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El 11 de Abril del año 2002 representó el día en que el pueblo de Caracas solicitó
masivamente el respeto por la dignidad de los venezolanos. Es el día en que cientos
de miles de venezolanos de todas las edades salieron a las calles a manifestar
pacíficamente su apoyo a la lucha por la meritocracia de los trabajadores de PDVSA.
Amenazas internas Nos estamos preparando para los eventos que puedan suceder en
un futuro porque para nadie es un secreto las riquezas que nuestro país tiene, sobre
todo por la situación crítica del mercado energético". Chirinos Medina detalló que
más de cinco mil efectivos de la Armada realizarán labores de evacuación de
poblaciones, en caso de desastre naturales, ejercicios de soberanía, de defensa integral
de la nación y de asistencia humanitaria. La operación está programada en siete fases:
Macuro (en el oriente del país), Arawaco (en Isla de Aves), Wayuu (en occidente),
Caribe (en el centro), Kariña (en occidente) y Warao (en la zona naval del Orinoco).
Una de las fases más importante es Kariña, ya que incluye un ejercicio de defensa
integral de la nación con la simulación de una invasión y la participación de la
guardia territorial y la reserva nacional, según Chirinos Medina. Esta operación se
ejecutará del 3 al 6 de noviembre en la zona naval de Oriente, a cargo del
contralmirante Douglas Clemente. En las poblaciones de San Juan de las Galdonas y
San Juan de Unare, ubicados en la península de Paria en el estado Sucre, efectivos de
la Armada realizarán un desembarco anfibio y los habitantes de la zona serán
instruidos con los conceptos de defensa integral del país.
También los efectivos pondrán en práctica las nociones de zonas de desgaste y zonas
de resistencia.Chirinos Medina afirmó que la guardia territorial y la reserva nacional
apoyarán en las labores de resistencia a los habitantes de la Península de Paria.Otra de
las actividades programadas es el patrullaje en el río San Juan hasta la población de
Caripito, a fin de hacer presencia naval y control de tráfico fluvial. Con respecto a los
ejercicios de evacuación por causa de desastres y fenómenos naturales, Chirinos
Medina explicó que son tres: “Uno que ya se efectuó en la Vela de Coro, una segunda
actividad en Vargas, programada para los días viernes y sábado próximos, y otra en el
estado Sucre para la semana que viene”, refirió.
A partir del siglo XX, durante los gobiernos de Cipriano Castro y Juan Vicente
Gómez, se sientan las bases de la “modernización” y fortalecimiento institucional del
ejército, imponiendo disciplina y cohesión; es el fin de un largo período de
caudillismos regionalistas. El reacomodo de las relaciones de poder, signadas por la
centralización y por una mayor sujeción al imperio -en el caso gomecista-, no
contemplaba los más elementales mecanismos de legitimación democrática. Se
consolida una burocracia clientelar cívico-militar, enriquecida por el incipiente
negocio de la exportación petrolera.
Una década después del 27-F, la asunción del Gobierno Bolivariano (Febrero de
1999), propicia la convivencia entre civiles y militares, que se ha vuelto un hecho
más cotidiano y evidencia la evolución política de Venezuela. La composición social
del ejército, de extracción popular, el resurgimiento del ideario bolivariano y la
degradación moral precedente, determinaron el surgimiento de una nueva generación
de militares decidida a acercarse al pueblo y a defender la Constitución que éste se
dio soberanamente.
En sus palabras con motivo del Acto de Transmisión de mando del Comando General
del Ejército, el 16 de Enero de 2004, el General de División Raúl Isaías Baduel
increpó sobre la necesidad de superar la situación de aislamiento del sector militar
respecto a la dinámica política y social del país, convocando a la disposición militar a
darle respuesta a las prioridades y necesidades demandadas por la sociedad y el
Estado: “Ya es imposible la figura del militar indiferente, sin la capacidad de
insertarse en los distintos modos de producción de la sociedad, donde su aporte de
conocimiento sea valorado en cuanto a las necesidades inherentes al Estado.”
(http://www.geocities.com/rbolivariana2004/op200401/disbaduel.htm)
Otra coincidencia entre ambos discursos es la advertencia del Gral. Baduel sobre los
riesgos que entraña la escisión social :“Una tendencia muy preocupante asociada a la
pobreza es el riesgo de la incomunicación entre civilizaciones, vivimos internamente
entre nuestras propias naciones dos tipos de civilizaciones, las de los exitosos y la de
los excluidos, tenemos que crear puentes de comunicación, bases de diálogos,
generación de responsabilidad y compasión, esta vocación apostólica debe definirse
en términos de desarrollo, una vez más el paradigma de solución a la pobreza y de
exclusión es el ideal educativo como fuerza liberadora.”
El subtítulo antedicho es tomado de las palabras del Gral. Baduel para referirse a la
misión esencial de la Fuerza Armada venezolana. El ministro señala: “Lo militar y el
militar, conforman parte de la anatomía del poder, cuya fuente originaria lo deciden la
voluntad del colectivo para llenar de legitimad a los poderes constituidos y de ese
poder el estamento armado y por ende el ejército de Venezuela (...) es instrumento de
este aludido poder, ajustando su ejecutar a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y al cuerpo de leyes que delinean el empleo operaciones
del soldado.
El poder el ejército no es entonces condigno, no es condicionado, ni siquiera
compensatorio, es solo el uso central de la fuerza sujeto al concepto estratégico del
Estado venezolano frente a amenazas identificadas. En consecuencia el
entrenamiento, la destreza y la actuación de los hombres como una unidad imaginaria
de guerra, apunta aunque paradójicamente a mantener la paz, a disuadir la amenaza
para que la nación tenga senderos ciertos, logre el bienestar pero sobre todo el
desarrollo y la ejecución económica y social que son los paradigmas demandados con
justo derecho por el pueblo venezolano a quien nos debemos.”
Ese nuevo escenario mundial que impacta negativamente a Venezuela, como a todos
los países del Sur, conlleva amenazas internas y externas que obedecen a una misma
estrategia de dominación y, por tanto, se hallan estrechamente vinculadas, aunque de
manera asimétrica: los factores de poder internos operan como socios menores de una
alianza imperialista que dicta la estrategia y negocia las tácticas y la distribución de
los recursos. Se cierne sobre Venezuela la amenaza de la intervención internacional.
Las “guerras preventivas”, llamadas “antiterroristas”, son las salidas de facto
empleadas por el imperio cuando como en Venezuela, fracasan los intentos de
derrocar gobiernos usando a sus actores internos en cada país, mediante golpes de
Estado y fraudes electorales. La descalificación del Gobierno Bolivariano como una
supuesta manifestación de una tendencia supuestamente “amenazante”, identificada
como “populismo radical” es sintomática.