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De losas fungiformes
Agradecimientos
En la confección del trabajo que aquí se expone han colaborado el ingeniero D. Rafael
Casals Bohigas con sus consejos y experiencia en el tema, D. Antoni Griera, becario
del Departamento, que ha confeccionado los dibujos y dedicado un especial interés en
compatibilizar las distintas normativas empleadas, Ana Mª Sánchez "Myriam",
secretaria del Departamento, con su inestimable paciencia en corregir los cuantiosos
borradores que ha sido preciso realizar antes de obtener el trabajo definitivo, y Alberto
Callizo, en la composición del texto y revisión de las figuras.
Indice
Agradecimientos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Introducción
I Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
II Planteo del trabajo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
III Breve referencia histórica de los métodos utilizados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
IV Consideraciones previas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
V Ámbito de aplicación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Capítulo 1 Forjados
1.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
1.2 Estudio de la rotura de un forjado con alternancia de cargas . . . . . . . . . . . . . 20
1.2.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.2.2 Paneles interiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
1.2.3 Paneles de borde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
1.3 Estudio de la rotura de un forjado con carga uniformemente distribuida . . . . . 43
1.3.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
1.3.2 Paneles interiores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
1.3.3 Paneles de borde . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Capítulo 2 Capiteles
Capítulo 3 Pilares
5.1 Fisuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
5.2 Deformaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
5.2.1 Caso de losa sin fisurar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
5.2.2 Caso de losa fisurada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
5.3 Ambiente corrosivo y oxidante . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Capítulo 6 Punzonamiento
6.1 Punzonamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
7.1 Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
7.2 Cálculo general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
7.3 Cálculo alternativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
Capítulo 9 Ensayos
Simbología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
Introducción
I Prólogo
Aun así, estos últimos métodos tienen —aún en la actualidad— el grave problema de
tener que acertar en la elección de una discretización correcta de los elementos que
permita una lectura de resultados suficientemente fiable. Esto se traduce muchas veces
en unas laboriosas entradas de datos, no siempre exentas de errores.
Por eso, el poder utilizar un método de cálculo que aproveche las prestaciones que
ofrecen los materiales en estado plástico nos permite conocer mejor el funcionamiento
real de la estructura, y por tanto, la carga última que ésta puede soportar.
Sea por la exigencia de unos ciertos condicionantes iniciales —como son la alineación
de pilares, los tipos de carga, la simetría de paneles, etc.— muy difíciles de cumplir en
su totalidad, sea, porque no, por razones de moda y costumbres, su aplicación real en
occidente se ha visto relegada a casos aislados, no por ello, menos interesantes a nivel
teórico.
A pesar de ello, su estudio —aunque sea sólo a nivel teórico— nos permitirá conocer
mejor el comportamiento real de la estructura analizada y ahorrarnos muchos kilos de
armadura. Aunque sólo fuera por eso, creo sinceramente que vale la pena la lectura de
esta publicación.
En la confección del libro se han seguido fielmente las indicaciones de las Instrucciones
soviéticas TsNIPS del año 1940 intentando explicar de forma detallada aquellos
aspectos que parecían de más difícil interpretación, acompañando continuamente el
texto con gráficos explicativos y/o ampliando la información de aquellos aspectos que
las instrucciones no desarrollaban suficientemente, como sería el caso del capítulo 4,
que analiza los criterios de armado.
Igualmente, se han contrastado las conclusiones a que llega la normativa rusa con las
de otras normativas que a nosotros nos resultan más familiares como son la propia
EH-91, la europea C.E.B. o la americana A.C.I.
Espero que esta publicación pueda ser de gran utilidad y que se encuentre en la misma la
ayuda que se ha pretendido ofrecer en el momento de su confección.
Ello dio lugar a la aparición de los "métodos simplificados" de cálculo, que consideran
los forjados como un sistema de vigas anchas ortogonales trabajando en ambos
sentidos y que han dado resultados comparativamente buenos.
Es a este nivel que en 1933 el TsNIPS (Instituto Central para la Investigación Científica de
las Construcciones Industriales de la U.R.S.S.) realiza una serie de ensayos experimentales
que corroboran que la capacidad portante real de los forjados formados por losas macizas
es notablemente superior a los valores obtenidos por medio de los métodos tradicionales
de cálculo.
Producto de ello el TsNIPS elabora en ese mismo año un proyecto de norma con el objetivo
de apurar la capacidad portante de los forjados.
En nuestro país, las primeras noticias que se tienen del cálculo en rotura para forjados
bidireccionales provienen de las citas que Jiménez Montoya realiza en las primeras
ediciones de su Hormigón armado en las que se hace referencia expresa a la normativa rusa
antes mencionada (ver Bibl. 10).
IV Consideraciones previas
Efectivamente, mientras en los primeros se parte del principio de linealidad entre causas
y efectos: cargas exteriores y esfuerzos producidos (métodos matriciales, Cross, etc.),
el dimensionado definitivo se realiza por un proceso más acorde con la realidad, basado
en métodos semiprobabilísticos de los estados límites (parábola-rectángulo, momento
tope, etc.). Lógicamente, en este último caso, el diagrama representativo de tensiones-
deformaciones ya no tiene por que ser lineal.
Por si ello fuera poco, la incoherencia aumenta al querer aplicar el método de cálculo
a estructuras hiperestáticas obteniendo unos esfuerzos que no tienen por qué coincidir
con los que de verdad llegan a las secciones. Estos se mayoran y son utilizados en el
Conforme aumenta el valor de las cargas aplicadas aumenta proporcionalmente el valor de los
esfuerzos provocados hasta que las tensiones en algunos lugares de la placa alcanzan el valor
de fluencia originándose fisuraciones y alterando el valor de las inercias, con lo que se provoca
inmediatamente un cambio en la forma de redistribución de los esfuerzos.
A partir de este punto puede considerarse que dicha sección gira indefinidamente a
momento constante. Podemos considerar en este instante que se ha formado una
"línea de rotura", es decir, se ha plastificado una sección de la losa.
El armado de la losa debe ser tal que asegure el agotamiento de una sección por
plastificación de sus armaduras. Esto se consigue imponiendo una limitación de la
cuantía de las armaduras empleadas. En concreto, podemos considerar que el valor de
la T límite estará comprendido como máximo entre el valor de 0,16, que corresponde
a un recubrimiento de r/h igual a 0,05 y del valor 0,15 para un recubrimiento de 0,15.
Estos valores han sido calculados suponiendo estados de agotamiento en los que el
hormigón más comprimido no ha alcanzado aún su deformación máxima admisible del
0,35%.
Por otra parte, el mecanismo de rotura depende de la disposición de los apoyos del
forjado, además de la disposición de las sobrecargas y su naturaleza. Por tanto, si la
intersección de los ejes de los apoyos con la losa no forma una figura geométrica
simple, el número de mecanismos posibles a priori es elevado. Es más, la definición
analítica de cada uno de los mecanismos exige para su empleo la introducción de
numerosos parámetros que complican considerablemente los cálculos. Por tanto, no
será posible encontrar un procedimiento general de resolución más que para aquellos
forjados de forma extremadamente simple. Esta es la razón más clara por la que el
dominio de aplicación del método que más adelante se expone está limitado al caso de
forjados de malla rectangular y paneles cuadrados o rectangulares en que la relación
de lados se encuentra próxima a la unidad. En efecto, para este tipo de forjados, el
número de mecanismos a analizar se reduce a 2, y se trata de mecanismos simples en
los que la determinación analítica exige pocos parámetros.
V Ámbito de aplicación
a) verificarse a la rotura
a.1) de una banda ficticia cortada entre dos filas de pilares adyacentes (ver Cap. 1 § 2)
a.2) de dos paneles adyacentes de una y otra parte del pilar (ver Cap. 1 § 3)
b) limitando la fisuración de las secciones
c) asegurando la rigidez del conjunto
d) y comprobando siempre el punzonamiento.
Finalmente, y aunque el trabajo trata del estudio de losas macizas sobre pies derechos
con capiteles es también posible —y se realizan continuas anotaciones en el escrito—
extrapolar sus resultados no solo para el caso de que los pilares no tengan capitel sino
también para aquellos forjados como los comúnmente llamados reticulares, siempre que
se adopten una serie de precauciones para compatibilizar el funcionamiento de ambos
sistemas como sería introducir un factor de cambio de rigidez de la losa aligerada (del
orden de 0,70 del de la losa maciza) o acotar la separación entre nervios a una medida
que no sea excesiva, y desde luego menos que la que permite la actual normativa española
EH-91.
Notas
1. Es interesante la comparación que realiza F. Regalado entre efectuar el cálculo de una estructura adoptando
un diagrama momento-curvatura lineal o efectuar un cálculo no lineal con todas sus consecuencias (ver Bibl. 15
cap. 13).
Capítulo 1 Forjados
1.1 Introducción
Para el cálculo de la capacidad portante de las losas, las normas TsNIPS de 1940 aconsejan
tomar las siguientes hipótesis de partida:
Además, y a diferencia de los métodos comunes de cálculo en los cuales las secciones de
las fajas de apoyos y central son iguales, aquí dimensionaremos suponiendo una sección
rectangular en el centro de vano. En cambio, en la sección del apoyo supondremos una
sección en forma de T, en todo el ancho de la losa. En este caso la armadura, dispuesta
en todo el ancho de la losa, trabaja, según la opinión de los autores del proyecto de la
norma, con un brazo de palanca cuyo valor sobrepasa aproximadamente de 1½ a 2 veces
al espesor de la losa. Las tracciones, en toda la armadura del apoyo, se equilibran con las
tensiones de compresión en el borde de poco ancho del nervio de la sección de apoyo
(ver Cap. 4 § 1).
A continuación damos un corto resumen de las condiciones básicas del proyecto de normas
del TsNIPS del año 1940.
1.2.1 Introducción
El cálculo a la rotura se efectúa tomando como hipótesis que, en los tramos considerados
(rayados en la figura 1.3), se forman unas rótulas plásticas lineales, paralelas al eje
longitudinal de dicha banda:
Fig. 1.3 Esquema de las líneas de las articulaciones plásticas de una losa
con sobrecarga dispuesta en tramos alternos
- Una rótula plástica lineal (línea de rotura) M en el vano con abertura de una fisura inferior.
- Una rótula plástica lineal M´, cerca de cada apoyo, con abertura de fisura superior.
Fig. 1.4 Esquema de la zona comprimida en las rótulas plásticas sobre los apoyos
En función de la posición de las rótulas plásticas en los apoyos, la zona comprimida podrá
encontrarse dentro de alguna sección de la losa o incluso parcial o completamente dentro
de los capiteles (ver Fig. 1.4).
En los paneles interiores, siempre que se cumplan las condiciones de proporción de luces
indicadas en la introducción, apartado 5 (ámbito de aplicación), podrá considerarse que se
produce un caso de simetría pura en la rotura de los paneles, con lo que la línea de
articulación central debida a los momentos positivos se producirá en el eje del panel
considerado y las líneas de articulaciones laterales debidas a los momentos negativos se
producirán a una distancia c de los ejes de las columnas adyacentes (cx respecto al eje x,
y cy respecto al eje y) (ver Fig. 1.3).
En condiciones de simetría (ver Fig. 1.5), deberá ser igual el ancho de los dos eslabones
y su valor será:
Lx & 2 cx Lx lx
b ' ' & cx ' (1.1)
2 2 2
Qx ' 0 (1.3)
(L x & 2c x ) lx
Qx ' P L y ' P Ly (1.5)
2 2
siendo:
Los momentos, que aparecen a lo largo de las líneas que limitan la zona analizada, no
tienen componente según el eje de momentos, con lo que no influyen en las ecuaciones
de equilibrio y por tanto no intervendrán en el cálculo. A su vez las fuerzas transversales
según esas líneas valen, por razones de simetría, cero.
Las condiciones de equilibrio de los momentos de todas las fuerzas, pertenecientes al trozo
de elemento rígido considerado, de largo Ly y ancho (Lx — 2cx) / 2, respecto al eje
dispuesto en el plano de la sección de apoyo que pasa por el centro de gravedad de la zona
comprimida del nervio de dicha sección de apoyos, dan las siguientes relaciones (ver
Fig. 1.2):
P ( L x & 2c x ) 2
# Fye ( A z % A´ z´) (1.6)
8
de donde:
P Ly ( Lx & 2 cx )2 z´
# Fye At z ( 2´ % 2) (1.7)
8 z
siendo:
Podemos observar cómo la parte izquierda de la fórmula 1.8 expresa la relación entre el
momento de la viga P Ly l2x / 8, analizada bajo la carga de rotura, y la suma de los
momentos internos de las secciones de apoyos y central, en la hipótesis de ausencia de
capiteles. A su vez, la parte de la derecha de la igualdad expresa, numéricamente, la
influencia de los capiteles sobre la estabilidad de la losa. Para el caso de ausencia de
capiteles z' / z = 1 y cx = 0 y la parte derecha de la igualdad valdrá 1 (dado que
2´ + 2 = 1).
ql2
MT ' ' M % M´ (1.9)
8
En cambio, cuando se trata de analizar la rotura de los paneles de borde, en algunos casos
no podremos suponer que exista simetría en la formación de las articulaciones plásticas.
Al analizar la rotura de una fila de paneles de borde en el sentido del perímetro de borde,
se forman dos eslabones rígidos, paralelos al borde de la losa. En este caso la articulación
plástica central M, que corresponde a la carga mínima de rotura, se forma, a diferencia de
la de los paneles interiores, no en el eje central del panel, sino desplazada hacia el borde
del forjado, tal como puede contemplarse en la figura 1.7.2
Para simplificar la resolución del problema, supongamos que esta línea tiene una ubicación
fija que depende únicamente del tipo de apoyo perimetral; (según los autores de la norma
TsNIPS de 1940 el error que se comete con esta hipótesis es, como máximo, del orden del
1,5% al 2%).
Si nos fijamos en la figura 1.8 cuando había simetría, el momento isostático total era
M = P Ly lx² / 8; en cambio ahora será M = P Ly (lx-x)² / 2, por lo que la fórmula 1.7
quedará de la siguiente forma:
Fig. 1.8 Esquema de solicitaciones a flexión de una losa en tramo central y de borde
siendo:
Si ponemos:
A´I A A´E
2´I ' ; 2 ' ; 2´E ' (1.11)
At At At
Para el cálculo de la armadura paralela al borde de la losa (ver Fig. 1.9) podrá aplicarse
directamente la fórmula 1.8. En lo referente al cálculo y dimensionado de la armadura en
la dirección perpendicular al perímetro de borde, las instrucciones soviéticas distinguen
según se trate de apoyos de borde con pilares con "suficiente rigidez" (ver Cap. 4
§ 2.1.2.2), en que tomaremos como medida entre la rótula plástica del apoyo interior y la
del tramo el valor:
con lo cual se podrá aplicar directamente la fórmula 1.8 correspondiente al caso simétrico
ya comentado, o con pilares de borde que no cumplan la condición anterior en que se
aconseja tomar el siguiente valor de x:
Fig. 1.9 Resolución por el método de los trabajos virtuales de un panel exterior sustentado por
semicapiteles y tensiones en las líneas de rotura
En tal caso bastará con sustituir dicho valor en 1.12, con lo que una vez realizadas las
operaciones correspondientes, nos queda la fórmula final:
z´
2 (2´ % 1,22 2´ ) % 2,22 2
P lx L y z
'
8 A t z Fye cx
2 (1.15)
2,20 1& 2
lx
Los dos eslabones rígidos que se forman al producirse la rotura del panel de borde forman
el sistema variable para el cual se formulan las relaciones del trabajo de las fuerzas internas
y externas. Como carga exterior figura la carga distribuida sobre la superficie de la faja
analizada, y como fuerzas interiores figuran los máximos momentos que actúan en las
líneas de las articulaciones plásticas de apoyos y central, en el instante de la rotura.
P lx L y j M1 j M2
' % (1.16)
2 x lx & x
siendo:
Por lo general la forma del capitel adosado al muro perimetral es igual a la de los capiteles
interiores, por lo que las articulaciones plásticas de los apoyos interior y exterior se
dispondrán a distancias iguales cx de los respectivos ejes de columnas. El ancho de ambos
eslabones rígidos será, por lo tanto:
Si suponemos el caso de pilares de borde de "poca rigidez" (ver Cap. 3 § 6), la distancia
desde la articulación plástica central a la articulación plástica de los apoyos interiores,
según hemos visto, será:
La suma de los momentos que actúan en las articulaciones del eslabón más cercano a la
fila interior de columnas es:
siendo:
2
1 2 cx A´I Fye z´I % A Fye z A´E Fye z´E % A Fye z
P lx L y 1& 2 ' % (1.21)
2 lx 0,55 1& 0,55
1.2.3.3 Tipología
Tipología de losa de forjado con columnas perimetrales sin semicapiteles y con
con
viga perimetral
P L y (L x & 2 c x ) 2
# Fye ( A´ z´ % A z % A´j z´j % Aj zj ) (1.23)
8
Fig. 1.10 Resolución por el método del equilibrio de un panel exterior con pórtico perimetral sin
semicapiteles y tensiones en las líneas de rotura
P ( L y & b) (L x & 2c x ) 2
( 2 % 8) #
24
(1.24)
z´% z ( A´y % Ay ) z´y ( Lx & 2cx )
# Fye A´ % A z %
2 4 ( 1& 8 ) (Ly & b)
y
con 8 '
Ly & b
siendo:
Lx
Mtor # Fye A´y z´y (1.25)
2
En la otra dirección se aplicará la fórmula 1.12, que considera que se produce asimetría en
la formación de la articulación plástica central dando a x el valor de 0,55 Lx , o que da
como resultado la siguiente fórmula de recurrencia:
z´
2 2´E % 1,22 2´I % 2,22 2
P lx L y z
'
8 A t Fye z cx
2 (1.26)
2,20 1&
lx
A igual resultado se habría llegado al aplicar el método de los trabajos virtuales. Veamos:
2
1 2 cx A´E Fye z´E % A Fye z A´I Fye z´I % A Fye z
P L y lx 1& ' % (1.31)
2 lx 0,55 1& 0,55
Cuando el borde de la losa se apoye en un muro macizo deberá utilizarse la fórmula 1.11
para el esquema en el que aparece una articulación plástica paralela al muro.
2
1 2 cx A´I Fye z´I % A Fye z A Fye z
P L y lx 1& ' % (1.36)
2 lx 0,65 1 & 0,65
z´
2 2´I % 2,55 2
P lx L y z
'
8 A t Fye z cx
2 (1.37)
2,60 1&
lx
Si se trata de la rotura de una banda perpendicular al borde (Fig. 1.9 caso B), deberá
utilizarse la fórmula 1.24, teniendo presente la inexistencia de la viga de borde y de la
ausencia de barras del tipo A´E (armadura de negativos saliendo del muro).
Fig. 1.12 Resolución por el método de los trabajos virtuales de un panel sustentado
por un muro macizo de borde
Por simetría la articulación positiva se ubica en el centro del panel x' 0,50 lx y se
resuelve, en esta dirección, como un panel interior siendo aplicable la fórmula 1.8.
Fig. 1.13 Resolución por el método del equilibrio de un panel de borde en voladizo
y tensiones en las líneas de rotura
1.3.1. Introducción
Siempre que se cumplan las recomendaciones de ámbito geométrico de las TsNIPS antes
apuntadas en este trabajo, no será necesario llevar a cabo la comprobación de rotura
simultánea de dos bandas adyacentes paralelas.
Cuando se calcula, con carga uniforme en todo el forjado, en base a la hipótesis de carga
uniforme en todos los paneles del forjado, se admite que en los paneles intermedios se
forman articulaciones plásticas (unas paralelas y otras perpendiculares a las filas de
columnas que recuadran las bandas en cuestión). Cada panel queda dividido por dichas
articulaciones plásticas M en cuatro eslabones, que tienden a girar alrededor de las
articulaciones plásticas oblicuas de los apoyos M´, cuyos ejes de rotación se hallan en la
zona de los capiteles, y oblicuamente en relación a los ejes ortogonales de la losa.
La ubicación de las articulaciones plásticas de los apoyos M´ coincide con las líneas de los
centros de las columnas. Las articulaciones plásticas centrales M no dependen, por
simetría, de la forma y dimensiones de los capiteles.
La línea de articulación plástica oblicua es la única que puede variar su ubicación en función
de las dimensiones y formas de los capiteles. Su ubicación definitiva estará en función de
la carga mínima de rotura.
Fig. 1.16 Esquema de rotura de un panel en el caso de colapso simultáneo de dos paneles
adyacentes
Para el caso de capiteles cuadrados o rectangulares y una relación entre las armaduras,
respecto a los ejes coordenados, de:
Ay ly
' ' $ (1.38)
Ax lx
2´x % 2´y z´ 2 % 2y
2 · % x
P lx Ly 2 z 2
# (1.39)
8 A Fye z Lx % Ly 4 C3
& 2C % ·
2 3 Lx Ly
siendo:
Para obtener dicha fórmula, plantearemos las ecuaciones de equilibrio de uno de los
eslabones rígidos de un panel interior:
1) En la línea 1-2 de la figura 1.15 y a lo largo del eslabón cuya longitud vale 1/2 Ly, actúa
el momento de rotura:
F 2 ATx z
M 1& 2 ' ye (1.40)
2
2) En la línea 1-5, sobre un largo del eslabón de valor 1/2 Lx, actúa por simetría, el mismo
momento de rotura:
F 2 ATy z
M 1& 5 ' ye (1.41)
2
3) En la línea 2-3, en la cara superior de la losa, actúa una fuerza de tracción que es igual
a la sección de la armadura multiplicada por la tensión de fluencia:
Fye 2´ A´T y
R´y ' (1.42)
2
Fye 2´ A´T x
R´x ' (1.43)
2
Según la opinión de los autores de la norma, en estas secciones de hormigón (2-3 y 4-5),
tal como puede verse en la figura 1.15, no existen fuerzas de compresión, pues todas ellas
están concentradas en la parte inferior de la sección 3-4, equilibrando a las fuerzas de
tensión en 3-4, en la intersección del ángulo del capitel (nervio de la T para el ala
extendida). El brazo del par de fuerzas interiores valdrá, en este caso, zc.
En las zonas 1-2, 2-3, 1-5 y 4-5, en razón de la simetría, no hay fuerzas transversales, por
lo que la carga exterior se deberá equilibrar con las fuerzas transversales concentradas en
la zona comprimida de la sección 3-4 (ver Fig. 1.16)
Para expresar las ecuaciones de equilibrio igualaremos a cero la suma de todos los
momentos que actúan sobre el eslabón analizado, para lo que, tomando como eje de
referencia el eje 0-0 que se encuentra en el plano de la sección 3-4 y que pasa por el
centro de gravedad de la zona del hormigón comprimido, tenemos:
2 3
0,71 lx L y cx 4 cx (1 % $) 3
P 0,5 (1 % $) & 2 ( 1% $ ) % &
8 Lx 3 lx
3 $
(1.44)
Fye´ A t z z´
& 0,71 ( 2´ % 2 ) (1 % $) ' 0
2 z
o simplificando:
z´
2 2´ % 2
P lx L y z
#
8 A t Fye z 1& 4 cx cx
3 (1.45)
(1 % $) 2
% 2,67
Lx Lx
3 $
Fig. 1.18 Esquema de equilibrio de momentos respecto al eje de rotación 3-4, para un panel
interior de una losa totalmente cargada
3
cx ( 1% $ ) 2
2,67 (1.46)
Lx
3 $
( 1% $ ) 2
' 4 (1.47)
$
Cuando los paneles son cuadrados Lx = Ly = L , la sección de las armaduras deberá ser
la misma en los dos sentidos 2'x = 2'y =2' y 2x = 2y = 2 y la fórmula 1.39 se simplifica
notablemente quedando reducida a:
z´
2´ % 2
P L3 z
# (1.49)
8 A t Fye z C 4 C3
1& 2 %
L 3 L3
La solución que puede contemplarse en la figura 1.22, debida a K.W. Johansen (ver
Bibl. 4), corresponde al caso "extremo" en el que las reacciones producidas por los pilares
puedan considerarse concentradas en un punto.
Fig. 1.20 Líneas de rotura de losa sin capiteles en el caso de carga uniforme distribuida
Fig. 1.21 Líneas de rotura de losa con capiteles en el caso de carga en alternancia en ambas
direcciones y en todos los vanos alternativamente
Fig. 1.22 Esquemas generales de los mecanismos de rotura de losa en ausencia de capiteles
(hipótesis de reacciones puntuales en pilares)
1.3.3.2 Tipología
Tipología de losa de forjado con columnas perimetrales sin semicapiteles y con
con
viga perimetral
b) la jácena de borde no se rompe, por lo que las líneas de rotura en las semibandas de
borde quedarán ubicadas tal como indica la figura 1.24. Al mismo tiempo, serán de
aplicación las condiciones establecidas en el caso Sobrecargas sobre tramos alternos
alternos
(§ 2.3.3.1), para las armaduras superiores de enlace entre la losa y la jácena de borde.
Cuando la losa apoya su borde contra un muro, el cálculo se efectúa suponiendo que el
esquema de rotura es el de la figura 1.25:
En el caso de existir una ménsula después de la fila de los pilares de borde, el esquema de
rotura de los paneles de borde tiene las mismas características que la de los paneles
interiores.
Notas
1. Más acorde con la nomenclatura actual de cálculo a flexión de losas, a partir de ahora, prescindiremos del
escalón de relajamiento, y emplearemos el término de límite elástico para definir indistintamente este valor como
el de límite de fluencia.
2. La asimetría en la configuración de rotura se produce por la mayor absorción de momento negativo del pilar
interior respecto al exterior. Por equilibrio le corresponde a este un eslabón de menor superficie y por tanto de
menor ancho.
3. De todas formas, es conveniente efectuar los cálculos para diversas posiciones de las articulaciones plásticas,
tanto en la zona de capiteles (para tener un mayor conocimiento de la cantidad de armadura del empotramientos),
como en las losas propiamente dichas, para conocer donde deberán anclarse las armaduras traccionadas.
4. Según Shtaerman-Ivianski (ver Bibl. 7) la distancia entre el eje de la línea de pilares y la articulación plástica
en la figura 1.8 caso A no sobrepasará el valor de 0,125 de la luz de cálculo del tramo considerado.
Capítulo 2 Capiteles
El comportamiento de una losa con capiteles respecto a la misma losa sin capiteles
presenta las siguientes diferencias:1
con capiteles sin capiteles
De todas formas, deberán comprobarse siempre las tensiones que se producen en las
uniones del perímetro del capitel con la losa y el pilar: en concreto, se propone, para
las distintas tipologías representadas en la figura 2.2, analizar los siguientes casos:
hc
2,00 # # 2,50 (3.1)
hl
hc & hl
r $ c % 0,09 l (4.1)
hl
" $ 45 E (5.1)
Siendo L la luz genérica del intereje de pilares y los otros parámetros de acuerdo con
la figura 2.3.
Notas
1. Al respecto, es interesante la publicación de la bibliografía nº 7 en la que se estudian en profundidad la inciden-
cia de la forma de los capiteles en la absorción de esfuerzos de la losa.
2. Normalmente, se podrá tomar un valor para cx=cy, del orden de la décima parte de la luz entre ejes de pilares.
Jiménez Montoya, en cambio, apuesta por un valor de cx=cy igual al 12,5% de la luz entre pilares.
En la figura 2.1, tanto para el caso I como para el caso II las medidas de la parte superior del capitel deben ser,
en todo caso, no menores de 0,35 de la luz del tramo correspondiente y para capiteles sin ábaco no menores de
0,20 (ver Bibl. 7).
Capítulo 3 Pilares
Este proceso deberá efectuarse, lógicamente, tanto para las bandas longitudinales como
para las transversales.
Para encontrar el valor del momento flector que se transmite al conjunto (columna-capitel)
aplicaremos la fórmula:
2
p la
j M ' Fye Ax 1 & · ( m% n ) (3.1)
p% q l 2
b
siendo:
Los términos m y n representan el momento flector del panel cargado sobre el apoyo
materializado por las columnas; este momento se expresa en función de los momentos
flectores de rotura que se producen en las tres articulaciones plásticas del panel
considerado M'1, M'2 y M.
2 2
p La 2´ z ´ L b % 2 z 4 (L b& c) c
j M ' Fye A t 1&
p% q L 2
(3.5)
b
(L b & 2c ) 2
Ks
M pie ' j M (3.6)
K s % K i % K losa
Ki
M cab ' j M (3.7)
K s % K i % K losa
K losa
M losa ' j M (3.8)
K s % K i % K losa
siendo:
m% n
j M ' Fye A x (3.9)
( L x& c 1& c 2 ) 2
Ks
M pie ' j M (3.10)
Ks % Ki
Ki
M cab ' j M (3.11)
K s% K i
2
p Ly Lv
j M ' Fye A t m & 2
(3.12)
Que, para el caso de construcciones simétricas y una banda cargada, quedará en:
2 2
2´ z ´ L x % 2 z 4 ( L x & c ) c p Ly Lv
j M ' Fye A t & (3.13)
(L x & 2 c) 2 2
3.4 Cortante
Según Bondarenko (ver Bibl. 5), el esfuerzo cortante en la cabeza del pilar se determinará
por la fórmula:
M max
Q ' 1,5 (3.14)
H& h
Siendo Mmax el mayor valor entre Mpie y Mcab (ver Fig. 3.6).
(K s% K i)
$ 4 (3.15)
K losa
siendo:
diremos que la rigidez del apoyo (pilares de borde) es suficiente. En caso contrario se
tratará de un apoyo con rigidez insuficiente.
Notas
1. Así, si para el dimensionado de los pilares fuese necesario contemplar la hipótesis de carga total (permanente
más sobrecargas) en todos los vanos, el término anterior quedaría reducido a 1 — (La2 / Lb2) con lo que el axil
aumentaría y disminuiría el momento flector total (N. B.).
Se tomará como canto útil, tanto de la losa hL como del capitel hc, el siguiente valor:1
siendo:
ht altura total de la sección.
Øu diámetro de los redondos.
y para el capitel:
2
P Lx
zc ' hc 1& (4.3)
2
6 h c Fc d
siendo:
Admitiendo que la distancia entre las articulaciones plásticas que limitan una banda es de
0,8 Lx, el momento total que actúa sobre la faja central será igual a:
P L y ( 0,8 L x ) 2
M ' (4.4)
8
del cual, las tres cuartas partes aproximadamente, se transmitirán sobre el apoyo
(ver Fig. 4.2).
En primera aproximación, y admitiendo que el brazo mecánico del capitel es de 0,9 hc, la
fuerza de compresión del par en el capitel será igual a:
2 2
M P L y L x 0,8 2 · 0,75 P Ly Lx
R ' ' ' (4.5)
z 8 · 0,9 h c 15 hc
Si podemos considerar que la anchura del capitel en la sección de rotura es de 0,2 Ly, la
altura de la zona comprimida x será igual a:
2 2
P Ly Lx P Lx
x ' ' (4.6)
15 hc· 0,2 L y Fye 3 hc Fye
Deduciendo la mitad de la altura de la zona comprimida del hormigón de la altura total del
capitel, se obtiene la fórmula 4.3.
Fig. 4.2 Esquema de sección de cálculo a rotura de una losa intermedia, una vez producidas las
rótulas plásticas
En los vanos intermedios y siempre según la norma TsNIPS se recomienda que 2' y 2
oscilen entre los valores siguientes:
Al igual que en el caso de los paneles interiores, es importante adaptar los valores 2'I , 2'E
y 2 en función de cómo se distribuyan los momentos en el comportamiento elástico de la
losa, para evitar la aparición de fisuras prematuras.
Al respecto, es interesante la tabla 1, propuesta por Shtaerman-Ivianski (ver Bibl. 7), que
obtiene los valores 2'I , 2'E y 2, en función del coeficiente n , que relaciona los momentos
de inercia de pilares y losa. Implícitamente se deduce el coeficiente " , que relaciona los
momentos negativos interior y exterior entre sí:
´
MsI
" ' (4.7)
´
MsE
Is % Ii
n'
Forma del coefi- I losa
ciente
0,0 0,0 - 0,5 0,5 - 2,0 2,0 - 8,0 8,0 - 4
A) Caso voladizos
Cuando los paneles de borde se apoyan en una hilera de semi-capiteles soportados por
unos pilares con suficiente rigidez (ver Cap. 3 § 5), conviene armar los paneles de borde
exactamente igual que los paneles interiores.
Cuando la rigidez de los pilares de borde no cumpla el punto anterior, se recomienda dejar
la misma armadura paralela a la línea de borde que en los vanos interiores, y colocar
perpendicularmente al borde una armadura que cumpla:
2 1
2´I ' ; 2 ' 0,5 ; 2´E ' (4.8)
3 3
Cuando el borde de la losa está soportado por una viga perimetral5 exterior se recomienda,
independientemente de la rigidez de los pilares, admitir para las armaduras perpendiculares
al borde los siguientes coeficientes:
2 1
2´I ' ; 2 ' 0,5 ; 2´E ' (4.9)
3 3
2'E toma este valor por estar la losa apoyada sobre el muro de borde.
No hay soluciones prácticas definitivas para esta cuestión, aunque estudios realizados por
el TsNIPS en 1940 permiten suponer que el carácter de la distribución de la armadura en
el ancho de la sección no influye de manera significativa sobre las condiciones cualitativas
de los forjados.
Las Instrucciones soviéticas recomiendan armar uniformemente todos los paneles, tanto
los positivos como los negativos.
En cambio, Ivianski distingue en los negativos según se trate de bandas de soporte o banda
central: aconseja colocar en dos tercios de la armadura en la zona de pilares, y el tercio
restante en la banda central. Los positivos, al igual que las TsNIPS, aconseja distribuirlos
uniformemente a lo largo de todo el tramo.
b) Caso semicapiteles. Cuando los pilares de borde que soportan la losa puedan
considerarse de rigidez suficiente (ver 4.2.1.2 B), conviene emplear la misma distribución
de armadura que en los paneles interiores, con la única diferencia de que, cerca del borde,
toda la armadura que se necesitaba en una banda en el cálculo deberá colocarse en el
arranque de cada capitel, entendiendo como tal una zona de la losa enmarcada en un
cuadrado cuyos extremos están situados a un cuarto de la luz de cada lado del eje de una
hilera de pilares (banda soporte).
Cuando la rigidez de los pilares de borde no cumpla el punto anterior se recomienda dejar
la misma armadura paralela a la línea de borde que en los vanos interiores.
c) Caso pilares con viga de borde. En la unión de la losa con la jácena perimetral, será
necesario colocar al menos dos tercios de las armaduras superiores en las zonas de
arranque de los capiteles.
En cuanto a las armaduras de distribución en las bandas centrales de los vanos (semilongi-
tud de inter-ejes de pilares), se le adjudicarán un tercio de la armadura total. Los dos tercios
restantes se colocarán junto a las zonas de capiteles (bandas soportes).
Caso apoyo sobre muro macizo. Paralelamente al borde, las armaduras se dispondrán
d) Caso
exactamente como si hubiese una viga perimetral.
La armadura superior, cuya sección hemos calculado anteriormente (A'), debe cubrir al
menos una distancia e1 a uno y otro lado de cada fila de apoyos fijada por:
0,5 2´ % 2
e1 ' 0,5 L & (0,5 L& c ) % lanc
z´ (4.11)
2´% 2
z
si bien, como mínimo la mitad de esta armadura deberá alcanzar a uno y otro lado del eje
de cada fila de apoyos, la distancia e2:9
2
e2 ' 0,5 L & (0,5 L& c ) % lanc
z´ (4.12)
2´% 2
z
Por lo que respecta a la armadura inferior del vano del panel, la armadura deberá cubrir, al
menos, a uno y otro lado del eje que pasa por el centro del panel, una longitud e3, tal que:
0,5 2
e3 ' ( 0,5L & c) % lanc
z´ (4.13)
2´ % 2
z
si bien, al menos la mitad de dicha armadura debe prolongarse más alla del borde del
capitel, en una longitud no menor a la longitud de anclaje normalizado para los aceros
estirados.10
Las armaduras paralelas al borde se pueden interrumpir siguiendo las mismas reglas que
para los paneles intermedios.
En los demás casos (columnas que no son suficientemente rígidas) las longitudes de anclaje
estarán en función de:
1 1
M´z ' 2´I z´I % 2 z M´z ' 2´E z´E % 2 z
I 2 E 2 (4.14)
M' 2 z
La sección total A', en una hilera corriente, deberá prolongarse una cantidad e1:
Mz & Mz
e1 $ c % lx 0 I
% la n c (4.15)
Mz % M´z
0 0
Mz & M
e2 $ c % l x 0
% la n c (4.16)
Mz % M´z
0 0
La sección total A'E sobre la hilera de borde deberá prolongarse una cantidad e'1:
M´z & M
e´2 $ c % l x 0
% la n c (4.18)
Mz % M´z
0 0
La sección total A deberá disponerse desde el centro del vano hasta una distancia de los
ejes de los pilares exteriores igual a e3:
M
Mz &
0
2 (4.19)
e3 # c % l x & la n c
Mz % M´z
0 0
La sección total A deberá disponerse desde el centro hasta una distancia de los ejes de los
pilares exteriores igual a e'3:
M
M´z &
0
2 (4.20)
e´3 # c % l x & la n c
Mz % M´z
0 0
En el caso de voladizo, la mitad de A/2 deberá prolongarse más alla de la fila de borde, en
una longitud igual al anclaje recto de la armadura, según las normas.
En cambio, en el caso de viga de borde, la mitad de A/2 deberá prolongarse hasta esta
viga.
Las fórmulas 4.11. a 4.20. se deducen del estudio de diversos esquemas de rotura, en los
que las articulaciones plásticas se forman no precisamente en las zonas de momentos
flectores máximos positivos o negativos, sino en la línea que forma la terminación de toda
una capa de barras (superiores o inferiores), o de una semi-capa (A'/2 o A/2).
Así, por ejemplo, al formarse las articulaciones plásticas de apoyo a una distancia e2 de una
fila de columnas, la ecuación del trabajo elástico provocado por el momento flector será:
P Ly ( Lx & 2 e2 )2
' Fye A t z 2 (4.21)
8
(L x & 2 e 2 ) 2 M2 2 z
' ' (4.22)
( L x & 2c x ) 2 2
Mzo 2´ z´ % 2 z
Notas
1. La normativa soviética es muy arriesgada tomando sólo un centímetro de recubrimiento. Dos centímetros sería
mejor aunque se aconseja, fundamentalmente para losas de pequeño espesor, distinguir entre el canto útil en el
sentido del eje x y el canto útil en el sentido del eje y colocar el recubrimiento en función del grosor de la armadura
empleada. La figura 4.1 indica los valores reales considerando la hipótesis anterior que, como puede apreciarse,
incluso para valores bajos de recubrimiento, normalmente da resultados más conservadores que la fórmula 4.1
entresacada de las instrucciones soviéticas TsNIPS (N. B.).
2. Jiménez Montoya 23.13 (ver Bibl. 10), recomienda para el cálculo del brazo mecánico un valor más
conservador de 0.85 veces (aprox. 7/8) del canto útil de la losa (N. B.).
3. Shtaerman-Ivianski (ver Bibl. 7), aconsejan adoptar directamente los valores intermedios 2s = 0,6 y 2 = 0,4
válidos para los casos más habituales que se encuentran en la edificación.
4. Como podría ser nuestro método de los pórticos virtuales adoptado por la normativa EH-91.
5. El código ACI, así como nuestra normativa, distingue en función de la relación entre el canto de la jácena de
borde (hj) y el canto de la losa (hL):
6. Por consideraciones constructivas y prácticas, los valores de los coeficientes 2 pueden variar, en más o en
menos, del orden de un 10%, pero deberán cumplir siempre la condición: (2'I+2'E) / 2 + 2 = 1
7. En este apartado se hace referencia a banda soporte y banda central definidas con igual criterio que la EH-92.
8. Parece deducirse comparando el método de los pórticos virtuales preconizado por la norma EH-91 con lo
anterior (con todas las salvedades que ello conlleva), que en este último caso se arman menos las bandas de
soporte: 66 % frente al 80 % y se arman más las bandas centrales 33 % contra el 20 % que indica la EH-91
(N. B.).
9. Jiménez Montoya (ver Bibl. 10) propone un valor fijo de e1 y e2: e1 = e2 = 0,25 L (siendo L la luz de cálculo).
En cambio, la EH-91, (ver Bibl. 6) cuando realiza el cálculo mediante el sistema de los pórticos virtuales adopta
un valor de e1, y e2 entre 0,35 y 0,25 L.
10. Jiménez Montoya (ver Bibl. 10) propone un valor fijo de e3 : e3 = 0,20 L (siendo L la luz de cálculo). La
EH–91 así como el código ACI americano distingue según se trate de vanos normales en que adopta el valor e3
= 0,125 L o cerca del borde en el que obliga a pasar toda la armadura e3 = 0.
11. Según la EH-91 para barras corrugadas en posición II, este valor se tomará igual al mayor de los dos valores
siguientes: 1,4 m Ø2 o fyk Ø / 140, siendo m un valor variable en función del tipo de hormigón empleado, Ø el
diámetro de la barra empleada y f yk la resistencia característica a compresión del hormigón (N. B.).
12. Es interesante observar la gran diferencia existente en la obtención de los valores de las longitudes de anclaje
de las armaduras en función de la normativa empleada. Igualmente, la normativa española de hormigón armado
EH-91, en el art. 55.4, propone unos valores que complementan y modifican lo aquí expuesto. A. Guerrin en su
Traité de Béton Armé tomo nº 4 (ver Bibl. 12), presenta unas tablas muy interesantes que relacionan los
coeficientes de reparto propuestos por distintas normativas y sistemas de cálculo.
(KUWTCEKÎP
2CTC GNGIKT GP WPC GUVTWEVWTC C DCUG FG VGEJQ HWPIKHQTOG GN GUVCFKQ FG VTCDCLQ FQPFG
GNCUVKEKFCF
'P GN ECUQ EQPETGVQ GP SWG GN HQTLCFQ UG JC[C FKUGÌCFQ UKIWKGPFQ NCU TGEQOGPFCEKQPGU
GPEKOC FGN ECRKVGN [ SWG GUV¶ QTKGPVCFC TGURGEVQ C NQU GLGU IGPGTCNGU FG NQU RKNCTGU
)EVM JE
/H
; NC UQDTGECTIC
VQVCN FG HKUWTCEKÎP
S H SWGFCT¶ FGHKPKFC RQT
/ H
SH
. E
88 Cálculo en rotura de losas fungiformes
siendo:
Si la sobrecarga total aplicada (q) es inferior a qf , puede llevarse a cabo el cálculo de las
flechas admitiendo que no existe fisuración. En este caso, la determinación de la abertura
exacta de tales fisuras pierde toda su utilidad.
5.2 Deformaciones
Las flechas de los techos fungiformes, en el caso de no existir fisuración, pueden calcularse
por los métodos y procedimientos clásicos de la teoría de la elasticidad.
4 4
q (L x % L y )
f ' 0,018 (5.3)
3
Ec ht
siendo:
En cualquier caso, según consta en las susodichas instrucciones soviéticas, en los techos
fungiformes diseñados para ser utilizados como talleres o almacenes (esta última aplicación
es la más frecuente), la flecha instantánea, sin fisuración, no deberá sobrepasar el 1/1000
de la luz.
En el caso de que la sobrecarga total q sea superior a la de fisuración qf, la flecha deberá
calcularse teniendo en cuenta la fisuración, y en el cálculo podrán utilizarse las fórmulas
5.1 y 5.2 anteriores.
p & pf
f ' f f % ( fu & f f ) (5.3a)
pu & p
siendo:
Si al calcular la sección de las armaduras se ha tenido en cuenta el efecto arco, este factor
deberá también tenerse presente al calcular la sobrecarga límite en el agotamiento de la
capacidad portante de la losa.
A título de ejemplo, cuando la ordenación de las columnas forme una malla cuadrada y
consecuentemente la geometría de los capiteles sea también cuadrada (ver Fig. 5.2), la
flecha fu podrá determinarse por la fórmula:
siendo:
Siempre según las normas soviéticas, en el caso de que la construcción esté sometida a
la acción de un ambiente corrosivo y oxidante (humedad, vapores ácidos, cloro, etc.), y
siendo inevitable la presencia de fisuras, será necesario comprobar la abertura exacta de
dichas fisuras, que deberán ser tan estrechas como sea posible y, en todo caso, inferiores
a 0,20 milímetros.
Notas
1. La fórmula anterior se deduce de las antiguas instrucciones soviéticas NyTU 123-55 en las que el momento de fisuración
se deducía de aplicar la fórmula:
Mf
F´f ' A´a
Xm (5.5)
h&
2
En el caso de sección rectangular sin capiteles y carga uniforme la fórmula anterior toma el conocido valor de
2
Fc tk h L
Mf ' (5.6)
3,5
2. A partir de este instante, parece que la instrucción esté hablando de sobrecarga cuando en verdad se refiere a la carga
total que deberá soportar la losa.
3. Parece más lógico utilizar el canto útil de la losa que el canto total que indica la bibliografia nº 1 (N. B.).
4. Según las normas N y TU 123-155, (capítulo VII, art. 113 y 114), para los elementos de sección rectangular simplemente
armados, sometidos a flexión, el valor de Xm puede calcularse mediante la fórmula:
" "2
Xm ' & % % " ho (5.7)
2 4
A n
"' (5.8)
b ho R (
Siendo:
b anchura de la sección.
ho canto útil de la sección (hl para losa, hc para capitel).
Ax área de la armadura de la sección longitudinal.
n relación entre los módulos de elasticidad del acero —Ey— y del hormigón a la compresión —Ec—. Este
último para cargas de poca duración se puede tomar igual a 21.000 fc k
R relación entre la parte elástica de la deformación del hormigón y la deformación total correspondiente
al estado en el que se determina la flecha del elemento de la estructura.
( es un coeficiente que tiene en cuenta el trabajo del hormigón que se encuentra entre las fisuras de la
zona traccionada.
El producto de los dos términos anteriores se puede tomar igual a 0,33 cuando se trate de cargas de poca duración.
Igualmente para calcular la flecha última en función del radio de curvatura será (ver Bibl. 9):
1
fu ' M dx (5.9)
m p (x)
1 Ra F´a
' (5.10)
p(x) Ea ( ho & x m )
Capítulo 6 Punzonamiento
6.1 Punzonamiento
Hay que elegir, además, aquel lugar donde se prevea la acción más desfavorable cerca de
un hueco o de un ángulo entrante del borde del forjado y en la zona de sobrecarga más
probable y/o más concentrada.
Los esquemas de la figura 6.1 resumen los casos más comunes de posible punzonamiento
de este sistema estructural.
R ' 4 ( x % y % h0 ) (6.3)
Notas
1. La fórmula 6.1 recuerda el antiguo planteamiento de la norma española que, a cambio de no considerar el
efecto de los momentos flectores, minoraba la resistencia real a punzonamiento del elemento estudiado.
Asimismo es curioso observar como a diferencia de la norma española EH-91 art. 55.5 que pone la resistencia
a punzonamiento en función de la resistencia virtual a esfuerzo cortante (que a su vez es función de la raíz
cuadrada de la resistencia característica a compresión), la norma soviética coincide con el articulado del Eurocode
aptdo. 4.3.4 y fija dicha resistencia en función de la de tracción.
Evidentemente el valor de cálculo de la carga de punzonamiento coincide con la EH-91, aunque ésta prevea más
casos (pilares de borde, agujeros, etc.) (N. B.).
7.1 Introducción
Todo ello obliga a ser muy cauteloso al intentar beneficiarse del efecto-arco en el
dimensionado de las armaduras. A título de comentario, reproducimos las observaciones
que el profesor Franz expone (ver Bibl. 4):
a) Es necesario señalar los peligros que entraña el tener en cuenta el efecto arco, dando
por sentado que la absorción de los esfuerzos horizontales que se producen no está
completamente asegurada.
Según las instrucciones soviéticas, cuando se desea efectuar el cálculo a rotura de dos
bandas adyacentes, se podrá tener en cuenta el efecto arco, tanto para la banda de la
izquierda como para la banda de la derecha.
Este concepto será aplicable tanto para las columnas que reciben el forjado como para las
columnas que, en su caso, continúen hacia las plantas superiores.
El valor del empuje debido a la presencia de cada columna se acepta igual al mayor
momento flector que puede absorber la sección de la columna, dividido por los dos tercios
de su altura. Para calcular este momento, que llamaremos Mmax , la sección deberá
considerarse, evidentemente, siguiendo un eje perpendicular a la dirección del borde.
Mmax
H '
2 (7.1)
h
3 pilar
siendo:
Para encontrar el valor de Mmax deberán analizarse las dos hipótesis extremas de carga Nmax
y Nmin , y coger el valor más pequeño de ambos.
En los paneles de borde el valor del empuje H se calculará en las bandas interiores (las más
próximas al pilar contiguo al borde) y será igual a la suma de los efectos arco del pilar
inferior y del pilar superior del nudo considerado.
En los paneles interiores, este valor es igual a la suma de los efectos arco de los cuatro
pilares que enmarcan el panel.
Ma ' H za (7.2)
xs´% x i´ Lx % Ly
za ' hc & xs & x i & & (7.3)
2 1000
siendo:
Deberemos tener en cuenta que la influencia del efecto arco sobre un panel de la estructura
disminuye en función de su distancia al borde del forjado.
Así, en el caso en que se desprecie la colaboración del efecto arco antes citado, se podrán
reducir en un 10% las secciones de la armadura (calculadas según las reglas
NyTU 123-55), siempre que haya al menos dos filas de columnas entre el panel
considerado y el borde de la losa. Esta reducción será de solo un 5%, si no hay más que
una fila de columnas entre el panel considerado y el borde de la losa. Y finalmente, cuando
se trate de ménsulas o de apoyos sobre muros de borde, los tramos en cuestión no podrán
beneficiarse del efecto arco analizado.
8.1 Introducción
Se desea diseñar una placa fungiforme con una distancia interejes de pilares de
Lx = Ly = 5 m con las siguientes características:
b) Altura interforjados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 m
(1)
d) Coeficiente de seguridad para las sobrecargas . . . . . . . . . . . . . . . . r2= 1.4
(2)
e) Hormigón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . tipo M200
(3)
f) Acero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . tipo 25 G25
0,75 Fctd h utilvano 4 ( 2 r % h util vano) ' 0,75 × 6,4 × 12 × 4 ( 2 × 100 % 12 ) ' 48.850 Kg
Ppunz' P ( L 2 & 4 ( r% h util vano ) 2 ) ' 2.365 × ( 5,00 2 & 4 ( 1 % 0,12 ) 2 ) ' 47.300 Kg < 48.850 Kg
P L2 0,2365 × 500 2
z ´ ' h util apoyos 1& ' 28 1& ' 24 cm
2
6 h util apoyos Fcd 6 × 90 × 28 2
P L y ( L x& 2c x ) 2 z´
# Fye A t z ( 2 % 2)
8 z
de donde
lo que da
y en un metro lineal
14,5
A' ' 2,9 cm 2/m
5
lo que da
8.8 Grado de rigidez del empotramiento de los pilares de borde con los pilares
- Rigidez del conjunto formado por dos pilares de borde, el uno encima del otro:
bh3
12 0,4 4
K pil ' 2 ' 2 ' 0,00107 m 3
L 12× 4
J 5 × 0,14 3
K losa ' ' ' 0,00023 m 3
L 12× 5
- Relación de rigideces:
K pil 0,0067
' ' 4,66 > 4
K losa 0,00023
y, por lo tanto, según se estipula en 3.5 los pilares de borde tienen "suficiente" rigidez.
Como la rigidez de los pilares de borde es "suficiente", los paneles de borde se armarán de
la misma forma que los paneles interiores, aunque perpendicularmente al borde; la armadura
superior traccionada que se necesitaba en una banda se colocará en el arranque del capitel
(ver cap. 4 § 2.2.2.2).
2
Fctk hc 16× 28 2
Mf ' ' ' 2.500 Kg cm/ cm
5 5
10 Mf 10 × 2.500 25.000
qf ' ' ' ' 1.570 Kg/ m 2
( L& 2 c ) 2
(5 & 2 × 0,5) 2 16
- Para calcular la flecha límite fu que precede inmediatamente a la rotura, por la fórmula
5.4, será necesario evaluar Xm. Para ello, partamos de las armaduras reales: Ai = 3 cm2/ml
(ver cap. 5 nota 38):
2,1× 10 6 × 3
3×
A n 290.000
" ' ' ' 0,054
b h0 R ( 1
100 × 12 ×
3
0,10 l1 Fye ( 0,5 L& c) 0,10 × 300× 3.400 (0,5 × 500 & 50)
fu ' ' ' 1,1 cm
E y ( h 0& x m ) 2,1 × 10 6 ( 12& 2,4 )
En cuanto a la flecha en el centro del panel, para una sobrecarga que actúa solamente en
un corto período de tiempo (fluencia despreciable), se podrá utilizar la fórmula 5.3a:
siendo p' las solicitaciones totales sin mayorar por m2, es decir:
p´' 0,14× 2.500 % 130 % 1.300 ' 1.780 Kg/ m 2
1.630 × 2 % 150
f ´´ ' finstantánea ' 1,15 cm
1.780
que representa el 1/430 de la luz, inferior al que marca la normativa del 1/200.(6)
Notas
1. Corresponde al caso de losas con apoyos de borde sobre semicapiteles.
2. Haciendo una traslación a nuestra forma habitual de calcular, las características del hormigón M200 son:
200 115
Fc k ' • 115 Kg/ cm 2 Fc d ' • 90 Kg/ cm 2
1,7 1,3
16
Fc tk ' 16 Kg /cm 2 Fc td ' ' 6,4 Kg /cm 2
2,5
4. Para estudiar mejor como se utilizan los coeficientes de ponderación de cargas, consultar la bibliografía 12.
5. Parece ser que la fórmula anterior se deduce de la propuesta por la norma soviética (ver Bibl. 11 párrafo 112
y apéndice II):
p´
K1 ' K2
g 2 % p´´
siendo:
6. También aquí es necesario aclarar que las normas soviéticas estipulan estos condicionantes tan mínimos de
L/200 porque se comparan con la flecha TOTAL producida.
En la normativa española EP-88 se controla el valor de la flecha máxima a través del menor de los valores L/250
o L/500 + 1cm (lo que daría valores parecidos a la soviética) y también al valor de la flecha activa (ver Bibl. 16
y 17).
Capítulo 9 Ensayos
9.1 Presentación
Se han realizado gran cantidad de ensayos para conocer mejor el comportamiento real de
una placa fungiforme.
Como ejemplos que hemos considerado más representativos figuran unos ensayos
realizados por el TsNIPS en Bakú en 1932, en los que, con algunas excepciones, se
corroboran la localización teórica de las líneas de rotura antes apuntadas.
También en Europa, más adelante, en 1940 el C.E.B. avaló unos ensayos a rotura dirigidos
por el profesor Jager que comentamos a continuación (ver Bibl. 2):
Se trata de cargar un forjado fungiforme formado por nueve paneles de 1,525 × 1,525 de
luces entre pilares apoyado sobre capiteles de 50,8 cm de base y en sus extremos por
vigas rígidas en las caras norte y oeste y por vigas flexibles en los otros dos lados este y
sur. El espesor de la losa es de 4,45 cm, y está calculada para una carga de servicio de
1.370 Kg/m².
Acero acero estirado en frío de límite elástico 2.950 Kg/cm². La armadura total
de la losa consistía en armaduras de sección cuadradas de 3,2 mm de lado.
9.4 Fisuras
En las páginas siguientes puede verse la gradación de la aparición de las líneas de rotura
de un forjado fungiforme encargado por C.P. SIESS en la universidad de Illinois (ver
Bibl. 2).
Simbología
(1)
A (2)
(1) Superíndices. Situación de las tracciones: con apóstrofe superior parámetros debidos
a los momentos negativos y sin apóstrofe superior parámetros debidos a los momentos
positivos.
(2) Subíndices:
I . . . . . . . . . . . . . . . . . interior (inferior para pilares)
E . . . . . . . . . . . . . . . . exterior
x . . . . . . . . . . . . . . . . dirección X
y . . . . . . . . . . . . . . . . dirección Y
T . . . . . . . . . . . . . . . . total
M' Línea de rotura negativa o articulación plástica producida por el momento negativo;
dada la causa-efecto se menciona indistintamente por M' línea de rotura negativa
o M - que la produce.
M Línea de rotura positiva o articulación plástica producida por el momento positivo;
dada la causa-efecto se menciona indistintamente por M línea de rotura positiva o
M+ que la produce.
M'e Ídem M', para un tramo de borde correspondiente al pilar exterior.
M'i Ídem M', para un tramo de borde correspondiente al pilar interior.
Mj Momento positivo en jácena de borde.
M'j Momento negativo en jácena de borde.
Mtor Momento torsor.
n Coeficiente de equivalencia entre los módulos elásticos del hormigón y del acero.
P Carga total.
Ppunz Solicitación máxima admisible de punzonamiento.
p Carga permanente.
q Sobrecarga.
Qx Esfuerzo cortante en la dirección x.
Qy Esfuerzo cortante en la dirección y.
R Resultante inferior de las tensiones internas en una sección.
R' Resultante superior de las tensiones internas en una sección.
Rx Resultante inferior de las tensiones internas en una sección en la dirección x.
Ry Resultante inferior de las tensiones internas en una sección en la dirección y.
R'x Resultante superior de las tensiones internas en una sección en la dirección x.
R'y Resultante superior de las tensiones internas en una sección en la dirección y.
xm Altura media de la zona comprimida de hormigón.
xi Altura de la zona comprimida del hormigón en la rótula plástica en vano sin efecto
arco.
x'i Altura de la zona comprimida del hormigón en la rótula plástica en vano con efecto
arco.
xs Altura de la zona comprimida del hormigón en la rótula plástica de apoyo sin efecto
arco.
x's Altura de la zona comprimida del hormigón en la rótula plástica de apoyo con
efecto arco.
z Brazo mecánico del par de fuerzas internas en las articulaciones plásticas centrales
producidas por M+.
z' Brazo mecánico del par de fuerzas internas en las articulaciones plásticas de los
apoyos producidas por M -.
z'E Brazo mecánico del par de fuerzas internas en la articulación plástica exterior.
z'I Brazo mecánico del par de fuerzas internas en la articulación plástica interior.
zj Brazo mecánico del par de fuerzas internas para una jácena de borde sometida
a M+ .
z'j Brazo mecánico del par de fuerzas internas para una jácena de borde sometida a M -
.
" Coeficiente que relaciona M'I con M'E de una losa de borde.
$ Coeficiente que relaciona luces o armados en la dirección y respecto a la
dirección x.
2 Coeficiente que relaciona la armadura del vano (A) respecto a la total (At).
2x Coeficiente que relaciona la armadura del vano (Ax) respecto a la total (ATx) en la
dirección x.
2y Coeficiente que relaciona la armadura del vano (Ay) respecto a la total (ATy) en la
dirección y.
2' Coeficiente que relaciona la armadura de un apoyo (A') respecto a la total (At).
2'E Coeficiente que relaciona la armadura de un apoyo exterior (A'E) respecto a la total
(At) en los tramos de borde.
2'I Coeficiente que relaciona la armadura de un apoyo interior (A'I) respecto a la total
(At) en los tramos de borde.
2'X Coeficiente que relaciona la armadura superior de un apoyo (A'X) respecto a la total
(ATx) en la dirección x.
2'Y Coeficiente que relaciona la armadura superior de un apoyo (A'Y) respecto a la total
(ATy) en la dirección y.
Fye Límite elástico del acero.
Fcd Tensión de cálculo del hormigón a compresión.
Fctk Tensión del hormigón a tracción.
M Coeficiente que está en función de 2 y z para cada caso.
Indice de figuras
Bibliografía
3 GVOZDEV, A.A., KTYLOV, S.M. & SAITZEV, L.N.: "Etude de l'arc-boutement. Importance
de ce phénomène dans le calcul de dalles", Bulletin d'information 58. 1966.
7 S HTAERMAN, M.I. & I VIANSKI, A.M.: Entrepisos sin vigas. Montevideo: EIC (Editora
Interciencia), 1963.
8 BAYKOV, V.N. & STRONGIN, S.G.: Estructuras de construcción. Cap. 10. Moscú: MIR,
1980.
9 BAYKOV, V.N. & SIGALOV, E.E.: Estructuras de hormigón armado. Cap. 11. Moscú:
MIR, 1976.
10 J IMÉNEZ MONTOYA, P., GARCÍA MESEGUER, A. & MORÁN, F.: Hormigón armado.
Cap. 23. Barcelona: Gustavo Gili (3ª ed.), 1971.
11 MINI
Normas para cálculo de estructuras, NyTU 123-55. Montevideo: EIC (Editora
Interciencia), 1960.
12 GUERRIN, A. & LAVAUR, R.C.: Traité de béton armé. Tomo II. París: Dunod, 1968.
13 OBIOL, A.: Cálculo de placas por los métodos de rotura. Barcelona: ETSAB, 1978.