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CURSO ESOTÉRICO DE

la vía hacia un conocimiento universal

«VEAN TUS OJOS SIN TEMOR,


Y TUS MANOS CON AMOR»

Sabiduría Gnóstica
Arcano Nº 68
LA ESPECULACION

AM: El Principio de Laboriosidad dirigida.

AT: “Vean tus ojos sin temor, y tus manos


con Amor”.

AV: Mercurio. Letra: LL. Nº 5

EG: Invierta ya; no derroche; cuide sus ingre-


sos contra la codicia de un falso amigo.

D: Trabajo inteligente; aprendizaje provecho-


so; abundancia de bienes materiales; gene-
rosidad, liberalidad; noticia favorable sobre
asuntos monetarios; cálculo acertado en lo
que se emprende.

R: Pérdida de utilidades; prósperas ganan-


cias se evaporan; amigos interesados sólo
ayudan a confundir.
Curso Esotérico de
TAROT Y KÁBALA
LOS ARCANOS MENORES

ARCANO Nº 68: “ESPECULACIÓN”

“Muchas teorías se han escrito y se seguirán es-


cribiendo, mucho es lo que se ha dicho y lo que se
seguirá diciendo, pero la gente sigue como siempre
en la ignorancia: Nadie sabe nada sobre sí mismo. Co-
nocemos grandes intelectuales, lumbreras del saber,
eruditos, pero, sobre sí mismos, nada saben.
Estamos aquí, precisamente, para tratar de inqui-
rir, de buscar, de indagar, tratar de explorar el enigma
maravilloso de sí mismos.”.
Samael Aun Weor.

La ESPECULACION, tiene varios significados: En el


campo intelectual se toma veces como sólo teoría en opo-
sición a la práctica, como un examen o estudio teórico,
aunque en su sentido más profundo es Meditar, inquirir,
indagar, etc. En el campo del comercio significa hacer ope-
raciones comerciales para procurar ganancias (en su sen-
tido negativo, por cualquier medio).
En la Sabiduría de los Arcanos, y tal y como mues-
tran los símbolos de la carta, es obtener los frutos del Tra-
bajo Esotérico, del Trabajo fecundo y creador, y para ello
debemos laborar en la Gran Obra, en la que, precisamen-
te, hay que meditar, inquirir, indagar, aquilatar, acrisolar,
etc., en otras palabras,
Especular en su sentido positivo; examinarnos o estudiarnos psicoanalíticamente a nosotros
mismos y también a todo cuanto nos enseñan los Arcanos.
Si sumamos kabalísticamente el número de este Arcano (6 + 8 = 14), obtenemos el Arcano de
"La Temperancia", y si lo volvemos a sumar (1 + 4 = 5), nos da "El Jerarca", la Ley del Equilibrio o
Ley de la Balanza.
Esto significa que no podremos convertirnos en investigadores idóneos de sí mismos y del
Universo que nos rodea, y del cual formamos parte sin poner en práctica la sabiduría de los Arcanos
14 y 5, o sea que, para poder realizar conscientemente cualquier tipo de ESPECULACION necesita-
mos ser TEMPERANTES: Sobrios, parcos, mesurados, vale decir, EQUILIBRADOS, siempre fieles
a la Ley de la Balanza.
Lamentable e infortunadamente, debido al evidente desequilibrio de los 5 sentidos inferiores de
la Máquina Humana, la ESPECULACIÓN CONSCIENTES ha sido suplantada por la Especulación
Egoica, sobre todo por la que emerge del Centro Intelectual, controlado por millares de Yoes-Pensa-
dores, por multiplicidad de Agregados Psíquicos, que de momento en momento utilizan abusivamente
ese centro capital.
Mercurio, el Planeta Amarillo de la Ciencia Pura o Ciencia Objetiva del Ser, regentado por el Logos

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Raphael, como Asociación Astrológica de este Arcano Menor, no está indicando que nuestras Especu-
laciones (léase meditaciones, reflexiones y prácticas esotéricas en general) deben llevar la impronta de
la exactitud científica, que "debemos ser matemáticos en la investigación y exigentes en la expresión"...
Cabe aquí señalar, como métodos especulativos del Gnosticismo Científico Revolucionario, las
prácticas de MEDITACION y el DESDOBLAMIENTO ASTRAL, positivo y consciente.
Veamos lo que nos dice el Maestro con respecto a este estudio e investigación de sí mismos:
¿De qué serviría vivir sin saber quiénes somos? ¿De qué serviría existir por existir? La vida a la
larga se volvería rutinaria, cansona. Ha llegado la hora, pues, de AUTO-EXPLORARNOS PARA
CONOCERNOS A SÍ MISMOS, tal cual somos.
Muchas teorías se han escrito y se seguirán escribiendo, mucho es lo que se ha dicho y lo que se
seguirá diciendo, pero la gente sigue como siempre en la ignorancia: Nadie sabe nada sobre sí mismo.
Conocemos grandes intelectuales, lumbreras del saber, eruditos, pero, sobre sí mismos, nada saben.
Mucho, en realidad de verdad, es lo que se opina y poco lo que de verdad se sabe. Estamos
aquí, precisamente, para tratar de inquirir, de buscar, de indagar, tratar de explorar el enigma mara-
villoso de sí mismos. ¿Quiénes somos? ¿Por qué existimos? ¿Dónde estábamos antes de nacer?
¿Qué es lo que nos aguarda más allá del sepulcro? ¡Enigmas!...
¿De qué sirve que nos metamos cincuenta mil teorías en la cabeza, si en verdad nada sabemos
sobre nosotros mismos?
La gente nace, crece, se reproduce, envejece y muere, en la más completa ignorancia. ¿Teo-
rías? Las hay y preciosas. ¿Sectas? Por millones, ¿y qué?
Todos aquí, reunidos, vamos a tratar de inquirir, de buscar, de indagar. Ha llegado la hora, el
momento de saber algo sobre sí mismos.
¿De qué serviría que leyésemos y leyésemos libros, si sobre sí mismos nada sabemos? Lo que
otros digan, bien dicho, pero eso no nos consta; lo que otros afirmen puede ser muy bello, pero nada
sabemos sobre sí mismos.
Estamos todos, aquí, reunidos, precisamente para tratar de buscar, de inquirir: ¿De dónde
venimos y para dónde vamos? ¿Dónde estábamos antes de nacer? ¿Dónde estaremos cuando
nuestro cuerpo de carne y hueso vaya al sepulcro?
Son enigmas que nadie nos ha resuelto, ni los sabios más sabios de la Ciencia, son enigmas
que debemos aclarar. El objeto, pues, de nuestra reunión, aquí, esta noche, es precisamente para
tratar, en mutuo acuerdo, de inquirir algo, de saber algo sobre el enigma de nuestra propia vida.
Ante todo, vamos, aquí reunidos, a tratar de Auto-Explorarnos: Tenemos un cuerpo de carne y
hueso, un cuerpo que está formado por órganos. Cada órgano tiene su función específica completa-
mente definida. Pero también hay algo más, pensamos, sentimos, deseamos, tenemos ideas, y la
Ciencia nada nos dice sobre eso.
Obviamente, EXISTE UNA PSICOLOGÍA INDIVIDUAL, cada uno de nosotros tiene su propia
psicología. Desgraciadamente, las gentes en su mayoría no aceptan que tienen una psicología.
Fácilmente aceptan que tienen un cuerpo de carne y hueso porque lo ven, porque lo pueden
tocar, pero no aceptan una psicología porque no la ven, porque no la pueden palpar.
Cuando alguien acepta que tiene una psicología, de hecho comienza a observarse a sí mismo.
En tanto las gentes no se observen a sí mismas, toda posibilidad de cambio resulta imposible. Mas
cuando las gentes comienzan a Auto-Observarse las posibilidades de cambio se hacen manifiestas.
Al observarnos a sí mismos, descubrimos que tenemos una vida interior. Nuestros pensamien-
tos son internos, invisibles, nadie los puede ver, sin embargo, son reales para nosotros; nuestras
ideas son invisibles, nadie las puede ver, pero existen; nuestras emociones tienen realidad aunque
nadie las vea, aunque no se puedan poner sobre la mesa de un laboratorio para examinarlas.
La Mente, como Fuerza, está demostrada. Ya oyeron ustedes el caso este, tan sonado, de URI

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GELLER, el hombre que con su FUERZA MENTAL dobla metales. Entonces ha quedado demostra-
do que la Mente tiene Fuerza. Existen aparatos que pueden medir la Fuerza de la Mente. Así pues,
la Fuerza Mental está demostrada.
Otro tanto podría decirse de las emociones, de los sentimientos; obviamente, cada emoción
tiene su tipo de onda, cada sentimiento...
Dentro de nosotros hay 3 Mentes: La una es la MENTE SENSUAL, la Mente que se nutre con
las Percepciones Sensoriales Externas.
Luego viene la MENTE INTERMEDIA, en la cual están las creencias, las Religiones, las Escue-
las, las Sectas, etc.
Y más allá, en el fondo, está la MENTE INTERIOR, desgraciadamente está cerrada. Sólo con la
Mente Interior podemos, de verdad, ver los Misterios de la Vida y de la Muerte.
Desgraciadamente, la gente está atrapada por la Mente Sensual, por la Mente de los 5 Senti-
dos, por la Mente Materialista y grosera. Obviamente, la Mente Materialista no acepta nada Espiri-
tual; la Mente Materialista y grosera, es Mente, exclusivamente, Sensual.
Jesús el Cristo dijo: “Cuidaos de la levadura de los Saduceos y de los Fariseos”. ¿Cuál es la
LEVADURA DE LOS SADUCEOS? Es la Doctrina de los Materialistas, la DOCTRINA DE LA MENTE
SENSUAL, la Doctrina de los 5 Sentidos, Doctrina que niega lo Divinal, Doctrina que blasfema contra
el Eterno; Doctrina que solamente cree en lo que pueden ver con sus 5 Sentidos, en lo que pueden
tocar, en lo que pueden palpar.
¿Cuál es la Mente Intermedia? Es, repito, la de los FARISEOS, son esas Doctrinas de las
gentes que no niegan, que creen, pero que tan sólo se preocupan por creer, que NO TRABAJAN
SOBRE SÍ MISMAS; son las gentes que asisten a sus cultos, a sus Sectas, a sus Escuelas de tipo
Espiritual, pero que desgraciadamente no trabajan sobre sí mismas, que no intentan Auto-Descubrir-
se, que no tienen inquietudes íntimas, que se contentan con creer y nada más que con creer. He ahí
la Doctrina de los Fariseos. Pertenece a la Mente Intermedia.
Cuando uno aprende a pensar psicológicamente abre la Mente Interior, y entonces pueden
llegar a CONOCER POR EXPERIENCIA DIRECTA los Misterios de la Vida y de la Muerte, no porque
otros se lo digan o porque se lo dejen de decir, sino por sí mismo, por Experiencia Directa.
Como quiera que estamos aquí entre un ambiente culto, selecto, entre gente de estudios, pues,
estamos naturalmente en este auditorio de la Universidad de Medicina, hablamos claramente sobre
Psicología Trascendental.
Decía, y es verdad, que las gentes no admiten nada de tipo Espiritual porque están atrapadas
por la Doctrina de los 5 Sentidos, por la Doctrina de los Saduceos.
Otros no aceptan lo Esotérico o Espiritual porque están atrapados con la Doctrina de los Fari-
seos. Se contentan con las creencias muertas, pero no trabajan sobre sí mismos, no intentan Auto-
Descubrirse, no quieren saber nada sobre su propia existencia. Dichosos los que se liberten de esas
dos levaduras: La de los Saduceos y la de los Fariseos; dichosos los que habrán, directamente, las
puertas de la Mente Interior.
Sólo pensando psicológicamente podemos abrir esas puertas maravillosas. Cuando uno co-
mienza a observarse a sí mismo, empieza de hecho a pensar psicológicamente; cuando uno co-
mienza hacer uso del Sentido de la Auto-Observación Psicológica, comienza a conocerse.
Amor, ¿Qué es el amor? Odio, ¿Qué es el odio? Envidia, ¿Cuál es la envidia? Vale la pena que
nosotros tratemos de saber algo sobre sí mismos.
El egoísmo, la violencia, la envidia, el rencor, los resentimientos, no son sino manifestaciones
del Ego, del Yo, del Mí mismo, del Sí mismo.
Obviamente, todos estamos llenos de contradicciones y nadie lo puede negar. Esto nos indica
que EL YO no es una unidad como muchos creen, sino UNA MULTIPLICIDAD. Es decir, no tenemos
un sólo Yo sino muchos Yoes: Yo tengo celos, Yo tengo ira, Yo tengo codicia, Yo tengo envidia, Yo

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tengo lujuria; Son diversos Yoes; diversos Yoes que luchan entre sí por la supremacía; diversos Yoes
que quieren controlar los Centros del organismo humano. Así pues, dentro de cada persona hay
muchas personas, es decir, muchos Yoes.
Cada Yo psicológico es diferente. Cada Yo psicológico tiene un CEREBRO INTELECTUAL, un
CEREBRO EMOCIONAL y un CEREBRO MOTOR.
Dentro de nuestro cuerpo hay pugnas, hay luchas... ¿Quién podría pensar que dentro del orga-
nismo humano haya tanta pugna? ¿Quién podría admitir que, realmente, dentro de una persona
vivan muchas personas? ¡Y es verdad, viven!
Si nos pudiésemos ver en un espejo de cuerpo entero tal como somos quedaríamos horroriza-
dos de sí mismos. Nosotros tenemos dentro legión de Yoes; no un Yo, tenemos muchos Yoes.
Nosotros somos, dijéramos, marionetas movidas por múltiples entidades desconocidas. Los
pensamientos que llegan a nuestra Mente no son nuestros, son ajenos, los trae algún Yo; las emo-
ciones que agitan nuestro corazón son puestas por algún otro Yo; los hábitos que poseemos son
determinados por diferentes Yoes. Las aberraciones, los vicios, son el resultado de muchos Yoes
que se expresan a través del organismo humano.
Nosotros no tenemos Conciencia de sí mismos, nuestra vida no nos pertenece, no somos
dueños de nuestros pensamientos, no somos dueños de nuestros ideas, no somos dueños de nues-
tras palabras, no somos dueños de nuestras emociones; nosotros somos simples máquinas movi-
das por una multiplicidad enorme de Yoes.
Ese es el estado en que nos encontramos. Pero para llegar a estas conclusiones, necesita uno
Auto-Observarse, para verse.
Es en el terreno de la vida práctica donde podemos Auto-Descubrirnos. LA VIDA PRÁCTICA ES
EL GIMNASIO PSICOLÓGICO donde debemos vernos de cuerpo entero, tal como somos.
En relación con nuestros semejantes, basta estar en ese Estado de ALERTA PERCEPCIÓN, de
ALERTA NOVEDAD, para vernos en cada instante, en cada momento. Sólo con el Estado de Alerta
podremos, verdaderamente, Auto-Descubrirnos.
Existe en el ser humano el SENTIDO DE LA AUTO-OBSERVACION PSICOLÓGICA, se halla
latente, mas puede ser despertado. Ese sentido extraordinario empieza a funcionar cuando nosotros
lo usamos; a medida que lo usemos se irá desenvolviendo, desarrollando y manifestándose. El
sentido de la Auto-Observación Psicológica nos permitirá ver que cada Yo personifica un Defecto.
Una cosa es ver un Yo y otra cosa es comprender que tiene un Yo. Cuando uno ve que tiene un
Yo lo comprende, pero hay que verlo, y estos tienen múltiples formas y figuras.
La cruda realidad de los hechos es que, nuestra CONCIENCIA se encuentra EMBOTELLADA,
enfrascada, embutida entre toda esa multiplicidad de Yoes, entre todo ese enjambre tenebroso y
abominable que llevamos en nuestro interior. La Conciencia de nosotros está DORMIDA, está meti-
da dentro de un calabozo, o dentro de muchos calabozos, porque cada Yo es un calabozo, una
horrible prisión.
La Conciencia de nosotros se procesa en virtud de su propio embotellamiento. Ahora compren-
derán ustedes por qué no sabemos nada sobre los Misterios de la Vida y de la Muerte.
Nos contentamos con creer, nos contentamos con repetir lo que otros dicen, nos contentamos
con afirmar o negar, nos contentamos con discutir, pero nada, nada, nada sabemos directamente
sobre sí mismos.
Es necesario LIBERTAR LA CONCIENCIA, sacarla de entre esa multiplicidad de los Yoes, para
que podamos ver, oír, tocar y palpar todo lo que concierne a lo Real, a la Verdad.
Cuando la Conciencia se emancipa se hace la Luz en nuestro interior, y las Tinieblas desaparecen.
Entonces es cuando quedamos Iluminados, entonces es cuando sabemos quiénes somos, de dónde
venimos, para dónde vamos, cuál es el objeto de nuestra existencia, para qué existimos y por qué.
Pero, mientras la Conciencia continúe enfrascada entre esa multiplicidad de personas que car-

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gamos en nuestro interior, nada sabremos sobre sí mismos.
Nos llenaremos la cabeza de teorías, repetiremos lo que nos enseñen otros, pero, directamen-
te, no tendremos ninguna prueba de sí mismos, no tendremos ningún conocimiento directo sobre los
Misterios de la Vida y de la Muerte.
Los Griegos dijeron: “Nosce te Ipsum”; “Hombre: Conócete a ti mismo y conocerás al Universo
y a los Dioses”. En tanto no nos conozcamos a sí mismos, no conoceremos ni al Universo ni a los
Dioses, no sabremos nada de nada, nuestra cabeza estará llena de teorías y eso es todo.
El día que nos conozcamos de verdad, directamente, no por lo que otros digan o dejen de decir,
sino directamente, no por lo que otros escriban o dejen de escribir, sino directamente, ese día, de
verdad, “conoceremos al Universo y a los Dioses”, como dijeron los Griegos; ese día conoceremos,
de verdad, los Misterios de la Vida y de la Muerte.
El hombre está contenido en la Naturaleza y la Naturaleza en el hombre, si no descubrimos las
Leyes de la Naturaleza dentro de sí mismos, no las descubriremos jamás fuera de sí mismos. Si no
descubrimos los Misterios de la Vida y de la Muerte dentro de sí mismos, no los descubriremos fuera
de sí mismos nunca jamás.
Ha llegado el instante de que nosotros nos esforcemos por saber algo de nosotros mismos, por
saber algo de eso que cargamos dentro, de ese Yo que grita, de ese Yo que se aferra en la vida.
Desgraciadamente las gentes están auto-encerradas dentro de la rigidez de sus mentes, aga-
rradas al Ego, al Yo, al Sí mismo. No tienen ganas de verdad de Auto-Conocerse, de saber algo
sobre su IDENTIDAD PSICOLÓGICA.
Somos totalmente ignorantes, pero no sabemos que lo somos; parafraseando a Sócrates diría:
“No solamente no sabemos, sino que además, ni siquiera sabemos que no sabemos”...
Hay 2 clases de ignorantes: IGNORANTES que nunca en su vida han leído un libro, y hay
IGNORANTES ILUSTRADOS (que esa es otra clase de ignorantes). Ha llegado la hora de romper
con la ignorancia y Auto-Explorarnos para Auto-Conocernos.
Cuando uno se ve envuelto en una escena de celos (como por ejemplo), ¿qué debe hacer?
OBSERVARSE a sí mismo en acción. Ya en casa, MEDITAR, reconstruir la escena para saber exac-
tamente qué fue lo que funcionó en sí mismo, en tales instantes.
Entonces se DESCUBRE que hubo ira también, promovida por los celos. Llega a la conclusión
de que dos Yoes intervinieron en la acción: Celos e ira. ENJUÍCIENSE los celos, ANALICENSE,
DESCUARTICENSE, para que se vea su vacuidad...
Desafortunadamente, la Mente, por sí misma, no es capaz de alterar nada fundamentalmente;
la Mente puede pasar un Defecto de un Departamento a otro del Entendimiento, puede rotularlo con
distintos nombres, puede esconderlo de sí misma o de los demás, puede condenarlo, justificarlo,
pero jamás desintegrarlo.
Si se quiere desintegrar un Defecto Psicológico se hace necesario entonces APELAR A UN
PODER QUE SEA SUPERIOR A LA MENTE.
Existe afortunadamente en nuestro organismo psicológico un Poder superior, quiero referirme
en forma enfática a ese Poder que los Indostanes llamaran “DEVI KUNDALINI.
Obviamente, se trata de un Fuego maravilloso que se encuentra oculto en todo lo que es, en
todo lo que ha sido, en todo lo que será; es un Fuego que se halla latente en todo lo que tenga vida;
es un Fuego Solar, invisible como son invisibles las ideas, invisible como son invisibles los pensa-
mientos, invisible como son invisibles los deseos, pero real.
Ese Fuego fue simbolizado por nuestros antepasados de Anáhuac con el nombre de TONANTZIN;
ese Fuego fue simbolizado por los Egipcios con el nombre de ISIS y por los Cretenses con el nombre
de CIBELES; y por los Griegos con el nombre de DIANA; y por los Cristianos con el nombre de MARÍA.
Ella es STELLA MARIS, es decir, la Virgen del Mar, una parte de nuestro propio Ser, pero derivado.

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ARCANO DE LA ESPECULACION:
La Especulación como ACTO DE JUSTIPRECIAR LOS VALORES. Simboliza la Virtud humana
del RACIOCINIO. El Principio del LABORIOSIDAD DIRIGIDA.
Aparece en el centro de la lamina que representa a este Arcano un hombre en una variación de
la posición jeroglífica TUA (Orar, Rezar, Alabar, Adorar). No debemos olvidar las frases alquímicas:
"Bene Orasse, Bene Laborasse", y "Laborare Est Orare".
Detrás de él, jeroglífico MAXA, (Pesar, Balanza). Ya hemos dicho que la Especulación también tie-
ne un sentido económico, dada su relación con le Arcano 5, "El Jerarca", con el Bendito Señor Anubis,
por lo que surge entonces la idea de los NEGOCIOS, de las transacciones o arreglos que convienen
realizar con los Señores de la Ley, a fin de enrumbar el navío de nuestra existencia a puerto seguro.
De modo qué el DEBE y el HABER, el KARMA y el DHARMA, tienen un fondo especulativo, en
el mejor sentido de la palabra.
Entonces, vemos al iniciado ofreciendo a su propio Ser Interior profundo, el resultado de su
trabajo equilibrado y en suprema oración revisando su debe y haber.
Observemos, además, que la balanza contiene 7 Panes de Ofrendas en un platillo de la Balan-
za y en el otro un Buey. Recordemos que El famoso Buey Apis, tan adorado en los Misterios Egip-
cios, era el Creador y el Fiscal de las Almas. El Buey Apis, simbólicamente, fue consagrado a Isis,
porque de hecho se halla relacionado con la Vaca Sagrada, la Madre Divina, “Isis, a quien ningún
mortal ha levantado el velo”
Apis es la Materia Filosofal, el Ens Séminis, esa substancia semi-sólida, semi-líquida, ese VITRIOL
de los Alquimistas Medievales.
“Dentro del Ens Séminis se encuentra encerrado todo el Ens Virtutis del Fuego”.
Ens Séminis sirve para preparar el Arché que es la Materia Prima para la fabricación de los
Cuerpos Solares. Es necesario transformar la Luna en Sol, es decir, fabricar los Cuerpos Solares. En
otras palabras, el resultado del trabajo del Mercurio a través de la Ley de la Balanza, da como
resultado los 7 Panes de las Ofrendas, es decir, los 7 Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
El Buey Apis, en una acepción superior representa al Ser. Esos son los Misterios de Isis y del
Buey Apis.

NET O BAT, LA ABEJA, LA LABORIOSIDAD:


El Departamento Elemental del Azafrán, está íntimamente relacionado con el TRABAJO LABO-
RIOSO. Todo Apostolado (y por ende los 3 Factores), están íntimamente relacionado con la MAGIA
ELEMENTAL DEL AZAFRAN.
El Azafrán está íntimamente relacionado con los grandes Apóstoles del arte, con los Beethoven,
Mozart, Berliotz, Wagner, Bach, etc.
El planeta del Azafrán es VENUS, la Estrella del Amor.
El trabajo de un Apóstol de la Luz, el trabajo del hombre que lucha por el pan de cada día, y el
laborioso trabajo de las minúsculas abejas, es inmensamente sagrado, y está íntimamente Azafrán.
Ninguna forma de trabajo honrado, por humilde que sea, puede ser jamás despreciado, porque
el trabajo, en todas sus formas está íntimamente relacionado con las Jerarquías Cósmicas relacio-
nadas con este Departamento Elemental del Azafrán.
Todo detalle, todo incidente de trabajo, por insignificante que parezca, reviste gigantescas pro-
porciones dentro de la actividad de la vida evolucionante.
La Mente del ARHAT, debe comprender a fondo todas estas íntimas actividades relacionadas
con el Departamento Elemental del Azafrán.
En todo trabajo, por minúsculo que sea, hay alegrías, hay tristezas, hay tragedias morales

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profundas, que deben invitarnos a comprender la grandeza sublime del trabajo, tanto en la especie
humana, en el insecto insignificante como en el Apóstol que labora en beneficio de la humanidad.
El Azafrán y las abejas, simbolizan el trabajo, y ambos están gobernados por el planeta Venus.
Aunque el Axioma lo analizaremos más adelante, lo anteriormente dicho explica, en parte, lo
que señala el Axioma en relación con el Amor.

LETRA HEBREA VAU (  ):


VAU ( Y ): Quiere decir “Clavo, Gancho”. El vocablo denota “Causa operante directora, efusión
luminosa”, Representa el Principio del Verbo actuando en cada ser. Es la Belleza, la Atracción.
Despierta en el ser humano aptitud para determinar la conducta. (Estudiada en Arcano 6, 24, y 46).

FONOGRAMA EGIPCIO:
Esta es la Víbora Cornuda o también el Caracol, símbolo de la letra “F” y también la “V”, símbolos
del Lingam-Yoni, del Fuego-Agua, emblemas del Poder Generador y Creador del Hombre y del Univer-
so. Los Cuernos representan los Grados de la Razón Objetiva. (Estudiado en Arcano 6, 24, 46)

EL SIMBOLO ALQUIMISTA:
En la Escritura Pasaje del Río aparece representando a la misma letra Hebrea VAU. Como sím-
bolo alquimista no lo hemos conseguido exactamente, pero hay signos parecidos relacionados con el
Mercurio, la Sublimación, el Día y el Nº 10, los cuales todos podrían muy bien ser su significación.

LETRA LL:
Se relaciona con el número 14 y el Planeta Mercurio. Está simbolizada por un ESCRIBA atributo
de INTERPRETACION. Si es la 1ª LETRA del nombre en combinación con la A: INCERTIDUMBRE
AL ESCOGER; con la E: FERVOR EN EL DESEO; con la I: ACIERTO EN EL CUMPLIMIENTO DEL
DEBER; Con la O: INCONSTANCIAS; con la U: FE Y CARIDAD.
Como letra predominante comunica al nombre PODER PARA EXPRESAR POR MEDIO DE LA
PALABRA LOS CONCEPTOS MÁS INSPIRADOS, CONVERTIR EN HECHOS LAS CREACIONES
DE LA IMAGINACION, Y SINTETIZAR EN TERMINOS BREVES Y CLAROS LAS IDEAS MAS LU-
MINOSAS.

PLANETA REGENTE:
MERCURIO como planeta astrológico, se dice que “es más misterioso que el propio Venus”.
RAFAEL, el Gran Sanador Universal, es el Rector de Mercurio. Mercurio está “establecido formida-
blemente entre el Sol y la Luna”; de allí que el Maestro Samael en su libro “El Parsifal Develado”, lo
denomine “sublime COMPAÑERO DEL DISCO SOLAR, de la Sabiduría Divinal.”
Pausanias, en su libro V, nos enseña sabiamente a Mercurio, teniendo un ALTAR en COMUN
CON JUPITER TONANTE, el Padre de los Divinos y de los humanos.
Dicen las antiguas leyendas que Mercurio ostentaba radiantes Alas de Fuego, como para mani-
festar que asistía al Cristo-Sol en su viaje Eterno. Con justa razón se le llamó en otros tiempos
“NUNCIO DEL SOL.”
Mercurio es, pues, el áureo planeta esotérico, el inefable, a quienes los austeros y sublimes
Hierofantes prohibían nombrar.
Y estudiando polvorosos manuscritos milenarios, podríamos verificar que en la Mitología Grie-

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ga se encuentra simbolizado por aquellos PERROS o LEBRELES, guardadores del GANADO CE-
LESTE, que abreva siempre en los cristalinos pozos de la Sabiduría Oculta, por lo cual es también
conocido como HERMES-ANUBIS y, asimismo, como BUEN INSPIRADOR o AGATHODAEMON.
Recordad que el Emperador Juliano oraba todas las noches al SOL OCULTO POR LA INTER-
CESION DE MERCURIO. Con justa razón dice Vossius: «Todos los Teólogos aseguran que MER-
CURIO y el SOL SON UNO.» Por algo fue considerado como el más elocuente y sabio de los Dioses,
lo cual no es de extrañar, pues Mercurio se halla tan cerca de la Sabiduría y de la Palabra (del Verbo,
del Logos), que con ambas fue confundido.

CUALIDAD o VIRTUD:
LA LABORIOSIDAD, EL AMOR , LA SINCERIDAD, LA VALENTIA

EL DEFECTO:
LA PEREZA, EL ODIO, LA INSINCERIDAD, EL MIEDO, EL TEMOR.

PRUEBA INICIATICA:
LA CALIFICACION DE LAS INICIACIONES. El Camino Iniciático es la Vía de la Perfección; las
Pruebas Iniciáticas tienen por objeto calibrar la calidad ética del Adepto, de buscar que éste se
perfeccione mediante la eliminación del Ego, y de allí la importancia de Especular (de reflexionar, de
meditar) en todo cuanto aquí estamos consignando, en relación con la Sabiduría contenida en los
Arcanos Menores.

Necesitamos nosotros ESTABLECERNOS EN EL REINO DEL AMOR,


pero no podríamos hacerlo si no fuésemos dueños de nuestros propios
procesos psicológicos.
EL TEMOR NOS INCAPACITA PARA AMAR. Uno tiene que ACABAR
CON EL YO DEL TEMOR. En el umbral del Templo debemos dejar el temor.
Mas, desgraciadamente, hay distintas clases de temores...
Samael Aun Weor

AXIOMA TRASCENDENTE:

“VEAN TUS OJOS SIN TEMOR, Y TUS MANOS CON AMOR”.

"Donde hay Amor no hay temor", expresan los Maestros Gnósticos, y luego añaden: "El que
teme, es porque todavía no está afianzado en el Reino del Amor"...
El Yo del Miedo es el peor enemigo del Alma, nos convierte en personas falsas, insinceras,
mentirosas, y por lo tanto empíricas, dadas a las especulaciones de tipo subjetivo, a la charlatanería
o conversación insubstancial y ambigua., tanto en el terreno científico, como en el religioso, el artís-
tico o el filosófico.
Los "ojos que ven con temor" no pueden nunca percibir la realidad, no pueden observar con
objetividad científica, y asimismo, "las manos que no mueve el amor" son proclives al robo, a causar
daño con la especulación de tipo comercial, a traficar y especular con el alimento de las criaturas,
etc., y a vender, incluso, los Sacramentos.
Es necesario AMAR a nuestros semejantes, pero el Amor hay que demostrarlo con hechos

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concretos, claros y definitivos. No basta decir que amamos a nuestros semejantes, no; hay que
demostrarlo con hechos, hay que estar dispuestos a subir al ara del Supremo Sacrificio por la Huma-
nidad, hay que levantar la Antorcha de la Sabiduría, para ILUMINAR EL CAMINO DE OTROS, hay
que estar dispuesto a DAR HASTA LA ÚLTIMA GOTA DE SANGRE por todos nuestros semejantes,
con Amor verdadero, desinteresado, puro...
De manera que el 3er Factor de la Revolución de la Conciencia es el del Sacrificio por nuestros
Semejantes. Nacer, Morir y Sacrificarnos por la Humanidad, son los 3 Factores que nos convierten a
nosotros en verdaderas encarnaciones del CRISTO CÓSMICO.
Esos 3 Factores nos vienen a convertir en Dioses, aunque tengamos cuerpos de Hombres.
Esos 3 Factores vienen a hacer de nosotros algo distinto: Nos transforman en DEIDUSOS o DIO-
SES INEFABLES, ELOHIMS, DIVINOS DAIMONES, etc.
Si nosotros únicamente trabajáramos con el 1er y 2º Factor (el de Nacer y Morir), pero no amá-
ramos a nuestros semejantes, no hiciéramos nada por llevar la Luz del Conocimiento a otras gentes,
pueblos y lenguas, caeríamos en un EGOÍSMO ESPIRITUAL, muy refinado, que nos IMPEDIRÍA
TODO AVANCE INTERIOR.
Pues, si solamente nos preocupamos por nosotros y nada más que por nosotros, olvidándonos
de tantos millones de seres que pueblan el mundo, incuestionablemente nos auto-encerramos en
nuestro propio egoísmo. En esa forma, el Yo del egoísmo no nos permitiría la Iluminación.
El egoísmo se puede presentar en formas sumamente refinadas, y hay que eliminarlas. Porque
en tanto tengamos egoísmo dentro de nosotros mismos, pues, la Iluminación no será posible.
El egoísmo está formado por múltiples Yoes dentro de los cuales se haya enfrascada la Con-
ciencia. Que hay que desintegrar esa multiplicidad de Yoes egoicos, ¡es verdad! Pues, si no lo
hiciéramos, la Conciencia continuará embotellada, estrecha, limitada, condicionada, y cualquier po-
sibilidad de Iluminación sería anulada.
Nosotros debemos comprender que toda LA HUMANIDAD ES UNA GRAN FAMILIA. Desgra-
ciadamente, estamos embotellados en muchos afectos y consideramos únicamente como familia a
unas pocas personas que nos rodean, lo cual es egoísmo; porque todos los seres humanos, sin
excepción de raza, credo, casta o color, somos una sola familia; y esa familia se llama “humanidad”.
Si únicamente miramos como hermanos a los que nos rodearon desde la cuna, vamos muy
mal. Si únicamente queremos servir a estas gentes que se dicen “nuestros familiares”, marchamos
egoístamente. Se hace indispensable ver en cada persona un hermano.
Esto que digo no es por mero sentimentalismo, sino porque en verdad todos somos hermanos.
No es una frase meramente sentimentalista; es real, tal como se escucha: Somos una sola familia,
una sola gran familia que no debería estar dividida, una familia enorme que puebla la Tierra y que se
llama “humanidad”.
A ésos, nuestros hermanos, necesitamos llevarles el Conocimiento, mostrarles la Senda, a fin
de que, algún día, ellos también puedan hollarla y llegar a la LIBERACIÓN FINAL.
Si nosotros queremos la Felicidad, debemos luchar por la Felicidad de otros. “Mientras uno más
da, más recibe, pero al que nada da, hasta lo que no tiene le será quitado”...
¿Cómo podríamos nosotros alcanzar la auténtica FELICIDAD NIRVANICA o PARANIRVANICA,
aquí y ahora, si no trabajamos por la Felicidad de otros? La auténtica Felicidad del Ser no puede ser
egoísta; se logra, únicamente, mediante el Sacrificio por nuestros semejantes.
Así, quienes han logrado, por ejemplo, estadios del Ser muy elevados, quienes han ingresado
en los Mundos Paranirvánicos, Mahaparanirvánicos, o en el Monádico o Adico, o quienes al fin han
conseguido fusionarse con el ETERNO PADRE CÓSMICO COMÚN, obviamente, se sacrificaron en
alguna forma por sus semejantes en el mundo, y esto les dio méritos suficientes como para lograr, en
verdad, la dicha que no tiene límites, ni orillas jamás.
Así que al hacer el Curso de Misioneros, debemos pensar en el bien común, en que debemos
amar, sí, de una forma extraordinaria, a todos los seres que pueblan la faz de la Tierra. Amar no

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solamente a los que nos aman (porque eso lo haría cualquiera), sino también a los que nos odian. A
los que nos aman, porque nos comprenden, y a los que nos odian porque no nos comprenden...
NO DEBE EXISTIR, EN NOSOTROS, eso que se llama “ODIO”. Hay gentes que destilan y beben
su propio veneno, y sufren lo indecible; y eso es grave. Uno no debe ser tan tonto. Aquél que está des-
tilando y bebiendo su propio veneno, pues es un tonto. Aquél que se ha forjado un “infiernito” en su
mente y lo que carga a todas horas es ese “infiernito” en su entendimiento, es un necio. Uno tiene que
pensar que lo mejor es amar, pues si uno hace de su mente un infierno, no es dichoso jamás.
Las gentes están todas llenas de resentimientos y eso es gravísimo, porque DONDE EXISTE el Yo
del RESENTIMIENTO, NO PUEDE FLORECER EL AMOR. No hay quien no tenga resentimiento; todo
el mundo guarda en su corazón palabras, hechos o sucesos dolorosos, acompañados, naturalmente, de
sus secuencias o corolarios, que son los ya consabidos resentimientos que a nada conducen.
El resentido, no sabe amar, es revanchista, no sabe amar. El que odia, está muy cerca de la
maldición. Hay que SABER COMPRENDER A LOS DEMÁS, aprender a mirar el punto de vista
ajeno, si es que queremos saber amar. Las gentes son incomprensivas, las gentes no quieren enten-
der a otras gentes; sencillamente porque no saben ver el punto de vista ajeno.
Si uno se sitúa en el punto de vista ajeno, aprende a PERDONAR. Cuando uno sabe perdonar,
aprende a amar. Pero si uno no es capaz de perdonar a nadie, no sabe amar.
Ahora, perdonar en forma mecanicista, no sirve para nada. Uno podría perdonar, sencillamente
porque aprendió en la Doctrina Gnóstica que se debe perdonar, pero eso es automático, no sirve. En
el fondo continuaría con el mismo resentimiento, con el mismo odio y hasta con el mismo deseo
revanchista sofocado o reprimido.
Cuando se dice “perdonar” , esto implica una ELIMINACION. Uno no puede perdonar si no
elimina el Yo del resentimiento, si no anula el Yo del rencor, si no reduce a polvareda cósmica al Yo
de la revancha, aquel Yo que quiere “sacarse el clavo”, etc.
Mientras no haya eliminado tales Yoes (a través de la comprensión y con el auxilio de Kundalini
Shakti) no es posible que de verdad perdone. Y si da perdón, es que es automático; y perdón auto-
mático no es perdón.
Hay que sincerarnos consigo mismos, si queremos saber amar. Si uno no se sincera consigo mis-
mo, si no es sincero consigo mismo, no puede amar jamás. Amar implica un trabajo, un trabajo dispen-
dioso sobre sí mismo. ¿Cómo podría uno amar a otro si no trabaja sobre sí mismo, si no elimina de su
interior los elementos de la discordia, de la revancha, del resentimiento, del odio, etc.? Cuando tales ele-
mentos infrahumanos existen en nuestra Psiquis, la capacidad de amar queda anulada.
Nosotros necesitamos amar, sí, a todos nuestros semejantes. Pero, repito, esto implica un
trabajo. Uno no puede amar mientras existan los elementos del odio en sí mismos. Si queremos
amar, debemos ser sinceros, AUTO-EXPLORARNOS, AUTO-INVESTIGARNOS para descubrir esos
elementos que nos incapacitan para amar.
Hay mucho amor fingido en las distintas Escuelas de tipo Pseudo-Esotérico y Pseudo-Ocultista;
eso no sirve. Nosotros los Gnósticos no debemos aceptar amor fingido; debemos ser exigentes
consigo mismos: ¿Vamos a amar a nuestros semejantes o no los vamos a amar? Seamos sinceros.
No se trata de que nos dejemos llevar de sentimentalismos sublimes. Podríamos creer que sí ama-
mos, cuando en verdad no estamos amando.
El AMOR es algo muy sublime. Les voy a poner a ustedes un ejemplo, o algunos ejemplos
sobre Amor: El fundador de Nueva York era un hombre muy inteligente. Tenía, pues, una esposa, y
muy digna. Cuando fundó a Nueva York, pues, aquello parecía una paradoja: Allí no había sino
vegetación, árboles, montañas, etc., etc...
El concibió la idea de una gran ciudad, al contemplar aquella región. Pero era la “época dorada”,
la época en que la gente tenía la "sed de oro" en los Estados Unidos (aunque siempre la ha tenido, pero
en aquella época era muy manifiesta la codicia por el oro físico, las minas de oro, etc.). Y él yéndose por
el mundo, cometió un error que lo considero muy grave: Abandonar a su esposa en plena montaña. No
la abandonó por ninguna otra mujer, no; sino por el oro, por ir a buscar las minas...

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Al fin supo de ella: Alguien le dijo que ella ya había muerto. Él no se preocupó mucho por eso,
porque él no tenía sino ansias, sed insaciable de oro.
Más tarde, con el tiempo, encontró a una mujer y se casó con ella (con otra mujer). Metió
ferrocarril, estableció bancos. Cuando ya era un gran hombre, hablando ante un auditorio, de pronto
descubre (entre las gentes que habían allí) a aquella que él había abandonado...
Aquél hombre ya no podía ni hablar, trató de trabarse, quedó confundido, porque pensaba que
estaba muerta. Y a ella le habían informado que él se había casado otra vez, que tenía seis hijos.
Y cuando salió, pues, del auditorio se halló “manos a boca” con ella; él no hallaba qué hacer.
– No te preocupes, sé que te has casado...
Él estaba perplejo, porque claro, al verla recordó su primer amor. Y la amaba, sólo que la sed
del oro había hecho que la abandonara... No hallaba qué hacer. Dijo ella:
– Puedes marcharte, sigue tu camino. –Ella también lo adoraba. Cuando él intentó alejarse y
no podía, sentía que era difícil desprenderse de ella. Pero ella le dio valor:
– No mires hacia atrás –le dijo–, marcha hacia adelante, no te detengas por mí. Debes triunfar,
te amo mucho y quiero tu triunfo”...
El se fue caminando como un sonámbulo, hasta que ella se marchó. Ella lo amaba demasiado.
El hubiera podido dejar a la otra mujer de inmediato e irse con ésta, pero ella prefirió su Felicidad.
Eso es Amor...
¿Cuál de ustedes se siente capaz de hacer eso?: Ser capaz de renunciar a lo más amado, por la
Felicidad misma de lo más amado. Es que el Amor no quiere recompensas, es dádiva de sí mismo, tra-
bajo con renuncia de los frutos, no quiere sino el bien de otros, aún a costa de la propia Felicidad.
Entender el Amor es un poco difícil. Si se define, se desfigura. Es más bien como una emana-
ción, surgida, dijéramos, del fondo mismo de la Conciencia, un funcionalismo del Ser.
Hay que entender, hay que comprender, pues, la necesidad de saber amar a nuestros semejan-
tes. Porque MEDIANTE EL AMOR PODEMOS TRANSFORMARNOS, y amando, repartir bendicio-
nes; llevar la Enseñanza a todos los pueblos de la Tierra, encaminar a otros con el máximum de la
paciencia; saber perdonar los defectos ajenos.
Incuestionablemente, al llevar uno la Enseñanza a otros, encontrará muchas resistencias. Indu-
bitablemente, le lloverá a uno (en muchas ocasiones) piedras; pero hay que saber amar y perdonar
a todos, NO REACCIONAR TANTO.
Las gentes viven reaccionando ante los impactos que provienen del mundo exterior. Hay siempre
una tendencia a reaccionar. Yo me he fijado, pues, en las mesas directivas de los Lumisiales: En ple-
na Asamblea, alguien dice algo con relación a alguien y no falta la reacción inmediata del aludido. Algu-
nas veces con ira, otras veces con impaciencia, pero en alguna forma reacciona. Rara vez he visto una
mesa directiva donde un sujeto X-X permanezca impasible, sin reaccionar ante lo que otros digan.
Hay esa tendencia de todo el mundo, a reaccionar contra todo el mundo. ¡Mas qué chistosas
son las gentes!: Basta mover un botón y “truenan” y “relampaguean”. Y si se mueve otro botón,
sonríen dulcemente. Los “humanoides” son máquinas que todo el mundo maneja a su antojo; son
como un instrumento de música, donde cada cual toca su propia canción. Si alguien quiere que
ustedes sonrían, basta decirles palabras dulces y darles palmaditas en el hombro (sonríen dulce-
mente). Si quiere que “truenen” o “relampagueen”, basta decirle unas cuantas palabras duras y ya se
ponen con el entrecejo fruncido y reaccionan inmediatamente.
Yo mismo, aquí estoy platicando con ustedes y los veo un poco sonrientes. Si en este momento
les echara un regaño, ¿qué sucedería? Cambiarían de inmediato, ya no estarían tan sonrientes, ya
las cejas aparecerían fruncidas.
¡Qué tristeza, pero así es! ¿Por qué? Son máquinas, un instrumento que todo el mundo toca o
instrumentos como la guitarra. El que quiera verlos contentos, dirá unas cuantas palabras dulces, y
ahí estamos felices. Pero el que le dé su gana de verlos furiosos, diga unas palabras duras y ya

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estaremos terribles. De manera que DEPENDEMOS DE OTROS, NO TENEMOS LIBERTAD, NO
SOMOS DUEÑOS DE NUESTROS PROPIOS PROCESOS PSICOLÓGICOS, cada cual hace de
nosotros lo que le venga en gana. Unas cuantas palabritas de lisonja e inmediatamente: ¡Ah!, nos
sentimos auto-importantes; otra palabrita de humillación, ¡y qué tristes y pequeños nos sentimos!
Si cada cual hace de nosotros lo que quiere, ¿entonces dónde está nuestra autonomía, cuándo
dejaremos de ser máquinas? Sucede que para aprender a amar, hay que adquirir AUTONOMÍA, por-
que si uno no es dueño de sus propios procesos psicológicos, jamás puede amar, ¿cómo? Si otros son
capaces de sacarnos del Estado de Paz al Estado de Discordia, ¿cuándo podríamos amar?
Mientras uno dependa de otros psicológicamente, no es capaz de amar. La dependencia obsta-
culiza el amor. Necesitamos nosotros acabar con la dependencia, hacernos amos de sí mismos,
dueños de nuestros propios procesos psicológicos...
Cuando yo tuve la reencarnación de TOMÁS DE KEMPIS, escribí en mi libro “Imitación de
Cristo” (en aquélla antigua reencarnación), una frase que dice: “Yo nos soy más porque me alaben,
ni menos porque me vituperen, porque yo siempre soy lo que soy”...
De manera que debemos permanecer impasibles ante la alabanza y ante el vituperio, ante el
triunfo y ante la derrota; siempre serenos, impasibles, siempre dueños de sí mismos, de nuestros
propios procesos psicológicos.
Así sí, marchando por ese camino, llegaremos a estar siempre estables en eso que se llama
“AMOR”. Necesitamos nosotros establecernos en el Reino del Amor, pero no podríamos hacerlo si
no fuésemos dueños de nuestros propios procesos psicológicos. Pues, si otros son capaces de
hacernos rabiar cada vez que quieran, si otros son capaces de hacernos sentir odio, si otros son
capaces de hacernos sentir el deseo de revancha, obviamente no somos dueños de sí mismos.
En esas condiciones, jamás podríamos nosotros estar establecidos en el Reino del Amor. Esta-
ríamos en el Reino del Odio, en el de la Discordia, en el del Egoísmo, en el de la Violencia, pero
jamás en el Reino de eso que se llama “Amor”. Debemos permanecer estables en el Reino del Amor;
tenemos que hacernos dueños de nuestro propios procesos psicológicos.
Si golpeamos en una puerta, por ejemplo, y nos reciben a piedras porque vamos a dar la
Enseñanza Gnóstica, y si nos alejamos de allí, dijéramos, con el deseo de revancha, o terriblemente
confundidos por el dolor, entonces no serviríamos para Misioneros Gnósticos. Si llegamos a un
pueblo a predicar la palabra y el señor “cura” nos corre, y entonces nos llenamos de terror, ¿serviría-
mos, acaso, para Misioneros Gnósticos?
EL TEMOR NOS INCAPACITA PARA AMAR. ¿A qué le tenemos miedo nosotros? ¿A la muer-
te? Si para morir nacimos, y entonces, ¿qué? Que muera uno, unos días antes o unos días después,
¿qué? Siempre tiene que morir. Entonces, ¿a qué le tenemos miedo?
Además, la muerte es tan natural como el nacimiento. Si le tenemos miedo a la muerte, también
debemos tenérselo al nacimiento, pues son los dos extremos de un mismo fenómeno que se llama
“vida”. ¿Tenerle miedo a la muerte? ¿Por qué, si todo lo que hace tiene que morir? Las plantas nacen
y mueren, los mundos nacen y mueren. Esta misma Tierra nació y un día será un cadáver, quedará
convertida en una nueva Luna.
Así, pues, temer a la muerte, ¿por qué? “LA MUERTE ES LA CORONA DE TODOS”, y por cierto
que es hasta muy bella. Uno no debe mirar a la muerte jamás con horror; hay que mirarla como es...
Ver un cadáver en un féretro (en la mitad de una sala), no es haber comprendido el Misterio de
la Muerte. El MISTERIO DE LA MUERTE es muy sagrado. Y jamás se podría comprender el origen
de la vida, el MISTERIO DE LA VIDA, si antes no se ha comprendido a fondo, el Misterio de la
Muerte. Cuando uno entiende de verdad lo que son los Misterios de la Muerte, entiende los Misterios
de la Vida. Y la muerte nos depara, pues, deliciosos momentos. Con la muerte viene la PAZ.
Bien vale la pena, pues, no tener miedo al Morir. Y si alguien muriera en el cumplimiento de su
deber, trabajando por la humanidad, ese alguien sería premiado con creces en los Mundos Superiores.
DAR UNO LA VIDA POR SUS SEMEJANTES, ES ALGO SUBLIME. Eso fue lo que hizo el

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Divino Rabí de Galilea, es lo que han hecho todos los Santos, los mártires: San Esteban, apedreado
por enseñar la palabra; Pedro, crucificado con la cabeza hacia abajo y las piernas hacia arriba, para
indicar el trabajo en la Forja de los Cíclopes. Eso son ellos: Verdaderos mártires. Ésos son los que
descollan, ésos son los que surgen más tarde, entre el Maha-Manvantara, como Dioses.
Así pues, temer es absurdo. Lo más que podría sucedernos a nosotros es que nos llevaran al pa-
redón de fusilamiento, ¿y qué? Después de todo, ¿qué? Morirse uno, unos días antes o unos días
después, es algo que no tiene la menor importancia. Vale la pena que pensemos en todas estas cosas...
Por temor, los hombres se arman para matar a otros; por temor, las guerras entre las naciones,
pues cada nación teme que otra la invada y se arma, y viene el desastre; por temor existen los ladro-
nes, que le tienen miedo a la vida; por temor existen las prostitutas, que le tienen miedo al hambre; por
temor, un hombre mata a otro. El temor, pues, es la raíz de muchas maldiciones sobre la Tierra.
Uno tiene que ACABAR CON EL YO DEL TEMOR. En el umbral del Templo debemos dejar el
temor. Mas, desgraciadamente, hay distintas clases de temores... El que tiene miedo jamás podría
afrontar la prueba del GUARDIÁN DE LA INMENSA REGIÓN. ¿Cómo podría afrontarla si teme? El
que tiene miedo, al verse fuera del cuerpo físico, resulta “chillando”... “Que parece que ya se murió,
que dejó a su mamá y a su papi, que a sus hermanitos, que al abuelo. Que, en fin, ahora qué hago”...
Pueden estar ustedes seguros que nosotros somos solos (cada uno de nosotros), y que la
única familia que tenemos se llama “humanidad”.
Uno, después de muerto, tiene que llegar a la conclusión de que el apellido que llevó, la buena
reputación de papá y de mamá, el cariño de sus hermanitos, de sus amigos, todo eso queda atrás.
Se encuentra con que uno no es más que otra criatura de la Naturaleza, y eso es todo; sin nombres
ni apellidos terrenales, terriblemente solo, porque papá y mamá, y los hermanitos, fueron tan sólo la
fascinación de un día; nada de eso tenemos, somos espantosamente solos.
A la larga, lo único que tenemos que buscar adentro es al PADRE QUE ESTÁ EN SECRETO y
a nuestra MADRE ETERNA y SIEMPRE DIVINA (KUNDALINI), y al CRISTO SEÑOR.
¿Y familia? ¡Todos los millones de seres humanos! No digo solamente los de la Tierra, sino los
de todos los mundos del espacio somos una gran familia; y ésa es la realidad. Y es una realidad
desencarnada la que les estoy diciendo, pero es la realidad. Descarnada porque ustedes quieren
mucho a sus familiares, ¿verdad?
Ahora, si yo no tuviera familia dirían: “Bueno, como usted no la tiene, pues, qué le importa”. No,
yo la tengo también, y me doy cuenta que es vano todo eso. No quiero decirles que yo no quiera a
mis familiares. Sí los quiero, como ustedes los quieren, sólo que yo ya experimenté, directamente, la
realidad de lo que es la familia, y llegué al convencimiento de que la familia es toda la humanidad.
No guardo resentimientos contra mi familia. No vayan a creer ustedes que estoy hablando con
algún resentimiento, no. Cuando digo que “experimenté la realidad de lo que es la familia”, quiero
referirme, en forma trascendental, a la Enseñanza.
Fuera del cuerpo físico, se me enseñaron los Misterios de la Vida y de la Muerte. En alguna
ocasión, se me hizo sentir la muerte por anticipado. Se me hizo salir del cuerpo físico. Ya fuera de la
forma se me hizo adelantar en el tiempo para verme muerto.
¿Qué vi? Un cadáver. ¿Qué había en ese ataúd? Un cuerpo. ¿Cuál? El mío. ¿Quiénes estaban
ante ese ataúd, en la sala llena de flores y coronas de difuntos? Los familiares. Entre mis familiares,
estaba ahí mi madre terrenal. Me acerqué a ella, besé su mano y dije: “¡Gracias por el cuerpo que me
diste; mucho me sirvió ese cuerpo, resultó maravilloso, gracias!” Me acerqué a todos los otros fami-
liares, despidiéndome de ellos. Abandoné aquella morada y me sumergí entre el seno de la Natura-
leza, convencido de que estaba desencarnado...
¿Qué había? Naturaleza: Valles, montañas profundas, océanos, nubes, aire, sol. Y mis familia-
res, ¿qué? Eso había quedado en el pasado, ya no tenía familiares. Los nombres y apellidos, mi
linaje, mi pueblo, mi lengua, ¿en qué habían quedado? ¡Cosas del pasado! Ahora estaba sumergido
entre una Naturaleza salvaje, absolutamente solo.

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Y entonces mi querida familia, ¿qué? Solamente pude exclamar: ¡Ya no tengo familia!” ¿Y los
seres que me rodearon? Eso fue en el pasado; ahora estoy solo, espantosamente solo. Soy tan sólo
una criatura de la Naturaleza, una Naturaleza salvaje. ¡Lo que hay son unos valles, unas montañas,
una tierra húmeda por la lluvia!
¿Y mi casa? ¿Cuál casa? Ya no tienes casa. ¿Y bienes? Mucho menos bienes terrenales. ¿De
dónde los voy a sacar? Entonces, ¿quién eres? Una partícula de la Naturaleza, una Naturaleza
salvaje que nada tiene que ver con cuestiones de familia...
Conclusión: Mi familia es toda la humanidad o todas las humanidades, o todos los mundos de
las humanidades planetarias, y eso es todo...
Sentí, sin embargo, un poco de tristeza, al darme cuenta que todavía el Cordón de Plata no se
había roto. Hubiera querido romperlo, pero permanecía intacto. No me quedó más remedio que
regresar. Yo pensaba que ya estaba desligado, absolutamente, de la forma física, me dije, y me
tocaba volver otra vez... Y volví, sí, entré en mi cuerpo.
Ésa es la realidad, pues, en relación con familiares, parientes, allegados, primos, hermanos,
tíos, sobrinos, nietos, bisnietos, tataranietos, y en fin, todo eso que nos fascina en el fondo.
Nosotros necesitamos elevar un poco el corazón con la frase “¡SUNSUM CORDA!” (“¡ARRIBA
CORAZONES!”), y saber que todos somos una gran familia; ver en cada persona un hermano, sentir
a cada uno de nuestros hermanos como carne de nuestra carne, como sangre de nuestra sangre; no
ver a los otros como extraños, como particulares, como gente distinta, porque eso es absurdo. Todos
somos una enorme, una inmensa familia que se llama “humanidad”.
Entonces debemos sacrificarnos por esa inmensa familia, con verdadero Amor. Si así lo hace-
mos, marchamos con el Tercer Factor de la Revolución de la Conciencia en forma plena.
TRABAJANDO uno POR LOS DEMÁS, también es recompensado. Aunque uno renuncie a los
frutos de la acción, siempre es recompensado. Trabajando por los demás PODEMOS CANCELAR
EL KARMA viejo que traemos de vidas anteriores.
He conocido a muchas personas enfermas que viven auto-encerradas en sí mismas, quejándo-
se siempre de sus dolores. No se puede platicar con esas gentes, porque una y otra vez, siempre le
salen a uno con su misma Canción Psicológica...
Quieren sanarse, no hay médico que los cure, ni el “médico chino”, ¿por qué? Porque nunca
han pensado ello en hacerle servicios a nadie; jamás han pensado en sanar a otros o en cooperar
siquiera para los remedios de algún enfermo que no puede; o de alcanzar un vaso de agua al
sediento o un plato de comida al hambriento. Sin embargo, quieren sanar y no piensan en otra cosa
sino en sus consabidas enfermedades.
He visto a muchos que sufren problemas diversos de la vida, económicos, por ejemplo. Aque-
llos que tienen problemas económicos, incuestionablemente causaron daño económico a muchas
gentes (en el pasado) y ahora cosechan lo mismo que sembraron, “toman de su propio chocolate”.
Mas sin embargo, se quejan y protestan y blasfeman, y quieren mejorar la situación económica,
pero no remedian el mal que hicieron, no forman parte de alguna cooperativa, no son capaces de
partir su pan, para darle la mitad al hambriento; no son capaces de quitarse una camisa para vestir a
un desnudo; no son capaces de dar un consuelo a nadie, pero quieren mejorar económicamente y
nos solicitan servicios: Que les ayudemos en el trabajo de cambiar su situación, pero ellos no se
preocupan por servir a nadie, son parásitos que existen bajo el Sol.
De esa forma, ¿cómo se podría mejorar económicamente? Toda causa trae su efecto. El Kar-
ma es el efecto de una causa anterior. Si se quiere anular el efecto, hay que empezar por anular la
causa que lo produjo. Y se anula la causa con inteligencia, sabiendo anularla.
Con todas estas cosas se van a encontrar ustedes en el camino: Muchos que quieren que
ustedes lo curen, pero jamás se preocupan ellos por curar a nadie; muchos que tienen gravísimos
problemas económicos, pero nunca piensan en cooperar en alguna forma con alguien, etc.
Cada cual tiene sus problemas. LOS PROBLEMAS LOS CREA EL EGO, y nada más que el

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Ego, desdichadamente. Uno puede anular todos los problemas si no tiene Ego; si no tiene uno Ego,
no hay problemas. ¿Por qué? Porque no hay quien reaccione dentro de la mente de uno, no hay un
revanchista que complique la situación, no hay nadie que odie en nosotros, o a través de nosotros.
Entonces no hay problemas, los problemas los crea el Ego y nada más que el Ego.
Trabajando en favor de los demás, pues uno cancela viejos Karmas. Porque sirviendo a otros,
se sirve a sí mismo. “El que da recibe y mientras más da, más recibe”; ésa es la Ley. “Al León de la
Ley se combate con la Balanza”...
Si en un platillo de la Balanza 4 ponemos nuestras malas obras y en otro las buenas, y si las
malas obras pesan más, el platillo se inclinará en nuestra contra 5 pero nosotros podríamos poner
buenas obras en el Platillo del Bien e inclinar entonces la Balanza a nuestro favor; así quedaría
anulado el Karma.
De manera que al León de la Ley hay que darle duro con la Balanza. Ésa es la clave para
defenderse del Karma. Como dicen los Señores de la Ley: “Haz buenas obras para que pagues tus
deudas”... “El que tiene con qué pagar, paga y sale bien en los negocios; pero el que no tiene con
qué pagar tiene que ir a la cárcel, perder todos sus bienes”...
Hay, pues, que HACER MUCHO BIEN para pagar nuestras deudas viejas. Con el capital de
buenas obras, podemos pagar el Karma viejo sin necesidad de sufrir; no hay necesidad de amargar-
nos la vida.
Conozco a un sujeto X-X. Sufre lo indecible: Siempre en mala situación económica, siempre en
la miseria. En cuanto negocio hay, fracasa; no hay negocio donde se meta que no fracase. Tiene
mujer, tiene hijos, con ellos riñe incesantemente. Él es del signo de Leo; ella también. No deberían
reñir, pero parece que los leones entre sí pelean incesantemente, no están contentos. Yo los he visto
en el “Jardín Zoológico de Chapultepec”, allá, manotéandose los unos a los otros, no dejan de
pelear. Leo con Leo parece que no se entienden...
Bueno, lo curioso del caso de este sujeto X-X, cuyo nombre no menciono, es que siempre pide
que se le ayude económicamente, que trabajemos por él en el Mundo de las Causas y Efectos, pero
no lo he visto jamás hacer nada en favor de sus semejantes. Pide, pero no da. Pide, pide y pide, pero
jamás da, ni da, ni da, y pide. Pero, ¿con qué derecho pide, si no da? Es como querer uno que le
perdonen sus deudas si no es capaz de perdonar a sus semejantes.
Uno dice en la oración del Padre Nuestro: “Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdo-
namos a nuestros deudores”... Si uno no perdona a sus deudores, a sus enemigos, ¿con qué derecho
pide uno al Padre que lo perdone? ¿Qué derecho le asiste, para pedir perdón, cuando no es capaz de
dar perdón? ¿Con qué derecho pide piedad, cuando no es capaz de dar piedad? ¿Con qué derecho
pide caridad, si no es capaz de darla? Y así son todos: Piden, pero no dan; y eso es gravísimo.
El Misionero Gnóstico debe dar. ¿Qué va a dar? SABIDURÍA y AMOR a sus semejantes. Eso va
a dar, va a asistir, va a auxiliar, pero con Amor.
Mediante las CADENAS MÁGICAS, se puede ayudar a nuestros semejantes. Las Cadenas son
maravillosas, ya para IRRADIAR AMOR, ya para CURAR ENFERMOS. Con las Cadenas se puede
INVOCAR A LOS MAESTRO DE LA CIENCIA, para que ellos asistan a los enfermos. Con las Cade-
nas se puede invocar por ejemplo, a Rafael, que es un Gran Sanador Universal (el mismo que
sanara al Patriarca Job, el mismo que curara a Tobías).
Se puede invocar también a médicos como Harpócrates, a Galeno, a Felipe Teofrasto Bombasto
de Hohenheim (Aureola Paracelso), etc.
Con las cadenas se pueden invocar a POTENCIAS DE LA LUZ, para que nos asistan en un mo-
mento dado; conjurar a las Potencias de las Tinieblas para que nos dejen en paz, etc. Las Cadenas
Mágicas son formidables. Con la izquierda se recibe, con la derecha se da. La cadena forma circuitos
de Fuerza Magnética extraordinarios. Con las Cadenas, se pueden hacer grandes obras de Alta Magia.
El Amor, en sí mismo, es algo Divino. Miremos nosotros al Cisne; el Cisne KALA-HAMSA es el
símbolo del Amor. Él vuela sobre las aguas del Lago de la Vida; un par de cisnes, en algún lago,
¡cuán bello es! Cuando uno de la pareja muere, el otro sucumbe de tristeza; y es que el Amor se

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alimenta con Amor. Pero, hay que saber amar; desgraciadamente, el ser humano no sabe amar.
Muchas veces, el hombre trata muy mal a la mujer en su primera noche de bodas; no quiere
comprender que LA VIRGINIDAD ES SAGRADA, y que hay que saberla respetar; podría decirse que
viola a su misma mujer. No quiere entender que hay que saber tratar a la mujer con Sabiduría, que
hay que saber llevarla por el Camino del Amor...
En la vida cotidiana, riñen muchas veces hombre y mujer, riñen por cuestiones insignificantes,
riñen... El hombre dice una cosa, la mujer otra. A veces, sucede que una palabrita es suficiente para
que uno de la pareja reaccione, no saben controlarse a sí mismos, no quieren entender que EL
HOGAR ES EL MEJOR GIMNASIO PSICOLÓGICO.
Precisamente, en la vida del hogar podemos AUTODESCUBRIRNOS; es en el hogar donde
venimos a descubrir nuestros defectos de tipo psicológico. ¿Nos hieren? ¿Por qué nos hieren?
¿Será que tenemos celos, será que nos han herido el amor propio, será que nos han herido el
orgullo, la vanidad, o qué? Cuando uno descubre que tiene un defecto psicológico, tiene también la
oportunidad para desintegrarlo, para reducirlo a polvareda cósmica. Eliminando nuestros errores,
nuestros defectos, un día de esos tantos podremos lograr el DESPERTAR DE LA CONCIENCIA.
Desgraciadamente, la gente no quiere eliminar sus defectos; dicen: “Yo soy iracundo, ése es mi
modo de ser”. Otro dice: “Bueno, Yo soy celoso, así soy, ¿y qué?” El de más allá exclama: “¡Yo soy
lujurioso, me gustan las mujeres; así soy, así nací, y qué?” Con ese modo de pensar, con ese modo
de sentir, no es posible lograr una transformación verdadera...
Cuando uno reconoce que tiene un defecto psicológico debe eliminarlo. Pero uno viene a des-
cubrir que tiene tal o cual error, precisamente en la casa, en el hogar, por eso es que el hogar sirve
de Gimnasio Psicológico para nosotros.
Muchos se quejan de que sus mujeres... Que son irascibles, de que son celosas; desean con-
seguirse otra mujer que sea un Paraíso, que sea un Ángel bajado de las estrellas, etc. No quieren
entender que el hogar es un “Gimnasio” extraordinario, y que es allí donde podemos nosotros Auto-
Descubrirnos. Precisamente en el hogar tenemos la oportunidad para descubrir nuestros errores, y
si lo logramos, conseguiremos el despertar de la Conciencia.
Hay que saber amar, digo; en la casa DEBE REINAR siempre LA COMPRENSIÓN entre el
hombre y la mujer; no debe esperar el hombre que la mujer sea perfecta; tampoco la mujer puede
aspirar que el hombre sea un “príncipe azul”; hay que aceptar las cosas como son, y tener a la casa
como una Escuela donde podemos Auto-Descubrirnos.
A medida que nosotros vayamos eliminando tantos y tantos defectos psicológicos que tene-
mos, la felicidad del hogar irá aumentando; y si un día nos tocó sufrir mucho, después ese hogar se
convertirá en un Paraíso...
Los CELOS, por ejemplo, es algo que daña el hogar; el celoso “hace de una pulga un caballo”. Si
la mujer mira por ahí a alguien, ya está sufriendo, ya le parece que tiene relaciones con otro hombre,
etc., etc., etc. (errores de su mente, pero él los toma como realidades)... La mujer celosa es lo mismo:
hace sufrir al varón; no puede éste mirar a ninguna otra mujer, porque ya ella está sufriendo y formando
terrible escándalo dentro de la casa; por ese camino de los celos, se sufre demasiado...
Si uno en verdad investiga cuidadosamente el origen de los celos, descubrirá que se deben
ellos precisamente al TEMOR. Se teme perder lo que más se ama: la mujer teme perder al hombre,
el hombre teme perder a la mujer; cree la mujer que el hombre se va con otra, supone el hombre que
la mujer se va con otro, y claro, vienen los sufrimientos y los dolores; mas si nosotros eliminamos el
temor, los celos desaparecen...
¿Cómo podríamos nosotros eliminar el temor de perder al ser amado? Únicamente mediante la
REFLEXIÓN, mediante la MEDITACIÓN. Pensemos que en realidad de verdad, nosotros no vinimos
al mundo acompañados del ser amado, que solamente nos recibió el doctor-partero o la partera; que
tampoco trajimos al mundo dinero ni bienes materiales; es claro que a la hora de la muerte tampoco
nos vamos a ir acompañados; la mujer o el hombre, alguno habrá de quedarse aquí, mientras el otro
parte para la Eternidad.

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Así que la muerte nos separa desde el punto de vista físico; por eso dicen los Sacerdotes
cuando realizan un matrimonio: “Os declaro marido y mujer, hasta que la muerte os separe”...
En realidad de verdad, tarde o temprano llega la muerte; así es, nosotros al morir no nos lleva-
mos para la Eternidad ni un alfiler, ni una moneda, nada de lo que tenemos, tampoco nos podríamos
llevar al ser amado con cuerpo y todo. Entonces, ¿por qué tememos?
Debemos aceptar las cosas como son, no debemos tener APEGOS materiales ni personales,
porque el momento del desapego suele ser terrible. Uno sufre cuando se apega a algo, sea una
persona, sea alguna cosa; siempre sufre, por eso no debemos tener apegos de ninguna especie, ni
temer ¿qué tememos?
Lo más grave que le podría suceder a un hombre sería que lo llevaran al paredón de fusilamien-
to, ¿y qué? ¡Para morir nacimos! ¿Entonces qué? Tarde o temprano tenemos que morir. Y aquéllos
que quieren mucho su dinero, que están apegados a su fortuna, tarde o temprano habrán de perder-
la. ¿Por qué temerían, por qué habrían de temer, si eso es lo más natural?
Así también, ¿por qué habríamos de temer la pérdida del ser amado? Esto tiene un principio,
esto tiene un fin. Cuando uno comprende que todo en la vida tiene un principio y un fin, el temor
desaparece (hasta el temor de perder al ser amado), y cuando tal temor desaparece, entonces los
celos se acaban para siempre, ya no existen; no pueden existir, puesto que no hay temor...

ELEMENTO DE PREDICCION:
Promete: Trabajo inteligente, aprendizaje provechoso, abundancia de bienes materiales, gene-
rosidad, liberalidad, noticias favorables sobre asuntos monetarios, cálculo acertado en lo que se
emprende.

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“¿De qué serviría que leyésemos y leyésemos libros, si sobre
sí mismos nada sabemos? Lo que otros digan, bien dicho, pero
eso no nos consta; lo que otros afirmen puede ser muy bello,
pero nada sabemos sobre sí mismos.
Estamos todos, aquí, reunidos, precisamente para tratar de
buscar, de inquirir: ¿De dónde venimos y para dónde vamos?
¿Dónde estábamos antes de nacer? ¿Dónde estaremos cuan-
do nuestro cuerpo de carne y hueso vaya al sepulcro?
Son enigmas que nadie nos ha resuelto, ni los sabios más sa-
bios de la Ciencia, son enigmas que debemos aclarar. El obje-
to, pues, de nuestra reunión, aquí, esta noche, es precisamen-
te para tratar, en mutuo acuerdo, de inquirir algo, de saber
algo sobre el enigma de nuestra propia vida.”.

Samael Aun Weor.-

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