Conociendo el poder que hay en el amor de Dios

La más grande necesidad que existe en la humanidad, se entienda

o no se entienda, es el amor de Dios, desafortunadamente el
hombre " natural " no tiene acceso a este amor porque el amor
de Dios es espiritual. El hombre natural (con una naturaleza
caída) conforme a la Biblia está declarado como muerto
espiritualmente para con Dios Rom. 3:23 --- por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios--- y Rom
6:23a---Porque la paga del pecado es muerte---- (en el
entendimiento de que la muerte significa separación) entre todas
las consecuencias que sufrió el hombre por la caída en el EDEN
por causa del pecado, la más grave fue la pérdida de la
comunión en el corazón con el amor de Dios. El hombre
engañado por el diablo al pretender ser como " Dios " entronizó
al ´´YO´´ en su corazón, perdiendo la comunión con el amor de
Dios, conduciéndose desde entonces de una manera
independiente de Dios. Por medio de este camino de
enemistad del hombre con Dios la historia da testimonio de la
infelicidad y la frustración del ser humano al no poder llenar con
nada el vacío que dejó el amor de Dios en su corazón. Por medio
de este " camino "de anhelos y frustraciones Dios encamina al
hombre para que reconozca su necesidad espiritual; la condición
de su naturaleza caída, y por medio del Evangelio de Jesucristo
darle a conocer acerca de un plan que en la eternidad se dispuso
para redimirlo e integrarlo nuevamente a la comunión que perdió,
manifestándose esta gracia por medio del impulso del amor de
Dios. Efe1:4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor---- de modo que aquí
tenemos a Dios conectándose con el hombre por medio del amor
para redimirlo de toda condenación, a través de la obra de
Jesús en la cruz del calvario, superando el abismo de la
separación por el pecado, y presentarlo ¡ santo y sin mancha
delante de Dios.! Porque ´´ lo que para los hombres es imposible,
para Dios todo es posible " . Hemos llegado al momento en el
que debemos de aclarar algo muy importante, este plan redentor
del Evangelio es para todos, pero la fe en el evangelio no es
de todos, no porque Dios lo quiera así, sino por la causa de que
muchos de los hombres se sienten " felices " viviendo de
espaldas a Dios sin tomarlo en cuenta en sus caminos,
manifestando que en sus corazones no hay ningún " hueco " que
llenar, supliendo convencionalmente la idea de Dios por medio
de la oferta abundante que hay en el catálogo de las religiones
en el mundo, apagando así la necesidad de sus corazones. Por
esta razón Dios hace responsables a los hombres cuando se les
expone el Evangelio de Jesucristo. 2Co. 2:15-16 Porque para Dios somos
grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos
ciertamente olor de muerte para muerte. Pablo aquí está manifestando
las reacciones de los hombres cuando son confrontados con el
Evangelio, " el olor grato de la vida " para los que se salvan y "
olor de muerte para muerte " para los que se pierden. El olor
grato de la vida es debido a la experiencia del conocimiento del
amor de Cristo, es como el reencuentro con el amor de Dios,
llenando el hueco que había en el corazón. Es en este punto en
donde también es necesario que se entienda otra cosa muy
importante; una cosa es conocer el poder de el amor de Dios
para salvarnos, y otra es conocer la obra del Espíritu para que
nosotros aprendamos a amar a Dios para obedecerle y servirle
el nuestro andar en este mundo. Debemos entender este
aspecto del evangelio muy bien, porque si no se entiende
adecuadamente ocasionara que hayan grandes y graves
deficiencias en nuestra comunión y comprensión de la voluntad
de Dios, le ruego que incline su oído para escuchar con mucha
atención este señalamiento: cuando experimentamos la emoción
incomparable de sabernos positiva y verdaderamente amados
por Dios, no estamos conscientes de que también necesitamos
ser instruidos y capacitados para que podamos
corresponder a este amor de Dios por nosotros. Ojalá
seamos capaces de entender que por nuestro origen como
pecadores corrompidos mundanos y egoístas por muy
agradecidos que estemos con Dios no somos capaces en
nosotros mismos para corresponder de forma adecuada a su
amor. ¿Acaso pensamos que Dios no sabe esto? ¡Claro que lo
sabe! Somos nosotros los que nos equivocamos en este
punto, y es de temer que muy pocos comprenden esta
situación, y esto no sería grave si no fuera por las
consecuencias que se tienen que sufrir en el andar de los
cristianos por la deficiencia en la interpretación del Evangelio en
este renglón. Es por esta razón que es común escuchar a
verdaderos cristianos; oh, Señor, ya no te quiero fallar, ¡ayúdame
a no pecar más!, quiero servirte, pero no puedo. Etc. Esto
debemos de tomarlo como una señal inequívoca de que hay
deficiencia de interpretación, así como de enseñanza. Hermanos
que podamos reconocer que el contenido del Evangelio nos
ofrece el conocimiento del amor de Dios para salvarnos, pero
también incluye un discipulado (instrucción y capacitación) por el
mismo Espíritu para poder corresponder debidamente al amor de
Dios.---- Heb.12:6 porque el Señor al que ama, disciplina, (instruye) y azota a
todo el que recibe por hijo ---- 1Jn 4:19 Nosotros le amamos a Él, porque Él nos
amó primero.----- es necesario agregar otra razón por lo cual es
importante que seamos discípulos: Para que experimentemos
el poder que hay en el amor, Dios cuando se encarnó en la
persona de Jesús la escritura nos enseña en Filipenses 2: 7-----
sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a
los hombres----- esto significa que él se despojó de su gloria, pero
no de su Divinidad y esto significa que junto a su santidad
intrínseca el vino a este mundo " armado " con el amor del Padre
para enfrentar a los mismos enemigos que tenemos en común; el
pecado, la carne, el mundo y el diablo y sus demonios. El los
venció a todos mediante el poder del amor, manifestándolo por
medio de la obediencia y la dependencia del padre.---- Filip. 2:8
Y encontrándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.----- por el amor al padre Jesús
no se negó a ser muerto violentamente en una cruel cruz en
nuestro lugar, pagando con su sangre por los pecados que
nosotros cometimos. Sabiendo que la voluntad del padre era que
Él fuera hecho pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia (sin culpa eternamente) de Dios en El, bebió la copa de la
voluntad de Dios hasta el fondo, por el amor al PADRE. Jesús en
los días de su carne, y en su ministerio también experimentó
constantemente el amor y la fidelidad del PADRE----JUAN. 5:19 Por
eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no
puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que
hace el Padre, eso también hace el Hijo------ JUAN 5:30 Yo no puedo hacer nada
por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi
voluntad, sino la voluntad del que me envió.----
JUAN. 5:36 porque las obras que el Padre me ha dado para llevar a cabo,
las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha
enviado.--- EL PADRE por la complacencia que tenía en el amor
de Jesús le concedió: limpiar leprosos, dar vista a los ciegos,
echar fuera demonios, sanar enfermedades, alimentó a
multitudes, caminó sobre las aguas, resucitó a los muertos y
predicó el evangelio a los pobres etc. y además le ha dado un
nombre sobre todo nombre que se nombre, para que en el cielo,
en la tierra, y bajó la tierra, toda rodilla se doble, y toda lengua
confiese. ¡ JESUS ES EL SEÑOR !. Que de este modo entonces,
quede manifestado como y porque debemos ser instruidos y
equipados para experimentar el poder del amor. 1ª Co. 13:2 Y si
tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y
si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada
soy. Es por esta razón que necesitamos ser instruidos por el
Espíritu Santo a través del modelo en la carta a los Romanos y
así podamos ser discípulos que manifestemos el poder del amor
en nuestro andar, servicio y testimonio para la gloria de Dios.
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