar alegremente a la gente sin más inten-
midor del futuro haciéndole ver que cambiará todo ción que conseguir la sonrisa de los que tiene alre-
lo que sea necesario para modificar el negro deve-
nir que el destino le tiene preparado si no corrige “Una estrategia de reposicionamiento debe transmitir de
su comportamiento.
forma amable sus valores. La marca debe ser modelo que
REPOSICIONAR LA MARCA tienda cauces de comunicación con sus consumidores”
La “marca” despierta de la pesadilla y decide
inmediatamente ponerse manos a la obra y co- dedor y se atreve a entrar en casa de sus consumi-
menzar una estrategia de reposicionamiento que dores con atractivas promociones, con gran asom-
transmita, de forma amable, sus valores y la con- bro de los mismos que, hasta ese momento, apenas
vierta en un ejemplo de actuación y relación con la habían tenido en cuenta.
los demás. Un modelo que tienda cauces de comu- Participa en programas de integración de desfa-
nicación con sus consumidores y que contribuya vorecidos, colabora con varias ONG y está pensan-
a generar interés y deseo entre sus clientes actua- do en ligar su imagen al patrocinio de equipos de
les y potenciales. fútbol base que reintegran en la sociedad a colec-
Es la propia “marca” la que va notando los be- tivos con grave peligro de exclusión social. Lo úl-
neficios del cambio cuando empieza a aplicar su timo ha sido su colaboración en el nacimiento de
nueva estrategia. Pone en marcha acciones de fi- una fundación para potenciar el talento artístico
delización de clientes, ejecuta programas de mar- de jóvenes sin recursos.
keting interno, lleva a cabo promociones cruzadas, En este caso y sin ánimo de ser pretenciosos, no
lanza spots de televisión para mejorar su imagen, nos quedaría más remedio que cerrar este artícu-
convoca a los medios para visitar su fábrica, desa- lo con una frase que nos viene como anillo al de-
rrolla programas de responsabilidad social corpora- do: “más vale que nos apliquemos el cuento”.

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